Notas Para El Estudio Del Uso De La Escultura Del Santo Cristo De Esquipulas En El Ideario Guatemalteco
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Notas para el estudio del uso de la escultura del Santo Cristo de Esquipulas en el ideario guatemalteco Fernando Urquizú Resumen del tema La presente exposición analiza datos acerca d origen y pervivencia de la imagen del santo Cristo de Esquipulas en el ideario guatemalteco, que ha variado conforme ha avanzado el desarrollo de las fuerzas productivas desde que fue confeccionado en el taller del maestro de artes Quirio Cataño. La comprensión del uso de esta escultura es parte fundamental de la historia del arte guatemalteco porque ha servido para mover las ideas entre los distintos grupos sociales, más allá de sus diferencias étnicas y socioeconómicas, ha cohesionado el pensamiento religioso a favor de los grupos de poder local y regional, hasta constituirse en un símbolo de paz e identidad, que trasciende más allá de nuestra área geopolítica. Introducción Las notas para el estudio del uso de la escultura del Santo Cristo de Esquipulas en el ideario guatemalteco parte del análisis de un corpus que tiene como principal protagonista la escultura del Santo Cristo de Esquipulas, que se encuentra en el municipio de este nombre en el departamento de Chiquimula en la República de Guatemala. En torno a ella se extraen documentos que son analizados de nuevo a luz de una historia del arte, un tanto más desarrollada en la Escuela de Historia en la Universidad de San Carlos. Este suceso nos permite cuestionar incluso, verdades socialmente aceptadas que hemos repetido de memoria hasta la saciedad, entre ellas que la esculpió Quirio Cataño a finales del siglo XVI. En el desarrollo de cada uno de los temas que aborda la exposición, analiza su papel en distintos momentos de nuestra historia, para esclarecer su uso como icono de cohesión social, aprovechado por los grupos de poder, que han cambiado su función didáctica del Evangelio, según sus intereses y conveniencia, incluso hasta nuestros días,pues se asocia a la identidad nacional en el extranjero o bien como un sitio propio para el turismo por encima de la peregrinación y la penitencia de otros tiempos. El hilo conductor del discurso está constituido por distintas imágenes extraídas de varias fuentes debidamente identificadas de manera cronológica, para hacer evidente la evolución del uso citado anteriormente. El análisis de las imágenes es completado por los aportes de colegas historiadores expertos en distintos temas relacionados, a estos s q se les añadieron versiones orales y vivencias que son ahora expuestas, con la certeza que, por su carácter científico, este documento servirá de discusión de los temas que tratan, y pronto serán ampliados por nuevos aportes que enriquecerán la historiografía del arte. Nuevos aportes en torno a la elaboración de la escultura titular del Santo Cristo de Esquipulas 1 El Santo Cristo de Esquipulas que se encuentra en el municipio de Esquipulas, departamento de Chiquimula, es una de las esculturas más estudiadas del medio nacional, debido a que se ha constituido en un ícono de unidad religiosa que actúa como base de la unidad nacional, cuya utilidad, para el logro de estos fines, se remonta al mismo momento de su confección a finales del Siglo XVI. Varios autores han abordado su historiografía desde distintos puntos de vista, pero siempre han dejado en el tintero su utilidad didáctica para la enseñanza del Evangelio como motivo principal de su existencia. En este aspecto es importante tomar en cuenta que su imagen primigenia figura en manuales didácticos del Evangelio, creados originalmente en Europa por Alberto Durero, artista de la corte Española de Carlos V. La influencia de su libro titulado La Pasión es perceptible en la escultura local,(Ilustración 1 y 1 A), debido a que estos materiales eran tratados como medios de unificación ideológica, razón que nos explica su presencia en las Indias Occidentales, especialmente en los Arzobispados de Nueva España y Lima de donde fueron copiados yreenviados a los obispados bajo su jurisdicción para ser reproducidos como puntos de referencia, para lograr la unidad ideológica acerca del origen del universo y el orden social. En los nuevos territorios, dichos materiales fueron copiados y reinterpretados por artistas cultos y populares, con el fin de contribuir en el proceso de universalización de las ideas, ya referido yexplicado, de los estamentos sociales y aceptación de la obediencia a Dios, que gobernaba el mundo por medio de sus autoridades terrenales encarnadas por el papado y sus monarcas aliados. Es conveniente recordar que en el siglo XVI, el Renacimiento había replanteado las explicaciones de la ciencia y, en este proceso, Jesús y su madre, la Santísima Virgen María, pasaron a ser parte de la humanidad con quien convivieron y sufrieron como cualquier otro mortal, desde entonces pasaron a ser modelos perfectos de vida para toda persona, seguidos de un enorme panteón de ángeles, santos, mártires, beatos y demás miembros de la corte celestial que servían de ejemplo con la práctica de virtudes particulares al servicio de la Iglesia Católica y los estados cristianoscomo garantes de la misma. El mencionado manual de imágenes debió haber llegado a la arquidiócesis de Nueva España, a la cual estaba adscrito el obispado de Santiago de Guatemala, con la utilidad antes descrita. Se comenzaron a realizar imágenes de la Pasión de Cristo, entre las cuales podemos citar las conocidas actualmente como Jesús del Pensamiento y la Virgen Dolorosa del retablo de Jesús Nazareno de la iglesia de la Merced de la Nueva Guatemala de la Asunción. (Ilustración 2 y 2 A) Los grabados de Alberto Durero también fueron reinterpretados por otros artistas y académicos de gran renombre, con el fin de adaptarlos a una didáctica especializada para la enseñanza del Evangelio en el arzobispado de Nueva España. En este contexto, localizamos otro grabado con la misma escena de “La muerte de Jesús en la Cruz”; también realizado por Alberto Durero.Fue reinterpretado por fray Diego de Valadés para ilustrar su obra didáctica Retórica Cristiana publicada en Italia en 1578 (Valadés, 2003),de donde regresó a Nueva España para convertirse en libro de cabecera de los novicios franciscanos, 2 dominicos y demás órdenes, que administrarían los llamados pueblos de indios de sus obispados.Lustraciones 3 y 3 A e ilustración 4. Las imágenes de Cristo en la cruz realizadas por Durero en los grabados citados anteriormentefueron retomados y ampliados por los artistas locales en la arquidiócesis de Nueva España y sus obispados; estosinfluyeron profundamente en la interpretación de los distintos temas religiosos abordados por los artistas desde el finales del siglo XVI y sigloXVII, porque cuando trabajaban en sus obras, más que crear arte religiosode libre interpretación, elaboraban material didáctico artístico para la enseñanza y recapitulación del Evangelio o bien la diseminación de devociones. Este aspecto es evidente en la ilustración 4, en la cual debemos atender un detalle muy interesante: al observar la imagen de Jesús Crucificado podemos relacionarla al santo Cristo de Esquipulas.También pudo estar debajo de la pintura primigenia de la escultura de la catacumba para entierro en la iglesia de Santo Domingo de Santiago de Guatemala, que posteriormente se convirtió en escultura en el siglo XVII, debido al enriquecimiento del boato en el culto a las devociones. En este sentido, debe notarse también que la escultura de María Magdalena es también influida por el grabado identificado como ilustración 3 A. El análisis del corpus de investigación nos permite inferir la presencia del libro de fray Diego de Valadés y su uso simbólico didáctico que se desprendió de la obra de Durero. En este orden de ideas debemos ubicar la contratación y posterior elaboración del santo Cristo de Esquipulas en el taller del maestro Quirio Cataño, en donde trabajaban distintos maestros de arte y,aunque en el contratodichomaestrose compromete a entregar la escultura, no implica que necesariamente la haya realizado él (López, 2010:17). Otro grabado del taller de Alberto Dureronos ilustra la vida en estos sitios y los artífices que jugaban un papel muy refinado en la confección de las obrasContaban con distintos especialistas en escultura, pintura, encarnado, dorado y demás ramas que tenían relación con la reproducción del arte, en el caso particular de la escultura. (Ilustración 5) En este sentido, debo citar un interesante aporte ofrecido en distintas clases por la recordada maestra Josefina Alonso de Rodríguez, quien comentó, en más de una ocasión, que, en su testamento, el mismo Cataño afirmaba: que las esculturas de sus obras encargadas a su taller las encomendaba a Luis Ortiz. Este detalla permite mencionar a otro probable autor material del santo Cristo de Esquipulas. El nombre de Luis Ortiz también figura en una lista de escultores del antiguo reino de Guatemala del Siglo XVI, elaborado, después de minuciosas investigaciones en archivos eclesiásticos, por monseñor Marco Aurelio González Iriarte. Este hecho lo hace un personaje histórico; su autoría de esculturas podría probarse al localizar el testamento mencionado por la difunta doctora Alonso de Rodríguez. En relación con este aspecto, el historiador Walter Gutiérrez agrega que en este análisis no debemos pasar por alto un documento citado por (Berlín, 1952: 144,145) donde el maestro Cataño sirve de fiador a Luis Ortiz, quien garantiza el pago de varias de sus deudas a cambio de la confección de esculturas, citadas en el documento A1.20. Legajo1043. Folio 96, existente en el Archivo General de Centro América, que puede contribuir a la construcción de la idea de Cataño 3 como Maestro de un taller de artes al estilo de Durero en el antiguo reino de Guatemala.Enél recaería la responsabilidad final de firma contratos, pero que en su establecimiento de arte contaba con artistas especializados que hacían las obras bajo su dirección al acabado final. En el análisis de nuevas evidencias en torno al santo Cristo de Esquipulas, no menos interesantes, nos resultan algunos datos acerca de su policromía inicial que debió haber sido de un encarnado de color piel natural claro, blanco o moreno claro, pero no negro como se presenta en la actualidad.