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HISTORIA DIL FUTBOL UIUGUAYO

Jueves 26 de febrero de 1970

DIRECTOR Franklm Morales ASESOR DE LA DIRECCION Eduardo Gutiérrez Cortinas AYUDANTE DE LA DIRECCION Rofoel Boyce DIAGRAMADO Horacio Añon

EDITOR Julio Boy ce Editores Reunidos Cwn Teí I 03 I I I

DISTRIBUCION GENERAL A/ k i. I L C»U«*«e 1343 Te4 I 33 00

DISTRIBUCION INTERIOR, QUIOSCOS y canillitas 0i»t>o««»»• r« «• 0>«V>»t f I •*!»••* C.»— e»f ,434 TM I $ , ss publicidad

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Por fin llegó la tarde del 18 de julio de aquel 1930: el abría sus puertas a una muchedumbre impaciente, por sobre encofrados y andamios que asoman en las tribunas Colombes y Amsterdam. Se había term i­ nado ocho días antes, pero aún el cemento estaba en parte fresco y un diario vaticinaba su inminente derrumbe. Se trabajó en tiempo “ record”, pues la remoción del terreno comenzó recién en febrero, excavándose varios me­ tros por debajo del primitivo nivel del antiguo “Campo Chivero”. Algunos ojos de agua crearon ya los primeros problemas en el terreno de juego.

Uruguay había ganado los VIII TENIAMOS QUE SER LA SEDE para que abogara por la continenta- y IX Juegos Olímpicos en fútbol lización de la iniciativa. Se reunía el (Colombes, Francia, 1924. Amster- tenía mejores títulos que Congreso de la Confederación Ame­ dam, Holanda, 1928). Ya en el Con­ nadie para que la ocasión fuese ricana, y se trataba de que la peti­ greso que celebró la FIFA (Federa­ suya: acababa de ganar las dos com- ción saliera homologada desde allí, ción Internacional de Football Aso­ petencios mundiales inmediatamente por un haz de países. Se encontró ciación, en junio de 1928 en Anís- anteriores y, además, en ese año el generoso eco de la unanimidad, terdam. se convino prácticamente en de 1930 conmemoraba el centenario y la propuesta fue, desde entonces, excluir el fútbol del conjunto de los de su organización institucional. Eso sudamericana y no sólo uruguaya. juegos olímpicos. En adelante, las explica que el primer campeonato Había que ganar —recuerda el Olimpiadas sólo contarían con unas mundial de fútbol se haya jugado álbum conmemorativo del cual to­ pálidas competencias de la parte en invierno (julio de 1930, mes del mo estos datos, unidos a los que amateur de un deporte que había centenario) y no en verano, como las guarda mi memoria— la voluntad dejado ya para entonces —abierta olimpiadas que le precedieron. de los países europeos. Era presi­ o encubiertamente de ser amateur. En febrero de 1929. José G. Usera dente de la República el Dr. Juan Campisteguy. ministro de Relaciones Se acordó que el Primer Campeo­ Bermúdez y Roberto Espil presenta­ nato Mundial de Fútbol (o Football. ron a la Comisión Directiva del Club Don Rufino T Domínguez (a quien Nacional de Football un proyecto, habían planteado una interpelación {jorque por aquella época se usaba famosa por su asistencia a un te­ el vocablo compuesto en su escritu­ según el cual se reclamaría para Uruguay el privilegio histórico de deum) y subsecretario del Exterior ra inglesa originaria) se efectuaría Don Alvaro Saralegui El país ofi­ en 1930. un nuevo congreso a cele­ ser la sede del Primer Campeonato Mundial de Football. La Asociación cial. eufórico a las puertas del cen­ brarse en Madrid, en mayo de 1929 tenario de sus instituciones, se lanzó la primavera espartóla siguiente a Uruguaya de Football (A U. F ) aquel verano holandés resolverla compartió y aprobó el proyecto ori­ a obtener el sufragio del mundo ginariamente prohijado por Nacio­ El diplomático de carrera Dr En­ todo lo relativo a la organización y rique Buero y el periodista Don Héc- la sede del certamen nal y destacó al Dr. Horacio Baqué pacto político de reparto de cargos públicos institucionalizado por ley, entre batllistas y nacionalistas inde­ pendientes, que Horacio Abadie San­ tos bautizaría como “pacto del chin- chulin” ), otros servicios se incorpo­ rarían al dominio del Estado en años siguientes. Pero la dinámica del pre­ sunto socialismo (o capitalismo) de Estado, estaba entonces desfallecien­ te. La muerte de su imponente pro­ genitor, hizo pensar a muchos que el país tomaría por otros caminos. De­ moró algo en verse (hasta la madru­ gada del 31 de marzo de 1933) pero al final se vio. El fútbol —como en otros tiempos el tango— ha sido un “perdonado” por nuestros estudiosos universita­ rios, un imposible “olvidado” ; al mis­ mo tiempo, la peor cursilería del pe­ riodismo radial y escrito se ha ceba­ do en él, poniendo a prueba su vitali­ dad con estúpidas leyendas de ma­ gismo, fatalidad y coraje. Del olvido universitario del fútbol (contra el que ha reaccionado, des­ Roberto Espil, coautor del proyecto de las páginas de la Gaceta de la Uni­ José G. Usera Bermúdez, el otro de realizar el Campeonato en Mon­ versidad, Franklin Morales) es índi­ autor de la trascedental iniciativa. tevideo. ce elocuente el hecho de que la es­ crupulosa Cronología comparada de la Historia del Uruguay, 1830-194-5, to relaciones con el Perú dictatorial, tor R Gómez (fundador de El Dia­ de París de Oddone, Faraone y aunque los peruanos estarían luego rio, vespertino que concedió desde Oddone, ignore que en 1930 el U ru­ (¡y cómo!) frente a nosotros en el su origen tanta importancia publici­ guay ganó el prim er campeonato match inaugural del Estadio (18 de taria al fútbol) concurrieron a de­ mundial de fútbol. Todo lo que in­ Julio de 1930). fender nuestros puntos de vista en cidentalmente alude al punto es una El último domingo de noviembre el Congreso de FIFA, que no se mención inexplícita a “Festejos del debía elegirse nuevo Presidente, en celebrarla en Madrid sino en Bar­ Centenario de la Jura de la Consti­ el régimen del Ejecutivo dbplex celona El 18 de mayo de 1929, por tución (VII)”, entre los cuales no (Presidente con el contralor directo aclamación, el Congreso de la FIFA estaba necesariamente previsto que de las carteras del Interior, Guerra decidió que fuera la sede figurase el primer título mundial de y Marina y Relaciones Exteriores, del primer campeonato mundial de fútbol; y —en el rubro “Arquitectu­ coexistiendo con un Consejo Nacio­ fútbol; otro campeonato que el país nal de Administración de nueve sede habría en definitiva de adjudi- ra” — la constancia: “Estadio (Cen­ tenario): Inauguración; Montevideo; miembros, renovable a tercios). Las autor Juan A Scasso” . O sea, que vísperas electorales no eran enton­ no se traspapeló el dato sino que ces tan largas como se han hecho EL PAIS OPTIMISTA acaso se omitió por pequeño, en una después. Recién en octubre se con­ DEL CENTENARIO cronología comparada que sin em­ certaría el pacto pre-electoral lla­ bargo recuerda que alguien pintó mado del “handicap”, según el cual, ¿ Qué pasaba, entre tanto, en nues­ ese año una “ Naturaleza muerta del por un compromiso político de re­ tro país? El 20 de octubre de 1929, sombrero” ... nuncias que le abrieran paso, los en el Hospital Italiano, bien cerca No es necesario acudir a tal cro­ sectores batllistas mayoritarios de­ de donde habría de erigirse el Esta­ nología para recordar ciertos hechos jarían la presidencia al líder riveris- dio, mona < septuagenario pero aún de aquel 1930 henchido de peripe­ ta Dr. Pedro Manini Ríos siempre en pleno vigor de su imperio político) cias. Uruguay recapitulaba la enga­ que éste obtuviera, en los comicios, Don José Batlle y Ordóñez Puede ñosa. poco duradera sensación de su el mínimo del 17 y medio por ciento pensarse que nuestros grandes cau­ fuerza presente, en el trance de con­ de los votos del total del lema. No dillos * también Herrera) han sabido memorar sus cien años constituciona­ había tampoco unidad entre los bat­ morir en el umbral de épocas que les: se publicaba una Colección Le­ llistas, aunque el lema amalgamara pudieran haber superado, con el peso gislativa emérita. Alberto Zum Fel- luego sus votos y los del riverismo, de las ad\ ersidades, la acción ya de lanzaba su impresionante Proceso contra el otro lema tradicional. Los crepuscular de su presencia Hoy, a intelectual del Uruguay y Reyles candidatos colorados eran el Dr. Ga­ muchos años vista es posible pen- concertaba (desconcertaba) la jun­ briel Terra, patrocinado por el ves­ kar Que —como dicen sociólogos y ción de una plural Historia sintética pertino batllista E l Ideal (“ Ideal” , economistas el modelo ba til isla de de la Literatura Uruguaya, que es un aliteración de "E l Día” ) dirigido por crecimiento estaba a punto de ago­ gran fiasco a muchas voces; la ge­ el médico Dr. Francisco Ghigliani tarse sobre la instancia del Centena­ neración del 20, los nativistas, los (argentino de origen, impresidencia­ rio El etatismo (a esa altura, más emergentes escritores del Centenario ble por eso. hombre de fuerte per­ etatismo que dingismo y planifica­ (Espinóla a la cabeza) estaban en sonalidad y ambiciones); el Dr. Fe­ ción) que había hecho la novedad plena producción Estrenaba en el derico Fleunquin, candidato sin “ gla­ de. batllismo avanzaría en adelante país el músico Eduardo Fabini y mour” popular, presentado como co­ poco y mal la Ancap es del 15 de exponía en el extranxro el maestro lorado neutral por el sector colegia- octubre de 1931 i del rrusnto día del Joaquín Torres-Garela Hablamos ro- lista ultra de E l Día, que consideró siempre a la Presidencia como una país dependiente habría de sentirla cien años (no tan apacibles, no tan mala tentación para correligionarios; con la mayor fuerza. Eduardo Ace- continuos) de vida constitucional; y y el Dr. Pedro Manini Ríos, líder vedo Alvarez ha escrito acerca de el fútbol habría de poner —a dis­ riverista, con el soporte del tándem La gran obra de los poderes consti­ tancia, hoy puede decirse sin dema­ periodístico La Mañana y El Diario. tucionales frente a la crisis (prime­ siada irreverencia— el sello más me­ Los candidatos blancos eran el Dr. ro de dos libros destinados a ensal­ morable a tal conmemoración. Luis Alberto de Herrera, obviamen­ zar las bondades de la instituciona- te mayoritario dentro del lema, y el lidad frente a la dictadura, también EL ESTADIO, Dr. Eduardo Lamas, candidato del en materia económico-financiera) y nacionalismo independiente. ha reseñado una compleja operación UNA OBRA A LO GRANDE A l desenlace se asistiría meses des­ de salvataje nacional, que no habría En lo más concreto y factible, la pués de la consagración uruguaya en de impedir que ocurriera la ruptura primera obligación del país fue la de el Primer Campeonato Mundial de de cauce constitucional del 31 de erigir un Estadio de Fútbol digno de Fútbol. Pero el país ya estaba soli­ marzo de 1933. El país estaba en la ocasión que afrontaba. Teníamos citado por estos planteamientos, el centro del vórtice pero aun no dos estadios menores: el Parque mientras —en los días de julio— se lo sabía, o no quería saberlo; porque Central, del Club Nacional de Foot- volcaba al Estadio Centenario o se­ la ilusa mentalidad liberal de la b a ll, en su actual emplazamiento guía, en las inmperfectas trasmisio­ época se reflejaba en muchas de las de 8 de Octubre y Cibils y la cancha nes radiales de la época, la gran expresiones del país, y no sólo en de Peñarol en Pocitos, con frente a victoria del 30 de julio (los políticos aquéllas confiadas a los políticos. la calle Pereira, en la actual con­ de viejo cuño anticolegialista, cuan­ El Uruguay del Centenario, con fluencia con Avenida Rivera y Ave­ do evocan una gran victoria en este 1:900.000 habitantes, con 7 millones nida Soca. En esas canchas se dis­ día, suelen remitirse al año 1916 y de cabezas de vacunos, 20 millones putaron algunos de los partidos: los a la elección de Constituyente). de ovinos, 98.000 personas ocupadas de menos público previsible, los de en agricultura, 44.564 automotores y gravitación menos decisiva. Pero era LA GRAN VICTORIA, —hoy nos parece inverosímil— sólo necesario tener un Estadio mayor 30.017 empleados públicos, era un para las competencias mayores: ese AL FILO DE LA CRISIS país en crisis. fue el origen del Estadio Centenario, en el parque que ya había empezado ¿Todo era tan victorioso en el año Pero frente a las acechanzas y aun a llamarse Batlle y Ordóñez, pero 30 uruguayo? Evidentemente, no. a los abismos, la víspera del Primer Campeonato Mundial de Fútbol abría que el público seguiría llamando El crack de la bolsa de Nueva York, (por muchos años y hasta hoy) Par­ en 1929, había marcado el clivaje una tregua. El país se recogía sobre de una gran crisis mundial; y un sí mismo, en la infatuación de sus que de los Aliados.

El desfile inaugural, con el público de pie. La fotografía —tomada desde el Palco Oficial— muestra la platea América y a la derecha el talud y los dos tramos de la tribuna Amsterdam, a los que se agregaría e, tercero recién en 1956. Las delegaciones van pasando y algunos brazos en alto retribuyen la cálida acogida del público. La cancha, desierta, espera el instante de que comience a rodar la pelota.

293 rece equipos conf.rmaron su participación. Con el fondo de las atestadas platea y tribuna Olímpica las delega- ciones vienen a alinearse frente a la tribuna América para la ceremonia de inauguración. Aunque el torneo ya estaba promediando —se jugaron acá las series eliminatorias— ésta es su solemne apertura oficiar.

Est Eít&dic —“ con capacidad mo­ el país optimista íy amenazado) de de las dos tribunas de situación pre­ mentánea para 80.000 personas” , di­ 1930: en el proyecto originario se ferida: la Olímpica, tendido de sol, ce el álbum de Arturo Carbonell prevé “un gran pórtico decorativo, la América, tendido de sombra. Debali— era menor que el que hoy que aerá revestido de mármol y de El campo de juego se previó de tenemos la Tribuna Olímpica, que pórfido, empleándose piedras nacio­ las dimensiones internacionales má­ ae llamó Montevideo pero que la nales, para que el Estadio sea tam­ ximas (91 x 118 mts.) y se realizó gente sigue llamando Olímpica, te­ bién un exponente de la riqueza y en 82 x 110. Los ángulos del field nia ya sus tres tramos actuales; la de la industria del país”. Ese Pala­ se excavaron a 6, 7, 9 y 11 metros América tenia el único tramo que cio Legislativo del Fútbol jamás se por debajo del primitivo nivel del noy continúa teniendo, pero las tr i­ llevó a completo término; y si en terreno, para amainar la fuerza de bunas de Colombes y Amsterdam, sus entrañas previstas para bares y los vientos, en la gramilla y en la de atrás de los goles” , tenían dos piscinas y otros esparcimientos hoy obra muerta de las tribunas. Hubo tramos cada una y hoy han alcan­ alberga una escuela pública y una problemas con los ojos de agua del zado el nivel de la Olímpica. comisaria de tránsito, la diferencia Campo Chivero; la pelea por una Todo se previó a lo grande por entre aquel sueño de pórfido y esta gramilla a tono con el Estadio es una propensión del país y de la épo­ realidad de educación y de policía, aún hoy —a cuarenta años de su ca una 1 orre de los Homenajes con mide el camino recorrido para el realización— una batalla empecinada diez piaos de altura, enclavada en la país; no para mal en todos los casos, y en camino de perderse. parte superior central de la Olímpi­ como lo abona la presencia de una La forma de elipse, achatada hasta ca. con ascensor interno, proa de escuela... acercarse a la circunferencia, coloca nave y alas de avión. Era un escán­ Los proyectista» fueron los arqui­ los goles casi de N a S; “ en la línea dalo de suntuosidad, que el público tectos Sca&so y Domato, aunque sólo interior del Estadio —dice Carbonell je ¿ aproveriió, es un monumento el primero de ellos ha figurado os­ Debali— cabe el Coliseo de Roma, nacional desafectado y habría sido tensiblemente en la documentación lo que da idea de su magnitud” . bt-furamerne u^ despilfarro irredimi­ oficial de la obra Se previó una gran I^a obra ocupó 450 000 metros cua­ ble ai el 30 de julio de 1930 hubiera estructura elíptica. con dos taludes tenido que izarse allí otro pabellón drados de terreno y la excavación habihtable» para ver los partidos de alcanzó a 160 000 metros cúbicos de que el nacional del sol y las nueve frBdJia. Pero asi era de grandioso pie. detrás de las vallas, y do» pla­ tierra; se emplearon en la estructu­ tea» (Olímpica y América) delante ra 14 000 metros cúbico» de cemento armado. Compartió el signo de toda series y determinó las cabezas de lla de Rampla), Ernesto Mascheroní nuestra preparación nacional para ta­ serie del siguiente modo: 1«, Argen­ (del O lim pia, originariamente suplen­ les eventos: se emprendió tarde y a tina, 2* Brasil, 3* Uruguay, 4» EE.UU. te de , de Wandérers, la disparada, en febrero de 1930. Se y Paraguay. Hecho el sorteo a par­ y luego titular sobre la marcha del trabajó a tres turnos, en la noche tir de estos puntos, las series queda­ campeonato, ambos para la sustitu­ bajo grandes reflectores, y se dio por ron finalmente así: ción del “ indio” Arispe, como Balles­ terminado el 10 de julio. El 18, cuan­ trero y Capuccini estaban para la del do se inauguró, el cemento estaba 1* , Francia, Chile, México; 2* Brasil, Yugoeslavia, Bolivia; “buzo” Mazali), de casi fresco y un diario montevideano Bella Vista y el inefable “canario” de media mañana (La Tribuna Po­ 3’ Uruguay, Rumania, Perú; 4* EE. UU., Paraguay, Bélgica. , ninguno parecía es­ pular) vaticinaba el inminente de­ pecialmente portentoso, en el papel rrumbe. Para el partido de Uruguay Se clasificaría sólo uno por serie, y antes de los acontecimientos. Sólo y Rumania, hubo una pequeña zona pasando los cuatro triunfadores a las uno, que se descartó en la final por clausurada, en una de las tribunas. semi-finales. razones anímicas, era deslumbrante: Se calculó su costo en un millón y Peregrino Anselmo (Nenín, Napoleón, medio de pesos de la época (“ oro” ), EL EQUIPO DEL 30 1’ de Mayo); pero su idiosincrasia “sin incluir la decoración en mate­ no era la de un ganador de batallas, riales nobles” , que nunca se llevó a EN EL CALCULO PREVIO sino la de un artífice. El equipo ju­ cabo. ___ 1 La preparación de los uruguayos gaba sobre sus reservas del 24 y El presidente de la FIFA, M. Jules y la misma selección del plantel, ha­ del 28 y los mismos longevos (Nasaz­ Rimet, dijo que era el primer estadio bían sido puntos altamente cuestio­ zi, Andrade, Lorenzo Fernández, del mundo, entre los dedicados exclu­ nados. Se empezó tarde, no se em­ Gestido, Scarone) estaban pasándose sivamente a fútbol; el Ing. Mauricio pezó bien. César L. Gallardo —el ya de su apogeo. Algunos no llega­ Fischer, vicepresidente de FIFA, dijo hombre que más sabe de la historia rían a Santa Beatriz (Lima, 1935), no conocer ninguno tan cómodo, tan de nuestro fútbol— ha dicho que las otros darían allí su canto del cisne amplio y que permitiera ver tan bien dos mejores expresiones futbolísticas en lo internacional. Comparado en el desde cualquier parte. que dio el país fueron los equipos del papel con el equipo argentino —siem­ Opus magna del Centenario, en 12 y del 30. Yo tenía doce años en pre rodeado de mejor propaganda, él se ha practicado ocasionalmente esta última fecha y devoraba todo como es habitual para la desventaja basket-ball, boxeo y llegadas de las lo que se escribiese sobre fútbol; re­ publicitaria de esta orilla— parecía vueltas de ciclismo, además de actos cuerdo, por tanto, que en aquellos el más opaco de los dos: Angel Bos- artísticos populares o mítines multi­ días no se tenía tal concepto de la sio, que no jugó la final, era la ma­ tudinarios de la República Española. potencialidad local. ravilla elástica (le detuvo una vez, Pero, fundamentalmente, ha servido Los valores principales del* equipo fuera de este Mundial, un shot in­ al fútbol, que hoy es su único desti­ o venían del 24 (Nasazzi, Andrade, creíble a Antonio Sacco y la foto no y su costosa prenda. Héctor Scarone, Petrone, Cea, San­ ha quedado para la antología de los tos Urdinarán) o habían tenido su grandes goleros); (que LAS CUATRO SERIES cénit en el 28 (Lorenzo Fernández, en el Estadio se derrumbaría igno­ Gestido, Héctor Castro); de los nue­ miniosamente ante un puñetazo del La organización del certamen fue vos, Enrique Ballestrero (guardava­ pequeño chileno Subiabre) era un naturalmente compleja, pero la bue­ na experiencia de la FIFA y el de­ nuedo de los dirigentes locales —con el Dr. Raúl Jude, notorio abogado, Uruguay, en la tarde del primer partido: Urdinarán, Iriarte, Petrone, Gestido a la cabeza de la A. U. F. y el ubicuo Cea, Castro, Fernández, Ballestrero, Andrade, Nasazzi y Tejera. y competente Roberto Mibelli en los puestos de ejecución práctica— per­ mitieron armar satisfactoriamente un plan y llevarlo a buen término. Se votó un previsor reglamento de 23 artículos, que fue completado lue­ go con las resoluciones tomadas por el Comité Organizador. Entre otras, una que suena curiosamente para nuestro tiempo, en que el sorteo de árbitros se hace casi a la hora de salir los equipos a la cancha: la de­ signación de los jueces debería prac-, ticarse con una anticipación mínima de 48 horas. Se aceptó la inscripción de árbitros presentados por siete de­ legaciones (Uruguay, Argentina, Bo- livia, Brasil, Chile, México y Ruma­ nia) además de los dos nombrados por la FIFA, de los cuales el belga John Langenus, con su vaga tenida de ciclista o globetrotter, estampa delgadísima y medias elásticas sobre pantalón abullonado a la rodilla, ha­ bría de ser el referee del match final. Confirmaron su participación trece equipos La FIFA decidió, a tenor deJ Reglamento, que habría cuatro

295 centro monolítico; y en la delantera la representación de un adversario ofrendas al pie de la estatua de Ar­ estaban jugadores que tenían fama que era, sobre la mesa, un salero tigas. Entre tanto, se confeccionó el de ser los mejores íoru-árds del inmóvil. “ Si, pero el contrario tam­ "flxture”, una palabra que por en­ mundo, incluso le sobraban delan­ bién juega", dijo el cazurro puntero tonces estuvo en boga. El campeo­ teros a Argentina: Perinetti, Peuce- en zapatillas que habría de colocar nato debía empezar el domingo 13 11c, Varallo, Scopelli, Stábile, Ferrey- el famoso ZapatillaZo del 3 a 2 en la de julio (México-Francia y Bélgica- rá, ChérrO. Demarífl, Spadaro, Ma­ final. EE. UU.); el lunes 14 se medirían ri© Evaristo, eran el lujo de una Los verdaderos estrategas estaban Perú-Rumania y Brasil-Yugoeslavia; abundancia sin posible empleo con­ entonces dentro de la cancha, bajo el 15, Francia y Argentina; el 16, junto. Argentina tenia más de once el caudillismo inigualado de José México-Chile; el 17, EE.UU.-Para- cracks; nosotros tal vez menos. Nasazzi; recuerdo un partido de pre­ guay y Bolivia-Yugoeslavia; el 18 La selección dió origen a ineyita¿ paración, en la cancha de Pocitos, recién debutaban los locales, en su bies discusiones: recuerdo todavía el en que él trío delantero central (Héc­ gran efemérides y en su gran esta­ escándalo que se suscitó cuando fue tor Scarone, Anselmo, Cea) hizo ya dio, jugando contra Perú; al día si­ preferido Juan Carlos Calvo, more­ las maravillas que repetiría frente guiente, Francia-Chile y Argentina- no, fuerte y tosco centre-half de a Rumania y Yugoeslavia. México. El domingo 20, Brasil-Boli- Wanderers, al virtuoso “Bebe” Ro­ Que luego algunos se revelaran via y Bélgica-Paraguay; el lunes 21, mero de la camisa afuera en Bella mejores de lo que se les creía y que adelantándose un día sobre lo pre­ Vista. Hoy pienso que era un concep­ Ernesto Mascheroni jugara como un visto originariamente, jugaron Uru­ to de fútbol más aguerrido el que gran back y Santos Iriarte como el guay y Rumania; el 22, Argentina llevó a optar por Calvo (que, por lo gran puntero alocado que nadie ha­ y Chile. Luego de esta rueda, queda­ demás, no jugó nunca); entonces es­ bía pensado que fuese, es otro asun­ rían clasificados los cuatro semi- cribí una colaboración burlesca que to. Pero nuestro equipo de 1930 no f inalistas. apareció publicada en un diario de se encaminaba a ganar el campeo­ El 13 de julio, en la cancha de Po­ Montevideo. Fue mi primera prueba nato sobre la base del reconocimien­ citos y con el arbitraje uruguayo de periodística y era una tontería com­ to de su superioridad técnica en el D. Domingo Lombardi (voluminoso plicada y pseudo-ingeniosa (estaba papel. La historia hay que contarla y excelente referee, que acaso no en primer año de liceo). de otro modo. dejara jugar demasiado) Francia le El entrenador designado fue el ganó por 4 a 1 a México; el mismo Prof. Alberto Suppicci (tio del co­ LLEGADAS, ALOJAMIENTOS día, los norteamericanos, en el Par­ rredor automovilístico que haría fa­ que Central (arbitraje argentino de moso el apellido años después). Sup­ Y PRIMEROS PARTIDOS Maclas) ganaron fácilmente por 3 picci —excelente persona, un verda­ a 0 a los belgas, impresionando por dero caballero— había sido toda su Las delegaciones fueron llegando, su gran estado atlético. Al día si­ vida un maestro de plazas de depor­ todas por vía marítima (no estába­ guiente, 14, Perú perdió en Pocitos, tes Era un preparador físico, no era mos aún en la era de los aviones por 3 a 1 frente a Rumania; eran los específicamente un técnico en fútbol. para el fútbol) y se fueron instalan­ Pero la verdad es que todavía no se rivales de serie de nuestro equipo y do en sus alojamientos. Los argen­ Perú impresionó flojamente. usaban, ni había jugadas diagrama- tinos lo hicieron en el Hotel de la Ese mismo día, y en el Parque das en pizarrones. Existe desde aque­ Barra, en Santiago Vázquez; los llos días la anécdota de cuando al­ Central, la primera sorpresa del tor­ uruguayos se habían concentrado en neo fue la derrota del Brasil, por guien quería enseñarle una jugada el Prado. Banquetes, discursos, visi­ de flanqueo al canario Triarte, sobre dos a uno, frente a Yugoeslavia. B ra­ tas al Presidente de la República, sil hizo un partido muy frío y el guardavalla yugoeslavo Yakchich —que jugaba espectacularmente, con La * o'-m ación peruana que opuso formidable resistencia a los cclestet guantes blancos— fue la mejor figu­ Lavalle —el puntero derecho— creó pánico en la multitud. ra del campo, salvando la victoria de los europeos cuando Brasil quiso apremiar algo. Argentina debutó en el Parque Central al día siguiente y su co­ mienzo, frente a los franceses, fue bajo. También aquí el goalkeeper (Alexis Thepot, un saltarín con gran tricota para el invierno uruguayo) estuvo dilatando la victoria argen­ tina. Y ella vino pero no por los delanteros sino desde la línea me­ dia albiceleste. Ante una falta del back derecho Mattler, el juez brasi­ leño Almeida Regó sancionó el "fo u l” . Y Monti, con tiro de "pelota parada" o pelota quieta (como no se decía entonces y se dice ahora) consiguió el único tanto. Los argen­ tinos que habían llegado hasta el Parque Central a ver a su equipo, se reüraron visiblemente desconten­ tos. El favorito no empezaba bien. El 16. en el Parque Central, Chile • en la sene de Argentina) batió a México por 3 a 0. Y a) día siguiente, en la misma cancha, los paraguayos debutaron simpáticamente, con ban­ dera uruguaya desplegada, pero fue­ ron goleados por los norteamerica­ nos: 3 a 0, y se tuvo al primer semi- f inalista clasificado, en tanto Uru­ guay no había empezado todavía su actuación en el campeonato. Ese mismo día 17, en el espectácu­ lo doble del Parque Central, Yugo- eslavia goleó al prim itivo equipo de Bolivia (4 a 0) y también se clasifi­ có semifinalista. Quienes habrían de ser adversarios de los rioplatenses, cerraban así su primera etapa y se agenciaban nueve y diez días, respec­ tivamente, para descansar antes de la últim a rueda. a• ™ ” * A. »< • y • UN CENTENARIO, UN ESTADIO, UNA PENOSA VICTORIA feí 18, el día en que se cumplían cien años de la Jura de nuestra p ri­ mera Constitución (sustituida en 1917), se inauguró el Estadio y de­ butó Uruguay. Las entradas eran numeradas y la Olímpica costaba cincuenta centési- El otro héroe peruano fue su arquero Pardón. Acá recoge la pelota ante mos; alguien, con todo, les llamó la arremetida de su único vencedor: el manco Castro. “precios de ópera”. El lleno era ab­ soluto, quedaban miles de aficiona­ dos por entrar. Aunque el campeonato estaba ya promediado, aquélla fue su solemne inauguración oficial: desfile de de­ legaciones con sus equipos de fútbol nica, contratacaban impetuosamente, 45' PARA EL RECUERDO o de promenade, banderas, himnos y sobre todo merced a las embestidas En el primer tiempo del match del un discurso del Dr. Jude, declaran­ de un puntero derecho, negro retin­ 21 de julio, Uruguay jugó segura­ do inaugurado el Estadio, “ síntesis to de apellido Lavalle, que solía mente el mejor fútbol del campeo­ armoniosa del ideal creador y patrió­ crear pánico desde el rincón de la nato y le marcó, en 45', cuatro goles tico de un pueblo que marcha, con América y la Amsterdam. a Rumania. Después se dejó estar, a la frente al sol, por el recto camino Al día siguiente, en el mismo Es­ la espera de compromisos posterio­ de su destino histórico” . tadio, hubo un espectáculo doble, que res. Luego del comienzo penoso Y luego el partido, que serviría de tenía también un doble interés: co­ contra Perú, la clasificación en la primera prueba a nuestra chance. rrespondía a la primera serie, juga­ serie había sido lujosa, facilísima, Perú había perdido cuatro días an­ ban todos los cuadros de ella y abrumadora. tes contra Rumania, por 3 -.a 1. afrontaban, por ende, sendos com­ Aparecieron variantes sobre la ali­ Alineamos contra él a Ballestrero, promisos por separado Chile y A r­ neación anterior; Ballestrero, Nasazzi Nasazzi y Tejera; Andrade, Fernán­ gentina, que se mantenían sin pun­ y Mascheroni; Andrade, Fernández dez y Gestido; Urdinarán, Castro, tos en contra dentro de esa serie. y Gestido; Dorado, Scarone, Anselmo, Petrone, Cea e Iriarte. Sólo faltaba, Chile y Francia hicieron un pri­ Cea e Iriarte. Cada delantero hizo para una alineación totalmente orto­ mer tiempo sin goles, pero a los 19’ su gol, con excepción de Iriarte; en doxa, Héctor Scarone; pero tenía un del segundo tiempo el entreala Gui­ el segundo tiempo, ociosamente, se suplente magnífico, y ese suplente llermo Subiabre cabeceó venciendo jugó para completar la lotería, pero fue en definitiva quien arrancó para a Thepot. Iriarte no pudo hacer su gol; se nosotros la disputada victoria. . En el segundo partido de la tarde, reservaba para un día más difícil Argentina venció a México por seis Los peruanos, camisa blanca a y memorable. cuello y puños rojos, opusieron una a tres y sus goles los hicieron, de Lo que ese día, contra el arco de resistencia inesperada. Pardón (o Pa­ a dos por autor, Stábile, el defensa la Colombes, hicieron Scarone, An­ drón). pequeño goalkeeper que no ha­ Zumelzú y Varallo. Se comprobó lo selmo y Cea, no podrá ser olvidado bía jugado contra Rumania, hizo pa­ que se sabía: que, como es ya tradi­ por nadie que lo haya visto: pases radas imposibles. Y el primer tiempo cional en los equipos argentinos, te­ cortos, pelotas dejadas pasar, cor­ transcurrió sin tantos y con un equi­ nía más calidad el ataque que con­ tadas, cabezazos, taquitos, el reper­ po uruguayo que —a semejanza del sistencia la defensa. Argentina ga­ torio completo de nuestro fútbol ma­ argentino unos días antes- no se en­ naba holgadamente, porque marcaba yor estuvo esa tarde a disposición contraba a sí mismo. En el segundo seis tantos; pero los bisoños mexica­ de las tribunas, para vengarnos del tiempo, el manco Castro recibió un nos habían podido marcarle tres. magro comienzo de tres días atrás. pase de Cea y tiró cruzado desde El día 20, en el Estadio, fue un Sólo quedaba por clasificar el f i­ 15 metros, haciendo entrar la pelota día para perdedores y con grandes nalista correspondiente a la primera al arco de la Colombes. Fue el p ri­ claros en la Olímpica. Los deshaucia- serie, la más numerosa de todas, por­ mer gol en la historia del Estadio dos jugaron entre ellos y Brasil ven­ que comprendía cuatro equipos; y ni Centenario; y fue ese día un alivio, ció a Bolivia por 4 a 0, en tanto Pa­ Chile ni Argentina tenían puntos per­ raguay pudo hacerle un gol a Bélgica pero no definitivo. I^os peruanos, in­ didos. feriores a los nuestros en calidad téc­ y ganarle.

297 r‘ti c ct stspues Uruguay enfrentaba a Rumania y p ro d u jo el mejor fútbol del campeonato durante el primer tiempo. Hubo vanantes en la formación porque aquel triunfo ante Perú sonaba a derrota. Iriarte fue el único delantero que no hizo ningún gol: se reservaba para un día más difícil y memorable. José Leandro Andrade Enr.que Ballestrero, José Nasazzi, Alvaro Gestido, Ernesto Mascheroni, Peregrino Anselmo, Lorenzo Fernández' Santos Iriarte, , Héctor Scarone y Pablo Dorado.

El día siguiente, 22 de julio, en el Anselmo “duerme” la pelota en su pie izquierdo ante la desesperada Estadio y con el arbitraje de Lange- acrobacia del arquero y defensa rumano. Anselmo jugó notablemente. nus, se midieron esos dos virtuales finalistas de serie. Los chilenos tu­ vieron el obvio aliento del público, que ya recelaba al equipo argentino como adversario final; cuando el cor­ pulento Monti tocó tierra con las espaldas, hacia el centro de la can­ cha y sobre el sector que da a la Amsterdam, el público no condene demasiado la agresión de David a Goliath, originada en una incidencia dura del juego. Los argentinos eran mejores y ga­ naron por 3 a 1, sin deslumbrar; y acaso el soore fue generoso con las diferencias que se acusaron en la misma cancha El primer gol fue a los 12‘ del primer tiempo y lo obtu­ vo de cabeza StAbile; el segundo, también de Stábile, vino casi en se­ guida. Subiabre aprovechó un error de Bossio para descontar y así ter­ minó el tiempo, en el segundo, el puntero izquierdo Mano Evaristo ob­ tuvo el tercer y último gol de los argentinos a temamos los cuatro semifina- listas: ni Uruguay ni EE. UU ha­ blar tenido goles en contra; uno le habían marcado a Yakchich y cua­ tro aJ famoso Angel Bossio CAMINO DE LA COPA LOS PESOS DE 1930... 18 de julio: URUGUAY 1 PERU 0 Algo más de cuarto millón de pesos uruguayos (¡de antes!) quedaron en las boleterías de Pocitos, Parque Central y el flamante URUGUAY: Ballestrero; Aa- Estadio Centenario. Contrariamente a cuanto pudiera pensarse, sazzi y Tejera; Andrade, Fer­ el récord fue establecido en Uruguay-Yugoslavia, ocupando el nández y Gestido; Urdinarán, cuarto lugar el clásico del Plata. Castro, Petrone, Cea e Iriarte. PERU: Padrón; De las (asas ESTADIOS PARTIDOS RECAUDACIONES y Maquillón; Denegrí, Galindo P. Central EE. UU. 3 Bélgica 0 $ 11.237,30 y Astengo; Lavalle, Flores, Vi- Pocitos Francia 4 México 1 $ 1.482,30 llanueva, Neyra y Souza. P. Central Yugoslavia 2 Brasil 1 $ 1 3 .7 3 6 ,2 0 Gol: Héctor Castro Pocitos Rumania 3 Perú 1 $ 6 5 7 ,2 0 P. Central Argentina 1 Francia 0 $ 1 4 .0 1 2 ,5 0 21 de julio: P. Central Chile 3 México 0 $ 4 . 160,00 URUGUAY 4 RUMANIA 0 P. Central Yugoslavia 4 Bolivia 0 0 1 2 .1 5 9 ,4 0 URUGUAY: Ballestrero; Na- ” ” (doble) EE. UU 3 Paraguay $ 0 2 5 .8 1 1 ,5 0 sazzi y Mascheroni; Andrade, E. Centenario Uruguay 1 Perú $ 0 Fernández y Gestido; Dorado, E. Centenario Chile 1 Francia 3 1 7 .4 4 0 ,0 0 Scarone, Anselmo, Cea e Iriarte. ” ” (doble) Argentina 6 México $ Bolivia 0 RUMANIA: Lapusneau; Bur- E. Centenario Brasil 4 Bélgica 0 8 .4 0 6 ,7 0 ger y Tacú; Robe, Cogí y Ei- ” ” (doble). Paraguay 1 $ 4 Rumania 0 3 0 .7 3 5 ,5 0 sembeiser; Kovacs, Desu, Wer- E. Centenario Uruguay $ 3 Chile 1 1 8 .1 9 8 ,4 0 zer, Rafinski y Barbu. E. Centenario Argentina $ EE. UU. 1 31 .9 9 2 ,9 0 Goles: Dorado, Scarone, Ansel­ E. Centenario Argentina 6 $ Uruguay 6 Yugoslavia 1 3 5 .0 5 7 ,2 0 mo y Cea. E. Centenario $ E. Centenario Uruguay 4 Argentina 2 $ 3 0 .0 0 0 ,0 0

27 de julio: 15 etapas (3 de doble partido) ...... m /urug. $ 2 5 5 .0 8 7 ,1 0 URUGUAY 6 YUGOSLAVIA 1

URUGUAY: Ballestrero; Na- sazzi y Mascheroni; Andrade, Fernández y Gestido; Dorado, Scarone, Anselmo, Cea e Iria rte . YUGOSLA VIA : Yakchitch; Yocovitch y Mihaylovitch; Ar- seniyevitch, Stefanovich y Djo- kitch; Tirnantich, Maryano- vitch, Beck, Vudaninovitch y Sekoulitch. Goles: Y udaninovitch (Y.); Cea (3), Anselmo (2) e Iriarte.

30 de julio: URUGUAY 4 ARGENTINA 2

URUGUAY: Ballestrero; Na- sazzi y Mascheroni; Andrade, > Fernández y Gestido; Dorado, Scarone, Castro, Cea e Iriarte. ARGENTINA: tíotasso; Della Torre y Paternóster; J. Eva­ risto, Monti y Suárez; Peucelle, U acallo, Stábile, Ferreyra y M. Evaristo. Goles: Dorado, Cea, triarle y ('astro; Peucelle y Stábile (A ).

299 r Balhxrero. Lrn<-i«» MaM’lieroni. Ji L¡ ««jiiip»» tirugti.is•>. < .({iipt-un 3*>. •\l\ r ' ' * * 7aro .w ' . * • * 9 Gratulo* *■ * I u i i iiz j i l'crnáuduz. .Pablo- Dorado. Hedor' Scaroé<*> llértór Castro Ir ia r h * . K i i »e¿* aíin >. Iré»» \ n i la í ' »•***"* * ' "w * *■** • *' ’ •• • r ,•*' ■* •' *“.«"»■<* * «lie lia berilo tanto vil tan puco tiempo. DESARROLLO DEL CAMPEONATO SERIE A

Países Argentina Chile Francia México Pun'os Argentina X 3-1 1-0 6 -3 6 Chile 1-3 x 1-0 3 -0 4 Francia 0-1 0-1 x 4-1 2 México 3-6 0 -3 1-4 X ' 0

SERIE B

Países Yugoslavia Brasil Bolivia Puntos Yugoslavia X 2-1 4 -^ 4 Brasil 1-2 X 4 2 Bolivía 0 -4 0 -4 0

SERIE C

Países Uruguay Rumania Perú Puntos Uruguay X 4 -0 1-0 4 Rumania 0 -4 X 3-1 2 Perú 0-1 1-3 X 0

. SERIE D

Países EE. UU. Paraguay Bélgica Puntos EE. UU. X 3 -0 3 -0 4 Paraguay 0 -3 X 1-0 2 Bélgica 0-3 0-1 X 0

SERIE FINAL

Uruguay * URUGUAY 4 Yugoslavia

Argentina * ARGENTINA 2 EE. UU.

GOLEADORES URUGUAYOS

P Cea 5 P. Anselmo 3 P. Dorado 2 H Castro 2 S. triarte 2 H Scarone 1

Sumaron 15 los goles orientales en lo ftimet de 1930.

Argentino convirtió 1 6 y Guiller­ mo Stabtle fue el goleador del Mundtal, con 8 tontos

>Ü2 UN SORTEO PROVIDENCIAL los adversarios de los lados del rio. por esa prueba, había concurrido a la Y el destino no se interpuso. de Amsterdam (1928) y hob había Había que sortear las semifinales; La FIFA lo convino todo, con las hecho de ertcamieado opositor. Én todo el mundo pensaba que lo mejor, mayores garantías: se echaron a Amsterdam se había visto que ei lo más justo, lo más comercial si se suerte cuatro bolillas, que numera­ centro del fútbol, por esa época, es­ quiere, era que Uruguay y Argen­ ban así a los países semifinalistas: taba en el Río de la Plata. Las semi­ tina no se encontraran antes de la 1, Argentina; 2, EE. UU.; 3, Uru­ finales —ambas por la abundancia final. El certamen habría perdido guay; 4, Yugoeslavia. contundente del 6 a 1— lo confir­ ese sentido de culminación de climax El sorteo se hizo en acto público maron. que inmejorablemente tuvo, si un y se invitó a personas extrañas a El sábado 26 de julio se jugó en sorteo desgraciado hubiese llevado extraer las bolillas; increíblemente el Estadio con una cancha pesada. a que los equipos del Río de la Plata ordenadas, salieron —en sucesión— Los norteamericanos no pudieron, en lucharan para que uno eliminase al las bolillas 1 y 2, decidiendo una ese terreno, desplegar la velocidad otro antes del último día; mejor di­ semifinal entre Argentina y EE. UU. atlética —velocidad de los hombres, cho, el último día habría sido aquél La otra estaba cantada, y no hubo no astucia en los desplazamientos ni en que uno de los dos eliminara al que sacar más bolillas. ágil circulación de la pelota— que otro (como en 1954 nuestro último Se fijó el sábado 26 de julio para tanto los había caracterizado en su día ocurrió frente a Hungría). la semifinal entre Argentina y los serie, y que allí les había servido Habíamos tenido que disputar por EE. UU.; y el día siguiente, domingo para imponerse, sin un solo gol en dos veces seguidas (1-1 y 2-1) con 27, la semifinal entre Uruguay y contra. Ahora tenían que habérse­ ellos la final de Amsterdam; éramos Yugoeslavia. las con un equipo que sabía jugar —unos y otros— los casi invariables fútbol y que los traía a su juego: finalistas de los Sudamericanos y los LA VIEJA PRIMACIA lento por las condiciones de la can­ eternos rivales de las copas criollas cha, sutil, ingenioso y complejo por de nombre inglés (Lipton, Newton). RIOPLATENSE la sabiduría rioplatense. Los norte­ Habría sido injusto que el destino Uruguay había ido solo a la loca americanos se vieron frenados y per­ se hubiera interpuesto para que la aventura de Colombes (1924) y la plejos. Los argentinos hicieron un gran ordalía final no quedara entre había ganado. Argentina, estimulada solo gol en el primer tiempo (a car-

Ya estábamos en la semifinal. Un día antes Argentina daba fácil cuenta de los estadounidenses y el domingo 27, los celestes enfrentaban a Yugoslavia. Se mantuvo el equipo de la arrolladora exhibición ante los rumanos. Andrade Gestido, Nasazzi, Ballestrero, Mascheroni, Lorenzo Fernández, Dorado, Scarone, Anselmo, Cea e Iriarte formando antes del partido. Debieron superar un tanto inicial adverso... pero terminaron amontonando seis goles en el arco de los europeos.

> 303 bol, en el Estadio Centenario. Había acudido gran cantidad de argentinos, y se les había vendido un tramo su­ perior de la Olímpica, a la izquierda si se toma en cuenta la posición de la torre, mirando hacia el campo. La víspera fue febril. En el equi- por uruguayo, Peregrino Anselmo —que había jugado magníficamente contra Rumania y Yugoeslavia— pi­ dió no ser alistado. Petrone estaba fuera de forma y fue incluido enton­ ces Héctor Castro. Castro no dirigió la línea como lo hubiera hecho Ansel­ mo ni shoteó como lo habría hecho Petrone; pero se filtró, empujó, sal­ tó, hostigó, puso en todo un nervio y un temple que en partidos de esta índole se precisan. El manco Castro en la final de Montevideo, como el mono Gambetta en la final de Mara­ caná, era un hombre indicado. Lue­ go se hizo la leyenda del muñón de Castro y sus efectos sobre las costi­ El gol del empate ante los yugoeslavos, obtenido una vez más por Pedro Cea. llas de Botasso; excusas de malos Tira Anselmo, rebote y gol del “empatador olímpico”. perdedores, como hubo muchas por aquellos días. Los argentinos, que entraban siem­ go de Monti) pero remataron su apa­ nalizó así 3 a 1, sin posible incóg­ pre a la cancha con impecable ambo bullante dominio con muchos goles nita, a favor de Uruguay. En el in­ gris de pantalón corto, habían ensa­ en el segundo: a los 11’ el “ conejo” tervalo ya podía hablarse de la final yado varias combinaciones y alista­ Scopelli, a los 24’ Stábile. a los 35’ entre los rioplatenses. ron ese día la que incluía a Juan y 40’ el (ese día imparable) puntero Tres goles más hubo en el segundo Botasso (ya reemplazante de Bossio derecho En los cin­ tiempo: de Iriarte el primero de frente a EE. UU.); Della Torre y co minutos que restaban, hubo toda­ ellos, de Cea los (jos restantes. Paternóster; , Monti y vía dos goles: uno de Stábile, para Y de ese modo se llegaba —otra Suárez; Peucelle, Varallo, Stábile, que los de Argentina fueran 6. y el vez Uruguay y Argentina, como en Nolo Ferreyra y . norteamericano “del honor” , del pun­ Amsterdam— a la final por el rei­ Uruguay jugó con Ballestrero, Na- tero derecho James Brown. Y así nado del fútbol del mundo. sazzi y Mascheroni; Andrade, Fernán­ fue como los argentinos —cronológi­ dez y Gestido; Dorado, Scarone, Cas­ camente últimos en clasificarse semi- POR LA COPA tro, Cea e Iriarte. finalistas— fueron los primeros en Salieron al campo los argentinos saber que tendrían una opción di­ Y POR LA HISTORIA primero, a las 14 y 10’, y casi en recta a la Copa, esa copa con una Con un estadio rebosante y una seguida los uruguayos; intercambia­ cariátide sobre fondo de alas, laure­ tensión pública nunca superada para ron ramos de flores, dieron los hu- les y taza esa figura semejante a esta clase de hechos, el 30 de julio rras juntos frente a la Olímpica y las del obelisco de Zorrilla, hecha de 1930 se disputó el partido del saludaron al público en un mismo por Abel La Fleur y todavía 'vís­ Primer Campeonato Mundial de Fút­ acto. peras de México, 1970) sin dueño definitivo, porque nadie la ha gana­ do tres veces (Uruguay, Brasil e Ita­ El tercer gol uruguayo, cuando el partido era un monólogo celeste. Lo hizo lia van por la vuelta). Anselmo y Uruguay se va del primer tiempo ganando 3 a 1. Al día siguiente, domingo, con la misma alineación dispuesta para ga­ narle a Rumania, el equipo urugua­ yo liquidó fácilmente las esperanzas de Yugoeslavia Acaso alguien pudo venas cercanas cuando Sekoulich, en una Jugada de contragolpe consiguió ventaja para los europeos a los 4'. Pero el equipo uruguayo, sin repe­ tir el maravilloso primer tiempo contra Rumania, no se desconcertó y se dio a agobiar, con abismales di­ ferencias de calidad de juego, a la defensa que terminaba en YakchiCh, en su gorra y en sus guantes blancos Cea —Uamado “ el empatador olím­ pico' , titulo que consolidaría tres día* después emparejó las cifras Y Anselmo estupendo ailista del fútbol, ooiooó dos goles más —el primero de ellos de cabeza en el resto del primer tiempo, el cual fi­ 1

Por la copa y para la historia. Varallo, Monti, Evaristo, Paternóster, Suárez, Stábile, Botasso, Della Torre, N°lo Ferreyra, Nasazzi, Castro, Gestido, Andrade, mano y gorra de Ballestrero, Iriarte y Mascheroni err el saludo a un Estadio Centenario repleto.

Elegidas las vallas, correspondió a Juan Evaristo —a quien el vice­ Quienes confiaron también, a par­ Uruguay jugar defendiendo el arco presidente de la FIFA, Ing. Fischer, tir de ese instante, fueron los hin­ de la Amsterdam y a Argentina el consideró luego el más admirable de chas argentinos; y con toda razón. de la Colombes. Uruguay había ga­ los veintidós jugadores de esa tar­ Como equipo, el suyo estaba funcio­ nado el sorteo y prefirió jugar con de— trató de interponerse, sobre la nando mejor. Y acababa de remon­ sol en contra el primer tiempo: la línea misma del gol, y las fotos lo tar la desventaja. acción del sol fue aducida, precisa­ muestran, con su famosa boina blan­ El gol de Stábile que, allá por los mente, como excusa del fracaso de ca, tratando de rechazar una pelota 37’ del primer tiempo, pondría en ventaja a Argentina, fue la inciden­ Ballestrero en ocasión del segundo que tuvo luego que conformarse con cia más discutida del campeonato. (y tan dudoso) gol argentino. sacar del fondo de la red. Uruguay empezó jugando mejor: Y cuando la prensa porteña se dio a El gol fue una explosión pero, pa- acusar a Langenus, omitió decir que atrás, Andrade se veía insólitamente radojalmente, esa explosión aflojó a pesado y Nasazzi debía cubrir esos seguramente aquélla —que favore­ los uruguayos, en tanto acendró el ció a los argentinos, y que pudo ha­ continuos claros, adelantándose con­ trabajo de los argentinos. Estos, co­ tra su costumbre de jugar en el ber sido decisiva para la suerte de mo siempre, tenían una delantera la Copa del Mundo— fue su más área; Mascheroni y Lorenzo Fernán­ superior a la defensa (con la ya dez respondían notablemente, éste gruesa falla. anotada y solitaria excepción de Eva­ La controvertida conquista argen­ incluso en el quite (que nunca fue risto). Y la delantera empezó a per­ su fuerte); Gestido, no tanto. tina vino en seguida de un shot de cutir, hasta que —entre los 19 y 20 Castro que, ejecutado desde una dis­ El juego ofensivo uruguayo se hi­ minutos, o sea entre 7 y 8 después zo alimentando a los punteros, y el tancia de sólo cinco metros, dio en de la apertura del marcador— se el ángulo, cuando Botasso estaba primer gol, a los doce minutos, vino produjo el empate. “ Monti recibe la precisamente por la punta derecha. vencido. “ El rebote lo tomó J. Eva­ pelota y la pasa a Stábile, que la risto —cuenta el Album— quien, El País del día siguiente lo narra pasa a Ferreyra —dice la versión tras correr buen trecho, dirigió un así: “Gestido pasa a Fernández y pase largo a Monti. Este jugador éste a Castro. El centro forward periodística de que me abastezco, mucho más lineal y directa de las despidió la pelota hacia adelante, cruza entre Mentí y Della Torre y por elevación, y cuando Nasazzi pasa la pelota a Scaronc, que viene que lamentablemente escriben hoy. Este cruza la pelota a la derecha y aprestábase a devolverla, aminoró a la carrera. 8carone ha tropezado el esfuerzo al advertir que tanto con la pelota y la ha dejado un poco Peucelle, después de eludir a Gesti­ do, la consigue y mediante un shot Ferreyra como Stábile se hallaban atrás; pero se detiene y, aunque detrás suyo, en offside. El capitán forzado porque Paternóster y Suárez corto, ligeramente alto, vence desde cerca a Ballestrero” . olímpico levantó las manos pero el ya lo acosan, consigue devolverla a juez, mal colocado, no advirtió la Castro, quien por lo bajo la pasa a Ballestrero estaba "mal colocado, en ese instante” , dice el álbum de infracción. Stábile y Ferreyra reci­ la derecha. Dorado, que llega a la bieron la pelota cómodamente y sin carrera, avanza con la pelota dos Carbonell Debali. “ En el primer gol argentino no nos pareció muy listo más enemigos que Ballestrero avan­ metros más y hace un fuerte shot zaron con resolución, ensayando Stá- bajo que cruza la goal Une en la dice El País, juzgando la actuación del goalkeeper—. Creemos que con­ blle un shot alto, de frente, pode­ mitad de la valla, sin que Botasso roso, que batió sin remedio al ar- pueda evitar el gol”. fió demasiado” .

305 gehtinos, a quienes nadie molestó— recibió la pitada del belga, para or­ denar el descanso.

UN SEGUNDO TIEMPO PARA HOMBRES “En todo el stadium soplaba vien­ to de angustia”, escribe Carbonell Debali, con veleidades de tragedia griega. Y tal viento no amainó al reanudarse el juego. Por el contrario, en los diez primeros minutos fueron los argentinos quienes, con la tran­ quilidad que les daba la ventaja, se movilizaron mejor, aunque sin crear mayores apremios. Pero a los 10’ se produce un re­ punte uruguayo, que las crónicas atribuyen al hecho de que se a fir­ mase el hasta entonces vacilante Gestido. El gol del empate sobrevino a los 57' de juego (o 12’ del segundo tiem­ po) y obedeció fundamentalmente a una genialidad de Scarone. Todo em­ pezó con un free-kick, que Lorenzo Fernández cumplió en dirección a Castro. Este la entregó a Scarone y el “ mago” aunque a tres metros de Feuceile, varallo, Stábile, Ferreyra y Mario Evaristo: la delantera argentina encabezada por Guillermo Stábile, go leador del campeonato. Botasso, se vio bloqueado por su po­ sición forzada. Entonces, genialmen­ te, pasó de cuchara la pelota por encima de su propia cabeza, hacia quero. Antes de sancionar el gol, el nos, en nuestra propia casa. Un si­ la izquierda. Quedaron fuera de jue­ juez consultó al linesman señor Cris­ lencio crispado —sólo turbado por las go Della Torre y Paternóster y la tophe, para quien no hubo nada voces de aliento de los parciales ar- tomó Cea (el único hombre que ju- anormal; y señaló seguidamente el centro de la cancha” . El País lo cuenta de otro modo: La pelota pasa por sobre Nasazzi, Henry Cristophe línea, José Nasazzi capitán celeste, John Langenus árbitro, Ferreyra capitán albiceleste, y Saucedo, línea. que ha saltado para cabecear sin al­ }«m w MVA'Uz ? « # — i— I r .:.1 ------— canzarla, y cae dentro del área. Fe­ rreyra y Stábile llegaban a la ca­ rrera, y éste último, que se pose­ siona de ella, sin adelantarse más hace un shot alto, que franquea la valla casi por el centro, al costado de la mano derecho de Ballestrero, que ha abierto los brazos como es­ torbado por el sol que recibía de frente” . Cuando juzga a Ballestrero, el cro­ nista de El País anota: “ El segundo tanto que se le señaló fue un gol muy fuerte, y aunque se le dirigió rectamente, el guardavalla uruguayo tuvo un gran enemigo en el sol” . Consultado Langenus acerca de por qué había validado el tanto, dijo: Al nacer Ferreyra el pase adelante, Nasazzi estaba colocado entre ios ju ­ gadores argentinos y su valla, ade­ lantándose luego para cortar el pa­ se sin resultado, ocasión que apro­ vechó Stábile para vencer a Balles- trero” Otros vieron el offside y lo seña­ laron como el único error de Lange­ nus azi, Maquillón, el capitán del equipo peruano Lo cierto es que el gol se validó y, a siete man utos del intervalo la Copa de i Mundo parecía írsenos de las ma- Doce minutos, tiembla el estadio, Gol de Dorado. Tiró Castro, rechazó Paternóster, recogió Dorado como venía y su tiro cruzado se le fue entre las piernas a Botasso. Uruguay 1 Argentina 0. *©•©* oel rio

gó todos los matches de los tres tor­ una distancia entre 25 y 30 metros, nea del gol. Pero se pensaba ya que neos, 24, 28 y 30). Con tiro corto, golpeó la pelota en el famoso zapa- no podía haber más que un ganador, hacia la izquierda de Botasso, Cea tillazo que abrió el camino hacia la y el gol de Castro (a los 89’, 44’ del obtuvo el empate. El viento de an­ Copa. Botasso se lanzó hacia la de­ 2’ tiempo) lo confirmó. Ballestrero gustia comenzó a soplar para otros... recha, con el brazo de ese lado en sacó una pelota, dándola a Cea, quien Lorenzo Fernández, con su juego alto, pero la pelota entró por el án­ la pasó a Iriarte. El puntero dribleó fuerte y viril, dominaba el centro gulo superior derecho y quedó col­ a Evaristo y a Della Torre, lanzando del campo. Andrade parecía haber gada, entre el tubo metálico y la red. un centro pasado. Lo rechazó mal recuperado su proverbial plasticidad, "Castro se apresuró a ponerla en li­ Arico Suárez y la pelota fue a los y daba cuenta del ala izquierda ar­ bertad, siguiendo una cábala” (la pie de Dorado, quien volvió a cen- trear. Saltaron Della Torre y Castro, gentina. Gestido afirmaba una ges­ misma cábala por la que Nasazzi im­ y el delantero logró cabecear, ven­ tión que lo había mantenido hasta pidió años después que Eduardo Gar­ ciendo por última vez a Botasso. Cua­ el momento muy lejos de sus mar­ cía descolgara, en la misma valla de la Amsterdam, el cañonazo de tro a dos. cas de Amsterdam, Nasazzi, alivia­ Había minutos de descuento pero do por el repunte de Andrade, podía Young). Hubo todavía un momento de pá­ transcurrieron en el delirio. Cronis­ volver a replegarse y Mascheroni tas que habían apuntado prolijamen­ contaba como un sólido back en la nico cuando Varallo shoteó contra la valla desguarnecida y Andrade te todas las jugadas, hasta ese mo­ tarea de romper juego. El fabuloso mento, confiesan que ya no pudieron Scarone, con la jugada del segundo interceptó la pelota casi sobre la lí­ gol, se había —por fin— despertado. Castro cumplía con crear peligro en sus arremetidas, y Cea —lento y, Empata Argentina. Pecucelle tiró alto, a da izquierda de Ballestrero que como siempre, poco espectacular— no atinó ninguna defensa. trabajaba arriba y abajo. De los punteros, Iriarte era el más veloz y endemoniado; pero Pablo Dorado, aun luchando con su situación de zurdo cerrado que ha sido colocado a la otra punta, acompañaba y ha­ bría de estar en el último gol, como colaborador inmediato. Ballestrero, entre tanto, tenía poco trabajo. El equipo argentino, que podría haber entrado a conservar la venta­ ja y la había perdido, anímicamente no hacía pie. Y su defensa insinuaba los claros que todo el mundo cono­ cía. En esas condiciones, el empate duró sólo 11’, de los 57’ a los 68' (de los 12’ a los 23’ del segundo tiempo). El gol de Iriarte fue seguramente el más hermoso de la tarde. Masche- ronl cortó una carga de Varallo y »e fue adelante sin que nadie lo mar­ cara, alrededor de 30 metros. Cuan­ do Monti le salló al cruce, la pasó a Iriarte. El puntero tuvo relativa comodidad para prepararse y, desde foto del día siguiente (leña para la hoguera) lo mostraba, con una fle­ cha que en su cuerpo en blanco lle­ vaba escrito “Aquí estaban los ar­ gentinos’’. Y la leyenda, al pie, ha­ blaba de “un núcleo numeroso de argentinos, en quienes la amargura de la derrota ha podido más que la esquisitez del espíritu’’...

OPINIONES Y RECONOCIMIENTOS , entrenador del equipo argentino, reconoció la justi­ cia del triunfo uruguayo y reconoció el bajo rendimiento de los suyos. Lo atribuyó a anónimos recibidos en los días inmediatamente anteriores al match. Zumelzú se excluyó por esa Treinta y siete minutos: Argentina 2 Uruguay 1. Un tiro de Castro dio causa, dijo. Se quejó del juego agre­ en el palo y en el contrataque Stábile convierte. sivo de Lorenzo Fernández y dijo que la diferencia justa debió ser la de un solo gol, a favor de los uru­ guayos. “ Fue una lucha emocionante, que seguir haciéndolo. Cuando Langenus Ovaciones, izamiento de la bande­ terminó con el triunfo de los que pitó, Uruguay era —por tercera ra nacional en la Torre de los Ho­ mejor habían jugado’’, dijo Monsieur vez— el mejor de todos; y, en la menajes, abrazos, vítores, lágrimas. Rimet. primera ocasión en que se disputaba Los aficionados argentinos, después "El equipo uruguayo ha ganado el la Copa, Campeón Mundial de F út­ del gol de Iriarte, habían dejado va­ encuentro porque para ello jugó más bol. cía su esquina de la Olímpica. Una y mejor, superando la labor de su

Cincuenta y siete minutos. El rostro de Botasso lo dice todo: empate celeste. Scarone dio por encima suyo y de Paternóster a Cea, que tiró corto. Fue la obra de un predestinado para empatar las más difíciles instancias.

i I adversario”, dijo el juez de la FIFA, John Langenus. “Los uruguayos merecieron ganar porque fueron —son aún— superio­ res” dijo el Ing. Fischer, vicepresi­ dente de FIFA, al llegar de vuelta a Barcelona. Lo mismo opinaron —y estaban más allá de la cortesía, porque todo había terminado— los presidentes de las delegaciones de Bélgica, de Bo- livia, de Chile, de EE. UU„ de Para­ guay, de Rumania, de Yugoeslavia. Recoge tales opiniones el álbum de Carbonell Debali, junto a los comen­ tarios de la “prensa seria” de Bue­ nos Aires. Hasta aquí, todo era re­ conocimientos, aplausos, zalemas. Sin embargo, a otro nivel menos cere­ monioso, la leyenda negra ya había empezado. Sesenta y ocho minutos. Mascheroni trajo desde el fondo, cuando salía Monti dió a Iriarte, quién se acomodó y tiró desde treinta metros: tercer gol. LA LEYENDA NEGRA: PARA UNA SOCIOLOGIA DE LA (IN)CULTURA Los gérmenes de esa leyenda negra pulacho, decía Baudelaire. La .pa­ da de 1924 en fútbol, el equipo que vienen de muy atrás: deben venir sión deportiva —podría parafraseár­ había retornado victorioso fue invi­ de 1903, de nuestra primera victoria sele— es el patriotismo de la merza. tado desde . Acudió, en futbolística frente a la Argentina. A llá y aquí. explicable actitud de cordialidad y La fornicación es el lirismo del po­ Cuando Uruguay ganó la Olimpía­ turismo, y fue derrotado; cosa que,

Ochenta y nueve minutos. Cuarto gol. Vino el centro de Dorado, saltaron Del,a Torre y el manco Castro. Consi­ guió cabecear el gran delantero uruguayo venciendo a Botasso. La pelota aparece semioculta por e, parante, después de rebasar la defensa del arquero argentino. Fo»o> del rio

309 La bandera uruguaya por primera vez en el mástil de la tribuna Olímpica. Publico y jugadores la contemplan en aquella lejana tarde.

por lo demás, en la historia del fút­ Zumelzú tan nervioso que había de­ a romper con el Uruguay. Fue la­ bol rioplatense no debía extrañar a bido excluírsele del equipo (¿y An­ mentable, fue así. nadie. Pero hubo en Argentina quie­ selmo?). La delegación argentina la La incultura habita, claro está, las nes extrajeron de ese resultado una presidía un Sr. Manuel Albarellos, dos orillas. Y el desplante fanfarrón moraleja: si Uruguay era campeón que no se hizo mayormente notorio. de los que han ganado no es menos olímpico y Argentina, ausente de Co- Pero como delegado figuraba el Dr. audible que el resuello dolorido de lombes, derrotaba al campeón olím­ Augusto Rouquette, pequeño, move­ los que han perdido. pico, los futbolistas argentinos eran dizo, jactancioso, con todas las v ir­ Por supuesto, entre quienes van los mejores del mundo. Un diario tudes de arrogancia que el montevi­ ganando tales expresiones tienen que editó tal filosofía con un titulo hi­ deano atribuye al porteño. correr por la cuenta de lo anónimo. riente, que se hizo famoso: Olím­ picos Ja Ja Ja. Los argentinos, en el espíritu del Y por la cuenta de tal forma de crea­ ción espontánea, en Montevideo se Amsterdam pudo servir para pro­ Dr. Rouquette, se corrían virtual­ mente una fija. Es fama que cuando, hizo famosa, con música de un cuplé bar que tales demostraciones hay de moda, la letra que, divulgada por que hacerlas sobre el campo ade­ a raíz de su encuentro con el muñón de Castro, hubo que asistir a Botasso la Troupe Ateniense y cantada en cuado. Pero entonces alguien editó todos lados decía: la especie famosa de los Campeones y el masajista uruguayo llegó rápi­ Morales. Esta diatriba nos persigue: damente junto a él, al levantar la Uruguay Campeao, Brasil O Melhor. tricota del golero encontró, debajo, Ahí va Rosquete, Otros eran campeones morales, otros una camisa predispuesta para la hora el que preparó el paquete, eran los mejores. Uruguay ganaba. de la victoria en la que se leía, a muerto de pena La tarde misma del 30 de julio, grandes letras sobre el pecho, “Cam­ igual que una magdalena, apenas terminada la trasmisión ra­ peones del Mundo’’. Los jeeps con y el pobrecito diotelefónica del partido, las famo­ laureles que llevarían a Adhemir y a se queeeeja de verdá sas turbas de siempre apedrearon el los suyos, no están solos en la histo­ y dice que cuatro goles Consulado Uruguayo en Buenos A i­ ria de las finales por la copa del es una barbaridá... res, Tucumán 410. Y La Nación con­ m undo... tó íy censuró) el hecho de que al­ El Dr. Rouquette se dio a hacer El tiempo es cultura, incluso en gunos de esos exaltados se pusiesen declaraciones: contra la organización el fútbol. Cuando en Maracaná otros a entonar el Himno Argentino, en del certamen, contra las oondiciones uruguayos aguaron una fiesta pla­ el momento en que la Policía pre­ de inseguridad del Estadio Cente­ neada con mucha y se diría que legí­ tendía intervenir para calmarlos. nario, contra los jugadores urugua­ La leyenda negra de lo que había tima anticipación, los dueños de casa yos, contra lo que fuese. Las difa­ se limitaron a crear la leyenda de sucedido en la tarde del 30 de julio, maciones del Dr. Rouquette, en la estaba ya potencialmente en las par- Obedulio y a lamentar el renuncio hora de la ofuscación, condujeron de Barboza. Pero no hubo Rouquet- ra> palabras de Olazar: anónimos, a los dirigentes del fútbol argentino tes ni rupturas de relaciones.

310 u le s Rimct hace entre,.-a de la C opa del M u n d o al presidente de ¡a a '.ocia- ion Uruguaya de Footuall. doctor Raúl Jude La siguiente ocasior •.cria n Maracaná. veinte anos m ás tarde, par.i □ lo n a de est< * itbol un par EL PROXIMO JUEVES APARECE PROFESIONALISMO CARLOS LOEDEL

Un estudioso del fútbol, Codos Loedel, entrega un trabajo donde establece las grandes li­ neas del desarrollo del sistema profesional implantado en nuestro fútbol, tanto en sus as­ pectos políticos como deportivos, entresacando aquí y allá hechos que pautan épocas. Se analiza desde la instauración misma del régimen a los años que corren.

PLAN DE LA COLECCION LOS CAMPEONATOS SUDAMERICANOS. i LOS ALBORES DEL FÚTBOL Carlos Loedel. URUGUAYO. MARACANA. Franklin Morales. Nilo J. Suburú. LOS CAUDILLOS. 19 EL FÚTBOL DEL INTERIOR. Carlos Soto. Juan Carlos Fernández Arbeno’z. EL FÚTBOL DEL 12. 20 LA EVOLUCIÓN DE LAS TACTICAS. César L. Gallardo. Rafael Bayce. HISTORIA DEL CLUB NACIONAL 21 PEÑAROL CAMPEÓN DEL MUNDO. DE FOOTBALL Sergio Decaux. URUGUAYOS Y ARGENTINOS. LOS EMIGRANTES. Eduardo Gutiérrez Cortinas. Carlos Lorenzo. HISTORIA DE LOS CLÁSICOS 23 LA GARRA CELESTE. Eduardo Gutiérrez Cortinas Alberto Silvio Montano. 1924 COLOMBES LOS ARQUEROS. Carlos Mamm Ríos César L. Gallardo. GOLES Y GOLEADORES. EL MUNDO DEL FÚTBOL. Ricardo Lomboroo EL CUADRO IDEAL DE TODOS LOS PEÑAROL TIEMPOS. Ultses Bodono LA COPA DEL MUNDO. 10 LOS NEGROS EN EL FÚTBOL URUGUAYO. MÉXICO 7 0 . Eduordo Gutiérrez Cortinos n 1921: AMSTERDAM LA EDITORIAL PODRÁ MODIFICAR UTOS TITULOS Julio Boyce. O SU ORDEN u LOS MAESTROS Ceso» L. Gallardo. EL MUNDIAL DEL 30 Cortos Morttnei Moi H REGIMEN PROFESIONAL. TODOS LOS JUEVES Codos Loedel 1 CAPITULO DRL FUTBOL MAS GLORIOSO LA CORA URUGUAYA C O N 1 LAMINA CRNTBAL RN COLORIS EOwordo Gutierre! Cortinos EL NACIONAL DEL 40 ejemplar DE COLECCION