DIPUTADOS DISCUSION Ciudad De México, Miércoles 24 De Abril De 2019
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DIPUTADOS DISCUSION Ciudad de México, miércoles 24 de abril de 2019. Versión Estenográfica NOTA: ESTE DOCUMENTO SE PUEDE VISUALIZAR EN EL ARCHIVO PDF LIGADO. EN CASO DE NO VISUALIZAR EL ARCHIVO LIGADO FAVOR DE SOLICITARLO AL CORREO ELECTRONICO [email protected] La presidenta diputada María de los Dolores Padierna Luna: El siguiente punto del orden del día es la discusión del dictamen de las Comisiones Unidas de Educación y de Puntos Constitucionales, con proyecto de decreto por el que se reforman, adicionan y derogan los artículos 3o, 31 y 73 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en materia educativa. Tiene la palabra la diputada Adela Piña Bernal, hasta por 15 minutos, para fundamentar el dictamen en términos del artículo 230, numeral 2 del Reglamento de la Cámara de Diputados. La diputada Adela Piña Bernal: Con su venia, diputada presidenta. La presidenta diputada María de los Dolores Padierna Luna: Adelante. La diputada Adela Piña Bernal: Con la presentación de este dictamen, se incluyen modificaciones al mismo, que entrego a la Secretaría para su debida tramitación. Compañeras y compañeros diputados, hoy es un día histórico para el Congreso mexicano. Hoy vengo a la máxima tribuna de la nación a fundamentar el dictamen que aprobamos las Comisiones Unidas de Educación y de Puntos Constitucionales con respecto a la reforma a los artículos 3o, 31 y 73 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Y digo que es un día histórico porque llegamos a este momento después de un verdadero proceso democrático, de acuerdos entre los más diversos puntos de vista. No reparamos en tiempo y en esfuerzo para mantener el diálogo las veces que fueran necesarias. El dictamen que ponemos a su consideración, es la respuesta a una larga y sentida demanda por parte del magisterio nacional para revertir la reforma educativa del gobierno anterior. Dicha reforma fue dictaminada y aprobada en tan solo 10 días después de ser presentada por el Ejecutivo, y significó un duro golpe para los derechos de los trabajadores de la educación, lo que desencadenó en uno de los movimientos magisteriales más grandes de nuestra historia. Las maestras y los maestros de todo el país salieron a protestar al considerar, y con razón, que la reforma que se imponía afectaba sus derechos laborales. El centro del agravio fue la implementación y aplicación de exámenes estandarizados de ingreso, promoción y permanencia diseñados para castigar, para despedir. No consideraron el entorno, las dificultades que enfrentan los docentes en un sinfín de comunidades alejadas donde las escuelas no cuentan ni con lo más indispensable –sin luz, sin agua, sin baños, sin Internet. La respuesta del Estado ante las protestas fueron los toletes, las vallas, los insultos, los golpes, los encarcelados y los asesinados que tanto nos han dolido y, aun así, los datos arrojados por el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación y las pruebas estandarizadas aplicadas a las y los alumnos como la prueba PISA, Planea y los exámenes de calidad y el logro educativo, dan cuenta de que la reforma del sexenio anterior no logró los resultados que se propuso. Estos datos muestran que las condiciones de las escuelas y los niveles de aprovechamiento de las y los alumnos siguen siendo los mismos que los de antes de la aplicación de las medidas punitivas o que han empeorado. No podemos continuar por el mismo camino de oídos sordos. El aprendizaje que tomamos de ello es que el Estado no logrará ningún avance educativo sin el apoyo y acompañamiento de las y los maestros, fundado principalmente en el diálogo permanente. El presidente de la República desde el periodo de campaña y tras haber recorrido todo el país, y me refiero al licenciado Andrés Manuel López Obrador, recogió las voces de aquellos que no habían sido escuchados. Y una vez que obtuvo el triunfo electoral del primero de julio, junto con el actual secretario de Educación Pública, el maestro Esteban Moctezuma Barragán, iniciaron una serie de foros regionales de consulta en las distintas entidades federativas del país para recabar opiniones con respecto a los cambios que requiere el sistema educativo nacional. Producto de estos foros, el jefe del Ejecutivo envió a esta soberanía el 12 de diciembre del 2018, una iniciativa para echar abajo la reforma del 2013. El objetivo del licenciado Andrés Manuel López Obrador, fue muy claro. Por un lado, revalorar la función de las maestras y los maestros como actores fundamentales para lograr un cambio social, y por otro, buscó colocar al centro de la educación a las niñas, a los niños y a los jóvenes, y establecer un nuevo modelo educativo basado en nuestra historia, identidad y valores, así como reorientar el carácter de la educación hacia un enfoque más amplio, integral y equitativo donde se desarrollen todas las capacidades de los educandos. Una vez turnada la iniciativa a las Comisiones Unidas de Educación y de Puntos Constitucionales, las y los diputados que las integramos, emprendimos un proceso de parlamento abierto que fue un trabajo arduo y colaborativo. Realizamos siete audiencias públicas en las cuales participaron cerca de 200 personas: docentes, representantes sindicales, especialistas en el tema, académicos, representantes de escuelas normales, de educación superior diputadas y diputados locales y federales, senadoras y senadores de la República, representantes de organizaciones de la sociedad civil, organismos nacionales e internacionales, miembros de asociaciones de padres y madres de familia, alumnos de diferentes tipos y niveles educativos, organismos educativos públicos como el INEE, así como autoridades educativas federales y estatales. Leímos y analizamos más de 450 propuestas vía digital. También se consideraron los resultados de diversos foros de consulta realizados por diputados interesados en el tema, los organizados por el Grupo Parlamentario del Partido del Trabajo y el foro Educación Obligatoria: necesidades de cambio, llevado a cabo los días 22 y 23 de noviembre por la Comisión de Educación. Es importante comentar que este dictamen atiende de forma conjunta la iniciativa del presidente de la República y otras siete iniciativas turnadas a las comisiones unidas, a saber, las que presentaron los coordinadores de los grupos parlamentarios del PAN, PRI, Movimiento Ciudadano y PRD, así como las presentadas por las diputadas y diputados Ana Lilia Herrera Anzaldo, Julieta Macías Rábago, Erik Isaac Morales Elvira, Dulce María Méndez de la Luz Dauzón y José Ricardo Gallardo. Este dictamen es el resultado del diálogo y de la búsqueda de consensos y acuerdos. La mayoría hemos comprendido que más allá de los intereses de partido o de grupo, es necesario priorizar el interés de la nación. Compañeras y compañeros, diputadas y diputados, estoy aquí en esta tribuna para solicitar su respaldo a este dictamen. Les aseguro que al aprobarlo estaremos cumpliendo con nuestra responsabilidad como representantes populares. Vengo a solicitar su voto en favor porque es un dictamen plural que sienta las bases para impulsar un nuevo modelo educativo que tanto necesitamos. Me atrevo a decir que esta reforma es, sin duda, la más importante que vayamos a discutir en esta legislatura, ya que educación es el proceso social y la herramienta fundamental para lograr una verdadera transformación de la vida pública del país. Considero importante resaltar sobre el dictamen lo siguiente: El primero, se abroga el texto constitucional surgido de la reforma educativa del 2013, así como la Ley General del Servicio Profesional Docente y la Ley del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación con todos sus efectos que tanto dañaron al magisterio nacional. El Estado como el ente responsable de garantizar los derechos de sus ciudadanos reafirma su rectoría sobre la educación, terminando así con la injerencia de organismos ajenos a los intereses nacionales. Se eliminan las evaluaciones punitivas. Nunca más una evaluación ligada a la permanencia en el empleo. Ahora se proponen evaluaciones de carácter formativo, diagnóstico e integral. Para el ingreso y promoción se ponderan los conocimientos, aptitudes y experiencia docente. Se eliminarán los exámenes estandarizados y se reconoce el derecho de las maestras y los maestros a la capacitación y actualización. Se fortalece a la educación normal, reconociendo en ella su papel fundamental para la formación docente. Los planes y programas de estudios ahora tendrán un enfoque de derechos humanos, con perspectiva de género. Esto es un gran avance, porque desde la escuela queremos impulsar verdaderas acciones afirmativas para cerrar la brecha entre hombres y mujeres. Se fomentará el estudio de la ciencia, las humanidades, la historia, la geografía, el civismo, la filosofía, tecnología e innovación, las lenguas extranjeras e indígenas de nuestro país, las artes, la educación física, el deporte, la promoción de estilos saludables, la literalidad, el cuidado del medio ambiente y la cultura de paz. Los criterios que orientarán la educación determinan que esta deberá de ser equitativa, inclusiva, plurilingüe, intercultural, integral y de excelencia, entendiendo a esta como el mejoramiento integral que promueve el máximo logro de los educandos para el desarrollo de su pensamiento crítico y el fortalecimiento de los lazos entre escuela y comunidad. Se elimina el INEE, que se convirtió en un organismo persecutor del magisterio, que renunció a su autonomía constitucional, por lo que se crea un nuevo organismo que coordinará el Sistema Nacional de Mejora Continua de la Educación, que se encargará de realizar estudios, investigaciones y evaluaciones diagnósticas. La autonomía de las universidades se mantiene, se respeta y se promueve. Por primera vez el Estado reconoce que los planteles educativos constituyen un espacio fundamental para la educación y por eso garantizará los materiales didácticos y la infraestructura educativa que sean suficientes y adecuadas. En el artículo 31, hará responsables de revisar el progreso y desempeño educativo de sus hijos y pupilos a los padres, madres o tutores.