Santa Fe De Bogotá, Junio 21 De 1999
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NOTAS BIOGRÁFICAS Y GENEALÓGICAS - DOCUMENTO 2 - DE ESPAÑA AL NORTE DEL TOLIMA FAMILIA ARISTIZABAL VARGAS “La vida sólo puede ser comprendida mirando para atrás; más solo puede ser vivida mirando para adelante” (SOREN KIERKEGAARD) REINALDO ÁGREDO TOBAR TELÉFONO: 091-6130967 (BOGOTÁ) CORREO ELECTRÓNICO: [email protected] [email protected] BOGOTÁ, D.C., 1999 DOCUMENTO EN CONSTRUCCIÓN ÚLTIMA ACTUALIZACIÓN: 27.12.2006 NOTAS BIOGRÁFICAS Y GENEALÓGICAS - DOCUMENTO 2 - DE ESPAÑA AL NORTE DEL TOLIMA – FAMILIA ARISTIZÁBAL VARGAS INTRODUCCIÓN En su tesis de grado para optar al doctorado, y bajo el título "La colonización antioqueña en el occidente de Colombia", el geógrafo e historiador estadounidense James Parsons, registraba en 1946 que: "La búsqueda del oro fue la causa inmediata de la colonización española de la provincia de Antioquia en el siglo XVI. Atraídos por las leyendas de fabulosas riquezas ocultas y las noticias de hallazgos efectivos, los primeros conquistadores fueron seguidos bien pronto de numerosos inmigrantes vascongados y asturianos"1. Y mucho antes que él, Adam Smith había escrito en el mismo sentido que “todas las empresas de los españoles en el nuevo mundo, después de la de Colón, 1 Con relación al influjo de los metales preciosos sobre el acontecer de esas épocas y de esas comunidades, la historiadora Zamira Díaz López, en “La ciudad colonial Popayán: Política y vida cotidiana (siglo XVI)”, escribe: “El oro y la plata del nuevo continente constituyeron el Norte de los proyectos de los hispanos. En España generaron los recursos para emprender negociaciones de carácter internacional, pagar a acreedores extranjeros, y construir obras públicas y privadas. En el espacio americano fue la brújula que orientó sus conquistas, la razón de las alianzas o conflictos con sus compatriotas o con los nativos. Los metales fueron, en últimas, factores concomitantes de las formas agresivas de la conquista, determinaron en buena parte las tareas cotidianas de estas sociedades, y constituyeron uno de los mayores signos de diferenciación social”. “Durante la Edad Media el oro fue el medio de pago de objetos suntuarios de la aristocracia, de rescate por prisioneros de guerra y el botín predilecto de los invasores normandos. Era la materia predilecta para elaborar los objetos sagrados de iglesias y monasterios, y los elementos artísticos para decorar los palacios. Estas piezas constituían una forma de acumulación suntuaria; el oro y la plata se “tesaurizaban”, dejando de circular como moneda, agravando el proceso de desmonetización, pues la producción del continente no alcanzaba a suplir las exigencias mínimas del mercado. Esto explica muy bien porqué se perseguían con tanto afán los fuertes ducados castellanos...” “Y ocurre el “milagro” para España. Deudora de comerciantes y banqueros privados que exigían sus pagos en metálico, viendo la fuga de sus monedas de oro, descubre y conquista el Nuevo Mundo. Se crearon instituciones jurídicas y militares para la posesión de los ricos tesoros de Nueva España y Tierra Firme”. Y más adelante acota: ”La importancia del oro llegó a tales extremos que se veía como el máximo bien, con el cual se podía conseguir cualquier cosa, como expresaban los oficiales de Real Hacienda, en una carta dirigida al Rey: “Todo no es nada, ni vale nada, ni se puede de ello hacer nada, como no haya oro, que es el ánima de todo lo dicho y de lo que más se decir y faltando éste, todo falta, y donde éste hay, todo sobra. Faltando éste todo lo dicho muere, y habiéndolo, todo resucita” “(Juan Friede en “Fuentes documentales para la historia del Nuevo Reino de Granada”, T.I, 1550-1552). También, con relación al oro, en “Lumpenburguesía: Lumpendesarrollo”, André Gunder Frank trae a colación las siguientes históricas expresiones: “Lo mejor del mundo es el oro...sirve hasta para enviar las almas al paraíso” (Cristóbal Colón, 1500). “Nosotros, los españoles, padecemos de una enfermedad del corazón, para la cual el remedio específico es el oro... Vine en busca del oro y no para trabajar la tierra como peón”. (Hernán Cortés, 1521). “Donde no hay indios, no hay plata” (Dicho franciscano, siglo XVI). -2- REINALDO ÁGREDO TOBAR parecen haber sido ocasionadas por el mismo motivo. Fue la sagrada sed del oro, la que llevó a Ojeda, Nicuesa y Vasco Núñez de Balboa al istmo del Darién, que llevó a Cortés a México, y a Almagro y Pizarro al Perú”. Era pues la minería la principal actividad económica, y la agricultura tan solo su soporte logístico: "En Antioquia la agricultura durante la colonia era un sector que seguía los pasos de la minería. Dondequiera se encontraba oro en cantidad, se iniciaban los plantíos para la sustentación de la población minera y cuando el oro se acababa terminaba también el cultivo, puesto que el mercado de bienes agrícolas lo constituía la población minera trashumante o la de los centros mineros estables" 2 Bajo este impulso, una a una las poblaciones fundadas representaron alguna etapa en la ansiosa búsqueda de yacimientos mineros y su puesta en explotación. Así surgieron, entre otras: La ciudad de Antioquia3 en 1541; Santa Rosa, fundada en lo que en 1541 denominaron Valle de los Osos; Santiago de Arma en 1542; la Villa de Santafé, la principal ciudad de la región durante los siglos XVI y XVII, fundada en 1546 (refundada en 1550 como Santafé de Antioquia); Nuestra Señora de los Remedios, fundada en 1560 o 1561; Yolombó, cuyo “origen se pierde en una maraña de conjeturas”4; San Juan de Rodas en 1570; Cáceres, unos afirman que fue fundada en 1576 y otros que en 1577, pero en lo que sí concuerdan es que sufrió varios traslados, al igual que aconteció con otras muchas poblaciones durante la Conquista; Zaragoza de las Palmas, fundada en 1580 o 1581; San Francisco de Nuestra Señora de la Antigua del Guamocó en 1611, abandonada en 1675; San José de La Marinilla fundado en 1690; Puerto Espíritu Santo; y Cancan. El desarrollo de los asentamientos humanos existentes en San Nicolás de Rionegro (parroquia desde 1659), y en la ciudad de Medellín (fundada en 1675)5, en tierras de clima 2 Álvaro Tirado Mejía, en "Introducción a la historia económica de Colombia". 3 Ciudad de Antioquia: Quemada por los indios, que se hallaban en alzamiento general, fue abandonada en enero de 1555 por los españoles. Oficiando como teniente de gobernador el capitán Juan Taborda (“El Viejo”), fue reconstruida pero desapareció definitivamente en 1573 al ser abandonada por los españoles e incendiada por los indios. 4 En “Descubrimiento, fundación, historia del departamento de Antioquia”. 5 “Las favorables condiciones climáticas del valle, la fertilidad de los suelos para la agricultura y la ubicación estratégica respecto de las regiones mineras, atrajeron a los principales encomenderos y colonizadores, quienes instalaron sus viviendas y hatos, incentivaron la explotación de los salados y el uso de los suelos en actividades agropecuarias para proveer la demanda de alimentos de las zonas mineras; en torno de éstos se desarrolló un activo comercio a través del cual se traían mercancías desde los puertos del Magdalena y del Cauca...”(En “Historia de Medellín, I”). “Medellín y Rionegro prosperaban como bases de abastecimiento”, la bondad de sus tierras, su clima, y las oportunidades surgidas de su desarrollo, llevaron a ellas españoles, caucanos y bogotanos. Entre 1750 y 1800 arribaron a la provincia de Antioquia 35 familias españolas, veinte de ellas se establecieron en Rionegro, nueve en Medellín y cinco en Santafé de Antioquia (En “La colonización antioqueña en el occidente de Colombia”). -3- 27.12.2006 NOTAS BIOGRÁFICAS Y GENEALÓGICAS - DOCUMENTO 2 - DE ESPAÑA AL NORTE DEL TOLIMA – FAMILIA ARISTIZÁBAL VARGAS más amable que el de Santafé de Antioquia, da origen a un resurgimiento de la colonización en el siglo XVIII6. Es a comienzos de tal siglo cuando arriba a Antioquia el joven vasco Sebastián Aristizábal y Elgorriaga, fundador de la familia Aristizábal. Y es también a finales del XVIII cuando la extracción de oro decae agudamente7; entonces, "... los campesinos del oriente antioqueño, acosados por la falta de trabajo en la minería y sin posibilidades de dedicarse a la agricultura en tierras tan estériles y concentradas en su propiedad por unos pocos, no tuvieron más que emigrar a regiones más propicias para su subsistencia y expansión”8. Así, desplazándose hacia el sur fundan a San José Ezpeleta de Sonsón en 17859, Abejorral10 en 1808, Aguadas en 1814, Salamina en 1825, Pácora (o Arma Nuevo) en 1831, Neira en 1843, Santa Rosa de Cabal en 1843 (o 1844), y en 1848 a Manizales; continuando luego su avance hacia el oriente en el departamento del Tolima11, fundando en 1856 a Fresno; en 1860 a Soledad (hoy llamado Herveo), El Líbano, Murillo y Manzanares; y en 1866 a Santo Domingo. Los graves problemas que sobre la posesión de las tierras heredó la naciente República, y la necesidad de ampliación de sus fronteras agrícolas generó, en las primeras décadas del siglo XIX, la implementación de políticas de colonización dirigida. Así, mediante ley del 6 de mayo de 1834, sobre colonización y repartimiento de tierras baldías para el fomento de poblaciones, se dispone que “cuando algunos individuos quieran establecerse en 6 “A mediados del siglo XVIII se inició en Antioquia un importante proceso de recuperación económica y demográfica. Poco después, la aplicación de la política borbónica desarrollada por Francisco Silvestre y Mon y Velarde reguló y promovió la colonización de nuevas tierras, el desarrollo minero, el comercio y otros aspectos de la vida