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en . Estoy aquí pero mi alma está allá. Vallenato en Colombia. Estoy aquí pero mi alma está allá, 2019

© Julio Cesar Galeano González Impresión: mayo de 2019.

Ilustraciones Diego Reyes

Ninguna parte de esta publicación puede ser reproducida, almacenada o trasmitida por ningún medio sin previo aviso del autor. A mi mamá. Es más bonito cuando lo escuchamos juntos.

Índice

El corazón confía a tus paisajes volver agún día------11 "Ay, hombe", canta un madrileño------21 Cuando la guacharaca es más grande que la guacharaquera------29 La caja está en buenas manos------37 El cirujano alemán------43 Vallenato en Bogotá, aquí estoy pero mi alma está allá------53

El corazón confía a tus paisajes volver algún día

Un parrandero que nació lejos de la parranda, consciente de que la fe mueve montañas, pero no acordeones llegó al epicentro de amores bonitos, placeres y desengaños en época de Festival. Aquí los versos sutiles se vuelven tsunamis que como el Guatapurí arrasan con todo a su paso excepto con ese sentimiento vallenato, que no sale de sino del alma.

Dicen que cuando el niño está A mí me intentaron poner música todavía en la barriga de su mamá clásica cuando estaba en la panza o está recién nacido se le debe de mi mamá, pero di la pelea y las poner música clásica, para que patadas, señal de mi inconformismo, sea más inteligente y más sensi- ganaron la batalla. Por supuesto no ble. Estoy seguro de que ni Rafael quería causarle ningún malestar y Escalona ni Leandro Díaz escucharon lo único que pedía era un poquitico a Beethoven o a Mozart cuando eran más de sabor, entonces ella compla- bebés y entre los dos crearon más de ciente como siempre sacó los case- 300 canciones vallenatas que son tes de estos dos poetas y fueron sus prueba de esa inteligencia y sensibi- letras las que nos acompañaron a lidad con la que nacen los artistas. ella y a mí cuando todavía éramos Vallenato en Colombia. Estoy aquí pero mi alma está allá uno. Ambos salimos ganando, ella corazón, es llevadero bajo la sombra pudo dormir y yo pude parrandear. de un palo e’ mango, y cuando se goza de ese clima cálido, muy cálido, que Escalona, Díaz, Gutiérrez Cabello y los valduparenses llaman templado. tantos otros compositores nacidos en La Provincia encontraban su inspi- Es más fácil ser artista, poeta y pa- ración en las ocurrencias de su gen- rrandero si se nace en Valledupar. te, en sus paisajes y en sus amores. Para los que no tuvimos esa suer- te, existe el vallenato y podemos de Las historias estaban en cada es- vez en cuando visitar la tierra de quina pues en una región en la que Pedro Castro, mejor si es a finales todos eran compadres y comadres, de abril, el Parque de la Leyenda seguramente no existía el temor está colmado de artistas, el Guata- de formar en el Valle una gritería purí crecido y en cada esquina de la porque la nieta que más quería la Plaza Alfonso López un acordeonero pechichona, la consentida, un dueño entrena con los clásicos de Alejo y e´ carro cargó con ella. A quién no Nafér Durán para convertirse en rey. le dan ganas de acompañar una can- ción con el bello canto de los turpiales que se pasean por el río Guatapurí, El Festival Vallenato en las mañanas en el balneario de Hurtado, y a lo largo de día en la El vallenato, sus representantes y el laguna Curigua donde nace el río. eco que empezaba a tener este fol- Hasta recordar los momentos feli- clor en otras ciudades influyeron en ces de un cariño que hizo sangrar el la creación del departamento del 10

Vallenato en Colombia. Estoy aquí pero mi alma está allá Cesar, en 1967, y cuando Alfonso Gabriel García Márquez junto con López Michelsen fue nombrado , hace algún tiem- gobernador, el departamentto le po, en la que invitaron a los me- devolvió al vallenato todo lo que jores acordeoneros de la región y había hecho por él. entonces el gobernador propuso ha- cer un festival de música vallenata. La historia nos grita: Sentó a Consuelo Araújo y a Rafael Marchad adelante Escalona y les presentó la propues- Marchad que Colombia ta, Consuelo enriqueció la idea y ya canta en su voz Escalona respaldó la creación del El lírico canto de nuestros juglares, primer Festival de la Leyenda Va- Con fiel guacharaca, caja llenata para 1968. Desde entonces y acordeón. el Festival ha motivado a que cada año los amantes del Ay, hombe y López Michelsen tenía la necesidad que aquellos que escriben versos, se de presentar al Cesar, quería inven- den cita alrededor de un acordeón. tarse algo que lograra darle fama y ubicar en el mapa al nuevo departa- Antes de este abril, 51 baldosas de mento, en especial a Valledupar, su la Plaza Alfonso López, al mejor es- capital. En medio de tanta idea que tilo de Hollywood, tenían escritos los rondaba su cabeza, tuvo la suerte de nombres de todos los reyes encontrarse con una vallenata lla- en el orden en que fueron coronados. mada Miriam Pupo, quien le recor- En 51 ocasiones la ocupación hotele- dó una parranda que había hecho ra de Valledupar había sido del 100% 12 Vallenato en Colombia. Estoy aquí pero mi alma está allá y los días del Festival declarados cí- llevaba concursando desde 2006, vicos. El precio del whisky había au- que no les sorprendió la victoria del mentado 51 veces en un 150% pues sobrino de Cecilia ‘La Polla’ Mon- dicen que es la mejor herramienta salvo (acompañante en cada lucha pa’ ahogar penas, pa’ cerrar negocios cultural que dio la Cacica) y su nom- y pa’ acompañar un vallenato. Todo bramiento como Rey Vallenato 2019. el mundo habla del Festival, pero hay Lo que sí dejó a más de uno botando cosas que no se saben hasta que no baba y con las manos rojas de tan- se viven, entonces me encomendé to aplaudir fue la coronación por al santísimo Ecce Homo, convoqué primera vez de una reina vallenata. a mi grupo de parranderos y escu- chando a Diego Daza, que es lo que Señores voy a contarles hay nuevo en- nos dijeron estaba de moda por allá, canto en la sabana, en adelanto ya cogimos carretera pa donde los valle- tienen su reina coronada. En esta, natos de verdad, los que tienen las pa- la edición 52 del Festival de La Le- tas bien pintá, que usan sombrero bien yenda Vallenata, Loraine De Jesús alón y que pa remate les gusta el ron. Lara una atlanticense de 18 años, quien además de tocar el instru- Los valduparenses ya habían vis- mento principal del vallenato can- to coronar a tantísimos reyes, in- ta y compone, tiene más canciones cluso uno cachaco: Beto que años cumplidos, fue nombrada en 2006, a un boyacense: Julián la primera reina vallenata en la ca- Mojica en 2018, habían sido testigos tegoría profesional. Seguramente a de cada una de las presentaciones partir de ahora tendrá un pedaci- de Alfonso ‘Poncho’ Monsalvo, pues to, el primero para una mujer, en la 13 Vallenato en Colombia. Estoy aquí pero mi alma está allá Plaza Alfonso López junto a Alejo sear sobre vallenato desearía perder- Durán, “El Cocha” Molina, Alfredo se. En el centro, la Tarima Francisco Gutiérrez y los más grandes ejecu- el Hombre donde han sido coronados tantes de ese instrumento que arruga tantos reyes y hoy es lugar de elimi- el sentimiento y pone a bailar a todo natorias y conciertos gratis que or- aquel que lo escucha, no solo en el ganiza la Alcaldía. Atrás, el palo de Valle de Upar sino en toda Colombia. mango, que sí existe y ha sido tes- tigo del esfuerzo de los concursan- La Plaza Alfonso López tes y de los tragos de los visitantes.

La casa de Rosario Pumarejo Cotes, A la plaza de más de nueve mil madre de Alfonso López Pumarejo, metros cuadrados, no le cabe una junto a la del coronel Pedro Castro silla más, ni la lluvia “espantava- Araújo. Al frente, el lugar en el que llenateros” abrió espacio para los vivió Consuelo Araújo y hoy es la Al- simpatizantes que llegaron tarde, caldía. En diagonal, la casa que ocu- un verdadero aficionado llega tem- pó Alfonso López Michelsen mien- prano. Es tanto el gentío que ahora tras era gobernador del Cesar. Al encontrar su grupo de amigos lue- lado, una tiendita llamada Compae go de ir al baño, porque la cerve- Chipuco donde venden artesanías e za hace su efecto y si va la primera instrumentos y a la que me hubiera vez perdió, se vuelve todo un reto. encantado ir mucho antes de hacer este documento, pues es una biblio- Cada familia o grupo de amigos tiene teca vallenata, el paraíso en el que una neverita para la sed y en medio cualquiera con intenciones de ver- de abrazos, fotos y los “lo quiero mu- 14 Vallenato en Colombia. Estoy aquí pero mi alma está allá cho” que se dicen todos los borrachos Destrozó mi alma y me dejó Derrotado o los que están a punto de estarlo sue- en el dolor. Desde ahí Vivo en na una canción que hace que al me- y al vallenato le Lloran las palabras. nos mi combo de parranderos cierre los ojos, se ponga las dos manos en el Alex Martínez, cantante y quien pecho y diga: “se imagina todas las interpretó a Kaleth en la película canciones que estuviéramos cantan- Vivo en el limbo, le rinde este ho- do si este man no se hubiera muerto”. menaje al hijo de Miguel y al her- mano de los K Morales, y hace que Me robaste un milagro, un instante lo malo se vuelva bueno, lo amargo, Sabes todo de mi vida dulce; y que la gente lo aplauda y Sabe que la estoy queriendo canten sus canciones como si fue- Que la extraño ra el Rey de la Nueva Ola, el que Que cuando no, está allí, con su guitarra, cantando. es tan extraño todo el tiempo Que me tiene enamorado Río Guatapurí de sus besos Y que si trato de ocultarlo Una sirena encantada ha sido tes- nunca puedo tigo de los amoríos, parrandas y de todas la poesía que se ha creado en Para no tengo Siete su cauce, mientras resguarda esas palabras, quiero decirle que Trans- aguas que bajan corriendo y que formó mi mundo porque tocó La nota en todo el Cesar fuerte se sienten. más linda y que con su partida re- Quien diría que por desobediente y pentina me llevó De millón a cero, meterse al río un Jueves Santo, esa 15 Vallenato en Colombia. Estoy aquí pero mi alma está allá niña se convertiría en la sirena del Y entonces a nuestro lado, Víctor Ar- Guatapurí y por el resto de su vida ciniégas siente ese impulso, le dice a tendría la fortuna de escuchar la sus hermanos que se pongan de pie, caja, la guacharaca y el acordeón. saca su acordeón, ellos la guacha- raca y la caja y si antes fue Kaleth Para un cachaco bañarse en el río es ahora vamos a recordar a Diomedes. un poco riesgoso, pero en Valledu- par es un plan familiar de domingo. Contratamos a los MegaArciniegas, Por eso si quiere conservar la idea un grupo de tres hermanos en el que de ese río imponente que en el día todos tocan todo, para que nos can- es besado por las lavanderas y en la ten canciones de Diomedes Díaz a la noche lo abraza la luna, no vaya un orilla del río y así retratar lo que es domingo porque además de ver esas Valledupar. Ellos tocan esa canción aguas a toda velocidad chocando con que aunque le hayan o no puesto ca- las rocas, ve a cientos de personas chos a uno, a todos nos sale del alma: haciendo miles de cosas que si hu- bieran sido vistas por Escalona no le No eres el primero, sale un vallenato sino un reguetón. ni el último, menos Que lo traiciona una mujer Cuando cae el atardecer, el río queda Pero ya esta bueno vacío y su corriente crece, los visi- Que sigas sufriendo, tantes conocen al verdadero Guata- sin razón de ser purí, al Rey de Valledupar, ese que Total para que, con solo verlo hace nacer la inspira- no te están queriendo ción de compositores y acordeoneros. 16 Vallenato en Colombia. Estoy aquí pero mi alma está allá El Parque de la Leyenda cierto en el Parque. La gente por fin Vallenata usa jean y todos los que no son de la costa recurren a mocasines y camisa, Cuando Consuelo Araújo prestó su generalmente del mismo color. Cuan- casa para que allí se celebrara el pri- do llueve la gente que tiene silla, mer Festival estaba convencida de la porque los de general A y B no tie- importancia que tendría este género nen, se las pone en la cabez para no en el país y el mundo. Tanto fue el éxi- mojarse, pero nadie quiere perder su to de la música vallenata que la Pla- puesto en un concierto que abre sus za Alfonso López se quedó pequeña puertas a la 7:30 de la noche y está y fueron necesarias 23 mil hectáreas terminando a las 7:30 de la mañana. para recibir a los vallenatos y turis- tas que gozan entorno a este folclor. Vi banderas de México, Canadá e Ita- No pudo ‘La Cacica’ ser testigo de los lia, escuché hablar a puertorriqueños, eventos que se realizarían en el Par- argentinos y chilenos, pero los que que de la Leyenda Vallenata “Con- se quedaban hasta el final y bailan- suelo Araújo Noguera” pero desde el do siempre eran los de la costa. Los cielo ‘La pilonera mayor’ sigue mo- de los mocasines mientras tanto sen- viendo sus faldas cuando los tres co- tados, cruzados de brazos luchaban ronas marcan el inicio del Festival. contra el sueño y ni siquiera el Old parr que mantuvo vivo a Thomas Parr Se cierran las calles, los taxis tienen hasta los 152 años pudo revivirlos. prohibido el paso y por todo lado se escucha el “compro, vendo boletas” El primer día cantó Jorge Oñate, así son las noches cuando hay con- Margarita Doria, Iván Ovalle, Rafa 17 Vallenato en Colombia. Estoy aquí pero mi alma está allá Pérez y Beto Zabaleta. El tercero, escuchaban los “te amo” a Sebastián. porque el segundo me quedé en la Cantó , Sebas- plaza, cantó , y se trajo tián Yatra, Churo Diaz y Farid Ortíz. a los hijos del vallenato: Bonka, Sa- nalejo, Samper, Wamba y esos que en Silvestre Dangond no interpre- Bogotá crearon una música con acor- tó todo su repertorio, cantó cuatro deón llamada Tropipop. También se canciones suyas y de resto con los presentó Zion y Lennox, Jean Carlo acordeones más importantes: Emi- Centeno Y Jorge Celedón, como fiel lianito Zuleta, Julián Rojas, Gonza- seguidor del Binomio de Oro estaba lo ‘El Cocha’ Molina y Omar Geles, seguro de que Jean Carlo esperaría a entre otros, hizo que todos corearan Jorge y mientras uno decía olvídala los grandes clásicos del vallenato. el otro iba a responder Yo no lo quiero hacer luchare por tenerla, ella es cielo Los caminos de la vida y estrella ella es todo en mi vida, la No son como que yo pensaba quiero, pero cada uno hizo su show Como los imaginaba individual y Celedón quien cerraba No son como yo creía el concierto nos puso a brincar a to- dos a las 7:00 a.m. en un solo pie. Los caminos de la vida Son muy difícil de andarlos El cuarto día, los 32 mil espacios del Difícil de caminarlos parque estaban ocupados y mucha Y no encuentro la salida gente vestía de rojo, unos le gritaban a Silvestre que por su culpa se iban a Cerró con Los caminos de la vida el gastar lo del arriendo esa noche y se tema que escribió Omar Geles para 18 Vallenato en Colombia. Estoy aquí pero mi alma está allá ‘La vieja Hilda’ su mamá. Entonces yo agarré mi celular, grabé la canción favorita de mi mamá y le dije: “la amo mucho, tal vez no tuvo un hijo inte- lectual y sí parrandero, pero no se imagina cuánto le agradezco que me haya puesto a Escalona de bebé, que me haya dejado tocar la caja en las parrandas que llevaban a la casa de niño, por ponerme a cantar antes de que me cambiara la voz y luego por meterme a clases de acordeón, y al próximo Festival, se viene conmigo”.

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"Ay, hombe", canta un madrileño

‘Poncho’ toca el acordeón, pero no es acordeonero; ha sido profesor de música, pero nunca la estudió; fue ‘Rey’, pero en lugar de corona le pusieron un sombrero wayúu y cuando canta una del Binomio o una del ‘Cacique’ prefiere que se escuche la ‘s’ al final de cada nota.

Empuñó el micrófono a los trece El público aplaudía al Pedrito Fer- años. El público del Centro Artísti- nández de su municipio y mientras co del municipio de Madrid, Cundi- tanto el viejo Miguel, entre el públi- namarca, se puso de pie. Siempre le co, les decía a sus tres hijos que ese gustó este género, se apretó el cintu- era el muchacho que él había estado rón y cantó: buscando para consolidar su proyecto. María, María, Si no me quieres El viejo Miguel era un ex parrandero, no me importa, María, pues el talento que vio en sus hijos Yo con quererte simplemente y la cantaleta de su mujer termina- me conformo ron alejándolo de las borracheras de Vallenato en Colombia. Estoy aquí pero mi alma está allá antes (se despertaba con vallenatos hicieron que el vallenato se escucha- de y se acostaba con ra en tierras madrileñas, de donde es los clásicos de Rafael Orozco) que oriundo el vocalista de Los hijos del dejó un negocio de motos de toda la viejo Migue. “Para que se aprendie- vida por convertirse en el manager ra las canciones era complicadísimo de la agrupación vallenata-cachaca, porque le gustaban eran las ranche- Los hijos del viejo Migue. Se propuso ras; le mandábamos las canciones entonces que Alfonso Quevedo olvi- y no se las aprendía. Cuando se las dara a la de la mochila azul y que empezó a aprender se fue formando el cantando unos buenos versos pudie- grupo de a poco”, cuenta Miguel, el ra hablarle de amor a Adaluz, o tan acordeonero. siquiera verla, allá en la inmensidad donde el maestro Escalona la dejó Después de aprenderse las cancio- asentada. nes, siguió la guitarra, la guacharaca, y trabajó a diario los tres pilares del Alfonso no fue nunca más Alfonso, acordeón: mano derecha, mano iz- desde ese momento pasó a llamarse quierda y brazo izquierdo. Consiguió ‘Poncho’, como el menor de los Zule- diferenciar los cuatro aires del valle- ta, que con su hermano ‘Emilianito’ nato: son (el ritmo más nostálgico y

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Vallenato en Colombia. Estoy aquí pero mi alma está allá lento), paseo (el más joven y ahora desde el fondo de su alma una me- comercial), merengue (el que se in- lodía con su instrumento y le cantó ventaron para narrar las noticias) y el credo al revés. Es precisamente en puya (el más rápido y antiguo), todo esta tierra, lejana para un madrileño, eso sirvió para que cuando no salie- que la voz de ‘Poncho’ fue calificada ran conciertos, ‘Poncho’ pudiera dic- con un 95.8 sobre 100 y se convirtió tar clases de música vallenata. en la mejor del festival Francisco el hombre en 2012. El festival selec- cionó previamente a las 12 mejores El acordeón del diablo agrupaciones del país, entre las que estaba Los hijos del viejo Migue re- Cualquiera que sepa que el cha cun presentando a la capital. A diferencia cha es el ritmo que se baila, o que del Festival de la Leyenda Vallenata la plata es mejor gastársela en muje- en Valledupar donde las agrupacio- res, bebida y baile, debe saber tam- nes están conformadas por cantante, bién que por allá en La Guajira un guacharaquero, acordeonero y caje- juglar vallenato derrotó al diablo en ro, el Festival Francisco el Hombre un duelo de acordeón, con un “Tor- tiene como base la búsqueda de un nillo e’ maquina”, de diez botones en vallenato con nuevos aires. los pitos y dos en los bajos, le tocó 24 Vallenato en Colombia. Estoy aquí pero mi alma está allá La agrupación de Los hijos del viejo lo tocara el mismísimo , Migue salió a escena, con acordeón, primer Rey vallenato en el 68. guacharaca, guitarra, bajo, batería, dos coristas y la voz de ‘Poncho’. Caminaba por la playa de Riohacha, cansado del primer día de concurso y Subió a la tarima con una camise- un indígena wayúu se le acercó. Ante ta verde, una mochila cruzada y un la mirada temerosa del cachaco soli- sombrero wayúu. Cogió el micrófono tario en tierra extranjera, le dijo: “Yo y al son de Miguel, el acordeonero, te escuché cantar y tú te vas a ganar comenzó a cantar. Viniendo de Bogo- este festival”. tá, una tierra donde el vallenato era cosa de corronchos hasta que el pre- ‘Poncho’ superó a Orangel ‘Pangui- sidente Guillermo León Valencia me- to’ Maestre, de Barranquilla y al tió al maestro Escalona en el Palacio ‘Bola’ Corrales de Sincelejo. Cuan- Presidencial, tuvo la valentía de can- do se anunció que el nacido en Ma- tar Tierra de cantores de los Herma- drid, Cundinamarca, era el ganador nos Zuleta, pero el acordeón no sabe porque su voz —así no dijera ‘com- de regionalismos y con un grupo de pae’ sino hermano—, había logrado cachacos también ríe y llora como si cautivar al jurado y a gran parte del

25 Vallenato en Colombia. Estoy aquí pero mi alma está allá público costeño, las comitivas de los vida. Y a Los hijos del viejo Migue rivales lanzaron algunas frases de re- les gritaban: “Cachacos gracias por chazo en contra de los cachacos que venir, ustedes se merecían ganar esto, se habían llevado para la ‘nevera’ el el vallenato es Colombia”. premio a mejor voz y mejor agrupa- ción del festival. Al lado del ‘Cacique’ Muchos guajiros gritaban el nombre de ‘Poncho’ y él, en señal de agra- ‘Poncho’ no ha perdido contacto con decimiento, mostraba su premio; la Los hijos del viejo Migue, pero hace gente enloquecida gritaba: “¡Esta dos años que decidió emprender su es la puya loca, esta es la puya loca, carrera como solista. Lleva su voz a mira que te puya, mira que te aga- cualquier parranda que lo contraten, rra”, y él respondía cantando uno a cualquier festival donde lo invi- de los clásicos del Binomio de Oro, ten, a cualquier canal de televisión agrupación que vestida de gala llevó donde quieran escuchar su voz, o a al vallenato fuera del país: no es fácil cualquier país que se identifique con para mí, lucharé por tenerla, ella es nuestro folclor, no con la música cos- cielo es estrellas, ella es todo en mi teña sino con la música colombiana.

26 Vallenato en Colombia. Estoy aquí pero mi alma está allá Lo contrataron para un cumpleaños medes Díaz, pero ahora como solista y transmitiendo toda su alegría abra- estaba cantando noche a noche junto zó al cumpleañero y dijo: “Muchas al ‘Cacique’. “Hágame el favor com- gracias a todos por venir el día de padre ‘Debe’ llegue a esa ventana hoy. Felicitamos al señor Roberto en marroncita, toque tres canciones bien su cumpleaños…”, y comenzó a can- bonitas que a mi no me importa si se tar: Mil felicitaciones, Roberto, que ofenden”, cantaba ‘Poncho’. “Que yo cumplas muchos más, que la virgen les canto con el alma para esa linda te cuide, que te cuide bastante porque morenita, de la ventana marroncita a yo de mi parte también te cuidaré. Y donde duerme mi adorada, de la ven- al finalizar la canción, Roberto se le tana marroncita a donde duerme mi acerca al oído y en voz baja le seña- adorada”, respondía Diomedes Díaz, la que su nombre no es Roberto sino interpretado por Orlando Liñán. Rodolfo. ‘Poncho’ era el corista de Diomedes en la novela de RCN que contaba la Cuando hizo parte de “Los hijos del vida de ‘El Cacique de la Junta’ y viejo Migue” pisó la misma tarima que se transmitió en 2015. que Silvestre Dangond, Peter Man- jarrés y una vez compartió con Dio-

27 Vallenato en Colombia. Estoy aquí pero mi alma está allá Ha llevado las canciones de Miguel Morales, Kaleth Morales, Jean Car- los Centeno y Jorgito Celedón, entre otros, a Estados Unidos, Puerto Rico y México. Aunque quiere estar con sus dos pequeños hijos, Mariana y Jerónimo, ‘Poncho’ está convencido de que el arte une a los seres humano y que aunque el tiempo para compar- tir con su familia es escaso, lo que él hace no solo une a un país sino a todo aquel que disfruta un vallenato, no por su pronunciación sino por su sentimiento a la hora de cantar.

28 Cuando la guacharaca es más grande que las guacharaqueras

En el jardín infantil Cartagena de Indias, de Bogotá, sueltan el biberón para coger la guacharaca y dejan los pañales para tocar el acordeón. Los niños de dos a cinco años no cantan “Arroz con leche” en el salón de clase, ellos han cantado “La cachucha bacana” de Alejo Durán en los escenarios más importantes de Colombia y México.

Ay, ay, ay, ay dientes del vestuario, del peinado, Canta y no llores del almuerzo, de que hablaran con Porque cantando se alegran los papás y de que no dejaran los Cielito lindo, los corazones instrumentos botados causaron que todos estuvieran en la sala equi- Las pilatunas, siete días llenos de vocada y el avión rumbo a Colom- conciertos y cargar con instrumen- bia a punto de despegar, sin ellos. tos más pesados que ellos hicieron Cuando la profe Myriam, se dio cuen- que todos cayeran rendidos en la ta de que su sala de abordaje era sala de espera del aeropuerto. Cua- otra y de que la hora de despegue ya tro profesoras lidiando con esas pi- había pasado, empezó a gritar y las latunas, arreglando a los niños, pen- otras profesoras a levantar abrigos y Vallenato en Colombia. Estoy aquí pero mi alma está allá maleticas de Mickey y Minnie que ha- sa y pantalón blanco, y un som- bía por todo lado, algunas se echaron brero vueltiao que a la mayoría le uno o dos niños al hombro y a correr quedaba grande. Las mujeres con por el aeropuerto de Ciudad de Mé- falda roja que llegaba hasta el sue- xico. El avión, por fortuna seguía ahí, lo, como se vestían las piloneras el piloto estaba esperando a los va- en el departamento del Cesar, y un llenaticos de Colombia y los jóvenes gran moño al que las cuatro profe- músicos subieron cantando a la nave soras que habían viajado a acom- para apaciguar los ánimos de los pa- pañarlos, cada mañana le invertían sajeros que desesperados por el retra- el tiempo necesario para que cada so de una hora, no les quedó de otra pelo quedara inmóvil, en su lugar. que aplaudirlos y tararear Fidelina. Acordeón, guasá, maracas, caja, tam- A México habían llegado 22 artis- bores (alegre y llamador) y las gua- tas colombianos a rendirle un ho- characas, cada músico en su pues- menaje en 2001 al escritor y poeta to listos para interpretar el himno Álvaro Mutis, ganador del premio de Colombia frente a Álvaro Mutis, Cervantes. A ritmo de vallenato in- Aracely Morales, la ministra de cul- terpretaron Cielito lindo, una de las tura de Colombia en ese momento, cuatro canciones que habían pre- Sari Bermúdez, coordinadora gene- parado durante todo el año escolar, ral de cultura de México, y muchas las otras eran: Fidelina, La cachu- otras personalidades de la litera- cha bacana y el Popurri de cumbia. tura y la política de ambos países.

Los hombres vestidos con cami- Al acordeonero solo se le podían ver 30

Vallenato en Colombia. Estoy aquí pero mi alma está allá los ojos, el sombrero le tapaba has- esa energía dándole golpes al par- ta debajo de las cejas y el acordeón che sintético de la caja moderna que hasta la mitad de la nariz, pero las alguna vez se inventó José ‘Cheíto’ clases con el profesor Dagoberto Velásquez. Hay que recomendarle Meza le permitían meterle esos bajos al pequeño cajero que si alguna vez característicos al son y tocar Fideli- toca con caja antigua, que no sea con na como seguramente el primer rey cuero de zorra porque en la zona del vallenato Alejo Durán lo hubiera in- Cesar aseguran que toda parrandea terpretado, a los cinco años de edad. con esta caja termina en trifulca.

De los del guasá y las maracas siem- La guacharaca es el instrumento que pre ha tocado estar pendientes, no marca el ritmo dentro de una can- solo para decirles a los jóvenes mú- ción vallenata, es el trinche el que sicos que el instrumento siempre determina qué tan rápida va a ir la arranca desde abajo, sino para que puya o que tan lento el son. Nadie los “amores de colores” como les mejor para llevar esas riendas y se- dice la profesora Saira Martínez no se mejante responsabilidad que una metan la maraca en el oído, entre la mujer, por lo que en el jardín Car- camisa o el pantalón, o cojan a “gua- tagena de Indias, siempre son ellas sasos” a su compañero de adelante. quienes la tocan. La razón, dice la profe Saira, es porque las niñas son El escogido para tocar la caja com- más disciplinadas, y porque los ni- prendió que siempre se comienza ños pueden ser más peligrosos con con la mano derecha, se destacó en el trinche. Lo cierto es que la gua- el grupo y ahora puede desatar toda characa y el género femenino en el 32 Vallenato en Colombia. Estoy aquí pero mi alma está allá vallenato han estado relacionados Los pequeños guacharaqueros de desde siempre. En el primer disco gra- Beethoven, nadie ni su directora en- bado de música vallenata, realizado tiende por qué les puso ese nombre. por el maestro ‘Pacho’ Rada, en 1938, quien lo acompañó en la guacharaca Myriam Valderrama, la directora del fue una mujer: Mercedes Alandete. jardín, cartagenera de nacimiento es una fanática del vallenato (en es- Por suerte las guacharacas de ahora pecial de Alejo Durán a quien per- ya no miden 1 metro con 20 centí- seguía con las otras profesoras de metros, porque ese ni siquiera es el Magangué por todo el sur de Bo- tamaño de las guacharaqueras, y su lívar). Vivía por los sueños de te- altura redondea los 30 centímetros. ner su jardín, que inauguró y man- Lo que sí se conserva es el material, tuvo en el garaje de su casa, hasta a pesar de que las hay de metal, en que el arrendatario se dio cuenta, y este conjunto se usa la tradicional el de tener un grupo de folclor, con “guacharaca de lata” que viene de el que realizó su primera presenta- una planta conocida como uvita de ción en el año 1977. Ambos sueños lata, pues pesa menos y es más fá- se cumplieron, superaron cualquier cil a la hora de cantar. Las guacha- expectativa y parecían no tener lí- raqueras son también las cantantes. mites, como el vallenato mismo.

Así estaba conformado y listos Oye lo que dice Alejo para dejar el nombre de nuestro Con su nota pesarada. folclor en alto Los pequeños gua- Quien como el guacharaquero charaqueros de Colombia, antes Con su cachucha bacana 33 Vallenato en Colombia. Estoy aquí pero mi alma está allá Quien como el guacharaquero sicos se quedaran quieticos, algunos Con su cachucha bacana Diablitos del vallenato logra- ron colarse e irse a México: Con este canto recorrieron en Méxi- co: Museo Nacional de Antropología, —Los niños que tengo atrás, sen- Museo Nacional de Arte (MUNAL) y taditos porque tengo un ojo aquí el colegio República de Colombia. Y en la cabeza que los está mirando. se ganaron una invitación por parte —¿En la cabezaaaa? de la ministra de cultura colombia- —Si, me lo puse antes de salir de la na y la secretaria de cultura mexi- casa. Si están juiciosos se los muestro. cana para ir a China. Invitación que Myriam prefirió no aceptar pues ya En Colombia han tocado en la Pla- era darle la vuelta al mundo, y si fue za de Bolivar, en el Teatro Colón difícil convencer a los papás para que y en el Teatro de Heredia, que hoy dejaran ir a los artistas a México, al se llama Adolfo Mejía. Se presenta- continente asiático terminarían yen- ron en el cumpleaños 92 de Alfon- do las profesoras, pero sin músicos. so López Michelsen. Hicieron llorar a Emiliano Zuleta Baquero cuando A pesar de que los intérpretes no fue- fueron a tocarle. Fueron aplaudidos ron escogidos al azar, estuvieron bajo por el maestro Rafael Escalona. En la amenaza constante de: “El que el Festival de la Leyenda Vallenata esté indisciplinado no vuelve más al en Valledupar le tocaron las tren- conjunto y se regresa para el salón” y zas a Carlos vives, cuando usaba se implementaron estrategias como la shorts y dreadlocks, luego de cantar de la profesora Saira, para que los mú- con él La gota fría, el legendario en- 34 Vallenato en Colombia. Estoy aquí pero mi alma está allá frentamiento de piqueria entre Lo- Juan José recibe las clases del pro- renzo Morales y Emiliano Zuleta. fesor Dagoberto; Jerónimo que toca el alegre está a punto de ser enviado El artista de cinco años agarró el al salón si no le baja a su alegría; y micrófono e invitó a Carlos Vives, Belén, Sarita, Valeria e Isabella ya quien estaba entre el público a subir dominan el abajo, arriba, abajo y des- a la tarima y cantar con ellos. El sa- canso de la guacharaca. Los artistas mario subió, se agachó para quedar a de su edad están acostumbrados a pa- la altura y en la compañía no del rey rrandear con La vaca loca, o con Si tú vallenato Egidio Cuadrado, sino de un tienes muchas ganas de aplaudir, pero niño cachaco en el acordeón, cantó: ellos son felices cantando, tocando y jugando con ese Pedazo de acordeón. Acordate Moralito de aquel día Qué estuviste en Urumita y no quisiste hacer parranda Te fuiste de mañanita Sería de la misma rabia

Cada febrero, Los pequeños Guacha- raqueros de Colombia vuelven a for- mar un nuevo grupo folclórico que les permita llevar el vallenato a muchas partes de Colombia y el mundo como lo logró el conjunto del 2001, y tal vez viajar a China, ahora sí. Este año 35

La caja está en buenas manos

Todos los que tengan el apellido Castilla, tienen las manos callosas, son de pocas palabras, acarician más al cuero que a su familia y prenden una fiesta sin pararse de la silla. Antes de dar el primer golpe miran al cielo para que ese sabor que corre por sus venas los acompañe una vez más y nadie muera sobre ese instrumento que tanta vida les ha dado.

Levantó los dos brazos como sa- Dejó caer al tiempo sus manos sobre ludando, algunos dijeron que se el pleno del instrumento, la señal estaba despidiendo. Cirino Cas- para arrancar la canción y entonces tilla Martínez subió a la tarima el acordeón de Emiliano Zuleta Ba- Francisco el Hombre en la Plaza Al- quero comenzó a sonar en la quinta fonso López de Valledupar, esa ciu- edición del Festival de la Leyenda dad que lo vio nacer, irse y volver para Vallenata, en 1972. Castilla siempre convertirse en leyenda del folclor. concentrado con la mirada fija en su Bajo un sol de mediodía, el hombre caja, esta vez contempló al público y de ochenta años dio el primer golpe, sonrío. Emiliano seguía tocando, pero uno seco con la mano derecha y lue- en una parranda la gente puede bai- go otro con la izquierda, en el borde. lar sin acordeón mas no sin caja y de Vallenato en Colombia. Estoy aquí pero mi alma está allá repente todo la plaza enmudeció. La Oh, quinto festival canción se suspendió, el concurso se pero que gran tristeza suspendió, el Festival se suspendió. dejaste al terminar

Nadie entendía lo que pasaba, pero El quinto Festival que sería tan im- estaba claro que no era parte del portante, pues es ahí cuando acor- show. No alcanzó a hacer su solo de deonero y cantante dejan de ser caja, ese repique a manera de metra- uno, y Miguel López obtiene la co- lleta que tantas veces disfruto el ba- rona como acordeonero y Jorge Oña- rrio Cañaguate. Su cabeza cayó sobre te como cantante y guacharaquero, el instrumento y el instrumento sobre quedó inconcluso al menos mien- la tarima. Nunca le iban a fallar las tras el pueblo velaba al gran cajero. manos en medio de una presentación, no contaba con que le iba a fallar su En el sepelio estuvo el gobernador corazón. Pocos tienen esa suerte de Alfonso López Michelsen, su equi- morir haciendo lo que más les gusta, po de gobierno, los participantes, pero Cirino Castilla murió abrazando todo el conglomerado vallenato, los esa caja, la consentida, que tanta ale- visitantes y todo aquel que sentía gría le trajo a él, a su familia y al valle. esa música vallenata como suya. Si Francisco Moscote dejó una leyenda Repicaba la caja por cómo interpretaba su acordeón, En forma magistral Cirino Castilla es leyenda por la for- Cuando Dios lo ha llamado ma en la que acariciaba la caja, por Se fue ese gran cajero su aporte al folclor y por ser la raíz Alegre comenzaste de una dinastía. 38

Vallenato en Colombia. Estoy aquí pero mi alma está allá La caja no llegó con los africanos, che que implementaría en su regre- pues los grupos indígenas ya tenían so a Valledupar y a la mujer con que dentro de su trifonia musical además sentaría cabeza: Rosa Maria Polo. de la guacharaca y la gaita, un tam- bor que tocaban con dos baquetas o De los hijos que tuvo con Rosa Ma- bolillos. El primer gran cambio, por ría, Dimas y José del Carmen tam- el que se dice que la caja es el ins- bién fueron cajeros; sin embargo, el trumento de nuestra africanía, es la único que logró superarlo y de quien percusión manual que llega con la se dice que hace fiesta con la sola cultura afroamericana. El segundo, caja es Rodolfo, ‘El pulpo de la caja’ lo hace Cirino Castilla, pues elimina como lo llamó Jorge Oñate en medio uno de los dos parches de la caja tra- de una parranda por alborotar y for- dicional vallenata de ese momento, mar bullerengue con su instrumento. lo que permitió que el instrumento tuviera mayor sonoridad, sin cambiar Y se parece tanto a papá el material del parche: pieles de chi- Hombre del alma buena vo, venado, ovejo y marimonda negra. Y se parece tanto a papá Hombre del alma buena Castilla trabajó en la zona banane- ra, fue operador de grúa, pescador, Al igual que su padre, tiene las ma- maestro de obra, cazador y en las nos como ladrillos y cuando da un noches músico. Con sus trabajos se apretón se sienten los más de 50 desplazó por toda la costa colombia- años tocando caja. Ha tocado con na, precisamente en ese recorrido acordeoneros tradicionales e impor- conoció el tambor con un solo par- tantes en el folclor vallenato como

40 Vallenato en Colombia. Estoy aquí pero mi alma está allá Alejo Durán, Calixto Ochoa, Luis preservación del folclor a través de Enrique Martínez, Alberto Pache- la caja, el instrumento que cuando es co, Rafael Orozco, Poncho Zuleta, bien interpretado obliga a tocar bien Diomedes Díaz, Jorge Oñate e Iván al acordeón, y lo que hay en la fami- Villazón. Ha sido rey en la caja tres lia Castilla son buenos ejecutantes. veces, con ‘Colacho’ Mendoza, Alber- to Pacheco y Raúl ‘Chiche’ Martínez. Pero la legión de cajeros no ter- mina ahí. De los nietos de Cirino Y ha interpretado su instrumento con continúan con el oficio Thomas, otros artistas que buscan revolucio- ‘El mono’ Castilla, hijo de Rodolfo, nar el vallenato: a sus más de 60 años quien lleva la Parranda en el cafe- le tocaba El Terremoto a Martín Elías tal con ‘Jorgito’ Celedón; Alexan- con el codo, por debajo de la caja y der Barros Castilla, Sasky Castilla; por los lados, con un pie en la silla y José del Carmen ‘Tito’ Castilla, y otro en el suelo, pasaba al frente de hijo de José del Carmen ‘Cirinito’. la tarima a bailar, mientras golpea- ba con una sola mano el instrumento ‘Tito’ empezó a tocar la caja desde y se le robaba por unos minutos el muy niño, primero fue rey infantil de show al hijo del Cacique de la Junta. su instrumento al lado de Gonzalo ‘El Cocha’ Molina quien en ese entonces Tantos años dándole al cuero, de él no tenía más de siete años y tomaba y de su familia, fueron la causa para tetero después de cada presentación. que en 2019 El pulpo de la caja en Luego fue rey profesional al lado de nombre de la dinastía de los Castilla Omar Geles en 1989. No tocaba la caja fuera condecorado por su labor en la con una mano, ni con el codo como

41 Vallenato en Colombia. Estoy aquí pero mi alma está allá su tío, ‘Tito’ ponía a hablar a la caja. gran Cirino Castilla, seguirán ha- ciendo historia con el instrumento Estuvo al lado de Diomedes Díaz que secunda al acordeón, es herma- por 30 años. Desde su silla veía a no de la guacharaca, y pone a brincar la gente parrandeando y bebiendo al que sea. En esa casa no regalan Old Parr cuando El Cacique de la carros ni balones; desde pequeños Junta cantaba Mujereando y lue- tocan la caja con la cabeza, con la go los veía llorando y bebiendo Old rodilla, y con el pie, la usan de co- Parr con Gaviota herida. Iba en el medor, de escritorio y hasta para dor- avión que se estrelló en El Tigre, Ve- mir. El vallenato puede estar tran- nezuela, accidente en el que murió quilo porque no hay duda de que su ‘Juancho’ Rois, pero ‘Tito’ se salvó. caja está en buenas manos, con uno que otro callo, pero buenas manos. Fue cuñado y el cajero de Diome- des hasta octubre de 2010 cuando en medio de una parranda en San- ta Marta el cantante llamó “partida de loros” a su conjunto, pues Dio- medes decía que habían cometido un error musical imperdonable y le dijo a ‘Tito’ delante del grupo y del público que se bajara de la ta- rima. Nunca más volvieron a hablar.

Y así, los bisnietos y tataranietos del 42 El cirujano alemán

Pocos conocen a Juan Carlos, pero todos saben que el alemán suena duro y afinado en el mundo vallenato. Con un oído absoluto logrado a punta de coscorrones además de armar y desarmar, pone a sonar bonito esos acordeones. No fue rey interpretando el instrumento, pero si coronaran a alguien por no pelar ni una nota dejarían de llamarlo por su apodo y le empezarían a decir “su majestad”.

En 2006 sufrió una de las peo- —Yo tengo uno, le dicen el ale- res decepciones cuando le arregló mán y es un bárbaro —respondió dos acordeones a Los Hermanos Zuleta, para que comenzaran una cualquier cliente porque en Norte de gira de conciertos en Venezuela. Santander ya todos estaban felices con los tonos que alcanzaba el alemán. —Estoy buscando un técni- —¿Y sí es bueno?, ¿de dónde es? copa’ que me deje bien hechecitos, —Cachaco, es de aquí de Cú- afinaitos estos pitos —dijo ‘Emilia- cuta. (Cachaco es todo el que no nito’ Zuleta en una parada que hi- sea de la costa para los costeños). cieron con su hermano en Cúcuta. —Jmmmm voy a confiar Vallenato en Colombia. Estoy aquí pero mi alma está allá en ti. Llévale estos dos pues. Pero la esposa del alemán no lo de- jaba ni salir a la tienda mucho me- Si la música es como las matemá- nos lo iba dejar irse por varios me- ticas y todo es exacto, el alemán ses a parrandear en el extranjero, es el mejor matemático, pues deja entonces le tocó decir no a la gira y sus tonos en el punto máximo tan- hasta pronto a la posibilidad de tra- to en volumen como en afinación. bajarles a los mejores ejecutantes del instrumento rey del vallenato. Le entregó los dos acordeones a ‘Emi- Juan Carlos Arango comenzó tocan- lianito’ y ahí vino el dolor: El mayor do la guitarra en un grupo de música de los Zuleta quedó impresionado colombiana, cuando apenas era un con el “Re, Sol, Do” del alemán, el adolescente. Su maestro en las horas tono más alto que se puede sacar de ensayo le daba la espalda, hacía en un acordeón, dos tonos más arri- sonar su instrumento y empezaba a ba que el “cinco letras”. Y jun- preguntarle cuál era el acorde que to con su hermano querían llevar- estaba ejecutando. Cada que Juan se al “cachaco” para que fuera el Carlos fallaba recibía un coscorrón técnico de acordeones de plan- por parte del profesor y si acertaba no ta, para esa gira y muchas más. pasaba nada, porque le decía que el

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Vallenato en Colombia. Estoy aquí pero mi alma está allá bienestar iba a ser para él, y así fue. Versos que me parten el alma El alemán, como le han dicho toda Han llegado hasta una ventana la vida, se salió del grupo y no por Expresando una gran pasión tanto coscorrón. Quedó perdido en un mundo mágico y fue atacado por A Colombia llegó el acordeón de la fiebre del acordeón. Se compró el “nota abierta” a finales del siglo primero, y no dejaba de ensayar. En XIX, luego el “tornillo e máqui- su casa ya no se lo aguantaban y los na” con el que Francisco el Hom- vecinos le mandaban a la policía. bre derrotó al diablo, después vino Medio aprendió a tocar el primero, y el Moruno, el Guacamayo, el Coro- ya quería otro, porque no todos los na II hasta llegar al Rolls Royce de acordeones suenan igual, pero como los acordeones, el Corona III. La fá- no tenía plata, en vez de comprar se brica Hohner envía a nuestro país fue para donde un técnico y mandó tres tipos de “tres coronas”, como a subirle un tono a su instrumento. se ha popularizado, cada uno con un tono diferente: GCF (Sol, Do, Se oye un canto en la madrugada Fa), ADG (La, Re, Sol) y BESAS (Si, Mi Enseñado en la lejanía La bemol) o el “Cinco letras”, pero los Entre notas de un acordeón acordeones pueden llegar a tonos mu-

46 Vallenato en Colombia. Estoy aquí pero mi alma está allá cho más altos y diferentes a estos tres. después de la primera intervención del alemán quedó en pérdida total. Al llegar por su acordeón de una vez notó que sonaba raro, pero aún no te- Entre otras cosas comprendió que los nía el conocimiento para decirle al sonidos en el acordeón se repiten y técnico que no había quedado bien, que si se oprime un botón y se abre entonces tuvo que pagar e irse. Cuan- el fuelle bota una nota igualita o muy do llegó a la casa lo destapó y se dio parecida a si se oprime otro botón y cuenta de que el técnico había lima- se cierre. Esa es la razón por la que do, o sea cortado, un pedazo de todas absolutamente todos los acordeone- las lengüetas del acordeón para que ros son diferentes el uno del otro. el tono subiera, un daño irreparable para el instrumento porque lo había Siguió con la gana de tocar acor- desafinado sin posibilidad de arreglo. deón, de tener varios, arreglarlos, Las lengüetas son las que permiten el afinarlos, y ponerlos en el tono que paso de aire cuando se cierra o se abre él quería. Tocó acordeón en el cole- el fuelle y las encargadas de generar gio, en la universidad y en las ba- el sonido. Empezó a mover, a quitar ses militares, porque fue suboficial y a poner y si antes no tenía arreglo, del ejército. Al salir del ejército se

47 Vallenato en Colombia. Estoy aquí pero mi alma está allá empleó en las mañanas de lunes a aún tenía como intérprete. No que- viernes trabajaba en un banco, y en ría que le dijeran que era el mejor las noches cuando no tocaba el acor- acordeonero, pero sí que su acor- deón en su conjunto vallenato se iba deón era el que sonaba más bonito. con algunas amigas a tomar cerveza porque como buen alemán solo toma Un aficionado a los carros quie- cerveza. El día sábado, no importa si re tener los mejores, pero no deja había tocado o nada más salido, su que nadie dé una vueltica en ellos. mamá lo despertaba a las 8 de la ma- El orgullo para Juan Carlos era ñana para que atendiera a toda esa que otros tocaran su acordeón. gente que estaba en la puerta, cada una con su acordeón para arreglar, Compartió tarima con Hildema- para afinar o en busca de algún tono. ro Bolaños, rey de muchos festiva- les, técnico y nieto de ‘Chico’ Bo- Así no fuera el mejor ejecutante, an- laños. El alemán tocó primero y tes de subirse a una tarima dejaba dejó sus tres acordeones en tarima. listo su acordeón para que sonara más duro y más afinado, para que lo —Maestro buenas noches. ayudara y tapara las falencias que ¿Usted es el que sigue cierto?

48 Vallenato en Colombia. Estoy aquí pero mi alma está allá —Si mijo. —Tenés talento mijo. —Si gusta toque con mis acor- deones que ahí los dejé. Arreglaba cuanto acordeón pasa- —No, gracias. Yo traje los míos. ra por sus manos, pero nunca pudo —Maestro, si quiere pruébelos. reparar su matrimonio. La separa- —¿Y acaso qué tienen tus ción además de significar el fin de acordeones? —se subió a la su relación fue la causa para que al tarima, cogió el primero, luego el se- alemán lo sacaran del banco donde gundo y el tercero. trabajaba, y se volviera un técnico —Voy a tocar con tus en afinación de tiempo completo. acordeones. Es una historia que llegó a su fin Mierda. No se lo dijó, pero lo pensó. Después de alas y magias sin par Se bajó de la tarima, y como todos, Amor profundo tan dentro de mí disfrutó del maestro y de ese brillo Qué me maldices especial del acordeón. —Vení pa acá. ¿Quién te afinó Se vino para Bogotá a dejar los acor- esos acordeones? deones de la ciudad, como el me- —Yo mismo, maestro. lao, en su punto. Pero en la capital

49 Vallenato en Colombia. Estoy aquí pero mi alma está allá no conocían ni a Juan Carlos, ni al glara unos ocho pitos que estaban alemán, ni la calidad de su labor. partidos, que le metiera brillo festi- Al principio le tocó dejar su traba- valero y que si le gustaba lo empe- jo a mitad de precio o casi que re- zaba a recomendar. A partir de ahí galado para que lo conocieran y le todos los acordeoneros en Bogo- soltaran los acordeones. Él mismo tá empezaron a hablar del alemán. afinaba, sacaba tonos, encintaba fuelles, ponía botones y correas y Ahora ya manda acordeones para anacaraba. Anacarar es colocarle el México, Estados Unidos y hasta para forro al mueble del acordeón, es de- la China. Ya tiene una “organiza- cir, ponerle esos azules, verdes y ro- ción musical”, don Gustavo le ayuda jos que caracterizan al instrumento. con los botones y con la encintada de los fuelles, la señora Gloria con Se dio a conocer en la ciudad gra- la anacarada del instrumento y él cias a Iván ‘Pirucho’ Rincón, un se dedica a sacarle el tono que pi- acordeonero soachuno que tiene una den sus clientes y a buscar los 440 academia llamada Bogotá vallena- Hz, la afinación perfecta. Ya no tiene ta, quien le dijo que aprovechando que pedir que lo recomienden, sus que ahorita era el festival, le arre- clientes solos han contribuido con

50 Vallenato en Colombia. Estoy aquí pero mi alma está allá ese voz a voz y hasta ‘Juancho’ De la una nueva hora en la que él le pudiera Espriella, “que es bruto para el es- entregar personalmente el acordeón. tudio, pero inteligente para el acor- deón” dice que el alemán es técnico —¿Sabe por qué quería que us- de acordeones y de los buenos, y si ted mismo viniera y lo recogiera? lo dice ‘Juancho’ es palabra de Dios. —¿Para qué? —ni siquiera lo miraba. No entrega los acordeones hasta que —No es por la plata, porque no le gustan a él y no los manda con lo que me va a dar ya me lo gasté. nadie, sino que se ponen cita y espera Ni por el almuerzo que me invitó. hasta que su cliente pueda ir a Pa yo sentarme, disfrutarme el mo- recogerlo. mento, y verle esa cara de felicidad con su tono que no lo deja ni mirar- Don David, un conductor de ambu- me por andar mirando su acordeón. lancia con ocho acordeones, le dijo que le enviará el nuevo tono con su El cirujano alemán se encierra en yerno a Gutiérrez, Cundinamarca, su taller. Al paciente, en la mesa de lugar donde vive y el alemán le dijo centro, una pena lo ahoga. Sus fami- que no, que cuadraran un nuevo día y liares, en el estante, transmiten tris-

51 Vallenato en Colombia. Estoy aquí pero mi alma está allá tezas y lloran canciones. El cirujano abre, aprieta esa tuerca que estaba mal puesta, cura las heridas, saca todo lo que estaba destrozado, aco- moda sus piezas y cierra. Una opera- ción de horas, a veces de días. Opri- me un botón y entonces el paciente grita la melodía más hermosa. El ci- rujano vuelve a la vida al paciente, a ese paciente que tanta vida nos da.

52 Vallenato en Bogotá, aquí estoy pero mi alma está allá.

Un recorrido por cuatro bares en la capital que promueven la cultura vallenata, liberan el folclor caribeño, y muestran que ese género si- gue estando tan vivo como el sentimiento mismo de los juglares que alguna vez lo interpretaron.

Lejos de estar en tierras vallenatas, a guacharaca y acordeón; hay fandan- 866.6 km del departamento del Ce- go pa’ bailar. Los de La Provincia sar, en la capital de Colombia no se sabanera se sienten en la tierra de siente el olor a limoncillo y a guayaba Fonseca, porque en Tierradentro, La del Caribe, o los aromas provenientes Maye, La Caci-k y la Celosa también del mar que se mezclan con el verde se vive el festival. Cuando todos se fresco de la sabana; pero en la noche, querían ir para el Valle, se empezó al igual que en las calles que recorrió a escuchar en el aire frío de Bogotá Lorenzo Morales, en Bogotá se vive un son bien tocado, al estilo de ‘Pa- la parranda, se mueven las caderas, cho’ Rada y desde entonces ni los la gente se alborota al ritmo de caja, provincianos, ni los capitalinos ne- Vallenato en Colombia. Estoy aquí pero mi alma está allá cesitan del río Tocaimo para pensar Durán y otras leyendas del vallenato. en Matildelina, porque en la capital, En este lugar, todos son bienvenidos desde que llegó el vallenato, al igual a Valledupar, están a 225 de Carmen que Leandro Díaz, también nos ena- de Bolívar, a 382 de Barranquilla, moramos sin ver los ojos ni la cara. a 164 de Santa Marta, y se hace un Tierradentro luce el sombrero que PARE por los mil litros de Old Parr; adornó las cabeza de García Márquez eso es lo que se lee en las postales y Alejandro Durán, ese que tiene su que cuelgan de algunas columnas de origen en la región del Sinú, los colo- lo que parece ser la tierra caribeña res negro y caqui del sombrero vuel- dentro de la denominada nevera. Es tiao acicalan el establecimiento por una colonia de la costa en la capital, fuera y por dentro, ubicado en la 51 costeños de todas las edades se dan con Séptima, en plena zona universi- cita a escuchar vallenato y bailar re- taria, se convierte en la carretera más guetón, salsa y merengue. El calor se rápida para llegar a las tierras que vie- siente, se vive la recocha, hay mono- ron nacer al rock colombiano, y como cuco, perrenque, gaita y corotos. No memoria que no olvida, en medio de se escuchan, pero si se leen las CHs las finas líneas del tejido, en las pa- de eche, enchicharse y el pechiche. redes aparecen imágenes de Escalo- Cuando se está lejos y se sufre el na, Emiliano Zuleta Baquero, Nafer guayabo de querer estar en el Valle y

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Vallenato en Colombia. Estoy aquí pero mi alma está allá se tienen ganas de coger camino so- son de Rafael. Pa´viví con bre la cumbre de la montaña o si se esta pena, vivo solo y sin mujer quiere recordar a Escalona, ya no hay Lo que voy a contá’ ahora van a que volar pa’ visitarle, si hace falta pensar que es locura inspiración mejor coger camino para Porque salude a una monja La Maye, la musa del maestro Rafael me dijo metete a cura. Calixto, la mujer que estuvo en la vida del Cervantes del vallenato, protago- Ubicado en la 148 con 19, con te- nista de sus historias y de las nuestras. jido de sombrero vueltiao y epígrafe Ay! Maye me mandó a llamar dorado, La Maye Bar también recibe a como que me quiere ver los que añoran la tierra del nombrado acabo e´vení de allá y ya Castro Monsalvo. Las paredes se ro- me mando a llama’ otra vez dean de ídolos vallenatos, de los úl- Maye me mandó a llamar, sé timos tiempos, Silvestre Dangond y lo que me va a decir Jorge Celedón a todo color; y otros de me acabo de levantar, quiere quienes ya no nos quedan sino sus que vuelva a dormir. canciones y resucitan en cada parran- Ay! Tranquilízate Maye da. Aparecen en blanco y negro como deja a Rafael tranquilo. el “Cacique de la Junta”; cuánto no Las mujeres según ella, todas diéramos Diomedes Díaz por pintar

56 Vallenato en Colombia. Estoy aquí pero mi alma está allá esa imagen de mil colores, borrar el na vez se cantaba a escondidas. Ay! mundo a blanco y negro, y que todos tiempos aquellos, cuando en el artí- esos juglares y cantantes que ador- culo 62 página 68 del Club Valledu- naron el país con vallenato fueran par se estableció lo siguiente: “Que- eternos. Un cóctel de vodka con jugo da terminantemente prohibido llevar de naranja, gratis, recibe a aquellos a los salones del club, música de que vienen a ver a Pipe Mendoza, acordeón, guitarra o parrandas pare- acordeonero cachaco con raíces cos- cidas”, y el vallenato se escuchaba teñas, participante del Festival de la en las fiestas de las familias podero- Leyenda Vallenata, que en sus dos sas, únicamente cuando la gente ya tandas pone a todo el mundo de pie, muy borracha, casi a punto de perder a que agarren a su pareja y juntos la conciencia, se ponían a bailar con muevan los hombros para adelante sus trabajadores y les ordenaban que y para atrás, pues aquí la parran- tocaran esa música de pobres que da es pa’ amanecer y al que se duer- era bien sabrosa pa’ bailar; y ella en ma no nos queda otra que motilarlo. compañía de Escalona y de López Mi- chelsen materializaron la idea de Mi- En Bogotá el mito de Consuelo Araújo riam Pupo, crearon el Festival de la Noguera también es una realidad. La Leyenda Vallenata en 1968. Tranqui- Cacica, la mujer que universalizó el la ‘Cacica’, el vallenato no va a morir. vallenato en la tierra en la que algu- 57 Vallenato en Colombia. Estoy aquí pero mi alma está allá Adiós Consuelo te fuiste del valle paredes que perpetúan a Consuelo y a todo el mundo le dejas tu historia Araújo, empieza a retumbar esa mú- que Dios te tenga rodeada de ángeles sica que arruga el sentimiento como allá en el cielo colmada de gloria. lo decía García Márquez al hablar del vallenato. Los que están en el piso de abajo, cerca a los artistas, tienen un En La Caci-k ubicada en la 93 con boleto más costoso, pero los que están 15, se organizan eventos con diferen- en el segundo piso no escatiman mo- tes artistas que hacen honor al fol- mento para asomarse al balcón como clor colombiano combinado con la lo hacía la morena de Diomedes Díaz ranchera mexicana. Las mariposas en la ventana marroncita a escuchar vuelan en la entrada, elegantes se esas canciones bien bonitas que se posan frente a los visitantes, deben cantan con el alma. Juanita Fula es- ser las amarillas que se le escaparon peraba sentada en su mecedora. Mi- al Nobel, quien dentro de La Caci-k raba el reloj con desespero. Pasaba ya tiene un lugar especial; la imagen la noche en vela inútilmente porque del escritor de Aracataca cuelga en su marido Sergio Moya Molina no re- las paredes, acompañado de lienzos gresaría por la tarde sino que volve- que recuerdan el día de los muertos ría al siguiente día en la mañanita, en México con catrinas y la guada- y a pesar de que las intenciones de lupana. Es noche de fiesta y en las

58 Vallenato en Colombia. Estoy aquí pero mi alma está allá él eran que su esposa se quedara en que alivian las tristezas y que resul- casa descansando, para tenerla siem- tan siendo el abrebocas para una tan- pre bien conservadita, ella a punta da, de más de una hora, de música de celos y muy poco complaciente popular donde a esa misma persona lo ajuició y no dejó que el compo- se le manda A chillar a otra parte. sitor siguiera gozando la vida. Esta Que se cuente en la leyenda que historia real hecha canción tiene su en esta Tierradentro de Bogotá se sede en Bogotá, La Celosa cantina escucha fuerte el acordeón, siempre está ubicada en la calle 24C con 75. hay una Celosa, está La Maye y la ca- Vallenato del viejo y música popular, ci-k pa’ bailar. Que emoción poder es- aquí no solo hay cuadros de Silves- tar en la capital y en La Provincia al tre Dangond y de Peter Manjarrés, mismo tiempo; ya no hace falta estar las imágenes de Paola Jara y Yeison en la Sabana para escuchar el repi- Jiménez abundan en el lugar. En los quetear, que hacen sentir que aunque pequeños bancos de modelia todo el el cuerpo está aquí, el alma está allá. mundo se acomoda, las parejas que antes bailaban solo quieren deleitar- se con el sonido del acordeón y sue- nan diez canciones no aptas para des- pechados, vallenatos que recuerdan a esa persona que tanto daño hizo, 59 Vallenato en Colombia. Estoy aquí pero mi alma está allá

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