Aurora Reyes. Alma De Montaña
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AURORA REYES Alma deC montaña Margarita Aguilar Urbán Prólogo de Alberto Híjar Serrano AURORA REYES Alma deC montaña Margarita Aguilar Urbán Prólogo de Alberto Híjar Serrano Para Carlos Aguilar Vázquez (+) In memoriam Lic. José Reyes Baeza Terrazas Gobernador Constitucional del Estado de Chihuahua Lic. Guadalupe Chacón Secretaria de Educación y Cultura Antrop. Jorge Carrera Robles Director del Instituto Chihuahuense de la Cultura Gisela Franco Deándar Programa Editorial de Gobierno del Estado Aurora Reyes Alma de montaña ISBN: Derechos reservados para esta primera edición: © 2010 Instituto Chihuahuense de la Cultura © 2010 Margarita Aguilar Urbán © 2010 De las fotografías: sus autores © 2010 De los textos: sus autores Instituto Chihuahuense de la Cultura Programa Editorial de Gobierno del Estado Ave. Universidad y División del Norte s/n Col. Altavista Teléfonos: (614) 413-1792, 413-6249, 413-6252, 413-6304 Chihuahua, Chihuahua, México 31200 Producción editorial Luis Carlos Salcido diseño gráfico Editado y producido en Xxxxxxxx, México Impreso en México / Printed in Mexico Las mujeres con alma de montaña amasan en sus rostros silencios vegetales. Aurora Reyes, “Hombre de México” CONTENIDO Agradecimientos13 La forma biografía por15 Alberto Híjar Serrano Introducción19 Hija de 23la Revolución Poética de raíz profunda:55 Los infinitos de Aurora Reyes Antología poética79 de Aurora Reyes Una pintora113 con causa Apéndices185 Referencias189 Índice de192 ilustraciones AGRADECIMIENTOS C urante el proceso de investigación que dio por resultado el presente trabajo, muchas personas me obsequiaron su tiempo, sus ideas y sus recuerdos. Con gran gentileza compartieron conmigo opiniones, libros, documentos, fotogra- D fías o me ayudaron a realizar diferentes tareas. Quiero reconocer en esta pá- gina la generosidad de todos ellos porque su contribución fue de gran importancia para alcanzar mis objetivos. Vaya, pues, mi agradecimiento para Andrés Henestrosa, Héctor Godoy Lagunes, Ernesto Godoy Lagunes, Marité Lagunes, Oralba Castillo Nájera, Guillermo Monroy, Carmen de la Fuente, Arturo García Bustos, Rina Lazo, Roberto López Moreno y Josué Beutelspacher, quienes me ayudaron a conocer a Aurora Reyes desde la cercanía de su convivencia con ella. En Chihuahua, para Rubén Mejía, Luz María Montes de Oca, Mario Arras y Gisela Franco; en Saltillo, para Mario Herrera, Gilberto Duque y Javier Villarreal Lozano. En la Ciudad de México, para Fausto Ramírez, del Instituto de Investigaciones Estéticas de la Universidad Autónoma de México; para Alicia Reyes y Bertha González Cossío, de la Capilla Alfonsina; para Edwina Moreno, del Centro Nacional de Investigación, Documen- tación e Información de Artes Plásticas (CENIDIAP); para Claudia Jasso y Tania Martín de la sección de Fondos Especiales de la Biblioteca de las Artes; para Lucrecia Infante y Juan Francisco Benavides, del Instituto Cultural Helénico. Menciono aparte a mi amiga, María del Carmen Alberú Gómez, quien me acompañó en cada una de las fases del proceso alen- tando mi esfuerzo y orientándome con respetuoso trato. Página anterior: Fig. 1. Viñeta para A todos estos agradecimientos debo agregar el dirigido al maestro Alberto Híjar Se- ilustrar el poema “La hora del silencio” rrano, por haberse interesado en leer este trabajo y haberme honrado con un prólogo que de Humanos paisajes, 1953. Dibujo a tinta. Colección Héctor Godoy Lagunes. (Foto: ilumina y hace justicia a la artista chihuahuense. Eugenia Gudiño) 13 LA FORMA BIOGRAFÍA C a forma biografía es asumida sin concesiones por Margarita Aguilar Urbán. Su investigación sobre la vida y obra de Aurora Reyes inicia con la narración de su vida en Chihuahua y luego en la capital de México como si fuera a tratarla a la L manera hagiográfica de encontrar señales de lo que después, mucho después, se concreta. Pero impone desde el principio, la necesidad dialéctica para hacer la historia de los dominios fuertes concretados en la formación personal. La geografía es tratada como un recurso de identidad que al paso de los años iría concretando el modo personal de per- cibir, sentir, pensar y sobre todo, significar. La forma biografía se materializa en las ob- servaciones sobre el desierto, los celajes, los encuentros y desencuentros en y por la familia. Es exacto el subtítulo de Alma de Montaña. La forma biografía impone así una cuidadosa selección de sólo aquello que a la larga es significante. Hace unos cuarenta años, el brillante profesor Víctor Flores Olea ideó un concepto de ruptura con las hagiografías. Llamó mayeútica retrospectiva al encuentro de sentido del pasado al increparlo desde los dominios del presente. Este proceder es propio de las vidas de los santos y santas escritas con fines propagandísticos de captación. Desde la cuna apa- recen aureolados y la sarta de buenas acciones casuales e intrascendentes resultan señales de santidad. Igual se ha procedido con los héroes y, aun en los socialismos, hay historias de sus infancias donde aparecen actos ejemplares a los que se proyecta, desde la épica, un sentido vital exagerado. Al imponer la dialéctica histórica entre geografía, familia, época y construcción personal, Margarita Aguilar selecciona la información que va concretando la persona Aurora Reyes con un rigor documental que alude a otros trabajos al respecto con todo lo cual la historia se advierte como ardua tarea colectiva de quienes, sin conocerse Página anterior: Fig. 2. Aurora Reyes. (Foto personal). Archivo FEBA. Cortesía individualmente, son convocados por la investigación minuciosa. del CENIDIAP. 15 Cuentan títulos y subtítulos como El desierto: primer infinito porque no sólo anuncian sino que marcan el referente de la historia abierta por una investigación trabajada para centrar los fundamentos estructurales a los que seguramente pueden adherir más datos, más documentos, algunas intimidades. Este carácter estructural da sentido histórico y tiene que ver con los planteamientos ejemplares de Sartre con Flaubert, “el idiota de la familia” como una narración sin fin de los modos como las determinaciones históricas y sociales encuentran réplica y respuesta en la familia y en la obra como reflexión en signos de todo lo vivido. En su célebre preámbulo a la Crítica de la razón dialéctica, Sartre critica las Cues- tiones de método que prueban la incapacidad del materialismo histórico dialéctico clásico de concretar las grandes determinaciones económico-políticas en los modos intransferibles de las vidas personalizadas. Resulta lo mismo para este reduccionismo Flaubert que Stendhal que Balzac como pequeñoburgueses en el asenso capitalista. Algo semejante es planteado por la Historia de la sexualidad de Foucault tan inconclusa como los modos de relaciones so- ciales e históricas constituyentes de esa importante dimensión corporal donde destaca la microfísica del poder. Estas citas culteranas son necesarias para dar a entender la importancia de no abundar en datos, situaciones y lugares donde todas las vacas son pardas y sólo la luz de un acto personal sacralizado parece iluminar el sentido histórico concreto. Esta manera performativa recomendada por postmodernistas como Gianni Vattimo y practicada en las voluminosas biografías de Paco Ignacio Taibo II es un buen recurso épico en el umbral de la hagiografía. Distinto es el proceder que selecciona sin caer en la mayeútica retrospectiva, sino que apunta las maneras de resolver el compromiso social de apellidarse Reyes conservando la relación familiar cordial gracias a construir la propia autonomía con un modo de vida austero pero festivo por la alegría a quien nadie más que los libertarios tenemos derecho pleno. La forma biografía exige eludir la exaltación individualista a cambio de dar a enten- der la concreción de la época en una clase social, un grupo y una tendencia ideológica. De aquí el descubrimiento de una poética alentada y significada por Aurora Reyes, la esfor- zada maestra, militante crítica comunista sin concesiones hasta renunciar al PCM, poeta, agitadora y propagandista, primera muralista mujer, compañera de tertulia de hombres sabios, hermanada con una legión de mujeres libertarias entre las que la investigadora destaca a Concha Michel, la cantora bilingüe del olvidado Tom Mooney como señal del 16 internacionalismo desarrollado por las organizaciones de frente amplio como la Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios LEAR a la que aportaron sus modos de estar en el mundo amenazado todo el tiempo por los grandes consorcios capitalistas asociados con gobernantes y funcionarios cómplices. En su momento, no faltaron las acusaciones de anarquistas y trotskystas a quienes se atrevieron a criticar al PCM. Había que advertir en la narración de Margarita Aguilar, las referencias a los tratos con el Sindicato de Trabajadores de la Educación en sus inicios gloriosos y con funcionarios que van del Secretario de Educación Pública a una esposa presidencial ostentosa. Lejos de hacer como si el Estado no existiera, Aurora Reyes pidió, exigió, gestionó con insistencia, hasta conseguir lo justo y dejar huellas tan importantes como sus murales cuidadosamente descritos en la investigación aquí comentada. Capaz Fig. 3. Viñeta para ilustrar el poema “Hombre de México” de Humanos paisajes lo mismo de hacer ver la barbarie cristera en el asesinato de la maestra rural a la entrada (1953). Dibujo a tinta. Colección Héctor del emblemático Centro Escolar Revolución cuando abrió como escuela piloto de la edu- Godoy Lagunes. (Foto: Eugenia Gudiño). cación socialista y de retratar a los héroes patrios,