Coleccion Banco De Espana V
Total Page:16
File Type:pdf, Size:1020Kb
COLECCIÓN BANCO DE ESPAÑA EDICIÓN A CARGO DE YOLANDA ROMERO CONSERVADORA DEL BANCO DE ESPAÑA MADRID, 2019 CATÁLOGO RAZONADO VOLUMEN 3 PINTURA FOTOGRAFÍA DIBUJO ESCULTURA 1950–2018 L/Z COLECCIÓN BANCO BANCO COLECCIÓN DE ESPAÑA COLECCIÓN BANCO DE ESPAÑA COLEccIÓN BANCO DE ESPAÑA El Banco de España se ha distinguido desde sus orígenes por el apoyo a las artes en distintos contextos y con objetivos diversos. En las obras que conforman su colección de arte confluyen las más variadas y ricas sensibilidades estéticas que se han ido desgranando a lo largo de los siglos. Ya desde la fundación del primer predecesor del Banco de España, el Banco de San Carlos, el encargo a Francisco de Goya de una serie de retratos, que hoy representan el sancta sanctorum de nuestros fondos artísticos, daba testimonio de esta intención por destacarse en el ámbito del patrocinio de las artes y del deseo de dejar constancia de su historia. En aquellas obras iniciales, el fabuloso genio creativo por el que más tarde Francisco de Goya sería reconocido en todo el mundo se desplegaba en paralelo a la gestación de un proyecto que desembocaría, años después, en la creación de la institución que hoy ejerce sus funciones monetarias y supervisoras en el marco común europeo. El Banco, al tiempo que proporcionaba un nuevo espacio para el desarrollo de la economía nacional, se mostraba ya entonces abierto a la creación artística más audaz, pero también a la que mejor podía representar el espíritu de la propia entidad, algo que queda reflejado en la extraordinaria galería de retratos que forma el núcleo de los fondos artísticos y representa la memoria visual y el rostro humano de la propia entidad. La Colección Banco de España ha cumplido un papel fundamental en términos de representatividad, de reputación y de memoria no solo de la institución, sino del propio lugar de donde surge: la España que transita entre el mundo de la primera modernidad y el contexto global actual. A través de ella se puede realizar una profunda cata por la historia del arte en nuestro país, su papel institucional y las variaciones en el coleccionismo, el gusto y los significados que cada una de las obras cobra con el paso del tiempo. Como el propio edificio central de Cibeles, completado a lo largo de más de un siglo, la Colección Banco de España es una sucesión de estratos, unos simultáneos, otros sucesivos, que nos devuelven, más de dos centurias después de su inicio, el rico relato que recoge este catálogo razonado. Si en sus orígenes podemos asistir a la formalización visual de una mentalidad ilustrada que celebra ciertas ideas cargadas de modernidad y progreso a través de los retratos de personajes distinguidos por su aportación a la entidad, en adelante la colección se vuelca asimismo hacia el apoyo del arte como reflejo del sentido de responsabilidad pública de la institución. El mecenazgo que ya infundía la mentalidad ilustrada, y que ha sido una de las fuentes de inspiración de la colección, supone un retorno a la sociedad de aquello que la representa y que le pertenece a través del marco del arte, del apoyo a creadores que, con el paso de los años, se han distinguido como finos observadores y analistas de su tiempo. El modelo de coleccionismo público del Banco de España, con la llegada de la democracia moderna, se convirtió en un referente para otras colecciones públicas o privadas de carácter corporativo, que veían en esta una pauta a seguir: se apostaba por artistas jóvenes y consagrados, se abrían las puertas a la tradición y, al mismo tiempo, a la más estricta modernidad desde una nueva mirada profesionalizada. En ese sentido, la colección refleja también un momento en que el sistema del arte español lanza al mundo un nuevo mensaje de modernidad y de progreso que no deja de mirar, gracias a sus importantes fondos históricos, al pasado y a la tradición. Es destacable en ese sentido el esfuerzo de los sucesivos conservadores y responsables de la colección, que con criterio afinado y una mentalidad abierta han mostrado su capacidad para reconocer el talento artístico, predecir las oscilaciones del mercado y apostar por la excelencia a través de las sucesivas adquisiciones. Fruto de aquel afán por dotar de sentido y sistematizar la contribución de la Colección Banco de España a la historia del arte español fue la edición en 1985 del anterior catálogo, reeditado en 1988 y dedicado exclusivamente a pintura, que permitió a numerosos especialistas conocer en profundidad y valorar justamente este legado. Con el ingreso de España en el euro, entrado el siglo XXI, la colección no podía dejar de reflejar el nuevo estatus de la institución que la dota de sentido. En buena lógica, los fondos se internacionalizaron para generar un diálogo entre la creación local y lo más avanzado del ámbito internacional. De ese modo, en las dos últimas décadas hemos asistido al enriquecimiento de los fondos artísticos, que sin duda se destacan por su identidad propia entre el conjunto de colecciones de bancos miembros del Eurosistema, con los que el Banco de España ha iniciado recientemente procesos de colaboración y un fructífero intercambio en los ámbitos de la difusión, la conservación, el coleccionismo y las iniciativas de mecenazgo. Era, por tanto, un compromiso ineludible la publicación de un nuevo catálogo que actualizase el anterior en ámbitos muy diversos. En primer lugar, recuperando la destacable aportación de quienes contribuyeron a él hace más de tres décadas, pero también incorporando nuevas voces que lanzan una mirada más contemporánea sobre una colección que no ha dejado de crecer, una colección que es más compleja pero también más rica. Además, estos volúmenes cuentan con otro valor añadido, pues al campo de la pintura se unen otros medios artísticos que forman la colección, como la escultura, el dibujo o la fotografía, evitando taxonomías más allá de la innegable calidad artística y del valor documental de todas las piezas recogidas. La Colección Banco de España es un cruce entre pasado y futuro, es el lugar imaginario y al mismo tiempo tangible donde se condensan y entrecruzan narraciones fundamentales de nuestra historia: de la institución, del país y del propio arte. Esperamos que esta edición sirva para que los ciudadanos, el público interesado y los especialistas puedan disfrutar del patrimonio común que el Banco de España pone ahora a su alcance. Pablo Luis Hernández de Cos Gobernador del Banco de España UNA COLECCIÓN AL HILO DE LA HISTORIA1 La Colección Banco de España es el resultado de un patrimonio artístico acumulado a lo largo de más de doscientos años de historia. Se trata de un amplísimo conjunto de obras —cuyo número supera las cuatro mil quinientas— que, si bien posee un valor artístico diverso, sin duda representa un gran testimonio histórico. Aunque una buena parte de estas obras, especialmente las adquiridas con anterioridad al siglo XX, no llegaron a la institución con la voluntad de constituir una colección de arte, con el paso del tiempo han configurado una de las colecciones corporativas más ricas de nuestro país y del Sistema Europeo de Bancos Centrales. El origen de este conjunto patrimonial arranca con los encargos que el Banco de San Carlos, fundado en 1782, realizó a varios artistas de la época, en plena efervescencia ilustrada. A estos fondos iniciales se fueron sumando los procedentes del Banco Español de San Fernando y el Banco de Isabel II, de cuya fusión surgirá, en 1856, el Banco de España, designado ya con su nombre actual. De esta manera, los fondos artísticos de la institución fueron enriqueciéndose con la incorporación de nuevas obras. Desde el momento fundacional hasta nuestros días, la colección ha seguido creciendo a distintas velocidades gracias a la labor de mecenazgo que el Banco ha mantenido de forma continuada; en la actualidad, su riqueza y diversidad se ven reflejadas en distintos medios: pintura, dibujo, escultura, instalación, fotografía, obra gráfica y numerosos elementos que pertenecen al ámbito de las artes decorativas. Este catálogo razonado se ha planteado como una ampliación del editado en 1985 y reeditado en 1988 que, impulsado por el conservador del Banco de España de aquel momento, José María Viñuela, contó con la colaboración de Alfonso E. Pérez Sánchez, Julián Gállego y María José Alonso, entre otros. En aquella 1 Este texto es un extracto del edición, que constituye el primer intento de abordar el estudio de la colección ensayo introductorio de Yolanda de pintura del Banco de una manera sistemática y científica, se catalogaron Romero publicado en el volumen 1 de este catálogo razonado. trescientas veintidós obras de ciento sesenta y ocho artistas. En la edición actual, el campo de estudio se ha extendido a la escultura, el dibujo y la fotografía, dejando para investigaciones futuras las artes decorativas y el riquísimo gabinete de estampas. El resultado final se ha materializado en tres volúmenes que reproducen más de mil cuatrocientas obras de casi quinientos autores, lo que refleja el crecimiento que los fondos patrimoniales del Banco experimentaron desde finales de los años ochenta a nuestros días. El tomo I recoge las obras de arte producidas desde el siglo XV hasta la primera mitad del siglo XX, organizadas cronológicamente, mientras los tomos II y III se centran en lo realizado desde ese momento hasta nuestros días, siguiendo en este caso un orden alfabético de autores. La edición incluye dos ensayos introductorios de Javier Portús, jefe de Conservación de Pintura Española del Museo del Prado y gran conocedor del patrimonio artístico del Banco; un ensayo de la historiadora del arte Isabel Tejeda; una entrevista a José María Viñuela, conservador del Banco de España entre 1982 y 2015, a quien se debe en buena parte la formación de la colección de arte contemporáneo; y un texto introductorio de quien suscribe estas líneas que analiza los momentos clave de la colección y su especificidad.