La Reformulación De La Tradición Realista En 4 Meses, 3 Semanas Y 2 Días (Cristian Mungiu, 2007)
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LA REFORMULACIÓN DE LA TRADICIÓN REALISTA EN 4 MESES, 3 SEMANAS Y 2 DÍAS (CRISTIAN MUNGIU, 2007) Fran Ayuso Ros (Universitat de València -España-) 1. Introducción En su fundamental libro ¿Qué es el cine? André Bazin postulaba el realismo ontológico de la imagen cinematográfica al afirmar que la evolución del lenguaje cinematográfico cumple la vocación realista del cine al ofrecer al espectador una ilusión más cercana del mundo real (Bazin, 2008. Págs. 81-100). Esta operación de representación de la realidad debía compatibilizarse con la lógica causal del cine clásico y con las limitaciones técnicas propias del medio. Según el crítico y ensayista francés, el montaje analítico reduce la ambigüedad propia de lo real y la sustituye por una subjetivada visión del mundo, en la que el espectador pueda gozar de esa ambigüedad a través de una representación que reproduce las condiciones de su visión e ideología “espontáneas”. Bazin expone que el realismo en el arte está supeditado al artificio de la representación que, en el caso del arte cinematográfico, se nutre de una contradicción: “resulta inútil oponerse a todo proceso técnico que tenga por objeto aumentar el realismo cinematográfico: sonido, color, relieve”. De ahí que califica de realista a “todo sistema de expresión, a todo procedimiento de relato, que tiende a hacer aparecer un mayor grado de realidad sobre la pantalla” (Ibíd. Pág. 299). Para ello, toma como ejemplo de puesta en escena realista el uso de la profundidad de campo en Ciudadano Kane (Citizen Kane, Orson Welles, 1941). Es en este punto en el que las críticas no se van a hacer esperar, sobre todo para incidir en lo que de mediación tiene 2 Título del Libro. Times New Roman 8. todo acto de representación. Jean Mitry opone “el hecho de que lo real fílmico es un real mediatizado entre el mundo real y nosotros: está el filme, está la cámara, está la representación, en el caso límite en que, por añadidura, no hay un autor” (Mitry, 1978. Pág. 12). Admitida esa artificiosidad, la justificación de Bazin resulta insuficiente, “pues la geografía de la acción y la lógica material o dramática de la escena no son naturales, sino hechos también de discurso y, por tanto, procedimientos que, en lugar de explicarlo todo, deben de ser ellos mismos explicados” (Sánchez-Biosca, 1991. Pág. 118). Sánchez-Biosca subraya el “error” de Bazin al “no tomar en consideración el efecto espectacular derivado de las violencias perspectivas, acuse de las líneas de fuga, contrastes marcadísimos de iluminación, techos cerrados, etc.” (Ibíd. Pág. 117); procedimientos que condicionan fuertemente la mirada del espectador y que, por tanto, se apartan de la percepción “natural”. En la era de YouTube, el debate sobre la presencia o no de fragmentos de realidad en la ficción o de la verdad de lo real que encierra una obra adscrita al género documental parece estéril. Parece más acertado esperar que el cine nos revele las trampas que rodean nuestra relación con el mundo perceptible, los modos en que la realidad es representada, alterada o simulada. Al fin y al cabo tanto el cine de ficción como el documental se constituyen en modos de representación de la realidad. Por otro lado, el acto de representar supone un proceso de significación en relación a un campo referencial. En este sentido, “documental y ficción pueden distinguirse, no en relación con sus referentes, sino en tanto estrategias diferenciadas de producción de sentido” (Carmona, 2010, Pág. 37). Si bien es verdad que uno de los atractivos del documental, que justificaría su auge en los últimos años, es su capacidad para ofrecer un camino más directo hacia cuestiones políticas que preocupan a la opinión pública o de reactivar otras que habían pasado desapercibidas y traerlas a la actualidad. Esto es, un cine que se inclina por ofrecer una mirada más directa al mundo real, que busca acercarse a los hechos reales a través de un cierto naturalismo visual. Rasgos estos que son también aplicables al cine de ficción. Por lo tanto, la “cuestión del realismo”, entendido como un modo de representar la realidad por medio de formas artísticas, no está asociada al marco genérico en el cual se inscribe la operación discursiva, sino a las estrategias empleadas en su representación. En la categorización de un film influirá, por un Título del artículo Las aulas como realidad conformante del currículo. Nombre 3 de los autores LÓPEZ PÉREZ, Luis; GÓMEZ PONS, Jaume & URRUTICOETXEA LOUREIRO, Gorka Anxo. En Times New Roman 8 lado, el marco contextual elegido (el contenido explícito) y, de otra parte, lo que Christian Metz (1973) definía como “lo cinematográfico”, esto es, lo que es específico de su propio lenguaje: los componentes que son inherentes al dispositivo fílmico. 2. En torno al Neorrealismo El Neorrealismo se enmarca en la Italia de posguerra sobre el fondo de un mundo en ruinas. Un cine que es a la vez testimonio histórico del momento y expresión de la necesidad de un cambio de rumbo. Se trata de plasmar un inventario lo más fiel posible de la situación a la vez que se construye una mirada nueva sobre la realidad que refleje fielmente un entorno realista en el que el público pudiera reconocerse con sus problemas cotidianos y sus conflictos morales. Para ello, no se pretende tanto la reproducción de un contexto histórico, aunque se recurra a material documental y escenarios naturales, como la proyección de una mirada personal sobre esa misma realidad. Dicho en términos semióticos, el objeto representado no se constituye en mera mímesis del referente sino en su interpretación simbólica. En 1946 Jean-Paul Sartre precisaba, en El existencialismo es un humanismo, que el hombre solo conseguirá dejar atrás la angustia y la inseguridad por medio de la acción y su compromiso con la libertad individual. En esa misma línea se va a comprometer el Neorrealismo para escapar de los dictados que han conducido a la población civil a la miseria y recuperar a través del arte unas señas de identidad propias, unos referentes sólidos con los que los ciudadanos se sientan representados y a los que puedan aferrarse. La obra de Rossellini, marcada por un heterodoxo existencialismo confesional, va a sobresalir merced a su honestidad y va a marcar el camino a seguir a los jóvenes cineastas. La puesta en práctica de ese compromiso supone, por parte del cineasta, una “’toma de conciencia’, entendida como un conocimiento integrador, donde el sujeto tendería a integrarse o fundirse con el objeto”. Todo ello implica “entender la práctica realista desde una perspectiva ética, social o política, [lo que ] conduce inevitablemente al compromiso con esa realidad mediante la ficción organizada” (Monterde, 1999. Págs. 148- 149). Una ficción que no se aparta de la estructura narrativa clásica, pero que potencia determinados recursos retóricos con el 4 Título del Libro. Times New Roman 8. fin de anclarla en la realidad. Así, mientras que las concepciones del cine clásico persiguen el efecto de verosimilitud y la transparencia del proceso de representación en pos de la fluidez y eficacia espectacular de un relato, en el que se potencian los momentos intensos de la historia; el realismo pone en quiebra la idea de espectáculo al tiempo que recupera e incluso enfatiza esos momentos que, desde la perspectiva clásica, resultarían superfluos, repetitivos o innecesarios. Esta nueva concepción del relato, “donde priman la linealidad, horizontalidad y sintagmaticidad […] no sólo no se trata de la desaparición o desvanecimiento del relato, sino de su extensión, su ampliación, hasta el punto de que precisamente ‘todo’ es narrable, susceptible de tener su lugar en esa aproximación totalizadora a la realidad” (Ibíd. Pág. 152). De ahí que no nos deba “extrañar que la voluntad (de implicación) del realismo nos lleve a formas melodramáticas. […] Esas formas melodramáticas se nos ofrecen como una especie de retórica sentimental” (Ibíd. Pág. 150). 3. Mirando hacia atrás con ira En suma, el Neorrealismo surge de los escombros de la Segunda Guerra Mundial con el propósito de levantar acta de un mundo devastado. Su propuesta supone una ruptura con el paradigma del modelo clásico para ofrecer un discurso comprometido con la realidad del momento. Nuevas formas que posibiliten nuevas experiencias. Nuevas miradas y nuevos espacios de conocimiento. En síntesis, estos serían los rasgos más destacados: un contexto opresivo que motiva una necesidad de cambio; la ruptura con las formas establecidas; un compromiso ético, moral y político con la obra y con la realidad y una puesta en escena que persigue destellos de realidad en las pequeñas historias de la gente común. Estos principios van a estar, en mayor o menor medida, en el impulso de unos jóvenes que en las décadas de los 60 y 70 van a empuñar las cámaras de nuevo formato, de 16 y 8 mm, y van a salir a la calle a filmar todo lo que estaba ocurriendo, a reflejar la realidad social del momento histórico que les había tocado vivir y a evidenciar, con actitud provocadora, la urgencia de cambiar el sistema. Este relevo generacional, para el que el Neorrealismo es un referente destacado, tomará cuerpo en un nuevo cine en países como Brasil, Francia, España, Japón o Gran Bretaña. Este excedente de actitud, esta resistencia artística frente a las formas Título del artículo Las aulas como realidad conformante del currículo. Nombre 5 de los autores LÓPEZ PÉREZ, Luis; GÓMEZ PONS, Jaume & URRUTICOETXEA LOUREIRO, Gorka Anxo. En Times New Roman 8 dominantes heredadas del pasado, se puede rastrear en las huellas dejadas por los nuevos cines, en los que los esquemas industriales fueron reemplazados por las formas de trabajo de las escuelas de cine, que los jóvenes cineastas trasladaron a películas de largometraje.