LOS DERECHOS HUMANOS EN EL DEPARTAMENTO DE MAGDALENAMAGDALENA

VICEPRESIDENCIA DE LA REPÚBLICA PROGRAMA PRESIDENCIAL DE DERECHOS HUMANOS Y DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO VICEPRESIDENCIA DE LA REPUBLICA

Director: Carlos Franco E. Coordinador Área de Políticas y Coordinación Interinstitucional: Tomas Concha Coordinadora Observatorio de Derechos Humanos: Ana Silvia Linder Diseño carátula: Patricia Lora Diagramación: Patricia Lora MAGDALENAMAGDALENA

Para entender la evolución del conflicto en el departamento del Magdalena es conveniente intentar dividir su territorio en tres "subregiones geográficas" que a pesar de no ser excluyentes entre sí presentan características topográficas particulares y dinámicas productivas predominantes, las cuales se han constituido en uno de los factores determinantes en la presencia y el accionar de las organizaciones armadas al margen de la ley en el departamento.

La primera región se encuentra enmarcada entre la ribera del río Magdalena y Las Colinas y el Valle de Ariguaní[1] y se caracteriza por ser una área en la que predomina el latifundio ganadero, el cual ha sido durante décadas fuente de financiación de los grupos armados a través del cobro de "impuestos", el secuestro y la extorsión a ganaderos.

De otro lado, los municipios que conforman la zona bananera[2] del Magdalena localizada en la cara oeste del piedemonte de la Sierra Nevada de y la ecorregión de la Sierra[3] que hace parte de la jurisdicción del departamento, han presentado durante los últimos años el mayor número de acciones armadas del departamento.

A pesar de esto, no es posible realizar en este análisis tal diferenciación regional, ya que la mayor desagregación de la información disponible para el departamento llega solo al nivel municipal y, tal como se mencionó anteriormente, la Sierra Nevada y la Zona Bananera poseen varios municipios en común, cuyas zonas altas hacen parte de la primera y las zonas planas de la segunda. Sin embargo, sí es posible observar en el análisis que en la mayoría de los casos son los municipios de estas dos subregiones los que presentan mayores índices de violencia y no los de la parte predominantemente ganadera. Lo cierto es que las autodefensas que operan en el departamento han ido presionando cada vez más el desplazamiento de los grupos guerrilleros y del ELN hacia la parte montañosa de la Sierra, mientras que las autodefensas además de manejar gran parte del negocio del narcotráfico de la Sierra dominan también la mayor parte del resto del departamento.

Sin tener en cuenta los altos índices de violencia que alcanzó el departamento del Magdalena en la segunda mitad de la década de los 70 con la aparición de la “bonanza marimbera”[4], éste se había caracterizado hasta mediados de la década de los 90 por ser uno de los departamentos menos violentos de la Costa Atlántica. A pesar de lo anterior, la guerra que se presenta entre guerrilleros y autodefensas en la actualidad ha llevado desde la segunda parte de la década de los 90 a un recrudecimiento del conflicto.

[1] La cual comprende los municipios del Cerro de San Antonio, Concordia, Pedraza, Zapayán, Tenerife, Plato, Santa Bárbara de Pinto, San Zenón, San Sebastián, , Santa Ana, El Banco, Pijiño del Carmen, los municipios de Sabanas de San Ángel, Chivolo, Nueva Granada, Algarrobo, Santa Ana, Ariguaní, y El Piñón. [2] Comprende principalmente la parte baja de los municipios de Ciénaga, , Fundación y el nuevo municipio Zona Bananera. [3] La parte del departamento del Magdalena correspondiente a la ecorregión de la Sierra Nevada de Santa Marta comprende el área norte de los municipios de Ciénaga, Aracataca, Fundación, Zona Bananera y Algarrobo y el Distrito Especial de Santa Marta. [4] Nombre con que se denominó la proliferación de cultivos y tráfico de marihuana. EvoluciónEvolución deldel conflictoconflicto armadoarmado

Grupos guerrilleros

La aparición de los primeros frentes de las FARC en el departamento del Magdalena estuvo determinada por los lineamientos trazados en la VII conferencia de comandantes de la organización, llevada a cabo entre 1981 y 1982, en la que se enfatizó la importancia de los factores militares de la organización, razón por la cual se adoptó una estrategia de crecimiento orientada al desdoblamiento de los frentes ya existentes que se financiaría principalmente a partir de recursos provenientes de la coca.

De esta forma las FARC hacen presencia en el departamento entre 1982 y 1983 a través del frente 19, creado inicialmente como parte de un corredor que une la ruta del sur del Cesar, pasando por Ocaña hacia la región del Catatumbo y el norte del Cesar hasta terminar en el Magdalena, entre la Ciénaga Grande y la Sierra Nevada de Santa Marta.

Posteriormente y de manera gradual, fueron creándose diferentes núcleos en el departamento, estableciéndose principalmente en las cuencas de los ríos Fundación, Piedras, Aracataca, Sevilla y Río Frío, afectando los municipios de Fundación, Ciénaga y Aracataca, a través de lo cual lograron fortalecerse mediante el cobro de impuestos y vacunas a los ganaderos y empresarios de la zona bananera y a los campesinos y agricultores de la parte montañosa de la Sierra Nevada.

El ELN hizo su aparición en el departamento en la primera mitad de los años 90 con la creación del frente "Francisco Javier Castaño", también como respuesta a una política de desdoblamiento de frentes, trazada por la organización en la reunión nacional de héroes y mártires de Anorí en 1983. A través de esta política, el ELN pasó de tener 3 frentes a principios de la década de los 80 a 46 en 1996.

Además de los municipios de Ciénaga y Fundación, entre los cuales se desplaza el este frente, el ELN ha creado núcleos en los últimos años en los municipios de Pivijay, , Sitio Nuevo, Cerro de San Antonio, Ciénaga Grande y la zona limítrofe con el departamento del Atlántico, en los que opera a través del frente "Domingo Barrios". A pesar de lo anterior y como se mostrará más adelante, la actividad militar del ELN en el departamento ha sido durante el periodo estudiado (1998 -2003*[1]) inferior a la de las FARC, lo cual puede deberse a factores tales como su dificultad para insertarse en la población y su debilidad ante fuerzas adversarias, que llevaron a la casi desaparición de la organización en el departamento de Córdoba y a una significativa disminución de sus acciones en los departamentos de Sucre y Guajira.

Autodefensas

Al igual que en el caso de la guerrilla, las autodefensas en el departamento del Magdalena surgieron como estructuras para hacer frente a los grupos delincuenciales que aparecen como consecuencia de la "bonanza marimbera". Uno de los grupos más importantes se localizó en el municipio de Ciénaga, específicamente en el corregimiento cafetero de Palmor el cual se constituyó durante la bonanza en un importante lugar de paso para el comercio de marihuana, lo que llevó a un elevado crecimiento de la región y a que muchas de las personas que se habían enriquecido de este comercio se quedaran en la región y adquirieran fincas. En la segunda parte de la década de los 70, como respuesta a actividades de boleteo desarrolladas por un grupo proveniente de Planadas, Tolima, se había organizado ya una estructura denominada “defensa civil", que más tarde como consecuencia de la fuerte inseguridad y de presiones de las FARC se organizara como una autodefensa.

Esta organización fue la causante a mediados de la década de los 80 de innumerables muertes en el departamento, principalmente en Ciénaga, mientras que en este período se fortaleció prestando sus servicios a bananeros y ganaderos de la zona plana. Sin embargo, a mediados de la década de los 90 las FARC lograron sacar a esta organización de Palmor.

A partir de 1995 comenzó a operar en el Magdalena, así como en otros departamentos de la Costa Atlántica (Cesar, Bolívar y Sucre) el grupo de autodefensa liderado por Carlos Castaño en Córdoba y Antioquia, con lo cual se desató en la región una oleada de matanzas de campesinos.

Actualmente operan en el departamento tres frentes que tienen injerencia en la casi totalidad del departamento, exceptuando las partes más altas de la Sierra Nevada, las cuales se han convertido en el principal frente de combate entre la guerrilla y autodefensas: i) el frente Jhon Jairo López[2] al mando de Rodrigo Tovar Pupo, alias El Papa, Don Jorge o Cuarenta, el cual cuenta con aproximadamente 300 hombres; ii) el frente de resistencia Tayrona (Los Chamizos) que opera también en los departamentos de Cesar y Guajira, al

[1] El asterisco (*) indica proyección de los datos a diciembre de 2003 con base en la información disponible a octubre de este año. [2] El cual actúa en los municipios de Plato, Chivolo, San Ángel, Pivijay, Salamina, Cerro de San Antonio, El Piñón, Fundación, Algarrobo, El Banco, Guamal, Zona Bananera, Sierra Nevada y el perímetro urbano de Santa Marta. mando de Hernán Giraldo Serna, alias El Patrón, con un pie de fuerza cercano a los 150 hombres; iii) el frente de contrainsurgencia Wayuu, al igual que en el caso anterior con injerencia en los departamentos de Cesar y Guajira, con aproximadamente 80 hombres, y iv) el grupo Chepe Barrera, al mando del comandante que le dio el nombre a este grupo y que actualmente es el tercer jefe paramilitar del departamento. Cuentan con un pie de fuerza cercano a los 100 hombres y operan en el sur del Magdalena.

A pesar de ser aún Hernán Giraldo el comandante en el papel del frente de resistencia Tayrona, este se encuentra desde febrero de 2002 bajo la dirección de Jorge Cuarenta. A finales del año 2001 Salvatore Mancuso y Carlos Castaño comisionaron a Cuarenta y alias Treinta y Nueve, para combatir a las autodefensas de Hernán Giraldo y declararon objetivo militar a su jefe militar, Jairo Pacho Musso, quien se encontraba encargado del manejo del negocio del narcotráfico en la Sierra Nevada. Mancuso y Castaño afirmaban que Musso estaba cometiendo sin autorización crímenes a nombre de las AUC.

Después de una guerra que duró cuatro meses y en la que los hombres de Cuarenta mataron a más de 70 hombres de Giraldo, Musso fue expulsado de las AUC y su espacio fue llenado por Cuarenta, quien además fue designado por Mancuso como Jefe del frente de resistencia Tayrona.

Actualmente se les atribuye a los frentes Jhon Jairo López y de resistencia Tayrona el control de la producción y el tráfico de cocaína a través del Atlántico que tiene como sede estratégica la Sierra Nevada.

Puede decirse que la función inicial de los paramilitares fue la de contener a los grupos guerrilleros, pero posteriormente ha sido también la de penetrar aquellas zonas en las que estos grupos cuentan con las fuentes de financiación más lucrativas y estables. Por esta razón a pesar de que la guerrilla había logrado ampliar su presencia en el departamento, han perdido mucho terreno durante los últimos años como consecuencia de las fuertes acciones de las autodefensas y el actual poderío económico y militar de estas al punto que controlan la casi totalidad del departamento, cobran vacunas, imponen nombramientos de funcionarios y matan o amenazan a quien se les oponga. AccionesAcciones armadasarmadas

Acciones de los grupos armados irregulares

Más de la mitad de las acciones armadas llevadas a cabo por las organizaciones al margen de la ley durante el período 1990-2003* fueron perpetradas por miembros de las FARC, mientras que la sumatoria de la participación de las acciones de las AUC y el ELN asciende a 24%. A pesar de lo anterior, es importante tener en cuenta el elevado subregistro existente y la falta de definición de responsables en aproximadamente el 24% de los registros de acciones armadas que reporta el DAS.

Tal como se mencionó en un principio, el Magdalena se había caracterizado por ser uno de los departamentos más pacíficos de la Costa Atlántica desde la violencia que vivió a finales de los 70 como consecuencia de la bonanza marimbera. Sin embargo, a partir de 1996 la tasa de homicidios, que indudablemente está estrechamente relacionada con el número de acciones armadas, ha presentado una tendencia al alza significativa. A pesar de una tasa de disminución promedio anual de las acciones armadas de 2.7% entre 1998 y el 2000, a partir de este último año dichas acciones han presentado una tasa de crecimiento promedio anual de 13.3%. Como se verá más adelante, esto se ha reflejado en un crecimiento aún superior de la tasa de homicidios.

Fuente: Boletines Diarios de Orden Público del DAS Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de DDHH Vicepresidencia de la República Fuente: Boletines Diarios de Orden Público del DAS Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de DDHH, Vicepresidencia de la República

Es importante anotar también que la participación de las acciones armadas de las autodefensas en el total de acciones con autor identificado presentó un incremento entre el 2000 y el 2002, período en el cual llegaron a representar el 13% de las mismas, después de haber tenido una participación promedio de 6% durante los años 98 y 99. Sin embargo, de acuerdo con las estimaciones realizadas, estas acciones declinarán en el 2003 hasta representar el 2%, mientras que las acciones de los grupos guerrilleros de las FARC y el ELN representarán cerca del 98% (siendo la participación de las acciones de las FARC cercana al 82% del total y las del ELN del 16%).

Los actos terroristas han sido la acción armada ejecutada por los grupos irregulares de mayor representación durante el período en estudio, llegando a representar alrededor de un 80% de las mismas. Es importante resaltar que casi la totalidad de los actos terroristas reportados por el DAS tienen como autores a las guerrillas de las FARC y el ELN y se encuentran relacionados principalmente con: i) la activación de artefactos explosivos en fincas, peajes y lugares públicos; ii) la incineración o el hurto de fincas, ganado y vehículos y iii) ataques a la infraestructura energética y a la línea férrea a través de la cual la compañía estadounidense Drummond transporta el carbón desde la mina de La Loma, la segunda más grande de después del Cerrejón Norte, hasta un terminal marítimo en el Mar Caribe para su exportación. Cabe resaltar que estos atentados a la línea férrea de la Drummond han sido perpetrados principalmente por las FARC y han presentado un aumento significativo a partir del año 2000, hecho que tanto la compañía como las autoridades atribuyen a la negación pública de la firma de pagarle a dicho grupo armado millones de dólares anuales en extorsión de acuerdo con los términos de la “ley 002 de las FARC”.

De las acciones de hostigamiento, las cuales representaron entre 1998 y el 2003 el 12% de las acciones armadas totales, el 70% fueron realizadas por las FARC y el 30% por el ELN. Éstas estuvieron orientadas contra miembros de la Policía y el Ejército y en menor grado contra la población, sin presentar mayores consecuencias.

Por otra parte, existen reportes de 7 emboscadas con autoría reconocida durante el período en estudio, de las cuales el 42% fueron realizadas por las FARC, mientras que el ELN y las autodefensas efectuaron cada uno un 29% de las mismas. Debe resaltarse que la intensidad y las consecuencias de las emboscadas efectuadas por las FARC a miembros de la Policía y del Ejército han sido muchos mayores que las de los otros dos grupos.

A este respecto, debe hacerse énfasis a la emboscada a una patrulla de la Policía de Carreteras realizada por miembros del frente 19 de las FARC en febrero de 2002, en la vía Troncal de la Costa en la que asesinaron 3 patrulleros e hirieron a 5 agentes más. De igual forma, en la emboscada realizada en marzo de 2003 a una patrulla del Ejército en el municipio de Aracataca, miembros de las FARC asesinaron 11 militares e hirieron a otros 9.

Fuente: Boletines Diarios de Orden Público del DAS Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de DDHH, Vicepresidencia de la República Teniendo en cuenta que los enfrentamientos entre guerrilla y paramilitares por el control de la región de la Sierra Nevada, como centro de desarrollo y fuente de recursos para su financiación, se han convertido en una de las constantes, sería conveniente disponer de cifras para realizar un análisis de estas acciones y de las consecuencias sobre la población, lo que muy seguramente arrojaría resultados alarmantes.

Municipios o regiones más afectados o vulnerables

A pesar de que la mayoría de municipios bananeros (piedemonte de la Sierra Nevada) son también municipios cuya parte alta pertenece a la Sierra Nevada, poseen dinámicas productivas diferenciables[1] que muy bien harían pensar que presentan una diferencia tanto en el accionar de los grupos armados ilegales como en la respuesta presentada por la Fuerza Pública. Sin embargo, es casi imposible realizar este tipo de análisis ya que la información disponible se encuentra por municipio, pero no zonificada.

Al realizar un análisis de los municipios del departamento con mayor intensidad del conflicto, encontramos que durante el período estudiado los de mayor actividad armada fueron en su orden: Ciénaga, Zona Bananera[2] (a pesar de solo tener datos disponibles para los últimos tres años), Fundación, Santa Marta y Aracataca, todos estos pertenecientes tanto a la zona bananera como a la ecorregión de la Sierra, con excepción del Distrito Especial de Santa Marta, que sólo hace parte de la Sierra.

Es preocupante observar como las acciones armadas de estos municipios representaron entre 1998 y el 2000 una proporción ya de por si alta que fluctuó entre el 65% y el 77% de las acciones totales del departamento, llegando a representar en los últimos años entre el 94 y el 100% de las mismas.

A pesar de la tendencia creciente que había presentado la intensidad del conflicto en el municipio de Fundación entre 1998 y el 2001, de acuerdo con las estimaciones realizadas para el 2003, llegaríamos para este año a niveles inferiores a los de 1998[3].

Sin embargo, si debe ser causa de alarma que de los años estudiados, la intensidad del conflicto llegó a sus puntos máximos en el 2002 en el caso del Distrito Especial de Santa Marta, y en los años 2001 y 2002 permanecieron en sus niveles más altos desde 1998 para el total de las acciones armadas perpetradas en los municipios de Ciénaga y Zona

[1] Tal como se mencionó en un principio, el piedemonte de la Sierra Nevada se caracteriza por ser principalmente bananero (con algo de ganadería), mientras que en la parte montañosa de la Sierra existen cultivos de café, coca y amapola. [2] El municipio de Zona Bananera fue segregado del municipio de Ciénaga en 1999. [3] A pesar de esto, el Observatorio de Derechos Humanos está constatando si a pesar de no existir información disponible para el nuevo municipio de Algarrobo-segregado de los municipios de Fundación, Ariguaní y Pivijay en 1999 - se están contabilizando aún estas acciones en Fundación. De lo contrario la disminución en la intensidad del conflicto en Fundación podría no ser real sino la consecuencia de la no contabilización de las cifras de Algarrobo.

Bananera. A pesar de haber sido este último municipio segregado de Ciénaga en 1999 (razón por la cual la disminución de la intensidad del conflicto que se presenta en Ciénaga del 2001 al 2002 se compensa con el aumento de la intensidad en la Zona Bananera en el mismo año), al agregar los datos de los dos municipios, podemos ver claramente el incremento.

Este incremento de la intensidad del conflicto en los municipios de Ciénaga y Zona Bananera se explica principalmente por el incremento en la frecuencia y el número de los atentados terroristas a la línea férrea en esta zona.

Presencia de la Fuerza Pública

En el departamento del Magdalena tienen jurisdicción la Brigada II de la I División del Ejército Nacional y el Comando de Policía del departamento. Sin embargo, si debe ser causa de alarma que de los años estudiados la intensidad del conflicto llegó a sus puntos máximos en el 2002 en el caso del Distrito Especial de Santa Marta, y en los años 2001 y

Fuente: Boletines Diarios de Orden Público del DAS Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de DDHH Vicepresidencia de la República Fuente: Boletines Diarios de Orden Público del DAS Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de DDHH Vicepresidencia de la República

2002 permanecieron en sus niveles más altos desde 1998 para el total de las acciones armadas perpetradas en los municipios de Ciénaga y Zona Bananera. A pesar de haber sido este último municipio segregado de Ciénaga en 1999 (razón por la cual la disminución de la intensidad del conflicto que se presenta en Ciénaga del 2001 al 2002 se compensa con el aumento de la intensidad en la Zona Bananera en el mismo año), al agregar los datos de los dos municipios, podemos ver claramente el incremento. Este incremento de la intensidad del conflicto en los municipios de Ciénaga y Zona Bananera se explica principalmente por el incremento en la frecuencia y el número de los atentados terroristas a la línea férrea en esta zona.

De acuerdo con la anterior estructura, tendríamos una Fuerza Pública con un pie de fuerza de 3,071 hombres, combatiendo en el departamento con unos grupos armados ilegales con un pie de fuerza estimado por el Ministerio de Defensa Nacional en 1,030 hombres, de los cuales el 62.1% pertenecerían a las autodefensas, el 24.3% a la guerrilla de las FARC y el 13,6% restante al grupo guerrillero ELN.

Debe destacarse el esfuerzo realizado por la Fuerza Pública en el departamento, principalmente a partir del año 2001, año en el cual el número de contactos armados de la Fuerza Pública con los grupos armados ilegales se incrementó en un 108%, en relación con el año anterior, pasando de 12 contactos en el 2000 a 25 contactos en el 2001.

El empeño que ha puesto la Fuerza Pública en el departamento se hace evidente también al analizar la participación que han tenido las acciones armadas de los grupos ilegales y los contactos de la Fuerza Pública en el número total de acciones armadas. Como dato curioso y como se muestra en el siguiente gráfico, las participaciones de estas fuerzas armadas se invirtieron completamente entre 1998 y el 2003*, ya que las acciones de las organizaciones

Fuente: Boletines Diarios de Orden Público del DAS Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de DDHH, Vicepresidencia de la República Fuente: Boletines Diarios de Orden Público del DAS Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de DDHH Vicepresidencia de la República al margen de la ley pasaron de representar el 65.9% de las acciones totales en 1998 a representar el 34.1% de las mismas en el 2003*. Por supuesto, esto indica que los contactos de la Fuerza Pública con estos grupos pasaron de corresponder a un 34.1% en el primer año a representar un 65.9% del total en el 2003*.

Adicionalmente, el gráfico nos muestra la manera como la Fuerza Pública ha respondido a los atentados terroristas perpetrados por los grupos armados ilegales. Hasta el año 2001 los atentados terroristas estuvieron por encima de los contactos armados, pero en los últimos años el incremento de los últimos ha llevado a una disminución de los primeros.

El contacto armado que mayor número de víctimas miembros de los grupos armados ilegales dejó durante el período estudiado, se llevó a cabo el 16 de abril de 2002 en la vereda de río Piedras, en las estribaciones de la Sierra Nevada de Santa Marta. Allí, a través de una operación conjunta de la Brigada II -comandada en ese entonces por el General Gabriel Ramón Díaz- y la Fuerza Aérea Colombiana, fueron bombardeados un campamento y una escuela de entrenamiento de los frentes XIX y XLI de las FARC, en los que se estaba llevando a cabo una reunión del bloque Caribe. El resultado de esta operación fue de 100 guerrilleros dados de baja. ViolacionesViolaciones aa loslos DDHHDDHH ee infraccionesinfracciones alal DIHDIH

Fuente: Policía Nacional Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de DDHH Vicepresidencia de la República

Homicidios

La comparación en las tendencias de la tasa de homicidio nacional versus la tasa de homicidio del departamento es una clara muestra del incremento en la violencia que ha experimentado el departamento en los últimos años. A pesar de que durante estos años la tasa departamental ha estado por debajo de la tasa nacional, si presenta un acercamiento a la misma en el año 1997, que tal como se mencionó desde un principio, se puede denominar como un punto de inflexión entre un estado de paz relativa que había vivido Magdalena desde la bonanza marimbera y el recrudecimiento de la violencia. Fuente: Policía Nacional Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de DDHH Vicepresidencia de la República

Más preocupante aún son las estimaciones[1] de la tasa de homicidio departamental realizadas por el Observatorio de Derechos Humanos con base en las cifras de homicidio disponibles a junio de 2003, ya que estaríamos ante un incremento tan significativo en la tasa departamental, que superaría con creces la tasa de homicidio nacional, que tiene una tendencia decreciente.

El municipio que más ha incidido en el aumento de la tasa de homicidios departamental es el de Ciénaga el cual a partir de 1991 ha presentado con excepción de los años 1999 y 2002 - años en los que presenta un valor igual - valores muy superiores a la tasa de homicidios Nacional. De otro lado, la tasa de homicidios del Distrito Especial de Santa Marta, ha estado siempre alrededor de la tasa nacional. Sin embargo, de acuerdo con las

[1] El asterisco (*) en el año 2003 indica que las cifras de homicidios se encuentran proyectadas a diciembre de este año, con base en la información disponible a junio. estimaciones realizadas, los municipios de Santa Marta y Ciénaga, estarían jalonando la tasa departamental para superar la tasa nacional en el 2003.

Violaciones de grupos vulnerables

Indígenas

Particularmente grave es la situación que afrontan los grupos indígenas que habitan la Sierra Nevada de Santa Marta, los cuales ascienden a aproximadamente 30,000 miembros de cuatro comunidades; Arhuacos (44%), Kogui (30%), Kankuamo (21%) y Wiwa (5%).

Estos pueblos han sido desde la bonanza marimbera, y más aún durante los últimos seis años como consecuencia de la intensificación del conflicto, víctimas del fuego cruzado en la Sierra Nevada entre guerrilla, autodefensas y narcotraficantes. Así mismo, el traslado de la guerrilla hacia las partes más altas de la Sierra, como consecuencia de la presión de las autodefensas en las zonas planas, ha llevado a una desterritorialización de territorios sagrados y resguardos, para ser utilizados por los grupos armados ilegales como zonas de refugio, como corredores para el tráfico de armas, drogas, contrabando y movilización de sus hombres y mujeres, y para ejercer desde allí el control de zonas económicas y militares.

Según la Organización Nacional Indígena de Colombia, ONIC, entre junio de 2000 y octubre de 2002, 33 indígenas murieron en la Sierra Nevada de Santa Marta en "asesinatos selectivos" atribuidos a las FARC y a las AUC.

No obstante, la mayor preocupación y una de las principales denuncias interpuestas por esta organización ante el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos es la problemática que afrontan los Kankuamos. El pueblo Kankuamo se ubica en la intersección de los departamentos de Cesar, Magdalena y La Guajira, en los corregimientos de Atánquez y Chemezquemena, Cesar. Su territorio ha sido víctima de la colonización, a tal punto que se encuentra confinado a un insuficiente espacio vital. En 2002 se registraron 48 homicidios y 8 tentativas de homicidio. En el 2003 se han registrado 45 casos.

Maestros

De acuerdo con información suministrada por las autoridades, en el departamento del Magdalena se mantienen como factores de atención la reestructuración y fusión de planteles educativos, la municipalización de la educación y la violencia contra educadores. La Federación Colombiana de Educadores tiene información de 11 maestros asesinados entre el año 2000 y el 2003, de los cuales 9 fueron asesinados en el 2002. Es importante enfatizar que cinco de los asesinatos fueron realizados en el municipio de Pivijay. Fuente: Ministerio de Protección Social Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de DDHH Vicepresidencia de la República

Sindicalistas, Alcaldes y Concejales

Las estadísticas del Ministerio de Protección Social revelan que el Magdalena es el quinto departamento con mayor número de sindicalistas asesinados entre 1988 y el 2002, período para el cual se presentaron 60 de estos casos en el departamento. Nuevamente, aparece el año 1997 como punto crítico y de agudización de la violencia en la región, ya de los sindicalistas asesinados, 25 corresponden a este año.

Desde 1998 han sido asesinados tres alcaldes en el departamento: i) Henry Tovar Barrios, asesinado en octubre de 1988, mientras se desempeñaba como alcalde de Santa Ana; ii)Manuel Alvarez Caballero - alcalde del Cerro de San Antonio, asesinado en mayo de 2000, y iii) Orlando José Sandoval Quintana - alcalde del Plato, asesinado en diciembre de 2000. De igual forma existe información sobre amenazas de las FARC recibidas por: i) el alcalde de Ciénaga; ii) la alcaldesa de Fundación;, y iii) el alcalde de San Sebastián de Buenavista. Fuente: Fondelibertad Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de DDHH, Vicepresidencia de la República

Por otra parte, cinco concejales fueron asesinados en el departamento entre los años 2002 y 2003, de los cuales tres pertenecían al municipio Zona Bananera: i) Álvaro Bosa, concejal del municipio Zona Bananera (marzo de 2002); ii) Edgardo Gómez Blanquillo, concejal de Guamal (abril de 2002); iii) Anibal José Redondo Orellanos, concejal de la Zona Bananera (enero de 2003); iv)Modesta Sepúlveda Ortega, concejal del Plato (febrero de 2003); iv) Juan Manuel Avendaño Pacheco, concejal de la Zona Bananera (abril de 2003).

Secuestro

La situación de violaciones contra la vida es más preocupante aún al comparar la tasa nacional de secuestros con la departamental, ya que por lo menos durante el período 1998- 2003* (Estimado a diciembre), la última supera a la primera en todos los años, con excepción del año 2001 cuando la tasa departamental equipara la nacional. Los municipios que han presentado el mayor número y una mayor actividad de secuestro durante el período 1998-2003* han sido en su orden: Ciénaga (269 secuestros), Santa Marta (241 secuestros) y Fundación (135 secuestros). Sin embargo, la situación de Ciénaga y Fundación es claramente más crítica que la de Santa Marta, ya que al tener poblaciones significativamente menores que las del Distrito Especial, tendrían tasas de secuestro mucho más altas.

Desplazamiento forzado

El fenómeno del desplazamiento forzado en Magdalena se ha visto agudizado como consecuencia de la guerra entre autodefensas y guerrilla. De igual forma, el conflicto que se presentó entre los grupos de autodefensas de Cuarenta y Hernán Giraldo, provocó en el año 2002 un desplazamiento sin precedentes, calculado en aproximadamente 11,000 personas. Por esta razón el Director de la Red de Solidaridad dictó en ese año la Orden Humanitaria No.2, a través de la cual se dictaron acciones específicas a seguir para atender a quienes ya habían tenido que abandonar sus hogares y otras víctimas potenciales. Adicionalmente, tras el desplazamiento de esta alto número de personas, se activó el Comité Departamental del Magdalena, para implantar las medidas de atención inmediatas.

Tal como se observa a continuación el número de personas expulsadas de su lugar de origen en el departamento asciende actualmente a un valor cercano a los 45,200, siendo los principales municipios expulsores Fundación, Zona Bananera y Ciénaga.

Fuente: Red de Solidaridad Social, SUR Procesado por el Observatorio del Programa Presidencial de DDHH, Vicepresidencia de la República ConclusionesConclusiones

A pesar de haber sido uno de los departamentos más pacíficos de la Costa Atlántica (con excepción de los años de la violencia generado por la bonanza marimbera), Magdalena viene presentando desde la segunda mitad de los años 90 y principalmente desde 1997 cifras alarmantes en materia de: número de acciones armadas de los grupos armados ilegales, homicidios, secuestro y desplazamiento forzado. En la casi totalidad de los casos, los municipios más afectados por estos flagelos son los de Ciénaga, Fundación, Zona Bananera, Santa Marta y en algunos casos Aracataca.

A pesar de que las cifras muestran una elevada actividad de las FARC en el departamento, es claro que las autodefensas dominan en este momento la gran mayoría del mismo y se están constituyendo en uno de los poderes locales a través de la imposición de vacunas, la designación de unos funcionarios y la amenaza a otros. De igual forma, la Organización Indígena de Colombia los responsabiliza de la mayor parte de asesinatos y masacres de los grupos que habitan la Sierra Nevada de Santa Marta. Teniendo en cuenta que la jurisdicción de la Sierra Nevada incluye adicionalmente parte de los departamentos de La Guajira y el Cesar, sería conveniente realizar programas conjuntos entre los tres gobiernos departamentales. Estos programas podrían promover un mejor diseño de la red de informantes y cooperantes del área, un programa de atención, protección y prevención de violación a los derechos humanos de la población indígena y campesina de la región y un programa de proyectos productivos y sustitución de cultivos ilícitos.

El asesinato de gran cantidad de sindicalistas, maestros y concejales y las amenazas a otros constituye un factor a tener en cuenta en las futuras políticas que impulse el gobierno departamental en relación con la protección de la población en situación de riesgo.