Eduardo ZAMACOIS La Moral, La Jurisprudencia Tan Grande Que Su Obra Científica
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París, Mayo de 1955 *Supplément mensuel de SOLIDARITE OUVRIERE, porte-parole de la CNT d'Espagne en axil. * Precio : 40 francos — N" 528-17 ALBERTO DECADENCIA CULTURAL EINSTEIN LA muerte de Alberto Einstein, el hombre que, lejos de en- vanecerse con la gloria, pre- y ECONÓMICA de ESPAÑA firió vivir en la sencillez y esfor- zarse porque la ciencia sirviera al común y no a la fuerza, ha produ- cido emoción justificada en las nobles gentes de todos los países; tad de expresión debida a su prestigio intelectual. la que, sin mensajes declamato- L proceso de decadencia cultural y eco- rios — reservados en la circuns- nómica que se inició en España a me- No siempre la pasión, política o religiosa, domi- tancia para los hombres de Esta- do —, sienten íntimamente la diados del siglo XVI ha sido preocu- na én los estudios de nuestro decaimiento económico desaparición del sabio cuyo amor y cultural. Muchos autores, prescindiendo hasta don- a sus semejantes situábale, indis- pación constante y objeto del estudio cutiblemente, entre los más since- de eminentes historiadores, literatos, de les ha sido posible de su parcialidad, han investi- ros adalides de un mundo nuevo, estadistas y hombres de ciencia. Hoy gado seriamente, aportando explicaciones muy pon- fraterno y sin fronteras. más que nunca se ha avivado esta deradas. El odio racial le obligó a aban- donar su país para establecerse preocupación .en cuantos piensan con ahinco en Es donde se le permitiera continuar sus trabajos. Mas — ; ironía de paña y se traduce en numerosos escritos de españoles los tiempos ! —, vencida la dic- en el destierro ; y en otros no menos abundantes, de pez „/H. ^iaí-^/Katta tadura que motivó su destierro, el fanatismo político personificado los que dentro de España usan de una relativa liber- por Mac Carthy había de ponerlo en el índice. ¿ Por sus manifes- En algunos casos se advier- guerras de Europa o en Amé- taciones pacifistas ? Desde luego; ten opiniones que niegan al rica. Todo eso hubo a finales mas también, como en otros ca- español medio aptitud y vo- del siglo XVI y en el siguien- sos, por no poder olvidar que du- te y, perdiendo fuerza, algo ha rante los años 1936-39, Einstein cación para el trjvbajo pro- defendió obstinadamente la causa ductivo, para la técnica y llegado hasta nuestros días en del pueblo español, atacado pol- POSTALES DEL CAIWIMO para el comercio. Y los que así determinados sectores sociales. las potencias totalitarias y aban- enjuician son en su mayor par- También hubo entonces un donado, o traicionado, por las se- te eruditos que leyeron a es- desvío para con la técnica, dicentes democráticas. Tenemos el agrado de pot critores de otras épocas en que contrapesado por una dedica- incluir en el presente nú- prevalecía el despego para el ción a la literatura y a algu- Lo humano de su conducta, mero la firma de Eduar- trabajo en las clases hidalgas nas ciencias como la teología, cuenta para nosotros más, con ser do Zamacois, ilustre es- Eduardo ZAMACOIS la moral, la jurisprudencia tan grande que su obra científica. critor español que, des- o se inspiraron en las narra- Y no sólo por eso le debemos re- ciones de viajeros que atri- y la medicina, frente a las conocimiento, sino también por la pués de varios años de buían la postración económica cuales aun expresaba Forner atención que, recientemente, al co- silencio en su destierro — Échate a dormir donde a características fundamentales en el siglo XVIII que « las nocer el libro « Nacionalismo y por tierras de América, quieras — dijo Luisa a su del español, tomando con gran demás lucubraciones son su- Cultura » — editado por « Soli- ha tenido la gentileza de huésped — y, mientras no ha- perfluas, vanas y peligrosas ». daridad Obrera » — tuvo para remitirnos estas cuarti- ligereza como permanente lo con su autor, escribiendo : « La lles trabajo, puedes seguir vi- que era consecuencia de cir- Hoy, en cambio, el pano- obra de Rocker es extraordinaria- llas que, además de su niendo. cunstanciar-, muy varias. rama, es otro, y vemos una mente instructiva y testimonia valor como homenaje a Hecha esta declaración se creciente dedicación de los una gran originalidad de espíritu. la noble figura de Luisa metió en su cuarto. Escritores de nuestros días españoles a las actividades Incontables hechos y relaciones Michel, tienen la signifi- siguen esta tendencia, expo- técnicas y un apartamien- han sido expuestos en ella de una cación de un gesto frater- Aquel vagabundo trajo niendo un criterio pesimista de to de las disciplinas com- manera completamente nueva y nal que caracteriza a su otros, y pronto, desde que las cualidades del español persuasiva. Considero, en fin, ef autor, constante, pese a anochecía, el piso comenzaba para los trabajos productivos. • Pasa a la página 2 • libro de gran importancia y ple- todas las vicisitudes, en a llenarse de miserables. En- Muy poco se han molestado en no de enseñanzas ». la fidelidad a su pueblo tre mujeres y hombres pasa- la observación directa de estas y a la causa de la liber- ban de veinte. Luisa le había cualidades y en ver si han va tad. dado una llave para que los riado o están en proceso de va- otros no se molestasen en es- ración. Asi. Salvador de Mada- LA lamosa anarquista Lui- perarla, y el primero que lle- riaga, en libro reciente, afirma sa Michel vivía entonces gaba abría la puerta a los de- que el derrumbe del Imperio en Nueva York. más. Hasta que el propieta- Español obedeció a 'que « a rio del inmueble, atendiendo causa de su desarrollo indus- Una madrugada vio a un la^ protestas formuladas por trial insuficiente, España lle.fó hombre dormido en el quicio sus inquilinos contra seme- a ser pronto demasiado débil de una puerta. La nieve jante vecindad, desahució a pa'-a soportar el peso de su amontonada sobre él, daba a Luisa Michel y la echó a la edificio imperial ; y así resul su figura un delineamiento ralle. La gente « de orden » tó se- EsDaña la oprimida por de ettatua yacente ; Luisa suele amar a su prójimo sus grandes dominios ». Opi- le despertó tocándole con un cuando el prójimo paga. nión muy razonable que va se pie. A Luisa Michel — más ca- ¡mida de esta notablemente in — ¿ Qué haces aquí ?... ritativa que San Jorge. « el justa : « si a España no le fué i. Estás borracho ?... ¿ No santo de la capa » — nadie la posible reaccionar con más in comprendes que puedes que- ayudó nunca en su evangéli- teligencia ante las circunstan da te helado ?... Vete a tu co empeño de repartir gratui- cias que le creó su súbito enri- casa. tamente el bien. quecimiento, habrán de hallar- Masculló él otro, entre dien- Al contrario : el amor a se las razones en dos -rasgos tes : sus semejantes la llevó a la permanentes del carácter espa- — No tengo casa. cárcel muchas veces. ñol : la tendencia al ocio y la — Pues vente a la mía, in- En cambio, a un vecino de tendencia al desvio para con feliz. Te acostarás en el sue- Lansig (Michigan) llamado la técnica. » lo, pero, al menos, descansa- León Grenier, los periódicos Esta dura sentencia pudo rás bajo techado. suizos le colman de elogios ser acertada en otra época, pe- Sin replicar el desconocido, por su afición a la zoología. ro hoy no lo es. Hubo tenden- soñoliento, arrastrando los Periódicamente el Ayunta- cia al ocio ; sentimiento de pies, siguió a su protectora. miento de Lanzig taca a pú- menosprecio hacia los oficios y Alta, flaca, vestida de negro blica subasta los animales va- la mercadería ; hidalgos que, y caminando a largos tran- gabundos, y aquellos que, por como se ve en el Lazarillo, vi- cos, aquella admirable santa ausencia o defunción de sus vían más de su fantasía que de laica, parecía, sobre la blan- dueños, quedaron sin hogar. sus riquezas o trabajo ; vani- cura nupcial de la calle, un Los precios son irrisorios : dad y finchamiento aristocráti- capricho sabático. Llegaron a los gatos y las tortugas, ver- co dominando el ambiente ; la casa, en la que no había bigracia, se venden a un dó- conventos y fundaciones reli- un solo mueble. • Pasa a la página 6 • giosas por doquier ; ansias de lograr fortuna rápida en las % Centro de Documentarlo e Apoio á Pesquisa | unesp Cedap 20 21 22 23 24 25 26 27 2í decadencia cuítutaí u económica de £&paña • Viene de la primera página • de manera unilateral, nutriéndose casi tía y da el tono en la organización do- y del gobierno de mi patria en la crisis prendidas en el grupo que Quevedo de- exclusivamente de la propia savia nacio- minante, en la « superestructura » de religiosa de los siglos XVI y XVII an- nominaba « ciencias sólidas ». nal y que, como consecuencia de esta que habla Bosch Gimpera, extraña al tepuso en cada caso al interés de Es- segregación, apenas prendió en España pueblo en su sentir y alejada de él en paña el de los ideales cuya representa- Menéndez Pidal cree que el español la semilla del Renacimiento. « Los in- su mentalidad y en sus afanes. Ya muy ción se atribuía e imposibilitó de esta atiende a los móviles ideales más que a yectores de la savia nueva, tales como marcada esta superestructura al final manera una política comprensiva. ». los provechos económicos. En su intro- Lebrija, el Brócense, Pedro Ciruelo y de la Reconquista, quedó más señalada Menéndez Pidal atribuye a loe Re- ducción a la Historia de España, en la otros fueron perseguidos, y otros como aún, según Bosch, con la política de la yes Católicos una preocupación y un que estudia ampliamente las causas de Servet y el doctor F.