Las relaciones diplomáticas entre y México. Desde su constitución como repúblicas hasta nuestros días

Galo Galarza Dávila*

cuador y México, pese a la cos, es la simple y cruda verdad histó- distancia geográfica que los rica. Por cierto, su vecino del oeste –el Esepara, son dos países con in- océano Pacífico, que no es tan pacífi- creíbles similitudes. Dos países casi co como su nombre lo dice- y , siendo gemelos, a no ser por lo despropor- el único vecino que faltaba, amena- cionado de sus territorios, poblacio- za también con quitarle al Ecuador nes y economías. México tiene casi otras extensiones territoriales con el dos millones de kilómetros cuadrados avance del llamado “Calentamiento y una población de más de cien millo- global” (Al Gore, dixet). Esa misma nes de habitantes, Ecuador no llega a amenaza, para variar, la tiene igual- los doscientos setenta mil kilómetros mente México que linda también por de extensión territorial y tiene una el oeste con el susodicho Océano. población de trece millones de habi- tantes (al año 2009 de la era cristiana Ambos países, Ecuador y Méxi- cuando escribo este artículo). Ambos co, tienen una mayoritaria población son, sin embargo, territorios cercena- mestiza y una importante presencia dos por sus vecinos. A México su ve- de nacionalidades o agrupaciones in- cino del norte le sacó más de la mitad dígenas (que conservan sus propias del territorio; al Ecuador, sus vecinos costumbres y lenguas). Ambos, des- del norte, del sur y del este le sacaron pués de una larga y sangrienta guerra otro tanto (recordemos que cuando de independencia que comenzó en el Ecuador se separó de la Gran Co- 1809 en Ecuador y 1810 en Méxi- lombia, en 1830, tenía un millón de co, nacieron a la vida republicana kilómetros cuadrados de territorio). a comienzos del siglo XIX (1821 Y esto que no sea motivo de resen- México, 1822 Ecuador). Y es, preci- timientos o de lamentos, por favor, o samente en la etapa inmediatamente mucho menos de reclamos diplomáti- posterior, cuando se establecen for-

* Embajador del Ecuador en México. AFESE 50 67 Galo Galarza Dávila malmente relaciones diplomáticas o de otras ciudades del interior, los entre ambos países. Ecuador envía caminantes que transiten por sus ca- su primer plenipotenciario a México lles pensarían que no se movieron un en el año 1837, responsabilidad que centímetro, pues allí verían, ya sea recayó en Manuel Antonio Luzárra- de ida o de vuelta, la misma gente, ga, sobrino político del presidente los mismos almacenes; percibiría los Vicente Rocafuerte1. México acredi- mismos aromas y ruidos, hasta las ta su primer consulado en América mismas formas de hablar (con lige- del Sur en la ciudad de el ras variantes y tonos), de sonreír, de año 1838 . maldecir, de soñar…3. Sin embargo, pese a esas similitudes, no siempre Pero recordemos que, antes, hay sus relaciones diplomáticas han esta- otro vínculo importante entre Ecua- do en el mejor nivel, ni han pasado dor y México. Se trata, precisamente, por una etapa de completa tranqui- del ilustre ciudadano ecuatoriano Vi- lidad. Hubo momentos de tensiones, cente Rocafuerte, al que mencioné como cuando García Moreno apoyó en el párrafo anterior, quien llegó a la invasión francesa y desconoció al representar a México, en calidad de gobierno de Benito Juárez; y, otros enviado diplomático ante el Reino de gran acercamiento, como cuando Unido, en 1824, y una década des- llegó a la presi- pués, en 1835, ocupó la Presidencia dencia del Ecuador o cuando el ge- del Ecuador. Rocafuerte fue un amigo neral Porfirio Díaz aceptó organizar y admirador de México, de su histo- en México, a pedido del general Eloy ria y culturas, a las que dedicó varios Alfaro, el Congreso Internacional estudios y hasta encendidos poemas. Americano. Pero de estos y otros Su vinculación con este país pare- episodios, nos ocuparemos en el cur- ce que comenzó desde cuando fue so de este artículo. De todas formas, nombrado diputado por la provincia en un balance general, podemos de- de Guayaquil, en 1812, a las cortes cir que las relaciones entre Ecuador españolas e hizo amistad allí con los y México a lo largo de su historia diputados mexicanos Arispe, Terán, (desde mediados del siglo XIX hasta Castillo, Larrazábal y Laballe2. comienzos del siglo XXI) han sido muy positivas y beneficiosas para Son países tan parecidos Ecua- ambos pueblos. dor y México que, como he señalado en un artículo que se publicó hace LA “TERNURA” HACIA LOS algún tiempo, si existieran túneles o HERMANOS DEL SUR pasajes, como en los cuentos de Cor- tázar, que pudiesen unir los centros Una vez que se produjeron los históricos de sus ciudades capitales mutuos reconocimientos de inde-

68 Las relaciones diplomáticas entre Ecuador y México. Desde su constitución como repúblicas hasta nuestros días. pendencia, se buscó tanto en Méxi- que abarcaba desde el Oregón has- co como en Ecuador y otros paí- ta Oaxaca, Tabasco y Yucatán, pero ses de Sudamérica, fórmulas para que al momento de la redacción del encontrar y concretar un mayor documento se extendía hasta Cos- acercamiento. Se quiso celebrar una ta Rica. Por si ello fuera poco, los “Junta General de los países hispa- mexicanos se consideraban herede- noamericanos”, así como dar un tra- ros directos de las glorias del Impe- tamiento preferencial a ciudadanos rio Español”5. de estos países y buscar mecanis- mos para mejorar el comercio y la Dentro de esa perspectiva, de lo seguridad de las correspondencias, que sería la presencia internacional vista la escasez de transportes ma- del Imperio Mexicano y sus crite- rítimos, como reseña en su estudio rios para establecer prioridades en “La misión diplomática del peruano su política exterior, existieron cuatro Manuel Corpacho. 1826-1863” el aspectos a tomarse en cuenta, según historiador Mario Federico Real de reseña el mismo autor mexicano an- Azúa4. En reciprocidad, el gobier- tes citado (Ruiz Guerra): la natura- no mexicano (al cual Iturbide había leza, la dependencia, la necesidad y convertido en Imperio), procuró la política. Se mencionaba entonces, crear una legislación que colocara como prioridad, las relaciones con a los países “indoamericanos recién las regiones que limitaban con el emancipados” en igualdad de con- Imperio: grupos indígenas y pobla- diciones con las grandes potencias ciones angloamericanas en Estados de la época: léase Europa y Estados Unidos, Rusia (increíble que algu- Unidos. Un ejemplo de ello nos trae na vez haya sido país fronterizo de Rubén Ruiz Guerra, en su libro an- México), Guatemala, Inglaterra (por tes mencionado (ver nota número Belice), la isla de los Mosquitos y la 4), sobre el dictamen presentado a Costa de los Mosquitos. Se propo- la “Soberana Junta Gubernativa del nía también que debían tener buenas Imperio Mexicano”, de diciembre de relaciones con las islas Marianas, 1821, por la Comisión de Relaciones las Filipinas, las Californias, Cuba Exteriores del Congreso mexicano. y Puerto Rico. Estos lugares debían permanecer en “la órbita imperial “El texto redactado por Juan mexicana”. Igual importancia daban Francisco Azcárate, el conde de la a las relaciones con la iglesia (Vati- Casa de Heras, y José Sánchez En- cano), con España (a la que seguían ciso -señala este autor- planteaba considerando “la Madre Patria” que los puntos centrales de lo que de- les había heredado idioma, religión bería ser la presencia internacional y costumbres), con Francia (que en- del Imperio Mexicano, una entidad tonces representaba la “cumbre de

AFESE 50 69 Galo Galarza Dávila la civilidad”) y con los Estados in- tres, su independencia de la nación dependientes de la América del Sur. española y de cualquier otra domi- Se mencionan, sin embargo, más nación extranjera y asegurar después aspectos retóricos que prácticos en de reconocida aquélla, su mutua su relación con estos últimos países. prosperidad, la mejor armonía, y Una constante que volverá a repetir- buena correspondencia, así entre los se, por cierto, en muchas ocasiones pueblos súbditos y ciudadanos de futuras. Una retórica que, leída con ambos Estados, como con las demás la perspectiva del presente, produce potencias con quienes deben entrar hasta cierta conmiseración: en relaciones…Se comprometen por tanto a contraer espontáneamente “Son nuestros hermanos, ma- un pacto perpetuo de alianza íntima nifiésteles el Imperio toda la ternura y amistad firme y constante para su que lo anima con su respecto, forme defensa común, obligándose a soco- con ellos el antemural más poderoso rrerse mutuamente y a rechazar en de la libertad por medio de la más común todo ataque o intervención estrecha alianza y conozca el mundo que pueda de alguna manera amena- que las dos grandes regiones que la zar la seguridad de su independencia naturaleza unió con el Istmo de Pa- y libertad, su bien recíproco y gene- namá, lo están mucho más por sus ral…”7. pactos y convenciones, que una es su causa, una su resolución y una su EL CONGRESO ANFICTIÓNICO opinión”6. DE PANAMÁ

El 3 de octubre de 1823 los Pese a todo, las relaciones entre Gobiernos de México y Colombia el Imperio Mexicano y los países de (la integrada por América del Sur que obtuvieron la las actuales repúblicas de Panamá, independencia de España, siguió su Venezuela, Colombia y Ecuador) rumbo. En México, en 1824, el Im- firmaron en la Ciudad de México, perio fue sustituido por una demo- por intermedio de sus representantes cracia federal representativa8 mien- Lucas Alamán y Miguel de Santa- tras que el Ecuador se separó de la maría, respectivamente, un Tratado Gran Colombia, en 1830, como un de Unión, Liga y Confederación que Estado independiente. La disolución entre sus principales acápites decía: de la Gran Colombia fue un verda- “La República de Colombia y la na- dero desastre. De haberse manteni- ción Mexicana se unen, ligan y con- do, sin duda que hoy en día sería federan desde ahora para siempre una potencia continental. Abarcaba, en paz y guerra para sostener con como es conocido, un espacio terri- su influjo fuerzas marítimas y terres- torial mucho mayor del que actual-

70 Las relaciones diplomáticas entre Ecuador y México. Desde su constitución como repúblicas hasta nuestros días. mente tienen los cuatro países que la pasos preparatorios para este Con- formaban y poseía un prestigio mili- greso se dieron con las misiones que tar y económico inmenso. La figura envió Bolívar desde Cúcuta, en octu- del Libertador Simón Bolívar había bre de 1821. alcanzado dimensiones extraordi- narias y abogaba porque se realice Al final del Congreso se firma- un Congreso Hispanoamericano, en ron algunos documentos: el Trata- el cual se debían sentar las bases de do de Unión, Liga y Confederación una mayor unidad e integración de Perpetua; una Convención de Con- nuestros países. Este Congreso fi- tingentes Navales y Terrestres; y, un nalmente se reunió en Panamá, del acuerdo para reanudar las sesiones 22 de junio al 15 de julio de 1826, del Congreso en la villa de Tacuba- con los delegados de la Gran Colom- ya, muy cercana a la actual capital bia, Perú, México y Centroamérica. de México. Sin duda el acuerdo También participó un observador más importante de los firmados fue del Reino Unido y otro de los Países el Tratado de Unión, Liga y Confe- Bajos9. deración Perpetua, pues además de declarar la solidaridad de las nacio- Al Congreso, convocado por nes firmantes, se afirmaba el carác- Bolívar el 7 de diciembre de 1824, ter irrevocable de la independencia se le conoció finalmente como Con- hispanoamericana; se expresaba el greso Anfictiónico de Panamá, en deseo de lograr una paz justa con recuerdo de los encuentros que se España, la antigua metrópoli; se es- celebraban en la antigua Grecia en- tablecían los principios de la conci- tre ciudades o repúblicas hermanas, liación y el arbitraje para resolver los unidas por el idioma y la cultura co- conflictos internacionales; se conce- munes, alrededor de un santuario u día la ciudadanía común a los habi- otro lugar de culto. El más célebre, tantes de las naciones contratantes; como se sabe, fue el de Delfos, diri- se rechazaba la trata de esclavos gido por un consejo de 24 miembros (cosa muy importante para la épo- en representación de las doce tribus ca); y se trazaban los lineamientos de de la región de las Termópilas. El una futura organización de estados Libertador Bolívar pensó en Panamá americanos. como el lugar donde debía realizar- se el Congreso debido a su posición AMBICIONES DE RECONQUIS- estratégica y privilegiada (solía de- TA Y LA MISIÓN CAÑEDO cir, según cuentan algunos de sus biógrafos, que si el mundo tendría Lamentablemente el Congreso que escoger un lugar para que sea su que debía reunirse al año siguiente capital ese debería ser Panamá). Los en Tacubaya, nunca pudo instalarse,

AFESE 50 71 Galo Galarza Dávila pese a los esfuerzos de los anfitrio- más adelante, sin embargo, el nefas- nes Michelena y Domínguez. Dos to papel que le tocó desempeñar des- acontecimientos graves fueron los pués –esas las paradojas de la histo- factores decisivos para que fracasara ria- cuando México perdió la mitad esta reunión: la guerra civil entre las de su territorio a manos de su vecino llamadas Provincias Unidas de Cen- del norte: Estados Unidos. troamérica y la confrontación arma- da entre la Gran Colombia y Perú, En 1830, después de la lamen- por el intento de este último de apro- table desintegración de la Gran piarse de territorios que pertenecían Colombia, México nombró un re- al entonces llamado Departamento presentante diplomático plenipoten- del Sur de la Gran Colombia (actual- ciario, Juan de Dios Cañedo, para mente República del Ecuador). En que viaje a los países de América del todo caso, la voluntad por continuar Sur y busque mantener la influen- con los trabajos del Congreso An- cia de México, al que se pretendía fictiónico de Panamá persistieron y convertir, en palabras del Ministro sólo pudieron concretarse años más Lucas Alaman, en la “metrópoli de tarde cuando se reunió en Ciudad de toda América” (10). Juan de Dios México el Congreso convocado por Cañedo inició su periplo y ya en el general Porfirio Díaz a instancias 1832 sugirió que México debía te- del presidente del Ecuador, general ner una representación consular en , al que nos referiremos Guayaquil: más adelante. “El puerto de Guayaquil –dice En 1829 el reino de España in- en su informe- es de suma importan- tentó reconquistar México, aprove- cia para el comercio de la Repúbli- chándose de la crisis política interna ca, así por el artículo productivo del que vivía este país y de los conflictos cacao, que continuamente se expor- armados en centro y sur América, a ta para nuestras costas del Pacífico, los que nos referimos anteriormen- como por la comodidad que presta te. Por fortuna este intento del co- su astillero para la reparación y ca- lonialismo español fracasó cuando rena (sic) de los buques. Es además las tropas invasoras comandadas puerto de escala del comercio ame- por el general Isidro Barradas fueron ricano y europeo; y así por estas ra- derrotadas por el general mexicano zones, cuanto por los informes que Antonio López de Santa Ana, quien he recibido…me parece que es de se convertiría, a partir de entonces urgente necesidad el establecimiento y por un largo período, en el gran de un consulado en el mencionado protagonista de la política mexicana puerto…Con ello se lograría la pro- (para bien y para mal). Ya veremos tección de los intereses y reclamacio-

72 Las relaciones diplomáticas entre Ecuador y México. Desde su constitución como repúblicas hasta nuestros días. nes de los propietarios de los buques cio con el Ecuador, pero entonces mexicanos que arriben a puerto, fuimos los ecuatorianos los que no además de promover la prosperidad aceptamos ese tipo de tratados por del comercio mexicano”11. considerarlos, con no poca razón, que ni eran libres ni fomentaban el El gobierno mexicano, como comercio equitativo. Tales otras pa- mencioné en otra parte de este tra- radojas de la historia. bajo, acreditó su primer consulado en América del Sur, el año 1838, en En todo caso, México y Ecua- base a esta recomendación y también dor adoptarían el 10 de julio de porque en el Ecuador había llegado 1888 (cincuenta años después), un a la presidencia un gran amigo de Tratado de Amistad, Comercio y México, Vicente Rocafuerte, quien Navegación, que fue ratificado por en mayo de 1836 le remitió una car- los dos congresos y que, en alguna ta a Juan de Dios Cañedo, a quien medida, se basaba en el propuesto conocía de sus años en México, en la por Rocafuerte hace cinco décadas. que le decía: DE PÉRDIDAS TERRITORIALES “Ha llegado el momento de A INVASIONES IMPERIALES que hagamos un tratado de amistad, comercio y navegación por el cual La segunda mitad del siglo XIX nuestros países puedan sacar mutuas fue particularmente dolorosa para y grandes ventajas de su recíproco México. Perdió, como hemos dicho, tráfico…Como soy mexicano de co- buena parte de su territorio frente a razón me intereso mucho en estable- su poderoso vecino del norte. Su hé- cer las más íntimas relaciones entre roe nacional, Antonio López de San- México y el Ecuador” 12. ta Ana, se había convertido para en- tonces en “Dictador Constitucional” En junio de 1837 Ecuador y y sería el encargado de reconocer esa México suscribieron ese tratado grave mutilación (curiosa y simbó- propuesto por Rocafuerte (13). El licamente Santa Ana había perdido Congreso ecuatoriano lo ratificó in- él mismo una pierna, a la que hizo mediatamente, sin objeciones, pero enterrar con grandes pompas en otro el Congreso mexicano dio largas al episodio del realismo mágico latino- asunto argumentando que se daba americano). Esa pérdida territorial excesiva libertad de comercio a los más otra serie de elementos que no ecuatorianos, lo que para ellos era viene al caso analizar en este traba- inaceptable. Muchos años después, jo, permitieron el ascenso en Méxi- ya en el siglo XXI, México quiso for- co del gobierno liberal liderado por malizar un acuerdo de libre comer- Benito Juárez, la figura más venera-

AFESE 50 73 Galo Galarza Dávila da de su historia, al que le tocaría Cuando Maximiliano fue de- enfrentar una nueva amenaza y una rrotado y fusilado y se restauró la nueva invasión foránea, esta vez, de República en México, Juárez desa- parte del ejército francés enviado rrolló nuevamente una política de por Napoleón III, para instaurar una acercamiento a los países de Améri- monarquía en México. ca Latina. Se volvió a hablar de la Confederación de Repúblicas Ame- En el Ecuador, la situación ricanas. En 1875 García Moreno tampoco era del todo halagado- caía asesinado en las puertas del Pa- ra. Había llegado al poder Gabriel lacio Presidencial de y era re- García Moreno, “el Santo del Pa- emplazado por , un tíbulo”, como lo llamó uno de los hombre más moderado, quien volvió grandes escritores ecuatorianos del a acercarse a México, a fin de cubrir siglo XX, Benjamín Carrión. El país esa desagradable mancha que había se había fragmentado en varios go- dejado su antecesor. biernos y sus vecinos del norte y del sur (Colombia y Perú) planeaban ELOY ALFARO, PORFIRIO DÍAZ secretamente repartírselo (“polo- Y EL CONGRESO AMERICANO nizarlo”, se diría en términos mo- DE MÉXICO dernos)14. García Moreno clamaba por que Francia “salve” al Ecuador Un siguiente paso interesante y lo convierta en un protectorado de mencionar en las relaciones bila- suyo. Con una visión así, ya pode- terales de los dos países es la llega- mos imaginarnos lo que pensaba de da al poder de los generales Porfirio la invasión francesa a México y cuál Díaz, en México, y Eloy Alfaro, en habrá sido la reacción del entonces el Ecuador. Ambos liberales, ambos gobierno legítimo de Benito Juárez. llegaron a la presidencia no como Este fue quizás el momento de ma- fruto de elecciones democráticas, yor tensión, sin duda, en las rela- sino por revueltas militares. El caso ciones entre Ecuador y México a lo de Díaz, quien fue héroe de la lucha largo de su historia. El representan- contra los invasores franceses, es tal- te ecuatoriano (Francisco de Paula vez más complejo porque llegó a la Pastor, quien fue Cónsul General presidencia en 1876 por un levanta- y después Encargado de Negocios) miento armado (Plan de Tuxtepec) y fue uno de los pocos representan- se mantuvo en el poder hasta 1910. tes diplomáticos extranjeros que Es decir treinta y cuatro años. En ese permaneció en la capital mexicana lapso, obviamente, trató con algu- cuando la invasión napoleónica. El nos presidentes ecuatorianos y, casi gobierno de Juárez, como se sabe, al final de su mandato, en 1895, le trasladó su sede a San Luis Potosí. tocó coincidir con el general Eloy

74 Las relaciones diplomáticas entre Ecuador y México. Desde su constitución como repúblicas hasta nuestros días. Alfaro, quien era, ese momento, una lidado para entonces su poder he- de las figuras más prestigiosas en el gemónico continental. En efecto, continente Americano (“uno de los la Doctrina Monroe (“America for pocos americanos de creación”, le Americans”) está en plena vigencia y había llamado el prócer cubano José se quiere reclamar su aplicación ple- Martí). Eloy Alfaro se había pro- na en los casos de Cuba (en guerra puesto dos tareas básicas en política de independencia con España) y Ve- internacional: restaurar la Gran Co- nezuela (amenazada por Gran Breta- lombia y convocar a un Congreso de ña en razón de las demarcaciones de naciones americanas. En el primer la Guayana). Curiosamente los dos objetivo fracasó rotundamente (los países del continente americano que intereses y las pasiones nacionalistas mantienen hasta hoy, cuando escribo estaban ya demasiado arraigadas) y este artículo, las relaciones más ten- el segundo lo consiguió parcialmen- sas con Estados Unidos, son, preci- te (aunque el conocido internacio- samente, Cuba y Venezuela. nalista mexicano Genaro Estrada también lo consideró un fracaso)15. Pero el general Eloy Alfaro tam- En todo caso este es un momento de bién quería que en este Congreso especial acercamiento entre Ecuador Internacional Americano se amplíen y México. de manera efectiva las relaciones po- líticas y económicas entre los países Alfaro quería dar a los intere- del continente, que se establezcan ses del continente “toda la fuerza de reglas claras para el intercambio co- cohesión que fuera necesaria para mercial y, sobre todo, para que se la mutua prosperidad y grandeza forje un verdadero Derecho Público de las naciones americanas”, como Americano, como se decía en la cir- dice la circular que se envía a todas cular a los Ministros de Relaciones las cancillerías de América (16). En Exteriores, antes mencionada. esa perspectiva, Alfaro convenció al presidente de México, Porfirio Díaz, Infortunadamente, de la misma para que ofrezca su país como sede forma como ocurrió con el afán de de este Congreso que despertó des- reestablecer la Gran Colombia, este de un primer momento una enorme Congreso Internacional Americano expectativa en muchas naciones del no tuvo los resultados esperados. continente, particularmente entre Como he señalado, el Gobierno las más pequeñas y débiles, pero norteamericano -presidido enton- también produjo, como era de es- ces por E.G. Cleveland- puso obs- perarse, malestar en otros países, táculos desde un primer momento. especialmente en el gobierno de los Es interesante conocer la nota con- Estados Unidos, que habían conso- fidencial que dirige al Ministro de

AFESE 50 75 Galo Galarza Dávila Relaciones Exteriores de México su De todas formas, el Congreso representante diplomático en Was- se reunió en la Ciudad de México. hington, Manuel Covarrubias, en la El Ministro de Relaciones Exteriores cual da cuenta de una entrevista que del país anfitrión, Ignacio Mariscal, sostuvo con el entonces Secretario que también cumplía las funciones de Estado norteamericano: “Debo de Presidente del Senado, declaró en informar a usted que Mr. Orley en- la ceremonia de inauguración: tró en otras consideraciones, que acaso no convendría poner en cono- “ Sin embargo ya lo estamos cimiento del señor Carbo (ministro viendo, han concurrido solamente del Ecuador en Washington). Co- siete Delegaciones, a saber: las cin- menzó por decirme que el Ecuador co de Centroamérica, el Ecuador y no tenía el prestigio bastante para México. Nada tiene esto de extraño, acometer ni llevar a cabo una em- señores, si se considera que el mismo presa de la importancia que debía Bolívar, El genio libertador de Sud tener un Congreso Americano; que América, no logró con su poderosa el mismo señor Romero y el señor influencia reunir el Congreso de Pa- Mendoza, ministro del Brasil, le ha- namá, lo que debe ser para nosotros bían expresado la opinión de que motivo de congratulación no obs- el Congreso referido no podía dar tante lo adverso del resultado. Por ningún resultado práctico, puesto las expresivas contestaciones obteni- que no se había propuesto un pro- das por el Ecuador, ellas demuestran grama definido y claro; que hace que al ser las circunstancias menos pocos días recibió una carta del se- desfavorables, no habría faltado ñor Mendoza en que reitera aquella aquí ningún representante de país opinión, agregando que el momento americano y que estaba bien prepa- no era oportuno porque creía que rado el terreno para conseguir, en ni Chile ni la Argentina tomarían ocasión más propicia, la inteligencia parte…Mr. Orley terminó diciendo y común acuerdo que tanto debemos que él también pensaba que por lo desear en el Nuevo Mundo” 18. que hace a los Estados Unidos aho- ra que está negociando con la Gran Este aparente fracaso del Con- Bretaña un Tratado General de Ar- greso sirvió, sin embargo, para que bitraje de gran trascendencia y que se consoliden ciertos principios del puede dar por resultado el arreglo Derecho Internacional Americano, de la cuestión de límites entre Vene- como lo reconoce el propio Genaro zuela y la Guayana inglesa, no sería Estada, para que queden al descu- prudente entrar en una discusión de bierto las falacias de cierta diplo- la Doctrina Monroe mientras esas macia enredista (¿o imperialista?) negociaciones estén pendientes”.17 y, sobre todo, para que se ponga en

76 Las relaciones diplomáticas entre Ecuador y México. Desde su constitución como repúblicas hasta nuestros días. evidencia a los países del continente Ante tanta heterogeneidad de que querían verdaderamente una in- gobiernos las relaciones bilaterales tegración y a los que por prepotencia fueron un tanto irregulares. En todo o mezquindad o servilismo con los caso, el afán de reconocimiento de más poderosos no quisieron atender los nuevos gobiernos mexicanos sur- el llamado de un país al que consi- gidos de la revolución y la necesidad deraban “sin el suficiente prestigio por sobrevivir ante la ingerencia ex- para emprender una tarea de esa tranjera (particularmente de su veci- magnitud”. no del norte), obligó a que exista un mayor acercamiento a la región de DE REVOLUCIONES A INSTITU- América Latina (de la cual se había CIONALIZACIONES. EL AGITA- alejado, en alguna manera, el go- DO SIGLO XX bierno de Porfirio Díaz, sobre todo en sus etapas iniciales). El gobierno Después de este período, ya de Álvaro Obregón, por ejemplo, estamos en el siglo XX. En México envió a su Ministro de Educación, se produjo una revolución (1910- José Vasconcelos, quien se había 1920), en Ecuador una regresión convertido en una respetadísima fi- (del régimen radical liberal alfaris- gura intelectual, a que visite varios ta o de la Revolución Alfarista –el países de la región y cree vínculos General Eloy Alfaro fue asesinado más estrechos (es interesante co- en 1912- se pasa al régimen libe- nocer la crónica de viaje a Quito y ral bancario y de ahí a una gama otras regiones que hace Vasconcelos impresionante de gobiernos de las en su monumental obra autobiográ- más diversas tendencias y forma- fica). El gobierno del Ecuador, por ciones, algunos de muy corta dura- su parte, se mostró siempre presto a ción). En México, por el contrario, colaborar y solidarizarse con Méxi- después de la revolución (y de ese co ante las amenazas de invasión lapso de cuasi anarquía en el cual norteamericana. En 1916, por ejem- se sucedieron seis presidentes en el plo, el canciller ecuatoriano Rafael lapso de siete años), se instauró en Elizalde envió un cablegrama a los el poder un solo partido político: el cancilleres de las repúblicas ibero- PRI (Partido de la Revolución Insti- americanas, en el cual manifestó lo tucional, con sus dos antecedentes siguiente: “Ante el peligro inminen- llamados Partido Nacional Revolu- te de guerra entre México y Estados cionario y Partido de la Revolución Unidos, el gobierno del Ecuador cree Mexicana que apenas duraron unos que todos los gobiernos de América años), el mismo que prácticamen- deben unir su acción y agotar sus te se mantuvo hasta el fin del siglo esfuerzos para evitar la gran calami- XX19. dad americana”. Esa acción, según

AFESE 50 77 Galo Galarza Dávila relata Rubén Ruiz, en su libro tantas contamos con varias nacionalidades veces citado, provocó que los repre- indígenas) y también el tema religio- sentantes de Colombia, Chile, Perú y so (sobre todo cuando en México se Ecuador gestionaran una reunión en produjo un serio enfrentamiento con Washington para apoyar la media- la iglesia católica, tan influyente en ción del conflicto20. nuestros países). La prensa conser- vadora y los voceros de esos partidos La conmemoración del centena- y agrupaciones atacaban constante- rio de las independencias americanas mente al gobierno mexicano y sus también fue un buen pretexto para embajadores acreditados en Quito estrechar los vínculos de México debían hacer constantes rectificacio- con los países de América Latina. Se nes. enviaron comisiones, se organiza- ron una serie de celebraciones y se En 1941, como es sabido, se intercambiaron presentes. Algo que produce una guerra entre Ecuador y también puede suceder cuando se Perú, después de la invasión armada conmemore el bicentenario de estas y ocupación del territorio ecuato- independencias y el centenario de la riano por parte de su vecino del sur. revolución mexicana. México es el único país de América Latina que levanta la voz a favor del Los gobiernos revolucionarios Ecuador y exigió que se ampliara de México eran vistos con recelo por el número de garantes (compuesto los gobiernos conservadores del res- originalmente por Estados Unidos, to de América. Perú llegó a romper Argentina, Brasil y Chile). El gobier- relaciones diplomáticas con México no peruano lamentablemente recha- en 1932. Y en Ecuador el gobierno zó este pedido y las cosas tomaron derechista de Mosquera Narváez el rumbo que se conoce y sobre el también acusó, en 1938, a los repre- cual se han escrito muchas obras y sentantes diplomáticos mexicanos de se han regado ríos de tinta y labia. El inmiscuirse en cuestiones de política problema fronterizo entre Ecuador y interna. No se llegó a un rompimien- Perú persistirá hasta finales del siglo to pero si hubo un enfriamiento de XX, cuando después de dos nuevas relaciones. Por fortuna el gobierno confrontaciones armadas se firmó de Mosquera fue efímero y pronto una paz definitiva y se arreglaron to- se volvió a un apropiado nivel. Sin dos los temas pendientes en sus fron- embargo hubo otros factores que teras terrestres y marítimas. siguieron perturbando la relación bilateral: el tratamiento del tema in- En todo caso, después de la dígena (tan sensible y doloroso para Segunda Guerra Mundial, México países que tenemos esa onda raíz y vuelve a tener una presencia mu-

78 Las relaciones diplomáticas entre Ecuador y México. Desde su constitución como repúblicas hasta nuestros días. cho más significativa en la región ternacionales y académicas); Sixto latinoamericana, asume, de alguna Durán Ballén, como Presidente del forma una suerte de liderazgo en Ecuador visitó México entre el 18 y muchos foros, varios de sus presi- 20 de febrero de 1993, también bajo dentes visitan los países de la región, la presidencia de Salinas de Gorta- se establecen una serie de alianzas ri; Fabián Alarcón, y estratégicas. Lucio Gutiérrez, como presidentes ecuatorianos, vinieron a México a VISITAS PRESIDENCIALES, MO- participar en reuniones internacio- VIMIENTOS DIPLOMÁTICOS Y nales; Vicente Fox, el presidente de LA MISIÓN ACTUAL México militante del PAN y primer presidente mexicano salido de fuera Podemos decir que, a partir de del PRI, visitó el Ecuador en 2004, la segunda mitad del siglo XX, se en la presidencia de Lucio Gutiérrez; intensificaron las visitas de presi- , como Presidente dentes ecuatorianos a México y de del Ecuador, visitó México en 2006 mexicanos al Ecuador. Veamos esto cuando Fox todavía ejercía la Presi- con mayor detalle: Carlos Arroyo dencia; fue el último del Río visitó México entre el 19 presidente ecuatoriano en realizar y 22 de noviembre de 1942, cuan- una visita oficial a México en abril do estuvo como presidente Manuel de 2008; y, muy posiblemente, Fe- Ávila Camacho; Las- lipe Calderón, devolverá esta visita so visitó también México en 1951, en el curso del año 2009. Las rela- siendo presidente Miguel Alemán; ciones entre los dos países se han Luis Echeverría Álvarez, como Pre- intensificado en todos los niveles. A sidente de México, visitó Ecuador en lo largo de su relación diplomática la presidencia (período de dictadura Ecuador y México han suscrito cien militar) del General Guillermo Ro- instrumentos de carácter bilateral dríguez Lara, entre el 11 y 14 de ju- (tratados, convenios, acuerdos, de- lio de 1974; Jaime Roldós Aguilera, claraciones conjuntas, comunicados) como Presidente electo del Ecuador, que abarcan muchísimas áreas de visitó México entre el 19 y 22 de di- cooperación 21. ciembre de 1980, en la presidencia de José López Portillo; Carlos Sali- A estas visitas presidenciales nas de Gortari, como Presidente de debemos sumar el trabajo tesonero México visitó Ecuador el 24 Y 25 y constante de los embajadores y de marzo de 1990, en la presidencia demás diplomáticos de ambas nacio- de Rodrigo Borja (quien luego via- nalidades que estuvieron acreditados jará a México en varias ocasiones tanto en México como en Ecuador y a fin de participar en reuniones in- que contribuyeron, sin duda, al man-

AFESE 50 79 Galo Galarza Dávila tenimiento y enriquecimiento de la rentes épocas han vivido y trabajado relación bilateral. Los archivos his- en México, y que, de alguna mane- tóricos de ambos países han elabora- ra, se convirtieron también en ver- do las listas correspondientes (sería daderos embajadores del Ecuador. interesante que se las publique en el Baste nombrar a figuras de la talla portal del Ministerio de Relaciones de Agustín Cueva, Miguel Donoso Exteriores del Ecuador, como lo ha Pareja, Bolívar Echeverría, Vladimi- hecho México). En la parte ecua- ro Rivas, Yanna Hadaty, Miguel y toriana destacan grandes nombres, Alicia Albornoz, en el campo cultu- particularmente de la vida cultural. ral y académico; a Judith Gutiérrez, Basta mencionar a Benjamín Ca- Oswaldo Muñoz Mariño, Tanya rrión, Gonzalo Zaldumbide, César Kohn, Washington Iza, Javier León, Arroyo, Luis Robalino Dávila, Al- en el campo artístico; y a Italo Es- fredo Pareja Diezcanseco, Fernando tupiñán, Alex Aguinaga o Cristian Cháves Reyes, César Coloma Silva, Benítez, en el campo deportivo, sin Demetrio Aguilera Malta, Leopoldo olvidar a músicos como Enrique Es- Benites Vinueza, Carlos de la Torre, pín Yépez o cantantes como Julio Ja- José Martínez Cobo. Y entre los di- ramillo. Más muchos otros que sería plomáticos de carrera: Armando Pe- largo enumerar porque México, sin santes, Galo Leoro, Mario Alemán, duda, fue y sigue siendo un punto de Miguel Vasco, Ernesto Valdivieso, atracción natural para los creadores, entre otros. En la parte mexicana deportistas y artistas ecuatorianos. destacan igualmente los nombres de: Juan de Dios Canedo, Leonardo Debido a la aguda crisis política López Portillo, Miguel Covarrubias, que afligió al Ecuador en las últimas Adolfo Mújica, Leopoldo Ortiz, décadas del siglo XX, fueron mu- Juan Cabral, Pablo Campos, Moisés chos los embajadores ecuatorianos Sáenz, Plutarco Albarrán, Carlos de que llegaron en misión diplomática Icaza, Ignacio Villaseñor, Antonio a México en representación de esos Riva Palacio, Alma Patricia Soria, gobiernos fugaces, algunos no alcan- entre otros, quienes luego tuvieron zaron siquiera a presentar sus cartas una vida política o cultural muy re- credenciales. Eso incidió, sin duda, conocida. en que no pueda llevarse una rela- ción bilateral ordenada y construc- A ello se debe sumar, con sobra- tiva. Algunos de esos embajadores, da justicia, el trabajo tesonero que de nombramiento político, se vieron, desarrollaron y desarrollan desde la además, envueltos en situaciones es- academia, la actividad cultural, ar- candalosas o en enredos administra- tística o deportiva distinguidos ciu- tivos, aunque debemos reconocerlo dadanos ecuatorianos que, en dife- hubo honrosas excepciones, como

80 Las relaciones diplomáticas entre Ecuador y México. Desde su constitución como repúblicas hasta nuestros días. siempre, de embajadores con este cia, todos los funcionarios que inte- tipo de nombramiento que cumplie- graron la Embajada y el Consulado ron un rol muy positivo en benefi- eran (y son) del personal diplomático cio de la relación bilateral (pienso, y auxiliar de carrera22. El gobierno por ejemplo, en Gustavo Vega, en del Presidente Rafael Correa tomó la el campo académico, o en Francisco decisión de ratificarnos a todo el per- Herrera, en el campo periodístico). sonal de la Embajada y el Consulado Desde el año 1979, cuando se produ- después que asumió el poder en ene- ce el regreso a la democracia hasta el ro de 2007. No voy a realizar, obvia- año 2006 se acreditaron 25 personas mente, un informe pormenorizado como jefes de la misión diplomática de labores, pero si quiero mencionar del Ecuador en México (unos como que en estos dos años y medio se han embajadores otros como encargados conseguido algunos logros que vale de negocios ad-ínterim). Es decir, a la pena mencionar: a) restauración un promedio de un encargado de completa de la sede de la Embajada, la Embajada por año (1.2 para ser adquirida como propiedad del Esta- exactos). De ellos sólo once tuvieron do ecuatoriano en el año 1980 y que rango de embajador y de estos once tiene una construcción que data de sólo dos pertenecieron al Servicio mediados del siglo XX, hasta dejar- Exterior de Carrera. En contraste, la convertida en una de las mejores México tuvo una representación di- sedes diplomáticas del Ecuador en el plomática mucho más ordenada en exterior; b) construcción de las nue- el mismo período analizado: única- vas oficinas del Consulado del Ecua- mente once personas asumieron la dor y de una sala de recibo al públi- jefatura de la Embajada de México co que sirve también como auditorio acreditada en Quito, de los cuales (era muy triste constatar que la gente sólo cuatro tuvieron nombramiento que llegaba en busca de algún servi- político. cio consular debía permanecer a la intemperie); c) aumento considerable Cuando se creía que la Emba- de la oferta exportable del Ecuador jada del Ecuador en México estaba hacia México (prácticamente desde destinada naturalmente a los funcio- 2004 al 2008 se duplicaron las ex- narios de nombramiento político, portaciones de productos ecuatoria- fue en el Gobierno del Presidente nos, según cifras del Banco Central Alfredo Palacio y siendo Canciller del Ecuador); d) aumento considera- Francisco Carrión cuando se rom- ble de las inversiones mexicanas en pió con ese mito y se me nombró el Ecuador (actualmente oscila entre Embajador en este país, a partir de los mil y mil quinientos millones de octubre del año 2006. Y no sólo eso dólares); e) coordinación de la Vi- sino que, por una grata coinciden- sita Oficial a México del Presidente

AFESE 50 81 Galo Galarza Dávila Rafael Correa, los días 11 y 12 de país (algún momento detallaré cada abril de 2008, en un momento clave, uno de estos actos, varios de los cua- a pocos días de lo que se había pro- les constan en el sitio Web del Minis- ducido el bombardeo colombiano a terio de Relaciones Exteriores-acti- territorio ecuatoriano; ahora se pre- vidades de las misiones diplomáticas para la Visita Oficial del Presidente ecuatorianas en el exterior- y en el Felipe Calderón al Ecuador, muy po- buscador Google)23; y, j) se mantuvo siblemente en el curso del presente una relación cordial y de constante año; f) suscripción de una serie de cooperación con las asociaciones de acuerdos bilaterales de mutuo be- ecuatorianos residentes en México, neficio para ambos pueblos y nacio- al tiempo que se brindó una protec- nes; g) ordenamiento de la biblioteca ción y ayuda efectivas a los ciudada- (que hoy cuenta con más de tres mil nos ecuatorianos que vinieron a este volúmenes de autores ecuatorianos país (y así lo requirieron). Pero esto a disposición del público e integra- ya es motivo para otros artículos o da a la red Altair) y de los archivos para otros informes. Por ahora que- (que se encontraban en un estado den estas notas resumidas sobre la lamentable); h) apoyo a la constitu- relación diplomática de dos pueblos ción en el Parlamento mexicano del hermanos de América Latina cuyos grupo de amistad Ecuador-México; vínculos han ido creciendo y fortale- i) presentación en varios escenarios ciéndose a lo largo de su historia de y estados de México de una intensa vida común. actividad cultural, académica y so- cial que ha permitido proyectar una imagen positiva del Ecuador en este México D.F., marzo de 2009

1 Manuel Antonio de Luzárraga y Echezurria, según fuentes que proporciona Rodolfo Pérez Pimentel, en su Diccionario Bibliográfico, nació en el puerto de Múndaca, señorío de Vizcaya, España, el 1 de octubre de 1796 y falleció en Cádiz, en 1855. Se asentó en Guayaquil en 1815 donde se vinculó con los patriotas que buscaban la independencia de la Corona. Participó en el movimiento del 9 de octubre de 1820 y fue designado Capitán del Puerto de esa ciudad. Más tarde se convirtió en un próspero banquero y exportador de cacao, fomentó la construcción de escuelas (como obra social) y logró constituir una verdadera flota naviera que hacía comercio desde México hasta Perú. “Era la primera fortuna de la costa ecuatoriana”, dice el historiador guayaquileño antes referido. En 1834 el presidente Juan José Flores le otorgó el grado de General y en 1837, su tío político, el presidente Vicente Rocafuerte, le nombró Encargado de Negocios en México, fue así el primer representante diplomático del Ecuador en este país. Negoció un tratado de comercio y navegación que nunca fue ratificado. De regreso al Ecuador fomentó el intercambio comercial con México. Mantuvo una vida política y social muy activa hasta cuando falleció, como se ha dicho, en 1855. 2 Sobre la relación de Rocafuerte con México, se ha tomado como referencia el estudio que preparó el también destacado político guayaquileño Pedro Carbo, quien fue su amigo personal y le acompañó en México hasta su retorno al Ecuador, titulado: “Americanos ilustres, D. Vicente Rocafuerte”. Incluido en el libro “Vicente Rocafuerte”, que con prólogo y notas de Neptalí Zuñiga, editó la Corporación de Estudios y Publicaciones, por encargo del Gobierno del Ecuador, el año 1983. La figura de Vicente Rocafuerte es bien conocida y no cabe que haga aquí un recuento pormenorizado de la misma. Sin embargo vale la pena que mencione algunos aspectos de su relación con México. Por sus ideas liberales e independientes, Rocafuerte, mientras participaba como diputado en las Cortes de Cádiz, fue perseguido por las autoridades españolas, lo que le obligó a buscar refugio en Francia. Estuvo a punto de enrolarse en los ejércitos comandados por Bolívar, Morelos o San Martín, según cuenta en sus cartas, pero le fue imposible salir de ningún puerto de Europa sin la autorización de las autoridades coloniales. Recién pudo, en 1817, conseguir un salvoconducto para viajar a Guayaquil, de allí pasó a Lima y luego a Estados Unidos desde donde comenzó una activa labor de proselitismo en contra de España y 82 Las relaciones diplomáticas entre Ecuador y México. Desde su constitución como repúblicas hasta nuestros días. también en contra de las ambiciones de Iturbide quien, en México, se había proclamado Emperador. Rocafuerte publicó los libros: Ideas necesarias a todo pueblo independiente que quiera ser libre, Bosquejo ligerísimo de la Revolución de México desde el grito de Iguala hasta la proclamación imperial y El sistema colombiano, popular, electivo y representativo, es el que más conviene a la América independiente. Esto le ganó una gran popularidad en México, a donde llegó el año 1824. Allí, gracias a sus conocimientos jurídicos y de idiomas, se le nombró parte de la delegación diplomática mexicana que viajó a Londres. Esta comisión, presidida por el General Michelena, logró que Inglaterra reconociera la independencia de la república de México en diciembre de ese mismo año y negoció un crédito para el gobierno de la Gran Colombia que le valió a Rocafuerte algunos disgustos y malentendidos. En 1826 se negoció también el Tratado de amistad, comercio y navegación entre México y la Gran Bretaña, en el que Rocafuerte tuvo una activa participación. Fomentó igualmente la publicación de varias obras para difundir los acontecimientos que llevaron a la independencia de México. Fue, en definitiva, un diplomático de gran efectividad y talento, hasta cuando en 1829 pidió sus cartas de retiro, disgustado por los acontecimientos políticos que comenzaban a suceder en México. En 1830 regresó nuevamente a la capital mexicana, se vinculó con los sectores liberales, publicó los libros: Ensayo sobre cárceles y Ensayo sobre tolerancia religiosa, así como dirigió el periódico Fénix de la Libertad, todo lo cual aumentó su prestigio intelectual entre los mexicanos. Sin embargo le valió el odio del clero y del gobierno conservador de entonces, presidido por el general Bustamante, quien comenzó a perseguirlo e incluso llegó a encarcelarlo. Cuando se aprestaba a regresar al Ecuador, acompañado precisamente por Pedro Carbo, quien hace este interesante recuento en el libro antes mencionado, estuvo a punto de morir en un equívoco episodio en el cual las mismas fuerzas liberales lo confundieron y maltrataron. Sólo cuando triunfaron las fuerzas constitucionalistas liberales y el general Pedraza asumió el poder, Rocafuerte se embarcó definitivamente con destino al Ecuador, donde jugaría igualmente un importante rol histórico y llegaría a ocupar la Presidencia de la República. Vicente Rocafuerte es el único ecuatoriano que tiene un monumento en la capital mexicana, ubicado, por cierto, muy cerca de la Embajada del Ecuador en el sector residencial de Polanco. 3 Rafael Correa visita México. Diario Reforma, México D.F., de 10 de abril de 2008. Pág. 15. Este artículo también se publicó en el sistema de ecuadorinmediato.com (periódico electrónico del Ecuador), correspondiente al 9 de abril de 2008. 4 Citado en el libro Más allá de la diplomacia, relaciones de México con Bolivia, Ecuador y Perú (1821-1994) de Rubén Ruiz Guerra. Publicación de la Secretaría de Relaciones Exteriores de México. Dirección General del Acervo Histórico Diplomático. México 2007. Pág. 63. 5 Ibid, pág. 65. 6 Ibid, pág. 66. Los señalamientos con cursivas son de mi autoría. 7 Para revisar el texto completo de este Tratado, se puede visitar el sitio Web del Ministerio de Relaciones Exteriores: http://www.mmrree.gov.ec (en la sección tratados, bajo la sigla MEX001). Hay un manual operativo muy sencillo que permite hacer este tipo de consulta. Los señalamientos con cursivas son de mi autoría. 8 El 27 de septiembre de 1824, el primer presidente de México, Guadalupe Vitoria, comunicó a los gobiernos de América del Sur que el Soberano Congreso General Constituyente de la República de los Estados Unidos Mexicanos había elaborado una constitución federal. 9 El Congreso se instaló en Panamá, como hemos dicho, el 22 de junio de 1826. Las delegaciones estuvieron integradas por los siguientes representantes: Antonio Larrazábal y Pedro Molina, por Centroamérica; Pedro Briceño y Pedro Gual, por la Gran Colombia; José Mariano de Michelena y José Domínguez Manso, por México: Manuel Lorenzo Vidaurre y Manuel Pérez de Tudela, por Perú. Como observadores participaron: Eduardo Dawkins, por Inglaterra, y Jan van Veer, por los Países Bajos. De los delegados por Estados Unidos, que habían sido convocados por el presidente de Colombia, Francisco de Paula Santander (contra la voluntad de Bolívar), ninguno pudo estar presente en sus deliberaciones. Uno de ellos, Richard Anderson, falleció antes de llegar a Panamá; y el otro, John Sergeant, llegó demasiado tarde (¿destino manifiesto?). Brasil, Bolivia, Chile y Argentina tampoco enviaron delegados. 10 Rubén Ruiz Guerra. Obra citada, pág. 81 11 “Legación extraordinaria mexicana cerca de las RR del Sur, y el imperio del Brasil”, núm.52, Juan de Dios Cañedo al Exmo. Sr. Secretario de Estado y del Despacho de Relaciones Exteriores de los Estados Unidos Mexicanos, Lima, 27 de septiembre de 1832. Archivo Histórico General de Relaciones Exteriores. Citado por R. Ruiz Guerra. Ibid, pág. 82. 12 Citado por R. Ruiz Guerra. Ibid, págs. 85 y 86. 13 Por México lo suscribió José María Ortiz Monasterio y por el Ecuador el general Manuel Antonio Luzárraga, a quien nos hemos referido en otra parte de este trabajo (ver nota número 1). 14 A finales de la década del 50 del siglo XIX el presidente de Perú, Ramón Castilla, firmó un convenio secreto con el general Tomás Cipriano Mosquera, gobernador del Estado del Cauca, por medio del cual se dividían los territorios de la actual República del Ecuador: una mitad para Colombia y otra mitad para Perú. Por fortuna no proliferaron esos intentos y García Moreno, con mano férrea, lo que le ganó el calificativo de “tirano”, logró integrar nuevamente al país y enrumbarlo hacia una senda de mayor orden y progreso. Esas las grandes contradicciones de este personaje, fundamental en la historia del Ecuador. Es interesante ver al respecto el libro “Derecho Territorial Ecuatoriano” de Julio Tobar Donoso y Alfredo Luna Tobar. Imprenta del Ministerio de Relaciones Exteriores. Quito, 1994. 15 Ver el estudio titulado: “La doctrina de Monroe y el fracaso de una Conferencia Panamericana en México”, que aparece en el libro: Genaro Estrada: diplomático y escritor. Colección del Archivo Histórico Diplomático Mexicano. Secretaría de Relaciones Exteriores, México D.F., 1978. Pgs. 175 a 188. Sobre este episodio preparé un trabajo titulado: “Eloy Alfaro y el liberalismo”, que es parte del libro: Ecuador en el mundo:1830-2006, publicado por la AFESE (Asociación de Funcionarios y Empleados del Servicio Exterior). Quito, 2006. Págs. 69 a 96. Algunos párrafos de ese trabajo reproduzco en este artículo. 16 En una parte de la circular enviada a las cancillerías de América se dice: “…Los fines principales de la convocatoria están expuestos, dejándose en libertad al Congreso para que determine el tiempo que debe funcionar. Como lugar para la reunión, fíjese, por esta vez, la capital de la República Mexicana y como fecha para la instalación el AFESE 50 83 Galo Galarza Dávila

10 de agosto de 1896, aniversario del Primer Grito solemne de Independencia lanzado con tanto heroísmo, en la cuna de los primeros próceres, quienes como mártires regaron con su sangre el suelo de la antigua capital de los shiris y hoy de la República ecuatoriana…”. Esta circular se la reproduce en su integridad en el libro Ecuador en el mundo: 1830-2006. Págs. 75 y 76. 17 Citado por Jorge Villacrés Moscoso, en su libro: Ecuador, historia diplomática, Instituto de Diplomacia y Ciencias Internacionales, Universidad de Guayaquil, 1989, pg. 103. 18 Ibid, pg. 103. 19 Sobre el PRI (Partido Revolucionario Institucional) acaban de aparecer interesantes estudios en la revista “NEXOS”, correspondiente a marzo/2009. Particularmente cabe destacar los escritos de Héctor Aguilar Camín y Macario Shettino. “En todas sus eras –dice Aguilar Camín- el priísta fue un régimen extravagante, a la vez plutocrático y popular, estatólatra pero capitalista, desigual pero incluyente, vertical pero inclinado a las reformas, autoritario pero no dictatorial ni policiaco. Un régimen de partido hegemónico donde nunca hubo alternancia pero siempre hubo elecciones y partidos de oposición” (pág. 42). 20 Ibid. Pág. 122. 21 Para conocer el texto completo de estos cien instrumentos suscritos desde 1823 hasta 2008 (tratados, convenios, acuerdos, declaraciones conjuntas, actas de comisiones binacionales) se puede visitar el sitio Web del Ministerio de Relaciones Exteriores del Ecuador: http://www.mmrree.gov.ec, en el acápite “Tratados”. (Ver nota número 7). 22 Ministro Miguel Méndez (encargado de asuntos políticos y de cooperación con organismos internacionales); Consejero Xavier Aliaga (encargado de asuntos comerciales y económicos); Consejero Santiago Martínez (Cónsul General); Adjuntos Civiles Ana Cecilia Ayala (hasta septiembre 2009), Martha del Pozo y Francisco Cañizares. 23 La información señalada se puede encontrar en el buscador Google, bajo la sigla: Galo Galarza Dávila+México.

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