Las Fuerzas Armadas Durante La Revolución De 1943: Del Golpe Al Triunfo De La Revolución Con La Llegada Del Peronismo. Del Fierro, Mario Adolfo
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XVI Jornadas Interescuelas/Departamentos de Historia. Departamento de Historia. Facultad Humanidades. Universidad Nacional de Mar del Plata, Mar del Plata, 2017. Las fuerzas armadas durante la Revolución de 1943: del golpe al triunfo de la revolución con la llegada del peronismo. del Fierro, Mario Adolfo. Cita: del Fierro, Mario Adolfo (2017). Las fuerzas armadas durante la Revolución de 1943: del golpe al triunfo de la revolución con la llegada del peronismo. XVI Jornadas Interescuelas/Departamentos de Historia. Departamento de Historia. Facultad Humanidades. Universidad Nacional de Mar del Plata, Mar del Plata. Dirección estable: https://www.aacademica.org/000-019/472 Acta Académica es un proyecto académico sin fines de lucro enmarcado en la iniciativa de acceso abierto. Acta Académica fue creado para facilitar a investigadores de todo el mundo el compartir su producción académica. Para crear un perfil gratuitamente o acceder a otros trabajos visite: https://www.aacademica.org. XVI JORNADAS INTERESCUELAS – Departamento de Historia Agosto 2017 – Mar del Plata Mesa Temática N° 83 – HISTORIA DE LAS FUERZAS ARMADAS, LA GUERRA Y LA DEFENSA NACIONAL EN LA ARGENTINA DEL SIGLO XX Autor: Mario Adolfo del Fierro Universidad Nacional de Tres de Febrero o Universidad Nacional de Lujan Para publicar en actas Las fuerzas armadas durante la Revolución de 1943: Del golpe al triunfo de la revolución con la llegada del peronismo Introducción Entre los capítulos más controvertidos de la historia argentina durante el siglo XX se encuentran las interrupciones del orden constitucional, por parte de la corporación militar, que tuvo distinta naturaleza, grados y consecuencias que hoy forman parte de nuestra memoria y de cuestiones aun no resueltas por estos días. Una trampa y redes argumentales que nos sumergen en el debate, crean y aumenta grietas, impidiendo el avance hacia un eventual y esperanzador destino de gloria. El argumento esgrimido por las fuerzas armadas para algunas interrupciones fue, la defensa “como fieles y celosas guardianas del honor y tradiciones de la patria1”, que como aseguraban se encontraban en peligro. Sería interesante saber en esos años, cuál era el origen de la amenaza y dentro de las posibles dimensiones de análisis, elegí la política. La larga y cruenta saga de quiebres que sufrió el orden constitucional y la vida política argentina comenzó el 6 de septiembre de 1930, cuando una columna llega a la Casa de Gobierno encabezada por el general en situación de retiro José Félix Uriburu, tras poner punto final a la segunda presidencia de Hipólito Irigoyen, juró y ocupó la primera magistratura hasta la salida electoral producida dieciséis meses más tarde. Su principal misión, restaurar el orden conservador o abrir lo que solemos denominar La Década Infame. El triunfo de la revolución llevo a la detención del caudillo radical derrocado de la primera magistratura y su traslado al Regimiento 7 de 1 Ver Proclama del 4 de Junio de 1943. 1 La Plata donde firmó la dimisión al cargo, lugar donde trece años más tarde el presidente Ramón Castillo hará lo propio tras amarrar el destructor Drummond en esa ciudad. El destructor de la flota de mar fue la sede que eligió el presidente Castillo ante los hechos revolucionarios, trasladando y reteniendo el gobierno junto a sus ministros, con la esperanza de poder ganar el día. Las revoluciones entre otras acepciones, son transformaciones sobre un orden establecido, llevado adelante por una clase o grupo social marginado que redefinen el poder en búsqueda de una nueva cantidad de beneficiarios. En el caso de la ocurrida en 1930 Félix Luna2 citó las palabras del general José Félix Uriburu en las memorias de Carlos Ibarguren quien afirmaba que la intención era “hacer una revolución verdadera, que cambie muchos aspectos de nuestro régimen constitucional, modifique la Constitución y evite el imperio de la demagogia que hoy nos desquicia3” y agrega “No haré un motín para cambiar hombres en el gobierno, sino un levantamiento trascendental y constructivo, con prescindencia de los partidos4”. El mismo autor también citó a don Lisandro de la Torre amigo personal del general Uriburu quien fue invitado a participar “en una revolución que preparaba con el fin de deponer al presidente Irigoyen, reformar la Constitución, reemplazar el Congreso por una entidad gremial y derogar la ley Sáenz Peña5”. Esta ley tuvo la principal característica de sociabilizar la política, ampliando la cantidad de participantes, incorporando sectores que no estaban habilitados a participar de un juego que solo le pertenecía a una elite que pretendía conservar sus privilegios de clase. Es claro que la intención era modificar el orden político ante el peligro de que el populacho se hiciera, como ocurrió, con el poder desplazando a quienes estaban legítimamente preparados y llamados a conducir los destinos de la patria. Una de las características que tienen los cambios que traen las revoluciones, es el uso de violencia y el derramamiento de sangre, que no falto como en el caso de los distintos gobiernos militares que ocurrieron hasta la llegada del radical Raúl Alfonsín. 2 Luna, Félix. Los golpes militares (1930-1983). Buenos Aires. Planeta, 2003. 3 Ibídem 4 Ibídem 5 Ibídem 2 Como afirmó el profesor de historia y rector Enrique Zuleta Álvarez6, “la historiografía abunda en polémicas que se detienen en el tema del fraude electoral y proponen la legitimidad de la vida democrática o, como en los casos de los que protagonizaron los intentos de la normalización conservadora, buscan explicar dicha época y aun defenderla”, quizás útil para analizar los periodos de la Concordancia, pero no tanto para analizar las causas que llevaron al golpe de 1943. Parte de la historiografía y la gran mayoría de los que se han detenido a pensar el peronismo, incluyen en el mismo los 36 meses de gobierno militar por estar dentro de ellos, el por entonces coronel Juan Domingo Perón. Sí, es necesario aclarar que el Secretario de Trabajo y Previsión, Ministro de Defensa y Vicepresidente del régimen de facto, utilizó los beneficios de ser subordinado, secretario y amigo del por entonces general Edelmiro Julián Farell. Para quien conoce el espíritu de cuerpo, como abstracción de pertenencia que puede ser favorable o no en un determinado momento, entenderá que nada es posible dentro del verticalismo castrense en cualquiera de sus formas si no se tiene un padrino y un entramado de lealtades7. Aquí una segunda aclaración, en mails cruzados con Robert Potash quien en vida se convirtiera en uno de los estudiosos del Ejército Argentino, consultado sobre sus fuentes me refirió que nunca se pudo entrevistar con los generales Farell y Perón así como con otros importantes jerarcas del régimen. Es claro que una entrevista con estos personajes hubieran aportado otros aspectos, quizás esclarecedores y más si provienen de aquellos que participaron desde el principio y quizás antes del golpe. También nos permite entender quizás el por qué no pudieran darse las entrevistas solicitadas en tres oportunidades, con el ex presidente Perón durante su estadía en el país y durante su estadía en España. La razón principal, la falta de interés como respuesta a la posición adoptada por el régimen hacia los Estados Unidos de Norteamérica, las tensiones producto de la guerra y del emergente nuevo ordenamiento 6 Zuleta Álvarez, Enrique. "Los gobiernos de la Concordancia." Academia Nacional de la Historia. Nueva historia de la nación argentina 7 (2001). 7 Balbi, Fernando Alberto. De leales, desleales y traidores: valor moral y concepción de política en el peronismo. Antropofagia, 2007. 3 mundial. Tampoco se encuentran las versiones impresas que de los hechos hicieran tanto el gobierno militar, como el primer gobierno peronista explicando los pretendidos motivos y soluciones aportados por la corporación castrense en el poder en esos estudios. La cronología de los acontecimientos permite identificar tres momentos, el primero va desde las intrigas de palacio hasta la llegada del general Arturo Rawson, una segunda etapa la conforma la asunción del general Pedro Ramírez hasta su caída y una etapa final que comienza con la emergencia del general Edelmiro Farell hasta la entrega del poder al general Perón. Todo el periodo fue eclipsado por la figura de este último, en algún caso visto como estratega, líder carismático y voz única del periodo que fue capaz de armar un proyecto personal que triunfó y prolongó hasta 1955. Pero fue todo este período peronismo. En ese año 1955 una nueva interrupción al orden constitucional retraso nuevamente al país, paradigmáticamente se volvió de la Constitución reformada de 1949 a la antigua Constitución, aunque claro está, que algunas de sus consideraciones aún siguen vigentes como lo es el voto femenino y lo concerniente al obrero como actor de poder. Algunas de las causas que llevaron al 4 de julio La experiencia militar golpista de junio de 1943, se asevera que se originó en la proclamación ese día de la candidatura oficial del candidato por la Concordancia Robustiano Patrón Costas. Es necesario recordar que el presidente radical Ortiz era favorable a la limpieza del sistema y de las prácticas electorales. Su salud se vio afectada por una diabetes que le dañó primero la vista hasta el punto de dejarlo ciego, luego al uso de licencia en el cargo de presidente y que lo llevara a redactar la renuncia a la primera magistratura. Durante el periodo de gobierno de su vicepresidente el Dr. Castillo, ahora presidente, se produjo la muerte el 27 de junio de 1942. El presidente Ramón Castillo que respondía claramente al general Justo, ambos partícipes de la restauración, de la vuelta del sistema de lealtades y del regreso de una elite identificada con lo que aún quedaba del más añejo conservadurismo tenían el 4 camino allanado. La muerte del ex presidente Carlos María de Alvear el 23 de abril de 1942 y luego la del ex presidente Agustín Pedro Justo el 25 de abril de 1943, cambio nuevamente las reglas del juego y liberó al presidente Castillo ofreciéndole un nuevo panorama en sus aspiraciones personales.