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MEMORIAS DE MI GENERACIÓN URD-FUR: recuperación de su legado Américo Cifuentes Rivas Memorias de mi generación URD-FUR: recuperación de su legado © Américo Cifuentes Rivas Primera edición: junio 2015 ISBN: 978-9929-688-23-0 Diagramación: Irene Méndez Portada: Angela Morales Corrección texto: Iris Rueda Impresión Universidad de San Carlos de Guatemala Dirección General de Investigación ©Universidad de San Carlos de Guatemala, Dirección General de Investigación, 2015. Los textos son responsabilidad exclusiva de sus autores. ÍNDICE Prólogo .......................................................V Nuestra historia nacional y las memorias de Américo Cifuentes Rivas ...... XV Palabras iniciales ........................................1 Esta historia tiene cómplices… ...................5 ¿Cómo inició esta historia? .........................7 La huida ...................................................23 Incorporación a la acción política .............55 “Meme” Colom: el único urbanista .......... 103 El exilio ................................................. 209 Hacía el retorno ..................................... 253 Medio siglo de lucha revolucionaria ......... 283 Anexos Anexo I Última entrevista de Colom Argueta concedida a la prensa internacional ..........287 Anexo II Manuel Colom Argueta .............................293 Anexo III Adolfo Mijangos López, una vida compartida ................................. 305 Anexo IV Práctica parlamentaria del Dr. Adolfo Mijangos López ......................... 333 Anexo V Dr. Oscar Adolfo “Fito” Mijangos López (1929-1971 ...................... 347 Anexo VI Alberto Fuentes Mohr ............................... 357 Anexo VII Fotos ........................................................ 367 Anexo VIII Fichas Archivo Histórico ...........................375 PRÓLOGO Desde los confines de la memoria, oía yo siendo un niño y posteriormente un adolescente a mis amigos del barrio y del colegio hablar de “Don Américo”, en el seno de la Colonia Jardines de Utatlán I, ubicada en la zona 7 capitalina. Era el padre de otros niños más pequeños, Glenda y Paul, que vivían en el famoso ca- llejón en el que habitaban queridas familias como los Zea Sandoval, los Zamboni Chang, los Kumerfelt, los Morales, la familia de Don Washington Vega y los Ro- dríguez, sólo para mencionar algunas, muy cerca del campito de juegos y de la piscina. Sabía quién era “Don Américo”, porque él era miem- bro del Frente Unido de la Revolución –FUR- y fue candidato a la alcaldía capitalina, a finales de la dé- cada de los setentas, por eso cuando supe de la ne- cesidad de su exilio y posteriormente la partida de su familia a Honduras, no dejo de conmovernos. Muchos años después, a su retorno a Guatemala, lo comencé a tratar y a conocerlo personalmente, a escucharlo en torno a la historia política de Guatemala que le tocó vivir, que me pareció imprescindible sugerirle que es- cribiera sus memorias, que hoy me honro en prologar. V _________________________________________________________________Prólogo En estas remembranzas, nos relata en torno a sus orí- genes familiares y de su pueblo, la cabecera de Hue- huetenango. No olvida los años de estudio en la pri- maria y retrata bien la precariedad de aquellos años en una cabecera de un departamento, bastante ale- jado de la capital. Recuerda a las familias de su ba- rrio y los amigos de la infancia y posteriormente de la adolescencia, en la ciudad de las fiestas julias. Cuan- do llegan los años de estudio, en la secundaria, es la hora de dejar el hogar para trasladarse a la ciudad de Quetzaltenango, en donde fuera interno en el Instituto Nacional para Varones de Occidente, el famoso INVO; en donde fuera becado en los años del proceso revo- lucionario de Octubre de 1944-1954. En ese centro educativo, forja amistades de toda la vida, como lo fueran los hermanos Lucas Campos, Roberto y Ma- rio Augusto (el famoso Chío), hermanos de mi sue- gra, Doña Martha Margarita Campos Lucas de Pérez, éste último asesinado por unos asaltantes cuando era un estudiante de medicina cercano a su graduación y de otros escolares como Guillermo Escobedo, mejor conocido como “Pescuezo”, médico y cirujano con los años y los otros miembros del equipo de básquet ball, como Leopoldo Sajché, además del propio Cifuentes Rivas. No olvida a sus maestros y profesores, como tampoco a las primeras reivindicaciones a las autori- dades del INVO por la pésima calidad de la comida, en el internado altense. Le toca vivir, conjuntamente con una generación de excelentes jóvenes guatemaltecos, los años de la Re- volución de Octubre, que le sirven para templar su carácter y sus convicciones políticas. En las postrime- rías del gobierno del Dr. Juan José Arévalo Bermejo VI Eduardo Velásquez_____________________________________________________ se gradúa de Maestro en la ciudad de la estrella. Se traslada a la capital, a escondidas de los padres, pues tiene el deseo de trabajar y desarrollarse en la capi- tal. La fortuna quiso que no ingresara al ejército de Guatemala y que comenzara a trabajar en Caminos para luego convertirse en un estudiante universita- rio en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad de San Carlos de Guatemala. Abraza con dedicación sus estudios pero no deja de ser un estudiante vinculado a la política universitaria, en un primer momento en la Asociación de Estudiantes “El Derecho” de su querida facultad. Le toca vivir la caída del Presidente Constitucional de la República, coronel Jacobo Arbenz Guzmán, a manos de la intervención norteamericana en junio-julio de 1954 y de la derecha extrema, civil y religiosa. Para entonces, se alista para ir al frente de batalla, pero los camineros lo bajan del camión, diciéndole que no podían llevar niños. Su ge- neración universitaria y él mismo no se amilanan y continúan luchando. Ve con admiración a los 33 pro- fesionales y estudiantes que firman un manifiesto en el que fijan su posición en contra del plebiscito que pretendía refrendar la calidad de Jefe de Estado a un golpista financiado por el Departamento de Estado y la CIA, como lo fuera el coronel Carlos Castillo Armas. Tampoco se amedrentan los cadetes de la Escuela Po- litécnica y derrotan a los miembros del “Ejército de la Liberación” el 2 de agosto de 1954; haciendo lo que no hicieron sus superiores militares. El 25 de junio de 1956 los estudiantes universitarios comandan al pueblo capitalino y sufren una represión sangrienta, que causan masacres, carceleadas y exi- lios, en la que Don Américo participa activamente y VII _________________________________________________________________Prólogo por lo cual sufre la primera prisión de su vida. El 26 de julio de 1957, un ala de la extrema derecha elimi- na al caudillo liberacionista Castillo Armas, supues- tamente en la casa presidencial. Cuando la extrema derecha se encuentra conmovida por la pérdida de su líder, los revolucionarios aprovechan para aglutinarse y revivir al Partido Revolucionario para dar la batalla en los anunciados comicios en donde los candidatos liberacionistas y reaccionarios se disputan la presi- dencia de la República hasta que la obtiene el coronel e ingeniero Miguel Ramón Idígoras Fuentes el 30 de marzo de 1958. Como se sabe, Idígoras Fuentes permite el funciona- miento de bases estadounidenses en nuestro territorio para la invasión de Bahía de Cochinos, lo que pro- voca el Movimiento Revolucionario 13 de noviembre de 1960, entre otras razones. Histórica es la reunión de los líderes rebeldes, Marco Antonio Yon Sosa, Luis Turcios Lima y Luis Trejo Esquivel con los líderes civi- les revolucionarios, Manuel Colom Argueta, Francisco Villamar Kramer, Adolfo Mijangos López en la casa de habitación de Don Américo para discutir la forma en que se presentará la lucha de los guatemaltecos contra el status quo impuesto por la intervención estadouni- dense en Guatemala. Fue en aquella reunión que los Comandantes revolucionarios militares decidieron in- vitar a los líderes civiles a la lucha armada y los civiles se decantan por la lucha política. Dos años después el pueblo de la capital mantiene a raya al gobierno de Idígoras Fuentes por dos meses, mostrando su recha- zo a la represión, corrupción y a la conculcación de sus derechos ciudadanos. De nuevo están presentes los estudiantes, tanto de educación media como los VIII Eduardo Velásquez_____________________________________________________ universitarios y el pueblo en esas luchas. Don Améri- co y su generación también están presentes. A estas luchas se les conoce en nuestra historiografía como “jornadas de marzo y abril” de 1962. Manuel Colom Argueta, amigo y correligionario de Ci- fuentes Rivas, afirma que Idígoras Fuentes permite el retorno del Dr. Arévalo Bermejo al país y le ofrece po- der participar en las elecciones convocadas, pero la extrema derecha ajena al gobernante en total acuerdo con el ejército de Guatemala dan un golpe de estado el 30 de marzo de 1963, que lleva al ministro de la defensa nacional a la jefatura del Estado, Coronel En- rique Peralta Azurdia, impidiendo con ello el eventual retorno a la Presidencia del destacado pedagogo. Para entonces la primera guerrilla se organiza, se fortale- ce y comienza su lucha, especialmente en el oriente de Guatemala. “Fito”, “Meme”, “Pancho” y sus com- pañeros, entre los que se encuentra “Don Américo”, prefieren aglutinarse en la Unidad Revolucionaria De- mocrática -URD- para dar la lucha por la vía legal y de nuevo denuncian los métodos antidemocráticos en la convocatoria de una constituyente, que en plani- lla única