Centro De Estudios Historicos Devoción Y
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CENTRO DE ESTUDIOS HISTORICOS DEVOCIÓN Y CULTURA CATÓLICA EN LA ARQUIDIÓCESIS DE MÉXICO, 1880-1920 Tesis que para optar por el grado de DOCTOR EN HISTORIA Presenta José Alberto Moreno Chávez Directora de tesis. Dra. Pilar Gonzalbo Aizpuru México, D.F. 2010 2 APROBADA POR EL JURADO DICTAMINADOR 1. ________________________________________________________________ PRESIDENTE 2. ________________________________________________________________ PRIMER VOCAL 3. ________________________________________________________________ VOCAL SECRETARIO 3 ÍNDICE GENERAL Introducción………………………………………………………………………..........Pág. 5 Modernidad y religión…………………………………………………………….........Pág. 7 Estado de la cuestión……………………………………………………………………..Pág. 10 Fuentes y metodología……………………………………………………………...........Pág. 17 Cronología…………………………………………………………………………...........Pág. 19 Esquema……………………………………………………………………………..........Pág. 21 PRIMERA PARTE/ESPIRITUALIDAD Y DEVOCIÓN Capítulo 1 Un modelo religioso de acuerdo con los tiempos Introducción…………………………………………………………………………….Pág. 23 1. Religión y modernidad…………………………………………………………........Pág. 24 2. La percepción de un mundo en decadencia……………………………………......Pág. 28 3. La religión como objeto de estudio………………………………………………….Pág. 37 4. La espiritualidad por otros medios………………………………………………….Pág. 52 Conclusiones………………………………………………………………………………Pág. 65 Capítulo 2 Hacia una nueva religiosidad Introducción……………………………………………………………………………….Pág. 67 1. El modelo francés……………………………………………………………………Pág. 69 2. La difusión del modelo devocional francés……………………………………….Pág. 82 3. Viejas devociones, nuevos discursos: el caso mexicano…………………………Pág. 90 Conclusiones……………………………………………………………………………..Pág. 99 SEGUNDA PARTE/EL CATOLICISMO EN MÉXICO Capítulo 3 De la concordia a la ruptura: Iglesia y Estado en México Introducción……………………………………………………………………………Pág. 102 1. Años de concordia (1880-1911)……………………………………………..........Pág. 104 2. Tensiones en la relación (1912-1914)……………………………………………Pág. 119 3. Hacia la ruptura (1915-1925)…………………………………………………….Pág. 124 4. La Arquidiócesis de México………………………………………………………Pág. 131 5. Clérigos y fieles……………………………………………………………………Pág. 140 6. La religiosidad: entre la prohibición y el control………………………………Pág. 153 Conclusiones…………………………………………………………………………….Pág. 162 4 TERCERA PARTE/DEVOCIONES Capítulo 4 La devoción al Sagrado Corazón Introducción…………………………………………………………………………….Pág. 165 1. El Sagrado Corazón como culto político………………………………………..Pág. 165 2. El Sagrado Corazón como culto familiar……………………………………….Pág. 208 3. El Sagrado Corazón como discurso social………………………………………Pág. 224 Conclusiones……………………………………………………………………………..Pág. 256 Capítulo 5 La devoción a la Virgen de Guadalupe Introducción………………………………………………………………………………Pág. 259 1. Un Lourdes mexicano…………………………………………………………………Pág. 262 2. La Virgen que forjó una patria……………………………………………………..Pág. 287 Conclusiones……………………………………………………………………………..Pág. 356 Conclusiones generales………………………………………………………………….Pág. 360 Abreviaturas…………………………………………………………………………….Pág. 368 Archivos consultados…………………………………………………………………….Pág. 368 Bibliografía……………………………………………………………………………….Pág. 369 Agradecimientos…………………………………………………………………………Pág. 383 5 INTRODUCCIÓN “¿No ves que el mundo vive atenido y endurecido en la impiedad?” Corona de Oro al Sagrado Corazón Tema e hipótesis La presente historia es la de aquellos católicos quienes intentaron combatir una revolución por medio de oraciones. Tal revolución antecedió al conflicto armado de 1910 y consistió en la creación a finales de la década de 1850 de un Estado laico y liberal, que se anteponía a la continuidad de la vida religiosa en la esfera pública y como valor único de una sociedad que centraba su existencia en parámetros dictados por la Iglesia Católica. En respuesta a ello –y cabe mencionar, después de ser vencidos en el campo de batalla- los católicos mexicanos respondieron a ese mundo adverso concibiendo un cuerpo de devociones en aras de mantener la sacralidad de la vida cotidiana y del espacio público. Las devociones del México finisecular fueron concebidas como “armas del católico” en contra de un mundo que se concebía como adverso. El desplazamiento de lo religioso hacia el ámbito privado, concepto fundamental de la política moderna, fue entendido –y también manipulado- por el clero local como una “abandono de la religión” y “un nuevo estado de paganía”, en donde la nación había perdido sus cimientos cristianos precipitándose hacia el abismo de la perdición y la decadencia. Para pretender salvar al país, los católicos debían ceñirse a una piedad que exaltaba la expiación de los pecados a través del sacrificio. 6 Tal forma de piedad no fue exclusiva de México, sino un fenómeno común en el catolicismo decimonónico cuyo origen estuvo en la reacción en contra de la Revolución Francesa y en el esfuerzo por parte de la Iglesia en recuperar los espacios públicos para el culto e impedir que los fieles abandonaran la religión, desarrollando un modelo de piedad y devoción que se difundió a lo largo de Europa y América. Tal difusión fue posible gracias al intercambio de ideas y posturas religiosas entre Francia, México y otras naciones en ambos continentes. La similitud de respuestas nos indica una tendencia, la cual vincula al mundo católico en un movimiento cultural, que nació de las críticas intelectuales ante las transformaciones políticas, sociales y económicas que se vivieron en el siglo XIX y se materializó en una forma de piedad específica que intentaba recuperar un mundo arcádico regido por la fe. Como lo expresa Alfred Müller- Armack: “De tal preocupación crítica se originó, (…), un pesimismo cultural emanado de la contemplación de la evolución del siglo, pesimismo que por igual penetra la filosofía, la ciencia y el arte. Todos contienen una amenaza de la vida de parte de los poderes de la nueva época. La fe en la línea ascendente del siglo se ve oscurecida por la convicción de presenciar –en lo cultural- un proceso de decadencia”1. Tal crítica se diseminó bajo la idea de la pérdida del sentido de la religión como vínculo de una comunidad. Los intelectuales católicos durante el siglo XIX perciben a la sociedad en un proceso de involución, contradiciendo la creencia del progreso ascendente hacia la plenitud de la humanidad. En oposición a las ideologías predominantes de la época (socialismo, anarquismo y positivismo), se produjo una tendencia desplazando la finalidad del progreso en el triunfo fe2. Tal triunfo situaba en 1 MÜLLER-ARMACK, Alfred (1986), El siglo sin Dios, Págs. 28-29. 2 BURLEIGH, Peter (2005), Poder terrenal, Págs. 235-319. 7 su primera línea al laico, transformándolo de un simple creyente en un militante político que buscaba (de acuerdo a palabras de Pío X) instaurar el Reinado de Cristo en la Tierra. La politización iba de la mano con una nueva espiritualidad, combatiendo los males de la modernidad pero valiéndose de ellos para hacer llegar su mensaje. De acuerdo a las líneas anteriores nuestra hipótesis es que las devociones católicas fueron utilizadas por el clero de la Arquidiócesis de México, en el periodo comprendido entre el triunfo liberal y la Revolución Mexicana, como formas de expresión política ante el impedimento de poder expresar legalmente sus opiniones en este ámbito. Dichas devociones son la parte más visible de una forma de cultura religiosa que tuvo el objetivo de combatir a la modernidad y restaurar a la religión católica como el eje de la vida pública. Ambas variables conformaron una cultura política entre los católicos locales, en donde la devoción tuvo una función doble: afianzar la fe, mientras se difundía una ideología política. Modernidad y religión La religión se ha entendido como opuesta a la modernidad. Tal percepción puede entenderse por un vicio intelectual que descansa en la idea de Max Weber sobre el desencantamiento del mundo (Entzauberung der Welt), es decir la relación entre avance de la ciencia como explicación del origen de los fenómenos naturales en detrimento de las explicaciones religiosas y míticas. Tal modelo epistemológico presenta varios problemas cuando intentamos aplicarlo para analizar la religiosidad y su historia. Si bien la ciencia ha suplido las explicaciones míticas como formas epistemológicas para alcanzar el ideal de conocimiento, tal condición no conllevó al final de la religiosidad o a una religiosidad vacía, sino que en muchos casos conllevó a sustentar hechos religiosos en su explicación científica (por ejemplo la comprobación de milagros o la 8 datación de carbono 14 de algunas reliquias), conviviendo ciencia y religión, cuando no se niega la ciencia a favor de los dogmas religiosos (como es el caso del movimiento creacionista). El desencantamiento del mundo más que una realidad, es un modelo para entender el proceso de laicidad del conocimiento, en donde la religión deja de ser el centro de las explicaciones. De igual manera se puede deducir que tal modelo es aplicable a la sociedad en medida que esta se seculariza, es decir convierte la expresión religiosa en algo privado; sin embargo este punto se ha entendido como el abandono de la religión. Tal forma de entender el desencantamiento del mundo es evidente en libros influyentes como La venganza de Dios de Gilles Kepel, The End of Faith de Sam Harris y El choque de las civilizaciones de Samuel Huntington, en donde argumentan –casi de manera mágica- el “regreso de la religión” al espacio público desde la década de 1970 en sociedades seculares. Más que preguntarse sí la religión “regresó”, deberíamos preguntarnos por las formas de convivencia