UN LUGAR EN MADRID PARA EL PALACIO REAL DE FILIPPO JUVARRA María José Muñoz De Pablo
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1 / Sobre la construcción del Palacio Real y la transformación de 2 / AGP 6152, 6153, 6154. Están reproducidos en el catálogo de su entorno es de gran interés la rigurosa y apasionante investiga- la exposición celebrada en Madrid del 29 de octubre de 2002 al ción realizada por Ángel MARTÍNEZ DÍAZ, Espacio, tiempo y pro- 26 de enero de 2003: AA VV, El arte en la corte de Felipe V, yecto. El entorno urbano del Palacio Real de Madrid entre 1735 y Fundación Caja Madrid, Patrimonio Nacional y Museo Nacional 1885, Artes Gráficas Palermo, S.L., Ayuntamiento de Madrid, del Prado, 2002, p. 460. Anteriormente habían sido publicados por 2008. El autor también estudia el Alcázar y da cuenta de las algunos de los investigadores interesados en este proyecto de numerosas alternativas al proyecto del Palacio Nuevo realizadas Juvarra. Entre ellos cabe citar a Durán, Iñiguez, Plaza, Gärms, antes y durante la ejecución de las obras. Botineau, Gritella, Delfín Rodríguez, Correa y Esquivias, Sancho y Barbeito; aquí solamente referiremos las reflexiones sobre la ubi- cación del edificio realizadas por dichos autores y en particular las expresadas gráficamente. 148 UN LUGAR EN MADRID PARA EL PALACIO REAL DE FILIPPO JUVARRA María José Muñoz de Pablo Probablemente el Palacio Real di- residencia real. Tras la muerte de Ju- señado por Juvarra es la arquitectu- varra, en enero de 1736, su sucesor y ra más ambiciosa proyectada para discípulo, Sachetti, se hizo cargo de las Madrid a lo largo de su historia. El obras de Palacio. Realizó otras trazas, arquitecto italiano ideó un gran edi- iniciando el largo proceso de su cons- ficio, que con sus plazas y jardines trucción. El proyecto de Juvarra no pa- formara un complejo palaciego, em- só del papel, pero no todo quedó en el blema de la dinastía borbónica. Su olvido. El palacio de Sachetti heredó magnificencia, sin parangón en la Vi- del maestro algunas ideas, e incluso en lla del segundo tercio del siglo XVIII, el palacio construido podemos ver al- hubiera transformado la ciudad y con- gunos elementos que recuerdan el pri- dicionado su desarrollo futuro. El he- mer proyecto 1. cho de que el proyecto no se llevara Aunque finalmente el Palacio Nue- a cabo, y el que no existan datos pre- vo se erigió sobre las cenizas del anti- cisos sobre su ubicación, nos permi- guo Alcázar, éste no era el lugar en te elucubrar gráficamente sobre los el que Juvarra pensaba erigir el edifi- lugares donde podría haberse levan- cio. Pero antes de especular sobre su tado e imaginar sobre el papel una posible localización y analizar las con- evolución urbana de la ciudad dife- secuencias previsibles en la trama ur- rente a la que siguió en el terreno. bana posterior, conozcamos somera- Es bien sabido que la decisión de Fe- mente el edificio y sus dimensiones a lipe V de construir un Palacio Real fue través de la documentación que ha lle- provocada por el incendio del Alcázar gado hasta hoy; pues si bien la com- acaecido en la Nochebuena de 1734. posición formal sólo sufre ligeras mo- Aunque sería más correcto decir que dificaciones en unas fuentes respecto este aciago suceso sólo precipitó la re- a otras, su tamaño es radicalmente di- solución del monarca. Inmediatamen- ferente y la posible ubicación estaría te solicitó los servicios de Fray Filippo condicionada por la extensión del edi- Juvarra a la corte de los Saboya. El ar- ficio y la de los jardines que lo acom- quitecto respondió con premura al en- pañarían (Fig. 1). cargo y desde Turín se trasladó a Es- Se conservan tres croquis, realiza- paña en abril de 1735. Sólo un año dos por Juvarra, donde se tantea la después de que el fuego hubiera devo- planta del Palacio 2. En los dibujos no rado parte de la antigua fortaleza, ha- sólo se atiende al edificio, también es- bía realizado el proyecto de la nueva tán dibujados los espacios exteriores expresión gráfica arquitectónica 1. Esbozos para el Nuevo Palacio Real de Madrid 3 / El dibujo del emplazamiento del Palacio sobre el Alcázar se realizados por Filippo Juvarra en 1735. encuentra en José Manuel BARBEITO DÍAZ, “Juvarra y el proyec- to del Palacio Real de Madrid”, Academia, nº 89, 1999, pp. 13. El plano de Madrid con los fragmentos de la ciudad que recogen los distintos proyectos realizados para el Palacio Real forma parte de la documentación gráfica elaborada por Javier Ortega Vidal, Aitor Goitia Cruz, Ángel Martínez Díaz y María José Muñoz de Pablo para la exposición sobre Felpe V antes mencionada y se encuen- tra reproducido en dicho catálogo. 149 del entorno que conformarán el con- fica sobre las primeras ideas de Juva- junto palaciego: la anteplaza en los cro- rra. Más tarde, en 2002 un grupo de quis primero y tercero y los jardines investigadores elaboramos un plano en el segundo. Estos esbozos son un del Madrid hacia 1745, donde se es- ejercicio formal, dominado por la ge- tudiaba el alcance urbano de éste y de ometría y sometido a una composición otros palacios proyectados para Feli- axial, independiente de la función de pe V 3 (Figs. 2 y 3). la arquitectura y que no tiene en cuen- El tamaño del edificio esbozado por ta el soporte físico donde se asentará. Juvarra es mucho mayor que la anti- El último croquis está acotado. Las di- gua fortaleza, la plaza situada al sur mensiones totales establecidas y rese- del palacio llegaría hasta la calle Ma- ñadas en el ángulo inferior izquierdo yor. Si, además, consideramos los jar- del plano son 144 toesas de ancho y dines posteriores dibujados en el se- 286 de longitud, incluido el palacio y gundo croquis, esta ubicación se hace la anteplaza, es decir, 280’22 por prácticamente inviable. El barranco de 556’56 m. Aunque con estas medidas Leganitos separa el palacio de los jar- el palacio podría asentarse en el lu- dines, y éstos se introducen de lleno en gar del Alcázar, su establecimiento su- la posesión de Príncipe Pío, donde la ponía reestructurar completamente el escarpada topografía dificultaba el de- entorno. El profesor Barbeito anali- sarrollo de los parterres. 2. El Palacio Real proyectado por Juvarra en el zó la posibilidad de implantar el Pa- El lugar donde por tradición se de- emplazamiento del Alcázar, José Barbeito, 1999. lacio allí, haciendo una hipótesis grá- bería levantar el nuevo palacio no era 4 / ARABASF 43- 1/1, “Memorial de Juan Bautista Saqueti, 3. Los Palacios para Felipe V en Madrid, 2002. En el 5 / Los planos del proyecto de Juvarra han sido expuestos y publi- Architecto y Maestro Mayor de las Obras Reales de V. M. sobre segundo dibujo de la franja izquierda está represen- cados en numerosas ocasionas. Respecto al conjunto de dibujos del ciertas objeciones presentadas a su proyecto para el Palacio tado el Palacio de Juvarra definido en los primeros Archivo General de Palacio ver José Luis SANCHO, Arquitectura de Real”, reproducido en F. J. DE LA PLAZA: Investigaciones sobre el los Sitios Reales. Catálogo Histórico de los Palacios, Jardines y Palacio Real Nuevo de Madrid, Valladolid, 1975, doc. VII, pp. 357 bocetos y en el de arriba el proyecto definitivo. Patronato Reales de Patrimonio Nacional, 1995, pp. 77 a 79; y Juan y 358, y reseñado por de J. M. BARBEITO, “Juvarra...”, op. cit., José ALONSO MARTÍN y María del Mar MAIRAL DOMÍNGUEZ, 1999, p. 13. “Planos inéditos del proyecto de Filippo Juvarra para el Palacio Nuevo de Madrid”, Reales Sitios, nº 161, 2004, pp. 3 a 23, entre otros. Sobre los planos conservados en la Biblioteca Nacional la publicación más reciente es: AA VV, Dibujos de arquitectura y orna- mentación de la Biblioteca Nacional. Siglo XVIII, 2009, pp. 50 a 53 y 142 a 144, incluye un interesante artículo de Barbeito comparando los dibujos de la Biblioteca con los conservados en Palacio. 150 el deseado por el arquitecto. Sachetti La documentación sobre el pro- principios del siglo XXI. El otro gru- dejó constancia de la reticencia de Ju- yecto definitivo que ha llegado a nues- po de planos guardados en Palacio era varra a construir el edificio en el solar tros días es abundante. Contamos con conocido desde antaño y consta de del Alcázar: “nunca quiso idear el pa- tres series de planos. Un conjunto de once dibujos atribuidos a Marcelo lacio sobre este propio sitio, expresan- dibujos formado por tres secciones Fontón. Además en Roma existe un do que su cortedad e irregularidad se- y un alzado se conserva en la Biblio- plano en el que se sintetiza el proyecto ría causa de que el mejor architecto teca Nacional y ha sido atribuida a en una planta y dos fragmentos de al- perdiese su crédito” 4. Juvarra se olvi- José Pérez y/o a Ventura Rodríguez. zado 5 (Figs. 4, 5, 6 y 7). dó de ese emplazamiento y realizó un Las otras dos series las custodia el Ar- También sabemos que del proyecto nuevo proyecto sin condicionantes. El chivo General de Palacio. Una de ellas de Juvarra se hizo un modelo en ma- resultado fue un magnifico y desme- está formada por la planta baja y cin- dera, concluido después de la muerte surado Palacio, un ideal ajeno al lugar. co cortes verticales. Salió a la luz a del arquitecto, que sirvió para levan- expresión gráfica arquitectónica 4. Alzado y secciones del proyecto del Palacio 6 / Antonio PONZ, Viage de España, tomo VI, 3ª edición, Viuda de Retiro y F. de los Ríos nos informa de su traslado al Museo de Real realizado por Juvarra que custodia la Biblio- Ibarra (edición facsímil, Madrid, 1972), pp.