Artículo 1. Dirigirse Al Sr. Ministro De Relaciones Ex
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Senado de la Nación Secretaría Parlamentaria Dirección Publicaciones (S-1079/07) PROYECTO DE RESOLUCIÓN El Senado de la Nación RESUELVE: Artículo 1. Dirigirse al Sr. Ministro de Relaciones Exteriores y Culto a fin de sugerirle disponga un estudio sobre las implicancias jurídico- políticas de la British Nationality (Falkland Islands) Act 1983 y la British Overseas Territories Act 2002: leyes del Reino Unido por las cuales ese país reconoce que, tal como lo sostiene la República Argentina, los habitantes de las islas Malvinas no constituyen una entidad separada, sino que son ciudadanos británicos. Artículo 2. Proponer al Sr. Ministro que se analice la oportunidad de presentar copias de dichas leyes, a título de prueba supletoria, ante el Comité de Descolonización de la Organización de las Naciones Unidas. Teniendo en cuenta tal posibilidad, correspondería al Ministerio evaluar la validez del siguiente razonamiento: El Reino Unido invoca la voluntad de los isleños para justificar el mantenimiento del status colonial; pero la legislación actual del propio Reino Unido reconoce que los isleños, lejos de constituir un pueblo (requisito esencial para que nazca el derecho a la autodeterminación) son tan británicos como los londinenses. Esto excluye cualquier posibilidad de que se los considere “terceros” en la disputa angloargentina por la soberanía de las islas; y refuerza la posición de la República Argentina, según la cual una eventual solución debe respetar sus “intereses”, pero no estar sujeta a sus “deseos”. (En el Anexo de la presente Resolución, y al solo efecto ilustrativo, se desarrolla este argumento, partiendo de un análisis histórico) Artículo 3. Sobre la base del hecho nuevo a que se refieren los artículos anteriores, invitar al Sr. Ministro a considerar la conveniencia de que se inicie, en todos los foros internacionales y organismos multilaterales, una acción diplomática tendiente a presionar por la reanudación de las negociaciones diplomáticas bilaterales sobre el futuro de las Malvinas. Se trataría de una campaña, no limitada a organismos específicos, tendiente a eliminar un foco de tensión en el Atlántico Sur, cuya permanencia no conviene a los intereses de nadie: ni de la República Argentina, ni los habitantes de las islas, ni del Reino Unido, ni de la comunidad internacional. Artículo 4. Comuníquese. Rodolfo Terragno.- Carlos A. Reutemann.- Marcelo E. López Arias.- Juan C. Marino.- Sonia Escudero.- Rubén Giustiniani.- Ernesto Sanz.- Gerardo R. Morales.- Mabel L. Caparrós.- ANEXO INDICE INTRODUCCIÓN 1. EVOLUCIÓN DE LOS ARGUMENTOS BRITÁNICOS DESDE 1833. 1.1. Los títulos históricos del Reino Unido, puestos en duda por una autoridad imparcial. 1.2. Documentos del Foreign Office que contradecían la pretensión británica y llevaron al Reino Unido a no aceptar el arbitraje internacional. 1.3. Secreto de Estado I: Los documentos, sustraídos del escrutinio público a partir de 1920. 1.4. Memorandos reveladores de la incertidumbre del propio Foreign Office. 1.5. Secreto de Estado II: Los memorandos, sustraídos al dominio público en 1982. 2. PRESUNTOS TITULOS HISTÓRICOS, INVOCADOS POR EL REINO UNIDO, QUE NO RESULTARON SUSTENTABLES. 2.1. SUPUESTO PRIMER AVISTAJE (1592). 2.1.1. Mapas anteriores a 1592 en los cuales aparecen las Malvinas. 2.1.2. Avistajes y desembarcos que habrían dado origen a la cartografía previa a 1592. 2.1.3. Fuentes oficiales británicas echan dudas sobre el supuesto primer avistaje. 2.2. SUPUESTO PRIMER DESEMBARCO (1690). 2.2.1. Desembarcos durante siglo y medio, antes de 1690. 2.2.2. El desembarco de Camargo (1540) citado en el sitio web de la RAF. 2.3. SUPUESTO PRIMER ASENTAMIENTO (1765). 2.3.1. Asentamiento francés en la isla oriental (1764) y ulterior reconocimiento de la soberanía española. 2.3.2. Admisión francesa: “Intrusos establecimientos en las islas de Su Majestad Católica”. 2.3.3. El posterior asentamiento británico en Port Egmont y el acuerdo anglo- español de 1771. 2.4. SUPUESTA “RES NULLIUS” (1833). 2.4.1. Gobernadores españoles de las islas (1767-1810). 2.4.2. Criollos entre los gobernadores españoles. 2.4.3. Hechos que prueban la administración efectiva de las islas. 2.4.4. Convenio de San Lorenzo el Real (1790). 2.4.5. La Argentina como continuadora jurídica de España. 2.4.6. Ejercicio efectivo de la soberanía argentina (1810-1833). 2.5. SUPUESTA PRESCRIPCIÓN ADQUISITIVA. 2.5.1. La prescripción interrumpida por los reclamos constantes desde 1833 hasta la fecha. 3. EL PRINCIPIO DE AUTODETERMINACIÓN COMO “ULTIMA RATIO”. 3.1. La nacionalidad de los isleños: clave del supuesto derecho de autodeterminación. 3.2. Posición argentina: como súbditos británicos, no pueden arbitrar un conflicto en el cual el Reino Unido es parte. 3.3. Preeminencia del principio de integridad territorial. 3.4. ONU: En la disputa, hay sólo dos partes. 3.5. El deseo de los isleños como argumento remanente. 3.6. Por la British Nationality Act 1981, los isleños no eran ciudadanos británicos. 3.7. Principio elaborado durante el conflicto de 1982: “Los deseos de los isleños son supremos”. 3.8. La British Nationality (Falkland Islands) Act 1983 otorgó ciudadanía británica a los isleños y puso al Reino Unido en una contradicción. 3.9. Ahora es automático: la British Overseas Territories Act 2002 confiere la nacionalidad británica por el solo hecho de nacer en las islas. 3.10. Proyectos británicos de afirmar la posesión mediante distintos grados de “independencia”. 3.10.1. La “Constitución” de las Falkland Islands [Malvinas], 1985. 3.10.2. La “Constitución” de Gibraltar, 2002. 3.10.3. Peculiaridades del caso Gibraltar. 3.10.4 Gibraltar y la aplicación indebida del principio de autodeterminación. 3.10.5. Posibles medidas del Reino Unido con relación a las islas. 3.10.6. Inviabilidad de una genuina independencia. 3.10.7. Argumentos levantados en el Reino Unido y las islas a favor de grados crecientes de autonomía. INTRODUCCIÓN En estas semanas se conmemora un cuarto de siglo de la Guerra de las Malvinas. El tiempo transcurrido (aproximadamente una generación) ha sido suficiente para sosegar ánimos, pero no ha permitido avanzar ni un milímetro hacia la solución del conflicto argentino-británico. El mantenimiento de ese conflicto crea una situación de inestabilidad en el Atlántico Sur, que no es buena para las partes, ni para los habitantes de las islas, ni para la comunidad internacional. La reanudación de las negociaciones no se producirá por la mera insistencia de la Argentina en sus presentaciones anuales ante el Comité de Descolonización de las Naciones Unidas. Es necesario despertar el interés de la comunidad internacional, para que ésta promueva y facilite la reanudación de las negociaciones diplomáticas entre las dos partes en conflicto. Si bien el conflicto lleva 104 años, y hace 25 fue temporalmente dirimido por las armas, es importante tener en cuenta que en este cuarto de siglo se han producido hechos nuevos, hasta ahora no expuestos por la Argentina. Durante años, nuestro país se negó a aceptar la posición del Reino Unido, que sujetaba la solución del diferendo a los “deseos” de los isleños. La República Argentina sostenía que los habitantes de las islas no constituían un pueblo, carecían de identidad propia y –como británicos que eran—no podían ser jueces y parte en el conflicto anglo-argentino. Esa interpretación era negada por el Foreign Office y, también, por la ley británica, que consideraba a los habitantes de Malvinas como “ciudadanos de un territorio de ultramar”. La situación ha cambiado radicalmente y, desde 1983 y 2002, la ley británica dice exactamente lo mismo que la República Argentina: los isleños son ciudadanos británicos; tan británicos como los londinenses. No pueden, por lo tanto, ser considerados una tercera parte. El presente proyecto supone que se presenten copias de esas leyes ante la ONU, a título de prueba; supletoria, porque no es la única que funda la posición argentina, pero importante por implicar una confesión de parte. Simultáneamente se prevé el inicio de una campaña diplomática internacional, promoviendo las negociaciones bilaterales. La iniciativa se basa en los argumentos que se detallan a continuación: EVOLUCIÓN DE LOS ARGUMENTOS BRITÁNICOS DESDE 1833 Las razones esgrimidas por el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte [en adelante, el Reino Unido o Gran Bretaña] para no reintegrar las Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los espacios marítimos e insulares correspondientes [en adelante, por brevedad, Malvinas] a la República Argentina han ido cambiando con el tiempo, a medida que la evidencia histórica demolía los argumentos originales: primer avistaje, primer desembarco, primer asentamiento, prescripción adquisitiva. Es importante analizar esa evolución, porque eso demostrará la trascendencia que tiene hoy la nacionalidad o potencial nacionalidad de los isleños. Aun cuando los fundamentos de un proyecto de ley no imponen, en materia histórica, un rigor académico, he procurado ofrecer la versión más completa, fidedigna y precisa posible. La verificación de fechas y nombres correctos, así como la eliminación de anacronismos y datos no confirmados –vicios estos muy frecuentes en la bibliografía sobre Malvinas—demandó un tiempo y un esfuerzo que, creo, servirán para respaldar el proyecto. La bibliografía consultada, que no cito para no intrincar el texto, está a disposición de las senadoras y los senadores. 1.1. Los títulos históricos del Reino Unido, puestos en duda por una autoridad imparcial. El historiador norteamericano Julius Goebel (1892-1973), que realizó