Presentación De Powerpoint
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LOS DERECHOS HUMANOS EN EL DEPARTAMENTO DE ARAUCAARAUCA VICEPRESIDENCIA DE LA REPÚBLICA PROGRAMA PRESIDENCIAL DE DERECHOS HUMANOS Y DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO VICEPRESIDENCIA DE LA REPUBLICA Director: Carlos Franco E. Coordinador Área de Políticas y Coordinación Interinstitucional: Tomas Concha Coordinadora Observatorio de Derechos Humanos: Ana Silvia Linder Diseño carátula: Patricia Lora Diagramación: Patricia Lora ARAUCAARAUCA El presente texto pretende realizar una aproximación a la situación del conflicto en el departamento de Arauca y sus efectos sobre los derechos humanos y el Derecho Internacional Humanitario. Con este propósito se han tomado múltiples registros y bases de datos, tratando de establecer una relación entre la intensidad del conflicto y otras manifestaciones de violencia y su incidencia a grupos humanos como sindicalistas, servidores públicos y población indígena. Sienta, en primer lugar, los antecedentes de la zona y de presencia de los actores armados y señala su actual dispositivo; toma el conflicto y muestra algunas características de su evolución; señala el comportamiento del homicidio y el secuestro en el departamento por municipio tratando de establecer su relación con el conflicto armado y sus características y definir posibles grupos vulnerables; realiza una aproximación a la situación municipal tratando de determinar las similitudes y diferencias de las situaciones en el departamento; y, finalmente, establece conclusiones y anexos que resumen y soportan la mayor parte del texto. EvoluciónEvolución deldel conflictoconflicto armadoarmado Antecedentes y grupos armados irregulares: Durante la época de La Violencia en los años cincuenta, el departamento de Arauca contó con una importante presencia armada, cuyo eje de acción era, principalmente, los actuales departamentos de Casanare y Meta. La mayor parte de la militancia de entonces se desmovilizó, pero los sectores que fueron derivando hacia la izquierda - entre ellos el Capitán Veneno - se replegaron hacia las zonas de los ríos Duda y Guayabero en los municipios de Mesetas y La Uribe, que luego se transformaron en zonas de influencia de las FARC. Por otro lado, otros sectores influenciados por los movimientos de izquierda en América Latina, como Tulio Bayer y “Minuto” Colmenares, intentaron reorganizar la lucha guerrillera en los llanos inspirados en el castrismo, pero fracasaron en su intento. [1] La nueva violencia A lo largo de la década de los setenta, el ELN se logró ubicar en Arauca a pesar de las continuas crisis. El primer gran dispositivo dispuesto por esta organización, que tenía como eje de expansión el Magdalena Medio, sur de Bolívar y nordeste antioqueño, se había visto truncado a partir de los grandes operativos en su contra durante 1973, en especial el de Anorí, que significaron la muerte de parte importante de su dirigencia y la disminución y repliegue militar de sus frentes. Las crisis internas posteriores, los llevaron a posturas de intolerancia por supuesta infiltración, especialmente en lo urbano y lo debilitaron en lo militar en extremo hacia 1977 y 1978, cuando dicha organización llegó a contar con tan sólo 30 miembros. A partir de esa crisis el ELN se planteó un nuevo modelo de organización: “Comenzamos a pensar en las zonas petroleras, en las áreas atravesadas por vías de comunicación importantes entre ciudades y en cómo caracterizar cada área” [2]. Sin embargo, luego de la desbandada de algunos militantes del ELN, muchos de ellos de Arauca, regresaron a su tierra y organizaron una estructura casi independiente que luego se transformaría en el frente Domingo Laín. Ese carácter independiente seguirá marcando su accionar y su posición en los años venideros. Con la toma de Betoyes en 198, el frente Domingo Laín hizo su aparición pública, luego más notoria a partir de los secuestros a ganaderos y el desarrollo de la extorsión a firmas y contratistas petroleros. Pero la formación del frente Domingo Laín había sido muy anterior. Según textos, este frente tuvo un período de preparación de 14 años, estructurado a partir de organizaciones agrarias en el departamento y el desarrollo de paros cívicos en el Sarare. [3] La presencia del Domingo Laín en Arauca, a partir del desarrollo de luchas agrarias, pronto es determinada por la explotación petrolera, tema fácilmente abordable por el ELN debido a una tradición de presencia armada en las zonas petrolíferas del Magdalena Medio, como los municipios de Cimitarra y Barrancabermeja, especialmente. Hacia 1984 la situación petrolera se plantea como prioridad en la agenda del ELN. Manuel Pérez, entonces máximo representante del Comando Central, al respecto afirmó: “Hacia el año de 1984, comienzan a producirse una serie de hechos en los cuales nosotros vamos a tener una participación más activa dado el nivel de incidencia y crecimiento que hemos alcanzado en algunas regiones. Con el descubrimiento de los pozos petroleros de Caño Limón y Cravo Norte y las negociaciones que se realizan en torno a ellas nosotros comenzamos a plantearnos el problema petrolero ya a definir una política soberana para la explotación de ese recurso. Para nosotros la cuestión petrolera no era cosa nueva, si usted recuerda, nosotros habíamos surgido precisamente al calor de las luchas petroleras de Santander y estuvimos muy ligados a los conflictos que se fueron dando en Barranca con la explotación petrolera” [4] En la década de los ochenta el entonces poderoso y casi hegemónico frente Domingo Laín, desarrolló la principal actividad guerrillera en Arauca situación predominante hasta 1998, año en el cual se empieza a manifestar un ascenso de la presencia de las FARC. Durante ese período la actividad armada se desarrolló en todos los municipios del departamento, en especial en Tame, Saravena y Arauquita, y tiene como principal componente durante 1986- 1987 el contacto armado, la emboscada y el ataque a la infraestructura, este último importante por el inicio de los ataques al oleoducto. En el año de 1988 la emboscada empieza a perder importancia, como en el resto del país, y se da un aumento en el ataque a la infraestructura, tanto al oleoducto Caño Limón-Coveñas como a las empresas contratistas. Ese mismo año y 1989 registran el nivel más bajo de actividad militar por parte de las FARC, principalmente en los municipios de Tame y Arauquita. Precisamente es Tame el municipio que concentra la mayor actividad armada. A partir de 1990 empieza un crecimiento sostenido de la intensidad del conflicto, que coincide con un aumento de la actividad armada adelantada por las FARC a lo largo de la Cordillera Oriental. Las FARC logran, a partir de ese momento, extender su presencia a municipios limítrofes con Arauca que comportan la misma dinámica como Hato Corozal y Paz de Ariporo en Casanare. En desarrollo de la Operación Centauro, el Ejército Nacional retoma la iniciativa y emprende fuertes operativos concentrados en contra del estado mayor del bloque Oriental de las FARC, operativo que en su segunda fase deriva en el ataque a La Uribe el 9 de diciembre de 1990. Como consecuencia de lo anterior, la actividad militar de las FARC se traduce en una mayor movilidad de los frentes hasta ese momento concentrados alrededor de su campamento principal y el consecuente copamiento de parte importante de la Cordillera Oriental, en especial en la zona correspondiente a los departamentos de Cundinamarca, Boyacá, Casanare y Arauca. Durante dos años, 1991 y 1992, algunas de las acciones en Arauca son ejecutadas de manera coordinada por las FARC y el ELN, y son registradas como acciones de la coordinadora guerrillera Simón Bolívar, situación que coincide con el desarrollo de conversaciones durante el período de Cesar Gaviria Trujillo [5]. Para el período comprendido entre 1992 y 1993, la presencia geográfica de las FARC es más extensa, cubre cuatro municipios del departamento de Arauca y todo el piedemonte de Casanare. El ELN, por su parte, sostiene una elevada actividad en casi todo el departamento, en especial en Tame, mientras que en Casanare se restringe a la zona de influencia de Cupiagua en un intento por repetir la experiencia petrolera de Arauca. Durante este tiempo los contactos armados, los hostigamientos y las emboscadas son el principal componente de la actividad armada, así como la destrucción de infraestructura es una constante. Entre 1994 a 1996 el conflicto se potencia de manera importante en la región. La Octava Conferencia de las FARC determina avances estratégicos que pasan no sólo por el afianzamiento del dispositivo en la Cordillera Oriental, sino a través de la determinación de actuar en zonas de importancia económica que puedan significar, de manera adicional, recursos para la organización como es el caso del petróleo en Arauca. Durante ese mismo período el ELN tiene en el departamento su máxima expresión militar en la zona, teniendo como pico de actividad 1995, año a partir del cual la dinámica de acción es creciente tanto para las FARC como para los grupos desconocidos. Durante los años posteriores, sobre todo a partir de 1998, las FARC empieza a ganar importancia, y el Ejército inicia grandes operaciones en contra de la guerrilla en el departamento. Por ejemplo, entre el 12 y el 20 de diciembre de 1998, y luego del aterrizaje de una avioneta tipo Cessna en la carretera que de Santo Domingo conduce a Pueblo Nuevo, se producen una serie de hechos violentos. La avioneta, luego de su aterrizaje, descarga elementos para la guerrilla de las FARC, situación de la que se percatan los pilotos de la FAC, quienes comunican