MODELOS EDUCATIVOS EN EL DESARROLLO HISTORICO DE AMERICA LATINA Nueva Versión
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MODELOS EDUCATIVOS EN EL DESARROLLO HISTORICO DE AMERICA LATINA Nueva versión UNESCO CEPAL PNUD PROYECTO DESARROLLO Y EDUCACION EN AMERICA LATINA Y EL CARIBE Organización de las Naciones Unidas Programa de Jas Naciones Unidas Naciones Unidas para la Educación, la Comisión Económica para el Ciencia y la Cultura para América Latina Desarrollo Proyecto "Desarrollo y Educación en América Latina y el Caribe" Gregorio Weinberg MODELOS EDUCATIVOS EN EL DESARROLLO HISTORICO DE AMERICA LATINA Distr» GENERAL DEALC/5/Rev. 1 Febrero 1981 800503 ORIGINAL: ESPAÑOL INDICE Capítulo CONSIDERACIONES PRELIMINARES 1 I. LA EDUCACION PREHISPANICA H La educación entre los tupí 13 La educación entre los aztecas La educación entre los Incas • I9 II. LA COLONIA 33 Modelo hispánico 33 Modelo lusitano 53 III. LA 'ILUSTRACION' 65 IV. EMANCIPACION 79 V. LIBERALES Y CONSERVADORES 101 VI. HACIA LA EDUCACION POPULAR 131 VII. LA ETAPA POSITIVISTA 155 VIII. A MODO DE CONCLUSION 187 RESUMEN-RÉSUME-SUMMARY 193 APENDICE 1 ..... 197 APENDICE 2 . 203 APENDICE 3 207 APENDICE 4 .... 221 CGNSIJJEKACIONES PR^LIIUNAKES Durante ~los~iilrt^frrK>s--afk>s—un notaM^eiurtquecintieirto--del concepto de educación por el añadido de nue^'HS-'-ddcmensxones a su estudio. Si se dejan de lado los aspectos estrictamente cuantitativos, que requieren un enfoque diverso, parece del mayor interés detenerse sobre el papel sobresaliente que, en tal sentido, debe atribuirse a distintos conceptos: 'desarrollo', 'planificación' y, más recientemente, los de 'modelos' o 'estilos de desarrollo'. Si por un lado esto permite repensar tanto el significado como los alcances del proceso educativo, por otro consiente establecer nuevas relaciones, determinar proyecciones, analizar consecuencias, mediatas o inmediatas. Este ensanchamiento de su ámbito brinda - tampoco podría ser de otro modo - nuevos instrumentos conceptuales para un estudio más refinado de sus implicaciones políticas, sociales, económicas, ocupacionales, etc., y constituye al mismo tiempo un aliciente para la posible renovación del quehacer pedagógico y didáctico. Y como para revalidar aquella conocida afirmación de Jorge Luis Borges de que los grandes artistas crean sus propios precursores, en este cato ideas tan fecundas como las ya mencionadas, iluminan muchas veces con efecto retrospectivo el más adecuado entendimiento de los antecedentes de muchos factores que aún hoy siguen gravitando, favorable o desfavorablemente, sobre el sistema educativo o sobre los juicios que acerca del mismo pueden o suelen hacerse, como el de la perduración de idealizaciones o prejuicios. Así, en una obra que reúne una serie de artículos, ensayos y otros "'textos escogidos sobre economía do la educación", varios trabajos analizan las ideas que al respecto puedan encontrarse en economistas clásicos - y algunos de sus precursores - corno Adam Smith, Maltnus, Stuart Mili, Marx, etc., cuyo pensamiento conserva casi siempre notable interés contemporáneo 1/. Y para ilustrar el punto con otro ejemplo, latinoamericano esta vez, digamos que una nueva 'lectura' de las obras de D.F. Sarmiento sobre la materia, constituirá casi una revelación por los vínculos, muchas vnces sutiles, que establece entre la educación y factores tales como el desarrollo, la población, la estructura ocupacional. etc., aunque como es obvio, dichos conceptos no siempre aparezcan bajo estas denouiinacionen, acuñad?o algunas de ellas muy recientemente, o estén presentes en forma implícita 2/. Los conceptos de 'modelo' o 'estilo de desarrollo' a los que se apelará indistintamente como encuadre para intentar una mejor comprensión de algunos momentos significativos del proceso histórico latinoamericano, tienen ya una eopiosa e importante bibliografía; entre sus contribuciones más notables y recientes se recuerdan, por lo que aquí interesa en forma directa, sendos estudios deaAníbal Pinto, Marshall Wolfe y Jorge Grnciarena, quienes sitúan el problema con espíritu crítico y señalan perspectivas fecundas 3/. De sus señalamientos e incitaciones, que se dan por conocidos, parece de la mayor utilidad recordar, con Graciarena, que ''Desde_una_perspei2tiva_dinámica e integradora un estilo de desarrollo es, gor_lo tanto_,_un_proceso dialéctico entre relaciones dejgoder y conf1icto s_entre grupos_v_clases_socialec¿_gue derivan de las formas dominantes de_acumulación_de caDÍtaJ,_ce_ia_e3tructipa i y_tendencias de_la_distribución_del_ingreso¿ de_la_coyuntura }.^^tórica_y_la dependencia externa,_así como_de los valores e ideologías". Todo esto se da en medio de otros condicionamientos estructurales (tecnología., recursos naturales, población) que se presentan al análisis como un conjunto integrado, el cual enmarca las posibilidades histór ¿CclS an estilo. - 1 - fuerzas sociales que imponen sus objetivos e intereses hasta que se agota r>or sus contradicción« "- ícdt":-;- »*/, . v. y. -o Graciarena, que "un estilo históricamente agotado es reemplazado por otro" y que 'la sucesión de estilos no entraña discontinuidad del sistema social vigente' . Por su parte, Aníbal Pinto, retomando estas mismas ideas, define al 'estilo' como la "modalidad concreta y dinámica del desarrollo de lina sociedad en un momento histórico determinado» dentro del contexto establecido por el sistema y la estructura existente y que corresponde a los intereses y decisiones de las fuerzas sociales predominantes." 5/ Las ricas consideraciones de Graciarena en modo alguno excluyen el concepto de contradicción; más aún, rechazan la idea de que las contradicciones puedan significar o interpretarse como .indicadores de la falta de estilo, "sino que al contrarios se identifica por sus contradicciones estructurales y sus conflictos, que permitan identificar su naturaleza real como entidades históricas". Así, pues, cuando en esta trabajo se apela a instrumentos conceptuales como 'estilo* a 'modelo' no se están eludiendo cuestiones tan importantes como determinar quienes son les protagonistas y cuáles los mecanismos del proceso histórico. Porques por lo monos aquí, cuar.do se hable de diferentes modelos vigentes en épocas determinadas, esto en modo alguno implica admitir que ellos sean modelos consensúales, ya que no debe olvidarse que los actores sociales fueron pocos, e.3 decir.' que en modo alguno fueron todos (la estructura fue oligárquica, esto en minoritaria, y nunca efectivamente democrática). 0 dicho con otras palabras, la concepción del 'estilo' entraña a su vez el sistema de dominación y la estructura de poder. Por eso en cada caso será necesario plantearse, entre otros problemas, como lo hace Graciarena, el "del poder (¿quien tiene el poder y cómo lo usa?) y el de la generación del cambio o del desarrollo (¿qué o quienes promueven el cambio y con que objetivos?)", y por otro lado, precisar también quienes son los protagonistas del proceso ("los agentes del desarrollo"). Por otro lado tampoco se discutirán aquí las posibilidades o capacidades de producir modelos alternativos en cada uno de los momentos considerados, entre otras razones, por las que señala Germán Carrera Damas cuando observa "que en las sociedades implantadas latinoameri- canas la ruptura del nexo colonial y la abolición del orden monárquico no fueron, a fines del siglo XVIII y comienzos del XIX, función de un proyecto alterno propuesto previamente"6/ ya que, por lo menos inicialmente, el reordenamiento de la sociedad comportaba el mantenimiento de la estructura de poder existente. El proceso apareíftemente siguió esta secuencia: "Io Roto el nexo colonial, el Reino es substituido como el contexto más inclusivo donde se ubican individuos, grupos y clases, por la Patria* 2o La lucha condujo a la identificación de la Patria con la República, mientras los adversarios se identificaban con el Reino. 3° La conducción de la lucha por la clase dominante, preocupada por preservar la estructura interna de poder, llevó a la identificación de la República con el Prefecto Nacional de la clase dominante, lo que abrió la vía para que, en ultima instancia, se produjera, 4o la identificación de la Nación con el Estado_Liberal" 7/. Un agudo observador, Brantz Mayer, quien fue secretario de la legación norteamericana entre 1841 y 1842 nos dejó un interesante testimonio cuando escribe: "Hay que tener presente que, al sacudir México el yugo de la dominación española, pretendió librarse de sus gobernantes más bien que de su - 2 - sistema; tuvo por fin derribar la tiranía extranjera y la sujeción del régimen colonial, más bien que crear una República" 8/ y esto porque "En México no hay sino dos clases importantes; no existe un conjunto respetable y destacado de ilustrados jurisconsultos o de comerciantes que, junto con los agricultores y los industriales respetables, contrapesen el influjo de la Iglesia y del Ejército", o dicho con otras palabras, la ausencia de una clase media dificultó y distorsionó el proceso. Ahora bien, como estaría fuera de lugar aquí, por el carácter mismo de este trabajo, intentar descripciones o explicaciones pormenorizadas, se ha preferido, en líneas generales, considerar supuestos los elementos condicionantes (es decir, sistema y estructura) de cada momento tratado, para prestar mayor atención a ciertas interrelaciones o interdependencia de factores. De este modo quizás, y aún corriendo el riesgo que siempre ofrecen las simplificaciones;, se subrayarán determinadas semejanzas y diferencias de los procesos registrados de uno a otro extremo del continente, las líneas de inflrencia ideológica, las peculiaridades que adquieren al encarnarse en la realidad y las limitaciones