BICENTENARIO De la Independencia Nacional

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BICENTENARIO De la Independencia Nacional

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5/ 6/ BICENTENARIO De la Independencia Nacional

1816 - 2016

7/ Junta Provincial de Estudios Históricos de Santa Fe. Bicentenario de la Independencia Nacional : 1816-2016. - 1a ed adaptada. - Santa Fe : Junta Provincial de Estudios Históricos de Santa Fe, 2016. 160 p. ; 24 x 22 cm.

ISBN 978-987-46090-8-3

1. Análisis Histórico. CDD 907.2

Fecha de catalogación: 25/07/2016

BICENTENARIO DE LA INDEPENDENCIA NACIONAL 1816 - 2016

Agradecimientos: Archivo General de la Nación . Archivo General de la Provincia. Centro de Estudios Hispanoamericanos.

Editores: Junta Provincial de Estudios Históricos / Gustavo Vittori Reproducción de las fotografías: José G. Vittori Diseño editorial: Ana Catella

Obra de tapa: detalle de bajorrelieve de Lola Mora en el patio posterior de la casa de Tucumán.

Julio de 2016. Santa Fe. Diputados Provinciales MAS VARELA, Sergio Hernán Período 2015 - 2019 MASCHERONI, Santiago Angel MASTROCOLA, Germán Ernesto ANGELINI, Federico MEIER, Mercedes ARCANDO, Cesira MIRABELLA, Roberto Mario AUGSBURGER, Silvia MOYANO, Claudia Gabriela AYALA, María Cecilia del Huerto NICOTRA, Norberto Reynaldo BACARELLA, Germán Andrés PALO OLIVER, Claudio Fabián BENAS, Verónica Claudia PIERON, Oscar Alberto BERMUDEZ, Ariel REAL, Gabriel Edgardo BERTERO, Inés Angélica REUTEMANN, Roberto Federico BLANCO, Joaquín Andrés RUBEO, Luis Daniel BONFATTI, Antonio Juan SIMONCINI, Silvia Rosa BOSCAROL, Alejandro SOLIS, Miguel Angel BUSATTO, Leandro TEJEDA, María Victoria CAVALLERO, Héctor José TEPP, Patricia Norma CHIALVO, Patricia Guadalupe VUCASOVICH, María Alejandra CINALLI, Miriam Andrea YACCUZZI, Estela Maris COTELUZZI, Olga Gladys DEL FRADE, Carlos Alfredo DI POLLINA, Eduardo Alfredo EGGIMANN, Julio Eduardo FERNANDEZ, Raúl Augusto Comisión Directiva de la Junta GALASSI, Rubén Dario Provincial de Estudios Históricos GALDEANO, Julian GARCIA, Alonso Clara Rut Presidente: Guido Abel Tour n PAV ILLon GARIBALDI, Julio Francisco Vicepresidente: Teresa Suárez GIACCONE, Claudia Alejandra Secretario: María Eugenia Astiz GIUSTINIANI, Rubén Héctor Tesorero: Carlos Cerutti GREGORET, Héctor Delfino Secretario de Actas: Ana María GUTIERREZ, Alicia Verónica Cechini de Dallo HENN, Jorge Antonio LOPEZ MOLINA, Rodrigo Manuel MARTINEZ, Omar Angel MARTINO, Edgardo Luis Directorio Diario El Litoral

9/ 10/ Índice

Índice...... /11

Prólogo...... /13

Presentación ...... /15

Textos ...... /17

Contradicciones en el proceso revolucionario (1810 - 1816)...... /19 Por Ana María Cecchini de Dallo

La convocatoria al Congreso de Tucumán y la crisis de 1815...... /25 Por Alejandro A. Damianovich

Dos congresos distintos pero con metas parecidas...... /31 Por Alejandro A. Damianovich

Santa Fe y el Litoral, ausentes del Congreso de Tucumán...... /37 Por Ana María Cecchini de Dallo

Política del Congreso de Tucumán ante los conflictos del Litoral y la ...... /43 Por Ana María Cecchini de Dallo

La injerencia napoleónica en España...... /49 Por Liliana Montenegro de Arévalo

¿Monarquía o República?...... /55 Por Mariano I. Medina

Sudamérica ante el retorno de Fernando VII al trono...... /61 Por Liliana Montenegro de Arévalo

Declaración de la Independencia: decisiones y conflictos en 1816...... /67 Por Pascualina Di Biasio

11/ El costo de la guerra de independencia...... /73 Por Ana María Cecchini de Dallo

Transición hacia un nuevo orden ...... /79 Por Pascualina Di Biasio

Debate sobre los derechos aduaneros...... /85 Por Ana María Cecchini de Dallo

El Congreso de Tucumán y la invasión portuguesa a la Banda Oriental...... /91 Por Alejandro Damianovich

Un nuevo orden político al calor de las ideas libertarias y la acción militar. San Martín y el Ejército Libertador (I)...... /97 Por Teresa Suárez y Sonia Tedeschi

Un nuevo orden político al calor de las ideas libertarias y la acción militar. San Martín y el Ejército Libertador (II)...... /103 Por Teresa Suárez y Sonia Tedeschi

Traslado del Congreso a y la Constitución de 1819 ...... /109 Por Guido Abel Tourn

Una Constitución cuestionada, la batalla de Cepeda y la extinción del Congreso...... /115 Por Fabián Herrero

La participación de las mujeres...... /121 Por Berta Wexler

La Independencia y Lola Mora...... /127 Por Raquel Garigliano

Celebración de los centenarios en Santa Fe...... /133 Por María Gabriela Pauli de García

El arte en el tiempo de los congresales...... /139 Por Nanzi Sobrero de Vallejo

Vestirse de Independencia...... /145 Por Patricia Alejandra Vasconi

La Casa Histórica de Tucumán: de arquitectura doméstica a símbolo de la Independencia...... /149 Por Rubén Chiappero

Los autores...... /155

Bibliografía...... /157

12/ Prólogo Por Dr. Antonio Bonfatti*

En el marco de esta importante iniciativa de Dia- debemos redoblar nuestro compromiso e invo- rio El Litoral quería proponerles mirar hacia atrás lucrarnos más. Tenemos una gran herramienta y con sentido de futuro. Aprender de nuestra histo- una gran lección que nos llega desde el Congre- ria, rescatar sus ejemplos, reivindicar los valores que so de Tucumán del año 16: sin participación no sostuvieron las luchas de 1816 y, al mismo tiempo, hay cambio posible. Al involucrarnos en los sin- resignificar esos valores y ejemplos a la luz de los de- dicatos, las cooperadoras escolares, los centros de safíos que tenemos hoy en día como Nación. salud, las vecinales, las parroquias, construimos La declaración de Independencia fue un acto una nación más fuerte, trazamos un horizonte y de coraje y de compromiso. La libertad de España un ejemplo para nuestros niños y jóvenes. y de toda otra potencia extranjera, la posibilidad Hace 200 años nuestros congresales discutieron de involucrarnos como ciudadanos en los proce- y consensuaron un proyecto de Nación. Hoy, con sos de toma de decisiones, en la elección de nues- el mismo espíritu, los argentinos y argentinas tene- tro propio destino, de nuestras normas, de nues- mos todo para poder generar instancias de diálogo, tras pautas de convivencia. Estos fueron algunos plantear nuestros problemas y consensuar caminos de los valores que manifestamos de viva voz a los para superarlos: ampliar los derechos sociales, dis- pueblos del mundo al consagrarnos independien- tribuir mejor nuestra riqueza, ponernos de acuerdo tes. Hoy, debemos seguir trabajando para hacer- en un modelo productivo que nos permita crecer los realidad para cada argentino y argentina. generando empleo y terminar definitivamente con La libertad es una conquista cotidiana; y por la pobreza y la indigencia, la gran tarea pendiente eso tenemos que cuidarla como un tesoro. En de nuestra democracia. 1816 queríamos ser libres de España, darnos Mantengamos vivos los ideales de la indepen- nuestro propio gobierno. Hoy nuevamente tene- dencia, trabajemos por hacerlos realidad y no per- mos el desafío de hacer frente a obstáculos com- damos nunca de vista nuestro horizonte de traba- plejos: la apatía, la falta de proyectos, la deses- jo, de solidaridad y de libertad. ¡Que viva la patria peranza, la incertidumbre. Frente a todo esto en cada uno de nosotros! ¡Que viva Argentina!

(*) Presidente de la Cámara de Diputados de la Provincia de Santa Fe

13/ 14/ Presentación Por Dr. Gustavo José Vittori*

El diario El Litoral se alegra de haber servido encarnaran en la Organización Nacional inicia- de efectivo canal para la iniciativa de la Junta Pro- da en 1853 con la sanción de nuestro primer tex- vincial de Estudios Históricos de Santa Fe, con- to constitucional. sistente en una serie de artículos sobre el Bicen- Por eso, el análisis de aquellas jornadas desde tenario de la Independencia Nacional desde un una perspectiva diferente enriquece el aborda- punto de mira santafesino. Y celebra el aporte de je de un acontecimiento fundamental de nuestra la Cámara de Diputados de la Legislatura provin- historia, máxime cuando se produjo en un clima cial, que permite reunirlos en un libro que confie- de extremas incertidumbre e inseguridad, provo- re al esfuerzo de los autores la satisfacción de una cado tanto por la guerra internacional con Espa- mayor permanencia; y a los lectores, el acceso a ña como por el simultáneo enfrentamiento inter- los trabajos en un cuerpo único. no entre provincias. El contenido de esta obra ofrece la singulari- Esquivando el lugar común, diversos autores dad de ver el Congreso de Tucumán desde un án- ensayan, desde distintos ángulos, miradas que en- gulo diferente, habida cuenta de que Santa Fe, al sanchan el campo de visión del tema. Y como en igual que otras provincias y territorios nucleados la historia los hechos no se producen por arte de en la Liga de Pueblos Libres bajo la conducción birlibirloque, algunos repasan el proceso de ges- de José Gervasio Artigas, no asistió a ese encuen- tación de ese grito de libertad que resonó en Tu- tro institucional que declararía la Independencia cumán como gesto de reafirmación de la volun- de las Provincias Unidas en Sudamérica. tad de ser en medio de una situación caótica. Más aún, abanderados de la forma confede- Unos se adentran en el teatro europeo, y en ral de Estado, los ausentes representaron un sig- una España invadida por Napoleón y sometida a nificativo contrapeso político de las tendencias sus designios. Otros centran el foco de atención monárquicas y centralistas que dominaban esa en la ciudad de Tucumán y el austero recinto de magna asamblea. De modo que su ausencia mi- las deliberaciones, en las intervenciones de los litante estuvo presente en la escena del Congre- congresales y las propuestas de organización in- so tucumano y habría de generar efectos a lo dependiente; en las influencias de San Martín – largo de las décadas, hasta lograr que sus ideas desde el pie de los Andes- y Belgrano, de fray Jus-

15/ to Santa María de Oro, y de Martín de Güemes nario, entre tantas otras aristas dignas de interés. en el sostén de la frontera norte. En suma, una conjunción de elaboraciones vario- No falta tampoco la aproximación de detalle a pintas sobre un hecho trascendente que se erige través de la arquitectura de la casa histórica y el en la historia como una proclama al mundo de arte de su tiempo, así como de las sucesivas mo- nuestra vocación de ser y, también, de diario re- dificaciones edilicias, las sublimaciones escultóri- cordatorio de un compromiso que se renueva pa- cas de Lola Mora, y las celebraciones del cente- ra los tiempos sin solución de continuidad.

(*) Vicepresidente de El Litoral S.R.L.

16/ Textos

17/ /17 18/ Contradicciones en el proceso revolucionario (1810-1816)

Por Ana María Cecchini de Dallo

19/ Es necesario abrir esta serie repasando los seis claración del Congreso de Oriente, realizado por años transcurridos entre el 25 de mayo de 1810 y los Pueblos Libres en 1815, en territorio entre- el 9 de julio de 1816, dos fechas emblemáticas es- rriano -en las proximidades del Arroyo de la Chi- tablecidas por la historia oficial argentina para de- na-, con representación de las provincias de Co- limitar la coyuntura durante la cual se decidió y rrientes, Santa Fe, Córdoba, Entre Ríos, Misiones asumió la ruptura definitiva con España. y la Banda Oriental, ya había manifestado la inde- En ambas ocasiones, tuvieron lugar acciones pendencia respecto de España. conducidas por hombres o gobiernos de Buenos Aires: la Revolución de Mayo sucedió en el mar- Intereses controvertidos co del Cabildo porteño cuyos vecinos, como ha- El convulsionado desorden por el que transi- bitantes de la hermana mayor -al decir de Juan J. tó el Río de la Plata en el lapso mencionado al co- Paso-, fueron los actores de la emancipación, y el mienzo, se caracterizó por los variados y diferen- Congreso de Tucumán fue hechura del Directo- tes intereses políticos que afloraron, tales como rio, autoridad eminentemente porteña, si bien al aspiraciones de liberación en sectores explotados momento de la convocatoria era ejercido -curio- -aborígenes en las minas-, regiones postergadas, samente- por el militar arequipeño Ignacio Álva- grupos e individuos con afán de poder, y que se rez Thomas, lo que explica la magnitud regional pusieron en evidencia en cada uno de los estalli- que alcanzó. dos, reclamos, destituciones o guerras. Así, fue- Además, las dos fechas tienen en común una ron quedando a la vista las contradicciones que trascendencia simbólica por las decisiones políti- contenía el movimiento revolucionario, y que en cas que les dieron significación: emancipación de su evolución generaron desacuerdos al interior de la autoridad española, en la primera, e indepen- las sociedades y los partidos. dencia de España, en la otra. Ellas las convirtie- De este modo, se explica la multiplicidad de ron en acontecimientos liminares en el proceso proyectos realizados con vistas a la organización histórico argentino. del autogobierno; entre ellos, los que alumbraron Sin embargo, en uno y otro caso, los planteos sectores ilustrados, generados al calor de los cam- que se impusieron no fueron novedosos. Es que bios en Europa que promovieron las misiones di- ya habían sido formulados e intentados previa- plomáticas. E, incluso, el de aquel grupo de ofi- mente en otros sitios del territorio rioplatense, en ciales españoles que desembarcó en Buenos Aires circunstancias que la historia oficial los opacó por con información británica, y que reunido en la su ajenidad respecto de Buenos Aires. Logia Lautaro se dispuso a contribuir a la inde- En el primer caso, en 1809 existieron los le- pendencia americana. vantamientos de Chuquisaca y La Paz contra las No puede ignorarse, como otro ingredien- autoridades españolas, episodios que fueron re- te de aquella conflictividad, el evidente interés primidos con gran violencia. En tanto que la de- inglés por ganar espacios comerciales y políti-

20/ cos en la región, objetivo en el cual contaba con otra”, ni que ninguna preferencia se dé por cual- su tradicional aliado -Portugal-, en su expresión quier regulación del comercio, “puezta [sic] a los americana: el Imperio de Brasil. puertos de una provincia sobre la otra serán obli- gados a levar anclas o pagar derechos en otra”. Contradicciones regionales e institucionales Santa Fe sostuvo estos principios en la convo- Las hoy llamadas “expectativas”, que surgieron catoria del 26 de abril de 1815, para elegir a su en cada pueblo ante la oportunidad que implica- primer gobernador -Francisco Antonio Candio- ba la emancipación, adquirieron perfiles diferen- ti-, posibilitando la votación de todo el pueblo. tes según las necesidades de cada región. Buenos Aires, en cambio, había adoptado, sin Así, en los territorios altoperuanos, los aboríge- atisbo de duda, la definición de ser depositaria del nes deseaban romper el sometimiento que repre- poder central del territorio, con el cual dio im- sentaba el trabajo en las minas. Las elites dirigentes pulso al unitarismo, aunque no fue tan determi- eran aliadas de las autoridades españolas y ambos nante en el modo de cómo ejercerlo. Probó varias grupos se enfrentaron por la causa emancipadora. formas de conducción desde el Ejecutivo multi- En tanto, el Litoral y la Banda Oriental que- personal, como fue la Junta Provisional Guber- rían ser autónomos, recuperar la modalidad que nativa, luego ampliada a la Junta Grande, la que había caracterizado a los Cabildos hasta la centra- -fracasado su destino legislativo- se convirtió en lización operada por los Borbones, ejercer la li- Ejecutivo fugaz. Luego, los sucesivos triunviratos bertad propia de las áreas de frontera y aprove- y, por fin, el Directorio, variante unipersonal del char mejor sus ríos para crecer comercialmente; Poder Ejecutivo, que rigió a partir de 1815. En contaban con sociedades sin marcadas diferen- todos los casos, fueron de relativa convalidación cias económicas, casi equilibradas, y veían nece- popular, ya que generalmente su origen se dio en sario lograr no sólo la independencia sino tam- procesos ocurridos en Buenos Aires o en reunio- bién la organización mediante gobiernos electos nes con representación restringida. por el pueblo, bajo un régimen republicano, cons- titucional y confederal. Los vaivenes ideológicos Así lo definió el pueblo oriental y lo plasmó Jo- La mirada puesta en Europa, natural desde sé Artigas en las instrucciones presentadas a la la lógica de que allí estaban tanto el “enemigo” Asamblea del año XIII. De ellas, la 1ª pedía la de- como el “amigo” de la emancipación, llevó a la claración absoluta de la Independencia de la co- elite porteña a un zigzagueo de proyectos ins- rona española; la 2ª no admitía otro sistema que titucionales. la confederación para el pacto recíproco con las La inicial fuerza revolucionaria del Plan de provincias que firmen nuestro Acuerdo, y la 16ª Operaciones de Moreno y las primeras medi- establecía que “ninguna tasa o derecho se impon- das militares de recuperación de territorios en ga sobre artículos importados de una provincia a el Alto Perú, inspiradas en las ideas promovi-

21/ das por la Revolución Francesa, se transformó Ahora bien, las tropas de esos ejércitos y en la indecisión posterior. los buques armados con ese fin, fueron utili- Los porteños se involucraron en variadas mi- zados en repetidas oportunidades para aplacar siones diplomáticas en busca de un monarca para los deseos de autonomía de los pueblos inte- el Río de la Plata, pensando en una Nación acep- riores, como ocurrió con Santa Fe; o para im- table para Europa. pulsar proyectos individuales, como se dio en También la continuidad de la guerra de inde- Fontezuelas. pendencia fue objeto de dudas. Así, la guerra de independencia adquirirá el Al impulso inicial de Castelli hacia el noroeste; y rumbo constante y liberador imprescindible con el sitio de Montevideo, que fue sostenido por Ar- el plan de San Martín para asegurar la indepen- tigas con apoyos intermitentes de las tropas riopla- dencia de América. tenses, deben agregarse la pérdida del Paraguay y Los conflictos y controversias aquí revisados la guerra contra los realistas en el norte, sostenida volverán a manifestarse en el Congreso de Tucu- por Martín Güemes y sus gauchos, quienes conta- mán; aparecerán en sus debates y resoluciones, así ron con fuerzas enviadas por Buenos Aires. como en los “frutos” que de él resultaron.

Así, la guerra de independencia adquirirá el rumbo constante y liberador imprescindible con el plan de San Martín para asegurar la independencia de América.

22/ Selección de las Instrucciones dadas por el pueblo oriental a sus diputados ante la Asamblea del año XIII. El original, existente en el Archivo General de la Nación del Uruguay, correspondiente al Congreso de los Orientales realizado entre el 5 y el 20 de abril de 1813 en Tres Cruces, es uno de los escasos textos conocidos.

Foto: AGN Uruguay

23/ 24/ La convocatoria al Congreso de Tucumán y la crisis de 1815

Por Alejandro A. Damianovich

25/ Al iniciarse el mes de abril de 1815 tuvo lugar el virrey Sobremonte entre 1806 y 1807, en el con- derrocamiento del director supremo Carlos Ma- texto de las invasiones inglesas, y se había pro- ría de Alvear. Inmediatamente, se dictó un nuevo fundizado cuando Napoleón invadió España Estatuto y se convocó a un Congreso a realizarse en 1808 y destronó a Fernando VII. Así, Bue- en la ciudad de Tucumán. Los desvíos del gobier- nos Aires había dado muestras de su capacidad no en materia diplomática y la fuerte presión mi- para administrar la crisis de la monarquía, des- litar de Artigas, a cuya liga se había sumado San- tituyendo al virrey Cisneros en mayo de 1810 y ta Fe en esos días, habían movido a un sector del desconociendo al Consejo de Regencia de Es- ejército, encabezado por el General Álvarez Tho- paña e Indias en junio del mismo año, Consejo mas, a sublevarse en Fontezuelas. El líder del mo- que, hay que decirlo, estaba imbuido de un es- vimiento pasó a ser el nuevo director, en medio píritu liberal y revolucionario tanto o más defi- de expresiones de adhesión a Artigas. nido que el de la burguesía porteña con la que En el momento de la convocatoria al Congre- se enfrentaría. so, se encontraban en marcha dos procesos revo- El otro foco de la revolución despertaría ha- lucionarios enfrentados entre sí, en medio de un cia 1811 en la Banda Oriental, bajo la conducción contexto internacional adverso a los proyectos in- de un jefe de frontera con fuerte raigambre en los dependentistas sudamericanos. Junto al Paraguay, sectores rurales: José Gervasio Artigas. El caudi- los pueblos del Río de la Plata eran los únicos que llo, que se había sumado inicialmente a la revo- todavía sostenían, entre las dudas y vacilaciones lución porteña, concurrió con sus tropas a poner de muchos actores, la causa de la Independen- sitio a Montevideo, ciudad que respondía al Con- cia. Ya habían caído, en 1814, dos revoluciones: sejo de Regencia. la chilena, en Rancagua, y la venezolana, en Úri- Los distanciamientos se iniciaron en octu- ca, mientras que unos pocos insurgentes todavía bre de 1811, cuando Buenos Aires, que había combatían en el sur de México. El resto de His- encontrado el límite de su poderío en los leja- panoamérica respondía al rey Fernando VII, re- nos escenarios del Paraguay y el Alto Perú, se puesto en el trono luego de seis años de ausencia. vio obligado a suscribir un armisticio con el Ese mismo año, caía Napoleón definitivamente virrey Francisco Javier de Elío en el que reco- en Waterloo, dejándonos “en los cuernos del to- nocía ser parte de la Nación española, reafir- ro”, según expresión del director Posadas. maba la soberanía de Fernando VII y reserva- ba la Banda Oriental y el este mesopotámico Dos revoluciones en marcha a la autoridad del virrey. Artigas respondió a El primer movimiento revolucionario, con- ese pacto inadmisible con el éxodo de la mayor solidado sobre la base de una serie de instancias parte de la población rural oriental, que cruzó de apropiación de poder, se había desarrollado el río Uruguay para no volver a ser súbditos de en Buenos Aires a partir del derrocamiento del los españoles.

26/ Otro Congreso y otras crisis (1813 - 1814) ceo, de mayo de 1814, en el que la flota española El movimiento de Álvarez Thomas de 1815 era quedó destruida, y luego de que Alvear forzara el parecido al de octubre de 1812, cuando la llegada ingreso por tierra en junio del mismo año. de San Martín y el surgimiento de la Logia Lau- Entre tantos errores políticos y diplomáticos taro pusieron nuevamente en sus carriles a la re- del director Posadas, esta afortunada acción con- volución al derrocar al Triunvirato y reemplazar- tra Montevideo salvó a la revolución y garantizó lo por otro. En ese entonces, también se había la independencia del Río de la Plata, quitándole convocado a una Asamblea de los Pueblos para a Fernando VII la principal base de operaciones declarar la Independencia y dictar una Constitu- para un futuro intento de reconquista que prefi- ción, y se había excluido a los diputados de Arti- rió direccionar a otras regiones de Sudamérica. gas al rechazar sus pliegos. Por aquellos días, el retroceso militar de los La crisis del año XV franceses en 1813 y el retorno al trono español Tras la renuncia del director Posadas -en de Fernando VII en 1814 infundieron temor en enero de 1815-, el cargo fue ocupado por su so- los dirigentes de Buenos Aires, que aplazaron la brino Carlos María de Alvear, de 26 años, que declaración de Independencia e intentaron fir- se había prestigiado con la toma de Montevi- mar un armisticio con el gobernador español de deo. A pesar de este antecedente, Alvear no era Montevideo, José Gaspar de Vigodet. El acuer- la figura indicada para la hora, pues se temía do, sugerido por el embajador inglés en Río de un inminente avance español sobre diversos Janeiro, Lord Strangford, era un renunciamien- puntos de Hispanoamérica. to de Buenos Aires a sus proyectos soberanos, y Mientras los hombres más decididos, co- proponía un paréntesis en la guerra mientras se mo San Martín y Artigas -este último en ple- acordaba con Fernando VII una nueva forma de no enfrentamiento armado con Buenos Aires-, relación. Pesaban sobre esos pasos oscuros los seguían alentando la idea de la Independencia, recientes contrastes militares sufridos por Ma- otros estaban dispuestos a negociar un nuevo nuel Belgrano en Vilcapugio y Ayohuma en oc- trato con el rey Fernando. tubre y noviembre de 1813. Ésa era la misión aparente de la embajada que Afortunadamente, Vigodet rechazó el acuerdo, Posadas había enviado a Europa en 1814. La in- envalentonado por las noticias favorables que lle- tegraban Sarratea, Belgrano y Rivadavia, quie- gaban de España, y esto motivó que Buenos Aires nes debían distraer con expresiones de obsecuen- lanzara una ofensiva contra Montevideo combi- te vasallaje al rey español, mientras se tramitaba nando la acción de la flotilla del Almirante Gui- el protectorado de Inglaterra. Todas las misiones llermo Brown con las tropas que sitiaban a la ciu- fracasaron pero, afortunadamente, no hubo expe- dad al mando del general Carlos María de Alvear. dición. Había pesado la toma de Montevideo mu- La ciudad cayó después del combate naval del Bu- cho más que la diplomacia claudicante.

27/ El paso más temerario en este sentido lo dio el Thomas. De esta forma, en lo que al principio propio director Alvear en enero de 1815: envió a pareció ser un movimiento de aproximación a Río de Janeiro una misión a cargo de Manuel Jo- Artigas, Buenos Aires daba muestras de recu- sé García, que tenía por objeto ofrecer a la Coro- perar el curso de la revolución y para ello con- na británica el Río de la Plata como protectorado. vocaba a los pueblos a un Congreso a realizar- Pero la propuesta no tuvo ningún resultado, ya se en Tucumán. que Inglaterra había acabado de firmar un trata- El efecto fue positivo, pero la alianza con Ar- do de alianza con el rey Fernando VII en julio de tigas era imposible porque un hecho preocupa- 1814, por el que la primera se aseguraba una am- ba grandemente a Buenos Aires: el puerto de plia apertura comercial que retribuía con una es- Montevideo se encontraba ahora en manos del tricta neutralidad. “Protector”, quien no aceptaba la propuesta del Directorio para que la Banda Oriental fuera in- La convocatoria al Congreso dependiente. La competencia entre ambos puer- En este contexto, marcado por las vacilacio- tos dentro de un mismo territorio nacional era nes del directorio alvearista, la guerra abierta inadmisible para Buenos Aires. Este factor se- con la Liga de los Pueblos Libres que se ex- ría suficiente para que, mientras se preparaba la tendía a Santa Fe y Córdoba, y las asechanzas Declaración de la Independencia de España en de una invasión española, se produjo un gi- el Congreso, se tramara la entrega de la Banda ro aparente con el levantamiento de Álvarez Oriental a los portugueses.

La alianza con Artigas era imposible porque un hecho preocupaba grandemente a Buenos Aires: el puerto de Montevideo se encontraba ahora en manos del "Protector".

28/ Carta del gobernador de Santa fe, Francisco Antonio Candioti, del 28 de julio de 1815. Le reprocha al director interino Álvarez Thomas la forma de expresarse con respecto a Artigas y el envío de tropas invasoras.

Foto: José Vittori

29/ 30/ Dos congresos distintos pero con metas parecidas

Por Alejandro A. Damianovich

31/ A la hora de proclamar ante el mundo su existen- tes que se iniciara la reunión, porque los pueblos cia soberana, los pueblos del Río de la Plata adopta- ya habían sellado su “libertad” previamente. Co- ron dos procedimientos diferentes en el tiempo que mo el modelo de Estado que se defendía era el de corre entre enero de 1815 y julio de 1816. Confederación, bastaba con los pasos ya concreta- El bloque que respondía a Buenos Aires, de- dos en cada territorio. Lo siguiente era una alianza nominado Provincias Unidas del Río de la Pla- entre “pueblos libres”, en paridad de condiciones, ta, seguirá el modelo norteamericano, por lo que que debían dictar sus constituciones particulares y producirá una Declaración de Independencia al consensuar la Constitución General. modo de la de Filadelfia, el 9 de julio de 1816, en Es por ello que Artigas, el 24 de julio de 1816, el transcurso de un Congreso General realizado en respuesta al director Pueyrredón, quien le ha- en Tucumán y convocado en medio de un replan- bía comunicado la declaración independentis- teo revolucionario que venía a recuperar las con- ta de Tucumán, le expresó que hacía más de un signas independentistas relegadas durante los go- año que la Banda Oriental había hecho lo pro- biernos de Posadas y Alvear. pio, cuando “enarboló su estandarte tricolor y ju- ró su independencia absoluta y respectiva”. El 13 ¿Declaración formal o grito emancipatorio? de enero de 1815 se había izado por primera vez El otro bloque, que se identificaba bajo el esta bandera en el cuartel de Artigas de Arenrun- nombre de Liga de los Pueblos Libres y al que guá y el acto se replicó después en Corrientes, el pertenecía Santa Fe, prefirió atomizar la realiza- 17 de enero; el 1º de marzo, en Entre Ríos desde ción de gestos y actos emancipatorios arriando el Arroyo de la China; el 24 de marzo, en Santa la bandera española en cada uno de los pueblos Fe; el 26 del mismo mes, en Montevideo, y el 17 que la integraban, proclamando la “libertad” de de abril, en Córdoba. cada una de estas entidades históricas, e izan- Artigas explica el proceso en una carta al go- do en ellas la bandera tricolor de Artigas: azul, bernador de Corrientes en febrero de 1815 cuan- blanca y roja. Cumplido ese gesto, que significa- do señala que no había dejado de fomentar sus ba en los hechos la independencia, una reunión temores “la publicidad con que mantiene [Bue- general decidiría los pasos a seguir en relación nos Aires] enarbolado el pabellón español. Si pa- con los otros pueblos rioplatenses, incluyendo ra disimular este defecto ha hallado el medio de la posibilidad de sumarse al Congreso convoca- levantar con secreto la bandera azul y blanca, yo do por el nuevo director supremo Álvarez Tho- he ordenado en todos los pueblos libres de aque- mas, quien también arrió la bandera española lla opresión, que se levante una igual a la de mi del fuerte de Buenos Aires y mandó izar la azul cuartel general [...] signo de distinción de nuestra y blanca de Belgrano en abril de 1815. grandeza, de nuestra decisión por la República y La consumación de la Independencia del con- de la sangre derramada por sostener nuestra Li- junto de la Liga artiguista era un hecho desde an- bertad e Independencia”.

32/ Congreso de Oriente: ¿pre-congreso tranjero, ya fuera en manos de Artigas o, en su o contra-congreso? defecto, en poder de Portugal (Brasil). Más allá del enfrentamiento y la guerra que pre- La decisión del Congreso de Oriente fue rápi- dominó entre ambos bloques de provincias en da. Se enviaría una embajada de cuatro diputados 1814 y 1815, la reunión de la Liga de los Pueblos Li- a Buenos Aires para negociar un arreglo. Aún se bres en el Arroyo de la China, no fue un acto que creía en las buenas intenciones del poder surgi- pretendiera presentarse como alternativo al Con- do de la revolución de abril. Pero el Directorio ra- greso de Tucumán. No fue un “contra-congreso”, tificó la propuesta de Pico y Rivarola, mientras si no que más bien aparece como un “pre-congre- los diputados artiguistas ofrecían la paz entre am- so”, necesario para que estas provincias, que ya ha- bos bloques para salvar la integración. Fracasa- bían proclamado su independencia en actos indivi- ron, y mientras eran demorados en Buenos Aires, duales, consideraran la situación regional planteada se preparaba la invasión a Santa Fe, espacio que el tras el derrocamiento del director Alvear y las ex- Directorio no estaba dispuesto a negociar. Como pectativas favorables creadas en torno de la figura paso más cómodo del Paraná debía cerrarse a los y las promesas del nuevo mandatario general Igna- productos que pudieran entrar por Montevideo u cio Álvarez Thomas, quien, al igual que el Cabil- otros puertos de la Banda Oriental. do de Buenos Aires, había reivindicado la figura de Artigas y alumbrado la posibilidad de un acerca- El Congreso de Tucumán miento entre los dos bloques. Desde mediados del año 15, las provincias eli- Pero el Directorio enviaría ante Artigas a los gieron a sus diputados en respuesta a la convoca- comisionados Blas Pico y Francisco Rivarola, toria cursada el 17 de mayo. Había que votar uno que le propusieron la independencia de la Ban- por cada quince mil habitantes o fracción no me- da Oriental, dejando librada a Entre Ríos y Co- nor de siete mil quinientos, en lo que el sistema rrientes la decisión de integrarse al nuevo Esta- se diferenciaba del seguido para elegir a los que do. Este tema era el principal asunto que debía asistieron al Congreso de Oriente, menos preciso, tratar el Congreso de Oriente el 29 de junio de en los que unos congresistas representaban a pue- 1815. Aceptar la independencia que se le ofre- blos y ciudades, y otros a provincias, como en los cía desde Buenos Aires, implicaba dejar de la- casos de Córdoba y Santa Fe. do el proyecto integrador que Artigas defendía Estuvieron presentes en Tucumán, además a toda costa. La evidente intención de Buenos de la provincia homónima, Buenos Aires, Men- Aires era excluir del territorio de las Provincias doza, San Juan, San Luis, Catamarca, La Rioja, Unidas al puerto de Montevideo, por entonces Santiago del Estero, Salta, Jujuy, Córdoba (parti- en poder de Artigas, para anular la competen- cipó de ambos Congresos), Charcas, Cochabam- cia de su tráfico dentro del mismo espacio na- ba y Chichas; las tres últimas, provincias del Al- cional. Que Montevideo fuera un puerto ex- to Perú (actual Bolivia).

33/ La situación militar era complicada tras la dará -ya trasladado a Buenos Aires- el Reglamen- gran derrota de Sipe Sipe el 29 de noviembre, y to de 1817, único estatuto que, aunque unitario, había inquietud política en Salta donde el gene- tendrá vigencia real (1817-1820) sobre una parte ral Güemes había declarado la autonomía el 22 del país antes de la Constitución de 1853, y fun- de marzo de 1816. cionará como Poder Legislativo hasta 1820. No No participó el Paraguay, independiente desde logró imponer la Constitución centralista de 1819, 1811, ni las provincias de Santa Fe, Entre Ríos, avaló secretamente el avance portugués, y con- Corrientes, Misiones y la Banda Oriental, reuni- sintió ensoñaciones monárquicas. Pero la acción das por su cuenta un año antes en el otro congre- de San Martín llevó su proclama independentista so, el del Arroyo de la China, y que ya se consi- por media América. deraban independientes desde que habían arriado Por sus manifiestas contradicciones, caerá jun- la bandera española en sus territorios antes que to al Directorio en Cepeda en febrero de 1820. Buenos Aires. Chocará con la realidad que negaba: el otro país, Entre luces y sombras, el Congreso de Tucu- el federal y republicano de los “pueblos libres”, mán marcó un hito en la historia de América y es que habían arriado en 1815 el pabellón español en un referente en la identidad nacional de los argen- nombre de la libertad, y en momentos en que los tinos. Producirá una Declaración de Independen- temores a las represalias del rey Fernando VII ha- cia que aspiraba a incluir a toda América hispana, bían inmovilizado a los hombres de Buenos Aires.

Entre luces y sombras, el Congreso de Tucumán marcó un hito en la historia de América y es un referente en la identidad nacional de los argentinos. 34/ Estampillas con las imágenes de Manuel Belgrano y José G. Artigas, figuras representativas de dos distintos proyectos nacionales, pero expresivas, ambas, de máximos valores morales de la historia rioplatense.

Foto: AGPSF

35/ 36/ Santa Fe y el Litoral, ausentes del Congreso de Tucumán

Por Ana María Cecchini de Dallo

37/ Las provincias litorales no asistieron al Con- rarse un número de votos propios, infiltró hom- greso de Tucumán, su ausencia tuvo como mo- bres suyos en representación de otras provincias. tivo inmediato el conflicto que se planteó entre El unitarismo ya era un partido presente en el la y el Directorio, que era la autori- Río de la Plata, si bien algunos teóricos e historia- dad convocante del Congreso, a raíz de las si- dores académicos le asignan a Bernardino Riva- tuaciones que se habían planteado en la Banda davia el haberlo generado. Oriental y Santa Fe. El Litoral, bajo la protección de José G. Ar- Una razón profunda, de largo alcance, radicaba tigas, se mantuvo unido en su postura de no en la antigua puja entre las ciudades portuarias, participar en tanto el Directorio no acordara que estimaban que sus oportunidades debían ser con sus planteos. iguales, y consideraban además que el puerto de En el caso de Santa Fe, cuyo Cabildo había in- Buenos Aires había crecido gracias al comercio sistido ante Buenos Aires durante los cinco pri- ilegal, primero, y a la apertura colonial, después. meros años de la emancipación en el reclamo de Esta demanda insatisfecha dio origen a una res- su autonomía, la obtuvo al fin en abril de 1815 puesta política de las provincias litorales, las que -con la activa participación de sus cabildantes y se habían unido detrás de la causa artiguista y pe- el apoyo militar de Artigas- al elegir a Francis- dían que se organizara el territorio mediante una co Antonio Candioti como su primer gobernador Constitución, como república, que reconociera la autónomo. Sin embargo, poco después retrocedió autonomía de las provincias y las igualara en de- a su anterior situación de subordinación a Buenos rechos a la de Buenos Aires, conservando la uni- Aires como consecuencia de la muerte del man- dad mediante el sistema confederativo. datario provincial electo. Cabe señalar que para esto también colaboró la acción de un grupo de Pretensiones centralistas dirigentes santafesinos que adhería a la política La ciudad de Buenos Aires ya había manifesta- porteña, quienes rápidamente aceptaron el regre- do sus afanes centralistas: ser el centro neurálgico so de las tropas de ocupación e impulsaron la de- de las decisiones políticas, además de único puer- signación de Juan Francisco Tarragona en calidad to y aduana del territorio. El evidente anhelo de de teniente de gobernador. la cabeza virreinal de seguir siéndolo fue expre- sado con el rechazo a los diputados orientales du- Conflicto entre la Banda rante la Asamblea de 1813, donde constaban los Oriental y Buenos Aires reclamos del Litoral y la Banda Oriental. Mientras tanto, en la Banda Oriental, la situa- Considerando la experiencia de 1813, el Directo- ción se agravaba a causa del rechazo de las gestio- rio, al efectuar la convocatoria al Congreso que se nes supuestamente mediadoras de Buenos Aires, realizaría en Tucumán, desestimó el envío de cual- en las que se le propuso a José G. Artigas la in- quier tipo de instrucciones. Asimismo, para asegu- dependencia de Montevideo, buscando alejarlo de

38/ las restantes provincias litorales. Es que no era lo Diez de Andino ya que tres de sus hijos estu- que Artigas y sus hombres anhelaban. diaron con él: Juan José, Juan Manuel y Pascual; Las ofertas separatistas y las actitudes des- también estudiaron filosofía Pedro Aldao, Juan consideradas fueron reiteradas por el Directorio Francisco Seguí, José Elías Galisteo e, inclusi- cuando se presentaron en Buenos Aires los di- ve, Pedro José Crespo, el cura de Baradero, que putados del Congreso de Oriente o Arroyo de la tal vez renunció a la diputación por compartir China en Buenos Aires para negociar en nombre el ideario autonomista. El nexo de esos jóvenes de los “pueblos libres”. Pese a los desaires, los en- santafesinos con Monterroso explica los víncu- viados sostuvieron con firmeza el principio de los de Santa Fe con Artigas. que la Banda Oriental entraba en el rol para for- De Monterroso dice su biógrafo -Mario Ca- mar el Estado denominado Provincias Unidas del yota-, que fue profesor de filosofía y teología en Río de la Plata. la Universidad de Córdoba entre 1803 y 1808, Entre tanto, Santa Fe -una vez más bloquea- cuando -por sus ideas- los franciscanos fueron da y ocupada- recibió la comunicación de la con- obligados a dejar la universidad. En 1814, se su- vocatoria al Congreso que se realizaría en Tu- mó al movimiento de su primo, José Artigas, y cumán en la que se le pedía la designación de de su tierra; la Banda Oriental. En ese año, se un diputado, en su calidad de ciudad subordina- vinculó con algunos dirigentes federales del Li- da. De inmediato, se reunió una Asamblea que toral. Tenía una excelente formación que adscri- nombró como tal al cura Pedro José Crespo, de bía a las ideas más innovadoras de los filósofos la parroquia de Baradero, quien días después re- franciscanos, y por ello fue una sabia influencia nunció al cargo. en la Liga federal. A finales de 1815, en el mes de diciembre, Al igual que en Santa Fe, había otros discípulos siempre bajo la dominación porteña, una nueva del fraile Monterroso en otras provincias, uno de Asamblea designó a otro diputado para represen- ellos fue el Pbro. Miguel del Corro, cordobés, que tar a Santa Fe en Tucumán, en esa oportunidad la participó del Congreso en Tucumán y se acercó al elección recayó en Juan Francisco Seguí. Litoral intentando mediar entre ambos. Posteriormente, en marzo de 1816, los santa- fesinos autonomistas enfrentaron a los invasores. Levantamiento autonómico en Santa Fe El partido federal santafesino estaba integra- El levantamiento por la recuperación autonó- do, entre otros, por varios universitarios que se mica se inició en Santa Fe el 11 de marzo, cuan- habían formado en la Universidad de Córdoba do se sublevó el 1º Regimiento de Dragones que y alojado en el Colegio Monserrat. Allí, habían controlaba la frontera norte, con asiento en Aña- tenido como profesor al fraile franciscano José piréy, al comando de Estanislao López, y avanzó Gervasio Monterroso, lo cual se infiere de la co- hacia la ciudad en apoyo a Mariano Vera, que se rrespondencia que mantuvo con Manuel Ignacio postulaba como nuevo gobernador.

39/ La semana de combates tanto en las chacras co- La narración brinda información interesante mo, luego, en la misma ciudad es narrada por el sobre las chacras que les servían de refugio, al- cronista Urbano de Iriondo en sus “Apuntes para ternativamente, a uno u otro contendiente: la de la historia de Santa Fe”, cuya lectura permite hacer- Andino, con una casa grande, con techo de te- se una idea cabal de las penurias que padecían los jas y cerco de ladrillos; y el monte de la Chacra de habitantes de Santa Fe en cada una de estas inva- Crespo, entre otros sitios. siones. Luego del avance de los Dragones, Mariano También en la ciudad, los invasores instalaron Vera, Cosme Maciel y Javier Ábalos marcharon al baterías, una en la orilla del río, al final de la ca- Rincón para, con el apoyo de rinconeros, apoderar- lle, detrás del Templo de la Merced (hoy Iglesia se de una cañonera y del buque Falucho Fama, que de los Jesuitas); otra al final de la calle de San- pasaron al mando revolucionario, y continuaron vi- to Domingo; milicias en la Casa de la Pólvora gilando el río comandados por Maciel. (al noroeste), y tropas en el paso de Santo To- El jefe de la fuerza porteña de ocupación mé y frente a los “ombúes de Larrosa”, mien- -pomposamente llamada Ejército de Observa- tras aguardaban refuerzos de Buenos Aires, di- ción-, Juan J. Viamonte, desterró de Rosario a un ce el cronista. grupo de vecinos “autonomistas”; los llevó perso- Tras la derrota, el general Viamonte, muchos nalmente, y al regresar fue tomado prisionero por oficiales y soldados fueron hechos prisioneros y Vera y trasladado a Paraná. remitidos a Artigas quien los respetó a pesar de En medio de esas escaramuzas, se sublevó a que la conducta observada en Santa Fe justificaba favor de los autonomistas el 2º Regimiento de medidas más severas. Dragones; y además llegaron las tropas aliadas La ciudad liberada se aprestó a elegir a su nue- remitidas por Artigas. vo gobernador autonómico: Mariano Vera.

El unitarismo ya era un partido presente en el Río de la Plata, si bien algunos teóricos e historiadores académicos le asignan a el haberlo generado.

40/ Carta de fray José Gervasio Monterroso a Manuel Ignacio Diez de Andino, fechada en Córdoba, el 23 de diciembre de 1804.

Foto: Documento de la Colección Diez de Andino, Leg. 10, carpeta 40 f. 63 y vuelta. Archivo General de Santa Fe

41/ 42/ Política del Congreso de Tucumán ante los conflictos del Litoral y la Banda Oriental

Por Ana María Cecchini de Dallo

43/ El Congreso de Tucumán se inauguró el 24 Situación de la Banda Oriental: de marzo de 1816, cuando las provincias rio- la misión Isasa platenses tenían abiertos varios frentes en los Respecto del frente abierto en la Banda Orien- que se vivían circunstancias dramáticas. tal, el gobierno de Córdoba intentó un acuerdo Los territorios del Alto Perú -La Paz, Co- con Artigas mediante el envío de un representan- chabamba, Santa Cruz de la Sierra y Poto- te, don José de Isasa. Fue en abril de 1816 y bus- sí- que no concurrieron con sus diputados al caba que el líder federal aceptara enviar sus dipu- Congreso, estaban en poder del ejército es- tados al Congreso. pañol. Y una sucesión de derrotas del Ejér- Algunas expresiones de Isasa en su presenta- cito Auxiliar del Perú, que tuvieron el cie- ción a Artigas resultan de interés por su análisis rre con la de Sipe-Sipe, el 29 de noviembre de la realidad. Opinaba sobre el Congreso: “El de 1815, había determinado su repliegue ha- Estado anárquico en que nos hallamos, la desgra- cia Tucumán. ciada jornada de Sipe Sipe, los movimientos que La guerra civil que provocó el autoritarismo hacen todos los pueblos para conservar su liber- centralista sostenida por el gobierno con asien- tad provincial, el acontecimiento de Santa Fe y to en Buenos Aires, tenía dos frentes: el de sus ulteriores resultados, imperiosamente piden Santa Fe y el de la Banda Oriental. su reparación [...]. La elección libre que han he- En el primero, luego de la derrota del Ejérci- cho [...] los individuos que componen esta augus- to de ocupación, fue posible constituir el 10 de ta corporación, nos anuncia la reflexión, fondo y mayo la junta que controló la elección de go- madurez de sus resoluciones”. bernador. Estaba conformada por el Dr. Pas- Y prosigue: “Las ideas liberales que animan a cual Andino, Manuel Francisco Maziel y Fran- los más de ellos, aumentadas con los dignos repre- cisco Antonio de Quintana. La votación arrojó sentantes de la Banda Oriental, ofrezcan al suelo los siguientes resultados: Mariano Vera, 265 Americano unos días de felicidad y quietud”. votos; Pedro Larrechea, 15; Mariano Ezpeleta, Añade respecto de José Gervasio de Artigas: 2; y José Elías Galisteo, 1. “Yo creo que V.S. es el destinado para esta tan Finalmente, el 11 de mayo de 1816, tomaron grande empresa: el digno título de Protector de posesión de sus cargos en el Cabildo el nuevo los Pueblos nunca más que ahora debe hacerlo gobernador autónomo de Santa Fe, Mariano valer [...]. Su buena política debe proveer no só- Vera; y los nuevos cabildantes electos. Se en- lo a la libertad del pueblo oriental sino también a contraban presentes también el general en jefe la seguridad de los Estados vecinos, olvidarse de de las tropas artiguistas y quienes integraban la los padecimientos [...] convencido de cuanto tie- Asamblea Electoral; todos ellos juraron ante el ne V.S. pendiente con el pueblo de Buenos Aires, Dr. José de Amenábar, cura de la parroquia de conozco los excesos de éste, y los fuertes alega- Todos los Santos. tos que en favor de V.S. ofrece, el inmenso cú-

44/ mulo de ultrajes [...], la pendencia de los tratados Observación. En ese carácter, volvió a territorio que varias veces se han iniciado y no se han con- santafesino y puso a cargo de las negociaciones a cluido; mas a pesar de todo, creo que éste no es su segundo, el coronel Eustoquio Díaz Vélez. un motivo que pueda impedir la incorporación de los diputados orientales al Congreso...”. Pacto de Santo Tomé La concertación del armisticio que debía po- Avance portugués sobre la Banda Oriental ner fin al conflicto tuvo lugar en el paso de Santo Las discrepancias políticas se encresparon más Tomé. El pacto fue suscripto por Cosme Maciel, con la invasión portuguesa a la Banda Oriental, en representación de Santa Fe, y por José Fran- con la prescindencia del Congreso y del gobierno cisco Rodríguez, jefe de las tropas orientales. Las central, que vieron en esta invasión, según Facun- cláusulas acordadas constituyeron una traición do Arce, “la única forma de concluir con Artigas de Díaz Vélez a Belgrano -a quien separaban del y con él, con las ideas de las que era líder pero no mando-, y al director Álvarez Thomas, a quien fundador. Ellas pertenecían a los pueblos...”. derrocaban del cargo de director supremo. Entre tanto, la derrota del Ejército de Observa- En el segundo artículo, se estipulaba que los ción en Santa Fe conmovió al Congreso, que te- comisionados Maciel, Rodríguez y Mariano Ez- mió que la Liga Federal atacara a Buenos Aires; peleta, comandante general de la campaña por resolvió entonces nombrar a uno de sus miem- Santa Fe, pasarían al campo de Díaz Vélez para bros en carácter de mediador, que dirigiéndose a ajustar los tratados de paz que deberían ser ratifi- aquel punto, “tratase de sofocar por vías pacíficas cados oportunamente por los gobiernos de Bue- aquellas desavenencias que tanto mal infieren a la nos Aires, Santa Fe y la Banda Oriental. causa común y minan profundamente la intere- El enfrentamiento se cerró sólo transitoriamen- sante opinión de todos los pueblos...”. te mediante este primer acuerdo entre provincias, El diputado Miguel del Corro fue el elegi- modalidad que luego se habrá de sistematizar y se- do para llevarla a cabo. Era un sacerdote que re- rá utilizada por las provincias federales para orde- presentaba a Córdoba y que había sido discípu- nar su organización hasta la Constitución de 1853. lo del fraile Monterroso -secretario de Artigas-, Al conocer los términos acordados, Artigas los en el Colegio de Monserrat, y condiscípulo de los rechazó y dispuso retirar las tropas que había en- santafesinos que conducían el autonomismo. Por viado en auxilio. También fueron incumplidos ello, compartía los principios que defendía la Li- por el Directorio y por el Congreso, reunido en ga Federal. Tucumán. Del Corro arribó a Santa Fe poco antes de que Las cláusulas secretas que se convinieron re- lo hiciera el comisionado por Buenos Aires. A es- ferían a los prisioneros que estaban en poder de te último lo designó el Gral. Manuel Belgrano, Artigas y a los que quedaban en Santa Fe. Dis- quien había sido nombrado jefe del Ejército de ponían su pronta liberación y se comprometían a

45/ que, si el general Artigas no concordaba respec- miento del pacto, pero fue detenido por la Co- to de lo estipulado en el tratado público, Santa Fe mandancia de Rosario cuyo responsable temió quedaba en la obligación de su cumplimiento pa- que fuera un traidor a la causa provincial. ra con Buenos Aires. En octubre, llegó a Santa Fe otro diputado del De esa manera, el pacto le creaba a Santa Fe un Congreso, enviado por el director supremo, Juan compromiso con Buenos Aires que generaba la Martín de Pueyrredón. En la negociación con el primera fisura en la Liga Federal. gobernador, Mariano Vera comprometió su apo- Había otras razones de peso que condiciona- yo a José Artigas y al Cabildo de Montevideo con ban a Santa Fe para no llegar a una ruptura drás- pólvora, fusiles y artillería para enfrentar al ejér- tica con Buenos Aires. Es que por ella las mer- cito portugués. cancías cargadas en su puerto tenían salida por La tardía declaración de guerra al Brasil, que el Paraná, a diferencia del resto del Litoral que revalorizaba la trascendencia que tenía la so- se recostaba también sobre el río Uruguay; y a la beranía territorial para los hermanos orienta- Banda Oriental, que poseía su litoral Atlántico. les, no consiguió disipar la división que había Además, compartía con Buenos Aires una fron- producido en el país el tempestuoso año 1816. tera, entonces imprecisa, con poblaciones muy Se anunciaba el viaje de la escuadra española a próximas a ella que se verían perjudicadas en el reconquistar el Río de la Plata, la guerra tenía caso de invasiones. frentes internos y externos, San Martín traba- Una nota curiosa en Santa Fe fue el intento del jaba a tambor batiente para llevar adelante su Dr. Juan Francisco Seguí de irse a Tucumán en plan y, en ese contexto, se daría la declaración el mes de junio, tal vez para negociar el cumpli- de Independencia.

De esa manera, el pacto le creaba a Santa Fe un compromiso con Buenos Aires que generaba la primera fisura en la Liga Federal.

46/ Último folio del compromiso firmado por el negociador del Congreso, diputado deán Gregorio Funes, y el gobernador de la provincia, Mariano Vera. El documento se suscribió el 1º de octubre de 1816 y refiere a la ayuda que el Directorio prestara a la Banda Oriental ante la invasión portuguesa.

Foto: Archivo General de la provincia de Santa Fe (Varios Documentos. Tomo 1, fs. 290 v. y 291).

47/ 48/ La injerencia napoleónica en España

Por Liliana Montenegro de Arévalo

49/ Ante la imposibilidad de vencer a Inglaterra, in- do con la inclinación monárquica de algunos de atacable por su situación insular y por su dominio los partícipes de la independencia rioplatense, se de los mares, Napoleón decidió cerrar los mercados enviaron misiones diplomáticas. Las designacio- europeos a su comercio, lo que se dio en llamar el nes recayeron en Bernardino Rivadavia y en el ca- bloqueo continental, que consistió en la prohibición nónigo Valentín Gómez. Los enviados tenían por a los franceses y a sus aliados de todo comercio con objetivo lograr la coronación de un monarca en el Inglaterra. Para que ese bloqueo diese los resultados Río de la Plata. esperados, era menester que toda Europa participa- El fin de la dominación napoleónica, tras 23 ra. De allí, la política de guerras y anexiones llevadas años de guerras de la Revolución y del Impe- a cabo. Portugal, al no cumplir con lo decretado, fue rio, se produce en 1815. En el Congreso de Vie- ocupado por tropas francesas, las que a tal fin de- na (1814-1815), los soberanos aliados triunfantes bieron atravesar territorio español, con lo cual la in- reformularon el mapa político de Europa. Cuan- vasión quedó concretada. Así lo entendió el pueblo do el Imperio se hundió, en 1814, luego de ha- español, que se sublevó en Aranjuez, en marzo de ber alcanzado sus “límites naturales”, a Francia 1808. Luego de la abdicación de los reyes Fernando no le quedaba más prestigio que el de haber ela- VII y de su padre Carlos IV, Napoleón designó a su borado el Código Civil, que permaneció como hermano José, en el trono español. fundamento del liberalismo en los países donde El pueblo español procedió a la creación de fue introducido. Juntas Provinciales en todo el territorio. Éstas El autoritarismo de Napoleón, el bloqueo con- quedaron bajo el gobierno de la Junta Central, la tinental, el reclutamiento y la lucha contra la Igle- que debió trasladarse a Sevilla y luego a Cádiz, sia fortalecieron los sentimientos nacionales. La debido a los triunfos sucesivos de Napoleón. corriente nacional impulsará la reconstitución de La población reaccionó contra la ocupación la independencia belga, hará la unidad italiana e francesa, organizando milicias de burgueses y inspirará la nacionalidad alemana. Las aspiracio- campesinos apoyadas por el clero. Las tropas nes nacionales de los alemanes, checos, eslavos francesas debieron capitular en Bailén, el 19 de y polacos destruirán el Imperio austríaco. A pe- julio de 1808. Por su parte, los portugueses, apo- sar de la desaparición de Polonia como Estado, yados por tropas inglesas, también expulsaron a la corriente nacional mantendrá latente la nacio- los invasores de su país. nalidad polaca; y provocará por la revolución he- lénica, el comienzo de la decadencia del imperio Legitimismo y caída de Napoleón otomano en Europa. España sostenía la legitimidad de sus derechos En la península ibérica, en España y Portugal, sobre sus antiguas posesiones en América. A fin serán repuestos los antiguos soberanos, a punto de lograr el reconocimiento de la Independencia de perder en América sus posesiones, embarcadas por parte de los soberanos europeos, coincidien- en la senda independentista.

50/ La Santa Alianza y el Pacto de Garantía de Troppau (1820) y de Laybach (Liubliana), en En nombre de los intereses colectivos, se 1821; y a la revolución de España, el Congreso firmaron dos pactos. Uno fue el de la Santa de Verona (1822), siendo éste el último, luego del Alianza, promovido por el zar de Rusia, Ale- cual la Santa Alianza se disolvió. jandro I; y firmado entre esa nación, Austria y Prusia. El otro fue el de Garantía, promo- Campesinos, artesanos, vido por lord Castlereagh, titular de la cartera comerciantes e industriales de Negocios Extranjeros de Gran Bretaña en- La Revolución marcó en Francia un hito deci- tre 1812 y 1822. sivo en la transición del feudalismo al capitalismo. El primero estaba dirigido a todos los prín- Tendría que pasar mucho tiempo aun, antes de que cipes cristianos, y contaba con la adhesión de la burguesía y el capitalismo se consolidaran defi- Francia y España, pero excluía al Imperio Oto- nitivamente en Francia, pero la ruina de la propie- mano. El otro, conforme al proyecto inglés, es- dad feudal de la tierra y del sistema corporativo li- taba dirigido contra Francia y tenía por finali- beró a los pequeños productores directos y aceleró dad mantenerla dentro de los límites impuestos la diferenciación de clases en la comunidad rural, por el Estatuto Territorial de 1815. No só- en el artesanado urbano, como la polarización so- lo se trataba de destruir el imperialismo fran- cial entre capital y trabajo asalariado. cés, también trataba de impedir la expansión de La realidad social se había transformado pro- las ideas revolucionarias francesas de 1789. Ello fundamente en los países que habían sufrido la permitiría la restauración de las fuerzas conser- supremacía francesa y sus consecuencias revolu- vadoras, con el siguiente programa: reponer la cionarias. Los grupos sociales afectados por la monarquía como autoridad legítima, liberar a la nueva coyuntura fueron los campesinos, comer- Iglesia del control del Estado y establecer la so- ciantes e industriales, que habían sido favorecidos beranía suprema del Papado. Al mismo tiempo, por la disminución de la influencia de los gran- resucitar la doctrina de la autoridad y el derecho des terratenientes; y los intelectuales, seducidos divino. El alma de la Santa Alianza fue Metter- por los principios de 1789. Los campesinos con- nich, canciller de Austria. servaron las ventajas materiales que habían con- Los gobiernos intercambiarían sus puntos de seguido bajo el régimen francés (supresión de los vista sobre las distintas cuestiones en conferen- derechos feudales y posibilidad de transmitir la cias periódicas. A cada uno de los movimientos propiedad). Los artesanos, los comerciantes y los revolucionarios producidos correspondió un con- industriales bregaban por sustraerse a las trabas greso o una intervención de la Santa Alianza. A que, en Prusia y Austria, limitaban la libertad de los acontecimientos de Alemania, correspondie- empresa, anhelando que la política aduanera de ron los Congresos de Carlsbad (1819) y de Vie- los gobiernos restaurados no se viera influida por na (1820); a la revolución italiana, los Congresos los intereses de la gran propiedad territorial.

51/ La legislación burguesa introducida en el ses, como los oficiales que sirvieron en los ejér- ducado de Varsovia en la época de Napoleón citos napoleónicos, no lograron el apoyo de la constituyó un factor duradero de desarrollo masa campesina. para las clases dominantes de la Polonia cen- En Alemania, donde las poblaciones habían tral (donde el Código Civil que había entrado llevado a cabo la guerra de liberación, y en la que en vigor el 1º de mayo de 1808, recién será de- un gran movimiento de opinión se había inclina- rogado en 1946 -Soboul: 1980-). Los campesi- do, en la época del Congreso de Viena, en favor nos dejaron de estar adscritos a la gleba, pero de la unidad nacional, la entrada en vigor del Es- la tierra siguió estando en manos de los no- tatuto de la Confederación germánica no encon- bles. Pese a la supresión de la servidumbre, se tró oposición alguna. Los jefes del movimiento continuó exigiendo trabajo gratuito a los cam- patriótico no reclutaron partidarios activos más pesinos. que entre la juventud universitaria. En la península italiana, transformada pro- En 1818, en el Congreso de Aquisgrán, Fran- fundamente en la época napoleónica, el arre- cia recobró la autonomía de su política exterior y glo territorial causó decepción entre los italianos reorganizó su ejército. Fue prudente durante todo que durante el período francés habían conside- aquel período. Las dificultades para los aliados, rado la perspectiva de la unidad nacional. Los provinieron de los movimientos revolucionarios disconformes contra las consecuencias de la paz, de Italia y de España, así como de la amenaza de tanto los intelectuales, nobles liberales y burgue- revueltas en Alemania.

El autoritarismo de Napoleón, el bloqueo continental, el reclutamiento y la lucha contra la Iglesia, fortalecieron los sentimientos nacionales.

52/ “Las cribadoras” (1854), de Gustave Courbet.

Foto: AGPSF

53/ 54/ ¿Monarquía o República?

Por Mariano I. Medina

55/ En los años posteriores a la Revolución de morenismo y, a pesar de dar el paso decisivo de 1810, subsistió una cuestión de fondo: el siste- declarar la Independencia, la mayoría de las vo- ma de gobierno por el que se optaría. En princi- ces coincidió en sostener proyectos monárquicos pio, se seguía jurando por el rey Fernando VII; se tanto en la Argentina rioplatense, como en Chi- especulaba con seducir a monarcas europeos de le y Perú. Sabido es que ninguna de las provincias reemplazo para estos territorios (enviando, inclu- que conformaban el bloque artiguista -de fuer- so, representantes a Europa para esas tratativas) te tendencia republicana y federal- se encontraba y, a la vez, se realizaban discursos y se adopta- presente en dicho Congreso. Dentro de esas au- ban prácticas de corte republicano y democrático. sencias estaba Santa Fe. Ciertamente, años más tarde, Juan Bautista Al- Una vez declarada formalmente la independen- berdi señaló que “la Revolución de Mayo de 1810 cia y en el seno mismo del Congreso pero con no fue más republicana que monarquista. La pri- fuertes tendencias marcadas desde fuera de éste mera Constitución que habló de República fue la (San Martín y Belgrano), los debates posteriores unitaria de 1826”. giraron en torno de la forma de gobierno que de- La inestabilidad en las formas de gobierno fue bía adoptarse para el nuevo Estado y que pudie- una nota característica del período 1810-1820. ra salvar la revolución. Casi todos los congresales Las distintas instituciones que se fueron ensayan- estaban de acuerdo en dos ideas centrales: orden do y el poco tiempo de duración de las mismas y unidad en los aspectos políticos, militares e in- han sido una demostración de esto. Del Juntis- cluso geográficos. Las alternativas para conseguir mo (Primera Junta y Junta Grande) se pasó a dos el orden y la unidad corrían por dos vertientes: la Triunviratos para concluir esta etapa que analiza- forma republicana y federal, o la monárquica. La mos con la figura del Director Supremo. primera, apoyada mayoritariamente por las pro- Desde 1815, el proceso independentista ame- vincias del interior, era vista por sus adversarios ricano estaba en una encrucijada. La derrota del como “anárquica” y peligrosa para los principios proyecto napoleónico, la restauración del po- básicos de unidad y orden. La segunda alternativa der monárquico en España, junto con la indefi- parecía la más viable. nición por la que atravesaban las fuerzas milita- En las Provincias Unidas, la situación de gue- res patriotas en todo el continente, auguraban un rra con España, la necesidad de estabilidad inter- futuro incierto. El Congreso de Tucumán adop- na, la coyuntura política europea y la urgencia por tó un rumbo más conservador que la predecesora conseguir el reconocimiento de la Independencia Asamblea del Año XIII, dado el contexto inter- convertían a la forma monárquica en la más con- nacional que había abandonado las ideas republi- veniente. Una república basada en un modelo fe- canas de la Revolución Francesa. deral, representada casi únicamente por el diputa- La ola reaccionaria europea desplazó del cen- do por Buenos Aires, Tomás de Anchorena, sería tro de la escena a los republicanos del antiguo rechazada por las potencias de la época. Por eso,

56/ los proyectos presentados proponían una monar- temperada o constitucional, sino que va más quía constitucional siguiendo el modelo inglés. allá. En vías de ganar el apoyo indígena, propo- Como se dijo, entre sus partidarios externos al ne como candidato al trono a un descendiente Congreso, pero con fuerte incidencia, estaban el de los incas. Es más, señala que el candidato se- Dr. Manuel Belgrano y el Gral. José de San Mar- ría el hermano de Tupac Amaru, un octogenario tín, quienes consideraban que ésa era la mejor op- que para entonces estaba preso en los calabozos ción para sostener la independencia y lograr el re- de Cádiz. Esta propuesta la brinda en sesión se- conocimiento de los otros Estados. creta el 6 de julio, cuando retornaba de una mi- sión como embajador de las Provincias Unidas Influencias monárquicas en el ante el gobierno inglés. En palabras del mismo Congreso: San Martín y Belgrano Dr. Belgrano queda clara su propuesta monár- quica: “Así como el espíritu general de las nacio- San Martín puede ser considerado el arquitec- nes, en años anteriores, era republicanizarlo to- to de la Independencia, tuvo en su amigo y casi su do, en el día se trata de monarquizarlo todo. La “representante” al diputado por Mendoza, Tomás nación inglesa [...] ha estimulado a las demás a Godoy Cruz. La simple lectura de la correspon- seguir su ejemplo. La Francia lo ha adoptado. El dencia mantenida entre ambos durante las sesiones rey de Prusia por sí mismo y estando en el ple- del Congreso demuestra que el General “está en no goce de su poder despótico, ha hecho una re- todo”. En palabras del mismo San Martín, encon- volución en su reino sujetándose a bases cons- tramos su antirrepublicanismo en pos de la instau- titucionales idénticas a las de la nación inglesa ración monárquica al decir: “Me muero cada vez [...]. En mi concepto, la forma de gobierno más que oigo hablar de federación, ¿no sería más con- conveniente para estas provincias sería la de una veniente trasplantar la Capital a otro punto, cor- monarquía temperada, llamando a la dinastía de tando por este medio las justas quejas de las pro- los incas por la justicia que en sí envuelve la res- vincias? ¡Pero, federación! ¡Y puede verificarse! Si titución de esta casa, tan inicuamente despoja- un gobierno constituido y en un país ilustrado (Es- da del trono, a cuya sola noticia estallará un en- tados Unidos de Norteamérica), poblado, artista, tusiasmo general de los habitantes del interior”. agricultor y comerciante, se ha tocado en la última Fueron muchos los diputados que aceptaron guerra entre los ingleses las dificultades de una fe- esta propuesta, a la que agregaron la idea de que deración, ¿qué será de nosotros que carecemos de el Cuzco fuera la capital del nuevo Estado, lo esas ventajas?”; y en otra carta de 1819 insiste en que ayudaría a la pacificación interna del terri- que “una gran monarquía no será fácil de consoli- torio y se evitaría una revolución más sangrien- dar, una gran república, imposible”. ta. Un rey indígena respondía a los ideales revo- El caso de Manuel Belgrano tiene la notorie- lucionarios integracionistas y reivindicatorios de dad no sólo de ser partidario de una monarquía las clases populares.

57/ Entretanto, en Buenos Aires, la propuesta de su carácter de capital, pero también ser la adua- Belgrano llegó a ser tomada casi irónicamente na de ultramar por excelencia. Ambas condicio- y, por medio de chistes gráficos, se decía: “Es la nes casi inseparables. monarquía en ojotas” (P. Agrelo); “Éste es un rey Para Anchorena, “existía un antagonismo en- de patas sucias” (M. Dorrego), o “Yo seré el pri- tre el genio, los hábitos y las costumbres de los mero que salga a recibir al rey mi amo... con un habitantes de los llanos y los habitantes de las fusil en la mano” (N. de Vedia). montañas, siendo los primeros más apegados a la forma monárquica, y los segundos los que Tomás de Anchorena: un astuto republicano más resistencia le oponían; (por ello) no había El diputado por Buenos Aires, Tomás de An- más medio que adoptar el sistema de una federa- chorena, fue quien más duramente objetó cual- ción de provincias”. quier posibilidad de gobierno monárquico en No obstante, los pueblos se oponen a cualquier cualquiera de sus dos vertientes: la sanmartinia- solución monárquica. Con todo, las discusiones na europea y la belgraniana incaica. En sentido sobre la forma de gobierno impidieron la sanción amplio, era el representante bonaerense, mien- de una Constitución, y desde 1817 el Congreso se tras que aún más estricto, lo era de los intereses trasladó a Buenos Aires, donde dos años más tar- comerciales porteños y ellos se oponían a cual- de el cuerpo representativo propondrá el texto de quier intento que pretendiera cambiar el centro una Constitución centralista que será rechazada geopolítico de las Provincias Unidas. Trasladar por los pueblos. Y como consecuencia, el Con- la capital implicaba desplazar a Buenos Aires de greso se terminará disolviendo.

La inestabilidad en las formas de gobierno fue una nota característica del período 1810-1820. Las distintas instituciones que se fueron ensayando y el poco tiempo de duración de las mismas han sido una demostración de esto.

58/ Salón de la Jura o Salón Histórico. Única habitación original que se conservó del edificio que albergara el Congreso de 1816. A partir del año siguiente, allí se conmemoraba esporádicamente el aniversario de la jura. Desde 1874, se instituyó la costumbre anual de su celebración.

Foto: Archivo El Litoral

59/ 60/ Sudamérica ante el retorno de Fernando VII al trono

Por Liliana Montenegro de Arévalo

61/ El movimiento de independencia de las colo- El 8 de diciembre de 1813, Napoleón decidió nias españolas en América fue beneficiado por devolver la corona a Fernando y enviarlo a Espa- la crisis hispana de 1808-1810: la farsa de Bayo- ña. Fernando VII, de igual manera que había res- na, en la que el rey Carlos IV y Fernando VII se tituido el absolutismo en España, quiso hacer lo vieron excluidos del trono en favor de la instala- mismo en América. Hacia fines de 1819, concen- ción en el mismo de José Bonaparte, hermano de tró en Andalucía y Cádiz un ejército de 22.000 Napoleón; y la resistencia de la nación española hombres para ser transportado a América. Pero a someterse a la dominación extranjera, determi- el ejército no partió. El 1º de enero de 1820, ofi- nación que la llevó a sublevarse y comenzar una ciales ganados a la causa liberal, proclamaron el guerra contra las armas francesas que durará has- restablecimiento de la Constitución de 1812. Toda ta fines de 1813. Así, se constituyó un gobierno España entró en revolución, y Fernando VII con- nacional; primero, la Junta Suprema de Aranjuez; vocó a las Cortes. después, la Junta de Cádiz, y en 1810, las Cortes Un antes y un después fueron las revolucio- de Cádiz que elaboraron la Constitución liberal nes españolas de 1808 y 1820 para la emancipa- de 1812, que tuvo vigencia hasta 1814. ción americana, ya que por la primera pusieron a Las tres regiones americanas que se mantu- América en el camino de la revolución y por la se- vieron ligadas al dominio español: México, Pe- gunda hizo tocar a su fin. rú y América Central, por haber sido dominados en ellas los movimientos emancipadores, reci- Las guerras de la Independencia bieron la invitación para participar de las cortes en las colonias españolas españolas, y analizar y resolver el problema polí- Las guerras empezadas en 1809 no habrán de tico del reino. terminarse hasta 1828. En esos diecinueve años La información aportada por los representan- pueden distinguirse dos períodos. tes constituyó un verdadero aporte para el conoci- En el primero, que comprende de 1809 a 1815, miento de la problemática americana, brindada por los insurrectos no lograron, a pesar de algunos hombres de la época. Quienes la portaban perse- éxitos parciales, afectar de una manera seria la guían como fin el reconocimiento de igualdad pa- dominación española. La rebelión era vencida ra los americanos, incluida la población autóctona. por todas partes, salvo en la región del Río de la En cuanto a la población de origen africano, fue Plata, incluido Paraguay. Implicancias particula- objeto de defensa por parte de los diputados pro- res tuvo en la Banda Oriental (Uruguay) que hi- cedentes de lugares en los que ésta era escasa. No cieron que se prolongara hasta 1828. pasó lo mismo, de donde éstos eran numerosos, tal En el segundo período, de 1815 a 1828, los in- el caso de Lima; allí se los consideraba extranjeros. surrectos terminaron por triunfar en todas par- Pero las Cortes no supieron hacer a las colonias, tes, y la revolución española de 1820 redujo a Fer- las concesiones requeridas. nando VII a la impotencia.

62/ San Martín liberó a Chile; Bolívar a Nueva La prensa porteña hacía las siguientes conjetu- Granada (Colombia) y Venezuela; y Sucre, en Pi- ras: “Si se ratifica esta noticia, la posición de don chincha y Ayacucho aseguró la independencia de Pedro debe ser apurada; si se va, desciende de Ecuador, Perú y Bolivia. emperador a príncipe; si se queda, pierde la he- rencia que lo elevaba de príncipe a rey; y aun en Portugal y Brasil el quedarse parece que hay peligros en el imperio, Al anular Napoleón el rango real de los Bra- porque el partido republicano no quiere empera- ganza, hizo de Portugal un Estado vasallo del dor, ni quiere príncipe, ni quiere rey...” (El Cen- rey de España. El regente don Juan se refugió tinela, 1822). Tres años más tarde, el gobierno de en su colonia del Brasil, protegido por la flota Lisboa reconocerá al nuevo gobierno. inglesa. Las tropas francesas ocuparon Lisboa El conflicto de las Provincias Unidas del Río en noviembre de 1807. De ese modo, Brasil de- de la Plata con el Brasil por la Banda Oriental, se jó de ser una colonia, y en 1808 don Juan de- prolongó hasta 1828, año en que se firmó la Con- claró los puertos brasileños abiertos al comer- vención Preliminar de Paz, en la que se estableció cio extranjero. la creación de un Estado independiente conocido Cuando en 1820 estalló un movimiento re- como Estado Oriental del Uruguay al promulgar- volucionario en Portugal como consecuencia se la Constitución de 1830. de los acontecimientos de España, el príncipe don Juan volvió a Lisboa, dejando a su hijo Pe- Estados Unidos frente a los proyectos de dro la administración de Brasil. Los brasileños, la Santa Alianza y países americanos siguiendo el ejemplo de los españoles, solicita- Después de las guerras napoleónicas, los pro- ron la independencia. Pedro no vio otra solu- yectos de la Santa Alianza, pretendiendo retro- ción que colocarse a la cabeza del movimien- traer las repúblicas latinoamericanas a su primi- to. El 7 de septiembre de 1822, en las márgenes tiva situación de países dependientes de España del río Ipiranga, tuvo lugar la proclamación de y Portugal; sumados a la expansión de Rusia en la Independencia del Brasil del reino de Por- la costa del Pacífico, originaron en los Estados tugal, episodio producido bajo la consigna de Unidos de Norteamérica la doctrina Monroe “¡Independencia ou morte!”. El 12 de octubre, (1823), como oposición a la intervención de Eu- don Pedro fue aclamado emperador constitu- ropa en los asuntos de América y de la coloniza- cional de Brasil, siendo consagrado el 10 de di- ción europea futura en el continente americano. ciembre siguiente. Pronto se conoció en Bue- Gran Bretaña se mostró partidaria de esta políti- nos Aires el decreto por el cual se declaraba ca, persiguiendo las ventajas del librecambio con traidor a la corona al que estuviera al servicio las nuevas repúblicas americanas, en oposición al de don Pedro y ordenaba al ex príncipe regre- espíritu reaccionario de la Santa Alianza, que pre- sar a Lisboa. tendía la restauración de la monarquía borbónica.

63/ En 1824, España sólo conservaba en Améri- los delegados de los nuevos Estados, prepararse ca las posesiones insulares del mar de las An- los medios para tal unión. Por eso, en la invita- tillas, de las que Cuba era la más importante. ción se incluiría a los Estados Unidos, ya que se Además del valor económico, por las plantacio- buscaba establecer una solidaridad panamericana. nes de caña de azúcar, las islas ocupaban una Pero ni los Estados del Plata, ni Chile, ni México excelente posición estratégica, lo que les permi- se prestarían al establecimiento de una confede- tía el dominio de las rutas navales del istmo de ración entre las nuevas repúblicas. La Argentina la América Central, donde, a partir de 1825, se y Brasil ni siquiera enviaron delegados a la Asam- preveía la posibilidad de establecer un canal in- blea de Panamá. Mientras que los delegados de teroceánico. los Estados Unidos llegaron tarde. Tampoco tuvo En 1826, Estados Unidos anunció que no con- éxito el proyecto de la confederación andina entre sentiría las pretensiones de México y Colom- Colombia, Venezuela y Perú. bia sobre la isla. Preferían que la gran isla siguie- Toda esta situación dejó el campo libre a la in- ra siendo española, hasta el momento que Gran fluencia europea en América Latina, pero única- Bretaña, dueña de los mares, no significara riesgo mente Gran Bretaña se benefició de ello. alguno para establecerse en ella. A partir de 1825, la cifra del comercio inglés Por la misma época, Bolívar deseaba establecer será tres veces superior a la del comercio de los un lazo entre las nuevas repúblicas. Esperaba que Estados Unidos. Gran Bretaña conservará esa el Congreso de Panamá, que debía reunir a todos preponderancia económica cerca de un siglo.

Un antes y un después fueron las revoluciones españolas de 1808 y 1820 para la emancipación americana, ya que por la primera pusieron a América en el camino de la revolución y por la segunda hizo tocar a su fin.

64/ En fecha 8 de octubre de 1814 el corresponsal informa a Francisco Antonio Candioti lo siguiente: “Ha llegado un barco salido de Cádiz el 28 de julio, adonde añade a las noticias anteriores, que se preparaban 5 navíos y otros buques con un crecido número de tropas, su destino ignora.”

Archivo de la Junta Provincial de Estudios Históricos

65/ 66/ Declaración de la Independencia: decisiones y conflictos en 1816

Por Pascualina Di Biasio

67/ “Después de una larga sesión de nueve horas sobre todo asunto, desde los más triviales hasta continuas -desde las ocho de la mañana- en que los más importantes... ¿Cuándo llegarán a co- nos declaramos en sesión permanente hasta ter- nocer que nunca llega ese mañana?”. minar, de todo punto, el asunto de la declaración de nuestra suspirada Independencia, hemos sali- Declarar la Independencia do del Congreso [...] con la satisfacción de haberla “no es soplar y hacer botellas” concluido, y resuelta de unanimidad de votos ne- En sus primeros tramos, el Congreso debió mine discrepante (sin que nadie discrepe) a favor atender informes sobre disputas internas en un de dicha independencia que se ha celebrado aquí conjunto de provincias tanto por la elección de como no es creíble, pues la barra, todo el gran diputados como por la situación bélica entre Bue- patio y la calle del Congreso han estado desde el nos Aires y el Protectorado de los Pueblos Libres. mediodía lleno de gente, oyendo los que podían A este panorama sombrío se agregaba el retorno los debates...”. Carta del diputado por Buenos Ai- de Fernando VII al trono, la amenaza portuguesa res José Darragueira a su amigo Tomás Guido, a la Banda Oriental y la derrota de la revolución secretario de Guerra y colaborador de San Martín en todo el continente hispanoamericano, con ex- la noche del 9 de julio de 1816. cepción del Río de la Plata y Paraguay que ya ha- La decisión se hizo esperar más de tres me- bía iniciado su propio camino de libertad. ses a partir del inicio de las sesiones del Congre- A pesar del contexto y la indefinición que po- so Constituyente en la ciudad de San Miguel de nían en riesgo la libertad, San Martín, a través de Tucumán si bien la convocatoria se había reali- las cartas a su amigo, el diputado mendocino Go- zado con tres propósitos centrales: debatir so- doy Cruz, insistía obsesivamente en la causa de bre la declaración de la Independencia, definir el la Independencia, tema muy presente en los prin- status jurídico del nuevo orden político y dictar cipios de la logia, y condición necesaria para su una constitución. propio plan continental. Con el mismo énfasis, se Las explicaciones esgrimidas respecto a la expresaban en sus mensajes Belgrano y Juan Mar- demora son diversas: que los congresales per- tín de Pueyrredón, diputado por San Luis, elegi- dían el tiempo en discusiones escolásticas, que do -además- como Director Supremo. era un problema de conveniencia y oportuni- Las esperanzas estaban puestas en el Congre- dad, entre otras. Por su parte, el comerciante so y en el Ejército de los Andes: a pesar de las inglés John Parish Robertson lo atribuía a una tensiones entre regiones y áreas de poder, Buenos característica de la población al decir que “el Aires y el Interior avanzaron en la toma de deci- principal y más próximo defecto de los habi- siones en el curso de las sesiones de la Asamblea tantes de estas provincias es la costumbre de y se comprometieron a asumir sus consecuencias. postergar para mañana lo que debería hacerse Una comisión integrada por Gascón, Sán- hoy... mañana; mañana es la respuesta común chez de Bustamante y Mariano Serrano, diputa-

68/ dos por las provincias de Buenos Aires, Jujuy y uno a uno, fueron firmando el Acta que decla- Charcas, respectivamente, puso a consideración, raba “solemnemente a la faz de la tierra... la vo- en sesión pública, una “nota de las materias de luntad unánime e indubitable de estas provincias primera y preferente atención para las discusio- de romper los vínculos que las ligaban a los reyes nes y deliberaciones del Soberano Congreso” de España, recuperar los derechos de que fueran donde figuraban como prioritarias la Declara- despojadas e investirse del alto carácter de nación ción de la Independencia y la redacción del ma- independiente del rey Fernando VII, sus suceso- nifiesto que justificara la misma, la celebración res y metrópoli”. A los pocos días, en sesión se- de pactos generales con las provincias y pueblos creta, se agregaba al documento “... y de toda do- de la unión, preliminares a la constitución, así minación extranjera”. como la forma de gobierno a adoptar junto al proyecto constitucional y la necesidad de esta- El escenario y los primeros festejos blecer un plan para sostener la guerra. Luego de La ciudad de San Miguel de Tucumán tiene nuevos debates, el programa para el trabajo le- el privilegio de haber sido “la cuna de la In- gislativo fue aprobado. dependencia”. Con no más de 12 manzanas y 13.000 habitantes era un centro vital en la ru- La declaración esperada ta entre Buenos Aires y Perú, que parecía ga- El diputado Sánchez de Bustamante pidió que rantizar a las provincias una mayor autonomía se leyera lo acordado, y en sesión pública se tra- y menos presiones a los diputados que allí se tara el proyecto “sobre la libertad e independen- reunieran. Así le explica Fray Cayetano Rodrí- cia del país”; la propuesta se aceptó sin discusión. guez a un amigo los motivos de la elección: La sesión del 9 de julio fue presidida por el “¿No sabes que el nombre porteño está odia- Dr. Francisco Narciso Laprida, diputado por San do en las Provincias Unidas o desunidas del Juan, acompañado por los secretarios, doctores Río de la Plata?”. Mariano Serrano y Juan José Paso. Este último El espacio de debate del Congreso, elegido tuvo el privilegio de consultar a los congresales por el gobierno de Tucumán, era una casa de si querían que las Provincias de la Unión fuesen familia, la de doña Francisca Bazán de Lagu- una nación libre de los reyes de España y su me- na, típica construcción colonial de fines del si- trópoli. Todos los diputados allí presentes acla- glo XVIII con habitaciones que se repartían al- maron de pie y aprobaron por unanimidad la pro- rededor de un gran patio. Para adecuar la sala de puesta expresada en el Acta al decir que “... era reuniones se unieron dos habitaciones paralelas universal, constante y decidido el clamor del te- ubicadas al frente, calculando que podía alber- rritorio entero por su emancipación...”. gar unas 200 personas y otras tantas podían ubi- En medio del entusiasmo de la gente, reuni- carse en la galería de tejas, desde donde podían da en la barra, los patios y la calle, los diputados, ver a los congresistas.

69/ En esta sala, testigo silencioso de decisiones re- Como testigo presencial de la fiesta popular del levantes, el 9 de julio se tomó la decisión de rom- 25 de julio él relataba: “... más de 5.000 milicianos per los vínculos con España. El día 10 por la no- de la provincia se presentaron a caballo, armados che, tuvo lugar el “Baile de la Independencia”, en de lanza, sable y algunos con fusiles; todos con el que Belgrano se lució danzando con Dolores las armas originarias del país, lazos y boleadoras”. Helguera, quien sería la madre de su hija. El 21, Las lágrimas de alegría, los transportes de en- se concretó la Jura, a la que asistieron los diputa- tusiasmo que se advertían por todas partes, die- dos, el gobernador de la provincia, el general Bel- ron a esa ceremonia un carácter solemne que se grano, las corporaciones de la capital y un crecido intensificó por la idea feliz que tuvieron de reunir número de ciudadanos. al pueblo sobre el mismo campo de batalla donde Jean Adam Graaner, agente sueco y único tropas del general español Tristán fueron derrota- extranjero presente en Tucumán, en el Infor- das por los patriotas. me que remitiera al príncipe Bernadotte, here- Allí juraron, sobre la tumba misma de sus com- dero de la Corona de Suecia, dejaba imágenes pañeros de armas, defender con su sangre, con su elocuentes de lo que ocurría en esas inolvida- fortuna y con todo lo que fuera para ellos más bles jornadas. precioso, la Independencia de la patria.

Las esperanzas estaban puestas en el Congreso y en el Ejército de los Andes: a pesar de las tensiones entre regiones y áreas de poder, Buenos Aires y el Interior avanzaron en la toma de decisiones en el curso de las sesiones de la Asamblea y se comprometieron a asumir sus consecuencias.

70/ Ilustración en blanco y negro de George Roux.

Foto: Archivo El Litoral

71/ 72/ El costo de la guerra de independencia

Por Ana María Cecchini de Dallo

73/ Entre 1810 y 1816, los primeros seis años de la crementar los recursos de las provincias del Río ruptura del nexo político con España, el movi- de la Plata. En consecuencia, entre las diecisie- miento comercial en el Río de la Plata se vio muy te notas de materias que el Congreso se fijó co- afectado por la interrupción de circuitos, como mo temario de tratamiento durante sus sesiones, ocurrió con el Perú. Hubo una variable que regis- hubo dos de singular importancia: el arreglo de tró incrementos, la del ingreso de manufacturas las cuentas del Estado y el establecimiento de una inglesas, acompañada por el asentamiento de co- Casa de Moneda en Córdoba. Ambas cuestiones merciantes británicos en la ciudad de Buenos Ai- eran fundamentales para sostener la campaña que res. Definitivamente desaparecidas las restriccio- preparaba el Gral. San Martín con el propósito de nes españolas, el puerto creció sin limitaciones, y liberar Chile y Perú. de igual modo los ingresos de su aduana. En 1816, la Aduana de Buenos Aires era la Los ganaderos bonaerenses fueron favoreci- fuente de recursos por excelencia para afron- dos con el intercambio comercial inglés, ya que su tar la guerra. Como estos ingresos no eran sufi- producción de carnes saladas era un bien de inter- cientes, se tomaban créditos mediante letras de cambio, por servir como alimento a los esclavos. la tesorería -documentos contables que se entre- Una medida -relativamente proteccionista-, gaban como garantía del pago a futuro de los que se aplicó en el inicio del proceso fue la pro- créditos- las que se conocen también como bo- hibición de exportación de metales, la cual tuvo nos. Además, circulaban pagarés con similares continuidad a través de los sucesivos gobiernos. características. Letras y pagarés se transforma- Las primeras campañas para asegurar la revo- ron en el papel moneda del momento, a tal pun- lución, tanto al Paraguay como al Alto Perú y el to que hasta en las tiendas eran aceptados para sitio de Montevideo, implicaron armar ejércitos; el pago de mercaderías. para hacerlo se recurrió a los aportes voluntarios El director Juan Martín de Pueyrredón reflejó la o coaccionados de los habitantes, así ocurrió con misma preocupación que el Congreso en una Me- Belgrano cuando pasó por Santa Fe de camino moria que llamó del “Mejoramiento del Sistema de al Paraguay, oportunidad en la que se le brindó Rentas; Extinción de la mayor parte de la deuda in- ayuda de hombres, caballos, mulas y bovinos, al terna, sin contraer deuda externa, y Alivio imposi- tiempo que se le donaron bienes suntuarios para tivo”; la cual, entre otras cuestiones, pretendía que pagar pertrechos. Con esas expediciones milita- quedara claro para los habitantes el estado desas- res quedó endeudado el Estado. troso en el que estaba el país a la fecha de su desig- nación y el modo en que lo ordenó. El Congreso y el Directorio detrás Pueyrredón fue acusado por sus contemporá- de la recaudación de fondos neos de malversación de las cuentas del Estado, En 1816, para afrontar los gastos que deman- sin embargo para el historiador Horacio Cucco- daba la guerra de Independencia fue necesario in- rese, quien ha trabajado con su archivo: la espon-

74/ taneidad, serenidad, franqueza y llaneza de Pue- Los congresales estimaron que recurrir al siste- yrredón convencen de su honestidad. Hasta el ma de empréstitos forzosos era conveniente, pero momento, no se ha encontrado pruebas para du- era una opción que debía reservarse para solucio- dar de su sinceridad y rectitud de procederes. nar una situación extrema. Pensaban también que los arbitrios debían pre- Labor del Congreso en la verse para ser recaudados antes de que sobre- cuestión de la renta pública viniera la guerra marítima, ya que estaban con- Los diputados se abocaron a establecer un Plan vencidos de que el puerto sería bloqueado, y sin de Arbitrios (impuestos); en él, se proponía una comercio no habría recaudación. También sostu- contribución patriótica de 2 reales por mes a cada vieron que para triunfar en la guerra era funda- uno de los habitantes, pero no pudieron estimar mental conservar la unión nacional, evitando las con precisión la recaudación que se obtendría rencillas domésticas. Sin embargo, no aceptaron porque se desconocía el número real de habitan- conceder al Litoral sus demandas. tes de las Provincias Unidas. Otra medida de trascendencia, que apuntó Hubo discrepancias para su aplicación. Fray también a mejorar las finanzas del Estado, fue la Justo Santa María de Oro solicitó que el tema de creación de la Caja de Fondos, con la que se bus- la contribución de los eclesiásticos fuera analiza- caba incrementar esos recursos, ya que todos los da por los religiosos; y Tomás Godoy Cruz plan- caudales que reuniera estarían destinados a cubrir teó que el impuesto no fuera aplicado en Cuyo, las urgencias de aquél. habida cuenta de que sus habitantes estaban su- La Comisión del Congreso que analizó su friendo continuos gravámenes para formar el creación sostuvo que era urgente aprobarla. Ejército de los Andes. La convicción general era También La Gazeta se manifestó favorablemen- que los sacrificios debían ser proporcionales a los te sobre la conveniencia de que existiera y sirvie- peligros latentes; y también que, al igual que Cu- ra para impedir que, ante la necesidad, el Estado yo, las provincias de Buenos Aires, Tucumán y recurriera a modos más violentos de obtener re- Salta eran las que habían cargado ya con el peso cursos de la población. de gravámenes para la guerra. Si bien se trató de una acción fundamental, Algunas de las medidas adoptadas consistieron no es posible concluir que la finalidad del es- en rescindir todas las ventas de fincas fiscales he- tablecimiento de la Caja de Fondos fuera la de chas durante el período de la revolución, puesto sentar las bases de un inicial sistema bancario. que se habían lesionado los intereses del Estado; Se la concibió sólo como un medio, entre tantos, vender los bienes de temporalidades (bienes de para obtener fondos durante ese período de eco- los jesuitas expulsados) en pública subasta; y con- nomía de guerra. siderar que Salta y Cuyo no estaban en condicio- En cuanto a la propuesta de creación de una nes de contribución. Compañía de Comercio en las Provincias Uni-

75/ das del Río de la Plata con sede en Buenos Aires, con el propósito de alcanzar la felicidad econó- idea generada a partir de las compañías forma- mica del Estado de manera conjunta con la de los das en Europa, se planteó para que se asocia- asociados a la empresa comercial. ran todos los habitantes de las Provincias Uni- La preocupación manifestada por el Congre- das. Entre los fundamentos para su creación se so y por el Directorio respecto de estas cues- expresó la necesidad de que los potenciales in- tiones es una evidencia de que las Provincias versores acrecentaran sus pequeños capitales, Unidas del Río de la Plata vivían en ese tiem- que así ingresarían en la corriente circulatoria de po de luchas, abrumadas por los problemas fi- la economía, privilegiando la industria nacional, nancieros. Pueyrredón procuró sanear las deu- que valorizaría los frutos argentinos. Considera- das del y con el Estado, tarea que no fue simple ba que se alcanzarían logros muy beneficiosos por el abuso de los deudores en pagar con las para el Estado y para la Nación. letras de amortización cuando lo que se nece- Expuestos los antecedentes, el Poder Ejecuti- sitaba era efectivo para afrontar las crecientes vo solicitó que el Congreso le diese facultad para demandas del Ejército, que preparaba el inmi- formar una Compañía de Comercio privilegiada, nente cruce de los Andes.

La preocupación manifestada por el Congreso y por el Directorio respecto de estas cuestiones es una evidencia de que las Provincias Unidas del Río de la Plata vivían en ese tiempo de luchas, abrumadas por los problemas financieros.

76/ Macuquinas. Eran monedas acuñadas toscamente en forma manual y a golpes de martillo. Las de la imagen son de 2 y de 4 reales con contramarca “Patria”, Año 1817.

Foto: Archivo El Litoral

77/ 78/ Transición hacia un nuevo orden

Por Pascualina Di Biasio

79/ La independencia fue el punto de arranque de viaje a Buenos Aires por los riesgos que se co- una nueva entidad política en la que los pueblos rrían frente a una posible invasión lusitana. asumían la soberanía y elegían conducir sus pro- Si bien la representación fue amplia, hubo au- pios destinos. Esta decisión fue un paso signifi- sencias significativas que correspondían a una cativo para proyectar un pacto de unión sobre el importante porción del territorio del antiguo Vi- cual se apoyaría el andamiaje constitucional. rreinato del Río de la Plata: Paraguay, que ya ha- Si bien la Declaración se hizo en nombre de bía iniciado su propio camino de libertad; las las Provincias Unidas de Sud América, expresión provincias del Litoral y la Banda Oriental, que que da cuenta de una identidad americana alen- bajo el Protectorado de Artigas y a pesar de su tada por las guerras de Independencia, los rece- lucha y sus convicciones independentistas, no los, vacilaciones y ausencias en la jornada del 9 participaron debido al fracaso de las negociacio- de julio, dejaban interrogantes respecto de cuá- nes y a la política centralista de Buenos Aires. les serían las regiones comprendidas en el nuevo Algunas regiones del Alto Perú, dominadas por orden político liderado por Buenos Aires. El ac- las fuerzas leales a la península, tampoco pudie- to de ruptura con la metrópoli no significó la in- ron llegar a Tucumán. mediata formación de un Estado nacional, más Aun con un universo incierto con relación al allá de la latente idea de una “Patria Grande”. Los contorno de la nueva entidad proclamada, se pre- diputados juraron en nombre de los pueblos, co- sentaba la voluntad de integración e inclusión de mo representantes de las provincias, pero no co- todos los pueblos de Sudamérica en estrecha co- mo integrantes de una Nación que, en rigor, aún nexión con el plan militar de San Martín. Una se- estaba en formación. ñal, en ese sentido, fue la decisión del Congreso de imprimir 1.500 ejemplares del Acta en espa- Presencias y ausencias ñol y 1.500 en quechua y aymara, lenguas perte- Quienes firmaron el Acta de la Declaración necientes a las comunidades indígenas de Suda- fueron veintinueve diputados que representaban mérica, para ser enviada a todos los pueblos. a Buenos Aires, Catamarca, Tucumán, Córdoba, Mendoza, San Juan, La Rioja, Jujuy, Salta, San- Se abandona el sueño de la “Patria Grande” tiago del Estero, y algunas regiones del Alto Pe- A medida que los peligros de una invasión se rú (Charcas, Chichas y Mizque). Estos últimos alejaban del escenario del Río de la Plata, y el pudieron ser electos porque eran emigrados re- Congreso se instalaba en Buenos Aires, esa co- sidentes en Tucumán, Salta o Jujuy. Se encontra- munidad imaginada parecía diluirse. ban ausentes: uno de los diputados por Córdo- El Manifiesto a las Naciones que debía ba, Miguel del Corro -en misión al Litoral y la acompañar el Acta, de acuerdo con el Plan de Banda Oriental-, y Juan Martín de Pueyrredón, Materias, recién fue aprobado el 25 de agosto diputado por San Luis y director supremo, en de 1817. En ese documento, realizado cuando

80/ ya no era necesario, se exponen oficialmente El acta del 6 de julio registra la visión de Bel- los “justos motivos” que llevaron a la Indepen- grano, al regresar de su misión diplomática en dencia, se abandona la expresión de Provincias Europa, sobre la situación en Europa y lo que allí Unidas de Sud América y se regresa la de Pro- se piensa del rumbo que había tomado la revolu- vincias Unidas del Río de la Plata. La “Patria ción: de “su declinación en el desorden y la anar- Chica” se impondría una vez finalizada la gue- quía” y la conclusión de que sólo se podía con- rra de la Independencia. tar “con nuestras propias fuerzas”; que las ideas En la década siguiente, se acentuará el pro- republicanas ya no tenían aceptación y que había ceso de disgregación territorial dando lugar a la que “monarquizarlo todo”. No hubo acuerdo pa- formación de nuevos Estados nacionales sobre ra resolver la forma de gobierno, pero quedó la la base de los pueblos que habían integrado la idea clara de la urgente necesidad de tomar una jurisdicción inicial. decisión respecto de la Independencia. En un proceso signado por tensiones y desen- El 19 de julio se realizaron tres sesiones: una tendimientos regionales, tres provincias que hoy pública, donde se continúa el tratamiento de la forman parte de la República Argentina, no par- forma de gobierno, y dos secretas. ticiparon del Congreso: Entre Ríos, Corrientes y En la que tuvo lugar en la noche, a sólo 10 días Santa Fe; mientras que la Banda Oriental -por en- de declarada la Independencia, se abordó la posi- tonces parte de las Provincias Unidas- también bilidad de ampliar el acta y fórmula de Juramen- estuvo ausente y, en la década siguiente, declaró to agregando al párrafo que expresa “una nación su propia independencia. En cambio las tres pro- libre e independiente de los reyes de España y su vincias del Alto Perú que estuvieron presentes, en metrópoli” la frase “y de toda dominación extran- 1825 integraron el Estado de Bolivia. jera”. La propuesta fue del diputado Pedro Medra- no, abogado nacido en Montevideo y diputado por Debates secretos Buenos Aires; la fundamentación aprobada por el En el Congreso, las sesiones debían ser públi- Congreso se basaba en la necesidad de silenciar los cas, a no ser que por urgente necesidad de la Na- “rumores” de que el director supremo junto a Bel- ción, algunas se autorizaran en forma secreta. grano y algunos diputados se disponían a entre- Por moción del diputado Serrano, se resolvía el gar el país a los portugueses. Eran un “secreto a 6 de julio de 1816 “que cuanto en lo sucesivo se voces” las negociaciones que llevaba adelante Ma- tratase en sesión secreta se asentase en un libro nuel García en Río de Janeiro y, con ellas, el riesgo destinado a ese solo efecto”. que se corría de quedar no sólo bajo el dominio de Las dos reuniones de estas características, que Portugal sino también de Inglaterra. están estrechamente vinculadas con la trama que Las cuestiones que los congresales trataron en envuelve al acto de la Independencia, correspon- los “misteriosos debates” respondían a los pro- den a los días 6 y 19 de julio. blemas más acuciantes del momento: los relativos

81/ al dilema de la Independencia y su reconocimien- otros, a través de publicaciones; pero el corpus de to universal, las dificultades para pronunciar- piezas originales, que comprende el período que se mayoritariamente sobre la forma de gobierno se extiende entre el 6 de julio de 1816 hasta el 10 a adoptar, la urgencia por reorganizar el ejército de diciembre de 1819, fue entregado por don Car- del Norte, el avance del ejército portugués sobre los Darío Rocha al Archivo General de la Na- Montevideo, la conducta a observar por el direc- ción, en 1924. tor supremo frente a esto, las Instrucciones para Las actas originales de las sesiones públicas, las negociaciones con los portugueses, el apoyo a mientras el Congreso estuvo reunido en Tucu- la campaña de los Andes, y los múltiples enredos mán, también se perdieron, aunque la crónica co- de la convulsionada política interna, tales como la tidiana de las deliberaciones se pudo conocer gra- propia Banda Oriental, los posibles acuerdos con cias al periódico El Redactor del Congreso. Santa Fe, la situación en La Rioja, Santiago del Finalmente, tampoco llegó hasta nuestros días Estero, el retiro de los diputados de Córdoba y, el Acta original de la Declaración de la Indepen- finalmente, el traslado del Congreso a la ciudad dencia. El Archivo General de la Nación con- de Buenos Aires. serva una copia refrendada por el secretario del Congreso, Mariano Serrano. Los testimonios “extraviados” Los relatos sobre estas pérdidas son numero- Los documentos de estas reuniones “sin públi- sos pero no suficientes para explicar la desapari- co en la barra” estuvieron traspapelados por mu- ción de estos “monumentos” de nuestra identidad cho tiempo. Unos pocos se conocieron en 1820; y de la vida institucional del país.

Las actas originales de las sesiones públicas, mientras el Congreso estuvo reunido en Tucumán, también se perdieron, aunque la crónica cotidiana de las deliberaciones se pudo conocer gracias al periódico El Redactor del Congreso.

82/ Actas secretas del Congreso General Constituyente, 1816 publicadas por la Junta de Historia y Numismática Americana. Reproducción facsimilar de 1926.

Foto: Archivo El Litoral

83/ 84/ Debate sobre los derechos aduaneros

Por Ana María Cecchini de Dallo

85/ El Río de la Plata había estado regido, duran- pero ante los fuertes reclamos de los comercian- te el largo dominio de los Austrias, por un rígi- tes fue necesario permitir el pago con dos tercios do monopolio que procuraba asegurarle a la mo- en dinero y el resto en documentos amortizables narquía el dominio de los metales extraídos y el de la deuda del Estado, dándoles el carácter de di- retorno de los productos requeridos por Améri- nero efectivo mediante el endoso. El rescate de las ca, en sus propias flotas y galeones. Una de las letras de tesorería se transformó en un negocio en acciones fundamentales en esta estrategia de in- manos de capitalistas locales, pero fueron los co- tercambio era la autorización a un escaso número merciantes ingleses residentes los directos benefi- de puertos americanos para el embarque y desem- ciarios de esa estrategia financiera. barco de productos; el restante recorrido por los En la práctica, actuaron como intermediarios, extensos y difíciles territorios americanos se reali- comprando las letras a bajo precio para canjear- zaba por tierra o por vía fluvial. las en la tesorería de la Aduana de Buenos Aires, El arribo de los Borbones a la corona fue y así cubrir parte del pago de los derechos de ex- abriendo progresivamente los puertos americanos portación e importación, mecanismo que dio lu- a ciertos productos a aquellas potencias comer- gar a numerosos fraudes que fueron denunciados ciales con las cuales se habían aliado. Este proce- por el gobierno y sustanciados en causas penales. so, que llegó unido a transformaciones políticas del sistema de gobierno, fue altamente beneficio- Cuestionamientos de Cuyo so para la aldea llamada Buenos Aires, que pasó Así las cosas, Cuyo cuestionó los derechos de de vivir del contrabando dificultoso, a ser el puer- aduana cobrados en el puerto de Buenos Aires to reconocido de la capital del Virreinato del Río que perjudicaban su industria vitivinícola. Los de la Plata. Cabildos de Mendoza y San Juan hicieron sen- Con la Revolución de Mayo, hubo algunos en- das representaciones, solicitando que se prohibie- frentamientos internos en la dirigencia porteña ra la introducción de los caldos extranjeros por el por el dominio del esquema portuario y comer- puerto de Buenos Aires. Es que los vinos impor- cial, y si bien ése fue el sentido del levantamiento tados desplazaban del mercado interno a los vi- de Martín de Álzaga, luego primó el principio li- nos y aguardientes de Cuyo. brecambista que fue aprovechado por los británi- Se formó un expediente que fue enviado al cos, deseosos de ocupar estos mercados. Congreso pero no tuvo tratamiento inmediato. Frente a la certeza de que se intensificaría la gue- En las sesiones del 5, 8 y 12 de junio de 1818 se rra de Independencia, sumada a la dificultad del dio el debate. Se plantearon las dos líneas eco- Directorio para equilibrar las finanzas a raíz del nómicas en pugna: los proteccionistas, que de- crecimiento de la deuda interna, se planteó como fendían a las industrias productivas existentes única solución la de subir los derechos de Aduana. -en este caso, el vino-, y los librecambistas, que A principios de 1817, se elevaron estos aranceles, privilegiaban la renta pública que, prácticamen-

86/ te, sostenía la guerra aunque, a la vez, favorecía los principios económicos. Otras variantes con- a los comerciantes instalados en Buenos Aires. tributivas se habían impuesto a tiendas, casas Los interesantes argumentos expuestos por el de alquiler, pulperías y maquinaria, entre tantos diputado cuyano Tomás Godoy Cruz sobre los otros géneros del comercio. derechos aduaneros esgrimían que éstos eran los que generaban la rivalidad entre las provincias. A Los derechos de tránsito ello sumó la explicación sobre la imposibilidad de y el reclamo de Córdoba que los vinos y aguardientes cuyanos compitieran Las introducciones terrestres de tabaco y yerba con los europeos. mate del Paraguay tuvieron idas y vueltas, entre su- Godoy Cruz sostuvo que la defensa de la pro- bas y bajas. También ocurrió con el tabaco negro pia producción frente a la importada era una po- del Brasil. Cuando se suprimió el impuesto de tres lítica de todas las naciones que fomentaban su pesos percibido por Córdoba sobre las cargas de industria. En el caso de los vinos, afirmó que do- vinos riojanos, el gobernador protestó, informan- ce años de protección bastarían para que se al- do sobre el grave daño a las rentas provinciales canzaran calidad y costos competitivos. Reclamó ocasionado, primero, por el impuesto extraordina- también por los productos del interior que pasa- rio de guerra sobre la yerba mate y el tabaco proce- ban por la Aduana de Buenos Aires con destino a dentes de Santa Fe, y luego sobre los vinos de Cu- Montevideo y Brasil, pidiendo que no fueran re- yo y La Rioja; pero más tarde, al cerrarse el puerto cargados con aranceles de salida. del Paraguay y comenzar la guerra con Santa Fe, La respuesta la dio el diputado Malabia quien no entró a Córdoba una sola carga de yerba y de manifestó la necesidad de recaudar para el Te- tabaco; si ahora se suspendían los derechos sobre soro nacional. Argumentó que los derechos que los vinos riojanos, las rentas quedaban diezmadas. percibía la Aduana de Buenos Aires -y las de- El oficio entró a consideración del Congreso. más aduanas-, lejos de provocar la rivalidad pro- Pasó a estudio del diputado Serrano, pero no se vincial aumentaban la hermandad y la unión na- le dio solución. Es interesante repasar la opinión cional, y significaban un auxilio recíproco entre periodística de El Censor sobre política aduanera. pueblos que tenían un solo Tesoro público y que Algunos principios expresados en discursos eran regidos por un gobierno central. Así, todas publicados en ese periódico aconsejaban formu- las provincias sufrían contribuciones sobre ar- lar una franca declaración sobre nuestro comer- tículos de primera necesidad, como el pan y la cio para fomentar la vinculación con las demás carne, porque se habían gravado las harinas, tri- naciones. En sus columnas, se propendía a privi- gos y otros artículos de importación, cuyo pa- legiar la introducción de productos libres de de- go indicaba también un sacrificio general. Eran rechos por el término de cinco años a la primera medidas que se adoptaban por la imperiosa ley nación extranjera que reconociese nuestra Inde- de la necesidad, aunque fueran reprobadas por pendencia y nos brindase auxilios.

87/ Además, se sugería declarar libres de dere- tas, de modo que la industria manufacturera del chos de importación a los artículos de prime- interior quedara a cubierto. ra necesidad; y de derechos de exportación a En cambio, alentaban a que estuvieran libres cueros, sebo, pieles de todas clases, carnes se- de derechos de importación las máquinas, libros cas y saladas, crin, lanas, granos, harinas, co- de idiomas extranjeros, carbón de piedra, sal, sali- bre, cascarilla, madera, cigarros, rapé, caldos tre, azufre y azogue. de toda especie, mulas y otros ganados, y sue- En cuanto a los metales, se proponía fijar un las. También, al tabaco y la yerba mate del Pa- derecho del 5 por ciento por la salida del oro en raguay. Con muchos de ellos se favorecía a la pasta o sellado, y un 10 por ciento por la salida de producción de la provincia de Buenos Aires y la plata de piña o sellada, en tanto que se dejaba del Litoral. Se proponía que fueran libres de libres de derechos de exportación los demás me- derechos internos productos nacionales co- tales. Por otra parte, se planteaba la conveniencia mo algodón, azúcar, arroz, café, tintes y dro- de que los mineros quedaran exceptuados de con- gas, premiando su exportación. Asimismo, se tribuciones. alentaba el otorgamiento de premios estímulo para los cultivos y manufacturas cuyas ventas El contrabando fueren poco lucrativas. Desde 1815, con variada legislación, se intentó Entendían que las fábricas debían estar libres combatir al contrabando, Pueyrredón lo calificó de contribuciones y prohibirse la introducción de como un horrendo crimen practicado por hom- ponchos, frazadas, ropa hecha, tabaco, rapé, cier- bres que sufrían la esclavitud de una desmedida ta clase de muebles, varias maderas, sombreros, ambición. Se dictaron normas incrementando los jabón, velas, naipes. Y protegidos con altos dere- controles y se iniciaron causas penales a quienes chos los caldos, el azúcar, café, suelas, botas, za- eran sorprendidos practicándolo, pero no fue po- patos, gases, ciertas bayetas y algunas herramien- sible erradicarlo.

El rescate de las letras de tesorería se transformó en un negocio en manos de capitalistas locales, pero fueron los comerciantes ingleses residentes los directos beneficiarios de esa estrategia financiera.

88/ Aduana vieja de Buenos Aires. La casa pertenecía a Domingo Basavilbaso, quien la construyó en 1782, para luego pasar a la familia Azcuénaga. La aduana funcionó allí hasta 1857.

Foto: Arcón de Buenos Aires

89/ 90/ El Congreso de Tucumán y la invasión portuguesa a la Banda Oriental

Por Alejandro A. Damianovich

91/ Una de las mayores contradicciones que En segundo lugar, porque, como ya se ha se- aparenta ofrecer la obra del Congreso de Tu- ñalado en otros capítulos, Buenos Aires aspiraba cumán consiste en que, mientras declaraba la a seguir siendo el “puerto único y preciso” de to- independencia de las Provincias Unidas en do el territorio, a controlar las rentas de aduana y Sudamérica, el 9 de Julio de 1816, contempla- a regular la navegación de los ríos. En este esque- ba impasible la invasión portuguesa a la Banda ma, no había lugar para otro puerto de ultramar, Oriental, espacio que había formado parte del de modo que Montevideo debía formar parte de territorio del ex Virreinato del Río de la Pla- otro país, de otro Estado, ya fuera un pueblo na- ta y que constituía el núcleo central de la Liga ciente bajo el mando de Artigas -cosa que se le de los Pueblos Libres que integraban también ofreció reiteradas veces y que tanto el caudillo co- Santa Fe, Entre Ríos, Corrientes, Córdoba y mo el Congreso de Oriente rechazaron- o bajo la Misiones. dominación del reino de Portugal. La contradicción es aparente, porque desde mucho tiempo antes estaba decidido por las au- La invasión, parte de la guerra toridades porteñas que dominaban el Congre- porteña contra Artigas so, que la Banda Oriental no formaría parte del El diplomático Manuel José García alentaba la nuevo Estado que surgiera del proceso revolucio- invasión en Río de Janeiro. Se había quedado allí nario. En los mismos días en que se declaraba la luego de que fracasara la gestión que, en enero independencia en Tucumán, los ejércitos vetera- de 1815, le había encomendado el director Carlos nos llegados a Brasil desde Portugal, iniciaban su M. de Alvear, consistente en lograr que el Río de marcha hacia el sur. la Plata fuera un protectorado británico. El tra- Los motivos del abandono de los orientales a tado anglo-español de 1814 había frustrado cual- sus propias fuerzas respondían a varias razones. quier conversación al respecto, pero García con- En primer lugar, se había demonizado a la fi- tinuó cerca de la Corte portuguesa y se propuso gura de José Artigas, su caudillo, quien por sus alentar la idea de invadir la campaña uruguaya y ideas federales que negaban la doctrina centra- la ciudad de Montevideo. lista del Directorio, sus convicciones republica- En sus comunicaciones secretas con el direc- nas que iban a contrapelo de la tendencia mo- tor supremo Juan Martín de Pueyrredón, García nárquica mayoritaria en el seno del Congreso, explicaba que la invasión era una ventaja enor- y sus “escandalosas” políticas de inclusión ét- me para las Provincias Unidas del Río de la Pla- nica y social, despertaba las más ásperas reac- ta. Es que quedaría anulado el poder de Arti- ciones entre los liberales ilustrados, para quie- gas, que también preocupaba al rey Juan desde nes el pueblo era una abstracción declamatoria el momento que el caudillo despertaba simpa- que cuando tomaba encarnadura se convertía en tías en los gauderios riograndenses. Y además “chusma” y “populacho”. permitiría a Buenos Aires y a las provincias que

92/ la seguían, concentrarse en la guerra contra los naba la heroica defensa de Artigas del territorio españoles del Alto Perú. Aseguraba, asimismo, nacional. Se quería presentar el conflicto como que la ocupación portuguesa sería transitoria y una guerra ajena, y así lo mostraron Bartolomé que no había peligro de que se extendiese a los Mitre y Vicente Fidel López, los historiadores pueblos del Litoral. que ocultaron la entrega. En resumen, la invasión portuguesa a la Ban- Durante 1817 y 1818, Artigas y sus jefes orien- da Oriental era parte de la guerra entre las Pro- tales enfrentaron a los portugueses con valor, vincias Unidas del Río de la Plata y la Liga de los mientras en Entre Ríos, Francisco Ramírez redu- Pueblos Libres. Esta confederación de hecho, que jo a ciertos jefes seducidos por Buenos Aires pa- respondía al proyecto artiguista, sería atacada si- ra traicionar a Artigas, pero no pudo evitar que multáneamente en dos frentes. Los portugueses los portugueses tomaran brevemente Concep- invadirían la Banda Oriental y tomarían Monte- ción del Uruguay. En Santa Fe -el otro frente de video; y los porteños atacarían Santa Fe y Entre la misma guerra-, Estanislao López se multiplica- Ríos. Nadie imaginaba la capacidad de resistencia ba para enfrentar a las tropas que enviaba el ge- de la “chusma” y el “populacho”, que harían fren- neral Belgrano desde el norte, al mando de Bus- te a los portugueses durante tres años. tos, primero, y de Lamadrid y Paz después, más las que desde Buenos Aires invadían al mando de Avance portugués y toma de Montevideo Balcarce, ejércitos que llegarían a ocupar por cin- El avance portugués se inició en junio de 1816, co días la ciudad de Santa Fe e incendiarían Rosa- y el 20 de enero de 1817 el general Lecor tomaba rio en su retirada. A todos los vencería en un ir y Montevideo, justo cuando el Congreso de Tucu- venir de muchas leguas y pocos días, entre el 7 de mán trasladaba su sede a Buenos Aires. noviembre y el 2 de diciembre de 1818. Mientras tanto, Artigas recriminaba su inac- ción al Directorio y señalaba a Pueyrredón que El Congreso avala la invasión “[...] sea V.E. un neutral, un indiferente o un ene- En este contexto, el Congreso de Tucumán migo, tema... y tema con justicia, el desenfreno de había resuelto, en cláusulas reservadas y reser- unos pueblos [...] V.E. es responsable ante las aras vadísimas formuladas en sesiones secretas de de la Patria de su inacción o de su malicia”. septiembre de 1816, acordar con la Corte de Sin remordimientos, Pueyrredón comunicaba Río de Janeiro, que si la invasión se reducía só- a San Martín las novedades: “Los portugueses lo a la ocupación de la Banda Oriental, y se da- consiguen ventajas sobre Artigas en todas par- ban garantías de que no se extendería a Entre tes y este genio infernal acaba de cerrar los puer- Ríos, las Provincias Unidas del Río de la Plata, tos de esa Banda contra nosotros, a pretexto de podrían llegar a reconocer a Juan VI como pro- que no tomamos parte en su guerra”. “Su gue- tector y garante de su libertad e independencia, rra” era la manera en que Pueyrredón denomi- restableciendo la Casa de los Incas (la propuesta

93/ de Belgrano) y enlazándola con la de Braganza Poco más de dos años después, la Liga de los (dinastía a la que pertenecía Juan). Si esto no se Pueblos Libres se imponía sobre el Directorio aceptaba, se ofrecería la coronación de un infan- en Cepeda, el 1º de febrero de 1820. Caía un go- te de Brasil, o príncipe extranjero que se casase bierno que había entregado a Portugal una par- con una integrante de la Casa Real portuguesa, te esencial del territorio, y un Congreso que había quien reinaría en Buenos Aires con una Consti- dado un grito heroico de libertad e independen- tución dictada por el Congreso. Si tampoco esto cia el 9 de Julio de 1816, pero que después había prosperara, se ofrecería reconocer a Juan como formulado en secreto, con gran reserva, las cláu- rey del Río de la Plata, como Estado distinto del sulas de una posible sujeción regional al rey Juan Brasil, siempre que mantuviera su Corte en Río y la aprobación de la invasión portuguesa. de Janeiro y se rigiera por una Constitución que Pero el daño ya estaba consumado y Artigas era dictara el Congreso. vencido en Tacuarembó por un poderoso ejérci- Consumada la invasión y la toma de Montevi- to portugués pocos días antes (el 22 de enero). La deo, el director Pueyrredón accedió a negociar tragedia oriental había costado diez mil vidas. El con Portugal un “convenio de ocupación interi- conflicto continuaría en 1825, esta vez contra Bra- na” de la Banda Oriental. El Congreso, el mis- sil independiente desde 1822, para culminar con la mo que había declarado la Independencia en Tu- independencia del Uruguay en 1828. Se cumplía el cumán, aprobó el tratado el 14 de diciembre de viejo anhelo de Buenos Aires y se esfumaba para 1817 en sesiones ultrasecretas. siempre el proyecto integrador artiguista.

El mismo Congreso que había declarado la Independencia en Tucumán, aprobó en sesiones ultrasecretas un acuerdo con Portugal que avalaba la invasión de la Banda Oriental.

94/ Imagen que ilustra la entrada de los portugueses a la ciudad de Montevideo por el Portón de San Pedro, el 20 de enero de 1817. Litografía del artista uruguayo Gilberto Bellini (1908 - 1935).

Foto: Archivo El Litoral

95/ 96/ Un nuevo orden político al calor de las ideas libertarias y la acción militar. San Martín y el Ejército Libertador (I)

Por Teresa Suárez y Sonia Tedeschi

97/ “La guerra nos es del todo necesaria”. revolución francesa, la Declaración de los De- Junta de Buenos Aires rechos del Hombre y del Ciudadano había ins- tituido a la propiedad privada como un dere- Entre 1806 y 1830, el espacio americano de cho inviolable, clara muestra del triunfo de la raíz colonial española sufrió un complejo proce- burguesía. Los vientos de cambio en las ex co- so de cambios bajo variados proyectos políticos, lonias inglesas del norte operaron también co- sucesivas formas gubernativas y la sanción de mo una experiencia, antecedente en el que las instrumentos normativos, en medio de violentas nuevas teorías se visualizaban en realizaciones guerras. En la abierta lucha contra los españo- concretas. les, entre 1809 y 1825, los ejércitos libertadores Las invasiones inglesas al Río de la Plata, lue- conformados por tropas mayormente milicianas go de la derrota de la flota española en Trafalgar en número variable y distinta composición étni- -1805-, dejaron expuestas las ventajas del comer- ca, conducidas por oficialidad de corte profesio- cio libre y la circulación de ideas libertarias, a nal, atendieron varios frentes territoriales simul- la vez que mostraron la debilidad de las fuerzas táneos. La acción desplegada por José de San militares con las que se contaba para defender el Martín fue imprescindible en esos años. Inicia- territorio. La construcción de un ejército reque- do en la carrera de las armas en el Seminario de ría, entonces, un esfuerzo de envergadura. Nobles de Madrid, se destacó por su desempe- En España, un interesante debate político ño contra el invasor napoleónico luego de haber desde fines del siglo XVIII mostraba, paradóji- obtenido una plaza en el Regimiento de Murcia camente, la necesidad de limitar la autoridad real y finalmente, se constituyó en el conductor del pero a su vez rechazaba el ataque a su sobera- Ejército en la campaña libertadora de la Améri- nía por parte de la invasión napoleónica, prove- ca del Sur. niente del país que producía cambios muy im- portantes. El surgimiento de diversas juntas -y Un contexto favorable a la luego, la Junta Central- daba cuenta de aque- independencia después de tres llas ideas, consagradas más tarde en la Consti- siglos de dominación española tución de 1812, que promovía, entre otros pun- El proceso político militar que condujo a la tos, la soberanía como atributo de la Nación en independencia americana del poder colonial es- lugar del monarca; la limitación al absolutismo pañol, generadora de nuevas formaciones esta- del rey; el voto universal masculino; la incorpo- tales y cambios de fronteras, se produjo en un ración de libertades -de prensa, de industria-; y contexto de liberalismo político y económico también, como en Francia, el derecho de propie- favorable. Ya desde fines del siglo XVIII, en dad. Es remarcable, además, la asignación de la diferentes espacios europeos se habían produ- ciudadanía española para los nacidos en territo- cido alteraciones del Antiguo Régimen. Con la rios americanos.

98/ Los territorios virreinales americanos ción del Río de la Plata desde el 25 de mayo de en un clima de revolución 1809”, dando a la Junta Tuitiva de La Paz el ca- Las alternativas del movimiento juntista en las rácter de primer gobierno libre de la América del ciudades españolas que se negaban a reconocer a Sur. Así, la declaración de la Independencia, co- los invasores franceses fueron seguidas con su- mo un derecho habilitado por la revolución, fue mo interés en América hispana. El estallido del sostenida tempranamente en el discurso políti- movimiento comunero en Chuquisaca -prelimi- co de Monteagudo, activo miembro de la Socie- narmente en apoyo al rey español prisionero de dad Patriótica y, luego, junto con San Martín, de Francia, pero luego manifestando intenciones in- la Logia Lautaro. En dicho periódico, sostuvo la dependentistas- mostraría ya el despliegue com- necesidad de cristalizar la Independencia en un plejo de fuerzas que seguirían operando por mu- acto jurídico que le otorgara legitimidad, previo chos años; pese a ser derrotado, las palabras de su a la organización de un nuevo sistema político, líder Pedro Murillo: “La tea que dejo encendida cualquiera fuere. Ya en 1812, sus expresiones eran nadie la apagará”, pronto quedarían confirmadas. elocuentes: “Ciudadanos... el orden inevitable de En efecto, producida la Revolución de Mayo los sucesos os ha puesto en disposición de ser li- en Buenos Aires, otros levantamientos desafia- bres si queréis serlo; en vuestra mano está abro- rían al poder realista. Alentados por la marcha gar el decreto de vuestra esclavitud y sancionar del Ejército del Norte, enviado por Buenos Ai- nuestra independencia”. En 1817, Monteagudo se res, se levantaron Cochabamba y Santa Cruz de unió al Ejército Libertador en Santiago de Chile, la Sierra en septiembre de 1810, Oruro en octu- acompañando a San Martín en sus expediciones bre; y en noviembre la batalla de Suipacha coro- al Perú y llegando a ser designado ministro del naría en el espacio potosino una primera etapa Protectorado en 1821. revolucionaria. A fin de alentar el movimiento En el espacio altoperuano, entonces, las accio- y sentar bases políticas, algunos líderes se des- nes se correspondían con ideas libertarias. Los je- plazaron estratégicamente a distintos territorios: fes revolucionarios iniciales participaban de so- A. Paredes, en Cuzco; J. M. de Pueyrredón, en ciedades secretas, puntualmente de la Sociedad Charcas, como presidente de la Audiencia; T. de Independientes, en tanto que en el rioplaten- Sánchez de Bustamante, en San Salvador de Ju- se, de la Logia Lautaro. A diferencia de algunas juy; M. Sánchez de Loria, en Tucumán, y Ma- que eran de carácter especulativo, esas dos tenían riano Moreno, en Buenos Aires -formados en la el formato de sociedades de acción en donde se Universidad de Charcas-. encauzaban los proyectos políticos y cuyos miem- Bernardo de Monteagudo, un protagonista bros, en su mayoría, desempeñaban simultánea- principal de los sucesos de Chuquisaca, escribió mente roles militares y políticos. en el periódico Mártir o Libre, a tres años de la Como se había acordado en la reunión de la revolución porteña el “Ensayo sobre la Revolu- Gran Logia Americana de Londres, los jefes Mi-

99/ randa, O’Higgins, Bolívar, Carrera, Zapiola, Al- táctica y estrategia de ingenieros y militares na- vear, Nariño, Montúfar, Rocaforte, al igual que poleónicos como Belidor y Rogniat. San Martín, entraron en el continente america- En el proceso de independencia de la Amé- no distribuidos de modo estratégico para im- rica del Sur, la política y la guerra conformaron pulsar la independencia de España. Este último una trama en la que los discursos y la toma de diseñó estrategias político militares con una ba- decisiones consideraron la vía de la contienda se pragmática, poniendo en el perfeccionamien- armada como imprescindible instrumento para to de las fuerzas todo su conocimiento profe- lograr el objetivo, pero recíprocamente los resul- sional, su ideario político, su habilidad para las tados de las batallas incidieron en el curso de alianzas y sus principios libertarios. Indicios de la política. La propia afirmación de la Junta de esos saberes se nos presentan en el repositorio Buenos Aires es elocuente: “La guerra nos es del de su biblioteca personal que lo acompañaba todo necesaria”. Las nuevas ideas políticas pro- desde Cádiz. Cuatro quintos de los volúmenes venientes de Europa y diseminadas por distin- están escritos en francés y corresponden a obras tas vías, entre ellas la formación intelectual en la de historia europea, literatura, arte de la guerra, universidad, se encuentran plasmadas en textos filosofía y derecho, matemática y arquitectura. constitucionales, reglamentos, proclamas, me- En ese inventario, desfilan mayormente enci- morias, correspondencia y prensa, entre otras. clopedistas y filósofos franceses como Voltai- Esas mismas ideas que fomentaron la declara- re, Montesquieu, Rousseau, Mirabeau, Madame ción de la Independencia y la creación de nue- de Tencin, Madame de Lambert, la suiza Mada- vas formas gubernativas, propiciaron una mo- me de Stäel. ¿Cómo se comprenden sus planes vilidad social de amplios sectores populares. El acerca de la construcción política del nuevo go- cambio del punto de vista, mirando las tempra- bierno y del ejército a formar si miramos esas nas manifestaciones y resistencias realistas en el obras? Las ideas que circulan en ellas refieren a Alto Perú, nos permite evaluar su trascendencia republicanismo, monarquía constitucional, libe- en aquellos actores -Monteagudo, Sucre, Puey- ralismo doctrinario; notablemente, en las obras rredón- que continuaron la revolución en años históricas y militares predominan los temas so- posteriores, declararon la Independencia y de- bre guerras francesas revolucionarias y contra rrotaron por las armas a los españoles, encabe- los otomanos, biografías de reyes y tratados de zando distintas formaciones estatales.

La acción desplegada por José de San Martín fue imprescindible en esos años.

100/ Retrato del general José de San Martín (oleo pintado en 1824).

Fotos: Archivo El Litoral

Primer número de Mártir o Libre, periódico revolucionario que Bernardo de Monteagudo fundó en Buenos Aires en 1812. El epígrafe cita un fragmento en latín tomado de las Catilinarias de Cicerón que quiere decir: "piensen en ustedes, preocúpense por la patria, sálvense ustedes, sus esposas, hijos y sus fortunas; defiendan el nombre y la existencia del pueblo".

101/ 102/ Un nuevo orden político al calor de las ideas libertarias y la acción militar. San Martín y el Ejército Libertador (II)

Por Teresa Suárez y Sonia Tedeschi

103/ El doble carácter político y militar de la re- ideológico sino una posición de orden coyuntu- volución independentista americana surgió tan- ral; la evaluación de la restauración monárqui- to de las necesidades de la población local, como ca en Europa podía hacerle pensar que un go- del proceso de formación política y del perfec- bierno de naturaleza monárquica atemperada cionamiento profesional para la guerra. El uso por una Constitución crearía mejores condicio- de estrategias, tácticas de combate y armamen- nes para el reconocimiento de la independencia to moderno tenía sus raíces en España e Inglate- por parte de países europeos. rra pero sobre todo en el modelo militar francés. San Martín no escatimó solicitudes para obte- Un ejemplo de esa implementación fue la bata- ner recursos económicos necesarios al ejército li- lla de Chacabuco, en febrero de 1817, que me- bertador entre 1813 y 1817. En San Juan, incluyó reció un reconocimiento internacional a través a los curas de la Iglesia Católica y a los conven- de la prensa de la época por su efectividad e im- tos, y al Cabildo le pidió un “último esfuerzo” portancia estratégica. A su vez, San Martín hizo con respuesta favorable del pueblo. Con respecto su propia valoración en carta enviada al director al gobierno central, en noviembre de 1816 Puey- Juan Martín de Pueyrredón: “[...] El eco del pa- rredón le escribió: “Van los 200 sables de repues- triotismo resuena por todas partes a un tiempo to que me pidió. Van las 200 tiendas de campaña, mismo, y al Ejército de los Andes le queda para y no hay más. Va el mundo, va el demonio, va la siempre la gloria de decir: en 24 días hemos he- carne. Y yo no sé cómo me iría con las trampas cho la campaña, pasamos la cordillera más ele- en que quedo para pagarlo todo, a bien que, en vada del globo, concluimos con los tiranos y di- quebranto me voy yo también para que usted me mos la libertad a Chile”. dé algo del charqui que le mando, y ¡carajo! No La convicción independentista de San Mar- me vuelva usted a pedir más, si no quiere recibir tín se puso de manifiesto en una carta al diputa- la noticia de que he amanecido ahorcado en un ti- do por Mendoza ante el Congreso de Tucumán, rante de la Fortaleza”. en mayo de 1816: “¿Hasta cuándo esperamos pa- Pero un ejército competente no sólo necesita- ra declarar nuestra independencia? ¿No le pa- ba recursos, también requería de patriotismo. La rece a usted cosa bien ridícula acuñar moneda, arenga antes del combate y los reconocimientos tener pabellón y cucarda nacional y por último y ascensos a posteriori eran indispensables pa- hacer la guerra al soberano de quien en el día se ra sostener el ánimo. Las acciones militares fue- cree dependemos?”. Pero el liberalismo político ron siempre acompañadas de premios a oficiales y no se correspondía necesariamente con las no- soldados que tuvieran méritos, hecho que consti- ciones republicanas. En el marco de las ideas li- tuía un estímulo, especialmente porque la exigüi- berales, San Martín se pronunció a favor de una dad de los sueldos y demora en el pago producían monarquía constitucional, sobre lo que algunos una situación vulnerable a la deserción o los amo- autores afirman que no era un convencimiento tinamientos.

104/ San Martín y Estanislao López en su ta Fe, López se ofreció en 1823 con “la provincia intercambio epistolar entre 1819 y 1823 en masa a esperar a V.E. en el Desmochado, para La incorporación de Santa Fe a la Liga de los llevarlo en triunfo hasta la plaza de la Victoria”. Pueblos Libres, liderada por José Artigas, acre- centó la reacción armada del gobierno directorial, Vicisitudes de la campaña libertaria que concretó sucesivas invasiones a su territo- Otro inestimable apoyo al Gral. San Martín rio. En 1819, San Martín dirigió cartas a Estanis- lo constituyó el conjunto de oficiales británicos. lao López instando al cese de las luchas, pues tal Una práctica de éstos era solicitar empleo mili- conflicto afectaba su objetivo de lograr la eman- tar habiéndose informado de los triunfos de los cipación absoluta del gobierno español. Estas de- comandantes, tales los casos de lord Cochrane claraciones no generaron total confianza en el y Guillermo Miller, figuras de reconocida labor gobernador santafesino, quien especulaba con quienes se propusieron integrar el Ejército de los posibles alianzas en contra de su provincia. Por Andes dado el prestigio sanmartiniano que inter- el contrario -y anulando toda acción pacificado- nacionalmente se difundía, especialmente des- ra-, le ordenó a aquél su intervención para sofocar pués de conocerse los resultados de Chacabuco. los alzamientos del Litoral pero fue desobedecido El primero, luego de haber ofrecido sus servi- expresamente; en la Proclama de Valparaíso en cios en el periódico, se alistó a través de Álva- 1820, dejó en claro que las armas del Ejército Li- rez Condarco; el segundo, se embarcó al Río de la bertador sólo se desenvainarían en contra de los Plata para presentarse ante Pueyrredón, quien lo enemigos de la independencia de Sud América. aceptó rápidamente. Estos militares tenían la ca- En 1822, el contexto había cambiado con la pacidad de rescatar barcos enemigos para la flo- caída del gobierno central y el inicio de una po- ta patriota, sustraer armamento, desarmar tropas lítica pactista entre los incipientes Estados pro- enemigas para subsanar el déficit de recursos y vinciales del Litoral. Entonces, la actitud de Ló- conducir partidas montoneras. pez respecto de los planes de San Martín fue de Después de cruzar los Andes y navegar hacia el identificación y colaboración con la causa liberta- Perú -con una flota que ensamblaba buques chile- ria americana. En carta al comisionado peruano, nos, otros ingleses mercantes adaptados a la gue- Antonio Gutiérrez de la Fuente, ofreció si fuera rra, más los españoles enemigos capturados-, San necesario 200 o 300 hombres de su caballería pa- Martín entró en Lima el 9 de julio de 1821 y pro- ra aumentar las filas de los defensores de la sa- clamó la Independencia del Perú, asumiendo el grada causa de la Patria. Ante las sospechas sem- cargo de Protector. Por haber acompañado de bradas por el gobierno de Buenos Aires acerca de modo irreprochable este trayecto, Miller fue re- las intenciones de San Martín de derrocarlo y de petidamente condecorado: asumió el gobierno ci- los rumores que vaticinaban un juicio de guerra vil de Ica y recibió la Orden del Sol del Perú. En por negarse a intervenir en las luchas contra San- septiembre de 1822, San Martín dimitió del car-

105/ go de Protector y partió a Chile con el mando su- yo de los cabildos y la crisis terminal de la Au- premo del ejército. En 1823, otro miembro de la diencia, apuraron la declaración de Independen- Gran Logia reunida en Londres arribó a El Ca- cia de la República de Bolivia por medio de un llao: Simón Bolívar. A poco de llegar, se declaró Congreso en Chuquisaca el 6 de agosto de 1825. dictador del Perú y encaró el definitivo aniquila- Sucre fue designado presidente vitalicio. Recién miento del poder español en América. Se acerca- en enero de 1826, una capitulación puso fin a la ba el momento crucial entre los contendientes: el guerra contra España. ejército patriota, al mando de Antonio Sucre con El proceso independentista inauguró una etapa 6.000 hombres, y el bando enemigo, bajo el vi- de vertiginosos cambios en donde las ideas y las rrey de La Serna con 9.000. Pese a la inferioridad acciones no tuvieron un único derrotero. La tra- numérica, el 9 de diciembre de 1824 se libró la ba- ma del gran proyecto americano de liberación de talla de Pampa de Quinua -Ayacucho- con resul- España incluyó las luchas internas por el poder tado favorable al ejército libertador. Nuevamen- territorial, las formas y la naturaleza de las enti- te premiado, Miller recibió una medalla de oro y, dades políticas que se elevarían por sobre el quie- ya en Cuzco, Simón Bolívar le otorgó el cargo de bre colonial. El ideario, la acción política y la gue- comandante general de Puno. Pese a haber con- rra fueron construyendo identidades y liderazgos, cluido la batalla decisiva, siguieron combates me- reformulando proyectos políticos y cambiando el nores para derrotar el último bastión español en mapa del poder y del territorio, siendo esto evi- el puerto de El Callao. Las últimas acciones tam- dente, por ejemplo, en la evolución que siguió el bién fueron premiadas: Miller fue nombrado co- Alto Perú entre 1809 y 1825. Una historia diná- mandante general de Potosí, superintendente de mica abierta a múltiples direcciones, fraguándo- la Casa de la Moneda y director del Banco de Res- se en cada día, en cada decisión, en cada vida y cate. La muerte del General español Olañeta, la en cada muerte en el campo de batalla como alto entrada triunfal de Sucre al Alto Perú con el apo- costo en el logro de la libertad.

El proceso independentista inauguró una etapa de vertiginosos cambios en donde las ideas y las acciones no tuvieron un único derrotero.

106/ Luego de cruzar la cordillera, el Ejército de los Andes, comandado por el general San Martín, confluyó con las fuerzas chilenas, bajo la jefatura de Bernardo O’Higgins, y chocaron con las tropas realistas en los llanos de Chacabuco. Aquí, el croquis de los movimientos militares.

Foto: Biblioteca Nacional de Chile

107/ 108/ Traslado del Congreso a Buenos Aires y la Constitución de 1819

Por Guido Abel Tourn

109/ El Congreso de Tucumán fue una asamblea le- El Congreso tuvo como principal fin, después gislativa y constituyente de las Provincias Unidas de declarada la Independencia, conservar íntegro del Río de la Plata, que inicialmente sesionó en la el territorio de las Provincias Unidas ante cual- ciudad de San Miguel del Tucumán. La elección quier posible invasión enemiga, dar una Constitu- del sitio se debió a los problemas que había en- ción al país y, de alguna manera, impedir que las frentado la Asamblea del Año XIII a causa de la provincias se desgajaran en varias naciones. Cuan- influencia porteña, experiencia que los gobiernos do se inauguró el Congreso de Tucumán, muchas federales no querían reiterar. Estaba compuesto provincias se abstuvieron de enviar diputados; por por representantes de los Cabildos del interior. ejemplo, Entre Ríos, Santa Fe, la Banda Oriental y Pese a las reservas iniciales, en 1817 se decidió Corrientes. El país se hallaba en plena guerra civil su traslado a la ciudad de Buenos Aires (1817-1820) y acechaba la posibilidad de que concluyera disgre- invocándose para la adopción de esa medida diver- gándose en múltiples naciones a impulsos del arti- sas razones. Entre ellas, el hecho de que en el nor- guismo, Buenos Aires, Córdoba, Salta y el Litoral. te la situación del país se había vuelto delicada a raíz de reiterados ataques realistas a la provincia de Dramática situación Salta, aunque todos fueron repelidos por Güemes. Momentos dramáticos vivía el país cuando el No obstante, se consideró que estaba en peligro la Congreso de Tucumán resolvió declarar la Inde- seguridad del Congreso. Otro argumento fue que pendencia definitiva de las Provincias Unidas y, en Buenos Aires el cuerpo deliberativo tendría ma- con ese acto, dar vida a una nueva nación. yor contacto con el director supremo, que repre- Quienes forjaron la Independencia no tenían to- sentaba los intereses generales. do claro; en verdad, no sabían bien si constituir un El 17 de enero se produjo una rápida votación reino o una república. Los que se inclinaban por la que decidió la mudanza, y esa sesión fue la última monarquía, afirmaban que un rey podía impedir el realizada en Tucumán. Los diputados cordobeses desmembramiento de las provincias. Era un siste- se opusieron a la decisión, sin que previamente ma que en esa época proponían distintos congre- se consultara a las provincias. La respuesta fue su sales que negociaban la coronación de un príncipe expulsión del Congreso. en el Río de la Plata. Los que querían la república Como consecuencia, el Congreso dejó de ser la ca- confiaban en la fuerza de una Constitución. ja de resonancia de los intereses de las provincias del Se encargó entonces la elaboración de un proyec- interior, para quedar sometido a la influencia del Po- to para el cual se examinaron los antecedentes cons- der Ejecutivo, la prensa y la opinión pública de la ciu- titucionales; entre ellos, los elaborados por la Asam- dad de Buenos Aires. Pero en cualquier caso, estable- blea del Año XIII, los Reglamentos Provisorios de ció un claro registro histórico, siendo muy recordado 1815 y 1817, y constituciones extranjeras como las por haber producido la Declaración de Independen- de los Estados Unidos de Norteamérica, Francia y cia Argentina y, también, la Constitución de 1819. la española de 1812. La comisión redactora estuvo

110/ integrada por el presbítero Antonio Sáenz, Teodoro La función ejecutiva sería ejercida por un di- Sánchez de Bustamante, Diego Estanislao Zabale- rector supremo, electo por ambas Cámaras del ta, Mariano Serrano y Juan José Paso. Congreso, con su propio Consejo de Estado. Du- El texto del proyecto fue calificado como raría en el poder cinco años, pudiendo ser reelec- “bosquejo de un centralismo rudimentario”. Or- to por única vez. Además, era el jefe de las Fuer- ganizaba las funciones estatales de acuerdo con la zas de Mar y Tierra. Y tendría la facultad de conocida división tripartita de poderes, en las ta- otorgar nombramientos en todos los empleos que reas ejecutiva, legislativa y judicial. La función le- no se exceptuaran en la Constitución, incluyendo gislativa quedaba a cargo de dos Cámaras, una de a los gobernadores de provincias. Representantes y otra de Senadores. Es el primer Esta Carta Magna tenía otras particularidades, antecedente en el país del sistema bicameral que como ser su ceremonial aristocrático: los miem- luego adoptará la Constitución Nacional de 1853. bros de los tres poderes reunidos tendrían el tra- tamiento de “soberanía” y “soberano señor”; en El texto constitucional tanto que el Congreso el de “alteza serenísima” La Cámara de Senadores estaría formada por o “serenísimo señor”, y cada Cámara, el de “alte- un número de miembros igual al de las provin- za”. Estos vocablos y tratamientos son revelado- cias; y además, por tres militares -cuya gradua- res de las aspiraciones monárquicas de los miem- ción no bajara de coronel mayor-, un obispo, tres bros del gobierno. eclesiásticos, un representante de cada universi- La función judicial sería ejercida por una Al- dad y el director del Estado una vez concluido su ta Corte de Justicia, integrada por siete jueces y mandato. Esta Cámara era de neto corte aristo- dos fiscales letrados (otro antecedente de nues- crático, ya que el derecho de formarla se reserva- tra Corte Suprema, que adoptará la Constitución ba a una clase determinada. de 1853). Los miembros serían designados por el Por su parte, los miembros de la Cámara de director supremo, con acuerdo de los senadores. Representantes serían diputados delegados del Las atribuciones que se les acordaba fueron toma- pueblo de las provincias -a razón de uno cada das de la Suprema Corte de los Estados Unidos veinticinco mil habitantes- y elegidos por un pe- de Norteamérica. ríodo de 4 años, con renovación de la mitad cada 2 años. Tendrían la iniciativa en el dictado de le- Rechazo y algunos precedentes del 53 yes sobre contribuciones, también el derecho de La parte general contenía una Declaración de acusar a miembros de otros poderes -ministros Derechos de la Nación y de los Particulares: a la diplomáticos, arzobispos, obispos, generales, go- vida, a la reputación, a la libertad, a la seguridad y bernadores y altos jueces provinciales- ante el Se- a la propiedad. Posteriormente, algunos de estos nado por “delitos que merecieran penas de muer- artículos fueron transcriptos casi textualmente en te y otras infamantes”. la Constitución de 1853.

111/ No especificaba una forma de gobierno con- neto carácter unitario contradecía a la mayoría creta (presidente o monarca); de hecho, algunas de las provincias que sostenían una posición de sus características podían amoldarse a una mo- federal. Algunas, además, estaban nucleadas en narquía constitucional de estilo europeo. Tampo- la Liga de los Pueblos Libres. En definitiva, hu- co se ocupaba de los gobiernos provinciales. bo provincias que en el Congreso no estuvie- El 22 de abril de 1819, el Congreso de las Pro- ron representadas: Salta, San Juan, Misiones, vincias Unidas promulgaba en Buenos Aires la Entre Ríos, Corrientes, Santa Fe y la provin- primera Constitución Argentina, que sería jurada cia Oriental. el 25 de mayo siguiente. Las provincias de Santa Fe y Entre Ríos re- Su sanción fue recibida con entusiasmo por chazaron el documento y decidieron ir a la gue- parte del pueblo de Buenos Aires. Belgrano ju- rra contra Buenos Aires, guerra en la que las pro- ró la Constitución frente a su ejército y al respec- vincias sublevadas contra el Directorio resultaron to expresó: “Esta Constitución y la forma de go- victoriosas en la batalla de Cepeda, librada el 1º bierno adoptada por ella, no es en mi opinión la de febrero de 1820, lo que provocó la caída del que conviene al país; pero habiéndola sancionado entonces director supremo, José Rondeau. el Soberano Congreso Constituyente, seré el pri- La Constitución de 1819, por su carácter cen- mero en obedecerla y hacerla obedecer”. tralista, al no respetar los intereses locales, da- No obstante, los hechos irían por la senda rá pie a la guerra civil que estaba en gestación. contraria. Será rechazada de inmediato y repu- En suma, en vez de aplacar la crisis, la precipi- diada por las provincias del interior. Es que su tó y aceleró.

Momentos dramáticos vivía el país cuando el Congreso de Tucumán resolvió declarar la Independencia definitiva de las Provincias Unidas y, con ese acto, dar vida a una nueva nación.

112/ Independencia y división. En el momento que parte de las provincias proclamaban formalmente la libertad política respecto del Reino de España, otro sector, nucleado en la Liga de los Pueblos Libres (Santa Fe, Entre Ríos, Corrientes y la Banda Oriental), mantenía distancia con el Congreso en un clima de guerra civil que se superponía a la guerra internacional. CONGRESO DE TUCUMÁN

LIGA DE LOS PUEBLOS LIBRES

113/ 114/ Una Constitución cuestionada, la batalla de Cepeda y la extinción del Congreso

Por Fabián Herrero

115/ Hablar de la disolución del Congreso Nacio- a 1820, dos aspectos resultan comunes en ambos nal que comienza en Tucumán en 1816 y conti- espacios: se debilita lentamente la supremacía de núa luego en Buenos Aires, de la Constitución cada uno de ellos y se fortalecen los poderes re- sancionada en 1819 y de la batalla de Cepeda gionales y locales. que, casi un año después, concluye con el poder directorial y con la larga estrategia de poder cen- Constitución, cambio de estilo militar tralizado en Buenos Aires, significa asimismo y búsqueda de apoyo en el exterior hablar de la extensa esgrima política entre los A comienzos de 1819, y seguramente como que pueden adherir a vetas ideológicas de ori- resultado de la declinación directorial, Pue- gen republicano o monárquico; entre las fraccio- yrredón solicita licencia, y en su lugar asume nes políticas centralistas o confederacionistas; y José Rondeau. En abril, el Congreso Nacio- entre los movimientos sinuosos de los ejércitos nal sanciona una carta constitucional decidida- directoriales y de las fuerzas de los líderes de las mente centralista, ante la cual los sectores de provincias; pero además, de búsquedas de apo- oposición reaccionan contra lo que señalan co- yos externos, tanto en Europa como en Amé- mo una especie de espíritu aristocrático. Esto rica, y de las voces de enojo de aquellos que no puede advertirse en la composición del Senado toleraban esas invitaciones a monarcas extranje- y en la organización electoral, que, tras limitar ros. En estas líneas, intento describir y explicar el derecho de voto, tenía como principal objeti- de modo breve algunas de estas cuestiones. vo controlar aún mejor sus efectos mediante el Hacia 1815, como es bien sabido, se presen- uso de comicios indirectos. ta una disputa de poder entre dos estrategias po- Un manifiesto, que fue oportunamente envia- líticas diferentes. José Artigas, bajo el signo de do a los pueblos comunicando su flamante crea- la confederación, logra aglutinar a varias provin- ción, intenta explicar su contenido. En él, se ad- cias dentro de su órbita. Parado sobre esta base vierte su indefinición. En efecto, se señala que de poder, durante aquel año logra su mayor éxi- “no es ni la democracia de Atenas, ni el régimen to público. Buenos Aires, por su lado, era la ca- de Esparta, ni la aristocracia patricia, ni el gobier- beza visible de lo que se conoce como bloque no absoluto de Rusia, ni el despotismo de Tur- centralista. Esto es, en sede porteña ejerce su quía”. Algunos historiadores sostienen que es- poder dominando y subordinando al resto de las ta falta de definición tiene un propósito concreto provincias. Sin embargo, durante ese año entra que estaría ligado a la búsqueda de una orienta- en una crisis política (cae el Directorio de Car- ción monárquica. No puede resultar extraña su los Alvear) y también en una crisis bélica (derro- vinculación con la misión llevada adelante por ta en todos los frentes de batalla contra los rea- Valentín Gómez: desde el año 1818, negociaba el listas). Bien podría decirse, simplificando mucho futuro poder de Buenos Aires para algún monar- las cosas, que durante el período que va de 1816 ca europeo. Otro de sus propósitos era eliminar

116/ a los opositores artiguistas desplegados en distin- des torna imposible cualquier entendimiento. En tos territorios provinciales. Desde el año 1818 ne- el mes de octubre, ante un llamado del director, gocia el futuro poder de Buenos Aires para algún San Martín hace un intento de pasar a la capital. monarca europeo. Otro de sus propósitos es eli- Pero se ve obligado a retroceder frente al peligro minar a los opositores artiguistas desplegados en de caer prisionero. A fines de diciembre, desoyen- distintos territorios provinciales. do los llamados de Rondeau, parte con sus tropas Se ha sostenido, también a modo de hipó- desde Mendoza hacia Chile. tesis, que la señalada orientación monárquica La búsqueda de apoyo exterior no sólo recorrió del régimen directorial resulta, en definitiva, la suelo europeo sino también americano. La llama- tentativa de buscar en Europa continental un da misión Gómez tuvo como objetivo lograr una elemento que aporte una suerte de equilibrio a solución política monárquica. Su destino fue Pa- la hegemonía británica. rís (aunque antes pasa por Londres). Lo hizo lle- Sea como sea, la Constitución provoca nuevos vando instrucciones y credenciales otorgadas por conflictos. Uno de ellos es que el permite unificar el Congreso en sesión secreta. En noviembre de a los muy diversos grupos de oposición ante el 1819, se había sancionado una ley que aceptaba predominio directorial. En efecto, esos disímiles la orientación monárquica del país bajo los auspi- contingentes políticos y militares deciden enfren- cios del príncipe De Luca. tar con decisión al gobierno central reivindicando El director, en octubre de 1819, siguiendo la las banderas republicanas. política de Pueyrredón, se dirige al ministro de La cuestión militar y la búsqueda de apoyos ex- Buenos Aires en Río de Janeiro para expresar- ternos generan aún más descontento. Desde el le que había pedido ayuda al general portugués punto de vista militar, el directorio vuelve sobre Lecor, dueño de Montevideo. La idea madre es el estilo político impuesto durante el ciclo 1810 que se decida a atacar con sus fuerzas al enemi- a 1815. Me refiero al estilo “autoritario militar”, go común, los federales del Litoral, y los per- esto es, al uso de la fuerza para imponer su po- siga hasta Entre Ríos. Esta operación supone, lítica. Tal estrategia se encamina inevitablemen- además, una tarea conjunta con las fuerzas de te al fracaso, ya que no sólo provoca rechazo en Buenos Aires. Con cierto fastidio, sin embar- las provincias sino, y sobre todo, el gobierno pa- go, el director debe admitir que nunca recibió sa a depender de un reducido aparato militar. La noticias positivas de Lecor. situación de San Martín desnuda tanto el descon- En suma, hacia el final de 1819, el descrédi- cierto como la crisis reinante. Al frente del Ejér- to del gobierno se extendía por todas las provin- cito de los Andes trata de mediar primero con cias y se daba por descontado que éste había pe- las partes. Por este motivo, le escribe una carta dido fuerzas a Europa y al Brasil con el objetivo a Estanislao López, invitándolo a la paz. Lo mis- de cambiar el régimen político de Buenos Aires y mo hace Rondeau. La apertura de las hostilida- combatir a los federales litoraleños.

117/ Una oposición que crece, un no. De un momento a otro, la vida pública tanto poder directorial que declina de Rondeau como del Congreso parece extinguir- En noviembre, una serie de acontecimientos se. Este último, en ese marco de escasa represen- señala con claridad el estado de crisis del orden tatividad, realiza una última jugada política: te- directorial. La irrupción de una revolución en te- niendo en cuenta el desprestigio de Pueyrredón rritorio tucumano con consecuencias inmedia- -rechazado por la población-, expulsa de Buenos tas en Catamarca, Santiago del Estero, La Rioja y Aires no sólo al ex director sino también a su ex Cuyo; la designación de Bernabé Aráoz como go- ministro Tagle. Ambos se exilian a Montevideo. bernador de Tucumán, y la detención del general El 1º de febrero de 1820, en la batalla de Cepeda, Belgrano, que se encontraba en esa ciudad proce- López y Ramírez, apoyados por el chileno José dente de Córdoba, conducido en tal condición a Miguel Carrera, derrotan con facilidad al ejército una prisión. directorial comandado por José Rondeau. En el Litoral, el proceso de hostilidad al direc- Como consecuencia de ese resultado militar, torio se acelera. Como ya señalamos, Lecor no desaparece de la escena pública una forma de po- colabora militarmente como deseaba Rondeau. der y se levanta un nuevo escenario. Se disuelven Mientras tanto, el Ejército federal artiguista for- el Congreso Nacional y el Directorio. La estrate- mado en Entre Ríos desembarca en la costa de gia centralista desaparece, por lo menos por unos Santa Fe para seguir rumbo al sur y unirse a las años. El nuevo panorama político es bien varia- fuerzas de López. Estas fuerzas combinadas, ya do. Por una parte, el proceso de crisis continuó se encontraban desde en diciembre sobre el arro- en la denominada anarquía de los años 20. En ese yo del Medio. La escuadrilla de Buenos Aires, por decenio, las escenas de ruptura institucional y de su lado, hostilizaba a la ciudad de Santa Fe. El violencia política fueron moneda corriente en va- 7 de enero de 1820, en la posta de Arequito, el rias provincias. Entre Ríos, Tucumán o Salta son Ejército del Norte se sublevaba contra el gobier- casos ejemplares de esa anormalidad institucio- nal. Al mismo tiempo, surgieron las llamadas au- tonomías provinciales y la intención de construir instituciones estables con alguna dosis de legiti- Se ha sostenido, también a modo de midad, aunque no exentas de dificultades serias. hipótesis, que la señalada orientación En ese marco es de notar la presencia de un nue- monárquica del régimen directorial vo Poder Legislativo -la Sala de Representantes-, como así también la sanción de cartas constitu- resulta, en definitiva, la tentativa cionales de carácter provincial. de buscar en Europa continental un elemento que aporte una suerte de equilibrio a la hegemonía británica.

118/ Estanislao López y Francisco Ramírez. Los caudillos de Santa Fe y Entre Ríos derrotan a las tropas del Directorio en Cepeda y aceleran la caída del régimen centralista.

Foto: Archivo El Litoral

119/ 120/ La participación delas mujeres

Por Berta Wexler

121/ Trataremos de revelar en estas líneas, la exis- dobesas, santafesinas, entrerrianas, santiagueñas, tencia de mujeres y voces que, pese a las omisio- tucumanas, riojanas, correntinas y de la mayoría nes desde todos los sectores sociales y a lo largo de las regiones del país componen la nómina de de toda la historia argentina, sostuvieron el va- quienes colaboraron también con la causa entre- lor del género y sus específicas reivindicaciones gando dinero o joyas. en pos del logro de la equidad que las liberara de la opresión a la que siempre fueron sometidas. Mujeres en apoyo del ejército Nuestras mujeres participaron en numerosas in- Las mujeres tuvieron presencia desde 1810 en la surrecciones contra el orden colonial desde 1562, en batalla de Suipacha y, más adelante, en el Éxodo las guerras calchaquíes, hasta las rebeliones andinas jujeño. A María Remedios del Valle, por ser negra de 1780-1781 en el Perú y en La Paz. Una intermi- casi no se la menciona, pero curaba heridos con nable lista de indígenas que encabezan Micaela Bas- sus hijas. En 1813 tras las grandes derrotas de los tidas y Bartolina Sisa, entre otras, fueron apresadas, patriotas en Vilcapugio y Ayohuma fue tomada embargados sus bienes y luego ejecutadas. prisionera por los españoles pero luego se incorpo- En las Invasiones Inglesas se destacaron Ma- ró a la Primera Expedición Auxiliadora al Alto Pe- nuela Padraza, con el grado militar de alférez y rú y participó en las batallas de Tucumán y Salta, Martina Céspedes nombrada sargento mayor. La donde después de los triunfos la llamaron “madre gran mayoría colaboró desde 1806 con los cuer- de la Patria”. Fue nombrada por el general Manuel pos locales empleando todo tipo de estrategias Belgrano, junto a Martina Silva de Gurruchaga, para derrotar al invasor. En Tucumán, Águe- con el título honorario de “capitanas del Ejército”. da Tejerina consiguió el apoyo económico de Juana Moro desplegó ingeniosas dotes de con- sus comprovincianas para enviar un escuadrón a quistadora de realistas, para cambiar a los oficia- Buenos Aires en 1807. les españoles de bando. Fue mensajera y a la vez La participación de las mujeres en el proceso espía para pasar datos al Ejército local, y después de la Revolución de Mayo de 1810 fue significa- de la batalla de Salta, la tomaron prisionera y la tiva, aunque la mayoría quedó en el anonimato; encerraron en su casa tapiándole todas las abertu- algunas entregaban a sus hijos, otras cosían in- ras. Por eso fue conocida como “la emparedada”. dumentarias, cocinaban, eran enfermeras para el Pero sus vecinos solidarios abrieron las paredes ejército y ayudaban en la preparación de reunio- para salvarla y continuó colaborando disfrazada nes, ofrecían sus casas, realizaban misiones se- para que no la descubrieran. cretas o hacían de espías. Las damas de la socie- Loreto Sánchez Peón, con apariencias de gau- dad porteña ofrecieron tertulias, como Mariquita cho, pasaba a caballo desde Salta a Orán o a Jujuy, Sánchez en cuyos salones se cantó el Himno Na- ciudad ocupada por los españoles, llevando par- cional completo. Guadalupe Cuenca escribió car- tes y trayendo noticias ocultadas entre sus faldas. tas políticas a Moreno, su esposo. Porteñas, cor- Fue llamada el correo de la guerra gaucha porque

122/ en el hueco de un algarrobo dejaba los datos re- habían levantado en el cerro San Sebastián. En cogidos cuando iba a lavar al río, datos que lue- homenaje a las “heroínas de la Coronilla” el 27 de go retiraban los soldados patriotas. Fue herida de mayo, día en el que murieron, fue declarado Día gravedad en la batalla de Tucumán. de la Madre Boliviana porque se piensa en la vida María Gertrudis Medeiros Martínez y María de la mujer sólo como madre, se resalta el espacio Loreto fueron apresadas porque también actua- privado para contraponerlo a la participación en ban como espías. Y Magdalena Güemes prestó el ámbito público. apoyo a su hermano -el caudillo Martín- cuan- Desde 1812, en Chuquisaca, Juana Azurduy do debió prepararse para defender toda la fron- fue la única mujer que condujo caballería y estuvo tera norte. Con una red de mujeres de la alta so- al frente de las tropas, junto a su esposo, Manuel ciedad, campesinas y pobres pasaba los informes Asencio Padilla. Formó un ejército de mujeres sobre los enemigos que actuaban en Salta, Jujuy y amazonas, participó en 16 batallas. Perdió a sus Tarija. Carmen Puch de Güemes, su cuñada, des- cuatro hijos escapando de las persecuciones ene- de el lugar de esposa del gran caudillo colaboró migas, y luego, embarazada de su otra hija, arre- siendo fiel a la causa de la revolución. bató una bandera al enemigo, por lo que el direc- Colaboraron con el ejército libertador de San tor supremo del Río de la Plata le otorgó el 26 de Martín negras, criollas e indígenas, entre ellas La julio de 1816, el título de teniente coronel de las Chingolito, Pancha Hernández, Mercedes Sán- Partidas de los Decididos del Perú. chez, Pascuala Meneses, y la esclava Josefa Teno- Actuó en el norte de nuestro territorio con el rio. Además de las conocidas damas que donaron caudillo Martín Güemes, después de la muerte alhajas y bordaron la bandera de los Andes. de su marido y la del propio líder de los gauchos en Salta. Por eso es reconocida como heroína de Aporte de las altoperuanas nuestra Independencia. Lleva el título de “heroí- También en el Alto Perú, perteneciente a las na de las Américas”, otorgado por Simón Bolívar, Provincias Unidas del Río de la Plata, se destaca- en 1825, al regresar a su tierra natal. Y también el ron numerosos grupos de mujeres ya que la gue- de generala de las Fuerzas Armadas, junto al de rra en ese lugar fue de carácter popular. Vicen- mariscala del Ejército de Bolivia y el de genera- ta Eguino lideró al grupo de mujeres de 1809 en la del Ejército Argentino, títulos todos otorgados La Paz, junto a Simona Manzaneda, Úrsula Goy- post mortem. zueta y otras más que formaron una comisaría de guerra, dirigieron una fábrica de cartuchos, hicie- A modo de conclusión ron uniformes para los soldados, arengaron a la A lo largo de estos 200 años seguimos visibili- tropa y actuaron siempre al lado de los hombres. zando la participación de las mujeres como parte En Cochabamba, el general español Goyene- hacedora de los procesos históricos, destacando che mandó a matar a las treinta mujeres que se su lucha por la emancipación de los pueblos, jun-

123/ to a otras que combatieron la dominación espa- Se ha ocultado la participación de las mujeres ñola, como miles de mujeres indígenas, mestizas en la historiografía de toda América Latina y en y negras que resistieron ante la imposición cultu- todo caso se las ha señalado en roles muy secun- ral de los colonizadores. darios, y sólo aparecen los hombres en los libros Vemos que en el norte de las Provincias Unidas y en las estatuas. Hemos tratado de recordar, sin del Río de la Plata y en el Alto Perú, las mujeres embargo, a las mujeres comunes del pueblo, las participaron masivamente porque era una gue- que ayudaron a generales como Belgrano, Güe- rra popular que impuso pasar por encima de las mes y San Martín, algunas criollas que junto a funciones asignadas a las mujeres en la sociedad mestizas, indígenas, y descendientes de africanos, de la época. En las acciones de San Martín, con han aportado al proceso independentista. Proce- un único combate en territorio argentino -el de so que aún queda por completar en nuestro país San Lorenzo- y la preparación de las tropas pa- ya que es necesario lograr la segunda independen- ra cruzar la cordillera de los Andes y liberar Chi- cia, para que seamos al fin una Nación libre e in- le y Perú, la participación femenina fue más bien dependiente del rey Fernando VII, sus sucesores de colaboración dado que la guerra fue de ejérci- y metrópoli y de toda otra dominación extranje- tos contra ejércitos. ra”, como lo expresa el Acta de 1816.

A lo largo de estos 200 años, seguimos visibilizando la participación de las mujeres como parte hacedora de los procesos históricos, y destacando su lucha por la emancipación de los pueblos.

124/ Juana Azurduy. Documento firmado por el supremo director de las Provincias Unidas del Río de la Plata en el que se le confiere a la heroína altoperuana el grado de teniente coronel, en reconocimiento de sus servicios patrióticos contra las tropas realistas.

Foto: A.G.N. Tomas de Razón de Despachos, empleos, etc. 1740-1821. Nombramiento de Asenso. Libro 78, Tomo 313, 13 de agosto, 1816

125/ 126/ La Independencia y Lola Mora

Por Raquel Garigliano

127/ Como todo importante hecho o proceso histó- país había una verdadera “estatuomanía... que co- rico, la Declaración de la Independencia, en 1816, noce un momento de clímax en torno a la cele- ha tenido sus representaciones iconográficas: des- bración del Centenario”1. Así fue como en tiem- de la repetida imagen de la Casa Histórica, has- pos en que las oligarquías liberales preparaban ta las escenas de los debates y la sesión de jura, con anticipación los festejos de los Centenarios ilustrados por los dibujantes Henri Stein (1903), Patrios, el gobierno de la Nación -por entonces Francisco Fortuny (1909) y el acuarelista Antonio bajo la segunda presidencia de Julio A. Roca- en- González Moreno (1942), tan utilizadas en ma- cargó en 1903 a la escultora tucumana tres obras nuales, libros, revistas escolares y periódicos. relacionadas con la afirmación de la identidad na- No obstante, los monumentos iconográficos cional, como parte de la remodelación que por más representativos de la Independencia estuvie- entonces se proyectaba en la Casa de la Indepen- ron a cargo de la famosa escultora Lola Mora, si- dencia. tuados en la misma ciudad de Tucumán como De este modo, Lola Mora emprendió la reali- expresión de las redes simbólicas existentes por zación de dos grandes relieves de bronce desti- entonces en nuestro país. nados a narrar y enaltecer los máximos aconte- Desde comienzos del siglo XX, respondiendo cimientos patrios: “25 de Mayo de 1810” y “9 de a una tradición anterior inaugurada por el proyec- Julio de 1816” -obras ubicadas actualmente en el to liberal-oligárquico, el discurso político puesto Patio de los Homenajes de la Casa de Tucumán- de manifiesto a través de las representaciones ar- y la erección de un monumento a la “Indepen- tísticas se enfocaba en la intención de construir dencia”, luego llamado “Libertad”, figura alegóri- la nacionalidad. Las pinturas, partituras musica- ca con la que se pretendía reafirmar el papel real les, obras de literatura y monumentos escultóri- y simbólico de la ciudad de Tucumán en la gesta- cos eran algunos de los tantos medios empleados ción del proceso revolucionario. para traducir ese discurso, que buscaba definir la Por entonces radicada en Europa, a través de identidad nacional, en momentos en que esa defi- una beca del gobierno argentino, y perfeccionán- nición era necesaria para afirmar el rol de una Ar- dose en Italia bajo la dirección del maestro-escul- gentina “moderna”, pujante y agroexportadora en tor Monteverde, Lola ejecutó los encargos con un el contexto mundial. riguroso tratamiento formal, devenido de su filia- ción a un academicismo neoclasicista, teñido de Exaltación patriótica visos románticos. Tanto el modelado de los gran- Esta problemática de consolidación de lo na- des relieves (12 x 4 m) y su fundición en bron- cional encontró una de sus máximas expresiones en la erección de monumentos conmemorativos referidos al proceso de formación del Estado Na- cional. Al decir de Laura Malosetti Costa, en el 1 (Malosetti Costa, 1999: 203).

128/ ce, como el monumento de mármol, fueron rea- sus ayudantes italianos, lograron el emplazamien- lizados íntegramente en Italia. Elena Correa dice to de las tres obras. Éstas, fragmentadas y desar- al respecto: “La escultora trabaja sin pausa. En ticuladas, habían arribado en barco a Buenos Ai- su taller, se suceden los bocetos y los estudios res y luego enviadas a Tucumán, donde fueron de los personajes históricos que habrán de ani- armadas como un rompecabezas bajo la dirección mar los momentos que quieren recrearse... Para de la artista. los que había realizado un profundo trabajo de documentación”1, seguramente considerando los Gestualidad revolucionaria testimonios que anteriormente había relevado Si bien tanto los relieves como el monumen- Henri Stein, entre algunos tucumanos. to alegórico pueden inscribirse dentro de una co- rriente neoclasicista con dejos románticos fre- De vuelta al país cuentes en los monumentos de entonces, ciertas En 1904, Lola regresaba al país y se instalaba diferencias pueden percibirse entre los relieves y en Tucumán para el montaje de los relieves en el la Libertad. En los primeros, Lola Mora muestra jardín de entrada al pabellón-templete que con- una intención de narrativa histórica, referida a los servaba el Salón de la Jura, mientras que gran momentos culminantes de 1810 y 1816: la aclama- parte de la Casa Histórica había sido demolida ción del pueblo frente al Cabildo de Buenos Aires por su estado ruinoso. En ese mismo espacio, cu- por la constitución del primer gobierno patrio, y yo jardín había sido diseñado por Carlos Thays, la proclamación de la Independencia en el amplio debía ser colocada la estatua de mármol de Carra- salón de la Casa. ra que representaba a la Independencia. No obs- El extenso desarrollo horizontal del relieve está tante, y tal como lo cuentan Terán y Páez de la presidido, en uno de los extremos, por una mesa Torre, por voluntad de la propia escultora y la in- cubierta con un amplio mantel, detrás de la cual tercesión de Roca, se logró que la alegoría de la se ubican las autoridades que presidían la sesión. Independencia-Libertad se instalara en el centro A lo largo del relieve, se ubican las figuras de los de la Plaza Independencia de la ciudad, despla- distintos congresales, quienes a través de la ges- zando del lugar a la efigie en bronce de Manuel tualidad de sus brazos levantados dan conformi- Belgrano, obra que el escultor argentino Francis- dad al acto de liberación. Se trata de una especie co Caferatta había erigido en 1883. de instantánea fotográfica que pretende eternizar En unos pocos meses, el empuje de Lola Mora, el momento culminante de la Independencia. Las su gran capacidad de trabajo, y la colaboración de figuras son naturalistas, vestidas acorde a la mo- da de la época. Ocupan un espacio real, ambien- tado con muebles, pisos, aberturas y cortinados. Salvo el escudo con banderas, no hay en la esce- 1 (Correa, 1981:3) na elementos alegóricos, sino pura acción revolu-

129/ cionaria, visibilizada a través de los gestos encen- co de paños mojados otorga sensualidad al cuer- didos y las posturas reverentes de los congresales. po femenino. Su postura sólida y decidida en el Diríase que hasta sus voces pueden escucharse... acto de caminar hacia adelante se identifica con Sólo un “anacronismo”, como lo entienden Te- la férrea voluntad de conquistar la libertad. Por rán y Páez de la Torre, altera la realidad del con- otro lado, la amplificación simbólica de este valor junto: la escultora se tomó una licencia extempo- se aborda a través del uso de “atributos” alegóri- ránea. Como muchas veces hicieron los artistas cos también relacionados con el cuerpo: cadenas del Renacimiento con sus comitentes, incluyó en rotas en las manos y un gorro frigio en la cabeza. una ubicación central, preferencial dentro del re- Como lo expresa Eco, “la belleza de sus miem- lieve, a la inconfundible figura del presidente Ju- bros es el vehículo para reafirmar la fe en los va- lio Argentino Roca con atuendo militar. lores de la Revolución”1. En cambio, la estatua de la Libertad-Indepen- Ser mujer, nativa del interior y, más aún, escul- dencia responde a la intención de identificar las tora, fueron para comienzos del siglo XX con- virtudes con los cuerpos apolíneos y los idea- diciones que discriminaron y excluyeron a Lola les derivados de la mitología griega y la heren- Mora y a su quehacer del campo artístico, y más cia clásica. La exaltación de la belleza y armonía aun del social. Estas obras son algunas de las po- del cuerpo se corresponde con la apoteosis de la cas que se conservan en el sitio para el que fueron virtud de la libertad. Es decir, el valor abstracto, proyectadas. Mimada, criticada, discriminada y irrepresentable, se hace corpóreo, se “personifi- olvidada, Lola Mora hoy se erige como figura re- ca” a través de las formas mórbidas y la armonía presentativa de la escultura en la Argentina, con de las proporciones, mientras el tratamiento clási- un legado que ya nadie puede ignorar.

En unos pocos meses, el empuje de Lola Mora, su gran capacidad de trabajo, y la colaboración de sus ayudantes italianos, lograron el emplazamiento de las tres obras. 1 (Eco, 2005:250).

130/ Bajorrelieve de Lola Mora sobre la Declaración de la Independencia en el patio posterior de la casa histórica. Estatua "De la Libertad", Plaza Independencia, San Miguel de Tucumán Dolores Candelaria Mora Vega de Hernández o Dolores Mora Vega, más conocida como Lola Mora.

Fotos: Archivo El Litoral y www.tucumanturismo.gob.ar

131/ 132/ Celebración de los centenarios en Santa Fe

Por María Gabriela Pauli de García

133/ Las fechas patrias constituyen siempre mo- que conviven formas viejas y nuevas, nos propo- mentos apropiados para evocar y resignificar nemos analizar cuál era la idea de patria que sos- aquellos rasgos de los acontecimientos pasados tenían a través de su discurso los medios gráficos que la sociedad considera valiosos y rescatables. capitalinos. En esta ocasión, nos proponemos revisar las con- memoraciones de dos centenarios estrechamen- Los festejos de 1910 y 1916 te vinculados entre sí, como fueron el de la Re- Nueva Época nos proporciona extensas y deta- volución de Mayo en 1910 y el de la Declaración lladas descripciones sobre los festejos que se pre- de la Independencia en 1916. El escenario elegido paraban, tanto para conmemorar el Centenario de es la ciudad de Santa Fe y los instrumentos que Mayo de 1810 como el de Julio de 1816, y abunda nos posibilitan la indagación son algunos de los en expresiones que se proponían despertar el sen- ejemplares del diario Nueva Época, que se publi- timiento patriótico de la población. Así, por ejem- có desde 1886, y surgió ligado a la figura de José plo, leemos en el número del 20 de mayo de 1910: Gálvez, quien manejó la política provincial a tra- “Las palpitaciones del alma argentina se vienen ex- vés de sus páginas hasta entrada la primera déca- teriorizando en forma hermosa en todos los ámbi- da del siglo XX. La élite santafesina conformaba tos de la república, ante la proximidad del primer el público lector por excelencia y a la vez proveía Centenario de nuestra emancipación”. los artículos que se publicaban en sus páginas. En la edición del 2 de junio de 1916, comen- taba “En presencia de las proximidades del Cen- Santa Fe a principios de siglo XX tenario de la Independencia, un grupo de gente Una característica de la ciudad de Santa Fe fue joven y nerviosa se ha puesto en la tarea de orga- la confluencia de elementos modernizadores pro- nizar un movimiento que dé a los festejos de tan pios de las ciudades-puerto de fines del siglo XIX importante efeméride un carácter excepcional, con otras características de la tradición hispano- que no se confunda con los actos que en todos católica que se amalgamaban sin esfuerzo y le los aniversarios se verifican. Existe el propósito dieron una fisonomía propia y muy particular con de darle al programa que se confeccionará, un ca- relación a otras ciudades argentinas. Por otra par- rácter esencialmente popular, de manera que to- te, el período 1900-1916 fue un momento de tran- das las clases sociales tengan ese día un motivo sición entre las formas de hacer política propias de patrióticas expansiones”. de la república oligárquica y que, a nivel provin- Es interesante apreciar de qué manera los cam- cial, se cristalizó en la política de círculos y los bios en la política provincial se reflejaron en el nuevos modos de hacer política que inauguraron discurso periodístico. La llegada del radicalismo los partidos políticos modernos: la Unión Cívica al gobierno provincial democratizó un poco más Radical y en menor medida el Partido Demócra- los festejos en 1916, aun cuando se mantuvieron ta Progresista. En este marco de transición, en el prácticas de las que participaba exclusivamente la

134/ élite santafesina como eran los bailes en el Club alegórico, representando un monumento. Fue- del Orden, o las veladas de gala en las vísperas de gos de los más modernos, colores, lluvias, efec- las fiestas patrias. tos. Globos”, anticipaba Nueva Época el 5 de ju- Los festejos, tanto en un caso como en el otro, lio de 1916. Y menciona otra práctica frecuente y comenzaban bien temprano por la mañana. Los que agradaba a la población: los días 8 y 9, a las 7 actos correspondientes al 25 de Mayo de 1910 se de la mañana, estaban previstas “salva de bombas llevaron a cabo en la plaza 25 de Mayo y los del 9 en las plazas”. de Julio de 1916 en la plaza San Martín. En ellos, El municipio se había ocupado de engalanar participaban las escuelas primarias y secundarias la ciudad y de iluminar especialmente las calles de la ciudad. Estos actos incluían la entonación principales y los comercios ya desde algunos días del Himno Nacional, discursos y oraciones por previos a la fiesta patria. Para los festejos de Ma- la Patria. Le seguía el solemne Tedeum que enca- yo de 1810, relataba el periódico del 25 haciendo bezaba el obispo y al que asistía lo más caracteri- referencia a la velada anterior: “La iluminación de zado de la sociedad santafesina. Continuaban du- la calle San Martín, toda engalanada con trofeos, rante todo el día con desfiles cívicos y militares, banderas y arcos de triunfo, resultó magnífica”. actos formales en las plazas de los que participa- Las fiestas patrias eran ocasiones apropiadas ba el gobernador, el intendente y los funcionarios para atender a los más pobres, así entonces el go- provinciales y municipales. En estas ocasiones, se bierno distribuía raciones de alimentos, los fun- sucedían discursos y se coronaba el evento con cionarios visitaban las cárceles y hasta en ocasión la actuación de la Banda de Música de la Policía. del Centenario de la Declaración de la Indepen- Además, la Dirección de Escuelas organizaba jue- dencia, el gobernador condonó algunas penas. El gos y actividades deportivas para alumnos de los 8 de julio comentaba Nueva Época que “uno de establecimientos educativos en “el Campito”. los números que mayor simpatía ha despertado es sin duda el que se realizó ayer en la Cárcel Peni- Celebraciones compartidas tenciaria, llevándole un rayo de felicidad a los po- En 1916, se sumó a los festejos por la Decla- bres recluidos. Varias personas de esta ciudad dis- ración de la Independencia, un programa de vue- tribuyeron ropas y otros objetos entre los presos, los a cargo del aviador Larguía, en el Hipódromo a quienes se les leyó el decreto de conmutaciones santafesino. Incluía, sueltas de globos y finalizaba de pena, dictado anteayer por el Ejecutivo”. con fuegos artificiales por la noche. Estas prácti- cas eran muy apreciadas por los sectores popula- La idea de Patria de la élite santafesina res de acuerdo con las expresiones de los redac- Los festejos de la Revolución de Mayo, como tores de Nueva Época. “A las 8.30 p.m. - En los también los de la Declaración de la Independen- terrenos ganados al río. Fuegos de artificio. Se cia, reproducían una matriz que se actualizaba quemarán los siguientes fuegos: un gran castillo año a año, pero como en estas ocasiones corres-

135/ pondían a la celebración de un Centenario, fue- de la sociedad local. Esto se visualiza en el interés ron rodeados de más pompa de lo que habitual- por la organización de los festejos que manifesta- mente se estilaba. En ellos, la escuela tuvo un rol ban los periódicos de la época, y en el rol que los importante: era el espacio privilegiado para in- notables asumieron respecto de las actividades y culcar y sostener los valores ligados al sentimien- conmemoraciones patrias. to patriótico y a la construcción de una identidad Nueva Época hacía un balance de los festejos nacional asociada con la república liberal. del 9 de Julio de 1916 en estos términos: “Con Observamos una continuidad entre las repre- entusiasmo inusitado continuaron el domingo sentaciones sociales en relación con la idea de y días subsiguientes, en esta capital y en toda la Patria, consolidadas en el último tercio del siglo provincia, las fiestas organizadas en ocasión del XIX y las primeras décadas del siglo XX, proceso Centenario de la declaración de la Independen- que no se interrumpió cuando en 1912 se inició el cia argentina. Todos los actos verificados en es- período de los gobiernos radicales. La élite santa- ta ciudad alcanzaron una lucidez extraordinaria, fesina asumía como propia la tarea de inculcar los evidenciando el acierto de la comisión de festejos valores cívicos y el sentimiento patriótico al resto en la preparación del programa”.

La élite santafesina asumía como propia la tarea de inculcar los valores cívicos y el sentimiento patriótico al resto de la sociedad local.

136/ Casa donde se juró la Independencia. República Argentina.

Centenario de la Independencia Argentina. 1816-1916. Buenos Aires.

Aniversario de la Proclamación de nuestra independencia en la ínclita ciudad de Tucumán.

AGPSF. Medallas Conmemorativas del Centenario de la Independencia.

Fotos: Pablo Aguirre. El Litoral

137/ 138/ El arte en el tiempo de los congresales

Por Nanzi Sobrero de Vallejo

139/ El investigador Héctor Schenone manifiesta nedas, estampas, medallas, además de las que se que “el proceso de formación de la sociedad que adquirían en centros importantes como Perú, habitó el vastísimo territorio que incluía la re- Bolivia, Ecuador”, continúa la autora. gión de Tucumán, Paraguay y el Río de la Pla- ta, no ayudó al desarrollo de un arte con carac- El norte miraba al norte terísticas propias”. Sin olvidar que la lucha por En el norte de nuestro país, precisamente en la supervivencia y la independencia de la Coro- Tucumán, sede de la Declaración de la Indepen- na española sólo permitió desarrollarse en algu- dencia hace 200 años, la mirada estaba dirigida al nos centros urbanos. Dejando de lado lo produ- Alto Perú, Bolivia, a las zonas de Chuquisaca y cido en las Misiones Jesuíticas que fue exclusivo Potosí; y más allá, al Cuzco peruano. y original, Córdoba aparece como una recep- “Por lo pronto, la creación del Virreinato del tora más culta e interesada en buenos produc- Río de la Plata en 1776, como su subdivisión en tos artísticos. “La antigua corriente que bajó del 1782 de la intendencia de Salta en subdelegacio- Perú introdujo lo hispano-peruano. La que pe- nes, importa para Tucumán un decisivo adelan- netró por Buenos Aires fue absolutamente eu- to, desarrollando sus riquezas agrícolas y liber- ropeizante”. tad de comercio [...]. Estos cambios y el nuevo Laura Malosetti Costa coincide manifestando ordenamiento territorial vincularon a la región que “el siglo que va de 1810 a 1910 se recorta de Tucumán con el Litoral argentino y con el con nitidez en la historia de la pintura (y de las Río de la Plata [...] y se estrecharon vínculos con Artes Visuales, en general) en el territorio que la ciudad-puerto de Buenos Aires que reempla- hoy identificamos como Argentina [...]. Todo es- zará a Potosí como centro de atracción de la re- te proceso tuvo como centro principal a Buenos gión, convirtiéndose en una zona intermedia Aires, un punto lejano y de escasa significación entre el Alto Perú y la ganadería del Litoral”. entre las posesiones españolas, prácticamente Como consecuencia de ello “su principal activi- hasta las Invasiones Inglesas de 1806-1807”. Allí dad comercial estuvo relacionada con el tránsito se produjo el pronunciamiento de mayo de 1810 y comercio de mulas, lo que motivó desarrollar y “fue referencia ineludible en la gestación de la construcción de carretas. No se destacaron en sus propios impulsos en materia de Artes Plás- los oficios artesanales, ni había actividad artísti- ticas: Santa Fe, Entre Ríos, Córdoba, San Juan, ca, salvo la reparación de algún altar o imagen Mendoza. El puerto fue adquiriendo importan- religiosa [...], y es dable señalar cierta medianía cia comercial y también curiosidad por la Gran en el gusto de la sociedad”. Aldea de América. Ésta atrajo a escultores, ta- Pero debemos recordar que en Tucumán hu- llistas, grabadores que trabajaron en la construc- bo manifestaciones artísticas pertenecientes a las ción y decoración de retablos e iglesias. También culturas arqueológicas. “El valle del Tafí fue cu- erigieron monumentos, nuevos símbolos, mo- na de esas culturas cuyos testimonios se valoran y

140/ permanecen como testigos de un ambiente míti- orillas del Lago Titicaca. Un sinnúmero de repro- co religioso que prosperó en estas tierras [...]. Es- ducciones pintadas por maestros anónimos viajó taban representadas especialmente por menhires por el territorio hasta aparecer en Tucumán; dos y culturas como las de la ‘Candelaria’ y ‘Santama- de ellas se exhiben en el Museo de Arte Sacro de rina’. En la historia del Arte Colonial en América, la capital tucumana. se destaca la preponderancia por el barroco, que En tanto que el tercero es una litografía que re- con el arte mestizo se llega a renovadoras pro- presenta el rostro de la Virgen María, atribuida a puestas en el llamado ‘barroco andino’ en la ar- San Lucas, evangelista y pintor. El paisaje de fon- quitectura del Alto Perú, hecho que se verá refle- do, constituido por un obelisco y palmeras, re- jado en toda la zona”. fuerza la creencia de la autoría de San Lucas, que No se puede confirmar la existencia de artistas había predicado en Egipto. en aquella época. Las únicas referencias están re- lacionadas con la Compañía de Jesús, que se ins- El retrato y su aparición en Tucumán taló en Tucumán en 1585, abarcando provincias Recordemos que la sociedad tucumana de la vecinas con dependencia de la provincia jesuítica época -compuesta por criollos, mestizos, indíge- del Paraguay. nas y unos pocos españoles- estaba preocupada Sacerdotes de la orden, como Luis Florentin por la solución de problemas concretos referidos a (pintor, escultor, arquitecto y orfebre), dejaron su propia subsistencia. No manifestaba interés por su impronta y enseñanza. Se recuerda al español la reproducción de su propia figura. Algunos po- Francisco Lardin, sucesor del anterior. El arte era cos -con capacidad económica- acudían al merca- un medio de propaganda y difusión de la fe ca- do Altoperuano y los más acaudalados, a Roma. tólica. Por medio del retrato, en la pintura, y de Era costumbre de los súbditos americanos ju- la imaginería, en la escultura -donde imperaba el rar fidelidad a los reyes de España frente a sus re- estilo barroco-, se llegaba a la población, mayor- tratos. Para ello, debían acudir al extranjero, don- mente analfabeta. de los adquirían. Para contenerlos, en el lugar se Se recuerda la existencia de tres retratos, rela- confeccionaban doseles profusamente adornados. cionados con la fe católica. El primero, dedicado También debían acudir a otros sitios en busca de a San Ignacio de Loyola, patriarca venerado en “doradores”, de los que carecían. las iglesias antes de su canonización en 1622. Se Los primeros que aparecen son los llama- apelaba para ello a mascarillas funerarias. dos retratos votivos. El retratado (personaje re- El segundo, dentro del género, es el que repre- ligioso, militar, soberano, donante) que oficia de senta a la Virgen del Rosario de Pomata. Se tra- “orante”, aparecía en segundo plano, casi subrep- ta de una de las vírgenes más veneradas y repro- ticiamente, en dimensiones más pequeñas que la ducidas de la iconografía andina, y su original se figura religiosa que dominaba la escena, general- encuentra en la iglesia de Santiago de Pomata, a mente el venerado arcángel San Gabriel. El ejem-

141/ plo más importante es el retrato del “Alférez Real mer artista a José Gabino Castro, considerado el don Felipe García Valdez”, personaje destacado primer artista argentino documentado. Pintó su en la historia de Tucumán, por el protagonismo primer retrato en 1817, y la imposibilidad de capa- que tuvo en el traslado de la ciudad a su actual citarse en el medio lo llevó a Buenos Aires al ta- emplazamiento, desde 1685. ller de José Salas, donde regresa en 1840. Paulatinamente, comienzan a aparecer perso- Mientras tanto, a muchos kilómetros de Tucu- najes acompañados e integrados a conjuntos ma- mán, sucedían otros acontecimientos del mismo yores, hasta la aparición del retrato individual. orden: el inicio de la primera Escuela de Dibujo Si bien fue escasa la producción pictórica de la del Virreinato, creada por Belgrano en 1799; los época, una excepción notable la constituye la ac- cursos de Dibujo del padre Castañeda, en Reco- tividad del taller de Mateo Pizarro en el marque- leta, en 1815; el aula de dibujo creada en 1818 por sado de Toxo, en la Puna, y la del tallista y pintor San Martín en Mendoza, y la escuela creada en Tomás Cabrera (1721-1810) considerado el primer San José del Rincón (Santa Fe) en 1824, por el pa- artista argentino no anónimo. Su obra “Entre- dre Castañeda. Todas esas iniciativas se comple- vista del gobernador Matorras con el cacique Pa- tan con la llegada, a partir de 1816, de numerosos yquin” (1774) es considerada la primera de carác- artistas extranjeros que hicieron conocer en Eu- ter histórico. ropa la Gran Aldea y otros lugares de la patria, Recién a finales del período colonial y comien- además de los hombres, las costumbres y la geo- zos del independiente se puede señalar como pri- grafía de la naciente nación americana.

El arte era un medio de propaganda y difusión de la fe católica. Por medio del retrato, en pintura, y de la imaginería, en escultura -donde imperaba el estilo barroco-, se llegaba a la población, mayormente analfabeta.

142/ Imagen de Nuestra Señora del Rosario de Pomata, óleo sobre arpillera de autor anónimo, 1669.

Museo Arquidiocesano de Arte Sacro de Tucumán

143/ 144/ Vestirse de Independencia

Por Patricia Alejandra Vasconi

145/ El arribo de las muselinas, la persistencia de za suelta, / una que otra niña rebozada que, / se la mantilla, la presencia de tintes naturales en las apuraba hacia el convento, enseñando sin querer - tramas de los ponchos son, entre otros, algunos o queriendo- bajo la breve falda de seda, la cintas de los signos que nos permiten otro abordaje de del zapatito cruzadas sobre el tobillo. lo social en los tiempos de la Declaración de la A los artesanos, Groussac los describe llevan- Independencia. do “chambergo y chaqueta”. La chaqueta, heren- Desde fines del siglo XVIII, y primeras déca- cia de la cultura del “majismo” español- expresa- das del XIX, llegaron al Río de la Plata nuevos da magistralmente en las pinturas de Goya- está valores y nuevas pautas culturales, propias de la representada, en la acuarela de Emeric Essex Vi- economía capitalista en expansión y del espíritu dal, por el personaje de espaldas, integrante del ilustrado europeo, que provocaron un profundo trío de la izquierda. Era de corte recto, sin enta- cambio en la sociedad hispano colonial. La idea llar y corta, apenas llegaba a la cintura. El cham- de progreso y el deseo de consumo se incorpora- bergo consistía en un sombrero blando, de copa rán gradualmente a las costumbres rioplatenses e baja, con alas que podían ir dobladas y sujetas a irán abriendo camino a la consolidación de la mo- la base. Los artesanos, vinculados a distintas pro- da, entendida como renovación permanente. ducciones regionales, irán perdiendo terreno con La ciudad de Buenos Aires, por su intensa ac- la apertura del comercio rioplatense y la importa- tividad portuaria de intercambio, se transformó ción de productos de la industria europea, espe- rápidamente en centro de proyección de las nue- cialmente vinos y textiles. vas tendencias urbanas. Para la época considerada, En cuanto a los paisanos -o gauchos- que pueden apreciarse diversas tipologías del vestir, co- Groussac presenta “de botas y poncho al hombro” mo las vigentes en Europa -sujetas a los ciclos de la podemos decir que aquellas eran, seguramente, las moda- y trasplantadas aquí, sin perjuicio de otras, llamadas “de potro”, realizadas con el cuero de la provenientes de la hibridación hispanoamericana, pata posterior de caballos y, a veces, de vacunos. como por ejemplo las propias del gaucho, quien en El poncho -prenda híbrida derivada del unku in- su gran mayoría se había transformado en soldado caico y de mantas españolas-, tenía rasgos regiona- de las luchas de la Independencia y alcanzado con les, siendo de color marrón claro -propio de la lana Güemes insoslayable protagonismo. de vicuña- con listones rojo oscuro, uno de los co- Recurrimos a una descripción de Paul Groussac lores más destacados en la cerámica precolombina para introducirnos en el análisis de algunas formas de los indios Quilmes. Aunque el texto no lo men- del vestir que caracterizaban a la sociedad tucuma- ciona, podemos completar su vestimenta diciendo na de la época: En la plaza mayor / hormigueaba que, para 1816, aún se usaba el calzón español co- el pueblo endomingado: artesanos con chambergo mo prenda inferior. Observando, en la obra de Vi- y chaqueta; paisanos de botas y poncho al hombro, dal, al personaje mencionado más arriba, y al hom- cholas emperifolladas de vincha encarnada y tren- bre de la otra imagen, se trataba de un pantalón

146/ algo ajustado que llegaba hasta cubrir la rodilla. Al La finura de estos tejidos determinó el uso co- final asomaba el calzoncillo cribado, es decir, con mo prenda de abrigo de chaquetas cortas o “spen- bordados calados y flecos. Este tipo de pantalón va cer”, chales y sobretodos largos. Los zapatos eran a ir siendo -desde 1820- sustituido progresivamen- planos, y el pelo recogido imitaba a las mujeres te por el chiripá. romanas. En el Río de la Plata, esta moda tuvo La referencia a las “cholas emperifolladas” nos su particularidad en el uso de una peineta -para está indicando el carácter popular de la guerra de 1816, aún pequeña- desde la que colgaba la tradi- la Independencia y la vestimenta típica de la mu- cional mantilla española, como aparece en las fi- jer del noroeste y el altiplano. Recordemos que guras femeninas de la obra de Vidal. participaron del Congreso de Tucumán represen- Por su parte, la vestimenta masculina urbana, tantes de las provincias de Charcas, Mizque, Chi- que llevaban los congresales, como puede obser- chas y Tarija, que hoy pertenecen a Bolivia. Por varse en las numerosas representaciones de la jor- otra parte, la Declaración de la Independencia se nada histórica, consistía en una levita, casaca estre- difundió también en los idiomas quechua y aima- cha en cuerpo y mangas, que por delante llegaba ra por la importancia que tenían estos pueblos en hasta el pantalón y por detrás se extendía hasta la la guerra de emancipación. La adjetivación “em- parte posterior de la rodilla. Una raja al medio di- perifolladas” nos sitúa en una ocasión de festejo vidía la espalda, a partir de la cintura, en dos fal- público para la cual se lucía lo mejor que se tenía dones. Monocromía y tonalidades oscuras definían y se agregaban joyas de plata, como los “tupus” la masculinidad por entonces. Completaban la ves- que prendían el manto. La vestimenta- tal como timenta superior una camisa, un chaleco y un pa- se visualiza en la mujer de la imagen de la pareja ñuelo de muselina enroscado en el cuello y atado -lleva polleras anchas- con varias enaguas por de- en moño delantero. En las prendas inferiores, el bajo, hasta los tobillos, una chaquetilla ceñida y calzón español había sido sustituido por un panta- adornada con volados y/o encajes, y mantas teji- lón ceñido que se introducía en botas de caña alta. das en lana. Iban descalzas o calzadas con las ojo- En general, se prefirió cada vez más la sencillez, si- tas aborígenes -“ushutas”. El sombrero era de co- guiendo la funcionalidad de estilo inglés. pa media con alas, hecho en lana de oveja. En virtud de este rápido recorrido vemos có- Para finalizar nos referimos brevemente a la mo la vestimenta dibuja su tiempo y, en este ca- vestimenta urbana de raíz europea, difundida so, a partir de ella, podemos visibilizar los trazos desde Buenos Aires. Para la moda femenina, su- inequívocos de procesos socioculturales y econó- gerida someramente en el texto por la “seda” y micos como la colonización española, la hibrida- los “zapatitos”, se adoptó el estilo neoclásico na- ción con lo originario americano y el arribo del poleónico, representado por vestidos de silueta neocolonialismo inglés, que nos inserta en la divi- tubular, talles altos y confeccionados con delica- sión internacional del trabajo básicamente como das muselinas, linón y sedas en tonos claros. productores de materias primas.

147/ Desde la plaza. Vista general de Buenos Aires en una acuarela de Emery Essex Vidal, circa 1817.

Foto: Archivo El Litoral

Paisanos. Imagen anónima que los muestra en la región del Tucumán, alrededor de 1770.

Foto: Archivo El Litoral

Desde fines del siglo XVIII, y primeras décadas del XIX, llegaron al Río de la Plata nuevos valores y nuevas pautas culturales, propias de la economía capitalista en expansión y del espíritu ilustrado europeo.

148/ La Casa Histórica de Tucumán: de arquitectura doméstica a símbolo de la Independencia

Por Rubén Chiappero

149/ La arquitectura, como contenedor de las ac- ciones fueron unificadas al cederse la vivienda ciones de los seres humanos, se presenta en ar- para sede del Congreso con el derribo del muro ticulación de voluntades y materia donde los divisor, lo que permitió contar con un vasto lu- acontecimientos cargan de significación tras- gar para las reuniones, como también otras mí- cendente a los edificios. Desde una construc- nimas refacciones para adecuar la vivienda a se- ción doméstica a una monumental, el valor de de del Congreso que declaró la Independencia. su lectura radica en la posibilidad de interpretar Luego de finalizar las actuaciones del Congre- la realidad histórica a través de sus muros y me- so en Tucumán y con el traslado de sus funcio- diante sus espacios explicar la historia en clave nes a Buenos Aires, la vivienda continuó habita- presente. da por los descendientes de Francisca Bazán de La Casa Histórica de Tucumán, en donde se Laguna -quien la había cedido para la ocasión- dio el acto de apertura a la libertad institucional hasta que, en 1874, el gobierno nacional adqui- del territorio del Plata, recrea en su materialidad rió la propiedad. la vida del período hispano y la decisión de ofre- cerla en generosidad patriótica para sesionar en Por una fotografía un ambiente distinto al de las tensiones guber- La fotografía de la fachada en su sector prin- nativas. Las sucesivas modificaciones que sufrió cipal del ingreso, tomada por Ángel Paganelli luego de 1816, sitúan las variaciones interpretati- en 1868, devino imagen simbólica de libertad e vas que al objeto en sí fueron dándole las distin- independencia de la Nación Argentina, aunque tas propuestas para elevar su casera obra a mo- con su paso a propiedad nacional comenzó un numento patrio. tiempo de transformaciones que desdibujaron la Desarrollada en planta baja, con generosidad antigua casona patriarcal tucumana. Si bien se en sus dimensiones, la fachada simple de pocas ocupó el edificio para las oficinas del Juzgado aberturas y sin más adorno que su imponente Nacional y de Correos y Telégrafos, con las in- portal de ingreso -lejano recuerdo de la heren- tervenciones de 1870 -según planos del ingenie- cia hispanoárabe de destacar los accesos prin- ro Federico Stavelius y obras en 1880 de la em- cipales- embellecido por columnas helicoidales presa Berrea y Caminal-, el lenguaje hispánico o salomónicas y sucesión de molduras, cornisas de la fachada quedó desvirtuado, adoptándose y pedestales de ladrillo, daba paso a un zaguán una línea italianizante que reformuló un fron- con amplios locales a sus lados destinados, por tis clásico coronado por dos leones, además de lo general, a las actividades comerciales. la demolición del ala derecha del primer patio. El primer patio, rodeado de habitaciones sin Por su parte, el Salón Histórico permane- galerías en sus lados perpendiculares a las estan- ció cerrado, sin uso ni modificaciones y en le- cias del frente, se cerraba con un cuerpo donde targo hasta que, en 1891, y gracias a la nota en- se encontraba la sala y el comedor. Estas habita- viada por Estanislao Zeballos, director General

150/ de Correos y Telégrafos, se tomó data cierta del Guido lo recreó en la casa diseñada para Ricar- estado en que se encontraba el edificio, que era do Rojas, clara propuesta de una nueva exége- abierto a los visitantes por el guardián Borja Es- sis de la historia americana, ahora bajo una vi- pejo, cubierto de polvo y con humedad, aunque sión nacionalista, hispana y católica. Con estos blanqueado. Si bien en 1896 se logró retirar de la postulados, en 1936 Guido proyectó la recons- Casa Histórica la oficina de Correo y Telégrafos, trucción de los dos patios de la antigua casa “el edificio quedó abandonado a la buena volun- en el marco de su Plan de Regulador de Tucu- tad de los cuidadores, quienes eran los que (sic) mán. Poco después, en 1940, el arquitecto Ma- mostraban a los interesados cuál era la Sala de la rio Buschiazzo recibió de la Comisión Nacional Jura, entonces en estado lamentable”. de Monumentos y Lugares Históricos el encargo El edificio fue nuevamente intervenido en el de proyectar la reconstrucción de la casa, tarea inicio del siglo XX, durante la segunda presi- que realizó siguiendo la fotografía de Paganelli, dencia de Roca, momento en que se realizó una planos de 1874 obrantes en la Dirección Nacio- insólita obra de homenaje a los congresistas de- nal de Arquitectura, testimonios de la tradición moliendo toda la casa y salvaguardando sólo la histórica y algunos materiales de demoliciones. Sala de la Jura dentro de un pabellón con cubier- Buschiazzo realizó una nueva fachada -similar ta vidriada precedido por un atrio embellecido a la original- con material confeccionado de ma- por los dos altorrelieves de la escultora tucuma- nera artesanal, obra que se inauguró en 1943, y na Lola Mora con los que tributaba honor a Ma- respecto de la cual cabe merituar la decisión de yo de 1810 y a Julio de 1816. evitar la ejecución de detalles imposibles de ve- Por entonces, estaban en auge el pensamiento rificar, aunque ello significara una merma de la positivista y el ideario liberal que, en este caso, belleza del portal. dieron como resultado un artefacto arquitectó- La Casa reconstruida, con sus habitaciones, nico afrancesado y de dudoso gusto que popu- patios y fachada, intenta reflejar la galanura de larmente sería llamado “quesera”, dado que sus la arquitectura hispanoamericana en Tucumán y formas recordaban a la vasija de cristal que res- la validez de su permanencia en el imaginario guardaba a este derivado lácteo. Tal era la des- colectivo, que se acrecentó con las últimas res- figuración de la importancia emblemática de la tauraciones de la década del 90 del siglo pasado, habitación, aislada como un objeto anecdótico. momento en el que la documentación histórica y los estudios de campo permitieron determinar La reconstrucción con mayor justeza las características de la anti- La reinterpretación del portal perdido me- gua vivienda, y recuperar, por ejemplo, el azul diante los estudios del arquitecto Juan Kron- Prusia de las aberturas, que así lucían en el tiem- fuss en 1916, le sumó potencia al debate teórico po de la Independencia para alegorizar el color sobre la arquitectura nacional; y en 1927, Ángel de la Patria.

151/ La Casa Histórica de Tucumán, a la par del Ca- edificio; y la calle peatonal, en su frente, acentúa bildo de Buenos Aires, sufrió en su arquitectura la lectura de un objeto aislado, dificultando que los cambios de idearios que se fueron solapando se lo perciba como resto de una continuidad de década tras década. En la actualidad, las demoli- fachadas de viviendas que se consolidaban sobre ciones en predios laterales han desnaturalizado el el límite exterior de la manzana.

La Casa reconstruida, con sus habitaciones, patios y fachada, intenta reflejar la galanura de la arquitectura hispanoamericana en Tucumán y la validez de su permanencia en el imaginario colectivo.

152/ Fotografía de 1880 (circa) de la casa modificada según proyecto de Pompeyo Moneta y Federico Stavelius.

Foto: Gaceta/Archivo

Fotografía de Ángel Paganelli, tomada en 1868, poco tiempo antes de su total demolición.

Foto: Diario Gaceta de Tucumán

153/ 154/ Los autores

• CECCHINI de DALLO, Ana María • GARIGLIANO, Raquel Profesora y Licenciada en Historia. Magíster en Adminis- Profesora de Historia, especializada en Teoría del Arte. tración Pública. Fue Directora General del Archivo Gene- Maestranda de la UBA en la carrera de Patrimonio artísti- ral de la Provincia y Subsecretaria de Cultura de la Provin- co y cultura de Sudamérica Colonial. Profesora de Histo- cia. Tiene numerosos trabajos publicados. Es Miembro de ria del Arte, Directora y docente de postítulos en la Escuela Número de la Junta Provincial de Estudios Históricos de Prov. de Artes Visuales "Juan Mantovani" y otros estableci- la Provincia de Santa Fe y del Centro de Estudios Hispa- mientos educativos. Ha publicado artículos, dictado cursos noamericanos. y conferencias y curado muestras relacionados con la His- toria del Arte, especialmente Arte Americano y Argentino. • CHIAPPERO, Rubén Osvaldo • HERRERO, Fabián Arquitecto (UCSF). Doctor en Historia (Usal). Magister Doctor en Historia (UBA). Investigador Independiente de en Conservación de Edificios y Sitios Históricos (UCSF). Conicet (con sede en el Instituto Ravignani, UBA). Profe- Miembro de Número de la Junta Provincial de Estudios sor titular regular ordinario de Historia Argentina, Uni- Históricos de Santa Fe. Académico Correspondiente de la versidad Autónoma de Entre Ríos. Entre sus principales Real Academia de Córdoba (España). Docente e investi- libros se destacan: Movimientos de Pueblo. La política en gador en temas de Historia de la Arquitectura de la UCSF. Buenos Aires, 1810-1820, Prohistoria, Rosario, 2012. (se- gunda edición); Federalistas de Buenos Aires, 1810-1820. • DAMIANOVICH, Alejandro Sobre los orígenes de la política posrevolucionaria, Univer- Profesor de Historia graduado en la Universidad Católica sidad Nacional de Lanús, 2010. de Santa Fe y docente en la Facultad de Derecho de la mis- ma universidad. Miembro correspondiente de la Academia • MEDINA, Mariano I. Nacional de la Historia y de número de la Junta Provincial Profesor de Historia. Docente de Nivel Medio y Supe- de Estudios Históricos. Fue docente y director del Insti- rior. Director del Museo Histórico Provincial de Santa Fe tuto Superior N° 12 “Gastón Gori”. Autor de “Santa Fe y "Brig. Gral. Estanislao López" dependiente del Ministerio la Revolución de Mayo”, “Historia de la Abogacía en San- de Innovación y Cultura de la Provincia. ta Fe” y “El periodismo en Santa Fe”, entre otros títulos. • MONTENEGRO de ARÉVALO, Liliana Profesora en Historia para la enseñanza media y superior. • DI BIASIO, Pascualina Licenciada en Historia. Facultad de Historia. Universi- Profesora en Historia y Especialista en Historia Social gra- dad Católica de Santa Fe. Capacitación Archivística. Es- duada en la Facultad de Humanidades y Ciencias (U.N.L.). cuela de Archiveros. Universidad Nacional de Córdoba. Becada por la OEA y el Ministerio de Cultura de España Centro Interamericano de Desarrollo de Archivos. O.E.A. para la capacitación y perfeccionamiento en la Organiza- Miembro de Número de la Junta Provincial de Estudios ción y Administración de Archivos. Ha dictado cursos so- Históricos y del Centro de Estudios Hispanoamericanos bre Organización de Archivos, participado en Jornadas y de Santa Fe. Posee publicaciones relativas a Historia de encuentros y realizado publicaciones de divulgación. Santa Fe y Archivística.

155/ • PAULI, María Gabriela • TOURN, Guido Profesora de Historia, doctora en Educación por la Uni- Abogado egresado de la Facultad de Derecho de la UNI. versidad Católica de Santa Fe y doctora en Historia por Presidente de la Comuna de Alejandra por cuatro perío- la Universidad del Salvador. Docente en el Doctorado en dos. Estudioso de la historia de la región costera del norte Educación de la UCSF; y en profesorados de Historia, en santafesino la que ha investigado en archivos nacionales y la UADER. Integra el CEHDRE, el Grupo de Estudios extranjeros. Miembro del Instituto de Cultura Hispánica y Portuarios de la Provincia de Santa Fe y la Asociación Cul- de Número de la Junta Provincial de Estudios Históricos tural Sanmartiniana de Santa Fe. Tiene numerosos traba- de la Provincia, institución que actualmente preside. Tiene jos publicados. numerosas publicaciones.

• SUÁREZ, Teresa Elisa • VASCONI, Patricia Dra. en Historia por la Universidad Nacional de La Pla- Prof. en Cs. De la Educación, con orientación en Filoso- ta, Master of Arts. (Historia-Antropología) por la Univer- fía de la Educación. Docente en Universidades e Institutos sidad de Minnesota, USA. Prof. Castellano y Cs. Sociales, superiores entre las que se destacan, por su relación con Ex Docente Investigadora Categoría I en la Universidad los trabajos actuales: Seminario de Arte y Moda Escuela Nacional del Litoral, Santa Fe. Campos de investigación: de Artes Visuales Prof. Mantovani y Sociología de la moda Historia Americana Colonial, Historia Argentina, Historia en la Licenciatura de Diseño Textil e Indumentaria, Uni- de las Mujeres. Miembro de número de la junta Provincial versidad de Concepción del Uruguay. Investiga la perspec- de Estudios Históricos de Santa Fe y del Centro de Estu- tiva teórica sobre la vestimenta y la moda, su lugar en el dios Hispanoamericanos de Santa Fe. mundo de la cultura y sus relaciones con el arte, tema so- bre el cual tiene trabajos publicados e inéditos. • TEDESCHI, Sonia Rosa Dra. en Historia (UPO, España). Profesional Principal • WEXLER, Berta Catalina (CONICET) y Docente Investigadora (FHUC, UNL). Master en la Problemática del Género y Profesora Especia- Miembro de: Junta Prov. de Estudios Históricos; Cen- lizada en Historia. Miembro de Número Junta de Estudios tro de Estudios Hispanoamericanos, Santa Fe; Programa Históricos de Santa Fe, Miembro del Centro de Estudios Hist. Argentina Siglo XIX, Inst. Dr. Ravignani (CONI- Interdisciplinarios de las Mujeres (CEIM). Facultad de CET/UBA); Programa Interuniversitario PIHSER. Líneas Humanidades y Artes. Universidad Nacional de Rosario y de investigación: Construcción estatal, Río de la Plata siglo del Comité Académico Museo de la Mujer. B.A. Argentina. XIX. Cultura política. Problemáticas fronterizas. Historio- grafía regional siglo XX.

• SOBRERO DE VALLEJO, Nanzi Docente de Nivel Medio y superior y Directivo en el área de Artes Visuales. Artista Plástica, acreedora de becas y premios en el orden provincial y nacional, Autora de tra- bajos de investigación y ensayos. Miembro fundadora del Centro Transdisciplinario de Investigaciones de Estética y Miembro de número del Centro de Estudios Hispanoame- ricanos.

156/ Bibliografía

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158/ 159/ Se terminó de imprimir en agosto de 2016, en Artes Gráficas Rioplatense S.A. Corrales 1393, 1437 Ciudad de Buenos Aires Tel: 54-11-4918-5060 [email protected]

160/ 161/

163/ Las provincias litorales no asistieron al Congreso de Tucumán, su ausencia tuvo como motivo inmediato el conflicto que se planteó entre la Liga Federal y el Directorio, que era la autoridad convocante del Congreso, a raíz de las situaciones que se habían planteado en la Banda Oriental y Santa Fe.