Hist. PR Cap-9.Indd
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185 El movimiento abolicionista n aquel ambiente de crisis y tensión maduraron otras ideologías políticas y sociales típicas de la modernidad. Uno de los proyec- tos jurídicos más importantes del Ciclo Revolucionario Atlántico Ehabía sido la meta de conseguir la igualdad de los hombres y mujeres ante la ley y la participación ciudadana en los asuntos del estado. En el campo de la administración económica, el libre cambio, el comercio internacional y el trabajo asalariado libre fueron las metas principales. Aquellas aspiraciones estaban asociadas al liberalismo económico y po- lítico y generaron el movimiento abolicionista puertorriqueño defendi- do por una parte significativa de la sociedad criolla. En Puerto Rico era ilegal discutir en público asuntos tales como la cuestión salarial, los cambios en las relaciones de Puerto Rico y España y la abolición de la esclavitud. Por esa época tampoco era legal organi- zar grupos de opinión o partidos políticos. En cierto modo, el estado no permitía la discusión de los problemas más importantes que aquejaban al país. El abolicionismo puertorriqueño representó un reto al poder y fue identificado por el estado como un movimiento radical y peligroso para el orden. En muchas ocasiones se le asoció con el movimiento se- paratista tan temido por las autoridades desde 1808. El propuesta abolicionista puertorriqueño atrajo gente de las más diversas tendencias asociadas al liberalismo político y económico. El liberalismo reformista fue un movimiento diverso en cuanto a las as- piraciones que tenían para el futuro de Puerto Rico. Algunas figuras centrales del separatismo independentista, tendencia que defendía la Rescate en la pila bautismal. Grabado. José R. Alicea. 186 separación de Puerto Rico de España y su constitución en una república soberana fueron ardientes abolicionistas. Ese fue el caso del médico de Cabo Rojo Ramón E. Betan- ces Alacán (1827-1898), y del abogado de Hormigueros Segundo Ruiz Belvis (1829- 1867). Otros separatistas anexionistas defensores de la separación de Puerto Rico de España y su integración a Es- tados Unidos como territorio también vieron en la abolición de la esclavitud una meta. Esa fue la postura del médico de Mayagüez José Francisco Basora (1832-1882). También un nutrido grupo de liberales reformistas apoya- Dibujo de Cabo Rojo por Augusto Plée en ron la abolición de la esclavitud. Los liberales reformistas defendieron el siglo XIX. En el recuadro, un detalle de el mejoramiento de las relaciones políticas entre Puerto Rico y España. la iglesia católica. Esta iglesia, así como las de San Germán, Hormigueros y Mayagüez Algunos de ellos pensaban que el modo más efectivo era la asimilación fueron centros de importante actividad o integración de Puerto Rico como provincia de España con todos los abolicionista libertando niños esclavos derechos que se le otorgaban a las mismas y eran conocidos como asi- durante el bautismo. milistas. Otros pensaban que lo mejor era que España desarrollara leyes especiales para Puerto Rico que le dieran más autonomía dentro de la unión con la monarquía y eran conocidos como especialistas. En aquel grupo se distinguieron el científico de San Juan José Julián Acosta y Calbo (1825-1891), Francisco Mariano Quiñones (1830-1908) de San Germán, y el escritor de San Juan Julio L. Vizcarrondo (1829-1889). No todos los separatistas independentistas, separatistas anexionis- tas y liberales reformistas hicieron de la abolición de la esclavitud una meta. Muchos de ellos justificaban la servidumbre e incluso eran dueños de esclavos. Los conservadores puertorriqueños, que defendían la per- manencia de la situación política, económica y social tal y como estaba, se oponían a la abolición de la esclavitud y apoyaban las posturas del estado español. Hacia 1857 ya había madurado un movimiento abolicionista puer- torriqueño. Dado el hecho de que la propaganda abolicionista era ilegal en el país, se organizó una Sociedad Abolicionista Secreta siguiendo el modelo organizativo de las logias masónicas, tal y como había sucedi- Conexión Cibernética do en la España de 1820 en tiempos del Pronunciamiento de Rafael de Riego. Muchos masones activos de tendencias liberales, separatistas y radicales se integraron al movimiento. Los promotores de aquella propuesta fueron Ramón E. Betances y Segundo Ruiz Belvis ambos El doctor Ramón Emeterio Betances, higienista social miembros de la logia masónica Unión Germana de San Germán y en URL http://www.bvs.sld.cu/revistas/ la cual militaba también Francisco Mariano Quiñones. Tanto el go- his/his%2095/hist0695.htm#asterisco 187 bierno como la iglesia católica consideraban La Sociedad la masonería una asociación perniciosa para Abolicionista el orden. La Sociedad Abolicionista Secreta se La Sociedad Abolicionis- reunía clandestinamente y no tenía reglamento ta también se dedicaba, de escrito ni lista de miembros a fi n de garantizar acuerdo con un documento la seguridad de los mismos. En esa época cual- de Ramón E. Betances escri- to en 1872 a embarcar los li- quier reunión de más de tres personas podía bertos hacia las “islas,” pro- considerarse peligrosa para el estado. El centro bablemente Haití o las An- de activismo más importante de la misma fue el tillas Menores donde ya se oeste del país. Pueblos como Mayagüez, Hor- había abolido el sistema; o migueros, San Germán y Cabo Rojo, fueron Estados Unidos donde “po- escenario de una campaña abolicionista origi- dían vivir honradamente”. La Sociedad también convo- Francisco M. Quiñones nal y atrevida. En esa época Mayagüez era la caba tertulias en las cuales tercera ciudad comercial e industrial del país. se discutían temas políticos La industria azucarera era una de las principa- y culturales. Algunos de los les en sus llanos costaneros en los cuáles había una alta concentración de lugares de aquellas reunio- esclavos. nes fueron la casa de José Una de las funciones de la Sociedad García de la Torre, ex-síndi- Abolicionista Secreta consistía en pagar 25 co procurador de esclavos de la ciudad, ubicada en la pesos macuquinos al momento del bautismo calle de La Rosa , hoy ca- de los niños esclavos para bautizarlos libres. lle José de Diego en Maya- Ese proceso era legal y se conocía con el güez; y en San Germán en nombre de manumisión o liberación por im- el local de la Logia Unión posición de manos. La Sociedad tenía una Germana y en la casa de estructura de cuestadores o recaudadores Francisco Mariano Quiño- nes. que recogían dinero para ese fi n. Los miem- bros entregaban esa suma a las madres antes del bautismo y esta se encargaba de negociar los permisos pertinentes con el amo y con el cura párroco. En las actas de bautismo de aquellos niños constaba en el margen que José Julián Acosta habían sido declarados libres al momento del bautismo. En 1865 las autoridades de España representadas por el ministro liberal Ramón María Narváez (1800-1868) convocaron una Junta Informativa de Refor- mas con el fi n de escuchar las quejas de las colonias en tres ámbitos, a saber, el político, el económico y el social. Los activistas polí- ticos de Puerto Rico vieron una oportunidad Explora... para discutir las leyes especiales prometidas CD en 1837, la constitución del libre mercado y en el Disco Compacto el asunto de la esclavitud y su probable abo- lición. La agenda de la Junta estaba viciada La idea abolicionista porque la discusión de los asuntos más radi- Proyecto para la abolición cales estaba prohibida. La discusión sobre la esclavitud debía limitarse al establecimiento Certifi cado médico de Segundo Ruiz Belvis de mecanismos para mejorar la situación de Segundo Ruiz Belvis los esclavos. 188 Las colonias de Filipinas, Cuba tendrían la opor- tunidad de elegir 22 comisionadosmientras Puerto Rico podría elegir 6. Puerto Rico eligió tres repre- sentantes liberales y abolicionistas: Segundo Ruiz Belvis por Mayagüez, Francisco Mariano Quiñones por San Germán, y José Julián Acosta por San Juan. Los conservadores esclavistas consiguieron elegir a Manuel Valdez Linares por San Juan, Luis Antonio Becerra por Ponce y a Manuel Zeno y Correa por Arecibo. Un cambio de gobierno en España retrasó la reunión de la Junta Informativa de Reformas hasta octubre de 1866. Los tres comisionados liberales y abolicionistas llevaban un plan. Su intención era to- marse el riesgo de presentar un proyecto de aboli- ción inmediata de la esclavitud a pesar de que dicha acción estaba prohibida. La tesis jurídica consistía en reconocer la existencia de un confl icto entre el derecho privado (que respaldaba la esclavitud) y el derecho político (que debía reconocer la libertad y la igualdad de los negros esclavos). Los comisiona- dos de Puerto Rico argumentaban que reconocer un solo derecho a los esclavos implica la necesidad de reconocerlos todos en algún momento futuro. Esa tesis jurídica era sostenida por argumentos económicos. En su proyecto iban a demostrar que el trabajo libre era más barato que el trabajo esclavo. Serigrafía conmemorativa del centenario de la abolición de la esclavitud por el artista José Rosa. De acuerdo con los comisionados puertorriqueños los costos de un trabajador a jornal o a salario eran mucho más bajos que los costos de un trabajador es- clavo. Su intención era convencer a los esclavistas de que la institución de la servidumbre en realidad les causaba pérdidas. El otro argumento económico de los comisionados puertorriqueños era que el cre- “El pigmento del cutis cimiento material de Puerto Rico no había dependi- do de los esclavos, como se alegaba, y que a pesar no señala diferencias de que el número de esclavos había comenzado a reducirse desde 1846, la productividad de la tierra de nobleza y moralidad entre los seguía en ascenso. La abolición de la esclavitud debía hacerse de hombres; obscura es mi tez y yo les inmediato, con indemnización o sin indemnización a los dueños de esclavos.