Secuencia (1991), 21, septiembre-diciembre, 95-116 ISSN: 0186-0348, ISSN electrónico: 2395-8464 DOI: http://dx.doi.org/10.18234/secuencia.v0i21.359

Viejos gringos: radicales norteamericanos en los afios treinta y su vision de Mexico"

Mauricio Tenorio STANFORD UNIVERSITY -Im

EI autor estudia el contexto hist6rico, especfficamente el - norteamericano, en que se formaron y realizaron su obra y Frank Tannenbaum.

n 1920 George de Santayana en na": la naci6n sin ancien regime, liberal, - Character and opinion in the dernocratica, excepcional, individualista, E United States dejo dicho: la de la etica protestante y el espiritu pragmatico. Sin embargo, para los afios treinta, la depresi6n puso en duda el Idealism in the american. .. goes hand in hand with present contentment and with "excelente destine" de la naci6n ameri- foresight of what the future very likely will cana. Entonces, la ciudad de Nueva York actually bring. He is not a revolucionist; he fue uno de los escenarios donde el believes he is already in the right track and idealismo que senalara Santayana fue moving toward an excellent destiny ... cuestionado por la union de dos formas de radicalismo: por un lado, la tradici6n De esta forma, Santayana condensaba populista norteamericana, de s6lidas rai- la esencia de la "tradici6n norteamerica- ces rurales pero con expresiones urba- nas: por otro, el radicalismo socialista. • Versiones de este ensayo fueron leidas por Los intelectuales de Nueva York, has- Ariel Rodriguez, John Lear, Juan Martinez, Ariel y David Brading. A ellos agradezco .sus lecturas, ta antes del surgirniento de la new left en , comentarios y desacuerdos. De todo lo de aqui los afios sesenta, fueron considerados el culpa rnia. radical momentum por excelencia de la SECOENClfi Revistadehistorjaycienciassociales

historia norteamericana. Una de las ex- do, dentro de la misma presunci6n del presiones de este momento fue el excepcionalismo. redescubrimiento de Mexico. Una vision El redescubrimiento de Mexico es in- norteamericana diferente de las aproxi- separable del proceso norteamericano de maciones hist6ricas tradicionales -por autoconocimiento que fuera encabezado ejemplo, Bancroft y Presscott- y de las por la perspectiva ilustrada del norte. Esta opiniones mas o menos turisticas de via- vision desarroll6 gradualmence la idea de jeros norteamericanos. la "primera naci6n nueva", excepcional -en En general, las variaciones de perspec- ambos sentidos: (mica y ejemplar-, liberal tiva responden mucho mas a cambios en y democratica. Todos estos atributos el ojo que ve queen el objeto observado. contrastaban con la noci6n de un sur Este ensayo considera el redescubrimiento agricola, atrasado, corrupto y populista. de Mexico como resultado de varies fe- Durante la crisis de los afios treinta, las n6menos norteamericanos. de la respuesta visiones casi oficiales, progresista-consen- - incelectual a la depresi6n, de la construe- suales, fueron seriamente cuestionadas - ci6n modema del concepto de "tradici6n tanto en el norte como en lo que el histo- americana", y del proceso de profesiona- riador surefio C. Vann Woodward llam6 el - lizaci6n y academizaci6n del conocimien- "nuevo sur", Las interpretaciones de fines to en Estados Unidos.1 del siglo XIX hablaban de unsur despojado Si bien la vision norteamericana de de su tradici6n populista, agraria, cornu- Mexico dice algo de la realidad mexica- nitaria y jeffersoniana en favor de un na, mas habla sobre la propia realidad industrialismo y maquinismo a ultranza: politico-intelectual de Estados Unidos. un modernismo hamiltoniano. Vann Por ello, el redescubrimiento de Mexico Woodward, el mas distinguido academico en los anos treinta sirve como foco de de la historia surefia, en los afios sesenta al analisis para entender el fracaso del so- revisar su obra anterior, afirm6 que cialismo marxista en la inteligencia nor- teamericana y la existencia de un radica- .. .lonecesario era un tema enhistoria surefia - lismo tan de suyo norteamericano como y los medios para escribirlo de tal manera su supuesto excepcionalismo liberal; ra- que expusiera lo que parecian ser las dicalismo que fue asumido, quiza sumi- falacias, omisiones y largos silencios que caracterizaron a la escuela del "nuevo sur". 2 1 El trabajo de Eugenia Meyer, uno de los pocos estudios mexicanos sobre la perspectiva norteame- El revisionismo historico-politico de los ricana, sostiene opini6n contraria. Parece ser que anos treinta volte6 la vista hacia el sur de para la autora los cambios en Mexico son los que Estados Unidos y, por aiiadidura, a Mexi- explican los cambios de vision norteamericana. La co. Caminos que mutuamente se nutren: aurora no pone suficiente enfasis en el anallsis de las condiciones domesticas (politicas e intelectua- porun lado, pensadores que observaron a les) que condicionan las visiones norteamericanas. Por ello, por ejemplo, pierde de vista el porque 2 C. V. Woodward considera como caracter1stica Tannenbaum menosprecia el desarrollo industrial de la escuela historiograflca del nuevo sur "[ ... ]la para Mexico (no vela importancia de la influencia unidad de todos los blancos a traves de la hlstoria populista en esto) (vease Meyer, Conciencia bis­ ( ... ] el tema central de la superioridad blanca, la torica, 1970, pp. 147-156). Sobre la noci6n de negaci6n o el olvido de conflictos entre clases, "creaci6n" dela "tradici6namericana" vease Strout, razas y secciones, y el acornpanarniento coral de Making, 1990, pp. 1-8. Sobre el "camino de dos progreso, prosperidad, conservadurismo politico y vias" intelectual entre Estados Unidos y Mexico, reconciliaci6n nacional", Woodward, Thinking vease Brown "Exuberancia", 1968. back, 1988, p. 28. Mexico influenciados por sus visiones del to del socialismo norteamericano -mas o sur norteamericano, ya veces en busca de menos marxista-en los afios treinta.6 Para modelos revolucionarios; por otro, politi- ello, primero, tomo como base de analisis cos e intelectuales mexicanos que se ladudadde Nueva Yorkyel casoespecifico apoyaron en esas visiones para elaborar de dos intelectuales neoyorquinos que se SUS. propias explicaciones de la epoca interesaron por Mexico en esos afios: posrevolucionaria que no acababan de Joseph Freeman (1897-1965) y Frank 3 entender, asi como sus discursos ofidales. Tannenbaum (1893-1969).7 En segundo A su vez, los historiadores norteamerica- lugar, propongo una vision del desarrollo nos de tradici6n radical, que escribieron hist6rico del populismo y del socialismo historias de Mexico,fueron posteriormente norteamericanos, como tendencias politi- utilizados coma modelos dentro de un co-intelectuales, interpretaci6n que se Diii nuevo momenta revisionista y radical de deriva del analisis de la obra de los dos la historiografianorteamericana en los anos autores mencionados. Finalmente, expli- sesenta.4 co la sue rte que corrieron estas tendencias El redescubrimiento de Mexico en los radicales que redescubrieron Mexico. - afios treinta fue el resultado hist6rico de la combinaci6n de varios factores, circuns- - tancias y tendencias. Entre estos factores I. FREEMAN Y TANNENBAUM quiero detenerme en dos claramente visi- bles: la influencia y transformaci6n del po- Democracy!As though volcanoes ought know of democratic be- pulismo norteamericano,5 y el crecimien- havior. .. (p. 41) My admiration goes to the 3 Desde la visi6n.mercantilista de varios artistas US, for its many notable mexicanos que vieron en ello la oportunidad de achievements, its conquest over internacionalizarse, hasta el uso de los estudios nature rather than over man. But norteamericanos sobre Mexico para la construe- much of my love and hope goes ci6n de la historiografia oficial (como hiciera la out to the Latin World ... (p. 361) historiografia cardenista de los trabajos de Tannen- Carleton Beals (Mexican baum, lo cual no merma los rneritos de los estudios Maze, 1931). - de este ultimo). 4 Pienso, por ejemplo, en la influencia que F. inmigrantes esto nose haya mezclado con las ideas Tannenbaum tuviera en libros tan trascendentales del populismo ruso y!o de] anarco-sindicalismo. en la historiografia norteamericana como Genovese, Entendido asi, el populismo rebasa los limites agra- Political economy, 1965. rios y las posibilidades de una defmici6n purista, s Este ensayo no apunta hacia un debate te6rico vease el trabajo de Conovan, Populism, 1981. sobre el populismo. El populismo ruso (agrario- 6 Es necesario, sin embargo, aclarar que este intelectual) constituye el prototlpo de populismo, y redescubrimiento se dio en dos areas inseparables aunque la comparaci6n sin duda resultaria intere- en su momenta historico: el arte y el analisls socio- sante, este trabajo toma la noci6n de populismo cultural. Pongo aqui especial enfasis en este ultimo norteamericano, primero, como un fen6meno his- campo, sin dejar de reconocer lo fructifero que t6rico (el movirnlento del Partido del Pueblo), y seria abordar el tema desde el carnpo de! arte. luego como, a la manera de Wiles, un "slndrome" 7 Carleton Beals, sin duda, seria el otro autor mas que como una doctrina definida ("sindrome" norteamericano de tradici6n populista que trat6 cuyo contenido esencial es la idea general de que con detalle el caso de Mexico. Sin embargo, intento " ... virtue resides in the simple people, who are the tan s6lo centrarme en la ciudad de Nueva York y su , ooeruielming majority, and in their collective especial desarrollo intelectual, sin que ello quiera tradition ... "). A lo largo de este ensayo se propo- restar importancia a la experiencia de otras ciuda- nen algunas especificidades ideol6gicas basicas des norteamericanas. Beals, en Berkeley, fue pilar de] populismo norteamericano, sin que esto quiera de un periodismo radical; vease Britton, Carleton decir que en el trabajo de los intelectuales Beals, 1987. David Brading ha sugerido que en). K. la revoluci6n mexicana ha buscado traer a Turner, F. Tannenbaum, e incluso hasta la arena politica una tercera clase, y en en john Womack, existe una callada pero consecuencia ha debilitado al menos s6lida influencia del populismo en "los temporalmente, sino es que ha cornpleta- comentarios norteamericanos sobre la mente minado, la influencia de otras cla- naturaleza de la revoluci6n mexicana". ses [ ... ) La revoluci6n mexicana fue an6ni- Esta sugerencia resulta interesante y pro- ma. Fue inicialmente la guerra de la gente cormin [ ... ) Ning6n partido organizador la vocativa e invita a analizar los distintos presidia en su nacimiento [ ... ] el programa cauces seguidos por la vena populista. de la revoluci6n aun esta siendo escrito. John Reed, punto de referenda para los intelectuales neoyorquinos de princi- Cuatro afios mas tarde, Joseph Free- .. pios de siglo, fue modelo de critica y man, de viaje por el Mexico cardenista, militancia. Reed sintetiz6 las tradiciones afirm6: .. radicales norteamericanas en un contex- to de fascinaci6n por la revoluci6n bol- mucho antes que con la revolucion rusa, chevique, ya su vez present6 una nueva contrajimos un serio deber con la revolu- - cara de Mexico ante los nortearnerica- ci6n mexicana y con el pueblo de Mexico. nos: la del Mexico revolucionario. En Los nombres de Felipe Carrillo Puerto y 1910, Re~d lleg6 a Greenwich Village, Emiliano Zapata nos han ayudado a com- destinada a ser la burbuja del radicalismo prender y a amar mas a Lenin. Cuando los norteamericano hasta bien entrados los reaccionarios de mi pats insisten en de- anos cuarenta. Trabaj6 entonces para la cirnos que la idea revolucionaria es una importaci6n rusa, les contestamos que principal publicaci6n de la izquierda, la muchos anos antes del gran ejemplo ruso revista Tbe Masses. Se introdujo, junto con tuvimos el ejemplo de los libertadores otros intelectuales, dentro

9 Por supuesto Joseph Freeman y Frank 8 En los afios veinte y treinta, adernas de Reed, Tannenbaum son autores incompatibles a primera estuvieron en Mexico autores norteamericanos vista, tanto por la distinta profundidad en su trata- como Katherine Anne Porter, Hart Crane,john Dos miento de Mexico, como por la desigual trascen- Passos, , Waldo Frank, Stuart Chase, dencia tenida dentro de la propia Nortearnerlca. William Spratling, Joseph Freeman y F. Tannen- Empero, los dos autores pertenecen aproximada- baum. En estos afios tarnbien, visita Mexico el mente a igual generacion: arnbos, aunque con escritor ingles D. H. Lawrence (Tbeplumed serpent, diferente agudeza, estuvieron interesados en Mexi- 1926) y el frances A. Artaud (Au pays des tarabu­ co durante los afios treinta: ambos son de alguna maras, 1945). Vease Brown, "Exuberancia'', 1968. manera parte de los New York intellectuals. Unidos entre 1890 y 1920, llegaron a la nan revolution (1928) y Peace by revo- costa este la de Tannenbaum y la de lution: Mexico after 19100933). Desde Freeman. Los Tannenbaum de proce- entonces, Tannenbaum dedic6 su vida dencia austriaca, los Freeman de origen acadernica al estudio de Mexico y ruso. Los Tannenbaum eran de extrac- Latinoarnerica y lleg6 a formar una escuela ci6n campesina y se establecieron en una de latin americanists en la Universidad granja en Berkshires en el estado de de Columbia, Nueva York. En los estu- Massachusetts. Los Freeman provenian dios anglosajones de Latinoamerica es de una villa ucraniana, Poltova, y llega- aun visible la herencia de Tannenbaum. ron a la ciudad de Nueva York. Frank Freeman, por su parte, conoce Mexi- Tannenbaum, en la adolescencia, emi- co primero en 1926 como corresponsal gr6 a esta ciudad, aunque sin desvin- nada menos que de la agenda TASS, y Diii cularse del todo de la granja patema. Se posteriormente en 1937 como miembro, hizo militante de la rww y particip6 en junto con Waldo Frank, de la delegaci6n Diii varias protestas, una de las cu ales le costo norteamericana al Congreso de Escrito- un afio y meses de carcel, res y Artistas Revolucionarios celebrado Freeman pas6 sus afios de juventud en Mexico en enero de 1937. Tarnbien en los guetos judios de Nueva York, asisti6 a este congreso como enviado de - barrios pobres pero en rapido ascenso. The New Masses y promotor de la crea- Como mas tarde hara Tannenbaum, ci6n del Freme Popular, tanto en Estados Freeman entr6 a la universidad donde Unidos como en Mexico. Fue un gran combine su actividad militante con la patrocinador del "realismo socialista" que finalmente fue su vocaci6n: la de norteamericano con libros como Prole- critico, periodista y poeta. Particip6 tan to tarian literature in the United States. An en The Masses como posteriormente en anthology 093?) y con sus estudios de la vistosa revista de la izquierda nortea- literatura rusa. Antes, en 1925, trat6 el mericana The New Masses; tarnbien tom6 caso de Mexico y la"explotaci6n impe- parte en la fundaci6n de la celebre revista rial" norteamericana -en especial con de la entonces izquierda, hoy neode- respecto a las inversiones norteamerica- - recha: Partisan Review. nas y britanicas en petroleo- en Dollar Despues de escribir libros sobre las diplomacy: a study in american condiciones y derechos obreros, la situa- imperialism en colaboraci6n con Scott ci6n del sistema penitenciario de Estados Nearing. Ahi, Freeman advertia, inspira- Unidos, y despues de viajar por toda la do por el articulo de Pereyra "El mito de union americana, Tannenbaum arrib6 a Monroe": Mexico entre 1922 y 1923 como corres- ponsal de las revistas Century Magazine los debiles paises vecinos en los cuales y Suruey Graphic, de tradici6n liberal existen importantes inversiones nortea- humanista, En 1924 coordin6 un mime- mericanas deben esperar que sus proble- ro, dedicado a Mexico, de Suroey Grapbic, mas intemos esten dominados por el go- con articulos de otro autor norteamerica- biemo de Estados Unidos cuando esa do- no de tradici6n populista, Carleton Beals, minaci6n parezca ventajosa a los intereses y de- mexicanos, entre otros, Carrillo norteamericanos. Puerto y . Son celebres SUS dos estudios sobre Mexico elaborados La historiografia mexicana y la norte- alrededor de los treinta: Mexican agra- americana estan necesitadas de un retra- ..-

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to social e intelectual de Frank Tannen- tivismo fascista, y previamente a que se baum. Personalidad sui generis, cons- hablara del fracaso del corporativismo truida de s6lida militancia sindicalista, norteamericano -el New Deal­, Tan- conocimiento profundo de la realidad nenbaum se refiri6 al corporativismo obrera y campesina de Estados Unidos, e mexicano como una conformaci6n his- influido por el anarco-sindicalismo, el t6rica, una forma aut6ctona de respuesta populismo, el americanismo del tipo del politica y humanitaria a los problemas New Deal e incluso por las conientes nacionales espedficos. As!, fue conocida psicoanaliticas freudianas muy sonadas su gran amistad con Lazaro Cardenas. 11 en las primeras tres decadas del siglo Mexico, crey6 Tannenbaum, contenia xx." Tannenbaum hizo sus estudios de todavia la esperanza perdida ya para los Mexico y America Latina intentando no populistas de los afios noventa del siglo alejarse del empirismo propio de la aca- XIX y para los radicales neoyorquinos; la ... demia norteamericana, aunque, como comunidad y la cooperaci6n podrian sal- hace ver David Brading, su manejo de la varse, y entonces, sostiene Tannenbaum informaci6n censal dej6 mucho que de- en Peace by revolution, -... sear. Con todo, sus inspiraciones te6rico- politicas dieron a sus estudios una agu- Mexico se caracterizar1apor miles de pe- deza analitica que retomara la misma queiias comunidades poseedoras de sus academia norteamericana durante una tierras en forma semicomunal, trabajan- nueva epoca de autocuestionamiento: dolas colectivamente, con una escuela en los afios sesenta, cuando se generaliz6 el el centro, con un alto grado de coopera- cion comunitaria [. .. ], con las bases de un descontento de las aproximaciones gobiemo democratico descansando en una "cientificas" que hacian €tifasis en el con- cornurudad unificada. senso liberal y las c

Guardia. Se trata de la Emma Goldman tiene lugar en el . Si simbolo de una epoca en la cual, como el mismo tipo de intelectuales ahora viene afirmara Joseph Freeman en sus memo- a Mexico es probablemente porque en su rias fase presente de simpatia socialista, en- cuentran mas cerca de su propio pals, una tierra don de art.e y politica se mueven en el .. .los nombres de Joe Ettor y Arturo nivel mas cercano a su integraci6n [. .. ). Giovannitti, lideres de la huelga textil de Lawrence, se volvieron palabras domesti- cas, y cuando Emma Goldman pudollenar Esta fue la vision de Mexico de la centros de mitines en cualquier ciudad izquierda norreamericana doctrinaria. con discursos sobre anarquismo, amor Ii- La vision comunista de Freeman pre- bre y Shakespeare. veia el advenimiento de la revoluci6n y advertia los peligros del imperialismo. 1111!1 Y es el Tannenbaum de quien poste- Por el contrario, la mas compleja pers- - riormente Freeman guard6, segun narra, pectiva de Tannenbaum tenia un acento el recuerdo imborrable de un 4 de marzo menos intemacionalista. No olvidaba la de 1914 en Rutgers Square donde aquel experiencia norteamericana que tan bien pronunci6 un discurso en favor de los conocia: en 1921 en su libro The labor - 0: desempleados yen contra del capitalism movement Tannenbaum creia que la "Somos miembros de la clase trabajado- transformaci6n revolucionaria iba a lle- ra. Todo en esta ciudad fue creado por gar a Estados Unidos como producto de nuestras manos o por las manos de nues- la sindicalizaci6n imparable, pero sefia- tros hermanos y hermanas." Un ejemplo laba que, a la larga, traeria consecuencias para una generaci6n de inmigrantes ju- conservadoras al estabilizar y ordenar el dios, como Freeman, que intentaban al sistema social, porque esto acabaria por mismo tiempo entender y transformar su hacer menos asperos los conflictos y por mundo. crear unr, verdadera comunidad. Igual- Joseph Freeman tambien quiso resca- mente, en 1933 Tannenbaum advertia en tar la sensaci6n de comunidad, aunque Mexico la posibilidad de la derrota de la de manera mas doctrinariamente socia- comunidad: creia que en ese caso la lista.Junto con el grupo de The New Masses respuesta seria la violencia continua: "el se dio a la tarea de crear la version nortea- pueblo esta tomando su oportunidad mericana del realismo socialista con va- instintiva y directamente, aunque sin riadas dosis de estalinismo. Su American grandes metas excepto tierra, excepto testament 0936), es el testimonio de libertad, excepto paz interna". Para c6mo un inmigrante judio se acerc6 al Mexico, el triunfo de la comunidad agra- socialismo. Un camino de varios cauces, ria era el triunfo de la revoluci6n y por uno de ellos el radicalismo periodistico tanto la pacificaci6n y el regreso a las en busca de modelos revolucionarios antiguas formas de vida. En Mexico, para el oficio de critico y poeta. En 1937, struggle for peace and bread (1950), Ta- Freeman escribi6 desde Mexico al editor nnenbaum fue todavia mas fiel a su vena de The New Masses: populista y anarco-sindicalista, de acen- to rural antes que industrial: si despues de la guerra los intelectuales nort.eamericanos se encontraban en el cafe Si Mexico fuera sabio, la industria mexica- de la Rotonda, y a principio de los treinta na seria aceptada como un complemento en la Plaza Roja [. . .) ahora ese encuentro de una economia agricola, y el enfasis estaria en la maravillosa energia y los po- cial de importancia y una cultura politica deres de cohesion de la comunidad rural cuya trascendencia es aun motivo de [ ... ) Mexico, estoy convencido, puede al- debate. canzar su completo desarrollo cultural y El populismo como fen6meno hist6ri- econ6mico solo si adopta una politica co fue un movimiento fundamentalmente intrlnseca a su propio genio: una que en- riquezca a la comunidad local. rural. Con todo, como "sindrome'' politi- co-intelectual tuvo su corolario urbane: lo que W. Susman llama "americanismo"· es II. RADIX MALORUM EST POPUIJSMUS decir, un reformismo social norteamerlca- no como sustituto de un "consciente so- En 1895 apareci6 en Mexico el folleto de cialismo". La socializaci6n de las cosas Antonio Munoz Navarro: Del populismo. antes que de Estados Unidos; la idea de breve exposicion y examen de un gran una naci6n comandada por una nueva proyecto de economia pottttca para una clase media de profesionales disciplina- dos y cientificos. En suma, el norteameri- - nueua sociedad norteamericana, donde Oii su autor explic6 al publico mexicano lo cano fue un reformismo filantropico y mas - que sucedia en Estados Unidos con o menos populista que nose oponia, sino aquellos que el llam6 "demofilos": los que daba enfasis a la eficiencia en la pro- que buscaban no solo el control popular ducci6n. del gobierno, sino la creaci6n de una Tanto el populismo como el america- "republica universal".'! Por osado que nismo son tradiciones radicales, aunque parezca, Munoz Navarro dio a conocer a de consecuencias conservadoras, quiza los porfiristas la ideologla politica de de igual naturaleza pero pertenecientes a amplios sectores de obreros y agriculto- distintos contextos, y ambas tuvieron res norteamericanos que a finales del profundas raices religiosas. A la larga, siglo xrx enfrentaron el desmedido in- acabaron por nutrirse mutuamente. El dustrialismo norteamericano. Ni que de- populismo fue una manifestaci6n del cirlo: el llamado de Munoz Navarro tuvo "radicalismo norteamericano que ni si- quiera los mas agudos oponentes pudie- - poco eco en las elites porfirianas que si admiraban algo de Norteamerica, era su ron estigmatizar como, 'extranjero' ".13 Su progreso industrial; los detalles y meca- expresi6n urbana, el americanismo nismos de la democracia los tenian sin reformist.a, se mezc16 con el socialismo cuidado. En Estados Unidos, sin embar- marxista de los afios treinta, y asi qued6 go, el populismo fue un movimiento so- marcado como alien ideology. Refor- mismo y socialismo terminaron danados 12 La obra estaba dedicada al "ilustre maestro" uno atacado por socialista, el otro minad~ Emilio Castelar. En ella, Munoz Navarro hablaba de en su interior por el reformismo no revo- una "republica universal" cuyo primerestado seria lucionario del americanismo. 14 la unificad6n "populista" de Mexico y Estados Unidos, union de la que seria presidente Porfirio B Woodward, "The populist", 1968. Diaz y vicepresidente el senador por Nevada Wi- 14 Por ello, por ejemplo, en los afios sesenta lliam M. Stewart. El objetivo de una uni6n populista decia W. Susman, miembro de la new left academica: seria "encomendarle" al gobierno "de luego a lue- "hemos sido realmente sabios en nuestro afan de go", "la antigua practica natural" de "cuidar los un americanismo en un esfuerzo de capturarlo en intereses generales de la sociedad o cornunidad", lugar de! socialismo, o el mismo amerlcanismo de velar de que "si bien siempre habra pobres y acab6 capturandonos porque no hemos sido lo ricos [. .. ) nunca debe haber opulentos y misera- suficieruernente autoconscientes y autocriticos" bles"; vease Munoz Navarro, Del populismo, 1895. (Susman, Culture as history, 1984, p. 215). SECUENClfi Revista de histo~a y ciencias sociales

Para historiadores como Frank Tan- creacion, en el estado de Kansas, del nenbaum, el populismo impuso su in- Partido del Pueblo (1890). fluencia directa por SU triple caracter. por La historiografia norteamericana con- haber sido movimiento social, por ser sidera esta epoca como el periodo popu- tradici6n politico-intelectual y por cons- lista. En busca de una econornia coope- tituir un tema de analisis hist6rico social rativa, los populistas norteamericanos de de los academicos e intelectuales nortea- los afios noventa del siglo XIX deseaban mericanos. En efecto, Tannenbaum co-' el control estatal de los ferrocarriles, los noci6 y vivi6 la experiencia agricola nor- bancos, los correos, la prohibici6n de teamericana de finales del siglo XIX y posesi6n de tierras a extranjeros, la res- principios del xx. Entonces, el acelerado tricci6n de la inmigraci6n. desarrollo y crecimiento econ6mico de ... Estados Unidos estaba transformando La estrategia politica de los populistas rapidamente las tradicionales formas surenos estaba basada en combinaciones agricolas11111 de vida y producci6n. Las tradi- y alianzas a lo largo de lineas regionales, ciones de las comunidades aut6nomas de clase y raciales: una alianza entre el sur - y el oeste; una cornbinacionde granjeros y de colonos pioneros, y las costumbres trabajadores de las fabricas y la ciudad; del creciente mimero de inmigrantes, y una union politica con los granjeros y fueron mezcladas y transformadas por obreros negros dentro del mismo sur." una economia cada vez mas industrial y capitalizada. Se sabia ya perdida la co- Su mas sonada bandera fue el ataque munidad pionera, dernocratica y utopi- a los industriales, capitalistas y financie- ca, al menos en la mayor parte de Nueva ros urbanos del norte y de las ciudades Inglaterra. Ademas a finales del siglo XIX del sur. Sin embargo, los populistas no mientras que en el norte industrial ere- estuvieron exentos de connotaciones ra- cian las industrias manufactureras y la cistas y sus uniones con las organizacio- agricultura comercial, la mayoria de los nes no blancas siempre fueron estrategi- granjeros del oeste y del sur estaban cas. La caida del movimiento populista es - endeudados debido, segun su perspecti- comunmente ubicada en la elecci6n de va, a la introducci6n masiva de los ferro- 1896, memento en que los populistas se carriles, el intermediarismo, la usura de dividieron ante la opcion de apoyar al 'los bancos, en fin, debido a la mano candidate dem6crata William ]. Bryan. negra de los big businesses. En esta epoca La historiografia tradicional norteameri- empezaron a surgir organizaciones que cana narra c6mo los populistas apoyaron buscaron "devolver al pueblo el control a Bryan (quien fue derrotado), y c6mo el de la democracia". Organizaciones como triunfo de McKinley, candidate republi- Patrons of Husbandry (1867), conocida cano, constituy6 el inicio de un periodo como el movimiento grange. Esta orga- repu blicano partidario del liberalismo nizaci6n sac6 a la luz varios partidos econ6mico y de los intereses urbano- agrarios del medio oeste norteamerica- industriales. En suma, las historias pa- no. Despues surgieron movimientos trias de Nortearnerica consideran que como los greenback (ca. 1873) el cual este movimiento fue la ultima acometida tarnbien se disolvi6 aunque logr6 tener del radicalismo agrario en contra del in- alguna actividad partidista. A raiz de es- tas organizaciones, surgieron alianzas agricolas que a la larga dieron lugar a la is Woodward, The origins, 1971, p. 101. SECOENClfi Revistadehistorjaycienciassociales

dustrialismo capitalista rampante: ultima puitsmus. En efecto, durante la posguerra carcajada de] fantasma jeffersoniano. Jos marxistas desencantados y Ios liberal es La historiografia norteamericana de- conservadores buscaron explicadones a bate sabre los verdaderos alcances del las irradonalidades del macarthismo y al populismo, baste aqui sefialar que du- horror a las masas que explicablemente la rante los afios treinta surge un particular guerra y el holocausto habian acentuado. interes por estudiar el populismo-sinto- Asi, hicieron de la tradid6n populista un matico de esto es el influyente estudio de util chivo expiatorio. A ella culparon de las John Hicks The populist revolt, 1931. manias racistas, del antisemitismo, del Coincidentemente, resucitaba la con- antiintelectualismo y del espiritu de ciencia sabre las distintas "secciones" que linchamiento. Como fen6meno hist6rico conformaban Estados Unidos, 16 y se re- (rural) e inspiraci6n politica (rural y urba- descubri6 Mexico como foco revolucio- na), el populismo fue desterrado a la jaula nario de centenaria tradici6n comunita- de lo indeseable. Entonces, se le consider6 ria y como ejemplo de transformaci6n el nutriente fundamental del nazismo y del - agraria. bolchevismo. Autores como Talcott - Dentro de la historiografia norteame- Parsons, Edward A. Shils, S. Martin Upset, ricana, el populismo parece haber cum- Daniel Bell y el historiador Richard - plido ya un ciclo de interpretaci6n. A Hofstadter, fueron baluartes del despres- principios de los sesenta Woodward re- tigio politico-intelectual del populismo. La sumi6 asi las viejas, entonces nuevas, influyente revision hist6rica del populismo interpretaciones: "Iavieja interpretaci6n llevada a cabo poresteultimoautor, colega algunas veces se acerca a la afirmaci6n de citedra de F. Tannenbaum, contribuy6 de que el populismo es la raiz de todo al surgimiento de esta interpretaci6n. bien en la democracia, en tanto que la Hoftstad.tervio en el populismo una ideo- nueva (1960) sugiere que el populismo logia tradicionalista y ruralista que no es la raiz de rodo rnal".'? En 1983, Good- comprendi6 el desarrollo norteamericano, wyn regres6 al populismo, apoyandose y que al perder, en realidad gan6 su entra- en una rigurosa investigacion, a la inter- da a la America democratica y prospera, - pretaci6n populista del populismo: la pues, a pesar de todo, es un pensamiento ultima oportunidad del pueblo nortea- que sobrevive en "la tradid6n americana". mericano para obtener una verdadera En especial, Hofstadter resalt6 lo antlseml- democracia guiada por el pueblo y no tico del populismo. En suma, por un lado por los mecanismos de las grandes cor- este autor hizo ver que el populismo no poraciones y el clientelismo. fue un mero movimiento rural sino una El reconodmiento de la tendencia po- arraigada tendenda de la "tradici6n norte- pulista en la cultura politica y en la tradi- americana" y, por otro, dio origen a la ci6n intelectual norteamericana fue deter- batalla historiografica entre propopulistas minado por aquella maxima posmacar- y antipopulistas que, como muestra Peter thista que a manera de burl a se le ocurriera Novick, traia a cuento problemas raciales a Woodward: Radix malorum .est po- dentro de la academia, pues tenia mucho de autobiografico para la comunidad de 16 No hay rnejor ejemplo de esto que el estudio historiadores judio-norteamericanos.18 de]. K. Turner, el claslco de la historiografia nortea- mericana de fin-de-siecle; The significance, 1932. is Vease Novick, That noble dream, 1988, pp. 17 Woodward, Tbinking back, 1988, p. 135. 337-341. Lo esencial del populismo es el dentro de la vida politica norteameri- cuestionamiento que hace a la concep- cana".'? c) Como consecuencia, una pre- ci6n predominante de lo que es la "tra- disposici6n hacia las ideas libertadoras e dici6n americana". Se trat6 de una verda- igualitarias dentro de la comunidad -lo .dera tradici6n radical de origen historica- cual no elimina tendencias racistas o mente rural, pero que se mezcl6 con los excluyentes hacia afuera de la comuni- fen6menos urbanos y con las corrientes dad. No extrafra, pues, los destinos en del pensamiento reformista. Fue una de que encontr6 vida esta tradici6n populis- las caras del reformismo norteamericano ta: en la constante lucha local por el cuya expresi6n (mica no es el movimien- control dernocratico directo -que se re- to populista de los anos noventa del siglo fleja en el alto nivel local de auto-gobier- pasado, sino queen el arnbiente urbano no de la sociedad norteamericana-, en el tuvo distintas manifestaciones, como el estado benefactor corporativista (New llEJ pensamiento ut6pico y antidarwinista Deal), yen una suerte de concepciones - social de Henry George y Edward ideol6gicas mas o menos de izquierda, Bellamy. El populismo constituy6 el in- pero que culturalmente protegen la idea grediente obligado de la "conciencia de de pueblo, y sustentan el concepto de - clase" de los inmigrantes. Antes que comunidad y el sentido de fratemidad. ninguna, si alguna "conciencia de dase" Para finales de siglo, los centros urba- tuvieron estos trabajadores, deriv6 de las nos como Nueva York hacian ver que la tradiciones populistas y comunitarias del afirmaci6n del excepcionalismo norte- campo norteamericano ode las regiones americano no fue un pacifico y etereo mrales de donde procedian. consenso natural en los valores pragma- Se puede reducir al mlnirno esta tradi- ticos y dernocratico-burgueses. Que el ci6n populista distinguiendo al menos espiritu norteamericano era una tradi- tres contenidos · fundamentales: a) uno ci6n conflictiva en constante autopro- casi etico-bucolico: el bienestar del pue- ducci6n. Ast, la tradici6n populista so- blo, entendido como comunidad cotidia- brevivia en las ciudades cada vez mas - namente visible; un criteria que guia toda pobladas por inmigraciones internas y acci6n poli tica o econ6mica. Esto incluia de extranjeros, y con un impresionante el ingrediente mas o menos dernocratico crecimiento de la clase obrera. Aunque la sustentado en la noci6n del campo y del mayoria de la inteligencia neoyorquina, hombre como fuentes de la riqueza -la sostiene Woodward, "nunca se aventur6 cual debe regresar al hombre y al cam- al sur del Potomac, y silo hicieron, su sur po-, yen la capacidad de autogobemarse. era Miami", la tradici6n populista estuvo De ahi, por ejernplo, la exigencia de ir presente en Nueva York a traves de su contra la corrupci6n de los grandes ne- mutua influencia con las ideas anarco- gocios y de someter a control dernocra- sindicalistas, reformistas y socialistas. Esta tico a un Estado dominado por las cor- combinaci6n fue visible en la creciente poraciones econ6micas. b) Uno ut6pico: ola de protestas obreras, as! como en la la lucha por la America popular, la verda- obra de ciertos escritores neoyorquinos dera. Una noci6n de identidad que, con que si vieron hacia el sury hacia the other el supuesto de que todos los ciudadanos half urbana, como Tannenbaum. Y en comparten su membresfa a un cuerpo esto Mexico fue inventado como un organico -la "naci6n del pueblo"-, mantenfa en pie "la espera de la utopia i9 Goodwyn, The populist, 1978, p. 2. SECOENClfi Revistadehistorjaycienciassociales

ejemplo idealizado de lucha ·popular y los judios neoyorquinos no fue una mera vida comunitaria: lugar de elaboraci6n ideologia importada, alien al ethos nor- de la utopia... un sano complemento teamericano, como con frecuencia se para la naci6n norteamericana que crefa afirma dentro de la historiografia, sino cumplida la utopia. que fue una manera particular de res- puesta a lo que se vivia: la explotaci6n y miseria que Jacob Riis, el mismo un III. NUEVA YORK Y EL RADICALISMO DE LOS inmigrante, periodisticamente describi6 ANOS TREINTA en How the other half lives (1890). Para estos inmigrantes, Nueva York signific6 El radical momentum de los afios treinta no solo un espacio para el acoplamiento no fue la simple imposici6n de una ideo- y la coincidencia de tendencias intelec- logia extraniera, sino un complejo proce- tuales, sino tambien una realidad que so de acoplamiento y traducci6n de las exigi6 confrontar suenos: el suefio ame- om tradiciones radicales aut6ctonas a un dis- ricano frente a la realidad de pobreza de - curso revolucionario universal: el socia- los guetos del Greenwich Village o del lismo internacional. Como los populistas Bronx judio. 0 el suefio judio kol yisroel en Rusia, los intelectuales de Nueva York khaverim (todos los judios son camara- - -populistas, socialistas y anarquistas- das), frente a la realidad de serias divisio- trataron de traducir el marxismo al len- nes intemas dentro de su comunidad. Por gua je norteamericano. ejemplo, en sus memorias, Joseph Free- En la ciudad que a] oseph Freeman y man describe lo impresionante que le re- a Frank Tannenbaum les toc6 vivir sulto presenciar una huelga en la cual confluyeron una serie de fen6menos: patrones judios contrataban matones ita- crecimiento de la clase obrera, de la inmi- lianos para asesinar trabajadores judios. graci6n, deterioro del nivel de vida, esta- En terminos de Nueva York y sus inte- llamiento de huelgas, crecimiento del lectuales, los afios treinta siguen siendo poder de los grandes consorcios y, final- un periodo harto debatido por los ana- mente, la depresi6n. Durante las prime- listas norteamericanos. Para unos los afios - ras decadas del siglo xx se dio una gran treinta fueron el momenta donde los inmigraci6n judia del este de Europa a la intelectuales experimentaron las conse- costa este de Estados Unidos. Estos inmi- cuencias de "la tragica inocencia". Desde grantes fueron sustento del radicalismo entonces aprendieron a evitar cualquier neoyorquino de los afios treinta, no nada ideologia (vg. Susman, Higham). Para mas por habilitar Ia discusi6n del socia- otros, la decada de los treinta fue un lismo internacional, sino por redirigir y ejemplo de la lucha infructuosa por lograr absorber las formas aut6ctonas de radi- un movimiento socialista no estalinista, calismo y el total de la tradici6n nor- una izquierda independiente y en con- teamericana. Entre 1901 y 1914 casi cordancia con la experiencia norteameri- 9 000 000 de europeos Centre italianos, cana; una lucha que no ha terminado (vg. judios y eslavos) emigraron a Estados Wald). Para otros mas, los treinta consti- Unidos. La mayoria de ellos era de ex- tuyeron un simple radical momentum tracci6n campesina, aunque sirvieron de que no percibi6 hasta que punto estaba mano de obra para el acelerado proceso Ueno de "tradici6n norteamericana" y de industrializaci6n. El radicalismo de que finalmente acabo par entrar al cauce de esa tradici6n (vg. Pells). Con todo, Tannenbaum se movian estaba profun- predomina la afirmaci6nexcepcional del damente dividida. Durante la primera desarrollo capitalista y liberal, natural- parte de los afios treinta, el Partido Co- mente antirradical, de Estados Unidos. munista constituia la fracci6n de la iz- Treinta aiios despues de que Werner quierda ligada al estalinismo; del otro Sombart publicara Warnm gibt es in den lado estaban las organizaciones igual- oereinigten staaten eetnen sozialismus rnente de izquierda pero no estalinista Tbe (1906) (lPor que no existe un movimien- American Worke~ Party, Tbe Communist to socialista en los Estados Unidos?) un Party Opossitiony Tbe Communist League cumulo de intelectuales como Joseph of America (de orientaci6n trotskista, di- Freeman contradijeron las predicciones. rigida por gente como Max Shachtman y Lo excepcional de Norteamerica, a este James P. Cannon). A mediados de los respecto, ha sido sefialado innumerables treinta, con el agudizamiento del conflic- 1111!1 veces. 20 Sin embargo, lo cierto es que to entre estalinistas y trotskistas, el trots- - Estados Unidos tuvo de todo en el espec- kismo atrajo a varies intelectuales, IE tro de los radicalismos, por ello, la pre- agudizando mas las divisiones de la iz- gunta -seg(m afirma I. Howe- no es el quierda norteamericana. De parte de los porque de la radicalizaci6n de unos, sino intelectuales hubo, sin embargo, inten- el porque de la no radicalizaci6n de to- tos de unificaci6n para formar el Freme dos. Estados Unidos cont6 con movi- Popular. En abril de 1935,se llev6 a cabo mientos socialistas, formas locales de en Nueva York el primer Congreso de radicalismo y, por supuesto, con una Escritores Norteamericanos, organizado inteligencia socialista en el sentido doc- por el Partido Comunista. A el asistieron trinario. En gran medida eso fueron los adernas de Joseph Freeman, intelectua- intelectuales de Nueva York, al menos les de la altura de MalcomCowley , Waldo hasta mediados de los anos cuarenta. Frank, John Dos Passes y Langston Ademas del pensamiento socialista de Hughes, entre otros. los intelectuales de Nueva York, existie- El socialismo marxista tambien parece - ron movimientos como el encabezado un camino de dos vias entre Mexico y por E. V. Debs dentro del partido socialis- Estados Unidos: en 1937 se celebr6 en ta. En 1912,este partido alcanzo su mejor Mexico el Congreso de Intelectuales y resultado: casi 1 000 000 de votos. Artistas, a el asistieron Waldo Frank y La izquierda en que Freeman y Joseph Freeman. Su presencia en Mexico caus6 gran revuelo en la izquierda oficial zo En ocasiones a la manera de D. Bell, quien sostiene que no hubo excepci6n porque no hay y no oficial. El gobierno cardenista hizo regla, lpor que tenia que haber socialismo en Esta- mucha publicidad a su visita y los llev6 a dos Unidosr Defensa maxima del excepcionalismo, admirar los cambios que el pais estaba pues, cierto, no hay reglas en la historia, y cada experimentando, 21 como si la presencia proceso es, hasta determinado punto, unico, no· hay linea de desarrollo progresivo, pero si hay tendencias "epocales". Yen esa epoca, como dice 21 Esto movi6 a la punzante pluma de Salvador E. Hobsbawm "no importa lo que los historiadores Novo a afirmar que "a la cornitiva del presidente se puedan establecer en retrospectiva, para los con- agreg6 Waldo Frank, escritor yanqui que hace ternporaneos la rnasa de trabajadores era grande, poco sorprendi6 a un grupo an6nimo de escritores sin duda alguna estaba creciendo, y lanzaba una ineditos" (Novo, La uida, 1964, p. 320). Se refer1a a sombra oscura sobre el orden establecido de la la polernica despertada en publicaciones como El sociedad y la politica" (vease Bell, The uiindding, Nacionalv El Machete; polemica iniciada por Frank 1980; Hobsbawm, The age, 1987). al comparar la religion con el rnarxismo. W. Frank SECOENClfi Revistadehistorjaycienciassociales

de Frank y Freeman por ser socialistas, periodo durante el cual los intelectuales pero mas por ser norteamericanos, legi- restablecieron para los Estados Unidos timara la obra cardenista. del siglo xx la fe en la era de la ilustraci6n, Asi pues, las tradiciones radicales nor- en la historia como un progreso interde- teamericanas y los avatares del socialis- pendiente entre raz6n y sociedad. De ahi mo internacional encontraron formas de al momento radical (ca. 1933-39), y de coexistir. Sin embargo, con frecuencia, este al conservadurismo (cuyo inicio es mas que hablar de la naturaleza del radi- ubicable entre 1939-41). calismo norteamericano, se habla de lo Resulta discutible esta concepci6n alejados que estuvieron los radical es afios guiada por el apego a un concepto mas treinta de la "tradici6n norteamericana". bien huidizo de "tradici6n y val ores arne- Richard Pells mantiene queen esa epoca ricanos". Sin embargo es analiticamente los intelectuales radicales eran al mismo util para distinguir que dentro del cono- ... tiempo criticos y sustentadores de los cido coma radical momentum, las for- 1!1111 valores y suefios americanos tradiciona- mas aut6ctonas de radicalismo entraron Diii les. Su interpretaci6n, abarcante aunque en compleja relaci6n, por una parte, con poco · profunda, es emblematica de esta las ideas sodalista y libertarias de la epoca frecuente vision. Asi, los supuestamente y, por otra, con el proceso de institucio- radicales eran en realidad casi incons- nalizaci6n del conocimiento que se ha- cientemente conservadores. Inmersos en bia iniciado en Estados Unidos a princi- la depresi6n, los intelectuales abrazaron pios de siglo. En el redescubrimiento la promesa radical y la mezclaron con las norteamericano de Mexico durante los intrinsecos "valores americanos". Empe- afios treinta, son visibles estas relaciones. ro, fracasaron en producir una nueva Antes de los afios treinta, Mexico ha- sintesis ideol6gica que pudiera sustituir bia sido objeto de visiones reformistas; la sintesis llevada a cabo por la Hamada estas visiones previas fueron fertil terre- era progresista en la "epoca dorada" (ca. no para el redescubrimiento por parte de 1890-1920). Se trata de una cronologia Ios intelectuales neoyorquinos. Adernas polftico-intelectual mas o menos acepta- del radicalismo del tipo de John Reed, - da: la del llamado progresismo de los estaba lo que Susman llama, en su anali- afios veinte, ambivalente pero ideologi- sis de los afios treinta, el "redescubri- camente funcional sintesis de val ores tra- miento de la cultura". Parecia un fen6me- dicionales y nuevas drcunstancias. 22 Es un no producido naturalmente por la profesionalizaci6n de las ciencias socia- 23 fue un autor importante durante una epoca dentro les y de la historia en Norteamerica. Los del ambiente intelectual norteamericano que pos- terionnente qued6 olvidado, como lo muestra el 23 Entre la ultima decada del siglo XIX y la prl- hecho de que sus memorias tuvieron dificultades mera del xx nacen como disciplinas limitadas al para aparecer en Ingles (de hecho, ignore si en campo de los booming colleges y las universidades realidad existe hoy version en ingles de ellas), -y a un corpus te6rico curricular definido- la an- Vease al respecto, introducci6nde A. Trachtemberg tropologia (con Lewin Henry Morgan) y la sociolo- y Lewis Mumford a las memorias de W. Frank gia (con Lester Ward). La historia, disciplina de publicadas en castellano (Buenos Aires, 1975). lastrante pasado liberal, remonta sus origenes aca- 22 Influyentes au tores como Croly, Thepromise, demicos a mediados del siglo XIX, pero adquiere 1912, Wyck Brooks o historiadores corno Beard, caracter mas cientifico hasta la creaci6n de la The rise of american, 1927 y el fil6sofo del pragma- American Historical Society (1884). Vease Haskell, tismo John Dewey pueden, no obstante sus diferen- The emergence, 1977; Hofstadter, Anti-intellec- clas, ejernplificar la naturaleza de este periodo. tualism, 1969; y Pery, Intellectual, 1984. trabajos de Ruth Benedith -en especial co. En la elaboraci6n de ese cuerpo se Patterns of culture, 1934- en plena de- habta colado como inevitable invitada la presi6n y desencanto de amplios secto- tradici6n populista. res de la sociedad norteamericana, die- Al ser interpretado por los radicales ron a conocer un nuevo concepto de neoyorquinos, que acabaron por consti- cultura que ampli6 lo que comunmente tuirse en baluartes de la inteligencia nor- se entendia por "alta cultura" o refina- teamericana del siglo xx, Mexico entr6 a miento. Esta nueva perspectiva conside- formar parte de los enfrentamientos de la raba la existencia de otras culturas llenas vida politico-intelectual neoyorquina de de valores comunitarios y humanitarios. los afios treinta. 24 Y ahi se perdi6. Asi, Gradualmente, fue formandose una ima- pas6 a ocupar un lugar entre las dico- gen publica de esas culturas, con, por tomias existentes, por ejernplo, con res- ... ejemplo, Mexico: astudyofttoo Amertcas pecto al pensamiento social norteameri- ... 0933) de Stuart Chase que fue un best cano: pragmatismo liberal vs. marxismo: 1111!1 seller. Loque Chase logr6, segun Susman, Dewey, Lynd, la revista The New Republic fue poner en boca de todos un contraste vs. Eastman, Edmund Wilson, Freeman, del estudio de R. Redfield sobre Tepoz- Tannenbaum y revistas como Quarterly tlan, con el sonado estudio antropol6gico Review, The Masses, primero y luego The de una comunidad norteamericana en New Masses.25 La posguerra dio el triunfo proceso de transformaci6n industrial, a econ6mico e ideol6gico al conservadu- saber, el trabajo de Helen y Robert Lynd: rismo y el Mexico idealizado sufri6 den- Middletown. Chase se mostr6 decepcio- tro del desarrollo intelectual norteameri- nado por la industrializaci6n, y fascinado cano la misma suerte que sus idealizado- con la imagen idealizada de un Mexico res: el olvido. comunitario y solidario. Al igual que ha- A partir de los anos cuarenta, los ele- cian los populistas de la ultima decada mentos populistas y radicales fueron gra- del siglo XIX, en las ciudades algunos in- dualmente negados, acoplados a una telectuales buscaban la comunidad per- ret6rica mas consensual, o forzados al - dida. Mexico se convirti6 en un lugar a observar. Los intelectuales mexicanos, a 24 No es hasta que su estudio se hiperacaderniza, su vez, encontraron una ventana para su que Mexico deja de estar irunerso en la discusi6n promoci6n. Diego Rivera ilustraba el li- intelectual en sentido amplio, para quedar en ma- bro de Chase, y el de C. Beals (Mexican nes de las expertos. 2s maze, 1931). Miguel Covarrubias haria lo Pelis parece encontrar el mismo espectro, con otros extremos, en el arte y la literatura. Pero este propio con el de Tannenbaum (Peace by espectro se defme de acuerdo con un eje que tiene revolution, 1933). En arte, Anita Brenner que ver con la labor propiamente artlstica, y otro (Idols behind altars, 1929) descubri6 para con la politlca. Es decir, par un !ado los esteticistas, la izquierda norteamericana el arte mexi- si bien no partidarios de una pura posici6n de l'art pour l'art, sl orientados hacia una perspectiva sirn- cano. Todas estas visiones confirmaban b6lica experimental; por otro lado, los partidarios una idealizaci6n de Mexico que reen- de! realismo. Y conservadurismo y radicallsmo, los cuentra a la comunidad, a la revoluci6ri extremos politicos. As1, bubo escritores realistas ganada y al pueblo, con la necesaria conservadores -Chase-, realistas radicales -john frescura. De tal forma, cuando la izquier- Dos Pasos- y los verdaderos genies por confesi6n radicales pero, aflrma Pelis, conservadores en da neoyorquina buscaba salidas y ejem- esencia aunque plenosde originalidad-gente como plos revolucionarios, ya existia un cuer- Hemingway, Steinbeck o Wilson (vease Pelis, Ra- po de imageries y discursos sobre Mexi- dical visions, 1973). SECOENClfi Revistadehistorjaycienciassociales

olvido historiografico. En cualquier in- ci6n norteamericana". En ella, por ejem- terpretaci6n hist6rica de los New York plo, encontraron lo que Freeman llam6 intellectuals, las nociones de "tradici6n "constante de materialismo" que incluia americana" e "ideologias extrafias" en- desde el pragmatismo filos6fico norte- tran en juego. Dentro de esos dos con- americano hasta el materialismo demo- ceptos es donde se pierden las tradicio- cratico de Walt Withman: "I accept reality, nes radicales norteamericanas que, por and dare not question it;/ materialism ejemplo, son observables en el redescu- first and last imbuing! Hurrah for positive brimiento de Mexico. Las dicotomias an- sctencet/ long live demonstration." El tes mencionadas se presentan de distin- materialismo marxista, para muchos tas formas: la oposici6n entre teoria y intelectuales neoyorquinos, constituy6 practica, ser individual-sociedad, cultu- un sin6nimo de objetividad cientifica, de ra-civilizacion, l'art pour i'art, arte com- verdad y progreso confiables. Y la certe- ... prometido y, doctrinariamente, entre za en la verdad objetiva formaba parte ... pragmatismo liberal vs. marxismo. La 11- importante de Ia tradici6n intelectual nea divisoria es la lejania o cercania a la sajona. Asi, en el marxismo pudieron ... "tradicion americana". Por ello, a distan- sentirse al mismo tiempo revolucionarios cia, es relativamente sencillo organizar y norteamericanos. En la tradici6n norte- un espectro del desarrollo intelectual americana, estos intelectuales tambien norteamericano, hacienda enfasis en su encontraron un romanticismo a veces desradicalizaci6n, su natural derechiza- reformista, otras veces populista, que era ci6n y sus tendencias al conservaduris- acoplable a las exigencias revoluciona- mo. Lo dificil es definir en que consiste la rias de la epoca, asi como a su propia tan traida y llevada tradici6n norteameri- herencia comunitaria coma la de la villa cana: lUna compleja construcci6n histo- ucraniana en que naci6 Freeman. rica? lUn casi ahist6rico complejo toe- Asi, el populismo norteamericano quevilleano? pudo ser acoplado por los intelectuales iii La tradici6n norteamericana entendi- neoyorquinos coma un punto de coinci- da como abstracto de valores, se vuelve dencia, de entrada suya a la "tradici6n una atm6sfera omniabarcante y omni- norteamericana". A su vez, el marxismo presente que, ni quienes estan envueltos para ellos fue, por su materialismo y en ella, pueden definir. En cambio, la cientificidad, coincidente con el pragrna- tradici6n norteamericana hist6ricamente tismo y el progresismo de Estados Uni- entendida parece contener valores -si es dos; y por su contenido ut6pico, vieron que de valores es de lo que ha de estar al marxismo como extension del roman- constituida-y experiencias contradicto- ticismo populista. Sydney Hook, por rias. Entre estos valores y experiencias se ejemplo, en sus trabajos de los treinta encuentran radicalismos populares que buscaba hacer coincidir el pragmatismo son tan de la tradici6n americana como el a la Dewey con el pensamiento marxista, insigne cliche del apple pie. que desde su punto de vista pareda tan pragmatico en su establecimiento de le- yes como utopico-romantico en sus pro- IV, DEL RADICALISMO A LA ACADEMIA mesas revolucionarias. Por otra parte, para Freeman el encuentro con la revista Los intelectuales neoyorquinos se cons- The Masses fue tambien una forma de truyeron puertas para entrar a la "tradi- vincular tendencias: union entre prag- SECOENClfi Revistadehistorjaycienciassociales

matismo, romanticismo y revoluci6n ... poco mas tarde), entre otros, iniciaron Dice acerca de el mismo: "una lluviosa desde temprano la vida universitaria. Con tarde, en unmemorable local de la aveni- todo, como Christopher Lasch y Ellen da Graham, el muchacho de 16 afios en Schrecker han probado, No ivory tower busca del cielo en la tierra encontr6 pre- fue la academia norteamericana durante cisamente eso. Era justa (The Masses), el macarthismo: varios academicos fue- bella y americana: Marx y Byron." ron expulsados por unamerican actitnttes La interacci6n de estas dos entradas y la caceria de brujas existi6 casi en todas de los intelectuales judios de Nueva York partes. Mil remociones solo en Nueva a la tradici6n norteamericana -el mate- York. Esta fuera de moda, pero no hay rialismo y el radicalismo populista- en que olvidar que el macarthismo fue fac- parte explica el porque de la desradica- tor importante en el proceso de desradi- lizaci6n de la izquierda en Estados Uni- calizaci6n de la izquierda, incluso de dos. Parad6jicamente, si el cientificismo aquella que se mantuvo como tal no - y el populismo fueron para los intelec- obstante su academizaci6n. - tuales neoyorquinos vinculos que les El exito econ6mico de posguerra, la permitieron, al menos ret6ricamente, terrible herencia ideol6gica del holo- - presentar su radicalismo de manera in- causto, la movilidad social experimenta- temacional -acorde con los movimien- da por la comunidad judia, los avatares tos de la epoca- y norteamericana -sin del movimiento comunista internacio- oponerse al american exceptionaltsm-, nal, el pr6spero filantropismo refomista esos mismos elementos los llevaron a la norteamericano (a la Rockefeller). .. to- vida universitaria. Ahi, la objetividad dos son argumentos comunes en la ex- cientifica se convirti6 en neutralidad plicaci6n de la desradicalizaci6n del cientifica y apoliticismo, y la inspiraci6n radical momentum neoyorquino de los populista en un rezago inevitable de no anos treinta.La academizaci6n de los inte- cientificidad, .aunque sobrevivi6, en los lectuales incluye un poco de todos estos margenes, como vision generalizadora. 26 factores. El hecho es que muchos intelec- - Por ello, los intelectuales que redescu- tuales dejaron "la bohemia" por el salon brieron e idealizaron la realidad mexica- de clases y de paso dejaron arras toda su na, tarnbien sirvieron de puente para la militancia.27 Parad6jico: en tanto que la academizaci6n de la vision norteameri- cana de Mexico. 27 Desde el punto de vista de lo politico en la Pocos de los intelectuales judios lo- academia, un camino prototiplco es el de Sydney Hook quien, en julio de 1989, muere no en el graron posiciones universitarias en los adusto Manhattan, sino en la placida : en treinta, debido al antisemitismo institu- el Hoover Institute of War and Peace, dentro de la cionalizado. Sin embargo, F. Tannen- Universidad de Stanford, think-thankconservador baum y Sydney Hook (Lionel Trilling especializado en movimientos "subversives" de todo el mundo. Viene a morir en California y termina sus dias como parte de! movlmiento 26 Porque la desradicalizaci6n via la academia neoconservador porque para el estaba vivo el hilo puede serexplicada, como afirrna Novick, como un de la tradici6n que va de William James y John temor a las masas: los intelectuales noryorquinos Dewey a el. Defender la democracia liberal y el fueron: "only one generation removed from the east excepcionalismo norteamericano no es conserva- european 'sbtetl', where insurgent gentile peasants durismo o defensa de! status quo porque, coma spelled pogrom" (pogrom: deguello y saqueo orga- termina SU ultimo artlculoenPartisan Review(1989), nizado especialmente contra los judios en Rusia). citando a su maestro de toda la vidajohn Dewey, en Novick, That noble dream, 1988. un mundo cambiante el status quo no existe. Pero SECOENClfi Revistadehistorjaycienciassociales

academizacion rnerrna el radicalismo de Asi, la vision norteamericana de Mexico la vision norteamericana, tarnbien per- pas6 de los ensayos -como las coleccio- mite la supervivencia de corrientes rela- nes de Beals, Freeman y Tannenbaum-, tivarnente radicales, como el populismo. a las monografias especializadas de los Dado que mas conocimiento especiali- latin americanists. Sin embargo, la su- zado no produjo mas entendimiento, se pervivencia de la inspiraci6n populista han vuelto necesarias aproximaciones en la academia, con sus problemas, al historicas que permitan un minimo de menos proporcion6 una base ensayistica visi6n total y un contacto directo con la general que provoca, propone y explica. calle. Pero estas perspectivas han perma- Nose equivoca Alan Knight, historiador necido rnarginales y bien acomodadas Ingles que edifica SU impresionante ana- dentro de la "metahistoria" fundamental: lisis de la revoluci6n mexicana sobre los el excepcionalisrno liberalnorteamericano. cimientos de las sugerencias de Tannen- ... Los intelectuales de izquierda se fue- baum, al afirmar, refiriendose a los estu- y ... ron academizando, ya lirnpios de su dios historicos de recientes generaciones Diii pasado "oscuro", iniciaron una redefi- de historiadores mexicanos: " ... su giro nici6n de la "tradici6n arnericana". El acadernico 'objetivo y narrative', ha populismo entonces se convirtio s6lo en probado que los estandares acadernicos una fuente inagotable de ideas dernago- no son por fuerza excluyentes de visio- gicas, racistas y retr6gradas. EI socialis- nes mas globales, de inspiraciones poli- mo: un pecado de juventud. Ya limpios ticas populares y menos hip6critamente de estas culpas podian intentar construir objetivas"." Ast, en Tannenbaum, la ins- de nuevo el excepcionalismo liberal nor- piraci6n populista, con sus contradiccio- teamericano sobre bases mas s6lidas, y nes, ha probado poder sobrevivir en la ast lo hicieron autores como Hartz en The academia. El legado de Tannenbaum, a liberal tradition y Potter en People of su vez, no esta peleado con una imagina- plenty. En la academia, la inspiraci6n ci6n disciplinada, ni con un uso, como populista tuvo que cubrirse con la dice Knight en The mexican revolution parafemalia academica. Sin embargo, la de un "controlado (no promiscuo) - escuela sembrada por Tannenbaum y su eclecticismo te6rico". vision de Mexico y Latinoamerica prueba Los intelectuales de Nueva York, como que no obstante todo, la inspiraci6n po- Tannenbaum; tradujeron y/o introduje- pulista pudo vivir dentro del corse de la ron a la academia una parte de la tradi- academia. Pero su desarrollo ahora sigue ci6n radical norteamericana (el popu- -a pesar de los esfuerzos de la new left lismo) y, como Freeman, intentaron ser por resucitarla-, un cauce alejado de lo los ide6logos de una doctrina socialista a publico y del devenir politico del pais: es la norteamericana. En su exito como tra- una cuesti6n de expertos." ductores o en su fracaso -o arrepenti-

otro ejemplo es Tannenbaum que logra innovar la cano, y lo que Howe y Jacoby llama el fin de la estructura educativa de la Universidad de Colum- bohemia, la desintelectualizacion de Estados Uni- bia al introducir el Sistema de seminarios, y quien dos (vease Hofstadter, Anti-intellectualism, 1969; po obstante sus muchos anos de vida academica y Howe, A margin, 1982; Jacoby, The last, 1987). del sosiego de su militancia politlca, la inspiraci6n 29 No por casualidad, el impresionante traba]o propueblo sembr6 con el firmes rakes acadernicas. de Knight ha sido caracterizado por historiadores 28 Esto es parte de lo que en los anos sesenta como D. Brading tarnblen como "a series of essays'. Hofstadter llam6 "antiintelectualismo" norteamerl- Brading, "Resefia", 1987., SECOENClfi Revistadehistorjaycienciassociales

miento- como ide6logos, mostraron las La ampliaci6n y profundizaci6n de las ideas contradicciones del excepcionalismo aqui propuestas requieren de la revision de norteamericano. Al no ser notadas, estas este material. Es proyecto a la vista. contradicciones nublan la contemplaci6n, -Beals, Carleton, Mexican maze, Filadelfia, en el pasado yen el presenre, de las posibles 1931. -Beard, Ch., Tbe rise of american civi- rutas altemativas del pensamiento norte- lization, Macmillan, Nueva York, 1927. americano. Otros muchos intelectuales -BelJ, Daniel, 1be unndtngpassage. Essays neoyorquinos desandaron sus pasos para and sociological journeys, 1960-1980, desvanecer las huellas dejadas fuera del Harvard University Press, Cambridge, 1980. excepcional camino trazado para la his- ____ ,Marxian socialism in the United toria de Norteamerica. Todo lo hicieron, States, Princeton University Press, Nueva hoy diceri los supervivientes, en nombre Jersey1967. del convencimiento de y creencia en los -Bloom, Alexander, Prodigal sons: the New "valores innatamente norteamericanos". York intellectuals and their world, Nueva - Al hacerlo, lo queen realidad consiguie- York, 1986. -Brading, David, "Introduction: national ron fue darle cuerpo a un mito nacional -... politics and the populist tradition" en D. que, si no estaba carente de contenido, si Brading (coord.), Caudillos and peasants in estaba quedandose pequeno en el tarna- tbe mexican revolution, Cambridge University fio de las imagenes, valores e ideas que Press, Cambridge,1980. los tiempos exigian. Ellos ayudaron a ----, "Resena de Tbe mexican revo- darle fortaleza a todo aquello. Y en esto, lution de A. Knight", journal of Latin SU exito es aun Visible. American Studies, noviembre de1987, vol. XIX, t. 2. -Brenner, A., Idols behind altars, Payson & Clarke, Nueva York, 1929. BIBLIOGRAFtA -Britton,). A., Carleton Beals: a radical journalist in Latin America, New Mexico El archivo personal de Freeman es University Press, Nuevo Mexico, 1987. localizable en el Hoover Institute of War and -Brown, J., "Exuberancia mexico-norte- - Peace (Stanford, California). En el, se encuen- americana 1920-1940", en Anglia, VNAM, tra interesante · informaci6n sobre el rnovi- Mexico, 1968. miento comunista. -Chase, Stuart, Mexico: a study of two Contiene varios documentos sobre Mexico Americas, Boston, 1933. -como cartas, borradores y notas de articulos, -Collins, Robert M., "The originality trap: apuntes de viaje, transcripciones de entrevis- Richard Hofstadter on populism", Tbefournal tas, etc. De ahi provienen la mayor:ia de las of American History, junio 1989, vol. LXXVI, referencias de este ensayo. De especial interes num. l. es la polemica que este autor mantuvo con -Conovan, Margaret, Populism, Landres, Diego Rivera acerca de las cambios sufridos 1981. por el del Palacio Nacional a lo largo de -Cooney, Terry A., Tbe rise of tbe Neur York su producci6n, pues Joseph Freeman estuvo intellectuals: Partisan Review and its circle, casado con Ione Robinson, asistente de Rivera Wisconsin, 1986. en los trabajos del Palacio Nacional (al respec- -Croly, H., Tbe promise of american life, to, consultese I. Robinson, A wall to paint on, Macmillan, Nueva York, 1912. Duhon, Nueva York, 1946). Los papeles per- -Frank, Waldo, Memorias, introducci6n de sonales de Frank Tannenbaum se encuentran A. Trachtenberg et al., trad. Eduardo en la Universidad de Columbia, Nueva York. Goligersay, Buenos Aires, 1975. No he tenido la oportunidad de consultarlos. -Freeman, Joseph y Scott Nearing, Dollar SECOENClfi Revistadehistorjaycienciassociales

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