A: Los Participantes De La Conferencia Regional De Las Américas Sobre El Derecho De Acceso a La Información De
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A: Los participantes de la Conferencia Regional de las Américas sobre el Derecho de Acceso a la Información De: Laura Neuman, Gerente del Proyecto de Acceso a la Información y Directora Asociada, Programa de las Américas, Centro Carter Ref: Objetivos y visión general de la Conferencia Nos complace muchísimo saber que Uds. estarán con nosotros en Lima para analizar los éxitos y desafíos en el camino hacia la realización del derecho de acceso a la información en la región de las Américas. En esta Conferencia, organizada por el Centro Carter en colaboración con la Organización de Estados Americanos (OEA), el Comité Andino de Juristas y el Knight Center for Journalism in the Americas, bajo el liderazgo del ex Presidente de los Estados Unidos, Jimmy Carter, se investigará la situación del acceso a la información en los países de la región y se determinará qué otros pasos es necesario dar para promover y sostener este derecho. Asimismo, nos alegra contar con la representación de alto nivel de todos los sectores de la sociedad – gubernamental, empresarial, político, ONG, organizaciones regionales y fundaciones líder. En total participan más de 100 representantes de unos 18 países. Antecedentes En febrero de 2008, el Centro Carter convocó a una Conferencia Internacional sobre Acceso a la Información Pública. La Conferencia Internacional reunió a 125 representantes de 40 países para reflexionar sobre la situación mundial en relación con el derecho a la información pública, evaluar el impacto del acceso a la información en áreas como el desarrollo y la gobernabilidad, y explorar acciones prioritarias para avanzar en la aprobación y plena aplicación de las leyes de acceso a la información pública. La Conferencia concluyó con la redacción de la Declaración de Atlanta y el Plan de Acción para el Avance del Derecho de Acceso a la Información. Con la colaboración de Luego de esta conferencia mundial el Centro recibió una gran cantidad de solicitudes de participantes y otras personas en la comunidad de practicantes para que se organizara un foro similar pero con un enfoque más regional. Quizás la mayor fortaleza de la Conferencia Internacional fue al mismo tiempo su mayor desafío. En algunos casos, la diversidad geográfica y cultural de los participantes más bien limitó las discusiones y produjo hallazgos y puntos de acción más generales. Dirigir la convocatoria a personas de la misma región permitirá reducir algunas de estas diferencias y, por consiguiente, facilitará un debate y unas conclusiones mejor enfocadas. La utilización de la metodología de la Conferencia Internacional y la Declaración de Atlanta como marco de referencia en una conferencia regional nos permitirá contextualizar la discusión y conectar los hallazgos a nuestras realidades regionales, además de elaborar un plan regional de acción más afinado. Al igual que con la Conferencia Internacional, esperamos que este foro se concentre en los obstáculos políticos a la implementación, aplicación y uso del derecho de acceso a la información, al identificar los costos y los beneficios de cada parte interesada. Luego de años de esfuerzos concertados para avanzar en cuanto al derecho de acceso a la información, alrededor de la mitad de los países de las Américas han aprobado leyes al respecto, mientras que casi todos los demás están en el proceso de debatir proyectos de ley o están por promulgar reglamentos para las leyes aprobadas. Los mayores obstáculos en las Américas giran en torno a su aplicación, los retrocesos que se han dado, y el tema de la demanda. Debido a sus intereses de seguridad nacional - amenazas provenientes desde afuera o de la delincuencia interna – y a las crisis económicas, algunos países con enérgicas leyes se encuentran ahora en retirada a medida que se pone en tela de juicio la importancia de estas leyes por la percepción que se tiene de que estas inquietudes no pueden coexistir con nociones de apertura. Asimismo, los cambios tecnológicos ocurren a un ritmo mayor que la capacidad de respuesta de las políticas y si no se canalizan bien, pueden impedir el acceso a la información en vez de promoverlo. El poder que alguna vez detentó el Estado sigue esparciéndose hacia otros sectores, entre los que están las corporaciones multinacionales y el sector privado, las instituciones financieras internacionales e incluso las organizaciones de la sociedad civil, mientras que la mayor parte de los documentos en poder de estos sectores se encuentra fuera del ámbito del escrutinio público. Entretanto, varios de los países que celebraron la aprobación de la ley en su momento, no se han esforzado mucho por garantizar que se ponga en práctica plena y eficazmente. Su aplicación se ha visto limitada por un sinnúmero de factores, incluyendo falta de voluntad política y planes claros de implementación, además de la escasez de fondos. Asimismo, la demanda de acceso a la información, su aprobación y uso se han visto limitados y se concentran en las élites o la sociedad civil organizada. Éste también es un momento crucial en términos de los recientes llamados a suscribir un convenio regional sobre el acceso a la información. La OEA, consciente de su papel de líder en políticas, ha sugerido que se suscriba un tratado o convenio regional. Si bien algunos han recibido con beneplácito la idea, otros han expresado la preocupación de que éste podría dispersar los esfuerzos y terminar en un texto que exprese el “denominador común más bajo” en aras de lograr un consenso, en vez de una declaración ideal de marcos de referencia para una política de acceso a la información. Este desenlace más bien alentaría a los Estados a adoptar criterios menos exigentes. No cabe duda de que otros insumos y análisis realizados desde la perspectiva de las distintas partes interesadas contribuirían a enriquecer este debate. De esta Conferencia Regional surgirá, con la facilitación del Presidente Carter, un Plan de Acción práctico para avanzar en esta temática, y se determinará con claridad qué actores deben asumir, y en efecto asumirán, la responsabilidad de garantizar la implementación del Plan de Acción Regional de las Américas para el Avance del Derecho de Acceso a la Información. Meta y objetivos La meta de esta Conferencia Regional es el avance del derecho de acceso a la información en las Américas Los principales objetivos de la Conferencia son como sigue: 1. Identificar y explorar desafíos y posibles soluciones específicas de las Américas. 2. Reunir a las partes interesadas para que sigan fortaleciendo una comunidad regional que practique el derecho de acceso a la información. 3. Animar a conglomerados nacionales de múltiples partes interesadas a que avancen en cuanto al derecho de acceso a la información en sus respectivos países. 4. Crear y divulgar hallazgos regionales y un Plan de Acción. Metodología Esperamos lograr los objetivos enumerados más arriba al reunir a un ilustre grupo de pensadores, personas influyentes y personas que practiquen el derecho a la información en un entorno informal. Como lo hemos hecho en el pasado, utilizaremos una metodología mixta de paneles, discursos de fondo, grupos de trabajo y deliberaciones en sesión plenaria. Esta Conferencia está orientada a la acción, por lo que habrá espacios para intercambiar experiencias. Sin embargo, en su parte medular se centrará principalmente en discusiones a fondo sobre desafíos, impacto y puntos de agenda para el futuro. Al concluir la Conferencia, los participantes describirán en detalle los hallazgos que sean específicos de esta región y redactarán un borrador de Plan de Acción para la promoción del derecho a la información en las Américas. Aparte de las sesiones plenarias de apertura y clausura el primer y tercer día respectivamente, nuestras deliberaciones no serán oficiales y tendrán lugar a puertas cerradas para permitir que todas las personas expresen sus opiniones y pensamientos con toda confianza. Por lo tanto, en estas sesiones no habrá discursos ni procedimientos formales. Las sesiones plenarias en la tarde del martes proporcionarán el contexto para las deliberaciones de los grupos de trabajo a través de presentaciones muy breves cuya intención es estimular debates inteligentes y atinados. Reflexionaremos acerca de la experiencia regional durante la década pasada y la situación del derecho de acceso a la información en las Américas, incluyendo algunos estudios de caso ilustrativos. Asimismo, analizaremos si la transparencia ha cumplido con la promesa de una mayor rendición de cuentas y gobernabilidad, el desarrollo y los avances de los derechos humanos – y de ser éste el caso, cuándo y en qué circunstancias. También se discutirá si en tiempos de crisis, como las amenazas a la seguridad, el cambio climático y el desplome económico global, la transparencia deja de ser una necesidad y se vuelve un lujo. Todo el día miércoles se dedicará al trabajo en grupo, con una distribución estratégica de los participantes en cinco grupos, con temas específicos que si no se toman en consideración podrían socavar avances ya logrados, o bien retrasar avances futuros en cuanto al derecho a la información. Estos grupos de trabajo están diseñados de forma que enfoquen cuestiones de proceso: los desafíos para el establecimiento eficaz del derecho de acceso a la información, las limitaciones y los temas de próxima generación. Todos son pares en estos pequeños grupos, puesto que tenemos con nosotros a algunos de los mejores y más comprometidos expertos y practicantes en el área de acceso a la información. Cada uno de estos grupos estará encabezado por facilitadores y relatores bien conocidos, cuya tarea será la de lograr una serie de hallazgos y recomendaciones para el Plan de Acción. Durante el almuerzo del mismo día, tendremos lo que esperamos sea un animado debate, facilitado por Rosental Alves de Knight Center for Journalism in the Americas, acerca de si los medios de comunicación han desempeñado con suficiente beligerancia su papel de promover el derecho de acceso a la información.