Germásías De Valencia. Valência 8 De Octubre De 1869
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HISTORIA DE LAS GERMÁSÍAS DE VALENCIA. VALÊNCIA 8 DE OCTUBRE DE 1869. Entrada del Enguerino con los Voluntarios de la Bnerla. ENCICLOPED» POPULAR.—SECCION INSTRUCTIVâ. Gabriel Diaz y Compañía, tdilores.—Calle de Jesús y María, núni, 29! Madrid. HISTORIA DE LAS GERMANlAS DE VALENCIA Y BREVE RESENA DEL LEVANTAMIENTO REPUBLICANO DE 1869, POR MANUEL FERNANDEZ HERRERO precedida de un prólogo ROQUE BÁRGIA. $ 0" 4, • V MADRID. IMPRENTA DE LA VIUDA É HIJOS DE M. ALVAREZ, calle de San Pedro, núm. 16. 1870- Esta obra es propiedad [de los Editores, y\mdie podrá reimpri• mirla sin su conietttimicnto. AL PUEBLO. ¡ A quién mejor que átí ¡oh pueblo! podré yo de• dicar este libro! La HISTORIA DE LAS GERMANÍAS DE VALENCIA no es una obra de ingenio, es una página de ese gran marti• rologio que has escrito con tu sangre en todas las naciones. Recientes aún los últimos acontécimientos republi• canos , la abnegación y heroísmo de Valencia hicieron irotac en mi mente el recuerdo de aquellos otrós, tam• bién heroicos hijos del Túria, que al ver su dignidad escarnecida, sus derechos hollados, ¡hicieron un ex• traordinario y potente esfuerzo al advenimiento en Es• paña de la Casa de Austria, y lucharon, en desigual combate, con el mónstruo del absolutismo, entónces? naciente, y con la tiranía de aquella aristocraeia* pre• firiendo la muerte â la deshonra. : ; . h Entusiasmado con tanto heroísmo, me propuse pre• sentarte con imparcialidad aquellos hechos, aptotando las falsas apreciaciones con que oscurecieron la verdad escritores parciales ó asalariados, que, entónces como ahora, pretenden desvirtuar tu nobleza y tu derecho. Pero desconfiando de mis fuerzas, quise consultar el plan, ántes de desarrollarlo, con el siempre bonda• doso conmigo, eminente escritor y propagandista repu• blicano, Roque Bárcia, quien no obstante las muchas ocupaciones que como Diputado Constituyente tiene á que atender, y á la redacción continua de folletos que para la mayor ilustración del pueblo se consagra, acogió con fina solicitud mis deseos, y aplaudiendo y animándome en la empresa, me allanó el camino, con• densando en el siguiente PRÓLOGO los heroicos hechos de los agermanados de Valencia, y los móviles y ten• dencias á que obedecen siempiíe las convulsiones de los pueblos. Este es el arcano que intento penetrar en la presen• te HISTORIA, y siendo tan popular el asunto, ¿á quién mèjor que á tí, noble pueblo español; he de dedicarlo? Acógelo; bondadoso» puesto que ya sabes el móvil que me impulsa*. De§púnta en ellhorazonte el: sol' de la democracia, á cuyo calor han dp gerauuar las federaciones europeas, y obligados estamos todos á contribuir, según nuestras fuerzas-,'al triunfo definitivo, de la¡fraternidad y la jus• ticia. Concluyo aquí mi dedicatoria ;, pero ántes séanae permitido rendir un tributo de adnüiracion y i|esp#to al infatigable) obrero, al ilustre propagandista republicano, Roque Béreia, como muestra de la gratitud y amistad que le profesa su afectísimo, MANUEL FERN'ANDEJÍ HrasRírRo. PRÓLOGO, La parte que he visto de Is. presente úbrk mè parece di^iift de la grandeza dêl asunto, asi como de ta excelente y merecida fama dír qué goza él literato qué la escribe. Los niños judíos se bautizaban antes con fuego. Hoy los jóvenes éspañoles se bautizan con la inspiración re- publicana. • Podrá haber más ó ménos celajes; podrán estallar máa ó ménos tormentas; pero en el Oriente de nuestra patria se vé un eolór qúe nos anuncia que el astro amanece. [ Amanezca por fin , después de la noche'de tantos siglos! No escribo el prólogo de estas páginas para decir lisonjas al autor, que ni yo digo, ni el autor necesita, porque harto tiene con la abundante ayuda de su feliz ingenio', y entro en materia. Si me tomáran en este instante juramento sobre lo que voy á decir, no podría contestar, porque realmente no lo sé. Conti• nuas y apremiantes ocupaciones no me dan el tiempo necesaria VIII PRÓLOGO. para recogerme dentro de raí mismo y calentar el pensamiento de este prólogo; pero la obra está parada, el público la espera, el editor se perjudica, y no es posible vacilar. Cojo la pluma, y hago lo que hacen los músicos: seguir el tema. Estoy convencido de que lo que voy á decir no estará en armonía con la amedrentadora importancia del asunto, ni con la belleza del libro, ni con el arte del autor; pero no tengo otro refugio que ponerme en manos de la clemencia del que leyere. A. falta de galas exterioras, las siguientes líneas tendrán una gala interior y perpétua: la verdad. Yo quedaré contento, contentísimo, si ese lirio sagrado es• parce sus aromas por estas pobres páginas. II. Germânia significa Iiermandad, como voz derivada de ger- nmw, que vale tanto como Hermano. Así vemos que los latinos llamaron germanos (germani) á loa antiguos alemanes, por considerarlos hermanos de los g^los ó celtas. , Valencia y Malloíca se hermanaron, con virtiendo en con• ducta el gran principio, la grande idea de la fraternidad humana. Esto pasó en el siglo xvi. Lo mismo pretenden, lo mismo buscan , á lo mismo aspiran los republicanos de este siglo. ¿Qué significa esto? Prosigamos. III. La gemianía de Mallorca, denominada la Balear Mayor, se confederó democráticamente con la famosa Juttta de los TUECÉ, PRÓLOGO. reunida en Valencia h principio del sig-ltr de que hicimos mérito. Esto mismo pretenden los repuHicímos del sig-lo xii: confe• derarse en sentido democrático. ¿Qué sig-nifica esto? Prosigamos aún. IV. ¡Querrá á los miles.' era el grito de los agermanados de Valencia y Mallorca en 1520. ¡ Guerra á los nobles! podria ser el grito de los republicanos federales de toda Fspaña en 1870: Pero ¿qué significa este acorde de siglos tan distintos y aun contrarios ? Sigamos todavía. V. Paz, justicia y gemianía, era el lema de los agermanados de Valencia y Mallorca en 1520. Paz, jusUcia y Repúllica, podria ser el lema de los fedérales de toda España en 1870. ¿Qué significan (vuelvo â preguntar) estos encuentrosj estos hallazgos j estos viajes y estos retomos en las ideas y en los Sen• timientos de lós pueblos y de las edades? ¿De dónde vienen estas concordancias incomprensibles ? ¿Qué voz dezcohocida produce estos ecos misteriosos en las armonías del mundo? No, lectdr, no son misteriosos, cuando se estudia en dónde se formañ , en dónde se combinan, en dónde se crean y de dónde vienen. 1 : Los agermanados del siglo xvi, son los federales del si• glo XIX. X PROLOGO, Nosotros somos los ag-ermanados de ahora, como los ag-er- manados de Valencia fueron los republicanos federales de en• tonces. La altiva, la generosa ciudad del Túria^ rodeando la casa de. Tícente Peris, vertió su sangre por la Germânia |en el mes de Febrero de 1522. Pasan trescientos cuarenta y seis años, llega el mes de Octu• bre de 1869, y la misma ciudad derrama su sangre por la fede• ración ibérica. ¡No lo perderá! Dios no permite que se pierdan las gotas de • sangre que se derraman por los oprimidos. i Nó lo perderá! El cielo no quiere qué se pierdan los nobles sacrificios, los santos dolores del que trabaja pOr los esclavos. i No lo perderás, no, Valencia! ¡ No lo perderás, no, Mallorca! ¡ No lo perderás tú tampoco, Castilla! ¿Quó hizo el pueblo valenciano en el mes de Febrero de 1522? Principiar á luchar por la República democrática, por la HER• MANDAD , por lo que hoy llamamos fraternidad, por lo que hoy llamamos federación, sembrando sus tierras, sus campos y sus c alies, no de artesanos, no de hombres, no de troncos frios, no de muertos, sino de héroes. ,' ?,\ 1 • ¿Qué hizo Valencia en el mes da Octubre de'1869? Contiauar la lucha increible, la lucha colosal., lá lucha asóiübrosa, de la Germânia. La Germânia de Valencia:, caminando'de recuerdo eú recuer• do, de sepulcro erí sepúlcro, ;de proeza en proeza, de; gloria ¡en gloria, llega á nuestro siglo r llega demudada.^ llena de heri• das, cercada de horcas, de cuchillos y de verdugos: llega entre la terrible y dudosa agonía de Juan Lorenzo, entre la cabeza cortada de Juan Coll, entre los huesos calcinados de Guillen So- rolla: llega chorreando sangre, chorreando lágrriínas^ chorrean• do muerte, chorreando fuego; pero llega, y muda de nombre. LA GEHMANÍA VALENCIANA se denomina hoy LA EEETJBLIOA FEDE- EAL ESPAÑOLA. PRÓLOGO. XI Aquello es esto, y esto es aquello. Cada siglo dió una forma ásu traje; pero el traje que vemos aquí, es el traje de cada siglo. Hemos dicho que aquello es esto, y que esto es aquello. Pero ¿qué es aquello? Y ¿qué es esto? ¡ Ah, lector, oye! ESTO y AQUELLO son la ley del mundo, una ley eterna, como es eterno el pensamiento Creado?. ESTO Y AQUELLO son el destino necesario del hombre, sol que alumbra en un polo que no divisamos; pero que nunca deja de alumbrar, como no deja de alumbrar ese sol que vemos. ESTO Y AQUELLO son el renacimiento continuo, el continuo ensanche de cada época, porque los siglos no son mas que dila• taciones ó crecimientos de la historia, crecimientos ó dilatacio• nes del género humano. El tiempo es un árbol que nunca deja de florecer y de reto• ñar , y cada siglo viene á ser una flor, un retoño. El ayer y el hoy de que hablamos, EL ESTO Y EL AQUELLO á que aludimos, son los retoños del árbol del tiempo, los vásta- gos del árbol perenne de la vida. Ese ayer y ese hoy, son leyes absolutas de una humanidad perfectible; las leyes inmortales del progreso, las leyes escondidas de un espíritu que nadie mide, que nadie toca, que nadie gusta, que nadie huele, que nadie vé; pero que, sin serviste, renueva al hombre, como el rayo renueva al ambiente , como el volcan renueva la tierra.