Revista De La Universidad De Costa Rica 45
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Revista de la Universidad de Costa Rica 45 UN FRANCES EN COSTA RICA 1848 - 1856 Br. Mario Zeledón Cambronero * NOTA PRELIMINAR Adolfo Marie fue uno de los extranjeros que más colaboraron en el desarrollo cultural y político de nuestro país. Como periodista desplegó una actividad inusitada e inyectó en los que trabajaron alrededor suyo, nuevas técnicas, nuevas ideas y sobre todo, una nueva concepción del mundo. Fue uno de los primeros europeos, no españoles, que participó en la prensa costarricense y dio a conocer en el reducido ámbito nacional, mucho de la cultura y valores de la sociedad francesa . Había nacido, si no en las postrimerías de la era napoleónica, muy poco después. Inició su educación en un ambiente saturado de principios sobre los derechos del hombre. Se forjó en un mundo en el que bullían las ideas libertarias de la Francia de principios del Siglo XIX. Llegó a nuestra América a escasos ocho años de la muerte del Libertador, y se encontró con un nuevo mundo plagado de frases en las que las palabras "revolución", "libertad" e "independencia ", formaban una trilogía indispensable. Se acercó a nuestro país en momentos de enorme ebullición política, en el amanecer de la gran lucha nacional contra el neocolonialismo, que daba sus primeros pasos en el Subcontinente. Sirvió con valentía, decisión y enorme cariño a la causa de Juan Rafael Mora, y murió en medio de los fragores de la más grande gesta patria. Ofrendó sus mejores años y su vida , por una tierra que no lo había visto nacer, pero a la que quiso y defendió como si fuera propia. En su recuerdo y como homenaje a esta personalidad, humana y generosa, hemos escrito las siguientes páginas. Vale recordar aquí a aquellos otros extranjeros contemporá neos suyos, que tanto como él -en mayor o menor medida- contribuyeron a fraguar la nacionalidad costarricense. Son ellos: Máximo J érez, de Nicaragua; Fernando Streber, de Alemania , Nazario Toledo, de Guatemala y Emilio Segura de Colombia. 10 de diciembre de 1969 ,.' Profesor del Departamento de Estudios Generales de la Facultad de Ciencias y Letras. Universi dad de Costa Rica. 46 Revista de la Universidad de Costa Rica ADOLFO MARIE En el siglo pasado, en los albores de la década del 50. gobernaba en Ecuador el General Juan José Flores, quien tenía como íntimo colaborador a un francés que había arribado a ese país suramericano por el año Hl38. Hábil periodista, con un estilo audaz y directo, Adolfo Marie puso su pluma al servicio del General Flores. Al ser derrotado Flores, en 1845, ambos salieron de I<:cuador. Sus pasos se pierden entre las poblaciones de Venezuela y Nueva Granada -hoy Colombia- hasta 1848, en que reaparecen en el mes de julio, al arribo de ambos a nuestro país. (1) Presumiblemente llegaron al puerto del Pacífico en los primeros días de julio, ya que los periódicos de la época señalan que "la noche del 11 del corriente tuvimos la satisfacción de verlo entre nosotros" *. La noticia se refiere al General Flores , persona importantísima para los costarricenses de aquellos agitados tiempos, por haber sido uno de los lugartenientes del Americano Simón Bolívar en las gestas de Independencia del Subconlinente. Todos los estudiosos sostienen que el francés Adolfo Marie llegó a Costa Rica como miembro del séquito que acompafiaba al 6eneral Flores. El grupo, por la eminencia de su caudillo, fue recibido con gran pompa y boato gubernamentales. El entonces Jefe de Estado, doctor don José María Castro Madriz, entabló amistad con el General y su subalterno francés, llegando a ser este último, en pocos días, consejero suyo. (2) El General Flores, hombre contradictorio, rápidamente se hizo de amigos ... y de enemigus. Estos los consiguió con sus ideas en torno a la Federación Centroamericana. No era partidario de la unión política del Istmo. Marie, con el paso de los días, se fue convirtiendo en un hombre de gran prestigio y mucha estima. Tenía como principal tarjeta de presentación su amistad con el asistente del Libertador, gozaba de extraordinaria cultura y de gran facilidad de palabra. El doctor Montúfar afirma que fue discípulo de Antonio José de lrizarri, y Monseñor Sanabria lo elogia con cierta ironía cuando dice que "era un liberal tirando a enciclopedista y que de haber vivido en tiempo de la Revolución Francesa, habría sido jacobino". (3) Wagner, alemán que visitó Costa Rica por 1850, brinda otro rasgo de su personalidad diciendo: " . dominaba como escritor la lengua castellana tan poderosamente como el arte español de la intriga ". (4) Lógicamente, también dominaba a la perfección el francés, su lengua materna. El mismo Wagner expresa refiriéndose a los franceses residentes en el país: ·'El más culto, ilustre y talentoso de ellos es Monsieur Marie, ... ". (5) Ese fue el hombre que llegó con Flores a nuestro país, pequeño poblado de la América Hispana que tenía muy poco de la magnificencia, cultura y comodidades de Europa. Figura imponente que se acerca a un grUpIto de costarricenses sedientos de conocimientos y de guía. Muy poco tiempo después de su llegada ya era respetado y admirado por muchos nacionales, especialmente por aquellos que adversaban la causa unionista, porque el francés tenía el mismo pensamiento que el General Flores con respecto al ideal de Morazán. Desde su llegada al país hasta su desaparición, fue constante paladín de la causa separatista y enemigo irreconciliable de la unión. El doctor Montúfar, refiriéndose a las publicaciones de Marie sobre este tema, afirma: "Su pluma estaba entonces consagrada á combatir la unidad de Centro América y á poner en ridículo á cuanto tendiera al restablecimiento de la Nación centro-americana". (6) No sólo entonces atacó a la Federación Centroamericana, como lo asegura Montúfar, sino cada vez que la oportunidad se le presentó, y siempre lo hizo ferozmente . El mismo doctor Montúfar viene en nuestra ayuda al decir: "La misma furia que empleó Marie para atacar á los que hacían oposición al Gobierno en el interior de Costa-Rica, empleaba para ultrajar á Vasconcelos, á Cabañas, á Barrundia y á todos los que pedían que la patria fuera una desde Colombia hasta Méjico, desde el Atlántico hasta el Pacífico". (7) Mencionemos aquí, en honor a la verdad, que el doctor Montúfar era uno de los más radicales unionistas Revista de la Universidad de Costa Rica 47 de Centroamérica, y por ello no veía con buenos ojos las ideas de Marie. Por unánime petición de las Municipalidades del Estado, el Congreso aprueba un decreto el 30 de agosto de 1848 sancionado al día siguiente por el Jefe de Estado, declarando a Costa Rica "definitivamente separada de la Federación Centroamericana, debiendo tomar el nombre de República". (8) A fines de 1849, el espíritu revolucionario señorea por todo el Continente Iberoamericano; Costa Rica ha afrontado constantemente movimientos dirigidos por los políticos y militares adversos al gobierno del doctor Castro Madriz, que ha sabido hacerles frente y ha sido magnánimo con ellos. A escasos dos años de haber iniciado su período ejecutivo, deja el poder, que queda en manos del Vicepresidente de la República, señor don Juan Rafael Mora Porras. Estos hechos fueron vividos por Marie, posiblemente participando en los sucesos con comentarios y juicios objetivos. A la caída de Castro, continúa como consejero de su sucesor, don Juan Rafael Mora. A mediados de 1849 empiezan a aparecer las. colaboraciones del francés en los periódicos. La primera que localizamos, apareció en "El Costarricense" -cuyo Editor responsable era el guatemalteco Nazario Toledo- del 23 de junio. Se titula "El contrabandi8ta" y se imprimió bajo el epígrafe de REMITIDO, firmado con el pse udónimo de Fantasio. Con este pseudónimo aparecerían un afio después sus artículos en "El Guerrillero". Es de suponer que Marie viniera trabajando para ese periódico desde mu cho tiempo atrás, pero aparentemente no quería que su nombre apareciese en letras de molde. No es sino un mes más tarde que su nombre figura como responsable. Fue en una serie de cuatro artículos que se publicaron en el mismo semanario el 28 de julio, e14, el 11 y ell8 de agosto siguientes . 'fodos ellos iban encabezados con el título de "Rf!.t.u::o, de mi canasta" y salieron en la sección titulada VARIEDADES. Trataban temas varios, aparentemente inofensivos, tales como la cortesía, los retratos, etc. En setiembre, y en el mismo semanario, vio la luz el primer artículo suyo incluido en la Antología que complementa el presente trabajo. Se trata de un ensayo literario sobre el Marqués de Lamartine, aparecido en d número 40 del 1 o de setiembre de 1849, página 3U. Por haberse perdido algunos ejemplares de " El Costarricense ", obtuvimos ese texto en el "Eco de Irazú" del 25 de octubre de 1854, periódico donde fue reimpreso en la página 36 "por su indisputable mérito, ... " según reza al pie de la página en el semanario reimpresor. Durante los meses de octubre y noviembre sus "envíos" a " El Costarricense" se limitaron a tres traducciones: la primera de ellas "El consejero del pueblo ", original de Lamartine; la segunda, "Europa revolucionaria" de Juan Golowine ; y "Cantos sobre Hungría " la tercera, dividida en dos entregas. Curiosamente los dos primeros artículos vienen firmados al final por Eugenio Pelletan, agregando los editores que fueron tra ducidos por Marie . En el mes de diciembre de 1849 fenece en forma tlorpresiva "El Costarricense ", para dar paso en enero de 1850 a un antiguo conocido cuyo título cambió algunas veces a lo largo de su existencia: "La Gaceta del Gobierno de Costa Rica". El primer número de este nuevo vocero oficial no ha sido posible localizarlo; su segundo número apareció el12 de enero de 1850, con el número 339 del año 4°, página 449.