Historia De Colombia Estuviera a Cargo Exclusivamente De Profesores Colombianos
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TERCERA PARTE DESDE c. 1875 HASTA EL PRESENTE Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 11 NI LIBERTAD NI ORDEN EN LAS ÚLTIMAS DÉCADAS DEL SIGLO XIX SC adoptaroD, finalmente, los símbo- los duraderos de la nación colombiana: el himno, el escudo de armas y la Consti tución de 1886, que fue abolida en 1991 después de una profusión de reformas’. El escudo nacional data de 1834 y está flanqueado por el pabellón tricolor de la época de las guerras de Independencia. El cuerpio del escudo cuelga de una corona de laurel que lleva en su pico el cóndor de los Andes {Vultiir gryphus Linneo). Entre sus patas ondulan las palabras "Libertad y Orden" sobre una cinta dorada. Dividido horizontalmente en tres secciones, el cuerpo ofrece, de arriba abajo, una granada de oro y dos cornucopias doradas; una lanza coronada por un gorro frigio rojo y el Istmo de Panamá entre los dos océanos. Como ya se ha visto, el país ha sido más pobre y más aislado de lo que sugieren los símbolos dorados y los mares azules; la pobreza ha restringido la libertad, simbolizada por la lanza y el gorro frigio; la construcción del canal de Panamá y la pérdida del istmo en 1903 dieron cuenta de una acusada debilidad estatal que también hubo de obstaculizar el ejercicio y la ampliación de los dere chos políticos. Enseguida veremos que durante este periodo no se consiguieron ni la libertad, fervorosamente defendida por los liberales federalistas y radicales, ni el orden, propuesto por los conservadores unitarios y católicos; ni mucho me nos la sumatoria de libertad y orden que soñó la Constitución de 1886. El himno solo es oficial desde 1920. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. TSii \l \Ki I ' I’á, AGIT- I'-; \ SmTi XÍÍA El periodo abrió con la división irreparable del liberalismo en las eleccio nes presidenciales de 1875-1876 y terminó con la derrota liberal en la guerra de los Mil Días (1899-1902), cuya consecuencia más onerosa fue la separación de Panamá. Una guerra civil en 1885 permitió cambiar el modelo constitucional al año siguiente y Colombia pasó del federalismo a la república unitaria. Los tiempos de entre guerras se caracterizaron por el extremo facciona- lismo dentro de cada uno de los dos partidos, más intenso en el partido que estuviera en el gobierno. Es decir, los liberales lo resintieron más agudamente entre 1875 y 1886, cuando se pasó de la hegemonía de los radicales al ascenso de distintas parcialidades que se agruparían bajo el nombre de independientes. En 1878, por primera vez desde que derrocaron a Mosquera en 1867, los radicales perdieron la presidencia. En ese año, independientes y conservadores forjaron una acuerdo bipartidista que maduró en 1884-1887, durante la guerra civil y la hechura de una nueva Constitución. De este proceso surgió un partido nacional que los conservadores terminaron dominando. Pese a todo, a los pocos años muchos independientes retornaron a las tol das liberales y se hizo pública una enconada división en las filas gobiernistas. El conservatismo se partió en dos: el grupo disidente o histórico y el del gobier no o nacionalista. Los históricos promovieron alianzas tácticas con los liberales, sobre los que seguían pesando las viejas divisiones y otras nuevas, originadas en la brecha generacional. Un punto de encuentro de históricos y liberales fue la oposición al "virus del socialismo" atribuido a ciertas políticas del gobierno, principalmente al papel moneda de curso forzoso. El lapso de 1878 a 1900 se conoce como la Regeneración. El nombre deriva de una frase de Rafael Núñez, el árbitro central de la política colombiana desde 1874 hasta su muerte en 1894, aunque su influencia gravitaría muchos decenios después. En 1878, Núñez resumió la crítica al periodo radical diciendo que había puesto a los colombianos ante la alternativa de "regeneración administrativa fundamental o catástrofe". En los años siguientes desarrolló el planteamiento de este modo: el federalismo y el doctrinarismo liberal extremos habían llevado el país a la "catástrofe" de la que saldría mediante el advenimiento del "fecundo reinado de la paz científica". Colombia necesitaba una Constitución centralista que reconociera en principio el catolicismo como elemento medular de cohesión social. Pero el experimento habría de terminar en la guerra catastrófica de los Mil Días. En 1900, en medio del conflicto, los históricos dieron un golpe de Estado que puso fin a la Regeneración. Las maniobras faccionales eran seguidas con sorna en periódicos y pas quines, leídos ávidamente en la ciudades y por las capas populares y los artesa nos. Un panfleto de 1880 se mofa en verso de las nuevas alineaciones políticas: En tres partidos Colombia Dicen que se dividió, No reconozco más uno. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. H i s r 'kia Df C o l o m b i a . P a ís i k a (.;m l \ t a ix a , s íx t e d a o di\t i>id a 351 Y es el partido del Yo. Hablan de conservadores Mas no los alcanzo a ver, Pues qué podrá conservar Quien no hace más que perder? Hablan de la Oligarquía Del partido radical, Partido que en el poder Por cierto lo hizo muy mal Porque quiso radicarse Y fue su tema oprimir. El Partido independiente nos quiere regenerar Con un perpetuo Congreso que el Tesoro va a agotari. Si el faccionalismo político tuvo sus propias reglas, en la base de la inestabi lidad que generó, deben considerarse las violentas fluctuaciones de los principales productos de exportación, con excepción del oro. Así, por ejemplo, el abatimiento de las exportaciones de tabaco (1878-1882), y de las quinas (1876-1877), que se desplomaron en 1883, o la fuerte depresión cafetera después de 1896, causaron desempleo, descontento e inestabilidad, particularmente en aquellas comarcas y regiones que estaban más ligadas a su producción y comercio. Este es el telón de fondo de una transición de la jerarquía regional que registra el ascenso de Antio quia, centro de la minería y de una colonización dinámica que, en el siglo xx, sería el próspero cinturón cafetero. La elite antioqueña se había unificado tempranamente en Medellín y el oro le daba seguridad. Por el contrario, el Gran Cauca, centrado en Popayán, y el Estado de Bolívar, en Cartagena, perdieron fuerza de gravitación en el país. Estas dos grandes regiones se fragmentaron más y en ellas surgieron nuevos polos urbanos: Cali, en el Valle del Cauca, y Barranquilla, cerca de la desembo cadura del río Magdalena, que relegó a Santa Marta y a Cartagena, y pasó a ser el principal puerto caribeño. En Santander, prominente en la política liberal y que también descendió en el panorama nacional, continuó el desplazamiento de poblaciones desde el sur, que continuó declinando, hacia el norte, más empren dedor: desde las provincias de Vélez, San Gil y El Socorro hacia Bucaramanga y Cúcuta. Bogotá mantuvo, y acaso reforzó, su capitalidad. ¡A civilizarse! El Anuario Estadístico de Colombia (1875) y la Estadística de Colombia (1876) dan fe de las esperanzas, mitos y racionalizaciones de las clases altas y educadas Fiestas populares en Bogotá. Bogotá, 1883. Fondo Pineda, tomo 3781. Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. 3 3 2 M m r o P m u :k >s - I'ka n k S ai i-o k d en relación con el constitucionalismo liberal y el comercio internacional, las dos caras de la moneda del progreso. Los autores-compiladores de estos reportes subrayaron el esfuerzo que les tomó alcanzar algún rigor estadístico, propio, según dijeron, de 'Tas grandes naciones civilizadas": Gran Bretaña, Francia, Es tados Unidos y Alemania, que figuraban en la primera línea de las exportaciones e importaciones. A esas naciones viajaban por lo menos una vez en la vida los grandes comerciantes, políticos, publicistas y hombres de letras, a veces acom pañados de sus familias; desde allá irradiaba el espíritu de los tiempos; allá te nían sus agentes y corresponsales mercantiles y allá, principalmente en París, hacían imprimir sus libros. Al acentuar las deficiencias de estas estadísticas, las más completas pro ducidas por la república hasta esa fecha, los compiladores dejaron entrever la enorme distancia que aún separaba a los colombianos de los habitantes de las naciones civilizadas. Esto era palpable en asuntos de justicia, orden público, es cuelas, transportes. El atraso comenzaba por la precariedad de la administración pública; por la dificultad de recolectar, compilar, sistematizar y presentar la in formación estadística básica. Según esto, ningún gobierno local o nacional había conseguido organizar un sistema de registro civil que, conforme a la ley, debía reemplazar los libros parroquiales de bautizos, matrimonios y defunciones. Pero achacaron el fracaso a la religiosidad popular antes que a la fragilidad estatal. Nueve estados, disímiles en población y peso económico, acentuaban, quizás, tal fragilidad, como se aprecia en el cuadro 11.1. En este conjunto tendían a dominar políticamente los estados más poblados, como Boyacá y Cauca, puesto que tenían mayor representación en la Cámara de Cuadro 11.1. Estados Unidos de Colombia: población y superficie, c. 1870. 3. Área 5. Área 1. Estados 4. Densidad 6. Empleados 2. P oblación poblada baldía soberanos de población' p úb licos" km^ km^ Antioquia 365.900 33.000 11,1 26.000 493 Bolívar 241.704 40.000 6,0 30.000 407 Boyacá 498.541 30.500 16,3 55.800 268 Cauca 435.078 63.000 6,9 603.800 474 Cundinamarca 413.658 23.100 17,9 183.300 313 Magdalena 88.928 25.000 3,9 44.800 146 Panamá 224.032 36.100 6,2 46.500 303 Santander 433.178 18.500 23,4 23.700 555 Tolim a 230.891 36.300 6,4 11.400 192 Total 2.931.910 305.500 9,6 1.025.300 3.151 ■ Habitantes por km^ de área poblada.