UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, HISTORIA CARIBE, BARRANQUILLA (COL.) NO. 11, 2006

HISTORIA CARIBE

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REVISTA HISTORIA CARIBE

ISSN 0122-8803

DEPÓSITO LEGAL 3121 MINISTERIO DE CULTURA VOL. IV. NO.11. 2006

LUIS ALARCÓN MENESES EDITOR UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO JORGE CONDE CALDERÓN DIRECTOR

CONSEJO EDITORIAL RECTORA ANA SOFÍA MESA FABIO ZAMBRANO PANTOJA LUIS JAVIER ORTIZ VICE-RECTOR DE DOCENCIA ALONSO VALENCIA LLANO FERNANDO CABARCAS JOSÉ POLO ACUÑA ARMANDO MARTÍNEZ GARNICA VICE-RECTOR ADMINISTRATIVO CONSEJO ASESOR SANDRA CAMACHO MANUEL HIJANO DEL RÍO VICERRECTOR DE INVESTIGACIONES UNIVERSIDAD DE MÁLAGA, RAFAELA VOS OBESO ESPAÑA JUAN MARCHENA VICE-RECTORA DE BIENESTAR UNIVERSIDAD PABLO DE OLAVIDE, SONIA SAAVEDRA ESPAÑA. HÉCTOR RUBÉN CUCUZZA CONSEJO DE PUBLICACIONES ARGENTINA ANA SOFÍA MESA ALFONSO MUNERA CAVADIA IVÁN VALENCIA MARTÍNEZ COLOMBIA RAFAELA VOS OBESO ROBERTO GONZÁLEZ ARANA JULIO ESCAMILLA MORALES COLOMBIA

DISEÑO Y DIAGRAMACIÓN CORRECTOR DE ESTILO Y TRADUCTOR ARTES GRÁFICAS DEL VALLE LTDA. JULIO MALDONADO ARCÓN

IMPRESIÓN HISTORIA CARIBE. ES UNA REVISTA ANUAL ARTES GRÁFICAS DEL VALLE LTDA. ESPECIALIZADA EN HISTORIA EDITADA POR EL GRUPO DE INVESTIGACIONES HISTÓRICAS EN EDUCACIÓN E IMPRESO Y HECHO EN COLOMBIA IDENTIDAD NACIONAL PERTENECIENTE A LA FACULTAD PRINTED AND MADE IN COLOMBIA DE CIENCIAS HUMANAS DE LA UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO. CANJE Y SUSCRIPCIÓN: CIUDADELA © UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO UNIVERSITARIA KM. 7 VÍA PUERTO COLOMBIA. BARRANQUILLA , 2006 UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO. TELÉFONO: 3548346 FAX: 3559297. BARRANQUILLA- COLOMBIA EMAIL: [email protected]

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CONTENIDO

7 MANUALES ESCOLARES: ARGENTINA Y 7 • Amelia Beatriz García - Glenda Miralles. Los libros de lectura en escuelas de Río Negro. Las representaciones sobre la Patagonia

29 • Dalín Miranda Salcedo. Estética y pecado en el manual de Lola Montes: A propósito de su libro publicado en San Juan de Puerto Rico a mediados del siglo XIX.

43 • Alex Tamara Textos y manuales escolares como mediación simbólica, Salvador Brau y Paul Miller, y el discurso de la enseñanza de la historia de Puerto Rico en las tres primeras décadas del siglo XX.

73 REDES SOCIALES

• Luz Marina Morales. Redes y negocios en Puebla. 73 Fortuna y mentalidad nobiliaria

CIUDADANIA Y PROTESTA SOCIAL EN EL CARIBE 87 COLOMBIANO 87 • Miguel Antonio Suárez Araméndis. Un proceso de independencia en el Caribe colombiano: Valledupar, 1810-1820 111 • Roicer Flórez Bolívar. Ciudadanos y vecinos: Un acercamiento al proceso de construcción del ciudadano en Cartagena durante el siglo XIX

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• Francisco J. Flórez Bolívar. ¿Republica 129 democrática o “Republica de papel”?: Los artesanos frente al ideario liberal en Cartagena, 1849-1878.

145 • Adriano Guerra. El imaginario oficial. Revolución y formalidad. La visión de los navegantes del río Magdalena con respecto a los levantamientos revolucionarios en Colombia en abril de 1948.

167 RESEÑAS 169 • Hilda Sabato. La política en las calles. Entre el voto y la movilización Buenos Aires, 1862-1880. Buenos Aires, Sudamericana, 1998. p. 291.

173 • Autores

• Normas para la presentación de colaboraciones a 175 la Revista Historia Caribe

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EDITORIAL

Cuando hace más de diez años manuales escolares utilizados en la realizábamos la presentación del enseñanza de la historia en Puerto primer número de Historia Caribe Rico. Por otro lado, su coterráneo señalamos que luego del número diez Dalin Miranda Salcedo centra su aten- podíamos comenzar a hablar de ción, y la de los lectores, en el manual consolidación de este proyecto de estética El arte de la belleza o se- editorial, lo cual parecería cumplirse cretos del tocador, de la bailarina eu- con la presentación del número once. ropea Lola Montes; el autor analiza el Sin embargo, las cosas no son así tan impacto alcanzado por esta publicación simples teniendo en cuenta el agreste en San Juan Puerto Rico, ciudad don- entorno social, económico y cultural de fue censurado por la Iglesia Católi- en que se mueven este tipo de ca por su contenido transgresor. publicaciones. En la segunda sesión, que lleva el titulo De todas maneras, volviendo a supe- de Redes Sociales, la historiadora Luz rar las dificultades pecuniarias del caso Marina Morales se apropia de la presentamos el número once dedicado categoría de Red Social para estudiar a Manuales Escolares, sociabilidades las familias y los negociantes en la y ciudadanía. El primer grupo de ciudad de Puebla, México, en el artículos de este número se ocupan de tránsito del siglo XVIII al XIX. En su los Manuales Escolares en Argentina artículo muestra como un grupo de y Puerto Rico. Dos países latinoame- familias a partir de los negocios, ricanos distantes geográficamente, alianzas familiares y matrimonios pero vinculados por las representacio- fueron construyendo tupidas redes de nes y discursos sobre ellos elaborados poder basadas en el compadrazgo y el en los textos de lectura y enseñanza de clientelismo político. la historia. Las docentes e investiga- doras argentinas Amelia Beatriz García Cancelando una especie de deuda con y Glenda Miralles presentan e interpre- nuestros lectores la sección Historia tan las representaciones elaborados por regional trae cuatro artículos de los textos escolares sobre el sur Argen- jóvenes historiadores egresados de las tino, un territorio árido con bajas tem- universidades de Cartagena y del peraturas que a mediados del siglo XX Atlántico y quiénes cursan estudios de fue ordenado para efectos administra- maestría en la disciplina. Miguel tivo-políticos en las Provincias de la Suárez Araméndiz examina el proceso Patagonia. Desde la “isla del encanto”; de independencia en Valledupar. Un el historiador barranquillero Alex caso que ha recibido poca o, tal vez, Támara, centrado en los tres primeros ninguna atención de la historiografía decenios del mismo siglo, analiza los colombiana. Roicer Flórez Bolívar discursos y símbolos contenidos en los incursiona en un tema complejo: la

-5 - UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, HISTORIA CARIBE, BARRANQUILLA (COL.) NO. 11, 2006 construcción de la ciudadanía en los Magdalena durante esos días inicios del régimen republicano. tumultuosos. Para ello se apoya en las Complejo ya que se trataban de protestas de los capitanes registradas sociedades en tránsito del antiguo en los protocolos de la notaría primera régimen hispánico al nuevo orden de Barranquilla y que reposan en el republicano, en las cuales la existencia Archivo Histórico del Atlántico. de individuos libres y autónomos, condición sine qua non para la Al llegar a la edición numero 11, consolidación de la ciudadanía, estaba constituida en gran parte por la nueva ausente. El problema planteado generación de historiadores formados mantiene su vigencia en las sociedades en las Universidades del Atlántico y contemporáneas preocupadas más en Cartagena, Historia Caribe reitera su fomentar escuelas de liderazgos(¡!) que compromiso de contribuir a la en la formación de ciudadanos. En la construcción y divulgación del saber misma línea, pero estudiando los histórico en la región. sectores populares, Francisco Flórez cuenta su participación en la Este ha sido nuestro norte a lo largo de construcción de la República. Otra más de una década y ante los actuales tema problemático, toda vez que se momentos que vive la sociedad deben tener claro aspectos como el regional y nacional el conocimiento de definir a los sectores populares, la historia cobra mayor importancia. quiénes eran los artesanos. Para ello En efecto, la historia brinda existen, para el caso de la colonia conocimientos y elementos de juicio a censos sobre estos, listados que los ciudadanos, quienes deben permitirían establecer las redes que convertirla en un insumo que les tejieron, así como qué tipo de permitirá, ojala más temprano que sociabilidades practicaron, qué tarde, comprender las razones de una significado tenía lo “democrático” para compleja realidad social que urge ser los diferentes actores sociales y analizada y explicada bajo el rigor políticos del siglo XIX. Estas son solo académico y principios de veracidad algunas de las inquietudes que surgen para superar parroquialismos, lugares al plantearse el problema de los comunes, obviedades, mitos y sectores populares. El artículo de ficciones que aun suelen caracterizar Francisco Flórez no tiene pretensiones algunas tendencias de la historiografía algunas sobre ellas; solo es el nacional. Las mismas que al parecer, “abrebocas” a un tema muy eludido por no se han dado cuenta o pretenden la historiografía colombiana. seguir ocultando que muchos aspectos Finalmente, Adriano Guerra nos de la realidad colombiana superan introduce en otro problema sobre el cualquier ficción literaria y que más cual ha corrido buena tinta: “el que un sueño de los padres tutelares levantamiento del nueve de abril de de la patria, nuestra realidad se 1948”. Sin embargo, el autor presenta convirtió en una “pesadilla sin fin” de otras voces: la de los navegantes de los la cual quisiéramos despertar. buques que transitaban por el río

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MANUALES ESCOLARES: ARGENTINA Y PUERTO RICO

LOS LIBROS DE LECTURA EN ESCUELAS DE RÍO NEGRO. LAS REPRESENTACIONES SOBRE LA PATAGONIA

AMELIA BEATRIZ GARCÍA1 GLENDA MIRALLES2

Recibido: 23 de marzo de 2006 Aceptado: 28 de mayo de 2006

RESUMEN

Los libros de textos son entendidos como todo material escrito, producido intencionalmente para su utilización sistemática por alumnos y docentes en el ámbito escolar, como instrumentos formadores de representaciones que reflejan la sociedad y que colaboran en la construcción del imaginario de una época desde el proyecto hegemónico y las relaciones de poder. En este artículo, específicamente se intentará mostrar la representación del Sur Argentino que permitió elaborar los textos escolares de ediciones nacionales, utilizados en escuelas rionegrinas durante el período 1955-1962.

PALABRAS CLAVE: Textos escolares – representaciones – Sur argentino ABSTRACT

The books of texts, they are understood as any written material, produced intentionally for its systematical utilization for pupils and teachers in the school area, as forming instruments of representations that they reflect the society and that collaborate in the construction of the imaginary one of an epoch from the hegemonic project and the relations of power. In this article, specifically it will be tried to show that representation of the Argentine South allowed to design texts books, of national editions, used in schools rionegrinas during 1955-1962.

KEY WORD:

The books of texts - representation – Argentine South

1 Docente e Investigadora. Universidad Nacional del Comahue, Argentina Neuquen 1843 – CP:8332 – General Roca (Río Negro), Argentina TE: 0054-02941-422287 Email: [email protected] 2 Docente e Investigadora. Universidad Nacional del Comahue - CONICET, Argentina Belgrano 1622 – CP:8332 – General Roca (Río Negro), Argentina TE: 0054-02941-425133 - Email: [email protected]

UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, HISTORIA CARIBE, BARRANQUILLA (COL.) NO. 11, P.P. 7 - 28, 2006 -7 - UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, HISTORIA CARIBE, BARRANQUILLA (COL.) NO. 11, 2006

Introducción lares utilizados en escuelas primarias rionegrinas durante el período 1955- Como venimos sosteniendo en traba- 1962, teniendo en cuenta que esta te- jo anteriores, los libros de textos -como mática no ha sido abordada desde los todo material escrito, producido inten- libros de lectura que circulaban en la cionalmente para su utilización siste- región. El recorte temporal obedece al mática por alumnos y docentes en el proceso de provincialización iniciado en ámbito escolar- son instrumentos for- 1955 con la Ley del Congreso 14.408, madores de representaciones que re- a partir de la cual se crean las Provin- flejan la sociedad y que colaboran en cias de la Patagonia. Recién en 1957 la construcción del imaginario de una entra en vigencia la constitución pro- época desde el proyecto hegemónico vincial, que llevará a la elección del y las relaciones de poder3 primer gobernador, Edgardo Castello, para el período 58-62. Al respecto sostiene Suayter M. y Ze- laya, H “…son los receptáculos más Para este análisis seleccionamos vein- significativos de contenidos ideológi- ticuatro libros de lectura, del corpus cos, que se trasmiten a las futuras ge- documental con el que cuenta el Pro- neraciones a través del uso obligato- yecto de investigación; respecto de los rio en la escuela primaria.”4 El texto, cuales es necesario señalar que no son entrelazando el saber académico del de edición provincial sino que corres- autor con las significaciones construi- ponden a aquellos editados en Bs. As., das por el lector, se presenta como “es- en primera o sucesivas ediciones entre pacio de memoria”, en el cual se con- 1955 y 1962, aprobados por el Conse- cretan los programas de cada época, jo Nacional de educación y de distri- las imágenes y los valores hegemóni- bución nacional6 y son los que a con- cos, así como la apropiación de los tinuación se mencionan : AFAN Y FE, contenidos curriculares5 . 4º grado, 3ra. ed. 1957. VOCES COR- DIALES, 3º grado, 4ta. ed. 1957. SO- Ahora bien, en este artículo se inten- SIEGO,5º grado, 1961. AMAPOLA, 1º tará mostrar qué representación del Sur grado Superior, 3ra. ed. 1959. PANO- Argentino - al que frecuentemente se RAMAS DE AMERICA, 5º grado, 3ra. lo asocia o reconoce como Patagonia.- ed. 1956. PANORAMAS DE AMERI- permitieron construir los textos esco- CA, 5º grado, 9na. ed. 1960. DIAS DE

3 Es pertinente marcar la diferencia entre los libros de textos ya definidos y los libros escolares que se utilizan para nombrar aquellos que son empleados en la enseñanza pero que están menos relacionados con las secuencias pedagógicas – Ver BORRE JOHNSEN, Egil, 1996 Libros de textos en el calidoscopio, Barcelona, Ed. Pomares- Corredo. 4 SUAYTER Maria y ZELAYA, Honoria 1990 “La inmigración en los libros de lectura: 1900-1940”, en Revista Propuesta educativa Año 2, Nº 2 Buenos Aires, FLACSO pág 96-98, 96. 5 ESCOLANO BENITO, Agustín 2001 “El libro escolar como espacio de memoria” en: Ossenbach,G. y Somoza, M. Los manuales escolares como fuentes para la Historia de la educación en América Latina, Madrid, UNED. pag 35-44, 38 6 A fines de la década del 60 aparece un texto de edición provincial titulado “Río Negro mi Provincia”

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INFANCIA , 4º grado, 3ra. ed. 1957. El sur antes y después de la conquis- DIAS DE INFANCIA, 4º grado, 6ta. ta del desierto ed. 1960. FUENTES DE VIDA, 6º gra- do, 13ra. ed. 1957. FUENTES DE VIDA, 6º grado, 17ma. ed. 1958. El indio en los libros de lectura MOTIVOS AMERICANOS, 5º grado, 1956. NUESTRA TiERRA, 5º grado, El “indio”, el desierto, la Conquista se 1957. DOS CHIQUILLOS, s/r , 1957. constituyen en una cadena de signifi- CALIDOSCOPIO AMERICANO, 6º cados que desde distintos géneros lite- grado, 3ra. ed. 1959; ABRIENDO rarios -poesía, leyenda, cuentos- se HORIZONTES, 4º grado, 1954-2d. ed. proponen como temas de lectura en tre- S/fecha. NUEVA JORNADA, 4º gra- ce libros de los veinticuatro consulta- do, 1957. REPUBLICA, 6º grado, dos. Los significados discursivos que 1957. SAVIA NUEVA, 5º grado, 12da. se desprenden de dicho temas respon- ed. 1958. ACUARELAS, 2º grado, den a una yuxtaposición de ideas so- 2da. ed. 1958. HACIA UN MUNDO bre los territorios del sur y sus habi- FELIZ, 6º grado, 2da. ed. 1958. RUTA tantes. GLORIOSA, 4º grado, 5ta. ed. 1960. ORIENTACIÓN, 7º grado, 3ra. ed. Estas ideas, en una primera etapa his- 1959. ROCIO , 1º grado Superior , tórica, estuvieron relacionadas en el 5ta.ed. 1959 7 . plano territorial con la concepción de “desierto” y vacío” y en el plano de Un análisis más detenido acerca de los sus habitantes, con la noción de “sal- contenidos de las ochenta y tres lectu- vajismo y barbarie”. Mientras que en ras que encontramos relacionadas con una segunda etapa, tras las campañas el Sur Argentino, nos ha permitido militares iniciadas en 1879, las repre- identificar temas recurrentes, tales sentaciones de la Patagonia asisteron como la imagen del “indígena”,8 la a un período de redescubrimiento y soberanía en las zonas australes, los resignificación, producto del releva- aspectos geográficos y las riquezas miento de recursos, utilidad y aprove- naturales propias de esta parte del país, chamiento del espacio. “En este perío- a partir de las cuales podremos definir do que Andermann9 llama de “apro- qué representación se le propone a los piación”, los habitantes de la Patago- lectores sobre el Sur argentino.

7 En la mayoría de los textos, las lecturas son selección antológica de fragmentos de autores latinoamericano, manteniendo así con una de las condiciones que debían reunir los libros, aprobadas por la Comisión de Didáctica del Consejo nacional de Educación y que aparecen explicitadas en el Monitor de la Educación Común de Enero-Febrero de 1941, Nº 817 y 818. 8 Utilizamos las denominaciones “indígena/s”, “indio”, o “pueblos indígenas” en función de la terminología que encontramos en los libros de lectura, aunque advertimos que el concepto “indio” es un concepto acuñado desde la cultura dominante. 9 ADERMANN, Jens 2000 Mapas de poder. Una arqueología literaria del espacio argentino, Buenos Aires, Vierbo. Pag 124-125, citado por NICOLETTI, María Andrea 2005 “Los libros de texto de la Obra de Don Bosco: primeras aproximaciones” - Ponencia presentada en la X Jornadas Interescuelas-Departamentos de Historia, Rosario.

-9 - UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, HISTORIA CARIBE, BARRANQUILLA (COL.) NO. 11, 2006 nia aparecen arqueologizados10 se pro- Las poesías describen al “indio” en su duce la paleontologización del otro. Si aspecto físico, capaz de soportar “ham- bien se revaloriza el entorno natural, bre, sed y fatiga”12 : “Esbelto, muscu- sus habitantes se “inmovilizan” que- loso, estético, curtido por el sol y la dando relegados a la memoria y cues- intemperie (...) se ponía en el rostro tionándose su “ciudadanización”11 . los más vivos colores, y en la cabeza plumas, como las aves bellas”13 y “lle- Ahora bien, los libros de lectura revi- vaba / manto de pieles de fieras/ o cin- sados recrean, a partir de ciertos con- turones de plumas (...) sobre la frente, tenidos, la imagen del “indio”, brindan- una vincha/ le sujetaba las cren- do de este modo elementos para la re- chas”14 . También detallan su carácter: presentación del Sur Argentino a tra- “rebelde y retobado (...) duro por den- vés de sus “habitantes”. De las 14 lec- tro y duro por fuera”15 . Pero recurren- turas encontradas el recurso poético temente, la imagen del “indio” se ase- usado para plasmar dicha imagen está meja con la vegetación, los animales y presente en cinco, de las cuales se re- otras manifestaciones de la naturale- pite la poesía de Fernán Silva Valdés za. Los versos que siguen son signifi- en tres de ellos: “Panorama de Améri- cativos en ese sentido: “Y el indio es ca para 5to grado” (1956), “Sosiego” como tortuga/de duro para espichar/ para 5to grado(1961) y “República” (...) pero el indio es una hormiga/que para 6to (1957) En el libro “Dos Chi- día y noche está despierto”16 . “Usa- quillos” s/f (1957), se incluye otra poe- ba vincha como el benteveo,/ y pena- sía de L. S. Bourguet. y en “Nuestra chos como el cardenal (...) bramaba Tierra” para 5to grado (1957) se incor- en las peleas como los pumas (...) y pora un fragmento del Martín Fierro. moría como mueren los pájaros”17 , Todas tituladas “El indio”, o “Los in- “Con su alarido llenaban/ de horror dios”. las anchas florestas”18 . Esta ausen-

10 QUIJADA, Mónica; Bernard, Carmen y Scheider, Arnd 2000 Homogeneidad y Nación: con un caso de estudio: Argentin Siglo XIX y XX, Madrid, CSIC, citado por NICOLETTI, María Andrea 2005 “Los libros de texto de la Obra de Don Bosco: primeras aproximaciones” - Ponencia presentada en la X Jornadas Interescuelas- Departamentos de Historia , Rosario. 11 NICOLETTI, María Andrea 2005 “Los libros de texto de la Obra de Don Bosco: primeras aproximaciones” - Ponencia presentada en la X Jornadas Interescuelas-Departamentos de Historia , Rosario.pags 10-11 12 Fragmento del Martín Fierro, en Libro de lectura Nuestra Tierra 1957, 5º grado, pag 68. 13 Poesía de Fernán Silva Valdes en Libros de Lectura Panorama de América 1956, 5º grado; Sosiego 1961, 5º grado y República 1957, 6º grado. 14 Poesía de l.S. Bourguet en Libro de lectura Dos Chiquillos 1957, s/n. Pag 12. 15 Poesía de Fernán Silva Valdes. op.cit. pag.10 16 Fragmento del Martín Fierro, op. cit. pag 69 17 Ibidem, pags. 68 y 69. 18 Poesía de l.S. Bourguet, op.cit. pag.12

-10 - UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, HISTORIA CARIBE, BARRANQUILLA (COL.) NO. 11, 2006 cia de la lengua los convierte, según designa como: “alteridad relativa (los sostiene Artieda/2004, en objetos na- niños lectores comparten sólo el terri- turales despojados de aquellos que los torio que en otra época habitaron hace sujetos19 . “otros”)”21 . A la luz de estas catego- rías podemos interpretar el sentido de Esta asociación del “indio” con la ani- estos versos: “era el indio dueño y malidad a la cual se suma el salvajis- amo/ de lo que hoy es nuestra tierra mo y la barbarie la encontramos en una (...) Eran señores del llano/ y señores lectura titulada “El malón”. Así lo re- de la selva”22 , “Señor de la comarca velan estos versos: “en el malón sal- (...)La conquista española enderezo vaje / derramado en la villa;/ el bra- sus rumbos”23 . Al “indio” se le mues- mido terrible de la fiera/ que ataca y tra como parte del pasado y poseedor se revuelve en su agonía. (...) El sal- de la misma tierra, que hoy no le per- vaje alarido/ con que las tribus su va- tenece, aunque paradójicamente se le lor excitan/, suenan, cual si los áto- distinga con el término “Señor”. mos del aire/ para aullar y gemir co- braran vida. (...) El malón se dilata/ A los aspectos antes mencionados so- como un reptil inmenso (...)y envuelve bre la imagen del “indígena”, se suman el pueblo”20 . otros extractados de las lecturas “El cautivo”24 , “Encuentro nocturno”25 y Nos parece oportuno, antes de conti- “Los indios y el caballo”26 (estos últi- nuar con el análisis, referirnos a la mos son fragmentos de “Una excursión apropiación de los contenidos por par- a los indios ranqueles”), que refuerzan te lector siguiendo en esto a Irina Pod- un descripción negativa del “indio” gorny. Esta antropóloga plantea dis- otorgándole la condición de “ebrio” y tintos tipos de relaciones entre el “ladrón”. Sin duda, estas característi- “niño lector con el tema sobre el cas ponen de manifiesto su idiosincra- “indio”,entre las cuales destacamos sia, desde la perspectiva del autor del aquella que denomina: “genésica (an- texto, aspectos estos que nada tenían tepasados-descendientes)” y la que que ver con el ser “un hombre de bien”

19 ARTIEDA, Teresa 2004 “ El “otro más otro” O los aborígenes americanos en los textos escolares. Una propuesta de análisis, en: L. Guereña, G. Ossenbach y M.M. del Pozo (eds). Manuales escolares en España, Portugal y América Latina (Siglo XI y X), Madrid, UNED Mimeo (en prensa) 20 FERNÁNDEZ ALONSO, Eloy y FORGIONE, José 1958, Libro de lectura Savia Nueva, 5º grado, pag. 254- 255. 21 PODGORNY, Irina 1999 Arqueología de la educación., Textos, indicios, monumentos, Buenos Aires, Sociedad Argentina de Antropología, pag.103 22 Poesía de L. S Bourguer, op.cit.pag.12 23 Poesía de Fernán Silva Valdes. en Libro de Lectura Panorama de América,1956,5º grado pág 40 24 CAPDEVILLA, Arturo y GARCIA VELLOSO, Julián 1957, Libro de lectura Nueva Jornada, 4º grado, pag 123-125. 25 Editorial HME Libro de lectura Abriendo Horizontes 1954, 2da edición s/f 4º grado, pag. 158-161. 26 MICHELINI, Leticia 1961, Libro de Lectura Sosiego, 5º grado, pag. 26.

-11 - UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, HISTORIA CARIBE, BARRANQUILLA (COL.) NO. 11, 2006 expresión esta última usada en la pri- al sur los tehuelches, que vivían dis- mera de las lecturas mencionadas. Sin persos” 28 . Esta clasificación de las embargo, en el fragmento de Lucio V. distintas agrupaciones, refuerza la re- Mansilla, se neutraliza tal descripción presentación arqueologizada y ahistó- en la medida que el Coronel Mansilla rica del “habitante del desierto” y los se presenta como hermano (“Peñi), y remite a un lugar de inmovilización que el encuentro termina en buenos definitiva. términos, a través de modos de rela- ción amigable con el “otro” aborigen: Para finalizar, nos parece interesante “nos dijimos adiós, separándonos consignar en este apartado la propues- como los mejores amigos del mundo”. ta del libro “Amapola” para primer Igualmente, resulta llamativa la íntima grado superior, que también incorpora relación entre el “indio” y el caballo, la figura del “indio” bajo una lógica casi al punto de la mimetización, que distinta respecto a los análisis hasta aparece descrita en otro de los frag- aquí realizados. Se apela al juego como mentos del mismo autor. La continui- estrategia didáctica para brindar infor- dad/extensión “indio”-caballo, la en- mación sobre el tema en función del contramos expresada en estos térmi- lector a quien va dirigida. La lectura nos: “El indio vive sobre el caballo, narra un juego de niños entre dos gru- como el pescador en su barca (...) tie- pos: uno representa al cacique Sahiue- nen ellos la costumbre de descansar que y sus guerreros, y otro a los blan- sobre el lomo del caballo. Se echan cos. Los sonidos onomatopéyicos como en una cama, haciendo cabece- (¡Uuhh! ¡Uuhh!), emitidos por los ju- ra del pescuezo“27 . gadores, reproducen ciertas formas de manifestación atribuidas a los “indíge- Desde la concepciones sobre los habi- nas”. La alusión a: “Vinchas, plumas, tantes de la Patagonia, a la cual hacía- arcos y flechas” usadas como disfra- mos referencia en los primeros párra- ces29 por los participantes del juego, fos de este apartado, otra es la pers- remite a su aspecto físico; mientras que pectiva con respecto a la figura del “in- la expresión al final de la lectura: “¡Va- dio” en los contenidos de la lectura “El liente el caciquito!” resalta uno de los indio del Desierto”. En uno de sus pá- aspectos de su carácter. En este juego rrafos se dice: “Fueron estas naciones hay ganadores y perdedores, vencedo- la de los pampas y la de los ranqueles, res y vencidos, la frase del texto, así lo existiendo además agrupación de in- revela: “Numerosos indios caen, fin- dígena del país de las Manzanas en el giéndose muertos”. Sin duda la lectu- Neuquén y en el Río negro , y de éste ra encierra un mensaje connotado con

27 Ibidem, pag. 26 28 IACOBUCCI, Blanca N. B. de y IACOBUCCI, Guillermo 1957, Libro de lectura Fuentes de Vida, 6º grado, pag. 126 y 127. 29 GROSSO, Juan Bautista1959, Libro de Lectura Amapola, 1er grado, pag. 32 y 33.

-12 - UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, HISTORIA CARIBE, BARRANQUILLA (COL.) NO. 11, 2006 respecto a la relación entre blancos e El binomio civilización/barbarie pro- “indios”. pio del período de construcción del Estado nacional, parece cobrar senti- Acerca de la Conquista del Desierto do ya que se presenta a la Conquista como una “historia digna” de cono- En otro orden, además de las lecturas cerse y al indio como “salvaje”, pero sobre el “indio”, mostramos que otras con capacidad de ser civilizado. Así, reseñan la Conquista del Desierto, con el lector podía encontrar la justifica- contenidos que nos remiten a la ocu- ción” de la Campaña al Desierto ex- pación de los territorios del Sur y se presada de este modo: “Lo hermoso de nos plantean como significativas para la Conquista (...) es que se hizo para el tratamiento sobre el tema que anali- ofrecer al indio, escuelas y templos, zamos aquí. trabajo y cultura, es decir que se hizo para incorporarlo la vida civiliza- En las textos trabajados, el desierto es da”32 . entendido como “vacío de civiliza- ción” o “barbarie” y no como “desha- La figura de Roca es presentada en las bitado”; puesto que los contenidos ha- lecturas como aquel “hombre predes- cen visible la figura del “indígena” y tinado para dominar, y conseguir que plantean simultáneamente la necesidad veinte mil leguas fecundas fueron ba- de la Conquista. Al respecto, en las lec- rridas de barbarie en solo tres meses turas de los libros “Ruta Gloriosa” y de operaciones”33 . Estas expresiones “República” se refuerza esta idea a tra- nos permiten inferir que en la concep- vés de distintas expresiones. En una de ción del autor de la lectura - Arturo ellas, se sostiene: “Se llamaba desier- Capdevilla- acerca de la Conquista to a la tierra del sur argentino que subyace la idea de cierta “necesidad” habitada por el indio y sus movedizas de incorporar tierras para la expansión hordas se extendía más allá de la civi- territorial, y por ende productiva. La lización, como si nadie la habitase y acción militar del General Julio A. sin que se supiera lo que había en Roca es recuperada en los textos des- aquella vasta superficie de nuestro te- de dos aspectos. Uno, con ciertos ai- rritorio”30 (el subrayada es nuestro). res civilizatorios y triunfalistas: “Un Otra agrega: “el tal desierto no era tal grupo de patriotas, con el Gral. Julio desierto”31 . A. Roca a la cabeza (...) conquistó para la civilización esa inmensa zona terri-

30 CAPDEVILA, Arturo y GARCIA VELLOSO, Julián 1957 Libro de Lectura Ruta Gloriosa, 4º grado pag. 58. 31 FERREYRA Ana Julia DARNET 1957 Libro de Lectura República, 6º grado pag 227. 32 CAPDEVILA, Arturo y GARCIA VELLOSO, Julián 1957 Libro de lectura Ruta Gloriosa, 4º grado pags. 58 y 59. 33 FERREYRA Ana Julia DARNET 1957 Libro de Lectura República, 6º grado pags. 225 – 227.

-13 - UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, HISTORIA CARIBE, BARRANQUILLA (COL.) NO. 11, 2006 torial que ocupaba el indio bárbaro. Los segundos términos de estas dico- .....”34 , “La campaña de Roca consis- tomías refuerzan el sentido y la “nece- tió realmente en un solo relámpago sidad” de la conquista, haciendo un dominador”35 , “[es un] héroe de la inventario de la muestra del “progre- gloriosa empresa. (...) Roca, comple- so” y de las riquezas naturales del Sur tó con su espada los límites de la Pa- Argentino: “Donde se alzaba el toldo tria”36 . Otro aspecto encierra un ses- indígena, pasan silbando las locomo- go discriminatorio, puesto que equipa- toras y trepidando las máquinas agrí- ra al “indio” con la figura mítica del colas, o pace el ganado (...) Y en el centauro, la expresión es reveladora: lejano sur libre de sus tolderías, están “Contra el centauro: esa fue la fór- los bosques de útiles maderas, las mi- mula”37 . nas de carbón, las fuentes de petró- leo”41 “A partir de la conquista el panorama del Sur del país es por demás favora- Las ilustraciones que acompañan es- ble: roto el encantamiento de los cen- tos textos son otro medio para la cons- tauros, la pampa se convirtió en ver- trucción de representaciones y consti- gel; y el Sur, hasta la víspera tenebro- tuyen una fuente histórica y un instru- so, mostraba, entre jardines deliciosas, mento didáctico de primera magnitud los más bellos paisajes del mundo”38 , para el estudio de las mismas. Dichas “Y lo que fue un lugar ignorado y te- imágenes, según sostiene Barthes/ nebroso, mostraba después de aque- 197042 , vehiculizan estereotipos y des- lla campaña triunfal, los paisajes más criben las características físicas-bioló- bellos del mundo”39 . Estas citas extraí- gicas reales o imaginarias/míticas. En das de las lecturas, remiten a las imá- ese sentido, las ilustraciones sobre el genes “naturales” –de desierto y de “indio” y la conquista del desierto que vergel- que complementan a las “so- observamos en los libros revisados, son ciales” –de barbarie y civilización- dibujos connotados que presentifican consignadas en párrafos anteriores40 . lo que la imago lingüística designa

34 CAPDEVILA, Arturo y GARCIA VELLOSO, Julián 1957 Libro de lectura Ruta Gloriosa, 4º grado pags. 58. 35 FERREYRA Ana Julia DARNET 1957 Libro de Lectura República, 6º grado pag 227. 36 CAPDEVILA, Arturo y GARCIA VELLOSO, Julián 1960 Libro de lectura Ruta Gloriosa, 4º grado pags. . 58 y 59 37 FERREYRA Ana Julia DARNET 1957 Libro de Lectura República, 6º grado pag 227. 38 Ibidem, pag 226 39 CAPDEVILA, Arturo y GARCIA VELLOSO, Julián 1960 Libro de lectura Ruta Gloriosa, 4º grado pag. 59. 40 Ver LOIS, Carla Mariana 1999 “La invención del desierto chaqueño. Una aproximación a las formas de apropiación simbólica de los territorios del Chaco en los tiempos de formación y consolidación del Estado nación argentino” en Scripta Nova, Revista Electrónica de Geografía y Ciencias Sociales, Universidad de Barcelona. 41 CAPDEVILLA, Arturo y GARCIA VELLOSO, Julián 1960, Libro de lectura Ruta Gloriosa 4º grado, pag 59. 42 BARTHES, Roland y otros 1970 La Semiología Buenos Aires, Ed. Tiempo Contemporáneo, pag.123.

-14 - UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, HISTORIA CARIBE, BARRANQUILLA (COL.) NO. 11, 2006 nominalmente. Esto es, la ilustración primero de ellos había incluido un plan recurrente sobre el “indio” lo muestra Patagónico que contemplaba la poten- siempre de pie con la mitad del cuerpo ciación de a explotación carbonífera de desnudo y con una lanza en la mano, o Río Turbio y la realización de los em- lanzando una flecha, rodeado de vege- balses Ameghino, Cerros Colorados y tación. Mientras que los dibujos que Segunda Angostura. El segundo, pre- ilustran los textos sobre la conquista veía un vasto plan de obras y de pro- del desierto son similares en distintos moción industrial43 : la explotación de libros y representan el cuerpo de ca- azufre en Neuquen, el oleoducto y ga- ballería del ejército en actitud de ata- soducto PlazaHuincul-Bahía Blanca, la que, con un retrato superpuesto de Ju- ampliación del ferrocarril a Río Tur- lio A. Roca, o su figura al frente de los bio y del Puerto carbonero de Río Ga- soldados. llego, los Diques Ameghino y Segun- da Angostura, el Dique Huelches so- La riqueza del sur entre la bre el río Colorado, la instalación de construcción de la conciencia industrias químicas y la construcción nacional, y el progreso / de Nuevos puertos”44 . independencia económica En este contexto, cabe destacar que en Desde los años sesenta, el papel del siete de los veinticuatro textos consul- aparato estatal y la concepción “desa- tados se incluye la dimensión econó- rrollista” inspiró planes y políticas na- mica de la zona Sur con lecturas alusi- cionales apoyados por financiamiento vas al Petróleo y al carbón como ri- internacional que favoreció el desarro- quezas naturales, mientras que en otro llo de proyectos económicos-sociales texto también es mencionada la lana provinciales. A partir de entonces, la como otro recurso característico de valorización de los recursos petroleros, dicha zona. Al respecto, títulos tales mineros, pesqueros, el procesamiento como: “Petróleo” o la metáfora: “Oro industrial y el acondicionamiento de Negro” recurrentemente identifican las fruta, el desarrollo de los servicios ge- lecturas sobre el tema. neraron una dinámica económica que se articuló con el Estado. Sin embar- El contenido en dichas lecturas gira en go, estas acciones tuvieron como an- torno al hecho del descubrimiento del tecedentes los planes quinquenales del petróleo45 , -tarea que culmina el famo- gobierno peronista (1946-1955). “El so 13 de diciembre de 1907- y de sus

43 La mayoría de estos proyectos no se concretaron. 44 NAVARRO FLORIA, Pedro y NICOLETTI, María Andrea 2001 Río Negro. Mil voces en una historia, Neuquen, Edic. Manuscritos libros, pag. 154. 45 La lectura sobre este hecho se repite en las tres ediciones del Libro de Lectura Fuentes de vida 6º grado 1941, 13ra. 1957 y la 17ta. 1958 y en el Libro de Lectura Hacia un mundo feliz 6º grado, 1958. Con respecto al hecho del descubrimiento el dato a destacar es la presentación en uno de los libros a través de un cuento, que con un claro sentido didáctico, dirigido a motivar y/o atraer la atención del alumno, subtitula tal acontecimiento con esta expresión: “Aparece la princesa encantada”, aludiendo al hallazgo del petróleo.

-15 - UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, HISTORIA CARIBE, BARRANQUILLA (COL.) NO. 11, 2006 utilidades detalladas en estos términos: miento es considerado un hecho no “El petróleo tiene hoy una importan- sólo de relevancia social y fundamen- cia enorme en el orden industrial, co- talmente, como un hecho histórico, mercial, económico, militar e interna- registrado en el texto con estos térmi- cional”46 , “De su destilación se sacan nos: “La muchedumbre popular (se ciento veinte productos, que alimen- compone de cuarenta y siete personas tan cuarenta industrias primordiales. que valen por cien mil), está viviendo Tiene numerosas aplicaciones, desde momentos de historia nacional”51 . el elementos medicinal el colorante Aquí, el concepto de pueblo debe si- hasta el alto explosivo”47 . “El petró- tuarse en el plano relativamente más leo (...) hará funcionar las máquinas concreto, de las formaciones sociales; de nuestras industrias...”,48 “[Prove- allí donde operan, no sólo las relacio- yendo] de combustible a la marina nes de producción, sino también el mercante o de guerra”.49 conjunto de las relaciones políticas e ideológicas de dominación”52 . Más allá de estos datos meramente descriptivos del petróleo como rique- Particularmente, en el libro de lectura za natural, en una de las lecturas del “Motivos Americanos”, el tema del texto “Fuentes de vida”, el suceso acer- petróleo aparece asociado a la oposi- ca del descubrimiento se le vincula con ción binaria “paz-guerra”: Tal oposi- la construcción de un pueblo con una ción se plantea de este modo: “Aun- clara conciencia nacional . En tal sen- que la historia del petróleo es vieja tido, el mensaje de dicha lectura es el como hace pocos años que de un pueblo que pretende identificar- interviene como fuente esencial en la se, según se expresa: “con un nombre paz y en la guerra”53 . “En el mar tie- criollo (...), a través de una denomi- ne una gran trascendencia, empezan- nación bien argentina, que constituya do en el barco de cabotaje y terminan- un símbolo de su propia labor. No quie- do en el acorazado poderoso (...) cuya ren bautizarla con apellidos extranje- potencia de artillería se multiplica. Si ros. De allí la designación de Como- el petróleo desapareciera repentina- doro Rivadavia como una muestra de mente (...) se inmovilizarían los tan- la tenacidad del marino que colonizó ques y las escuadras, (...) se paraliza- las tierras del sur” 50 . Tal aconteci- rían las fábricas y las máquinas de ela-

46 SEDANO ACOSTA, Juana CASO de 1956 Libro de Lectura Motivos Americanos, 5º grado, pág. 343 47 Ibidem, pag. 343 48 GONZALEZ, E. Bárbara 1958 Libro de Lectura Hacia un mundo Feliz, 6º grado, pág. 30. 49 CRESPO, Julia M. 1959 Libro de Lectura Rocio, 1er grado superior, pag.105. 50 IACOBUCCI, Blanca N. B. de y IACOBUCCI, Guillermo 1957, Libro de lectura Fuentes de Vida, 6º grado, . pag. 196 51 Ibidem, pg. 197 52 DE IPOLA, Emilio 1983 Ideología y discurso populista Buenos Aires, Ediciones Folios, pag. 104. 53 SEDANO ACOSTA, Juana CASO de 1956 Libro de Lectura Motivos Americanos, 5º grado, pág. 343.

-16 - UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, HISTORIA CARIBE, BARRANQUILLA (COL.) NO. 11, 2006 borar el vestido y facturar el alimen- dato de la posición geográfica estraté- to”54 . Podríamos conjeturar que la, gica de la zona petrolera, para el re- referencia a la lucha armada se sustenta abastecimiento de los barcos que na- en el hecho que la primera edición de vegaban las costas ubicadas desde el este libro en 1941, aparece en el con- estuario del Plata y el extremo austral texto de la segunda guerra mundial. Sin de la Patagonia . embargo, debemos advertir que en la edición de 1956, dicha lectura se man- Nuevamente encontramos la referen- tiene en lo mismos términos pese a cia al petróleo de Comodoro Rivada- existir un nuevo orden internacional. via y lo que este significaba para el bienestar nacional en la lectura “por Igualmente significativo es el mensa- el cielo de Chubut”56 que en uno se je lingüístico, presente en los textos de sus párrafos se expresa: “...habíamos lectura, que alude a la estrecha vincu- contemplado las torres de la produc- lación del petróleo como recurso para ción petrolífera que alzan junto al mar, la prosperidad y la independencia eco- donde Yacimientos Petrolíferos Fisca- nómica. En ese sentido, las expresio- les , día a día obtiene nuevas conquis- nes que transcribimos son elocuentes: tas en la patriótica explotación del oro “el descubrimiento del petróleo y su negro, necesario para el progreso na- explotación posterior, fue encauzando cional”57 (el resaltado es nuestro). La hacia Comodoro Rivadavia una co- dimensión patriótica se apoya en el rriente progresiva de hombres y capi- sentimiento de identificación colecti- tales que influyó de manera notable en va de un pueblo en relación con su el progreso local y acrecentó la impor- ámbito territorial al cual pertenece. tancia económica de la Patagonia (...) Antes de ese descubrimiento había que Nos parece oportuno señalar que, más importarlo en su casi totalidad desde allá de los datos puntuales sobre el el exterior55 ”. petróleo, que hemos extraído del con- tenido de dicha lectura, la misma pro- En otro párrafo se refuerza la idea de pone al lector un visión mas amplia progreso, a través de la descripción de respecto de la riqueza del lugar. En el Comodoro Rivadavia como “un pe- texto se dice a modo de narración : queño poblado situado al pie de un “..íbamos observando las vastas me- cerro árido y chato”, al cual la pro- setas (...) los rebaños de ovejas meri- ducción petrolífera lo convirtió en “El nas de blanquísima lana muy aprecia- Dorado de los Territorios del Sur”. A da para la fabricación de finas telas esta afirmación se sumaba, además, el (...) en las costas abundan los peces y

54 Ibidem, pg. 343-344. 55 GONZALEZ, E. Bárbara 1958 Libro de Lectura Hacia un mundo Feliz, 6º grado, pág. 30. 56 CAPDEVILLA, Arturo y GARCIA VELLOSO, Julián 1960, Libro de lectura Ruta Gloriosa 4º pag 49-50 57 Ibidem, pág. 50

-17 - UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, HISTORIA CARIBE, BARRANQUILLA (COL.) NO. 11, 2006 mariscos que abastecen a las fábricas salesiano, y por ende con una fuerte de exquisitas conservas...”58 . El pai- carga religiosa. En ese sentido, los tér- saje también está presente y en este minos del primer verso: “En el nom- caso es descrito haciendo hincapié en bre del Padre”, y las sucesivas refe- la diversidad de la flora, y en la belle- rencias a “Dios” o “Señor” lo confir- za de los lagos, a diferencia de la ari- man. La “Alabanza a Comodoro Ri- dez a la que se hacía mención en pá- vadavia”, así se titula dicha poesía, que rrafos anteriores. Esta belleza, en un a través de significativos uso de metá- párrafo final de la lectura, está vincu- foras exalta el lugar como creación lada con la felicidad de sus “pastores, divina y lo que éste representa en tér- agricultores y pescadores (...) asegu- mino de la riqueza del suelo, funda- rando con su trabajo fecundo y alegre mentalmente “el oro negro”, conside- el porvenir de la patria”59 . rado “un don divino”, ligado al pro- greso y la independencia”. Asimismo Creemos significativo desde un pers- la poesía es también un elogio al hom- pectiva de análisis “arqueológica” con- bre que llegó a trabajar a estas regio- siderar no tanto lo que describe el tex- nes y dedica en sus versos un recono- to sino como construye lo que descri- cimiento al: “Hombre de Comodoro be. Por un lado la referencia al senti- que se llama ingeniero / geólogo, elec- miento patriótico en párrafos anterio- tricista, mecánico u obrero / hombre res como una suerte de identificación rubio o moreno, hombre de ojos de mar grupal de un pueblo en relación a su / hombre de ojos de noche” 61 . espacio territorial; y por otro la men- ción a la patria en este último, revelan La mayoría de los textos analizados, un concepto de patria que engloba en cuyas primera ediciones datan de los una unidad de significado tanto la his- últimos años de la década del cincuen- toria natural como la historia huma- ta, la referencia al “progreso nacional”, na60 . a la “independencia”, y a la “recupe- ración económica del país” permite La referencia recurrente a Comodoro inferir que estos libros son una mues- Rivadavia, y a su fundamental recurso tra del modo como se representan natural adquiere especial significado “...ideologías que caracterizan la men- en una lectura que encontramos en el talidad dominante de una determina- libro “República”, de Editorial Estra- da época”62 . En esa línea, el conteni- da para 6to grado. Se trata de una poe- do se inscribe en el marco de la políti- sía dedicada a dicha ciudad, de autor ca económica ejecutada en Argentina

58 Ibidem, pag. 49 59 Ibidem, pag . 49. 60 Ver QUIJADA, Mónica et.al. op.cit., pag. 189. 61 FERREYRA Ana Julia DARNET 1957 Libro de Lectura República, 6º grado pag 230. 62 ESCOLANO BENITO, Agustín 2001 op.cit. pag. 38.

-18 - UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, HISTORIA CARIBE, BARRANQUILLA (COL.) NO. 11, 2006 durante este período. Hacia fines de la Podríamos abundar acerca del mensa- década del 50 se venían desarrollando je que sobre el sur argentino hallamos propuestas con el objetivo de superar en los textos escolares. En tal sentido, uno de los momentos de crisis atrave- nos queremos referir a la lectura titu- sadas por la Argentina en su proceso lada “Neuquen”65 del libro “Nuestra económico. Algunas propuestas –ya Tierra” para 5to grado, edición 1957. diseñadas durante el gobierno peronis- La singularidad de la misma reside, por ta- se verán materializadas a partir de un lado, en la consideración en parti- 1958 por el gobierno de Frondizi, en cular de la provincia mencionada guar- su plan de acción basado en las tesis dando el carácter identitario de provin- del desarrollismo, programa también cia del Sur argentino. Por otro lado, y llevado adelante en otros países de a diferencia de los otros textos anali- América Latina. El propósito funda- zados, este libro de lectura no concen- mental era el paso de una economía tra la información sobre la producción agroexportadora a una economía in- de petróleo en Comodoro Rivadavia, dustrial. Este empuje final hacia una sino que menciona a los principales “economía industrial integrada”, reco- yacimientos de Plaza Huincul, Octó- nocía una serie de prioridades, debía gono y Challacó, a las destilerías de multiplicarse la producción de petró- petróleo y al gasoducto Plaza Huincul leo y gas; producir petróleo permitiría -General Conesa (Río Negro).66 Se re- ahorrar divisas para dedicarlas a la in- conoce que, “El porvenir de Neuquen, versión en otros rubros63 . o más exactamente Neuquen como ca- pital en potencia, como un futuro ven- En las lecturas examinadas observa- turoso descansa sobre la riqueza que mos que el discurso, que se le propone yace en el seno de su tierra, en sus ríos al lector sobre la situación económica y en sus lagos. El petróleo, el carbón, del país hace visible, no sólo el cono- la fuerza motriz de sus corrientes de cimiento escolar y la inclusión de cierta agua y la pesca ...”. terminología que corresponde a una determinad disciplina, sino a las ideo- Un lugar en el mundo: el lago Na- logías de sus redactores y aún las que huel Huapi éstos atribuyen en forma anticipada e implícita a los sujetos que lo han de Llegar a estos lugares del Sur -tras ha- leer y estudiar.”64 ber atravesado las mesetas patagóni-

63 No se podría generalizar esta contexto para ubicar a aquellos libros cuya primera edición es anterior a la década del cincuenta, de los cuales solo contamos con ediciones posteriores. 64 ESCOLANO BENITO, Agustín 2001 op.cit. pag. 41. 65 Fragamento tomado por Francisco Suaiter Matinez de “LosTerritorios” Instituto Cultural Joaquin V. Gonzalez, Bs. 1943. 66 ESTRELLA GUTIERREZ, Fermín y ESTRELLA GUTIERREZ, Josefina B. de 1957 Libro de Lectura Nuestra Tierra 5º grado, pág. 163.

-19 - UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, HISTORIA CARIBE, BARRANQUILLA (COL.) NO. 11, 2006 cas como el espacio sacrificado y sin En cuanto a la las descripciones del gracia para la visión de los viajeros del paisaje, es interesante, en primer tér- Siglo XIX- significó encontrarse con mino, destacar entre los contenidos de un lugar paradisíaco de los grandes las lecturas, los vocablos y/o expresio- bosques y lagos que guardaba las ri- nes utilizados para designar al Lago quezas estéticas y las promesas del pro- Nahuel Huapí: “El rey de los lagos del greso. La referencia a esta travesía la mundo”69 , “El Gran Lago”70 , “Lago encontramos en algunos de los libros soberbio y majestuoso”71 . En segun- de lectura del período estudiado, ex- do término, valorar la información geo- presada en estos términos: “Para lle- gráfica acerca del paisaje, como la ex- gar al Nahuel Huapí (...) hay que sal- tensión del mismo: “El Nahuel Huapí var un largo trecho árido, monótono, tiene unos 80 kilómetros de largo y arenoso. (...) es necesario soportar el hasta 450 mts de profundidad en al- hastío de un paisaje hosco y descolo- gunas zonas”72 , o en otros casos, los rido, para merecer luego el premio de datos sobre la flora: “Pinos, arauca- contemplar aquella joya inapreciable rias, hayas, cipreses y coihués yerguen del suelo argentino (...)” 67 “Llegamos sus troncos esbeltos ...”73 o las carac- a Bariloche después de recorrer kiló- terísticas del “famoso volcán Trona- metros y kilómetros por esos inmen- dor”. Asimismo, se incluyen poéticas sos campos del Sur”68 . descripciones, que abundan en detalles En este sentido, las lecturas incluidas acerca del lugar: “El Gran Lago Na- en dichos libros, en su mayoría titula- huel Huapí es “dueño y señor de un das “el lago Nahuel Huapí” o “Nahuel vasto y hermoso panorama (...) Vasto Huapí” permitían al lector encontrar y luminoso paisaje que llena los ojos y distintas tratamientos sobre el tema: o da vértigo: tan grande y tan fuerte es bien descripciones pormenorizadas la policromía que puebla el ambiente con abundante uso de metáforas sobre de las aguas” 74 “gradualmente, el las magníficas bellezas naturales de la celeste plateado, traslúcido de las región, o bien comparaciones de esta márgenes va cobrando tintes más in- zona con lugares europeos, tal vez di- tensos, hasta alcanzar un azul purísi- rigidas a incentivar el turismo en estos mo, que copia fielmente la tersura in- territorios del sur. finita del cielo que lo cubre”75

67 Editorial HME Libro de lectura Abriendo Horizontes 1954, 2da edición s/f 4º grado, pag. 184. 68 CAPDEVILLA, Arturo y GARCIA VELLOSO, Julián 1957 Libro de lectura Nueva Jornada, 4º grado pag 114 69 SEDANO ACOSTA, Juana CASO de 156/1960 Libro de lectura Panorama de América, 5º grado pag. 115 70 SEDANO ACOSTA, Juana CASO de 1956 Libro de Lectura Motivos Americanos, 5º grado, pág. 42. 71 Editorial HME 1954,2da edición s/f Libro de lectura Abriendo Horizontes 4º grado, pag. 182 72 MICHELINI, Leticia 1961, Libro de Lectura Sosiego, 5º grado, pag. 27 73 Editorial HME 1954,2da edición s/f Libro de lectura Abriendo Horizontes 4º grado, pag. 183. 74 SEDANO ACOSTA, Juana CASO de 1956 Libro de Lectura Motivos Americanos, 5º grado, pag. 42 75 Editorial HME 1954,2da edición s/f Libro de lectura Abriendo Horizontes 4º grado pag. 182-183.

-20 - UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, HISTORIA CARIBE, BARRANQUILLA (COL.) NO. 11, 2006

Este discurso sigue estando presente “Este lago y el vasto parque nacional en el fragmento de Clemente Onelli (...) han sido comparados , por su be- seleccionado por el autor del libro de lleza panorámica, con la región lacus- lectura “Panoramas de América”, que tre de Suiza.”, justificando tal compa- dice: “Trataré, pues, de dar una leja- ración: La comparación se justifica en na idea de esa placa de cobalto bruñi- el mismo texto: “ese rincón de nues- da, agitada y rumurosa, quieta y so- tro suelo puede resistir gallardamente lemne, que se extiende entre prados el cotejo con las más hermosas regio- cubiertos (...) que acaricia con sus olas nes del mundo, pues en su escenario cristalinas los rugosos troncos de los se han dado cita, todas las gracias de cipreses (...) y que estalla en olas eri- la naturaleza”.76 . Por su parte en el zadas y blancas”. libro “Panorama de América” se afir- ma: “Y este lago, riente, como aque- Encumbrado el Lago Nahuel Huapi en llos besados por el sol de Italia, poéti- medio del paisaje alpino de los Andes co como una cuenca engarzada en el Patagónicos, se halla dotado no sólo fondo de un valle Suizo...” de bellezas naturales, sino también de mitos y leyendas que vinculan estre- Teniendo en cuenta estas citas podría- chamente este espacio del sur argenti- mos conjeturar que se trató de refor- no a los antiguos habitantes de la zona. zar a través de los textos escolares una “El Lacar”, leyenda araucana”, y “La política territorial que inicialmente in- hechicera del lago Espejo”, son dos centivó desde el Estado el turismo re- lecturas ofrecidas en el libro para 6to gional con la llegada del ferrocarril a grado, “Calidoscopio Americano”. Bariloche en 1934 y la creación del 1er Tanto la primera -en verso- como la Parque Nacional “del Sur” en 192277 - segunda -extractada del diario La Na- y que “respondió a la semejanza con ción 1943- describen al lago como un el paisaje europeo de los Alpes, de allí lugar de misterio y de fábula para las lo de Suiza Argentina”. Por otra parte, creencias de los indígenas del lugar. a partir de 1946, y bajo la presidencia de Perón, se promovió el turismo so- Otra es la mirada sobre este espacio cial, que de algún modo popularizó el patagónico que se proyecta a partir de acceso a la mitologizada Suiza Argen- la comparación del paisaje del Lago tina78 . Nahuel Huapí, con la imagen romanti- zada de la Suiza Argentina. En tal sen- Más aún, algunas de las lecturas revi- tido la referencia a esta semejanza se sadas son explicitas, y reflejan el sen- enuncia de este modo: tido de dichas políticas orientadas a

76 Ibidem,. pag. 182. 77 Años más tarde adoptaría en nombre definitivo de Parque Nacional Nahuel Huapí 78 DIMITRIU, Andrés 2002 “Producir y consumir lugares: Reflexiones sobre la Patagonia como mercancía” en Revista Eptic, Vol IV Nº 3 Sept-Dic,pag 68 a 99, 82-84

-21 - UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, HISTORIA CARIBE, BARRANQUILLA (COL.) NO. 11, 2006 estimular el interés turístico por esta las rocas, que son motivo de admira- zona del país. Así, en la lectura “El lago ción: “Es el viento y es el agua. En Nahuel Huapí”79 , el sujeto interpela- erosión constante a través de los si- do es el potencial viajero al cual el glos, limaron las rocas , dándoles esos autor advierte: Al soplar con fuerza los caprichosos contornos”. vientos cordilleranos, deja la placidez para recordar al turista que no es un Antártida e Islas Malvinas: hasta lago doméstico”. Y en otro párrafo, aquí llega la patria destacando el recorrido del “Modesta Victoria” por los distintos brazos del La consideración de Tierra Del fuego Nahuel Huapí, agrega: “es un barco como el último rincón del Continente, cargado de preguntas, pues navega en no implicaba desconocer que más allá el buque la insaciable curiosidad de de este punto final, la Patria se exten- los turistas...”80 . día en el Continente Antártico y las Islas Malvinas. Esta idea reflejan las En esta misma línea se inscribe una lecturas que identificamos en doce de lectura del texto “Abriendo horizon- los veinticuatro libros investigados, tes” de viajar al “Valle Encantado”: incluso con esos títulos o similares. Los “Ahora vamos rumbo a una región fan- temas recurrentes que contienen las tástica. Andando por montes y lade- lecturas, son: tanto la descripción geo- ras, llegamos al Valle Encantado, cer- gráfica detallada, como los datos his- ca del lago Traful, en el territorio de tóricos sobre las Islas y el “Continente Neuquen” (...) es un extenso pañuelo blanco”. Todo con el objetivo de ava- verde (...) una pradera a cuyo alrede- lar los derechos de soberanía de Ar- dor se asoman (...) las formas rocosas gentina. , más extrañas...” 81 . Y apelando a la imaginación infantil se agrega: “ Aquí, La mención a estas superficies, refle- la naturaleza , artista de infatigable jan, de algún modo, la idea de que las fantasía, creo un país de hadas, dan- mismas están unidas al territorio argen- do forma a todos los sueños de nues- tino, el cual se considera integrado por: tra infancia”, en alusión a las llamati- una parte del continente sudamerica- vas figuras que toman las rocas, ase- no, una serie de islas oceánicas que mejándose a castillos y catedrales gó- incluye, entre otras, las Islas Malvinas, ticas. Este lenguaje poético, que sin y la región antártica. “Esta forma de duda incentiva la imaginación, se com- enunciar la extensión del territorio ar- bina con información para explicar la gentino remite a una hipótesis de ex- causa de esas curiosas formaciones en pansión territorial sobre el atlántico sur

79 Al final de la lectura se consigna este dato: Arreglo de una crónica titulada Itinerarios argentinos, aparecida en el diario “La Nación”, el día 22 de marzo de 1943. 80 MICHELINI, Leticia 1961, Libro de Lectura Sosiego, 5º grado, pag. 27 y 28. 81 Editorial HME 1954,2da edición s/f Libro de lectura Abriendo Horizontes 4º grado, pag.262

-22 - UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, HISTORIA CARIBE, BARRANQUILLA (COL.) NO. 11, 2006 y territorios antárticos que las Fuerzas fundamentar la incorporación de con- Armadas desarrollaron a partir de la tenidos referidos a la Antártida en los década de 1940”82 . textos del periodo analizado. Sin em- bargo, es importante recordar que re- Ahora bien, la presencia Argentina en cién en 1959 se firmó el tratado Antár- la Antártida tiene un siglo, desde el tico, que Argentina lo ratifica en 1961. izamiento del pabellón en Orcadas el El tratado instaura un nuevo régimen 22 de febrero de 1904. Este hecho es jurídico utilizado con fines pacíficos, explicado en algunos libros analizados científicos, no militares ni comercia- en estos términos: “....la extensión les. comprendida entre los meridianos 25º Es llamativo como el tema de la sobe- y 74 de longitud oeste de G. es nuestra ranía se plantea en la mayoría de los pues desde hace cincuenta y tres años textos a través de una “fórmula” recu- (....) ondea desde el 2 de febrero de rrente que reúne estos términos “La 1904 la blanquíceleste bandera, y la República Argentina es la que tiene incorparamos legalmente a nuestro más legítimo derecho al sector de la patrimonio al que por otra parte per- Antártida delimitado por los meridia- tenece por indiscutibles razones geo- nos 25 y 74 al su de los 60º de longi- gráficas y en virtud de derechos deri- tud oeste de Greenwich y funda este vados de títulos naturales consagra- derecho en razones de orden geográ- dos por la historia.”83 . fico , histórico y jurídico que pueden resumirse así:” . Además en otros tex- Cabe destacar que, durante 40 años, tos la expresión aparece justificada: “el Argentina fue el único ocupante per- derecho de la Argentina(...) está dado manente del continente Antártico, he- por una prolongación geológica de cho que constituye el mejor título de nuestro territorio en la Antártida e Is- soberanía en el área ante el reclamo de las Malvinas” 84 . varios países por esta “Tierra blanca”. Específicamente en los libros de lec- En lo que respecta al ámbito escolar, tura los contenidos que contribuyeron ya en la década del 40’ se incluyeron a construir representaciones sobre el en los Programas de Educación Prima- territorio nacional y su soberanía se ria contenidos formulados de este encuentran expresados -con distinto modo: “Sector antártico y mar argen- grado de complejidad- según se trate tino: afirmación de la soberanía na- de aquellos para los primeros grados o cional”. Todos estos datos permitirían para los grados superiores. En ese sen-

82 Childs, Jack Gopolitics and conflict in South America ... y Escudé, Carlos “contenido nacionalista…” en ROMERO, Luis Alberto (coord.) 2004 La Argentina en la escuela. La idea de nación en los textos escolares, Buenos Aires, SIGLO XXI, pag 101. 83 FERREYRA Ana Julia DARNET 1957 Libro de Lectura República, 6º grado pag 211. 84 ESTRELLA GUTIERREZ, Fermín y ESTRELLA GUTIERREZ, Josefina B. de 1957 Libro de Lectura Días de Infancia, 4º grado, pag. 180.

-23 - UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, HISTORIA CARIBE, BARRANQUILLA (COL.) NO. 11, 2006 tido, encontramos una poesía de dos nuestro territorio hacia el Polo Sur, y estrofas, con un lenguaje muy simple, en ella ondea la bandera nacional”. titulada “Las Islas Malvinas” en el li- bro “Amapola” para Primero Superior En lo que respecta a los contenidos que expresa: “Las Islas Malvinas;/ yo referidos a las Islas Malvinas en los no las puedo olvidar/ pues son Islas libros de lectura, se recurre en la ma- argentinas/ (...) el grito que dan sus yoría de los casos, al pasado histórico, rocas: / ¡Argentinas! ¡Argentinas!”. como una manera de reforzar la sobe- Mientras que en el libro “Fuentes de ranía en aquel territorio. En el libro Vida” para sexto grado, la lectura “La “República” para 6º grado se recons- Antártida Argentina” ocupa casi tres truye desde los derechos de posesión carillas con importante información de España sobre las Islas en 1774, pa- histórica pormenorizada acerca de las sando por una cronología pormenori- intervenciones argentinas en la Antár- zada de los convenios celebrados en- tida, desde 1902 hasta la instalación tre España e Inglaterra y por las accio- de la Base Naval en Ushuaia en 1948. nes argentinas presentadas en las pri- Además de esta información, se hace meras décadas del Siglo XIX. A tal referencia a los estudios científicos en efecto se señala: “en 1829, creyó el esas lejanas latitudes, justificando de gobierno del Gral. Martín Rodríguez este modo “justos títulos sobre las tie- que debía mediante un acto legal re- rras que están comprendida en el “Sec- afirmar el dominio de hecho ejercido tor Antártico Nacional (...) para esta- por nuestro país en aquellas islas geo- blecer allí la celosa defensa de la so- gráfica, histórica y legítimamente beranía nacional (...) Nuevas expedi- nuestras”85 . Hasta llegar a la ocupa- ciones están empeñados en formar una ción británica de las Islas Malvinas, conciencia antártica nacional, basa- ocurrida durante los meses del gobier- da en que, tanto la Historia, como la no de Viamonte, en la que se lee: “has- Geografía y el Derecho acuerdan los ta hoy sostienen que sus derechos so- títulos más legítimos de la soberanía bre las Malvinas son legítimos, ante argentina, en el Sector Antártico y en la condenatoria opinión de todos los las islas Malvinas”. Es relevante des- países americanos unidos con el nues- tacar la imagen que acompaña al tex- tro por la más firme solidaridad fren- to: una ilustración a color, de página te a la usurpación de tierras del nuevo entera de una embarcación llegando a mundo por naciones europeas, según las orillas de la Antártida, con una sig- lo prueba la declaración de principios nificativa inscripción al pie: “¡Hasta en la Conferencia de Bogotá de aquí llega la patria!. La Antártida Ar- 1948”86 . En este contexto, la autora de gentina es la blanca prolongación de la lectura – AJD de F.- entiende que la

85 FERREYRA Ana Julia DARNET 1957 Libro de Lectura República, 6º grado pag 197. 86 Ibidem, pág. 197.

-24 - UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, HISTORIA CARIBE, BARRANQUILLA (COL.) NO. 11, 2006 reivindicación es un tema candente de las Islas Malvinas”, describe un clima los argentinos y no considera perdida inhóspito de vientos huracanados y la causa para su recuperación, así lo muy fríos que además no favorecen el expresa: “ Y – Dios mediante-llegará cultivo de la tierra, y hace que la po- el día en que el glorioso pabellón bi- blación sea escasa. Se señala que “la color ondee en aquello blancos acan- única industria que prospera es la cría tilados que , en el azul del mar austral de la oveja y la pesca de ballenas y son también un pedazo de la patria”. lobos marinos”88 . El dato de color es la abundancia de los pingüinos como Asimismo, en el libro “Calidoscopio” una especie muy particular de la zona. –también para 6º grado- la poesía de Mientras que la denominada “Tierra José Berutti pone en versos la proble- Austral Incógnita” es descripta como mática acerca de la disputa por la per- territorio “deshabitado, a pesar del tenencia de las Islas, atribuyendo su lugar estratégico y de sus posibilida- dependencia original a España y en- des económicas, tales como la indus- tendiendo que fue precisamente quien tria de ballenas y las explotaciones como “madre de naciones” las entrega minerales”89 y como “zona desolada “para que fueran nuestras: “En el con- en lo que a clima, vida animal y vege- fín austral del Continente (...)/ están tal respecta (...) allí sólo viven los ani- Nuestras Malvinas (....) como trompe- males polares como focas, pingüinos tas de la Historia , airadas/piden su y lbatros (...)”90 . El libro “Acuarela” libertad, eternamente. (....) Blasón fue- puntualiza: “campo helado donde no ron de España , la Gloriosa (...) Y a la crecen flores, ni viven pájaros ni ma- Patria lególas orgullosas /la misma riposas. Tampoco corren ríos de agua España, madre de naciones/para que transparente (...)”91 . fueran nuestras: ¡Argentinas!”87 . Esta tierra “desolada”, hay que “explo- Como afirmamos anteriormente, otro rarla y conocerla” según expresan los de los temas que encontramos en las textos. En función de ello se conside- lecturas, es la descripción pormenori- ra importante el conocimiento cientí- zada de aspectos geográficos que ha- fico como posibilidad de extensión del cen a la caracterización del suelo, cli- territorio de la República Argentina. En ma, flora y fauna de las Islas Malvinas los libros de lectura, la relación que se y de la Antártida. En el libro “Ruta establece entre Patria y Ciencia, es Gloriosa”, la lectura titulada “Desde expresada en los siguientes términos:

87 MUJICA, Elvira B. de y ALVAREZ, Graciana 1959 Libro de Lectura Calidoscopio Americano 6º grado, pag. 198. 88 CAPDEVILLA, Arturo y GARCIA VELLOSO, Julián 1960 Libro de lectura. Ruta Gloriosa , pág. 104. 89 ESTRELLA GUTIERREZ, Fermín y ESTRELLA GUTIERREZ, Josefina B. de 1957 Libro de Lectura Días de Infancia, 4º grado, págs. 180 y 181. 90 FERREYRA Ana Julia DARNET 1957 Libro de Lectura República, 6º grado pag. 209. 91 BAVIDO, A 1958 Libro de Lectura Acuarelas 2º grado, pág. 115.

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“...van hacia la Antártida Argentina. negro. Una de ellas que corresponde Con cuya extensión se aumentó la su- al Instituto Antártico Argentino, la le- perficie del país (...) ese viaje es la in- yenda consigna lo siguientes: “desem- vitación a (...) la generosa audacia, al barcando en el Islote Buguet (Puerto puro amor a la Patria y a la Ciencia. San Martín, Antártida.) Frente a las (—) .los mismos barcos se ufanan al nieves y a las cumbres se levanta nues- zarpar hacia el continente blanco del tro pabellón, protegiendo al grupo de Sur, enarbolando el pabellón nacio- argentino, que , allá en el lejano sur , nal”92 . En este sentido, se destaca la aseguran nuestra soberanía”. La otra labor realizada por los hombres que se trata del “Ventisquero Moreno en el habitan esas tierras: “En la Antártida lago Argentino y en este caso el texto no hay niños. En ella vive solamente al pie,dice La blancura de las nieves , un grupo de valientes que dedican su reflejadas en las azules ondas del lago esfuerzo al estudio y a la Patria”. Re- , evocan nuestra bandera tremolada en cordemos siempre con admiración a el viento”, produce,“un significado estos héroes que cuidan y acompañan enteramente nuevo que de alguna ma- la Bandera Argentina que flamea so- nera se proyecta retroactivamente en bre los hielos de la Antártida” .93 Al la imagen”94 . respecto, nos parece especialmente sig- nificativo los valores en relación a la Algunas reflexiones patria y a la ciencia que encierra el párrafo de la lectura “Hacia la Antárti- Retomando aquí el propósito inicial del da Argentina del libro de lectura “Ruta trabajo, se proponen algunas reflexio- Gloriosa”: “Es muy grato y honroso nes sin la pretensión de agotar en esta para el sentimiento patriótico, despe- instancia el análisis sobre el tema. El dir con alegría a los expedicionarios estudio intenta mostrar, a partir de la argentinos (...) por el respeto que ge- información reunida en libros de lec- nera su presencia en esas regiones”. tura utilizados en escuelas primarias rionegrinas, como la Patagonia que se En relación a estos expedicionarios y revela a través de sus imágenes y las lo que representan para marcar la pre- representaciones que sobre el Sur Ar- sencia de Argentina en el Sur, es signi- gentino aparecen, posibilitan dichos ficativo el valor otorgado a las imáge- contenidos. nes En ese sentido, aún en textos don- de no encontramos una lectura referi- Una de las reflexiones tiene que ver da a la Antártida, como es el libro “ con la imagen del indígena y del de- Hacia un mundo Feliz” se incluyen dos sierto. La combinación permanente fotos a pagina completa en blanco y entre las ideas que se manifiestan en

92 CAPDEVILLA, Arturo y GARCIA VELLOSO, Julián 1960 Libro de lectura. Ruta Gloriosa , pág. 61 93 BAVIDO, A.1958 Libro de Lectura Acuarelas 3º grado, pág. 115. 94 BARTHES, Roland y otros 1970 op.cit ,pag 123.

-26 - UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, HISTORIA CARIBE, BARRANQUILLA (COL.) NO. 11, 2006 la primera etapa histórica y la segunda en relación a ello, se vislumbra como etapa están presentes en las lecturas una suerte de identificación grupal de analizadas. Por un lado, la concepción un pueblo en relación a su espacio te- de “desierto” y “vacío”, con su corre- rritorial, con un claro significado tan- lato en las nociones de “salvajismo y to de la historia natural, como de la barbarie”. Por otro lado, la represen- historia social. tación que los territorios del Sur que, tras las Campañas militares, asisten a Asimismo, en los libros de lectura, la un período de redescubrimiento y re- transposición didáctica creemos que significación, producto de los recursos, operó recogiendo los aportes tanto del utilidades y aprovechamiento del es- campo de la geografía, como del cam- pacio, en el cual se produce la paleon- po de la política, en relación a la cues- tologización del otro. “Dado que el “in- tión de la soberanía sobre la Antártida dio” es entendido como mera entidad y las Islas Malvinas. En consecuencia representacional, las categorías de es- en las lecturas sobre el tema, los datos pacio y tiempo pierden relevancia, (...) sobre la geografía física de la zona re- la falta de temporalidad de los sucesos sultan funcionales a los contenidos re- desemboca en la falta de historici- feridos a la ocupación y domino de la dad”95 . En este orden, ninguno de los Argentina en el Sector Antártico, e Is- libros trabajados, presenta a los indí- las Malvinas dejando claramente esta- genas asociados a fechas ni a ubica- blecido el “fin” de la Patria. En fun- ción en el tiempo. ción del mismo , se pone sobre el tape- te la estrecha relación entre la política Siguiendo con los temas abordados en y la ciencia. La idea de soberanía so- este artículo, lo que se muestra en los bre esas lejanas tierras, que se le ofre- textos en función de las riquezas natu- cía al lector, aparece en los textos es- rales en la zona sur del país, se vincu- trechamente vinculada a los estudios la, especialmente al petróleo. Pero no científicos de exploración y cartográ- se considera, ni aún cuando se carac- ficos, que Argentina llevaba adelante teriza la meseta patagónica del Río como un hecho de trascendencia na- Colorado al Sur, la actividad agrícola cional e histórica. En relación con las y frutícola. Sin embargo, es necesario Islas Malvinas, el sentido de las lectu- subrayar que el período de edición de ras apuntan a reforzar la legitimidad los textos se corresponde con el de de ser reconocidas como parte del país, consolidación y expansión de la fruti- o en su defecto algunas expresiones cultura. El petróleo, como riqueza na- son verdaderas plegarias para concre- tural, se lo asocia al progreso y a la tar tal derecho, ejemplo de ello la que independencia económica argentina. aparece en el libro de lectura “Repu- La referencia al sentimiento patriótico blica” ya citada en el cuerpo de este

95 PODGORNY, Irina 1999 op. cit, pag 97.

-27 - UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, HISTORIA CARIBE, BARRANQUILLA (COL.) NO. 11, 2006 artículo: Dios mediante-llegará el día Finalmente, consideramos que las re- en que el glorioso pabellón bicolor presentaciones acerca del Sur Argen- ondee en aquello blancos acantilados. tino que recorren las hojas de los li- bros de lectura, las podríamos sinteti- Tratándose del Sur, las lecturas que zar de este modo: la Patagonia indíge- marcan fuertemente la diversidad en- na y desierta, la Patagonia petrolífera, tre la árida meseta y la majestuosa be- la Patagonia turística y la Patagonia lleza de los lagos incorporan como como fin de la Patria. Desierto, vacío, tema emblemático el paisaje Patagó- barbarie, progreso, riqueza, indepen- nico, mostrando la admiración por la dencia económica, belleza, y espacio imponente belleza de la naturaleza con- de soberanía, por momentos se com- centrada en la zona del Nahuel Huapí . plementan, por momentos se contrapo- El contenido del discurso gira en tor- nen, y en el entrecruzamiento de la rea- no a una idea fuerza: las posibilidades lidad y el mito, de los silencios y las turísticas. Estas, si bien incipientes, voces muestran múltiples miradas de señalan las perspectivas que la región este “lugar en el mundo”. tenia a futuro y no en vano comparati- vamente operan en el imaginario como la Suiza Argentina.

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ESTÉTICA Y PECADO EN EL MANUAL DE LOLA MONTES: A PROPÓSITO DE SU LIBRO PUBLICADO EN SAN JUAN DE PUERTO RICO A MEDIADOS DEL SIGLO XIX

DALÍN MIRANDA SALCEDO1

Recibido: Abril de 2006 Aceptado: Mayo de 2006

RESUMEN

Este ensayo analiza el impacto de la traducción y publicación en San Juan Puerto Rico del manual de estética El arte de la belleza o secretos del tocador, de la bailarina europea Lola Montes hacia 1862. Este manual de belleza, escrito para mujeres y hombres, fue censurado por la Iglesia Católica por su contenido transgresor y por quien lo escribía. El manual proponía un concepto de mujer en abierta contradicción con el ideario Católico de mujer y de hombre. Además, Para la Iglesia resultaba peligroso y anticatólico los escritos propuestos por una bailarina, mujer que se desenvolvía en el mundo de lo público, escenario éste vedado para las mujeres de buena conducta y sujetas al ordenamiento establecido. Este celo, está articulado a los planes de que poseía La Iglesia Católica Puerto Rico en el siglo XIX, de reconfigurar sus relaciones con la sociedad, para enfrentar las filtraciones del mundo moderno. La exaltación del papel de la mujer y del matrimonio son manifestaciones importante de este proceso.

PALABRAS CLAVE

Iglesia Católica, bailarina, censura arte de la belleza, Puerto Rico.

1 Magíster en Historia Universidad Nacional de Colombia, Doctorado en Historia Universidad de Puerto Rico, Recinto Río Piedras

UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, HISTORIA CARIBE, BARRANQUILLA (COL.) NO. 11, P.P. 29 - 42, 2006 -29 - UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, HISTORIA CARIBE, BARRANQUILLA (COL.) NO. 11, 2006

ABSTRACS

This essay analyzes the impact of the translation and publication in San Juan, Puerto Rico, of the aesthetics manual The Art of Beauty or the Secrets of the Boudoir, written in 1862, by the European dancer Lola Montes. This manual, written for women and men alike, was censured by the Catholic Church owing to its negative content, and because of its author. It proposed a profile of woman openly contrary to the Catholic ideal. Besides, the Church considered it a dangerous and anti Catholic writing made by a dancer, a woman that was too public. Good women that followed the Church’s rules could not be public. The zeal shown by the Puerto Rican Catholic Church in the 19th. Century, was articulated to its plans of restructuring its relations to society in order to face the new challenges of the modern world. The exultation of woman’s role in society and of Catholic marriage is an important element of those plans.

KEY WORDS:

Catholic Church, dancer, censoring the art of beauty, Puerto Rico

1. Introducción Católica reaccionó de forma virulenta por considerarlo un texto pernicioso En 1862 fue publicado en Puerto Rico que relajaba la moral y las buenas un extraño manual que tenía como costumbres en la sociedad propósito instruir a mujeres y hombres puertorriqueña, uno de los últimos en el arte de la belleza.2 Este libro, reductos del Imperio español. cuya autora fue la Bailarina escocesa Lola Montes, puede considerarse un Esta autora, para quien “la mujer manual de estética para ambos sexos. carecía de instintos para juzgar y Fue publicado originalmente en conocer a los hombre, y que por el francés, y después traducido a otros contrario su extravío mental en este idiomas. En Puerto Rico su traducción asunto, instintivamente la inclinaba y publicación estuvo a cargo, como siempre a favor de los tontos, los necios consta en la portada del libro, “de un y los pedantes, despreciando al hombre amigo y admirador de la autora” un año de talento, de corazón y de virtudes” 3 , después de su muerte, ocurrida en representaba el prototipo de mujer Nueva York. Tan pronto el manual seductora, uno de los arquetipos que entró a circular en la Isla la Iglesia pobló el imaginario del siglo XIX en Occidente.

2 Montes, Lola. El arte de la belleza o secretos del tocador, con algunos consejos a los hombres para hacerse agradables. Imprenta militar, fortaleza No. 19, Puerto Rico, 1862. 3 MONTES, Lola. 1862, El arte de la belleza o secretos del tocador, con algunos consejos a los hombres para hacerse agradables. Imprenta militar, fortaleza No. 19, Puerto Rico, P. 116.

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Esta percepción mordaz en criterios de escrito. Variadas leyes de imprenta se algunos, es una de las muchas que se promulgaron en este período con este encuentran en el texto de Lola Montes, fin. Los cambios en las normas que la bailarina escocesa que bailó y paseo reglamentaron las publicaciones, por toda Europa en la primera mitad obedecían a circunstancias de orden del siglo XIX. Aprendió las técnicas político, cuyo objetivo máximo fue la de la danza y del baile con un maestro conservación de la tranquilidad y el español, cuya actividad le permitió orden en las colonias. Las revoluciones recorrer Europa para exponer, ante un políticas independentistas de público, mayoritariamente masculino, Suramérica llevaron al aumento de el movimiento de su cuerpo. Su dispositivos de control sobre lo que se personalidad de mujer andariega, escribía, hablaba en las tertulias. Hacia conflictiva y seductora, despertó la mediados del siglo XIX estos espacios admiración entre muchos, y el rechazo de difusión del pensamiento fueron en algunos casos. Se casó muchas fuertemente reprimidos, puesto que veces y fue amante de Luis I de eran los escenarios donde circulaba las Baviera, a quien este hecho, le costó ideas ilustradas que tanto temor su trono. provocaba al absolutismo. Sin embargo, hay que destacar que los El presente ensayo pretende examinar dispositivos de control y represión el impacto de este manual en el marco fueron más severos durante el tiempo de la sociedad puertorriqueña de mitad en que el Absolutismo prevalecía, del siglo XIX. Se analizan los mientras que el ascenso del liberalismo elementos expuestos en el contenido y planteó cierta flexibilidad frente a la que, por demás, alertaron a la Iglesia circulación del pensamiento. Católica para plantear su censura. El análisis se centra en la propuesta En un contexto de Absolutismo estética que encarna la obra, y cómo gubernamental se publicó en Puerto ésta, para algunos sectores sociales y Rico el manual de Lola Montes. Con la Iglesia Católica, constituyó una una Ley de imprenta que establecía trasgresión al arquetipo de mujer hacia 1865 que “los periódicos y sagrada y al imperativo moral de la demás formas de expresión escrita época. continuarán sujetas a previa censura, el deber de los censores en la isla era evitar que se publicaran en la prensa 2. Ambiente social y ley de imprenta artículos contrarios a la religión del y censura Estado, al respeto y prerrogativas del trono, de la constitución de la El siglo XIX de las colonias monarquía y de sus leyes ultramarinas hispanoamericanas fundamentales y a la integridad de la estuvo marcado por la censura de lo Nación; escritos contrarios a las buenas

-31 - UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, HISTORIA CARIBE, BARRANQUILLA (COL.) NO. 11, 2006 costumbres”.4 Esta fue la actitud y Gobernador Don Miguel de Muesas dinámica frente a la palabra, en un propuso al gobierno supremo la sistema imperial temeroso de perder – creación de una Universidad en el hacia 1862- sus últimos reductos convento de los Dominicos, y la coloniales. petición fue negada”.6

Esta actitud imperialista mantuvo en No obstante, en la isla de Puerto Rico la más absoluta oscuridad e ignorancia había comunidades lectoras y la a la mayoría de la población de la isla. tertulia se convirtió en un espacio de El acceso a los códigos de la escritura circulación de lecturas. Esto hizo y lectura estuvo reservado a los posible la existencia de un personaje blancos españoles y criollos, grupos de suma importancia para la vida que constituían la elite social. Manuel cultural: el comerciante de libros y de María Sama, en su inventario personal impresores. La publicación del libro de sobre la producción intelectual de Lola Montez debe situarse en este Puerto Rico, subrayaba que “abatía el contexto. ánimo al considerar el reducidísimo número de obras que han producido las Por demás, Hispanoamérica experi- plumas puertorriqueñas en el menta un momento de transformación transcurso de 55 años”.5 Se refería a política y social que afecta significati- la literatura creada y publicada en vamente a una de las instituciones más Puerto Rico por nativos de la isla. Este importantes de Puerto Rico: la Iglesia atraso intelectual se debía, a juicio del Católica. Esta institución tenía un pa- autor, a variadas causas, entre cuales pel significativo en la conservación del destacaba la falta de instrucción y la orden moral y político. Aunque duran- negativa de las autoridades a crear una te el siglo XVIII hubo una especie de universidad. “En 1765, en todo Puerto distanciamiento entre el clero católico Rico sólo existían dos escuelas de y la comunidad de fieles,7 el siglo XIX niños, y que fuera de la capital y San parece ser de replanteamiento y por Germán muy pocos sabían leer, ende de acercamiento a esta comuni- imperando, por consiguiente, la más dad. La Iglesia Católica era hegemó- crasa ignorancia... En 1770, el nica frente a otras denominaciones.

4 GARCIA, Gervasio, 2002, “Introducción”, en Historia Geográfica, civil y natural de la isla de San Juan Bautista de Puerto Rico, Iñigo, Abba y Lasierra, anotada por José Julián de Acosta, ed. Docecalles, Puerto Rico, p. 20. El subrayado es mío. 5 SAMA, Manuel María, 1887, Bibliografía Puertorriqueña, Mayagüez, tipografía comercial Marina, p. 2. 6 SAMA, Manuel María, Ibid. p. 8-9. 7 La historiadora María Barceló ha observado que en Puerto Rico durante el siglo XVIII existió un desfase entre la realidad de la colonia y las normas que dictaba la alta jerarquía eclesiástica. La actitud racial de los Obispos, su hostigamiento a las expresiones de religiosidad popular, su apoyo incondicional al Estado y a las altas exacciones económicas por los servicios religiosos contribuyeron a la desvinculación entre el clero y las masas trabajadoras, BACELO Miller María, 1887, “De la polilla a la virtud: visión sobre la mujer de la Iglesia jerárquica de Puerto Rico”, en AZIZE VARGAS Yamila, La mujer en Puerto Rico, Río Piedras, Ediciones Huracán, pp. 51-88, P. 58.

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Sólo existían, al momento de la ocu- esta doctrina, era denunciado y con- pación estadounidense, dos iglesias de frontado como “males modernos”. El otras denominaciones. Una iglesia pro- dispositivo diseñado para controlar testante en Ponce y otra en Isabel II en estos “males” fue la censura de los la isla de Vieques. La clerecía estaba documentos escritos ya que la litera- compuesta casi totalmente de españo- tura, materialización del pensamiento les, muy pocos nativos había en el sa- y el lenguaje, era el medio efectivo de cerdocio, probablemente por la inexis- divulgación de imaginarios, ideolo- tencia de monasterios donde se forma- gías, normas de conductas, y formas ra los clérigos encargados de promo- de presentación personal. No obstante ver la fe cristiana. Esta circunstancia de tener un público restringido por los hizo de la Iglesia Católica en Puerto altos niveles de analfabetismo que ca- Rico una institución vinculada débil- racterizaba a esta colonia hispanoame- mente con la feligresía. Al parecer exis- ricana, los textos o folletos “inmora- tieron permanentes fricciones entre les” y “mal sonantes” fueron proscri- puertorriqueños y el clero debido a que tos definitivamente. “Considerando los éste, sustentado económicamente por males espirituales”, manifestaba el el gobierno español, siempre se mos- Obispo de Puerto Rico respecto a la tró proclive al orden colonial y celoso publicación del libro de Lola Montez, frente a desafíos nacionalistas y repu- “que efectivamente puede causar el blicanos, y así lo entendieron algunos mencionado libro y la necesidad de sectores sociales de la isla.8 impedir que los fieles se alimenten con tan perniciosa doctrina, en descargo de Pese al débil contacto con los diferen- nuestra obligación, y movidos del de- tes grupos ètnico-sociales de la isla, la seo del bien de las almas, de contener, institución eclesiástica siempre se si es posible, el prurito de entender ideas mostró intransigente frente a hechos y opuestas a la moral cristiana, como por prácticas provocados por los tiempos desgracia está aconteciendo, usando al modernos. Por eso el liberalismo, el mismo tiempo de las facultades anexas protestantismo, el nacionalismo, la a Nuestro Sagrado Ministerio, hemos masonería, así como actitudes y com- venido en prohibir, como prohibimos, portamientos -individuales o colecti- a los fieles de esta Nuestra Diócesis vos- fueron, en el criterio de la Iglesia, la lectura y retención del espresado considerados como anticatólicos. Todo (sic) libro, El arte de la belleza, bajo lo que constituiría los postulados de las penas canónicas y espirituales dis- puestas por el Derecho”. 9

8 BIBLIOTECA JOSÉ MAÍA LAZARO (B.J.M.L.), Colección Puertorriqueña, CARROLL, Henry K. 1899, Report on the Island of Porto Rico; Its Population, Civil Government, Commerce, Industries, Productions, Roads, Tariff, and Currency, Washington, Government Printing Office, p. 26-33. 9 B.J.M.L. Colección Puertorriqueña, Boletín Eclesiástico de la Diócesis de Puerto Rico, No. 6, San Juan Puerto Rico, 15 de marzo de 1863, p. 62. (el subrayado es nuestro).

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Desconocemos por completo las que se rebaje hasta él la estima- circunstancias que condujeron a ese ción personal que en tanto apre- personaje anónimo a traducir este cia todo hombre honrado. Segu- manual de vanidad y belleza. ro estoi (sic) también de que la Probablemente, intereses de tipo moral no puede perjudicarse estético, higiénicos y civilizadores10 , verdaderamente con obras de estimularon la promoción de semejante este carácter; pero sin embargo “folleto”. Lo cierto es que, un año en obsequio del respeto que se despues de la edición del libro en debe a la sociedad he creído con- Puerto Rico, la Iglesia Católica veniente prohibir la circulación prohibió su lectura y, por supuesto, su de dicho folleto.11 distribución. Esta censura se manifestó en varios frentes donde la institución ¿Qué circunstancias motivaron a las eclesiástica hacía presencia y autoridades eclesiásticas y civiles a la divulgaba su doctrina: el púlpito, la proscripción del libro de Lola Montes? pastoral y su órgano de expresión Creo que la respuesta a este interro- escrita: el Boletín Eclesiástico de la gante surgido en el hecho de haber sido Diócesis. En la sección oficial de este escrito por una mujer bailarina, y, ade- órgano escrito se planteó la censura en más, por el contexto en el cual se editó los siguientes términos: el libro: una colonia española donde la Iglesia Católica era la encargada de Ha llamado mi atención el esti- normalizar a la sociedad desde el pun- lo poco decoroso de un folleto to de vista de la moral; y, por último, que circula por la Isla titulado el trastrocamiento que algunos plan- El arte de la belleza, y mui (sic) teamientos de la obra produce al im- particularmente las máximas perativo moral del momento en la so- repugnantes y antisociales que ciedad puertorriqueña. contiene en el capítulo Arte de fascinar. Tengo la profunda con- La bailarina es un personaje muy vicción de que habrá sido recha- generalizado en el viejo mundo desde zado por la proverbial sensatez el siglo XVI. Algunas de las mujeres de los habitantes de esta Provin- que ejercían este tipo de práctica cia, considerándole indigno de artística no gozaban de buena

10 Los manuales de buenas maneras generalizados en Europa desde el siglo XVI indican los procesos de transformación que ha experimentado la sociedad occidental. La actitud corporal, los ademanes, la vestimenta, en fin el “comportamiento externo” de las sociedades europeas occidentales fue moldeado, de alguna manera, por estos manuales; su circulación en los sectores sociales alfabetizados de estas sociedades contribuyó a la configuración de nuevas actitudes y comportamientos. Una investigación sobre la transformación de los comportamientos y la construcción del hombre civilizado puede verse en: ELIAS, Norbert, 1994, El proceso de la civilización, investigaciones sociogenéticas y sicogenéticas, México, Fondo de Cultura económica. 11 B.J.M.L, Boletín Eclesiástico de la Diócesis de Puerto Rico, No. 6, San Juan Puerto Rico, 15 de Marzo de 1863, p. 61.

-34 - UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, HISTORIA CARIBE, BARRANQUILLA (COL.) NO. 11, 2006 aceptación en algunos sectores se relaciona en un mundo público, en sociales. Su vida transcurría en la un universo masculinizado. Este hecho esfera de lo público, un espacio le valió el estigma de mujer laxa y netamente masculino. Los coliseos y relajada. Al publicarse su obra en el teatros fueron los escenarios de Puerto Rico decimonónico, que es una aquellas miradas masculinas que sociedad tradicional, se ponía en riesgo compulsivamente observaban los la moralidad y el orden social. En su movimientos rítmicos y sensuales de proyecto, la institución eclesiástica esas mujeres elásticas. Existía la colocaba a la mujer como elemento afirmación de que eran mujeres esencial del orden y la civilidad. De promiscuas y profanas,12 al margen de ahí que todos sus esfuerzos se los postulados morales hegemónicos. desplegaran para controlar a la Este tipo de personaje rompía población y ejercer un poder de definitivamente con el concepto de censura y veto. Por esto se prohibió su mujer imperante en occidente, según lectura y la circulación fuera ese arquetipo, “el bello sexo” debía restringida. caracterizarse por ser sumiso, obediente, buena esposa, buena madre y respetar los límites de esos espacios 3. Lo estetico y transgresor de la donde ella ejercía soberanía y donde obra sólo le era permitido movilizarse: el espacio doméstico. El referente A partir de la invención de la imprenta empírico-iconográfico de esta noción a mediados del siglo XV, surgieron por de mujer era el marianísmo.13 En este toda Europa, libros de secretos y rece- sentido, una mujer que transgrede los tas para perfumes y cosméticos. Estas cánones impuestos por la cultura y la especie de manuales de estética, fue- sociedad es sancionada, efectivamente, ron utilizados por un público mayori- por la misma sociedad. Lola Montes tariamente femenino, quienes, proba- rompe, de alguna manera, con el ideal blemente, seguían ortodoxamente los de mujer que se quiere construir, sobre consejos prescritos en cada una de las todo en las sociedades donde la Iglesia páginas, buscando la perfección que la Católica ejercía presencia. Ella -la naturaleza les había negado y que los bailarina-, aún siendo creyente, vive y hombres exigían.14 El libro de Lola

12 NICHOLSON, Eric, 1993, “El teatro: imágenes de ella”, en Historia de la mujeres, del Renacimiento a la Edad Moderna, discursos y disidencias, bajo la dirección de George Duby y Michelle Perrot, Madrid, tauro, p. 64-65. 13 La palma de la celebridad corresponde a la Virgen María. A pesar de la disminución de la representación religiosa en la imaginería popular y en el arte, durante el siglo XIX se rindió un significativo culto a María. La proclamación, en 1854, del dogma de la Inmaculada Concepción por Pío IX subraya la importancia que tuvieron para este siglo los modelos sagrados femeninos. HIGONNET, Anne. 1993, “Las mujeres y las imágenes. Apariencia, tiempo libre y subsistencia”, en Historia de las mujeres, el siglo XIX, la ruptura política y los nuevos modelos sociales, bajo la dirección de DUBY George y PERROT Michelle, Madrid, tauro, p. 291. 14 MATTHEWS GRIECO Sara, “El cuerpo, apariencia y sexualidad”, 1993, en Historia de las mujeres, del

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Montes es uno de estos recetarios de esta bailarina y autora del texto, “toda belleza, publicado en el siglo XIX. mujer (sic) sabe por instinto que tanto Según anotación de la autora, su obra en los tiempos pasados como en los se limitaba a presentar los sistemas presentes y en los que están por venir, modernos, y en particular, los que ella el hombre ha adorado en nuestro sexo personalmente experimentó y obser- la belleza, y no la inteligencia”. En vó durante su permanencia en las cor- consecuencia, los cuidados y tes y lujosas capitales del mundo15 . aspiraciones deben dirigirse a conservar los atractivos y encantos que En esta propuesta de estética, atraen la atención de los hombres. elaborada para ambos sexos por esta bailarina, se encuentran planteados Esta noción de mujer contrasta con el unos conceptos que, al publicarse en arquetipo sagrado de la Iglesia Puerto Rico colonial, trastocan, en Católica. El concepto de mujer que criterio de la Iglesia, algunas normas poseía esta institución es de la moral católica, circunstancia que esencialmente mariano. La mujer debía motivó el veto y la censura. ser sumisa, buena y recatada. Se trata de una noción sagrada y funcional, que 3.1 La belleza de la mujer busca implementar o imponer un orden que estaba en peligro, es el orden de la En primera instancia, la autora plantea tradición hispano-católica. Por lo tanto, categóricamente un concepto de mujer en el discurso de la Iglesia Católica las antitético al modelo sagrado: “La mujeres eran importantes para sus principal misión de la mujer (sic) en propósitos pastorales. Eran este mundo es ser hermosa para excitar consideradas el punto de cohesión (sic) la admiración del hombre, familiar, y su moralidad garantizaba satisfaciendo sus naturales esa cohesión, y a su vez permitía aspiraciones”.16 Esta mujer objeto- mantener el esquema sagrado de belleza que busca, con sus encantos sociedad. Y más en el Puerto Rico del naturales y todo un arsenal de artificios siglo XIX que caracterizó el discurso ofrecidos por la industria de lo bello, religioso por exaltar la importancia de ser deseada, es indiscutiblemente el la mujer y el matrimonio, dado la baja arquetipo de mujer seductora.17 Según frecuencia de este último.

Renacimiento a la Edad Moderna, los trabajos y los días, bajo la dirección de DUBY George y PERROT Michelle, Madrid, tauro, p. 80. 15 Montes, Lola. El arte de la belleza, op.cit. p. 4. 16 Montes, Lola. Op.cit., p. 8. 17 Refiriéndose a Europa, Anne Higonnet observa que La Virgen, la seductora y la musa, son los tres arquetipos femeninos que poblaron la imaginación del siglo XIX. Se encuentran en todos los niveles de la cultura visual: tanto en impresos, anuncios publicitarios, fotografías, ilustraciones de libros y producciones artesanales, HIGONEET Anne. 1993, “Las mujeres y las imágenes. Apariencia, tiempo libre y subsistencia”, en Historia de las mujeres, el siglo XIX, la ruptura política y los nuevos modelos sociales, bajo la dirección de George Duby y Michelle Perrot, Madrid, tauro, p. 272.

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Para alcanzar los niveles de estética y mente el desayuno de la belleza, Montes planteó las más mujer(sic), alimento que repite mordaces sugerencias que levantaron en el almuerzo; a este mal prin- ampollas en la moral de los celadores cipio de día, se sigue un inter- del orden del Puerto Rico colonial. La valo en que se condena al estó- belleza se logra también, en su criterio, mago a un perjudicial ayuno que con el ejercicio al aire libre, no con dura hasta las seis de la tarde, paseos graves, que hacen con en que la exánime beldad se frecuencia las niñas de los colegios sienta a la mesa a saciar su ape- cuando marchan al paso de una tito con grasientos caldos, acei- comunidad religiosa; “no, el ejercicio te, vinagre, pimienta y toda cla- conveniente es el libre, dejad que las se de estimulantes, asados o gui- niñas salten y corran cual cervatillo sados.19 alegre”.18 A su vez, se requería del cuidado del cutis: “las facciones más Recomendaba, igualmente, que el buen delicadas de una cara angelical no manejo de la dieta ayudaba a conseguir pueden inspirar ningún sentimiento la belleza corporal que las mujeres favorable en el corazón del hombre de anhelaban. El cuerpo frágil y delgado, buena sociedad y refinamiento, si el cutis pálido y la blancura de piel, estuviese sembrada de pecas, barros y eran componentes de todo un manchas”. Para evitar estos elementos imaginario sobre el cuerpo y un ideal negativos que traumatizaron a más de de belleza, inmanentes en esta una mujer, proponía tres preceptos que propuesta estética “perversa”. Pero en a ella le habían servido de tesis en los este concepto el aseo personal era discursos públicos que pronunció fundamental. Con él se conseguía la sobre la belleza de la mujer(sic): blancura y delicadeza del cutis, era el sobriedad, egercicio(sic) y aseo. mejor cosmético en palabras de Lola Respecto del primero aconsejaba que: Montes.

La belleza del cutis debe perder- La mugeres (sic) que pretenden se con un sistema nocivo de ali- conservar sus nombres registra- mentación; el exagerado uso de dos en el catálogo de las bellas, café, el pan caliente, la mante- y muy particularmente a las que quilla y todo exceso de grasas, siguen la vida cortesana, que relajan el estómago fomentan- solo recurriendo diariamente a do desórdenes biliosos, o au- la benéfica influencia del ele- mentando la predisposición na- mento purificador, podrán con- tural que exista para servar la frescura y pureza de su ellos[...]Café y grasa es regular- tez: el baño debe ser en la casa

18 Montes, Lola. Op.cit. p.17. 19 Montes, Lola. Op.cit. p. 21.

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un artículo tan indispensable respecto, el Papa León XIII en un como el espejo.20 documento pontificio anotaba que:

El baño, y dentro de este el espejo, se En estos tiempos de peligros constituye en un espacio importante en cada día más graves para las la vida doméstica, aquí transcurre en almas, nuestra principal tarea es privado lo que el cuerpo humano exige acudir a extirpar las raíces del y plantea natural y socialmente; el aseo mal. Entre las cuales ocupa emerge como hábito nuevo, y en este seguramente uno de los manual de estética lo bello está primeros lugares el lujo de las asociado a lo limpio, higiénico y a lo mujeres...Porque es cierto que pulcro. Observamos pues, con estos por los cuidados de las personas planteamientos la existencia de y del peinado, cosas que nociones sobre lo limpio y lo sucio. De renuevan muchas veces al día, esta manera estos libros de cosmética se absorbe el tiempo que se jugaron un papel trascendental en la debía consagrar a obras de configuración de estas nociones. piedad y caridad, o a los deberes de la familia. El lujo es Cuando una mujer concentraba los provocativo en las reuniones atributos de belleza sugeridos por esta brillantes, en paseos públicos teórica de la estética, esta decía, en y otros espectáculos... El lujo plena mitad del siglo XIX que: sirve de alimento a malos “Cuando encuentro una muger (sic) deseos, el que consume la dotada de esa mágica belleza, siento hacienda que se debía guardar en todo mi ser la influencia de sus para los hijos y para socorrer hechizos, me encuentro enamorada, y a los pobres22 lamento no ser hombre para arrojarme a sus plantas, declararle mi amor, y 3.2 Consejos a los hombres sobre el estrecharla en mis brazos.”21 arte de fascinar

Frente a todo este discurso y retablo El segmento final del libro se dedica a de recetas sobre lo bello, la Iglesia proponer a los hombres algunas reglas Católica siempre fue hostil. Por cuanto básicas para alcanzar la fascinación el lujo y los artificios sobre cuerpo entre las mujeres. Esta parte fue la que humano, son, de alguna forma, una exaltó fuertemente los ánimos de las manera de exaltar un “culto” al cuerpo, autoridades eclesiásticas. Aquí se en- y el cuerpo es sinónimo de pecado. Al cuentra lo más escandaloso del texto.23

20 Montes, Lola. Op.cit. p. 23. (el subrayado es nuestro) 21 Montes, Lola. Op.cit. p. 31. 22 Documento pontificio de León XIII, publicado en el periódico El Estandarte, No. 7, Barranquilla, 15 de febrero de 1905, p. 7. (el subrayado es nuestro). 23 En el texto de la censura se puede observar el énfasis cuando dice: “Hallaron unánimemente, que el referido

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Para las autoridades eclesiásticas de sociedad y familia. Este arquetipo Puerto Rico, las sugerencias del ma- estaba representado por la Sagrada nual son corruptoras y desarregladas, Familia de Nazaret, institución con una invitan a la licencia y al desorden, a la estructura jerárquica, de corte mentira, atenta contra el ideal de hom- patriarcal y monógama; la sociedad bre que sustentaba la Iglesia Católica debía estar ordenada a partir de estas y juega, en el plano de la mentira, con micro-estructuras, donde cada uno de el sacramento del matrimonio. Propo- sus componentes tenía roles sagrados ner el licor como algo característico del o naturalmente definidos. El padre hombre que es apetecido por las muje- trabajador y humilde era la cabeza del res es una afrenta al orden público y gobierno doméstico; la madre, moral. El manual registraba que la be- elemento cohesionador del núcleo, bida de licor permitía a los hombres sobre quien descansa el honor y la alcanzar la fascinación en el mundo moral del hogar; y el hijo quien debe femenino. Al respecto Lola Montes obediencia a su madre y su padre. argumentaba: Frente a esta perspectiva sagrada no hay nada más transgresivo que la El hombre que no toma licores licencia y la vida desarreglada por el es un ser insípido en la sociedad, licor, y son precisamente estos por consiguiente, es necesario elementos profanos algunos de los beber mucho y hacer alarde de trucos que componen la propuesta gran “copista”: así pues, en estética de esta artesana de lo bello. cualquier baile o fiesta no deberéis perder el tiempo, y os Más allá del licor, planteaba a los anticipareis a todos los demás aspirantes a obtener el grado de la con la botella en la mano. De ese fascinación, que “era necesario usar modo divertiréis la concurrencia muchas prendas para ganar el corazón con vuestros chistes... y de la mujer (sic): si no las tenéis naturalmente, vuestro partido vuestras, pedidlas prestadas, son entre las jóvenes será sin igual indispensables, tres o cuatro sortijas, con tan recomendables un gran alfiler de pecho, y una gran cualidades.24 cadena de que cuelguen infinitos artículos distintos: ¡ho! Nos divierte Estos consejos a hombres, para tanto ver esas cositas! Y luego, es de alcanzar el prototipo de varón tan buen tono llevarlas en requerido por el “bello sexo”, abundancia.25 Este singular consejo es trastornaba el esquema sagrado de de una mujer que se ha movido en las

libro, especialmente en su última parte bajo el epígrafe de Consejos al hombre sobre el arte de fascinar...Boletín Eclesiástico de la Diócesis de Puerto Rico, No. 6, San Juan Puerto Rico, 15 de marzo de 1863, p. 62. 24 Montes, Lola. Op.cit. p. 121. 25 Montes, Lola. Op.cit. p. 118.

-39 - UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, HISTORIA CARIBE, BARRANQUILLA (COL.) NO. 11, 2006 grandes cortes europeas, donde la vida agradable y erótico: el cuerpo debe ser suntuosa era un elemento significativo; objeto de atención, pero no de ella conocía, por ser mujer, pero cualquiera, se trata de una atención que también por su experiencia en el se mueve entre lo erótico-seductor y mundo de la vanidad, lo que atraía y la distinción social. cautivaba a las mujeres. Sabía, además, que la mujer ve en el hombre a su Por lo anterior, no es gratuito entonces protector. Por eso sugería que “no encontrar que Lola Montes recomiende olvidéis que la mujer (sic) siempre al hombre que “haga conocer en todos espera que el hombre sea su protector; los círculos que frecuenta que tiene por consiguiente, de vez en cuando es aversión por el matrimonio: con ese preciso que la echéis de valiente; así antecedente tenéis la puerta abierta pues, contareis los incidentes de los para coquetear con todas, y letra abierta cien desafíos que habéis tenido, del sin de los padres, tutores y abuelos de las número de hombres que habéis echado jóvenes para que os divertais con ellas, a rodar por tierra de solo un pues en la convicción de que no pensáis puñetazo”.26 casaros no tendrán dificultad en consentir que os valláis a divertir con Pero también recomendaba a los sus hijas”.28 Y si por algún caso resulta, varones “que tuvieran cuidado que en el juego de la seducción que encarna vuestros zapatos se ajustasen esta propuesta cosmética, una mujer perfectamente al pie, haced uso del que plantea indiferencia, entonces corsé si vuestro abdomen lo necesitase, “debéis ser más pertinaz y perseguirla y si por el contrario fuese demasiado con heroicidad, que al fin conseguiréis delgado, echad mano de los algodones que os ame, del mismo modo que el para llenarlos, las mujeres (sic) somos caballo que se asusta al pasar ciertos aficionadas a estos tipos, por más que lugares, el entendido jinete (sic) le hace a ciertos hombres les repugnen, y los perder su mala disposición obligándolo ridiculicen y desprecien”.27 Todo esto a atravesar el mismo sitio varias veces, era un discurso, una retórica del lujo, con el auxilio (sic) del látigo y la de la vanidad. Hay aquí un imaginario espuela”.29 El engaño y la mentira del cuerpo, claramente asumido como respecto del matrimonio, la simulación objeto para fascinar, para estimular los y el reconocimiento de la fuerza del sentidos. La estética corporal, o la varón frente al “sexo débil, son cosmética, tiene en esta obra la función componentes significativos de estos especial de convertir el cuerpo, sea secretos de tocador que Lola Montes femenino o masculino, en algo propone como importantes para la

26 Montes, Lola. Op.cit., p. 118. 27 Montes, Lola. Op.cit., p. 124. 28 Montes, Lola. Op.cit., p. 124. 29 Montes, Lola. Op.cit., p. 123.

-40 - UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, HISTORIA CARIBE, BARRANQUILLA (COL.) NO. 11, 2006 sociedad. Por esto tocaron la fibra bailarina, sino por toda una incipiente moral de una sociedad de antiguo industria de la cosmética decimonónica régimen y motivaron su censura. europea.

4. Consideraciones finales Para la Iglesia Católica este “folleto”, como lo llamó despectivamente, era En el manual de cosmética de la pecaminoso. Rompía con conceptos bailarina Montes, la atención se centra tradicionales y sagrados que para la en el cuerpo (cutis, senos, manos, pelo, institución eclesiástica eran etc.) y las actitudes (cómo deben actuar indiscutibles y definitivos. Este libro, los hombres para acceder al goce de publicado en Puerto Rico a mediados los cuerpos femeninos). A las mujeres del siglo XIX por alguien que no quiso les propone los remedios para ampliar revelar su nombre, tuvo, o fortalecer las bellas formas y mejorar probablemente, una circulación su apariencia física. A los hombres restringida. El público lector, indica qué agrada al mundo femenil y compuesto por los sectores cómo se conquista hasta la más reacia alfabetizados de la sociedad, en este de las mujeres. En este sentido las caso los grupos de élite, lo constituían recetas contenidas en este manual se una minoría. El grueso de la población dirigía a hombres y mujeres. no tenía acceso al código de la escritura y tampoco poseía los medios para El contenido de la obra es una especie obtener esta literatura. Probablemente, de simbología estética. La cara, el ni siquiera poseía el interés, pues en cuello, los pechos y las manos debían estos sectores subalternos blanquearse, el blanco se asociaba a la normalmente existe otro concepto de pureza, a la castidad y a la feminidad: belleza, otros rituales de seducción y “Un medio racional, científico y conquista de la pareja donde, económico para suavizar y embellecer probablemente, los gestos y las pocas el cutis es el baño de agua tibia con palabras eran esenciales. Lo cierto es afrecho... Las damas de Roma y la que este manual, autoría de una antigua Grecia que siempre tuvieron bailarina, mujer que se movía en el fama por la blancura de su tez tenian mundo de lo público, y que proponía esa costumbre”.30 El blanco era más un concepto de mujer y de hombre, delicado, más femenino, era el chocaba en un ambiente en cual la semblante sugerido, el color Iglesia Católica se había planteado arquetípico. La mujer delgada, pálida, sistemáticamente recuperar espacios frágil e ingenua, pero aseada y atenta perdidos desde el siglo XVIII en Puerto a todo lo señalado por Lola Montes Rico. La exaltación de la mujer constituía el concepto de belleza mariana y el matrimonio redundan en divulgado, no solamente por la el Boletín Eclesiástico de la Diócesis

30 Montes, Lola. Op.cit., p. 24.

-41 - UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, HISTORIA CARIBE, BARRANQUILLA (COL.) NO. 11, 2006 de Puerto Rico.31 Estos dos elementos Higonnet, Anne, “Las mujeres y las eran esenciales para la regeneración imágenes. Apariencia, tiempo libre moral de la sociedad. Por esto, el y subsistencia”, en, George Duby y manual de Lola Montes fue censurado Michelle Perrot, Historia de las y recogido. mujeres. El siglo XIX, la ruptura política y los nuevos modelos so- ciales. España, tauro, 1993. Bibliografía Matthews Grieco, Sara, “El cuerpo, Boletín Eclesiástico de la Diócesis de apariencia y sexualidad”, en, Geor- Puerto Rico, No. 6, 15 de Marzo de ge Duby y Michelle Perrot, Histo- 1863. ria de las mujeres. Del Renacimien- to a la Edad Moderna, los trabajos Carroll, Henry K, Report on the Island y los días, España, tauro, 1993. of Porto Rico; Its Population, Civil Government, Commerce, Indus- Montes, Lola, El arte de la belleza o tries, Productions, Roads, Tariff, secretos del tocador, con algunos and Currency. Washington, Gover- consejos a los hombres para hacer- nment Printing Office, 1899. se agradables. Imprenta militar, fortaleza No. 19, Puerto Rico, 1862. Cortés, José David, Curas, y políticos, mentalidad religiosa e intransigen- Nicholson, Eric, “El teatro: imágenes cia en la diócesis de Tunja. Bogo- de ella”, en, George Duby y Miche- tá, Ministerio de Cultura, 1998. lle Perrot, Historia de la mujeres. Elias, Norbert, El proceso de la civili- Del Renacimiento a la Edad Mo- zación, investigaciones sociogené- derna, discursos y disidencias, Es- ticas y sicogenéticas, México, Fon- paña, tauro, 1993. do de Cultura económica, 1994. Periódico El Estandarte, No. 7, Ba- García, Gervasio, Introducción, en rranquilla, 15 de febrero de 1905. Historia geográfica, civil y natural de la isla de San Juan Bautista de Sama, Manuel María, Bibliografía Puerto Rico, Iñigo Abbad y Lasie- Puertorriqueña, Mayaguez, Tipo- rra, anotada por José Julian de grafía Comercial Marina, 1887. Acosta y calvo, ed. Docecalles, Puerto Rico, 2002.

31 Ver al respecto los Boletines Eclesiásticos de la Diócesis de Puerto Rico No. 18, 15 de septiembre de 1861; el No. 19 de 1861; el No. 20 de 1861; el No. 22 de 1861; el No. 23 de 1861 y el No. 18 de 1865.

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TEXTOS Y MANUALES ESCOLARES COMO MEDIACIÓN SIMBÓLICA: SALVADOR BRAU Y PAUL MILLER, Y EL DISCURSO DE LA ENSEÑANZA DE LA HISTORIA DE PUERTO RICO EN LAS TRES PRIMERAS DÉCADAS DEL SIGLO XX.

ALEX TAMARA1

Recibido Abril de 2006 Aceptado Mayo de 2006

RESUMEN

El ensayo examina los textos y manuales escolares utilizados en la enseñanza de la historia de Puerto Rico, entre 1898 a 1930. Centra su atención en los discursos y símbolos que filtraban estas piezas pedagógicas, con las cuales se educaban los niños(as) y jóvenes del periodo analizado. La enseñaza de la historia es abordada aquí como un dispositivo que mediaba unos procesos de enseñanza cuyo interés consistía en construir prácticas y discur- sos disciplinarios desde la institución escolar.

PALABRAS CLAVE

Discurso, símbolos, prácticas, dispositivo, mediación, disciplina, institución, textos, peda- gogía.

ABSTRACS

This essay examines textbooks and manuals that had been used in Puerto Rican history, between 1898 1930. It fixates its attention in the symbology and the discursive manifesta- tions that these pedagogical pieces filtrated, and with which children and adolescents were educated in this period. History education process which intersest was to build disciplinary reasoning and practices from school institutions.

1 Docente Universidad del Este y Universidad Metropolitana de Puerto Rico. Magíster en Historia. Email: [email protected]

UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, HISTORIA CARIBE, BARRANQUILLA (COL.) NO. 11, P.P. 43 - 72, 2006 -43 - UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, HISTORIA CARIBE, BARRANQUILLA (COL.) NO. 11, 2006

KEY WORDS.

Discourse, discipline, symbols, practices, mechanis, mediation, institution, school books, pedagogy.

I. Introducción interacción entre el medio social y los sujetos. La mediación desde la pers- El reconocimiento de la historicidad de pectiva cultural contiene un efecto los textos y manuales escolares ha per- recursivo y multidireccional ya que mitido a los historiadores ampliar los toda acción mediada pertenece a una horizontes interpretativos de sus inves- cultura que modifica al mismo sujeto tigaciones históricas y culturales sobre y al medio. En este sentido, se gene- diversas realidades sociales. ran cambios evolutivos a partir de lo acumulado por generaciones anterio- El ejercicio de pensar el pasado res desde lo más antiguo, para así or- críticamente encuentra un excelente ganizarse o condicionarse en sistemas soporte de análisis en estas herramien- muy complejos. Las mediaciones de tas pedagógicas que han servido de orden cultural son herramientas que punto de apoyo a lo largo del siglo XIX permiten la interacción de las accio- y XX, para desplegar en la mayoría de nes ya que justifican, en su forma y los casos, un volumen de información contenido, nuestras representaciones sobre el curso formativo de los esta- mentales al mediar nuestro modo de dos modernos en América Latina, a tra- interpolar y construir los significados vés de sus instituciones y departamen- y dar cierto sentido a la realidad histó- tos escolares. En este sentido, los tex- rica y cultural. tos y manuales para la enseñanza de la Historia, constituyen una realidad ma- Por otra parte, la realidad está media- terial y simbólica al ser depositarios da por múltiples experiencias que in- de unos contenidos y objetivos educa- cluyen una diversidad de grupos socia- tivos concretos en sus procesos de les, subculturas, y otras experiencias mediación. de género, etnias entre otras posibili- dades sociales y comunicativas que Por mediación, entiéndase para el pre- ameritan una apropiación cultural de sente análisis, procesos culturales don- tipo horizontal y no vertical2 .En este de intervienen un conjunto de bienes sentido, nos es útil esta categoría, pues materiales y simbólicos, direccionados plantea una necesaria y rica interacción fundamentalmente por el lenguaje, y entre los actores cotidianos de la vida complementados con otras formas de social, política y cultural del puerto la comunicación que van regulando la Rico a principios del siglo XX.

2 Beatriz Fainholc. “La tecnología educativa apropiada: Una revisita a su campo a comienzos de siglo”, en Revista Rueda de la Universidad Nacional de Luján, núm. 4, 2001. pp.4-5.

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En esta perspectiva del análisis, Puer- nes, que fueron creando unas formas to Rico y el resto de los países antilla- de poder hegemónico. En este sentido nos no son la excepción, puesto que lo “nacional” será modelado por una en ellos, de igual forma se dispuso de dinámica pensada desde la configura- un conjunto de textos y manuales para ción de esos Estados-naciones, que la enseñanza de la Historia que fueron obliga sutilmente a los sujetos socia- implementados por las políticas edu- les, con ritmos de vidas y concepcio- cativas en su momento (mitad del si- nes de la realidad diferente a la unifi- glo XIX y todo el siglo XX), con unos cación de un solo discurso y lengua fines pedagógicos concretos. común para todo el cuerpo social.

La presente investigación analiza el Surge así, de esta forma, una voca- discurso de lo “nacional” subyacente ción autoritaria que se difunde a tra- en los textos y manuales escolares para vés del ejercicio de la política y otras la enseñanza de la Historia de Puerto formas institucionales representadas Rico, entre el período comprendido de por la iglesia, la familia y la escuela, 1898 a 1930. garantizando así la propagación de una visión unitaria. La enseñanza de la Los debates teóricos en torno a cómo Historia sirve como medio de transmi- y de qué forma se ha construido lo “na- sión de esta identidad, construida des- cional” en América Latina y el Caribe de el surgimiento de unas elites privi- Insular, vienen motivando la reformu- legiadas social y políticamente. Esta lación de posturas historiográficas ce- identidad nacional producto de una rradas con relación al desarrollo his- posición conservadurista logra irradiar tórico de las sociedades en sus distin- todos los puntos y espacios sociales, tas fases. atravesando los comportamientos apa- rentemente más insignificantes de la En estas sociedades se ha proyectado vida cotidiana. el discurso de lo “nacional” sobre la base de mitos y símbolos que han re- Para Puerto Rico concretamente la forzado un imaginario sobre la cultu- construcción de lo “nacional” a fina- ra. Esto explica la multiplicación del les del siglo XIX, estaba regida por una discurso de la élite criolla a principios orientación hispanófila, que encontra- de los XIX y XX, en la construcción ba en la enseñanza de la Historia una de una Historia oficial. Es precisamen- “punta de lanza”, para desde allí afian- te en la enseñanza de esta Historia don- zar conceptos claves como el de fide- de los mitos circulan y se mantienen. lidad y amor a la patria española. Así los cursos sobre enseñanza de Histo- La construcción de lo “nacional” pro- ria de Puerto Rico, se van a impartir cede de una dinámica histórica entrando el siglo XX. Muy a pesar de implementada y materializada a partir encontrarse pensamientos liberales del surgimiento de los Estados-nacio- contradictorios frente a las políticas

-45 - UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, HISTORIA CARIBE, BARRANQUILLA (COL.) NO. 11, 2006 reduccionistas de España hacia sus Estos mitos vienen siendo problemati- colonias. Casos como el de José Julián zados por nuevas perspectivas históri- Acosta, Alejandro Tapia y Rivera, cas en América Latina. Alfonso Mú- Salvador Brau, entre otros, de alguna nera,4 intenta replantear la visión tra- forma y con especial atención el de dicional sobre la nacionalidad colom- Brau, construyeron un discurso desde biana planteada por la historiografía el ensayo histórico y literario que a oficial. Para la Colombia de comien- pesar de oponerse a las medidas auto- zos del siglo XIX no hubo, como se ha ritarias frente a la autonomía negada, querido sostener, un consenso alrede- y siendo un liberal declarado, su pos- dor de un proyecto de república y cons- tura sobre la cultura y lo “propio”, de- trucción de lo “nacional”, sino diver- bía recaer sobre la tendencia civiliza- sas propuestas por regiones con inte- da de lo europeo como conductor de reses disímiles y construcciones diver- los demás elementos en juego. Así que sas sobre lo que cada grupo considera- es una posición conservadurista ba prioritario y legítimo para el mo- direccionada por un liberal defensor de mento. Señala por otra parte, el papel unos privilegios de élite sobre otros protagónico jugado por los subalternos grupos sociales. Esta visión permeará en la independencia, en contraposición los textos para orientar la enseñanza a la visión mostrada por la historiogra- de la Historia. fía oficial en Colombia.

El imaginario social asume una red Investigaciones recientes para el caso simbólica dada en una representación de Argentina5 y América Latina, han que se denomina identidad nacional. examinado los discursos unilaterales Espacios sociales importantes son uti- sobre el desarrollo y origen de lo “na- lizados significativamente para el cional”. Algunos autores consideran afianzamiento de las Historias patrias. que uno de los obstáculos que desde la Las universidades, escuelas, servicio independencia encontraron los países militar, iglesia, entre otras, sirven de Latinoamericanos para configurar sus plataforma para proyectar este discur- Estados-nacionales, fue el haber cons- so, combinado con unos dispositivos truido los Estados antes que las identi- pedagógicos, jurídicos, literarios, pu- dades nacionales. blicitarios, que configuran una noción moderna de lo “nacional” en la menta- Las elites Latinoamericanas durante lidad de un colectivo social.3 los siglos XIX y XX elaboraron unos discursos sobre lo “nacional” influen- ciados por los referentes teóricos que

3 Patricio Daza, “La producción de la identidad Nacional chilena, debates y perspectivas de investigación”, Revista Historia Crítica de la Universidad de los Andes, Bogotá: Colombia, núm. 8, 1998, P.5 4 Alfonso Múnera Cavadia, El fracaso de la nación. Bogotá, Colombia: El Ancora Editores, 1999. 5 Mónica Quijada, Carmen Bernand y Arnd Scheneider, Homogeneidad y nación. Un estudio de caso. Argen- tina, siglo XIX y XX. Madrid, España: Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Instituto de Historia, 2000, pp. 8-9.

-46 - UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, HISTORIA CARIBE, BARRANQUILLA (COL.) NO. 11, 2006 prevalecían en ese momento (Estados puesto que estos héroes son los Unidos y Europa). Los aires de reno- que encarnan la fuerza simbóli- vación y cambios políticos e ideológi- ca de ese imaginario nacional. cos en toda Latinoamérica y el Caribe Las elites latinoamericanas vie- antillano encontraron en las dinámicas ron en la figura del héroe los educativas su mejor forma de repro- símbolos patrios y desde allí le- ducción y asimilación. Particularmen- vantaron una red constructora de te, un esencial punto de apoyo básico valores cívicos donde afianzar en la enseñanza de la Historia, para una pedagogía que se encargara proponer y legitimar un nuevo orden de alimentar el cultivo social de político y social que garantizara una estas visiones afianzadoras del unidad para los nuevos Estados-Nacio- carácter de lo nacional.”6 nes que empezaban a proyectarse en el continente. El sentimiento cultural de lo “nacio- nal” para la elite puertorriqueña de fi- También se desplegó y articulo un nue- nales del XIX y primeras décadas del vo discurso trasmitido ejemplarmente XX se encontraba dentro de un orden a través de la enseñanza de la Histo- cultural y político basado en un imagi- ria. De esta manera, la Historia y su nario criollo (hacendados, intelectua- enseñanza cumplen un papel funcio- les, académicos, políticos, entre otros). nal, al transformarse en herramienta Veían el destino de la puertorriqueñi- institucional forjadora de unos símbo- dad girando en torno a unas raíces es- los constituyentes de “verdad” y sopor- pañolas destinadas a conducir, por su te identitario de los nacionalismos en grado de “civilidad”, los destinos de cada uno de los países Latinoamerica- la nación. En esa concepción había una nos, identificados como lo anota visión que reconocía la existencia de Mónica Quijada: grupos subalternos (negros, mestizos, mulatos, entre otros), pero incapaces “Formas donde se comparten por su condición de clase para dirigir patrones comunes de similitudes los destinos de un proyecto nacional. cívicas, que ayudan a establecer las redes de la”comunidad ima- La originalidad más fuerte de nuestra ginada” configurándose en todo área, la “nación” que justifica la inde- el siglo XIX la figura del pró- pendencia, no está basada en una “na- cer. El proceso de culto al héroe cionalidad”, entendida esta como una representa un peso de mucho comunidad dotada de un particularis- significado para la elaboración mo lingüístico y cultural, religioso o del discurso sobre lo nacional, “étnico”. América Latina es un mosai-

6 Mónica Quijada, “¿Qué Nación? Dinámicas y dicotomías de la nación en el imaginario Hispanoamericano del siglo XIX. Imaginar la nación”, en Cuadernos de la Asociación de Historiadores Latinoamericanistas Europeos. AHILA, Oporto Portugal, 1994, pp.12-14.

-47 - UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, HISTORIA CARIBE, BARRANQUILLA (COL.) NO. 11, 2006 co de grupos de este tipo, pero ningu- sus textos, reconoce la diversi- na “nación” Latinoamericana corres- dad, necesita presentarla como ponde, ni pretendió nunca correspon- parte del rico legado que susten- der, a ninguno de esos grupos. Al con- ta Puerto Rico, pero rápidamen- trario, los forjadores de los nuevos es- te esa heterogeneidad social y tados, esencialmente las élites criollas, cultural, se torna en la justifica- se nutren de su experiencia europea, ción esencial para promover una educación muy parecida a la de las políticas y prácticas de organi- élites foráneas, con trazos muy simila- zación que regulen y armonicen res en comportamientos religiosos, las diferencias. Tarea que de culturales, políticos y administrativos acuerdo a su versión debe ser articulados por una lengua. Esto per- emprendida por el grupo social mitió cierta capacidad de movilización al que pertenece y por los sec- popular que terminó en la configura- tores a los que representa. En la ción de proyectos nacionales dirigidos política, los hombres de letras y por las élites7 . en lo económico, los hacenda- dos y comerciantes criollos los Los factores de hibridez8 caribeña no considera portadores de la cul- contaban; lo ibérico era preponderan- tura hispana, es decir, un sector te como factor definidor de lo “nacio- “civilizado” que debe tomar nal”. Esta dinámica era, durante la se- conciencia de su superioridad gunda mitad del siglo XIX, marginal intelectual y así poder dirigir desde las élites hacia los sectores sub- una renovación pacifica del Es- alternos. La visión de segregación de tado a través de la autonomía, y las élites puertorriqueñas y en particu- del “progreso cultural” tenien- lar de Salvador Brau, es presentada por do como bases la innovación María Teresa Cortés Zavala: tecnológica y educativa, razones de la fundamentación “civili- “Por un lado Salvador Brau, en zatoria” de Puerto Rico”9 .

7 Francoise Xavier Guerra. “Epifanías de la Nación, Imaginar la nación”. en Cuadernos de la Asociación de Historiadores Latinoamericanistas Europeos, AHILA, Portugal, 1994. p. 3. 8 Es oportuno traer la apreciación de Carlos Pabón, cuando al respecto sostiene: “La cultura contemporánea es una cultura híbrida, globalizada, en la cual lo tradicional y lo moderno no sólo coexisten, sino que se cruzan y entremezclan. Es por esto que aquí, lo mismo que en el resto de América Latina, como señala Néstor García Canclini, “no funciona la oposición abrupta entre lo tradicional y lo moderno, así como tampoco lo culto, lo popular y lo masivo están donde nos habituamos encontrarlos”. Es necesario, por tanto, desmontar la visión que compartimenta la cultura en pisos separados, y plantearnos la posibilidad de leer estos circuitos híbridos desde categorías nómadas que “rediseñen los planos y comuniquen horizontalmente los niveles”.Esta hibridez- heterogénea y plural, no es expresión de un proceso de “transculturación” o “desnaturalización” impuesto por “el imperialismo cultural”, sino de la forma en que se entretejen tradición y modernidad en Puerto Rico como consecuencia de un proceso socioeconómico de modernización que opero sin excluir o desplazar lo tradicional y lo autóctono. Carlos Pabón, Nación Postmorten. Ensayos sobre los tiempos de insoportable ambigüedad. San Juan, Puerto Rico: Ediciones Callejón, 2002, pp. 30-31.

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ricanización como: el proceso Probablemente sea Salvador Brau el por el cual los pueblos de cultu- historiador puertorriqueño del siglo ra extranjera adquieren los sis- XIX, más preocupado por forjar una temas y costumbres de vida o mentalidad de lo “nacional” apoyada mecanismos y la lealtad nacio- desde el ejercicio de la política, la His- nal, o la asimilación de la cultu- toria y el ensayo cultural. Trabajos ra americana por los pueblos de como: La danza puertorriqueña, La nacimiento o herencia extranje- campesina, Lo que dice la Historia, La ros”11 . clase jornalera en Puerto Rico, entre otros, dan muestras de la preocupación Tendremos como referentes fundamen- y capacidad para pensar la sociedad del tales la práctica pedagógica expuesta momento con diversos elementos de en textos y manuales, decretos, corres- interpretación: lo económico, político, pondencia, currículos, prensa, infor- social, cultural, y educativo. Sería sig- mes pedagógicos y otras evidencias nificativo investigar sistemáticamente históricas que nos sirvan de base para los conceptos de Raza, Cultura y Na- intentar develar el discurso y la prácti- ción, en la obra de Salvador Brau. ca del momento con relación a la en- señanza de la Historia. Para ver como Desde esta perspectiva la relación en- desde estos dispositivos pedagógicos, tre enseñanza de la Historia y construc- sus autores propusieron una mentali- ción de nacionalidad a partir de textos dad, unas prácticas y discursos sobre y manuales escolares se convierte en lo que consideraron legítimo como pro- uno de los ejes básicos del presente yecto de búsqueda en cada uno de sus trabajo. 10 La unidad de análisis es momentos. Puerto Rico en el contexto temporal comprendido entre 1898 y 1930. Co- II. Los textos escolares de historia y yuntura caracterizada por la interven- las nuevas Repúblicas. ción norteamericana en el territorio puertorriqueño, periodo analizado por La practica de incorporar textos, cate- Aída Negrón de Montilla: cismos y manuales escolares en el con- texto de las nuevas Repúblicas de “El proceso de americanización América Latina, desplegadas por sus de Puerto Rico se inicio con la instituciones escolares a mitad del si- invasión americana y la ocupa- glo XIX, será una caracterización que ción de la Isla definida la ame-

9 Maria Teresa Cortes Zavala, “La memoria nacional puertorriqueña en Salvador Brau”, Revista de Indias, Madrid, España: 1997, Vol. LVII. núm. 211, p. 769. 10 El libro de Josefina Zoraida Vásquez, Nacionalismo y Educación en México, El Colegio de México, 1973, es un referente metodológico e histórico que estaremos utilizando como guía interpretativa para nuestra investiga- ción. 11 Aída Negrón de Montilla, La americanización y el sistema de Instrucción pública, 1900-1930. Río de Piedras, Puerto Rico: Editorial de la Universidad de Puerto Rico, 1976, p. núm.7.

-49 - UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, HISTORIA CARIBE, BARRANQUILLA (COL.) NO. 11, 2006 marcará la proyección política y social La enseñanza de la Historia patria de de las elites en casi todas las socieda- las jóvenes Repúblicas de Venezuela des Latinoamericanas, deseosas de le- y Colombia, presenta procesos que re- vantar su ideario ilustrado y nacional. gistran una marcada adopción por una La reacción de las nuevas Repúblicas variedad de metodologías y didácticas ante los rezagos del pasado colonial, catequísticas como sistema de mode- incidieron en parte en la proposición los de presentación de textos. De igual de nuevos estilos de vida para sus ciu- forma, encontramos un conjunto de dadanos, preparándolos para el tipo de textos escolares para la enseñanza de Historia que necesitará la patria y su la Historia en estas Repúblicas, utili- defensa. zados consuetudinariamente desde las tres últimas décadas del siglo XIX: La enseñanza de la Historia debía re- accionar ante el dogma religioso de la Son seis los principales manua- colonia, aunque para ello se estuviera les de historia de Venezuela que estructurando otro modelo pero ahora se utilizaron durante el siglo desde el dogma de la razón, que deve- XIX: El compendio de la His- nía de la Ilustración. toria Antigua y Moderna de Ve- nezuela, de Alejandro Peoli, Para casos como la Venezuela del si- (1853). Lecciones primarias de glo XIX, que intentaba desplazar esos historia de Venezuela, de Juan mitos del pasado colonial reforzándo- Esté (1858). Catecismo de la los desde la perspectiva ilustrada, esta Historia de Venezuela desde el cita deja ver en parte el transito de un Descubrimiento de sus territo- mito otro: rios en 1498 hasta la Emanci- pación política de la Monarquía “Las luces de la Ilustración ha- Española en 1811, de Manuel bían buscado transformar las Maria Urbaneja (1865). Manual fuentes de la enseñanza; le ce- de Historia de Venezuela para día ahora el paso al dogma de la el uso de las escuelas y colegios, razón divinizada que procedía de Felipe Tejera, (1883). Histo- del mismo espíritu de sacraliza- ria de Venezuela para niños, de ción. Catecismo y culto pasan Socorro González Guinan, entonces a ser los atuendos con (1883). Catecismo de Historia los que se reviste la incipiente de Venezuela, de Antonia Este- conciencia histórica del nuevo ller, (1885)13 . hombre americano”12 . Un dato que resulta curioso para el

12 Nikita Harwich Valenilla, “Imaginario colectivo e identidad nacional: Tres etapas en la enseñanza de la Historia de Venezuela, en, Revista de Historia de América, núm. 109, México, 199, p. 115.

-50 - UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, HISTORIA CARIBE, BARRANQUILLA (COL.) NO. 11, 2006 caso de Venezuela con relación a la pectos, y de las diversas ramas de las enseñanza de la Historia patria en el ciencias históricas. Además buscaba siglo XIX, es que esta asignatura se promover el estudio de la historia pa- enseñaba con mayor esmero y sobre tria convocando Congresos Naciona- todo en las escuelas para niñas. Su en- les de Historia, entre otras funciones17 . señanza en los colegios de niñas, fue La idea que sostenían los intelectuales un binomio privilegiado y aparente- colombianos a finales del siglo XIX y mente aceptado como algo normal14 . comienzos del XX, frente al papel de la historia, era en defensa de un con- La conformación de este estrecho vín- cepto de nación trazado desde los pri- culo, afirma Nikita Harwich V, era de vilegios de unas élites: tal forma que dos de los manuales más utilizados para la enseñanza de la His- “La historia, es el troquel pro- toria de Venezuela, fueron elaborados digioso en que se funda el alma por dos mujeres: Antonia Estelles y de las nacionalidades. Es la in- Socorro González15 . Situación diferen- diferencia por nuestra historia el te para el caso de Puerto Rico en el síntoma más significativo del siglo XIX, donde las niñas y mujeres debilitamiento del alma nacio- fueron prácticamente invisibilizadas al nal. La historia constituye el fac- punto de negarlas en muchos espacios tor más esencial de esa ‘undidad de la esfera pública16 . de conciencia’ que es conside- rada como el factor mismo de la Colombia empezaría a afianzar el tra- nacionalidad”18 . bajo con la Historia patria desde 1903 con la creación de la Academia Colom- Para el México del siglo XIX, los li- biana de Historia y cuyo objetivo era berales fueron quienes, de alguna for- adelantar el estudio cuidadoso de la ma, promovieron el impulso y la im- Historia Colombiana, en todos sus as- portancia a la educación femenina,

13 Ibíd., pp. 114-115. 14 Ibíd., p.114. 15 Ibíd., p.115. 16 Melaine Pérez Ortiz, establece los grados de negación y marginalidad de la mujer en los espacios abiertos de la sociedad puertorriqueña y expresa unos detalles que merecen considerarse por lo oportuno para este caso, dicha autora se apoya en la voz poética de Alejandrina Benítez poetiza del siglo XIX, observemos: “De acuerdo con esto, cuando la mujer hace uso público de su palabra debe remedar las formas autorizadas de producir discurso que han sido formadas por los únicos seres autorizados a emitir la palabra en este espacio, los hombres. Así se puede explicar el uso que hace Alejandrina Benítez de los cánones literarios del romanticismo para poder hablar, tratando de evitar que la circulación de su discurso se evaluara como las divagaciones de una loca o mitos populares”. Melaine Pérez Ortiz, “Historias privadas, litigios públicos: El aguinaldo puertorriqueño de 1843”, en, Revista de Estudios Hispánicos, Facultad de Humanidades, Universidad de Puerto Rico, Río Pie- dras: año XXIX, núm. 1 y 2, 2002, p.12. 17 Antonio Cacua Prada, “El bicentenario de la Independencia Nacional y la Enseñanza de la Historia pa- tria”, en, Boletín de Historia y Antigüedades, Bogotá, Colombia: Vol. XCII, núm. 830, 2005, p.659. 18 Ibíd., p.662.

-51 - UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, HISTORIA CARIBE, BARRANQUILLA (COL.) NO. 11, 2006 aunque en consideración de algunos de consejas… la Instrucción públi- sus intelectuales el peso de la forma- ca científica, positiva, no será ción debía recaer sobre lo masculino, general y perfecta sino cuando limitando el acceso a ciertas asignatu- comience en la familia, la natu- ras para su educación. Excluían por raleza no ha querido que las ejemplo la instrucción cívica, neutra- mujeres sean madres, sino para lizándolas de la formación política y que sean preceptoras…”20 . ciudadana19 . El 15 de mayo de 1869 aparecía la reforma a la ley orgánica de Instrucción pública para México, Si bien las jóvenes Repúblicas de Ve- que demostraba en qué medida la edu- nezuela, México y Colombia entre cación pública seguía siendo la preocu- otras, contaron con una variedad de pación esencial de la República restau- textos y manuales escolares desde la rada y el papel que se le asignaba a la mitad del siglo XIX, los cuales se cons- mujer en este proceso. Díaz tituyeron en punto de afianzamiento de Covarrubias e Ignacio Ramírez, libe- los discursos de las élites por lo nacio- rales del momento, citan textualmente nal en cada uno de ellos, en Puerto Rico la atención que debía prestársele a la a lo largo del siglo XIX, el discurso mujer. Según estos liberales la mujer recaía sobre la profundización de la tenía una personalidad religiosa y ci- información en los textos, manuales y vil y solo le faltaba la política: catecismos patrios que sustentaron la relación de subordinación21 de las “La Instrucción de la mujer tie- Antillas con respecto a España. Los ne una misión de primera impor- textos para le enseñanza de la Historia tancia en las relaciones socia- eran fundamentalmente sobre Historia les… cuanta diferencia resulta- de España e Historia Universal y ma- ra entre la niñez pasada entre nuales de urbanidad, resguardadores de mujeres instruidas y nuestra ac- la civilidad dentro de los principios que tual infancia, que sigue trazaba la Instrucción pública de los amamantándose con miserables Capitanes Generales en Puerto Rico.

19 Josefina Zoraida Vásquez de Knauth, “La República restaurada y la Educación, un intento de victoria definitiva”, en, La Educación en la Historia de México, Lecturas de Historia mexicana. Alicia Fernández Chávez y Manuel Miño Grijalva (coord.), México, D.F. El colegio de México, 1ra Edición, 1992, p.100. 20 Ibíd., p. 103. 21 Hay una vigilancia constante de las autoridades españolas sobre la producción de los textos escolares hechos por los letrados en Puerto Rico, que mantiene a estos intelectuales subordinados a las directrices escolares señaladas por los Capitanes Generales, lo que de alguna forma constriñe el pensamiento de los liberales, adop- tando posiciones poco libres sobre la enseñanza de la Geografía y la Historia. Marta Vásquez S, lo recoge así: “En momentos en que el texto constituía una fuente de información de alta credibilidad nos interesa enfocar las implicaciones que los paradigmas del sector letrado transmiten en sus textos, considero además que las posturas expuestas en los libros deben ser modificadas para que fueran aprobadas por la fiscalización de la metrópoli. Esta disyuntiva nos revela en parte, por qué el discurso social de estos letrados resulta ser conservador”. Marta Vásquez Santos, La enseñanza de la Geografía política de Puerto Rico, durante el siglo XIX. 1852-1898. Tesis de Maestría de Historia, Universidad de Puerto Rico, Recinto Río Piedras, 2001, pp. 3-4.

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Se suman los textos para la enseñaza de la Geografía política, que eran su- Puerto Rico no contaba con una va- mamente claves para los intereses co- riedad de textos y manuales sobre la loniales de España sobre Puerto Rico. enseñanza de la Historia patria, como Los textos de geografía de Puerto Rico los casos arriba señalados; sin embar- ofrecen nos dice Marta Vásquez San- go, poseía algunos que aludían a as- tos: pectos variados de la vida de la isla. Con el cambio de soberanía en 1898, “una información general sobre los dispositivos escolares continuaron cosmografía, geografía física y su curso, solo que ahora los énfasis geografía política. En cuanto a desplazan desde la enseñanza de la estas dos últimas podemos en- Historia de España a la de Estados contrar información tanto de Unidos e Inglaterra. Everlidis Vargas España como de Puerto Rico”22 . sostiene que:

La geografía tenía como objetivo de- “La escuela aparece como ins- terminar cómo las organizaciones po- trumento eficaz para una rápida líticas se ajustaban a las condiciones incorporación del pueblo al es- físicas de sus territorios. Se observaba tilo de vida estadounidense. Los la distribución de la sociedad en Esta- centros educativos que nacen a dos y también sus atributos culturales principios del siglo, incluyendo como la lengua, la religión, composi- la Universidad del Estado, serán ción étnica, tradiciones populares y su los agentes catalíticos que ace- trayectoria histórica23 . Esta asignatu- leraran el proceso de asimila- ra fue clave dentro del modelo ción a las nuevas tradiciones, a curricular a finales del siglo XIX y su la nueva cultura, a la nueva len- estudio abarcaba temas complementa- gua inglesa, a los nuevos sím- rios como la política, religión, e histo- bolos nacionales, y por lo tanto, ria, de allí su importancia para edifi- no ser la Historia de Puerto Rico car el imaginario letrado de las elites un punto central de esta política puertorriqueñas24 . El grado de impor- sino la enseñanza de la Historia tancia de la geografía en el siglo XIX, de Estados Unidos y de Inglate- mereció un sitial privilegiado en los rra”26 . procesos de instrucción, hasta el pun- to que se utilizaron 26 textos de geo- La historia de Puerto Rico desde 1898 grafía entre 1852 a 1898, lo cual con- hasta 1922 estuvo insertada en la His- firma ese sitial25 . toria de Estados Unidos. El aprendi- zaje de la Historia estadounidense se 22 Ibíd., p. 3-4. 23 Ibíd., p. 6. 24 Ibíd., p. 26. 25 Ibíd., p. 26 26 Everlidis Vargas, “La enseñanza de Historia de Puerto Rico en la Universidad del Estado, Recinto Río Piedras, 1930- 1996”, en, Historia y Educación. A cercamiento a la historia social de la educación en Puerto

-53 - UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, HISTORIA CARIBE, BARRANQUILLA (COL.) NO. 11, 2006 consideró de vital importancia en la presenta un cuadro de recomendacio- formación de un nuevo magisterio, a nes para los lectores, maestros, y estu- tono con las ideas que impulso el mun- diantes como el público al cual va di- do oficial. Se utilizó el libro de rigida la obra. El texto busca superar McMaster inclinado por la fe en el pro- los vacíos y las debilidades de ante- greso democrático estadounidense, riores textos: dándole relevancia al Destino Mani- fiesto, la Doctrina Monroe, cuyo ob- “Existe un libro que trata el si- jetivo consistía en exaltar los símbo- glo XVII desde 1712 hasta la in- los de una nación que se arroga la su- vasión británica 1797 en menos perioridad27 . de una pagina”.29

Se va perfilando de esta forma una Miller propone llenar no solo este va- conciencia histórica que trate de en- cío sino abordar otros aspectos estu- cuadrar a los puertorriqueños en los diados en los anteriores textos escola- sentimientos de patriotismo y orgullo res, para esto anteponen siempre una por el sistema democrático estadouni- visión y un perfil de la Historia que dense. La poca enseñanza sobre Puer- desde su perspectiva es la más cohe- to Rico giraba en torno a acontecimien- rente y justa30 . Un hecho importante tos militares y sus consecuencias polí- que destaca su autor es la superación ticas28 . de la Historia cronológica y pasa a plantearse la Historia como proceso: III. Método y Discurso en Salvador Brau y Paul Miller. “Para conservar la unidad del pensamiento, he rechazado el El texto de Historia de Puerto Rico de orden cronológico, empezando Paul Miller, ejemplar que sustituye al con el siglo XVIII, y he agrupa- de Salvador Brau en 1922, y con el cual do los varios acontecimientos, se enseñaba historia de Puerto Rico a alrededor de los hechos princi- los niños(a) y jóvenes en las escuelas pales de modo que constituyan de primaria, se destaca por sus procesos históricos y no hechos novedosas estrategias pedagógicas separados”31 . para la enseñanza de la Historia. Miller

Rico. Rubén Maldonado Jiménez (compilador), San Juan, Puerto Rico: Editorial de la Universidad de Puerto Rico, 1ra Ed. 2001, p. 32. 27 Ibíd., p.35. 28 Ibíd., p.35. 29 Paul Miller, Historia de Puerto Rico, p. XI 30 “España mando un ejercito grande para subyugar a los cubanos, apelándose a medios crueles para lograr este fin. Miles de cubanos sospechosos fueron reconcentrados en los pueblos; y vigilados muy rigurosamente, mu- rieron a granel de hambre y enfermedades. A causa de la proximidad de Cuba a los Estados Unidos, los sufri- mientos de los cubanos y las practicas inhumanas impuestas para conseguir la proliferación de dicha isla excitaron la compasión e indignación del pueblo americano” Ibíd., p. 378

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Si bien la intención del texto es supe- bargo, la estructuración del texto en rar la cronología sobreponiendo la ex- cuanto al énfasis que dicho autor otor- plicación de hechos y acontecimientos, ga al estudio del siglo XIX, resulta ser muchas veces la reflexión de los fenó- exagerado en la desproporción del ba- menos históricos de Miller, no se des- lance con relación al resto de los pe- pegan de su carga ideológica tomando riodos históricos presentados. La con- partido hacia lo norteamericano como quista, y la colonia son despachadas paradigma de civilización para las otras rápidamente para darle prioridad casi culturas restantes. No cabe duda que obsesiva al siglo XIX y al fenómeno el texto de Miller es significativo como del cambio de soberanía. Siempre com- manual para la enseñanza de la Histo- parando los defectos de España en ria y supera metodológicamente al de cuanto a la dirección de su colonia en Brau. Las recomendaciones que sugie- todos sus aspectos, contraponiendo re son relevantes como los apartes de- para esto la “buena”, prospera y equi- dicados a Nombres de personajes, el librada civilización norteamericana32 . uso de las citas en el texto, indicacio- Esto se explica por la tendencia en nes para el estudio bajo la dirección Miller a querer justificar a su modo una del maestro, y lo pertinente a graba- cultura (“débil”) sobre “Otra” (“fuer- dos y láminas lo cual es sumamente te”). Una historia de “malos” y “bue- atractivo convirtiéndose en otra posi- nos” es lo que subyace en el discurso bilidad que sugiere leer desde lo visual de Miller a través de sus 605 páginas, algunos entornos históricos. sin subvalorar el merito del texto como recurso pedagógico de excelentes ca- La propuesta metodologica del texto racterísticas expositivas y de un favo- de Miller adopta una didáctica reno- rable conjunto de herramientas com- vadora para la enseñanza de la Histo- plementarias para el estudio de la his- ria, útil para el estudiante como para toria. El texto cuenta, además, con un el maestro. Esta iniciativa no se obser- soporte de fuentes primarias y unos va en otros textos anteriores (texto de anexos que orientan la búsqueda de la Salvador Brau) por ejemplo. Sin em- información hacia nuevas investigacio-

31 Ibíd. Proemio, p. XI. 32 Es oportuno traer al respecto el análisis presentado por Pedro San Miguel, en relación a la construcción de los relatos desde la óptica del poder en el Caribe insular, que viene siendo una constante desde la conquista españo- la hasta nuestros días: “Alimentada desde los ministerios y los gabinetes de los Estados, tal concepción inició la historiográfica caribeña durante los primeros siglos de la época colonial. Sus iniciadores fuero, los españoles que escribieron sobre la conquista del Caribe – Pedro Mártir de Anglería, Oviedo, Las Casas, entre otros-. En tales relatos, los héroes son los Estados o sus delegados. Sus “hazañas” son: la conquista, la fundación de los centros del poder metropolitano, la creación de las instituciones del gobierno colonial, la extensión del cristia- nismo a tierras americanas, la creación de las estructuras económicas coloniales y finalmente, la defensa de los territorios conquistados ante las amenazas de todo tipo- ataques de los caribes, sublevaciones indígenas, rebe- liones de esclavos africanos, agresiones de las potencias enemigas-. Su gran proeza, en fin, fue la conquista del trópico; en consecuencia, sus gestores son presentados como agentes civilizadores”.Pedro San Miguel, “La invención del Caribe”, en, Los desvaríos de TI Noel: Ensayos sobre la producción del saber en el Caribe. San Juan, Puerto Rico: Ediciones Vértigo, 2004. p. 34.

-55 - UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, HISTORIA CARIBE, BARRANQUILLA (COL.) NO. 11, 2006 nes en diversos campos historiográfi- de culturas y su significación simbóli- cos. ca, social y política para Puerto Rico. Consideraba Puerto Rico como un A pesar de mostrarse Miller dentro de apéndice lineal de España y de igual una concepción historiográfica preten- forma infería esa actitud y comporta- didamente integradora y dinámica con miento para sus habitantes con la nue- capacidad de poder entender los pro- va presencia estadounidense. cesos históricos, sociales, culturales en perspectiva de una historia proceso, Es decir, los fundamentos antropoló- como lo deja ver en el siguiente párra- gicos e históricos fundado en lo caribe fo: no eran reconocidos por el consultor norteamericano. Puerto Rico era una “A fin de poder comprender de- construcción mental que debía inser- bidamente la historia de un país tarse en los nuevos rumbos del impe- no basta el estudio de guerras, rio, por lo tanto el discurso de lo na- fechas, bandos, nombres de sus cional en su texto de Historia de Puer- gobernantes y movimientos po- to Rico, circulaba más en el orden de líticos. Como no puede haber una construcción que desplazaba lo país ni patria sin pueblo, es de Caribe y propio de la isla por una mi- suma importancia saber como se rada que obligaba a interiorizar sico- desarrolla la vida del pueblo, de lógicamente y desde la enseñaza de la los comerciantes, agricultores e historia los símbolos de la nación des- industriales, sin omitir las ma- tinada para este propósito: Estados sas trabajadoras”33 . Unidos de América.

Miller trazaba un discurso que negaba Para Millar, el pasado indígena y la a España y a Puerto Rico en diferentes problemática que representaba la pre- direcciones. Desconocía el papel his- sencia del negro dentro de los proce- tórico surgido a partir del choque de sos de configuración de una comuni- culturas (España y las etnias aboríge- dad absolutamente mezclada y en nada nes del Caribe antillano, más el ele- homogénea, eran asuntos poco rele- mento afro) y sus respectivas proyec- vantes o significativos desde su con- ciones sociales. Su análisis lo centra cepción histórica34 . No eran una prio- en el abandono de la Metrópoli sobre ridad para adentrarse en problematiza- la isla, que era importante, pero sub- ciones, su prioridad, por el contrario, valora todo el proceso de hibridación era el énfasis que marcaba la presen- y complejidad que entrañaba el cruce cia de los Estados unidos en Puerto

33 Miller, op. cit., P.322. 34 “El indio boriqueño era de facultades mentales inferiores pero poseía una buena memoria. La ejercitaba por medio de los areytos, o sea la recitación de las hazañas de sus antepasados. Sabía la numeración hasta veinte, valiéndose de los dedos para hacer los cálculos”. Miller, op.cit., p .37.

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Rico a partir de 1898. En tal sentido rey. Se les llamo peregrinos. recurre al siglo XIX como punto de Viendo que sus hijos no conser- referencia para comparar constante- vaban la lengua y las costumbres mente y desde allí descalificar radical- inglesas, resolvieron trasladar- mente al Imperio español y sus practi- se a América. No vinieron en cas en la isla. La historia más urgente busca de oro, sino para disfru- para Miller es la que toma como punto tar de completa libertad de cul- de partida a 1898, por lo tanto es la to y de tierras donde pudieran que debe multiplicarse en las escuelas establecer sus hogares”35 . con su texto de historia de Puerto Rico. El resto de ese pasado que subyace en El oro y la plata no eran los motores la memoria de los sujetos debe des- que impulsaban a los ingleses y holan- arraigarse, extirparse y comenzar una deses en territorio americano; sus cau- nueva era con los niños y jóvenes, sas eran diferentes a la de los españo- marcada por los ritmos de la “civiliza- les: eran más “nobles y espirituales”. ción” y la democracia. El principio de En otro aparte del libro observamos el nacionalidad para Puerto Rico, subya- sesgo despectivo de Miller con rela- ce ahora en los símbolos y dispositi- ción a los grupos humanos que debían vos agenciados por Instrucción públi- ingresar a la isla según su perspectiva: ca, práctica indentitaria que en el tex- to de historia reproducía los mitos que “Uno de los factores que nece- una élite necesita para sostenerse den- sitaba Puerto Rico para su des- tro de las estrategias de un poder. envolvimiento era la inmigra- ción de familias debidamente La tendencia de Miller en su historia constituidas más bien que ele- es siempre comparativa, buscando sa- mentos aventureros”36 . car provecho de su discurso y sembrar una idea de lo “bueno” para los norte- Los desarrapados y marginados no americanos e ingleses y lo “feo y malo” contaban como ciudadanos aptos para para los españoles y caribeños. Obser- ingresar a la isla. Los desclasados so- vemos: ciales estaban por fuera de la visión de Millar; solo las élites de las nuevas “Los colonos no vinieron direc- Repúblicas y de otras partes de Amé- tamente de Inglaterra, sino de rica y Europa debían llenar los espa- Holanda a donde se habían tras- cios sociales en Puerto Rico que per- ladado para gozar de mayor li- mitieran el desarrollo para el siglo bertad religiosa, pues no profe- XVIII. saban la misma religión que el

35 Miller, op. cit., p.110. 36 Ibíd., p.200

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Sobre el militarismo ejercido por los una concepción sobre los hechos y es- Capitanes Generales en la isla Miller pacios que deseaba proponer y desde recurre a las impresiones del Fraile allí legitimar. Iñigo Abbad y la Sierra para sustentar su defensa: En Salvador Brau se observa una ten- dencia a permanecer dentro de la or- “Acostumbrados a mandar con bita del colonialismo español, pero ardor y a ser obedecidos sin re- defendiendo ciertas libertades que de- plica, se detienen poco en las bía otorgar España, producto de las formalidades establecidas para conquistas ganadas por el autonomis- la administración de justicia, tan mo y su proyecto político a finales del necesaria para conservar el de- siglo XIX. Estas libertades no impe- recho de las partes. Este siste- dían romper con la metrópoli. Existía ma hace odiosos á algunos que una tradición histórica fundada por no conocen que el interés del España que había proyectado un lega- gobierno debe ser el bien públi- do cultural en Puerto Rico que en Sal- co y que jamás hará este progre- vador Brau38 , constituían las bases de so en la industria ni en las artes una identidad y los elementos claros mientras no tenga amor y con- de lo nacional para la isla. Desde esta fianza en el que gobierna, y ha perspectiva, el planteamiento de Arca- entibiado los ánimos de estos is- dio Díaz Quiñónez sobre el trazado leños que por su carácter piden político y la configuración de un pro- un gobierno dulce y modera- yecto de nación en Brau encuentran su do”37 . explicación:

Su motivo consistía en mostrar la in- “La definición más breve y -ne- comodidad del pueblo frente al autori- cesariamente reductora- de esa tarismo ejercido por los militares es- tradición política y cultural se- pañoles y desde allí, preparar unas con- ría la afirmación de la nación sin diciones reales que pudieran explicar Estado: la defensa de un proyec- y dar razones de una intervención jus- to nacional no conlleva la crea- tificada posteriormente. Podríamos ción de un Estado independien- señalar muchos casos donde encontra- te, sino la colaboración estrecha mos este tipo de contraste entre una y la ciudadanía común –es de- situación defendida por el autor, ata- cir, la identidad- con la metró- cando y justificando desde su visión, poli imperial”.39

37 Ibíd., p. 258. 38 Pedro San Miguel sitúa una reflexión a propósito de los letrados del siglo XIX caribeño y sus poderosos lazos con la metrópoli: “Para las elites caribeñas, los referentes de la identidad provenían de los vínculos con las metrópolis. “ Ante el ‘Otro’ – generalmente africano, esclavo y negro- el hacendado, el comerciante y el buró- crata afirmaron su blancura (pretendida muchas veces) y su raigambre europea. Pero para las grandes masas del Caribe, la identidad usualmente se definía en otros sentidos”. San Miguel. op. cit., p. 47.

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Salvador Brau es la representación del gimen militar, para moderar la intelectual que asumía los procesos de brusca transición del viejo sis- modernización para la isla desde múl- tema colonial á los amplios mé- tiples variantes. No negó a España ra- todos democráticos, acostum- dicalmente trató de asimilar su legado brándose así á la masa popular como potencial de una civilización que á no confundir las practicas de debía emularse como proyecto cultu- la libertad con el desenfreno de ral e histórico, aun reconociendo en la licencia; por la impaciencia ésta sus debilidades y vacíos políticos. poco reflexiva de algunos ele- De igual forma, ve en el cambio de mentos insulares y la propensión soberanía un espacio vital para impul- refractaria al militarismo en el sar los procesos democráticos y mo- pueblo americano, lo dispusie- dernos en Puerto Rico; es decir, esas ron de otro modo”40 . ausencias de España serán cubiertas y sanadas por lo que él concebía como Los procesos disciplinarios eran dis- el nuevo proyecto civilizatorio para el positivos claves para poder establecer Puerto Rico del siglo XX. Este juego una política social arraigada en el or- de combinar una situación política con- den y la obediencia democrática. Brau veniente arrastrada desde el antiguo continuaba como en el viejo régimen: régimen, con otra igual pero desde una buscando razones para disciplinar las nueva coyuntura política, hace que su formas relajadas del pueblo (fiestas de pensamiento sea híbrido y plegado a gallos, juegos de carta, caballos, car- las circunstancias. Así lo expresa pun- navales, música popular y otras formas tualmente con respecto al gobierno de agrupación social desjerarquiza- militar impuesto por los norteamerica- das), y la formula viable desde su pers- nos en sus dos primeros años de pre- pectiva histórica consistía hacer uso de sencia, en relación con los trabajos di- las normativas primarias del militaris- reccionados desde Instrucción públi- mo estadounidense, acompañadas del ca: binomio deporte-educación (balonces- to, voleibol, béisbol, entre otros) ca- “Los efectos de esta trascenden- paces de reglamentar y llenar las au- tal reforma necesitan tiempo sencias del progreso de los habitantes para manifestarse en toda su ple- de la isla. Se infiere en su discurso, una nitud, y como el tiempo sola- tendencia a permanecer en el milita- mente puede modificar las cos- rismo por muchos años, hasta que el tumbres, acaso hubiera sido con- pueblo y no las elites se eduquen en la veniente la prolongación del ré- nueva mentalidad disciplinada, hasta

39 Arcadio Díaz Quiñónez, “Salvador Brau: La paradoja de la tradición autonomista”, en, La Torre, Revista de la Universidad de Puerto Rico, Tomo I, Año VII, núms. 27-28, 1993, p.396. 40 Salvador Brau, Historia de Puerto Rico. Editorial Coquí: San Juan de Puerto Rico, Edición Facsimilar, 1966, pp. 309-310.

-59 - UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, HISTORIA CARIBE, BARRANQUILLA (COL.) NO. 11, 2006 que sean capaces de educar esos resi- blica como una “barbarie” que duos de “barbarie” que se arrastran del debía ser domesticada…”41 . pasado como una carga vergonzosa y pesada. Es muy oportuno traer el co- Brau, desde el punto de vista mentario de Beatriz González Ste- historiográfico, buscaba superar des- phan: de su concepción, la conducta que se inscribía en creer que la enseñanza de “Pero también en otros ordenes la historia tenía como objeto consig- de la vida social al menos hasta nar fechas y reseñar un sinnúmero de muy entrado el siglo XIX, im- batallas y datos del pasado42 . Contra- peraba la fuerza y expresividad riamente, su pretensión era superar esta de las pasiones, la violencia de visión limitada, tratando de combatir las conductas en el juego, en las con su manual de historia, enfoques relaciones familiares, en las fies- reduccionistas sobre los orígenes de la tas, carnavales, teatros, trato con sociedad puertorriqueña en relación a los sirvientes, la expresión lo que el consideraba la matriz del de- desinhibida de la sexualidad, de sarrollo histórico de Puerto Rico: el la gestualidad corporal, la sen- siglo XVI, criticando en este aspecto sibilidad, el desenfreno, la gri- planteamientos sustentados por: tería, la risa. En fin, una sensi- Abbad, Oviedo, Las Casas y Tapia y bilidad poco dada a la conten- Rivera43 . ción de toda clase de pulsiones, y que la cultura de los tiempos Téngase en cuenta que su historia de modernos calificaría de “bárba- Puerto Rico apareció publicada como ra” e identificaría no solo con manual para la enseñanza de niños en un pasado arcaico y vergonzoso escuelas de primaria en el año 190444 . sino también con la incivilidad, Este manual, el primero de su tipo, sen- la infracción y la culpa. La ex- tó las bases, en alguna forma para la posición de la violencia tanto en periodización y temáticas de esfuerzos el ámbito penal y de los casti- posteriores. Brau se inclina por deta- gos como los excesos de los llar en su historia los alcances y desa- ‘instintos’ fueron comprendidos rrollos del régimen español en sus úl- por el nuevo letrado de la repú- timas fases, y alude en su capítulo fi-

41 Beatriz González Stephan, “Modernización y disciplinamiento. La formación del ciudadano del espacio publico y privado”, en, Esplendores y miserias del siglo XIX. Cultura y sociedad en América Latina. Beatriz González Stephan, Javier Lasarte, Graciela Montaldo y Maria Julia Doroqui (Comp), Caracas, Venezuela: Mon- te Ávila Editores, 1995, pp. 431-455. 42 Salvador Brau y Asencio, Puerto Rico y su historia, San Juan, Puerto Rico: Editorial IV Centenario, 1972, p. 23. 43 Blanca Sivestrini, “los libros de textos de historia de Puerto Rico y el contexto caribeño”, en, cuadernos de la facultad de Humanidades, Recinto Río Piedras, núm. 12, ano, 1984, p, 53. 44 Ibíd., p. 53.

-60 - UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, HISTORIA CARIBE, BARRANQUILLA (COL.) NO. 11, 2006 nal la presencia y la significación de propone otras instancias pedagógicas los Estados Unidos en Puerto Rico45 . que desbordan los marcos estrechos del aula: Si Paul Miller se adhería a una histo- ria que priorizaba compulsivamente los “Los maestros de San Juan y fundamentos estadounidenses en la poblaciones cercanas fácilmen- enseñanza de la historia de Puerto te pueden visitar con sus clases Rico, tratando siempre de contrastar la estatua de Ponce de León y la una metrópoli en decadencia (España) Catedral donde yacen sus restos. con otra autorizada y legitima (Esta- Debe dedicarse una excursión dos Unidos), Salvador Brau recupera- escolar a este objeto y hacer que ba a España y su legado, dentro de una los alumnos copien las inscrip- concepción hispanófila de fuerte rai- ciones que se hallan en la esta- gambre para Puerto Rico, pero nunca tua y en el sarcófago de la Cate- negando al nuevo régimen. Contraria- dral. Si no es posible llevar toda mente, Brau adoptaba en su texto es- la clase, en los pueblos limítro- colar una postura de defensa de las fes, seria conveniente enviar una políticas norteamericanas por conside- comisión de alumnos para ren- rarlas fuente de salvaguardia de dere- dir un informe de su excursión chos democráticos y modernos para la a sus compañeros”46 . isla; situación que venía siendo nega- da y pospuesta constantemente por la La enseñanza podría complementarse antigua metrópoli para su colonia, a con ejercicios que involucraban otros pesar de los reclamos de los liberales referentes y espacios sociales (calles, puertorriqueños que veían en la Ins- monumentos, parques, edificios, entre trucción y la modernización las bases otros). Había una provocación con el fundamentales para un genuino desa- estudio de la historia que buscaba in- rrollo cultural y humano. troducir a los estudiantes dentro de una enseñanza-aprendizaje mucho más ac- Desde esta perspectiva, los intereses tiva y progresista. La enseñanza de la historiográficos y metodológicos dife- historia interactuaba con el medio so- rían radicalmente en los enfoques pro- cial. puestos en ambos textos. En Miller hay una didáctica y una propuesta meto- Opuestamente, la historia de Brau, no dologica esta conectada con los trazos contaba con las herramientas metodo- de una concepción pedagógica moder- lógicas y didácticas de Miller y hacia na para la enseñanza de la historia que, más dificultoso el trabajo de la ense- además de establecer el trabajo del ñanza en las escuelas a comienzos del aprendizaje dentro del salón de clases, siglo XX. Quizás esta limitante peda-

45 Ibíd., p. 53. 46 Miller, op.cit., p.78.

-61 - UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, HISTORIA CARIBE, BARRANQUILLA (COL.) NO. 11, 2006 gógica y didáctica en la presentación rias oficiales no son considerados mo- del manual de Brau, incidió para que tores de procesos transformaciona- un poco más tarde (década del 20), la les47 ; por lo tanto, deben ceñirse a los Asociación de Maestros de Puerto dictámenes de los padres de la patria. Rico, convocara un concurso para es- La historia de Salvador Brau no era la coger una nueva historia de Puerto excepción en este sentido. Rico. Se debe decir que la estructura- ción metodologica de la historia de IV. La imagen como narrativa en los Paul Miller está ligada a las corrientes textos de Miller y Brau. modernas, de las cuales él estuvo mu- cho más cerca que Brau, por su fami- La imagen didáctica ocupa una impor- liaridad con el Departamento de Ins- tancia destacada en los textos de Brau trucción Pública, donde fuera por al- y Miller. A lo largo de sus páginas se gunos años Comisionado de este ramo. encuentran un número considerable de láminas, grabados y fotografías, que Al igual que Miller Brau, proyecta una además de cumplir una función ilus- visión sesgada del papel de lo Caribe trativa, proponen una lectura iconográ- en la configuración de nuevas practi- fica que actúa como complemento en cas culturales, sociales y políticas. Su muchos casos, de la información es- posición es un tanto despectiva subva- crita. Por esto, intentaremos acercar- lorando la capacidad intelectual de los nos a este tipo de propuesta visual en subalternos. Para este liberal, toda cada uno de los textos, tratando de ex- manifestación de progreso y desarro- traer o descifrar sus códigos visuales llo provenían de élites privilegiadas, y conceptuales. La historia de Puerto capaces de adelantar por sus niveles Rico de Brau, por ejemplo, en su in- de dirección intelectual el arquetipo troducción y dos primeros capítulos, social defendido por los criollos y le- presenta algunas imágenes alusivas a trados. Esta era la tendencia historio- la realidad indígena, tratando de com- gráfica que consideraba a un grupo plementarla imagen con información selecto de individuos (héroes) con la escrita. Es curioso que la imagen del suficiencia y el privilegio de escribir indígena que abre el libro, tenga suje- la historia y dirigir los destinos de la tada a su mano una especie de distinti- nación. Los subalternos en las histo- vo con el nombre de: Historia de Puer-

47 El reconocimiento del papel jugado y los niveles de representación de los subalternos en el Caribe antillano, ha sido estudiado y planteado originalmente por el haitiano C.L.R, James. Pedro San Miguel lo trae oportuna- mente en el presente ensayo. “La obra que inicio la inserción de las clases populares en las interpretaciones históricas se refiere no por casualidad, a Haití, primer país del Caribe en convertirse en una nación independien- te, y cuya libertad fue consecuencia de una revolución social que conmocionó a toda América. The Black Jacobins, publicada en 1938, representa un verdadero hito en la historiografía caribeña debido que rompió con los modelos narrativos prevalecientes. En primer lugar, porque en ellas las masas ocupan el papel más destaca- do, pese a la relevancia que James le brindó al liderato revolucionario, en especial a Tous-saint L’ Ouverture”. San Miguel, op. cit., p. 58.

-62 - UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, HISTORIA CARIBE, BARRANQUILLA (COL.) NO. 11, 2006 to Rico. A primera vista parece indicar Las ilustraciones referidas al descubri- que los aborígenes jugaran un papel miento, Conquista y Colonia como las decisivo en la construcción de la his- carabelas españolas, la figura del Car- toria de la isla, pero la otra informa- denal Cisneros, Fray Bartolomé de Las ción presentada en el texto, nos deja Casas, el emperador Carlos V de Ale- ver otra situación distinta: mania y Carlos I de España, el Gene- ral Castro, lo mismo que la arquitectu- “Sus instintos sanguinarios se ra de algunas construcciones (iglesias llevan hasta la antropofagia”48 . y fortificaciones), gozan de un tamaño especial en relación a las otras de me- El resto de las imágenes sobre el tema nor dimensión, lo que sugiere un lugar indígena tiene que ver con utensilios, privilegiado para estas dentro de los ídolos, máscaras, canoas, entre otras y símbolos que Brau deseaba privilegiar no ocupan mucho material gráfico en como fuentes y paradigmas ideales. el texto. La representación visual del negro ocupa solo tres gráficos peque- Por otra parte, existe una marcada ten- ños, identificando los tipos raciales dencia por señalar gráficamente las (Berberisca, Loango, Cafre) y se trata representaciones relacionadas con el de reforzar el argumento de constante vestuario militar y todo un despliegue rebelión y perturbación de los indíge- de artefactos y armas destinadas para nas y negros en el Caribe: la guerra y defensa de la isla:

“Rebelados los indios y alzados por los montes, unieronse los Armadura de Colón (p.122), negros, que por su mayor cultu- Mosquetero de Guarnición en ra, auxiliaron eficazmente la re- Puerto Rico (siglo XVII) vuelta”49 . (p.126), La puerta de Santiago (p.135), entre otros. Nótese que las alusiones para los ne- gros e indígenas son despectivas: Las últimas ilustraciones del texto co- rresponden a algunos periódicos edi- “revoltosos, sanguinarios… Ca- tados en el Puerto Rico del siglo XIX, fres y berberiscos mostraron su los cuales ocuparon un papel impor- condición rebelde á la servidum- tante en la difusión de algunas ideas bre, siendo necesario en 1532 avanzadas y progresistas para el mo- apelar á las armas, para domi- mento, y la respuesta y posición auto- narlos de modo sangriento”50 . ritaria que esgrimía la corona españo- la y las autoridades respectivas en la

48 Brau, op.cit., p.12. 49 Ibíd., p. 57. 50 Ibíd., p. 71.

-63 - UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, HISTORIA CARIBE, BARRANQUILLA (COL.) NO. 11, 2006 isla frente a este tipo de publicaciones. no da espacio ni reconoce la figura fe- Entre los registrados visualmente es- menina en los procesos culturales, so- tán: ciales y políticos. En tal sentido, en su texto, la mujer está por fuera de su El investigador (p.231), la Ga- férrea visión masculinizada; una hege- ceta de Puerto Rico (p.232), el monía que prioriza los grandes relatos ponceño (p.257). Estos periódi- y una perspectiva androcéntrica51 . cos estaban ligados a un desper- tar intelectual y polémico, que La simbología gráfica del texto de trataba de abrir espacios de opi- Brau, buscaba en cierto sentido refor- nión pública, impulsados por zar conceptualmente en la memoria de intelectuales y académicos del los niños y jóvenes, los significados momento. Los personajes más que a la luz del autor eran los sucesos significativos para los procesos y acontecimientos más coherentes y de cambios son presentados en validos para la enseñanza de la histo- retratos pequeños: Ruiz Belvis ria. Si bien su texto no contaba con un (p.259),Betances (p.260), José volumen gráfico como el texto de Mi- Julián Acosta (p.261), el Doc- ller, estas funcionaban como soporte tor Goico (p.262), Román Bal- discursivo y simbólico para alimentar dorioty de Castro (p.268), entre una conciencia. otros. El texto de Paul Miller hace uso igual- Las dos últimas imágenes correspon- mente de la imagen como elemento den a la llegada de los norteamerica- comunicativo y su recurrencia es más nos a Puerto Rico. Una de ellas recoge extendida y sistemática que en Brau, una panorámica del puerto de San Juan sobre todo en lo correspondiente al un poco antes del suceso de 1898; y la impacto de la llegada de los Estados otra sobre Guanica que registra la ban- Unidos a Puerto Rico. Miller era cons- dera estadounidense en territorio puer- ciente de la importancia de la imagen torriqueño, como simbolizando un visual dentro de las estrategias de apro- nuevo hito histórico para los destinos piación de los procesos de enseñaza- de la isla en el Caribe. aprendizaje:

Nótese que en el texto de Brau solo “El objeto de los grabados y la- aparece una imagen de mujer (berbe- minas no es sólo hacer atracti- risca, raza negra) (p.57). Se lee esta vo el libro, sino que contribuye ausencia como una posición centrada al estudio y a la comprensión de en lo masculino para dirigir los proce- la asignatura. El texto que apa- sos y destinos de la historia y la socie- rece debajo de cada grabado dad. Su discurso es descalificatorio y debe darse el mismo estudio cui-

51 Beatriz González, op. cit., 12.

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dadoso que el resto de la mate- colonizador que privilegia la visión del ria”52 . “vencedor” sobre los “vencidos”.

Parece que la preocupación de Miller El negro, en las ilustraciones es poco al momento de emplear imágenes, era resaltado: no hay una prioridad la de facilitar el aprendizaje de los con- iconográfica, y aparece relegado; se tenidos, pero va mucho más allá al re- observa indirectamente en la gráfica: conocer en la imagen una evolución Primitivo trapiche de azúcar, (p.93.) y propia de los enunciados lingüísticos se hace más referencia al modelo de del texto escrito53 , es decir, la imagen trapiche que a ellos. Hay una segunda: adopta una independencia que podría Barco negrero disponiéndose a la fuga desbordar al texto escrito; en infor- al descubrir un buque de guerra, mación. La imagen es otra lectura que (p.290). Son, en definitiva imágenes subyace con sus símbolos y códigos para reforzar un concepto o una idea propios. La imaginación del profesor del autor pero no para situar en una y el estudiante podrían decodificarla y perspectiva histórica y humana la si- sacarle mayor provecho posible54 . tuación del negro en la isla:

La figura del indígena en el texto de “La codicia de inmensas ganan- Miller ocupa casi el mismo sitial que cias, más bien que el afán del el de Brau, aunque Miller le da un poco padre Las Casas de mitigar los más detalle grafico, pero sigue priman- sufrimientos de los indios, pron- do una tendencia a disminuir la repre- to hizo levantar dicha prohibi- sentación de los indígenas dentro de ción. Si la raza indígena se hu- la construcción de la historia. Son po- biera conservado como en cos los primeros planos para presentar Méjico y Perú, la importación a los indígenas observándose una ten- de esclavos habría sido muy re- dencia para connotar la implacabilidad ducida”55 . de los españoles hacia los aborígenes, sin embargo, los indígenas no tienen Realmente, el interés del discurso de voz y son desplazados por el discurso Miller no era una posición apologética frente a los indígenas. Su inclinación

52 Miller, op.cit., p. XIV. 53 Ver apropósito de las imágenes en textos escolares, la investigación de: Maria Victoria Alzate Piedrahita, Miguel Ángel Gómez, y Fernando Romero Loaiza. “La iconografía en los textos escolares de ciencias sociales”, en Revista Ciencias Humanas, núm. 22, Universidad Tecnológica de Pereira, Colombia, 2000. 54 “Es importante recordar que, en la perspectiva del historiador del libro y del manual escolar francés Alain Choppin, el paratexto esta constituido de elementos como el titulo corriente, los títulos y los subtítulos, la foliación y un conjunto de documentos comúnmente llamados ilustraciones, estos elementos tienen como punto común el de ser representaciones de dos dimensiones del texto que denomina como “escondida” y como “emer- gente”. Maria Victoria Alzate Piedrahita, “¿Cómo leer un texto escolar?: Texto, paratexto e imágenes”, en, Revista de Ciencias Humanas, núm. 20, Universidad Tecnológica de Pereira, Colombia, 2000, p. 5. 55 Miller, op.cit., p. 287.

-65 - UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, HISTORIA CARIBE, BARRANQUILLA (COL.) NO. 11, 2006 es crear en el lector una situación de (p.14), Cristóbal Colón, (p.16), Colón sospecha frente a las políticas de su- solicita la protección de la reina Isa- puesta benevolencia de España hacia bel, (p.18), Colón pide pan y Agua, estos. Hay otra imagen, es un cartel que (p.19), el convento de la Rábida cerca alude a los negros directamente: de Palos, (p.20), Colón presenta su plan para llegar a las indias al Prior “AVISO: ESCLAVO PROFU- y Pinzón, (p.20), las carabelas de Co- GO lón, (p. 21), y la estatua de Colón, pla- Se huyó de Aguadilla una ne- za colón en San Juan, (p.33), entre gra achocolatada, de nación otras son íconos de relevancia en el francesa, que sabe hablar espa- texto. La galería de retratos e imáge- ñol, lleva consigo un zambito de nes sobre conquistadores y edificacio- nueve meses; de edad como de nes donde vivieron o pasaron algún 30 años, cuerpo pequeño, una tiempo los españoles y otro grupo de marca en uno de los hombros al europeos es amplia en el texto, al igual que la entregue á su ama, que que los registros visuales de los luga- vive en los bajos de Don Gabriel res de defensa ante las amenazas de sa- Espumarajo, en dicho puerto se queos por los corsarios y piratas. Los ofrece una buena gratifica- piratas son presentados con mucha ción”56 . recurrencia.

La esclava bilingüe era buscada afa- La iconografía más destacada por nosamente por su dueña. La recompen- Miller durante el siglo XIX, recoge sa por una “mercancía” más, era el tro- muchas edificaciones en espacios feo para quien diera con su paradero. abiertos. Nunca la fotografía estuvo Mas adelante, aparece el negro letra- presentando espacios íntimos, la repre- do Dr. José Celso Barbosa, pero la sentación recaía en el mundo externo perspectiva es distinta puesto que las y esto es válido tanto para Brau como libertades bajo el régimen estadouni- Miller: Plaza Baldorioty de Castro de dense adoptan un discurso democráti- la capital,(p.260), La intendencia, co que debía sustentarse y proyectarse (p.263), El antiguo presidio de Puerto en las masas; por lo tanto, los subal- Rico, (p.265), y una gama de ilustres ternos jugaban un papel mucho más figuras como: José Julián Acosta, significativo en el nuevo orden. Román Baldorioty de Castro, Francis- co Mariano Quiñónez, y algunos capi- Las imágenes destinadas al conquista- tanes generales: Félix Maria de dor y a su imaginario son recurrentes Messina, Julián Juan Pavía, entre en el texto: Colón cuando niño, (p.14), otros. Sería oportuno realizar con ma- La casa donde nació Colón, Génova, yor profundidad una investigación de- tallada sobre la imagen en los textos

56 Ibíd., p. 292.

-66 - UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, HISTORIA CARIBE, BARRANQUILLA (COL.) NO. 11, 2006 escolares a principios de siglo XX en Destaca Miller un número amplio de Puerto Rico y el Caribe. fotografías de personajes importantes en los procesos de la guerra Hispano Miller acude al contraste de una situa- Americana Y la intervención ocurrida ción con otra; es su método privile- en 1898, es un despliegue visual de giado. Lo visual le permitió este des- militares: El Almirante Sampson, el plazamiento sobre todo comparando Almirante Cervera, el comandante en situaciones del antiguo régimen con el jefe del ejercito americano, Nelson nuevo, básicamente en aspectos del Miles, John R. Brooke Comandante siglo XIX con el XX. Esto se refleja general y primer gobernador bajo el con mayor fuerza en imágenes como: régimen militar en Puerto Rico, la La carretera de Bayamon a Comerio, comisión de entrega de Puerto Rico, (p.326), El puente de los frailes, octubre 18 de 1898, el general Ricar- (p.328), El tranvía de Mayagüez, do Ortega, último de los gobernado- (p.329), El ferrocarril de circunvala- res españoles de Puerto Rico, EL pre- ción, (p.329) y las vistas de algunos sidente Rooselvelt desembarca en pueblos fundados en los siglos pasa- Ponce al hacer su visita a Puerto Rico, dos: Comerio fundado en 1826, El entre otras. Desfila, igualmente las portín de Vieques fundado en 1843, imágenes de un grueso número de par- Culebra fundado en 1879, con las ticipantes puertorriqueños quienes: transformaciones materiales y de infra- estructura que experimentaba Puerto “Estaban animados del espíritu Rico en el XX, bajo la orientación nor- de americanizar el país sin per- teamericana, fundamentalmente en lo dida de tiempo”57 . relativo a Instrucción pública y su des- pliegue de alfabetización escolar. Las Luis Sánchez Morales, Bolívar Pagan, carreteras y toda la estructura material Juan B. Huyke, Martín Travieso, es ahora expuesta a los ojos de las nue- Arthur Yager, Celestino Iriarte, Anto- vas generaciones como las actuales nio R. Barceló, Josefina Barceló de propagandas de televisión: (antes y Romero, Francisco M. Susoni, Luis después); resaltan imágenes como la Muñoz Marín, Jesús T Pinero, entre escuela Matías González García en otros. Gurabo ondeando la bandera de Puer- to Rico,(p.372); un aula de la escuela El texto, en su parte final, es una mues- Lincoln en Caguas (p.373) con presen- tra grafica del desarrollo alcanzado por cia femenina en el aula de clases, Los Puerto Rico, en términos generales, niños de las escuelas de Río Piedras pero con Miller siempre puntualizan- dedican un homenaje a Baldorioty de do el camino y los beneficios de la Ins- Castro en los terrenos de la Universi- trucción para alcanzar las metas dad, (p.375). modernizadoras para así proseguir el

57 Miller, op.cit., p.414.

-67 - UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, HISTORIA CARIBE, BARRANQUILLA (COL.) NO. 11, 2006 camino de la nueva dinámica del pro- bién a popularizar la actividad greso. El sabía del poder simbólico y fotográfica en la isla”58 . propagandístico de la imagen: había participado en la Guerra Hispanoame- ricana y conocía de cerca los aportes V. Conclusiones de la fotografía para describir y pre- sentar al Puerto Rico y el Caribe de Al examinar los textos y manuales es- ese momento. Era heredero de esa nue- colares en relación con el al discurso va irrupción de la modernidad que se como representaciones de un ideario desprendía de la cámara fotográfica, específico, unas políticas y una diver- instrumento que llevaba siempre con- sidad de intereses educativos y socia- sigo el fotógrafo californiano José de les, podemos plantear algunas conclu- Olivares, corresponsal de guerra quien siones pertinentes después de haber cubrió los sucesos de la Guerra Hispa- culminado la presente investigación. noamericana en Cuba y Puerto Rico y quien escribiera en colaboración con Puerto Rico, bajo la tutela de España, otros norteamericanos una obra pione- mostró muy poca independencia inte- ra, Our island and their people. AS lectual y académica que les permitiera Seen with, camara and pencil; Publi- a sus miembros sociales producir al- cada en 1899. ternativamente prácticas discursivas, documentos, libros, periódicos, textos “La fotografía fue el instrumen- escolares, entre otros, por fuera de las to más utilizado por los milita- estructuras verticalistas y autoritarias res, curiosos, periodistas, y cien- que el régimen imponía con extrema tíficos norteamericanos para re- vigilancia a sus miembros. No obstan- señar el 1898 y para difundir las te, algunos espíritus creativos pudie- noticias y las imágenes de los ron burlar las medidas inquisitivas y nuevos territorios adquiridos en subvertir discretamente el orden. La virtud de las negociaciones des- producción de los discursos debían ser pués de las guerras y la nueva apéndice de las políticas de la madre era de relaciones con Estados patria y sus prácticas debían apuntar a Unidos, atrajo a no pocos fotó- la conservación de la nación española grafos al país, quienes a tono en ,Puerto Rico. La educación era con los avances publicitarios, catequística y la enseñanza de la his- contribuyeron no solo a divul- toria de España, y lo escaso de, Puerto gar por el mundo las primeras Rico, eran controlados por tribunales imágenes del Caribe, sino tam- que debían verificar que se leía y que

58 Libia M. González, “La ilusión del paraíso: fotografías y relatos de viajeros sobre Puerto Rico. 1898-1900”, en, Los arcos de la memoria. El 98 de los pueblos puertorriqueños. Silvia Álvarez Curvelo, Gallarty Frances y Carmen Raffuci. Edición Universidad de Puerto Rico, Recinto de Mayagüez, Mayagüez, Puerto Rico, 1998.

-68 - UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, HISTORIA CARIBE, BARRANQUILLA (COL.) NO. 11, 2006 no. En tal sentido, el siglo XIX puer- sociedad disciplinada se acudió a la torriqueño adoleció de una indepen- instrucción para desplegar los discur- dencia y las prácticas de la enseñaza sos de progreso, orden y civilización. de la historia y el cuerpo curricular en La enseñanza de la historia, como tam- su totalidad defendieron una educación bién los manuales de urbanidad entre doctrinaria en defensa de los intereses otros, fueron los dispositivos predilec- del imperio español. A los liberales tos para esta campaña de alfabetización puertorriqueños del momento (sobre y profilaxis. La prioridad era la ense- todo últimas décadas del XIX), a pe- ñanza de la historia de Estados Uni- sar de controvertir estas prácticas dos. La de Puerto Rico solo se enseña- antidemocráticas, les fue difícil filtrar ba en primaria, y obligada solo hasta sus propuestas educativas y su repre- 1944 en secundaria. sentación en las escuelas y otros esce- narios fue débil desde discursos alter- Los subalternos no juegan un papel nativos. Los dispositivos de control, a importante en los textos escolares y son partir del sistema educativo se preocu- vistos despectivamente. Prima un dis- paban por disciplinar para la fe en la curso oficial y heroico, en el cual la nación, que se debía perpetuar en la historia debe ser conducida por una escuela con el ejercicio del profesor elite privilegiada que ha alcanzado un como ejemplo moral y ético, mezcla estadio superior del conocimiento y entre religión y nación. Los textos, progreso. Si en el antiguo régimen los catecismos y manuales operaban como letrados liberales asumían los rasgos y refuerzos mentales al servicio de una las características de una nacionalidad educación que extirparía la “barbarie” dada por la influencia de lo hispánico e impondría la “civilización” llevando como elemento conductor de identidad la Instrucción para este fin imperial. para la cultura puertorriqueña, los in- telectuales del Puerto Rico de las pri- El cambio de soberanía (1898), inau- meras décadas del siglo XX, bajo la guró unos nuevos planteamientos y influencia estadounidense, se identifi- desplazamientos en materia de ense- caron con un nacionalismo híbrido que ñanza. La instrucción ocupó un sitial retoma de España y de Estados Uni- privilegiado como reacción al viejo y dos de América al mismo tiempo, lo desgastado modelo español. El discur- cual se observa en posiciones y pro- so moderno apareció como experien- gramas escolares de las primeras dé- cia que debía incorporarse en todos los cadas del XX, y en algunos intelectua- espacios de la vida social, económica les puertorriqueños. y política. Ahora, desde lo norteame- ricano, también se lucharía contra el Por otra parte, si la enseñanza del in- germen del atraso y la “barbarie” de glés en Puerto Rico puso en marcha una sociedad indisciplinada, dado al estrategias sistemáticas a favor de un vicio y a las constantes prácticas rela- cambio de mentalidad en la población, jadas. Para levantar otro arquetipo de ligada a una visión de dominio impe-

-69 - UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, HISTORIA CARIBE, BARRANQUILLA (COL.) NO. 11, 2006 rial, la enseñanza del español igual- dades, Bogotá, Colombia: Vol. mente estuvo acompañada de estrate- XCII, núm. 830, 2005, p.659. gias disciplinarias que no se diferen- Arcadio Díaz Quiñónez, “Salvador ciaban sustancialmente de la práctica Brau: La paradoja de la tradición expuesta con el inglés. En este senti- autonomista”, en, La Torre, Revis- do, la lengua como dispositivo de do- ta de la Universidad de Puerto Rico, minio recogiendo las palabras de An- Tomo I, Año VII, núms. 27-28, tonio de Nebrija: “acompaña a los im- 1993. perios”. Se necesitarían estudios mu- Beatriz Fainholc. “La tecnología edu- cho más específicos para determinar cativa apropiada: Una revisita a su los grados de poder utilizado por campo a comienzos de siglo”, en profesores(as) entre una y otra lengua. Revista Rueda de la Universidad Las tendencias de imposición de len- Nacional de Luján, núm. 4, 2001. guas “puras” sobre lenguas “bárbaras” Beatriz González Stephan, “Moderni- es el argumento y la práctica de algu- zación y disciplinamiento. La for- nos nacionalismos esquizofrénicos mación del ciudadano del espacio para descalificar y someter a los publico y privado”, en, Esplendo- “Otros”. Este es, de alguna manera, el res y miserias del siglo XIX. Cul- reclamo que le hiciera en 1920 en el tura y sociedad en América Latina. famoso debate sobre el idioma Beatriz González Stephan, Javier Martínez Nadal a José de Diego, ad- Lasarte, Graciela Montaldo y Maria virtiéndole sobre los peligros de que- Julia Doroqui (Comp), Caracas, dar aferrada a una lengua que no acce- Venezuela: Monte Ávila Editores, de a las dinámicas y las influencias de 1995. lo “Otro”. Blanca Sivestrini, “los libros de textos de historia de Puerto Rico y el con- texto caribeño”, en, cuadernos de VI. BIBLIOGRAFÍA la facultad de Humanidades, Recin- to Río Piedras, núm. 12, 1984. Aída Negrón de Montilla, La Carlos Pabón, Nación Postmorten. americanización y el sistema de Ensayos sobre los tiempos de inso- Instrucción pública, 1900-1930. portable ambigüedad. San Juan, Río de Piedras, Puerto Rico: Edi- Puerto Rico: Ediciones Callejón, torial de la Universidad de Puerto 2002. Rico, 1976. Everlidis Vargas, “La enseñanza de Alfonso Múnera Cavadia, El fracaso Historia de Puerto Rico en la Uni- de la nación. Bogotá, Colombia: El versidad del Estado, Recinto Río Ancora Editores, 1999. Piedras, 1930- 1996”, en Historia Antonio Cacua Prada, “El bicentena- y Educación. A cercamiento a la rio de la Independencia Nacional y historia social de la educación en la Enseñanza de la Historia patria”, Puerto Rico. Rubén Maldonado en, Boletín de Historia y Antigüe- Jiménez (compilador), San Juan,

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REDES SOCIALES

REDES Y NEGOCIOS EN PUEBLA. FORTUNA Y MENTALIDAD NOBILIARIA

1 LUZ MARINA MORALES

Recibido Marzo de 2006 Aceptado Mayo de 2006

“Fue la pertenencia a estas oligarquías urbanas, verdaderas elites de la vida cultural, social, eco- nómica y política de la ciudad y del campo, la que definió a los patricios o primeros ciudada- nos del siglo XIX como descendientes reales de los fundadores y primeros pobladores de la ciudad. Es a ellos a quienes perteneció por dig- nidad y por nacimiento el gobierno de su patria o país de sus padres” Francois Xavier Guerra1

RESUMEN

El objetivo del artículo es proponer una reflexión sobre el ejercicio del poder en su sentido amplio, político-económico-notabiliar y de familia dentro de la sociedad poblana virreinal y del siglo XIX a partir de las innumerables posibilidades de análisis que ofrece la interpreta- ción fundamentada en la utilización del concepto de red, proporcionando ejemplos para así bien entender el comportamiento de las redes de negocios y de notabilidad que marcaban la conducta de las familias de la elite poblana que se enriquecieron haciéndose a los oficios más prósperos de la región en su época que les permitieron vivir con esplendor.

1 GUERRA, Francois, Xavier, Modernidad e independencia, ensayo sobre las revoluciones hispánicas, Méxi- co, FCE, 1993.

UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, HISTORIA CARIBE, BARRANQUILLA (COL.) NO. 11, P.P. 87 - 109, 2006 -73 - UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, HISTORIA CARIBE, BARRANQUILLA (COL.) NO. 11, 2006

PALABRAS CLAVE

Red social – Elite – Familias - Negocios – Notabilidad – Alianzas matrimoniales – Intelectuales orgánicos - Poder

ABSTRACT

The objective of the article is to propose a reflection over the use of power in its wide sense, political-economic-nobility and the family inside the viceregal Pueblan society and the 19th century starting with the innumerable possibilities of an analysis that offers interpretations founded in the concept of a network. The article offers examples in order to illustrate a clear understanding of the behaviors of these business networks and the notoriety that marked the conduct of the families of the Pueblan elite who made their fortunes in the most prosperous regions of Puebla at a time that allowed them to live in splendor.

KEY WORD

Social Network – Elite – Families - Business – Notoriety – Matrimonial Alliances – Organic Intellect - Power

Introducción cerrarse en una visión histórica sobre- dimensionada por las condiciones eco- Con base en las teorías de las ciencias nómicas y sobre todo al privilegiar sociales desarrolladas en los años 60 acercamientos de tipo macroeconómi- del pasado siglo, básicamente en la cos. Frente a esa macro-historia social, escuela de los Annales, la historia so- la micro-historia, que es necesario cial que escudriña a las sociedades del identificar con un planteamiento mo- antiguo régimen ha intentado renovar nográfico o de historia local, ha susci- sus planteamientos. Estos planteamien- tado nuevas preguntas capaces de acer- tos oponen una visión de la estructura carnos a la complejidad del juego so- social fundamentada en su definición cial pretendiendo alcanzar, a partir de de tipo jurídico, a un acercamiento que lo puntual, una historia total.2 insiste en el papel dominante, cuando no exclusivo, de los factores económi- En el centro del planteamiento de esta cos como elementos estructurales de nueva historia social de inspiración esas sociedades. Este esquema fue im- micro histórica se halla el recurso del poniéndose dentro de la historiografía concepto de Red Social, el cual per- y puede decirse que paulatinamente fue mite reflexionar sobre la complejidad encontrando sus propios límites al en- de las relaciones mantenidas por los

2 BERTRAND, Michel, “Redes Sociales y Poder en las sociedades latinoamericanas (siglos XVI-XX)”, II Congreso Europeo de Latinoamericanistas, Halle, Alemania, septiembre, 1998.

-74 - UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, HISTORIA CARIBE, BARRANQUILLA (COL.) NO. 11, 2006 actores situados dentro de un contexto dedicados al comercio de productos social concreto, cuyo interés reside nacionales dirigidos a los niveles principalmente en su capacidad de to- sociales de menor poder adquisitivo, mar en cuenta la diversidad de las re- y de los negocios usureros). laciones sociales, económicas, familia- Mantuvieron también el control res, profesionales y de negocios, de económico por medio del control dependencia, de amistad, de interés, monopólico, como es el caso de los clientelares, etcétera. Y en la posibili- comerciantes exportadores, los dad de combinar esta diversidad con panaderos y los tocineros de Puebla otras variables tales como la intensi- entre otros. dad de dichas relaciones, así como los fines perseguidos por actores capaces Al concluir el tardío proceso de for- de movilizar una red en torno suyo. mación del Estado e instaurarse un nuevo orden político, México se inser- Como último interés del concepto de tó en el orden mundial como provee- red, se encuentra la adaptación a los dor de bienes primarios y emulando a distintos niveles de investigación, des- otros países, se abrió a la inmigración. de lo micro hasta lo macro. Por consi- Puebla no fue ajena a esos procesos. guiente, a partir de esta herramienta y Habiendo sido una ciudad de abolen- de los planteamientos que permite de- go, la segunda del antiguo virreinato, sarrollar, nos proponemos poner en no pudo recuperar su esplendor pero evidencia las lógicas sociales subya- si mantuvo su singularidad que conti- centes, tanto individuales como colec- nuaba confiriéndole excepcionalidad tivas, económicas, sociales, familiares dentro del ámbito nacional. Desde sus y de notabilidad que entran en acción orígenes mostró un delirio de grande- dentro del mundo del poder, la hidal- za que la convirtió en ciudad blanca y guía y los negocios que se desarrolla- rica donde las familias hacían hinca- ron en Puebla, que fueron heredadas pié en su exquisitez e hidalguía. Su junto a la emergencia del nuevo país estrecha vinculación socioeconómica mexicano y que quizá perduren hasta con la capital y el puerto de Veracruz, hoy, sin duda con muchas variantes la concentración de población tanto en pero intactas en su esencia. actividades urbanas como rurales y la conformación de su sociedad política Los negocios de estas familias elitistas tal vez en coincidencia con la confor- siempre fueron prósperos (adquisición mación del Estado, terminaron por de- de tierras, producción de granos, linear sus particularidades. En este lácteos, ganado vacuno, lanar, porcino, marco debió darse la participación de trabajando sus derivados, hilados y la ciudad en el proceso de construc- tejidos, comercio de importación de ción de la nacionalidad mexicana sus- productos suntuarios, maquinaria y tentada en una fuerte tradición patrió- herramientas de trabajo y exportación tica-religiosa y de singularidad. de productos de la tierra, amén de los

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Basándonos en lo anteriormente ex- la etapa de acumulación de capital, puesto, no creemos pertinente consi- creando verdaderos enclaves elitistas derar como válida la tradicional rup- con negociaciones que iban desde la tura entre el periodo colonial y nacio- producción hasta la comercialización. nal; al contrario, podemos agrupar co- Esta dualidad los muestra como dice municaciones correspondientes a pe- Frédérique Langue3 , por un lado, riodos y áreas geográficas diversas, modernos en la medida que ponen en situando la unidad y el interés más que práctica una serie de estrategias nada en la utilización común de todos conducentes al control del sistema los comunicantes del concepto de Red económico-social y por el otro, Social así como de la metodología que evidencian rasgos típicamente el concepto supone. Por consiguiente, tradicionales en su señorial el artículo pretende dar un vistazo comportamiento propio de sociedades como primer acercamiento a las redes patriarcales. Este comportamiento dual de familias, negocios y notabilidad que que los diferencia de los migrantes se formaron en la ciudad de Puebla; sajones protestantes y funcionalistas, algunas creadas dentro del poder vi- cuya prosperidad económica es rreinal y otras originadas en el siglo símbolo de una señal divina de la XIX gracias a la continua llegada de predestinación a la salvación, es el que nuevos inmigrantes, viajeros en busca me interesa puesto que los negociantes de hacer fortuna o profesionales que enriquecidos en la Nueva España no eligieron estas tierras para el desem- pensaban de la misma manera, ni peño de su oficio contribuyendo con tenían los mismos valores. Para ellos ello al desarrollo del país de adopción, la suntuosidad también era necesaria, pero que pudieron combinar la profe- el poder demostrar riqueza y poderío sión con el enriquecimiento. y alcanzar el deseado reconocimiento notabiliar que los asemejara a la De todos estos personajes interesan nobleza española era de suma solamente aquellos cuya ocupación importancia no sólo como recurso de fueron los negocios, pero negocios que poder sino como satisfactor personal los enriquecieron; es decir, me referiré que llenaba una parte constitutiva de a los negociantes exitosos, su vida cotidiana. exportadores, hacedores de dinero que se mantuvieron cerca del poder como Por consiguiente, el objetivo que se estrategia en un sistema de persigue es proponer una reflexión convergencia de intereses individuales sobre el ejercicio del poder en su y generales y que también como sentido amplio, político-económico- estrategia eligieron casarse “ad hoc” y notabiliar y de familia dentro de la diversificar sus actividades después de sociedad poblana virreinal y del siglo

3 LANGUE, Frédérique, “Las elites en América Española, actitudes y mentalidades” en Boletín Americanista, año XXXIII, núm. 42, 1992-1993, Barcelona, España.

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XIX, a partir de las innumerables mediano si la comparamos con la posibilidades de análisis que ofrece la minera por ejemplo, o con la del interpretación fundamentada en la Consulado de México, pero que utilización del concepto de red social, tratándose de lujos no escatimaban proporcionando ejemplos para así gastos. La señora Calderón de la Barca poder entender el comportamiento de quien en uno de sus viajes a Puebla se las redes de negocios y de notabilidad hospedó en la casa de Antonio Haro y que marcaban la conducta de las Tamariz y su esposa Dolores de familias de la élite poblana que se Ovando y Cervantes, en sus cartas enriquecieron haciéndose a los oficios habla con mucho entusiasmo de la más prósperos de la región en su época riqueza, exquisitez y elegancia de sus y que les permitieron vivir con anfitriones, calidades que hasta ese esplendor. En otras palabras: “resaltar momento no había hallado en México.6 el papel que han jugado las redes familiares como estructuras de poder Tres familias: una de comerciantes, de larga duración (... en la América una de tocineros y una de panaderos hispana) debido a su capacidad de alianzas matrimoniales y de negocios, Dentro del marco de la fundación de a la presencia de sus intelectuales ciudades en las colonias españolas, orgánicos y a la fortaleza que poseen Puebla fue creada como unidad en la sociedad civil. La metamorfosis política de base con la personalidad de estas elites puede observarse a lo jurídica que las leyes le otorgaron y largo de la historia, analizando en organizada dentro de una jerarquía de cada período su capacidad de dignidad y de poderes estructurados mantenerse en bloque de poder y de dentro del espacio territorial de las concentrar el poder político y colonias españolas y conectada con el económico.”4 La familia como red o poder español en una relación constelación familiar y más como recíproca de deberes y derechos que estructura de larga duración continúa ambos debían respetar. La ciudad le ocupando un papel decisivo en el rendía lealtad y vasallaje al rey y éste análisis de conjunto de una estructura respetaba el fuero y los privilegios que social y sobre todo como elite de le concedía. Después de las reformas poder.5 Sin embargo, me parece borbónicas estas ciudades, según el pertinente aclarar que la oligarquía parecer de historiadores que analizan poblana en términos generales fue una la ciudad en su aspecto social como oligarquía con un poder adquisitivo Francois Chevalier, Guadalupe Albi

4 CASÁUS, Marta Elena, “La pervivencia de las redes familiares en la configuración de la elite de poder centroamericana” en Anuario de Estudios Centroamericanos, Vol. 20, número 2, 1994, San José, Costa Rica, editorial de la Universidad de Costa Rica, pp.41-69. 5 Idem. 6 CALDERÓN de la Barca, madame, La vida en México durante una residencia de dos años en ese país, traducción y prólogo Felipe Teixidor, México, editorial Porrúa, 1974, cuarta edición, pp. 249-258.

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Romero y Julia Hirschberg7 entre el valle que la circunda. Las tierras otros, se convirtieron en verdaderas fueron dedicadas a la producción de repúblicas que organizaron las ganado vacuno y porcino y a la siembra provincias de su entorno determinando de granos, especialmente trigo. Desde claramente los espacios de poder tanto entonces, empezó a darse un rápido de la ciudad eje como de las familias enriquecimiento de algunas de las componentes de la oligarquía que se familias asentadas en la región. Estas tornaron en actores autónomos de su familias, además de productoras de vida económica, política y social trigo y ganaderas se hicieron convirtiéndose después de 1821 en los comerciantes y dueñas de procesos protagonistas insoslayables de la industriales y a partir de un emergente nación. determinado nivel de acumulación de sus capitales, ampliaron sus negocios, Desde su fundación la ciudad estuvo los vincularon con la metrópoli y en fuertemente ligada a este tipo de algunos casos los diversificaron a la familias formadas a partir de los vez que penetraban en los gobiernos conquistadores, de los colonizadores locales con la compra de cargos en los y posteriormente de los inmigrantes cabildos y creaban mayorazgos como que se asentaron en sus tierras como los fundados por las familias Orduña, vencedores. Así estas dos historias Tamariz y Cardona, Rodríguez de están entrelazadas mutuamente, Ledesma, Ovando Cáceres y Pérez crecieron y se desarrollaron juntas. Las Salazar (este último apellido vinculado familias le aportaron los valores a los anteriores por alianzas culturales que hoy le dan su identidad matrimoniales.)8 Por otro lado y la ciudad les dio la posibilidad de comenzaron a hacer gala de su ascenso enriquecerse; por lo cual, si queremos social con lujos en el vestir, en sus entender a las rancias familias casas, carruajes, cabalgaduras, etc. Es poblanas, primero debemos entender decir, en su comportamiento y forma a la respetable Puebla de los Ángeles. de vivir, llegando al grado de comprar Al contrario, si queremos comprender títulos nobiliarios que perpetuaran la a Puebla debemos estudiar a las estirpe en una triple dimensión familias que la crearon. individual, familiar y de grupo,9 como lo hicieron: Diego de Estrada Carvajal A partir de la fundación, se dio la y Galindo, marqués de Uluapa;10 repartición de tierras en la ciudad y en Francisco Javier Vasconcelos y Bravo

7 CONTRERAS, Cruz, Carlos, et all,, Ángeles y constructores, Mitos y realidades en la historia colonial de Puebla. Siglos XVI y XVII, Puebla, Fomento editorial BUAP, segunda edición, 2006. 8 Para mayor información consultar: Varios autores, Semblanzas e historia de una familia en la Puebla de los Ángeles, México, Imprenta de Juan Pablos, S. A., 1998. 9 VILA, Vilar, Enriqueta, “Fortuna y mentalidad nobiliaria: Los grandes comerciantes sevillanos a través de sus testamentos” en Excluir para ser. Procesos identitarios y fronteras sociales en la América hispánica (XVII- XVIII), Christian Büschges y Frédérique Langue Coordinadores, España, AHILA-Iberoamericana-Vervuert, 2005, PP. 98-115. 10 Semblanzas e historia de una familia ... Ob. Cit.

-78 - UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, HISTORIA CARIBE, BARRANQUILLA (COL.) NO. 11, 2006 de Lagunas, marqués de Monserrate;11 desde el siglo XVI y aún permanece Francisco de Malpica, Salazar y Su origen viene de Martín Pérez de Barradas, marqués de Malpica;12 Salazar alias El partidor, 15 uno de los Nicolás de Pardiñas Villar de Francos primeros pobladores de la ciudad y del y Bañuelos Secos de Caamaño, conde inmigrante Andrés Carmona conocido de Castelo13 y Simón Modesto Venegas como Andrés Pérez de México quien de Espinosa y Chávez Palacio, conde llegó hacia 1550 y se dedicó al de la Mejorada14 y otros más. comercio trasatlántico, grana cochinilla de ida y diversas Si partimos de que la elite colonial se mercaderías de regreso. Se casó con creó entre 1580 y 1610 alimentada Isabel Pérez de Salazar. A partir de este siempre por la inmigración, Puebla es momento la familia creó enormes redes ejemplo de la integración y bien constituidas y realizó excelentes permanencia de enclaves económicos matrimonios de conveniencia que la creados por estos clanes familiares y mantuvieron vigente y ensancharon su de grupo que formaron un entramado caudal y su linaje. Los Pérez Salazar o redes de poder que los mantuvo por son dignos de tener en cuenta por su siglos dentro del ayuntamiento, el larga duración dentro de la oligarquía mayor órgano rector de la vida poblana, por los aportes que el apellido económica, política y social de la haya podido hacer a la sociedad, a la ciudad y fuertemente unido al cabildo cultura, a la educación y a la economía eclesiástico creando una estructura y por su buena fortuna en los negocios gubernamental con un solo eje rector. y en sus relaciones políticas y sociales Los Pérez Salazar, los Haro y Tamariz que los llevaron a crear por medio de y los Furlong Malpica fueron parte de matrimonios exitosos una extensísima esa estructura. red familiar que amplió, afianzó su poder y les dio permanencia, porque Familia Pérez de Salazar. Esta la red iniciada por Andrés Pérez de familia es quizá la más antigua e México no se ha roto hasta hoy. Con imperecedera. Tiene raíces en Puebla ayuda del archivo familiar, sus

11 Ídem. 12 LEICHT, Hugo, Las calles de Puebla. Estudio histórico, Junta de Mejoramiento Moral, Cívico y Material del Municipio de Puebla, Puebla, 1986, p. 224. 13 Semblanzas e historia de una familia...Ob. Cit. 14 Ídem. Es necesario aclarar varias situaciones: Los títulos eran adquiridos por compra aún cuando a veces no tuvieran esa connotación explícita, pues en ocasiones venían después de una fuerte donación al rey, hubo ocasiones que dada la necesidad de dinero de la corona, se pusieron a la venta. El uso de varios nombres y apellidos nos muestra la total imitación a las usanzas de la nobleza española. Algunos de estos personajes no eran poblanos cuando adquirieron el título, los títulos llegaron a Puebla por medio de enlaces matrimoniales o herencias. A excepción del marqués de Malpica, los demás se vinculan con los Pérez Salazar. 15 Llamado así por haber sido el encargado de repartir los lotes después de la fundación de la ciudad, reservándose para sí los mejores terrenos.

-79 - UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, HISTORIA CARIBE, BARRANQUILLA (COL.) NO. 11, 2006 descendientes han descrito su árbol matrimoniales obtuvieron títulos por la genealógico desde su origen hasta el extinción de las familias poseedoras de siglo XX.16 De ese relato podemos dichas asignaciones honoríficas que extraer tres elementos importantes: La recayeron en ellos o en sus cónyuges ocupación de cargos en el por ser parientes de las primeras ayuntamiento, la creación de generaciones. Por ejemplo: A la muerte mayorazgos y las alianzas en 1836 del sexto marqués de Uluapa matrimoniales con familias tituladas, Alejandro Mariano Cossío y sin dejar de lado la cuota de miembros Rodríguez de Velasco quien fue célibe que la familia le proporcionó a la y después de extinguidas las seis iglesia y a las letras destacándose como primeras generaciones del educadores y abogados. marquesado, el título pasó a la familia. Dicho título recayó en Manuela de A partir de 1615, cuando Francisco Estrada Carvajal y Galindo Pérez de Salazar Carvajal, mercader de descendiente mayor de la hermana grana cochinilla, heredero del menor del primer marqués, poblana mayorazgo creado por sus padres y casada con Jerónimo Salazar Méndez casado con la hija del regidor Francisco Monte en1685. El marquesado debió Méndez y María Monte, a su vez hija pasar en ese mismo año a Manuel José de Juan de Fornicedo alcalde ordinario Pérez de Salazar Méndez Monte y Diez de la ciudad y nieta del conquistador de Cabanzo como séptimo marqués.19 Gonzalo Díaz de Vargas, familia que controló el cabildo poblano durante los En 1691 se otorgó a Francisco Javier primeros 50 años,17 fue designado Vasconcelos y Bravo de Lagunes, alcalde ordinario, el apellido entró al poblano, el título de marqués de codiciado concejo. Este nombramiento Monserrate. El título fue adquirido a fue la base para que en 1624 Jerónimo cambio de 22 mil ducados y otros Pérez de Salazar Méndez Monte cientos más para pagar los impuestos comprara el cargo de alférez real con sobre lanzas y media anata y hacerlo honores y preeminencias en sólo 8 mil hereditario. El escudo de armas de este pesos, cargo renunciado por su suegro marquesado está partido por un palo Lope de la Carrera quien a su vez lo de oro cargado con las cruces de Malta, había recibido en traspaso de su cuñado Calatrava y Santiago. El apellido Juan García Barranco en 1617.18 Vasconcelos aparece representado primero por un campo de plata con tres Los Pérez de Salazar emparentaron con fajas contraveradas de azur y oro familias tituladas por medio de enlaces fileteadas de sinople, el segundo

16 Semblanzas e historia de una familia ... Ob. Cit. 17ALBI, Romero, Guadalupe, “La sociedad de Puebla de los Ángeles en el siglo XVI” cita hecha por Guadalupe Pérez Rivero Maurer en Semblanzas e historia de una familia ... Ob. Cit. p. 62. 18 Semblanzas e historia de una familia ... Ob. Cit., p. 68 19 Ídem., pp. 102-103.

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(apellido) por un cuartelado en campo Castelo. Su nieto Francisco María José de plata, león de gules coronado de lo Lorenzo Luis Vicente Andrés, a su vez mismo y otro campo de sinople faja tuvo cinco hijos que no se sabe si de plata entre cinco flores de lis de lo heredaron y ejercieron los derechos y mismo, tres en la parte superior y dos deberes del condado que en ciertas en la inferior, el tercer apellido por un circunstancias se hacían insostenibles. campo de oro con faja de gules entre Del segundo matrimonio tuvo dos hijos cinco hojas de sinople y dos flores de que parece murieron sin lis de azur y el cuarto por otro campo descendencia.21 de plata con banda de gules entre tres ramos de sinople puestos dos y En 1710, Felipe V, por intermedio del uno.20 El título debió pasar a su hijo virrey Fernando de Alencastre Noroña Juan Jerónimo Diego de Vasconcelos y Silva, duque de Linares, dio doce y de Luna y a partir de ahí, a sus cédulas otorgando otros tantos títulos, descendientes. el de conde de la Mejorada recayó en Simón Modesto Venegas Espinosa de En 1699, Nicolás de Pardiñas Villar los Monteros para sí y sus sucesores a de Francos y Bañuelos Seco de cambio de una aportación de 16 mil Caamaño, vecino de México, obtuvo pesos oro. El nuevo conde nació en San la concesión del título de conde de Andrés Chalchicomula, Puebla (hoy Castelo debido a los méritos de su ciudad Serdán) en 1703 Se casó con padre y pagando los impuestos del María Juliana Mellado de Rivadeneyra caso. Le sucedió su primo hermano en 1708. Su hijo mayor, Simón Idelfonso Francisco de Pardiñas Villar Joaquín Venegas de Espinosa Mellado de Francos y Caamaño Fernández de y Rivadeneyra contrajo matrimonio Córdova Bocanegra porque el conde con María Ignacia del Hierro y Arriola murió sin sucesión en 1726. El receptor y en segundas nupcias con Margarita nacido en Puebla por 1704, tomó María Antonia Muñoz de Sandoval. posesión del condado en la misma Del segundo matrimonio nacieron ciudad en 1733. Se casó con su parienta cuatro hijos. Vicente Mariano José Gertrudis Martínez de Solis y Venegas de Espinosa Rivadeneyra Rivadeneira y en segundas nupcias con parece fue el segundo conde pero sin Rita Joaquina Manuela Josefa Pérez de tramitar carta de sucesión. Su hermana Salazar y Vasconcelos. El hijo del María Guadalupe Dolores Vicenta primer matrimonio Andrés Pardiñas y Antonia se casó con Manuel José Pérez Villar de Francos y Martínez de Solis de Salazar Méndez Monte y Cabazo. debió heredar el condado puesto que El título debió perderse por falta de era conocido como el tercer conde de tramitación de la sucesión; como ya se

20 La familia aparece con varios escudos pero ninguno de ellos está determinado. Semblanzas e historia de una familia... Ob. Cit., p. 103 21 Ídem., pp. 103- 108.

-81 - UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, HISTORIA CARIBE, BARRANQUILLA (COL.) NO. 11, 2006 asentó, esos trámites además de Cervantes y Altamirano de Velasco, engorrosos implicaban gastos heredera del mayorazgo Tamariz y considerables por el pago de Carmona que le había dado a la familia impuestos, tramitación y derechos.22 desde 1606, continuidad a su estilo de vida, poder social y ascendencia en la Familia Haro y Tamariz. Esta familia iglesia al grado de obtener un tiene raíces maternas igualmente nombramiento de juez en el Tribunal ancestrales y de inmigrantes del siglo del Santo Oficio. A su vez su XVIII por vía paterna. Era una familia descendencia entroncó con la familia de comerciantes al mayoreo y criadores Ovando y Cervantes al casarse tres de de puercos, sobresalieron en la sus hijos, y una de las hijas con dos industria textil como fabricantes hermanas, una prima y un varón algodoneros. Fueron muy cercanos a Ovando y Cervantes, nietos del décimo la iglesia. Aún permanece ramificada marqués de Salinas de Río y Pisuegra en diferentes enlazamientos y en la y descendientes del virrey Luis de descendencia de Antonio Haro y Velasco por vía materna y de Tamariz y su esposa Dolores de terratenientes por vía paterna. Joaquín Ovando y Cervantes que los conecta de Haro y Tamariz se casó con con los Pérez de Salazar por el Concepción Ovando y Cervantes; matrimonio de su hija Asunción de Manuel se casó con la hermana de Haro y Ovando con Francisco Pérez Concepción, Dolores; Antonio con la de Salazar y Osorio en 1879. prima de sus cuñadas, también de nombre Dolores y María Encarnación Joaquín de Haro y Portillo, español de Haro y Tamariz con José María de “origen hidalguez”23 llegó a estas Ovando, uniendo no sólo sus vidas sino tierras por 1760 a la edad de 17 años. su dinero, su ascendencia y sus Después de trabajar arduamente en la influencias, siguiendo como ya se ha cría y procesamiento del cerdo afirmado, la añeja costumbre de juntar exportando tocinos, jamones y jabón proyectos y capitales tejiendo telarañas y en el comercio nacional al mayoreo, familiares para reforzar el se casó con María Joaquina Tamariz y mantenimiento en el poder,24 extender Martínez de Aguayo, hija de José los negocios y afianzar la pujanza. De María de Ovando y Parada e Ignacia los 14 hijos que tuvo el matrimonio,

22 Ídem., pp. 111-115. 23 Archivo de la Real Chancillería de Valladolid, España, Sala de Hijosdalgo, legajo 1204, exp. 42. Cita tomada de BAZANT, Jan, Antonio Haro y Tamariz y sus aventuras políticas, 1811-1869, México, El Colegio de México, 1985, p.15. Me parece pertinente hacer notar que la mayoría de españoles indianos exitosos se hacen aparecer como hijosdalgo o con algún otro vínculo con la nobleza. 24 MORALES, Luz Marina, “Aporte de la inmigración europea del siglo XVIII en la formación de dos familias de la oligarquía poblana: Los Furlong Malpica y los Haro y Tamariz” en Migrantes y comerciantes en la Nueva España. Origen y formación de las oligarquías mexicanas, Luz Marina Morales Coordinadora, México, Fomento Editorial BUAP, 2002, pp. 53-66.

-82 - UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, HISTORIA CARIBE, BARRANQUILLA (COL.) NO. 11, 2006 cinco de las siete hermanas fueron sobrevivió Francisco José Juan monjas en diferentes conventos de la Nepomuceno Pérez de Salazar y de ciudad Haro, abogado e historiador.

A la muerte del padre, Joaquín el Familia Furlong y Malpica. También hermano mayor, heredó el mayorazgo, tiene origen materno desde las épocas fue negociante e industrial y de la fundación de la ciudad y de hacendado, tuvo una actuación inmigrantes del siglo XVIII por vía destacada en la política local llegando paterna. Los Malpica ancestros de a ser gobernador del estado, rechazó doña Anna Gertrudis, madre de los diez el ofrecimiento de la presidencia de la hermanos Furlong y Malpica, tenían república. El más adinerado de la tradición de tocineros y hacendados familia, Luis Gonzaga, fue negociante productores de granos en Atlixco; sus e industrial, murió célibe dejando una harinas, tocinos y jabones eran buena fortuna. José Antonio fue exportados, negocios que les permitió bachiller en teología y canónigo de la acumular el capital suficiente para catedral de Puebla, también comprar cargos en los ayuntamientos negociante; Antonio, debido a sus finos de Atlixco y Puebla y un título modales y vivaz inteligencia fue nobiliario, el de marqués, cuyo escudo designado por su hermano Joaquín a de armas aún permanece en el frente estudiar junto con Atanasio, hermano de su casa de la ciudad de Atlixco y en menor, en el Colegio jesuita de los la de su hacienda Del Santo Cristo Nobles de Roma donde se graduó en situada en el mismo municipio por 1831.25 Después de pasearse dos años Tochimilco. Francisco de Malpica y por Europa regresó, se casó con Sierra presentó una probanza de Dolores Ovando e ingresó a la política limpieza de sangre en el Santo Oficio caracterizándose por una gran veleidad de México y obtuvo el título en 1654. que lo llevó a ser Secretario de Estado En el escudo están representados los y perseguido político; huyendo de apellidos Malpica por un campo de oro todos esos vaivenes personales y y cuatro fajas azur, Salazar de gules y políticos volvió a Roma, se hizo trece estrellas de oro, Diosdado por un novicio y allí murió.26 Su única hija pino sinople y dos osos en salto y Asunción de Haro y Ovando se casó Barradas por campo de plata, castillo con Francisco Pérez de Salazar y de sinople y un guante de plata en la Osorio; de los hijos del matrimonio entrada.27 Pérez de Salazar y Haro sólo

25 MORALES, Luz Marina, “Aporte de la inmigración europea del siglo XVIII... Ob. Cit. No cualquier persona podía estudiar en ese colegio, para ingresar se necesitaba además de dinero y posición, especiales recomendaciones de hombres considerados ilustres y altos prelados de la iglesia. 26 BAZANT, Jan, Antonio Haro y Tamariz y sus aventuras políticas. 1811-1869, Ob. Cit. 27 LEICHT, Hugo, Las calles de Puebla, ... Ob. Cit. p. 224. Aparece el escudo.

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Los diez hermanos Furlong Malpica, comunidad, fue un hombre culto, hijos de doña Anna Gertrudis Malpica negociante exitoso y político con una Quiñónez Rodríguez y García Paz y actuación meritoria en el desenlace de Diego (James) Furlong Downes, la independencia. Dejó buen capital. inmigrante irlandés, constituyeron una Su hermano José Sebastián dedicado de las familias sobresalientes de la a la panadería representó a los oligarquía poblana que gobernó a panaderos y a los comerciantes por más Puebla desde las últimas décadas del de diez años, esos y una veintena más siglo XVIII hasta la primera mitad del fue miembro del cabildo poblano XIX trascendiendo en el tiempo por su desempeñando diversos cargos tanto actuación dentro del gobierno de la en el colonial como en el ciudad y el federal, dentro de la iglesia independiente. Se casó con la hija de y en el negocio de la harina y el pan, los condes de Agreda y del Peñasco, produciendo trigo, moliendo la harina, María Josefa Anzorena y Foncerrada,29 una parte para la exportación allende los demás hermanos emparentaron con el mar y dentro del país y la otra para familias pudientes de la ciudad de el pan del consumo local y el Puebla y del puerto de biscocho28 vendido para la Veracruz,30 como los Olaguibel, manutención de los navegantes de los Pescietto, Kern, del Río, etc. buques que cruzaban tanto el Atlántico como el Pacífico. Su máxima Trascendieron como parte de la preponderancia la alcanzaron en la oligarquía regional. Ellos pusieron en primera mitad del siglo XIX cuando alto el apellido con sus hechos y su tres de los hermanos fueron actuar patriótico-aristocrático y gobernadores: Patricio, Cosme y administrativo; siempre mostrando Baltasar; dos generales del ejército: hidalguía tanto en las festividades Patricio y Cosme; uno coronel, José militares como de gobierno y de la Sebastián; tres sacerdotes: Tomás, iglesia. En todas las conmemoraciones Apolonio y Joaquín y toda la familia hacían ostentación de su posición y dedicada a los negocios de la harina y bienestar económico luciendo en el pan. Patricio recibió la orden de marchas, paradas militares y Guadalupe durante el corto reinado de procesiones religiosas, sus fastuosos y don Agustín de Iturbide como elegantes uniformes, montando emperador y después de la caída del estupendos caballos ricamente libertador fue el representante de enjaezados, cubiertos con mantos de Puebla en el congreso que firmó la paño rojo con bordes de oro de cuyas constitución del 1824. El padre cuatro puntas colgaban borlas del Joaquín, además de prepósito de su mismo metal; así marchó Patricio

28 Pan ázimo. 29 Revista Castillos y leones, octubre de 1821, número de la raza, fundador gerente Alfonso Camín, México, D F. 30 Archivo del Sagrario de la Catedral, libro de casamientos de españoles número 38, 1813-1820.

-84 - UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, HISTORIA CARIBE, BARRANQUILLA (COL.) NO. 11, 2006 llevando la constitución del 24 bajo conformar una elite gobernante de larga palio y resguardada por escolta hasta duración heredando dichos cargos o el lugar del juramento antecedido por vendiéndolos al mejor postor. Dada la un Te Deun en la catedral. estrecha vinculación con la iglesia y las milicias que dicho sea de paso eran Vivieron en las calles 3 poniente y 8 parte constitutiva del gobierno de la oriente, calles donde construían sus ciudad, las familias les entregaron casas-comercios los negociantes parte de sus hijos contando así con enriquecidos de la ciudad. Fue una profesionales orgánicos dentro del familia sui géneris, desapareció como cuerpo de oficiales y del clero secular pudiente a la muerte en 1941 del único y regular gozando no sólo de las miembro adinerado de la cuarta canonjías de los obispados aunando generación,31 Tomás Furlong la riqueza entrada a los cofres con el Pescietto, hijo del general de Brigada brillo de los miembros prebendados, Cosme Furlong y Malpica y de doña sino también con los privilegios de las Rosalía Pescietto y Estévez. jerarquías castrenses. El valor fundamental en que fincaron estos Ahora bien, las estrategias comerciales linajes fue el mérito al crear emporios y las alianzas matrimoniales de las comerciales que les dieron acceso a las familias crearon linajes con añejo elites poblanas abonando con sapiencia origen español y mucho arraigo en el campo como dice Arturo Córdova tierras poblanas donde han Durana,32 mediante valiosos servicios a permanecido hasta la fecha dándole a la ciudad, a la iglesia y a las milicias su descendencia orgullo, poder y que los consolidó como clase dinero. Al analizar las redes creadas gobernante y por medio de las ya de por por ellas, entendemos los patrones de si clásicas alianzas matrimoniales comportamiento seguidos por estos consiguieron reconocimiento social que mercaderes enriquecidos que para heredaron a la descendencia ascender, mantenerse, consolidar, confiriéndoles honor y poder a la vez legitimar y heredar su pertenencia, que beneficiaron a las instituciones realizaron. La obtención de cargos civiles, eclesiásticas y militares con el públicos en el cabildo se les facilitó desempeño de sus profesionales por la ley de la Venta de Oficios de distinguidos en importantes cargos 1591 concedida gracias al apremio políticos, clericales y castrenses. económico de la corona. El uso de esta Pareciera que el beneficio hubiera sido oportunidad les dio prestigio y un mutuo pero realmente era un círculo medio para el enriquecimiento vicioso porque las autoridades y las personal a la vez que les permitió familias eran lo mismo.

31 Tomamos como primera generación a los abuelos de los hermanos Furlong Malpica que se casaron por 1751. 32 CÓRDOVA, Durana, Arturo, “Presencia en los cleros secular y regular” en Semblanzas e historia de una familia ... Ob. Cit., pp. 25-60.

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CIUDADANIA Y PROTESTA SOCIAL EN EL CARIBE COLOMBIANO

UN PROCESO DE INDEPENDENCIA EN EL CARIBE COLOMBIANO: VALLEDUPAR, 1810-18201

MIGUEL ANTONIO SUÁREZ ARAMÉNDIZ2

Recibido Marzo de 2006 Aceptado Mayo de 2006

RESUMEN

Este artículo analiza las dinámicas propias del proceso de independencia en Valledupar, estableciendo la participación de los actores sociales más notables de esta ciudad y la mane- ra como estos actores lograron salvarse de la crisis política que generó la independencia e insertarse en el nuevo orden político. Se asume la independencia de Valledupar como el resultado de ambiciones de autonomía jurisdiccional de los actores sociales notables en Valledupar.

PALABRAS CLAVE

Independencia, Valledupar, notables, poder político. ABSTRACT

In this article reviews the dynamics inherents to the process of independence in Valledupar, establishing the participation the most notable social actors of this city and the way actors managed to protects of the political crisis generated by independence be inserted in the new

1 El presente trabajo constituye el acercamiento inicial de una investigación mayor titulada Redes de poder y actores sociales durante la independencia y construcción del orden republicano en Valledupar, 1770- 1858, que será desarrollada como requisito para la obtención del grado de Maestría en Historia de la Universi- dad Industrial de Santander. 2 Historiador Universidad del Atlántico. Candidato a Maestría en Historia “Estado Nacional Colombiano y Globalización” de la Universidad Industrial de Santander (Bucaramanga, SDER). Miembro del Grupo de Investigación sobre Educación e Identidad Nacional de la Universidad del Atlántico. E-mail: [email protected]

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political order. The independence of Valledupar is assumed as the result of jurisdictional autonomy ambitions of the most notable social actors in Valledupar.

KEY WORD

Independence, Valledupar, notable social actors, political power.

Una de las temáticas que más ha lla- cano y puso en juego diversos proyec- mado la atención de los historiadores tos político-económicos de gran com- latinoamericanos y latinoamericanistas plejidad3 , en los cuales se conjugaron es, sin duda, el referente a los proce- las coyunturas internacionales con una sos de crisis del orden monárquico his- serie de complejos intereses políticos panoamericano y las subsecuentes y sociales particulares. Estos, ligados transformaciones de la Monarquía ab- a las extensas discusiones sobre los soluta de la dinastía Borbón, en una problemas de la soberanía y la repre- Monarquía constitucional y la separa- sentación americana, propendían por ción de los territorios americanos de la defensa de viejos intereses y privi- la Metrópoli, y posterior creación de legios que ciertos grupos poseían, Estados-nacionales independientes y mientras que, de forma paralela, se in- soberanos. tentaba de garantizar el acceso a los privilegios que el nuevo orden ofrecía Los avances de esta historiografía son a aquellos elementos sociales que no muchos y muy variados, pero en gene- poseían ninguno. Resultando de todo ral, es creciente la tendencia a identi- ello, entre otras cosas, la conformación ficar estos procesos locales, regiona- de sociedades caracterizadas por cri- les y nacionales dentro del conjunto de sis políticas recurrentes, la invención las llamadas “Revoluciones Atlánti- de formas y prácticas políticas –que cas”. Desde este punto de vista, el pro- tenían como referentes tanto las for- ceso coyuntural que constituyó la cap- mas políticas tradicionales como las tura en Bayona en 1808 de Carlos IV modernas en un complejo proceso de y su hijo Fernando VII, marcó el ini- hibridación–4 , y la transformación po- cio de la crisis del mundo iberoameri- lítica liberal de las sociedades gracias

3 Sobre estos proyectos ver CHUST CALERO, M. “La coyuntura de la crisis: España, América”, En: CARRERA DAMAS, G. y LOMBARDA, J. (Dir.), Historia General de América Latina: La crisis estructural de las sociedades implantadas, Vol. V, Paris, UNESCO/Editorial Trotta, 2003, del mismo autor, “Españoles de ambos hemisferios: el liberalismo doceañista 1810-1837”, En: MARTÍNEZ GARNICA A. (ed.), Independencia y transición a los estados nacionales en los países andinos: nuevas perspectivas, Bogotá, OEI/UIS, 2005, pp. 17-44. Sobre la experiencia napoleónica en España, resulta interesante el trabajo de Isabel Martínez Navas, “El Ministerio Secretaría de Estado de José Bonaparte. Notas para el estudio de la Administración josefista en España”, En: PÉREZ M., R. Teoría y práctica de gobierno en el Antiguo Régimen, Madrid, Marcial Pons, 2001 pp. 53-120 4 DEMÉLAS, M-D. La invención política: Bolivia, Ecuador y Perú en el siglo XIX, Perú, IFEA-IEP, 2003.

-88 - UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, HISTORIA CARIBE, BARRANQUILLA (COL.) NO. 11, 2006 a “la conjunción de actores políticos una postura realista. En este sentido, notables con los no notables”5 , por la un avance significativo se ha logrado vía del establecimiento de redes de con la publicación de la tesis doctoral poder entre grupos jerárquicamente de Steinar A. Sæther, la cual constitu- separados. ye un avance significativo en lo que refiere al estudio de las provincias alia- Pese a que el volumen de la produc- das a la monarquía hispánica durante ción historiográfica sobre la Indepen- el proceso de independencia7 . dencia es realmente enorme, aún fal- tan por develar en profundidad muchos Un mayor descuido se presenta en los procesos y desvirtuar gran cantidad de espacios de hinterland de estas anti- mitos fundacionales. En el caso parti- guas provincias, donde el tratamiento cular del Caribe colombiano, la mayor poco exhaustivo de la historia local ha parte de los estudios han centrado sus servido sólo para destacar el papel de esfuerzos en el análisis de la provincia algunas familias o para señalar la par- de Cartagena6 . Situación que no es ticipación heroica de algunas ciudades exclusiva del Caribe colombiano y que y poblaciones en momentos específi- seguramente obedece a una cierta ten- cos de la historia nacional, la mayoría dencia liberal que privilegia el análi- de estos no tienen en cuenta ni siquie- sis de los bastiones patriotas sobre ra el contexto en que estos eventos se aquellas provincias que defendieron desarrollan8 . Ligado a esto las interac-

5 CARMAGANI, M. “Elites políticas, sistemas de poder y gobernabilidad en América Latina” en Metapolítica, 2:5, 1998, pp. 7-16, p. 13. Ver también: CARMAGNANI, M. y ROMANO, R. “Componentes sociales”, en CARMAGNANI, M. HERNÁNDEZ CH., A. y RUGGIERO, R., Para una historia de América I. Las estruc- turas, México, FCE-ECM, 1999, pp. 288-403. 6 BELL LEMUS, G. (comp.) Cartagena de Indias: De la Colonia a la República, Santa Fe de Bogotá, Fundación Simón y Lola Guberek, 1991. CONDE CALDERÓN, J. Espacio, sociedad y conflicto en la Pro- vincia de Cartagena, 1740-1815, Barranquilla, Universidad del Atlántico, 1999, del mismo autor “Poder local y sentimiento realista en la Independencia de Santa Marta” En: Historia Caribe, Barranquilla, II:4, 1999 e “Identidades Políticas y grupos de poder en el Caribe colombiano. 1828-1848”, en SÁNCHEZ MEJÍA, H. y MARTÍNEZ DURAN, L. (eds.), Historia, identidades, cultura popular y música en el Caribe Colombiano, Valledupar, Universidad Popular del César, 2004. MEISEL ROCA, A. “Entre Cádiz y Cartagena de Indias: La red familiar de los Amador, del comercio a la lucha por la Independencia americana” En: Cuadernos de Histo- ria Económica y Empresarial. No. 12, Cartagena, Banco de la República, Julio de 2004. MÚNERA, A. Cadavía, El fracaso de la nación: región, clase y raza en el Caribe colombiano, 1717-1810, Bogotá, Banco de la República/El Áncora Editores, 1998 y SOURDIS, A. Cartagena de Indias durante la primera Repúbli- ca 1810-1815, Bogotá, Pontificia Universidad Javeriana, 1986. 7 Este historiador noruego presenta nuevas explicaciones sobre las razones que llevaron a estas dos provincias del Caribe neogranadino a sostener una posición abiertamente realista durante los primeros años de las luchas por la independencia. Explora el plano de las relaciones interfamiliares de las elites locales y señala que a las prácticas endogámicas de estas elites, fue imposible la conformación de identidades regionales que permitieran la adhesión de estas dos provincias a la causa patriótica. 8 De todos los trabajos que se han realizado en este sentido, vale destacar la obra de obligada consulta del abogado valduparense Pedro Castro Trespalacios, es prácticamente el único dedicado a esta temática en Valledupar. La inserción de documentos tomados del Archivo General de Indias, y de otros archivos, son uno de los aspectos más importantes de esta obra. Escrito en un estilo romántico liberal, busca mostrar la activa participación en la Independencia nacional de la ciudad de los Santos Reyes del Valle de Upar. Ver: CASTRO TRESPALACIOS, P. Culturas aborígenes cesarenses e Independencia de Valledupar, Bogotá, Casa de Cultura de Valledupar/ Sociedad Bolivariana del César, 1979.

-89 - UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, HISTORIA CARIBE, BARRANQUILLA (COL.) NO. 11, 2006 ciones de los grupos que se hallaban Valledupar y la Provincia de Santa en estos espacios han sido erróneamen- Marta durante la segunda mitad del te interpretadas al establecer un pro- siglo XVIII. ceso continuo de dominación, que oculta las características reales de los El Nuevo Reino de Granada no cons- lazos relacionales y de las negociacio- tituyó una de las partes más importan- nes que los diversos grupos establecie- tes del conjunto de dominios america- ron entre sí, al igual que los grados de nos de la Monarquía Hispánica. Salvo interdependencia existentes entre ellos. por Cartagena, Santa Fe y Popayán, la En estas relaciones se conjugan acto- mayor parte del territorio neogranadi- res sociales notables con aquellos no no era, económica y políticamente ha- poseen ningún grado de notabilidad blando, de un orden secundario. De dentro de la división jerárquica de la esta manera, provincias como la de sociedad. Lo cual no implica la inexis- Santa Marta, cuyo carácter agreste – tencia de tensiones social-raciales en- por el difícil proceso de ocupación del tre los diversos grupos, sino que, dada territorio que no se logró sino hasta la alta jerarquización de la sociedad bien entrado el siglo XIX–, con una colonial americana que incluso sepa- alta proporción de población al mar- raba en subgrupos a grupos que pare- gen del orden señorial, con una situa- cieran a nuestros ojos uniformes (bien ción de ingobernabilidad casi insoste- por el color, por el estatus, por la ri- nible para la mayor parte de autorida- queza, etc.), las tensiones se manifes- des civiles y eclesiásticas, constituían taron en “diversas formas de revuelta, –dentro del orden colonial– territorio resistencia y adaptación que no se ba- de frontera y paso de viajeros. Para el saban en la raza ni la incluían”9 . El siglo XVIII el panorama que mostraba territorio que compete a esta investi- la Provincia de Santa Marta no era ha- gación representa una clara muestra de lagador. esta situación, tal y como se verá en las líneas que siguen. El estudio de Ligado a estos problemas, el pobla- estos espacios es necesario para tener miento disperso, la existencia parajes una mejor comprensión de las dinámi- incultos, una amplia población “libre” cas regionales y nacionales surgidas que, al decir del Virrey Sebastián Es- tras la crisis del orden monárquico es- lava, se encontraba al margen de toda pañol y para entender mejor el proce- “subordinación al cura y a la justicia”10 so de transición hacia el estado-nacio- y niveles no muy altos de producción nal.

9 HELG, A. “Raíces de la invisibilidad del afrocaribe en la imagen de la nación colombiana: Independencia y sociedad, 1800-1821” En: SÁNCHEZ, G. y WILLS O., M. E. (comp.) Museo, memoria y nación. Misión de los museos nacionales para los ciudadanos del futuro, Bogotá, Ministerio de Cultura, 2000, pp. 219-251, p. 224. 10 COLMENARES, G. Relaciones e informes de los Gobernantes de la Nueva Granada, Tomo I, Bogotá, Banco Popular, 1989, p. 50.

-90 - UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, HISTORIA CARIBE, BARRANQUILLA (COL.) NO. 11, 2006 agrícola y ganadera, la Provincia de Estos elementos configuraron dinámi- Santa Marta vivía en condiciones de cas particulares que ligadas a la exis- pobreza generalizada reconocidas por tencia de fuertes elites locales y re- la mayoría de las autoridades civiles y gionales, cuyas amplias redes de po- eclesiásticas11 . Esto llevó a que durante der les permitieron actuar de manera el siglo XVIII, esta provincia –y en más o menos articulada13 , ejerciendo general la mayor parte de los dominios control sobre la población libre que se de la Monarquía Hispánica– experi- hallaba tanto en aldeas como en roche- mentara un intenso proceso de reorde- las y palenques, dando a los “meca- namiento espacial que propendía por nismos corporativos” un profundo ca- ejercer control sobre el territorio, me- rácter territorial en el cual el elemento jorar la producción agrícola y ganade- de distinción primordial lo constituyó ra de la región e insertar la población la notabilidad, que permitió legitimar indígena y “libre de todos los colores”, el poder de los notables14 locales y dis- por fuera del control civil y eclesiásti- tinguirlos de los demás grupos socia- co, a la fuerza de producción de los les. hatos ganaderos y a la cristiandad. En un intenso proceso que requirió tanto En este sentido, el proceso de pobla- del uso de la fuerza como de frecuen- miento fue de gran importancia, por- tes negociaciones con estos grupos12 . que permitió consolidar las relaciones

11 Hay que señalar que esta pobreza refiere sobre todo a los problemas fiscales, pues no se podía sufragar los gastos de la burocracia local ni de la administración colonial. De tal forma, que incluso las campañas de poblamiento fueron realizadas por “empresarios” como los De Mier. 12 Al respecto ver los trabajos de HERRERA ÁNGEL, M. Ordenar para controlar. Ordenamiento espacial y control político en las Llanuras del Caribe y en los Andes Centrales Neogranadino. Siglo XVIII, Bogotá, Coedición Instituto Colombiano de Antropología e Historia/Academia Colombiana de Historia, 1999. De la misma autora, “Confrontación territorial y reordenamiento espacial. “Chimilas” y “Españoles” en la Provincia de Santa Marta durante el siglo XVIII”, En: SÁNCHEZ MEJÍA, H. y MARTÍNEZ DURÁN, L. (comp.), Indíge- nas, poblamiento, política y cultura en el departamento del César, Valledupar, Universidad Popular del Cesar, 2001, pp. 29-106 y “El arrochelamiento: Nominar para criminalizar”, en El Taller de la Historia, Cartagena, No. 2, abril de 2002, pp. 11-46. Ver también los trabajos de Hugues Sánchez Mejía, “La precariedad de un proceso de poblamiento: La gobernación de Santa Marta durante el siglo XVI”, En: SÁNCHEZ MEJÍA, H. y MARTÍNEZ DURÁN, L. (comp.), Indígenas, pp. 1-28, “Amancebamiento” y SÁNCHEZ MEJÍA, H. y SAN- TOS DELGADO, A. “Dos casos de colonización y expansión de la frontera agrícola en la gobernación de Santa Marta en la segunda mitad del siglo XVII: San Sebastián de Rábago y Santa Cruz de Pizarro”, En: Historia Caribe, Barranquilla, III:8, 2003, pp. 101-114. Por último el trabajo clásico de FALS BORDA, O. Op. Cit. 13 Marcello Carmagnani ha señalado al respecto de estos grupos, que tenían como característica unos “intereses sociales y políticos bien definidos y con una cultura propia que se sumaba a los elementos procedentes del mundo europeo e ibérico”. Ver: CARMAGNANI, M. El otro occidente: América Latina desde la invasión europea hasta la globalización, México, FCE-ECM, 2004, p. 81 14 Aún cuando ellos variaban de acuerdo a cada sociedad particular, se entiende por elementos notables todos aquellos actores sociales cuya posición social, dentro del contexto local o regional, les permitía ejercer algún grado de dominio sobre los demás elementos de la sociedad. Por supuesto, esto se refiere sólo a aquellos que ejercían oficios nobles: hacendados, curas, funcionarios reales, oficiales del ejército. Generalmente estos cargos estaban bajo el dominio de las notables locales (elites), lo cual aseguraba aún más su preeminencia social.

-91 - UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, HISTORIA CARIBE, BARRANQUILLA (COL.) NO. 11, 2006 entre hacendados y población libre de ricanas, además de asegurar la expan- la región, asegurando el establecimien- sión hacia territorios que aún se encon- to de los elementos corporativistas y traban sin explorar. Un reflejo de esta estamentales del orden colonial, cuyo situación lo constituye Valledupar. principio era el “orden jerárquico”. En Surgida como parte de las campañas fin de cuentas se logró establecer un de poblamiento promovidas por las dominio concertado entre notables lo- autoridades samarias a finales del si- cales y la población libre de la región. glo XVI, se consolidó en ella un pro- Los notables locales, quienes general- ceso de producción ganadera extensi- mente controlaban las autoridades ci- va. Durante esta fase inicial se repar- viles, militares y eclesiásticas, tolera- tieron a sus pobladores un buen núme- ron y de alguna manera promovieron ro de indios tributarios con lo cual, lue- –pese a los esfuerzos oficiales15 – las go de la crisis demográfica sociedad prácticas sociales desordenadas de la indígena, estos pobladores lograron población libre16 , quienes correspon- apropiarse de grandes extensiones de dían con estos sirviéndoles en sus ha- tierra que reclamaban como baldías o ciendas, parroquias y como aliados “realengas”. Al mismo tiempo, la caí- estratégicos en sus prácticas non sanc- da demográfica de los indígenas hizo tas como el contrabando. Las campa- que la naciente ciudad entrará en una ñas de poblamiento, además de refor- seria decadencia. A mediados del si- zar el control sobre la población libre, glo XVI, de los 40 vecinos con que se atrajeron a varias familias que poste- pobló la ciudad sólo quedaban 17. riormente asumieron un papel prepon- derante en la vida regional. Para el siglo XVIII, pese al panorama poco halagador de la Provincia de San- Durante este proceso las provincias del ta Marta, la ciudad de Valledupar ha- Caribe neogranadino experimentaron bía logrado consolidar su economía un notable incremento de la población, basada, primordialmente en la ganade- producto en parte de los cruzamientos ría y, en menor medida, la agricultura. interétnicos17 que lograron ser asimi- Alcanzando niveles de prosperidad que lados por los grupos de poder, coadyu- la misma capital provincial no poseía. vando al incremento gradual de la pro- Desde finales del siglo XVII los hatos ducción material de las colonias ame- ganaderos se había consolidado y sus

15 Durante buena parte del período hispánico se trató infructuosamente de reducir y erradicar el efecto negativo de “las malas costumbres” de las castas sobre la gente blanca. Al respecto de estos procesos ver: SÁNCHEZ MEJÍA, H. “Amancebamiento”, y HERRERA ÁNGEL, M. “Confrontación” 16 Sobre la tolerancia de las autoridades civiles y eclesiásticas con la población libre del Caribe colombiano ver el trabajo de HERRERA ÁNGEL, Marta “El arrochelamiento”. 17 La Provincia de Santa Marta contaba para 1793 con una población total 46985 personas, de las cuales 5093 figuraban como blancos, 8638 como indios, 29034 como libres de todos los colores y 4109 como negros esclavos. Cfr: “Padrón General de la Provincia de Santa Marta (1793)”, En: TOVAR PINZÓN, Hermes, et al., Convocatoria al poder del número. Censos y estadísticas de la nueva Granada, 1750-1830, Bogotá, AGN, 1994

-92 - UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, HISTORIA CARIBE, BARRANQUILLA (COL.) NO. 11, 2006 habitantes, y los de su área de influen- ganado que poseían. En el testamento cia, gozaban de cierta prosperidad18 en de Jeronimo Joseph Jiménez, vecino parte gracias a los intercambios comer- de Valencia de Jesús, encontramos que ciales con los indios de la Guajira que tenía una hacienda en las sabanas de comerciaban con holandeses e ingle- Maldonado con “casa de hato, cocina ses. Pero lo realmente significativo cubierta de palma y bahareque, un co- dentro del conjunto de la economía y rral, un chiquero con cabras”19 , ade- la sociedad valduparense fue la hacien- más de ganado vacuno y caballar, que da, pues además de representar el prin- se reproducía en el monte sin ningún cipal medio para la acumulación de ri- control20 . En 1802, Emeterio Zeledo- quezas de los elementos notables de la nio Maestre, vecino de Valledupar, sociedad, constituyó un elemento aglu- declaraba poseer como bienes “un hato tinante de la población libre de esta de ganado y bestias en el paraje San subregión del Caribe, articulada a las Pablo de la Punta, una instancia e in- haciendas como mano de obra o a tra- genio de trapiche y otros bienes”21 sin vés del abastecimiento de productos – mencionar linderos. sobre todo en aquella donde se hacia necesario, como los trapiches. Este prospero negocio, fue retratado por José Nicolás de la Rosa al referir- Las haciendas fueron el principal me- se a Valencia de Jesús, de la siguiente dio de adquisición de riquezas en po- manera: blaciones como Valledupar, debido a que ella, junto con Valencia de Jesús, Críase en toda aquella tierra eran los principales abastecedores de gran porción de ganados mayo- productos ganaderos de la región. Una res y menores, de donde saca mirada a los testamentos muestra que con alguna abundancia para pro- esta situación en el caso de la subre- veer a la provincia de Cartage- gión de Valledupar. Es frecuente en- na; y son tan abundantes los pas- contrar en los testamentos de Valledu- tos y aguadas, que muchos ve- par y Valencia de Jesús como bienes cinos de aquella provincia man- hatos, platanales, haciendas y ganado tienen en su jurisdicción popu- de los cuales, la mayor parte de ellos, losos hatos, en que esquilman la no especifican ni las extensiones de las carne, sebo, corambre, quesos y haciendas ni el número de cabezas de cordobanes, fuera del cruce

18 Una mirada a la composición de las riquezas de algunos vecinos de poblaciones como Valencia de Jesús nos muestra una importante acumulación de capital, que les permitió a familias como los López Nevado, los Bolinches, los Mendivil, entre otros, establecer redes comerciales regionales, acceder a cargos eclesiásticos y civiles, vin- cularse a través de matrimonio y compadrazgo con otras familias igualmente ricas. Por las limitaciones propias de este ensayo no nos ocuparemos de este aspecto. 19 Notaria Primera de Valledupar (N.P.V.), Tomo de 1737, f. 60. 20 SÁNCHEZ MEJÍA, H. Poblamiento, mestizaje y rochelas en la Provincia de Santa Marta durante el siglo XVIII, Bucaramanga, Universidad Industrial de Santander, 1996 (Tesis de Grado). 21 N.P.V., Tomo de 1802.

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grande, y procreación de los ga- La primera ciudad de la Audiencia de nados, que han hecho a muchos Santafe en declararse como deposita- poderosos en caudales […]22 . ria de la soberanía fue Cartagena, en junio de 1810, seguida por Mompox, ambas en la provincia de Cartagena. El camino a la independencia: la cri- Entre 1808 y 1809, el Cabildo de la sis del orden monárquico en las pro- ciudad de Cartagena, integrado por vincias del Caribe neogranadino y comerciantes españoles y americanos, la independencia de Valledupar abogados y hacendados, entró en con- flicto con el recién llegado goberna- La crisis del orden Monárquico hispa- dor, el Brigadier General Francisco noamericano, tuvo interesantes reper- Montes, quien intentó recuperar el po- cusiones sobre el Caribe neogranadi- der que el cabildo se había auto-otor- no. El movimiento autonomista que gado. Las noticias sobre la disolución propendía por conservar la soberanía de la Junta Central hicieron que la au- del rey Fernando VII, por parte de las toridad de Montes se volviera insoste- provincias neogranadinas, rápidamente nible. El Cabildo, contando con el apo- transformado en movimiento indepen- yo del comisionado especial, Antonio dentista, tuvo en el Caribe neograna- de Villavicencio resolvió obligar a dino implicaciones peculiares, por cau- Montes a compartir su poder con dos sa de la fuerte rivalidad regional entre diputados designados por el Cabildo23 . las principales ciudades caribeñas que A mediados de junio el Cabildo resol- propendían por asegurarse el control vió remover de su cargo a Montes, de unas sobre otras. Los intereses par- poniendo en su lugar al Teniente de ticulares de las elites locales hicieron Gobernador el Coronel Blas de Soria. que las provincias se alinearan alrede- Uno de los miembros del Cabildo, José dor de los dos grandes bandos en con- María García de Toledo, organizó jun- flicto, pero además, que al interior de to con el pardo Pedro Romero, la mo- estos bandos se presentaran serios con- vilización de un gran número de hom- flictos internos que hicieron del Cari- bres negros y mulatos del barrio Get- be neogranadino uno de los escenarios semaní, al igual que de otros barrios más decisivos para la independencia de la ciudad, los cuales, armados con de la Nueva Granada. machetes, se apostaron frente al Pala-

22 DE LA ROSA, J.N. Floresta de la Santa Iglesia Catedral de la ciudad y Provincia de Santa Marta, Bogotá, Biblioteca Banco Popular, 1975, pp. 221-222. 23 EARLE, R.A. Spain and the Independence of Colombia, 1810-1825, University of Exeter Press, 2000, p. 23. 24 “Apuntamientos para escribir una ojeada”, En: CORRALES, M.E. (comp.), Documentos para la historia de la Provincia de Cartagena hoy Estado Soberano de Bolívar, en la Unión colombiana, 2 tomos, Bogotá, Imprenta de Medardo Rivas, 1883, T. 1, p. 127

-94 - UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, HISTORIA CARIBE, BARRANQUILLA (COL.) NO. 11, 2006 cio de Gobierno de la ciudad el 14 de zado a adoptar posiciones radicales. En junio de 1810, mientras el Cabildo se- 1809, Vicente Talledo y Rivera seña- sionaba24 . El Cabildo se apoyó en el laba que en el Cabildo de Mompox regimiento Fijo y para prevenir enfren- estaban torpedeando su posesión como tamientos llamó a la unión recordando Subdelegado de la Real Hacienda. Ta- los lazos comunes (religión, derechos, lledo acusaba a los capitulares del Ca- etc)25 bildo de actuar deliberadamente en su contra y de hecho así lo demostraron Aunque en un principio la Junta de al aplazar el acto de jura que debía Cartagena reconoció la Regencia, la cumplir antes de asumir el cargo27 . orden emitida por esta última para di- solverla, enfrió las relaciones con la Durante los meses siguientes la tensión elite cartagenera. La Junta intento or- entre Talledo y el Cabildo de Mom- ganizar un gobierno autónomo. El 11 pox se agudizó y el 25 de junio de 1810 de noviembre de 1811, proclamó su se organizó en su contra una revuelta independencia absoluta de España, “ra- de mujeres encabezada por José Luis tificó a la Provincia de Cartagena de Muñoz y el negro Luis Gonzaga Gal- Indias como un Estado libre, soberano van. Talledo fue depuesto de su cargo e independiente. El 12 de enero del año como Comandante de Armas. La situa- siguiente se instaló una convención ción intentó ser arreglada por una Co- constituyente con 36 diputados que misión conformada por Villavicencio, expidió el 14 de junio la Constitución Carlos Montufar y Antonio Narváez y del Estado de Cartagena de Indias”26 . de la Torre, pero nada pudieron hacer. El Estado cartagenero conformó parte La ruptura definitiva de la Villa con del bloque de las Provincias Unidas de Cartagena se produjo el 6 de agosto de la Nueva Granada y fue desde esta que 1810, cuando el Cabildo de Mompox se lideraron las acciones militares que proclamó su independencia respecto de finalmente llevaron a la unión de los la Regencia y de la Junta cartagenera, provincias patriotas. adhiriendo al Congreso convocado por Santafé28 . Adicionalmente a esto a La otra movida juntista la dio el Ca- mediados de 1812, surge al interior de bildo de Mompox. Este había adheri- la provincia de Cartagena un bloque do inicialmente a la Junta de Cartage- realista opuesto entre las ciudades Sin- na y contaba incluso con representa- celejo y Tolú. ción en ella. No obstante, desde antes de la instalación de la Junta Cartage- El mando de la nueva Junta estuvo en nera los momposinos habían comen- manos de los hermanos Gutiérrez de

25 “Edicto por el cual el Cabildo de Cartagena escita a los habitantes de la ciudad a procurar la unión”, 19 de junio de 1810, En: CORRALES, M.E. (comp.), Op. Cit., T. 1, pp. 94-95 26 CONDE CALDERÓN, J. Espacio, pp. 108-109 27 Ibíd., p. 112 28 MARTÍNEZ GARNICA, A. “La transición”, p. 53-54

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Piñeres. El 11 de octubre se declaró la compañía del Sindico Procurado Ba- erección de la provincia de Mompox. silio del Toro y “otros amigos de in- A partir de entonces, la Junta de Go- fluencia”, decidieron promover la for- bierno fue presidida por Gabriel Gutié- mación de una junta “que se hiciera rrez de Piñeres, quien se encargó de la cargo de los negocios del Gobierno31 , exposición de motivos de la separación conviniendo los nombres que quienes respecto de Cartagena. La misma, fue la iban a constituir, entre los cuales fi- defendida en Santafé por su hermano guraba él. Este grupo también era in- José María Gutiérrez de Piñeres29 . tengrado por José Francisco de Múni- ve y Mozo el abogado santafereño En la Provincia de Santa Marta la con- Agustín Gonzáles y Moreno32 . formación de Juntas no alcanzó un ni- vel similar y sus implicaciones no fue- Estos promotores de la Junta buscaban ron tan severas como las de la Provin- la destitución del Gobernador de la cia de Cartagena. En febrero de 1809, Provincia, quien parecía tener pocos tras recibirse las primeras noticias de adeptos. Bajo la excusa de la confor- los sucesos en España, se dio inicio a mación de la Junta, se reunieron en una serie de actos con los que se bus- casa del Gobernador el 10 de agosto caba ratificar “la fidelidad y sumisión” de 1810 varios notables. Se dieron a al Fernando VII30 . A mediados de 1810 conocer las noticias santafereñas y se el gobernador de la Provincia, Victor convocó a Cabildo abierto. de Salcedo y Somodevilla, recibió las comunicaciones que informaban de la Por propuesta del Procurador Del Toro, conformación del Supremo Consejo de se convocó a elecciones. Luego de Regencia, tras lo cual se dispuso la jura recogidos los votos Salcedo y Somo- ante el Cabildo para obedecer al nue- devilla fue elegido como presidente de vo organismo de gobierno. La Provin- la Junta, reteniendo además su cargo cia permaneció durante estos primeros como Gobernador. Para vicepresiden- años en una situación moderadamente te fue escogido Múnive y Mozo, como tranquila. Pero durante la segunda mi- vocal nato Antonio Viana, y vocales, tad del 1810, la situación vario osten- Pedro Gabriel Díaz Granados y Placi- siblemente. Tras la llegada de noticias do Hernández Domínguez. También sobre los acontecimientos de Santafé, hacían parte de la Junta Basilio Gar- un grupo de notables samarios comen- cía, Pedro Rodríguez, Rafael Zúñiga, zaron a promover la conformación de el teniente coronel de milicias José una Junta Provincial de Gobierno. En- María Martínez Aparicio y su hijo tre estos se encontraba el Teniente de Miguel Martínez Aparicio, José Igna- Gobernador Antonio Viana, quien en cio Díaz Granados, Manuel María

29 Ibíd., p. 54 30 RESTREPO TIRADO, E. Op. Cit., T. II, p. 303. 31 Ibíd., p. 310 32 SÆTHER, S. A. Op. Cit., p. 161

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Dávila, Esteban Díaz Granados y Fran- zaba los “funestos resultados por las cisco Javier Díaz Granados. Como se- ocurrencias de la capital del Reyno”35 cretario fue elegido Agustín Gutiérrez y el 15 de agosto cuando recibieron la y Moreno.33 comunicación santafereña convocan- do al Congreso general del reino, el En la nueva Junta había logrado ingre- Cabildo reaccionó comisionando a sar todos sus promotores, aunque no José María Martínez Aparicio en la habían logrado destituir al Gobernador. búsqueda de armas en Jamaica para la Esta junta tiene la particularidad el defensa de la ciudad36 . La Junta Sa- haber albergado a buena parte de va- maria reconoció la autoridad de la Re- rios de los miembros más notables de gencia, se dispuso a organizar el go- la familia Díaz Granados, una de las bierno de la provincia teniendo en tres más prominentes familias de la región. secciones (política, guerra y hacienda), Por un lado, Pedro Gabriel Díaz Gra- a convocar la elección de diputados nados, y cuatro de sus sobrinos (Fran- entre los cinco cabildos de la provin- cisco Javier, Esteban, José Ignacio y cia y repelió cualquier asomó de tur- Venancio Díaz Granados) habían sido bulencia que propendiera por la Inde- designados como miembros de la Jun- pendencia respecto de España. ta. También se encontraban emparen- tados con los Díaz Granados, Múnive La Junta respondió negativamente to- y Mozo, Dávila, García y Zúñiga34 . das las invitaciones de emancipación Este hecho es significativo si se pien- realizadas por parte de la Junta santa- sa que dos miembros de la familia Díaz fereña indicando que “esos documen- Granados (Rafael y Esteban) también tos no era capaces de variar los princi- participaron del proceso de Indepen- pios que tienen jurados de obediencia dencia de Valledupar y se encontraban a su legítimo Soberano y en su real emparentados con la familia Fernán- nombre al Supremo Consejo de Regen- dez de Castro, el grupo familiar que cia que gobierna la Monarquía”37 . Así junto a los Mestre y otras familias no- las cosas, la Junta no tenía intención tables lideraron la escena política du- alguna de desobedecer las órdenes ve- rante este proceso. nidas de España. Incluso cuando la Regencia la desaprobó a través de la Al igual que la Junta de Cartagena, la Real Orden de 19 de septiembre de de Santa Marta era un organismo con- 1810, no tardó en disolverse. Para me- servador. Conformado por varias fami- diados de 1811 la autoridad volvió a lias notables de la ciudad, que recha- recaer sobre el Gobernador y el Cabil-

33 RESTREPO TIRADO, E. Op. Cit., pp. 311-312 34 SÆTHER, S. A. Op. Cit., p. 163 35 “Carta del Cabildo de Santa Marta a S.M. informando de la formación de la Junta y remitiendo traslado del acta del 10 de agosto”, Santa Marta, 22 de septiembre de 1810, En: RESTREPO TIRADO, E. Op. Cit., p. 312 36 RESTREPO TIRADO, E. Op. Cit., pp. 315-316 37 Ibíd., p. 319

-97 - UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, HISTORIA CARIBE, BARRANQUILLA (COL.) NO. 11, 2006 do, con el nombramiento de un nuevo los señores suscritos, de que Gobernador Tomás de Acosta, en ju- porque España es un hermano nio de 1811. El nuevo gobernador no oprimido de cadenas, penetrado tardó en enfrentarse con el Congreso de heridas, y en el último con- del Reino, el cual le dirigió una carta flicto de su perdición dicen debe al Gobernador y al Cabildo de Santa abandonarse, y perseguirse y Marta el 9 de octubre de ese año, en la aun tienen por delito el que San- que aseguraba los sufrimientos del rei- ta Marta, se conduela de los pa- no por la conducta de Santa Marta y rasismos y desolación en que la “las hostilidades que son consiguien- ha puesto el más perverso de tes al sistema de oponerse a la volun- todos los mortales. ¿Y quien así tad general de los Pueblos”, le acusa- piensa no se pone de parte de ba de hacer una “guerra sorda con es- aquel malvado?; y si estos pro- critos siniestros y sediciosos, supo- cedimientos son obra de aque- niendo falsas noticias y turbando la paz lla a quien el hermano ha dado pública”; además de convertirse en el el ser, Lengua, Religión y Cos- refugio de los “mal contentos” opues- tumbres, ¿qué género de ingra- tos al sistema repúblicano.38 Los Di- titud habrá que a éste iguale?40 putados fueron más allá y recordaron al Gobernador y al Cabildo la preca- Es notorio el uso de la metáfora de la riedad de su situación comercial que, familia y de la civilización desde el según señalaban, “quedaría paralizado punto de vista realista. Esta posición al momento que se les desniegue la adoptada por el Cabildo de Santa Mar- entrada”39 . ta, en cabeza de Esteban Díaz Grana- dos como su presidente, responde al La respuesta del Cabildo no se hizo hecho de una disputa interregional de esperar, y el 15 de noviembre de 1811, larga data. La ciudad de Santa Marta respondió a los Diputados de la Unión había sido desplazada por Cartagena que: como puerto una vez está última fue fundada, este hecho limitó el creci- Santa Marta no ha obligado a miento de la provincia que quedo re- ninguna Provincia a que obedez- ducida a sitio de paso y como produc- ca o no a España; lo que extraña tora de productos agropecuarios para este gobierno es la ridícula y aun el mercado regional, su situación de vil comparación que describen región de frontera por la incapacidad

38 “Llamamiento que hacen los Diputados del Congreso de Santafé al Gobierno de Santa Marta para que arregle su conducta al Movimiento General de la Independencia”, Santafé, 9 de Octubre de 1811, En: ORTIZ, S.E. (Comp.), Colección de documentos para la historia de Colombia, Bogotá, Editorial Kelly, 1965 39 Ibíd., p. 290 40 “Contestación a los señores Diputados del Congreso de las Provincias Unidas, del Ilustre Cabildo, Justicia y Regimiento de la ciudad de Santa Marta”, Santa Marta, 15 de noviembre de 1811, En: ORTIZ, S. E. (comp.), Op. Cit., p. 294

-98 - UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, HISTORIA CARIBE, BARRANQUILLA (COL.) NO. 11, 2006 de las autoridades de reducir la pobla- de gran importancia en la lucha de la ción indígena indómita y lo costosa que Independencia, pues impedía las comu- resultaba su mantenimiento por los nicaciones entre la Unión y Cartagena constantes ataques de corsarios y pira- y el envío de refuerzos. Por otro lado, tas hicieron centrar lo esfuerzos en la la campaña se concentró en la toma de única joya de la corona en territorio la plaza de Santa Marta, bajo el man- neogranadino, Cartagena. Cartagena do de Labatut, quien ingresa a la ciu- era el principal rival comercial de San- dad luego de una importante victoria ta Marta. En especial durante los años naval en Ciénaga. Las fuerzas de La- del conflicto de la Guerra anglo-espa- batut son repelidas por indios Bondas, ñola de 1796 a 1808, cuando Santa que obligan a evacuar la ciudad42 . Marta atrajo buena parte del comercio con el Caribe y los beneficios que re- Además de los ataques externos, la cibía Cartagena declinaron de manera Provincia de Santa Marta enfrentó una ostensible41 . Igual importancia asumió fuerza que desde su interior propendía en este contexto el impuesto a las ven- por la obtención de un mayor grado de tas de los vienes llevados desde Santa representación política y de autonomía Marta a la Plaza de Cartagena hecho jurisdiccional. El 1 de marzo de 1810, que llevó al rompimiento de las rela- apenas algún tiempo después de la ciones comerciales entre las dos ciu- movida autonomista de Caracas y an- dades. Esta postura realista, por tanto, tes de las de Cartagena, Mompox y respondía más a la búsqueda de bene- Santafé, un grupo de notables de la ciu- ficios reales, por parte de Santa Mar- dad de Valledupar secundado por 400 ta, que a una ardorosa pasión realista. vecinos se levantó contra el Alcalde Ordinario de la ciudad el Marqués de A partir de 1812, estos hechos marca- Valde-Hoyos. El Marqués de Valde- ron el inicio del conflicto entre las Pro- Hoyos, se había establecido en la ciu- vincias Unidas –y especialmente la dad de Valledupar desde 1806 y desde Provincia de Cartagena–, y la Provin- un primer momento entró en conflicto cia de Santa Marta, con una campaña con el Alcalde de la época al exigirle militar dirigida en dos frentes. Por un instrucciones para poder ejercer él lado, remontando el Magdalena, en como Alcalde. La situación llegó a oí- cabeza de Simón Bolívar se recuperan dos del Virrey quien resolvió a favor las poblaciones de Tenerife y el Ban- de Valde-Hoyos, logrando su nombra- co, ocupadas por los realistas, junto miento como en 1807, bajo su autori- con las poblaciones de Gamarra, Gua- dad quedaron las encomiendas del mal, San Antonio, Sitionuevo y Guái- Molino y Villanueva en jurisdicción de maro. La recuperación de este paso fue Valledupar hasta el año de 1808 –es-

41 EARLE, R.A Op. Cit., p. 43 42 THIBAUD, C. Repúblicas en armas. Los ejércitos bolivarianos en la guerra de Independencia de Co- lombia y Venezuela, Bogotá, Editorial Planeta/IFEA, 2003, p. 224

-99 - UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, HISTORIA CARIBE, BARRANQUILLA (COL.) NO. 11, 2006 tas fueron algunas de las últimas en- vinciales y virreinales, por las impli- comiendas de la Nueva Granada. Por caciones “revolucionarias” que tuvo el su estrecha relación con el Virrey y con levantamiento. Según información su- Diego Frías fiscal de la Audiencia de ministrada por el Alcalde encargado, Santa Fe, quien reprimió fuertemente Vicencio Ruíz de Gómez, durante el al cabildo de Quito en 1809 por su levantamiento los vecinos gritaban movida juntista, al parecer, el Marqués “dando abajos al Alcalde Marqués de se permitía comportamientos “grose- Valde-Hoyos, el Exm. Virrey y mue- ros” que lograron socavar los ánimos ras a S.M. Fernando VII. Como no ha- de los vecinos de Valledupar. bían suficiente fuerza pública se pidio refuerzos a Sn. Juan, para que las au- Los conflictos entre Valde-Hoyos y toridades de allí vinieran con ayuda, buena parte de la población de la ciu- sin conseguir hasta ahora apoyo”44 . dad fue puesta en conocimiento de las Según Ruíz de Gómez el “bajo pue- autoridades virreinales desde marzo de blo” estaba dominado por los “capo- 1808 cuando Juan Samano, quien en- rales y cabecillas locales”, por lo que tonces ejercía como Gobernador de la mayor parte de los funcionarios se Río Hacha informaba que a su llegada encontraban huyendo, y a pesar de las a Valledupar: gestiones realizadas por él no había logrado convencer a los notables de la […] todos los vecinos me han ciudad de la necesidad de reestablecer expresado su inconformidad con el orden real45 . las actuaciones del Marqués de Valde-Hoyos, por sus atropellos, No obstante la alta tendencia de estos y arbitrariedades; siendo que es informes a ser exagerados, sobre todo un leal defensor de los fueros cuando se trataba de captar la atención Reales y de las órdenes del Fis- de las autoridades centrales o cuando cal perteneciente a esa Suprema se buscaba alguna clase de auxilio, Audiencia... [y admitía que] las apoyo o gracia de parte de las altas quejas son fundadas pero no se autoridades virreinales, este hecho su- puede desautorizar a un excelen- pone varias situaciones significativas. te y leal servidor de S.M.43 Por un lado, por la rapidez con que la ciudad de Valledupar realizó su movi- El levantamiento contra el Alcalde da autonomista, poco después de la emprendido por los notables valdupa- Caracas y antes que las de Cartagena, renses dio inicio a una serie de tensio- Mompox y Santafé. Por otro lado, el nes entre estos y las autoridades pro- que hayan gritado muertes a Fernando

43 “Carta de Juan Samano a S.M.”, Valledupar, 1 de marzo de 1808, En: CASTRO TRESPALACIOS, P. Op. Cit., p. 59 44 “Carta de V. Ruiz de Gómez, Alcalde encargado de Valledupar al Sr. Virrey”, Valledupar, 21 mayo de 1810. En: CASTRO TRESPALACIOS, P. Op. Cit., p. 59 45 Ibíd., p. 60

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VII constituye un hecho absolutamen- raron diversos proyectos que propen- te revolucionario que no se vería apa- dían por garantizar la consecución de recer en las Provincias declaradas in- los proyectos particulares de los diver- dependientes sino hasta mucho tiem- sos grupos en conflicto. Tras conocer- po después. Finalmente, la relación de se en Valledupar, las primeras noticias dominio de los notables locales sobre sobre la conformación del Consejo de amplios sectores de la población, cons- Regencia, los notables de locales diri- tituye una prueba del poder que estos gieron comunicaciones solicitando la ejercían sobre esos sectores gracias, participación de la ciudad con un di- como establecimos líneas arriba, al putado en las Cortes, próximas a con- poder que les otorgaba ser poseedores vocarse. Dadas las características tan de las haciendas y jefes militares, ci- particulares de la convocatoria hecha viles y eclesiásticos. Las quejas del por la Regencia, a este derecho sólo funcionario no se detuvieron y algu- podían acceder las ciudades principa- nos días después escribe señalando que les de cada virreinato y capitanía ge- “[t]odos los días aparecen pasquines neral47 , por lo cual la petición de la que dicen: Abajo el Rey, viva la liber- ciudad fue negada, hecho que causó tad”46 desencanto entres estas los notables locales. Este hecho ha sido visto por la histo- riografía tradicional de la región como Como muchos otros cabildos hispano- la chispa que inició del proceso de in- americanos, el deseo del Cabildo de dependencia de la ciudad. Pero, ¿cómo Valledupar de participar con su propio es posible que el descontento con un diputado en las Cortes de Cádiz, refle- funcionario real haya llevado a un ja al mismo tiempo las pretensiones de movimiento con tantas implicaciones? autonomía local y jurisdiccional. Va- ¿Podía realmente este hecho justificar lledupar, como se intentó establecer el desconocimiento total de la autori- líneas arriba, se había convertido para dad real? ¿De qué manera esta situa- finales del siglo XVIII en el epicentro ción ponía en peligro el sostenimiento de la producción ganadera y, en me- de la causa realista? nor medida, agraria de la provincia de Santa Marta. En su seno se había esta- Como hemos señalado, con el inicio blecido una elite compuesta esencial- de la crisis monárquica española y del mente por medianos y grandes hacen- proceso de conformación de los dife- dados que abastecían el mercado re- rentes organismos político-administra- gional con las carnes que se producían tivos que se establecieron en reempla- en sus señoríos de límites imprecisos. zo temporal de la autoridad real, aflo- Hecho que les sirvió para articular re-

46 Ibídem. 47 Sobre la forma en que se llevaban a cabo estas elecciones resulta interesante el trabajo de DEMÉLAS, M-D. Op. Cit., p. 157 y ss.

-101 - UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, HISTORIA CARIBE, BARRANQUILLA (COL.) NO. 11, 2006 des de poder con las elites de las dos esa provincia deseosos de representa- grandes ciudades del Caribe neograna- ción, constituía un hecho grave. Gar- dino y con otros notables de poblacio- cía Toledo informaba al gobierno pro- nes menores. La ciudad, más prospe- vincial que los vecinos de los pueblos ra que la misma capital provincial, al- de Valledupar, Chiriguaná y Valencia bergaba el deseo de asegurar un espa- de Jesús, se habían dirigido a él, como cio de poder en el régimen provisional presidente de la Junta de Cartagena, representado en las Cortes. para pedir su protección contra “los desórdenes que ya se notan”. García Muy a pesar del respaldo que la ciu- Toledo, recordaba a los samarios la dad dio a las elites samarias, de las separación iniciada de Chiriguaná res- cuales eran muy cercanas, a través del pecto de Tamalameque, cabeza del rechazo inicial de las pretensiones cen- partido, y que Valencia de Jesús, Va- tralistas de la Suprema Junta de Cun- lledupar y todo ese partido se había dinamarca, al negarse a acudir a la in- alimentado “el fuego de la revolu- vitación que le hicieron llegar al Ca- ción”49 , como muestras de los deseos bildo valduparense para que se uniera de participación de esos pueblos en el al Estado que impulsaban los santafe- nuevo orden. reños, el 24 de mayo de 181148 . Los deseos de autonomía jurisdiccional de Ignoramos la respuesta del Cabildo de los notables locales permitieron el es- Santa Marta. Lo cierto es que en 1812, tablecimiento de relaciones con los los notables valduparences iniciaron recién constituidos estados de las Pro- gestiones tanto como la Junta santafe- vincias Unidas y de Cundinamarca, en reña como con el Gobierno de Carta- un intento por insertarse en cualquier gena para adelantar en Valledupar el espacio de participación. Este deseo movimiento de Independencia. Es así fue alentado, además, por el hecho que como en comunicación dirigida a la muchas las poblaciones de la Provin- Junta de Santafé, los notables valdu- cia comenzarán a buscar la protección parenses en cabeza de María Concep- de la Junta de Cartagena. Quedaba cla- ción Loperena informan que, dada la ro entonces que la participación en las imposibilidad de comunicarse con el juntas autónomas era el mejor medio gobierno de la provincia en Santa Mar- para la obtención de autonomía juris- ta por encontrarse en manos de realis- diccional. tas, enviarían como comisionado de ese Cabildo ante la Junta santafereña En 1811, José María García Toledo, al Subteniente Pedro Norberto Fernán- señalaba en su representación al go- dez de Castro, uno de los hijos de Lo- bierno de Santa Marta, que la situación, perena a que negociara con Jorge Ta- para él, desatendida de los pueblos de deo Lozano. La reunión al parecer no

48 RESTREPO TIRADO, E. Op. Cit., p. 337 49 CASTRO TRESPALACIOS, P. Op. Cit., p. 62

-102 - UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, HISTORIA CARIBE, BARRANQUILLA (COL.) NO. 11, 2006 se llevó a cabo y por recomendaciones Valledupar52 . Días más tarde, Anita de Manuel Rodríguez Torices, Fernán- Lenoit, una francesa residente en Sa- dez de Castro regresó a Cartagena, lamina escribe a Loperena, solicitan- donde él y los otros miembros de la do igualmente apoyo para Bolívar53 La comitiva, Pascual Díaz Granados, José entrevista se realizó en Chiriguana, Francisco Maestre y Arcisclo Arzúa- según lo dispuesto, el 20 de enero de ga, negociarían con Cartagena la for- 1813. La denuncia que posteriormen- ma en que debía llevarse a cabo la In- te realizar el Coronel Juan Salvador dependencia de Valledupar, en la re- Anselmo Daza, quien había sido en- unión se encontraba también Simón cargado por el gobierno de la Provin- Bolívar. cia de Santa Marta junto con Buena- ventura de la Sierra de controlar la si- La propuesta cartagenera consistía en tuación en Valledupar, presenta una llevar a cabo la invasión de Santa Mar- descripción detallada de la reunión. ta desde Valledupar, hecho que fue re- chazado por Bolívar y posteriormente Según el informe de Daza, María Con- descartado por el Cabildo valduparen- cepción Loperena, su hijo Pedro Nor- se50 . La intensión de los cartageneros berto, Acisclo Arzúaga, José Francis- era asegurar una base de combate con- co Gutiérrez, Rafael Araújo, José An- tra los realistas. Pese al fracaso del plan tonio de Quiroz y Francisco Luis Soto la reunión sirvió para establecer lazos partieron hacia Chiriguaná donde se entre Bolívar y los notables valdupa- reunirían con Bolívar en los primero renses, éste aprovecho la situación para días del mes de enero. En esa reunión, programar una reunión con una de las Bolívar, quien había llegado el 31 de líderes del movimiento independentis- diciembre de 1812 y había sido recibi- ta en Valledupar, María Concepción do por José Pío del Río, alcalde de esa Loperena. En noviembre de 1812, la ciudad, se reunió en casa de Braulio cuñada de Loperena, Gabriela Fernán- de Leiva con algunos vecinos de Ba- dez de Castro de Fernández de Ma- cerril, Saloa y con el comandante Es- drid51 , le envío una carta solicitándole teban Pupo, vecino del Paso, a fin de que se reuniera con Bolívar con el pro- realizar acciones contra el Coronel rea- pósito de llevar a cabo la campaña en lista Vicente Villa. La reunión duró

50 Ibíd., pp. 65-66. 51 Gabriela Fernández de Castro fue la madre José Álvaro Fernández de Madrid, editor del Argos Americano de Cartagena y Procurador de la Provincia de Cartagena. Gabriela Josefa estuvo casada en primeras nupcias con José Antonio Díaz Granados, con quien tuvo dos hijos: Rafael y María Luisa. Tras enviudar, con el gutemalteco Pedro Fernández de Madrid, quien se desempeñó como oficial real y Superintendente de la Casa de la Moneda, era hijo de uno de un oidor de la Audiencia de México. Con Fernández de Madrid, Gabriela Josefa seis hijos entre los que se encuentra José Álvaro. Los datos biográficos de Gabriel Fernández de Castro han sido tomados de SÆTHER, S. A. Op. Cit., p. 187 52 “Carta de Gabriela Fernández de Castro a María Concepción Loperena”, Cartagena, 1 de noviembre de 1812, En: CASTRO TRESPALACIOS, P. Op. Cit., pp. 74-75 53 “Carta de Anita Lenoit a María Concepción Loperena”, Salamina, 3 de noviembre de 1812, En: CASTRO TRESPALACIOS, P. Op. Cit., pp. 66-67.

-103 - UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, HISTORIA CARIBE, BARRANQUILLA (COL.) NO. 11, 2006 hasta altas horas de la noche donde entrevistó con Loperena para manifes- recibieron instrucciones de Bolívar y tarle la inconveniencia de ella de me- del Coronel Eugenio García. El día 3 terse en esas calamidades que afecta- de enero de 1813 Bolívar dirigió un ban el honor y disciplina de los légiti- discurso ante la multitud congregada mos vasallos de S.M. Loperena, por en la calle ancha real de Chiriguaná supuesto, negó su participación en el que gritaba vivas a la libertad. Daza hecho. señala que a pesar de su advertencia previa el Alcalde José Pío del Río se Mientras esto ocurría en Valledupar, encontraba en la manifestación, don- las tropas bajo el mando del Coronel de Bolívar “prometió al pueblo darle Labatut hacían su arribo a Santa Mar- libertad al Virreinato de la Nueva Gra- ta sin encontrar resistencia armada. La nada haciendo grandísimas promesas ciudad había sido abandonada por la para acabar con la opresión y libertar mayor parte de peninsulares que habi- a todos los esclavos y negros”54 . En la taban en ella, quienes partieron hacia reunión participaron además represen- Portobelo56 , Riohacha y algunas Islas tantes de las poblaciones de Saloa, el del Caribe57 . Los que se quedaron de- Paso, Tamalameque y Becerril. bieron sufrir los castigos severos con que el Coronel Labatut, un militar al- Tras el regreso de la Comisión, el 10 tamente acostumbrado a los rigores de de enero, se realizó un acto de jura ante la guerra en Europa, le hizo pagar tan- los oficiales del Ejército que se encon- to a los opuestos como a los partida- traban en San Juan del Cesar, Don Die- rios de la Independencia58 . Labatut go, Becerril, Fonseca, Barrancas, Mo- justificó sus excesos señalando, en su renos y “a todos los de aquí [de Valle- manifiesto al pueblo samario de 1813, dupar] asociados del Coronel Buena- que se trataba de “limpiar la ciudad de ventura de la Sierra”55 . Daza dio ins- los malos españoles que la avitan tan- trucciones a sus “amigos y compadres to por orden del gobierno de Cartage- de entera confianza de los barrios para na como por los perjuicios que han convencerlos de semejante proceder e causado al Estado y a esta Provincia y imprudencia que les traería graves con- talvez nos causarían permanenciendo secuencias si por un momento resuel- entre nosotros con la impolitica y des- ven hacer como las sugestiones de la tructora guerra que han sostenido”59 . señora Loperena”. Posteriormente se

54 “Carta de Juan Salvador Anselmo Daza a los gobernadores de Santa Marta y Riohacha”, Valledupar, 20 de enero de 1813, En: CASTRO TRESPALACIOS, P. Op. Cit., p. 79 55 Ibíd., p. 80 56 SÆTHER, S.A. Op. Cit., pp. 192-193 57 “Piezas relativas al abandono de la ciudad de Santa Marta por las autoridades y fuerzas realistas”, 30 de enero de 1813, En: CORRALES, M.E. Op. Cit., T. 1, pp. 561-574. 58 RESTREPO TIRADO, E. Op. Cit., Tomo II, p. 357 59 “Bando del ciudadano Coronel Pedro Labatut al publico de Santa Marta, mandado a publicar por José León Godoy. Santamarta, 5 de febrero de 1813”, AGN, Anexo, Historia, R. 7, ff. 356r-v.

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La ocupación de Labatut acabó en senta uno de los mejores ejemplos de marzo de ese año, cuando los indios los notables que, por sus relaciones y del pueblo de Mamatoco, en cabeza del riqueza, logro movilizar no sólo a va- Cacique Antonio Núñez y con la ayu- rios miembros de la elite local sino da de los indios del pueblo de Bonda también a un amplio número de la po- entraron a la ciudad y obligaron a salir blación de la ciudad y de poblaciones a Labatut y a sus hombres a dejar la cercanas. Loperena, viuda de José ciudad60 . Manuel Alonso Fernández de Castro, oriundo de Santa Marta, quien se des- Días después de la toma de la ciudad empeñó como Teniente de Gobernador de Santa Marta, los temores Juan Sal- y tuvo a su cargo la venta de las tierras vador Anselmo Daza se hicieron reali- realengas de Valledupar y la organiza- dad. Para febrero de 1813, los notables ción de las encomiendas de esa juris- valduparenses habían asumido el con- dicción. Fernández de Castro compar- trol total del Cabildo, y tras negociar tía con Loperena el hecho de ser hijos en Chiriguaná, en enero de ese año, el de Militares españoles que establecie- apoyo a la causa patriótica con Simón ron estrechas relaciones con las elites Bolívar, declararon la Independencia locales y que en poco tiempo lograron respecto de la capital provincial y de amasar una buena fortuna. Loperena España el 4 de febrero de ese año. La contrajo matrimonio con Fernández de escritura y lectura del Acta estuvo a Castro en 1775, este matrimonio fue Cargo de María Concepción Lopere- ventajoso para ambos, pues les permi- na Ustáriz de Fernández de Castro, tió adquirir poder y prestancia social quien luego de esto procedió a quemar en la región. Loperena logró articular- el escudo de armas y del retrato de se con una de las más poderosas fami- Fernando VII. lias de la Provincia, los Díaz Grana- dos. Esta relación no fue sólo por el El movimiento estuvo encabezado por matrimonio de dos de sus hijas con María Concepción Loperena Ustáriz miembros de esta familia sino por las de Fernandez de Castro, una mujer vinculaciones previas existentes entre notable de la región. Loperena ha sido los Fernández de Castro y los Díaz consagrada por la historiografía tradi- Granados61 . cional como la heroína epónima por excelencia, cuyos arrestos varoniles y La mayor parte de los firmantes tuvie- ardor patriótico la impulsaron a llevar ron alguna clase de vinculación fami- a cabo la Independencia en Valledu- liar con Loperena. Algunos de los fir- par. Más allá de estos relatos patriote- mantes fueron dos hijos de Loperena: ros, Loperena sin duda alguna, repre- Pedro Norberto Fernández de Castro

60 SÆTHER, S.A. Op. Cit., p. 195. 61 Gabriela Fernández de Castro, cuñada de Loperena, estuvo casada en primeras nupcias con José Antonio Díaz Granados.

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Loperena, Antonio Fernández de Cas- quien era a su vez sobrina de Rafael tro Loperena. Un yerno de Loperena Araújo, otro de los firmantes del 4 de Rafael Díaz Granados, quien estaba febrero y Rafael Araújo.63 casado con María Rosalía Fernández de Castro Loperena y hermano de Es- Aquellos que no poseían vinculacio- taban Díaz Granados62 , quien también nes familiares con la red Fernández de era yerno de Loperena por el matrimo- Catro/Díaz Granados, lo más seguro es nio con su otra hija, María Concepción que compartieran negocios, y diferen- Fernández de Castro Loperena. Nico- tes tipos de vinculaciones personales. lás Baute, quien al parecer era natural Estos fueron: José Valerio Caxigas, de las Islas Canarias, del matrimonio Vicente Sebastián Mestre, otro miem- con M. Josefa María Borrego, le na- bro notable de la sociedad valduparen- cieron sus hijos José María, José Ma- se, hermano del influyente sacerdote nuel y Margarita. Sus dos hijos le per- José Valentín Mestre, tras el estable- mitieron integrarse por la vía del ma- cimiento de la Provincia de Valledu- trimonio a la red de los Fernández de par en 1851 Mestre logró convertirse Castro/Díaz Granados. Su hijo José en Senador por Valledupar. Juan de Manuel se casó con Margarita una de Plaza, Alcalde Ordinario del Cabildo, las hijas de Pedro Norberto Fernández José Vicente Ustáriz, José I. Quintero, de Castro Loperena. El otro hijo de Israel de Quiroz, Juan Manuel Puma- Baute, José María, se casó con Rosa- rejo, Militar vallenato hijo de un cria- lia, hija de José María Fernández de dor de ganado oriundo de España, José Castro Loperena. Rosalía era además, Dolores Céspedes, quien se desempe- nieta de Pascual Díaz Granados. José ñó como Escribano Público hasta 1815. Vicente Maestre, un hacendado local Rafael de Armas, Agustín de Aroca y que se había desempeñado como Al- Luis Mel de León. férez Real, y posteriormente ocupó el Cargo de Teniente Militar de Valledu- Esta ojeada ligera sobre las vincula- par, emparentado con la familia Fer- ciones muestra el poder que esta mu- nández de Castro Loperena a raíz del jer ejercía sobre la sociedad valdupa- matrimonio de su hija, María Josefa rense y su área de influencia. No re- Maestre Bolaños con Pedro Norberto sulta extraño entonces que Bolívar acu- Fernández de Castro Araújo, hijo na- diera a su cuñada con el fin de nego- tural de José María Fernández de Cas- ciar con esta el apoyo que más tarde tro Loperena y María Josefa Araújo, prestó Loperena y que ha sido visto

62 Esteban Díaz Granados era uno de los pocos abogados de la Provincia de Santa Marta –según Restrepo Tirado el único luego de las luchas independentistas–, egresado del Colegio Mayor del Rosario. Se convirtió en uno de los hombres más influyentes de la Provincia de Santa Marta, amigo personal del General Domingo Caycedo, vicepresidente de la República en 1830. Participó de la Junta de Gobierno de Santa Marta en 1810. 63 Estos vínculos han sido identificados gracias a las obras de CASTRO TRESPALACIOS, P. Op. Cit., y de MAESTRE OROZCO, A., El padre Valentín. Genealogías vallenatas, Valledupar, S.N., 2004. Otros datos fueron tomados de los protocolos notariales de la Notaria Primera de Valledupar, años 1808-1850.

-106 - UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, HISTORIA CARIBE, BARRANQUILLA (COL.) NO. 11, 2006 como el producto de la devoción y el y Juan Plaza, quienes había huido de sacrificio de esta heroína de la Inde- la reunión por “no haberse condescen- pendencia del Caribe. dido, a las tres primera proposiciones”. El declarante también señala las inten- Debido a que no se conservan actas de siones de establecer a Valledupar las discusiones que el Cabildo de Va- “como cabecera de Provincia libre de lledupar realizó durante el proceso de Sta. Mta.”65 , Caxigas posteriormente elaboración del Acta de Independen- fue condenado a destierro a la ciudad cia de la ciudad, no es posible deter- de Santa Marta en 1822, por haber ac- minar cuales fueron las diversas pos- tuado “bajo influencias extrañas”66 . turas de los firmantes del Acta. La de- claración esta escrita en un lenguaje Es notorio del Acta de Independencia personalista (“yo, doña Concepción de Valledupar que, pese a los conflic- Loperena de Fernández de Castro, tos de poder con Valde-Hoyos, no se mujer libre de origen realista, pero hoy haya esgrimido el argumento de su republicana…”64 ), que no utiliza la “mal gobierno” como una justificante retórica de las demás actas para justi- de la independencia de la ciudad. Las ficar la Independencia. Expresa la ad- arengas de mueras y abajos –si llega- hesión al gobierno de Jorge Tadeo Lo- ron a darse– al Rey nos llevan a pen- zano y el compromiso de contribuir a sar que los notables valduparenses es- Bolívar con trescientos caballos de las taban mucho más resentidos, por la haciendas de Loperena. En mayo de negación de su participación en las 1813 se produce en Riohacha una de- Cortes que por los excesos del Alcal- claración por parte de Juan Rabadán de. Es cierto, que la situación con Val- ante el cabildo de esa ciudad. La de- de-Hoyos, sin duda alguna, es un ele- claración de Rabadán deja entrever la mento importante, debido a la alta im- existencia de una línea de fractura al popularidad del funcionario. Pero, en interior del bloque firmante del acta, cualquier caso ese resultaba un proble- según la cual José Valerio de Caxigas ma minúsculo si se tiene en cuenta que

64 Acta de Independencia de Valledupar. Sea notorio a cuantos ésta vieren, como yo, doña Concepción Loperena de Fernández de Castro, mujer libre de origen realista, pero hoy republicana, a nombre del Cabildo de Justicia y Regimiento de ésta ciudad ilustre, proclama libre e independiente a ésta ciudad de Valle de Upar del Gobierno Español, y la somete a los auspicios del Supremo Presidente Jorge Tadeo Lozano, y hace sabedores a todos los aquí presentes que la ilustre ciudad está por ésta acta ahora que son las diez de la mañana, libre y dispuesta a luchar por conseguir la libertad de todos los pueblos que guardan unión por el vínculo indescriptible del idioma y del pensamiento, pongo a disposición del General Simón Bolívar trescientos caballos de mis haciendas que llevaré en persona al ilustre General. En presencia de todos exijo juramento de fidelidad y quemo, por mis propias manos los retratos y armas de escudo de S.M. y ordeno a nombre del cabildo de que hablo, poner los pechos valientes al sacrificio en aras de la libertad de los pueblos dirigidos por su excelencia Jorge Tadeo Lozano. En constancia firmo en la ciudad de Valle de Upar a los cuatro días del mes de febrero de mil ochocien- tos trece… [Siguen firmas, encabezadas por la de Loperena]. 65 “Declaración rendida en Riohacha por Juan Rabadán”, Riohacha, 26 de mayo de 1813, En: CASTRO TRESPALACIOS, P. Op. Cit., p. 87 66 CASTRO TRESPALACIOS, P. Op. Cit., p. 129

-107 - UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, HISTORIA CARIBE, BARRANQUILLA (COL.) NO. 11, 2006 varios de los notables de la ciudad tam- el apoyo de las tropas cartageneras, bién ejercían como funcionarios civi- pues Bolívar había partido en la recon- les67 . ¿Querían tener todo el poder y quista de Caracas y Labatut había sido por eso lo destituyeron? Es posible. derrotado en Santa Marta, la ciudad Quizá también el Alcalde, por sus es- terminó en manos realistas en los pri- trechas relaciones con el Virrey se hu- meros días del mes de marzo. A dife- biera convertido en un tropiezo para rencia de buena parte de las elites que sus anhelos de autonomía regional. Lo participaron de los movimientos hacia cierto es, desde nuestro punto de vis- la Independencia del interior del país, ta, es que el proceso de Independencia las elites valduparenses no sufrieron de Valledupar, tal y como señala Jorge grandes castigos, a pesar de los embar- Conde refiriéndose al “realismo vario- gos de sus bienes. Para finales de la pinto” en la Provincia de Santa Marta, década de 1810 la ciudad sería nueva- se explica más el deseo de “despojar- mente liberada por las tropas de Mon- se del régimen jurisdiccional a que es- tilla. Debido a que nuestro interés se taban sometidas o porque la ‘Fidelidad centra en el contenido político estos al Rey’ les fuera impuesta”. 68 procesos no nos detendremos en este ensayo en el análisis de las batallas li- El movimiento no tendría una larga bradas entre adeptos al regalismo y los vida. El primer ataque provino de la seguidores de la causa patriota vecina ciudad de Valencia de Jesús, donde un grupo de realistas planearon Pese a lo limitado de la experiencia una asonada contra la ciudad que fue independentista valduparense, duran- repelida por José Vicente Ustáriz, pero te el movimiento se puso de manifies- un mes después la ciudad cayó en po- to el profundo interés de autonomía der del bloque realista conformado por jurisdiccional de las elites locales fren- el Marqués de Valde-Hoyos, Juan Sal- te a la capital provincial. El caso de vador Anselmo Daza y de Buenaven- Valledupar es, si se piensa bien, un caso tura de la Sierra, hijo Agustín de la sui géneris, que resulta interesante por Sierra quien había adelantado la paci- varias razones. Primero porque pese a ficación de los chimilas y “había esta- lo temprana de su movida autonomis- blecido estrechas redes y alianza con ta su primera experiencia independen- pueblos y villas más pequeños de ese tista no fue más que una experiencia valle”69 . Valde-Hoyos, reclutó gente en pasajera, en parte gracias a la actitud los alrededores de las encomiendas que vacilante de una elite que parece ha- estuvieron a su cargo. Asediada y sin ber actuado más que por entusiasmo

67 Rafael Díaz Granados se desempeñaba como Procurador General. Juan Plaza y José Antonio Fernández de Castro eran Alcaldes Ordinarios. José Vicente Maestre, Caxigas y Ustáriz eran Regidores. José Dolores Céspe- des, ejerció funciones como Escribano Público 68 CONDE CALDERÓN, J. “Poder local”, p. 79 69 SÆTHER, S. A. Op. Cit., p. 202

-108 - UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, HISTORIA CARIBE, BARRANQUILLA (COL.) NO. 11, 2006 patriótico “[…] por la necesidad para la debilidad de los proyectos realistas dicha elite de tomar partido”70 . Segun- y patrióticos, en la medida que el ali- do porque puso de manifiesto la efec- neamiento con uno y otro bando, fue tividad de las extensas redes a las que el resultado de los intereses particula- se encontraban vinculados de diferen- ristas de las elites locales71 o de los tes maneras los notables locales, tanto proyectos encontrados de los diversos si se trataba de negociar con otras eli- sectores de la sociedad, este último tes como si se trataba de movilizar los caso, es más visible en la Provincia de sectores de la población que domina- Cartagena. ban. Por último, este proceso muestra

70 BERTRAND, M. “Elites y redes sociales en Guatemala en tiempos de la Independencia”, en BERTRAND, M. (coord.), Configuraciones y redes sociales. Un análisis de las relaciones sociales en América Latina, Caracas, Fondo Editorial Trópikos, 2002, pp. 111-132, p. 113 71 Especialmente en las poblaciones donde la inexistencia de actores intermedios (o intermediarios culturales, según se acostumbra decir), imposibilitó el surgimiento de proyectos políticos propios entre sectores populares, como los ocurridos en Cartagena o Mompox

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CUIDADANOS Y VECINOS: UN ACERCAMIENTO AL PROCESO DE CONSTRUCCIÓN DEL CIUDADANO EN CARTAGENA DURANTE EL SIGLO XIX1

ROICER FLÓREZ BOLÍVAR2

Recibido Febrero de 2006 Aceptado Marzo de 2006

RESUMEN

Este ensayo analiza el proceso de construcción del ciudadano en Cartagena durante el siglo XIX y se plantea que la persistencia de la vecindad se convirtió en un problema para el desarrollo individual de la ciudadanía. Esta última tenía una dimensión comunitaria y con una precisa adscripción espacial: la localidad.

PALABRAS CLAVE

Ciudadanía, vecindad, honor, localidad

ABSTRACT

This article reviews the process of construction of the citizen in Cartagena during XIX century. The study assumes that the persistence of the vicinity became a problem for the individual development of the citizenship. This last one had a communitarian dimension and with one precise spatial allegiance: the locality.

1 Este articulo es una presentación parcial del capítulo segundo del proyecto de tesis de maestría “Estado soberano de Bolívar: Sociedad, política y administración pública, 1857-1886”, convenio Universidad Pedagó- gica y Tecnológica de Colombia-Universidad de Cartagena. 2 Historiador, candidato a magíster en historia, convenio interinstitucional Universidad pedagógica y tecnológi- ca de Colombia / Universidad de Cartagena. Docente del programa de historia de la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad de Cartagena

UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, HISTORIA CARIBE, BARRANQUILLA (COL.) NO. 11, P.P. 135 - 152, 2006 -111 - UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, HISTORIA CARIBE, BARRANQUILLA (COL.) NO. 11, 2006

KEY WORDS

Citizenship, vicinity, honor, locality

El presente ensayo tiene por objeto co de carácter elegible era necesaria la analizar el proceso de construcción del condición de vecindad. Durante la ciudadano en Cartagena durante el si- constitución de 1853 el requisito de la glo XIX. Para cumplir con éste objeti- vecindad desaparece como indispensa- vo intento darle respuesta a los siguien- ble para acceder a cargos públicos; sin tes interrogantes: ¿Qué significaba la embargo, nuevamente es exigido por condición de vecino en el siglo XIX? algunos Estados durante el periodo de ¿Qué relación guardaba con la ciuda- la Constitución de Rionegro, uno de danía? y ¿Por qué se estableció como ellos fue el Estado Soberano de Bolí- condición para acceder a cargos públi- var. En el código político y municipal cos? Estos interrogantes explican por expedido por la Asamblea legislativa que desde 1812 hasta 1885, todas las de éste Estado en el año de 1872, se leyes electorales de la Nueva Granada señalaba lo siguiente: “Además de establecían unos requisitos para ser hallarse en el goce de los derechos de acreditado como elector primario o de ciudadanía i saber leer i escribir, se parroquia, así como elector secunda- requiere la de ser vecino del respecti- rio y poder aspirar a cargos públicos vo distrito para poder desempeñar los de carácter elegible. El requisito pri- siguientes empleos: De vocal del Con- mordial era ser vecino de la localidad. cejo municipal, de procurador muni- Por ejemplo, la Constitución política cipal, de administrador del tesoro de Cartagena de 1812 afirmaba que municipal i de secretario del Concejo para ejercer cualquier cargo público municipal”3 . era necesario, además de los derechos de ciudadanía, ser hombre libre, veci- La hipótesis que sustenta nuestra re- no o padre de familia o tener casa po- flexión es que la persistencia de la fi- blada y vivir de sus rentas o trabajo, gura del vecino confirió a la ciudada- sin independencia de otro. De igual nía en Cartagena durante la primera forma, las constituciones políticas de mitad del siglo XIX, la connotación de 1821 y 1832 señalaban enfáticamente ser orgánica a la localidad en la cual el que para ser elector de cualquier gé- ciudadano-vecino estaba radicó, labo- nero y poder aspirar a cualquier públi- ró y ejerció su acción política, social y

3 ARCHIVO HISTÓRICO DE CARTAGENA. Código político y municipal: expedido por la Asamblea Legisla- tiva del Estado Soberano de Bolívar. Cartagena, tipografía de Antonio Araujo, 1925. Sobre la constitución de Cartagena de Indias de 1812 ver: Gaceta de Cartagena de Indias, febrero 11 de 1813, p. 1. Sobre las constitucio- nes de 1821 y 1832 en la Nueva Granada ver: POMBO, Manuel Antonio y GUERRA, José Joaquín. Constitu- ciones de Colombia. Tomo II. Segunda Edición. Bogotá, Banco de la República, 1951.

-112 - UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, HISTORIA CARIBE, BARRANQUILLA (COL.) NO. 11, 2006 cultural. En este sentido, el ciudadano segunda. Gozaban de la ciudadanía que aparece en los primeros textos política los que podían votar, elegir y constitucionales no es aun el ciudada- ser elegidos. Todos los demás, la ma- no moderno caracterizado por los atri- yoría de la población, eran ciudada- butos de igualdad, individualidad y nos pasivos, solo portadores de la na- abstracción. El ciudadano neogranadi- cionalidad. Como consecuencia, para no de la primera mitad del siglo XIX adquirir la ciudadanía política se esta- fue siempre un hombre concreto, en- blecieron condiciones claras y pocas raizado en una localidad, llámese ciu- discutidas como la edad, el sexo y se dad, villa, parroquia o pueblo. En de- estipuló una renta para acceder a los finitiva, la continuidad de la vecindad derechos políticos, lo cual implicó la en la Nueva Granada durante la pri- negación de éstos derechos a los es- mera mitad del siglo XIX hizo más di- clavos, los menores de edad, las mu- fícil el proceso de construcción del ciu- jeres y a quienes no poseyeran bienes dadano. Pese a los discursos moderni- o rentas. Estos solo fueron otorgados zadores de las constituciones políticas, a los sectores privilegiados de la so- las comunidades seguían ancladas en ciedad: hacendados, terratenientes, un orden y en un imaginario tradicio- comerciantes, sacerdotes, abogados, nal y el ejemplo más palpable lo cons- militares y a los sectores intermedios tituía el vecino, lo cual mantenía la de la población, como los artesanos, participación en los asuntos públicos principalmente tipógrafos, sastres, car- dentro de los marcos de un orden cor- pinteros, maestros de obras, orfebres, porativo y jerárquico. etc.

1.1 Persistencia y redefinición de la No obstante, aunque el ciudadano se vecindad durante el siglo XIX convirtió en el elemento central de la “Nación” aún siguió persistiendo la Después de lograda la independencia condición de la vecindad como nece- e iniciado el proceso de construcción saria para ser sufragante, elector y as- de la Nación en la Nueva Granada, se pirar a cargos públicos elegibles. Las reconoció la igualdad formal de los explicaciones de la vigencia de este individuos mediante el otorgamiento hecho son diversas. John Lynch seña- de derechos civiles y de derechos po- la que aunque la independencia fue una líticos consignados en la ciudadanía. gran tormenta que destruyó los lazos Sin embargo, se estableció una dife- que ataban a Hispanoamérica con Es- rencia radical entre ciudadanía pasiva paña y el armazón del gobierno, dejó y ciudadanía inactiva, subrayándose la intactos los cimientos de la sociedad universalidad de la primera y las limi- colonial impidiendo la centralización taciones que debían imponerse a la estatal4 . Por ello, la primacía de la

4 LYNCH, John. 1973, The Spanish American revolutions, 1808-1826. New York, p. 356.

-113 - UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, HISTORIA CARIBE, BARRANQUILLA (COL.) NO. 11, 2006 vecindad reflejaba una inocultable rea- de derechos territoriales fue tal que lidad: era una expresión del arraigo y durante las tres primeras décadas de del vigor del provincialismo, de la plu- vida independiente la ciudadanía ad- ralidad política y social, de la fragmen- quirió rasgos precisos en lo social y tación política-territorial; en una pa- territorial (local y regional). La doble labra, de los particularismos tan exten- condición se expresaba en el hecho didos en el subcontinente, producto de de que los derechos políticos se le re- la herencia colonial.5 conocieron solo a quien tenía el status de vecino.6 La mayoría de los países latinoameri- canos, después de lograda la indepen- La Nueva Granada no era ajena a esta dencia atravesaron por el gran proble- realidad. Al momento de la indepen- ma de construir un Estado-Nación cen- dencia se caracterizaba por no existir tralizado, ya que los antiguos centros como una verdadera unidad política- de poder político que venían de la co- administrativa. A lo largo y ancho de lonia no querían someterse a una au- su territorio existía una fragmentación toridad central y por tanto, perder las regional producto de su accidentada autonomías económicas y políticas de geografía y de la escasez de vías de que gozaban. La debilidad de los nue- comunicación adecuadas. Lo que exis- vos Estados se vio reflejada en muchos tía desde la colonia y bien avanzada la aspectos, siendo uno de ellos la per- república era un mosaico de socieda- sistencia de la vecindad que le permi- des regionales con sus particulares tió a cada región, ciudad y villa tener economías, prácticas culturales y éli- pleno control sobre los habitantes de tes locales.7 Debido al escaso inter- su territorio. Por ejemplo, en el inte- cambio de población y comercio entre rior del espacio geohistórico mexica- las provincias surgieron tipos regiona- no se mantuvieron usos y costumbres les de población, rivalidades entre las muy variadas, avivadas por la diferen- provincias y sobre todo, una adhesión te convivencia interétnica y lingüísti- y amor a la localidad y a la provincia ca, una notoria diferenciación econó- en vez del Virreinato. En particular, mica y social, aunados a reglamentos eran reconocibles las regiones de la y leyes particulares en cada entidad Costa, Antioquia, Cauca, Santander, federativa e incluso en cada territorio. Cundinamarca y Boyacá. Así, cuando El carácter esencial de esta pluralidad comenzó la independencia de la Nue-

5SANCHEZ GÓMEZ, Gonzalo. “Ciudadanía sin Democracia o con Democracia virtual”, en: SABATO, Hilda. Ciudadanía política y formación de las naciones, Op. Cit. p. 433. 6 CARMAGNANI, Marcelo y HERNANDEZ, Alicia. “La ciudadanía orgánica mexicana, 1850 -1910”; Sobre el caso de la persistencia de la vecindad en América Latina durante la primera mitad del siglo XIX, ver el trabajo de GUERRA, Francois-Xavier. “El Soberano y su Reino: Reflexiones sobre la génesis del Ciudadano en Amé- rica Latina”. Los trabajos arriba citados aparecen en: SABATO, Hilda, Ciudadanía política y formación de las naciones, Op. Cit. 7 Sobre este tema ver PALACIO, Marco. 1986, “La fragmentación regional de las clases dominantes en Colom- bia: Una perspectiva histórica”, en: Estado y clases sociales en Colombia. Bogotá, Ed. Procultura.

-114 - UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, HISTORIA CARIBE, BARRANQUILLA (COL.) NO. 11, 2006 va Granada, la Nación como espacio cas que según él le reportaría a la Cos- del Estado no existía; las particulari- ta el federalismo, también enumeró las dades del desarrollo en el periodo co- diferencias culturales como la forma lonial posibilitaron la formación de de hablar y el vestir que existían entre “pueblos históricos”, aislados y distin- esta región y el interior andino. En tos y que tenían muy poco en común, apartes de la carta, Nieto se quejaba salvo quizás los intercambios y el uso de las burlas expresadas por las gen- de una misma moneda, de una lengua, tes del interior hacia la educación de una religión. No obstante, se diferen- los cartageneros, su “modo de hablar”, ciaban en sus prácticas sociales, en la la tendencia a ridiculizar chocantemen- forma de asumir sus relaciones con los te sus costumbres”. Años más tarde, otros hombres y con la naturaleza, en Rafael Núñez también se quejaría de las relaciones de poder y de domina- las críticas a los Estados de la Costa ción que se instauraron, en la apropia- durante el año de su candidatura pre- ción y formas de ordenamiento terri- sidencial “las designaciones torial, en los tintes y grados de mesti- odiosas….contraídas a la raza y los zaje, en las mentalidades desde las hábitos industriales” que predomina- cuales abordaron su quehacer social.8 ban en la región.9 Esto propicio la construcción de prác- ticas culturales que alcanzaron a in- Cabe señalar que este fraccionamien- crustarse en las diferentes manifesta- to del territorio no solamente se pre- ciones de la vida cotidiana y en la for- sentaba de región a región, sino que ma particular de asumir las relaciones también se daba en el interior de és- sociales en el más amplio sentido del tas. En 1852, la Sociedad Democráti- término. ca de Barranquilla le recordó al Con- greso que era su deber dar satisfacción Por otro lado, estos pueblos histórica- a lo que la opinión pública demanda- mente formados se diferenciaban con ba y que en ese momento se exigía relación a los otros pueblos: eran cons- adquirir y gozar de autonomía políti- cientes de su particularidad y se reco- ca y económica con respecto a Carta- nocían en ella como condición de su gena. Entre las razones que esbozó la existencia independiente. Por ejemplo, Sociedad se encontraban el área exten- en 1835 Juan José Nieto le escribió una sa de los cantones de Barlovento, su carta al General Francisco de Paula posición geográfica, su comunidad de Santander en la cual además, de seña- intereses pero sobre todo, las diferen- lar las ventajas económicas y políti- cias que existían en el vestuario y las

8 URIBE DE HINCAPIE, María Teresa y ALVAREZ, Jesús María.1987, Poderes y Regiones: Problemas en la construcción de la Nación colombiana, 1810-1850, Medellín, Ed. Universidad de Antioquia, p. 47. 9 NIETO, Juan José. «Una temprana argumentación a favor del federalismo, carta dirigida al General Santander”, 1993 en: Selección de textos políticos, geográficos e históricos. Barranquilla: Gobernación del Atlántico; POSADA CARBO, Eduardo. 1999, “El regionalismo político en la Costa Caribe de Colombia”, en: Revista Aguaita Nº 1, Cartagena, Ed. Observatorio del Caribe colombiano, pp. 9-23.

-115 - UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, HISTORIA CARIBE, BARRANQUILLA (COL.) NO. 11, 2006 costumbres entre los habitantes de de baja por que él, no era un vago como Barlovento y Cartagena.10 se decía en los informes de las autori- dades provinciales sino un ciudadano La existencia de éstos “pueblos histó- honrado. Para los vecinos era escan- ricos” en la Nueva Granada durante la daloso que un padre de familia, pací- primera mitad del siglo XIX, también fico y laborioso ciudadano, leal a sus es perceptible a través del lenguaje deberes y que había figurado en los político de la época. En la percepción trastornos pasados con honor y patrio- de un cartagenero de la primera mitad tismo: “Se vea por mandato de sus del siglo XIX, el país coincidía con la enemigos enrolado en el ejercito por jurisdicción de la Provincia de Carta- vago, privado de sus bienes, que su- gena, por oposición a las jurisdiccio- frirán notables pérdidas, i condenado nes de, por ejemplo, Santa Marta o a la indigencia en país ajeno”,12 es Santa Fe. Esta reducción imaginaria decir, en la provincia de Cartagena. del país a las dimensiones de la pro- vincia en la cual se ha nacido, o mejor En fin, como en todos los países lati- dicho esta identificación de la provin- noamericanos la sociedad neogranadi- cia con el país, era el punto de partida na se caracterizaba por la pluralidad y del imaginario político de los nuevos segmentación de jerarquías raciales, ciudadanos de las provincias neogra- sociales y políticas; esta sociedad se nadinas de la primera mitad del siglo hallaba compuesta por blancos, indios, XIX. En la imaginación de los neogra- negros y ordenada en castas: mesti- nadinos la patria era la tierra nativa, el zos, pardos, mulatos, zambos. Esto tra- país comprendido por la tradicional jo como consecuencia que al introdu- jurisdicción provincial.11 Así lo hicie- cirse el liberalismo en la Nueva Gra- ron saber algunos vecinos de Cartage- nada, se encontrara esencialmente con na en 1843, luego de haber elevado una una “Sociedad de Sociedades”13 que representación ante las autoridades dificultó la afirmación de un criterio provinciales solicitando que el solda- exclusivamente político y general para do Luís Cayetano Barrios, vecino de todos los eventuales poseedores de la Provincia de Mariquita, fuese dado derechos políticos.

10 GILMORE, Robert Louis. 1995, El federalismo en Colombia, 1810-1858. Tomo1. Bogotá, Coed. Socie- dad Santanderista de Colombia y Universidad Externado de Colombia, p. 48. Sobre el fraccionamiento territo- rial al interior de la Provincia de Cartagena durante el periodo colonial ver: CONDE CALDERON, Jorge. 1998, Espacio, Sociedad y conflictos en la Provincia de Cartagena, 1740- 1815, Op. Cit. 11 MARTÍNEZ GARNICA, Armando. 1998, El legado de la Patria boba. Bucaramanga, Ed. Universidad Industrial de Santander, pp. 25-26. 12 BIBLIOTECA BARTOLOMÉ CALVO, Sección microfilm. Semanario de la. Provincia de Cartagena. Cartagena, septiembre 10 de 1843, p. 4. 13 Esta idea es tomada de CARMAGNANI, Marcelo y HERNANDEZ, Alicia. “La ciudadanía orgánica en México, 1850- 1910”. En: SABATO, Hilda. Ciudadanía política y formación de las naciones, Op. Cit. p. 374.

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La mejor forma de solucionar este Art.51. Son vecinos de un dis- problema fue recurriendo a que cada trito parroquial los individuos localidad, región o territorio reafirmara que se hallan radicados en él, a sus miembros la condición de veci- con casa habitada por ellos o por nos, condición ratificada por la cons- sus familias, la mayor parte del titución de 1843 pese a sus intentos año. Son vecinos de cualquiera centralizadores, dejando claro la inca- otra sección territorial más es- pacidad del Estado para someter e im- tensa que el distrito, todos los poner su autoridad a las regiones y lo- que lo sean en unos de los dis- calidades neogranadinas que gozaban tritos que componen dicha sec- de autonomías políticas y económicas ción. sobre sus habitantes. De esta forma, Art. 52. Adquiere vecindad en la vecindad se convirtió en una defen- un distrito el que declara ante el sa del sistema más viejo de privilegios funcionario que en él está encar- y fueros, dejando en entredicho al Es- gado de promulgar las leyes, que tado como institución. quiere ser vecino, siempre que al hacerlo tenga su residencia Cabe señalar, que con la creación de habitual dentro del distrito. Esta la república, la vecindad fue otorgada declaración solo pueden hacer- a la mayor parte de la población, que- la las personas que no están bajo dando excluidos los forasteros y resi- la dependencia doméstica de dentes. Estos se diferenciaban de los otro. vecinos por que los primeros no po- Art. 53. También se adquie- dían intervenir en los asuntos públi- re la vecindad por uno de los cos como electores o elegibles y los hechos siguientes: 1. Vivir cons- segundos al igual que no participaban tantemente en el distrito por más en dichos asuntos, solo eran conside- de un año; 2. posesionarse de un rados residentes si permanecían en la destino público que obligue a localidad, pero la perdían al salir del residir en aquel distrito i cuya lugar. Ahora bien, ¿Cómo se definía y duración sea indefinida o más de se obtenía la vecindad durante la pri- un año14 . mera mitad del siglo XIX en la Nueva Granada? En 1843 el Gobernador de Lo que da entender la anterior defini- la Provincia de Cartagena, Antonio ción era que para ser vecino no era Rodríguez Torices presentaba la si- necesario el requisito de la edad o la guiente definición: propiedad, si se exceptúa el requisito

14 BIBLIOTECA BARTOLOMÉ CALVO, sección microfilm, Semanario de la. Provincia de Cartagena. Cartagena, Mayo 3 de 1843, p. 2. En la Constitución Política de la Nueva Granada de 1832 se definía como vecino para el efecto de sufragar “el que haya residido en un distrito parroquial por un año a lo menos antes de la elección, o manifestando ante la autoridad legal competente, conforme a la ley, el ánimo de avecindarse en él. POMBO Y GUERRA. Constituciones políticas de Colombia. Op-cit.

-117 - UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, HISTORIA CARIBE, BARRANQUILLA (COL.) NO. 11, 2006 del solar (afincado). Además, una per- en el periodo colonial, seguían adscri- sona que no era natural de un determi- tos a una comunidad de tipo social an- nado distrito y deseaba obtenerla, la tiguo: la localidad, en la cual poseían podía adquirir declarando ante un fun- todos sus derechos y obligaciones, re- cionario público su deseo de avecin- afirmando los lazos corporativos o co- darse en dicho distrito siempre y cuan- munales. Esto posibilitaba que el indi- do no dependiera de otro. Los funcio- viduo, figura abstracta que solo tenía narios públicos adquirían la vecindad un uso discursivo, se disolviera en la en el lugar en donde laboraban. Ahora comunidad local que tenía un dominio bien, es preciso señalar que la condi- completo sobre él y que constituía la ción de la vecindad funcionaba en di- unidad fundamental de la sociedad. La ferentes grados. Por ejemplo existía parroquia era, en efecto, la célula bá- una vecindad a nivel distrital en la que sica de la sociedad tradicional: una los vecinos poseían sus derechos y de- comunidad muy fuerte unida por es- beres. No obstante, también existía la trecho vínculos de parentesco y soli- vecindad a nivel cantonal y nivel pro- daridad material. La seguridad, los vincial. Es decir, los habitantes del dis- negocios, la política, etc., eran asun- trito parroquial de Santo Toribio eran tos colectivos.16 vecinos de ese distrito pero también lo eran del cantón de Cartagena y de la Además de cumplir con sus deberes Provincia del mismo nombre y sus de- en su distrito parroquial, los vecinos rechos y obligaciones comenzaban y que gozaran de los derechos de ciuda- terminaban en los límites de éstas en- danía debían ejercer sus derechos tidades territoriales. De igual forma, la como votantes, electores, aspirantes a condición de la vecindad se perdía por cargos públicos e integrar la Guardia el hecho de adquirirla en otro distrito Nacional por el mismo distrito parro- y por permanecer ausente del distrito quial y Provincia a que estaban ads- por más de tres años, estando dentro critos. No estaba permitido por la ley del territorio de la República. En el que un individuo, con los derechos de caso de las mujeres casadas que vivie- ciudadanía sufragara o aspirase a car- ran unidas a sus maridos, adquirían y gos públicos por un distrito parroquial perdían la vecindad por los hechos que diferente al suyo. Aunque algunas ve- se la hacían adquirir y perder a éstos15 . ces ésta disposición era violada, como ocurrió en 1850 cuando el señor Ra- Aunque con la independencia se abo- món Benedetti, siendo vecino del dis- lió el régimen de castas, las personas trito parroquial de la Catedral, aspiró (en este caso los vecinos), al igual que y obtuvo el cargo de cabildante por el

15 Ibíd. 16 Sobre este tema ver. GUERRA, Francois-Xavier. «El Soberano y su Reino” y ANNINO, Antonio. “ciudada- nía “versus” gobernabilidad republicana en México”. En: SABATO, Hilda. Ciudadanía política y formación de las naciones, Op. Cit.

-118 - UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, HISTORIA CARIBE, BARRANQUILLA (COL.) NO. 11, 2006 distrito del Pie de la Popa, hecho de- tivas filiaciones”. O algunas veces los nunciado por algunos vecinos de este vecinos se excusaban y se negaban a distrito parroquial: cumplir con sus deberes, como el pa- gar el servicio personal subsidiario, Es sabido que para ser miem- argumentando ser vecinos de otros dis- bro de un cabildo parroquial, se tritos como ocurrió en la parroquia de necesita ser vecino del mismo Santa Rosa en 1849. El Gobernador de distrito, más a despecho de esta la Provincia de Cartagena, Antonio disposición terminante de la lei, Rodríguez Torices señalaba: “visto el vemos al Sr. Dr. Ramón Bene- presente oficio de la jefatura política deti, ocupando un asiento en el de este Cantón en que manifiesta que cabildo parroquial del Pie de la algunos individuos residentes en el dis- Popa, siendo vecino del distri- trito de Santa Rosa se escusan de pres- to de la Catedral, donde como tar allí el servicio personal subsidiario tal vecino sufragó en las elec- diciendo ser vecinos de otros distri- ciones de Diciembre último... tos….”18 Denunciamos este hecho, para que se dicten por quien corres- Nada ilustra mejor la fuerza y la in- ponda las providencias del fluencia de la vecindad en la nueva caso, a fin de que se corrija el Granada durante la primera mitad del abuso.17 siglo XIX que la institución militar de la Guardia Nacional. Si bien ésta esta- No obstante, la persistencia de la ve- ba conformada por “ciudadanos” neo- cindad se convirtió en un problema granadinos, éstos tenían que defender para que el Estado ejerciera su autori- solamente los límites de su Provincia. dad. Por ejemplo, las mismas autori- No era permitido por la ley movilizar dades provinciales se excusaban y ne- a los vecinos que hacían parte de la gaban a perseguir, capturar y mandar Guardia Nacional a otra Provincia di- los reemplazos de los desertores del ferente a la suya. Por ejemplo, en el ejército, argumentando que los solda- año de 1839, durante la Guerra de los dos prófugos no eran vecinos de su Supremos, el General Joaquín Posada parroquia, como ocurrió en la Provin- Gutiérrez solicitó la movilización de cia de Cartagena en 1843: “Ha notado cincuenta hombres armados de la la Gobernación que algún jefe Políti- Guardia Nacional de la Provincia de co, al pedírsele los reemplazos no los Cartagena para ser conducidos a so- remite, fundándose en que los deser- meter un levantamiento armado en la tores no son vecinos de su Cantón, aun- Provincia de Santa Marta. Entre las que como tales aparecen en sus respec- razones que aducían para no aprobar

17 BIBLIOTECA BARTOLOMÉ CALVO, Sección microfilm, EL PORVENIR. Cartagena, septiembre 22 de 1854, p. 2. 18 BIBLIOTECA BARTOLOMÉ CALVO, sección microfilm, Semanario de la Provincia de Cartagena, Cartagena, septiembre 22 de 1844, Pág. 2, y Agosto 20 de 1845, Pág. 2.

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ésta medida se encontraba: “El Artí- ción que dirigió al Concejo Municipal culo 69 de la ley orgánica de Provin- de Cartagena en donde se señalaba que cia, señala que de ninguna manera se renunciaba al destino por haber mu- sacará del Cantón para Provincia di- dado de domicilio a la parroquia de la ferente a la Guardia Nacional…..hacer Catedral, cuya circunstancia la apoya- lo contrario es quebrantar la ley” 19 ba en una boleta dada por el Alcalde de ese distrito en la cual constaba “que En Ciudades como Cartagena, confor- el señor Palas le manifestó que se ha- mada por tres distritos parroquiales: La bía avecindado en dicha parroquia”. trinidad, Santo Toribio y La Catedral, Sin embargo, el Alcalde de Santo To- la vecindad se convertía en un proble- ribio le manifestó “que aunque había ma más serio debido a que los habi- dado curso a su representación, debía tantes cambiaban de vecindad mudán- encargarse del juzgado y continuar dose al frente de su casa o a la calle desempeñándolo hasta tanto fuese exo- contigua. La estrategia empleada por nerado por el Concejo municipal”. En muchos empleados públicos (de carác- respuesta a esta nota, Agustín Palas ter no remunerable) que no querían contestó negándose a encargarse del seguir ejerciendo los cargos consistía juzgado amparado en las siguientes en cambiar su residencia a otro distri- razones: “Fundado en que por el artí- to parroquial, como ocurrió en Carta- culo 182 de la Constitución ningún gena en el año de1840. El caso que granadino puede ser distraído de sus mostramos a continuación es muy ilus- jueces naturales, y que no siendo él trativo para lo que tratamos demostrar vecino de la parroquia de Santo Tori- y en el cual se vieron envueltos el juez bio, no podía serlo de aquella parro- parroquial del distrito de Santo Tori- quia”. Agregaba: “Por otra parte, vi- bio, el Concejo municipal y el Jefe viendo yo en la parroquia de la Cate- Político del Cantón de Cartagena. dral ¿podré ser juez de los vecinos de Santo Toribio?, ¿con razón no se im- En el mes de Marzo se le concedió primiría una nulidad permanente en una licencia por treinta días al Juez todas aquellas cosas en que yo ponga del distrito parroquial de Santo Tori- mi mano?, ¿Mil responsabilidades no bio, Agustín Palas, con el compromi- me acarreará la determinación del se- so de asumir el cargo una vez termina- ñor gefe político a mi cualidad de ciu- da dicha licencia. Cumplida ésta, el dadano neogranadino?”. Alcalde del distrito de Santo Toribio, a petición del suplente que quedó en- Finalmente, Agustín Palas fue obliga- cargado del juzgado, le instó a que do por el jefe político del Cantón de volviese al ejercicio de sus funciones. Cartagena a encargarse del juzgado, No obstante, en respuesta a esta soli- pero sobre todo a volver a su antigua citud, Palas le mostró una representa- residencia en el distrito de Santo Tori-

19 ARCHIVO HISTÓRICO DE CARTAGENA. Fondo milicias y Militares. Cartagena, Enero 5 de 1839, Pág.2

-120 - UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, HISTORIA CARIBE, BARRANQUILLA (COL.) NO. 11, 2006 bio y adquirir nuevamente la vecindad están divididas en varios distri- en ese distrito para que no existiera tos parroquiales, como ésta ciu- ningún impedimento de orden legal. dad, en donde se muda de ve- Entre las razones que esbozó el Jefe cindario pasándose al frente de político, Francisco Pacheco, se encon- la calle....20 traban las siguientes: Así, hacia mediados del siglo XIX, Es incuestionable que conforme encontramos en la Provincia de Carta- al artículo 200 de la gena una vecindad que cobra signifi- Constitución, los granadinos cado en su dimensión territorial, so- tienen la libertad de mudar de cial y política y que representaba para domicilio, de ausentarse de la quienes tenían ese rango derechos y República y volver a ella; pero deberes, que no los poseían los foras- el mismo artículo añade que sea teros y residentes, aunque su nivel de observando las formalidades riqueza, ingreso o profesión fuera si- legales. Estas formalidades no milar o superior a los reputados por son otras, que las de no tener vecinos. ninguna causa que le impida el ausentarse de la parroquia como Ahora bien, es necesario señalar que en el caso lo es, la de tener a su durante la primera mitad del siglo XIX cargo una judicatura parroquial en la Provincia de Cartagena, a la ca- que legalmente se le confirió y tegoría de vecino se le anexaron unas que el juró desempeñar sin condiciones de tipo moral, establecién- protestar, ni alegato alguno. dose una notoria diferencia entre buen ....El destino de juez parroquial vecino y mal vecino. Ser catalogado tiene por ley la duración de un como buen o mal vecino era una con- año, y en el hecho de aceptarlo dición cualitativa que se acreditaba queda comprometido el nombra- solo a partir de la realidad local en la do a residir en el lugar por todo cual operaba la persona. Es decir, para el tiempo de la duración del des- que una persona fuese reputada como tino, a menos que antes se le buen vecino era necesario ser acredi- exonere de él legalmente. Si se tado como buen padre, buen esposo, autoriza un procedimiento como buen hijo, buen feligrés, no estar acu- el del señor Palas, no sería difí- sado de ninguna falta contra la ley ni cil que el Alcalde y Jueces de la moral, ser una persona virtuosa, Parroquia huyendo de las cargas etc.21 En síntesis, se necesitaba tener concejiles se ausentasen todos lo que en la época se denominaba un a la vez, y mudasen de vecinda- modo honesto de vivir o ser estimado rio, y algunas poblaciones que por la honradez de su casa.

20 BIBLIOTECA BARTOLOMÉ CALVO, sección microfilm, La Ronda, Cartagena, Abril 16 de 1840, Pág. 2. 21 CARMAGNANI, Marcelo y HERNANDEZ, Alicia. “La ciudadanía orgánica mexicana, 1850 -1910”. En: SABATO, Hilda. Ciudadanía política y formación de las naciones, Op. Cit. p. 375.

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Esos atributos se exigían para que el rá fijada hasta que terminen las ciudadano pudiese aspirar y desempe- elecciones. Todo ciudadano- ñar algún cargo público. Esto necesa- vecino del distrito tiene dere- riamente implicaba el conocimiento cho a ser incluido en la lista de de la vida del aspirante, ya que dada la electores; i el que no haya sido, particular combinación de cualidades lo será precisamente por recla- requeridas en el candidato, su vida pri- mación suya, hecho personal- vada no se entendía como separada de mente ante el jurado, proban- la vida pública y su persona toda po- do que tiene las cualidades día ser objeto de debate, testimonio y morales necesarias. Además juicio en la arena pública, debido a que también queda a cualquier ciu- los vecinos tenían derecho a protestar dadano, el derecho de hacer por el comportamiento de los emplea- reclamaciones, para que se dos públicos. Era una práctica de la borren de la lista los que, es- época en que los alcaldes de los dis- tando incluidos en ella, carez- tritos parroquiales debían leer la lista can de las cualidades morales de los vecinos que podían votar y as- y de las cualidades de ciuda- pirar a los cargos públicos; luego, esta danos vecinos del distrito.23 lista era colocada en un lugar público con el objeto de que cada uno de los Era el conocimiento personal y el jui- vecinos dijera lo que sabía de los as- cio valorativo que la comunidad con- pirantes y electores sobre sus cualida- fería a la persona lo convertía en buen des personales, género de vida, cali- o mal vecino, lo distinguía del residen- dad de vida u ocupación y también te y del forastero. Esto se debía en hablara sobre sus defectos.22 buena parte a lo expuesto que estaba la vida privada en la Nueva Granada En 1853, el Diario cartagenero “El durante la primera mitad del siglo XIX. Monitor del Pueblo” publicó la ley de No era posible en realidad crear gran- elecciones aprobada ese mismo año; des distancias sociales y nichos invi- el artículo 4 de ésta ley señalaba lo si- sibles en un país en donde el espacio guiente: natural en que se desenvolvía la vida era la localidad. Las intimidades de los Copia de la lista de que habla hombres políticos se convertían rápi- el artículo 1, será fijada en un damente en asunto de dominio públi- lugar público, a lo más tarde co y entraban a hacer parte decisiva el día 10 de Julio i permanece- del juicio que sobre ellos se emitiera.24

22 GARRIDO, Margarita. Reclamos y Representaciones, Op. Cit., p. 123. 23 BIBLIOTECA LUÍS ANGEL ARANGO, (En adelante B. L. A. A). sección microfilm,El monitor del pue- blo, Cartagena, Agosto 20 de 1853, p. 3 24 GUTIERREZ SANIN, Francisco. 1995, Curso y discurso del movimiento plebeyo, 1849-1854. Bogotá, Coed. Instituto de Estudios Políticos y Relaciones Internacionales/ El Ancora Editores, p. 45

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Un ejemplo de lo anterior ocurrió en sino que son co-herederos sus Cartagena en 1840 con la designación hermanos en número según de Juan Antonio Calvo para la Cáma- creemos de seis, además de que ra de Representantes. El Diario de la casa tiene gravámenes consi- Cartagena “El Tiempo” anotaba que derables. Esta propiedad no pue- Calvo no podía ejercer dicho cargo por de suplirse con la renta por que que no reunía las condiciones estable- el producto de la imprenta en su cidas por la Constitución política de séptima parte, ni el insignifican- la Nueva Granada. En apartes del artí- te provecho de la tesorería de culo publicado por el diario se señala- rentas provinciales puede alcan- ba lo siguiente: zar a 400 pesos anuales.25

Desde que el hombre se encuen- El honor de la casa no era un bien tra en un puesto público ya su privado sino público. El ocultamiento vida entera y sus buenas o ma- de su pérdida o el desprecio de su va- las cualidades son del dominio lor eran delatados por la comunidad. de la sociedad, por que de ellas A través de actos simbólicos, de rumo- va a depender la observancia o res, de injurias verbales y de escritos desobediencia a la ley escrita. Se satíricos los vecinos ejercían un con- nos ha remitido un artículo so- trol y un castigo a quienes lo perdían. bre la nulidad del nombramien- La materia de las que se servían los to del Sr. Juan Antonio Calvo alcaldes y los jueces para inquirir en para Representante por ésta Pro- el mundo doméstico eran los rumores vincia, y aunque por su esten- y las palabras callejeras. El alcalde de sión y por que deseamos evitar barrio era una escucha del rumor po- personalidades e insultos, nos pular, sus acciones, además, daban fue- hemos negado a insertarlo, go al cotilleo del vecindario. El honor como las ideas nos han pareci- era una joya delicada que puesta en do exactas, las emitimos exci- labios ligeros podía ser destrozada. tando a la Cámara de Represen- Todo se veía y todo se comentaba. La tantes a que ecsamine la verdad mejor referencia de esto la constituía de los hechos. la expresión “público y notorio”, lo El Sr. Calvo carece de la pro- cual se refería a lo sabido por todos e piedad ecsiguida por el Artícu- incluía los distintos aspectos de la vida lo 54, inciso 4 de la Constitu- de los vecinos en la calle, la plaza, la ción, pues una casa apenas re- iglesia o el cabildo y en ocasiones la gular y la imprenta, únicos bie- vida de las personas dentro de sus ca- nes conocidos a su familia, no sas. las reglas de la comunidad impo- le pertenecen esclusivamente, nían cierta disciplina cuyo quebrante

25 BIBILOTECA BARTOLOME CALVO, sección microfilm, El Tiempo, Cartagena, Junio 20 de 1840, Pág.3

-123 - UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, HISTORIA CARIBE, BARRANQUILLA (COL.) NO. 11, 2006 recibía una sanción de carácter ritual empleaba contra quienes transgredían o también punitiva.26 el orden social y afectaban muy espe- cialmente -por supuesto- a quienes vi- La comunidad constituía un importan- vían en una alta estima social. La co- te mecanismo de regulación de los munidad castigaba a sus miembros comportamientos sociales. Estos com- haciendo público aquello que se que- portamientos implicaban valores mo- ría mantener en secreto. Así, las auto- rales y sociales practicados y acepta- ridades retomaban en forma de decla- dos por la mayoría y considerados en ración los veredictos que públicamen- consenso como adecuados y legítimos; te ya habían sido emitidos por la co- por tanto, una amenaza en contra de munidad. Más aún, se sacaba al con- éstos determinaba la protesta y defen- denado de la “cárcel” y se le hacía re- sa de la comunidad. El poder y la in- correr las principales calles de la ciu- fluencia de ésta se ejercía en todos los dad, acompañado del pregonero que aspectos de la vida de los vecinos. gritaba el nombre del prisionero y el Dados los lazos de comunidad, aún delito cometido.27 durante la primera mitad del siglo XIX las penas contra los delitos consistían Algunas veces era más importante para básicamente en el destierro y la ver- desempeñar cargos públicos de carác- güenza pública. El primero se hacía ter local ser considerado por la comu- con el objeto de aislar y marginar al nidad como un buen vecino que po- individuo debido a que durante esos seer los derechos de ciudadanía. Ejem- años, el hombre se definía por su per- plo, en Cartagena en el año de 1847 tenencia a un territorio y quien no lo fueron elegidos algunos jueces parro- estaba era en la práctica un vagabun- quiales y Alcaldes sin tener los dere- do, un mendigo, en definitiva un mar- chos de ciudadanía, pero que eran con- ginal. Por otro lado, el escándalo o la siderados por la comunidad como famosa “pública voz y fama”, eran las hombres de honor y buenos padres. formas de sanción que la comunidad

26 RODRIGUEZ, Pablo. 2002, “Hablando del honor: ¿donde estaba el de las mujeres coloniales?», en: En busca de lo cotidiano. Honor, sexo, fiesta y sociedad, Siglos XVII- XIX. Bogotá, Ed. Universidad Nacional, pp. 190-191. Además ver: JARAMILLO, Antonio Javier. 2004, “Las relaciones conyugales y el uso social de la justicia, Santafé de Bogotá a fines del siglo XVIII”, En: Historia y cultura Nº 1, segunda época. Cartagena, Ed .Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad de Cartagena, pp. 13-27. 27 Otra esfera en que se evidenciaba el poder de la comunidad era en las relaciones laborales. Por ejemplo, los trabajadores independientes requerían de fiadores, de responsables de su comportamiento, de un ciudadano de reconocida solvencia económica y moral que avalará ante las autoridades la bondad de su quehacer, su dedica- ción al trabajo y la idoneidad de su persona, es decir la institución de la recomendación. Esto se puede observar a través de la documentación notarial de la primera mitad del siglo XIX que contienen la expresión ritual y formal: “ciudadano y vecino de esta ciudad a quien doy fe que conozco. Sobre la figura del fiador durante la primera mitad del siglo XIX en la Nueva Granada ver. SOLANO DE LAS AGUAS, Sergio. Hombres de honor. Trabajadores notables en el Caribe colombiano, 1850-1930. Artículo inédito.

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Hoy debe reunirse el cabildo la Provincia de Cartagena en 1847, abierto por que para hoy ha sido recomendaba con especial cuidado a convocado para admitir o no la la Asamblea Electoral “no se llamen a renuncia que de juez suplente servir a los destinos de jefes políticos parroquial ha hecho el Sr. José i Alcaldes, sino a personas conocidas María Vives; por consiguiente, por su amor al país, por su honradez, caso que se admita es necesario por su probidad i aptitudes”.30 que el cabildo piense bien a quien nombra i que no sea solo Era una práctica de la época que los buen vecino, buen padre de fa- vecinos, por medio de la prensa, pro- milia, honrado i apto para des- pusieran a algunos individuos para empeñar el destino, si no que desempeñar los diferentes cargos pú- tenga las cualidades requeridas blicos, rindiéndoles un reconocimien- por la constitución, es decir, ser to a sus cualidades morales. Desde la granadino en ejercicio de los de- prensa se llamaba la atención de los rechos de ciudadano, pues el año sufragantes, recomendándoles en quie- pasado se han elegido jueces nes debían fijarse para votar por ellos. parroquiales sin tener las cuali- En 1849, el periódico El Porvenir le dades de ciudadano i hasta aho- recomendaba a los sufragantes: ra ha quedado todo en silencio, así como también la elección de Tengan presentes los electores un Alcalde que no hace poco ha que no es una cosa indiferente sido nombrado sin tampoco te- votar por esta o la otra persona ner los requisitos de ciudadano sin tener más en cuenta que las neogranadino.28 simpatías personales, la mira de congraciarse con un El General Joaquín Posada afirmaba acreedor….no, una función tan que la Constitución de 1843 estable- grande, un derecho tan sagra- cía que para ejercer cargos públicos se do, no debe cumplirse sino en necesitaba, además de la experiencia, bien de la Patria. Por tanto, es el saber y la independencia, una hon- preciso que al votar conozca- radez probada y añadía que para ser mos bien a las personas por Gobernador y Prefecto era necesario quienes votamos i es preciso poseer los derechos de ciudadanía y que sepamos de ellas que son gozar de buen concepto público.29 Este patriotas, honrados, amigos del mismo General, siendo Gobernador de país, bastantes inteligentes…31

28 BIBILOTECA BARTOLOMÉ CALVO, sección microfilm, Semanario de la Provincia de Cartagena, Cartagena, Agosto 20 de 1843, Pág. 2 29 POSADA GUTIERREZ, Joaquín. 1929, Memorias histórico- políticas, tomo IV, Bogotá, Ed. Biblioteca de Historia Nacional, p. 124. 30 BIBLIOTECA BARTOLOMÉ CALVO, sección microfilm, Semanario de la Provincia de Cartagena, Cartagena, octubre 10 de 1847, p. 5 31 BIBLIOTECA BARTOLOMÉ CALVO, sección microfilm, El Porvernir. Cartagena, junio 18 de 1849, p. 3.

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Ahora bien, como la condición de buen mismo el recato bogotano al antioque- vecino basado en el ”modo honesto ño o al costeño. Lo que escandalizaba de vivir” no respondía a un ingreso, al primero podía hacerlo en menor gra- renta o salario capaz de ser cuantifica- do al segundo.33 do o moneterizado, sino que era de naturaleza subjetiva, al igual que las De este modo, la coexistencia de esta condiciones morales, recaía en manos pluralidad de sociedades confirió a la de los comisionados (Asamblea elec- condición de buen vecino una conno- toral, jefes políticos, gobernadores, tación distinta y particular a cada lo- alcaldes) la responsabilidad de califi- calidad. Esta situación fue aprovecha- car a partir de criterios cualitativos, da, utilizada y manipulad por los par- fundados en valores consuetudinarios tidos Liberal y Conservador, que re- -como la honradez, el prestigio, el movían de los cargos públicos a sus modo de razonar, la estima, los servi- opositores políticos manifestando no cios prestados a la comunidad- si un reunir las condiciones morales para habitante de la localidad debía ser con- desempeñarlo, como ocurrió en 1849, siderado un buen vecino. Esto se con- cuando asumió la Presidencia de la vertía en un problema para decidir si República José Hilario López, quien una persona era honorable. Primero, por medio de sus agentes como gober- por que aunque ciertas creencias, va- nadores y jefes políticos, comenzó a lores y nociones sean compartidos por destituir de sus cargos a los emplea- todos los miembros de un sistema, dos de afinidad política conservadora. cada grupo social produce una repre- sentación con matices propios y ella En noviembre de 1849, los vecinos de inspira en buena parte su comporta- Soledad (actual Departamento del miento.32 Por ejemplo el “rapto de Atlántico) se quejaban ante el perió- doncellas” podía escandalizar a las éli- dico El Porvenir por la injusta remo- tes de una región más no a los estratos ción que había sufrido el director del bajos de la misma. De igual forma, el colegio de Santo Tomás. Hecho que concubinato, además de ser común, era precipitó la renuncia del Jefe Político visto como normal entre los sectores del Cantón. Los vecinos manifestaban populares. Segundo, por que a lo lar- que la Gobernación, por medio de una go del territorio neogranadino existían circular dirigida a todos los jefes polí- varios pueblos históricos que enten- ticos solicitó informes sobre la mora- dían de modo diferente lo que era ser lidad y buen desempeño de los direc- una persona “honorable”. No era lo tores de escuelas públicas oyéndolos

32 Sobre este tema ver. THOMPSON, E. P. 1995, “La economía moral de la multitud en la Inglaterra del siglo XVIII”, en: Costumbres en común. Barcelona, Ed. Crítica. 33 Los patrones culturales del siglo XIX tenían diferencias de tipo étnico- social, cosa que afectaba el compor- tamiento familiar: las familias ricas tenían comportamientos distintos a las de recursos medios y a las pobres; lo mismo que las familias blancas vivían diferente a las negras, mulatas, mestizas e indias.

-126 - UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, HISTORIA CARIBE, BARRANQUILLA (COL.) NO. 11, 2006 previamente, para después escuchar a Santo Tomás salieron en defensa de los cabildos respectivos, y del direc- Álvarez y de Osorio. En una repre- tor de Santo Tomás, Señor Manuel sentación dirigida al Gobernador le Álvarez, el cabildo informó que “en recordaban a éste: su concepto, el director era de conduc- ta moral arreglada i que llenaba sus Señor Gobernador Usted puede deberes completamente”. Mientras estimar cuanto quiera de sus dig- tanto el Jefe Político, el señor José nos informantes, pero nosotros Manuel Osorio, no contradijo el infor- estimamos al Dr. Osorio más me que se oyó en el cabildo y también que a ellos, por que este es un elevó un informe al Gobernador de la verdadero patriota, honrado, jo- Provincia, en los siguientes términos: ven de ilustración e influencia a “Nada desfavorable puedo decir a Us- quien no se le debiera sojuzgar ted, respecto del director de la escuela en ningún caso, sino para moti- del distrito de Santo Tomás, en quien vos especiales i a nuestra vez la jefatura i cabildo respectivo reco- estimamos como se merece i nocen moralidad i una absoluta con- calificamos de peregrina, injus- sagración en el desempeño de sus de- ta i apasionada la resolución de licadas funciones”. Usted que censuramos.34

Pese a los informes emitidos por el En definitiva, la continuidad de la cabildo y el Jefe Político de Santo To- vecindad en la Nueva Granada duran- más, el Gobernador de la Provincia, te la primera mitad del siglo XIX, desestimando a las autoridades de ese hizo más difícil el proceso de cons- distrito, declaró gubernamentalmente trucción del ciudadano. Pese a los y fundado en el informe extra-admi- discursos modernizadores de las nistrativo de algunos particulares que constituciones políticas, las comuni- Álvarez debía ser removido de su car- dades seguían ancladas en un orden go por que la Gobernación: “tiene in- y en un imaginario tradicional y el formes de personas fidedignas referen- ejemplo más palpable lo constituía el te a la conducta inmoral del director vecino, lo cual mantenía la partici- de la escuela de santo Tomás”. Ante pación en los asuntos públicos den- la posición asumida por el Goberna- tro de los marcos de un orden corpo- dor de la Provincia, los vecinos de rativo y jerárquico.

34 BIBLIOTECA BARTOLOMÉ CALVO, sección microfilm, El Porvenir, Cartagena, noviembre 25 de 1849, p. 2.

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¿REPUBLICA DEMOCRÁTICA O “REPUBLICA DE PAPEL”?: LOS ARTESANOS FRENTE AL IDEARIO LIBERAL EN C ARTAGENA, 1849-1878.

FRANCISCO J. FLÓREZ BOLÍVAR1

Recibido Febrero de 2006 Aceptado Marzo de 2006

RESUMEN

Este artículo analiza las visiones políticas de los artesanos en Cartagena en el marco de las reformas liberales a mediados del siglo XIX. Este sector social no fue un simple grupo manipulado por el partido liberal para alcanzar sus proyectos políticos, sino que defendió sus propias expectativas, consolidando una cultura política que les permitió percibir las asimetrías sociales y políticas del discurso liberal.

PALABRAS CLAVE

Artesanos, cultura política, reformas liberales, Cartagena.

ABSTRACT

This article shows the artisans’ political visions in the context of the liberal reforms in Cartagena at the middle of the nineteen century. This social sector was not a merely manipulated group by the liberal party in order to achieve its political projects, but it defended its own expectations, consolidating a political culture artisans could perceive the social and political unequalities of the liberal reforms.

1 Historiador, de la Universidad de Cartagena. Actualmente hace parte del programa “jóvenes talentos e innovadores de Colciencias”, adscrito al Instituto Internacional de Estudios del Caribe de la Universidad de Cartagena.

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KEY WORDS

Artisans, political culture, liberal reforms, Cartagena.

Desde el mismo momento en que los to cincuenta y dos años después de pre- artesanos de Bogotá promovieron la sentarse la revuelta artesanal de 1854, revuelta del 17 de abril de 1854, uno en parte de la historiografía nacional y de los movimientos populares de más de forma particular en la regional, es- profunda incidencia en la historia de tas explicaciones siguen generando Colombia, se construyeron explicacio- confusión o no han sido superadas del nes en torno a sus comportamientos todo. Pese a que existen varios traba- políticos, consolidándose la de que jos que de forma contundente han re- eran personas manipuladas. Esta expli- construido la cultura política de los cación describe a los artesanos como sectores artesanales en el marco de los una masa pasiva que necesitaba ser gobiernos liberales, remarcando su conducida por unos agentes externos accionar independiente en defensa de para que pudiesen asumir posiciones sus expectativas políticas, parece ser políticas. Desdibujando las expectati- que cierto sector de la historiografía vas que estaban en juego en las alian- sigue empecinado en desdibujar los zas que este grupo social estableció con signos de autonomía con las cuales este otros sectores, y de forma particular sector social actuó3 . con el partido liberal, los artesanos ter- minaron siendo descritos como simples Y en el marco de la historiografía re- instrumentos de los grupos dirigentes; gional tampoco se ha logrado analizar un “hato de borregos”, sin sueños, ilu- con profundidad la visión de los arte- siones e iniciativas propias2 . sanos como seres manipulados, pues sigue pesando el cuadro pintado por Una mirada atenta a los estudios his- Orlando Fals Borda en torno al caudi- tóricos más recientes muestra que cien- llo Juan José Nieto4 . Fals Borda, par-

2 ORTIZ, Venancio. 1973, Historia de la revolución del 17 de abril de 1854, Bogotá, Banco de la república, P. 24, 26, 43. 3 Aunque trabajos como los de David Sowell sobre la Sociedad democrática de artesanos de Bogotá y el excelente estudio de Margarita Pacheco para el caso de Cali insisten en la independencia de los artesanos y defienden que son poseedores de una rica cultura política, aun se encuentran textos que reproducen acriticamente aquella idea de simples seres reaccionarios al servicio del partido liberal. Puede verse el reciente texto de GAVIRIA LIEVANO, Enrique. 2002, El liberalismo y la insurrección de los artesanos contra el libre cambio. Bogotá, Ed. Universidad jorge Tadeo lozano. Una visión más rica puede verse en SOWELL, David, 1994, “La Sociedad democrática de artesanos de Bogotá”, En: MEJIA PAVONY, Germán (ED); Colombia en el siglo XIX, Bogotá, Ed. Planeta, PP. 189-216 Y PACHECO, Margarita. 1991, La fiesta Liberal en Cali, Cali, Universidad del Valle. 4 FALS BORDA, Orlando. 1981, Historia Doble de la Costa. El presidente Nieto, tomo II. Bogota. Carlos Valencia editores.

-130 - UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, HISTORIA CARIBE, BARRANQUILLA (COL.) NO. 11, 2006 tiendo de la biografía de Juan José Aunque trabajos como los de Sergio Nieto, estudió la estructura política Paolo Solano, Raúl Román y Alfonso costeña, la influencia de Nieto en la Munera, para distintos periodos y es- organización de la Sociedad Democrá- pacios, haciendo uso de nuevas fuen- tica de Cartagena, las formas de socia- tes y métodos, han ofrecido explica- bilidad política, y la relación entre cul- ciones criticas y alternas sobre la cul- tura popular y cultura de elite. Según tura política de los sectores subalter- Fals, la cultura política republicana nos en Cartagena,6 recientes tesis de tuvo como sustrato el discurso radical jóvenes historiadores del Caribe co- proveniente de Francia, mientras los lombiano siguen reproduciendo acri- sectores populares continuaron apega- ticamente la idea de fals Borda de unos dos a sus valores y a sus formas de artesanos manipulados por Juan José concebir el mundo. Fals Borda, termi- Nieto.7 En este ensayo, precisamen- na mostrando la cultura popular y la te, me interesa repensar la forma como cultura de elite como dos sectores di- esa parte de la historiografía del Cari- ferenciados, olvidando los procesos de be colombiano sigue visualizando el circularidad y apropiación de las prác- comportamiento político de los arte- ticas culturales que se presentan cuan- sanos en el marco de las reformas li- do los diversos sectores sociales no berales en Cartagena. Creo que es po- actúan en periodos de polarización, sible pintar un cuadro más complejo sino desde la cotidianidad. Cae en el de las actitudes políticas de este sector lugar común de la explicación instru- social en Cartagena y su relación con mental de los artesanos, quienes ter- el partido liberal. Partiendo de la for- minaron siendo objeto de una mani- ma como los artesanos reaccionaron pulación por parte de Juan José Nieto, frente a las reformas liberales de me- quien los utilizó como base de apoyo diados de siglo XIX, específicamente para cristalizar sus proyectos políti- en los ámbitos políticos y sociocultu- cos.5 rales,8 intento reconstruir las concep-

5 Seguimos de cerca los comentarios críticos de Sergio Paolo Solano sobre la obra el Presidente Nieto de Fals Borda. FALS BORDA, Orlando. 1997, Los avances de la historia social y a obra de Orlando Fals Borda. El Presidente Nieto, Barranquilla, (manuscrito) 6 SOLANO DE LAS AGUAS, Sergio P. 2003, Puertos, Sociedad y Conflictos en el caribe colombiano, 1850-1930. Bogotá, Coed. Observatorio del Caribe Colombiano/Ministerio de Cultura/Universidad de Cartagena, 115Pags. MUNERA, Alfonso. 1998, El fracaso de la nación. Región, clase y raza en el Caribe colombiano, 1717-1821, Bogotá, Coed. Banco de la República/Ancora editores, y ROMAN, Raúl. 2000, “Memoria y Contramemoria: El uso público de la Historia”, en: Desorden en la plaza, Medellín, Ed. Lealón. 7 BARRIOS, Modesta. 1998, Movimientos políticos artesanales en Cartagena 1850-1854. tesis para optar el titulo de historiadora, Cartagena, Universidad de Cartagena, y CALVO, Luz Daris. 2002, Juan José Nieto: Regionalismo y poder político en el Estado de Bolívar, Tesis para optar el titulo de historiadora, Cartagena, Universidad de Cartagena. 8 Un estudio detallado del impacto económico de las reformas liberales sobre los artesanos en el caribe colombiano puede verse en SOLANO DE LAS AGUAS, Sergio P. 1996, “El artesanado en el caribe colombiano, 1850- 1930. Su formación social”, En: historia y pensamiento No 1, Barranquilla, Universidad del Atlántico, PP. 5- 21.

-131 - UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, HISTORIA CARIBE, BARRANQUILLA (COL.) NO. 11, 2006 ciones políticas de los artesanos en La legitimación de este nuevo orden Cartagena entre 1849 y 1878; señalan- necesitaba de unos mecanismos que do que estos actores sociales no fue- permitieran socializar el discurso libe- ron simples seres manipulados y que ral; de inmediato los liberales se fue- la percepción de las asimetrías del dis- ron acercando a las nacientes agremia- curso liberal, expresado en las des- ciones artesanales que se habían crea- igualdades sociales y políticas, les per- do para luchar, precisamente, contra las mitió defender unas expectativas pro- políticas de libre comercio. Ofrecien- pias, con lo cual consolidaron una cul- do garantías proteccionistas, lograron tura política que se alimentó del idea- relacionarse con las llamadas socieda- rio liberal. des democráticas e impulsaron su ins- titucionalización a lo largo y ancho de Artesanos y liberales, una compleja la geografía nacional.9 Cartagena no relación escapó a esta dinámica de legitimación de las Democráticas por parte del par- La llegada del partido liberal al poder tido liberal. Luego de que un grupo originó una serie de transformaciones de artesanos de Cartagena elevaran una en los distintos órdenes de la forma- representación ante las cámaras legis- ción social colombiana de mediados de lativas, señalando los perjuicios que siglo XIX. Partiendo de la idea de que suponía la nueva ley de importación había que destruir los elementos tradi- para los menestrales,10 algunos miem- cionales que mantenían a la sociedad bros del partido liberal (Juan José Nie- en el ambiente colonial, los grupos di- to, José Manuel Royo, Antonio Gon- rigentes se alimentaron del ideario li- záles Carazo, Vicente García y José beral europeo e intentaron aplicarlo a Araujo), iniciaron un proceso de acer- la realidad neogranadina. En lo eco- camiento con este sector social, con- nómico el discurso se sustentó en el cretándose la creación de la Sociedad librecomercio, mientras que en el ám- Democrática de Cartagena el 11 de bitos socio-político y cultural los libe- noviembre de 1849. El acto de inau- rales presentaron la libertad, el dere- guración contó con la presencia de por cho a la propiedad y la igualdad ante lo menos sesenta artesanos y, por su- las leyes como derechos universales de puesto, algunos miembros honorarios los hombres; pregonaban la construc- pertenecientes al partido liberal: José ción de una sociedad moderna, cuya María Obando, gobernador de la pro- justificación era la existencia de unas vincia, y Antonio González Carazo, mayorías, un pueblo que acataría unos definiendo como objetivos básicos deberes pero que también gozaría de “moralizar e instruir a las masas”11 . unos derechos.

9 SOWELL, David. 1999, “La sociedad democrática de artesanos de Bogotá”, en: MEJIA PAVONY, German (comp.), Colombia en el siglo XIX, Bogotá, Ed. Planeta, PP 189-216. 10 B.B.C. S.P.C. Cartagena, abril 5 de 1849. 11 Biblioteca Bartolomé calvo (B.B.C. en adelante), Semanario de la provincia de Cartagena, Cartagena, febrero 1 de 1850.

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La formación de estos espacios con Independencia, la nueva organización fines instruccionistas y políticos no tenía como sustrato las fuerzas socia- eran novedosos en Cartagena. Existían les surgidas a partir de los problemas unos precedentes ejemplificados en la creados por la coyuntura de mediados creación de la Sociedad de Veteranos de siglo XIX. Artesanos, comercian- Defensores de la Libertad y la logia tes, libertos y jóvenes liberales confor- masónica del Consejo Supremo Neo- maban el grueso de los componentes granadino, creadas en 1831 y 1833 res- de la Sociedad Democrática de Carta- pectivamente.12 Algunos de los inte- gena. grantes de la Sociedad de Veteranos siguieron teniendo figuración en la Desafortunadamente, no es posible vida política de Cartagena o hicieron establecer con exactitud la composi- parte de la Democrática. Tal fue el caso ción numérica de esta organización de Francisco de Borja Ruiz, o del líder artesanal. Sin embargo, observando el político Juan José Nieto, pertenecien- accionar de la Democrática entre los tes a las secciones de instrucción pú- años de 1849 y 1853, es posible afir- blica civil y penal de la mencionada mar que su número fue ascendiendo sociedad, quienes ejercieron diversos progresivamente, como se infiere de cargos públicos dentro de la adminis- los documentos de apoyo a los candi- tración de la provincia de Cartagena o datos del partido liberal. Si en 1849 agenciaron proyectos políticos que contaban con unos 60 o 70 integran- trascendieron lo local. O el caso de los tes, para el año de 1851, en el marco comerciantes Manuel Marcelino de la candidatura a la presidencia de Núñez y el teniente de artillería Anto- José María Obando, el número de com- nio Benedetti que hicieron parte de las ponentes superaba los 350.13 Luego del secciones de industria y de guerra y movimiento artesanal de 1854 en Bo- marina de la Sociedad de Veteranos, y gotá y de su prolongación a Cartage- aparecen como integrantes de la demo- na, no se vuelve a tener información crática en el año de 1851. sobre la Sociedad Democrática sino hasta el año de 1868, cuando asumió Aunque se observaba una relativa con- el nombre de Sociedad Unión Demo- tinuidad entre los integrantes de las dos crática de Artesanos. Se trazó como sociedades, es evidente que con la con- objetivo la instrucción de las masas, formación de la democrática se presen- teniendo como norte la comprensión tó un relevo generacional. Si la socie- de los deberes y hacer cumplir los de- dad de veteranos estuvo constituida en rechos garantizados por la constitu- gran parte por antiguos próceres de la ción14 .

12 CORRALES, Manuel Ezequiel. 1999, Anales del Estado Soberano de Bolívar. Bogotá, Coed. Banco de la República/ Instituto Internacional de Estudios del Caribe, p.142. 13B.B.C. “presidencia futura”, La Democracia, Cartagena, abril 17 de 1851. 14A.H.C. Gaceta de Bolívar, Cartagena, diciembre 28 de 1868.

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Igualmente, los liberales impulsaron la mitirlas en un instante a un gran nú- institucionalización de las escuelas mero de individuos, razón por la cual nocturnas y las lecturas públicas; la no debía desecharse este medio de di- pretensión –argumentaban- era lograr fundir conocimientos en las “masas”, una sólida instrucción que abarcara las que por su extremada pobreza no po- artes, la agricultura, la veterinaria y, por día adquirirlos de otro modo. De esa supuesto, la política. Con este propó- forma “el pueblo todo, aprenderá a sito, en abril de 1850, José Manuel conocer sus derechos, i en su ejercicio Royo y José Araujo organizaron una no procederá como un instrumento escuela nocturna para los artesanos y sino según sus propias conviccio- demás miembros que desearan asistir, nes”16 . La organización de estas lectu- con el animo de debatir temas que iban ras públicas estuvo a cargo de Juan desde lecciones sobre religión, lectu- José Nieto, José Araujo, Vicente A. ra, escritura, pasando por cálculo y di- García, José Manuel Royo y Rafael bujo, hasta legislación municipal, Núñez. Cabe anotar que los textos leí- constitución y leyes electorales15 . No dos y debatidos eran principalmente obstante, el número de áreas de estu- texto de intelectuales franceses, que en dios, el énfasis en las lecciones impar- ese momento eran los leídos por la eli- tidas recaía sobre los asuntos de ins- te neogranadina, como Lamartine, trucción política, pues con ello preten- Blanc, Victor Hugo, Eugenio Sue y dían generar “lealtades” de los artesa- Lamenais17 . Pero mucho más signifi- nos hacia el partido liberal. cativo fue la creación de un gran nú- mero de periódicos (La Democracia, Las lecturas públicas se concentraban El Ciudadano, El Artesano, El Moni- en otro medio de sociabilidad política tor del Pueblo, El Tribuno, La Opinión, utilizado por los liberales. Partiendo de La Independencia) que constantemen- la experiencia francesa, en la cual sur- te remarcaban el ideario liberal, ha- gieron las lecturas públicas como mé- ciéndolo extensivo a los distintos ac- todo práctico de educación, desde el tores sociales que hacían parte de la periódico La Democracia se llamaba formación social cartagenera de media- la atención a los dirigentes del partido dos de siglo XIX. liberal de la ciudad para implementar- las en Cartagena. Según este informa- Estos no fueron los únicos espacios tivo, aunque con simples lecturas no donde se evidenció la compleja rela- podía lograrse una sólida instrucción, ción de los artesanos con los liberales, si era cierto que muchas ideas queda- pues las fuerzas encargadas de garan- rían grabadas en el ánimo de los oyen- tizar el orden (guardias nacionales), tes. Existían también nociones simples también estuvieron estrechamente li- que la viva voz de un lector podía trans- gadas a los liberales. Las guardias na-

15 B.B.C. La Democracia, Cartagena, abril 11 de 1850. 16 B.B.C. La Democracia, Cartagena, abril 10 de 1849. 17 B.B.C. La Democracia, Cartagena, abril 10 de 1849

-134 - UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, HISTORIA CARIBE, BARRANQUILLA (COL.) NO. 11, 2006 cionales estaban constituidas en gran presidida por el artesano Juan Saladen; parte por los artesanos; el objetivo bá- considerando que el partido conserva- sico de estas fuerzas consistía en man- dor había “…levantado el estandarte tener el orden público y defender la de la rebelión en el Estado del Cauca, administración de los gobiernos libe- con el fin de echar por tierra las insti- rales. Por lo menos así se infiere de las tuciones que nos rigen…”, esta orga- apreciaciones del el artesano Julián nización definía como objetivos bási- Moré, capitán de la guardia nacional cos mantener la institucionalidad, al de Cartagena, cuando ofreció los ser- tiempo que ofrecían sus servicios al vicios de los miembros de la sociedad gobierno para hacer cumplir la consti- Democrática para que lucharan contra tución y restablecer el orden público19 . la rebelión impulsada por los conser- vadores en la guerra civil de 1851: Aunque en todos los espacios de so- ciabilidad se insistía en la supuesta ins- Ciudadano presidente: Los trucción de las masas, era evidente que miembros democrática os ofre- la finalidad política subyacía como ele- cen solemnemente sus servicios mento definitorio. Para la prensa de la en la presente emergencia de la época, y de forma particular para los nación…cumpliremos con todo diarios conservadores, las intenciones el entusiasmo de verdaderos re- de los liberales no pasaron desaperci- publicanos los deberes consa- bidas; haciendo énfasis en la supuesta grado en el articulo 6 de la cons- manipulación de la cual estaban sien- titución, en este caso prestando do objeto los artesanos por parte de los el servicio militar como guar- liberales. Desde el mismo momento de dias nacionales o como solda- la creación de la Sociedad Democráti- dos regulares el deber que ca de Cartagena, el periódico conser- tenemos…es sostener el orden vador El Porvenir señalaba que José público i defender la adminis- María Obando había impulsado la tración del 7 de marzo18 . creación de esta organización con el fin de “uniformar la opinión a su fa- Estas nociones siguieron delineando vor, como suficiente recomendación las actitudes de los artesanos en las para merecer la presidencia de 1853”20 . organizaciones políticas de la cual hi- En igual sentido, el mismo informati- cieron parte en el marco de los gobier- vo, respondiendo a los comentarios nos liberales. En el año de 1877, luego establecidos por el periódico El Arte- de estallar la guerra civil, un gran nú- sano, en torno a la “resurrección polí- mero de liberales decidieron crear la tica” que estaban viviendo los artesa- Sociedad Democrática de Cartagena, nos en el marco de los gobiernos libe-

18 B.B.C. La Democracia, Cartagena, Julio 21 de 1851. 19 B.B.C. “Sociedad Democrática de Cartagena, Diario de Bolívar, Cartagena, agosto 9 de 1870. 20 B.B.C. Diario de Bolívar, “derecho de Excitación”, El Porvenir, Cartagena, noviembre 25 de 1849.

-135 - UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, HISTORIA CARIBE, BARRANQUILLA (COL.) NO. 11, 2006 rales, señalaban que la pretensión de preciso, entonces, que el acto inaugu- la Democrática de Cartagena de ins- ral no se hiciera solo a nombre de pa- truir y moralizar a las masas no era más labras como “fraternidad, libertad i que “una quimera que generalizan para orden”, sino con “hechos prácticos de adquirir procélitos, una mentira que los verdadera democracia”, como lo ano- embaucadores del pueblo, ocultan sus taba el director de la Sociedad demo- siniestros designios”. La vida política crática para referirse a la carta de li- de los artesanos, sostenían, continua- bertad que ese día se le otorgó al es- ba siendo la misma, con la diferencia clavo Martín escudero. Escudero –afir- de que si en el marco de los gobiernos maban- había dejado de ser “…un des- conservadores se les adjudicaba un graciado a quien la sociedad impuso cargo publico podían ejercerlo con li- la horrible pena de no tener voluntad bertad e independencia, cosa que no propia…”, para convertirse “…en un estaba ocurriendo en los gobiernos li- ciudadano en ejercicio…uno de sus berales donde solo son “…ciegos ins- hijos libres…”22 . trumentos de que los malvados usan para engrandecerse, i de quienes se En las palabras del director de la De- burlan, i a quienes desprecian mas tar- mocrática de Cartagena subyacía el de cuando ya no los necesitan”21 . interés en relievar las transformacio- nes propiciadas al ideario liberal. Tri- Hacia la legitimación del nuevo or- butario de las ideas del partido liberal den. y perteneciente al mismo, resaltaba las supuestas connotaciones igualitarias No se equivocaban los conservadores que suponía la nueva condición de ciu- cuando intuían las intenciones políti- dadanos; se intentaba mostrar que los cas de los liberales; desde el mismo individuos, de ahora en adelante, go- acto de inauguración de la Sociedad zarían de libertad y serían iguales ante Democrática se notó el objetivo que las leyes. Refiriéndose a esta noción esta organización se había propuesto. de igualdad, desde el periódico El Ciu- Tomando como fecha fundacional el dadano, se aseveraba que en el marco día de la independencia de Cartagena, de los gobiernos liberales las desigual- intentaban equiparar la importancia de dades sociales no existían; todos los ese momento con el que se estaba re- individuos estaban en iguales condi- gistrando a mediados del siglo XIX. ciones frente a la ley: “Hoy tan crimi- Ambos momentos pretendían ser pre- nal es el que pertenece a la clase rica sentados como la ruptura con un pasa- como el que pertenece a la pobre; tan do de opresión y el inicio de la liber- criminal es el abogado como el artesa- tad, la igualdad y la democracia. Era no: tan criminal, en fin, el conserva-

21 B.B.C. “A El Artesano”, El Porvenir, Cartagena, febrero 5 de 1850. 22 B.B.C. “Acta de la sociedad democrática”, Semanario de la Provincia de Cartagena, Cartagena, Noviembre 18 de 1849.

-136 - UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, HISTORIA CARIBE, BARRANQUILLA (COL.) NO. 11, 2006 dor como el liberal, siempre que haya finalidad política era notoria: había que cometido un hecho punible”23 . acercarse a los sectores subordinados, untarlos del ideario liberal, dimensio- Estas nociones eran partes constituti- nar el recién creado partido político, y vas de la obra de “regeneración social” legitimar el nuevo orden social, eso si que el partido liberal decía estar logran- sin abandonar las jerarquías. Pero do; el sustrato de todo este proceso era aceptar la imagen de los artesanos la consolidación de una república de- como un sector que solo actúa en fun- mocrática que necesariamente se al- ción de los intereses de los liberales, canzaría con la profundización del sería reducir las expectativas que es- ideario liberal. La democracia –decían- tos actores sociales tuvieron en mente era un sistema en el que “…gobiernan cuando entablaron la alianza con ese las mayorías, directa o indirectamen- partido. Y mucho más importante, ne- te, es decir, por si mismas, o por me- garnos a la posibilidad de visualizar el dio de sus delegados, giado por los comportamiento político de los arte- principios de alternabilidad, de la sanos frente al discurso socializado por igualdad i de la libertad”24 .La partici- los liberales. pación de esas mayorías era necesaria en la consolidación de la nueva estruc- Los artesanos cifraron en el liberalis- tura social; un pueblo que debía tener mo la posibilidad de aumentar su par- una participación activa dentro de lo ticipación en la esfera pública, a tra- que se consideraba la cosa publica. No vés de la apertura de los canales de solo bastaba con que existieran unos participación política que la retórica derechos establecidos por el gobierno, reformista proponía, y que se susten- sino que era obligación de los ciuda- taba en la implementación de las liber- danos ejercer el control para que esas tades individuales y el sufragio univer- disposiciones no quedaran en el papel, sal. En el marco de los gobiernos libe- no fueran letra muerta, y exigieran su rales, los artesanos no solo intentaron cumplimiento: …Es preciso hacer usufructuar los derechos y garantías efectivos todos los principios i hacer ofrecidas por el partido liberal, sino una verdadera aplicación de ellos si que buscaron aumentar su participa- queremos ser libres, es necesario ha- ción en política. En efecto, en una lis- cer cumplir las disposiciones escritas ta difundida por el partido liberal, como garantías para todos los ciuda- anunciando sus candidatos a la Asam- danos…25 . blea Cantonal en el año de 1852 que elegirían presidente y vicepresidente Este era el lenguaje que el partido li- de la república, diputados a la cámara beral estaba intentando proyectar, la provincial y cabildantes, aparecía un

23 Biblioteca Nacional de Colombia (B.N.C, en adelante), El Ciudadano, Cartagena, junio 30 de 1850. 24 B.N.C. “una sola respuesta”, La democracia, Cartagena, mayo 1 de 1850 25 B.N.C. “Administración de rentas permanentes”, El Monitor del Pueblo, Cartagena, agosto 20 de 1852.

-137 - UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, HISTORIA CARIBE, BARRANQUILLA (COL.) NO. 11, 2006 gran número de artesanos. De trece que que los consolidaría como grupo so- conformaban la mencionada lista seis cial y beneficiaría al conjunto de la eran artesanos: Valentín Espitaleta, sociedad. Ambrosio Benito Montes, Diego La- font y Federico Núñez aspiraban por Sobre la base de todas estas variables, el distrito parroquial de Santo Toribio, los artesanos establecieron su relación mientras que Rosalía Padilla y Manuel con el partido liberal; se convirtieron Castro aspiraban por La Catedral.26 en los intermediarios culturales preci- También una serie de artesanos en Car- sos para que los grupos dirigentes se tagena lograron ser alcaldes distritales comunicaran con el resto de los secto- o cabildantes en el marco de los go- res subordinados. Y el lenguaje de que biernos liberales: Francisco de Borja hicieron uso los liberales correspondía Ruiz, Máximo Lorduy, Federico Cor- también a las expectativas que en el tecero, José Gabino Núñez, Pedro Ra- plano socio-político y cultural estaban fael Zúñiga, José Frías, Juan C. Frías, deseando los artesanos. Esta doble con- entre otros fueron algunos de los me- dición explica la estrecha relación que nestrales que ejercieron tales cargos se fue tejiendo entre el partido liberal públicos.27 y estos actores sociales. Pero las asi- metrías de los discursos saldrían a re- A los artesanos también los acercaba lucir; las desigualdades sociales y po- al liberalismo las nociones de defensa líticas seguirían existiendo en el mar- sobre la propiedad que este partido co de los gobiernos liberales y los ar- proponía; no solo desarrollaron un dis- tesanos no serían ajenos a esta reali- curso que era compatible con esta no- dad. ción, sino que aceptaban la división entre propietarios y no propietarios, Signos de autonomía e independen- siempre y cuando fuera producto del cia trabajo de los individuos.28 Pero era sobre todo en las bondades igualitarias Las reformas propuestas por los libe- que suponía el mencionado sistema rales perdieron el contenido y el senti- democrático en el cual los artesanos do reformista presupuestado. Los jó- centraron sus esperanzas. Estos acto- venes liberales instrumentalizaron el res sociales consideraron que la nueva discurso proveniente de Europa; la asi- condición de ciudadanos significaría la milación del ideario liberal no fue un desaparición de los privilegios y la simple ejercicio de mimetismo cultu- implementación de un sistema social ral, ni un mero proyecto a nombre de

26B.B.C. La Democracia, Cartagena, Julio 11 de 1852. 27 SOLANO DE LAS AGUAS, Sergio P. 2002, Hombres de Honor: Trabajadores Notables en el Caribe Colombiano 1850-1930. Cartagena, P.18. (manuscrito). 28 ACEVEDO CARMONA, Darío. 1990-1991, “consideraciones críticas sobre la historiografía de los artesanos del siglo XIX”, en: ACHSC, Vol. 18, No 19, Bogotá, Universidad Nacional, departamento de Historia, y AGUILERA PEÑA, Mario. 1998, La insurgencia urbana en Bogotá, Bogotá, Instituto nacional de Cultura.

-138 - UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, HISTORIA CARIBE, BARRANQUILLA (COL.) NO. 11, 2006 la civilización y el progreso fue un El mismo concepto de igualdad que “arma ideológica” para alcanzar unos impulsaban los liberales tenía unos lí- objetivos económicos y políticos bien mites bien definidos, unas fronteras definidos.29 Se trataba de un intento por bien demarcadas; no era una igualdad desmontar un orden social en el cual entre todos los individuos sino una las desigualdades eran latentes, pero categoría racional que existía solamen- de inmediato se construía un entorno te entre aquellos que poseían un nivel social que aunque en el discurso se educativo que les permitiera no solo basaba en la igualdad, la libertad y la interiorizar las variables democráticas democracia, en el fondo mantenía las sino hacer un uso racional de las mis- jerarquías y las asimetrías económicas, mas. Desde el periódico La Democra- sociales y políticas. cia se planteaba lo siguiente: “De aquí que por haberse proclamado la demo- La teoría y la realidad andaban cada cracia, se ha creído ser el gobierno de una por su lado; por más que en los las masas ignorantes sin dirección ni distintos espacios de sociabilidad uti- acierto: que se creyó que los deseos lizados para proyectar el ideario libe- desordenados del vulgo eran los que ral se hablara en un lenguaje democrá- debían construir el gobierno i darles tico, era evidente que se trataba de una reglas...”. Y más adelante agregaban explosiva retórica que no podía des- que la Democracia si “era el gobierno prenderse de las zonas de poder desde del pueblo, pero ejercido no en los tu- donde se construían tales discursos. El multos i desenfrenos de las masas, sino uso de la retórica reformista develó las por el pueblo republicano que al ins- verdaderas intenciones de los libera- tinto de la libertad e igualdad racio- les; ni el machacado concepto de ciu- nal, una las de orden i justicia puestos dadanía y sus bondades igualitarias en movimiento por la ilustración”31 pudo ocultar una realidad que se hacía notoria cada vez más. En el año de El principio de igualdad pregonado 1850, Senen Benedetti, integrante del por los liberales se encontraba en en- partido liberal, desdibujando las nocio- tredicho; no era el derecho de las ma- nes de republicanos libres e indepen- yorías sino el privilegio de unas mino- dientes que suponía la nueva condición rías que ostentaban poder económico de ciudadano, sin ningún tapujo afir- y político. Era sobre la base de ese maban que deseaba “comprar una cria- empoderamiento que verdaderamente da de buen carácter, que sea lavandera se determinaban las dimensiones que i planchadora”.30 podía abarcar la mencionada noción de

29 VIOTTI DACOSTA, Emilia. 1985, The Brazilian Empire: myths and histories. Chicago, Ed. Chicago University Press, P. 56. 30 B.B.C, “una criada”, semanario de la provincia de Cartagena, Cartagena, enero 27 de 1850. 31 B.B.C. La Democracia, Cartagena, Septiembre 26 de 1852.

-139 - UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, HISTORIA CARIBE, BARRANQUILLA (COL.) NO. 11, 2006 igualdad. Desde el semanario de la pro- Es sabido que para ser miem- vincia de Cartagena, se denunciaban bro de un cabildo parroquial se las desigualdades que se presentaban necesita ser vecino del mismo a la hora de escoger los individuos que distrito; mas a despecho de esta debían prestar el servicio de guardias disposición terminante de la lei, nacionales; aunque era obligación de vemos al sr. Dr. Ramón Bene- todos los ciudadanos solo recaía sobre detti ocupando un asiento en el los sectores subordinados: “es una in- cabildo parroquial del Pie de la justicia se exceptuase del servicio a los Popa, siendo vecino del distrito ricos i que se cause mayor perjuicio al de la Catedral,…34 infeliz artesano a quien se distrae de su trabajo obligándolo a servir en la guardia nacional que al empleado que Y cuando se presentaban aspiraciones por prestar semejante servicio no de- políticas de los estratos bajos de la jaría de ganar su sueldo.”32 población, inmediatamente la reacción de los mismos liberales no se hacía Iguales dinámicas se registraban en el esperar. Alarmados por la situación que ámbito político de Cartagena en la se- se experimentó en la ciudad en el año gunda mitad del siglo XIX. Aunque los de 1852, cuando un número conside- artesanos tenían la expectativa de que rable de individuos pertenecientes al con las reformas liberales se abrirían mencionado grupo, aspiraron a ocupar los canales de participación política. cargos dentro de la administración pú- De hecho tuvieron cierta presencia las blica, desde el periódico la Democra- prácticas de monopolización de los cia se decía: cargos públicos por parte de los secto- res dirigentes siguieron presentándo- ..Al llamar a ciertos menestra- se.33 Algunas veces contrariaban las les exclusivamente a la partici- disposiciones y requisitos necesarios pación de la cosa pública, ha para aspirar a los mencionados cargos, habido a quienes este llama- como se infiere de las denuncias reali- miento ha envanecido de tal zadas por unos vecinos del cabildo de modo que han tentado empinar- La Popa en torno a la elección de Ra- se para alcanzar hasta donde no món Benedetti como cabildante de ese se puede llegar sino a fuerza de distrito parroquial no cumpliendo las estudio, de vigilias i de pruebas disposiciones requeridas:

32 B.B.C, semanario de la provincia de Cartagena, Cartagena, abril 7 de 1849. 33 Desde el Semanario de la Provincia de Cartagena varios individuos que se hacían firmar como “unos amigos de la justicia”, respondían unas denuncias que se hacían sobre la acumulación de cargos públicos que estaba realizando Ezequiel de la Espriella. De la Espriella fue nombrado secretario de la gobernación, era tesorero del colegio de niñas, y en la iglesia tenía los cargos de recaudador de los réditos de los capitales y se encargaba de redistribuir el producido. Además ejercía la secretaría del consejo administrativo de la casa de Beneficencia, y acababa de renunciar a la jefatura política del cantón .B.B.C. S.P.C. Cartagena, enero 13 de 1850. 34 B.B.C. “Cabildo del Pie de la popa”, Cartagena, enero 13 de 1850.

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de civismo, a cual mas arriesga- zando. Y mucho más importante, esta- das i costosas..35 ban adquiriendo un bagaje cultural y político con el cual sustentaron sus crí- ticas y justificaron sus actuaciones. Así El lenguaje radical de los liberales no subyace en el lenguaje utilizado por los era más que un recurso retórico, pues artesanos cuando criticaban al cabildo la abismal diferencia entre la teoría y por tomar unas determinaciones que se la práctica era aplastante; en su praxis alejaban de la realidad, y se correspon- social y política, el ideario liberal ter- dían con lo que ellos llamaban una “re- minó siendo conservador. Los artesa- publica de papel”: nos no fueron ajenos a esa realidad; la apropiación que hicieron de las ideas …como artesanos que somos ya proyectadas por el partido liberal les lo dijo Eugenio Suej, (sic), an- permitió percibir la suerte de manipu- damos, andamos i no cesamos lación política de la cual querían ser de andar: i a mucho lugares i a objeto. Contrario a la concepción de otros tiempos precisamente lle- Fals Borda sobre unos artesanos en garemos. Siga el cabildo su via- Cartagena encerrados en sus tradicio- je por la republica de papel: no- nes, unos seres distanciados de las rea- sotros seguimos el nuestro por lidades políticas, este grupo social se la Republica democrática: ade- alimentó de las innovaciones políticas lante se verán los resultados…37 presentes a mediados del siglo XIX. La cultura política popular en Carta- Los artesanos estaban haciendo uso de gena no se mantuvo pura e incontami- las propuestas de la agenda reformista nada: encontró en la retórica liberal una del partido liberal. Esta progresiva ex- de sus partes constitutivas que ayuda- tensión de la conciencia política por ron a su consolidación. No se trataba, parte de los artesanos comenzó a ser entonces, de un simple juego de pala- motivo de preocupación tanto para el bras cuando desde el periódico El Ar- partido conservador como para el li- tesano, respondiendo al conocido re- beral. Los representantes del conser- frán “zapatero a tus zapatos, tu sastre vatismo subrayaban sobretodo la for- a tus medidas, remarcado por los con- ma “irresponsable e incauta” como los servadores”, se decía “zapatero, como liberales estaban vinculando los sec- artesano, ve por tus zapatos: pero como tores medios y bajos de la población a ciudadano ve por tus derechos i obser- la vida política con la legitimación de va tus deberes”.36 Era también la cons- las Sociedades Democraticas. Desde el tatación de que los artesanos habían periódico el porvenir se anotaba lo si- interiorizado los principios que desde guiente: el partido liberal se estaban exteriori-

35 B.B.C. La Democracia, Cartagena, septiembre 26 de 1852. 36B. N. C. El Artesano, Cartagena, febrero 1 de 1850. 37 B.N.C, el artesano, Cartagena, marzo 17 de 1850.

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…advertimos con sobresalto, de conflicto y desdibujando las inicia- que comienza a desenvolverse tivas de estos actores sociales. Lo que en la Nueva Granada, una de- ocurría no era una simple inculcación mocracia turbulenta, peligrosa, de las ideas de los grupos dominantes con la que el engreido pueblo se sobre los subordinados; era –según E. forma en pelotones para practi- P. Thompson- la coexistencia de una car actos opresivos como los relación antagónica entre estos grupos vistos en la capital: oh liberales sociales: la concepción de los prime- incautos! No olvideis que nun- ros no había alcanzado un sentido to- ca que el peor despota, la opre- talizador, y convivía en una clara dis- sión mas horrible es la ejercida puta con las expectativas que consti- por el pueblo, i esto porque se tuían la cultura política popular39 . abusa demasiado de esta palabra….i por que se ha llama- Evidentemente, los artesanos de Car- do pueblo lo que no es sino la tagena, en distintos momentos actua- escoria i la hez, el enemigo i ti- ron con autonomía e independencia y rano del pueblo…38 bajo su propia iniciativa. Al igual que a fines del periodo colonial, cuando los sectores populares en cabeza de un Los liberales cartageneros, por su par- gran número de artesanos radicaliza- te, luego de haber adherido a la candi- ron el movimiento de la Independen- datura de José María Obando en 1852, cia,40 o a comienzos de los años 30 en una carta le manifestaban su pre- del siglo XIX, cuando numerosos mu- ocupación por la politización que se latos lideraron la lucha contra la dicta- estaba dando al interior de las Demo- dura de Rafael Urdaneta,41 a media- cráticas. En algunos de sus apartes le dos de esa centuria los artesanos die- sugerían que “debeis dar un jiro con- ron muestra de que no fueron simples veniente a las sociedades democráti- personas manipuladas al servicio de los cas, que solo se ocupan ahora de polí- intereses de los grupos dirigentes. tica, haciendo convenir hacia un obje- to útil su fecunda actividad” Pero que- Uno de los espacios en los que se ob- darnos solo con esta imagen sería solo servaba la autonomía e independencia observar el proceso de negociación de de los artesanos era el cabildo, centro los discursos, reduciendo la sensación político por excelencia, donde constan-

38 B.B.C. El Porvenir, Cartagena, septiembre 5 de 1849. 39 THOMPSON, E.P. 1979, “la sociedad inglesa en el siglo XVIII. ¿lucha de clases sin clases?, En: Tradición, revuelta y conciencia de clase, Barcelona, Coed. Crítica/grijalbo, P. 60. 40 Al respecto Véase MUNERA CADAVIA, Alfonso. 1998, El Fracaso de la Nación. Región, Clase y Raza en el caribe colombiano 1717-1821. Bogotá, Coed. Banco de la República/ancora editores. Del mismo autor: 1998, “Las Clases Populares en la Historiografía de la Independencia de Cartagena, 1810-1812”, en: Cartagena de Indias y su Historia. Bogotá, Coed: Banco de la república/universidad jorge Tadeo Lozano, PP.157-176. 41 SOLANO DE LAS AGUAS, Sergio P. 2002, Hombres de Honor. Trabajadores Notables en el Caribe Colombiano 1850-1930. Cartagena, (Manuscrito).

-142 - UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, HISTORIA CARIBE, BARRANQUILLA (COL.) NO. 11, 2006 temente la sociedad democrática asis- ejercer alguna violencia contra tía con un número considerable de sus el cabildo; i aun probando esto, integrantes para tomar parte e interve- el medio para reprimir esa vio- nir en los asuntos del Estado, y para lencia era ocurrir a la policía i reclamar y defender sus derechos. Por no armar una parte del pueblo lo menos así se constata en los suce- para provocar escandalos. sos ocurridos en 1851, cuando a 365 A favor de la conducta modera- miembros del partido liberal, en su da i obediente de los miembros mayoría miembros de la sociedad de- de la sociedad democrática que mocrática, les fue negado el derecho a asistían a las sesiones del cabil- votar. Como consecuencia, los miem- do, interpelamos al señor Bar- bros de la Democrática se presentaron tolomé calvo, que era el presi- armados a la reunión programada por dente de la corporación para que el cabildo de la ciudad para exigir su se diga: si no es cierto que al derecho al voto. El presidente del ca- mandar, salieran del recinto de bildo, Bartolomé Calvo, alarmado por la corporación algunos miem- la postura adoptada por los miembros bros que penetraron en el para de la Democrática y previendo que es- reclamar verbalmente su inser- tos asumirían acciones de hecho con- ción, lo hicieron en el acto sin tra los miembros del cabildo, en sus dar lugar a que se reiterara esa mayorías conservadores, organizó y orden…42 armó a un grupo de chambaculeros, para que defendieran a los miembros del cabildo en caso de que fueran ata- Pero la expresión mas clara de la in- cados por los miembros de la Socie- dependencia y muestra de autonomía dad Democrática. De este suceso dejó de los artesanos se experimentó en el constancia el periódico La Democra- marco de las elecciones para cabildan- cia, el cual en uno de sus editoriales tes de Cartagena en el año de 1851. El manifestaba: 16 de noviembre de ese año, el partido liberal hizo pública la lista de los …Habeis convenido en que la miembros que componían los aspiran- guardia pretoriana de chamba- tes de esa colectividad. Por el distrito culeros estaba armada, pero os de La Catedral aspiraban Inocencio falta probar que estaba armada, Galindo, Valentín Viaña, José Antonio porque también lo estaban los Corcho, Juan Pablo Jiménez, Pedro miembros de la sociedad demo- Rafael Zúñiga, Silvestre Malvado, crática que asistía a la barra du- Miguel del Valle, Francisco Luís Fer- rante las sesiones del cabildo. nández, Nicolás Bonoli e Ignacio For- Os falta, probar que los miem- tich. Manuel E. Corrales, Federico bros de esa sociedad pensaban Núñez, José María Espinosa, Julián

42 B.B.C. La Democracia, Cartagena, enero 2 de 1851.

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Moré, Manuel Castro, Blas García, Llegados a este punto, estamos en con- Juan Nepomuceno Piña, Juan Fortich, dición de señalar el sentido del com- Diego Martínez y el Dr. Ildefonso portamiento político de los artesanos Méndez lo hacían por Santo Toribio; en Cartagena a mediados del siglo mientras que por La Trinidad figura- XIX. En ningún momento implicó una ban como aspirantes Antonio María perspectiva revolucionaria ni mucho Narváez, Joaquín Manjarrez, Pablo menos socialista. La palabra socialis- Porto, Luís Montes Ucrós, Félix Bar- mo, además de ser un rótulo que se le tolo Malo, José María Verbel, Juan de aplicaba a cualquier movimiento que Dios Guerra, Tomas Navarro, Feliz involucrara a sectores populares que Martínez Malo y Elías González.43 cuestionaran el tema de las desigual- dades, era una combinación de ideas Luego de conocer esta lista, donde se donde se hallaban presentes tendencias encontraban 8 artesanos, la mayoría de como el liberalismo clásico, el huma- los integrantes de la Sociedad Demo- nitarismo y el cristianismo.45 . Sin em- crática sin previo aviso al partido libe- bargo, debe tenerse en cuenta que si ral decidieron conformar el cuadro de bien es cierto la relación de los artesa- aspirantes con el cual los artesanos se nos con el partido liberal definió sus sentían plenamente representados. comportamientos políticos, ésta no Desconocemos cual fue el resultado agotó sus posibilidades de expresión final de este enfrentamiento entre los autónoma. Los artesanos más bien bus- artesanos y el partido liberal, lo cierto caban que la abismal diferencia exis- fue que esta actitud fue reprochada tente entre el discurso pregonado por enérgicamente por los liberales. Los los liberales y la realidad se fuera di- artesanos –argumentaban- iban cami- luyendo cada vez más, que la tan anun- no a formar “sectas disociadoras y ciada república democrática no termi- comunistas”, que necesariamente con- nara siendo una simple “república de ducirían a “cismatizar ese mismo par- papel”. tido a que se afecta pertenecer”44 .

43B. B. C. “Candidatos para miembros del Cabildo Parroquial de esta Ciudad”, La democracia, Cartagena, Noviembre 16 de 1851. 44 B.B.C. “Elecciones para cabildantes”, la democracia, Cartagena, diciembre 14 de 1851. 45 AGUILERA PEÑA, Mario Y VEGA CANTOR, Renan. 1991, Ideal Democrático y revuelta Popular, Bogotá, ED, ISMAC, P. 111. También véase B. B. C. “Que es un Gobierno Socialista”, La Democracia, Cartagena, febrero 20 de 1851.

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EL IMAGINARIO OFICIAL. REVOLUCIÓN Y FORMALIDAD. LA VISIÓN DE LOS NAVEGANTES DEL RÍO MAGDALENA CON RESPECTO A LOS LEVANTAMIENTOS REVOLUCIONARIOS EN COLOMBIA EN ABRIL DE 1948

ADRIANO GUERRA1

Recibido Marzo de 2006 Aceptado Mayo de 2006

RESUMEN

Partiendo de la protestas de los navegantes, consignadas en las notarias de la ciudad Barran- quilla entre los meses de abril y mayo de 1948, pretendemos analizar el contexto de lo que fueron los sucesos desarrollados en el río Magdalena, a raíz del asesinato de Jorge Eliécer Gaitán, y la visión de los capitanes de las embarcaciones con respecto a este hecho.

PALABRAS CLAVE

Conflictos políticos, revuelta popular, río Magdalena.

ABSTRACT

Based on the “protestas” of the navigators, consigned in the notaries of the city Barranquilla between April and May of 1948, we intend to analyze the context in which these events were developed in the Magdalena river, because of the murder of Jorge Eliécer Gaitán, and the vision of the captains of the embarkations with regard to this fact.

1 Historiador Universidad del Atlántico. Candidato Maestría en Historia U.I.S. [email protected]

UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, HISTORIA CARIBE, BARRANQUILLA (COL.) NO. 11, P.P. 169 - 189, 2006 -145 - UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, HISTORIA CARIBE, BARRANQUILLA (COL.) NO. 11, 2006

KEY WORDS

political conflicts, popular rebellion, Magdalena river.

Introducción En su etapa de 1944-1946, el caudillo consiguió identificar algunos “intere- El asesinato de Jorge Eliécer Gaitán el ses de clase” frente a la llamada oli- 9 de abril de 1948, constituye un he- garquía y frente a las elites de los dos cho de trascendental importancia en la partidos dominantes: Liberal y Conser- historia de Colombia. Este personaje vador. Es decir, país nacional frente al logró agrupar en torno suyo un impor- país político. Esta construcción ideo- tante movimiento con matices restau- lógica de Gaitán dio un giro a media- radores de los valores de una sociedad dos de 1947, cuando después de asu- corroída, y con propuestas de cambio mir la “jefatura única del partido li- para varios aspectos de la vida nacio- beral” disminuye su discurso de iden- nal, como la política y la economía. La tificación, discriminación política, par- situación política del país a consecuen- tidista y clasista y opta nuevamente por cia de este suceso, sin duda alguna se los discursos de división partidista. alteró. De igual forma, en todas las poblaciones que a continuación se re- A estas condiciones políticas del país señan, aunque cada una tiene su pro- se le sumó la agudización de la violen- pia historia de conflicto,2 el orden se cia. Los santanderes y Boyacá, eran trastornó debido principalmente a la departamentos donde los llamados movilización que había logrado Gai- “odios partidistas” habían pasado del tán. Estas poblaciones vivían una co- debate oral a una lucha armada. Pobla- yuntura de conflictos propios de la pri- ciones enteras emprendían batallas mera mitad del siglo XX, como la lu- suscritas a los partidos políticos, don- cha campesina. Para el caso especial de el odio y la “barbarie” se represen- de Barrancabermeja podríamos adicio- taban en las víctimas. narle un considerable sector obrero productor de la explotación del petró- A principios de 1948, el mismo Gai- leo. tán en “La oración por la paz” pedía que cesara la violencia.3 “El Siglo” En el ideario político nacional, Gaitán (diario del partido conservador), por estaba provocando una nueva división. su parte mantenía una intensa campa-

2 HERNADEZ VELASCO Héctor Elías, 1998, El 9 de abril de 1948 en Santander, Bucaramanga, Universidad industrial de Santander, ver p. 89. 3 Ver, GAITAN Jorge Eliécer, 1979, Obras selectas, Bogotá, cámara de representantes, pp. 307 – 318. “Oración por la paz” (febrero, 1948) y “memorial de agravios al presidente espina Pérez” (abril, 1947),

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ña con el fin de culpar al gaitanismo no transcendieron más de un día, para por los hechos violentos que se regis- el espacio al cual nos dedicaremos, los traban,4 publicaban un diario de los acontecimientos se extendieron entre sucesos donde se reseñaban las viola- el 9 y 28 de abril. Pero no solamente ciones y los ataques que hacían los los acontecimientos duraron varios gaitanistas y liberales en algunos de- días en estas poblaciones ribereñas; en partamentos del país contra los conser- diferentes pueblos del país las “juntas vadores. En contraposición, diarios li- revolucionarias” creadas también ese berales seguían el mismo método pero día extendieron su efímera vida y en al contrario. “El Heraldo” de Barran- otras sólo se enteraron de la muerte del quilla publicaba un “diario de la noti- caudillo hasta el 12 de abril, cuando cia”, según el cual, se culpaban a to- prácticamente todo había cesado.6 dos de los desmanes sufridos por los liberales en distintas poblaciones del Para este estudio nos basaremos prin- país, a los conservadores, del gobier- cipalmente en las protestas que reali- no y de una policía que comenzaba a zaron los navegantes del rió Magdale- estar a sus órdenes. na, en las notarías de Barranquilla du- rante los meses de abril y mayo de En esta coyuntura ocurre el asesinato 1948, a raíz de todos los “inconvenien- de Gaitán y lo que se conoce como el tes” y pérdidas que causaron los levan- “nueve de abril”.5 Cabe decir, que a tamientos originados en la mayoría de pesar de que en la mayoría de ciuda- los pueblos ribereños.7 Por lo tanto, des y poblaciones del país, los hechos presentaremos la visión de estos capi-

4 Ver El siglo de Enero a Marzo de 1948. 5 Este término se ha comenzado ha utilizar para señalar los hechos ocurridos en distintas poblaciones de Colombia, a raíz del asesinato de Jorge Eliécer Gaitán, indespectivamente de su lugar y días de intensidad. 6 SANCHEZ Gonzalo, 1983, Los días de la revolución. Gaitanismo y nueve de abril en provincia, Bogotá, centro cultural Jorge Eliécer Gaitán, ver pp. 56- 94. 7 La misma investigación histórica ha permitido, la innovación y el hallazgo de nuevas fuentes. El surgimiento de otras visiones sobre el “nueve de abril” se han dado paralelamente a la utilización de fuentes recientes en los trabajos; después de la muerte de Gaitán, los relatos sobre el nueve de abril provenían principalmente de “amigos, seguidores y contemporáneos” que constituyeron sin duda una documentación bibliografica que Orlando Melo, califica de “entusiasta y apasionadas”. (SANCHEZ Gonzalo, 1997, “Gaitán: el impacto y el síndrome del 9 de abril”, Credencial Historia, Bogotá, edición n° 96, diciembre, 9-11, p. 11). “El Bogotazo” ha sido una obra que innovó en su momento en la recopilación de relatos de personajes de la época y en la utilización del expediente Gaitán; John William Green, en una tesis titulada “Popular movilization in Colombia…” (1994), revisó parte del archivo del Centro Cultural Jorge Eliécer Gaitán, en especial la correspondencia. Logrando analizar con esta fuente “la ideología” y los “imaginarios” de los seguidores del caudillo en la costa atlántica. Por su parte, Héctor Elías Velasco en su trabajo sobre El 9 de abril de 1948 en Santander”, logró demostrar, a partir de los archivos judiciales, como el nueve de abril sirvió también para que algunos individuos arreglaran viejas cuentas, en especial por los odios partidistas; Renan Vega Cantor, en un trabajo presentado en el XI congreso colombiano de historia en Bogotá, analiza la posición de la embajada francesa y su abierto anti- comunismo con respecto al nueve de abril, basándose en los archivos diplomáticos del gobierno francés “abiertos recientemente”; en el presente trabajo se ha innovado en la utilización de los “protocolos notariales” para el tratamiento de esta temática. Con ellos vemos aparte del factor económico varios aspectos ideológicos de sus demandantes. Aun existen fuentes “vírgenes” como las gacetas judiciales, en ellas se encuentran descripciones sobre el nueve de abril en varias poblaciones del país hechas por los acusados o los demandantes, durante los juicios o los concejos verbales de guerra.

-147 - UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, HISTORIA CARIBE, BARRANQUILLA (COL.) NO. 11, 2006 tanes con respecto a la sublevación en el viaje a raíz de los levantamientos. algunas poblaciones. No obstante, en Nuestro objetivo principal consiste en estas protestas encontramos “imáge- demostrar que tanto la oficialidad de nes” de localidades que expresan su los barcos, su tripulación y los pasaje- ira, congregándose en sus puertos, ros que los acompañaban no creyeron muelles y plazas con “actitud amena- en dicha revolución, y por tal motivo, zante” contra cualquier embarcación permanecieron al margen de la situa- que transitara o llegara. Correlativa- ción en todo momento con el fin de mente tendremos la idea de cómo era esperar la pronta solución del trágico el trafico por el río Magdalena a fina- suceso que se vivía. les de los años cuarenta. Es necesario aclarar otro aspecto referido a la divi- El nueve de abril estalló casi simultá- sión de los diferentes estamentos la- neamente en varias ciudades y pueblos borales a lo largo del río: En primer de la nación. En ellos los destrozos a lugar se encuentra la oficialidad, re- los símbolos del poder fueron el prin- presentada por el capitán. Un segundo cipal objetivo y la sustitución de las sector lo compone la tripulación de las autoridades por las “juntas revolucio- embarcaciones. Finalmente y en últi- narias” constituyó el carácter “revo- mo lugar de estos estamentos labora- lucionario”. Pero la sustitución se dio, les se encuentran los braceros.8 A los por lo regular, entre políticos tradicio- largo de la lectura observaremos como nales, lo cual, le quitó el carácter de en efecto existió una división entre los revolucionario.9 En otras poblaciones, dos primeros estamentos frente a los especialmente en los departamentos de braceros del río. Antioquia y Boyacá, se crearon “jun- tas anti-revolucionarias” con el fin de Aunque en estas protestas encontra- impedir la sublevación y los destro- mos descripciones de los aconteci- zos.10 mientos, su verdadero fin era formali- zar o protocolizar por medio de una En Bogotá, Cali, Medellín, Barranqui- denuncia publica las pérdidas, los des- lla y Bucaramanga,11 la destrucción y manes y los robos originados durante el saqueo se presentó desde la misma

8 Si se quiere conocer mas sobre los diferentes estamentos de los trabajadores del río Magdalena véase: SOLANO Sergio Paolo; 2003; Puertos, sociedad, y conflictos en el caribe colombiano, 1850-1930, - Bogotá, Observatorio del caribe colombiano. 9 SANCHES Gonzalo, op. Cit., Los días de la revolución…, p. 154. 10 Ibíd. Sánchez resalta que la constitución de “juntas revolucionarias, la creación o comisiones o juntas de vigilancia y de consecución y distribución de víveres, la conformación de milicias populares” (p. 115), de cierto modo coacyudaron a que hubieran menos destrozos, saqueos incendios y muertes, en los lugares donde se desarrollaron y consolidaron con mas alto grado. No obstante se ha llegado a comprobar que en Barrancabermeja también se cometieron “excesos”. 11 Si se quiere conocer sobre le nueve de abril en diferentes poblaciones del país, véase: para Cali, BETANCOUR Darío, 1987, “El nueve de abril en Cali y en el valle del cauca”, Anuario colombiano de historia social y de la cultura, Bogotá, U. Nacional, nº 15, pp. 273-285. Para Medellín: ALAPE Arturo, 1989, “el nueve de abril en provincia”, Nueva Historia de Colombia, Bogotá, Planeta, p. 57-80. Para Bucaramanga: HERNANDEZ Héctor, op. Cit. 1998. 111. pp.

-148 - UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, HISTORIA CARIBE, BARRANQUILLA (COL.) NO. 11, 2006 tarde del 9 de abril y se extendió hacia to de Yatí y Magangue. Mompox la madrugada del día 10 de abril. En (Bol.), El Banco (Magdalena), Gama- estas ciudades, aunque los destrozos y rra (Cesar), Badillo (Santander), Bo- el “pillaje” mostraban la descomposi- cas del Rosario (Sant.), Olaya Herrera ción del orden social, el control y la (Bodega central) Bolívar, San Pablo calma fue retomada rápidamente por (Bol.), Puerto Wilches (Sant.), Barran- el gobierno. cabermeja (Sant.), Puerto Berrio (An- tioquia), Puerto Boyacá (Boyacá.), La Pese a lo anterior, algunas poblacio- Dorada (Caldas). nes del río Magdalena presentan un caso singular. En ellas el desarrollo de Primeras impresiones. las revueltas mostró una mejor orga- nización y más convencida del objeti- En las capitales del país, la noticia del vo revolucionario. De igual forma, la asesinato se extendió como una “chis- condición geográfica de estos pueblos pa”. En los poblados “la información ayudó sin duda al mantenimiento por corrió en masa”, después de las dos varios días del orden al que llamaron de la tarde del nueve de abril de 1948, “comunal”.12 Aun que la mayoría de gran parte de la nación ya se encontra- los habitantes de estas localidades ba informada y reunida en las princi- “Vivian la revolución”, otros indivi- pales plazas para comenzar la “revo- duos mantuvieron una actitud de es- lución”. Sin embargo para los tripulan- pera hacia una pronta solución que tes de las embarcaciones que viajaban devolviera el “statu quo” alterado por por el río Magdalena, la impresión de el trágico hecho. Este fue el caso de la noticia fue muy distinta. los capitanes que comandaban las na- ves que circulaban por el rió Magda- En este sentido, vemos como el capi- lena durante los acontecimientos. tán del yate “Almac” Luis A. Cervan- tes, narra en su protesta, cómo en el El espacio geográfico en el cual nos viaje desde Gamarra hacia Barranqui- desenvolveremos parte desde Barran- lla, el 9 de abril a las “16 horas” al pasar quilla hasta La Dorada. Para brindarle frente al Banco (Magdalena) y al in- una pequeña ayuda al lector, interca- tentar acercarse a la orilla para dejar laremos la ubicación sucesiva sola- pasajeros y cargamentos, afirma: “El mente de las poblaciones que serán señor inspector fluvial nos aviso des- mencionadas en la investigación: Ba- de el muelle que no arrimáramos allí rranquilla (Departamento del Atlánti- debido a que el pueblo estaba levan- co), en el Departamento de Bolívar: tado y enardecido por asuntos políti- Calamar, por el brazo de loba el puer- cos”.13 El capitán describe que desde

12 En BUENAHORA Gonzalo, 1971, La comuna de Barranca, Bogotá, Graficas Leipzig, p. 35. 13 ARCHIVO HISTÓRICO DEL ATLÁNTICO (A.H.A.), protocolos notariales, notaria tercera de Barranquilla, protesta de Luis A. Cervantes, capitán del yate “Almac”, protocolo Nº 721, del 12 de abril de 1948, fol. 233.

-149 - UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, HISTORIA CARIBE, BARRANQUILLA (COL.) NO. 11, 2006 a bordo se podía apreciar que: “La caciones para conocer el estado de la mayoría portaban armas de toda cla- situación fue la radio y el telégrafo. se y recorrían las calles de la ciu- Aparatos que algunos poseían. dad”.14 Por lo cual decidió arribar a la orilla opuesta para dejar la carga y El yate “Almac” continúo el viaje has- algunos pasajeros. ta “puerto Mecha” un kilómetro más abajo de Magangue, con el fin de de- Este yate partió de Gamarra el 9 de jar el cargamento correspondiente a abril en las horas de la mañana y sólo esta última población. Allí los agentes al pasar por el Banco, conoció la si- del puerto le respondieron:“que le es tuación existente. La travesía de estos absolutamente imposible recibir car- buques por el rió Magdalena nos ofre- ga por que el pueblo ha saqueado parte ce una visión un poco general del es- del comercio y en la actualidad no hay tado de las cosas en varias poblacio- en la ciudad autoridades políticas ni nes. En vista de la situación el capitán militares que presten la seguridad ne- decidió seguir hasta Magangue. El sá- cesaria”.16 En estas poblaciones ribe- bado 10 de abril en esta localidad, con- reñas las autoridades comenzaron a ser signa en su diario de navegación:“no depuestas y reinaba el caos. Sin em- se puede hacer el atraque en este puer- bargo, Aunque en algunas se crearon to debido a que el pueblo se encuentra “juntas revolucionarias”, los capitanes amotinado en los muelles armado y en no dejaban de ver la coyuntura políti- estado amenazante con motivo a las ca como una situación anormal. En revueltas políticas de carácter subver- vista de estas condiciones decidieron sivo ocasionadas por la trágica muer- seguir bajando por el río. En Plato el te del doctor Jorge Eliécer Gaitán”.15 10 de abril a las “15 y 40”, encontra- Como observamos, la visión del capi- ron el mismo escenario, en el puerto tán ahora es mucho mas clara, además “hay gente armada”. Por tal motivo de saber el motivo exacto de la suble- decidieron seguir hasta Barranquilla. vación, ya emite juicios con respecto El pasar por Calamar (departamento de a su carácter, tachándola de “subversi- Bolivar) se hallaron con iguales con- va”. diciones de inseguridad.17 Las armas de las cuales hablaba el capitán no son Las informaciones sobre los sucesos más que “armas blancas”, las cuales eran obtenidas en su mayoría de otros fueron el mayor instrumento con que buques que se encontraban en pleno el pueblo se armó el nueve de abril. viaje, o por medio de botes que envia- ban dichas embarcaciones a la orilla. Aunque en la mayoría de los lugares, Otra forma que utilizaron estas embar- desde el mismo nueve comenzaron las

14 Ibid. 15 Ibíd, fol. 234. 16 Ibid. 17 Ibid, fol. 235.

-150 - UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, HISTORIA CARIBE, BARRANQUILLA (COL.) NO. 11, 2006 tomas y los saqueos, en otros se detu- en el pueblo se han sucedido actos de vieron las acciones comerciales como violencia, como la rotura y botada al muestra de duelo, como por ejemplo río de todos los útiles de la oficina de en La Dorada (Caldas), donde el capi- la naviera colombiana, a si como tam- tán del vapor “Olaya Herrera” relató bién el destrozo de varias cantinas y que el nueve de abril después del al- almacenes y no habiendo autorida- muerzo, se siguió descargando el bu- des”.19 Por tales acciones decidió re- que, “a las 14 suspende la cuadrilla el gresar hasta Barrancabermeja, donde trabajo por motivo de los lamentables fue apresado por los revolucionarios y sucesos ocurridos en Bogotá”.18 No permaneció hasta que se restableció el presentándose mas anomalías, no obs- orden. Como se observa estas prime- tante, hay que apuntar que este cese ras impresiones de los levantamientos, de actividades, también era símbolo de ofrecen una visión donde el orden de la grave tensión que se sentía. La Do- una “junta” no existía aun o no podía rada quedó bajo un ambiente que so- controlar la anarquía. Este último fac- brevino a la conformación el mismo 9 tor fue el temor tanto de la oficialidad de abril de una “junta revolucionaria” como de la tripulación, no sólo de las y que se sostuvo hasta el día 15 del embarcaciones retenidas, sino también mismo mes como se verá mas adelan- de las que circundan los poblados su- te. blevados.

Agudización del conflicto. El “gremio” de braceros en estas pe- queñas poblaciones suspendió sus ac- Para el 10 de abril, en las ciudades más tividades, impidiendo o contribuyen- importantes de Colombia la subleva- do de esta forma, a que el tráfico por ción había casi terminado. Muchos ciu- el río decayera un poco debido a la dadanos solo recorrían las calles con parálisis presentadas en algunos puer- admiración y luego con arrepentimien- tos con respecto a las labores de car- to. En cambio, en algunos pueblos del gue y descargue. Por otro lado, obligó río Magdalena la “revolución” apenas a que algunos buques permanecieran comenzaba. en los puertos amotinados y otros a regresaran a Barranquilla. En esta úl- El capitán del vapor “Maria”, Ángel tima, la llamada “revolución” sólo duró Goez Gutiérrez, en su protesta, relata hasta la madrugada del 10 de abril como el 10 de abril encontrándose cuando el ejército tomó el control.20 puerto Wilches y, “en vista de que la Para el 12 de abril la situación en el cuadrilla insiste en no trabajar y que puerto de Barranquilla era estable. Una

18 A.H.A, notaria tercera de Barranquilla, protesta de Luis F. Pasos, capitán del vapor “Olaya Herrera”, protocolo nº 880, del 11 de mayo de 1948, fol. 133. 19 A.H.A, notaria tercera de Barranquilla, protesta de Ángel Goez Gutiérrez, capitán del vapor “Maria”, protocolo nº 875, del 10 de mayo de 1948, fol. 106. 20 Ver La Prensa, lunes 12 de abril de 1948, año XX, nº 6227, p. 1, 5.

-151 - UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, HISTORIA CARIBE, BARRANQUILLA (COL.) NO. 11, 2006 carta de “el sindicato de braceros flu- con el fin de obstaculizar que el go- viales, marítimo y navegantes del At- bierno retomara el control de la situa- lántico” dirigida al presidente Ospina, ción en todo el país. afirmaba con respecto a las circunstan- cias en el puerto: Barrancabermeja se constituyó desde el primer momento en núcleo de las “[…] queremos y así nos lo ofre- sublevaciones a lo largo del río, gra- cemos en esta hora aciaga para cias a su importancia sobre las pobla- Colombia brindar nuestro humil- ciones adyacentes y debido a la gran de pero sincero contingente para cantidad de obreros seguidores de Gai- ayudarlos aunque en mínima parte tán en este puerto.22 La “junta revolu- a establecer la normalidad en el cionaria” que se conformó, utilizó casi país y en especial en esta capital los mismos métodos que las del resto del departamento del Atlántico. del país: crear una “junta” y deponer a Como prueba de lo ya dicho esta- las autoridades del Estado, apoderarse moslo demostrandolo al haber con- o destruir los símbolos del poder y tra- tinuado ininterrumpidamente nues- tar de conformar un orden donde la tro trabajo en las labores de car- anarquía no los llevará a un estado de gue y descargue de buques maríti- sublevación total. Aunque en este puer- mos y fluviales de este puerto no to se presentaron excesos cometidos obstante directivas centrales sindi- por los habitantes, la “junta revolucio- cales haber ordenado lo contra- naria” (conformada por José Maria rio.”21 Vesga Villamizar, Hernando soto cres- po, Arturo Restrepo, Apolinar Díaz En Barranquilla, esta asociación siguió Callejas, Gonzalo Buenahora, Mario trabajando a diferencia de las pobla- Cujar y Rafael Rangel este último nom- ciones que aun se mantenían en con- brado “alcalde revolucionario”)23 pre- flicto. Por tal motivo algunos buques vió estos desmanes y otros aspectos de decidieron regresar principalmente a vital importancia como la alimentación esta ciudad. Además, aunque las direc- de los pobladores. Por tal motivo se tivas centrales se opusieran, los brace- expidieron órdenes con el fin de dete- ros respondieron al llamado del gobier- ner los buques que se encontraran en no en ese puerto. Por el contrario, en el puerto y capturar a todos los que las localidades sublevadas este “gre- pasaran frente a éste. mio” trató de mantener una parálisis

21 El Heraldo, martes 13 de 1948, año XVI, nº 4439, Pág. 6 col. 3. 22 ARCHILA Mauricio, 1978, Aquí nadie es forastero, Bogotá, cinep, pp. 176-177. 23 HERNANDEZ Héctor, 1998, op. Cit. p. 82. La “junta” de Puerto Wilches estaba conformada por: Aurelio Díaz, Rubén Montoya, Santander Navas, Alberto Gómez, Gabino Hernández, entre otros. En A.H.A, notaria tercera de Barranquilla, protesta del capitán del vapor “Guadalupe”, Alejandro M. Abello, protocolo nº 844 del 3 de mayo de 1948, fol. 15.

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El mismo Gonzalo Buenahora, afirma quier embarcación que subiera o baja- en su libro “La Comuna de Barranca” ra por el río. Héctor Elías Hernández, estos sucesos: en su libro sobre “El 9 de abril de 1948 en Santander” escribe lo siguiente: “Previmos también el hambre. Y “esto efectivamente sucedió con un deseosos de mantener la moral re- buque que bajaba para Barranquilla, el volucionaria en alto, comprendien- cual sin necesidad de entrar a Barran- do que el flagelo del hambre es el ca siguió su camino, siendo intercep- mayor peligro, decidimos incautar tado por lanchas y remolcadores de la un buque repleto de ganado, con tronco, quienes al intimidar al capitán cerca de mil reses […]. El capitán con una descarga sucesiva de disparos, del buque acepto entregar diez no- lograron que se desviara al puerto”.26 villos diarios, a cambio de que yo El hecho al parecer le sucedió al vapor le firmara el libro de la Bitácora. “David Arango U.”, comandado por el […] de los barcos también se saco capitán Gilimo Londoño, quien relata arroz, frijoles, panela, azúcar y los siguientes hechos en su protesta: manteca. Artículos que no podían conseguirse en el comercio de Ba- “El citado día diez (10) de abril, a rranca, que había cerrado sus puer- eso de las diez y treinta de la ma- tas”.24 ñana al pasar por frente al puerto de Barranca bermeja (galán). Por Y en entrevista con Mauricio Archila el movimiento de las gentes arma- afirmó: das que se veían llegar al puerto en camiones, el capitán se dio “[…] fueron como 7 buques, de ahí cuenta de que en este puerto esta- se sacaron los machetes y todos se ban en revolución , por lo cual or- armaron de machetes, y de la di- deno al practico del barco no arri- namita. De ahí sacaron la dinami- mar y continuar, viaje aguas abajo ta, los machetes, y la comida, por a toda maquina. Pocos momentos que los capitanes dijeron, < bueno después se desprendieron de dicho con tal de que a nosotros no nos puerto dos remolcadores de la tro- vayan a joder y no nos ataquen, pical en persecución del barco que saquéense la comida que hay en comandaba el exponente, remolca- el buque>”.25 dores que venían con mas de dos- cientos (200) revolucionarios ar- Como se dijo anteriormente, las órde- mados de machetes, puñales, fusi- nes de los dirigentes de la “junta revo- les, haciendo disparos. Luego al- lucionaria” fue apresar y detener cual- canzaron el buque, lo abordaron

24 BUENAHORA Gonzalo, op, Cit, p. 97. 25 ARCHILA Mauricio, op. Cit. Aquí nadie es…, p. 178. 26 HERNANDEZ Héctor, op. Cit, p. 83.

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con amenazas de muerte contra el Gaitán, “habia sido declarada la re- exponente y demás tripulantes de volución por el partido liberal y cons- abordo, obligando a regresar y a tituida un junta revolucionaria en Ba- amarrar en los muelles de Barran- rranca bermeja”.28 Este señalamien- ca-Bermeja”.27 to referente al partido liberal, por par- te del capitán sólo puede entenderse Si bien la narración anterior es diná- en la medida que se considera su filia- mica, lo importante es observar como ción política. Además éste expresa que los capitanes de estas embarcaciones debió ser: “encarcelado para proteger apreciaron y entendieron la llamada su vida. Pues el pueblo quería asesi- “revolución”, cuál era el motivo, quié- narlo”.29 Y mas adelante agrega: “la nes la declaraban, y además, cómo los chusma enfurecida pedía su muerte”.30 mismos “revolucionarios” considera- Esto se debió principalmente por que ban el nuevo orden establecido. “Es- se creía que dicho capitán era conser- tar en revolución” significó, para es- vador.31 Hipótesis casi confirmada tos últimos, levantarse contra el “sta- cuando cree que: “fue cogido a la fuer- tus quo” organizado por el gobierno y za como prisionero político”.32 Este activar un nuevo orden social donde calificativo de “prisionero político” la sublevación armada y rebelde se fue quizás autoescogido por él, pues sobreponía a las fuerzas dominantes. en el fondo entendía su situación polí- La duración de este nuevo orden de- tica y su condición de enemigo frente pendía de varios factores, entre ellos a las multitudes liberales que en Ba- del sostenimiento y alimentación de los rrancabermeja se paseaban de un lado revolucionarios, como también de a otro buscando conservadores. mantener un control fuerte sobre el perímetro dominado, haciendo enten- Debido a su filiación política, la vida der a sus circundantes su fortaleza y del capitán estuvo constantemente en por ende incluirlos dentro de la llama- peligro∗ . Por lo tanto, las formas como da “revolución”, no sin antes tomar él observa el movimiento son de total provisiones de las embarcaciones. temor, y lo llevaron a apreciar la situa- ción de la siguiente forma, según la Al abordar el vapor “David Arango U.” cual: “las chusmas revolucionarias los revolucionarios le comunicaron al que depusieron a las autoridades le- capitán que debido al asesinato de gítimamente constituidas, se entrega-

27 A.H.A, notaria segunda de Barranquilla, protesta de navegación de Gilimo Londoño, capitán del vapor “David Arango U.”, protocolo nº 1223, del 24 de abril de 1948, fol. 744. 28 Ibid, fol. 741. 29 Ibid. 30 Ibid, fol. 742. 31 HERNADEZ Héctor, op. Cit, p. 83. 32 A.H.A, notaria segunda de Barranquilla, protesta de navegación de Gilimo Londoño, capitán del vapor “David Arango U.”, protocolo nº 1223, del 24 de abril de 1948. fol. 742.

-154 - UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, HISTORIA CARIBE, BARRANQUILLA (COL.) NO. 11, 2006 ron a toda clase de pillaje y asesina- carretera de Barbosa dos camiones tos, sembrando el terror en el puer- con sendos pelotones de gente arma- to”.33 Esta es una clara muestra de da con escopetas y rulas, hirieron a como su filiación política, influyó so- un agente de policía y toman el cuar- bre la consideración de que los revo- telillo”.34 Por tal motivo, el capitán dio lucionarios sustituyeron a las “autori- la orden de zarpar para impedir un atro- dades legítimamente constituidas” y pello a la nave, dejando en ese lugar por lo tanto, las “chusmas” liberales algunos botes de propiedad del vapor, estaban “sembrado el terror”. con mercancías, aunque vigilados. Además, el capitán argumentaba que Algunos buques pudieron huir a tiem- esta decisión fue tomada principalmen- po antes de ser “capturados” por la re- te para impedir que el barco “cayera volución. En tal sentido, estas protes- en manos de los revolucionarios”.35 tas como la revolución pertenecía y se Lo anterior deja al descubierto la con- daba sólo en las poblaciones o en tie- ducta y responsabilidad de los capita- rra firme. Dentro de los barcos, el or- nes con respecto a los buques que co- den se mantuvo. Los capitanes y su mandaban y las mercancías que trans- junta de oficiales realizaban constan- portaban. Se puede observar también tes reuniones con el fin de analizar las que su actitud era ante todo velar por distintas situaciones y contratiempos, el cuidado de los productos que les pero manteniendo siempre la ley. Has- habían sido confiados. ta el momento, no se ha encontrado en las protestas estudiadas intención al- La situación en el país y los rumores guna para deponer a las autoridades de que corrían a lo largo del río, era que los buques por parte de los tripulan- en toda la nación “hay paro general y tes. estado de sitio”.36 No obstante, mu- chas embarcaciones aun recorrían el El abandono y la pérdida de mercan- río Magdalena apresurándose para lle- cías fue otro de los motivos de estas gar a su destino. Algunos capitanes protestas. Con respecto a lo anterior, tomaron decisiones radicales, como el el capitán del vapor “Bolívar”, Ramón vapor “Bolívar” que optó por despren- Hamburguer, protestaba debido a que derse de una parte de su cargamento estando, “en Puerto Berrio el 10 de para salvar el resto de la mercancía. abril –a las 3 y 15 pm.- llegan por la Sin embargo, se dieron decisiones aun

∗ Dada la situación el capitán tuvo que ser encarcelado. Ibid, fol. 742. 33 Ibid. Este capitán sólo recobró su libertad el 20 de abril y pudo reasumir el mando del vapor “David Arango U.” 34 A.H.A, notaria primera de Barranquilla, protesta del capitán del vapor “Bolívar” de propiedad de la empresa de navegación “Marvásques”, Ramón Hamburguer, protocolo nº 1198, del 4 de mayo de 1948, fol. 1. 35 Ibid, fol. 2. 36 A.H.A, notaria tercera de Barranquilla, protesta de Goellin Campbell, protocolo nº 765, del 17 de abril de 1948, fol. 347.

-155 - UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, HISTORIA CARIBE, BARRANQUILLA (COL.) NO. 11, 2006 mas extremas con el fin de resguardar pues se sabia que el puerto de Ba- la integridad de las mercancías trans- rrancabermeja se hallaba en poder portados y de sus tripulantes. de los revolucionarios”.37

Fue el caso del vapor “Quindío” co- Aquí se pueden observar varios aspec- mandado por Víctor M. Peña Gueva- tos. Entre estos, la actitud mas belige- ra. El cual zarpó desde Barranquilla rante de los revolucionarios de Puerto hacia La Dorada y “puertos interme- Berrio, quienes acogieron casi las mis- dios” el día 5 de marzo. En su protes- mas tácticas de la comuna de Barran- ta el capitán cuenta lo sucedido: cabermeja, en la cual se hacia perse- cución a los buques. Pero al parecer “Con motivo del movimiento sub- los primeros sólo detenían el buque y versivo del orden público ocurri- tomaban las mercancías necesarias y do en todo el país el día nueve (9) luego lo dejaban partir, esto se podría del corriente mes, el día doce (12), catalogar como una “piratería” más según figura relacionado en el dia- abierta que la de Barranca. Por otra rio de navegación, los revolucio- parte, apreciamos como el capitán de narios de P.to Berrio abordaron el este vapor decidió esperar en la isla buque en cuatro (4) canoas moto- “del Páez”∗ durante diez días para no rizadas y armados de machetes y verse envuelto en mas persecuciones fusiles, en actitud amenazante, lo de lo que él llamaba “movimiento sub- obligaron a arrimar al menciona- versivo”. En efecto, estos capitanes no do puerto, en donde lo sacaron del creían en tal revolución y mas bien la buque para tierra y junto con toda tildaban como “subversiva”, del “pi- la tripulación y lo llevaron al co- llaje y de la piratería”38 , “de asaltos mando revolucionario y lo retuvie- y robos”.39 Los capitanes tenían como ron allí en unión de la tripulación, fin único llevar los cargamentos a su dos horas mas o menos, libertan- destino. dolo luego y ordenándole que si- guiera viaje inmediatamente, lo Pese a lo anterior, algunos buques no cual así se hizo. Se navego ese día pudieron sortear a los “revoluciona- hasta la isla llamada “del Páez” y rios” que se encontraban en una con- ahí se permaneció hasta el día vein- siderable parte del río. Gradualmente, tiuno (21) del presente mes, en pre- el núcleo de los disturbios fue con- vención contra cualquier atentado centrándose en puerto Wilches y Ba- contra el cargamento y el buque, rrancabermeja, las negociaciones con

37 A.H.A, notaria tercera de Barranquilla, protesta de Víctor M. Peña, capitán del vapor “Quindío”, protocolo nº 805 del 26 de abril de 1948, fol. 457. ∗ No se ha logrado ubicar pero se presume que se encuentra entre puerto Berrio y Barrancabermeja. 38 A.H.A, notaria primera de Barranquilla, Protesta del capitán del vapor “Tequendama”, Julio Marenco Romero, protocolo nº 1074, del 21 de abril de 1948, fol. 4. 39 Ibid, fol. 2.

-156 - UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, HISTORIA CARIBE, BARRANQUILLA (COL.) NO. 11, 2006 el gobierno estaban por comenzar y los estaban sometidos todavía al gobier- revolucionarios de estas poblaciones no, pero que la situación no era temían que se llevara a cabo una inva- mala”.41 Al parecer se consideraba que sión. Por tal motivo se tomaron medi- la efervescencia y el pillaje de los pri- das extremas. En algunos libros se afir- meros días habían disminuido su in- ma que “boyas flotantes cargadas de tensidad. Por otro lado, se puede en- explosivos fueron esparcidas a lo lar- tender que “la situación no era mala” go del Magdalena desde Barranca en el sentido del “orden” que los revo- hasta puerto Wilches”.40 Sin embar- lucionarios lograron establecer, a su go, en ninguna de las protestas consul- vez, la alimentación era un problema tadas se encontró denuncia alguna so- casi solucionado, como se advertirá bre este factor. mas adelante.

Para las embarcaciones que venían En San Pablo, el capitán también trató subiendo por el río Magdalena, San de buscar información, primero con el Pablo, una población bolivarense, se inspector de policía y luego con un convirtió en el punto de información habitante de la localidad de apellido antes de llegar a puerto Wilches, Pero Barba, quien poseía una radio, además la suerte que corrieron las “naves” en se esperaban noticias de una lancha que este punto fue muy variada. Para me- había salido hacia puerto Wilches para diados de abril, muchas embarcacio- averiguar el estado de la situación. El nes no habían logrado llegar a su des- vapor “Alicia” también llegó y ama- tino, otras se encontraban apresadas, rró. En los momentos que se espera- algunas no podían descargar y se tras- ban noticias, ocurre el siguiente per- ladaron de regreso a Barranquilla. Dis- cance narrado de la siguiente manera tinto el caso del vapor “Quindío” quie- en la protesta: nes optaron por amarrar en lugares so- litarios. Pero otros tantos aun se en- “[…]a las 16 llegaron dos (2) lan- contraban en pleno viaje y cerca al foco chas rápidas de la petrolera Socony de la revolución. Fue el caso de los y en ellas alrededor de veinte hom- vapores “Guadalupe” y “Alicia”. El bres armados de machetes, cuchi- primer vapor, en viaje de subida hasta llos, escopetas, saltaron a tierra y La Dorada llegó a San Pablo el 17 de a todo lote sin dar lugar a nada, se abril. En esta localidad, “por gente que entraron al buque al cual tomaron llega a la orilla supo el capitán que por asalto, y uno de ellos, el que puerto Wilches y Barrancabermeja no dijo ser el jefe llegó ante el capi-

40 SANCHES Gonzalo, op. Cit, los días de la revolución, p. 135. De igual forma Gonzalo Buenahora, afirmó lo siguiente: “los zapas del río Magdalena, sembraron el río no de zapas sino de minas, de boyas de dinamita hasta puerto Berrio y hasta puerto Wilches”, en ARCHILA Mauricio, op. Cit. Aquí nadie es…, p. 178. 41 A.H.A, notaria tercera de Barranquilla, protesta de Alejandro M. Abello, capitán del vapor “Guadalupe”, protocolo nº 844, del 3 de mayo de 1948, fol. 13.

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tán y en tono imperativo le dijo < noas que se encontraban en el trans- por orden de la revolución en puer- curso del viaje. Otras en cambio, po- to Wilches y Barrancabermeja, siga seían estos instrumentos de comunica- con nosotros sin oponer resisten- ción, como el remolcador R.Z. que cia hasta puerto Wilches>”.42 contaba con un radio donde sintoniza- ba “La voz liberal de p.to Wilches de El capitán, al verse indefenso, accedió. la junta revolucionaria” y un telégra- El vapor “Alicia” corrió la misma suer- fo que sirvió para enviar información te. Las circunstancias comenzaban a a Barranquilla sobre el estado de la si- cambiar, se ve como el centro de las tuación.43 revueltas (Wilches y Barrancaberme- ja) habían comenzado a ejercer una Embarcaciones como el vapor “Te- jurisdicción en poblados circunveci- quendama” aun a mediados de abril nos, que al parecer habían retornado seguían “subiendo río arriba” a la ex- nuevamente a la calma, como San Pa- pectativa de que la situación se estabi- blo. lizara. El 16 de abril estando éste va- por en Bocas del Rosario, “el capitán El estado de sito y la censura en las es informado pero de manera no con- comunicaciones habían creado un am- firmada que en puerto Wilches y Ba- biente de desinformación a lo largo del rranca-bermeja se encuentran en po- río. Si bien para algunos capitanes la der de los revolucionarios; y que todo sorpresa del 9 de abril fue conocida en buque que sube lo detienen en puerto pleno viaje, rápidamente la noticia del Wilches, y si baja en Barrancaberme- asesinato de Gaitán y de la subleva- ja”.44 En vista de las informaciones no ción se extendió en todo el país. A pe- concretas el capitán decidió seguir has- sar de que en gran parte de la Nación ta San Pablo, cerca de esta población el gobierno tomó el control el día diez, se encontraban bajando al remolcador existían aun para mediados de abril la “Manuel Agustín” que se había devuel- duda sobre el desenvolvimiento de las to cerca de puerto Wilches, por haber negociaciones en Barrancabermeja, tenido noticias de una canoa que baja- debido en parte a la censura de prensa ba, la cual le informó que: “toda em- y a las radio-comunicaciones. A esto barcación al llegar a Wilches queda- se sumaba que algunos buques no con- ba decomisada por los revolucionarios taban con radios o telégrafos, y por lo y disponían de sus cargamentos y en- tanto su única forma de comunicación seres y hasta de la vida de los tripu- consistía en era llegar a los poblados, lantes, y que por tal motivo se regre- o preguntar a las embarcaciones o ca- saba a Barranquilla”.45 Sin embargo

42 Ibid, fol. 14. 43 A.H.A, notaria tercera de Barranquilla, protesta del capitán del remolcador “R.Z”, protocolo nº 802, del 24 de abril de 1948, fol. 445. 44 A.H.A, notaria primera de Barranquilla, protesta del capitán del vapor “Tequendama”, Julio Moreno Romero, protocolo nº 1074 del 21 de abril de 1948, fol.2. 45 Ibid.

-158 - UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, HISTORIA CARIBE, BARRANQUILLA (COL.) NO. 11, 2006 el vapor “Tequendama” siguió el viaje el capitán Enrique Vendries, se puede hasta San Pablo. En esta población, apreciar que en su viaje de subida, se “llega a bordo el señor Enrique Bar- encontró con varias embarcaciones que ba, uno de los vecinos de mas prestan- habían tomado la decisión de regresar cia social y política de la población”.46 debido al peligro que generaba Puerto Éste le informó lo sucedido con los Wilches para el transcurso normal del vapores “Guadalupe” y “Alicia”. Por viaje.49 A la altura del pueblo de Badi- tal motivo, la “junta de oficiales” de- llo se encontró con el ya mencionado cidió regresar hasta “Yatí”47 para de- remolcador “Manuel Agustín”, el cual jar en este sitio los cargamentos y es- informó casi en los mismos términos perar que el orden público fuera resta- expresados al vapor “Tequendama”. blecido. Debido a esto optó también por regre- sar.50 Aunque la decisión de descargar en algún sitio tranquilo fue más acertada Después de los primeros días de la su- que seguir río arriba para no perder las blevación, Barrancabermeja y Puerto mercancías, no todas las embarcacio- Wilches fueron quedando como nú- nes tuvieron suerte. Fue el caso del cleos aislados de resistencia. Las imá- vapor “Bogotá” el cual descargó en un genes que hemos tenido por medio de lugar llamado “Conejo” y el 7 de mayo estas protestas, de pueblos enteros que presentaba su protesta por la perdida se han levantado y llegan a sus mue- de mercancías en dicho sitio.48 lles armados, ya no era la misma para mediados de abril. Como se ve, las El transporte por el río Magdalena ha- embarcaciones podían devolverse an- bía quedado un poco paralizado por el tes de llegar hasta Puerto Wilches y tapón que significaba puerto Wilches seguir el viaje hasta Barranquilla sin y Barrancabermeja. Las embarcacio- hacer alusiones a levantamientos en nes que emprendieron el viaje de su- otros poblados. En San Pablo, la últi- bida al llegar a la altura de Puerto Wil- ma población antes de pasar por puer- ches decidían regresar, a no ser que to Wilches se encontraba en calma, fueran apresadas antes de tomar esta incluso con el inspector de policía rea- decisión o en el acto. En la protesta lizando sus deberes.51 Rió arriba, des- del remolcador “R.Z.” comandado por pués de Barrancabermeja, la situación

46 Ibid, fol. 3. 47 Yatí es una población ubicada en el “brazo de loba” del río Magdalena, cerca de Magangue. 48 A.H.A, notaria primera de Barranquilla, protesta del capitán del vapor “Bogotá”, Agustín Castillo, protocolo nº 1241 del 7 de mayo de 1948, ver Fols. 1-2. 49 A.H.A, notaria tercera de Barranquilla, protesta del capitán del remolcador “R.Z.”, Enrique Vendries, protocolo nº 802, del 24 de abril de 1948, ver Fol... 444 – 445. 50 Ibíd., fol. 446. 51 A.H.A, notaria tercera de Barranquilla, protesta del capitán del vapor “Guadalupe”, Alejandro M. Abello, protocolo nº 844, del 3 de mayo de 1948, Fol. 13; y A.H.A, notaria primera de Barranquilla, protesta del capitán del vapor “Tequendama”, Julio Moreno Romero, protocolo nº 1074 del 21 de abril de 1948, fol. 3.

-159 - UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, HISTORIA CARIBE, BARRANQUILLA (COL.) NO. 11, 2006 pareció normalizarse entre el 15 y el La expresión “lo invade la revolución 20 de abril. En la Dorada el ejército y queda detenido” es una muestra cla- llegó el 15 de abril. El capitán del va- ra de la percepción de los capitanes con por “San Jorge” narró en su protesta respecto a la revolución, en los cuales lo siguiente: “se dio la entrada a di- primaba sortear los obstáculos y entre- cho puerto de las fuerzas armadas del gar la mercancía en los destinos seña- gobierno y el restablecimiento por con- lados. Sólo asumían la revolución siguiente del orden”.52 Ante esto al- cuando eran apresados en algunos gunas naves se aventuraron río abajo municipios. Aun así, los capitanes buscando llegar a Barranquilla. Fue el mantuvieron una actitud de responsa- caso del vapor “Rafael Castillo” que bilidad. De ejemplo tenemos el famo- se desplazó rápidamente pasando por so suceso del buque de ganado de Ba- Barrancabermeja, pero al transitar por rrancabermeja, donde para la entrega Wilches sucedieron los siguientes he- de los novillos a la “junta revolucio- chos relatados en la protesta del vapor naria”, el capitán hacia firmar a su pre- “Guadalupe”: “martes 20 de abril, en sidente Gonzalo Buenahora. puerto Wilches detenidos por la revo- lución. A las 15 (…) pasa el vapor Las incautaciones. “Rafael Castillo” que viene bajando, sale una lancha a su encuentro, le hace A los buques paralizados, les fue rete- varios disparos y obligan a dicho bu- nido “el diario de navegación”,54 como que a atracar, le quitan el diario de una forma de control por parte de los navegación, lo invade la revolución y revolucionarios, ya que sin éste los queda detenido”.53 Además de la acti- capitanes no podían anotar los desma- tud bélica de los revolucionarios, que- nes y mucho menos controlar contabi- da pendiente un factor de suma im- lizadamente la carga que transporta- portancia y es apreciar en realidad ban. Después de la detención, los re- cómo los capitanes consideraba la re- volucionarios procedían a realizar re- volución y como era el ambiente du- quisas en los barcos, como observa en rante los días que estuvieron deteni- lo siguiente: “las comisiones se pre- dos en estos pueblos sublevados. sentaron a bordo a hacer las requisas ordenadas por la junta”.55 Además,

52 A.H.A, notaria tercera de Barranquilla, protesta formalizada por Gustavo Ceballos, capitán del vapor “San Jorge”, protocolo nº 814, del 27 de abril de 1948, fol. 489. 53 A.H.A, notaria tercera de Barranquilla, protesta de Alejandro M. Abello, capitán del vapor “Guadalupe”, protocolo nº 844 del 3 de mayo, fol. 18. 54 véase A.H.A, notaria tercera de Barranquilla, protesta del capitán José Z. Jimeno, del vapor “Medellín”, protocolo nº 842, del 3 de mayo de 1948, fol. 4. Este capitán expresó a los revolucionarios, que prefería entregar cualquier mercancía antes que el diario de navegación, pero de todas maneras le fue retenido. En La Dorada el vapor “San Jorge” conservó el diario, pero no escribió en él por temor a que los revolucionarios tomaran represarías, ver fol. 489. 55 A.H.A, notaria tercera protesta del capitán del vapor “Rafael del Castillo”, Ángel Goes Gutiérrez, protocolo nº 815, del 27 de abril de 1948, Fol. 492

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“hacen requisas del buque en los dife- go U.”, se reseña la entrega de una par- rentes departamentos, a los pasajeros te del cargamento a la junta de Barran- en sus equipos buscando armas”.56 En cabermeja, como: 450 bultos de pane- este último caso, se incautaron algu- la, 350 sacos de azúcar y 500 sacos de nas armas blancas. Para los tripulan- arroz marca “El aceituno”.58 Aunque tes, estos primeros momentos fueron parece una cifra exorbitante, debe te- de tensión, sobre todo para las muje- nerse en cuenta que con ella se alimen- res, quienes según el capitán del vapor tó a una considerable población por “Guadalupe”, estas le pedían que, “les mas de diez días. También resalta que salvara la vida y la de sus hijos, tal al vapor “Pacini” “le sacaron muchas era el carácter amenazador de la gen- cajas de dinamita y de machetes”.59 te de asalto, machete en mano y so- Debe apuntarse además la entrega de nándolos a cada momento en actitud 10 novillos diarios por parte de otro hostil”.57 buque a la “junta”. El vapor “Mede- llín” también reseña “la entrega de las A las requisas en busca de armas, si- 42 cajas de manteca marca “300” del guió la incautación de alimentos por c.to. # 152 que hubo que hacer a la parte de las juntas. La alimentación junta revolucionaria de p.to Wilches y durante el estado de sitio fue una de según ordenes firmadas”.60 El vapor las principales necesidades. En el res- “Bolívar” protestó a su vez por la per- to del país se presentaron muchos des- dida de 15 cajas de puntillas en puerto manes por la escasez de productos ali- Berrio61 , también, el vapor “Rafael del menticios y el cierre parcial del comer- Castillo” retenido en Puerto Wilches cio. En Bogotá se registraron extensas reportó la entrega a la“junta” de va- filas para la adquisición de los alimen- rias cajas de cuchillos.62 tos. Sin embargo, en estos puertos la situación fue distinta. Las juntas dis- Pero también se presentaron hechos pusieron tanto de los productos que se singulares, en los cuales, además de la encontraban dentro de los barcos como incautación de mercancías, se hicieron en el comisariato de la “Tropical Oil”. colectas entre la población, como en En la protesta del vapor “David Aran- el caso de la Dorada, en la cual el ca-

56 A.H.A, notaria tercera de Barranquilla, protesta del capitán del vapor “Guadalupe”, Alejandro M. Abello, protocolo nº 844, del 3 de mayo de 1948, fol. 15. 57 Ibíd. 58 A.H.A, notaria segunda de Barranquilla, protesta de Gilimo Londoño, capitán del vapor “David Arango U.”, protocolo nº 1223, del 24 de abril de 1948, fol. 743. 59 Ídem, Fol. 742. 60 A.H.A, notaria tercera de Barranquilla, protesta del capitán del vapor “Medellín”, José Z. Jimeno, protocolo nº 842, del 3 de mayo de 1948, fol. 6; el Vapor “Guadalupe” también entrego mercancías a la “junta” de Puerto Wilches. 61 A.H.A, notaria primera de Barranquilla, protesta del capitán Ramón Hamburguer, vapor “Bolívar”, protocolo nº 1198, del 4 de mayo de 1948, fol. 2. 62 A.H.A, notaria tercera protesta del capitán del vapor “Rafael del Castillo”, Ángel Goez Gutiérrez, protocolo nº 815, del 27 de abril de 1948, fol. 492

-161 - UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, HISTORIA CARIBE, BARRANQUILLA (COL.) NO. 11, 2006 pitán del vapor “San Jorge” relata El resto del país había retornado a la como el día 12 de abril llegó un agente “calma” y se preparaba para el perio- de la empresa de navegación “Marvás- do más crudo: “la violencia después del quez” con, “un pelotón de hombres 9 de abril”. En el contexto local de es- armados de machetes” quienes hicie- tos puertos se vivía la revolución pero ron “una colecta entre la tripulación también la expectativa. Apolinar Díaz para el movimiento revolucionario”.63 Callejas relata como era la situación Esta colecta alcanzó la suma de 95 después de los primeros días de efer- pesos que pagó “la oficina de la navie- vescencia: “A pesar de todo esto, las ra colombiana”. La misma oficina tam- noticias que recibíamos eran totalmen- bién adicionó 200 pesos más de “con- te desalentadoras. Tuvimos la correc- tribución”.64 Otro caso para resaltar ta impresión de que la insurrección po- fue el canje de mercancías que se dio pular en el país se había frustrado en entre los capitanes de los buques dete- la anarquía. Por muchos aparatos de nidos con el fin de alimentarse mejor. radio que teníamos, poco a poco nos Intercambiaron productos alimenticios fuimos quedando aislados del resto del con el objetivo de “variar la dieta”.65 país y solo se nos informaba perma- Lo anterior sugiere una interrogación nentemente del avance del ejercito sobre la alimentación en las embarca- hacia la ciudad”.66 Debido a lo ante- ciones, al no ser totalmente partícipes rior y a otras tantas circunstancias, la de la “revolución”, dado que la mira- “junta revolucionaría” decidió nego- ban con cierto despectivísimo. Enton- ciar con el gobierno. El pacto consis- ces ¿pertenecieron al “sistema comu- tió en mantener casi la totalidad de los nal” en el sentido de la alimentación? miembros de la junta, entre estos, el Hasta el momento, las protestas con- alcalde revolucionario y la policía cí- sultadas no especifican claramente este vica.67 factor. Desenlace Hacia el 18 de abril arribó a Barranca- bermeja una comisión del gobierno La “revolución” se mantenía en el en- compuesta por Julio Ortiz Márquez, torno de Barranca y Puerto Wilches. Julio Salazar Ferro y el general Jesús

63 A.H.A, notaria tercera de Barranquilla, protesta del capitán del vapor “San Jorge”, Gustavo Cevallos, este vapor era de propiedad de la naviera colombiana, protocolo nº 814, del 27 de abril de 1948, fol. 489. 64 Ibíd. 65 A.H.A, notaria tercera de Barranquilla, protesta del capitán del vapor “Rafael del Castillo”, Ángel Goez Gutiérrez, protocolo nº 815, del 27 de abril de 1948. fol. 491; esta embarcación intercambió productos con los vapores “Medellín” y “Guadalupe” estacionados en Puerto Wilches. En la protesta del vapor “Guadalupe” se puede leer lo siguiente “se sacrifico una res para la alimentación” (Fol. 16), pero no especifica su procedencia. Posiblemente sean de los vapores “Medellín” o “Sincelejo”, pues en la protesta del vapor “Tequendama” se dice: “también informo de la carga y ganados decomisados de los vapores “Medellín” y “Sincelejo”, en Puerto Wilches. fol. 3. 66 BUENAHORA Gonzalo, op, Cit. (testimonio de Apolinar Díaz) p. 113. 67 ALAPE Arturo, op, Cit, El 9 de abril en…, p. 64.

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LLoreda Galvis, quienes negociaron los capitanes. Aunque se les dio liber- los puntos anteriores.68 Con esto la si- tad inmediata varios barcos no pudie- tuación pareció quedar solucionada ron zarpar porque los braceros que tra- para los revolucionarios, quienes te- bajaban en estos muelles estaban dis- mían represalias por parte del gobier- persos y ocupados en distintos oficios no. que las “juntas” les habían asignado. Por tal motivo, algunas embarcaciones Los rumores y la expectativa sobre este debieron esperar hasta el día 22 para problema, constituía para los capitanes iniciar labores de cargue y descargue.71 la espera de cada día. Al parecer, en Los diarios de navegación fueron re- Puerto Wilches, a diferencia de Barran- clamados en los “comandos revolucio- ca la “junta” no se mantuvo después narios”.72 El capitán del vapor “David de las negociaciones con el gobierno. Arango U.” tomado prisionero políti- Para el día 21 de abril la espera termi- co en Barrancabermeja, retomó su li- nó en ambos puertos; respecto a lo an- bertad el 20 de abril.73 Así la mayoría terior el capitán del vapor “Medellín” de los capitanes organizaron nueva- detenido en Puerto Wilches relata en mente su tripulación para seguir hacia su protesta lo siguiente:“(…) se tienen sus destinos o regresar al lugar del cual informes de que la gobernación de habían sido despachados. Bucaramanga ha nombrado como al- calde de este puerto al señor Jarami- La “solución del problema” trajo con- llo Alzate y que todo quedaba solucio- sigo la movilización de las embarca- nado con este nombramiento”.69 Y el ciones. De Puerto Wilches tenemos capitán del vapor “Rafael del Castillo” estas palabras consignadas en la pro- anoto: “el 21 de abril se nombró un testa del vapor “Guadalupe”: “miér- alcalde por parte del ministro de go- coles 21 de abril, a las 13 se recibe bierno, quedando de esta forma resuel- noticia de que ha terminado el movi- to el impase presentado por la junta miento revolucionario.= pasa bajan- revolucionaria”.70 Además de consi- do vapor “David Arango”.= sale ba- derar el estado de revolución como un jando vapor “Rafael del Castillo” y “impase” a sus deberes de trasporte de se movilizan las muchas lanchas que mercancías, la solución de este “impa- se encontraban detenidas.= es devuel- se”, como se ve, era lo que esperaban

68 Ibíd., p. 64 69 A.H.A, notaria tercera de Barranquilla, protesta del capitán del vapor “Medellín”, José Z. Jimeno, protocolo nº 842, del 3 de mayo de 1948, fol. 3. 70 A.H.A, notaria tercera de Barranquilla, capitán del vapor “Rafael del Castillo”, Ángel goez Gutiérrez, protesta nº 815, del 27 de abril de 1948, fol. 491. 71 A.H.A, notaria tercera de Barranquilla, protesta del capitán del vapor “Medellín”, José Z. Jimeno, protocolo nº 842, del 3 de mayo de 1948, fol. 4 72 Ibíd. 73 A.H.A, notaria segunda de Barranquilla, protesta del capitán del vapor “David Arango U.”, Gilimo Londoño, protocolo nº 1223, del 24 de abril de 1948, fol. 445.

-163 - UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, HISTORIA CARIBE, BARRANQUILLA (COL.) NO. 11, 2006 to nuestro diario de navegación y con- El vapor “Bolívar” en otra protesta ceden el permiso para descargar”.74 formalizada, expresa como de regreso a Barranquilla “el pillaje redobla” y Por otro lado las embarcaciones que la vigilancia policiva es “casi nula”, se encontraban fuera del centro de la debido a esto el 30 de abril describe revolución, al conocer las informacio- como, “en la madrugada de dicho día, nes del restablecimiento del orden con- una banda de ladrones, de las que han tinuaron su viaje. El vapor “Quindío” quedado merodeando por los puertos que duró casi diez días anclado en la después de los disturbios políticos isla “del Páez” afirma lo siguiente: “al acaecidos en el país el nueve (9) de amanecer del día ventidos (22) del abril último, abordaron el buque y se mismo mes, cuando se tuvo aviso del llevaron un saco de café (…) embar- restablecimiento del orden en mencio- cado en puerto Berrio por los señores nado puerto, se continuo viaje sin nin- Roldan, Calle y G”.76 El capitán cree guna novedad”.75 Estas últimas pala- que esta carga fue robada por: “ma- bras parecen confirmar el “restableci- leantes que operan a su antojo en puer- miento” total del orden. Sin embargo, tos y laderas”.77 Lo anterior demues- la movilización social y las luchas par- tra como también en esta parte del país tidistas se agudizaron después y la pug- el orden público quedó alterado sumán- na política y el sectarismo se desarro- dose al estado de inseguridad que se llaron a gran escala en adelante. Ra- vivía en toda la Nación. Las conse- fael Rangel, alcalde revolucionario cuencias del 9 de abril se pueden ob- quien había seguido en el cargo debi- servar en varios factores, entre estos, do a los convenios del gobierno con la en la economía con la destrucción del “Junta”, fue destituido una semana comercio de importantes ciudades; en después de que el ejército entrara en el orden público con la delincuencia, Barrancabermeja. La calma con que el la fuga de presos. A esto se le puede capitán relató los hechos del desenvol- sumar la grave situación económica. vimiento fue sólo una “paz de prime- Los primeros focos de resistencia ar- ras horas”, la inseguridad y la resis- mada, para este caso el organizado por tencia se convirtieron en formas com- Rafael Rangel después de su destitu- plejas de una relación y un conflicto ción social al cual, la solución había estado esquiva. A raíz de este suceso, el transporte por el río Magdalena se vio afectado, no

74 A.H.A, notaria tercera de Barranquilla, protesta del capitán del vapor “Guadalupe”, Alejandro M. Abello, protocolo nº 844, del 3 de mayo de 1948, fol.18. 75 A.H.A, notaria tercera de Barranquilla, protesta de capitán del vapor “Quindío”, víctor M. Peña Guevara, protocolo nº 805, del 26 de abril de 1948, fol. 457. 76 A.H.A, notaria primera de Barranquilla, protesta del capitán del vapor “Bolívar”, Ramón Hamburguer, protocolo nº 1240, del 7 de mayo de 1948, fol. 3. 77 Ibíd.

-164 - UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, HISTORIA CARIBE, BARRANQUILLA (COL.) NO. 11, 2006 sólo por causas económicas sino tam- guientes presentan facetas de una do- bién políticas. Posteriormente se pre- ble comprensión del objetivo revolu- sentaron despidos masivos de brace- cionario. Las visiones varían desde el ros a lo largo del rió. La represión a establecimiento de un nuevo orden en este “gremio” fue una forma de ataque el modelo político y económico, hasta a las organizaciones sindicales que se la concepción de que los hechos que puso en practica sobre todo durante la se están desarrollando constituyeron administración de Laureano Gómez,78 simplemente un fenómeno temporal, según la cual la historia del “derrum- lleno de desorden, “barbarie” y “pilla- be parcial del estado”, se ve un tanto je”. La revolución, pero al mismo tiem- ligada al problema de inseguridad y por po la formalidad y el oficialismo, eran consiguiente a la desactivación del trá- concepciones que interactuaban y tras- fico por el río Magdalena. ponían para crear un clima dócil y que reflejan una de las grandes claves de Podemos puntualizar que la revolución la historia: cambio y permanencia. vivida el nueve de abril y los días si-

78 ARCHILA Mauricio, 1987, Barranquilla y el río, Bogotá, Controversia, ver pp. 74-75.

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Reseñas

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HILDA SABATO. La política en las calles. Entre el voto y la movilización Buenos Aires, 1862-1880. Buenos Aires, Sudamericana, 1998. p. 291.

La política en las calles es el libro de de capital, la inmigración y el aumen- la historiadora Hilda Sabato, quién to poblacional fueron de la mano para desde hace algunos años ha venido in- que la ciudad se convirtiera en lo que vestigando la historia política argenti- José Luis Romero llamó una “ciudad na. Su interés se ha centrado princi- patricia”. A su vez, las transformacio- palmente en temas como la ciudada- nes políticas experimentadas por estos nía, la participación política y las elec- años, es decir, la superación del ciones durante la segunda mitad del unanimismo rosista y la consolidación siglo XIX. Temas que cobraron vigen- del proyecto político de Buenos Aires cia en el contexto de los debates polí- por sobre el de las otras capitales pro- ticos que en las décadas de los ochen- vinciales, liderados sobre todo por tas y noventas se llevaron a cabo con Bartolomé Mitre, permitieron la con- bastante intensidad en Argentina – y solidación de una sociedad civil fuer- valdría decir que en gran parte de te y que participó activamente en la América latina- producto de los pro- política a través de su vinculación a cesos de transición hacia la democra- las redes clientelares tejidas por los cia. A través de esta preocupación se políticos locales. recuperó la temática de las elecciones para la historia política, reivindicando La segunda parte está dedicada a las el papel de estas en los procesos de elecciones. Estas son analizadas como construcción ciudadana. la forma –deseable- en que bajo el nue- vo sistema político, debía ejercerse la El libro se inserta en lo que ya es una participación política. Para Sabato, los larga tradición de estudios históricos procesos electorales estaban cargados sobre la ciudadanía, las elecciones y de toda una ritualidad que ella se pro- la esfera pública. Pero en el cual, pone mostrar a partir de la descripción, Sabato sugiere una idea de ciudadanía bastante pormenorizada y muy bien mucho más amplia, no limitada a lo documentada, de cada uno de los pa- electoral y en la que las movilizaciones sos, desde la convocatoria a eleccio- callejeras jugaron un importante papel. nes hasta las discusiones por los resul- tados electorales. La liturgia del voto El texto está dividido en tres partes. muestra cómo se constituyeron las re- En la primera se analiza el contexto de des o maquinarias políticas para con- la sociedad bonaerense. El rápido cre- seguir el caudal electoral suficiente cimiento económico de la segunda para obtener un triunfo eleccionario. mitad del siglo XIX, así como el flujo También se resaltan en el texto las ne-

-169 - UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, HISTORIA CARIBE, BARRANQUILLA (COL.) NO. 11, 2006 gociaciones intraélites, la descripción influencia de los dirigentes políticos de los actores que participaban en los que los insertaban en sus clientelas. comicios y los espacios de sociabili- dad que estos compartían. Esta parte termina con una reflexión acerca de la relación entre el sufragio Las elecciones eran una instancia cla- y la ciudadanía, en la cual la historia- ve para los grupos políticos que pug- dora plantea la necesidad de entender naban por acceder a cargos, pero no un concepto de ciudadanía más amplio, eran –argumenta Sabato- el proceso que no se restrinja a la participación “ideal” de transición de soberanía de en las urnas, y que tenga en cuenta representantes y representados. Se tra- otros mecanismos utilizados por la taba de la puesta en escena del enfren- población para representarse política- tamiento entre las distintas facciones, mente. Es precisamente a este aspecto cada una de las cuáles buscaba la ma- al cual dedica la última parte del libro. nera de conseguir sufragios pero no En ella se resalta a través de casos o necesariamente a fuerza de sumar vo- de manera general, el notable creci- tantes, sino de combinar el sufragio de miento de protestas y todo tipo de las clientelas propias con el bloqueo a movilizaciones callejeras. Sabato de- la participación de las ajenas. Demues- muestra cómo durante este período y tra además, que el voto era en general en medio de los discursos políticos, se un acto colectivo que se realizaba in- llevaban a cabo actividades públicas sertado en un grupo o club y en algu- con independencia de las facciones. nas de las maquinarias políticas Las movilizaciones, menciona la his- parroquiales. toriadora argentina, “eran una forma de acción que pretendía representar el Uno de los aspectos clave de esta par- interés colectivo, expresar a la opinión te y que contribuye sin duda a la com- pública y colocarse, por lo tanto, fuera prensión del liberalismo en Argentina de las diferencias partidarias que po- es la descripción de los actores socia- tencialmente dividían a la población de les que intervenían en las elecciones. la ciudad. Se buscaba materializar así A través de los registros electorales, al público; heterogéneo en su compo- Sabato logra mostrar que si bien eran sición social, étnica, cultural, pero co- pocas las personas que votaban, la herente y unificado en su actuación mayoría de las que lo hacían eran per- frente a determinadas causas” (p. 275). tenecientes a los sectores populares La movilización callejera permitía una liderados por caudillos locales, mien- mayor participación de la población tras que los sectores medios y altos que las elecciones, porque estas fue- tuvieron una escasa participación. ron entendidas como una forma de in- Cuestión que genera la imagen de una tervención en la vida política más di- élite más bien indiferente y unos sec- recta. Además las elites bonaerenses le tores populares cuya intervención en prestaron mucha atención porque eran política estuvo siempre mediada por la sensibles a la “voz del público urbano”.

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Para finalizar, la historiadora argenti- particularidad de la ciudadanía en el na demuestra que el ciudadano, en tér- espacio americano que no contradice minos modernos, estuvo ausente en la el principio del individualismo1 , sino Argentina de la segunda mitad del si- que lo complementa, ya que la gente glo XIX y sólo existió en el discurso buscaría vincularse a alguna red que de las élites y en las normas constitu- representara sus intereses para conse- cionales pero no en la práctica, carac- guir sus propósitos(económicos, de terizada por la presencia constante de empleos, tierras, de reconocimiento), grupos, clubes, clientelas y maquina- que en general podían ser individuales rias cuya homogeneidad de pensamien- o colectivos. Desconocer este aspecto tos pone en duda la individualidad de nos lleva a interpretar las clientelas los votantes. Ella plantea que no hubo políticas como un proceso de subordi- individualidad ya que la idea era muy nación de un grupo sobre otro, y no abstracta para ser entendida por los como un acto de constante negocia- actores sociales de Buenos Aires. Sin ción, en donde todos los actores que embargo, tal argumentación niega la intervienen lo hacen con el objetivo de posibilidad de que la misma sociedad obtener mutuos beneficios. construyera una idea de ciudadanía, no derivada del modelo europeo, sino La autora critica fuertemente a la creada con base en la experiencia y en historiografía tradicional que ha el contexto de la propia sociedad ame- enfatizado el papel de las prácticas ricana, cuyas tradiciones de compor- fraudulentas del voto, para demeritar tamiento en ocasiones difieren de las el rol de los procesos electorales en la sociedades europeas de antiguo régi- historia política del país. Sin embar- men. Un ejemplo de ello es el go, en su misma exposición ella reite- comunitarismo o el asociacionismo ra estos argumentos y no ofrece una propio de las prácticas electorales bo- interpretación novedosa para el tema naerenses -pero también mexicanas, de los fraudes, por el contrario, a lo peruanas o bolivianas como lo han de- largo del texto se va diluyendo la te- mostrado los trabajos de Annino, mática electoral para darle paso a la Peralta o Irurozqui-. Esta puede ser una movilización callejera; ya que – al de-

1 Cabe decir que las elecciones en Francia, Inglaterra, España e Italia durante el siglo XIX, tampoco se caracterizaron por la presencia de la ecuación un hombre un voto, que refleja- ría el principio de la individualidad. Ver por ejemplo O´GORMAN, Frank. Voters, patrons and parties: the unreformed electorate of Hanoverian England, 1734-1832, Oxford, Clarendon Press, 1989; ROSANVALLON, Pierre. Le sacre du citoyen. Histoire du suffrage universel en France, Paris, Gallimard, 1992. Hay edición en español por el Instituto Mora; ROMANELLI, Raffaele (dir.), How did they become voters? The history of franchise in modern European representation, La Haye, Kluwer Law International, 1998; POSADA CARBÓ, Eduardo (ed.), Elections Before Democracy. The History of Elections in Europe and Latin America, Houndmills and London 1996.

-171 - UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, HISTORIA CARIBE, BARRANQUILLA (COL.) NO. 11, 2006 cir de Sabato- las fuentes van mostran- En definitiva, el libro de Sabato se do que la gente, en general, prefería constituye en un excelente modelo para efectuar su representación a través de estudiar la formación de la esfera pú- las movilizaciones y cada vez menos blica, las elecciones y la ciudadanía en en las urnas. otros espacios de América latina. El estudio de las movilizaciones calleje- Pero si bien el número de sufragantes ras insertadas en los procesos de cons- se puede obtener por medio de los re- trucción ciudadana y en la representa- gistros electorales ¿cómo contabilizar ción política de la población, al mar- el número de personas que participan gen de las elecciones en la Costa Cari- en las manifestaciones callejeras? A be, permitiría matizar la concepción través de las quejas de los dirigentes que ha enfatizado el papel de los frau- que manifiestan la “falta de interés des y la corrupción en la consolidación público”, la escasa intervención en las del régimen representativo en esta re- urnas y la masiva participación en las gión y resaltar el rol que jugaron las calles, Sabato demuestra que la gente prácticas informales en los procesos de prefería la manifestación pública por- construcción ciudadana. que veía en ella una forma de interven- ción más directa. Sin embargo, en el libro no queda claro porqué, a pesar Edwin Monsalvo de lo anterior, en los relatos de los co- Historiador etáneos estos nunca pusieron en duda Profesor Universidad del Norte la legitimidad de un resultado electo- Asesor Parque Cultural del Caribe ral por la escasez de votos, hecho que sólo ocurriría hasta bien entrado el si- glo XX.

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AUTORES

• Amelia Beatriz García. Docente e Investigadora. Universidad Nacional del Comahue, Argentina Neuquen 1843 – CP:8332 – General Roca (Río Negro), Argentina TE: 0054-02941-422287, Email: [email protected]

• Glenda Miralles. Docente e Investigadora. Universidad Nacional del Comahue - CONICET, Argentina Belgrano 1622 – CP:8332 – General Roca (Río Negro), Argentina TE: 0054-02941-425133 - Email: [email protected]

• Dalín Miranda Salcedo Magíster en Historia Universidad Nacional de Co- lombia, Doctorado en Historia Universidad de Puerto Rico, Recinto Río Pie- dras

• Alex Tamara : Docente Universidad del Este y Universidad Metropolitana de Puerto Rico. Magíster en Historia. Email: [email protected]

• Luz Marina Morales: Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades Benemérita Universidad Autónoma de Puebla Puebla, Puebla, México [email protected]

• Miguel Antonio Suárez Araméndiz. Historiador Universidad del Atlántico (Barranquilla, ATL). Candidato a Maestría en Historia “Estado Nacional Colombiano y Globalización” de la Universidad Industrial de Santander (Bucaramanga, SDER). Miembro del Grupo de Investigación sobre Educación e Identidad Nacional de la Universidad del Atlántico. E-mail: [email protected]

• Francisco J. Florez Bolívar: Historiador, de la Universidad de Cartagena. Actualmente hace parte del programa “jóvenes talentos e innovadores de Colciencias”, adscrito al Instituto Internacional de Estudios del Caribe de la Universidad de Cartagena. Email:

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• Roicer Flórez Bolívar: Historiador, candidato a magíster en historia, conve- nio interinstitucional Universidad pedagógica y tecnológica de Colombia / Universidad de Cartagena. Actualmente docente del programa de historia de la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad de Cartagena. Email:

• Adriano Guerra. Historiador Universidad del Atlántico. Candidato Maes- tría en Historia U.I.S. [email protected]

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NORMAS PARA LA PRESENTACIÓN DE COLABORACIONES A LA REVISTA HISTORIA CARIBE

Historia Caribe es una revista especializada en temas históricos que considera para su publicación trabajos que sean el resultado o avance de investigaciones originales y que constituyan un aporte relevante al conocimiento histórico regional, nacional e internacional. Para ser considerados y sometidos a evaluación los artículos deberán cumplir con las siguientes normas editoriales:

• Los artículos deben ser originales e inéditos, con un máximo de 25 páginas y un mínimo de 15 a espacio y medio, tamaño carta. El tipo de letra deberá ser Times New Roman de 12 puntos (notas a pie de pagina 10 puntos) en con márgenes de 3 cm y con paginación corrida. • Los originales deberán ser enviados a la redacción de la revista en CD debidamente rotulado acompañado de dos copias impresas, una de las cuales no deberá estar marcada con el nombre del autor ya que será entrega a un evaluador anónimo, quien actuara como arbitro externo. Los artículos provenientes del extranjero pueden hacerse llegar vía Email como archivo adjunto a las siguientes direcciones: [email protected] e [email protected]. La publicación de originales en la revista HISTORIA CARIBE no da derecho a remuneración alguna. Los autores recibirán en forma gratuita, 3 separatas de su trabajo y un ejemplar de la revista. • El artículo irá precedido de una página donde figure: Nombre del autor o autores, dirección, teléfono, fax, E-mail, situación académica y nombre de la institución donde trabaja. Se debe incluir además un resumen en español e inglés. Este resumen no debe pasar de 60 palabras, que brinde toda la información necesaria para el conocimiento del contenido del artículo. Se incluirá también una relación de palabras claves en español e ingles. • Tanto las referencias bibliográficas como documentales se efectuaran como notas a pie de página en números arábigos y volados, en orden consecutivo. Estas referencias deberán registrarse de acuerdo a las normas de citación vigentes. Libros: apellidos (mayúscula) y nombre (minúscula) del autor o autores; año de la publicación; título en negrilla, - lugar; editorial y página de la que procede la cita.- Artículos de revista: Apellidos (mayúscula) y nombre (minúscula) del autor o autores; año de publicación; título entre comillas;

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FILIACION INSTITUCIONAL

La revista Historia Caribe es editada por el “Grupo de investigaciones históricas en educación e identidad nacional” perteneciente a la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad del Atlántico. Canje y suscripción: Ciudadela Universitaria km. 7 vía puerto colombia. Universidad del Atlántico. teléfono: 3548346 fax: 3559297. Barranquilla- Colombia. email: [email protected]

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