1 2 Archipiélago de la memoria

Abril - Junio I Sala Leopoldo Marechal I 1er. piso

3 Prólogo

4 Malvinas figura en nuestro diccionario tunados –muy pronto envueltos por una vas democracias de énfasis latinoameri- sentimental e histórico como una pie- inesperada derrota–, que querían absur- canista, de un ámbito internacional que za fundamental, peñasco soterrado del damente protagonizar el papel que nues- promueva un horizonte de paz y de de- lenguaje que evoca las múltiples signifi- tros países le tenían destinado a Bolívar mocratizaciones profundas de nuestras caciones que nos llevan a interpretar las y San Martín, y no a las banderas del fa- sociedades heridas por estremecedoras actuaciones singularmente dramáticas moso regimiento 71º de Escocia, detrás guerras interiores y exteriores, pueden del decurso nacional. Las relaciones de la de cuyos gallardetes venían los invasores. ser la culminación de una larga serie de Argentina con Gran Bretaña no fueron fá- La historiografía argentina recuerda esos vicisitudes que pasen por nuevos cedazos ciles ni dejaron nunca de ser intensas, en complejos sucesos que motivaron la muy críticos a una modernidad ya arcaica im- cualquiera de los sentidos en que quiera ramificada y por cierto no desprovista pulsada por la expansión de los imperios solicitarse esta expresión. La Argentina y de interés actual, polémica entre Mitre y mercantiles desde el siglo XVIII hasta el América Latina en general surgieron como Vicente Fidel López. Lo cierto es que las siglo XX. Se trata ahora de reafirmar la ámbitos de autonomía regional y nacional relaciones entre Inglaterra y la Argentina soberanía argentina en un nuevo espa- en simultaneidad con la expansión de los están sometidas a las formas más com- cio de modernidades cuyos sujetos sean grandes imperios mercantiles europeos. plejas que admite la formación del mundo soberanías nacionales que recobren el La ardua, intrincada y omnisciente di- moderno, pues la construcción del espacio dominio interpretativo, simbólico y territo- plomacia inglesa arrojó una mirada que nacional autónomo nunca estuvo exenta rial de sus pertenencias históricas y sus no abandonaba ninguno de los rincones de fuertes estilos de intervención británica recursos naturales, y muestren en este del nuevo mundo a improvisaciones o en áreas económicas esenciales. acto de superior urdimbre democrática carencia de interés. No es fácil un juicio Desde el debate por el empréstito Baring, y social que pueden redimir humana y del siglo XXI sobre el desempeño del co- las polémicas por el establecimiento de conceptualmente la vida de vastas po- lonialismo de los siglos XVIII y XIX. Basta las empresas mineras de Famatina en blaciones que –respetadas enteramente una rápida lectura del diario The Southern tiempos de Rivadavia, la ocupación de en sus derechos culturales, devocionales, Star, publicado por los destacamentos in- Malvinas en 1833 y la intervención militar antropológicos y lingüísticos-, puedan gleses que se apoderaron de de 1845, que culmina en los sucesos de también dar un paso avanzado hacia una y en 1806, para percibir la Obligado, hasta la concesión de los ser- universalidad de ciudadanía plena y goce densidad del tema. El periódico prometía vicios ferroviarios que durante más de de nuevas perspectivas existenciales. libertad de comercio y de cultos, y se ba- medio siglo relacionaron al país con un Bajo el signo de la vida libre, de econo- saba en la promoción gloriosa de las con- esquema agroexportador regido por una mías respetuosas del medio ambiente y secuencias que emanaban de la batalla división del trabajo internacional cuyas de colectivos sociales que sepan crear de Trafalgar. pulsaciones se medían en la bolsa de una paz en convivencia renovada. Muchas de estas proposiciones coinci- Londres, la historia que hoy se abre ante dían con los primeros movimientos in- nuestras conciencias actuales admite la dependentistas, que por serlo realmente, interpretación de varias dimensiones. no aceptaban venir amparados por una Los derechos argentinos a las islas, que ocupación militar trazada por jefes afor- deben consumarse en el marco de nue- Horacio González

5 Navegaciones, fantasías y colonias

6 7 Unas islas demasiado famosas

por Federico Lorenz

El verso es parte del poema Juan López sus familias, y los muertos) ha agregado lidación del imperio ultramarino español, y John Ward, de Jorge Luis Borges, y re- a la “fama” de las Malvinas una serie de desde finales del siglo XV. El archipiélago mite directamente a la presencia de las elementos complejos que, profundamen- hoy conocido como las Islas Malvinas islas Malvinas en la historia, la cultura y te entramados con la historia reciente ar- apareció tempranamente en la cartogra- la política argentinas. Quisiéramos lla- gentina, dificultan el procesamiento social fía europea occidental, como resultado de mar la atención sobre algo que debería de dicho pasado, así como la inserción la búsqueda de un paso que permitiera ser obvio, pero que la herida profunda de del archipiélago en relatos históricos (na- unir por mar los océanos Atlántico y Pací- una guerra reciente a veces desdibuja: cionales, regionales) más abarcadores. fico, uno de los principales impulsos para que el archipiélago austral cargaba con Por diversos mecanismos de las me- los exploradores de distintas naciones una historia y un peso simbólico que lo morias, parecería ser que “Malvinas” es durante el siglo XVI. Durante ese siglo, transformaron, en 1982, en objetivo de sinónimo de la guerra para unos, y de el mayor esfuerzo lo hicieron navegantes los dictadores, y de allí que la efímera una “causa sagrada”, más antigua, para al servicio de la corona española. Fran- recuperación contó con un importante otros. Entre estos dos bastiones de sen- queado en 1520 el estrecho de Todos los respaldo popular, constatable a partir del tido hay pocos espacios y cruces, y es Santos, que lleva hoy el nombre de su desembarco del 2 de abril. por ello también, arriesgamos, que nos descubridor, Hernando de Magallanes, la La demasía adjudicada por Borges al ar- es tan costoso avanzar en la satisfacción Patagonia fue objeto de varias expedicio- chipiélago austral no era distinta de aque- del reclamo territorial. A partir de esta nes de reconocimiento y ocasionales des- lla que podría atribuírsele a la historia de hipótesis, esta muestra pretende, desde embarcos por parte de marinos europeos nuestra conformación como nación. Si el lugar de la Biblioteca Nacional, ofrecer de diversas procedencias. A la expedición acordamos con esto, debemos entonces elementos para comprender la demasía de Magallanes (a la que se atribuye el pri- pensar que la cuerda que pulsó la dicta- borgeana de la fama malvinera y ubicar mer avistamiento de las islas Malvinas) le dura había sido tendida varios siglos an- las representaciones en torno a las islas y siguieron exploradores holandeses e in- tes. Antes, aun, de enero de 1833, fecha la historia insular en el marco más amplio gleses. Thomas Cavendish, por ejemplo, de la usurpación a manos de un buque de la historia nacional. No para negarla o llegó en 1586 al estrecho de Magallanes. británico que, como no podía ser de otro relativizarla sino, más bien, para ponerla Allí se encontró con los restos de una po- modo para un país en el que con tanta en diálogo con una historia más amplia, blación española, localidad que bautizó promiscuidad conviven la historia y la po- para comprender, de ese modo, por qué Puerto Hambre, y de ese modo comenzó lítica, se llamaba Clío. lo son. a construirse el estigma de “tierra maldi- Tan cierto es el peso de dicha construc- En primer lugar, las islas adquirieron ta” con el que se conoce a la región. ción simbólica como el hecho de que el presencia y consistencia en el marco de Pese a esto, mientras esa fama crecía, breve conflicto bélico de 1982 (breve para la expansión ultramarina europea, e ini- ingleses y holandeses sobre todo conti- la crónica, eterno para los sobrevivientes, cialmente dentro del proceso de conso- nuaban sus exploraciones. Como señala

8 9 Susana Bandieri, “no se sabe a ciencia punto de vista histórico entre 1520 y los emigrantes que dejaron su marca en los cierta cuándo ni quién descubrió las islas avistamientos ingleses y holandeses, lugares más distantes de un planeta que Malvinas. Ya sea que se trate de Améri- hubo quince expediciones a la región de iba creciendo al ritmo de la expansión de co Vespucio, cuando en 1501 partió de las cuales doce fueron españolas y tres los mercados impulsados por el desarro- Lisboa y navegó hacia los mares del sur inglesas. La competencia por el dominio llo industrial. avistando unas costas muy escarpadas de los mares y las rutas torció esa pro- Todo eso estaba muy lejos de las Malvi- en las cuales no pudo desembarcar, o porción hasta llegar a la usurpación de nas cuando llegó Darwin, pero su mismo del piloto Esteban Gomes, que al desertar 1833. arribo es un indicio de dicho proceso, así de la expedición de Magallanes en 1520 Durante el célebre viaje a bordo del Be- como el hecho de que las islas fueran re- había divisado unas tierras desconocidas. agle, en la primera mitad del siglo XIX, fugio y zona de caza habitual de barcos Lo cierto es que se sabe que los españo- Charles Darwin tocó dos veces en las is- loberos de muchas nacionalidades desde les tenían noticias de su existencia desde las. El joven naturalista que se iba a hacer décadas antes. comienzos del siglo XVI. Ya en un mapa célebre por su teoría de la evolución visitó El barco, finalmente, dio la vuelta al mun- dibujado por Pedro Reinel en 1522 se las islas Malvinas en marzo de 1833, a do, y de ese modo, las impresiones de muestra un conjunto importante de islas pocos meses de la agresión británica. Lle- Charles Darwin acerca de las islas Mal- en el Atlántico Sur, entonces llamadas gó a bordo de la HMS Beagle, un buque vinas ocupan un breve espacio dentro de “Sansón”.1 al mando del capitán Fitz Roy que tenía su obra mayor, el Diario de un naturalista Durante el siglo XVI se mencionan dos la misión de realizar relevamientos hi- alrededor del mundo. Describe una salida supuestos avistamientos ingleses de drográficos. Algunos especulan con que a caballo acompañado por dos gauchos Malvinas, los de John Davis (1591) y Ri- el Beagle era un buque espía, dada la muy hábiles en cazar ganado cimarrón y chard Hawkins (1594). Sebald de Weert, proximidad entre las fechas de su arribo en encender fuego en las pésimas condi- holandés, hizo un reconocimiento de las y la de la llegada de la Clío, que tomó po- ciones climáticas que le tocó vivir durante costas de Malvinas en 1598 y estableció sesión de las islas por la fuerza en enero los días que estuvo en Malvinas. “El teatro su ubicación exacta, lo que hizo que se le de 1833. Lo cierto es que en el viaje del es bien digno de las escenas que en él atribuyera el descubrimiento durante los Beagle encontramos el modelo de ex- pasan”, escribió sobre esa excursión. Des- siglos XVII y XVIII, y se las llamara “Se- pansión imperialista británica encarnado cribió un paisaje hostil y agreste, con un baldinas”. en dos arquetipos: el marino/militar y el clima inhóspito, donde el ganado cimarrón Ya en el siglo XVIII, el explorador francés naturalista; dominar el mundo, mensurar- era particularmente salvaje y crecía con Louis-Antoine de Bougainville llegó a las lo y describirlo. Darwin y Fitz Roy fueron facilidad, viviendo de pastos que crecían islas y fundó una población, Port Louis, actores privilegiados de un proceso ge- en las tierras onduladas. Entre ellos vivían que entregó a la corona española en neral de expansión ultramarina que con- también gran cantidad de aves, como las 1767. El punto de partida de su expe- solidó a Gran Bretaña como la principal avutardas y los halcones. Darwin narró dición, el puerto francés de Saint Malo, potencia naval y económica hasta las escenas vividas con sus acompañantes bautizó al archipiélago: Iles Malouines. vísperas de la Gran Guerra. La Royal Navy que sólo se diferencian de las del Conti- Como sostiene Rodolfo Terragno, desde el fue una pieza central en dicho proceso: nente en la forma de encender fuego. De garantizó enclaves estratégicos, protegió hecho, seguramente tenía en la cabeza al 1. Bandieri, Susana, Historia de la Patagonia, Buenos Aires, a comerciantes, aventureros, científicos y hacerlo sus experiencias en la provincia Sudamericana, 2005, pág. 50.

10 de Buenos Aires. Dejó testimonio acerca de la existencia de una especie de zorrito malvinense, exterminado por los poblado- res ya que atacaba las ovejas. Como no podía ser de otro modo, puede verse un ejemplar disecado en el Museo de Historia Natural de Londres. Los gauchos que acompañaron a Darwin eran dos de los pobladores de origen crio- llo que vivían allí hacía muchos años. Un comerciante alemán de origen francés, , estableció en nombre del go- bierno de Buenos Aires una colonia prós- pera y bastante poblada en la convivían criollos, uruguayos, españoles, alemanes y otras nacionalidades. Fue esa población la que arrasaron marinos estadouniden- ses en 1831, en represalia por la deten- ción de buques loberos de ese país, que tenían en las Malvinas tanto sus bases como sus territorios de caza. Es que el archipiélago era, desde hacía tiempo, un lugar conocido para los navegantes de distintas partes del mundo, especialmen- te aquellos dedicados a la caza de lobos y, posteriormente, la de ballenas. Por ejemplo, cuando , en 1820, izó el pabellón celeste y blanco en las is- las Malvinas por primera vez, se encontró alrededor de cincuenta barcos loberos de distintas nacionalidades. Conocemos el desarrollo de la historia posterior: la República Argentina mantie- ne una disputa diplomática con el Reino Unido desde 1833 por la restitución a la soberanía nacional del archipiélago. Esa agresión colonialista, por supuesto, no detuvo la historia, pero torció su rum-

11 bo por caminos que desembocaron, entre piélago-emblema una salida. El resultado, otros lugares históricos, en la guerra de más de mil vidas humanas perdidas en 1982. la guerra y la posguerra, así como el ale- El Estado argentino no abandonó nunca jamiento fáctico de las islas del territorio el reclamo por la usurpación británica. continental argentino, quedó plasmado En paralelo a esta política, éstos conso- también en una maraña de silencios e in- lidaron esa ocupación instalando fami- comodidades que agregaron peso a esas lias de colonos, que en muchos casos islas famosas, controversiales y por eso, se mezclaron con los descendientes de también, tan argentinas. los primeros residentes, que vivían allí No podía quedar por fuera de la marca desde los tiempos de la dominación es- metafísica de la muerte algo tocado por pañola y, posteriormente, rioplatense. La ellos. Juan López y John Ward, ubica colonia británica se consolidó en paralelo una guerra menor para un imperio pero al desarrollo de la nación argentina, que extraordinariamente central en la cultura alimentó de distintos modos sus vínculos política de un país demasiado joven, en el con las islas. espacio de las cuestiones esenciales que Paul Groussac pensó que como hijo la guerra mueve: la vida, la muerte, la he- adoptivo de la Argentina el mejor regalo rencia, el legado, y sí, el destino. Palabras que podía hacerle en el Primer Centena- tal vez grandilocuentes que han apare- rio era un texto que recopilara los títulos cido de manera recurrente en la historia históricos y jurídicos que la nación tenía de las islas Malvinas, que es la nuestra. sobre el archipiélago. Distintos intelec- De allí la necesidad de las preguntas que, tuales vinculados al nacionalismo y el esperamos, esta muestra abra. revisionismo vieron en la usurpación un símbolo del sometimiento al imperialismo británico, y en la recuperación de las is- las una posibilidad de redención nacional. No es azaroso que en 1966, un grupo de militantes secuestrara un avión y lo aterri- zara en el hipódromo de Puerto Argentino para confrontar con la dictadura de Juan Carlos Onganía. Como un bajo continuo, desde la década del 30 el tema de las Malvinas comenzó a ganar fuerza en el sistema educativo argentino. La dictadura militar argentina, que no dejó nada sin corromper, encontró en el archi-

12 13 Dos lecturas iluministas por Ezequiel Grimson

En 1771 se publican en París y en Lon- dres dos escritos de género y naturaleza distinta. Ambos discurren de alguna ma- nera sobre el mismo tema. El Viaje alre- dedor del mundo a bordo de la fragata del rey la Boudeuse y la urca Étoile en 1766, 1767, 1768 y 1769 y el panfleto denominado Pensamientos acerca de las últimas negociaciones relativas a las Islas Malvinas son obra de un explorador y de un filólogo. El explorador es quien fundó la primera colonia francesa en Malvinas, luego entregada pacíficamente a los es- pañoles. El filólogo es uno de los grandes nombres de las letras inglesas y, entre otras cosas, desea evitar una guerra. El explorador es también, a su manera, un filólogo: incluye como apéndice de su li- bro un trabajo sobre “El vocabulario de la isla de Tahití”. El filólogo por su parte es autor del escrito conocido como “Viaje a las islas occidentales de Escocia” y prota- gonista del “Diario de un viaje a las Hébri- das” de James Boswell. Resulta notable que las obras de ambos autores sean a la vez reflejo y negación del colonialismo.

14 15 Viaje alrededor del mundo corrí inmensas llanuras cruzadas en construcción, palizadas y pequeños ár- todas partes por pequeños ríos de agua boles de criadero, di comienzo a una na- cristalina. Por otra parte, para el sostén vegación que se convirtió en necesaria Louis-Antoine de Bougainville, matemáti- de los hombres, la naturaleza ofrecía la para la manutención de la colonia. Fue co, militar y navegante francés, circunna- pesca y toda clase de animales de pre- entonces cuando me encontré con los vegó el globo entre 1766 y 1769 publi- 2 sa, terrestres y acuáticos. navíos del comodoro Byron quien, luego cando luego en París en 1771, a partir de de haber llegado por primera vez con el su diario de navegación, un libro titulado Fundaron una colonia en la actual isla Sole- propósito de explorar las islas Malvinas, Viaje alrededor del mundo1. En la expedi- dad, originalmente integrada por 19 hom- atravesó el estrecho para ingresar al ción participaron cerca de 200 hombres, bres, 5 mujeres y 3 niños, bautizada como Mar del Sur. A mi partida de las Malvi- entre ellos un astrónomo, un artista y un Port Louis. Se edificaron casas cubiertas de nas, el 27 de abril siguiente, la colonia naturalista. En el capítulo tercero de la juncos, un depósito general y un peque- se hallaba compuesta por 80 personas, obra se narra el desembarco en enero de ño fuerte en medio del cual se levantó un incluyendo al Estado Mayor. 1764 de los franceses en Malvinas, reali- obelisco. Bajo los cimientos se enterraron zado durante el primer viaje de Bougain- algunas monedas y una medalla, en la que Mientras tanto durante ese mismo año ville al archipiélago austral. se grabó el siguiente verso de Horacio por las cortes de Francia y España acordaban 3 exergo: “Conamur tenues grandia” . el reconocimiento de los derechos de Su Ninguna de las incursiones que pron- Bougainville regresó a Francia para volver Majestad Católica sobre las islas Malvi- to ordené por la isla –y que yo mismo a visitar la colonia con provisiones a co- nas. En 1766 los británicos se instalan en emprendí– nos permitió descubrir algún mienzos del año siguiente: un puerto escondido y a buen refugio so- tipo de bosque, ni tampoco la huella bre una pequeña isla llamada Saunders, de algún navío que hubiese frecuen- El 5 de enero de 1765, regresé para una de las visitadas el año anterior por tado estas tierras. Sólo encontré, y en ver a mis colonos y los encontré sanos Lord Byron, abuelo del poeta, al oeste abundancia, una excelente turba que y contentos. Después de haber desem- del archipiélago, en un sitio denominado podía suplir a la madera tanto para la barcado los socorros que les había traído como Port de la Croisade por los - calefacción como para la fragua. Re- e ir al estrecho de Magallanes en busca ses, y por éstos. Continúa el de un cargamento de madera para la relato Bougainville:

1. Diderot en 1772 escribe, a propósito de esta crónica, su A comienzos de diciembre de aquel mis- pieza El amor libre o suplemento al viaje de Bougainville, publicado en Buenos Aires en 1901 por la imprenta “El 2. Bougainville, Louis-Antoine, Viaje alrededor del mundo, mo año, vino a nuestro establecimiento infierno”. Transcribimos aquí una de las primeras referencias Estudio preliminar, traducción y notas de Andrés Freijomil, el capitán MacBride, comandante de la que se realizan acerca del explorador francés: “No entiendo Buenos Aires, Eudeba, 2005. Todas las citas realizadas en el a este hombre. El estudio de las matemáticas que supone presente escrito del Viaje… corresponden a esta edición. fragata Le Jason. Exigió que estas tierras una vida sedentaria ocupó el tiempo de su juventud, y he ahí 3. Horacio, Odas (I, 6, 9). Traducido al español por Paul quedasen sometidas al rey de Gran Bre- que pasa súbitamente de una condición meditativa a la vida Groussac como “aunque pequeños, emprendemos grandes activa, penosa, errante y disipada del viajero”. cosas”. taña, amenazó con provocar la invasión

16 17 si nos obstinábamos en rechazarlo, hizo Pensamientos acerca Durante los primeros meses de 1771 se una visita al comandante y se dio a la imprimen dos ediciones de 1000 ejem- vela ese mismo día. Tal era el estado de de las últimas plares cada una del ensayo de Samuel las islas Malvinas cuando las devolvimos Johnson conocido como Pensamientos a los Españoles, cuyo primitivo derecho negociaciones relativas acerca de las últimas negociaciones re- aún nos declaraba incontestablemente a las Islas Malvinas lativas a las islas Malvinas6. En este breve primeros ocupantes. y sucinto escrito el compilador del céle- bre Dictionary of the English Lenguage En febrero de 1767, como parte de la eta- sostiene dos tesis principales: en primer pa inicial de su memorable circunnave- término, la inutilidad y perjuicio de una gación, Bougainville zarpa hacia el archi- En junio de 1770 la guarnición inglesa de guerra entre España e Inglaterra por un piélago desde Montevideo junto “con dos Port Egmont capitula ante la expedición fragatas españolas y una tartana cargada yermo tenebroso y solitario, una isla armada que por instrucción del goberna- de ganado” con el objeto de hacer entre- apartada de todo provecho humano, tor- dor de Buenos Aires D. Francisco Bucare- ga efectiva de las Malvinas a las autorida- mentosa en invierno y estéril en verano; lli ha navegado hasta las lejanas islas del des españolas: una isla a la que ni siquiera los salvajes Sur con cinco fragatas para terminar con del sur se han dignado habitar; donde El primero de abril entregué nuestro la usurpación británica sobre los dominios una guarnición –cuyos gastos son per- establecimiento a los Españoles que to- de Su Majestad Católica. Los británicos petuos, y su utilidad esporádica– sobre- maron posesión enarbolando la bandera evacuaron su asentamiento, pero al lle- vive en un estado tal que contempla con de España. El estandarte fue saludado gar las noticias de los sucesos a la ciu- envidia los exilios de Siberia, y que, si tanto desde tierra como desde los na- dad capital del imperio británico, ambas la fortuna sonríe a nuestros esfuerzos, víos con veintiún cañonazos a la salida y naciones comienzan a armarse para una puede llegar a ser un nido de contra- a la puesta del sol. inminente guerra. La corona española fir- bandistas en tiempos de paz y, en la ma finalmente una declaración por la cual guerra, un refugio de bucaneros. Así, durante los siguientes tres años con- Su Majestad Católica acuerda en restituir vivieron en el archipiélago austral los co- a Su Majestad Británica “la posesión del En segundo término expresa el Dr. lonos ingleses sobre la costa sureste de la fuerte y puerto llamado Egmont” aunque Johnson que los argumentos a favor del pequeña isla Saunders y los españoles al expresamente se aclara que esta devolu- derecho de posesión de las islas soste- oriente sobre la isla Soledad, “permane- ción “no puede ni debe en manera alguna nidos por Inglaterra no son en absoluto ciendo quietos los unos por intrusos y los afectar la cuestión de derecho anterior de indiscutibles, por lo que la estrategia del otros por más débiles”4. soberanía de las islas Malvinas, de otro gobierno británico tendiente a la recupe- modo llamadas Falklands”5. Esta declara- ración de Port Egmont –sin comprometer ción sin embargo no logra contener a la oposición parlamentaria inglesa que con- 6. Johnson, Samuel, Pensamientos acerca de las últimas negociaciones relativas a las islas Malvinas, traducción, tinúa propiciando la guerra. prólogo y notas de Pablo Massa y Federico Lafuente, Bue- 4. Groussac, Paul, Las Islas Malvinas, copia facsimilar de la nos Aires, Proyecto Editorial, 2003. Todas las citas realiza- edición castellana de 1936, Municipalidad de la Ciudad de das en el presente escrito a Pensamientos… corresponden Buenos Aires, 1982. 5. Groussac, Paul. Op. Cit. a esta edición.

18 la discusión de fondo sobre el derecho dadera importancia parece ser tarea También refiere Johnson su preocupa- anterior de soberanía sobre el archipiéla- demasiado ardua para la sabiduría hu- ción respecto del destino que le cabría en go– resultaría la más conveniente para el mana. La vanidad del ingenio ha man- suerte al archipiélago: imperio británico: tenido épocas enteras ocupadas en la discusión de cuestiones inútiles, y el La ventaja de ese asentamiento en tiem- Si la soberanía implica derecho indiscu- orgullo de la fuerza ha destrozado ejér- pos de paz es, lo sospecho, nada fácil tido, apenas hay príncipe que sea sobe- citos para ganar o mantener posesiones de probar. Pues, ¿qué otro uso podría rano de su propio dominio (…) Casi todo de nulo provecho. tener que el de refugio de contrabandis- nuevo territorio conquistado se halla, en tas, criadero de fraudes y receptáculo alguna medida, sujeto a controversia, y E incluso, consideraba el problema desde del hurto? hasta que la misma no se resuelve –lo el punto de vista de la política interior: cual es un término muy difícil de esta- Puede ser dañino para la humanidad el blecer– lo único que existe es posesión Pero, ¿quién ignora que la guerra exte- proteger a un pirata, pero ¿cuánto más real y dominio de hecho. rior ha puesto fin, muchas veces, a las grave es el crimen de abrir un puerto en discordias civiles? Aparta ella la aten- el que todos los piratas estén a salvo? Sin embargo, no son solamente conside- ción pública de los conflictos domésti- raciones diplomáticas o geopolíticas las cos, y provee la oportunidad de enviar Por último, el lexicógrafo, el denostador que guían el pensamiento de Johnson so- lejos a los revoltosos. del tráfico de esclavos, pacifista y a la vez bre este asunto. El escritor consideraba la defensor del absolutismo monárquico, re- guerra en general como el mal supremo Nadie puede haber entre nosotros que sume su pensamiento en este párrafo: de la civilización: no considere esta negociación felizmen- te llevada a término, salvo aquellos que, Hay razones para esperar que, a medida Acordar el afán de disputa a su ver- puesta su expectativa en la calamidad que el mundo progrese hacia las luces, pública, se posaron cual buitres a la es- la política y la moral se reconciliarán pera de una jornada de matanza. finalmente, y que las naciones aprende- rán así a no hacer lo que les repugna.

19 20 21 La misma tierra, el mismo cielo por Roberto Casazza

La esfera celeste, a pesar de haber sido tamaña empresa fue, esperadamente, Imagen de la derecha: concebida en la Antigüedad, no alcanzó la celebración de lo raro. Animalillos de Así se vió hacia las 19 hs. de Buenos Aires y a ser vista en su totalidad sino a partir la más diversa índole también hallaron Malvinas (ya que están casi sobre un mismo meridiano) y las 22 hs. de Londres el cielo de los siglos XIII-XIV, y en especial desde su espacio en las representaciones. Así, nocturno la noche del 9 de julio de 1831. Ese los siglos XV y XVI, cuando la navegación Grus (Grulla), Pavo (Pavo), Hydrus (Hydra día se cumplían 15 años de la Declaración de la a gran escala y la exploración europea macho), conviven en el cielo nocturno con Independencia de las Provincias Unidas en Sud del hemisferio sur terminó de conformar Indus (Indio), otro extraño ser vivo hallado América, y flameaba la bandera argentina en las islas Malvinas. Por esos mismos días, un oficial el mapa terrestre. Los cielos australes, en estas tierras que fue transportado a amigo del almirante Robert Fitz Roy, le escribía: mapeados sucesivamente por Bayer Europa en innumerables ocasiones para “El gobernador, Luis Vernet, me recibió con cor- (1603), Bartsch (1624), Hevelius (1687) curiosidad y diversión del dialidad. Posee mucha información y habla varias y Lacaille (1750), resultan así el espejo y su estirpe. En suma, el orden celeste lenguas. Su casa es amplia pero baja, de un solo bloque, hecha con paredes de piedra. En ella de aquello que el hombre europeo buscó legitimó el orden terrestre. La parte, des- hallé una buena biblioteca, con libros en español, en el sur: son cielos técnicos, en los que garrada del todo, llora desde entonces su alemán e inglés. La conversación durante la la densa trama patética de los cielos del nostalgia de unidad. cena fue muy animada, estaban allí el Sr. Vernet, norte es interrumpida por la yuxtaposi- Basta alejarse un poco del asunto Malvi- su esposa, el Sr. Brisbane y otros. Luego de la cena hubo música y baile. En el salón había un ción aséptica de aquellos instrumentos nas, echando una breve mirada cósmica, pianoforte; la Sra. Vernet, una dama de Buenos que conformaban entonces el arsenal para advertir como elemental, primario y Aires, cantó magníficamente para nosotros, y práctico indispensable para el desplie- elocuente el siguiente hecho: la unidad todo ello resultaba no poco extraño en las Islas gue del mundo de la utilidad: Antlia (Má- regional de la Patagonia continental e Falkland, donde esperábamos encontrar tan sólo un puñado de cazadores de focas”. quina Neumática), Circinus (Compás), insular –manifestada en la continuidad Horologium (Reloj), Sextans (Sextante), de la flora, de la fauna y del cielo– se ha Octans (Octante), anticipan el triun- extendido desde la formación del conti- fo totalizante de la técnica e indican nente americano, hace unos 60 millones a los ávidos navegantes las regiones de años, hasta hace poco menos de 500 donde se han de buscar las canteras años, cuando el más salvaje animal del que permitan el despliegue de un in- planeta, el hombre, dio por inaugurada dustrialismo sin confines. la discontinuidad regional en un ámbito La trama constelatoria austral refleja así llamado a ser uno por todas las manifes- el propósito transtemporal (poseer, ex- taciones prehumanas del ser y de la vida. traer, usar) asignado por el hombre eu- ropeo moderno a los vastos continentes Constelaciones australes creadas por el abiertos a su experiencia. El recreo de abate Lacaille (1763)

22 Buenos Aires Islas Malvinas Londres

23 Causa nacional

24 25 El origen del conflicto

Hubo treinta y dos gobernadores espa- bos marinos y prestaban servicios a los de guerra inglés, exigió la rendición y en- ñoles en las islas Malvinas de manera buques que tocaban puerto. El 10 de trega de la plaza. Tras la expulsión de las continua, hasta que en 1811 la guar- junio de 1829 el gobernador de Bue- autoridades rioplatenses, el comandante nición de Puerto Soledad fue enviada a nos Aires promulgó un decreto creando británico dejó a uno de los pobladores a Montevideo para enfrentar los movimien- la Comandancia Política y Militar de las cargo del pabellón y zarpó de regreso a tos revolucionarios iniciados en mayo de Malvinas, y designó en ese cargo a Luis su base. En agosto de 1833 se produ- 1810 en Buenos Aires. Para el derecho Vernet, un comerciante alemán de origen jeron los incidentes protagonizados por internacional, las Malvinas resultaban francés. Este impulsó el desarrollo de la el Gaucho Rivero y sus compañeros, en parte integrante de las comunidades que vida en las islas, organizando la produc- los que antiguos asistentes de Luis Ver- buscaban su emancipación de España, ción y restaurando algunas viviendas. net, dejados como autoridades por los heredadas por sucesión de estados se- Algunos autores hablan de una pobla- británicos, fueron asesinados. Al día de gún el uti possidetis juris. ción de hasta 150 individuos por aquel hoy esos hechos generan controversia. En 1820, un año difícil en la historia ar- entonces. Algunos ven en ellos un gesto de defen- gentina, David Jewett, un marino estado- A fines de 1831 un buque de guerra de sa de la soberanía argentina, y otros un unidense, tomó posesión de las Malvinas los Estados Unidos, la Lexington, arrasó hecho de sangre producido por las difíci- en nombre de las Provincias Unidas del Puerto Soledad en represalia por la cap- les condiciones de vida en las islas tras Río de la Plata en un acto público en tura de buques loberos de esa naciona- los sucesos de 1831 y 1833. En 1834 Puerto Soledad, al que asistieron loberos lidad que actuaban clandestinamente. el gobierno inglés asignó un oficial de la y balleneros de varias nacionalidades, Además, envió a Montevideo a muchos Armada para que permaneciera en las entre ellos estadounidenses y británicos, de los pobladores. islas y recién en 1841 tomó la decisión que recalaban habitualmente en las islas. El gobernador de Buenos Aires en ese de “colonizar” las Malvinas, nombrando Gran Bretaña no expresó pretensión al- entonces, Juan Manuel de Rosas, envió un “gobernador”. guna a las islas en el Tratado de Amistad, a un oficial, José María Pinedo, como Comercio y Navegación de 1825 en el gobernador interino. En el interregno se que reconocía al Estado argentino. habían producido algunos hechos san- Mientras tanto, en Puerto Soledad conti- grientos entre la población. Sin embargo, nuó su desarrollo una comunidad cuyos el orden no había sido restablecido por habitantes criaban ganado, cazaban lo- completo cuando la HMS Clío, un buque

26 27 Las Islas Malvinas de José Hernández

por Emiliano Ruiz Díaz

Entre el 6 de agosto de 1869 y el 22 de problemática en torno a las islas. Bajo los agraviado consolida la conquista de la abril de 1870, José Hernández dirige El títulos “Carta interesante. Relación de un fuerza, ¿quién le defenderá mañana con- Río de la Plata, publicación periodística viaje a las Islas Malvinas” e “Islas Malvi- tra una nueva tentativa de despojo, o de nutrida de 207 números y que cuen- nas. Cuestiones graves”, el director del usurpación?”. Quizás con cierta candidez ta con la colaboración de figuras de la periódico realiza allí una breve pero en- y desmesuradas expectativas plantea época como Vicente Quesada, Estanislao cendida defensa a favor de la soberanía finalmente que en el mundo de aquel Zeballos y Mariano Pelliza entre otros. argentina sobre unas islas “cuya situación tiempo se viven tiempos de “grandes pro- Se trata de un proyecto periodístico que, geográfica les da una grandísima impor- gresos morales y materiales. Ya no es el presidencia de Sarmiento mediante, bus- tancia” y sostiene que “los argentinos, alarde de la fuerza el que apoya una ges- ca colocarse en un sitial independiente especialmente, no han podido olvidar que tión cualquiera en el mundo diplomático” sin dejar de reivindicar algunos puntos se trata de una parte muy importante del y en base a esto se anima a preguntarse programáticos tales como la autonomía territorio nacional, usurpada a merced entre el deseo y la esperanza: “¿Cómo no de las municipalidades, la posibilidad de de circunstancias desfavorables, en una esperar entonces que los Estados Unidos elegir a los jueces de paz, la abolición de época indecisa, en que la nacionalidad y la Inglaterra se apresuren a dar testimo- los contingentes de frontera. El autor de luchaba aún con los escollos opuestos a nio de su respeto al derecho de la Nación Martín Fierro es el encargado de escribir su definitiva organización”. Argentina, reparando los perjuicios inferi- las columnas editoriales que según afir- José Hernández apela en estos textos no dos, devolviendo a su legítimo soberano ma Fermín Chávez versan sobre “el falso sólo a la significación particular de las el territorio usurpado?”. concepto de civilización esgrimida contra islas, sino a lo que representan en tanto Las islas Malvinas bajo el prisma de José el criollo, el problema de la mala distribu- alarmante símbolo de futuras intromisio- Hernández constituyen un dato histórico ción de la tierra, las pésimas condiciones nes si no se reclama por ellas: “Los pue- pocas veces frecuentado y que permite de los servicios de frontera, los inmigran- blos necesitan del territorio con que han iluminar una zona de su pensamiento. A tes y los hijos del país, los oprimidos, la nacido a la vida política, como se necesita su vez también arroja luz sobre el com- oligarquía”. del aire para la libre expansión de nues- plejo encadenamiento de voces relevan- A raíz de la publicación en El Río de la tros pulmones. Absorberle un pedazo de tes que se han pronunciado en torno a Plata de una carta enviada por el jefe de su territorio, es arrebatarle un derecho, y la cuestión, llegando, incluso a nuestros la marina nacional, comandante Augusto esa injusticia envuelve un doble atentado, debates presentes. Laserre, acerca de las actividades ingle- porque no sólo es el despojo de una pro- sas en Malvinas, Hernández redacta el piedad, sino que es también la amenaza 19 y 26 de noviembre de 1869 respec- de una nueva usurpación (…) pues si la tivamente, dos editoriales que abordan la conformidad o la indiferencia del pueblo

28 29 Paul Groussac

No es exagerado pensar en Paul Groussac que prueba los títulos españoles, y pos- (1848-1929) como el intelectual creador teriormente argentinos, para reclamar la de “Malvinas” como una causa nacional. soberanía del archipiélago. La cita latina Afirmar esto no es negar los reclamos por que abría la “nueva exposición de un viejo las islas que distintos gobiernos argenti- litigio” dejaba claro el sentido político que nos hicieron al Reino Unido durante la se- el autor le daba a su trabajo: Adhuc sub gunda mitad del siglo XIX, sino enfatizar el judice lis est (La causa aún está en poder hecho del lugar que el francés asignó a la del juez). Se trataba, entonces, de que los disputa por el archipiélago en su proyecto argentinos de esa república de inicios del cultural para la Argentina, especialmente siglo XX conocieran las raíces históricas desde su lugar como director de la Bi- de sus derechos para resolver un conflic- blioteca Nacional entre 1885 y 1929. En to abierto. 1910, año del Centenario, la publicación La influencia de ese texto se prolongó de Les Iles Malouines: nouvel exposé d’un hasta nuestros días. En 1934 el sena- vieux litige, constituyó la piedra basal para dor socialista Alfredo Palacios impulsó la la construcción de una argumentación sanción de una ley por la cual el Estado histórica favorable al reclamo argentino. argentino debía traducir la obra de Grous- Groussac dedicó de este modo la obra: sac al español, garantizar su publicación y “A la República Argentina ofrece esta difusión a través de la Comisión Nacional evidencia de su derecho un hijo adopti- de Bibliotecas Populares y la producción vo”. Desde un paradigma cientificista que de una versión resumida destinada a las evocaba el afán de Mitre por elaborar un escuelas. Les Iles Malouines pasaron a relato nacional basado en documentos, el ser Las Islas Malvinas, y se consolidaron francés alumbró un texto destinado a pro- como una causa nacional. bar, por esa vía, los derechos argentinos para sostener el reclamo sobre el territo- rio irredento. En eso consiste la obra de Paul Grous- sac, que es además del texto escrito por el francés, una selección documental

30 31 Los hermanos Irazusta y Scalabrini Ortiz en torno a Malvinas

Las primeras décadas del siglo XX traje- cuentra en Raúl Scalabrini, Ortiz uno de puntos vulnerables de la costa america- ron el agotamiento del modelo agroex- los primeros ensayistas en analizar la in- na, las expediciones científicas como la portador, y llevaron a algunos sectores cidencia británica en la política argentina. de Fitzroy (sic) y Darwin, además de ex- a cuestionar las relaciones económicas, En ambas vertientes del revisionismo, la plorar el terreno, probaban los reflejos políticas y culturales establecidas por la cuestión Malvinas es central. patrióticos del gobierno argentino, izando élite dirigente con el Imperio británico. La banderas británicas en islas de nuestra denuncia de la dependencia, sobre todo “De la consideración que le merecía (a dependencia, pretendiendo desembarcar con posterioridad a la crisis de 1929 y el Inglaterra) el Estado cuya independen- en violación de la cuarentena. El cañón golpe militar de 1930, alcanzó una gran cia acababa de reconocer…nos dio la del puerto indicó, el 2 de agosto de 1832, fuerza e importantes consensos. En ese primera advertencia arrebatándonos las que todavía no había llegado la hora es- contexto, el archipiélago usurpado se Malvinas en 1833. La conquista de bases perada. El 8 de diciembre se elegía a Bal- convirtió en una piedra basal de dichas navales en los puntos estratégicos de las carce como sucesor de Rosas, después de críticas. Los hermanos Irazusta fueron rutas oceánicas era para ella más impor- alternativas que mostraron la división del dos de los intelectuales que integraron el tante que el respeto de la fe eterna jurada partido federal dominante en dos fraccio- revisionismo histórico, corriente que con en los tratados.” nes, la del mandatario saliente, partidaria la misma certeza acerca del agotamiento Rodolfo y Julio Irazusta, La Argentina y el impe- del gobierno fuerte, y la del mandatario de un modelo político impulsaron una re- rialismo británico. Los eslabones de una cade- entrante, partidario de las formas regula- escritura de la Historia en función de esa na. 1806-1933. Buenos Aires, Tor, s/d, p. 40. res, circunstancia que el sucesor de Mr. constatación. La Argentina y el imperialis- Woobine (sic) Parish no podía ignorar. Y el mo británico, publicado en 1934, es una 1º de enero de 1833 Inglaterra se apode- de las obras claves para comprender esa “La primera gobernación de Rosas, con raba de las Malvinas. Si había asegurado corriente de pensamiento. Paralelamente, las facultades extraordinarias, explica el la independencia argentina, era sin duda en otro registro, Raúl Scalabrini Ortiz, uno compás de espera en la maniobra británi- respecto de los otros Estados, no de ella de los fundadores de FORJA enfocaba el ca, como las circunstancias en que aquél misma.” análisis de la dependencia en obras Políti- abandonó el poder en 1832 explican el Ibídem, p. 41. ca británica en el Río de la Plata o Historia sincronismo (veinte días de diferencia) de los ferrocarriles argentinos. entre la transmisión del mando en Bue- Vale señalar que los fragmentos selec- nos Aires y la toma del Puerto Soledad “El aislamiento de 1821, la cesión del Alto cionados representan las dos tendencias por el comandante Onslow. Durante la Perú en 1825, la sustitución de la guerra centrales del revisionismo: una conser- espera la preparación había continuado, extranjera por la guerra civil en 1826, la vadora, expresada entre otros por los pues mientras la flota de guerra se hacía pérdida de la , habían sido Irazusta. La otra, nacional y popular, en- la mano en desembarcos bélicos en los el precio de la gran obra edilicia, institu-

32 cional, cultural, de los hombres de 1823. está impelida. Hispano América es libre Los capitales que venían a la zaga de los y si nosotros sentamos rectamente nues- barcos de guerra europeos hacia nues- tros negocios ella será inglesa… tras playas no podían menos de seguir Si no tenemos presente la compulsión persuadiendo, a esos hombres que ellos constante y astuta con que la diplomacia tenían razón y que nuestro país se había inglesa lleva a estos pueblos a los desti- equivocado al expulsarlos de su seno. Las nos prefijados en sus planes y los man- Malvinas, perdidas en 1833, estaban tan tiene en ellos, las historias americanas y lejos.” sus fenómenos sociales son narraciones Ibídem, p. 126. absurdas en que los acontecimientos más graves explotan sin antecedentes “Crear bases marítimas, instigar a unos y concluyen sin consecuencia. En ellas estados contra otros, mantenerlos en mu- actúan arcángeles o demonios, pero no tuos recelos, impedir la unión de las dos hombres.” fracciones continentales, la América del Raúl Scalabrini Ortiz, Política Británica en el Norte y la América del Sur, tal es justa- Río de la Plata, Buenos Aires, Plus Ultra, 4ª mente la obra perniciosa desarrollada en edición, s/f, pp. 59-60. silencio por Inglaterra. Su resultado más visible es el collar de bases marítimas que rodea a América. “En la relación de Inglaterra y de la Ar- Las Malvinas, que es actualmente una gentina, los únicos sufridores de la crisis estación naval de primer orden, cons- somos nosotros, exclusivamente. Pasará truida especialmente para la defensa de la crisis, si pasa, e Inglaterra se habrá los intereses británicos en Sud América, vuelto más rica a nuestra costa. Nosotros según los términos textuales de la Con- estaremos más pobres que antes. El pa- ferencia Naval de Singapur, realizada en trimonio inglés radicado en la Argentina 1932. Las Malvinas en el Sud. Las islas habrá aumentado. El patrimonio argenti- de Trinidad, San Vicente, Barbadas (sic), no habrá disminuido. La pampa argentina Jamaica, Bahamas y Bermudas en el seguirá despoblándose, si así conviene a Centro y en Norte de la América, además Inglaterra. La inteligencia, la voluntad, la de las posesiones continentales de Gua- imaginación argentinas seguirán siendo yanas y de la Hondura (sic) Británica. ¡Con facultades perjudiciales para el dominio cuánta razón escribía Canning a Granville, inglés, que Inglaterra continuará hosti- poco después del reconocimiento de los gando en esta tierra, mediante sus agen- nuevos estados americanos, en 1825: tes gubernativos.” ‘Los hechos están ejecutados, la cuña Ibídem, p. 222.

33 1966 Banderas argentinas en Malvinas

por Daniel Campione

El Operativo Cóndor es un hecho no muy tos, llevando una bandera nacional y una católico de Malvinas y cantaron el Himno recordado. Ha quedado un tanto traspa- proclama. Nacional. pelado en la vorágine de acontecimientos Los participantes del operativo arribaron a El grupo mantenía cierta esperanza en de la segunda mitad de los años 60. Por Puerto Stanley en un avión de Aerolíneas que el gobierno argentino respaldara el entonces, las acciones armadas se con- Argentinas cuya ruta iba de Buenos Aires operativo e interviniera de inmediato para vertían gradualmente en moneda corrien- a Río Gallegos, tras secuestrarlo y obligar reconquistar las islas. Por el contrario, la te, y el Operativo lo fue, aunque no llegó a al comandante de la nave a poner rum- dictadura no dudó en emitir una posición utilizar las armas. bo a las islas. El jefe de la expedición era condenatoria sobre lo que calificó como El 28 de septiembre de 1966 aterrizaron Dardo Cabo, el subjefe, Alejandro Gioven- un procedimiento “faccioso”, ajeno a las en Malvinas 18 jóvenes argentinos, en su co, y la tercera al mando María Cristina tradiciones nacionales en materia de re- mayoría identificados con el proscripto Verrier, única mujer que tomó parte de la laciones exteriores. A partir de allí tra- peronismo. Su objetivo era producir una expedición. Cabo tenía 25 años, era hijo taría toda la operación como un hecho fuerte afirmación de la soberanía argen- de un dirigente metalúrgico, y había mili- delictivo. tina sobre las islas. La expedición fue he- tado en agrupaciones peronistas y nacio- La acción fue ampliamente cubierta por cha coincidir con la visita al país de Felipe nalistas de la época. los medios de comunicación argentinos, de Edimburgo, príncipe consorte de Gran Colocaron siete banderas argentinas en mientras se producían manifestaciones Bretaña, que participaba en la organiza- suelo malvinero, y fueron cercados rá- de solidaridad en varios puntos del país. ción de un certamen hípico. Ese día se pidamente por un centenar de hombres Hubo quien habló de “una opinión pública cumplían tres meses del golpe de estado armados, entre infantes británicos, miem- hechizada por la aventura”. que dio lugar a la autodenominada “Re- bros de una fuerza de defensa de las islas La situación se prolongó durante treinta y volución Argentina”. Unos meses antes, y civiles. Los intimaron a rendirse, bajo seis horas, al cabo de las cuáles los “cón- con Arturo Illia todavía en la presidencia, amenaza de abrir fuego, encontrándose la Asamblea General de las Naciones con una cerrada negativa. El propósito dores” encontraron el modo de deponer Unidas había sancionado la Resolución inicial de los “cóndores”, como se au- su actitud sin rendirse a los británicos. 2065, que invitaba a las partes a tratar todenominaban, era ocupar la casa del Le dieron las armas al comandante del la disputa sobre soberanía de las islas. gobernador de las islas y el arsenal que avión, y se acogieron a la protección de Con anterioridad, en 1964, un piloto lla- allí se encontraba, pero quedaron prácti- la capilla católica de Puerto Stanley, para mado Miguel Fitzgerald fue el primero en camente encerrados en el avión. Allí cele- luego entregarse detenidos a las autori- abordar Malvinas, por unos pocos minu- braron una misa oficiada por el sacerdote dades argentinas, que los recogieron el 1º

34 35 de octubre, en un barco de la marina al dimiento de fondo desinteresado e idea- que los trasladó una lancha carbonera. lista con la prepotencia de una dictadura No estaba previsto aún el secuestro de tratando de escapar de la bancarrota aviones como delito, a cambio recibie- política y económica. El Operativo Cóndor ron variadas acusaciones, entre las que fue llevado adelante por un grupo de jó- destacaban la de privación ilegítima de la venes militantes, imbuidos de una cultura libertad y tenencia de armas de guerra. La de resistencia a la autoridad, enfrentada mayoría de ellos pasaron nueve meses en a los organismos represivos. Estaban ar- la cárcel; a Cabo y Giovenco, que tenían mados y hasta dispuestos a morir en su antecedentes relacionados con actos de intento, pero no dispararon un solo tiro a la resistencia peronista, los condenaron a lo largo de su permanencia en las islas, tres años de prisión. limitándose a la reivindicación simbólica Los dos jefes del operativo encontraron de la soberanía argentina. Inspirada en la muerte en los años 70, enrolados en una ideología antiimperialista en trance sectores antagónicos, en un reflejo de los de radicalización, la acción se enraizaba desgarramientos de la época. en la resistencia peronista y se entronca Giovenco muere en 1974, a causa de la con las luchas populares de los últimos explosión de una bomba que llevaba en 60 y primeros 70. su maletín. Formaba parte de la ultrade- recha a través de Concentración Nacional Universitaria (CNU), y tenía vínculos con la Unión Obrera Metalúrgica. Cabo, que había dirigido El Descamisado, órgano de la tendencia revolucionaria del peronismo, y estaba preso desde 1975, fue asesinado durante un supuesto tras- lado del penal de La Plata a Sierra Chica, en enero de 1977. Ciertas miradas podrían visualizar aquella incursión en Malvinas como un preceden- te de la ocupación militar de 1982. Nada más erróneo que emparentar un empren-

36 37 38 1982

39 La guerra

Entre el 2 de abril y el 14 de junio de sobrevivientes de Malvinas no son sólo perialismo materializado por el mismo po- 1982, la sociedad argentina estuvo con- los combatientes, sino sus familias. der que los venía asesinando, apresando movida por la guerra por las islas Malvi- La escala federal y regional del conflic- y exiliando desde hacía seis años. nas, producida por decisión de la Junta to tampoco debe ser descuidada. El tono Mientras estas sensibilidades y conviccio- Militar, ilegítimamente en el poder desde monocorde de los comunicados del Esta- nes eran vividas en el Continente, en las marzo de 1976. Se trata de un hecho do Mayor Conjunto se rompe si pensamos islas, en los barcos y en los aviones milla- profundamente controversial y moviliza- que una fue la guerra vivida en la Patago- res de argentinos actuaron con sus vidas dor. No debería ser de otro modo: una nia continental, parte del teatro de opera- la única guerra librada por la Argentina en dictadura antipopular y sanguinaria se ciones; otra, la narrada y experimentada el siglo XX. Tampoco fueron homogéneas puso al frente de un “reclamo nacional”. en Buenos Aires, esa cabeza de Goliat. No las experiencias; pero sabemos hoy que la ¿Significaba eso que quienes se moviliza- eran iguales las noticias escuchadas en la nota general fue la de la improvisación y ron para expresar su apoyo al desembar- capital que en Paso de Los Libres, donde la desaprensión. Hacía demasiado tiempo co apoyaron a los dictadores? Una de las se captaban radios brasileñas, o en los que las Fuerzas Armadas se preparaban lecturas simplificadoras construidas lue- cerros malvinenses, donde a pesar de las para la represión interna. Salvo excepcio- go de la derrota instaló esa idea, así como prohibiciones algunos soldados podían nes, planteadas en el Informe Rattenbach, el hecho de que el importante consenso escuchar radio Colonia, de Uruguay. hicieron en Malvinas lo mismo que habían que el desembarco tuvo son la evidencia Las movilizaciones a la Plaza de Mayo, hecho en el Continente, incluso menos. de una sociedad autoritaria y fácilmente los millares de esfuerzos colectivos por Para muchos, a los británicos y el clima manipulable. enviar abrigo y comida a los soldados o hostil se agregaron sus propios superio- Numerosos matices deben construirse escribirles cartas en las escuelas, tampo- res como enemigos. en torno a esa idea. Casi el 80% de los co son un rostro monolítico. “Malvinas sí, Cuando los soldados regresaron, encon- combatientes fueron soldados conscrip- dictadura no”; “Las Malvinas son de los traron una voluntad popular de reencuen- tos. Muchos de ellos nativos de peque- trabajadores y no de los torturadores” son tro y homenaje, vetada por las políticas ños y distantes lugares de la República. consignas que pudieron leerse y escu- tanto militares como de los primeros Marcharon a las islas con lo que habían charse en aquellos días. gobiernos democráticos de cierra y ol- aprendido en la escuela y con la experien- Requirió mucho coraje, también, expresar vido: comenzaba la “desmalvinización”. cia del servicio militar obligatorio. Fueron disidencias. Pesaban cantidad de ele- Para los más, el ocultamiento de su ex- hijos de su época tanto como sus familias mentos para sostenerlas públicamente, o periencia, la falta de reparación moral y y círculos afectivos, que vivieron una si- por lo menos, hacerlas circular. La recu- material; para otros, aquellos vinculados lenciosa guerra de angustias y esperas, peración transitoria dividió aguas entre los al terrorismo de Estado, una posibilidad que esa misma visión que construyó una adversarios políticos de la dictadura, que de continuar impunes. sociedad vociferante y acrítica ocultó. Los vieron de repente un emblema del antiim-

40 41 Malvinas fue una causa justa en manos bastardas

por Martín Balza

A 30 años del inicio de la guerra, conviene recordar el valor de los que pelearon con dignidad, y la cobardía y la impericia de quienes condujeron políticamente las acciones.

Una pequeña gran guerra y el primer con- quilamiento perfecto se vio facilitada por la zona de combate en las islas). Allí es flicto de la era misilística. Así calificaron la ejecución de una defensa lineal carente donde mueren las palabras y sólo valen algunos autores a la guerra de Malvinas, de profundidad, movilidad y reservas. Ésta las acciones. Buscaron chivos expiatorios aun ello, es importante destacar que, fracasó históricamente, aun en los casos entre los jefes que combatieron; muchos pese a los adelantos tecnológicos, en el de fortificaciones sólidas y consideradas generales olvidaron que no podían justifi- combate se puso de manifiesto el rol de- infranqueables, como la famosa línea Ma- carse y eludir sus responsabilidades por cisivo de la infantería, como en todos los ginot en la Segunda Guerra Mundial. la batalla perdida e invocaron estériles tiempos y todas las guerras. El Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas argumentos, como decir que, contraria- La guerra tuvo casi la misma duración Armadas (EMCFFAA) evidenció, tanto mente a su voluntad, tuvieron que cum- que la del Golfo, en 1991, en la cual la antes de las operaciones como durante plir órdenes de Galtieri. En ese caso, les campaña aérea estadounidense duró 38 ellas, ser un organismo inoperante y bu- quedaba el camino de la “desobediencia días y la terrestre sólo 4 días (en total 42 rocrático. Desconoció la importancia que debida”, que no se produjo. días), con un saldo de 144 estadouni- tiene en la guerra moderna un sensible Sobre la Junta Militar, la “Comisión de Aná- denses muertos en combate. En Malvi- recurso de la conducción como es la ac- lisis y Evaluación de las Responsabilidades nas, la campaña aérea y naval británica ción psicológica, que incide no sólo sobre Políticas y Estratégico-Militares en el Con- duró alrededor de 20 días y la terrestre las tropas que combaten, sino también flicto del Atlántico Sur”, conocida como 24 días (en total 44 días), con un saldo sobre otros países y el propio enemigo, Comisión Rattenbach, en su informe, entre aproximado de 300 británicos muertos en que, por el contrario, hizo un por demás otras consideraciones, puntualizó: combate. efectivo empleo del citado recurso. “No realizó una apreciación completa y El adversario empleó simultáneamen- Los miembros de la Junta Militar (general acertada de la reacción británica, de los te una estrategia de desgaste y otra de Leopoldo Galtieri, almirante Jorge Anaya y Estados Unidos, del Consejo de Seguridad estrangulamiento. La primera, a partir del el brigadier Basilio Lami Dozo) y otros altos de la ONU, de la Comunidad Económica 7 de abril, consistió en la amenaza ma- mandos que visitaron las islas, y se foto- Europea y de la OEA. Máxime teniendo rítima, sanciones económicas junto con grafiaron en ellas antes de que se iniciara en cuenta que el gobierno estaba seria- sus aliados de la OTAN, gestiones diplo- la guerra, se borraron cuando comenzó el mente desprestigiado en la comunidad máticas y un efectivo empleo de la acción ruido de combate y silbó la metralla. internacional, que los Estados Unidos nos psicológica. La segunda buscó la batalla No asumieron su responsabilidad ante habían embargado e impedido importar decisiva mediante un cerco marítimo, aé- la derrota, iniciaron un proceso de “des- armamento, que no teníamos buena rela- reo y terrestre a partir del 1° de mayo. malvinización” y no rescataron los valo- ción con los países No Alineados y que el La batalla del cerco que condujo al ani- res de la gesta, en el campo táctico (en conflicto con Chile estaba vigente.”

42 43 “Como máximo órgano del Estado, con- la Artillería de Defensa Aérea de las tres no podría dejar de enfatizar que en todo dujo a la Nación a una guerra con Gran Fuerzas Armadas, correcta y eficazmente momento la mejor voz de mando es el Bretaña, sin estar debidamente prepara- integradas, al igual que el Batallón de In- ejemplo personal; las palabras pueden da para un enfrentamiento de semejante fantería de Marina 5, las Compañías de convencer, pero los ejemplos arrastran. magnitud, pues se trataba de una poten- Comandos 601 y 602 y el Regimiento de Quien demuestra serenidad y sangre cia del primer mundo que recibiría apoyo Infantería 25. Como ha ocurrido siempre fría frente al peligro o al adversario, y lo de los más importantes países. No logró el en las circunstancias críticas, el com- afronta con decisión, arrastra consigo a objetivo y llevó a nuestro país a una crítica portamiento de las tropas en combate sus hombres. situación política, social y económica.” fue función directa de la calidad de sus Las Malvinas son incuestionablemente “Confundió –con premeditada intencio- mandos”. argentinas desde el punto de vista histó- nalidad– un objetivo circunstancial, sub- Por su parte, la doctora Nora Kinzer rico, geográfico y jurídico, usurpadas en alterno y bastardo, como la necesidad de Stewart –en un trabajo sobre el conflicto 1833 y desde entonces ilegítimamente revitalizar la alicaída dictadura militar, con que realizó para el ejército de los Esta- ocupadas por el Reino Unido. La forma de una gesta aglutinadora y legítima de rei- dos Unidos– sobre el combate terrestre recuperarlas no es la guerra, sino hacer vindicación de algo incuestionablemente consignó: “Las unidades argentinas que valer en los principales foros internacio- argentino.” evidenciaron un alto grado de cohesión y nales nuestros indiscutibles derechos Finalmente, ninguna ceguera intelectual se destacaron por su excelente desem- ante un anacrónico colonialismo británi- ni fabulación histórica pueden negar la peño en combate fueron: el Batallón de co. Como viejo soldado estoy convenci- profesionalidad, aptitud y entrega de las Infantería Marina 5, el Regimiento de In- do de que la guerra no es una obra de Fuerzas Armadas y de Seguridad en las fantería 25, las Compañías de Comandos Dios y que constituye uno de los actos islas, a pesar de la ineptitud de una con- 601 y 602, el Regimiento de Infantería 7, más trágicos en la vida de una socie- ducción superior que evidenció capacidad así como el Grupo de Artillería 3”.1 dad y, por desgracia, también una de las sólo para disponer, ignorar y malgastar Ante la falta de reconocimiento a los com- más frecuentes maneras en que se han valiosos recursos humanos. Así lo desta- batientes por los generales de la dictadu- resuelto las disputas en la historia de la có también el citado Informe Rattenbach, ra –responsables de la insensata guerra– humanidad. Es una tragedia que pone al que evaluó también el comportamiento de destaco, por el contrario, uno de los tantos descubierto grandezas y miserias de cada las tropas en combate: comentarios británicos: “No cabe duda de uno de nosotros: la valentía y el miedo; la “Es importante señalar que hubo Co- que los hombres que se nos opusieron solidaridad y el egoísmo; el heroísmo y la mandos Operacionales y Unidades que eran soldados tenaces y competentes, y cobardía. Los militares cumplimos mejor fueron conducidas con eficiencia, valor y muchos han muerto en su puesto. Hemos nuestra misión cuando ganamos la paz decisión. En esos casos, ya en la espera, perdido muchísimos hombres” (general que cuando hacemos y ganamos la gue- en el combate o en sus pausas, el rendi- Anthony Wilson, comandante de la Briga- rra. Es la paz la que debe ser depositada miento fue siempre elevado. Tal el caso, da 5 de Infantería).2 en el corazón de los seres humanos. por ejemplo, de la Fuerza Aérea Sur, la La guerra me dejó muchas enseñanzas, Aviación Naval, los medios aéreos de las tres Fuerzas destacados en las islas, el Comando Aéreo de Transporte; la Artillería 1. “South Atlantic Conflict of 1982” (Ari Research Report 1469 - Abril 1988), pág. 82. de Ejército y de la Infantería de Marina; 2. The Sunday Times Insight Team (Una cara de la moneda). Buenos Aires, Editorial Hyspamérica, 1983, pág. 382.

44 45 Narrar la guerra, pelear la lengua

por María Pia López

Mucho se escribió sobre Malvinas. Ex- promesa y el arrullo: “Vamos a ganar y allí Los pichis son desertores que aparecen, trañamente, persiste la sensación de un estará tu alegría y tu compensación”. supuestos muertos pero vivos en su es- manto de silencio sobre las islas. Uno de Fogwill lo hace advirtiendo que la guerra condite. Invierten la figura de los des- esos escritos es Los pichiciegos. Su autor transcurrida en la superficie y en la blan- aparecidos: ya muertos mientras se los quería considerar que no era una novela cura de la nieve tiene la precedencia de un espera vivos. Desertaron de un desierto sobre la guerra del Atlántico Sur, aunque tipo de experimentación sobre los sujetos, –como Perlongher pensó las islas– y la el relato transcurre en las islas y el tiempo sobre los cuerpos y sobre la vida social, fuga es la vía para la constitución de un de la escritura coincidió con la cronología que fue la experiencia de los campos de tipo de sociabilidad que no pertenece a bélica. Y no deja de ser una reflexión, aun- concentración. En esa continuidad resulta ninguna patria. Reinventan allí un sistema que la exceda y la ahonde, sobre lo ocu- posible la extrema pregunta de cómo se de jerarquías, una lógica de intercambios, rrido en Malvinas. Lo diría de otro modo, produce la humanidad y, por su revés, lo vínculos de utilidad mutua, pautas para la si la novela opera por desborde respecto no-humano. Es la interrogación de Primo acción, reglas de admisión y de exclusión, de un relato del acontecimiento histórico, Levi –“¿esto es un hombre?”– la que formas de circulación de la información. lo hace por el modo en que Fogwill en- resuena en la idea de que ser pichi no Lo central, como ha señalado Beatriz cara el trato de ese suceso. Para pensar es ser gente verdadera. Levi se pregunta Sarlo, es el despliegue de un conjunto de esto, hay que situar el libro en la trama de sobre lo humano cuando se suspenden estrategias para la supervivencia, que se otros escritos sobre Malvinas: “La ilusión las lógicas habituales de la vida social, estructuran extremando la racionalidad de unas islas” de Néstor Perlongher, el en situaciones extremas como la guerra o instrumental en una comunidad que está libro de León Rozitchner escrito a propó- el campo de concentración. En el abismo regida por la escasez y la amenaza. La sito del debate con el Grupo de Discusión que se abre en la zona de los semivivos, primacía de la lógica de la supervivencia Socialista en México, Las Malvinas: de la ¿qué es un hombre?, ¿cuándo se deja de exige reformular o poner en suspenso “guerra sucia” a la “guerra limpia”, y el serlo? En Los pichiciegos la pregunta so- también la idea de nación. Si se quiere cuento “La causa justa” de Osvaldo Lam- bre qué es un pichi es un escalpelo que sobrevivir hay que olvidar el origen nacio- borghini. Se trata de escritos de urgencia, no deja de hundirse en la conciencia del nal que lleva a esos hombres al frío. que confrontan con una ilusión colectiva. narrador y en la sensibilidad del lector. No La novela sitúa la narración en plano de Con una ficción que no es una fábula que es vivo ni muerto, tampoco hombre, sino la lógica del intercambio de cosas y pa- abre mundos sino un cuento en el que ser sumido en la más impiadosa lucha labras, porque –como escribió Horacio habla el terror represivo, con el tono de la por la sobrevivencia. González– el centro de la construcción

46 47 de la comunidad pichi es la cuestión de el mundo de las jerarquías y una disputa la lengua. Tanto que comienza diciendo: por el poder. Por eso, lo que constituye la “Que no era así, le pareció. No amarilla, vida en el refugio de los desertores es un como crema; más pegajosa que la cre- nuevo modo de nombrar. Hay cosas que ma”. La nieve está asociada a lo blanco, a se nombran y otras cuyo nombre se elu- lo limpio, a lo puro, a lo frío. En esa prime- de: llamaban helados a los muertos para ra parte de la novela es barro pegajoso, ausentar de la lengua la mayor amenaza. maloliente, sucio. Una primera adverten- Helados los muertos, fríos los heridos o cia: “… se hacía marrón, se volvía barro. fracturados. En la lengua se inscriben las Y a eso llamaban nieve…”. Inadecuación diferencias sociales, pero a la vez es su- del nombre, las significaciones que arras- perficie de una experiencia inédita, la de tra y la cosa. La palabra nieve, portadora una neo-lengua desplegada por esa co- de una blancura fría y limpia, se distancia munidad soterrada y clandestina. tanto del barro pegajoso como la idea de Este movimiento se articula con la gran patria, portadora de una idea de comuni- invención de la novela: el narrador es un dad y un reclamo de soberanía, se distan- pichi sobreviviente que deviene escri- cia de la realidad de una guerra que era tor, que domina las reglas del arte, opi- más bien un lodo sangriento y un oscuro na sobre el significado de la escritura y teatro del terror. sobre las implicancias de ser escritor. El La cuestión del lenguaje tiene otro plano: narrador-sobreviviente, a medida que hila el de su condición de expresar diferen- el relato produce la decodificación del cias sociales y jerarquías. Los tonos son, significado de la escritura, preguntándose lo sabe el sociólogo Fogwill, expresión de sobre el interés del lector y por las con- la materialidad más profunda de la per- diciones bajo las cuales el relato puede tenencia de clase: “Como oficiales, ese convertirse en novela. Narrar, finalmente, modo de hablar. Los tipos llegan a ofi- es sopesar y explorar los matices internos ciales y cambian la manera. Son algunas de la lengua. Muchos son los planos de palabras que cambian: quieren decir lo Los pichiciegos en los que se bifurca una mismo –significan lo mismo– pero pa- narración que sólo en el más visible de recen más, como si el que las dice pen- ellos trata sobre hechos acontecidos en sara más o fuese más”. Pero hay quien abril de 1982. Pero si ese hojaldre múlti- asume un tono que no le corresponde: ple funciona es porque la guerra fue pen- como el “estudiante boludo” que no de- sada con exhaustivo y lúcido horror. cía volver sino regresar. Imitaba el habla de los oficiales y al hacerlo desobedecía la lógica de mandos. La disidencia en el plano de la lengua es una intervención en

48 49 La perspectiva de los comandantes y la de los soldados, se sabe, es distinta. Incluimos aquí uno de los poemas escri- tos por Gustavo Caso Rosendi, soldado conscripto del Regimiento de Infantería 7 en las Malvinas. Publicado en 2007 por el Ministerio de Educación de la Nación, Soldados, su libro de poesías, es uno de las obras artísticas más conmovedoras y perturbadoras en relación con la guerra de 1982 y sus memorias. En la arbitra- riedad del recorte, nos detenemos en dos cuestiones necesarias para pensar la guerra de Malvinas: las formas profundas en las que la muerte en batalla impacta en una sociedad, y la necesaria reflexión sobre las responsabilidades sociales tras la derrota.

50 Dejó de vivir el papá de Vojkovic Cuando y la mamá de Vojkovic y la hermana También la novia que tejía cayó el y destejía desolaciones de lana soldado y los hijos que nunca llegaron a tener Vojkovic Los tíos los abuelos los primos los primos segundos y el cuñado y los sobrinos a los que Vojkovic regalaba chocolates y algunos vecinos y unos pocos amigos de Vojkovic y Colita el perro y un compañero de la primaria que Vojkovic tenía medio olvidado y hasta el almacenero a quien Vojkovic le compraba la yerba cuando estaba de guardia

Cuando cayó el soldado Vojkovic cayeron todas las hojas de la cuadra todos los gorriones todas las persianas

Gustavo Caso Rosendi

51 52

Les tocó en suerte una época extraña. Juan López y El planeta había sido parcelado en distintos países, cada uno provisto de lealtades, de John Ward queridas memorias, de un pasado sin duda heroico, de derechos, de agravios, de una mitología peculiar, de próceres de bronce, de aniversarios, de demagogos y de símbo- los. Esa división, cara a los cartógrafos, auspiciaba las guerras.

López había nacido en la ciudad junto al río inmóvil; Ward, en las afueras de la ciudad por la que caminó Father Brown. Había estudiado castellano para leer el Quijote.

El otro profesaba el amor de Conrad, que le había sido revelado en una aula de la calle Viamonte.

Hubieran sido amigos, pero se vieron una sola vez cara a cara, en unas islas dema- siado famosas, y cada uno de los dos fue Caín, y cada uno, Abel.

Los enterraron juntos. La nieve y la corrupción los conocen.

El hecho que refiero pasó en un tiempo que no podemos entender.

Jorge Luis Borges

53 54 Presencia y futuro de las islas

55 Posguerra y disputas simbólicas por el relato

El 14 de junio de 1982 las fuerzas argen- signa de no entregar a los reivindicadores provisación y la pérdida de tantas vidas tinas en las Malvinas se rindieron. Breve de la dictadura un símbolo tan entrañable alcanzaron un clímax en la Semana Santa y cruenta, la guerra produjo el descrédito como el de las islas; se temía que desde de 1987, cuando frente a la sublevación del gobierno militar y de las instituciones la guerra buscarían mejorar su vapuleada carapintada el presidente Alfonsín calificó castrenses. Murieron 650 soldados, y imagen. Era muy difícil pronunciarse con a los alzados como “héroes de Malvinas” más de mil resultaron heridos. El fracaso claridad sobre lo que había sucedido en el ante una multitud que colmaba la Plaza abrió la puerta para masivas denuncias Atlántico Sur: ¿podía reivindicarse como de Mayo en defensa de la democracia. por violaciones a los derechos humanos, patriótica una guerra conducida por una Desde 1982, la democracia enfrenta el e impulsó a los grandes medios gráficos, dictadura, perpetradora de los crímenes desafío de remontar un camino diplo- reticentes hasta ese momento, a difundir que comenzaban a conocerse masiva- mático y material que la aventura militar con amplitud informaciones acerca de las mente? Muchos sectores, entre ellos los hizo retroceder varias décadas. Al mismo atrocidades cometidas por la dictadura. ex soldados combatientes, entendieron tiempo, las memorias de las batallas en Los ex soldados combatientes, sus fa- que la desmalvinización significaba, lisa y Malvinas, de sus muertos y sus sobrevi- milias, sus compatriotas y el Estado ar- llanamente, la voluntad tanto del gobierno vientes, abrieron la posibilidad, que no to- gentino (en su último año de gobierno de militar como de los democráticos de “olvi- dos quisieron explorar, de pensar nuevas facto y primeros democráticos) debieron dar” Malvinas, la guerra, y por extensión, formas de vincularse con la nación. procesar la experiencia de la guerra en la defensa de la soberanía, los intereses Los nudos que atan a la represión ilegal las islas. Las condiciones no eran favora- nacionales, y a los protagonistas mayori- con la guerra de Malvinas aún siguen allí. bles. La dictadura escondió el regreso de tarios del conflicto: los jóvenes conscrip- los soldados, les prohibió transmitir sus tos recientemente desmovilizados, que vivencias, pero tan tempranamente como irrumpieron en el último año de la dic- en agosto de 1982 ya existían agrupa- tadura y la “primavera democrática” con ciones de ex soldados conscriptos, que sus consignas radicales y su simbología a reivindicaban su experiencia en defensa veces excesivamente militar en aquellos de la patria a la vez que denunciaban a años. los altos mandos. Las dificultades para calificar la guerra, Apareció un concepto clave: “desmalvini- honrar a algunos de sus protagonistas y zación”. Inicialmente, este aludía a la con- condenar a los responsables de la im-

56 57 Republic of the Falklands por Rodolfo H. Terragno

Gran Malvina (1766-1770; 1771-1774). 6. Transformar el caso Malvinas en La historiografía del conflicto está hecha, La cesión francesa fue seguida por dé- una cuestión europea. casi toda, de sofismas. Los historiadores cadas de gobierno español y, luego, ar- suelen “adjudicar” primero las islas (sea gentino. En total, 66 años. No fueron años 7. Llevar adelante una política de a la Argentina o al Reino Unido) y bus- de dominio simbólico. Entre 1767 y 1834 alianzas, sobre todo con los franceses. car luego los fundamentos. Se aferran a hubo en las Malvinas una intensa activi- 8. Explorar la posibilidad de sumar a todo dato o conjetura que avale su tesis; dad política, económica y social. Estados Unidos. e ignoran o desmerecen aquello que la La ocupación francesa, la cesión a Es- 9. Promover la solidaridad desacredite. paña y el gobierno efectivo fueron los iberoamericana. Los británicos atribuyen el descubrimien- argumentos de los cuales se valió Ma- to a John Davis, pese a que el famoso nuel Moreno, en 1833, para cuestionar la 10. Dentro del país, procurar el apoyo explorador llegó a las Malvinas cuando ocupación británica. Moreno –embajador popular a la causa, sin provocar el ya el archipiélago figuraba en diversos en Londres– fue el más brillante y sagaz exceso de confianza. mapas, trazados todos mientras España defensor de la causa argentina. (y sólo España) navegaba el Atlántico su- No obstante, como Tomás Guido lo ad- A lo largo de décadas, la política y la di- doccidental. virtió 18 días después del arrebato, la plomacia argentinas exhibirían menos Los autores hispanoamericanos reclaman, reivindicación argentina no dependía de claridad y criterio práctico que Guido. con mayores indicios, que las Malvinas razones jurídicas sino de una adecuada Tras innumerables reclamos, repetitivos e fueron descubiertas por marinos al ser- estrategia. infructuosos, en 1982 un régimen militar vicio de la Corona española. No explican cayó en la tentación de usar la fuerza, con por qué la bandera española no flameó El “lancero amado” de San Martín propuso: resultados trágicos. en las islas. La guerra de Malvinas no sólo llevó a que La primera en ondear allí (en 1764) no 1. Mantener la cabeza fría. el Reino Unido recuperase y afianzara su fue la española. Tampoco la Union Jack. 2. Hacer el reclamo diplomático. dominio de las islas. Dio lugar a un nuevo Fue la bandera francesa, izada por Louis- peligro: la eventual creación de la Repu- Antoine de Bougainville, el fundador de 3. Entender que el reclamo no blic of the Falklands. Port Louis, en la isla Soledad. bastaba. El ex canciller Robin Cook lo dijo con to- Sólo cuando Francia cedió ese asenta- 4. Tener en cuenta que Inglaterra das las letras en 1999: miento a España, en 1770, nació el de- quería las Malvinas para dominar el recho que más tarde heredaría la Argen- comercio con el Pacífico americano. Debemos fundarnos sobre la autodermi- tina. De no haber sido por Bougainville, la nación. Nuestros territorios de ultramar preferencia la habrían adquirido los britá- 5. Buscar puntos de apoyo en los [como las Falklands] serán británicos nicos, por la ocupación de Port Egmont, competidores de Inglaterra.

58 59 mientras ellos deseen ser británicos. invariablemente, que “los habitantes de los Falkland Islanders el “supremo deseo” Cuando requieran su independencia, las islas son británicos”, habitantes de un de la ciudadanía plena. Gran Bretaña la otorgará de buena territorio, frente a las costas argentinas, La British Nationality () Act gana. que nuestro país reclama como propio. 1983, del 28 de marzo de 1983, dispuso: La diplomacia británica repetía que los is- “Una persona nacida en las Falkland Is- Nadie puede ignorar que varios micro- leños eran terceros, cuya voluntad debía lands (...) será ciudadana británica si al estados, que forman parte de las ser respetada. Según la legislación del momento del nacimiento su padre o ma- Naciones Unidas, tienen menos superficie Reino Unido, así era: la British Nationality dre es ciudadano británico; o residente en o menos producto per cápita (PPP) que Act 1981 calificaba a los isleños como las Falkland Islands”. las Malvinas: “ciudadanos de territorios dependientes Esa ley, además, convirtió en ciudadanos británicos”: una categoría que no les británicos a todos los isleños que, desde SUPERFICIE HABITANTES PPP per cápita daba derecho a vivir ni a trabajar en Gran la ley de 1981, eran “ciudadanos de terri- Bretaña. torios dependientes británicos”. Rep. de Todo cambió a partir del desembarco de A partir de entonces, los islanders son 458 km2 20.570 US$ 8.941 tropas argentinas en las Malvinas el 2 de reconocidos tan británicos como los de Rep. de Nauru abril de 1982. Ese desembarco –que ini- Londres, Liverpool o Manchester. 2 21 km 9.378 US$ 5.000 ció un gobierno provisional argentino, de La British Overseas Territories Act 2002 Rep. de Tuvalu 73 días– movió a que el Reino Unido re- amplió el derecho de los nacidos en Mal- 2 26 km 10.169 US$ 3.140 conquistara las islas. vinas: por la ley de 1983 no se les podía Falkland Islands La reconquista demandó un enorme es- negar la ciudadanía, pero ellos debían (Malvinas, como si fueran un país) fuerzo de guerra, a lo largo del cual 255 solicitarla; ahora, la adquieren por el solo 12.173 km2 2.967 US$ 35.400 británicos perdieron la vida y unos 700 hecho del nacimiento. fueron heridos. Siete barcos de la Royal La Argentina no se valió del hecho nuevo. Navy fueron destruidos, y 14 resultaron Se trataba de presentar la British (Falkland La independencia no dejaría a los isleños averiados. Veinticuatro aviones de la Ro- Islands) Nationality Act 1983 y la British en manos de Dios. Al igual que Estados yal Air Force fueron abatidos. Ese sacrifi- Overseas Territories Act 2002 ante el Co- Unidos y Francia, el Reino Unido tiene cio humano y material fue justificado, en mité de Descolonización de la ONU. estados asociados: sin perjuicio de elegir Londres, alegando que no se podía per- Esos instrumentos legales, emanados del gobierno propio, las ex colonias pueden mitir una agresión fructífera y, sobre todo, Parlamento británico, prueban que el con- confiar su defensa, sus relaciones exte- que el Reino Unido tenía la obligación de flicto es bilateral. Un grupo de británicos riores y sus relaciones económicas inter- imponer los “deseos” de los isleños. no está en condiciones de arbitrar un con- nacionales a la antigua metrópoli. El gobierno de la primera ministra Mar- flicto entre su propio país y la Argentina. La oportunidad de contrarrestar ese pe- garet Thatcher acuñó una expresión que Los isleños no pueden ser jueces y parte. ligro la ofrece una ley británica de 1983 se convirtió en el lema de la guerra por Urge ganar el tiempo perdido. que, hasta ahora, nuestros gobiernos se las islas: “Los deseos de los isleños son Hay que actuar antes de que se proclame han negado a esgrimir. supremos”. la Republic of the Falklands. La Argentina negó siempre que los is- Luego de aquel sacrificio colectivo, el Par- leños fueran un pueblo. Ha sostenido lamento británico ya no podía negarle a

60 61 Malvinas: la sabiduría de la historia

por Jorge Taiana

Esta muestra constituye en sí misma En 1833 los británicos ocuparon por la a la Argentina y Gran Bretaña a negociar un orgullo para todos los argentinos y fuerza las islas, expulsando a los pobla- su solución pacífica y definitiva, descar- una manera de honrar, desde nuestra dores criollos. Esto fue inmediatamente tando la aplicabilidad del principio de la propia historia, a nuestros veteranos y rechazado y protestado por las autorida- libre determinación por cuanto, a diferen- caídos, en el 30° aniversario del con- des argentinas, que nunca consintieron el cia de los casos “clásicos” de colonialis- flicto del Atlántico Sur. Una vez más, la acto de fuerza. mo, en la cuestión Malvinas no existe un historia acude para explicar el presente Esta historia de atropellos no quedó cir- “pueblo” sojuzgado, sometido o explotado y el futuro de una cuestión que se vin- cunscripta a las islas Malvinas. La voraci- por una potencia colonial. Lo que sí existe cula íntimamente con la construcción de dad imperialista se plasmó en las Invasio- es un territorio ocupado por una potencia nuestra identidad nacional. Recorrer el nes Inglesas de 1806 y 1807. Y, luego de extranjera, en violación de la integridad pasado nos ayuda a analizar el presente consumada la usurpación de las islas en territorial de un Estado. y comprender que la disputa de sobera- 1833, Gran Bretaña realizó un nuevo in- El Comité Especial de Descolonización nía sobre las Islas Malvinas, Georgias del tento de avanzar contra la Argentina con- ha reiterado anualmente hasta nuestros Sur y Sandwich del Sur y los espacios tinental, en 1845, en la recordada Vuelta días idéntico llamamiento. Desde 1966, marítimos circundantes no empieza ni de Obligado. en cumplimiento del mandato de la co- termina con el conflicto armado de 1982. Este mismo pasado nos vuelve testigos de munidad internacional, se desarrollaron la paciente y férrea política de la Argenti- negociaciones bilaterales por más de 10 Los documentos que nos acerca la mues- na que, desde la usurpación de 1833, ha años. Durante las mismas, se analizaron tra evidencian los títulos heredados de la venido reclamando sostenidamente por varias propuestas de solución que con- Corona española y confirman la centrali- la restitución de lo propio, tanto bilateral- templaban el reconocimiento británico dad de la Cuestión de las Islas Malvinas mente como frente a la comunidad inter- de la soberanía argentina. Sin embargo, desde los albores de la independencia. nacional. En este contexto, un hito impor- la intransigencia británica impidió llegar a El Estado naciente designó autoridades, tante ha sido el reconocimiento obtenido un acuerdo, que aparecía cada vez más adoptó legislación especifica e impulsó en Naciones Unidas en 1965, cuando la lejano a medida que la posible explota- actividades económicas, todos ellos actos Asamblea General adoptó la Resolución ción de hidrocarburos acentuaba el inte- demostrativos del ejercicio de su sobe- 2065 (XX), la cual admite la existencia de rés imperial. ranía. Actos que jamás fueron objetados una disputa de soberanía sobre las Islas En 1982, la decadente dictadura que go- por el Reino Unido durante el proceso de Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich bernaba la Argentina mediante el terror, reconocimiento del Estado argentino, el del Sur y los espacios marítimos circun- tomó una decisión desesperada para so- cual concluyó con el Tratado de Amistad, dantes, a la que denominó “Cuestión de brevivir a una coyuntura política adversa. Comercio y Navegación de 1825. las Islas Malvinas”. Dicha resolución insta Actuando a espaldas del pueblo argenti-

62 63 no, malversó su confianza y se apartó del superador del que la muestra nos brin- CELAC, entre otros, respaldaron los legí- tradicional apego a la solución pacífica da testimonio: la firmeza que caracterizó timos derechos soberanos de la Argenti- de la controversia. Sin embargo, la mis- la política exterior durante el mandato na, además de sumarse al llamado de la ma historia nos enseña que, con toda su del presidente Néstor Kirchner sobre comunidad internacional para que ambos crudeza, el conflicto armado no cambió la la Cuestión Malvinas y que continúa en gobiernos reanudaran las negociaciones naturaleza de la disputa que se prolon- plena ejecución con la presidenta Cristi- para solucionar la disputa de soberanía. ga, irresuelta, hasta nuestros días y que na Fernández. Con Kirchner se inició en Otros foros multilaterales como el G77, nos enfrenta a la persistente negativa del 2003 una sostenida política de firmeza las Cumbres de Países de América Latina Reino Unido de cumplir con el llamado de y coherencia que consistió en reafirmar, y el Caribe, de Países Árabes y de Améri- la comunidad internacional y negociar su tanto a nivel bilateral como multilate- ca del Sur, las Cumbres Iberoamericanas, solución con la Argentina. ral, los legítimos derechos de soberanía entre otras, reiteraron el mandato de la En esta senda retrospectiva nos acerca- argentina, la existencia de la disputa de comunidad internacional, instando a am- mos lentamente al presente, con la ex- soberanía pendiente de solución, la vi- bos países a encontrar una solución pací- pectativa que generó la reanudación de gencia del llamamiento internacional para fica a la disputa. las relaciones bilaterales con las declara- reanudar el diálogo bilateral y la denuncia El sólido respaldo se fortaleció en el re- ciones conjuntas argentino-británicas de de la intransigencia británica a darle cum- chazo categórico de toda América Latina 1989 y 1990. plimiento. Con igual firmeza se denunció a las actividades ilegales del Reino Unido Lamentablemente, los entendimientos al Reino Unido por resistirse a cumplir en materia militar y las relacionadas con provisorios firmados en la década del 90, su obligación internacional de resolver la la exploración y explotación de los recur- en nada sirvieron para volver a dialogar disputa por medios pacíficos, a pesar de sos naturales renovables y no renovables. sobre la soberanía de las islas. La política la permanente disposición de la Argenti- Este fuerte apoyo al reclamo argentino se de esos años no fue exitosa: nada movió na, un comportamiento inadmisible por ha visto fortalecido por el proceso de inte- a los británicos a acercarse a la mesa de resultar contrario al que se espera de un gración regional que tiene a la Argentina negociaciones y la forma en que éstos país miembro permanente del Consejo de como uno de sus mayores impulsores. En interpretaron los entendimientos fue una Seguridad, con responsabilidades en ma- este marco, la defensa de los recursos continua, reiterada y permanente desna- teria de paz y seguridad internacionales. naturales deja de ser un interés mera- turalización de los mismos, a través de Además del apoyo recibido en las Nacio- mente nacional para convertirse en una acciones unilaterales, ilegales y contra- nes Unidas y en la Organización de Es- prioridad regional. rias, no sólo a los propios entendimientos, tados Americanos, la persistente acción Como testigo y protagonista privilegiado sino a las resoluciones de las Naciones diplomática multilateral se ha extendido de esa estrategia de firmeza y coheren- Unidas. a múltiples organizaciones regionales y cia, así como del creciente respaldo la- En este recorrido, el pasado de frustra- birregionales. Foros como el MERCOSUR, tinoamericano a nuestros legítimos dere- ción nos lanza súbitamente a un presente la UNASUR, la recientemente creada chos soberanos, celebro la iniciativa de la

64

Biblioteca Nacional de honrar a nuestros Héroes desde la historia. Me asiste un entusiasmo especial al celebrarla por- que, como ex canciller de la Nación del gobierno de Néstor Kirchner y luego de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner tuve el honor, la responsabilidad y el pri- vilegio de llevar a cabo múltiples acciones en defensa de nuestra soberanía. Transcurridos 30 años de la guerra de Malvinas, no debemos perder de vista las lecciones que nos deja la historia. A 179 años de la usurpación británica de las islas continúa plenamente vigente el objetivo permanente e irrenunciable de la República Argentina consagrado en su Constitución Nacional: la recuperación del ejercicio pleno de nuestra soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur y los espacios maríti- mos circundantes, respetando el modo de vida de sus habitantes y conforme a los principios del derecho internacional. La historia es sabia porque nos enseña a identificar aquellos momentos de pleni- tud que suceden siempre a las etapas de frustración. Vivimos hoy un momento en el que el reclamo soberano argentino ha cosechado creciente apoyo, deliberada difusión, unánime compromiso y relevan- cia regional. Cimentar la justicia y la razón que nos asiste ya no es un desafío futuro sino una tarea presente y de todos.

65 Hacia una política constante por Raúl Alconada Sempé

Ha pasado mucho tiempo desde el fin de algo muy distinto a atender los deseos política y social, seguramente incidieron la guerra, y el proceso de consolidación o la autodeterminación de los isleños, ya en el ánimo del gobierno argentino para de la democracia ya lleva más de 28 que esto implicaría legitimar la ocupación rechazar el ultimátum del gobierno nor- años, durante el cual sólo ha habido go- por la fuerza en 1833. teamericano. biernos elegidos libremente por el pueblo El daño que la guerra provocó es enorme, La mayoría de los dirigentes políticos y de argentino. en vidas humanas y en la causa de Mal- los medios de comunicación tuvieron su Es razonable suponer que existe concien- vinas, y la única explicación que se puede parte de responsabilidad al adoptar una cia de lo que se ha hecho, de los errores encontrar es la intención de perpetuarse actitud oportunista que los llevó a apoyar que se cometieron, de las cosas que se en el poder. la invasión, como si hubiera sido posible hicieron bien o de lo que faltó para que La especulación en Buenos Aires fue que que una dictadura que asesinaba y hacía fuesen eficaces, y una lección que debe- Estados Unidos comprendería la necesi- desaparecer personas, que negaba la li- ríamos aprender todos, es que la recupe- dad del gobierno argentino y que no se bertad y la soberanía al pueblo, hubiera ración de las islas Malvinas es una causa sentiría atacado, ya que sólo era un con- podido convertirse, por ese solo acto, en nacional que no tiene plazo, y que requie- flicto dentro del bloque occidental, y que un gobierno capaz de liberar un territorio, re perseverancia, convicción y tolerancia. la Casa Blanca tendría en consideración mientras mantenía ocupado militarmente La recuperación no será producto de un el papel de socio de la dictadura argenti- el resto del país y destruía la economía acto, de un gobierno o de una persona, na en el plan para desestabilizar la Revo- nacional. sino que sólo podrá alcanzarse tras la lución Sandinista y aplicar la doctrina de En nuestro caso, casi en soledad, disenti- continuidad de una política perseverante y seguridad nacional. mos con la mayoría. La Juventud Radical pacífica, tal como ocurrió en 1965 con la Existe una suposición bastante generaliza- de la Provincia de Buenos Aires, reunida Resolución 2065 de la ONU, que se obtuvo da de que la dictadura militar habría reci- en Necochea, el 11 de abril de 1982, después de muchos años de reclamos y bido una señal favorable desde Washing- condenó la acción decidida por una dic- de una política que apuntó a dar confianza ton; y es que resulta difícil imaginar que tadura militar y denunció la verdadera a la comunidad internacional debido a que Washington no supiera con anticipación intención de perpetuarse en el poder, sin la Argentina tendría en cuenta los intere- de los planes de Buenos Aires, y más aun perjuicio de reiterar la justicia de la causa ses de los isleños; ejemplo de esto fue el cuando la dictadura le informó antes de la argentina.1 La misma posición adoptaron hecho de que antes de la guerra el Estado operación militar a los principales diarios. Raúl Alfonsín y Arturo Illia, en contra de la argentino tuviera presencia en las islas a Las movilizaciones a favor de la ocupa- conducción del partido. través de maestras, del Correo y de YPF. ción militar de las islas y la equivocada El plan político del régimen militar se Los intereses que deberán ser respe- reacción de la mayoría de la dirigencia mantuvo y continuó avanzando hacia la tados son determinables mediante una negociación bilateral con el Reino Unido, 1. Ver http://necochea1982jrmalvinas.blogspot.com/

66 67 guerra, y también el gobierno británico so del tema a la Asamblea de la ONU, e comenzó a especular, por razones de po- incluso se avanzó en un diálogo con las lítica doméstica, con la escalada del con- fuerzas políticas opositoras en el Parla- flicto armado, lo que lo llevó a rechazar mento británico (reunión Raúl Alfonsín y una convocatoria del presidente del Perú, Neil Kinnock, París, 1985). Fernando Belaúnde Terry, para un diálogo, Hay que recorrer muchos caminos, e y dio la orden de hundir el Crucero Gene- imaginar soluciones que incluyan el fac- ral Belgrano a pesar de que este barco no tor tiempo y la reformulación del concepto estaba en la zona de guerra. de soberanía. Junto con Federico Storani, Las islas fueron una excusa para ambos preparamos un trabajo que contemplaba gobiernos, que utilizaron el conflicto sin un arrendamiento a largo plazo a favor del considerar la pérdida de vidas; el Reino Reino Unido, a cambio del reconocimiento Unido invocó el derecho de los isleños de la soberanía argentina, y se proponía en contradicción a la política colonial que una política en el MERCOSUR que consi- generó el imperio británico, reprimiendo y derase en el ámbito de integración regio- combatiendo todos los procesos de inde- nal al gobierno británico de las islas mien- pendencia de sus colonias; la Argentina, tras estuviese vigente el arrendamiento. por su parte, invocó la soberanía nacional Esta idea puede ser cuestionable, lo que a pesar de que impedía el ejercicio de la importa es abrir un espacio pluralista e soberanía popular a todos sus habitantes, incluyente en el que se pueda discutir y e imponía una política económica contra- elaborar una política que sea mantenida, ria al interés nacional. Cabe distinguir en- y evitar las contramarchas que tanto per- tre la dictadura militar y aquellos oficiales, juicio le provocan a la causa de Malvinas. suboficiales y soldados conscriptos que lucharon y murieron en las islas o en el mar con honor y heroísmo. Por todo esto puede afirmarse que la guerra de Malvinas y la esencia de la dictadura militar estuvieron íntimamente relacionadas. Hay que hacer hincapié en que desde que el pueblo recuperó el ejercicio de la so- beranía popular jamás se hizo un acto de fuerza, y que la democracia ha retomado el reclamo por las vías diplomáticas. En el caso del primer gobierno de la recupera- ción democrática, la opción fue el regre-

68 69 Malvinas y nuestra índole

por Rafael Bielsa

Los argentinos que tenemos el privile- común, forjado por los sacrificios pasados brían aquí, sólo refutados por berrinches gio de poder leer y pensar (faltaría más y los que se están dispuestos a asumir en de súbditos de la Corona británica. Desde añadirle otra agonía a los que ni siquiera el futuro y su existencia, un plebiscito de mi punto de vista, y dado que asumo que lo tienen), nos vemos más como contrin- todos los días. Malvinas cumple los requi- el problema no son 4, 40 o 400 años sino cantes que como allegados, preferimos sitos para ser considerada una parte –en lo que hagamos en el entretanto convi- agraviarnos a debatir ideas y con algu- este sentido y en todos– de la Nación. viendo con el mientras tanto, la clave para na periodicidad colocamos el switch en En mi caso, siento amor por mi Patria que prevalezcan la verdad y el tiempo son modalidad “romper vidrios del Estado, (mía, de mis hijos y de mis ancestros) y la consistencia de los argumentos del re- que por ser de todos no son de nadie”. me considero obligado respecto de mis clamo y su fervor. El presidente del Uruguay José Mujica lo conciudadanos. Las reflexiones respecto Suele plantearse que la soberanía argen- expresó con sus palabras: los argentinos de Malvinas deben contextualizarse den- tina colisiona con los derechos de los in- queremos más a los uruguayos de lo que tro del panorama descrito. gleses que viven en Malvinas en cuanto al nos sabemos querer. Quand même… La cuestión del largo plazo es un pro- respeto de su modo de vida y conforme a Lo que antecede no pasa de la preten- blema argentino de corto plazo. Hay una los principios de normas internacionales. sión de apunte. Sin embargo, todos los expresión intransferible de nuestra im- Más allá de que ése es precisamente un días escritos y expresiones lo subrayan. paciencia: “el día del arquero”, hija del argumento británico, se trata de un error Así, Malvinas y la Gran Bretaña son un providencialismo y madre de la exaspe- jurídico. No existe ningún obstáculo para pretexto –en el país del “vale todo”– ración. Pues bien, hay frutos a los que es que Malvinas sea una provincia; más, di- para expresar algo profundo de nuestra necesario esperar en una diligente pa- cho enfoque federal –como lo ha expli- índole. ciencia, pues en su naturaleza es donde cado diáfanamente el profesor Gustavo El “vale todo” es una manifestación pa- reside su maduración. Lo que se obtiene Arballo– le habilita el derecho a tener una leontológica de la ética. Algo así como sin perseverancia para conseguirlo suele Constitución propia, en la que definirá su un estadio infantil de las promesas que ser efímero, pues como no persistimos sistema de gobierno y su sistema de jus- históricamente constituyen una nación. para la obtención no sabemos cómo se ticia, con tres condiciones básicas: ase- Para aferrarnos a algo firme en mitad tramita la conservación. gurar un sistema de justicia, la educación del tempestuoso concepto de “nación”, Que las Malvinas son argentinas no lo dice primaria y un régimen municipal (artículo todavía son válidas las pautas que Er- sólo la Constitución Nacional, Sean Penn 5 de la Constitución Nacional). nest Renan impartió en 1882, en clave o alguna encuesta británica. Hay monta- “Patrioterismo”, “sacralización” y “agi- liberal-democrática: es un sentimiento ñas de argumentos jurídicos que no ca- tación” son vocablos que no dimanan

70 71 de la posición argentina en su reclamo. los isleños nativos habitantes de la isla de Son sustantivos que algunos sectores Diego García, en el océano Índico. usan para descalificarla. Por lo tanto, no El contexto de apoyo internacional concre- me siento en la obligación de aceptar- to es el más favorable con que Argentina los. Así como es inconveniente usar los contó a lo largo de las últimas décadas. argumentos de nuestro contradictor para Somos crecientemente fuertes como para fundar una posición alternativa en el tema que nuestras voces sumadas perturben la Malvinas, es sensato usarlos si convienen flema británica. Es lo que desde hace tan- a los intereses argentinos. El 10 de julio to tiempo deseaba ver. de 1940 comenzó la denominada “Batalla El encanto de la novedad de quienes dis- de la Gran Bretaña”. Al respecto escribió crepan se dispersará y fraccionará con Winston Churchill: “Poco podíamos esco- rapidez proporcional a la inconsistencia ger en cuanto a calidad en los aviones de de sus posiciones. En los esfuerzos y combate (…). Los aviadores germanos la cohesión de hoy dependen los frutos tenían la conciencia de su superioridad de mañana, como las tribulaciones del numérica (…). Los nuestros tenían (…) presente son hijas de la improvisación esa resolución que la raza británica desa- (dirigencial) y del heroísmo (popular) de rrolla plenamente bajo los embates de la 1982. suma adversidad”. Necesitamos sumar más acciones con- Tan cierto es que “la historia no es reversi- cretas como para que la imposición co- ble” cuanto que hoy estamos escribiendo lonial resulte crecientemente costosa. la historia del futuro. El pueblo argentino Necesitamos ideas para enriquecer estas –estoy convencido– puede y debe extraer políticas. Con respeto, no necesitamos de sus reservas más nobles la voluntad voces argentinas que nos digan que Gran que ha mostrado otras veces en las ho- Bretaña tiene la razón. ras aciagas. Esto es lo que nos exigen Malvinas, sus recursos naturales y los derechos de soberanía que pretendemos sobre la Antártida. La historia que escribi- mos en presente para enorgullecernos de ella cuando sea mañana. No es la Gran Bretaña de hoy quien está demasiado au- torizada a reclamar en nombre del princi- pio de autodeterminación de un pueblo, cuando en 1971 expulsó por la fuerza a

72 73 74 Bibliografía

75 Bibliografía*

Sala del Tesoro Estudios y documentos

Bougainville, Louis-Antoine de, Voyage autour Fitz Roy, Robert, Narrative of the surveying Ouseley, William Gore, Hotham, Charles du monde, par la frégate du roi La Boudeuse et voyages of his majesty’s ships Adventure and y Hadfield, William, Brazil, the River Plate la flûte L’Étoile, en 1766, 1767, 1768 & 1769, Beagle, between the years 1826 and 1836, and the Falkland Islands with the Cape París, Saillant & Nyon, 1771. describing their examination of the southern Horn route to Australia, including notices shores of , and the Beagle’s of Lisbon, Madeira, the Canaries and Cape Colección de documentos oficiales con que circumnavigation of the globe, vol. 2, Londres, Verds, Londres, Longman, Brown, Green and el Gobierno instruye al cuerpo legislativo de Henry Colburn, 1839. Longmans, 1854. la provincia del origen y estado de la cues- tiones pendientes con la República de los E. Frezier, Amedée Françoise, Relation du voyage Pernety, Antoine Joseph, Histoire d’un voyage U. de Norte América, sobre las Islas Malvinas, de la Mer du Sud aux côtes de Chily et du Pe- aux Isles Malouines, fait en 1763 & 1764, avec Buenos Aires, Imprenta de la Independencia, rou : fait pendant les années 1712, 1713 & des observations sur le Detroit de Magellan et 1832. 1714, París, Nyon, Didot, Quillau, 1732. sur les Patagons, t.1, París, Saillant & Nyon, Delalain, 1770. De Angelis, Pedro, (comp.), Colección de obras Gómez Langenheim, A., Elementos para la his- y documentos relativos a la historia antigua y toria de nuestras islas Malvinas, vol.1, Buenos Snow, William Parker, A two years’ cruise off moderna de las provincias del Río de la Plata, Aires, El Ateneo, 1939. Tierra del Fuego, the Falkland Islands, Patago- t.1, Buenos Aires, Imprenta del Estado, 1836. nia, and in the River Plate: a narrative of life in Gómez Langenheim, A., Elementos para la his- the southern seas, vol. 2, Londres, Longman, D’Urville, Flore des iles Malouines, [s.l.], [s.n.], toria de nuestras islas Malvinas, vol. 2, Buenos Brown, Green, Longmans & Roberts, 1857. 1825. Aires, El Ateneo, 1939. The establishment of an English in Falkner, Thomas, A description of Patagonia Hernández, José, Las Islas Malvinas, Buenos Falkland’s Island... ,[s.l.], [s.n.], [ s.d.]. and the adjoining parts of South America: Aires, Joaquín Gil, 1952. containing an account of the soil, produce, Thoughts on the Late Transactions respecting animals, vales, mountains, rivers, lakes &c. Moreno, Juan Carlos, Nuestras Malvinas. La Falkland’s Islands, Londres, T. Cadell, 1771. of those countries; the religion, governement, Antártida, Buenos Aires, El Ateneo, 1956. policy, customs, dress, arms, and language Vernet, Luis Emilio, Solicitud al H. Congreso of the indian inhabitants; and some particu- Moreno, Manuel, Reclamación del Gobierno de Argentino que hacen los herederos de D. Luis lars relating to Falkland’s Islands, Hereford, C. las Provincias Unidas del Río de la Plata contra Vernet pidiendo indemnización por la propie- Pugh, 1774. el de su Magestad británica, sobre soberanía y dad de los terrenos que le fueron concedidos posesión de las islas Malvinas [Falkland]: dis- por el gobierno argentino en las islas Malvinas, cusión oficial, Londres, Arturo Carlos Luthman, Buenos Aires, La Nación, 1878. 1841. Vernet, Luis, El derecho de la República Arjen- * Selección de obras presentes en la Biblioteca Nacional con temáticas referidas a las islas Malvinas. tina [sic] a las Islas Malvinas, 1832.

76 División Libros Estudios, crónicas y testimonios

Academia Nacional de la Historia, Exposición Groussac, Paul, Las Islas Malvinas, Buenos Moneta, José Manuel, ¿Nos devolverán las histórica de las Islas Malvinas, Georgias del Aires, Comisión Protectora de Bibliotecas Po- Malvinas?... Los actuales problemas malvi- Sur y Sandwich del Sur: Salón Peuser, 24 de pulares, 1936. neros, Buenos Aires, Artes Gráficas Súper, julio - 7 de agosto de 1964, Buenos Aires, 1970. Academia Nacional de la Historia, 1964. Guber, Rosana, De chicos a veteranos: me- morias argentinas de la guerra de Malvinas, Palermo, Vicente, Sal en las heridas: las Mal- Caillet-Bois, Horacio, Una tierra Argentina: las Buenos Aires, Antropofagia, 2004. vinas en la cultura argentina contemporánea, islas Malvinas, Buenos Aires, Academia Nacio- Buenos Aires, Sudamericana, 2007. nal de la Historia, 1982. Instituto de Historia Argentina Doctor Emilio Ravignani, Colección de documentos relativos Rozitchner, León, Las Malvinas: de la “gue- Caillet-Bois, Ricardo R., Las Islas Malvinas: a la historia de las Islas Malvinas, Buenos Ai- rra sucia” a la “guerra limpia”, Buenos Aires, ensayo basado en una nueva y desconocida res, Universidad de Buenos Aires, 1957. CEAL, 1985. documentación, Buenos Aires, Ediciones Peu- ser, 1948. King, Philip Parker y Fitzroy, Robert, Derrotero Greenleaf Cilley Hernández, Ernesto (comp.), de las costas de la América meridional desde María Sáez de Vernet cronista de nuestra Canclini, Arnoldo, Malvinas 1833: antes y des- el Río de La Plata hasta la bahía de Panamá soberanía en Malvinas, [s.n.], Puerto Luis, pués de la agresión inglesa: un estudio docu- con inclusión del estrecho de Magallanes, de 1989. mental, Buenos Aires, Claridad, 2007. las Islas Malvinas y Galápagos, Madrid, Depó- sito Hidrográfico, 1865. Speranza, Graciela y Cittadini, Fernando, Par- Da Fonseca Figueira, José Antonio, David tes de guerra: Malvinas 1982, Buenos Aires, Jewett: una biografía para la historia de las Kon, Daniel, Los chicos de la guerra: hablan Edhasa, 2005. Malvinas, Buenos Aires, Sudamericana, Pla- los soldados que estuvieron en Malvinas, Bue- neta, 1985. nos Aires, Galerna, 1983. Tinker, David, Malvinas: cartas de un marino inglés, Buenos Aires, Emecé, 1983. Destefani, Laurio H., Síntesis de la geografía Lorenz, Federico, Las guerras por Malvinas, y la historia de las Islas Malvinas, Georgias y Buenos Aires, Edhasa, 2006. Sandwich del Sur, Buenos Aires, Centro Na- cional de Documentación e Información Edu- Lorenz, Federico, Fantasmas de Malvinas: un cativa, 1982. libro de viajes, Buenos Aires, Eterna Cadencia, 2008. Fitte, Ernesto J., Cronología marítima de las islas Malvinas, Buenos Aires, [s.n.], 1968. Cardoso, O., Kirschbaum, R. y Van Der Kooy, E., Malvinas: la trama secreta, Buenos Aires, Sudamericana, 1984.

77 Narrativa y poesía

Basualdo, Sebastián, Cuando te vi caer, Bue- nos Aires, Bajo la Luna, 2008.

Borges, Jorge Luis, Los conjurados, Madrid, Alianza, 1985

Fogwill, Rodolfo, Los pichiciegos, Buenos Ai- res, El Ateneo, 2010.

Forn, Juan, Nadar de noche, Buenos Aires, Planeta, 1991.

Fresán, Rodrigo, Historia argentina, Buenos Aires, Planeta, 1991.

Gamerro, Carlos, Las Islas, Buenos Aires, Si- murg, 1998.

Giardinelli, Mempo, Cuentos completos, Bue- nos Aires, Seix Barral, 1999.

Ratto, Patricia, Nudos, Buenos Aires, Adriana Hidalgo, 2008.

Soriano, Osvaldo, A sus plantas rendido un león, Buenos Aires, Sudamericana, 1986.

Vieytes, Raúl, Kelper, Buenos Aires, Clarín Aguilar, 1999.

78 79 Biblioteca Nacional Director Horacio González I Subdirectora Elsa Barber I Directora del Museo del libro y de la lengua María Pia López I Directora Técnico Bibliotecológica Elsa Rapetti I Director de Administración Roberto Arno I Director de Cultura Ezequiel Grimson.

Archivo General de la Nación Director Juan Pablo Zabala I Subdirector Pedro Bevilacqua

Malvinas. Archipiélago de la memoria Curaduría Federico Lorenz I Equipo de Investigación Verónica Gallardo, Roberto Casazza, Bárbara Maier, Daniel Campione, Emiliano Ruiz Díaz, Lucía Casasbellas Alconada, Jorge Díaz, Gustavo Míguez, Patricia Castro, Florencia Ubertalli, Cecilia Larsen, Andrés Tronquoy I Mapas celestes Constantino Baikouzis

80 81 Biblioteca Nacional de la República Argentina Agüero 2502 I Ciudad Autónoma de Buenos Aires www.bn.gov.ar 83 84