Evolución Y Difusión Cultural
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Enfoques Teóricos para la Investigación Arqueológica TOMO I EVOLUCIÓN Y DIFUSIÓN CULTURAL Enfoques Teóricos para la Investigación Arqueológica TOMO I EVOLUCIÓN Y DIFUSIÓN CULTURAL Betty J. Meggers Biblioteca Abya-Yala Nº 57 EDICIONES ABYA-YALA 1998 Evolución y Difusión Cultural Enfoques Teóricos para la Investigación Arqueológica Betty J. Meggers Tomo I Edición: Ediciones ABYA-YALA 12 de Octubre 14-30 y Wilson Casilla 17-12-719 Teléfono: 562-633 / 506-247 Fax” (593-2) 506-255 E-mail: [email protected] [email protected] Quito-Ecuador Colección: Biblioteca Abya-Yala # 57 Autoedición Aby-Yala Editing Quito-Ecuador Impresión: Docutech Quito-Ecuador ISBN: 9978-04-323-3 Impreso en Quito-Ecuador, 1998 INDICE Prefacio . 5 Introducción . 7 I. Evolución 1. Explicando el Curso de los Eventos Humanos . 29 “Explaining the course of human events.” How Humans Adapt: A Biocultural Odyssey, Donald J. Ortner, ed., pp. 163-183. Washington DC, Smithsonian Institution Press. 1983. 2. Enfoque Teórico para la Evaluación de Restos Arqueológicos . 53 “Theoretical approach to interpretation.” Meggers, Betty J., Clifford Evans y Emilio Estrada, Formative Cultures of Coastal Ecuador: The Valdivia and Machalilla Phases, pp. 5-9. Smithsonian Contributions to Anthropology 1. 1965. 3. La Ley de la Evolución Cultural como una Herramienta Práctica de Investigación . 65 “The law of cultural evolution as a practical research tool.” Essays in the Science of Culture, Gertrude Dole y Robert Carneiro, eds., pp. 302-316. New York, Crowell. 1960. 4. El Significado de la Difusión como Factor de Evolución . 83 “El significado de la difusión como factor de evolución.” Revista Chungará 14:81-90. 1985. 5. Conexiones y Convergencias Culturales Norte y Sud Americanas . 99 “North and South American cultural connections and convergences.” Prehistoric Man in the New World, Jesse D. Jennings y Edward Norbeck, eds., pp. 511-526. Chicago, University of Chicago Press. 1964. 6. La Evolución del Estado . 117 “Comment.” The Origins and Development of the Andean State, Jonathan Haas, Shelia Pozorski y Thomas Pozorski, eds., pp. 158-160. Cambridge, Cambridge University Press. 1987. II. Difusión 7. Especulaciones sobre Rutas Tempranas de Difusión de la Cerámica entre Sur y Mesoamérica . 123 “Speculations on early pottery diffusion routes between South and Middle America” (with Clifford Evans). Biotropica 1:20-27. 1969. 8. Contactos entre las Culturas Prehistóricas de Mesoamérica y la Costa del Ecuador . 139 “Mesoamerica and Ecuador” (with Clifford Evans). Handbook of Middle American Indians, Robert Wauchope, ed., Vol. 4, pp. 243-263. Austin, University of Texas Press. 1966. 9. Origen Transpacífico de la Cerámica de la Fase Valdivia de la Costa del Ecuador . 177 “Transpacific origin of Valdivia Phase pottery on coastal Ecuador” (with Clifford Evans). 36º Congreso Internacional de Americanistas, Actas y Memorias 1:63-67. Sevilla. 1966. 10. El Origen Transpacífico de la Cerámica Valdivia: Una Revaluación . 187 “El origen transpacífico de la cerámica Valdivia: una revaluación.” Boletín del Museo Chileno de Arte Precolombino 2:9-31. 1987. 11. Origen Transpacífico de la Civilización Mesoamericana: Una Reseña Preliminar de la Evidencia y sus Implicaciones Teóricas . 227 “The transpacific origin of Mesoamerican civilization: A preliminary review of the evidence and its theoretical implications.” American Anthropologist 77:141-161. 1975. 12. Evidencia Arqueológica de Contactos desde Asia . 271 “Contacts from Asia.” The Quest for America, Geoffrey Ashe and Others, pp. 239-259. London, Pall Mall Press. 1971. PREFACIO Los artículos aquí incluidos han sido publicados durante el lapso de unos 35 baños. Cuando Leslie White despertó mi interés por la teoría de la evolución cultural en la segunda mitad de la década de los cuarenta, éste era un tema controversial entre los antropólogos. Aunque la teoría difusionista tenía mayor acogida, se la aceptó como la explicación de semejanzas sola- mente al interior de los continentes. Los contactos transpacíficos se recha- zaron definitivamente. Estas actitudes negativas se mantienen en vigor. Entre los biólogos por el contrario, la aplicación al desarrollo de la cultura, de las reglas de la evolución general, se encuentra no solamente aceptada, sino también asumida. Al tratar de entender este fenómeno, lle- gué a la conclusión asumida. Al tratar de entender este fenómeno, llegué a la conclusión que parte del problema pudo haber surgido de un mal enten- dimiento del razonamiento, especialmente entre personas con limitaciones en le idioma inglés. Por lo tanto, acepté con entusiasmo la posibilidad de traducir al español una selección de artículos que reúnen las ideas y eviden- cias principales. El contenido original de los artículos no ha sido alterado, excepto al- gunas correcciones editoriales. Se han sustituido algunas ilustraciones para evitar la duplicación. Se han estandarizado la terminología, los título y las ci- tas bibliográficas, aunque no se han eliminado todas las variaciones. La tarea de la traducción no habría sido completada con tanta efi- ciencia e idoneidad sin la dedicada participación de varios colegas latinoa- mericanos. Entre ellos se destaca el arqueólogo argentino Jorge Rodríguez, el cual trabajó a tiempo completo por más de un mes, transformando la ver- sión inicial hecha por computadora en un significado acertado y de gramá- tica aceptable. El resultado final fue revisado por mi para su precisión técni- ca. El arqueólogo peruano Ramiro Matos Mendieta tradujó y revisó algunas de las traducciones y jugó un papel importante en la relación con la casa editora. María de los Angeles Rodríguez y Germán Eloy Pomar ingresaron la mayor parte de los cambios a la computadora e hicieron correcciones adi- cionales durante el proceso. El texto completo fue leído por María de las 6 / Betty J. Meggers Mercedes del Río y Enrique Angulo, quienes encontraron errores gramática- les adicionales. María de las Mercedes del Río, Emily Berrizbeitia, Abelardo Sandoval, Enrique Angulo, Jorge Ulloa Hung y Paulina Ledergerber fueron consultados sobre los términos técnicos y las diferencias en la terminología argentina, venezolana, peruana, cubana y ecuatoriana. Entre las diferencias regionales, buscamos un producto universalmente inteligible, aunque los lectores cuidadosos probablemente encontrarán errores que no alcanzamos a eliminar. Esta experiencia nos enseñó que realizar una traducción fiel y inteligible es una tarea difícil. Las palabras no pueden expresar mi gratitud hacia estos colegas y amigos por su ánimo, su ayuda y su apoyo moral. Finalmente, deseo expresar mi gratitud a José E. Juncosa, Gerente de Abya-Yala, por convenir la publicación de estos artículos, haciéndolos dis- ponibles a los colegas y estudiantes de América Latina. Espero que algunos lectores sean estimulados para adoptar la perspectiva evolucionista en la in- terpretación de los restos arqueológicos, a pesar las expresiones escépticas de las imágenes en los sellos cerámicos ecuatorianos y mesoamericanos que aparecen en la cabecera de cada capítulo. Washington DC 5 de diciembre 1997 INTRODUCCIÓN Como descubrirán los lectores de estos artículos, considero que el en- tendimiento de la evolución y función de la cultura está entre los principa- les retos de la ciencia moderna. Asumo que nuestra especie evolucionó se- gún los principios darwinianos y nuestro comportamiento sigue sujeto a su propia dinámica. El hecho de que el mecanismo principal para nuestra in- teracción con el medioambiente es la cultura, reemplaza el enfoque de la se- lección natural de nuestros cuerpos a nuestras creencias. Este cambio nos provee una flexibilidad sin precedentes para modificar las condiciones na- turales, pero no elimina sus causas. Mientras más aprendamos acerca de las interacciones químicas, físicas y biológicas que dirigen la evolución orgáni- ca, mejor será nuestra capacidad para influir sobre los resultados. Mientras más aprendamos acerca de las interacciones climáticas, edáficas y bióticas, mejor será nuestra destreza para predecir y minimizar sus impactos. De manera parecida, mientras más aprendamos acerca del desarrollo y la diver- sificación culturales, incluyendo los orígenes y diseminaciones de invencio- nes y descubrimientos, mejor será nuestra habilidad para juzgar hasta qué punto éstos están sujetos a nuestro control. La arqueología es la única cien- cia calificada para enfrentar este reto, pero este potencial sólo se realizaría si la evidencia se evalúa dentro del contexto de la teoría evolucionista y los principios científicos generales, en lugar de hacerlo dentro de la perspecti- va antropocéntrica. Los artículos aquí incluídos emplean criterios tradicionales para dife- renciar las tres causas básicas de las novedades evolucionistas: duplicación independiente, convergencia y difusión. Aunque se ha cuestionado la im- portancia de la difusión cultural por mucho tiempo, esta oposición se ha in- crementado tenazmente durante los años 90. La invención independiente de todos los elementos culturales se defiende en todas las escalas, inclusive entre comunidades adyacentes (Marcus 1989, Blaut 1994). Se rechaza cate- góricamente la posibilidad de introducciones transpacíficas precolombinas y se critican los esfuerzos por detectarlas al “tomar por hecho la superiori- 8 / Betty J. Meggers dad de las culturas del viejo mundo” (Bruhns 1994:360); al insinuar que “los indígenas americanos eran salvajes atrazados, incapaces de crear una cultu- ra sofisticada sin la ayuda benévola de tutores