El Distrito De Álamos Y Un Mercado Regional, 1769-1863
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El distrito de Álamos y un mercado regional, 1769-1863 Gustavo Lorenzana Durán1 En la ponencia, abordaré el asunto del mercado regional en el cual participaron los encargados de las Temporalidades de la Compañía de Jesús en el distrito de Álamos, Sinaloa, en aquellos años. Dicho mercado comprendía a los reales mineros y los establecimientos misionales ubicados en la península de California, así como, los asentamientos de la Nueva California. El movimiento de las mercancías se hacía por medio de la arriería y por vía marítima. Ya en la vida independiente, el mencionado distrito se convirtió en un centro de distribución de mercancías procedentes de Europa, Asia y los Estados Unidos de América. La ensenada de Santa Bárbara, era el sitio del desembarco y salida de efectos a los puertos de Guaymas y Mazatlán 1.- Circulación de mercancías entre Sonora y Baja California. Con la dinastía borbónica, España se abrió a las ideas de los fisiócratas, de Colbert y Adam Smith.2 Gracias a esta apertura emergió un pensamiento económico español. Uno de sus representantes fue José del Campillo y Cosio. Este, se declaró en contra del monopolio comercial metropolitano porque limitaba la iniciativa individual. En su opinión, dicha concesión debía ser eliminada. Asimismo, se pronunció porque sólo el gobierno se abocara a promover las actividades productivas.3 Bajo esta premisa debemos entender la presencia del visitador general, José de Gálvez, en la península de Baja California y en la parte sur del actual estado de Sonora. El objetivo del funcionario español era aumentar las rentas de la Corona en el ámbito del septentrión novohispano. Para ello, se debían vender las Temporalidades de los jesuitas y activar el comercio por medio de arrieros, de los efectos de la tierra y de Castilla, en los reales de minas y su registro obligatorio de las ventas. Como responsable de la circulación 1 DEHA-Universidad de Sonora. Profesor investigador del Departamento de Historia y Antropología de la Universidad de Sonora. Ponencia presentada en Las Terceras Jornada de Historia Económica, evento realizado en El Colegio de México del 17 al 20 de febrero de 2015. 2 Eduardo Arcila Farías, Reformas económicas del siglo XVIII en Nueva España I. Ideas económicas, comercio y régimen de comercio libre (México: SEP. 1974) 9-10. 3 Ibíd., 11. Se desempeñó como ministro de Felipe V. 53 de las Temporalidades se designó a Juan de Pineda, gobernador de las provincias de Sonora y Sinaloa.4 Gálvez, en una segunda comunicación sobre la materia, ordenó a los comisarios reales5asentar en la cuenta correspondiente la venta de ganado y de jabón. Asimismo, les hizo la sugerencia de ampliar las zonas de cultivo con el propósito de satisfacer la demanda de granos de las misiones asentadas en la península de Baja California. Además, les indicó, que el precio de sus productos en esas tierras sería inferior a los precios corrientes.6 Gálvez, esperaba con estas instrucciones mantener el circuito comercial establecido por los misioneros jesuitas, pero ahora, con la participación de particulares y en beneficio del Estado español. Antes de entrar con el asunto de las Temporalidades, haré mención a otro de los proyectos de Carlos III para el septentrión novohispano: realizar una feria anual en el puerto de Guaymas, del 1 de julio al 30 de septiembre. Gálvez, expidió el Bando el 17 de junio de 1769. El puerto inicial de salida de las mercancías sería el puerto de San Blas, en los primeros días del mes de mayo. El pago del transporte por parte de los comerciantes sería de 4 reales por arroba sin importar su destino. Por otra parte, se ofrecieron solares en el actual puerto sonorense y su uso en la edificación de los almacenes de depósito de las mercancías y su posterior internación en Sonora y Sinaloa.7 No tenemos el registro de la realización de la feria. Sin embargo, si es clara, la presencia de un comercio de cabotaje entre los puertos ubicados en las costas del mar de Cortés. El puerto de Guaymas, fue la puerta de entrada de tabaco, cigarros y azogue, con destino a Álamos y El Pitic.8 Como ya dijimos, la aplicación de una de las medidas galveciana fue de la competencia de los comisarios reales. Uno de ellos, Miguel José de Lucenilla, quien tenía bajo su encargo el pueblo de Conicari y de su pueblo de visita Macoyahui. En atención a lo 4 “Comunicación del visitador José de Gálvez a Eusebio Ventura Beleña de 25 de octubre de 1768”, AGN, Ramo: Jesuitas, volumen I-6, expediente 20. 5 “Comunicación del visitador José de Gálvez a los comisarios reales de los río Yaqui, Mayo, Fuerte y Sinaloa de 17 de mayo de 1769”, AF-BN, caja 41, expediente 927.3, ff. 1-1v. 6 “Comunicación del subdelegado Eusebio Ventura Beleña a Lorenzo Cancio de 3 de febrero de 1769”, AGN, Ramo: Jesuitas, volumen I-6, expediente 20. 7 “Bando que autoriza por parte del Rey el establecimiento de una feria anual en el puerto de Guaymas”, AGN, Ramo: Californias, volumen 67. La arroba es una medida de peso y equivale 11.5061585 kilogramos. 8 “Comunicación de Francisco Trillo y Bermúdez al virrey Carlos Francisco de Croix de 7 de noviembre de 1769”, AGN, Ramo: Californias, volumen 67. 54 ordenado por el visitador general levantó el inventario de los bienes temporales dejados por los expulsos. Del catálogo, destaca una fanega de trigo –equivalente a 3.5 hectáreas-, y una suerte de tierra -1.40 hectárea- sembrada de caña, cuya molienda se realizaba en dos molinos, alcanzándose 70 cargas de piloncillo.9 Otro asunto que registro Lucenilla fue el cultivo de maíz por parte de los mayos en los pueblos de Conicari, Tocava, Maniguaza y Cochibampo. En el año de 1767, la producción del citado grano alcanzó 374 fanegas que equivalen a 24 310 kilos. También llevo a cabo el registro de caballos, mulas, burros y ganado menor existente en ambos pueblos. Estos tipos de ganados también se encontraban en los demás pueblos del río Mayo. Véase Cuadro 1. Los granos, la carne seca, el ganado en pie, y el piloncillo, eran parte de las mercancías que se vendían a vecinos de los pueblos, a los oficiales del ejército novohispano, a los funcionarios de la estructura de gobierno, mineros y las misiones bajacalifornianas. Algunos de los compradores fueron: Juan Tomás Padilla, vecino del Real de la Concepción de Los Álamos. Se apuntó que compró un tercio de harina en siete pesos plata. Agueda Valenzuela, también vecina del mencionado Real, adquirió un tercio de piloncillo en 12 pesos. El coronel Elizondo, jefe de la expedición de Sonora, compró media fanega de maíz en un real y medio por almud. Javier de Valenzuela, recibió una carga de piloncillo a cambio de 25 pesos. Francisco y Juan Campoy, Un tercio del citado dulce, compraron Francisco y Juan Campoy. El juez subdelegado, Eusebio Ventura Beleña, hizo las siguientes compras: Una bota de melado en 1 ½ real el cuartillo; diez fanegas de maíz en 18 pesos, ocho se enviaron al Real de Los Álamos; seis pilones de azúcar en la misma cantidad. En junio, compró 16 fanegas de maíz en 32 pesos –fueron distribuidas entre los muleros de Cochibampo que cuidaron su caballada y el pueblo de Santa Cruz del Río Mayo- y 307 fanegas de maíz a un precio de 461 pesos para su envío a las Californias.10 Cuadro 1.- Registro del ganado existente en las misiones y pueblos de visita del río Mayo, 1767. 9 “Inventario de la misión de Conicárit y de su pueblo de visita Macoyahui realizado por Miguel José de Lucenilla, 21 de septiembre de 1769”, AGN, Ramo: Temporalidades, t. 132.Lucenilla, estuvo en Conicárit desde el 26 de julio de 1767 hasta la fecha del documento. 10 Ibíd. 55 Lugar Ganad Buey Ovej Carner Cabr Mula Caball Potro Yegu o es as os as s os s as mayor Santa Cruz 1467 579 650 8 27 47 253 del Río Mayo+ Navojoa+ 1005 762 295 249 59 5 2 7 San Ignacio 82 32 113 Cohuirimp o^ Camoa+ 211 26 166 22 67 46 23 43 236 Tesía^ 500 45 2 20 140 Conicárit+ 927 23 125 166 715 Macoyahui 511 34 200 266 417 ^ Tepahui^ 934 8 383 96 205 12 6 236 Batacosa^ 222 400 115 191 187 95 Total 4310 34 2884 1024 1684 330 585 637 2099 +Misión; ^Pueblo de visita. La misión de Santa Cruz del Mayo tenía como pueblo de visita Etchojoa. Fuente: AF-BNM, caja 33, expediente 704.1, ff. 1-5. Miguel José de Lucenilla, le entregó a Pedro Tueros, integrante de la expedición a Sonora, 50 fanegas de maíz, 22 costales de baqueta, 28 costales de cuero duro, 3 arrobas de carne; 2 aparejos, 2 caballos y la cosecha de maíz levantada en los pueblos de Conicari y Macoyahui. Por los anteriores granos, mercancías y bestias no hizo pago alguno. Sólo dejo su firma como garantía del futuro desembolso.11 Del inventario elaborado por José Murrieta, comisario real del pueblo de Tepahui, destaca la remesa de 40 fanegas de pinole y 21 reses al comisario del pueblo de Torim y 15 vacas al comisario del pueblo de Huirivis por orden del capitán Lorenzo Cancio. Por su 11 Ibíd. 56 parte, Francisco Mazón, le pagó a Murrieta, 65 pesos por 12 vacas y 3 novillos.12 José de la Piniella, comisario del pueblo Santa Catarina de Camoa y su pueblo de visita Tesía, apuntó en su lista las ventas de azúcar, trigo, piloncillo, sal, jabón, vino, papel, gamuzas y cuchillos. Todo por un valor de 126 pesos.