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07_MariaLuisaREGUEIRO.qxd:ok_Modelo_art.qxd 15/10/12 16:43 Página 315 Sesenta años del boom de la novela hispanoamericana María Luisa Regueiro Rodríguez Universidad Complutense de Madrid literatura E-mail: [email protected] Recibido: 25 agosto 2012 Aceptado: 10 septiembre 2012 RESUMEN: Celebramos el sesenta aniversario del boom hispanoamericano. En este ar- tículo, sirviéndonos de textos ya clásicos en la lengua castellana, se reflexiona, sin afán de exhaustividad, sobre su relevancia narrativa. Se sostiene que, a juzgar por la bri- llante continuidad y el reconocimiento de la obra de sus primeros autores, el boom no sólo supuso un fenómeno editorial globalizador, sino una aportación fértil funda- mental de Hispanoamérica a la literatura universal y sustentada en una tradición na- rrativa rica en precedentes propios y genuinos. PALABRAS CLAVE: literatura hispanoamericana, narrativa, novela. 60th Anniversary of the boom of the Hispano-American Novel ABSTRACT: We are celebrating the 60th anniversary of the boom of the Hispano- American Novel. Using classical texts in the Castilian language and without claiming to be exhaustive, this article reflects on its narrative importance. On the basis of the bright lasting and the recognition of its first authors’ work, not only the boom would lead to a global and editorial phenomenon but to an essential and fertile contribution of Hispanic America to universal literature which relies on proper and authentic precedents. KEYWORDS: hispano-american literature, narrative, novel. Introducción Borges, Cortázar, Paz, Arguedas, Benedetti, Uslar Pietri, Onetti, El inexorable paso de los años nos Eloy Martínez, Roa Bastos, Bioy enfrenta, con más frecuencia de lo Casares, Sábato; y más reciente- que desearíamos, a la noticia de la mente la cultura en lengua espa- desaparición de una de las voces ñola llora a Carlos Fuentes que más destacadas de lo que se ha da- mantenía viva su pluma y seguía do en llamar el boom de la literatu- deleitando a auditorios admira- ra hispanoamericana. Ya no escri- dos con su palabra. Podemos sen- ben desde hace tiempo Asturias, timos inclinados a pensar que se Razón y Fe, 2012, t. 266, nº 1368, pp. 315-325, ISSN 0034-0235 315 07_MariaLuisaREGUEIRO.qxd:ok_Modelo_art.qxd 15/10/12 16:43 Página 316 María Luisa Regueiro Rodríguez acaba definitivamente la década miento estético autóctono. Pero prodigiosa de la novela hispano - hay una diferencia radical respec- americana; sin embargo, nos que- to de la literatura peninsular, co- da su legado, un legado único, mo destaca Seymour Menton 1: que dio al español las mejores pá- «En Hispanoamérica se da el fenó- ginas, en especial en la narrativa, meno de la coincidencia de los pero también en géneros tan ricos cuatro movimientos», en una dis- en Hispanoamérica como el ensa- posición a la integración de co- yo y en muchos casos, la lírica. La rrientes e influencias de la cultura amplitud de sus creaciones hace y de la literatura europea, espe- imposible la relación de obras, la cialmente francesa y anglosajona, mención siquiera de sus páginas para la interpretación de una rea- memorables; pero es justo recono- lidad nueva, la del Nuevo Conti- cer que sin esta literatura españo- nente. Novelas como Facundo, de la excéntrica, producto vital de la Sarmiento; Amalia, de José Már- otra orilla, la cultura literaria de mol; María, de Jorge Isaacs, entre hoy no sería la misma. Conviene otras muchas del XIX, ya mues- no olvidar a los maestros y siem- tran diferencias respecto de la eu- pre es oportuno su recuerdo, re- ropea como un género sensible y nunciando eso sí, dada la riqueza atento a la realidad y a la sociedad del panorama, a cualquier intento que comienza su definición na - de exhaustividad. cional, «… no como una literatura de en- tretenimiento o de pasatiempo Los antecedentes de la sociedad burguesa –como habría ocurrido en Europa du- Cuando en los años sesenta la crí- rante los siglos anteriores–, sino tica europea «descubre» la riqueza como un testimonio y denuncia, y la variedad de la novela escrita como confusión y análisis de una por autores de Hispanoamérica y realidad social, política y huma- se comienza a hablar del fenóme- na en conflicto. Esta situación ex- plica, además, la razón por la no del boom, la literatura hispano- cual esta novela hispanoamerica- americana, el género ya contaba na, al reflejar una sociedad de con unas sólidas bases desde el ro- cambio entre el colonialismo y la manticismo con la novela de folle- independencia, reúne materiales tín, la histórica y la sentimental, con el posterior desarrollo del rea- 1 S. MENTON, El cuento hispanoamerica- lismo y el naturalismo y, sobre to- no, Fondo de Cultura Económica, Méxi- do, con el modernismo, movi- co 19914, 162. 316 Razón y Fe, 2012, t. 266, nº 1368, pp. 315-325, ISSN 0034-0235 07_MariaLuisaREGUEIRO.qxd:ok_Modelo_art.qxd 15/10/12 16:43 Página 317 Sesenta años del boom de la novela… narrativos diversos que escapan, Guerra Mundial (1914) y la Revo- muchas veces a toda clasifica- lución Rusa (1917); la industriali- 2 ción» . zación progresiva que suponía la concentración de masas asalaria- En el siglo XX se distinguen, ge- das en las ciudades, los caudillis- neralmente, tres etapas de la na- mos y las dictaduras, las reivindi- rrativa hispanoamericana, cada caciones sociales, el latifundismo una de las cuales, a pesar de sus económico, la marginalidad de diferencias –y si se quiere de rup- grandes sectores humanos. Todo turas– en cuanto a formas, estilos hace que los escritores hispano - y temática, suponen un continuum americanos vuelvan sus ojos a su que alimentó el advenimiento de propia circunstancia continental. la etapa que ahora evocamos. La Además, la hecatombe europea primera etapa, de temática re - tras la Primera Guerra Mundial gional en la que la realidad ameri- destruyó en cierto sentido la ilu- cana no eludió el conflicto deci- sión de que Europa representaba monónico entre civilización y bar- la cultura frente a la barbarie ame- barie; la segunda, que aparece ricana. Surge entonces en las pri- después de los años treinta, de in- corporación de nuevas técnicas meras décadas del siglo una co- vanguardistas; hasta llegar a la rriente regionalista en la que el década en la que surge con fuerza centro es la relación entre el hom- la nueva novela latinoamericana, co- bre y la naturaleza americana; y la mo arte de integración del plano novela, el género que permite el real y de la imaginación, un géne- cuadro representativo de las raíces ro que aspira a constituirse en no- que unen al americano con su tie- vela total. rra, con la naturaleza de su conti- nente, áspera, casi irreal por su El contexto histórico hispanoame- dureza en gran parte virgen, fren- ricano de principios del siglo XX te al paisaje europeo hollado una ofrecía una realidad social, políti- y otra vez y, en cierto sentido do- ca y cultural variada y convulsa, mesticado, por sucesivas civiliza- con acontecimientos y procesos ciones. que modificaron la conciencia de escritores e intelectuales: la Revo- Se crea una novela de espacios que lución Mexicana (1910), la Primera será de la Revolución Mexicana como tema dominante durante 2 décadas (p. ej., Los de abajo, de Ma- A. VEIRAVÉ, Literatura hispanoamerica- na y argentina, Kapelusz, Buenos Aires riano Azuela; Al filo del agua, de 1973, 90. Agustín Yáñez; Memorias de Pan- Razón y Fe, 2012, t. 266, nº 1368, pp. 315-325, ISSN 0034-0235 317 07_MariaLuisaREGUEIRO.qxd:ok_Modelo_art.qxd 15/10/12 16:43 Página 318 María Luisa Regueiro Rodríguez cho Villa, de Martín Luis Guzmán; Lo real maravilloso, el realismo Los peregrinos inmóviles, de Grego- mágico rio López y Fuentes); indigenista (Alcides Arguedas a la cabeza con Aunque ha habido muchos inten- su Raza de bronce, o Ciro Alegría tos de paternidad para ambas ex- con El mundo es ancho y ajeno; con presiones, Menton afirma que Huasipungo, de Jorge Icaza, en Pe- «hay que distinguir muy clara- rú, Bolivia y Ecuador); gauchesca mente entre lo real maravilloso, tér- (Don Segundo Sombrade, de Ricar- mino atemporal inventado en do Güiraldes; Los caranchos de la 1949 por Alejo Carpentier, y el rea- Florida, de Benito Lynch, entre lismo mágico al crítico de arte ale- otros muchos, en Argentina y mán Franz Roh (1890-1965) y di- Uruguay); de la tierra o rural (co- vulgado entre 1926 y 1929 por el mo La Vorágine, del colombiano futurista italiano Massimo Bon- José Eustaquio Rivera; Doña Bár- tempelli en su revista Novecento» 3. bara, de Rómulo Gallegos, en Ve- Como el propio Carpentier afir- nezuela). En general, las formas mó, «lo real maravilloso se en- de la narrativa regionalista proce- cuentra a cada paso en la historia den del modernismo y reflejan un del continente», especialmente en profundo conocimiento de sus ad- el ambiente mágico de ciertas par- quisiciones estéticas, aunque sus tes de América donde la cultura autores mantienen el relato lineal tiene fuertes raíces indígenas o y el tiempo cronológico con narra- africanas; y el realismo mágico es dor absoluto del realismo y el na- una tendencia artística que tras- turalismo, pero exponiendo sus ciende hacia lo universal. Al res- preocupaciones ideológicas. Este pecto, no podemos olvidar que regionalismo inicial que refleja el fue Uslar Pietri (1906-2001) quien lenguaje de los pobladores ameri- en su novela Las lanzas coloradas, canos, el destino trágico de sus publicada cuando contaba apenas protagonistas, la dureza de sus ex- veinticinco años, contribuyó a for- periencias en el entorno natural y jar la tan hispanoamericana tradi- el compromiso social del escritor ción del «realismo mágico». será el punto de partida y de co- nocimiento profundo que confor- Quien conoce la realidad hispano- mará ese rico sustrato sobre el que americana percibe que se halla se apoyará ese período excepcio- nal de la literatura hispanoameri- 3 S.