Dossier Prensa
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Dossier Prensa Estreno París, diciembre 2014 Teatro Champs Elysees Le Figaro 27/12/2014. Le Monde 01/01/2015, Rosita Boisseau. Les Echos 29/12/2014, P.N. “…« Voces » est un hommage à des figures emblématiques de cet art, Sara Baras dévoilant ici un panthéon personnel habité du souvenir de Paco de Lucia, d’Antonio Gades, de Camarón de La Isla, d’Enrique Morente ou de Moraito. Des danseurs et musiciens de légende dont les portraits apparaissent sur scène. On entend leur voix également, comme une piqûre de rappel. Pour le reste, le ballet est une succession de tableaux où brille Sara Baras dans un zapateado – la frappe des pieds au sol – furieux. On s’attendrait presque à voir le plateau prendre feu sous ses talons…” etat-critique.com 27/12/2014, Estelle Grenor. “…Sous forme de duos sensuels aux allures de duels de toreros, Sara Baras et José Serrano nous envoutent. Ils frappent le sol de toute l’énergie de leur corps et impressionnent par la rapidité de leur jeu de jambes…“ Dance Avec Le Plume 03/01/2015, Amèlie Bertrand. “…Et c'est finalement dans la plus grande simplicité que naît la plus forte émotion. Dans Voces, Sara Baras sort ses superbes robes de flamenco. Du vert, du rouge, des volants. Mais c'est pourtant en simple pantalon et veste noire, avec pour seul décor une poursuite blanche, que la danseuse crée le plus fascinant des solos. Auréolée de cette lumière crue, bouche serrée, mains acérées, elle se lance dans une danse de vie et de mort, faisant s'entrechoquer le flamenco d'hier et d'aujourd'hui. D'une beauté à couper le souffle…“ Le Figaro 26/12/2014. “… En el Théâtre des Champs Elysées, Sara Baras vuelve a los orígenes mientras que en el Théâtre de la Ville Akram Khan y Israel Galván forman un dúo imposible. Esplendor y dolor del flamenco. Estos son los sentimientos que Sara Baras hizo salir de su prodigioso zapateado en su nuevo espectáculo Voces, Suite flamenca. Hasta ahora se había podido culpar a la bailarina a caer en la facilidad con sus espectáculos, aunque fuera con ligereza y elegancia, los volantes y las españoladas para seducir al público de las grandes salas desde Barcelona a Tokio. Aquí, la bella de Cádiz vuelve a lo fundamental: la esencial dureza del flamenco. Rinde homenaje a sus maestros, las grandes leyendas del género intercalando con de citas donde ellos definen su arte. Santana de Yepes habla de "un corazón que baila su propia música y late al unísono con ella ". Gades evoca la técnica: "el reto es no reducir su papel a un acto intelectual, sino a un gesto pensativo que expresa sentimientos." .Moraíto confió el sufrimiento "que eleva el alma, la hace fuerte," Recordando la Tia Anica la Pirinaca diciendo: "Cuando yo canto, es sangre lo que sale de mi boca". Paco de Lucía, Camarón de la Isla, Enrique Morente también expresan su credo. El flamenco apela a colores extremos: aquellos de compartir, de la libertad, de la exigencia, de una manera única de expulsar la rabia acumulada por los gitanos a lo largo de los años. Sara Baras demuda con el exacto diapason de sus propuestas y se afirma como una bailarina excepcional: aquella que la reina de la belleza que ella es igualmente, habría podido quizás eclipsar. El talón fuerte Su baile ha madurado. Sara Baras exalta la plenitud de las sobras con una seguridad que ya no se esperaba. El talón que hizo su gloria permanece fuerte y eficaz como una ametralladora, pero el riñón tiende un arco un desorden que lleva a la súplica y al placer y los brazos, que una vez coqueteaban con el vuelo, se retuercen en estallidos de poseída. Escriben, en una medusante caligrafía, esta belleza convulsa que cantan las muñecas rotas y los dedos girados. Sara Baras es mujer. De cabeza, por supuesto, para llevar adelante durante años, su nombre único en una España en crisis, una compañía de danza con una quincena de artistas. Pero mujer, al fin y al cabo: ella no puede resistirse a los vestidos, de los que cuelgan flecos, esos drapeados que tira hacia un lado como un ala vaporosa, con las gracias a lo Isadora, aquellos que vuelan cuando ella está inmerso en una sucesión de piruetas. Pero tiene más autoridad cuando aparece simplemente vestida de pantalón negro, en una arena de espejos que la muestran desde atrás . Acamparon en el suelo, recogido como un demonio dentro de ella misma, se topa en un cara a cara en un crepitar de pies y cuerdas con su guitarrista. Gestos lanzados y retenidos. Furia y vulnerabilidad. Nunca se la había adivinado tan grande. Eclipsa a su mundo, a su partenaire y a los bailarines de su compañía, que no pueden culparla. Pasan como una decoración de fondo de caballos y vestidos de lunares en la feria de Sevilla. Su aspecto es hermoso, pero apenas se les mira, volando uno hacia otras cimas. Se espera a que las Baras recupere su aliento. Y sus cantantes, guitarristas y percusionistas que, mientras ella bailaba, parecían querer llegar a su altura, caen en su excelencia desnuda. Su espectáculo está en cartel a la vez que otros dos eventos de flamenco. En el Théâtre de la Ville, Israel Galván y Akram Khan bailan Torobaka. La reunión de estas dos leyendas en el mismo escenario es un acontecimiento, especialmente porque van acompañados por músicos estrella: Christine Leboutte, Bobote y B. C. Manjunath. Pero que pasen de dioses es imposible: demasiado brillo y sombra en cada uno de ellos. Se turnan, pues. Y la continuidad del espectáculo se lee en el eco de sus solos que vibran hasta bien entrada la noche. Finalmente, las Éditions de la Martinière publican Ruven Afanador, Angel Gitano: hommes de flamenco, fotos en blanco y negro, dónde Ruven Afanador desnuda los hombres del flamenco, llevando el género hasta el surrealismo. Le Monde 31/12/2014, Rosita Boisseau. SARA PONE FUEGO AL FLAMENCO La bailaora exuberante hace de su espectáculo « Voces » un encuentro espectacular con gestos incisivos. Baile Gritos de placer, de entusiasmo, ganas de compartir, el publico se soltó ,lunes 22 de diciembre en el Théâtre des Champs-Elysées, en Paris. Una sala hirviendo para una bailaora flamenca exuberante, que puso el público en su bolsillo. Con « Voces »,su nueva obra para 13 intérpretes y músicos , « la Baras » una vez más ,dio la prueba de su talento, pero también de su capacidad fascinante de ir al contacto de la gente, a buscar su apoyo durante toda la noche como una verdadera « show woman » para llevarse la respuesta que desea. Mejor dicho pasión y triunfo. Cada momento de esta suite flamenca regalada al público, hecha para él, con números acompañados finamente de saludos, aplausos, agradecimientos, pone en funcionamiento todo lo que contiene un gran espectáculo. Brazos abiertos y largos para atraer, dirigidos hasta el cielo para poner el cohete emocional en órbita, la « fille de Cadix » tiene los ojos de terciopelo del amor, este mismo amor que se confirma a cada paso. Sabe también ponerse de rodillas, mano en el corazón, pero para quien se pone de pie con los aplausos. Un efecto de pistones que enfebrece al público. Escena hipnótica Lo más « flamenco » de esta relación, que sabemos que es muy frágil y sometida a bruscos cambios de temperatura, reside en la destreza con la que Sara Baras doma su movimiento. Con regularidad parece que ella gana una victoria sobre este baile excesivo y conflictual que es el flamenco, pisoteándolo con golpes nerviosos. Domina totalmente su arte, mientras da un golpe de mentón hacia el publico tipo:« ¡¿habéis visto eso?!». Se suma a todo esto un reparto regocijante, escogido por su temperamento de jefe de compañía, de guerrera que se gana cada espectáculo como en un encuentro (o partido tipo futbol dice FL) Desde su debut en el medio de los años 90 con la compañía de El Guïto, veterano magnifico, Sara Baras mejoró el impacto de su zapateado, el arte percusionista de los pies –planta del pie, tacón y punta- de los cuales multiplica las variaciones con brío y malicia. Su travesía sobre el escenario como si fuese sobre un alfombra volante es uno de sus « clásicos ». Ella conoce el poder excitativo y de tensión, la potencia franca de la inverosímil gama de sonidos que le gusta tanto a los inmensos palacios de Congresos en España. A riesgo para la bailaora de dejar algunos « lunares » en la tendencia de « luz y sonido al láser » Pero el vestuario de Sara, que siempre ha sido muy importante en su flamenco, sabe mantenerse. Recuerdo el vestido tubo rojo abierto hasta la cintura que mandaba el traje tradicional, hecho una bola en el fondo de la maleta. En esta producción, da el paso a distintas figuras de moda, como la de lunares o la verde con franjas. Pero se arriesga también a llevar un simple pantalón negro y un jersey. Vestido irreprochable para una escena hipnótica. Silencio, halo de luz astifino en su silueta de « hija al trabajo » y su zapateado en plena autocombustión se larga para suspenderse en su vuelo y estrellarse en racha. « Voces » son las voces de mil estrellas del flamenco que Sara Baras utiliza como una columna vertebral, quizás un poco artificial. Elige entre los más grandes como el guitarrista Paco de Lucia, el cantaor Camarón de la Isla, y más a Antonio Gades bailaor y coreógrafo. Es una pena que los comentarios de estos monstruos de la causa flamenca no estén traducidos en francés. Es una pena también que el cuerpo de ballet, como muchas veces en el trabajo de Sara, solo sirve de transición.