Juan Antonio Quirós Castillo ¿Por qué excavar en grandes extensiones? Arqueología de los despoblados alaveses y el estudio de la aldea de Zornoztegi (Salvatierra)

[A stampa in Agurain 1256-2006. Congreso 750 aniversario de la fundación de la villa de Salvatierra, Vitoria-Gasteiz 2011, pp. 379-402 © dell’autore - Distribuito in formato digitale da “Reti Medievali”, www.retimedievali.it].

Juan Antonio Quirós Castillo Arqueología de los despoblados alaveses

¿POR QUÉ EXCAVAR EN GRANDES EXTENSIONES? ARQUEOLOGÍA DE LOS DESPOBLADOS ALAVESES Y EL ESTUDIO DE LA ALDEA DE ZORNOZTEGI (SALVATIERRA-AGURAIN)

Juan Antonio Quirós Castillo1 UPV/EHU

RESUMEN

En esta comunicación se defiende la necesidad de desarrollar una arqueología de los despoblados en con el fin de analizar la for- mación del paisaje medieval y las transformaciones sociales que han tenido lugar en la fase final de la Alta Edad Media. En particular se plantea que el único procedimiento válido para llevar a cabo el reconocimiento de estos yacimientos es el empleo de excavaciones en grandes extensiones que permitan identificar estructu- ras y elementos que no tienen visibilidad en superficie. Se presentan, igualmente, los resultados de la primera campaña de excavaciones en el despoblado de Zornoztegi (Salvatierra-Agurain).

Palabras clave: Despoblado, Paisaje Medieval, Agurain, Salvatierra, Zornoztegi, Open Area.

1 Grupo de Investigación en Arqueología Medieval y Postmedieval. Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea, C/ F. Tomás y Valiente s/n, 01006 Vitoria-Gasteiz. El presente trabajo ha sido realizado en el marco del proyecto de investigación HUM2006-02556/HIST financiado por la Dirección General de Investigación del Ministerio de Educación y Ciencia. La excavación arqueológica de Zornoztegi ha sido financiada por la Diputación Foral de Álava y el Ayuntamiento de Salvatierra – Agurain. Quere- mos mostrar nuestro agradecimiento al Ayuntamiento de Salvatierra, a todo su personal que participa en el proyecto, y en particular al alcade, Iñai Beraza, sin los cuales los trabajos en Zornoztegi no se hubieran podido celebrar. Igualmente el apoyo del Museo de Arqueología de Álava, y en especial de Amelia Baldeón, ha sido fundamental.

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1. Introducción do esencialmente en la llanada alavesa, y de forma particular en su sector oriental, aunque En el año 2002 el Área de Arqueología no se han dejado de lado otros sectores de la de la Universidad del País Vasco inició un geografía alavesa. Las prospecciones se rea- proyecto de investigación destinado a estudiar lizaron en los años 2001-2003 mediante una el proceso de formación del paisaje medieval estrategia de muestreo articulada en bandas alavés a través de la realización de una serie separadas entre sí a distancias regulares, y de trabajos de campo y la revisión de la docu- aplicando una metodología intensiva y siste- mentación escrita y toponímica de los siglos mática de análisis del territorio (fig. ).1 IX-XII2. A través de estas investigaciones se han querido analizar, desde bases arqueoló- Los principales objetivos que se han gicas, algunas de las principales temáticas de perseguido con esta prospección han sido, por investigación que plantea en la actualidad el un lado, analizar la visibilidad de las primeras estudio de las sociedades rurales medievales aldeas conocidas en torno al año mil a través alavesas, como el proceso de formación del de la documentación escrita (especialmen- paisaje medieval, el surgimiento de la red te en el caso de los despoblados), así como aldeana, o la creación de un modelo arqueo- detectar las transformaciones diacrónicas del lógico de análisis de la sociedad feudal3. Son poblamiento que han conducido desde la des- todos ellos argumentos que están en el centro articulación del poblamiento romano hasta la del debate de la Arqueología Medieval euro- conformación del tejido actual. pea de la última década4, y que aún no han sido abordados en toda su complejidad en am- Sin embargo, a través de los trabajos plios sectores de la Península Ibérica5. de campo ha sido posible constatar como las tareas agrícolas recientes han alterado sus- Como área de estudio, el proyecto de tancialmente la naturaleza de los depósitos investigación mencionado se ha desarrolla- arqueológicos. La propia conformación de la llanada alavesa ha favorecido el desarrollo de 2 QUIRÓS CASTILLO, Juan Antonio, ELORZA Lorena, una agricultura mecanizada en relación con el SALSAMENDI Izadi, “Prospecciones en la Llanada alavesa. proceso de concentración parcelaria, lo que II Campaña”. En: Arkeoikuska 03, 2004; pp. 76-81; QUIRÓS CASTILLO Juan Antonio. “Prospecciones en la Llanada alave- ha tenido efectos muy notables en el recono- sa. I Campaña”. En Arkeoikuska 02, 2003; pp. 62-68. cimiento y probablemente en la conservación 3 QUIRÓS CASTILLO Juan Antonio, “La Llanada oriental entre la tardoantigüedad y el año mil: las transformaciones en de los yacimientos arqueológicos (fig. 2). Así la estructura del hábitat y del poblamiento rural”. En Ernesto por ejemplo se ha podido constatar que en va- Pastor Dí az de Gara y o (coord.), La llanada oriental a tra- rios yacimientos donde se tenía constancia de vés de la historia: claves desde el presente para comprender nuestro pasado, Diputación Foral de Álava, Vitoria, 2003, pp. la existencia de ocupaciones medievales co- 43-51 nocidas a través de la documentación escrita 4 FRANCOVICH Riccardo, HODGES Richard, Villa to vil- lage. The transformation of the Roman Countryside in Italy, c. y/o identificadas a través de prospecciones 400-1000, London, 2003; ZADORA RIO Elisabeth. “L’habitat previas era frecuente hallar muy pocos mate- rural au Moyen Age”. En Les nouvelles de l’archéologie 92, riales arqueológicos, o incluso no se hallaba 2º trimestre, 2003, pp. 5-34; VALENTI Marco, L’insediamento 6 altomedievale nelle campagne toscane. Paesaggi, popolamento ninguno . e villaggi tra VI e X secolo, Firenze, 2004; WICKHAM Chris, Framing the Early Middle Ages. Europe and the Mediterrane- an, 400-800, Oxford, 2005, pp. 442-518. Una vez que se constató las limitaciones 5 Entre los trabajos recientes para nuestro territorio se señala que presentan las prospecciones de superficie, QUIRÓS CASTILLO, Juan Antonio. La génesis del paisaje se planteó la necesidad de recurrir a una es- medieval en Álava: la formación de la red aldeana, “Arqueo- logía y Territorio Medieval” 13.1, 2006, pp. 49-94; QUIRÓS trategia intensiva mediante la excavación de CASTILLO Juan Antonio, VIGIL ESCALERA GUIRADO Alfonso, 2007, Networks of peasant villages between Toledo and Uelegia Alabense, Northwestern (V-Xth centuries, 6 Entre otros ejemplos Bagoeta, Guernica, Zaballa, etc. Ver “Archeologia Medievale” XXXIII, pp. 79-128. nota 13.

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En cambio, en la Arqueología Medie- val española, y en particular en el Norte de la Península Ibérica, esta temática no ha sido prácticamente desarrollada, de tal manera que son muy escasos los ejemplos de despobla- dos medievales en los que se han analizado los espacios residenciales, privilegiando sus- tancialmente otras temáticas de carácter mo- numental, como las iglesias, las necrópolis o los centros fortificados. De hecho, salvo casos puntuales como el del despoblado de Fuente- fig. 1 ungrillo (Valladolid), el estudio de los espa- yacimientos representativos de las distintas cios agrarios o el análisis extensivo de despo- problemáticas que se querían abordar en el blados mencionados documentalmente, no se proyecto de investigación, por lo que se so- ha desarrollado una verdadera arqueología de licitó en el año 2003 un permiso para realizar las aldeas medievales9. la excavación arqueológica del despoblado de Zornoztegi (Salvatierra-Agurain). La ausencia de esta “desmonumentali- zación” de la Arqueología Medieval del Norte La decisión de intervenir arqueológi- peninsular en los últimos 30 años ha tenido, camente en los despoblados medievales ala- desde nuestro punto de vista, efectos muy veses responde esencialmente a tres razones notables a la hora de avanzar en el desarrollo principales: de modelos y propuestas teóricas de amplio respiro sobre el proceso de formación de los 1. En primer lugar, los despoblados me- paisajes medievales o las sociedades feudales. dievales constituyen un ámbito de observa- De hecho, la lectura del registro arqueológico ción privilegiado de las principales temáticas ha sido siempre deudora de los modelos inter- que se pretenden abordar en este proyecto de pretativos generados desde la historiografía. investigación; el proceso de formación del paisaje medieval, la génesis de las aldeas me- dievales y la conformación de las sociedades feudales7.

A este propósito es importante seña- lar que la arqueología de los despoblados ha constituido la base a partir de la cual se ha desarrollado en los últimos decenios la re- ciente Arqueología Medieval en toda Europa. A partir de las experiencias desarrolladas en los años 50 en Inglaterra, Polonia o Alemania, el estudio arqueológico de los despoblados ha fig. 2 constituido la base fundacional de la moderna Arqueología Medieval francesa o italiana8. sucinta en QUIRÓS CASTILLO, Juan Antonio. “L’archeologia dell’insediamento abbandonato postmedievale”. En Archeolo- gia Postmedievale 1, 1997, p. 102-106. 7 Sobre estos aspectos ver QUIRÓS CASTILLO Juan Anto- 9 Un panorama general suficientemente representativo es el nio, 2007, “La aldea de los historiadores y de los arqueólogos que presenta para el Norte peninsular BOHIGAS ROLDÁN en el Norte peninsular”. En Territorio, Sociedad y Poder. Revis- Ramón. “La cultura material en torno al milenio. Reinos cris- ta de Estudios Medievales 2, pp. 63-86. tianos”. En Actas del V Congreso de Arqueología Medieval Es- 8 Algunos hitos historiográficos han sido planteados de forma pañola, Valladolid, 2001, vol 2, pp. 515-546.

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Y mientras en otros sectores europeos el tes y significativas con las que cuenta el Patri- estudio de un tipo de yacimiento, como son monio Cultural alavés. los despoblados, se ha reconducido a través de temáticas tan complejas como el proceso De todas formas hay que señalar que se de incastellamento, la génesis de la red al- trata de un cálculo por defecto, ya que otros deana o el desarrollo de poderes territoriales inventarios y prospecciones posteriores han a través de las transformaciones del paisaje, permitido ampliar significativamente su nú- con frecuencia en el Norte peninsular estas mero. Así por ejemplo, un inventario reali- transformaciones sociales se han leído o in- zado en los años 80 reconocía la existencia tuido a través del reflejo indirecto que supone de 128 despoblados únicamente en la llanada la construcción de templos o de fortificacio- alavesa12. nes10.

Por todos estos motivos creemos que el desarrollo de una arqueología de las aldeas que potencie el estudio de los despoblados y sus espacios agrarios constituye en la actua- lidad una prioridad de primer orden para el desarrollo de la Arqueología Medieval en el Norte Peninsular. De hecho, hay que subra- yar que la arqueología de los despoblados ha jugado un papel muy destacado en el notable crecimiento que ha conocido en los últimos años la Arqueología medieval del sector meri- fig. 3 dional peninsular. Muchos de estos despoblados son aún 2. En segundo lugar, el estudio arqueo- reconocibles por la presencia de “ermitas tes- lógico de Zornoztegi está directamente rela- tigo”, que constituyen el último testimonio de cionado con la dimensión patrimonial del fe- estas aldeas (fig. 3). En todo caso, más de un nómeno de los despoblados en Álava. centenar de estas iglesias han desaparecido en el curso de los siglos XIX y XX, e inclu- En el caso alavés se cuenta con una im- so algunas de las existentes en la actualidad, portante tradición de estudio e inventario de como la ermita de San Miguel de Alangua, se despoblados medievales, destacando la labor encuentran prácticamente derruidas. En otros desarrollada por G. López de Guereñu Galá- casos, como el despoblado de Ula, situado en rraga. Se debe a este autor un exhaustivo catá- la proximidad de Salvatierra, la iglesia se ha logo de 304 despoblados o mortuorios medie- transformado en un caserío (fig. ).3 vales y modernos11, concentrados en su mayor parte en la llanada alavesa, constituyendo una Paradójicamente, a pesar de existir una de las entidades patrimoniales más importan- tradición de estudios de despoblados, de ser visibles a través de las “ermitas testigo” y de

10 Miquel Barceló ha planteado con tanta claridad las li- la importancia que tienen los despoblados en mitaciones que plantea este tipo de aproximación al registro material; BARCELÓ Miquel, “La arqueología extensiva y el estudio de la creación del espacio rural”. En Arqueología Me- 12 ALDAY Alfonso, IRUZAR Enrique, VEA-MURGUÍA dieval. En las afueras del “medievalismo”, Barcelona, 1988, José Martín, Los núcleos deshabitados o en vías de despobla- pp. 196-202. miento de la provincia de Álava. Investigación bibliográfico 11 LÓPEZ DE GUEREÑU GALÁRRAGA Gonzalo, Toponi- y sobre el terreno. 1 La Llanada. Diputación Foral de Álava., mia alavesa; seguido de Mortuorios o despoblados y Pueblos Vitoria, 1985-1986. Agradecemos sinceramente a A. Alday la alaveses, 1990, pp. 531-588. posibilidad de acceder al estudio aún inédito.

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términos cuantitativos y cualitativos a la hora más representativos. Sin embargo, estas inter- de estudiar la Edad Media en Álava, aún no venciones han permitido identificar ermitas, han sido objeto de estudio a través de progra- necrópolis o en el mejor de los casos silos o mas de investigación arqueológica específi- indicios de diferente naturaleza relativos a la cos. ocupación medieval, que presentan una mayor visibilidad. Únicamente en algunos despobla- Es cierto que en los últimos decenios se dos (como Legardagutxi, Aistra, Reñanilla o ha intervenido en un número significativo de Castros de Lastra se han reconocido estructu- despoblados alaveses, generalmente, en oca- ras de carácter residencial. sión de programas de gestión del patrimonio arqueológico. Así, se han hecho excavaciones o controles en despoblados como los de Ais- La realidad es que nos encontramos ante tra, Quilchano, Amamio, Mostrejón, Legar- la presencia de un tipo de yacimiento dagutxi, Castros de Lastra, Zaballa, Guerni- caracterizado por un registro material “débil”, ca, Quintana, Mutilluri, etc.13, por señalar los constituido por estructuras de madera, de tierra y en raras ocasiones de piedra, y por lo tanto 13 Entre los principales despoblados estudiados se debe men- cionar los de Aistra (GARCÍA RETES Elisa. “El camino de frágil. Esto comporta problemas de visibilidad San Adrián (Guipúzcoa-Álava) en la ruta jacobea. Análisis do- e identificación de las estructuras, pero sobre cumental y arqueológico”, En Estudios de Arqueología Alave- todo plantea un gran reto, la protección y la sa 15, 1987, pp. 452 ss.; REYNOLDS Andrew, QUIRÓS CAS- TILLO Juan Antonio, “Aistra (). En Arkeoikuska 06, valorización de este tipo de estructuras. pp. 94-100), Quilchano (AZKARATE Agustin, FERNÁNDEZ De hecho, no deja de ser significativo DE JAUREGUI Aramtza. NUÑEZ Julio, “Documentación y análisis arquitectónico en el País Vasco. Algunas experiencias que los restos más importantes de los que dis- llevadas a cabo en Álava”. En Informes de la Construcción, ponemos de las primeras aldeas medievales se 46, 1995, pp. 65-77), Amamio (GARCÍA RETES Elisa., “El hayan encontrado en el interior de centros aún camino de San Adrián (Guipúzcoa-Álava) en la ruta jacobea. Análisis documental y arqueológico”. En Estudios de Arqueo- ocupados, como Vitoria-Gasteiz, Laguardia, logía Alavesa 15, 1997, pp. 459 ss.), Mostrejón (FERNÁN- Arcaya o Rivabellosa, aunque con frecuen- DEZ BORDEGARAI Javier, “Necrópolis medieval de Mostre- jón (Salvatierra-Agurain)”, Arkeoikuska 1993, Vitoria-Gasteiz, cia presenten un estado de conservación muy 1994, pp. 271-284), Legardagutxi (SÁENZ DE URTURI RO- condicionado por la continua ocupación del DRÍGUEZ Francisca, El “Despoblado de Legardagutxi (Ler- espacio14. manda, Álava). “Aproximación a su estudio ceramológico”. En XXIV Congreso Nacional de Arqueología, vol.5., Cartagena, 1997, pp. 197-204), Guernica (FILLOY NIEVA I., Despobla- Teniendo en cuenta estos antecedentes do de Guernica. En Arkeoikuska 06, pp. 247-251), Mutilluri (GIL ZUBILLAGA Luis, “Los silos de La Llana (, resulta prioritario desde nuestro punto de vis- Álava): Memoria de las campañas de excavación de 1995, 1996 y 1997”. En Estudios de Arqueología Alavesa 21, 2005, pp. 281-309), Castros de Lastra (Sáenz de Urturi F., 1982-1998, mino de Bagoeta, en Luko (Arrazua-Ubarrundia). En Arkeoi- Poblado de Los Castros de Lastra (Caranca, Valdegobía), “Ar- kuska 04, pp. 225) o Zaballa (Sáenz De Urturi F., 2001, Des- keoikuska” 81-82, pp. 16-17; 83, pp. 18-19; 84, pp. 24-26; 85, poblado de Zaballa, en Nanclares de la Oca. (Iruña de Oca), pp. 28-30; 86, pp. 28-31; 87, pp. 24-27; 88, pp. 24-27; 89, pp. Arkeoikuska 00, pp. 248-249). 35-38; 90, pp. 22-26; 91, pp. 39-44; 92, pp. 52-57; 93, pp. 53- 14 Para las excavaciones de Vitoria-Gasteiz ver AZKARATE 62; 94, pp. 93-98; 97, pp. 90-95), Reñanilla (Gil Zubillaga Agustín, SOLAÚN José Luis, “Después del Imperio Romano y Luis, 1997, Despoblado de Reñanilla (Elvillar), “Arkeoikuska” antes del año mil: morfología urbana, técnicas constructivas y 96, pp. 67-70), Pago de Eskide (Gil Zubillaga L., 1998-1999, producciones cerámicas”. En Arqueología de la Arquitectura 2, Yacimiento del Pago de Eskide (Yécora), “Arkeoikuska” 97, pp. 37-46; sobre Laguardia, Arcaya o Rivabellosa no se dispo- pp. 108-111; 98, pp. 80-81), Las Sepulturas y San Pablo (Gil ne aún de una síntesis, aunque los hallazgos son de gran interés Zubillaga L., 2001, Seguimiento arqueológico de las obras del y se cuenta con noticias preliminares que han ido apareciendo regadío de la Sonsierra: Excavación de los yacimientos de Las regularmente en los últimos números de la revista Arkeoikus- Sepulturas y San Pablo, “Estrato. Revista riojana de arqueo- ka, y en particular AJAMIL BAÑOS Javier, “Indicios arqueo- logía” 13, pp. 93-101), San Miguele (Gil Zubillaga L., Sáenz lógicos del poblamiento altomedieval del cerro de Laguardia”, de Urturi P., 2001, San Miguele. La necrópolis tardoantigua En Estudios de Arqeología Alavaesa 23, 2007, pp. 209-226, y altomedieval de San Miguele (Molinilla, Álava). Memoria de AJAMIL BAÑOS Javier, Excavación de Silos en Rivabellosa las excavaciones arqueológicas de 1998 y de la intervención (Álava), http://www.ondarebabesa.com/silosribavellosa/silos- de urgencia de 1981, Vitoria-Gasteiz), Verantevilla (AJAMIL rivabellosa.htm; AJAMIL BAÑOS Javier, Iglesia y necrópolis BAÑOS F. Javier, Los Terrazos (Armiñón). En Arkeoikuska de San Martín de Rivabellosa (Ribera Baja). En Arkeoikuska 04, pp. 223-224), Bagoeta (AJAMIL BAÑOS F. Javier, Tér- 04, p. 195-201.

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ta realizar una excavación en extensión de un Por este motivo, resulta necesario número limitado pero representativo de des- indagar en el territorio alavés varios poblados medievales alaveses que permitan tipos de despoblados, experimentando analizar de forma exhaustiva las característi- distintas estrategias de lectura y cas de la cultura material de estos asentamien- reconocimiento del registro material tos y abordar las complejas problemáticas his- “débil” que caracteriza las primeras tóricas que plantea su estudio. Una estimación aldeas medievales. realizada recientemente nos ha llevado a cal- cular que las obras públicas, las tareas agrí- • Asimismo será necesario afinar el colas y otros tipo de intervenciones recientes análisis de este tipo de yacimientos pueden haber destruido más de la mitad de los introduciendo en los proyectos despoblados medievales alaveses. Quizás el de investigación aspectos como de Quintana en la alavesa es el último la flotación sistemática de los del que tenemos noticias15. depósitos, el desarrollo de estudios bioarqueológicos (absolutamente De hecho, nos planteamos en los próxi- fundamentales para interpretar mos años excavar una serie de despoblados en socialmente estas aldeas), la varios sectores del territorio alavés. sistematización de la cultura material o los criterios con los que se realizan las dataciones radiocarbónicas. 3. Vinculado con todo lo anterior, resulta Teniendo en cuenta estos antecedentes absolutamente necesario plantear en términos de carácter teórico, se identificó el despoblado metodológicos una verdadera estrategia de de Zornoztegi como el más adecuado para lle- reconocimiento y estudio de los despoblados var a cabo la primera excavación en extensión medievales alaveses. Desde nuestro punto de de un despoblado alavés ya que reunía una se- vista las principales dificultades que presentan rie de requisitos previos. En primer lugar se el reconocimiento y estudio de este tipo de trataba de una aldea mencionada en el docu- asentamientos son de dos tipos: mento conocido como “Reja de San Millán” (a. 1025), por lo que podríamos tener indicios • Por un lado las características del bastante ciertos que nos permitirían analizar propio registro material, conformado el proceso de formación de las aldeas me- por estructuras que hemos definido dievales. En segundo lugar, aunque entre los como “débiles”; condiciona su materiales recogidos en superficie no se ha- visibilidad. llaban cerámicas que se pudiesen atribuir con seguridad al período altomedieval, se carecía • Por otro lado, la estrategia de materiales vidriados, muy frecuentes en arqueológica que se emplee en el otros despoblados. Asimismo se podían reco- análisis de este tipo de yacimientos nocer en superficie la presencia de numerosos tendrá igualmente efectos muy mampuestos, tejas y alineaciones de presun- importantes en su interpretación16. tas estructuras, de tal manera que la visibili- dad de las estructuras domésticas era superior 15 Intervención aún inédita realizada por Javier Niso y Mi- guel Loza. Se agradece a ambos las noticias que nos han facili- tado sobre la intervención. oikuska 97, 1998, pp. 271-275; SÁENZ DE URTURI Francis- 16 Muchas de las estrategias que se han empleado para reali- ca., “Despoblado de Zaballa, en Nanclares de la Oca (Iruña de zar seguimientos de obra pública o la evaluación de depósitos Oca)”. En Arkeoikuska 00, 2001, pp. 248-249, FILLOY NIEVA arqueológicos ha sido realizada únicamente prestando atención I., 2007, Despoblado de Guernica. En Arkeoikuska 06, pp. 247- a los materiales presentes en superficie o mediante sondeos de 251). Sin embargo, gracias al programa de prospecciones y a la escasa extensión (p.e. ARMENDÁRIZ AZNAR Rosa María., excavación de Zornoztegi sabemos que esta metodología resul- “Despoblados de Arzamendi, Bahoeta, Galzarra y Guernica ta insuficiente a la hora de reconocer este tipo de yacimientos (Arrazua-Ubarrundia, Vitoria-Gasteiz y )”. En Arke- (ver adelante).

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fig. 4 respecto a otros ejemplos analizados. En ter- supuesta invisibilidad de sus restos arqueoló- cer lugar, la propia morfología y ubicación gicos. A partir de esta constatación, y de forma del yacimiento en un cerro que no había sido paralela al estudio de este tipo de yacimientos cultivado de forma intensiva permitía suponer en Álava, se nos ha planteado toda una serie que la conservación de los restos sería mejor de problemas de orden metodológico qe nos respecto a otras aldeas situadas en la llanada. han llevado a la conclusión de que existe un Por último, la disponibilidad y la acogida fa- protocolo correcto para estudiar este tipo de vorable de todas las personas e instituciones yacimientos. implicadas en esta intervención (Diputación Foral de Álava, Ayuntamiento de Salvatierra- Asumiendo la imposibilidad de la “exca- Agurain, Junta Administrativa de Luzuriaga) vación total”, tanto a nivel prático como con- han contribuido decisivamente a la hora de cetual17, la arqueología moderna ha asumido elegir y trabajar en este yacimiento. desde hace decenios la utilidad y la necesidad de la denominada excavación en áreas abierta De forma previa a la discusión sucinta (open area), al menos desde los trabajos de de los resultados de los trabajos arqueológicos Philip Barker18. La clásica polémica entre la se ha creido oportuno analizar las estrategias excavación en trincheras, sondeos y grandes y los procedimientos que requeriría la exca- áreas ha sido resuelta por prácticamente todos vación de este tipo de yacimientos a la luz de los teóricos y especialistas que se han ocu- nuestra experiencia más reciente (fig. ).4 pado de los procedimeintos de excavación19. De hecho, se acepta desde hace años que “la excavación en área es la más adecuada para 2. ¿Cómo excavar un despoblado? 17 ROSKAMS Steve, Teoría y práctca de la excavación, Como hemos señalado con anterioridad, 2003, Barcelona, pp. 45-50. 18 BARKER Philip, 1977 uno de los problemas que plantea el estudio 19 Por ejemplo CARANDINI Andrea, Historias en la tierra. arqueológico de los despoblados es el de la Manual de excavación arqueológica, Barcelona, 1997, p. 47 ss

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yacimientos de estratigrafía compleja, ya que A partir de nuestros proyectos de inter- la sucesiva aparición e identificación de los vención en varios despoblados y de la expe- elementos y los estratos en toda su extensión riencia acumulada en otros contextos tanto no queda interrumpida por los testigos”20. españoles como europeos, es posible realizar toda una serie de consideraciones: No obstante, un análisis, aunque sea so- mero de los trabajos realizados en el País Vas- 1. en primer lugar, los despoblados me- co nos muestra que el diseño de estrategias de dievales (especialmente en lo que se refiere a intervención, y no sólo en el ámbito de la de- sus fases altomedievales) forman parte de un nominada arqueología involuntaria o de ges- tipo de yacimiento rural caracterizado por su tión, recurre a procedimientos muy variados. casi total invisibilidad en superficie. Dicho de En general no hay una reflexión conceptual o otra manera, las prospecciones de superficie instrumental de este tipo de procedimientos, son absolutamente ineficaces, cuando no in- sino que los distintos proyectos se realizan útiles, a la hora de estudiar este tipo de yaci- con criterios muy dispares, y con frecuencia mientos. queda en manos del criterio del arqueólogo director (o de la negoción con el promotor) 2. en segundo lugar, son yacimientos la decisión de cómo actuar. De esta manera es que con frecuencia se caracterizan por tener posible, y mencionando ejemplos únicamente extensiones muy amplias debido a los propios del País Vasco, liberar un solar de varios miles procesos formativos de los depósitos arqueo- de metros realizando pocas y pequeñas catas, lógicos. Esto se traduce en que raramente hay o bien realizando excavaciones en extensión. estratigrafías verticales y predominan las ho- Es posible evaluar el impacto de una obra rizontales. De hecho, la continua reconstruc- pública de calado con meras prospecciones ción cada una o dos generaciones de los espa- superficiales, recorriendo las zanjas o con nu- cios domésticos es un fenómeno documentado merosos sondeos de pequeñas dimensiones. en la mayor parte de las aldeas altomedievales europeas22. Sin pretender entrar en casos concretos, resulta evidente que la ausencia de una re- 3. en tercer lugar, suelen ser predomi- flexión sobre el concepto de EVALUACIÓN nantes en estos yacimientos los depósitos se- ARQUEOLÓGICA y la carencia de protoco- cundarios (rellenos de estructuras negativas los unificados, tal y como ha tenido lugar en realizadas con residuos generados en el pro- otras Comunidades Autónomas con suertes pio lugar, pero que normalmente han sido pro- muy distintas, las que se encuentran detrás de cesados o acumulados en otros sitios antes de esta situación21. Los efectos de esta forma de su empleo en el relleno de estas estructuras). trabajar superan con mucho los propositos de esta comunicación, y de hecho merecería un 4. en cuarto lugar, estos yacimientos debate específico. presentan con frecuencia amplios “espacios vacíos”, en los que no se encuentran restos En esta ocasión discutiremos únicamen- arqueológicos. En lugares como Zornoztegi te los problemas relativos a la intervención en se ha podido comprobar que estos “espacios yacimientos extensos, como son los despobla- vacíos” han de ser interpretados como zonas dos medievales, aunque se trata de una pro- de trillado, huertos o terrazas agrícolas. En blemática que transciende estas cronologías. Aistra, en cambio, hallamos amplios espacios vacíos formando patios centrales en torno a 20 HARRIS Edward, Principios de estratigrafía arqueológica, Barcelona, 1991, p. 42. 22 Por ejemplo Châtelet Madeleine, Un hábitat medieval 21 Ver a este propósito el óptimo texto de CARVER Martin, encore instable: l’exemple de Nordhouse “Oberfuet” en Alsace Arhaeological value and evaluation, Padova, 2003 (IX-XI siècle), Archéologie Médiévale 36, 2006, pp. 1-56

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las viviendas. Nos preguntamos de hecho “yacimientos extensos”24. Las intervenciones hasta qué punto las numerosas intervenciones rigurosas realizadas en los últimos años en el realizadas mediante catas en despoblados que marco de operaciones de gran calado de ca- proporcionan apenas algunas cerámicas “re- rácter urbanístico o de obras públicas han per- movidas” han de ser interpretadas como la mitido definir procedimientos de intervención excavación de campos de cultivo medievales que raramente se aplican desde los proyectos abonados mediante residuos domésticos (de “de investigación”. Más concretamente la in- los que únicamente se conservan las cerámi- formación que proporciona la apertura con cas). Resultado de esta observación, se puede medios mecánicos de grandes extensiones concluir que hay un umbral mímino de unos (con cazos lisos de limpieza) mediante una 500-600 m2 abiertos de forma continua en acción de desbroce programada que anticipa extensión bajo los cuales es muy posible no la excavación manual supone un cambio de identificar los restos del despoblado medie- estrategia absolutamente fundamental en el val. estudio de este tipo de yacimientos. Incluso allí donde no se han hallado materiales ar- 5. En quinto lugar, estas aldeas conser- queológicos en superficie, los desbroces con van con mucha frecuencia elementos propios métodos mecánicos han mostrado la existen- de sus espacios de producción en forma de cia de grandes yacimientos extensos absolu- espacios aterrazados, redes de riego, man- tamente invisibles al registro superficial Es chas forestales, etc. que se pueden remontar decir, nuevas estrategias de excavación han a la Edad Media. Una arqueología basada permitido sacar a la luz registros y tipos de únicamente en el análisis de los espacios de yacimientos hasta el momento prácticamente residencia no logrará comprender en su com- desconocidos. plejidad el funcionamiento de las estructuras sociales23. A nivel operativo, por otro lado, este tipo de intervenciones no ha de suponer ne- 6. en sexto lugar, esta situación no es cesariamente ni un incremento de costes ni de ni mucho menos específica de las aldeas al- los tiempos a disposición. Puede ser mucho tomedievales, sino que son muchos los casos más caro y largo realizar numerosos sondeos de contextos de la prehistoria reciente en la a mano que abrir amplias extensiones con ma- que los problemas y los procesos son absolu- quinaria. tamente idénticos. El objetivo fundamental ha de ser el de Un aspecto importante que hay que se- comprender en su complejidad las estructuras ñalar es que todas estas características señala- y la territorialidad de la aldea que estemos das no son ni mucho menos exclusivas de los estudiando. Es por ello que es preciso abrir despoblados medievales del País Vasco, ni se extensiones amplias, aunque no sea necesario pretende realizar un planteamiento original a excavar posteriormente de forma integral la la hora de desarrollar una estrategia de inter- totalidad de las estructuras exhumadas. vención arqueológica.

24 Es absolutamente ejemplar FERNÁNDEZ UGALDE Como en tantos otros campos, ha sido la Antonio, “Metodología para el conocimiento de yacimientos arqueología profesional la que ha ofrecido so- extensos”, En I Jornadas de Patrimonio Arqueológico en la luciones a la hora de intervenir en este tipo de Comunidad de Madrid, Madrid, 2004, pp. 27-52, (http://www. madrid.org/cs/Satellite?c=CM_Actuaciones_FA&cid=114240 2227260&idConsejeria=1109266187272&idListConsj=1109 23 BARCELO PERELLO Miquel, «Crear, disciplinar y di- 265444710&language=es&pagename=ComunidadMadrid%2 rigir el desorden. La renta feudal y el control del proceso de FEstructura&pv=1142402168359&sm=1109265843983). En trabajo campesino: una propuesta sobre su articulación». En estas mismas actas se recogen otros ejemplos de intervenciones Taller d’Història, 6, segon semestre, 2005, p. 61-72. en extensión realizadas en Madrid.

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fig. 5 en torno a la hectárea de superficie. Partiendo de estos presupuestos, Zor- noztegi, donde se han excavado más de 2500 m2, es el primer despoblado medieval excava- El cerro de Zornoztegi se encuentra, a su vez, do de forma extensiva en el País Vasco. estructurado en tres sectores morfológicamente bien diferenciados (fig. ):6 1. Una plataforma situada al este de unos 3. El yacimiento de Zornoztegi 40-70 m. de anchura que pertenece a la Junta Administrativa de Luzuriaga y que es conoci- da con el nombre de Ubaide. Según algunos El yacimiento de Zornoztegi, se encuentra en vecinos, hace unos diez años este tramo del el término municipal de Salvatierra-Agurain, cerro fue modificado parcialmente por maqui- en proximidad de Luzuriaga y Zuazo de San naria pesada con el fin de rebajar en algunas Millán (fig. ).5 El yacimiento ocupa un cerro zonas su altura. De hecho, las huellas de esta alargado con dirección N-S de unos 800 m labor son aún evidentes en la superficie, don- de largo, presentando una pendiente más de se observa la presencia de numerosos ma- acentuada en la ladera oeste que en el este, teriales arqueológicos en superficie. actualmente ocupado por piezas cultivadas. En cambio, la vertiente occidental se encuentra 2. La cima propiamente dicha del cerro, ocupada por monte bajo y no parece haber sido situada al oeste de la anterior y ocupada por cultivada en los últimos decenios. El cerro monte bajo. En esta zona del cerro las pen- se sitúa a una altitud de 600 m, dominando dientes son más acusadas y no se reconoce la ligeramente la llanura circunstante. existencia de restos arqueológicos en superfi- cie, aunque si algunas anomalías morfológi- La primera estimación realizada en base a la cas. distribución de materiales arqueológicos en superficie y anomalías en el terreno llevó a 3. La planicie situada al noroeste de la calcular la extensión máxima del yacimiento colina de Zornoztegi, actualmente cultivada

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fig. 6 de forma intensiva, y dedicada al cereal. en el sector nororiental de la llanada realizan el pago en forma de cabezas de ganado.

4. Noticias documentales Zornoztegi vuelve a citarse a mediados del siglo XIII en la relación de lugares inclui- La aldea de Zornoztegi aparece en la dos en el Obispado de Calahorra realizada documentación escrita alavesa a partir del si- durante la ocupación de la sede calagurritana glo XI25. Como otros muchos pueblos de la por D. Jerónimo Aznar28. En este elenco, fe- provincia, Zornoztegi aparece en la documen- chado en el año 1257, la aldea de Çornoztegui tación escrita por primera vez en la denomi- se encuentra entre las localidades sujetas al nada “Reja de San Millán” asociada con las arciprestazgo de Heguilaz. Sin embargo no se aldeas de Udala, Uribarri e Irosona. El docu- menciona en la lista de pueblos alaveses que mento del año 1025 menciona entre las aldeas en el año 1295 tuvieron que realizar aporta- comprendidas en la jurisdicción Septem Alfo- ciones para el cerco de Tarifa29. ces las de Zornoztaegi, Irossona, Horivarri, Udalha, uno andosco26. Es decir, a diferencia Tras la fundación de la nueva villa de de la mayor parte de las localidades alavesas, Salvatierra en el año 1256 sobre Agurain, si- que estaban sujetas al pago de una reja de hie- guiendo una tendencia bien documentada en rro27, Zornoztegi, como otras aldeas situadas todo el País Vasco30, la documentación me-

25 Aún no se ha realizado el vaciado sistemático de la docu- (siglo X-XIII). Salamanca, 1969, p. 339, n. 26). mentación relativa a Zornoztegi, especialmente por lo que se 28 HERGUETA N., “Noticias históricas de D. Jerónimo Az- refiere a la época moderna y contemporánea. Esta tarea será nar, Obispo de Calahorra y de su notable documento geográfico realizada en los próximos meses por Alberto Alonso en pre- del siglo XIII”. En Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos II visión de la edición de la memoria de la excavación del yaci- (1907), XVIII (1908), p. 38. miento. 29 FITA Fidel: "El vascuence alavés anterior al siglo XIV". 26 UBIETO Antonio, Cartulario de San Millán de la Cogolla En Boletín de la Real Academia de la Historia, III, 1883, p. (759-1076), Valencia 1964, n. 180, p. 177 217 27 Que habría que interpreta según J. A. García de Cortazar 30 QUIRÓS CASTILLO Juan Antonio, BENGOETXEA RE- como barra o tochos de hierro (GARCÍA DE CORTAZAR José MENTERIA Belén, “Las villas vascas antes de las villas vas- Ángel, El dominio del monasterio de San Millán de la Cogolla cas. La perspectiva arqueológica sobre la génesis de las villas

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dieval relativa a la llanada oriental alavesa que los clérigos intentaron demostrar que por menciona un número muy relevante de aldeas “uso e costumbre de treinta e cuarenta annos que se van anexionando a la nueva villa, de e mas tiempo” gozaban de tal privilegio, ante tal manera que algunas de ellas terminan por la imposibilidad de demostrarlo, se sentenció despoblarse31. El hecho de que Alfonso X fun- que los frutos y los diezmos del término de la dase Salvatierra sin un término propio ante la aldea de Zornoztegi pasasen a las parroquias presión ejercida por los poderes señoriales re- de Salvatierra. presentados por la Cofradía de Arriaga expli- ca como durante toda la Baja Edad Media se Sin embargo, en el segundo documento haya producido un proceso de expansión de la se hace referencia a un instrumento dado en nueva villa frente a las aldeas cercanas. Con- Zaragoza catorce años antes (1448) en el que tamos de hecho con una importante documen- se unía la iglesia de Zornoztegi a las de Salva- tación que nos muestra como la jurisdicción tierra35), por lo que esta podría ser la fecha de territorial de Salvatierra se ha ido ampliando anexión a Salvatierra de Zornoztegi. desde el mismo momento de su fundación en el año 1256 mediante la adquisición, avecina- En todo caso, el conflicto entre Salvatie- miento o compra de varias aldeas. De hecho, rra por un lado y Zuazo y Luzuriaga por otro entre los años 1258-1332 hasta una treintena respecto a Zornoztegi no se resolvió en este de aldeas de su entorno se han incorporado a momento, sino que perduró aún durante los Salvatierra, aunque en el año 1332 se reducen siglos XV y XVI. a la mitad como resultado del conflicto exis- tente entre la villa y la Cofradía de Arriaga o Así, en el año 1520 tenemos documen- de Álava, en el que tuvo que mediar el propio tado un nuevo conflicto entre Salvatierra y las Alfonso XI32. aldeas de Luzuriaga y de Zuazo de San Millán por la construcción del puente de Zornoztegi Zornoztegi no vuelve a aparecer en la y el aprovechamiento de los términos del des- documentación hasta mediados del siglo XV, poblado de Udala36. El documento menciona cuando ya estaba despoblada. De hecho, un la existencia de un puente por “devajo de Zor- documento del Archivo Municipal de Salva- nistegui hazia al dicho lugar de Zuazo, que tierra fechado en el año 1462 menciona expre- es en el termino llamado Zonoszteguiesarri- samente la aldea ya abandonada, teniendo que barrena” Igualmente se indica que el puente resolver sobre los diezmos del poblado33. En se localiza sobre el rio que se llama Sarriba- dos documentos realizados ese año, uno fe- rrena, y se encuentra “dezendiendo en dere- chado el 7 de julio y el siguiente fechado el 9 cho de la ygleisa de Zornoztegui para pasar de agosto, los cabildos de las iglesias de Santa la dicha puente a los terminos y logares des- María y San Juan de Salvatierra-Agurain se poblao de Udala”. Debería, probablemente, disputan con los beneficiarios de la parroquia tratarse del denominado “Puente del Diablo” de Luzuriaga (don Juan López de Luzuriaga y aún hoy conservado al oeste del despoblado, Juan de Harriola, ambos clérigos de la iglesia aunque ha sido reconstruido recientemente en de Luzuriaga) los frutos y los diezmos de la ocasión de la concentración parcelaria (fig. ).7 iglesia de Zornoztegi34. Tras una disputa en la Sin embargo los vecinos de lugar recuerdan

en el País Vasco”. En Arizaga Beatriz (ed.), El espacio urbano cipal de Salvatierra-Agurain. Tomo III (1451-1500), Fuentes en la Europa medieval, Nájera, 2006 (en prensa) documentales medievales del País Vasco 115, San Sebastián, 31 PASTOR DÍAZ DE GARAYO Ernesto, Salvatierra y la 2002, p. 159-161. llanada oriental alavesa (siglos XIII-XV), Vitoria-Gasteiz 35 Idem, p. 160 1986, pp. 58-63. 36 POZUELO RODRÍGUEZ F., Documentación municipal 32 Idem, pp. 32-35. de la cuadrilla de Salvatierra: municipio de San Millán-Do- 33 Idem, p. 60. nemiliaga (1214-1520), Fuentes documentales medievales del 34 GOIOCOLEA JULÍAN Francisco Javier., Archivo muni- País Vasco 122, San Sebastián, 2004, n.80, pp. 478-503.

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aún la existencia de una pasarela realizada Resulta muy complejo sintetizar en con troncos de madera situados al norte del pocas páginas los resultados de tres años de puente actual. trabajo en el yacimiento de Zornoztegi. Ade- más, está previsto que en los próximos meses se edite una monografía que recoja, de forma exhaustiva, los resultados de los trabajos rea- lizados en este yacimiento.

Por este motivo, y teniendo en cuenta que avances de pequeña entidad se han ido realizando de forma anual en la revista Ar- keoikuska, nos limitaremos en esta ocasión a resaltar los aspectos más relevantes de este proyecto arqueológico.

fig. 7 A través de la documentación escrita 5.1. ¿Por qué? sabemos que la aldea de Zornoztegi contaba con una iglesia dedicada a Santa María en la Baja Edad Media. En un documento del año El proyecto arqueológico de Zornoztegi se 1492 se redactan las ordenanzas de las leta- ha realizado con el fin de dar respuesta a nías que celebran los tres días anteriores a la una serie de preguntas que, con el desarrollo Ascensión en las aldeas de Galarreta, Gor- del propio proyecto, se han ido haciendo doa, Arriola y Narvaja37. En el documento se más complejas y elaboradas. De forma más mencionan las ermitas de los despoblados de concreta las cuatro problemáticas principales Uriburu, Lacha, Medieta, Santrocate, Irajo- que se pretenden estudiar en esta excavación na, Udala y Villanueva, aún existentes en ese son las siguientes: momento. Gracias a este documento sabemos que la iglesia de Zornoztegi estaba dedicada 1. cuándo se formó la aldea de a Santa María38, y que el asentamiento estaba Zornoztegi, definiendo la morfología ya despoblado. De la iglesia no se conserva ni urbanística de la primera fase de siquiera memoria de su existencia, por lo que ocupación, es probable que cayera en desuso y se des- montase o desmantelase en época moderna, 2. cómo se configuró el paisaje aldeano tal y como ha sucedido en muchas otras al- de Zornoztegi, analizando procesos deas alavesas39. como las actividades agrarias y las formas de explotación del espacio,

5. Los resultados de las primeras 3. cómo era la estructura social y tres campañas de excavaciones40 económica de una aldea medieval de la llanada alavesa, 37 POZUELO RODRÍGUEZ Felipe, Documentación muni- cipal…. pp. 255-264. 38 POZUELO RODRÍGUEZ Felipe, Documentación muni- 4. cuándo se construyó la iglesia de cipal… p. 259 Santa María mencionada en las 39 LÓPEZ DE GUEREÑU GALÁRRAGA Gonzalo, Topo- nimia alavesa… fuentes escritas, y qué efectos tuvo en 40 Algunos resultados preliminares se han ido publicando en la organización topográfica, espacial la revista Arkeoikuska (QUIRÓS CASTILLO Juan Antonio, “Zornoztegi (Salvatierra)”. En Arkeoikuska 05, pp. 57-67; 06, y social de la aldea, pp. 87-93; 07, en prensa.

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fig. 8 5. cuándo se produjo el abandono de la 5.2. ¿Cómo? aldea de Zornoztegi y qué relación tuvo con el proceso de fundación de Tal y como se ha discutido previamen- la villa de Salvatierra. te, uno de los primeros retos que ha planteado Teniendo en cuenta el desarrollo de las la intervención en un lugar como Zornozte- investigaciones en torno a este tipo de ya- gi, en el que apenas si se distinguían algunos cimientos y el uso que se hace del suelo de escombros y pocos materiales en superficie, Zornoztegi en la actualidad (que es un terreno ha sido el de desarrollar una metodología y baldío, y que por lo tanto no se cultiva), se una estrategia de intervención en este tipo de pensó que este lugar sería un laboratorio ade- yacimientos. cuado en el que obtener un registro arqueo- lógico cualitativamente superior respecto al Tal y como ha tenido lugar en otros yaci- disponible sobre las aldeas medievales. Bien mientos arqueológicos coetáneos, se ha hecho por la realización de excavaciones en despo- una apuesta por una fase de evaluación de la blados en pequeñas extensiones, bien por las potencialidad y la naturaleza de los depósitos limitaciones que plantea la intervención en arqueológicos, que ha precedido la excava- cascos históricos actuales en los que se ob- ción en extensión. tienen resultados arqueológicos relevantes sobre estas ocupaciones medievales, bien por La evaluación de los depósitos arqueoló- la dificultad que plantea articular un proyecto gicos, entendido en términos de conocimiento interdisciplinar en el que el registro arqueo- de la calidad de los depósitos en función de botánico adquiera su protagonismo, era abso- una temática concreta de investigación41, ha lutamente imprescindible plantearse la exca- permitido orientar las estrategias y las meto- vación en extensión de un despoblado de esta dologías de intervención para localizar el ya- naturaleza. Por otro lado, el apoyo decisivo cimiento y la naturaleza de sus depósitos. del ayuntamiento de Salvatierra y de la Dipu- tación Foral de Álava han permitido abordar A continuación se ha procedido, a partir con éxito un proyecto que, en otras circuns- del segundo año, a abrir grandes extensiones tancias habría sido prácticamente imposible (fig. ),8 de tal manera que en la actualidad se de llevar a cabo. 41 CARVER Martin, Archaeological …., p. 33.

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ha excavado un total 2294,64 m2. Teniendo en gicos en lo que se refiere a la cronología de la cuenta la extensión calculada del yacimiento, amortización, la representatividad de registros se puede calcular que se ha excavado ya un 45 como el faunístico, el proceso de polinización % de la extensión teórica del mismo, aunque de una estructura amortizada en un período hay que tener en cuenta que amplios sectores breve de tiempo, el estudio de la asociación del mismo han sido ya profundamente altera- de las cerámicas, etc. dos. Son todos ellos aspectos complejos que Otro aspecto fundamental en términos han de ser tenidos en cuenta a la hora de ana- metodológicos que debe ser valorado es que la lizar este tipo de registros. mayor parte de los depósitos hallados en ya- cimientos de esta naturaleza son depósitos de naturaleza secundaria. En el caso de Zornoz- 5.3. Evaluación de los depósitos tegi, como en la mayor parte de las aldeas que arqueológicos se han estudiado en Álava, no se conservan suelos potentes de cronología medieval, sino La evaluación de los depósitos arqueo- que con frecuencia únicamente encontramos lógicos se ha realizado a través de varias téc- estructuras negativas en la roca o rellenos. nicas de análisis distintas; el análisis de la Más concretamente en nuestro yacimiento, y distribución de los materiales de superficie, salvo la iglesia de Santa María y su cemen- la realización de una serie de trincheras que terio anexo, nos hemos encontrado con dos cortan transversalmente el yacimiento en toda tipos de procesos formativos principales. su extensión y el estudio y tratamiento digital de la fotografía aérea. En el caso de las terrazas agrarias, su formación se ha producido mediante la acu- Con el fin de analizar de forma más de- mulación y el desplazamiento de depósitos y tallada la distribución de los materiales super- tierras cercanas. Los materiales arqueológicos ficiales se decidió llevar a cabo un análisisin - que aparecen en estas terrazas deben pueden trasite mediante el trazado de una rejilla de 10 atribuirse en la mayor parte de los casos a pro- m de lado y la cuantificación de la distribución cesos de abonado y de laboreo de los espacios de los distintos materiales conservados42. La de cultivo. rejilla se ha trazado tomando como origen el límite septentrional del yacimiento, donde la En el caso de las estructuras arqueoló- pendiente es muy acentuada y la presencia de gicas excavadas en la roca, únicamente se materiales arqueológicos en superficie es más detectan sus rellenos de amortización una vez abundante, y se ha desarrollado por un total que ha sido abandonado su uso principal. En de 130 metros (fig. ).9 De esta manera se han los casos que se ha podido estudiar el proceso obtenido 24 cuadrantes dentro de los cuales se de formación del relleno de estos hoyos se ha han recogido todos los materiales presentes. podido constatar que se trata de un fenómeno El estudio de los materiales de superficie ha complejo. El proceso de relleno de un hoyo sido realizado por tres arqueólogos situados a normalmente se ha realizado en un período 3 metros de distancia entre sí, que han realiza- breve de tiempo, aunque para ello se ha re- do pasadas verticales en orientación norte-sur. currido al empleo de residuos domésticos ya En caso de localizar anomalías o materiales existentes en la aldea, y acumulados en verte- reseñables se han realizado también pasadas deros internos. en horizontal y aleatorias. En cada cuadrante

Todo esto tiene implicaciones relevantes 42 Cambi Franco, Terrenato Nicola, Introduzione all’archeo- a la hora de interpretar los depósitos arqueoló- logia dei paesaggi, Roma, 1994, pp. 218 ss.

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textualizado, pero su interpretación será prác- ticamente aleatoria.

fig. 9 se ha tenido igualmente en cuenta la visibili- dad en superficie, aplicando de esta manera un criterio de corrección de la distribución fig. 10 de materiales. Se ha prestado igualmente una Por último hay que señalar que ha sido atención especial al hallazgo de restos huma- igualmente muy significativo el recurso a la nos, que han permitido localizar el cemente- fotografía aérea como instrumento de evalua- rio de la aldea. A través de este análisis se ha ción y análisis. Para ello se ha recurrido tanto podido determinar la zona de mayor concen- al análisis y tratamiento digital de los distintos tración de materiales en la que se ha realizado vuelos realizados desde los años 30 hasta la excavaciones en extensión en los que se ha actualidad, que han proporcionado importan- hallado la iglesia de Santa María. tes informaciones sobre la naturaleza de las estructuras enterradas. No obstante, las foto- Sin embargo, en superficie no se reco- grafías verticales se han complementado con nocía la presencia de materiales cerámicos varias series de fotografías aéreas oblícuas fechables con anterioridad al siglo XIII. Por realizadas ex profeso desde una avioneta, que este motivo se decidió realizar una serie de han sido especialmente útiles para el análisis trincheras mediante el empleo de una retroex- de los paisajes y las áreas de explotación agra- cavadora que permitiese evaluar la potenciali- ria. dad del depósito y la conservación de estruc- turas atribuibles a las fases más antiguas de ocupación de la aldea. Se realizaron un total 5.4. La aldea altomedieval de siete trincheras orientadas E-O y separadas entre sí unos 30 metros (fig, 10) que permitie- Las excavaciones realizadas en Zor- ron reconocer la presencia de una decena de noztegi han mostrado que la aldea medieval hoyos y dos estructuras residenciales asocia- se fundó hacia el siglo VIII, como la mayor das realizadas en tierra dotadas probablemen- parte de las aldeas alavesas. Las investigacio- te de una estructura portante de madera. Pero nes arqueológicas realizadas en los últimos la conclusión más importante que se obtuvo a años han mostrado que a mediados del siglo través de estas trincheras es que no existe una V se produjo una profunda fractura en la or- correspondencia directa entre los materia- denación territorial de nuestro territorio. Esta les hallados en superficie y las estructuras fractura ha comportado una reorganización enterradas. Dicho de otra manera, el recurso social y económica muy notable, cuyo efecto a la prospección de superficie para localizar más significativo ha sido el desplazamiento al estructuras aldeanas altomedievales es abso- campesinado de las estrategias y de la gestión lutamente inútil. Se puede, al máximo, aspirar de la explotación del territorio. En Álava co- a localizar algún material cerámico descon- nocemos pocos casos de aldeas de una cierta

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entidad que se puedan fechar durante los si- glos VI-VII. Solamente a partir del siglo VIII se pone en marcha un proceso de creación de densas redes de aldeas. Zornoztegi (como Gasteiz, Laguardia, Gorliz o Rivabellosa en- tre otras) constituye un ejemplo significativo de este tipo de aldeas.

A diferencia de los paradigmas dominan- tes, Zornoztegi nos muestra que estas prime- ras aldeas estaban dotadas de una estructura económica compleja, basada en la explota- fig. 12 ción estable de forma intensiva de parcelas de de unos 300-400 m2 de extensión y con lími- cultivo y con un alto grado de integración de tes estables a lo largo del tiempo. Hasta un la actividad ganadera. Técnicas como la ro- cierto punto de vista cada una de estas unida- tación de cultivos, la trashumancia estacional des domésticas es autónoma o independiente, de las cabañas ganaderas a pastos de altura en el sentido de que cuentan con una delimi- cercanos, la diversificación de la producción, tación y en su interior se encuentran todas las la gestión integrada de los recursos forestales dependencias necesarias para la superviven- forman parte de un paisaje altomedieval de cia de una familia campesina. Mientras que Zornoztegi. los espacios de almacenaje, formados por si- los excavados en la roca, son los más estables y perviven a lo largo del tiempo, las viviendas se reconstruyen dentro de cada unidad do- méstica una y otra vez. En las ocasiones en que se ha podido verificar como las distintas estructuras presentaban relaciones estratigrá- ficas diacrónicas, las dataciones han permiti- do mostrar la larga duración de este modelo urbanístico. Aparentemente la aldea no cuenta con muchos espacios públicos, o no han sido detectados arqueológicamente, pero en todo caso esto no parece incidir sobre la cohesión social del propio asentamiento. fig. 11 En términos organizativos se ha po- Se han excavado un total de 29 silos dido constatar que la aldea altomedieval de agrupados en tres sectores, que pensamos que Zornoztegi se caracteriza por un modelo de pertenecen a tres unidades domésticas dife- poblamiento concentrado pero no compacto rentes (fig. ).12 El estudio de la morfología formado por la agrupación de unidades do- y las dimensiones de los silos de Zornoztegi mésticas autónomas próximas (households), es muy complejo debido a la deficiente con- que se documentan en numerosas aldeas alto- servación de estas estructuras como resultado medievales europeas (fig. 11). Las estimacio- de las tareas agrícolas que han arrasado par- nes que hemos realizado han permitido esta- te del despoblado. En los casos mejor con- blecer que Zornoztegi en la Alta Edad Media servados los silos tienen una capacidad de estaría formada por un total de diez o doce 9.000-13.000 litros de almacenaje, aunque unidades domésticas. Entendemos estas uni- dades domésticas como un espacio habitado

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de forma estimada estos valores podrían casi silos y agujeros de poste. duplicarse. De hecho, la mayor parte de los silos altomedievales alaveses cuentan con una capacidad comprendida entre los 20.000 y los 40.000 litros. Estos silos tienen una capacidad de almacenaje de cereal adecuada al consumo de una familia, estimado en torno a los 3200 litros para 8 a 10 personas43 (fig. 13).

fig. 14 Las dataciones radiocarbónicas realiza- das recientemente de los depósitos excavados en el sector central del yacimiento han confir- mado que la primera ocupación del yacimien- to tuvo lugar en el curso del siglo VIII o inclu- so finales del siglo VII (ue 1738, 1744, 1647), fig. 13 cuando se realizaron varias construcciones so- Se han detectado igualmente 3 viviendas bre postes de madera asociadas a varios silos. principales, una de las cuales se abandona en Hay que tener en cuenta que las característi- el siglo X. Estas viviendas han sido realiza- cas de la curva de calibración radiocarbónica das con zócalos de piedra y alzados de adobe de finales del siglo VII o inicios del VIII no reforzado con postes de madera, con cubier- permiten afirmar mejor esta datación. ta vegetal. En otro caso se ha reconocido la existencia de una estructura realizada en ta- Otras dataciones radiocarbónicas obte- pial, carente de zócalo de piedra. En ningún nidas en el relleno de silos (ue 1606, 1638), de caso contamos con construcciones realizadas agujeros de poste (ue 1745) o de un fondo de únicamente sobre postes, como ocurre en el cabaña (ue 1662) muestran como este modelo cercano yacimiento de Aistra. de ocupación pervivió en esta zona aún hasta el año mil, mediante un proceso de continua Además de las construcciones identi- reconstrucción de los espacios domésticos y ficadas como viviendas, se han reconocido de apertura de nuevos silos. Sin embargo, los igualmente la existencia de un conjunto de límites de las unidades domésticas debieron agujeros de poste o de muros de tierra que de mantenerse a lo largo del tiempo, a pesar pueden identificarse como cierres o estructu- de que las viviendas y las construcciones fue- ras de difícil caracterización (fig. 14). sen reconstruidas en varias ocasiones.

Hay que tener en cuenta que, en ausen- cia de suelos, las características materiales 5.5. La aldea plenomedieval de estas construcciones y los indicadores de las ocupaciones domésticas se han deducido Hacia finales del siglo XI o quizás ini- a partir de la excavación de los depósitos se- cios del siglo XII se produjo una profunda cundarios que amortizan los hoyos, cubetas, transformación en la aldea de Zornoztegi. Tres son los procesos que caracterizan estas 43 GIL ZUBILLAGA, Luis, Los silos de la Llana…. modificaciones.

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precedente de madera. Para ello se construyó una estructura rectangular de 9 x 5 m. adosada al lado meridional del templo. Este pórtico ha sido realizado con paramentos de mamposte- ría de caliza local.

También en esta fase se desarrollaría el cementerio que se ubica en el lado meridio- nal del templo. Se trata de un cementerio que presenta una notable concentración de indi- viduos excavados en fosas simples. Al igual fig. 15 que en otros cementerios medievales alaveses En primer lugar se construyó en el ex- estudiados, en un espacio muy reducido se tremo norte del yacimiento la iglesia de Santa concentra una cantidad muy notable de indi- María con su cementerio anexo (fig. 15). En el viduos. En esta ocasión han sido excavados momento actual de nuestros conocimientos, únicamente un número muy limitado de ellos, se puede afirmar que la iglesia se construyó que presentan una orientación E-O. Hay que en un espacio periférico de la aldea, puesto destacar el hallazgo de una tumba dotada de que las excavaciones no han mostrado la exis- orejetas realizadas en caliza blanca similar a tencia de restos altomedievales en su entorno. la utilizada en la escultura decorativa de la Se trata de un edificio de planta rectangular iglesia (fig. 16). y ábside igualmente recto, diferenciado en el lado sur de la nave por un pequeño resalte. Su orientación es canónica, con la cabecera ubicada en el Este. El edificio ha sido realiza- do con sillares calizos locales, mientras que se ha recurrido a una caliza blanca del Daniense (Paleoceno inferior) proveniente de la cercana sierra de Entzia para tallar algunos elementos decorativos o estructurales del edificio, de los que se han hallado algunos ejemplares en los derrumbes del edificio. Entre ellos se puede señalar el hallazgo de un arco, quizás atribui- ble a la portada de acceso en el tramo sur del fig. 16 edificio, algunas cantoneras o semicolumnas. Ya en el siglo XIII el pórtico debió de El acceso al edificio tendría lugar, como en transformarse en un espacio doméstico, pro- otras iglesias coetáneas, a través del muro bablemente la casa cural, como muestra el ha- sur. Como se ha excavado únicamente su lado llazgo de un número relevante de materiales meridional, no es posible establecer su anchu- arqueológicos de carácter doméstico (entre los ra (superior a los 2,5 m), aunque su longitud que destaca un peso de telar). En todo caso, máxima es de 10,5 m. Esta iglesia contaba aún no se ha concluido la excavación com- en su fase inicial con un pórtico de madera pleta del templo, por lo que no se ha podido realizado sobre dos postes de notables dimen- determinar qué transformaciones ha sufrido la siones dispuestos en el acceso meridional del iglesia en este período. templo. Un aspecto muy importante que hay que En un segundo momento el templo se señalar es que la iglesia pronto se convirtió en dotó de un pórtico de piedra que amortizó el un foco de reorganización del espacio aldea-

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no. La creación de la parroquia de Zornoztegi colocados de forma intencional para crear y comportó un cambio social, pero también una regular un espacio de producción que implica transformación del urbanismo de la aldea. un alto grado de cohesión de la comunidad al- deana y formas muy concretas de explotación del territorio (fig. 19).

fig. 17 Gracias al estudio de la fotografía aérea ha sido posible localizar inmediatamente al fig. 18 Este de la nueva iglesia de Santa María un ba- rrio de unos 3000 m2, en una parcela cultiva- da intensivamente, desplazado unos 100 m al NE del barrio altomedieval (fig. 17). Se trata de un barrio compacto formado por viviendas ordenadas en torno a un eje principal N-S que responden a un modelo urbanístico muy dife- rente al documentado en la Alta Edad Media. Las prospecciones han permitido reconocer concentraciones de estructuras y de escom- bros relativos a la ocupación plenomedieval de la aldea de Zornoztegi. A pesar de que se trata de piezas aradas regularmente, por lo fig. 19 que no será posible realizar una excavación Desde un punto de vista estratigráfico se en los próximos meses de esta parcela, se han han reconocido dos fases principales. La fase reconocido numerosos mampuestos que in- más antigua de ocupación se caracteriza por dicarían la presencia de viviendas realizadas una serie de estructuras y elementos excava- en piedra, así como materiales cerámicos que dos en la roca y las arcillas naturales, similares han de fecharse en los siglos X-XIII. a los reconocidos en la campaña del año 2006. Se trata de un conjunto de hoyos y agujeros de En el tramo sur de la aldea, donde se ubi- poste, quizá dos grandes silos y dos zanjas de caba la ocupación altomedieval, en este perío- finalidad constructiva correspondientes a una do se produjo la construcción de un complejo ocupación doméstica altomedieval. Bajo los sistema de terrazas agrarias que amortizaron rellenos de las terrazas realizadas con poste- parte de las viviendas anteriores (fig. 18). Es rioridad se haya más estructuras domésticas, importante señalar que estas terrazas descu- aunque aún no se ha concluido la excavación biertas durante el proceso de excavación eran de los depósitos agrícolas. En una segunda absolutamente invisibles en superficie, debi- fase se llevó a cabo la construcción de un total do a las tareas agrícolas recientes. Estos cen- de cuatro terrazas agrícolas estrechas y alar- tenares de metros cúbicos de tierra han sido gadas formadas por depósitos presuntamente

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provenientes del fondo del valle. De hecho, en en la segunda mitad del siglo XIII el momen- la colina cercana no existen suelos tan poten- to de su abandono. Es cierto que conocemos tes que permitiesen obtener tierras útiles para solamente una porción del yacimiento, pero la formación de estas terrazas. Tras la lectura los despoblados aparecen en la documenta- de las secciones se ha podido comprobar que ción decenios o incluso siglos después de que la realización de las terrazas se ha producido hayan sido abandonados. Únicamente cuando mediante un proceso de desmonte de la ladera surgen pleitos por la percepción de los diez- con relleno sistemático; es decir, sobre el ho- mos o el reaprovechamiento de los espacios rizonte, sin alterar el grado de pendiente, se agrarios es cuando aparecen en la documen- depositará en un mismo momento el sustrato tación numerosos despoblados. Este proceso de tierra necesario para la configuración del está bien documentado en numerosos ejem- aterrazamiento de una sola vez. plos de la llanada oriental44.

En síntesis, hacia el 1050-1100 aproxi- Los elementos con los que contamos en madamente (a la espera de nuevas dataciones Zornoztegi hasta el momento se corresponden en curso) se produjo una profunda reordena- con el proceso de abandono de la iglesia de ción de la aldea. Esta reordenación comportó Santa María (fig. ).20 En la excavación del un desplazamiento de las viviendas hacia el pórtico meridional del templo se pudo consta- norte, de tal manera que en el sector altome- tar que en su nivel de ocupación era muy abun- dieval únicamente una vivienda siguió en uso, dante la cerámica del siglo XIII (ue 1110). Por en proximidad del nuevo centro social de la otro lado, una datación radiocarbónica de este aldea: la iglesia de Santa María. Este proce- contexto se pudo situar en la segunda mitad so comportó, asimismo, un cambio profundo del siglo XIII. Ya en los siglos XIV-XVI se en los sistemas de explotación agraria con la produjo el abandono y la expoliación sistemá- creación de nuevos espacios aterrazados. tica del templo de Santa María de Zornoztegi. Este es un fenómeno relativamente frecuente en despoblados medievales alaveses, de tal 5.6. El abandono de la aldea manera que una vez que la aldea ha desapa- recido la antigua parroquia del pueblo termi- Por lo que se refiere al proceso de aban- na convirtiéndose en una ermita o en meras dono de la aldea, las excavaciones arqueoló- canteras para la obtención de materiales cons- gicas han podido anticipar notablemente su tructivos. En la excavación de Santa María se cronología. Si bien hasta el siglo XV el tér- ha localizado en su nivel superficial un gran mino de Zornoztegi no aparece como despo- estrato formado por mampuestos resultados blado, la datación arqueológica permite situar de la expoliación con materiales fechables en los siglos XV o XVI, por lo que pensamos que esta expoliación tuvo lugar pocos siglos des- pués del despoblamiento de Zornoztegi.

En el sector de Ubaide, donde se había ubicado la ocupación altomedieval, una vi- vienda perduró al menos hasta el siglo XIII o XIV, ya que en sus niveles de amortización se han hallado cerámicas vidriadas que se pue- den atribuir a este período. Queda por verifi-

44 PASTOR DÍAZ DE GARAYO Ernesto, Salvatierra y la fig.20 llanada oriental …, pp. 58-63.

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fig. 21

car hasta qué punto esta vivienda constituye tructura social entre la Alta y la Plena Edad una reocupación tardía de un espacio ya pre- Media. viamente abandonado, o es el último testimo- nio de la aldea medieval. Sin embargo, para poder avanzar en esta temática es preciso que en los próximos años En todo caso, parece evidente que el logremos estudiar arqueológicamente en ex- abandono de Zornoztegi debe de situarse en tensión y con rigor una serie de despoblados relación con la fundación en el año 1256 de la que nos permitan resolver muchos de los pro- villa de Salvatierra sobre Agurain. No es una blemas que aquí han sido solamente formu- casualidad que el límite municipal de Salva- lados. tierra concluya en la propia colina de Zornoz- tegi, cuyo término debió de quedar englobado Zornoztegi pretende ser el primer ejem- en la villa una vez que sus habitantes se des- plo de esta propuesta de trabajo. Pero será plazaron bajo el abrigo de las murallas de la preciso desarrollar nuevos protocolos de ac- nueva fundación (fig. 21). tuación en las numerosas obras públicas que inciden en nuestro territorio afectando este tipo de yacimientos. 6. Conclusiones

En esta breve comunicación se ha pre- tendido defender que los despoblados cons- tituyen un punto de observación privilegiado para poder analizar fenómenos tan complejos como el proceso de formación del paisaje me- dieval alavés y las transformaciones de la es-

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Figuras 10. Trincheras de evaluación realizadas en el despoblado de Zornoztegi, campaña del 1. Prospección de la llanada oriental ala- año 2005. vesa (años 2001-2003). Se han señalado las bandas de prospección sistemática e 11. Espacios domésticos altomedievales intensiva y los despoblados medievales de Zornoztegi, campaña del año 2006. conocidos documentalmente. 12. Grupo de silos altomedievales desti- 2. Proceso de concentración parcelaria en nados al almacenaje de cereal, campaña la llanada oriental alavesa, donde se loca- del año 2006. lizan varios despoblados. 13. Semillas carbonizadas del siglo X ha- 3. Despoblado de Ula (Salvatierra). La lladas en un silo de Zornoztegi, campaña iglesia del despoblado se conserva trans- del año 2006. formada en un caserío. 14. Estructuras habitacionales altome- 4. Vista aérea de las excavaciones en el dievales de Zornoztegi, campaña del año despoblado medieval de Aistra (Zalduon- 2006. do) realizadas en extensión. 15. Vista general de la iglesia de San- 5. Vista general del despoblado de Zornoz- ta María de Zornoztegi, campaña de año tegi desde el lado Norte, donde se localiza 2007. el límite de los territorios municipales de San Millán y Salvatierra-Agurain. 16. Tumba plenomedieval del cementerio de Zornoztegi, campaña del año 2007. 6. Levantamiento topográfico del despo- blado de Zornoztegi en el que se han indi- 17. Fotografía aérea de Zornoztegi tratada cado las distintas estructuras reconocidas digitalmente, en la que se han señalado las y los microtopónimos. principales estructuras del yacimiento y se puede identificar el proceso de desplaza- 7. El “Puente del Diablo” reconstruido re- miento de la aldea hacia el Norte en torno cientemente y ubicado al oeste del despo- al siglo XI. blado de Zornoztegi. 18. Terrazas agrarias halladas en el tramo 8. Excavación en extensión del yacimien- sur del yacimiento de Zornoztegi, campa- to de Zornoztegi (Salvatierra), campaña ña del año 2007. del año 2007. 19. Terrazas agrarias medievales aún con- 9. Análisis de distribución de materiales servadas en el yacimiento de Zornoztegi. de superficie. En las imágenes A y B se aprecia la abundante presencia de tejas y 20. Pórtico meridional de la iglesia de mampuestos en superficie. En la imagen Santa María de Zornoztegi, campaña del C se representa la densidad de materiales año 2007. en cuadrados de 10 m de lado; en la ima- gen D se ha realizado una corrección de 21. Despoblados y aldeas altomedievales la densidad en función de la visibilidad de la llanada oriental alavesa. superficial.

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