Historia Actual Online, 43 (2), 2017: 7-18 ISSN: 1696-2060

LA CRISIS MINISTERIAL DE 1978: ADOLFO SUÁREZ Y LA FORMACIÓN DE UN NUEVO EQUIPO ECONÓMICO

Pablo Pérez López*; Carlos González Martínez**

*Universidad de Navarra, España. E-mail: [email protected]; **IESO Cigales (Valladolid), España. E-mail: [email protected]

Recibido: 29 febrero 2016 /Revisado: 10 julio 2016 /Aceptado: 22 enero 2017 /Publicado: 15 junio 2017

Resumen: El periodo de cambio abierto tras la measures into practice: under Fernando Abril muerte de Franco, devolvió la soberanía al pue- Martorell’s direction, Salvador Sánchez-Terán, blo español por medio de un proceso conocido Jaime Lamo de Espinosa, Rafael Calvo Ortega y como la Transición. Sin embargo, esa transfor- Agustín Rodríguez Sahagún were responsible mación ha sido reflejada en la historiografía for the task. We study how that team was set- como algo casi exclusivamente político, que- tled. We work with press sources, Sánchez- dando relegado a un segundo plano otro gran Terán’s personal archives and interviews with consenso: el económico. El principal objetivo de three of the main protagonists. la crisis ministerial que se aborda aquí era favo- recer la aplicación de los Pactos de la Moncloa. Keywords: Spanish Transition to democracy; Estos, ideados por Fuentes Quintana, precisa- Moncloa Agreements; Consensus; Cabinet re- ron de un nuevo equipo económico. Bajo la shuffle; Adolfo Suárez; Enrique Fuentes Quin- batuta de Fernando Abril, Sánchez-Terán ocupó tana. Transportes y Comunicaciones, Lamo de Espi- ______nosa se hizo cargo de Agricultura, Calvo Ortega asumió Trabajo y Rodríguez Sahagún pasó a INTRODUCCIÓN Industria. Estudiamos aquí cómo se constituyó ese nuevo equipo a partir de testimonios de n el comienzo de su cuarta década, prensa, el archivo de Salvador Sánchez-Terán y nuestra democracia ha abandonado ya entrevistas con tres protagonistas. E hace tiempo el calificativo de «joven» Palabras clave: Transición Española; Pactos de para acogerse al pabellón de los regí- la Moncloa; Consenso; Crisis Ministerial; Adolfo menes «consolidados». A su vez, sin dejar de Suárez; . estar abierta a posibles revisiones, la historio- grafía parece haber completado un elaborado ______armazón que contribuye a crear una conciencia social sobre lo que fue la transición política Abstract: We know as Transition the time after española. No obstante, ese cascarón de nuez Franco’s death, when sovereignty returned to que, en términos de navegación, constituye la the Spanish people. Historiography had paid reforma política, resultaría absolutamente in- attention to the political events, leaving aside, servible sin personas capaces de capitanearlo o however, one of the most important agree- velas que, con el viento adecuado, lo llevaran a ments: the economic one. Moncloa Agreements buen puerto. Estos dos aspectos son una de las were a crucial tool for the reestablishment of deudas que, a día de hoy, tienen pendientes los Democracy in . Enrique Fuentes Quintana historiadores con la España de finales de los acted as the brain trust, and a Cabinet mem- años setenta. El relato político ha sido elabora- bers’ new team were in charge of putting the do, pero parece oportuno hacer hincapié en las

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Pablo Pérez López; Carlos González Martínez La crisis ministerial de 1978 personas y comprobar, a su vez, que la transi- fuentes documentales inéditas: el archivo per- ción no sólo fue política, sino también econó- sonal de Salvador Sánchez-Terán y el testimonio mica1. oral de tres de los ministros nombrados por Adolfo Suárez. Este episodio nos servirá para Eso no quiere decir que no existan estudios acercarnos al conocimiento de cómo influye lo sobre la economía española de finales de los económico en las decisiones políticas, así como setenta y principios de los ochenta. Sin embar- al peso de las relaciones interpersonales. Sin go, llama la atención el desequilibrio que existe dejar de lado lo político, pues no es esa la in- con los trabajos dedicados a la transición políti- tención, trataremos de conjugarlo con otros ca. A este respecto, es preciso destacar los tra- factores menos tenidos en cuenta. Así, con una 2 bajos de Joan Trullen i Thomas , Martínez Cor- visión de conjunto, abordaremos el reajuste 3 4 tina , Mercedes Cabrera y Fernando del Rey , ministerial que se produjo a comienzos de 5 José Antonio García Díez y José Antonio Agui- 1978. Resultó decisivo en tanto que el gobierno 6 rre Rodríguez . También existen obras mono- configurado en ese momento fue el encargado gráficas sobre algunos de los protagonistas de sacar adelante la reforma económica, al políticos de la época, pero en su mayoría se tiempo que conseguía la aprobación de la Cons- trata de memorias en lugar de biografías. Los titución vigente apenas diez meses después de pocos estudios biográficos existentes están formarse. centrados en los personajes de primera fila: el Rey don Juan Carlos7, Adolfo Suárez8, Torcuato La transición económica fue el telón de fondo Fernández Miranda9, Fernando Abril10 y Santia- de esta crisis de gobierno. Los Pactos de la go Carrillo11. Moncloa fueron el eje sobre el que giró todo el proceso. España se enfrentaba a una crisis cuya Esta investigación pretende analizar con detalle solución, que se venía aplazando desde 1973, la crisis de gobierno de 1978 a partir de dos no podía retrasarse por más tiempo12. Así lo entendió el ejecutivo salido de las primeras 1 Fuentes Quintana, Enrique, «La prioridad política elecciones democráticas que, en su declaración de la economía en la transición española», en Pen- programática de 11 de julio de 197713, anuncia- samiento iberoamericano, nº 3, 118-127. ba medidas importantes para frenar un deterio- 2 Trullen i Thomas, Joan, Fundamentos económicos ro económico que se manifestaba en una infla- de la transición política. La política económica de los ción anual superior al 25%, la pérdida de 100 acuerdos de La Moncloa, , Ministerio de Tra- millones de dólares diarios de reservas exterio- bajo, 1993. 3 res y una preocupante falta de competitividad Martínez Cortina, Rafael, La Transición económica 14 de España, Madrid, Ciencias Sociales, 1990. por parte de las empresas españolas . La inicia- 4 Cabrera, Mercedes y Rey Reguillo, Fernando del, El tiva de un gran acuerdo político y social para poder de los empresarios. Política y economía en la llevar a cabo la reforma surgió del vicepresiden- España contemporánea (1875-2000), Madrid, Tau- te económico del Gobierno, Enrique Fuentes rus, 2002. Quintana15. Una vez convencido el presidente 5 García Díez, José Antonio, «La economía política de Suárez, se organizaron los contactos y reunio- la Transición, 1975-1978», en Historia Contemporá- nes con los grupos políticos, sectores y grupos nea, nº 17. de presión implicados, que dieron su fruto con 6 Aguirre Rodríguez, José Antonio, La política eco- nómica de la transición española, 1975-1980, Ma- drid, Unión Editorial, 1981. 12 Fuentes Quintana, Enrique, «De los Pactos de la 7 Powell, Charles, Juan Carlos, un rey para la demo- Moncloa a la entrada en la Comunidad Económica cracia, , Ariel, 1995. Europea (1977-1986)», en Revista de Economía, nº 8 Abella, Carlos, Adolfo Suárez, el hombre clave de la 826, 39-71. transición, Madrid, Espasa, 2006. 13 Sánchez-Terán Hernández, Salvador, La Transición. 9 Fernández-Miranda, Pilar y Fernández-Miranda, Síntesis y claves, Barcelona, Planeta, 2008, 206-207. Alfonso, Lo que el Rey me ha pedido, Barcelona, 14 Fuentes Quintana, Enrique, «La crisis económica Plaza & Janés, 1996. española», en Papeles de economía española, nº 1, 10 Lamelas, Antonio, La Transición en Abril, Barcelo- 84-136. na, Ariel, 2004. 15 Velarde Fuertes, Juan, «Un maestro reformista: 11 Preston, Paul, El zorro rojo: biografía de Carrillo, semblanza biográfica de Enrique Fuentes Quintana», Madrid, Debate, 2012. en Hacienda pública española, nº extra 2, 11-35.

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La crisis ministerial de 1978 Pablo Pérez López; Carlos González Martínez la aprobación de la reforma por parte del Con- grupo de trabajo capaz de alcanzar las metas greso de los Diputados el 27 de octubre de fijadas en los acuerdos. 1977. 1. LA DIMISIÓN DE ENRIQUE FUENTES QUIN- De la importancia de la reforma económica TANA habla el propio discurso pronunciado por el presidente del Gobierno ante los diputados el La crisis ministerial de 1978 se originó a raíz de día de la votación de los acuerdos: «Pero el la dimisión del vicepresidente segundo y minis- Pacto de la Moncloa, a pesar de su indudable tro de Economía, Enrique Fuentes Quintana, importancia socio-económica y política, no apenas cuatro meses después de la firma de los constituye ni en su forma ni en su fondo, un Pactos de la Moncloa. Desde la perspectiva de hecho aislado ni un acuerdo de emergencia la rentabilidad política, aquellos acuerdos, los entre los partidos políticos. Este Pacto sólo más importantes en materia económica de la puede comprenderse en el marco del momento historia reciente de España, debían haber forta- excepcional que vivimos»16. Adolfo Suárez sitúa lecido la posición de su arquitecto. Sin embar- estos acuerdos dentro del marco «excepcional» go, lejos de alzarse con la victoria, el vicepresi- que supone la transición política española. Fue- dente salió del Consejo de Ministros en silencio, ron, por tanto, un hito en el proceso de cons- por la puerta de atrás. En esta decisión, tal co- trucción de la España democrática. Es más, en mo refleja la mayor parte de historiografía so- un borrador que se conserva del citado discur- bre el periodo, no tuvo nada que ver Adolfo so, el entonces presidente del Gobierno coloca- Suárez, partidario de la continuidad de Fuentes 18 ba este acontecimiento en un nivel similar a la Quintana . Fue este el que, incómodo en un Ley de Asociaciones que, en junio de 1976, él mundo que no era el suyo, optó por marchar- 19 mismo tuvo que defender ante el Pleno de las se . Esperó a terminar su gran obra -los Pactos Cortes: «Solamente dos veces utilicé este es- de la Moncloa- para luego dejar la arena y vol- trado. La primera, para defender la Ley que ver a su añorada tarea académica. En tres oca- hacía posible los partidos políticos en España. siones manifestó al presidente su intención de La segunda, esta tarde del 26 de octubre, para dimitir. Sin embargo, Adolfo Suárez, consciente defender ante el Parlamento una obra que es de su valía, no las aceptó: quería mantener a su resultado de la conjunción de ideas y esfuerzos vicepresidente económico. Tan solo al cuarto de esos mismo partidos políticos»17. Este frag- intento logró Fuentes Quintana convencer al 20 mento no fue incluido finalmente al comienzo jefe del Ejecutivo . de la intervención de Suárez, pero resume en El plan de reajuste ministerial llevado a cabo apenas tres frases la importancia que cabe atri- por Adolfo Suárez en febrero de 1978 comenzó buir a los Pactos de la Moncloa. a forjarse una vez fue aceptada la dimisión del Es un hecho que la transición política española vicepresidente económico. A este respecto, no se puede entender sin la reforma económica cabe señalar que esta crisis no se hubiera pro- planeada y acordada en octubre de 1977. A su ducido de no haber manifestado este su deseo vez, esta hubiera sido imposible sin personas un de abandonar el Gobierno: el presidente no Gobierno –especialmente en su área económi- tenía en mente relevar a ningún alto cargo del ca- con voluntad y capacidad para llevarla a Ejecutivo, al menos en los ministerios económi- 21 término. Ahí radica la importancia de la crisis de cos . No obstante, una vez obligado a buscar gobierno de 1978, en la que Adolfo Suárez, a un sustituto para Enrique Fuentes Quintana, pesar de perder al gran defensor de la reforma decidió a reformar de lleno el área con el fin de –Enrique Fuentes Quintana–, supo formar un 18 Fuentes Aragonés, Juan Francisco, Adolfo Suárez. 16 ARCHIVO DE SALVADOR SÁNCHEZ-TERÁN, Carpe- Biografía política, Barcelona, Planeta, 2011, 241. ta: «Ministerio de Trabajo. 20 discursos y declara- 19 Alonso-Castrillo, Silvia, La apuesta de centro. His- ciones (Ministro de Trabajo). Otros documentos (sin toria de la UCD, Madrid, Alianza Editorial, 1996, 219. clasificar) (UCD, Pactos Moncloa, Congreso UCD)», 20 Salvador Sánchez-Terán, entrevista 5 de junio de Documento 315, Discurso del presidente del Go- 2009. bierno con motivo de los Pactos de la Moncloa, 42. 21 Salvador Sánchez-Terán, entrevista 24 de junio de 17 Ibid., 11. 2009.

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Pablo Pérez López; Carlos González Martínez La crisis ministerial de 1978 formar un equipo de ministros capaz de alcan- patentes en el momento de llevar a cabo algu- zar el objetivo fundamental del país en materia nas reformas. El vicepresidente no lograba económica, a la sazón, buscar la solución a los coordinar a sus díscolos ministros, llegando esa tres grandes problemas de la economía españo- falta de entendimiento al nivel de desafío en el la: inflación, paro y déficit del sector exterior22. caso de Alberto Oliart Saussol (Industria y Ener- A esto contribuyó la presión de la oposición gía) y Manuel Jiménez de Parga (Trabajo)26. sobre el Gobierno en relación al cumplimiento de los Pactos, pues cuatro meses después de 2. UNA CRISIS SUARISTA firmar los acuerdos apenas se había desarrolla- La decisión del vicepresidente de Economía dio do su contenido. Así lo recordaba uno de los origen a una remodelación, a gran escala, de los protagonistas, Jaime Lamo de Espinosa: «Cuan- cargos del Gobierno. Adolfo Suárez, como ya do llegó el momento de hacer ese gobierno se hemos indicado, no se conformó con buscar un acababan de aprobar los Pactos -en octubre-, sustituto para Enrique Fuentes Quintana, sino estábamos en febrero, y en algunos puntos aún que aprovechó la ocasión para situar en los no se ha comenzado su desarrollo. Yo eso lo he ministerios del área económica a personas de vivido en mi parcela. Entonces, hubo que coger- su entera confianza. Esta fue, la primera de las los a la carrera porque se nos echaba el tiempo dos características fundamentales de la crisis. A encima y la oposición empezaba a decir bueno, este respecto, se puede hablar, tal como hizo la aquí hemos firmado unos Pactos, nos hemos prensa de la época27 y la historiografía poste- entregado a Fuentes Quintana y compañía, si se riormente, de una crisis suarista28. El segundo va Fuentes ¿qué va a pasar? Eso Adolfo Suárez y de estos rasgos fue el especial cuidado con que Fernando Abril lo vieron muy claro, así que tu- se realizó la operación, que se fue cerrando por vimos la instrucción de cumplir los Pactos. Yo, etapas en función de una bien definida jerar- desde luego, lo hice a la carrera, lo más rápido quía de prioridades. que pude. Y a Salvador le pasó lo mismo, y a todos nos pasó lo mismo. Ese gobierno tenía la La primera tarea que debía afrontar Adolfo indicación clara de cumplir de forma rigurosa Suárez era la de buscar un sustituto para la los Pactos de la Moncloa, puesto que hubiera Vicepresidencia de Economía. La persona elegi- sido una tragedia de cara a la oposición parla- da para ocupar este cargo debía desempeñar, 23 mentaria, que fueron los firmantes» . además, el papel de coautor de la crisis que iba a tener lugar. El jefe de Gobierno, sabedor de La principal causa de la dimisión de Enrique que uno de los motivos de la dimisión de Enri- Fuentes Quintana fue su personalidad apolítica. que Fuentes Quintana había sido su falta de El vicepresidente era un gran economista, pero entendimiento con varios ministros, pretendía nunca se encontró a gusto en su rol dentro del formar un nuevo equipo económico a la medida Consejo de Ministros y, mucho menos, en la del nuevo vicepresidente. Unión de Centro Democrático24. A su vez, esto contribuía a que algunos de sus compañeros lo Como candidato para dirigir la parcela econó- consideraran como alguien ajeno a la profesión: mica del país destacaba, con luz propia, el res- un advenedizo que, en ocasiones, planteaba ponsable de Hacienda: Francisco Fernández políticas peligrosas para determinados intere- Ordóñez. Sin embargo, la situación requería un 25 ses . Esta situación llevó a un callejón sin salida hombre de la entera confianza de Adolfo Suá- a la hora de aplicar los Pactos. Las desavenen- rez, requisito que, por ser cabeza de una de las cias entre Fuentes Quintana y algunos de los grandes familias de la Unión de Centro Demo- responsables del área económica se hicieron crático -la socialdemócrata- no cumplía ese

22 Powell, Charles T., España en democracia, 1975- 2000. Las claves de la profunda transformación de España, Barcelona, Plaza & Janés, 2001, 203. 26 «Las cuatro razones de la dimisión de Fuentes 23 Jaime Lamo de Espinosa, entrevista 20 de julio de Quintana», YA, 25 de febrero 1978. 2012. 27 «Cuarenta y un años, edad media de los nuevos 24 Alonso-Castrillo, Silvia, La apuesta de centro… op. ministros», ABC, 25 de febrero 1978. cit., 220. 28 Alonso-Castrillo, Silvia, La apuesta de centro… op. 25 Ibid., 217. cit., 220.

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La crisis ministerial de 1978 Pablo Pérez López; Carlos González Martínez candidato29. El presidente temía, quizás, que cuanto a la sencillez de su ejecución, posee un Fernández Ordóñez se encontrara atrapado rasgo fundamental: el deseo por parte de Suá- entre dos lealtades: la debida al jefe del Ejecuti- rez, ya en junio de 1977, de situar a Jaime Lamo vo y la propia de quien dirige una facción políti- de Espinosa en ese Departamento33. Por último, ca y busca el mayor beneficio para esta30. El estaría el de Transportes y Comunicaciones ministro de Hacienda gozaba de la confianza de que, tanto por las consultas que debían reali- Suárez, pero este necesitaba un hombre que zarse previamente como por el hecho de afec- solo fuera fiel a su persona y que no levantara tar negativamente a la familia liberal de UCD, suspicacias en las diversas corrientes ideológi- precisó de más tiempo para acabar de cerrarse. cas del partido. Por esa razón, y a pesar de po- seer un currículum más pobre en el área eco- El primer peldaño de la compleja escalera de la nómica, la figura de Fernando Abril, a la postre crisis de Gobierno consistía, por tanto, en cam- elegido vicepresidente económico, se adecuaba biar a los miembros del equipo económico más más a ese perfil. El conocimiento mutuo, así reacios a la aplicación de los Pactos de la Mon- como amistad que desde su etapa segoviana cloa. Por sus desavenencias con Fuentes Quin- unía a ambos políticos fue determinante en tana y su falta de empeño en llevar a cabo la esta elección. Suárez conocía bien a su nuevo reforma económica, el presidente tenía previs- vicepresidente: contaban a su favor tanto su to cesar a Manuel Jiménez de Parga y Alberto 34 fidelidad personal como su capacidad de traba- Oliart. De esta manera, Rafael Calvo Ortega jo. pasó a ocupar Trabajo, mientras que Agustín Rodríguez Sahagún35 se convirtió en ministro de Una vez completada la primera etapa de la cri- sis, los restantes cargos ministeriales fueron 33 Ibid.: «Yo creo que ahí hubo muchas tensiones acordados entre el presidente del Gobierno y el 31 entre lo que quería Adolfo, lo que quería Fuentes nuevo responsable del área económica . No Quintana y lo que quería Abril. Digo esto porque obstante, podemos distinguir en esta segunda y Adolfo quería que yo fuera ministro de Agricultura definitiva fase tres tipos de nombramientos. En en junio de 1977». primer lugar, hemos de mencionar dos - 34 Rafael Calvo Ortega nació en El Espinar (Segovia) Industria y Trabajo- que se llevaron a cabo me- en 1933. Se licenció en Derecho por la Universidad diante operaciones políticas relativamente sen- de Salamanca logrando el título de doctor con pre- cillas que venían a sustituir a los ministros que mio extraordinario. También se doctoró por la Uni- más habían obstaculizado a Fuentes Quintana versidad de Bolonia, donde obtuvo el premio Víctor Manuel a la mejor tesis doctoral. Ha sido catedrático en su empeño por llevar a cabo la reforma eco- 32 en varias universidades y rector de la Universidad nómica . En segundo término, nos encontra- Nacional de Educación a Distancia. Durante la transi- mos con el nombramiento ministerial de Agri- ción política fue elegido senador por Segovia en cultura que, sin distinguirse de los anteriores en 1977, y diputado por Asturias en 1979. Desempeñó el cargo de ministro de Trabajo entre febrero de 1978 y mayo de 1980. Su mayor logro a este respec- 29 Salvador Sánchez-Terán, entrevista 5 de junio de to fue la aprobación del Estatuto de los Trabajado- 2009. res. Entre 1987 y 1994 fue diputado al Parlamento 30 Fernández-Miranda, Pilar y Fernández-Miranda, Europeo por el CDS, integrándose en el Grupo Libe- Alfonso, Lo que el Rey… op. cit., 181. ral, Democrático y Reformista. Fue candidato a la 31 Lamelas, Antonio, La Transición… op. cit., 173. presidencia del Gobierno por el CDS, partido del que 32 Jaime Lamo de Espinosa, entrevista 20 de julio de era Secretario General, en las elecciones legislativas 2012: «He de decir que yo los Pactos los viví en una de 1993. Sin embargo, no obtuvo representación segunda línea, ya que muchas de las negociaciones parlamentaria. Desde entonces, y hasta 2003, se llevaban a cabo en Castellana 3. Era frecuente desempeñó la labor de Catedrático de Derecho Fi- que, después de las reuniones, algunos ministros nanciero y Tributario en la Universidad Complutense vinieran a Castellana 3 a discutir con Fernando Abril de Madrid. temas que se habían tratado. Era el caso, por ejem- 35 Agustín Rodríguez Sahagún nació en Ávila el 27 de plo, de Manuel Jiménez de Parga, que venía muchas marzo de 1932. Estudió Derecho en la Universidad tardes y nos encerrábamos con él Fernando Abril y de Deusto (Bilbao), dedicándose durante los prime- yo. En definitiva, como es lógico, los Pactos genera- ros años de vida profesional a diversas actividades ron tensiones, y los temas energéticos tenían en empresariales. En 1977 colaboró en la fundación de aquel momento su importancia». la Confederación Española de la Pequeña y Mediana

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Pablo Pérez López; Carlos González Martínez La crisis ministerial de 1978 Industria y Energía. El nombramiento ministe- darle plenos poderes para pilotar esa tarea rial de estas dos personas venía a confirmar la desde el Ministerio de Trabajo. En febrero de línea iniciada con la elección de Fernando Abril: 1978, el presidente telefoneó al senador y le prefería situar en esos cargos a hombres de su pidió que aceptara la cartera ministerial. Este entera confianza. Al primero de ellos lo conocía respondió de manera afirmativa y, tras cesar en de su etapa como gobernador civil de Segovia. su responsabilidad de portavoz de UCD, comen- Rafael Calvo Ortega, además de haber prospe- zó a poner en práctica el plan que en tantas rado políticamente a la sombra de Suárez, se ocasiones había expuesto en La Moncloa37. encontraba unido a él por una estrecha relación de amistad. Tras las elecciones democráticas de Por su parte, el abulense Agustín Rodríguez 1977 pasó a ser portavoz de la UCD en el Sena- Sahagún, un hombre incorporado pocos meses do, lo que le permitió despachar semanalmente antes a la órbita de Suárez, no era menos leal a con el presidente. En esas conversaciones, el su persona. Sin embargo, sería un error pensar segoviano solía insistir en la necesidad de hacer que fueron elegidos por únicamente por cues- una gran reforma laboral-empresarial que susti- tiones afectivas o de procedencia geográfica: tuyera al ordenamiento jurídico del franquismo eran profesionales que conocían bien los depar- para esas cuestiones: «Sobre mi caso podría- tamentos de los que iban a hacerse cargo. mos decir que yo llevaba tiempo insistiéndole a Además, reunían un requisito fundamental para Suárez en la necesidad de hacer lo que podría- desempeñar altos cargos en la convulsa etapa mos denominar la otra transición, es decir, po- de la transición política: eran fieles al programa ner orden en empresarial y socio- y a la persona del presidente. No hemos de laboral. Mi tesis era que no podíamos funcionar olvidar, a este respecto, el peso de los barones con unas leyes laborales y una estructura socio- dentro de UCD, así como la falta de cohesión productiva del franquismo. Era necesario y ur- existente dentro de un partido formado por gente desmontar la Organización Sindical; un varias familias con una serie de intereses, en Estado dentro del Estado. Esto fue lo que le ocasiones, contrapuestos. Por tanto, resulta expuse al presidente en varias ocasiones, y re- lógico que Adolfo Suárez recurriera a este tipo cuerdo que muchas veces me llamaba para de personas, que, además de fortalecer su posi- debatir cuestiones de este tipo. Por aquel en- ción, aportaban una mayor coherencia interna tonces yo era portavoz de la UCD en el Senado, al Ejecutivo. y por este motivo tenía un despacho con Suá- rez, y se notaba que tanto él como Fernando Abril estaban muy preocupados por este pro- 37 Ibid.: «La verdad es que fue una crisis de la que 36 blema» . Tanto Adolfo Suárez como Fernando nunca se supo bien su génesis. Por tanto, conozco Abril eran conscientes de eso, de ahí que, cono- mi caso. A mí Suárez me llamó un día y me dijo que ciendo la preocupación de Rafael Calvo Ortega, tenía que ocuparme del Ministerio de Trabajo con así como sus intervenciones en congresos y plenos poderes para hacer una gran reforma laboral- conferencias sobre esa materia, decidieran empresarial. Y así lo hice: aprobé el Estatuto de los Trabajadores, la Ley Básica de Empleo, Ley de Socie- dades Laborales y otras grandes normativas que Empresa (CEPYME), de la que fue elegido presiden- demandaba la sociedad en aquel momento. Adolfo te. Se incorporó a la actividad política al ser nom- sabía que yo tenía cierta preocupación por la cues- brado ministro de Industria y Energía en febrero de tión social-empresarial, y no sólo por nuestras con- 1978. Tras las elecciones generales de 1979 ocupó la versaciones, sino porque conocía mis intervenciones cartera de Defensa, en la que se mantuvo hasta la en conferencias y congresos, además de por mis presidencia de Leopoldo Calvo Sotelo. En febrero de escritos. En definitiva, me pidió que aceptase, así 1981 pasó a ser secretario general de UCD. Se pre- que dejé de ser portavoz en el Senado y empecé lo sentó a las elecciones generales de 1982 bajo las que yo he bautizado como “la segunda transición”, siglas del CDS, obteniendo el acta de diputado. For- que no es otra cosa que un sistema de relaciones mando parte de ese grupo político, logró hacerse laborales. Porque el gran drama de la UCD en aquel con la alcaldía de Madrid en 1989, cargo en el que se momento era que, a pesar de la legitimidad demo- mantuvo hasta 1991. El día 13 de octubre de ese crática y de la certeza que había de que la Constitu- mismo año falleció en Madrid. ción se iba a aprobar, carecíamos de un ordena- 36 Rafael Calvo Ortega, entrevista 15 de abril de miento jurídico laboral, y el mundo del trabajo es el 2013. mundo real, la calle».

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La crisis ministerial de 1978 Pablo Pérez López; Carlos González Martínez

El segundo escalón dentro de los relevos en los Al producirse la dimisión de Enrique Fuentes ministerios económicos consistió en la sustitu- Quintana, Adolfo Suárez no dudó en llevar a ción de José Enrique Martínez Genique por cabo el relevo en Agricultura. Nos encontramos, Jaime Lamo de Espinosa38. En la formación de una vez más, ante una elección marcada por el su segundo gobierno, tras las elecciones del 15 afán de situar a personas de confianza en el de junio de 1977, Adolfo Suárez había tanteado cargo. Y, de nuevo, hemos de remarcar que la posibilidad de situar a este ingeniero agró- esto no fue impedimento para que el nuevo nomo y subsecretario del Departamento de responsable de ese Departamento fuera un Fernando Abril, al frente del Ministerio de Agri- profesional de notable prestigio El presidente cultura. Es posible que la oposición de Fuentes conocía bien a Jaime Lamo: sabía de su forma- Quintana a este nombramiento impidió su in- ción como ingeniero agrónomo y economista. corporación al Ejecutivo39. Quizás el vicepresi- Además, contaba con el total respaldo de Fer- dente saliente consideraba que sus plantea- nando Abril, con el que había colaborado estre- mientos económicos no coincidían, por lo que chamente desde julio de 197641. Tanto la pren- prefirió contar con alguien más cercano a sus sa de la época como la historiografía42 han con- ideas, un inspector de Hacienda con Martínez siderado el nombramiento de Agricultura en la Genique40. crisis de 1978 como un movimiento del nuevo vicepresidente para situar a alguien de su con- fianza en ese Ministerio. No obstante, si tene-

38 mos en cuenta el deseo de Adolfo Suárez por Jaime Lamo de Espinosa nació en Madrid en 1941. Se doctoró en Ingeniería Agrónoma y se licenció en situar a Lamo de Espinosa en ese Departamento Económicas, ganando las oposiciones a cátedra de ocho meses antes, así como la estrecha relación Economía y Política Agraria de la Escuela de Ingenie- que venían manteniendo desde entonces, pare- ros de en 1972. Se incorporó a la vida polí- ce más correcto considerar su incorporación al tica durante los últimos años del franquismo, Ejecutivo como un deseo conjunto del presi- desempeñando cargos como el de subcomisario del dente y de Fernando Abril43. Plan de Desarrollo o Director General de Industrias Alimentarias y Diversas. Durante la transición políti- La decisión de confiar a Salvador Sánchez- ca española fue nombrado subsecretario de Agricul- Terán44 el Ministerio de Transportes y Comuni- tura, adjunto a la vicepresidencia tercera bajo la dirección de Fernando Abril, y, finalmente, ministro de Agricultura (desde febrero de 1978 hasta diciem- ministro quizás inflacionista, muy agrarista, y eso no bre de 1981) y ministro adjunto a la Presidencia casaba bien con sus planteamientos. Por tanto, yo (desde diciembre de 1981 hasta julio de 1982). Fue podía ser, desde ese punto de vista, una persona un miembro de la Diputación Permanente del Congreso poco incómoda». y, tras abandonar su responsabilidad ministerial, 41 Salvador Sánchez-Terán, entrevista 5 de junio de portavoz de la UCD en el Parlamento. Tras la victoria 2009. electoral del Partido Socialista en 1982, Lamo de 42 Alonso-Castrillo, Silvia, La apuesta de centro… op. Espinosa abandonó la política activa. cit., 220. 39 Jaime Lamo de Espinosa, entrevista 20 de julio de 43 Jaime Lamo de Espinosa, entrevista 20 de julio de 2012: «Hay que tener en cuenta, y este sería el se- 2012: «Hay una serie de personas con las que Adol- gundo factor, que Suárez en junio tuvo que hacer un fo, muy probablemente, hubiera querido jugar en equilibrio de lo que ha triunfado. Y, dentro de ese junio, y no les toca en ese momento, quedándose a equilibrio, no pudo hacer todo lo que él quería por- la espera cada una en un sitio. Y, de pronto, en fe- que la presencia de Fuentes imponía una muy buena brero, nos llamó a todos una tarde. Digo nos llamó parte del equipo económico. Esa es la explicación porque, es curioso, yo estaba trabajando con Fer- que a mí me dieron Fernando Abril y Adolfo Suárez. nando Abril, pero a mi quien me llamó y me dice Sin embargo, yo tuve al cabo de los años una con- “Oye, voy a hacer un cambio de gobierno, quiero versación con Fuentes, y me dijo que en absoluto, que seas ministro de Agricultura…” fue Adolfo y no que él no había puesto objeción alguna. Yo siempre es Fernando que lo tenía dos despachos más para lo he dudado, porque si Fuentes le hubiera dicho a allá. Es un dato singular». Adolfo que quería nombrar a Jaime Lamo ministro 44 Salvador Sánchez-Terán nació en Logroño el 19 de de Agricultura, Adolfo le hubiera dado vía libre». abril de1934, cursó estudios de Primaria y Bachille- 40 Ibid.: «Fuentes Quintana en el área económica rato en el Colegio San José de los Maristas. Doctor quería un equipo muy suyo, muy decididamente Ingeniero de Caminos por la Escuela Técnica Supe- suyo. En mi caso él consideraba que yo podía ser un rior de Madrid, obtuvo un diploma en dirección de

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Pablo Pérez López; Carlos González Martínez La crisis ministerial de 1978 caciones, hasta entonces bajo el mandato de blicas, ya había sufrido un duro golpe con la José Lladó, partió del propio Enrique Fuentes exclusión de Ignacio Camuñas del Gobierno. En Quintana. Al parecer, poco antes de dimitir, le segundo término, estaban sus planes para si- comentó a Adolfo Suárez que, para relanzar la tuar a Salvador Sánchez-Terán, sin lugar a dudas economía del país, era preciso realizar una gran una de las figuras en ascenso en aquellos mo- inversión en infraestructuras. El vicepresidente mentos, al frente de Interior46. Este riojano creía que esa labor sólo podía ser realizada por afincado en Madrid había desempeñado, con una persona que conociera bien el Departa- notable éxito, el cargo de gobernador civil de mento de Obras Públicas, e incluso a sugirió el Barcelona a la muerte del General Franco47. nombre de Sánchez-Terán como el más ade- Posteriormente, al ser elegido parlamentario cuado para el cargo. Para Suárez esto constituía por Salamanca, se encargó, a petición del pro- un doble contratiempo. En primer lugar, no iba pio Adolfo Suárez, de la secretaría de Organiza- a ser fácil cesar al hasta entonces ministro del ción de UCD48. De esta manera, entre julio de ramo, Joaquín Garrigues45. El presidente debía 1977 y febrero de 1978, compatibilizó este car- maniobrar con sumo cuidado, ya que la familia go con sus responsabilidades en la Comisión liberal, encabezada por el titular de Obras Pú- Constitucional del Parlamento49, las negociacio- nes con el honorable Tarradellas para el resta- blecimiento de la Generalitat de Cataluña50 y su empresas por el IESE, fue presidente de la COPE presencia, como asesor del presidente51, en los (1993); de Siderúrgicos Independientes asociados Pactos de la Moncloa52. Su historial, así como la (SIDERINSA); de la AIE integrada por varias construc- toras; del SEOPAN (1966); de Telefónica (1980- confianza que Suárez tenía en él, lo convertían 1982); y lo es en la actualidad del Consejo Social de en el hombre adecuado para sustituir a Rodolfo la Universidad de Salamanca. En otro orden de acti- Martín Villa en el Ministerio del Interior. De vidades, ha sido Presidente Nacional de la Juventud hecho, ambos habían hablado con anterioridad de Acción Católica (1959) y vicepresidente interna- cional de la Juventud de Estudiantes Católica (1963). En 1968 participó en la fundación del grupo editorial 46 Salvador Sánchez-Terán, entrevista 5 de junio de Prolesa, integrado por elementos de ideología de- 2009. Cfr. La historiografía no lo ha recogido hasta mocristiana y socialdemócrata. Fue también miem- ahora, pero la prensa de la época recogió el rumor: bro del Consejo de administración del INI, director «Salvador Sánchez-Terán», Cinco Días, 1/9/1978 y gerente de la Sociedad de Empresas de Obras Públi- «Mirás que sos divertido», Pueblo, 1 de septiembre cas de Ámbito Nacional (1966), y director General de de 1978. RENFE (1970-1973). Desempeñó la función de Vice- 47 Powell, Charles, Juan Carlos… op. cit., 167. presidente del Colegio de Ingenieros de Caminos y 48 Powell, Charles T., España en democracia… op. de Presidente del patronato del CEU. Es patrono de cit., 201. la Fundación Villalar-Castilla y León en representa- 49 Salvador Sánchez-Terán, entrevista 24 de febrero ción de los Consejos Sociales de las Universidades de 2009. Públicas de Castilla y León. Recibió la distinción de la 50 Real Decreto-Ley 41/1977, de 29 de septiembre Gran Cruz de Carlos III. En cuanto a su actividad (BOE de 5-10-77), Por el que se restablece la Genera- propiamente política fue Secretario de Organización litat de Cataluña. de UCD (1977) y diputado por Salamanca en 1977 y 51 Abella, Carlos, Adolfo Suárez… op. cit., 304. 1979. Como Gobernador civil de Barcelona (1976- 52 Real Decreto 1963/1977, de 29 de julio, por el que 1977) recibió el encargo por parte de Adolfo Suárez se nombran consejeros del Presidente del Gobierno: de las negociaciones para el restablecimiento de la «En virtud de los dispuesto en el artículo primero del Generalitat de Cataluña. Más tarde, fue nombrado Real Decreto mil seiscientos noventa y dos/mil no- Ministro de Transportes y Comunicaciones (desde el vecientos setenta y siete, de once de julio, a pro- 24 de febrero de 1978 hasta el 2 de mayor de 1980), puesta del Presidente del Gobierno y previa delibe- y de Trabajo (desde el 3 de mayo de 1980 hasta el 9 ración del Consejo de Ministros en su reunión del día de septiembre de 1980). Con la desaparición de UCD veintinueve de julio de mil novecientos setenta y se retiró de la política activa. siete. 45 Jaime Lamo de Espinosa, entrevista 20 de julio de Vengo a nombrar Consejeros del Presidente del 2012: «Ahí, probablemente, lo que desplazó a Salva- Gobierno a don Alfonso Osorio García, don José dor fue la necesidad de dar juego a un persona como Ramón Lasuén Sancho, don Federico Mayor Zarago- Joaquín Garrigues, un hombre importante en aquel za, don Salvador Sánchez-Terán Hernández, don momento al que quizás no se le encontró otro hueco Arturo Moya Moreno, don Lorenzo Olarte Cullen y más que ese». don Leopoldo Calvo-Sotelo y Bustelo».

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La crisis ministerial de 1978 Pablo Pérez López; Carlos González Martínez la posibilidad de su incorporación al Ejecutivo funciones dentro del partido. Por último, el como responsable de ese Departamento. nombre de Salvador Sánchez-Terán fue el único sugerido por Enrique Fuentes Quintana para El presidente se encontraba, por tanto, ante ocupar un cargo ministerial, aunque el ex vice- una encrucijada que ponía a prueba, de forma presidente lo recomendó para un departamen- simultánea, sus propios planes y la paciencia de to distinto del que acabó correspondiéndole. la familia liberal. Sin embargo, quizás por la confianza que tenía en Fuentes Quintana, deci- 3. LOS NUEVOS MOSQUETEROS DE SUÁREZ dió iniciar la operación para situar a Sánchez- Terán en Obras Públicas. Al tiempo que iba La crisis se cerró la noche del viernes 24 de fe- perfilando los nombres de su nuevo Gobierno, brero de 1978, los nuevos cargos fueron publi- Suárez propuso a Joaquín Garrigues ocupar la cados al día siguiente. Se incorporaban al Go- cartera de Economía. Tal vez el presidente pen- bierno cuatro nuevos ministros: Rafael Calvo só que, a la sombra de Fernando Abril, el líder Ortega (Trabajo), Agustín Rodríguez Sahagún de los liberales no le crearía ningún problema a (Industria y Energía), Jaime Lamo de Espinosa pesar de su postura crítica hacia algunos aspec- (Agricultura) y Salvador Sánchez-Terán (Trans- tos de los Pactos de la Moncloa. No obstante, portes y Comunicaciones). A su vez, Fernando parece que este entendió muy bien las inten- Abril Martorell, que ya formaba parte del Ejecu- ciones del jefe del Ejecutivo, declinando final- tivo, pasaba a ocupar el cargo de vicepresidente mente su oferta. A Suárez, cuyos planes se frus- segundo y ministro de Economía. Se incorpora- traban una vez más, tan sólo le quedaban dos ron a un Gobierno presidido por Adolfo Suárez, opciones: forzar la ruptura con la familia liberal en el que Manuel Gutiérrez Mellado ocupaba el u ofrecer a Sánchez-Terán otro Ministerio. La cargo de vicepresidente primero y ministro de primera opción era sumamente arriesgada, así Defensa. Como ministros figuraban: Marcelino que decidió situar a ex gobernador de Barcelo- Oreja Aguirre (Asuntos Exteriores), Rodolfo na en un Departamento similar: Transportes y Martín Villa (Interior), Francisco Fernández Or- Comunicaciones53. Por tanto, este episodio, que dóñez (Hacienda), Manuel Clavero Arévalo (Re- hemos situado en el tercer peldaño de la esca- giones), Leopoldo Calvo-Sotelo y Bustelo (Co- lera de la crisis, fue el primero en iniciarse y el munidades Europeas), Íñigo Cavero Lataillade último en llegar a su desenlace. (Educación y Ciencia), José Manuel Otero Novas (Presidencia), Pío Cabanillas Gallas (Cultura), En definitiva, Salvador Sánchez-Terán debería Landelino Lavilla Alsina (Justicia), Enrique Sán- dirigir, desde Transportes y Comunicaciones, la chez de León (Sanidad y Seguridad Social), Joa- gran inversión en infraestructuras que el dimiti- quín Garrigues (Obras Públicas y Urbanismo) y do vicepresidente recomendaba realizar desde Juan Antonio García Díez (Comercio y Turismo). la cartera de Obras Públicas. A este respecto, cabe destacar que Salvador Sánchez-Terán fue El palacio de la Zarzuela fue, como viene siendo el único nuevo ministro que contó con el res- habitual desde el 22 de noviembre de 1975, el paldo incondicional de los tres protagonistas de escenario en que los nuevos ministros juraron la crisis. El ex gobernador de Barcelona no era sus respectivos cargos. En torno a las diez de la únicamente un hombre de confianza de Adolfo mañana del lunes 27 de febrero, Antonio Villa- Suárez, como ya hemos indicado, sino que ha- cieros, jefe de Protocolo de la Casa Real, co- bía trabajado codo con codo con Fernando Abril menzó a leer uno a uno los nombramientos de 55 en la construcción de UCD durante la segunda los nuevos miembros del Gobierno . Era el mitad de 197754. De hecho, en más de una oca- tercer Gabinete que dirigía Adolfo Suárez desde sión, al no poder compatibilizar su tarea de que, el 8 de julio de 1976, fuera nombrado jefe ministro con la dirección de los centristas, el del Ejecutivo. El Rey presidía un acto al que político valenciano había delegado en él sus asistían todos los miembros del Consejo de Ministros. Desde la publicación en el Boletín Oficial del Estado, los nombres de los nuevos 53 Salvador Sánchez-Terán, entrevista 5 de junio de cargos habían acaparado los titulares de los 2009. 54 «Sánchez-Terán ya es el “delfín” de Suárez», Cata- 55 «Los nuevos ministros juraron ante el Rey», Pue- lunya Express, 14 de septiembre de 1977. blo, 27 de febrero de 1978.

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Pablo Pérez López; Carlos González Martínez La crisis ministerial de 1978 principales diarios de tirada nacional; dos días nombramiento se adjudicó a la influencia de después resonaban en el Palacio de la Zarzuela. Fernando Abril59. Eran, como los definiría en su edición del día siguiente, los nuevos «mosque- CONCLUSIONES teros» de Suárez56. Cada uno de ellos juró su El reajuste ministerial de 1978 se llevó a cabo cargo sobre los Evangelios y, tras hacer una con los Pactos de la Moncloa como telón de reverencia ante don Juan Carlos, ocupó el lugar fondo. En primer lugar, el desencadenante de la correspondiente dentro de la composición del crisis fue la dimisión de arquitecto de los acuer- Gobierno. dos, los más importantes en materia económica El carácter suarista de la crisis fue detectado desde la transición a nuestros días. En segundo inmediatamente por los medios de comunica- término, los ministros salientes fueron, con ción de la época, y de esto se ha hecho eco la excepción de Enrique Fuentes Quintana, perso- historiografía sobre la transición política espa- nas poco inclinadas a cumplir con los requisitos ñola hasta la fecha57. No obstante, en un primer que marcaba la nueva política económica. Y, en momento, sólo se reconoció a dos de los nue- tercer y último lugar, tanto los nuevos altos vos cargos como políticos fieles a la figura del cargos como el propio presidente del Gobierno presidente: Fernando Abril Martorell y Rafael estaban de acuerdo en la necesidad de cumplir 60 Calvo Ortega. Se pretendió buscar, en el caso de lo pactado . Por tanto, a pesar de la dimisión los tres restantes otras lealtades que, sin poner del vicepresidente, hecho que podría interpre- en duda su buena relación con Adolfo Suárez, tarse como un paso atrás en la reforma, la crisis mermaran su protagonismo en los nombra- tenía como fin reforzar los acuerdos económi- mientos. Así, se presentó a Salvador Sánchez- cos alcanzados entre el Ejecutivo y las fuerzas Terán como un hombre del aparato del partido políticas del país en octubre de 1977. Más te- y a Agustín Rodríguez Sahagún como una impo- niendo en cuenta la inquietud de la oposición sición de la CEOE58. Hemos de indicar al respec- ante la salida del Gobierno del director de or- to que, a pesar de ser cierta la vinculación de questa de los acuerdos que ellos habían firma- 61 ambos personajes con esos organismos, la cau- do . sa de sus respectivos nombramientos no fue La dimisión de Enrique Fuentes Quintana fue el esa, sino, como ya se ha mencionado en varias factor que desencadenó todo el proceso de ocasiones, su cercanía al jefe del Ejecutivo. De reajuste ministerial. Entre las causas de esta hecho, en lo sucesivo, la carrera política de decisión tomada por el vicepresidente econó- estos dos personajes estuvo muy unida a la mico destacan las personales –añoranza de la figura del presidente: los nombramientos políti- vida académica, carácter apolítico y escasa cos de Salvador Sánchez-Terán para cualquier aceptación dentro de su partido-, pero también alto cargo de gobierno o de la administración las de tipo socioeconómico –dificultades para siempre vinieron de la mano del abulense, llevar a cabo el programa de reforma. Con todo, mientras que Agustín Rodríguez Sahagún fue su la dimisión de Fuentes Quintana dio la oportu- candidato en 1981 para ocupar la Presidencia nidad a Adolfo Suárez de iniciar una crisis que le de UCD, y acompañó a Adolfo Suárez cuando permitió poner remedio al bloqueo político en este fundó el Centro Democrático y Social

(CDS). En el caso de Jaime Lamo de Espinosa, 59 como hemos comentado anteriormente, su «La crisis del Gobierno: relevo en cuatro ministe- rios», La Vanguardia, 25 de febrero de 1978. 60 Jaime Lamo de Espinosa, entrevista 20 de julio de 2012: «Por supuesto, a pesar de la marcha de Fuen- tes Quintana, el objetivo seguía siendo cumplir los Pactos de la Moncloa, hacerlos posibles». 61 Fuentes Aragonés, Juan Francisco, Adolfo Suárez… 56 «Los nuevos mosqueteros», La Vanguardia, 28 de op. cit., 241: «Su dimisión dio lugar a una amplia febrero de 1978. remodelación del gabinete que afectó a cinco minis- 57 «La crisis del Gobierno: relevo en cuatro ministe- terios socioeconómicos y desató el temor de la iz- rios», La Vanguardia, 25 de febrero de 1978. quierda sobre el futuro de los Pactos de la Mon- 58 «La crisis de gobierno», El País, 25 de febrero de cloa». 1978.

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La crisis ministerial de 1978 Pablo Pérez López; Carlos González Martínez que se encontraba la puesta en marcha de los de poner en marcha los Pactos de la Moncloa. Pactos de la Moncloa. Paradójicamente, la au- En segundo término, cuestiones políticas, que sencia de su arquitecto permitió derribar los cabe resumir en la voluntad de Suárez de crear obstáculos que impedían llevar a cabo la refor- un equipo de gobierno lo más homogéneo po- ma. sible, la necesidad de que esa operación se lle- vase a cabo sin provocar malestar en las distin- Ante la oportunidad que se le presentaba para tas familias de UCD, y el convencimiento por iniciar una crisis, el presidente actuó con caute- parte de los firmantes de los acuerdos de que, la, pero con un objetivo claro: situar a personas sin desarrollo económico, difícilmente podría de su entera confianza en los ministerios eco- llevarse a término la reforma política63. Por nómicos. El nombramiento de Fernando Abril último, también influyeron factores de carácter resulta muy significativo. A partir de ahí, ambos personal, como la decisión de dimitir de Enrique pusieron en marcha el mecanismo para formar Fuentes Quintana o la relación de amistad y un equipo capaz a la par que dócil. Rafael Calvo confianza existente entre el presidente del Go- Ortega y Jaime Lamo de Espinosa eran hombres bierno y algunos de los nuevos ministros. Por del tándem Suárez-Abril desde tiempo atrás, tanto, para comprender la crisis de 1978 es habiéndose quedado este último a las puertas necesario abarcar un campo multicausal, en el del Gobierno en junio de 1977. Por su parte, que pesan tanto la influencia del contexto polí- Agustín Rodríguez Sahagún fue una apuesta tico como las estructuras y las decisiones per- personal de Suárez, un hombre que había ad- sonales. quirido cierto peso político tras las elecciones del 15-J62. Si bien Salvador Sánchez-Terán po- La historia de la crisis ilustra también acerca de dría integrarse en el grupo de ministrables de algunas realidades políticas de primera línea en 1977, su nombramiento al año siguiente resultó la Transición. La primera, qué significó el lide- bastante más complejo que el de Lamo de Espi- razgo de Adolfo Suárez. La idea a veces difundi- nosa. Por un lado estaba el proyecto de Suárez da de que actuaba como un hombre de gran para situarlo en el Ministerio del Interior, y por encanto personal que confiaba en la intuición e otro el consejo de Enrique Fuentes Quintana improvisaba más que trabajaba los asuntos, sobre su idoneidad para Obras Públicas. Por tiene una parte de verdad pero se convierte en diversas razones, explicadas a lo largo del texto, algo insostenible cuando se examinan de cerca el ex gobernador de Barcelona acabó convir- hechos como estos. Adolfo Suárez trabajaba, y tiéndose en titular de Transportes y Comunica- mucho, la formación de equipos y la selección ciones. Se trataba, como los demás, de un de personas, y esa es una de las tareas funda- hombre cercano a Adolfo Suárez. mentales de un jefe de gobierno. De cuanto hemos narrado se desprende como conclusión La crisis de 1978 permitió al presidente del Go- fundamental la importancia del juicio y la deci- bierno formar un equipo económico a su medi- sión de Adolfo Suárez en la conformación de un da, de ahí que se hable de una crisis suarista. A equipo que resultó fundamental para reorgani- su vez, con ese grupo de ministros fue posible zar la economía española en un momento deci- desarrollar la reforma que, bien por falta de sivo. homogeneidad ideológica, bien por rencillas personales, no se había podido llevar a cabo hasta el momento. En definitiva, para entender este reajuste gubernamental, es necesario 63 atender a factores de diversa índole. En primer Fuentes Aragonés, Juan Francisco, Adolfo Suárez… lugar, aspectos económicos, como la necesidad op. cit., 232: «Cuando a Adolfo Suárez le tocó, reti- rado ya del poder, hacer balance de aquellos años, siempre recordó los Pactos de la Moncloa como una 62 Jaime Lamo de Espinosa, entrevista 20 de julio de pieza básica del éxito de la transición, que consiguió 2012: «Agustín Rodríguez Sahagún, que empezó a sortear el peligro de un estallido social de conse- tener relaciones con la política y con el mundo de la cuencias imprevisibles para una democracia todavía UCD estando yo en Castellana 3, a través de Fernan- muy frágil. En opinión de Suárez, los Pactos de la do Abril. Es decir, la llegada de Agustín Rodríguez Moncloa sencillamente hicieron posible la construc- Sahagún a la política fue una llegada de esos últimos ción de la democracia». seis meses, de julio de 1977 a febrero de 1978».

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Pablo Pérez López; Carlos González Martínez La crisis ministerial de 1978 También cabe subrayar cómo el modo de traba- jo de Adolfo Suárez con sus equipos se basaba en una negociación que pretendía respetar posiciones políticas, mantener equilibrios y, al mismo tiempo, orientar o inclinar en un cierto sentido la política. Quizá podríamos describir así el consenso interno de UCD y aceptar esa descripción como un retrato de lo que fue la política centrista: muy dependiente de persona- lidades, necesariamente equilibrada en los cambios que introduce por la necesidad de contrapesar cada tendencia, y estrechamente ligada a las decisiones de Adolfo Suárez. Mien- tras esto funcionó, los gobiernos centristas con- siguieron alcanzar en buena medida los objeti- vos que se propusieron. Cuando, como ocurriría en los años siguientes, alguno de estos elemen- tos se desconfiguró o sobredimensionó, se hizo mucho más difícil hacer política y el modelo de transición centrista entró en crisis. Un peso excesivo de las personalidades que cuestionara el liderazgo suarista podría amenazar con que- brar el modelo, pero también un liderazgo de Suárez sin las personalidades fuertes que le ayudaban a gobernar sería incapaz de sostener un proyecto. Quizá aquel equilibrio del centro solo fue posible para los grandes cambios con- sensuados: la transición política y económica; quizá el modelo no resultó aceptable superados esos primeros momentos y por eso algunos pensaron que el liderazgo suarista empezaba a estorbar. La historia política de 1980-1982 pa- rece confirmar estas conclusiones.

Por último, destaca la trascendencia del respeto a los pactos entre gobierno y oposición. Toda la operación política descrita apuntaba precisa- mente a un esfuerzo en el gobierno para cum- plir lo pactado con otros grupos políticos, que confiaban en que se iba a proceder así. Tam- bién esto cambió en los años siguientes, apare- ció un nuevo modo de hacer oposición, más agresivo, y fue necesario un nuevo modo de gobernar que difícilmente se podía articular en torno a pactos. El tiempo político de la Transi- ción había pasado.

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