Fuerza De Mujer El Imparable Poder Femenino
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Fuerza de mujer el imparable poder femenino edición y prólogo carolina monroy Fuerza de Foto de portada y página siguiente. La xliii Legislatura del Congreso de la Unión (1955-1958) reunió, por primera vez en la historia política de México, a cinco mujeres, pioneras en desempeñarse como diputadas federales. En la fotografía: Aurora Jiménez de Palacios, diputada por Baja California mujer y primera legisladora del país, recibe un abrazo de Margarita García Flores, diputada por Nuevo León. A su izquierda, Marcelina Galindo Arce, maestra y periodista, diputada por Chiapas y primera mujer en entrar al Colegio Electoral. el imparable poder femenino Al extremo derecho, Guadalupe Urzúa Flores y Albertina Ezeta, diputadas por Jalisco y el Estado de México respectivamente. Ciudad de México, 1 de septiembre de 1955 Índice Comité Ejecutivo Nacional del pri Enrique Ochoa Reza 8 prólogo Presidente Carolina Monroy Carolina Monroy del Mazo 16 Abriendo camino Secretaria General 18 Griselda Álvarez 22 Lola Álvarez Bravo 26 Nancy Cárdenas Fuerza de Mujer. El imparable poder femenino. 30 Elisa Carrillo ISBN: 978-607-97374-0-5 34 Elvia Carrillo Puerto 38 Rosario Castellanos ©Partido Revolucionario Institucional 42 Julieta Fierro Publicación editada bajo la supervisión de la Secretaría General 46 Hermila Galindo Acosta del Partido Revolucionario Institucional 50 Amalia García Av. Insurgentes Norte No. 59, Col. Buenavista, 54 Elena Garro Delegación Cuauhtémoc, 06359. Ciudad de México 58 Diva Gastélum 62 Guadalupe Gómez Maganda Edición e impresión: El Equilibrista Otra Vez, S.A. de C.V. 66 Amalia González Caballero Derechos Reservados conforme a la Ley Federal del Derecho de Autor. 70 Rosario Green Esta publicación no puede ser fotocopiada ni reproducida total o parcialmente por ningún 74 Ana Gabriela Guevara medio o método sin la autorización por escrito del Partido Revolucionario Institucional. Impreso en México, 2016 78 Palma Guillén y Sánchez Primera edición 82 Amalia Hernández 86 Rosario Ibarra de Piedra Sara Afonso Dirección editorial 90 Martha Aurora Jiménez de Palacios Coordinación editorial Paulina Rocha Diseño editorial Claudia María Delgado 94 Marta Lamas Rodrigo F. Sánchez Investigación documental 98 Matilde Landeta Investigación iconográfica Gina Rodríguez Corrección de estilo Amira Candelaria Webster 102 María Lavalle Urbina 106 Concha Michel 110 Tina Modotti 114 Mª de los Ángeles Moreno 118 Ivonne Ortega 122 Beatriz Pagés 126 Beatriz Paredes Rangel 130 Alondra de la Parra 134 Claudia Pavlovich Arellano 138 Laura Pavón Jaramillo 142 Elena Poniatowska 146 Antonieta Rivas Mercado A todas las mujeres que admiro: las que son célebres y lejanas; 150 Rosario Robles 154 Claudia Ruiz Massieu las cercanas, que me honran con su amistad; y, sobre todo, a los millones 158 María Cristina Salmorán 162 Olga Sánchez Cordero de mujeres anónimas que, silenciosamente, desde sus hogares y sus 166 Dulce María Sauri 170 Carmen Serdán trabajos, son la semilla de todo lo bueno que hay en México. 174 Rosa Torre González 178 Josefina Vicens C. M. 182 Fuentes y Créditos PRÓLOGO ertenecemos a una generación afortunada, beneficiaria del legado de las mujeres que nos anteceden en la lucha por nuestros derechos. Hace ya cien años, en 1916, Yucatán fue el epicentro de una revolu- ción pacífica al celebrar el Primer Congreso Feminista, que defendía ideales como la ampliación de libertades, el acceso garantizado a la Peducación y a mayores oportunidades en el mundo laboral. Siete años más tarde, en esa misma entidad, cuatro pioneras, Rosa Torre González, Elvia Carrillo Puerto, Beatriz Peniche de Ponche y Raquel Dzib Cicero, se convirtieron en las primeras mujeres en acceder a cargos de elección popular en México, de la mano de las políticas públicas progresistas del gobernador Felipe Carrillo Puerto. Desde entonces, Yucatán ha sido un referente de la participación femenina en la vida pública mexicana. A pesar de estos avances, los derechos políticos plenos de las muje- res, a elegir y ser elegidas, fueron postergados durante muchos años en nuestro país. Hasta 1947 se permitió el voto femenino en las elecciones municipales y, sólo desde 1953, durante la presidencia de Adolfo Ruiz Cortines, las mujeres alcanzamos derechos políticos plenos. Derechos que no nos fueron concedidos unilateralmente por los hombres, sino que tomamos con legítimo orgullo, porque eran nuestros, y su reconocimiento fue un paso más en la lucha por la igualdad de género. En diciembre de 2013, a sesenta años del reconocimiento del voto feme- nino, el señor Presidente de la República, Lic. Enrique Peña Nieto, remitió a la Cámara de Senadores una iniciativa de ley para que los partidos políticos asignaran a mujeres la mitad de sus candidaturas al Senado y a la Cámara pp.8-9, 10 de Diputados; unos meses más tarde, en febrero de 2014, se promulgó una Jornada electoral en reforma a la Constitución en materia político-electoral que garantiza la pari- la que por dad de género en candidaturas a legisladores federales y locales. primera vez las mujeres Las mexicanas de hoy hemos decidido dejar de lamentarnos por la des- mexicanas igualdad que aún persiste, preferimos dar pasos firmes hacia el futuro; en pudieran votar, Ciudad de lugar de afligirnos ante los obstáculos, queremos construir una visión clara México, 1955 que nos permita enfrentar los nuevos retos. Aunque queda mucho camino 11 Fuerza de mujer el imparable poder femenino por recorrer, cada vez contamos con mayor participación femenina en la vida Griselda Freud dijo que la infancia es destino: nuestros primeros años definen el Álvarez en su pública, ya sea en el Congreso, en los ayuntamientos, en las gubernaturas campaña para carácter y la autoestima. Las mujeres somos, de generación a generación, o en el Gobierno Federal. Naturalmente, a medida que se incrementan la gubernatura emisarias de la ética colectiva y transmitimos valores esenciales: hacer lo de Colima, nuestras oportunidades como mujeres, también crecen las obligaciones y Colima,1979 correcto, tomar las decisiones justas, respetar a la patria y todo aquello que responsabilidades: es indispensable para nosotras cultivar y preservar nuestro la representa en la vida colectiva… pero también los valores universales de prestigio personal, patrimonio intangible que, una vez malgastado, no es solidaridad, honestidad y respeto por la verdad. fácil recuperar; además, las mujeres que buscamos participar en política Todas las mujeres, cada una en nuestra particular circunstancia, estamos debemos saber exactamente por qué y para qué aspiramos a gobernar. llamadas a desmantelar el andamiaje histórico de exclusión y violencia Con el fin de tener claridad en este horizonte, es imprescindible identi- que nos ha mantenido sometidas. Tenemos un compromiso con las ficar qué nos define. Las mujeres, en general, tenemos formas diferentes de familias, con la sociedad y con nosotras mismas. Para ello, necesitamos abordar los problemas y de plantear soluciones: somos pragmáticas, sabe- implementar políticas públicas de capacitación femenina, que estimulen mos negociar y tomamos decisiones pensando en la familia; características la participación activa en todos los campos, que promuevan la autoges- que las mujeres en política no debemos menospreciar. La familia no sólo es tión de recursos; es decir, debemos poner en marcha soluciones nuevas, parte de nuestra dimensión social, es un elemento fundamental que com- inteligentes y creativas para las mujeres del siglo xxi. pleta nuestras vidas y una motivación al esfuerzo y al éxito. Queremos para A pesar de que nuestros resultados hablan por sí mismos, con las mu- nuestra familia exactamente lo que deseamos para el conjunto de los ciuda- jeres se sigue usando una vara de medir más estricta; pero no debemos danos, entendemos que la familia es el principio de lo mejor de la sociedad. desalentarnos: tenemos que seguir aprendiendo y, desde la femineidad, con Los gobiernos, en sus distintos niveles, tienen un límite y ese límite es la visión propia de nuestro género, plantear soluciones de gobierno. Quie- la puerta del hogar. En nuestros hogares se dan las decisiones de orden in- ro destacar que las mujeres no pretendemos desplazar a nadie, ni obtener dividual y familiar, donde el papel de la mujer es importantísimo. Sigmund más de lo correspondiente. Deseamos ganarnos los espacios a que tenemos 12 13 Prólogo derecho y aspiramos a hacer política juntos, mujeres y hombres. Sólo desde una visión de conjunto, que nos integre a todas y todos, podemos llegar a ser un país verdaderamente democrático e iniciar el camino de una pro- funda renovación social. En mi caso personal, desde niña tuve muy claro lo que quería: deseaba participar en la política. Mi abuelo me decía que las niñas no se dedicaban a esas cosas; sin embargo, nunca me detuve a pensar en que por ser mujer me costaría más trabajo. También soñé con formar una familia, primera razón de mi vida: para sentirme plena como ser humano necesito de ella, así como necesito ejercer mi dimensión política y mi inclinación de servi- dora pública. Desarrollar mis dos vocaciones vitales me ha exigido un gran esfuerzo; pero no ha sido ningún sacrificio, sino una elección personal y un proyecto de vida. Hoy me siento orgullosa de ser una de tantas mujeres que, en distintos ámbitos, demostramos con nuestras vidas que no hay que renunciar a un rol personal para dedicarnos a la profesión que queremos. Queden estas páginas como un homenaje para aquellas mujeres mexi- canas, de nuestro presente y también de la historia, que con su esfuerzo han abierto nuestro camino. En esta antología no están todas las que son porque, afortunadamente, han sido muchas las mujeres que han contribuido al avan- ce de nuestros derechos políticos y sociales. De hecho, comencé este trabajo con una lista de más de trescientas mujeres, y mi deseo hubiera sido poder incluir a todas. Espero poder completar este homenaje en el futuro. Creo que nos corresponde a nosotras promover el reconocimiento a la labor femenina por todos los medios a nuestro alcance; debemos comprometernos con esta tarea para, después, pasar el relevo a otras que la continuarán.