DOS TEXTOS RECUPERADOS DE HUIDOBRO: EL MANIFIESTO <> Y EL POEMA < (ALTAZOR) EN LA EVOLUCION ESTETICO-IDEOLOGICA DE VICENTE HUIDOBROT [Capitulo final, con correcciones, del trabajo Poesia y Poetica en (1912-1931) (Caracas: Universidad Central de Venezuela, 1982), 257 pp. Tesis para ascenso acad6mico]

POR

LUIS NAVARRETE ORTA Universidatd Central de Venezuela. Escuela de Letras

Despuds de un largo y complejo proceso de discordancias entre la practica te6rica (la «, uno de los manifiestos de 1925. Alli habia sido esbozada y esgrimida para contraponerla a la >, compartida, entre otros, seguin Huidobro, por Bergson y por Condillac 1. Frente a ella, -luidobro acujia estos lemas anticipatorios: , <>. Llama la atenci6n que aparezcan ya dos ejes tematicos articu- ladores del documento que nos ocupa: el destinatario, el interlocutor virtual del discurso programitico (<

* Ponencia presentada por Luis Navarrete Orta, de la Escuela de Letras de la Universidad Central de Venezuela, en el Simposio de Literatura Chilena, realizado en de entre el 10 y el 15 de diciembre de 1984. 1 Huidobro, Obras completas, 2 vols., t. I (Santiago: Editorial Andres Bello, 1976), p. 737. 1014 LUIS NAVARRETE ORTA

;dora que, incluy6ndolo, va mas alli de <. Pero resulta al mismo tiempo parad6jico que Huidobro lance esta especie de grito de guerra despu6s de aceptar 61 mismo en parrafos anteriores que y que <>. Mas atn: reconoce esa dualidad tambien en el poeta y en la obra de arte. Esto demuestra que en ese momento 6sta era una noci6n incipiente, que se venia incubando, pero que no habia logrado cuajar con nitidez conceptual y, por lo tanto, no afloraba al nivel de su conciencia con la fuerza suficiente como para imponerse como programa intelectual. Apa- rece, pues, no s6lo subordinada a otras ideas, sino acufiada a contra- pelo, como reacci6n ante ellas. No constituye, como en > comenz6 a funcionar como elemento antitetico en contradicci6n con la de <> (<> es uno de los manifiestos mas cor- tos de Huidobro, apenas si llega a dos paginas. Eso tal vez contribuye a su unidad estilistica y conceptual. En 61 nada anecd6tico perturba la direcci6n monocorde del mensaje. Es, pues, un texto cerrado y com- pacto, cuya riqueza consiste en la consistencia de la idea matriz que sostiene y articula el discurso programitico. Tratemos de inducirla del anilisis. En terminos generales, el texto esta concebido en un juego contras- tante de rechazo de una situaci6n dada y propuesta de una nueva, deseada y necesaria. Dentro de estos dos grandes bloques significacio- nales, el primero, que abarca mis o menos las tres cuartas partes, alude a tres areas bien delimitadas, en grado decreciente: el hombre, la poesia y el poeta. El segundo los engloba en la proposici6n conclusiva. Huidobro parte del repudio total de la concepci6n fragmentarista, atomistica, del hombre, de la vida y de la naturaleza: <> DOS TEXTOS RECUPERADOS DE HUIDOBIRO 1015

Esta visi6n del hombre escindido separa artificialmente los elemen- tos indisociables de una totalidad y los coloca en contradicci6n pura y simple como meros polos de una pareja de contrarios (<>, etc.). Luego Huidobro desplaza este planteamiento hacia el campo de la manifestaci6n verbal de esta concepci6n. No se refiere explicitamente a la poesia, sino a , a quienes tienen ((lengua de principe>> cuando lo que se requiere es tener «lengua de hombre>, a la <> que se sabe revelar, al <> (subrayado nuestro). ,No queda claro, entonces, que el interlocutor es el poeta, los poetas? Ellos -seglin Huidobro- no han sabido entregar <, la nueva poesia. En un tercer nivel ya interpela directanmente al poeta: <> A este poeta almibarado, que ha olvidado su gran misi6n, le exige , dice. Dentro de este contexto doctrinario, resulta imposible separar al artista del hombre: el poeta deja de ser poeta en si y por si. Hombre-poeta, poeta-hombre forman ahora >: < Esta somera revisi6n analitica nos coloca -queramoslo o no- ante uno de los mas graves y arduos problemas del mundo contemporineo: la deshumanizaci6n del hombre, para decirlo parafraseando el famoso titulo de Ortega; es decir, la alienaci6n y, por supuesto, la reificaci6n en tanto alienaci6n econ6mica y capitalista. El fen6meno es muy vasto y complejo. Ha sido estudiado basica- mente en nuestros dias a partir de las primeras aserciones te6ricas de Marx, con raices en Hegel y Feuerbach, en los Manuscritos econdmico- Iilosdficos de 1844, y en sus obras posteriores: La sagrada familia, La ideologia alemana y El capital. A traves de todas esas obras Marx la 1016 LUIS NAVARRETE ORTA concibi6 como una categoria econ6mico-social 2. No obstante, otros te- ricos posteriores, entre los que se cuentan Lukacs, Marcuse, Sartre, A. Schaff, K. Kosic, han desarrollado y ampliado ese uso original a otros ambitos de la vida del hombre. La tesis inicial de Marx d3e que > y que esa enajenaci6n implica que 4, tiene una segunda dimensi6n cuando Marx pasa de la relaci6n hombre-cosa a la relaci6n hombre-hombre. En este piano es donde se esboza ese fen6meno a que aludiamos del hombre disociado de si mismo, del hombre fragmentado, no s610o separado de si, sino de los otros hombres, del otro. Marx lo explica asi: El trabajo enajenado, por tanto: 3) Hace del ser generico del hombre, tanto de la naturaleza como de sus facultades espirituales gendricas, un ser ajeno para 61, un me- dio de existencia individual. Hace extrafios al hombre su propio cuerpo, la naturaleza fuera de 61, su esencia espiritual, su esencia humanra. 4) Una consecuencia inmediata del hecho de estar enajenado el hom- bre del producto de su trabajo, de su actividad vital, de su ser gendrico, es la enajenaci6n del hombre respecto del hombre. Si el hombre se enfrenta consigo mismo, se enfrenta tambien al otro 5.. Si el hombre est6 enajenado de su ser generico -agrega Marx-, tambien un hombre est6 enajenado del otro y cada uno est6 enajenado de su <>. Es decir, se ha deshumanizado al hombre. A estos <> es a los que alude Huidobro en su manifiesto. De alli se deriva, ya en el plano gnoseol6gico, una concepci6n ato- mistica, fragmentarista, de la naturaleza, de la sociedad y del hombre. Y en el de la expresi6n artistica se pierde <>, como dice Huidobro. Y esta perdida del sentido de la unidad del hombre (del hombre plenamente humano) deviene en su castraci6n social y espiritual. Precisamente lo que sucede en el seno de la sociedad capitalista. La proposici6n huidobriana comporta, pues, una denuncia de esta situaci6n, un rechazo de sus derivaciones en el campo de la expresi6n artistica y una demanda de restituci6n de la totalidad humana mutilada.

2 Cf. Ludovico Silva, Marx y la alienacidn, p. 88. 3 Cf. Carlos Marx, <>, en Manuscritos: economia y filosofia (Madrid: Alianza Editorial 1968), pp. 103-119. 4 Ibid., p. 106. 5 Ibid., p. 113. DOS TEXTOS RECUPERADOS DE HUIDOBRO 1017

Aqui aflora otro concepto derivado del desarrollo del pensamiento filos6fico e hist6rico-social contemporaneo: el de totalidad. Esta cate- goria, que ha atravesado el pensamniento occidental desde Arist6teles, pasando por Spinoza y por Kant, remata en Hegel, y del idealismo ale- man pasa al pensamiento marxista 6. No nos interesa, en este momento, exponer sus implicaciones metodol6gicas y epistemol6gicas. Si quisiera- mos sefialar un hecho que no debe haber sido ajeno al planteamiento huidobriano y a la elecci6n del titulo <, no s61o para su ma- nifiesto, sino para una revista fundada por 61 en 1936 '. Se trata de lo siguiente: en 1923, el fil6sofo hingaro George Lukics publica Historia y conciencia de clase, que se convirti6 desde ese momento en uno de los libros mis discutidos dentro del marxismo en el siglo xx. Debemos suponer, porque incluso la pol6mica ha llegado hasta nuestros dias 8, que a finales de la d6cada del 20 y primeros aios de la del 30 el concepto de totalidad circul6 entre los grupos de intelectuales ligados a los pro- blemas politicos, sociales e ideol6gicos del momento. Esos afios, despu6s de la publicaci6n del libelo antiimperialista Finis Britanniae, en 1923, son, ademtis, decisivos en la formaci6n ideol6gica y politica de Huidobro 9. No estamos suponiendo -aunque tampoco tenemos razones para descartarlo- que Huidobro haya tomrnado el termino del libro de Lukacs. Lo que si es licito pensar es que se haya producido un efecto de contaminaci6n conceptual-terminol6gico, debido al uso de ese termino en los circulos marxistas o filomarxistas de la 6poca. En todo caso, Hui- dobro no usa el sustantivo abstracto, indicio claro de que la perspectiva que adopta para referirse al problema es bastante distinta a la estricta- mente filos6fica. Se trataria, pues, de una captaci6n intuitiva o, al menos, no-filos6fica de ciertas implicaciones antropol6gicas y sociales del asunto. Algo similar a lo que debe haber sucedido, en 1914, en la relaci6n de la idea de <, >.

6 Cf. K. Kosic, Dialectica de lo concreto, p. 53. 7 Nicholas Hey, en , y num. 2, julio de 1938. 8 Cf. Ludovico Silva, , en De lo uno a lo otro, pp. 11-33 y 34-46. Tambien K. Kosic, op. cit., pp. 53-77; <>, ibid., pagi- nas 233-269. 9 Remitimos al Ap6ndice I de este trabajo, entre 1923 y 1931, para evitarnos an recuento biogrdfico inoficioso. 1018 LUIS NAVARRETE ORTA

Pero mas ally de las razones circunstanciales del origen de su uso por Huidobro, el hecho es que su asimilaci6n al fendmeno creativo re- porta gratificantes frutos. En otras palabras: postular la poesia total del hombre total -incluso a estos niveles de abstracci6n y maximalismo-, era asomarse a una postura cualitativamente nueva en relaci6n con las propuestas sectorialistas y generalmente referidas al campo de la Este- tica y de la Ret6rica de etapas anteriores. Huidobro, en este momento, esta sugiriendo un programa tan audaz como el que propuso en sus primeros momentos (crear un poema como la Naturaleza produce una flor). La diferencia estd en que la practica podtica de aquel periodo era muy incipiente y, por tanto, no podia menos que quedar rezagada respecto de la practica te6rica, que arran- caba con un impetu renovador avasallante, mientras que en esta fase Huidobro es un poeta en la plenitud de su ejercicio creativo. La mejor demostraci6n del nivel alcanzado por Huidobro hasta ese momento es la publicaci6n de Altazor, en 1931. Esta obra -ambiciosa como pocas o- undnimemente considerada como fundamental para la poesia latinoamericana contemporanea, es, despuds de Adcin, el gran poema sinf6nico de Huidobro. Se puede decir que sus siete cantos sin- tetizan admirablemente su trabajo podtico. No olvidemos que el texto comenz6 a elaborarse en 1919 y que de alli en adelante fueron apare- ciendo algunos de sus fragmentos y cantos en revistas de Europa y Latinoamerica 11

10Goi6 sefiala como antecedentes literarios la Metamorfosis de Ovidio (la figura de Icaro); el Fausto II y III, de Goethe (la figura de Eufori6n); la De- couverte Australe, de Restiff de la Bretonne, y el Alsino, del chileno Pedro Prado (< (S. Yurkievich, de Huidobro y Muerte sin fin, de Gorostiza, y otra menos directa con la del poeta chileno Humberto Diaz Casanueva («Altazor de Huidobro: poema en paracaidas , en Revista Chilena de Literatura, p. 68, nota 5 y p. 70, nota 7). 11 Para una historia de este libro recomendamos: David Bary, <, en Revista Iberoamericana, nuims. 102-103, enero-junio de 1978, pp. 165-182. Tam- bidn C. Goi6, op. cit., p. 8. DOS TEXTOS RECUPERADOS DE HUIDOBRO 1019

Altazor es, ademas, segun la opini6n casi unanime de la critica, la obra cumbre de Huidobro. A pesar de la serena belleza y de la ple- nitud estetica de Ver y palpar y de El ciudadano del olvido -juicio derivado de mis gustos muy personales-, es dificil no compartir el criterio de que Altazor es un libro , para usar el termino de Juan Larrea 12 Sobre Altazor se ha escrito mucho, pero hace falta todavia bastante para decir que la exploraci6n es suficiente, al menos para un conocimien- to cabal de esta vasta y sorprendente obra 13 Para los efectos de nuestro trabajo nos interesa retomar el punto en que Altazor se enlaza con la practica teorica huidobriana. Antes de su publicaci6n, la «poetica de Huidobro habia llegado a una situaci6n limite. Ya se hacia imposible que, a todos los disimiles ingredientes de que se venia nutriendo, se sumaran otros s6lo en calidad de eso: ele- mentos agregados. La resoluci6n de este conflicto se produce cuando Huidobro da un salto cualitativo, hace tabla rasa -sin borrar o anular lo adquirido, recurso ademas imposible, porque todo salto cualitativo en- cierra dentro del nuevo circulo lo esencial del ciclo superado- y accede al ambito de la visi6n totalizante. Y este es precisamente -para no

12 , en Revista Iberoamericana,nums. 102-103, enero-junio de 1978, p. 176). 13 Por ser un libro cenital, todo estudio amplio o general sobre Huidobro dedica un capitulo o una parte significativa a Altazor. Es el caso de C. Goic, La poesia de Vicente Huidobro; David Bary, Huidobro o la vocacidn poetica; Ana Pizarro, Huidobro, un poeta ambivalente; E. Carracciolo Trejo, La poesia de Vicente Huidobro y la vanguardia; George Yudice, Vicente Huidobro y la moti- vacion del lenguaje; Jaime Concha, Vicente Huidobro. Tampoco son escasos los ensayos y estudios monograficos que lo enfocan desde los puntos de vista mas disimiles, desde los contextuales hasta los estricta- mente formalistas y retoricos. Consignaremos s61oo algunos de los mas importantes, entre los conocidos por nosotros: David Bary, «Altazor o la divina parodia , en Revista Hispanica Moderna, XXVIII, 2-4 (1962); Jaime Concha, «Altazor, de Vicen- te Huidobro, en Anales de la Universidad de Chile, 133 (1965); Luis Oyarzun, ; S. Yurkievich, y del poema Altazor. Tal como lo hemos manifestado antes, concebimos a < como la manifestaci6n de una crisis en el proceso de evoluci6n est6tico- ideol6gico de Huidobro. Por su parte, seria Altazor -en esta perspec- tiva- la culminaci6n de un proceso de maduraci6n en el piano de la practica po6tica, que implica, por una parte, un desarrollo aluvional y, por la otra, una labor de sintesis. Este doble movimiento dialictico de la lucha entre elementos que se acumulan, pero que al mismo tiempo pugnan por no quedar desintegrados del conjunto, no hubiera podido cumplirse en un creador que no internalizara y aplicara creadoramente la noci6n de totalidad. Como hemos dicho, no en su sentido filos6fico- especulativo estricto, sino como una cosmovisi6n de artista. Esta gran sintesis lograda en Altazor 14 es lo que le confiere sentido a los significativos logros parciales, a diversos niveles, de cada uno de los cantos. Qu6 valor tendrian, si no, ese ludismo verbal, ese lujo de jitanjdforas, de palindromos, paronomasias, «portmanteaux>, de alitera- ciones, sonoridades, contaminaciones semanticas arbitrarias, de translitera- ciones? La gratuidad se instalaria como una lipida fria sobre versos como <>; o como <

14 «Altazor es en muchos sentidos sintesis de experiencias anteriores>>, dice F. Carracciolo Trejo, en La poesia de Vicente Huidobro y la vanguardia, p. 110. DOS TEXTOS RECUPERADOS DE IHUIDOBRO 1021 tina / La carabantantti / La farandosilina / La Farandi / La Caraban- tanti / La Carabantanti / La farandosili / La faransi . Si no fuera por la visi6n totalizante, podrfamos afirmar rotunda- mente que estamos ante un simple jugueteo formalista. Altazor es, a nuestro modo de ver, entonces, el poema < en la medida en que se niega a ver al hombre desde una sola perspectiva. Y cuando decimos el hombre decimos todo lo que 61 arrastra, decimos hombre-en-el-mundo y mundo-en-el-hombre. El hombre de Altazor es multiple, como es «multivoca , segin Goi6, la figura de Altazor * La vocaci6n de totalidad, de visi6n totalizante que alienta en Altazor, se expresa, por una parte, en la multidimensionalidad con que se explora en la realidad del hombre contemporaneo, y por otra, en la multipli- cidad de registros que le sirven de soporte verbal. Se ha insistido, tal vez excesivamente -aunque reconocemos que el texto es bastante su- gestivo en ese sentido-, en la dimensi6n c6smica y metafisica de Altazor, hombre, ser angelico, anti-poeta y mago. El hombre-poeta (como lo quie- re Huidobro en <), el poeta-mago, est6, ademis dimensionado, no s6lo en un sentido c6smico-metafisico, sino en un hist6rico-social. La an- gustia existencial (el terror de ser hombre) (<«Altazor, ,por qu6 perdiste tu primera serenidad? / LQu6 angel malo se par6 en la puerta de tu sonrisa / Con la espada en la mano? / LQui6n sembr6 la angustia en las llanuras de tus ojos como el adorno de un dios? / LPor qu6 un dia de repente sentiste el terror de ser?>>); la sensaci6n de soledad e inco- municaci6n (<); el extravio 6tico y existencial (<>); 4son, acaso, situaciones separadas de la crisis general de la <>; son fendmenos aisla- dos de los grandes remezones que est6 sufriendo la sociedad capitalista, la que prometi6 al hombre a fines del siglo xvii y comienzo del xIx la libertad, la igualdad y la fraternidad, y en 1914 s6lo ofrece el holocausto de una guerra, grandes masas de proletarios encadenados al trabajo asa- lariado y desigualdades econ6micas, sociales y politicas cada vez mas irritantes? LTodo eso es ajeno a la decadencia de los valores que levant6 esa sociedad, a la insatisfacci6n de los intelectuales y artistas y a sus ansias de evasi6n y trascendencia, al irracionalismo que procura erigir muros de contenci6n o f6rmnulas compensatorias a la oleada revolucio- naria que conmueve al mundo? Todo eso esti sacudiendo a la humanidad,

15 C. Goi, >, como ha dicho Ana Pizarro 16 Por eso, en medio de su angustia, de su ansia de infinito, de su bisqueda de una evasi6n inttil, Altazor proclama: <> LNo es 6sta tambien, en este momento de su evoluci6n estetico- ideol6gica, la gran proclama de Huidobro? En efecto, mientras el manifiesto < demandaba cambiar radi- caimente el enfoque fragmentarista del hombre y ofrecia como alterna- tiva la visi6n integradora -la concepci6n del hombre, la sociedad y la Naturaleza como gran sntesis-, en Altazor se da cumplimiento a este desideratum abarcador. Un poema en que son uno y lo mismo, pero al propio tiempo diver- sos, el interlocutor ficticio, el hablante lirico y el yo del poeta. Un poema en que la figura imaginaria (Altazor) es uno y otro simultineamente, es el poeta sin dejar de ser el hombre, es el hombre sin dejar de ser el mago, es el ente alado sin dejar de ser ni hombre ni anti-poeta ni mago, es decir, en que es uno y multiple (el <), y en el cual ese mismo hombre asume la condici6n c6smica del angelico viajero del universo y del y la marca metafisica del ser que sufre la caida onto- 16gica. Un poema que conjuga el lenguaje consolidado como aserci6n y verosimilitud con el discurso que se propone un nuevo lenguaje a partir de la destrucci6n del lenguaje; que arrasa con los segmentos, para cons- truir una integraci6n totalizadora a partir de la multiplicidad de lenguajes que se niegan, se articulan, se anulan y se vuelven a articular, se des- truyen y se reconstruyen incesantemente para renacer siempre como virtualidad verbal. Un poema de esa naturaleza tenia que satisfacer con creces la aspiraci6n del escritor del manifiesto <. Se ha llegado, pues, a un momento en que, de nuevo, en una pers- pectiva cualitativamente diferenciada (en relaci6n con aquella inicial poesia modernista coincidente con la po6tica rubendariana) se conjugan la practica po6tica y la practica te6rica. Al cierre de este primer periodo, constatamos, en definitiva, el ajuste, el acoplamiento -en los terminos en que esto es posible- entre la poesia y la po6tica de Vicente Hui- dobro. Caracas, marzo de 1986.

16 A. Pizarro, <>, en Revista de Critica Literaria Latinoamericana, afio VIII, nim. 15, Lima, primer semestre 1982. GRONOLOGIA DE TEXTOS DE VIGENTE HUIDOBRO SOBRE ESTETIGA, LITERATURA Y ARTE [Anexo IL del trabajo Poesia y Poetica en Vicente Huidobro (19 12-1931) (Caracas: Universidad Central de Venezuela, 1982), 257 pp. Tesis para. ascenso academicoj

POR LUIS NAVARRETE ORTA Universidad Central de Venezuela. Escuela de Letras _ _~_ PubII_ Icaei Naer y tip de text Tiul r~

Namero y tipo d~e texto Titulo Publicacion

01 Nota editorial «Musa Joven Rev. Musa Joven I; 02 Articulo «Rub6n Dario> Rev. Musa Joven I; 03 Articulo «Amado Nervo> Rev. Musa Joven I,

04 Articulo polemico «El gran pujista> Rev. Azul 1,1

05 Articulo «Pedro Antonio Gonzalez> Rev. Azul 1,2

06 Articulo polemico «Rojas Segovia y Omer Emeth> Rev. Azul 1,3

07 Entrevista (?) Rev. Ideales (?)

08 Articulo «Yo>> Pasando y pasando

09 Articulo «El arte del sugerimiento>> Pasando y pasando 10 Articulo polemico «No haggis caso> Pasando y pasando

11 Articulo < Pasando y pasando

------I 12 Conferencia (Manifiesto) «Non Serviam>> (Ateneo de Santiagc ------.~- -- I 13 Carta publica «A prop6sito de una acusaci6n de Diario El Mercuric plagio. Carta del Sr. Vicente Hui- dobro F.> ""~"~~""""""I~ I ------1 ---- 14 Prefacio a poemario «> Addn (poemas)

15 Conferencia (?) (Ateneo Hispanoam

16 Epigrafe a poemario Horizon carre 17 Entrevista (Angel Cruchaga) > mento Ilustrado 18 Articulo polemico (?) (?) 19 Articulo «La litterature de langue spagnol L'Esprit Nouveau, d'aujourd'hui>> 20 Articulo editorial (Sin titulo y sin firma) Creation, 1 Fecha d Ciudad Fecha 0bservaciones

ntiago 16-06-1912 Firma: «V. G. H. F.> antiago 09-1912 Firma: «Vicente Garcia Fernandez>>. ntiago 10-1912 Firma: >), esta entrevista encabezaba (?) sus poemas. No fue localizada en esos anos. intiago 1914 intiago 1914 intiago 1914 Burla sarcastica contra Egidio Poblete () y (?) («<> y en otros dos manifiestos. aris 1917 antiago 31-08-1919 En Vicente Huidobro y el creacionismo, de Rene de Costa.

[adrid 1920 Refutaci6n a G6mez Carrillo: polemica VH-Reverdy. aris 1920 Revista dirigida por Paul Dermee (citado por R. de Costa: «El creacionismo pre-polemico>, En pos de Huidobro. II______I ladrid 04-1921 En Rev. Orfeo, 13-14, Santiago (1965), con el titulo de <. Comienza: <

21 Conferencia (fragmento)

22 Ensayo (Manifiesto) <«La creation pure. Essay d'Estheti- L'Esprit Nouveau, que> 23 Articulo (Manifiesto) «Epoque de creation> Creation, 2 24 Conferencia

25 Conferencias

26 Articulo polemico «Al fin se descubre mi maestro> Creation, Suplemer to Castellano, n.°

27 Manifiesto < Creation, 3

28 Entrevista > 29 Entrevista (Alberto Rojas «Vicente Huidobro. Paris, 1924>> (En Chilenos en P Jimenez) ris, 1930) 30 Conferencia < teatro Michelet)

31 Manifiesto «El creacionismo Manifestes

32 Manifiesto Manifestes I

Ciudad Fecha Observaciones

I_ viadrid 1921 Aparece por primera vez en Manifestes. Luego, como pr6lo- go a Temblor de cielo (1931). aris 1 04-1921 Tambien en Saisons choisies (1921). Die. 1921: La lee como conferencia en el Ateneo de Madrid.

?aris 11-1921 Recogido en Manifestes (1925). 01-1922 VH se refiere a ella en < . Dice que fue dic- I tada en el Grupo de Estudios Filos6ficos y Cientificos del Dr. Allendy.

3s. Aires, Madrid, 1922 VH se refiere a ellas en <

antiago 16-07-1924

3aris antiago 1924 En V. H. y el creacionismo, de R. de C.

aris 19-02-1925 Hay dos datos: 1. Invitaci6n en la Revista de los Sdbados (ZEl Mercurio?), el 02-08-1969 (reproducci6n fotostatica). 2. VH se refiere a ella en sin dar titulo. POR SIMILITUD DEL TITULO CON EL TEMA DEL

aris 1925 Suponemos que fue escrita en 1925: 1. Cita conferencia de Buenos Aires (<10 afios atras ; vease ficha 15). 2. Dice que lleva diez afios en Paris.

Paris 1925 Suponemos que fue escrita en 1925: 1. Dice llevar diez anios en Paris. 2. Dict6 ese mismo anio una conferencia en La Sorbona, de tema similar. HIP6TESIS: «Manifiesto de ma- nifiestos>> podria ser el nuevo titulo de la conferencia de La Sorbona (vease ficha 30).

69 I______I ______q ______1 _I

Namero y tipo de texto Titulo Publicacion --- ~- I c~ -

33 Entrevista (Jean Emar) «Con Vicente Huidobro La Nacion

------~~~~I------34 Carta publica «Carta a Pablo de Rokha La Nacion

35 Articulo «El arte negro Vientos contrarios 36 Articulo « Vientos contrarios

36a Pr6logo (Sin titulo) Indice de la Nueva Poesia Hispano- americana

37 Entrevista «Vicente Huidobro Zig-Zag, XXIII, 1184 38 Manifiesto

39 Entrevista (Pablo Suero) «De Montparnasse a la calle Corrien- Noticias Grdficas tes. En Europa la gente es mucho mas joven. Nos dice Huidobro 40 Conferencia (Sociedad Amigos del Arte)

41 Prologo Hoy, III, 141 43 Articulo <<«Joan Mir6 . Rev. Pro, 2 44 Articulo polemico «Primer comentario Rev. Vital, 2

45 Articulo polemico

-1 - c -- I -I~~ ------I-- -I 48 Articulo polemico «La Antologia de poesia chilena nue- La Opinidn va. (Vicente Huidobro responde a Pablo de Rokha)> i_ ~ ~ _ I~

Ciudad Fecha 0 bservaciones

Santiago 29-04-1925 En V. H. y el creacionismo, de R. de Costa. Aparece en co- lumna , n.0 42. En la misma pagina hay una trad. por J. Emar de Altazur (fragmento de >), de VH, correspondiente a casi todo el <

Santiago 1933 Dice VH que comenz6 y termin6 asi: > (citado por C. Vattier: <>). Santiago 1934 Defensa del idolo: poemas de Luis Omar Caceres. Santiago 08-1934 Registrado en Bibliografia de C. Goi6. Santiago 11-1934 En O. c. Santiago 01-1935 Contra Pablo Neruda. Santiago 01-1935 Contra Pablo Neruda. Santiago 01-1935 Contra Pablo Neruda. (?) s. f.: Cf. N. Hey: <>. 21935? Santiago 19-06-1935 Respuesta al articulo de P. de Rokha <>, en La Opinion, 10, 11, 12 y 13 de junio de 1935. Ntmero y tipo de texto Tit ulo Publicacidn

49 Articulo polemico

50 Articulo polemico

51 Articulo polemico «Aclarando posiciones Rev. Vital, 3 - - -~ ~- 52 Selecci6n de pensamientos

56 Nota polemica Todo el Mundo en Sintesis, 1,2

57 Manifiesto (politico) <<«Manifiesto de escritores e intelec- La Opinion tuales juzgan el momento que vive la Republica>

58 Carta-articulo «Carta a Cesar Vallejo> La Opinion

59 Articulo «Nuestra barricada> Rev. Total, 1

60 Mensaje «Mensaje a la juventud americana> Diario Frente Popu- lar

61 Entrevista «Vicente Huidobro habla desde Ma- Diario Frente Popu. drid lar 62 Articulo

------I --- ' -- ~I

63 Opiniones sobre t6picos «Interrogaci6n a Vicente Huidobro>> Tierra, 1,4 terarios _ _ _ Ciudad Fecha Observaciones______IY _ _ _ _ _ Santiago 06-1935 Contra_I Cesar Moro. _ _~___ antiago I _ 06-1935 Contra Cesar Moro (sin firma). _ ~ I antiago 06-1935 Carta de respuesta polemica vinculada con sucesos que mo- tivaron las anteriores.

antiago 1935 Importante antologia, de E. Anguita y V. Teitelboim. Goic lo llama el , La Opinion, 23-06-1935. antiago 06-07-1935 Contesta la carta de P. de R.

Santiago 06-11-1935 En la columna > (tercera nota).

Santiago 20-02-1936 Encabeza las firmas VH, entre 40 intelectuales. Fija posici6n contra represi6n gubernamental; sefiala riesgos del fascis- mo para Chile. Santiago 27-12-1936 Respuesta al articulo de Vallejo

Santiago 10-07-1937

Santiago 30-06-1937 En O. c., pp. 879-881, se le ontepone

Namero y tipo de texto Titulo Publicacion

- -- , -- I - --

64 Articulo «Panorama optimista Total, 2

.I 65 Entrevista (sin autor) «La poesia contemporanea empieza La Nacion. Suple- en mi mento Dominical --- -- II-- 66 Articulo polemico «Aclaraci6n sin manifiesto La Hora, Pagina Li- teraria

67 Entrevista (sin autor) La Opinidn

68 Entrevista (Georgina Du- «El rol del poeta en el mundo que La Nacion rand) se plasma

69 Entrevista (Carlos) «Con Vicente Huidobro Hoy, X, 512

70 Articulo-entrevista (Jorge «La colina del desencantado Zig-Zag Onfroy Barros)

71 Articulo «El soneto...> Amargo, 6 72 Articulo-respuesta <

Santiago 07-1938 Santiago 28-05-1939

Santiago 12-06-1939 Respuesta al articulo «Manifiesto y aclaraci6n>, de Miguel Serrano, en la Pagina Literaria de La Hora.

Santiago 24-11-1939 Comenta opiniones de Mariano Latorre sobre VH vertidas en una entrevista reciente. Santiago 24-08-1941

Santiago 11-09-1941 Santiago 26-09-1946

Santiago 06-1947 En O. c. y, parcialmente, en Orfeo, Santiago, n.o 13-14. Santiago 11-1947 - ' --~ '-- ~----~