Panorama Cultural
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346 Versión en español Panorama cultural Interculturalidad arabobereber y negroafricana al sur del Mediterráneo: el espacio mauritano Madina Touré. Universidad de Nuakchot Aunque hoy en día la geografía humana parece repartir grosso modo el espacio mauritano en un norte arabobereber y un sur negroafricano, tanto los hallazgos arqueológicos como las tradiciones orales cuestio- nan esta visión. Las fuentes históricas procedentes de autores árabes y occidentales, así como las crónicas sudanesas, nos revelan que varias poblaciones negras ocuparon el territorio mauritano hasta el sur de Marruecos. Así, establecer una cronología de la ocupación de este espacio permite conocer las respectivas aportaciones de las poblaciones que se asentaron en él sucesivamente. Este será el objeto de la primera parte de este artículo, seguida de un análisis de la situación geográfica y humana actuales que intentará explicar las evoluciones inherentes a la convivencia de los distintos grupos que forman parte del espacio mauritano, y que van desde la resistencia a la asimilación, pasando por las alianzas. La convivencia multisecular entre las poblaciones sudanesas, nos revelan que varias poblaciones ne- negroafricanas, bereberes y árabes en el espacio gras ocuparon el territorio mauritano hasta el sur sahelosahariano se concreta en mestizajes a distin- de Marruecos. Así, pues, establecer una cronología tos niveles. En los planos étnico y lingüístico, estas de la ocupación de este espacio permite conocer las mezclas dieron lugar, entre otras, al grupo beidan, respectivas aportaciones de las poblaciones que se cuya lengua es el hasanía, y al antiguo grupo maci- asentaron en él sucesivamente. Este será el objeto na, cuya lengua era el azeriyya. El primero agrupa de la primera parte de este artículo, seguida de un a los bereberes y los árabes hassanis, mientras que análisis de la situación geográfica y humana actuales el segundo agrupa a los soninkés y los bereberes. que intentará explicar las evoluciones inherentes a A pesar de que las lenguas bereberes han ido la convivencia de los distintos grupos que forman desapareciendo de Mauritania, país tapón entre el parte del espacio mauritano, y que van desde la África del Norte blanca y el África subsahariana ne- resistencia a la asimilación, pasando por las alianzas. gra, encontramos trazas suyas tanto en los topónimos de los pueblos y ríos como en la vida cotidiana. Las prácticas artesanales parecen reflejar una simbiosis Historia del asentamiento poblacional entre estas culturas distintas. El espacio mauritano en el espacio mauritano reagrupa en su seno a distintas poblaciones, negras y blancas, cuya historia de asentamiento no correspon- El territorio mauritano, cuyo nombre procede de de a la geopolítica actual del país. En efecto, aunque Mauritania, antiguo nombre fenicio o púnico1 con hoy en día la geografía humana parece repartir el que se designaba a los habitantes del Magreb, grosso modo el espacio mauritano en un norte arabo- está situado entre Marruecos y Argelia al norte, bereber y un sur negroafricano, tanto los hallazgos Mali al este y sudeste, Senegal al sur y el océano arqueológicos como las tradiciones orales cuestionan Atlántico al oeste. esta visión. Las fuentes históricas procedentes de La observación de los antiguos emplazamientos autores árabes y occidentales, así como las crónicas y las herramientas de uso doméstico halladas en las 1. D. Jacques-Meunié, p.13, 1961; Modat, p. 373, 1919. IEmed 28-29.indd 346 06/11/2019 15:08:05 Quaderns de la Mediterrània 28-29, 2019 347 excavaciones arqueológicas, las tradiciones orales dos lenguas puede hacerse entender y comprender recogidas ante algunas tribus mauritanas de Trarza y la otra. Adrar,2 las conservadas por los soninkés y publicadas Los últimos hablantes de esta lengua azeriyya por varios autores, así como los textos árabes, mues- son los macinas (o masenas o macenas), población tran que los negros fueron los primeros ocupantes negra que estuvo presente en todo el territorio del país.3 Estos eran agricultores sedentarios, como mauritano, así como en el Sahara occidental, hasta indican las piedras de molino y los fósiles de cereales hace muy poco: Jacques-Meunié encontró a esta hallados en los emplazamientos. población en Tichit en 1947-1948. Estos macinas Así, por orden de llegada a este espacio saharia- tuvieron que emigrar de la última localidad mau- no, tenemos a: ritana, Tichit, para instalarse en diversos pueblos de Sudán (actualmente Mali), donde la lengua azeriyya • Los negros: gangaras, aswaniks o fulanis (antes sobrevivió hasta hace muy poco. ¿Por qué razones de nuestra era)4 emigraron? Jacques-Meunié se lo preguntó, pero no • Los sanhajas: lemtunas, ladems o lemtas, del pudo llegar a precisar en qué época y bajo la presión siglo V de la hégira (siglos X-XI) de qué circunstancias se produjo el éxodo. Aun así, • Los árabes de Beni Hassan: siglo XI de la hégira sí que pudo suponer que su partida no debe de re- (finales del sigloXIII ) montarse a una fecha muy antigua, ya que todavía pueden identificarse algunas de sus casas en Tichit. Los macinas que se quedaron se fundieron entre la Las poblaciones negras primitivas población mora mediante la adopción, en primer de Mauritania lugar, del vestuario (velo y peinado, en el caso de las mujeres) y, en segundo lugar, de la lengua hasanía. Las primeras poblaciones negras de Mauritania Hay que señalar, asimismo, una ascendencia eran, en su mayoría, de lengua soninké (gangaras, soninké para otra tribu mora: los laghlals. Estos aswaniks, sarakolés según los autores). Las tradicio- afirman descender de un ancestro soninké llamado nes orales del Adrar mauritano les atribuyen «todas Mohamed Khoulé, que algunas tradiciones consi- las antiguas tumbas conocidas con el nombre de deran también el ancestro de los macinas. Por ello, riadh lekouar y todos los objetos de piedra pulida o François Manchuelle (2004) afirma que «los lazos restos de cerámica». A ellos debemos el nombre de de sangre entre los laghlals [y los soninkés], reales o chinguitti que se da al territorio y que resulta de no, permiten afirmar que, desde muy antiguo, estos una deformación del término soninké si nguede o mantenían vínculos comerciales». peso de los caballos. Más tarde, los autores y sabios Junto a los soninkés vivían los fulanis5 (peuls o arabobereberes adoptaron este término y lo aplica- fulbes), cuya lengua es el peul (fulfuldé para algu- ron con orgullo a su país, Bilad Chinguitti, también nos). Las tradiciones moras que testifican su presen- conocido como «el país del millón de poetas». cia en el norte de Mauritania son poco numerosas; En una primera fase, el protosoninké evolu- sin embargo, varios hechos abogan por esta hipótesis. cionó con el contacto de las poblaciones bereberes Maurice Delafosse, citado por Modat (1919), habla para dar lugar a la lengua azeriyya, una mezcla en de una tradición que sitúa el origen de los peuls en la que destaca el habla de los primeros ocupantes «Akka, y también pasaron por la región llamada Tor, del territorio, es decir, los soninkés. En efecto, la país rocoso y lleno de cavernas; estos habrían sido lengua azeriyya presenta muchas similitudes con expulsados del país por los árabes, que los hicieron el sarakhoulé y todo aquel que conoce una de estas retroceder hasta Tagant y Senegal». Esta región de 2. B.A Chavane, p. 28, 1985; J.J.V Modat, p. 378, 1919. 3. J.J.V Modat, p. 374, 1919. 4. Datos de M. O. Hamidoun. 5. J.J.V Modat, p. 378 y 380, 1919: la tradición del Adrar sobre los peuls está menos extendida que la de los gangaras. IEmed 28-29.indd 347 06/11/2019 15:08:05 348 Versión en español Tagant, conocida en la tradición peul como Tye’e- compuesto por lemtunas, gdalas y masufas, tribus Gene o tyche-gene, significa «tumbas antiguas» nómadas de los cenhadjas» (1952). Los genealogistas y, por extensión, «pueblos antiguos».6 Aboubacry los remiten a cuatro ancestros: Guezoul, Lamt, Hes- Moussa Lam, historiador senegalés y discípulo de koura y Sanhadj. Al principio, según Modat, estos se Cheikh Anta Diop, avanza que «los peuls, en su contentarían con asentarse en la región que ofrecía periplo de este a oeste, habrían ocupado Mauritania pastos a sus camellos, «es decir, toda la zona de la entre los siglos II y VII d.C, fecha a partir de la cual llanura y las dunas al oeste y al norte» (1919). Al comenzaron a abandonar la región hacia Futa Toro instalarse allí, los bereberes atacaron las poblaciones (en el valle central de Senegal), adonde llegaron negras que se fueron encontrando: «expulsaron de a finales del siglo VIII y principios del IX».7 Existe allí a una parte y se pusieron al mando de la otra… una tendencia a dividir a la población peul según y de ellos [los bereberes] proceden la mayoría de las su modo de vida. El grupo de pastores nómadas se tribus actuales». Impusieron su lengua a medida que denomina fulbés aynabés (peuls nómadas), mientras extendían su dominio por el país. Esto está confir- que los sedentarios se llaman fulbés sarés (peuls mado por «tradiciones moras, orales y escritas, pro- urbanos). Sus vecinos, que se han podido asimilar cedentes de numerosos autores [que] prueban que a ellos, completan el grupo bajo la denominación el habla zenaga o lengua bereber era la lengua que haal-Pulaar’en (hablantes de peul, lengua de los hablaban, hasta el siglo XIV, todas las poblaciones peuls). blancas de Mauritania». Vincent Monteil, en un tex- to relativo a la toponimia bereber en el vocabulario moro, afirma que «la lengua de los moros (hasanía) Les poblaciones blancas de Mauritania: es un dialecto árabe, más o menos berberizado en los beidanes su vocabulario. Según nuestras investigaciones, que incluyen hasta ahora unos 3.600 vocablos, la pro- Antes de la invasión almorávide, sabemos que existió porción de términos bereberes es muy variable y se una población blanca en el territorio mauritano, distribuye de la siguiente manera: más o menos un conocida como los bafures, aunque sabemos muy tercio de los mismos se refiere a la flora, un cuarto poco de ella.