LA ANTESALA DE LA BATALLA DE LEVANTE La Penetración Franquista En La Provincia De Castellón: La Resistencia a Ultranza Republicana
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LA ANTESALA DE LA BATALLA DE LEVANTE La penetración franquista en la provincia de Castellón: la resistencia a ultranza republicana. Paula Boira i Nácher (172581) Facultad de Humanidades, Universidad Pompeu Fabra (2018-2019) Trabajo de final de grado dirigido por Albert García Balaña 2 Al meu pare, per portar-me de la mà a través dels camins de la història. Per a tots aquells que troben en la seva terra i la seva gent l’espenta necessària per engegar els seus projectes i il·lusions. Amb l’objectiu que la història mai s’oblidi, ni conscient ni voluntàriament. 3 Índice 1. Introducción .............................................................................................................. 6 2. El inicio de la Batalla de Levante ........................................................................... 10 2.1. El gobierno de Juan Negrín y la retaguardia valenciana .......................... 10 2.2. Los protagonistas ...................................................................................... 13 2.2.1. Los protagonistas: la estrategia republicana .............................. 13 2.2.2. Los protagonistas: la estrategia franquista ................................. 16 2.3. Primeros avances hacia València .............................................................. 18 3. La ofensiva del Baix Maestrat ................................................................................ 20 3.1. Las primeras jornadas de la batalla ....................................................... 21 3.2. Llegan los refuerzos .............................................................................. 24 4. Nuevas estrategias para la guerra ............................................................................ 26 4.1. La línea XYZ ........................................................................................ 27 5. Camino hacia Castelló de la Plana .......................................................................... 31 5.1. La resistencia a ultranza: los combates en la cota 300 .......................... 31 5.2. El avance hacia la retaguardia ............................................................... 34 5.3. La toma de Castelló de la Plana ............................................................ 36 6. Levante: campo de pruebas de la Legión Cóndor ................................................... 38 6.1. Los Junkers 87 ...................................................................................... 39 6.2. Las evidencias ....................................................................................... 40 6.3. El debate ................................................................................................ 41 7. La última fase: el camino hacia Valencia .............................................................. 45 7.2. El plan republicano .................................................................................. 45 8. Conclusiones ........................................................................................................... 47 9. Bibliografía ............................................................................................................. 50 4 5 1. Introducción La llamada Batalla de Levante es uno de los episodios de la Guerra Civil española menos estudiados, una “batalla menor” o “acontecimiento periférico”, como dicen Juan Francisco Fuertes y Carlos Mallench en su libro La batalla olvidada (2013)1 o como José Andrés Rojo apunta en la biografía de su abuelo, el general republicano Vicente Rojo, quien ya sugirió que esta parte de la guerra es “de todas las gestas del Ejército Popular la más desconocida, la que menos propagandistas ha tenido, la que se ha olvidado y se cita muy pocas veces”.2 El historiador británico Paul Preston también critica este hecho en su libro La Guerra Civil española (2005), donde reconoce que, “ciertamente, no se ha dado a la gesta de los republicanos de contener el avance de las tropas de Franco [en Levante] la importancia que se merece”.3 Pese a esto, la batalla que nos ocupa es clave en el desarrollo y resolución del conflicto. En buena parte de la bibliografía sobre la extensamente tratada Guerra Civil, el lector puede comprobar fácilmente esta cierta “invisibilidad”,4 por llamarla de alguna manera. La Batalla del Ebro empieza a narrarse prácticamente tras terminar el repaso a la Ofensiva de Aragón, desapareciendo tres meses y medio de combate y quedando los sucesos de los frentes castellonenses, en más medida que los de los valencianos, disueltos bajo la narración de los acontecimientos políticos nacionales e internacionales del periodo, como la apertura de la frontera francesa o la caída del Gobierno de Indalecio Prieto. Para Fuertes y Mallench se omite, de esta forma, el hecho de que la levantina “fue una de las operaciones militares en las que más unidades se movieron sobre el tablero, una de las que más estragos y destrucción causó sobre las poblaciones, y una de las que más víctimas militares y civiles provocó”.5 Las razones de este olvido hay que buscarlas, probablemente, en motivaciones surgidas en ambos bandos, según Fuertes y Mallench. Por el lado republicano, los generales que se encargarán de dirigir la batalla que nos ocupa —Juan Hernández Saravia primero y Leopoldo Menéndez más tarde— “no legarán para la posteridad ningún escrito o memoria personal 1 Juan Francisco Fuertes y Carlos Mallench (2013), La batalla olvidada (Castelló: Divalentis), p. 9. 2 José Andrés Rojo (2006), Vicente Rojo. Retrato de un general republicano (Barcelona: Tusquets), p. 213. 3 Paul Preston (2005), La Guerra Civil española (Barcelona: Editorial Base), p. 302. 4 En La guerra Civil española (2005), Hugh Thomas despacha la Batalla de Levante con tres parágrafos titulados La campaña del Maestrazgo; Salas Larrazábal dedica 47 de las 3.361 páginas de Historia del Ejército popular de la República (1973) a los tres meses de guerra que nos ocupan; Paul Preston ni siquiera le dedica un apartado en su libro La Guerra Civil española (2005), y en la Historia esencial de la Guerra Civil española (2006) de Ricardo de la Cierva solo ocupa 3 páginas, por ejemplo. 5 Juan Francisco Fuertes y Carlos Mallench, Op. Cit., p.9. 6 describiendo aquellos acontecimientos”,6 lo que dificulta el trabajo de recopilación a la Historiografía, que también se ve perjudicada por la “difuminación” que la propaganda política negrinista hará de la relevancia de estos líderes militares, en favor de sus propios intereses. Destacan también los autores que las Brigadas Internacionales quedaron retenidas en su mayoría, y a excepción de la Brigada 129, en la mitad norte del territorio republicano a su división, un hecho que, en su opinión, “de toda la literatura mitificadora y de epopeya neorromántica nacida a raíz de la participación de los internacionales en España, queda excluida también la batalla por València7”.8 En el bando sublevado, en cambio, parece que el “error” estratégico de decidir conquistar València antes que Barcelona —si puede llamarse así teniendo en cuenta que, pese a las complicaciones, acabó en victoria— no parece haber “estimulado excesivamente la propaganda franquista”9 a la hora de rememorar esta batalla. Franco toma la decisión de detener temporalmente el avance hacia Barcelona en abril, un cambio de opinión que “ya se debiera a su cálculo de exterminio, al temor a una invasión francesa o a sus propias limitaciones como estratega, suscitó críticas, mudas pero perceptibles, entre los altos mandos nacionales”.10 Una de ellas fue la del general Juan Yagüe, que acabó costándole una destitución temporal del mando por alabar las cualidades combativas de los republicanos y pedir a las autoridades que pusieran en libertad a quienes estaban en prisión por defender sus ideales —en referencia a determinados “rojos” y, sobre todo, al político falangista Manuel Hedilla, entre otros—.11 Era evidente que, con su decisión, Franco estaba dando a las tropas republicanas del frente de Aragón tiempo para reconstruirse y rearmarse con los nuevos equipos bélicos recibidos tras la reapertura de la frontera francesa. Además, las fuerzas fieles a la República podían defender 6 Ibídem., p. 10. 7 Los nombres de las comunidades autónomas, ciudades, pueblos y sierras aparecerán citadas en este trabajo con su nombre original, el valenciano/catalán, puesto que al ser esta universidad intrínsecamente bilingüe castellano- catalán, no está de más respetar las nomenclaturas tradicionales, que son las usadas por los habitantes de estos lugares. Este no pretende ser más que un gesto simbólico ante la plurinacionalidad de España y sus lenguas cooficiales. Creo que leer Catalunya en vez de Cataluña no provoca confusión a ningún lector castellanohablante, y que, de hecho, si todos viviésemos con más normalidad la realidad de nuestras diversas lenguas, el encaje territorial de España sería mucho más sencillo. Por otro lado, algunos de los municipios, como es el caso de Castelló i València, ya han aprobado que éste sea el nombre oficial de los mismos y no la fórmula castellanizada. 8 Juan Francisco Fuertes y Carlos Mallench, Op. Cit., p. 10. 9 Ídem. 10 Antony Beevor (2005), La Guerra Civil española (Barcelona: Crítica), p. 518. 11 Ídem. 7 mejor el accidentado territorio de Levante, “estaban frescas y todavía conservaban su equipo intacto, aunque no estuvieran tan fogueadas como los soldados de Catalunya”.12 Pese a esto, no está de más tener presente que, como especula Preston, si Franco decidió virar su ataque contra València fue porque “no le interesaba un desenlace rápido y un armisticio