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EL HOMBRE ELEFANTE SCREENBOX

Ficha núm. 2.452 T.O.: THE ELEPHANT MAN NACIONALIDAD: ESTADOS UNIDOS Estreno Screenbox: 11-06-2.021 DURACIÓN: 125’ Estreno España: 04-05-1.981 AÑO: 1.980

WWW.SCREENBOX.CAT TEL: 630 743 981 PI I MARGALL, 26. LLEIDA

FICHA ARTÍSTICA -: Las Piezas Perdidas Dr. Frederick Treves: Anthony (2.014) Hopkins -Inland Empire (2.006) John Merrick: John Hurt -Mulholland Drive (2.001) Mrs. Kendal: Anne Bancroft -: Una Historia Carr Gomm: John Gielgud Verdadera (1.999) -Carretera Perdida (1.997) FICHA TÉCNICA -Twin Peaks: Fuego Camina Conmi- Director: go (1.992) Guion: David Lynch, -Corazón Salvaje (1.990) Eric Bergren, -Terciopelo Azul (1.986) Christopher De Vore -Dune (1.984) Productor: Jonathan Sanger -El Hombre Elefante (1.980) Música: John Morris -Cabeza Borradora (1.977) Fotografía: Freddie Francis Montaje: Anne V. Coates PREMIOS Y PRESENCIA EN FESTIVALES SINOPSIS -Premios Oscar: Nominada a la A finales del siglo XIX, el doctor Mejor Película, al Mejor Director, al Frederick Treves descubre en un Mejor Actor, al Mejor Guion Adap- circo a un hombre llamado John tado, a la Mejor Música Original, al Merrick. Se trata de un ciudadano Mejor Montaje, a la Mejor Dirección británico con la cabeza mons- Artística y al Mejor Diseño de Ves- truosamente deformada, que vive tuario (1.981) en una situación de constante -Globos de Oro: Nominada a la Me- humillación y sufrimiento al ser jor Película-Drama, al Mejor Direc- exhibido diariamente como una tor, al Mejor Actor-Drama y al Mejor atracción de feria. Guion (1.981) -Premios BAFTA: Premio a la Mejor FILMOGRAFÍA DEL DIRECTOR Película, al Mejor Actor y al Mejor DAVID LYNCH (Missoula, Diseño de Producción (1.981) Estados Unidos, 20-01-1.946)

“EL HOMBRE ELEFANTE”: EL SUEÑO DE LA en su segundo largometraje. INDUSTRIALIZACIÓN CREA MONSTRUOS (publicado por Felipe Rodríguez Torres en Pero aunque Cornfeld estaba decidido a que Lynch dirigiera revistamutaciones.com) la cinta, prefería al británico Alan Parker. Pero Cornfeld consiguió convencerle para que tuvieran una “El Hombre Elefante” (1980), la segunda película de David reunión, y así, Brooks se dio cuenta de que Lynch era el Lynch, sigue considerándose, 40 años después de su director indicado, además de redefinirle como “El Jimmy estreno, una rara avis dentro de su filmografía. Un biopic Stewart de Marte”. Una vez que Lynch fue contratado, de época, una historia basada en hechos reales acerca marchó a Londres con un equipo ajeno a la troupé de su de una de las figuras más legendarias de la era victoriana artesanal y familiar ópera prima, en el que por ejemplo su que aparentemente poco tiene que ver con los ejercicios director de fotografía Frederick Elmes fue sustituido por surreales que el cineasta de Montana ha ido desarrollando Freddie Francis, con el que volvería a trabajar en su segundo desde “Cabeza Borradora” (1976) hasta “Twin Peaks The y último acercamiento al mainstream, “Dune” (1984). La única Return” (2017). Un trabajo que el propio Lynch admite haber excepción fue su técnico de sonido, Alan Splet, que introdujo aceptado tras darse cuenta de que si quería introducirse en el ambiente sonoro industrial de “Cabeza Borradora” en los la industria, su ópera prima, convertida con el paso de los callejones del Londres victoriano. años y gracias a las midnight sessions en objeto de culto, no servía como carta de presentación. Lo mismo ocurrió con el casting de la obra, impuesto por la productora de Mel Brooks y repleta de actores ingleses, De lo que si sirvió “Cabeza Borradora” fue para llamar la entre los que destacaban Anthony Hopkins como el médico atención del productor ejecutivo de Mel Brooks, Stuart Frederick Treves, John Hurt como John Merrick (el hombre Cornfeld, que tras ver el primer largometraje de David Lynch elefante), John Gielgud como Carr Gomm o Freddie Jones en su estreno en el cine Nuart de Los Ángeles dijo de ella que como Bytes. Este último sería el único actor del reparto que “…era lo mejor que le había pasado en la vida. Una experiencia repetiría con el cineasta, en “Dune” (1984) y “Corazón Salvaje” purificadora”. Acto seguido, Cornfeld se puso en contacto (1990). Del resto del reparto principal, son conocidas las con David Lynch y este le propuso un guion en el que llevaba continuas peleas entre Lynch y Hopkins, ya que este último trabajando un tiempo, Ronnie Rocket. Un proyecto en el que no confiaba en el director debido a su inexperiencia. Más el cineasta había puesto todo su empeño -y del que gran cordial fue la relación entre Hurt y Lynch, desde el proceso parte acabó luego dentro de su regreso a Twin Peaks- y de casting -para el que también se presentó Dustin Hoffman- que no consiguieron que ningún estudio aceptara. Lynch, como en el proceso de rodaje, a pesar de algunos momentos angustiado por la posibilidad de no volver a poder realizar de tensión cuando Lynch pretendió convertir la producción un largometraje, le pidió a Cornfeld que le buscara scripts en lo más artesanal posible, realizando él mismo el maquillaje para que pudiera dirigir. Cornfeld le propuso tres guiones. para caracterizar a Hurt en John Merrick. El fracaso en la El primero de ellos era el libreto de “El Hombre Elefante”, aplicación del maquillaje por parte del propio cineasta en el obra de los guionistas Christopher De Vore y Eric Bergren. En rostro y cuerpo de Hurt fue solventado con la entrada del cuanto Lynch escuchó el título, no quiso saber nada de los especialista Chris Tucker. otros dos proyectos. Ese era el trabajo que quería convertir En lo que sí pudo introducir Lynch su sello en las primeras y kafkianos, monotonal en su desarrollo y ambientación, en etapas de la producción fue en la reescritura del guion. El libreto “El Hombre Elefante” se divide entre los sórdidos ambientes original de De Vore y Bergren carecía del drama necesario en de clase baja surgidos de la segunda revolución industrial y el tercer acto del filme, ya que en el mundo real, la vida de el mundo elevado de las clases aristocráticas de la Inglaterra John Merrick tras su llegada al hospital donde fue cuidado victoriana. Ambos mundos surgidos de un ecosistema de humo, hasta su fallecimiento, fue un remanso de paz. En cambio, en metal y fábricas que conformaron -como la bomba atómica el guion reescrito por Lynch, este introduce las torturas físicas que da origen al universo “Twin Peaks”- dos dimensiones y psicológicas nocturnas y su regreso al circo de freaks donde que conviven sin rozarse en el Londres victoriano: las clases fue recogido por el médico Frederick Treves. Pero además marginales de Whitechapel y la periferia londinense -lugar de de los cambios en el relato, Lynch introduce a una película ese circo subterráneo freak, heredero de la representación aparentemente academicista y clásica en su concepción, de Tod Browning en “La Parada de los Monstruos” (1932) elementos de su trabajo previo y apuntes de lo que será su del que surge John Merrick- y el mundo aristocrático al que filmografía posterior. pertenece Frederick Treves, donde la conversación, el arte y los rituales sociales son el centro de la existencia. No es casual En su superficie, “El Hombre Elefante” aparenta ser una clásica que el incidente incitador de la trama sea ese choque entre dos y conservadora producción de prestigio para la temporada de mundos: el descubrimiento de Frederick Treves de “El Hombre premios estadounidenses. Un reparto de flema británico, un Elefante”, en una secuencia que trae al recuerdo la primera relato narrado linealmente, un fastuoso diseño de producción aparición de Boris Karloff en el “Frankenstein” (1931) de James que introduce al espectador en la atmósfera de la Inglaterra de Whale. finales del XIX y un score de John Morris con reminiscencias -sobre todo en sus primeros acordes- de la suite de “El Una secuencia cuya puesta en escena -Frederick Treves Padrino” (, 1972), compuesta por Nino introduciéndose en el inframundo de las clases populares- Rota. No es de extrañar que la cinta fuera una de las candidatas se erige como precursora de la odisea del agente Cooper principales en la temporada de premios y fuera nominada a en el capítulo final del “Twin Peaks” original. Un laberinto ocho Oscars de la Academia -entre ellos el de mejor película y de límites y geografía espacio-temporal imprecisa, que mejor director- aunque finalmente se fuera de vacío. Pero bajo luego será desarrollada en mayor profundidad tanto en las esa superficie clásica y académica -quizá el trabajo que más siguientes evoluciones y revoluciones de “Twin Peaks”, como ha creado concordia entre público generalista y amantes del en otros trabajos emblemáticos del cineasta. A destacar: cine de Lynch- el segundo largometraje del director esconde el descubrimiento del tenebroso y seductor otro lado del apuntes y toques de su particular manera de entender el arte aparentemente luminoso Lumberton por parte de Jeffrey audiovisual. Beaumont desde la intimidad del armario del apartamento de Dorothy Valence en “Terciopelo Azul” (1986) o la pérdida Solo hay que fijarse en su prólogo y epílogo, nacimiento y de conciencia temporal y espacial de Fred Madison en esa muerte de John Merrick. Al principio, a partir de un rostro vivienda de cortinas rojas infinitas que sirven de trasunto de flotante y superpuesto sobre un cielo estrellado -recurso su mente escindida y fracturada, fortaleza de sus más sucios visual que enlazará a este trabajo con el inicio de “Dune”– el secretos, en “Carretera Perdida” (1996). espectador es testigo de una extraña ensoñación donde el cineasta representa la gestación de Merrick, a partir del relato Pero también “El Hombre Elefante” con la que un cineasta (entre lo legendario y lo onírico) transmitido por su madre alternativo como Lynch se introdujo en el circuito del cine ausente. Una secuencia onírica, que a partir de la concatenación de estudios, sirve al artista multidisciplinar para aprender y y superposición de los planos trae al recuerdo no solo el inicio desarrollar su peculiar talento a partir de las formas y códigos de “Cabeza Borradora” -la superficie de un planeta alienígena del cine clásico. Porque “El Hombre Elefante” hunde sus que no es más que el exterior de la mente de Henry Spencer, raíces no solo en el cine melodramático clásico -Douglas Sirk el protagonista de la misma- sino una perversa sugerencia, mediante- con el que Lynch comienza su estudio milimétrico entre la concepción y la violación por parte de los elefantes a del dolor del alma a partir de los rostros en primer plano la madre de Merrick. Esto también recuerda a la recreación de de John Merrick y aquellos que observan su monstruosidad la violación y muerte de Laura Palmer en la secuencia que da física y belleza interna -una mirada agónica que llevará a su cierre al primer episodio de la segunda temporada de “Twin paroxismo en el episodio piloto de “Twin Peaks” o en el epílogo Peaks”, donde la recreación de la última noche de Laura Palmer de “Mulholland Drive” (2001) – sino sobre todo en las maneras -a partir de los recuerdos de Ronette Pulaski- es representado del cine mudo. Fundidos a negro entre secuencia y secuencia a partir de una puesta en escena que comparte estética y tono -e incluso entre plano y plano- que aportan una cualidad etérea con el arranque de “El Hombre Elefante”. De idéntica manera, y onírica a la realidad de lo narrado. Elementos todos ellos a lo largo de todo el metraje del filme, el rostro de la madre de que servirán para profundizar e indagar en los límites entre Merrick acompaña tanto al protagonista de la cinta como al independencia y sistema de estudios -de nuevo dos mundos espectador, a partir de un retrato que atesora Merrick y que es en conflicto- que se encuentran sobre todo entre “Terciopelo registrado por la mirada del cineasta, con la misma liturgia que Azul” y “Mulholland Drive” hasta su vuelta a sus raíces más el retrato de reina del baile de Laura Palmer en “Twin Peaks”. experimentales con “Inland Empire” (2006) y “Twin Peaks The Dos presencias, ambas de personajes fallecidos, que inundan Return”. y ahogan tanto la narración como los márgenes del celuloide. Unas raíces experimentales salidas de sus primeros De idéntica manera, la conclusión de la cinta, con el rostro de cortometrajes y “Cabeza Borradora”, cuya impronta permanece la madre de Merrick adscrita a un orbe flotante bajo el cielo subrepticiamente en el interior de “El Hombre Elefante”. nocturno del espacio, esperando a su hijo en la inmensidad de En primer lugar, a partir de la atmósfera sonora creada por la eternidad, sirve como antecedente directo de dos momentos Alan Splet, que inunda -sutilmente y por encima del sonido cruciales de “Twin Peaks”. En primer lugar, la muerte de Merrick, ambiente y los diálogos de la cinta y el score de John Morris- tan plácida como buscada por el propio Merrick para acabar la aparentemente sin subterfugios puesta en escena directa y con su sufrimiento, sirve de precedente al clímax de “Twin teatral del conjunto de la obra. A su vez, el terror industrial Peaks: Fuego Camina Conmigo” (1992), donde Laura se deja surgido en el cineasta tras pasar de vivir en la “idílica” Misoula matar por su propio padre para conseguir algo de paz. Tanto -su Lumberton o Twin Peaks particular- a la tenebrosa e Merrick como Laura son testigos, en sus últimos estertores, industrial Philadelphia en su juventud, un terror que hizo acto de de una epifanía entre lo cósmico y lo religioso. Para rizar el presencia para quedarse en su ópera prima -casi un personaje rizo entre dos obras tan aparentemente opuestas, Merrick y más de la obra- continúa en “El Hombre Elefante!, como si esta el espectador ven el rostro de su madre observándole con cinta fuera un apéndice de la pesadilla de Henry Spencer, o una ternura y delicadeza desde el interior de un orbe cósmico. Un nueva reinterpretación de su delirio, momentos antes de morir. orbe que en “Twin Peaks The Return” se convierte en elemento Todo ello potenciado por un uso del blanco y negro -al igual narrativo y conceptual de la obra, al introducir Lynch en que en la película protagonizada por - con una el interior del mismo el retrato de Laura Palmer visto en las intencionalidad alejada de lo retro y profundamente estilística iteraciones precedentes del serial. y atmosférica, precursora de su trabajo como fotógrafo. Una obra que siempre se ha considerado como una curiosidad, una Otro elemento que Lynch introduce por primera vez en su obra obra extraña dentro del conjunto de la obra de Lynch, pero que es el del conflicto entre dos mundos. Una escisión que tan bien analizada y observada con perspectiva demuestra que junto define el conjunto de la obra de Lynch la famosa frase de Paul a “Cabeza Borradora” sirvió de campo de pruebas, punta de Eluard: “Hay otros mundos, pero están en este”. Si en su ópera lanza y díptico, para construir al David Lynch que vino después. prima lo real se transformaba en una pesadilla de tintes surreales Distribuidora: Avalon