AÑO XII 14 DE SEPTIEMBRE DE 1934 NÚM. 295 SOCIOLOGÍA, CIENCIA/ARTÉ*^ SEMANARIO ILUSTRADO

COLABORADORES • SUMARIOS CIEMCIA SOCIAt: Mu N.ttUa, L.l|l Fabbrt, AiitMl Corallii y Hnf» Tml, •,AS IDEAS LIBERTARIAS EN SuiZA, BÉLGICA, HOLANDA Y ESCANDINAVU CIENCIAS FÍSICAS y MORAIES: lUful CiitKirn ia la Hoi, Enawi (conclusión), por X. X. X. — TIPOS ESPAÑOLES: DON HERMINIO, Ralfli y Canil!» B»ni«H. EL CAZADOR CAZADO, por Felipe Aláiz. — ANARQUÍA Y COMUNISMO U' INFORMACIÓN. ARTE Y CRÍTICA BERTARio: NECESIDAD PREVIA DE UNA ESTRUCTURACIÓN ORGÁNICA SO­ IITERARIA: Fa^wlu M.iitimy, Fe­ CIAL FUTURA, por ]ose Masgoniierí. — «HONOR, ALMA Y VIDA», come- lipa AUlii Carlat Malal* y Jaaqila dia dramática por Federico Urales. — EL ANARQUISMO EN PRÁCTICA: Hadia UNA COLONIA ANARQUISTA, por Onofre Dallas. — LA PRUDENCIA, por ROIÍTICA, OIPIOMACIA, HIHO. Raimundo Luiío.—GLOSAS : EL PERFECTO ANARQUISTA, por Federica RÍA y SINDICALISMO! R.d.lf Skarfanrtala, SolaJa^ Caita», Haa Montseny. Day. Gamlaal Etflaai y Fadarlca Uralai. — ILUSTRACIONES: Idea y Naturaleza. — La anarquía TRADUCCIONES: Eaiakla C. CAt. en la vtda práctica. — SUPLEMENTO. 1 FallM AUli y Elay Maili. Administración: Cali* Etcornalbou (anl*« Culnardó), 37

Las ideas libertarias en Suiza, Bélgicaí Holanda y Escandinavia (Conclusión)

La obra más conocida de Multatuli, Max Have^ le tenia por uno de los jetes del marxisr"o interna­ loar, es una novela javanesa. Se parece a esta la cional. En el Congreso Internacional de París (1889) lovela del poeta filipino José Rizal, titulada Nol» cuando conoció de cerca a los jefes marxistas, de­ ne tangere (1886). En escritos posteriores hizo Muí' mostró ser un hombre independiente. tatuli crítica anarquista de la sociedad presente, ex­ Al ver que después de los Congresos de Bruselas presándose en sentido literario y filosófico. Penetró y de Zurich (1891 y 1893) que sus propósitos de paulatinamente en el gran público, habiendo sido atacar al militarismo y a la guerra fueron sabotea­ prohibidas las obras de tan rebelde autor en Ho­ dos € inutilizados por los marxistas, valedores dá landa. Estado y del patriotismo a todo trance, hizo una Pero el campeón del anarquismo en Holanda fué crítica incisiva de la táctica socialista política. La F. Dómela Nieuwenhuis, sobrino del saintsimonia- crítica de Dómela no dijo nada nuevo a los anar­ no Nieuwenhuis, familiarizado con el ambiente li­ quistas, pero se hizo notar como honrada evolución beral de la «Dagerad». Fué primero pastor protes­ de un socialista que se escandalizaba viendo por tante y predicador de renombre, siempre liberal y sus propios ojos lo que es el socialismo estatal. B! preocupado por la cuestión social desde 1870. Tan libro Le socialistne en danger reproduce las críticas. lenu se desarrolló su evolución — siempre hacia Avanza Dómela incesantemente por el camino de delante — que sólo diez años después se decidió a su evolución. Cree todavía eficaz el socialismo re­ abandonar la fe protestante, convirtiéndose en li­ volucionario, con parlamentarismo facultativo o sin brepensador activo. Por la misma época, F. Dómela Parlamento. Todavía no es anarquista. El auxiliar Nieuwenhuis, a quien las costumbres de la Holan­ de Dómela en la propaganda y en la redacción dd da liberal y su propia educación hacían asequible diario es un maestro, Comelissen. Se ve en el caso toda la literatura libertaria, se hizo socialdemócrata mismo de evolución que Dómela. Como Dómela. (1879). En diez años fundó el partido socialisU par­ cree Comelissen que es posible prescindir de k lamentario en Holanda y fué elegido, pero abando­ anarquía, preconizando un comunismo muy amplio. nó el Parlamento cuando lo conodó de cerca. Se La evolución es lenta. Se hizo desde 1890 a 1900. épo R / S T N

El partido que seguía a Dómela se separó de él matiz. Hay una polémica incesante entre los distin­ por una serie de escisiones sucesivas: unos siguic' tos grupos. Sin ruido y sin escándalo se preparan ron siendo socialdemócratas; otros, socialisus revo' escisiones, no produciéndose más que una sucesión lacionarios con o sin Parlamento; otros, Cornelis- de cuadros como vistas de calidoscopio, sin efica­ (cn entre ellos (que se separó por completo de cia ni evolución ulterior. • Dómela en 1898), abrazaron la causa del «sindicalis' Acaso sea imposible para las generaciones presen­ mo puro». Quedó Dómela Nieuwenhuis con su ór­ tes llegar a una cooperación armónica. La diversi' gano periodístico De Veije Socialist {El sociaUsUí dad liüposa es la sola realidad de las fuerzas pre­ Ubre) y un número reducido de secciones, profe- sentes en el mundo. Parece lógico que puesto que sando finalmente aquél un anarquismo completo, se impone la diversidad, la eligiera cada cual jo­ de amplia base socialista, favorable a la tendencia vialmente. No es así. Lo único que se ve es la individualista. absurda necesidad de estar en querella permanente Hubo débiles corrientes anarquistas desde 1871 para conseguir la felicidad. cuando se fundó la revista Vrijheid {Libertad) que Holanda es la tierra de Europa menos afectada tenia carácter internacionalista. Hubo pequeñas pni' por la crisis económica mundial. Nobleza obliga. bb'caciones periódicas en flamenco: recuérdese De Y la nobleza tendría que consistir ahora por lo que Opshand (La Rebelión). Alcanzó larga vida De respecta a Holanda, en tomar la delantera de plau­ Anarchist inspirado en el alemán Die Autonomie sibles iniciativas sociales y libertarias. Con Dómela a partir de 1888. También hay que subrayar pU' Nieuwenhuis parece haberse extinguido la pasión blicaciones como Anarchie y numerosas traduccio' social. Cornelissen vive retirado en Francia hace nes de libros y folletos inspirados en la propaganda más de un tercio de siglo. Los demás militantes editorial francesa. Todo esto se produjo junto a holandeses, por activos que sean en Holanda, son Dómela sin que se pusiera éste en contacto, que desconocidos o poco menos internacionalmente. yo sepa, con los propagandistas de la anarquía in- Es curioso contemplar el país holandés, tan prós­ tegral. pero e instruido, tan provisto de hombres capaces Por lo que se refiere al antimilitarismo, la expe­ de sentimiento libertario y con un número conside­ riencia de lo que demostró el proceso Dreyfus hizo rable de obreros que desean emanciparse. Teniendo que se viera con buenos ojos la organización inter­ cualidades favorables para el progreso, vive en com­ nacional de aquél. Dómela Nieuwenhuis apoyó la pleta quietud, sin contribuir con sus. iniciativas al sugestión y en Holanda tuvo lugar el primer Ojn- mejoramiento general. Sólo se ve en Holanda un greso Internacional Antimilitarista (1904). Las ideas continuo tejer y destejer de grupos y partidos, un de Tolstoi fueron difundidas en Holanda por los constante movimiento de escisiones y reorganiza­ anarquistas que permanecían dentro del cristianis­ ciones. Holanda es como un escenario de calidos­ mo, los christen anarchistes. Se daba también la copio. tendencia a la vida en comtín en las colonias liber­ Nada, pues, tiene de extraño que despliegue sus tarias. guerrillas la reacción, que el comunismo ocupe la La tolerancia quedaba favorecida, ciertamente, calle y que el fascismo levante la cabeza. Es pro­ pero con olvido de la propaganda general. No es líci­ bable que Holanda vuelva a ser víctima de su aisla­ to encerrarse en un convento cuando está todo por miento, pues detesta a Francia, mira de través a hacer fuera de él. Las tendencias aiurquistas reli­ Alemania y no se fía de Inglaterra. Permanece sola giosas en Holanda se conservan todavía, y por lo y algo febril sin acabar nada. Haría falta que se que puede juzgarse a distancia son independientes acordara con más frecuencia de la solidaridad hu­ de la poUtica y del proselitismo de las Iglesias. mana. Sólo entonces renacería su actividad liber­ El antimilitarismo tiene su centro en Holanda. taria. Allí se niegan a menudo los reclutas a hacer el lervicio militar, prefiriendo la cárcel al cuartel. Aparte de esta actitud, el antimilitarismo que co­ En épocas antiguas, los pueblos escandinavos no mentamos sólo puede registrar los crímenes guerre­ tuvieron grandes estímulos para desarrollarse social- ros y apelar a la conciencia humana o al interés mcnte. La situación geográfica, el clima, la vecin» que los hombres tienen, parecen tener o deberían dad de pueblos menos desarrollados todavía man­ tener en no asesinarse mutuamente. Como fuerza tenían una permanencia poco favorable al socialis­ efectiva tiene poca importancia, puesto que los pue­ mo y al anarquismo. blos se someten al yugo militar como a los demás En el interior vivían aislados los campesinos cuU yugos. tivando la tierra trabajosamente y en permanente Hubo en Holanda importantes y tenaces huelgas soledad individualisu y egoísta, conduciéndose y gran multiplicidad de agrupaciones sindicales cruelmente con las razas que consideraban inferio­ distintas. Los grupos y partidos socialistas, comu­ res y empujándolas violentamente hacia el Norte y nistas y anarquistas están muy diferenciados, no el Este. faltando publicaciones y militantes que tienen re­ En la costa, poco hospitalaria, se desarrolló el presentación de tal o cual tendencia, de tal o cual derecho del más fuerte. Se despojaba a los náufra- R T A N 691 gos como si el despojo fuera un rito sagrado. Se su predominio en otras latitudes. El desarrollo del practicó la piratería en gran escala, y cuando la socialismo fué también tardío. utilizaba el Estado se llamaba colonización. Algunos artesanos escandinavos se empaparon de Inglaterra fué ocupada tres veces por invasores socialismo viviendo en conucto con las sociedades procedentes de países escandinavos: primero an-' obreras tn Suiza, París y Londres, y haciéndose gles y jutesj daneses después y normandos la ter­ comunistas autoritarias. Los intelectuales conocie­ cera vez. Los normandos de Noruega fueron una ron la literatura alemana avanzada que llegaba de epidemia para las costas de Alemania, Holanda, Hamburgo, el gran puerto vecino de Escandinavia. Francia, Italia y Sicilia. Se conocía, sobre todo, a Cabet, Weitling, Wil- Quisieron los daneses conquistar por tierra el ñor- helm Marr (libertario entonces). Un profesor danés, te de Alemania. En el siglo XVll, con el pretexto Sibbern, conoció a Hegel y a Marx. Concibió un di defender la religión protestante invadieron los socialismo de Estado que explicó desarrollando una suecos el territorio alemán y parte del austríaco. teoría utópica en danés (1858-1872). Del libro vi Por el tratado de 1848 se consideraron dueños de un ejemplar cuarenta años después en el British una parte del litoral alemán hasta la época de Na- Museum. Estaba sin cortar y es probable que siga poleón. intacto. En el litoral báltico, a expensas de finlandeses, Más palpitante fué la agitación social de Marcus estonianos, letones, polacos, ukranianos y rusos Thrane en Noruega desde 1848. Atrajo a muchos procuraron los suecos hasta el siglo XVIII una ex­ jóvenes, entre éstos a Ibsen. Fué aplastada mate­ pansión nunca satisfecha, promoviendo litigios y rialmente por un proceso y Thrane pasó muchos guerras. Se conocen los proyectos de Carlos XII y ,-iños en presidio. Hacia el fin de su vida en 1880, menos que éstos los de otros conspiradores suecos vivio en Chicago, habiéndose hecho socialista revo­ de las primeras décadas del siglo XVIll que trataban lucionario. de hacerse con Inglaterra. Algunos intelectuales de Dinamarca y Suecia de­ Así, pues, los habitantes de países considerados mostraron cierto interés por Proudhon: pero el úni­ hoy como pacíficos y pacifistas no lo fueron en co que se inspiró en Proudhon, en el federalismo. épocas pasadas. El pacifismo tenía en ellos una en la Comuna de París y en el colectivismo, fué tendencia al misticismo (swedenborg) desarrollada un novelista popular sueco, Quiding (después de todavía en el siglo pasado por una de sus eminen­ '^7i)' Compuso a base de sus ideas un trabajo so­ cias : Kierkegaard. Sus hombres de ciencia fueron cialista libertario. Al parecer el joven Strindberg .sobre todo metódicos y sistematizadores, como el y otros intelectuales conocieron los escritos de Qui­ gran Linneo. ding sin aceptarlos nunca. En la agitación socialista El pensamiento libre tuvo pocos fieles. La lite­ de diez años después (i88o a 1890) Quiding era un ratura tuvo influencia alemana, inglesa y francesa, desconocido. cultivándose largo tiempo las formas atenuadas del La presencia de Bakunín en Suecia por los años clasicismo y del romanticismo. 1863 y 1864 pertenece por el primer período, a su La literatura escandinava llamada moderna es, época de conspirador nacionalista. Hubiera querido en realidad, de fecha reciente, siendo tal vez más Bakunín que Suecia guerreara con Rusia para favo­ conocida en algiin otro país que en el que la vio recer la insurrección polaca. Quiso interesar al par­ nacer. Hay expresada alguna tendencia social; no tido liberal en tal sentido. Los conservadores eran faltan traducciones del francés, sobre todo de escri­ amigos del zar. No pudo conseguir nada. tores avanzados del siglo xvill. Si hubo tendencias En 1864 hubiera querido Bakunín hallar en Sue­ revolucionarias antes de promediar el siglo xvill, cia cooperadores para la revolución rusa. Vio a al­ fueron débiles o bien se desconocen hoy. gunos elementos y no tardó en desinteresarse de ellos. En 1815 los burgueses, el artesanado y los cam­ Segiín los partidarios de Lasalle y otros social- pesinos abatieron el poder de la aristocracia, eman­ demócratas alemanes, la orientación autoritaria en­ cipándose de la ortodoxia religiosa. Resistieron a la tro en Dinamarca hacia 1870. Dinamarca tiene aún tentación del nacionalismo escandinavo agresivo y hoy un Ministerio socialdemócrata. Siempre fracasó establecieron «na democracia de exterioridad correc- en Dinamarca el propósito de constituir un partido ti legalista. La tensión entre Suecia y Noruega aca­ socialista revolucionario. Sólo unos veinte años an­ bó con la separación completa en 1905, no produ­ tes de la guerra mundial hay allí algunos grupos y ciéndose convulsiones ni guerras. periódicos anarquistas y algo más tarde una orga­ La riqueza del subsuelo sueco, las facilidades del nización sindicalista débil. comercio marítimo de Noruega y la producción Hans Jaeger escribió la Biblia de la Aoarquía, agraria de Dinamarca, producción vendida a Ingla­ hermosa obra. El doctor Rolf Hammer, militante terra, acumularon capital. La emigración libre a los muy activé, murió prematuramente. Después de la Estados Unidos hizo que no hubiera censo obrero guerra desaparece lodo o queda invadido por el excedente. El capitalismo en su fase aguda y agre­ comunismo. Se dio un matiz autonomista atenuado, siva se hizo sentir bastante después de la época de defendido por una publicación, Samstgrehe (Auto- 692 L R V i B L N gobierno) un federalismo unido a cierta cooperación eii la misma época. Los jóvenes repudiaron la tác­ económica libre; se dio también la teoría del Rets- tica parlamentaria, inspirándose algunos en las vio­ staten {Estado de Derecho); corresponde a !as mis­ lencias de los anarquistas franceses (1892-94) y mas ideas, en minoría respecto i socialistas y comu­ aceptando el terror sin practicarlo, con lo cual se nistas. tenían por anarquistas.. Apenas se propagó enton­ En Noruega hubo tres figuras libertarias destaca­ ces teóricamente la idea anarquista según se obser­ das: Ibsen, Arnegarborg y Kristofer Hansteen. va en las publicaciones de aquel tiempo. El partido Fuera de ellas las ideas libertarias han tenido escaso de los jóvenes socialistas («ungsocialisten») se rami­ relieve. ficó en secciones, que siguen aún, al parecer, cua- , Ibsen es un problema único. Contribuyó a la renta años después. agitación de Marcus Thrane después de 1848 y se Fué al principio un cúmulo de militantes, jóvenes dice que conoció entonces las ideas anarquistas por y no tan jóvenes, de acuerdo todos en propagar los escritos de Wilhelm M'arr. Veintidós años des­ una idea anarquista poco profunda. Aparte del pués se expresaba en sentido adverso al Estado en acto de terror contra un barco en tiempo de huel­ sus cartas a Bjornson sobre la Comuna de París. ga, no se ejerció la táctica revolucionaria. Se saca Indudablemente se dio tanta cuenta de la insufi­ la impresión, conociendo lo que publican, de que ciencia de los hombres, que perdió la fe en toda a pesar de su antimilitarismo, de su afición a la actuación colectiva, buscando la eficacia en la edu­ lucha directa, al malthuiianismo, etc., no tratan cación de la voluntad en la elevación de la concien­ de empaparse de substancia anarquista, sino pro­ cia. En obras posteriores parece desengañado tam­ testar temperamentalraente contra el quietismo de bién de aquella teoría individualista. la socialdemocracia. Un solo autor, Henriksson Arne Garborg fué un autor noruego de abolengo Holmberg, está libre de estas acotaciones críticas. campesino, admirador de la independencia de los Murió en 1929. Conoció en edad temprana las ideas trabajadores del agro que viven lo más lejos posi­ de Dübring, Reclus y Kropotkín, y reivindicó la ble del Estado. Era partidario de escribir en lengua memoria de Quiding. Hacia el fin de su vida com­ noruega popular ,en vez de emplear la danesa. Com­ puso un libro sobre las ideas anarquistas. Fué una prendió que su anhelo de libertad sólo estaba en rara excepción. las ideas anarquistas y entregó su publicación de De los elementos educados en aquel ambiente carácter popular Fedraheimen en 1890 (había sido unos se interesaron por el sindicalismo, que adop­ fundada en 1877) a un grupo de jóvenes anarquis­ taron como una fascinación. De éstos fué Albert tas. Habían conocido éstos las ideas en América Jensen que conoció a Cornelissen, habiendo. vivido dtí Norte por Most, en París o en Londres por refugiado en París. Hacía falta creer en Suecia el • Kropotkín. Fueron estos jóvenes Arne Dybfest, sindicalismo ajeno a la socialdemocracia que tenía Ivar Mortensen y otros. Apareció súbitamente el enrolados a los obreros suecos. La avanzada formó comunismo anárquico en la publicación y más tar­ un smdicalismo de apelación revolucionario, aun­ de dio plaza a una serie de folletos anarquistas. que no tuvo la masa que tenía el socialismo polí­ Esta floración no duró mucho. El propio Garborg tico. En la organización sindicalista revolucionaria atenuó sus ideas. había influencias norteamericanas (aportadas a Sue­ . Kristofor Hansteen, de Kristiania (Oslo), era un cia por trabajadores suecos que habían vivido en tipógrafo del grupo. Redactó y compuso casi sólo los Estados Unidos en contacto con los I. W. W., ua periódico, L'Anarchiste, que le valió el destierro Trabajadores Industriales del Mundo) tendencias a Londres. Al regresar del destierro reanudó la pu­ fusionistas (partidarias de unirse a los moderados). blicación y tradujo Palabras de un rebelde. Los Si se reconocía el ideal anarquista, era siempre eamaradas de Freedom conocieron perfectamente a ifpara después». El esfuerzo más empeñado consis­ Hansteen en Londres en 1899-1900. Voltairine de tía en crear el Estado sindicalista. Cleyre, herida como estaba, hizo un viaje a No­ El sindicalismo cree posible sustituir a la anar­ ruega y describió la emocionante escena de la muer­ quía por un espacio de tiempo indefinido. En Sue­ te de Hansteen cuando éste deliraba pensando úni­ cia no tuvo terreno propio el ideal anarquista; ni camente en terminar la impresión de Palabras de contó con grupos de estudiosos, ni con originales un rebelde. o traducciones estimables, aunque hay versiones Los socialistas noruegos no fueron tan exclusivis­ abundantes. Si se compara con lo hecho en Espa­ tas como otros. Llegaron a publicar traducciones de ña, en Italia y en la Argentina para facilitar y Kropotkín en sus ediciones y periódicos. popularizar la asimilación de ideas con publicacio­ Por iniciativa sueca se constituyó un sindicalis­ nes, discusiones y traducciones, bien poca cosa se mo en Noruega menos uniforme que el sueco. No­ hizo en Suecia. Los jóvenes socialistas y sus sindi­ ruega parece el país más abierto al pensamiento. catos metódicos parecen bastar para llenar las ne­ Suecia no tuvo elementos libertarios hasta entrar cesidades todas. en el período 1890-1900 porque Quiding quedaba Los focos de propaganda internacionalista y anar­ en el olvido. En aquel período parte del socialismo quista por lo que respecta a los territorios de Sui­ se hizo más radical. Ocurrió el caso de Holanda y za, Bélgica, Holanda, Dinamarca, Noruega y Soe- R A N 693 cia son escasos aunque activos. En primer lugar es de los viejos anarquistas en Dinamarca y en No- justo colocar a Bertoni con sus publicaciones Reveil ruega. y Risveglio en Ginebra y las demás pruebas de La ausencia de crisis económica en muchos de actividad como propagandista incansable. estos pueblos, o por lo menos la ausencia de crisis Hay en Bélgica y en Holanda voluntades anar­ sofocante; la escasa gravitación en los mismos de quistas. En Holanda conviven en círculos herméti- las consecuencias de la guerra, ¿no podrían justifi- coí. A pesar del sindicalismo «puro» no se advierte car la 'existencia de una realidad más favorable a ideología libertaria en los países escandinavos. Se las ideas anarquistas? Esperemos que se reanude piensa con nostalgia en los tiempos de James _ el cultivo de las posibilidades libertarias, Guillaume y de Paepe, de Dómela Nieuwenhuis y (Traducción de F. Aláiz.) , X. X. X.

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IDEA Y NATI/RALEZA Cervera del Río Alhama. Grupo de compañeros en una jornada de sana expansión

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Desde el próximo número, LA REVISTA BLANCA tiradas, como se puede ver, en magnífico papel empleará papel inferior al presente, para, en canv cuché. hio, dar veinticuatro páginas de lectura, todas las Creemos que este cambio, que resulta una me­ remanas. jora, será bien recibido de nuestros lectores. Con el nueva papel no podremos publicar /oío- Advertiremos que desaparecerá el Suplemento, p'aftas; pero, si estuviesen bien sacadas, las pu^ porque todo el número se tirará en igual papel y blicaremos en las páginas centrales de la cubierta, en una misma numeración. 694 N

TIPOS ESPAÑOLES Don HerminiOi el cazador cazado

Aquella arboleda fluvial tenía un mes de mayo Porque don Herminio era hombre fuerte. Den­ tan jugoso y verde, que sólo he podido verlo des- tro de la suavidad de su temperamento sabía de­ pues en los cromos. En años de mocedad en­ mostrar que estaba seguro de lo que decía. ¿Qué tregados a la poética de modelos antiguos, iden­ ¡deas eran las suyas? Por de pronto siempre pa­ tificaba yo la ribera con paisajes de fábula más que saba por la ribera con tina carabina. Al día si­ con escenografía clásica. guiente, cuando explicaba en clase lo que era El cromo y la fábula tienen mucho más atrac­ la falange macedónica, yo hallaba contradicción evi­ tivo que Horacio y Ovidio. La arboleda era un dente entre sus ideas pacifistas y la carabina. cromo, y todo cuanto transcurría en aquel am­ Si don Herminio era pacifista, y como tal se biente podía ser tema de fábula. Si Horacio ensal­ mostraba con las dos docenas de aprendices de ba­ zaba a Augusto o Virgilio describía la primavera chiller que acudíamos a su clase; si aborrecía las en la sexta Geórgica, siempre resultaba que el pro­ armas, ¿por qué iba a la pradera armado de ca­ fesor de latín nos hacía conjugar unos cuantos rabina? Me dijo un condiscípulo que don Hermi­ verbos empalagosos. nio iba a cazar becadas. ¿Y qué? ¿Acaso las be­ Los cromos y las fábulas, en cambio, no nece­ cadas no eran tan pacifistas como don Herminio? sitaban intérprete para mí. Los cromos tenían un Era hombre de natural amable y risueño. Para verde mate como el paisaje después de llover, y decir que un discípulo no sabía media palabra de al tenerlos delante se sentía la comezón de ir a la lección, sólo se atrevía a insinuar: contemplar la arboleda a orillas del río. Las fá­ — Le pongo 3 a 4 h, entre regular y regular bulas — Esopo, La Fontaine, Samaniego, Iriar.e -- flojo. me paredan entonces la cúspide de la belleza, ¿Qué — ¿Regular sostenido, don Herminio? me importaba a mí que Virgilio cantara la felici­ — Eso es. dad de la vida campestre? Y con un carácter así, ¿cómo se atrevía a ase­ sinar alevosamente a las infelices becadas? El se­ O fortunatos nimium, sua si bona noriní creto permanecerá eternamente oculto a los ojos Agrícola !..- de la posteridad. Preguntó un día la lección al pequeño diablo Lo interesante era sentir la felicidad de la fá­ que entre todos los discípulos era conocido y cri­ bula y del cromo, encaramarse por un árbol y re­ ticado por su seriedad en clase: citar aquellas maravillosas historietas de asnos par­ — ¿Qué hizo Licurgo? lantes, raposas ladinas, corderos atontados y lobez­ — Distribuyó la tierra de Laconia entre espar­ nos razonadores, aunque lo importante era atra­ tanos y laconios. vesar el río 3 nado. Para ello no era ningtín estor­ — ¿Y qué resolvieron éstos? bo saber que Virgilio celebraba en fastuosos ver­ — Hicieron trabajar la tierra... sos el casamiento del aire con la tierra y que en — ¿A quién? el Epitalamio de Cátulo, Auruncleia es el sobre­ Nadie lo sabía. nombre de la desposada: pero una pradera tenía -- ¡ A los lacedemonios! — gritó don Herminio, más belleza que todos los clásicos habidos y por El coro de estudiantes .-íaltó como si hubiera te­ haber. Unos renuevos en flor me parecían más nido a la vista una batuta zigzagueante: importantes que los verbos por extraordinarios que - ¡ A los lacedemonios! fueran. — Bueno, ¿y qué hicieron los lacedemonios? Por aquel paisaje fluvial pasaba todas las tar­ Silencio imponente. Contestó el profesor a su des un profesor a quien llamábamos don Hermi­ pregunta : nio. En clase nos explicaba la Historia Universal. — Pues hicieron labrar la tierra a... ¿Quién lo y no como asignatura, sino como b más hermosa sibe? de las fábulas. "Historia es La narración científica Silencio, que tenía todas las trazas de acabar en de los sucesos realizados por el hombre bajo la punta. dirección de la Providencia •-. Así decía don Her­ — Hicieron labrar la tierra a los ilotas — pro­ minio el primer día de clase, pero empezaba in­ firió don Herminio. mediatamente a burlarse de la definición, y burlán­ Y añadió haciendo un ademán con las manos para dose de ella pasaba el curso. contener el bramido del coro: N 695

— Ya ven ustedes: Licurgo dio la tierra a es­ — Iba a decirles que aquellos envenenamientos y partanos y laconios, que la cedieron para el tra­ asesinatos no se dieron nunca con tanta virulen­ bajo a los lacedemonios, y éstos, a su vez, a los cia como en Roma, porque el pueblo romano se ilotas... Eso es lo que ocurre con la Historia: parecía a sus emperadores. Siempre quería sangre. ustedes se encuentran con tierra fértil, como los Guerreaba y pedía por oficio. Por eso no hubo espartanos; la tierra fértil de ustedes, o sea la His­ dramaturgos en Roma... Séneca era cordobés... toria, la ceden a sus padres, que son los lacedemo­ ¿Cómo iba a haber dramaturgos, si la vida roma­ nios, y éstos me la ceden a mí porque soy un na era un drama permanente? ilota, i Largo de aquí I Aquel día terminó la clase con una especie de Así terminaba la clase por aquel día. armisticio. El profesor tenía verdaderas familiaridades cuan­ — Usted es pacifista — dijo al profesor un me­ do explicaba la lección de Nerón: dio diablo vasco al salir de clase. — Claudio condena a muerte a Mesalina y se — Bueno, ¿y qué? casa con Agripina, madre de Nerón. Claudio mue­ — Con todos los respetos, don Herminio, no re envenenado por Agripina. Ésta es condenada creemos muy compatible esc pacifismo con la caza a muerte por su hijo, quien hace matar también de becadas. a Séneca, a su hermano Británicus y a su consorte — ¿Por qué? Octavia. Era un monstruo de lascivia. — Las becadas no son sanguinarias como Clau­ — ¿Qué es lascivia, don Herminio? dio ni como Nerón; no son monstruos de lasci­ — Lascivia no es lo mismo que sicalipsis, y la via; no matan ni gozan con la sangre... Y usted pregunta que hacen es totalmente sicalíptica, por­ las caza a traición, don Herminio. que supone el absurdo de convertir esta clase en El profesor nos despidió violentamente, pero k» una clínica. En una clínica tal vez pudieran uste­ cierto es que no volvió a cazar becadas. des enseñarme ,T mí. El silencio que siguió fué completo y temeroso. FELIPE ALÁIZ

ANARQUÍA y COMUNISMO LIBERTARIO Necesidad previa de una estructuración orgánica social futura

I I'El anarquismo no está ya en esta sujeto también a estos dos movimientos de su infancia, y tal vez haya llega­ existencia, agotándose todavía dentro del primero do ya el momento de que nos pre­ por no hallarse aún en el grado determinante, en guntemos por qué, a pesar de toda las condiciones precisas para efectuarse el segunda. la energía aportada a su propagan­ Sobre este último aspecto, pues, se desenvolve­ da, no se extiende con mayor ra­ rá el presente trabajo, no como una pretendida pidez. Aun allí donde la actividad solución, pero sí .señalando una orientación para es de las más intensas, los resul­ conseguirla y cuyo punto de partida es la obser­ tados obtenidos son muy limi­ vación hecha por el camarada Max Nettlau, que tados.» me sirve de motivo preliminar. MAX NETTLAU Cierto es que la pregunta apuntada por el histo­ riador del socialismo no tendría tanta justifica­ (De «¿Comunismo o Individualis­ ción si el anarquismo en el resto de las naciones mo?», Almanaque de Tierra y hubiérase extendido tan sólo como en España f Libertad, 1934.) algunos países iberoamericanos. Hay que recono­ Todas las cosas, todos los seres, precisan de dos cer que el proletariado español, a pesar de la len­ esenciales movimientos para su existencia: la cau­ titud con que se han extendido las ideas anarquis­ sa y el efecto, la germinación y el fruto, la ges­ tas, está,' no obstante, a la cabeza del movimiento tación y el parto, el propósito y la realización. Y libertario mundial. el anarquismo, que no puede ser una excepción, Pero !a interrogante es de tal importancia, que 696 R N no pierde por eso su fundamento ni la necesidad ceptos que un pirronismo sofístico y estéril ha de que los anarquistas la contestemos decididamen- venido presentando como dos órdenes de cosas te, no de una manera superficial como se ha hecho opuestas y antagónicas, siendo, no obstante, com­ alguna que otra vez, sino a fondo y de manera plementarias puesto que una no puede ser un resolutiva. todo razonable sin la otra. En estos momentos históricos que son preludio Basta la lectura de algunos folletos y artículos de transición de un mundo caduco que muere a insertados en nuestra Prensa para ver la causa de otro nuevo y esperanzador que hurga por nacer, este eclipse de organización futura, efecto que lo reconozcamos que no es muy halagüeño que el determina el absolutismo cerrado, en las negocia­ anarquismo en el mundo se halle realmente en ciones y en las afirmaciones, lo que impide todo el poco avance señalado. El hecho de que en al' propósito de estructura orgánica, defecto grave del gunas naciones no sólo no se ha extendido lo su' que hay que desprenderse, inculcado por ese exa­ ficiente, sino que ha decrecido, y que en otras gerado espíritu individualista siempre negativo y donde al parecer era fuerte y pujante no lo haya que, claro, ha de chocar con toda idea de convi­ ndo tanto frente al llamado fascismo burgués, al' vencia social concordante y factible. guna causa tendrá que lo determine. EJescubrir, pues, estas causas, debe ser preocupa- ción unánime del anarquismo actuante, ya que cs' (as causas existen. El anarquismo ha sido y es formidable, demole­ La realidad lo demuestra de una manera tangí' dor, invencible en la crítica del actual organismo We y evidente: en España mismo, donde la ac­ político-social. Pero ha sido negligente, vacilante, tividad ha sido y es de las más intensas, el anar­ irresoluto en la estructuración orgánica de la socie­ quismo no ha sido suficientemente comprendido dad futura. Si el aiurquismo hubiera sido tan ac- y secundado. ¿Por que? tivo en la construcción del nuevo edificio social Sin duda alguna, entre otras causas que señala­ como demoledor del que aun hoy se tiene en pie, remos, se debe a que el anarquismo no ha hecho indudablemente el último movimiento libertario del todavía lo que debiera haber efectuado años ha: día 8 de diciembre no hubiera fracasado; hubiera ona estructura concreta, firme, viable, clara y que sido arrollador, porque el pueblo lo hubiera secun' no dé lugar a dudas de un sistema orgánico social dado en masa por conocimiento de causa y con la regular, articular y de fácil comprensión. El pue­ seguridad de que iba a la realización positiva del blo ve en las ideas anarquistas que le han sido ex­ funcionamiento de un mecanismo social bien de­ puestas un ideal sublime, pero que le parece im­ terminado y a consciencia comprendido. posible de llevar a la realidad por la imprecisión Y esta falta de determinación concreta y preci' orgánica de esa sociedad futura de que se le habla Si hace que, interpretándose las negociaciones y y cuyo funcionamiento normal no se le expone de las afirmaciones en un sentido tan ilimitado y ab­ una manera clara para ser aceptada sin grandes soluto que llega muchas veces hasta al ilogismo, reservas. Los oyentes y lectores de las teorías anar­ una gran parte de hombres estudiosos, incluso del quistas no ven en la anarquía un astro social aca­ proletariado, no venga a nosotros y, ante la labe­ bado que pueda realizar su marcha regular y nor­ ríntica incertidumbre, caiga en el escepticismo o mal alrededor de la nueva sociedad humana, sino vaya a engrosar las filas de los partidos políticos. ana utopía, hermosa, sí, pero también como una Es necesario, pues, que los anarquistas midamos nebulosa indeterminada. De ahí la lentitud en ex­ en su justo alcance las afirmaciones y las nega­ tenderse nuestras ideas y que sólo las adopten ciones, pues de lo contrario es rebosar los límites aquellos individuos que son todo rebeldía contra de la razón generando juicios contradictorios y las injusticias sociales, todo entusiasmo por el es­ preocupaciones estériles difí'ciles de desvanecer y píritu de justicia que nuestro ideal atesora y los que llegan hasta a los linderos de algo que se pa­ de mentalidad intelecta y soñadora para formarse rece mucho a la superstición. aHi en su imaginación una vida social futura sin La palabra «ley», tomándola siempre por el lado Estado gobernante y que no coincide y es contra­ malo que el poder político del Estado le da, sue­ dictoria muchas veces con la que ha imaginado na en nosotros algo así como en los oídos de un otro compañero. supersticioso suena nombrar la «culebra» o como Y ¿por qué esta falta de construcción social or­ «mentar la soga en casa del ahorcado», como si gánica, determinada y resolutiva, hasta en los teó­ «ley» tuviera solamente sentido unilateral, de mal ricos del anarquismo que han formulado más lumi­ agüero, de significativo draconiano, injusto y tirá­ nosamente las ideas? nico. Sin duda uno de los impedimentos ha sido la La revolución social libertaria habrá de hacer ingerencia de un exagerado espíritu individuab's- trizas de todas las leyes político-sociales existen­ ta, refractario a todo acuerdo colectivo, y del que tes; pero la sociedad futura habrá de estar orga­ •urgió un dualismo con las dos pretendidas escue­ nizada con arreglo a su propia ley, ley anárquica, las llamadas «individualismo» y «comunismo», con­ única y concordante con La general de la Natura- R T A B N 697

kza, de suerte que haga imposibles por inútiles letario, político o anarquista, es arbitraria y falsa. e innecesarias todas las demás; igual para todos, Por consecuencia, el anarquismo es abolición, es para el mantenimiento seguro del equilibrio so- DERRIBO del actual statu quo político-social. cial; perpetua, para imposibilitar trastornos retrO' Pero toda negación fundamentada en la razón activos. trae consigo una afirmación determinada que b Es una exageración absurda considerar la anar­ abona y justifica. Por consiguiente, el anarquismo, quía saliéndose fuera de los límites de su etimo­ al negar el gobierno del Estado sobre la sociedad, logía haciendo extensiva su significación negativa afirma la «autonomía», composición también de dos hasta a los más elementales medios y posibilida­ palabras griegas: autos, que quiere decir PROPIA, des para la vida de relación entre los individuos en y nomos, que significa LEY, y que equivale a «go­ una organización social exenta del gobierno del Es­ bernarse por sí mismo». Ahora bien, si los indivi­ tado. Exagerando ilimitadamente su significado, duos que integran los pueblos han de gobernarse hemos venido diciendo de una manera demasiado por sí mismos, esto implica la no existencia del absoluta que la anarquía era ausencia de toda ley, Estado gobernante y afirma el «gobierno de la so­ lo que ha llevado a afirmar que era también no ciedad sobre sí misma», mediante una organiza­ método, no regla y hasta no organización. ción que no puede ser otra que la comunista- claro está que esto, dicho así, secamente, no anárquica o libertaria, con sus componentes colec­ convence a nadie. Una sociedad pintada de esta tivos, autónomos, dentro del trabajo general, para guisa es, para la mayoría de las gentes, el des­ la satisfacción de todas las necesidades del indivi­ orden, la inarmonía, el caos que tanto se nos duo y de la sociedad, dando por resultado defini­ echa en cara; y las personas más comprensibles tivo la igualdad económica y social. no ven en ello más que algo confuso entre leja­ Por tanto, el comunismo anárquico es fundación. nías no asequibles. Son en gran número los hom­ es EDIFICIO de la futura sociedad humana gober­ bres inteligentes que no vienen a nuestras ideas nándose a sí misma por PROPIA LEY. o se apartan de ellas al poco tiempo, a causa de No es, pues, la anarquía, la negación en sentido lo que señala también Max Nettlau en su libro absoluto de toda ley, puesto que no puede existir De la crisis mundial a la Anarquía, diciendo: organización alguna sin sus reglas establecidas para «Tales exageraciones, que fueron artículo de fe el buen orden de la economía social; y el comu­ para muchos camaradas, y sobre todo los repro­ nismo anárquico es una organización de organiza­ ches de atrasado, de moderado, de autoritario, con ciones. que se abrumó mucho tiempo a los que expresa­ Y esto nos lleva a un dilema: o el comunismo ban la menor duda sobre esas afirmaciones, han anárquico es una organización de auto-gobierno impedido a los hombres de valor acercarse a la económico-social, libre, emancipado del Estado y anarquía». por tanto con su ley propia por la que ha de regirse la sociedad emancipada, o el anarquismo no pasará de ser una aspiración, y, para la ma­ yoría de las gentes, la eterna utopía irrealizable. En nuestras propagandas ha habido defectos y Si el comunismo libertario que los anarquistas excesos: son lo primero, las afirmaciones secas, preconizamos ha de situarse en su punto racional poco claras; son lo segundo, las negaciones extra­ y ocupar el lugar que le corresponde, en su afir­ limitadas del exacto sentido de la palabra «anar­ mación dentro del socialismo genérico, es necesa­ quía». rio, urgente, que el anarquismo se apreste a des­ Repitamos, pues, una y mil veces más, porque vanecer nebulosidades diseñando de una manera los lectores y oyentes de nuestras ideas se renue­ clara y convincente la estructura y el funciona­ van continuamente, el significado justo y racional miento orgánico de la sociedad a que aspira cons­ de la palbra «anarquía». Su acepción científica eti­ tituir. mológica es un compuesto de an

Ernesto. — ¡ infeliz mujer! Una víctima no valen lo que tú. Pude pensar que se acer­ nuestra. ¡ Cuántas como ella habremos hc' cara a mí lo mejor de los hombres; de los cho! ¡El honor! ¡La honra! ¿Qué es esto ángeles, no. ¿Conque eres tú? ¡A saberlo! ante la salud? Frases cuya significación mo- Palmira {con mimo e inocencia). — ¿Me difica el tiempo y el lugar; la apreciación hubieras adivinado en seguida? de la salud jamás se modifica. A Luisa la Ernesto {riendo). — ¡ Ah ! No, eso no. Hu­ sanará el amor que le he inspirado. ¡ Es biera urdado una eternidad, a fin de tenerte tan hermoso amar y ser amado! Todo lo siempre junto a mí, siempre. regenera este sentimiento sublime. Me he Palmira {acercándose). — ¿Me amas? propuesto curarla y lo haré despertando en Ernesto (la coge de las manos y se las besa ella antiguas pasiones. Don Jaime es muy sin responder). bueno, pero está igualmente desequilibrado. Palmira. — ¿Nada contestas? El ser que sólo siente sensaciones rntelectua- Ernesto. — Pero, ¿qué he de contestar? les, es medio ser, como el que únicamente gO' ¿Sí? Eso lo responde cualquiera. Yo quiero za con las materiales. Luisa, toda sentimien' cosa más significativa, más sublime, v a falta to, al unirse a un hombre todo idea, sintió de ella, busco en el silencio la grandeza que sobre sí el peso de sus pasiones. Don Pablo no hallo en la palabra. quiso curarla con el misticismo y sólo consi- Palmira. — ¡Tanto tiempo como hubiéra­ guió agravar su mal. Quieren las enfermeda' mos podido esUr juntos esta mañana! ¿Dón­ des nerviosas, aires puros, trabajos musculares, de te has metido? emociones fuertes; pero emociones mate­ Ernesto {mirando a la puerta del foro). — riales. Ha de renacer la vida que Luisa per- Don Jaime me ha tenido ocupado. diera en largas noches de melancolía. Lloran- Palmira. — ¿Qué miras? do, gimiendo, desaparecen las ganas de vivir. Ernesto. — Sospecho que me siguen los Don Jaime quiso sujetarla a la monótona vida pasos. de la idea sm siquiera sospechar que la per­ Palmita. — ¿Quién? sonalidad, con sus grandes pasiones, con sus Ernesto. — Tus tíos, y sentiría mucho que leyes físicas, quedaba olvidada y hasta escar­ nos sorprendieran. necida. Y yo, amante de la salud, de una hu­ Palmira. — ¿Y qué? Algún día han de sa­ manidad robusta, no podía consentir que tal berlo. sucediera en mi presencia. Yo la curare, suje­ Ernesto. — En este momento los ánimos tándola a la influencia del amor y de la natu­ están muy mal dispuestos contra mí, y ade­ raleza. {Pensativo, como consigo mismo.) Sí, más, no es hora aún. Antes he de concluir sí, es preciso; podría descubrirse y lo perde­ una obra que tengo muy adelantada. ría todo. He de comunicar mis proyectos a Palmita. — ¿De Sociología? Palm ira. Etnesto. — No, de Medicina; pero no es cosa de letras. ESCENA V Palmira {mirando al foro). — Mi tío. {Marchando.) PALMIRA y ERNESTO Ernesto. — Vuelve; tengo oue hablarte. (Palmira se va por la puerta habitaciones, y Palmita (antes que Ernesto concluya apa- Ernesto se pone a escribir.) rece por la puerta del foro y entra poquito a poco, para no ser oída. Al llegar detrás de ESCENA VI Ernesto le tapa los ojos con las manos.) Ernesto {queriendo adivinar la persona que ANTONIO y ERNESTO tiene detrás). — ¿Spencer...? ¿Castclar...? ¿Coppée...? Antonio {del foro y consigo mismo). — Palmira {se separa incomodada). ¡Huye! (A Ernesto.) ¿Ha visto usted a Pal- Ernesto. — ¡Calla! ¿Conque eres tú? Bajo mira? había echado. Juntas la filosofía de Spencer, Ernesto. — No, señor. ¿Pregunta por mí? la oratoria de Castelar y la poesía de Coppée, Antonio (co»«go mismo). ••— La niega, algo R E B L A N C 699 hay. (A Ernesto.) Es su madre quien pregunta Le encargué observara a los animales, sus so­ por ella. [Acercándose hasta tpcar la mesa.) licitudes, y sus cariños, y sus amores, las gran­ ¿Qué escribe usted con tanto esoribir? des y hermosas leyes de la reproducción, al Ernesto. — Pongo en limpio cuartillas de objeto de despertar deseos adorrnecidos... don Jaime. (Como si lo dijera interiormente.) ¡ Luisa I Antonio (consigo mismo). — ¡ Pocas has uesto, tunante! (A Ernesto.) ¿Cuándo escri' ESCENA Vni Eirá usted una obra? Ernesto. — Algunos meses hace que la es' cribo; pero ha de ser poco de su agrado. LUISA >' ERNESTO Antonio. — Me lo figuro. Si yo supiera eS' cribir, haría un libro destinado a glorificar a Luisa (entrará por la puerta del foro. El los que más hubiesen honrado a su patria y publico ha de verla antes de que racionalmen­ más la hubiesen defendido. te esta pueda ver a Ernesto. Cuando aun Er- Ernesto (sin dejar de escribir). — En él ocu' nesto habla, ella aparece triste, porque busca paría usted un lugar muy preferente, y yo, una cosa querida que no halla. Ai ver a Er- en cambio, me vería recriminado. nesto, lo que sucede un paso antes de entrar Antonio. — ¿Por qué? en escena y antes de que sea vista por aquél, Ernesto. — Porque usted se arruinó en de­ las facciones de Luisa han de cambiar com- fensa de la suya, y en cambio la mía me re- pletamente. De una tristeza muy marcada, pa­ pudia. saran a una alegría infinita. Su primer impul­ Antonio. — No deben ser muy buenos los so, cuando ve a Ernesto, es abrazarle, y con hijos a quienes las madres aborrecen. este intento se dirige hacia él con los brazos Ernesto. — No puede serlo mucho la ma' abiertos 5 pero antes de llegar se detiene, como dre capaz de aborrecer a sus hijos. SI se avergonzase de lo que intentaba hacer. Antonio. — La patria siempre tiene razón. Después se sentará muy cerca de Ernesto, en Ernesto. — Para los que tienen una razón el momerito en que Ernesto exclama: «¡ Lui- conforme a su patria; no para los que quieren xa!)>, diciendo lo que sigue). — Observo, don una patria conforme su razón. Ernesto, que huye usted de mí. Antonio. — Usted tiene mucha gramática Ernesto (al oir la voz de Luisa, se levanta; parda, pero nosotros la vamos aprendiendo. pero como ésta está sentada ya, se sentará de ¿Conque no sabe usted por dónde anda Pal' nuevo, diciendo). — Ilusiones de usted, doña mira? Luisa. Ernesto. — No, señor. Luisa. — No son ilusiones, no; son reali­ Antonio. — Hasta otro rato. (Por el jardín.) dades. Hoy mismo, estando sentada frente al Ernesto. — Usted lo pase bien. lago, le vi a usted por entre el ramaje de las magnolias. Esperaba verle salir en la avenida ESCENA Vil de la cascada, por el único punto que debía de no volver atrás, y no bajó al lago. ERNESTO Ernesto. •— Verdad es que muy ae mañana n^e he paseado por donde usted indica, v hu­ Un hombre que ha de temer a otro hombre. biera llegado hasta la cascada, de no haber I Ah !, el mundo está perfectamente. Bien ha­ creído que se me llamaba. Por lo demás, créa- ine usted, doña Luisa, a saber que usted me cen en defenderlo sus defensores. (Pausa.) aguardaba, hubiera venido a saludarla. Uno de Pero, aunque rnalo, precisa admitirlo tal cual mis mayores placeres consiste en hablar con es. Ya verás, viejo incapaz para el bien, qué usted. lecciones de bondad voy a darte cuando haya hecho en esta casa lo que me propongo ha­ Luisa. — ¿De veras, don Ernesto? ¡Cuán­ cer en ella. (Escribe un moniento.) Esta Lui­ to me alegra usted! sa me tiene sumamente preocupaao. Mentira Ernesto. — ¡ Y cuánto me alegro yo al ver parece que un mundo tan bello, albergue tan­ a usted contenta! ta desgracia. Me ama con amor extraordina­ Luisa. — Quisiera que en lugar de huir de rio. A veces parece loca, y es que no tiene la mí. si es que huye, me buscara como yo busco materia suficientemente sana para sentir un a usted, sin saber por qué y sin poderlo re­ amor equilibrado. Es preciso aproximar lo mediar. (Tímida ternura.) ¿No es usted mi apartado por grandes tristezas y por una vida médicoJ ¿No renace en mi alma el amor a la sedentaria. Gustosísima cumple mis consejos, vida observando los mandatos de usted? y hasta orco que los comprende. Salta, corre y juega tanto o más que mi adorada Palmira. (Continuará.) 7cx> R V 1 T A N C A

EL ANARQUISMO EN PRACTICA UNA C A ANARQUIST,

Nunca fui partidario de las colonias anarquis' todo lo necesario para su explotación. Había se­ tas, y las he combatido por dos razones: porque senta caballos belgas (muchos de ellos de pura se llevan un buen número de activos y militantes raza), maquinaria agrícola de todas clases, bombase compañeros, privando a los centros industriales de tractores, camiones y carros, once grandes esta' su militante obra, y porque siempre han fracasado blos y pajares, viviendas para familias, dos silos, por tener que desarrollarse en un ambiente bur- un elevador de granos, una destilería de menta, una gués sin medios adecuados para triunfar. El fra- planta eléctrica, mil ovejas y la tierra preparada caso es siempre esgrimido como arma de ataque para la cosecha de la remolacha, menta, maíz, tri' contra el anarquismo por nuestros enemigos, que go, cebada, avena, alfalfa, trébol, etc. El suelo dicen que si «la flor y nata del anarquismo no pue' es de tierra negra y está entrecruzado por diques de tener éxito en una pequeña colonia, difícil' y canales de desagüe. En fin, es una de las gran­ mente podrá el anarquismo triunfar en toda una jas más modernas de los Estados Unidos. Desde nación compuesta de elementos heterogéneos y te' su adquisición, los colonistas han agregado sesenta niendo que hacer frente a problemas mucho más vacas de leche, mil gallinas, dos mil ovejas, etc., complicados». han construido un sistema de alcantarillado y han Por otra parte, los partidarios de las colonias reconstruido un gran número de viviendas que es­ taban en mal estado. Las cosechas de menta y de aseguran que si hemos de arredrarnos ante los fra' remolacha, que son las principales, han sido ex­ casos, nunca haremos nada; que los fracasos de- celentes el año pasado, y este año prometen ser bcn servirnos de lección y acicate, y que el triun- aún mejores. fo de una empresa de esta índole constituirá la mejor propaganda, pues se enseñará al mundo que Como los colonistas no conocen de agricultura, se puede vivir en comunismo libertario y sin amos, especialmente tratándose de proyectos en tan gran a pesar del medio antagónico. escala, han contratado los servicios de un perito Como se ve, hay lógica y bases sólidas en am' agrónomo que fué administrador de dicha granja bos argumentos, pero antes de proseguir sobre este durante veinte años, y le pagan cien dólares al punto, quiero dar a conocer la manera en que se mes. También han contratado un experto criador desarrolla y funciona el más reciente experimento de ovejas. Estos dos asalariados, junto con el mé­ de colonización anarquista en los Estados Unidos. dico, que también recibe un salario de cien dók' Se trata de la Colonia «Sunrise» (Colonia «El res mensuales, y el dentista, que recibe un esti' Alba»), situada en Alicia, Estado de Michigan, a pendió por venir a la Colonia una vez a la se- quince kilómetros de la ciudad de Saginaw, y a mana, son los únicos que reciben remuneración unos ciento cincuenta de Detroit. La Colonia «Sun' monetaria. El dinero no corre en la Colonia, y se rise» se diferencia de cuantas empresas similares utiliza únicamente para pagar a los comerciantes se han llevado a cabo por los anarquistas, en que de fuera por las cosas que ésta no produce. Ac­ los colonistas no han ido a campos vírgenes a tualmente hay ochenta colonistas con sus respec' abrirse paso entre las malezas, a construir sus pro' tivas familias, y cerca de medio centenar de «vi­ pías viviendas y a luchar contra los elementos y sitantes» — jóvenes de ambos sexos y compañe­ la Naturaleza. La propiedad es una extensa lla­ ros y amigos de las ciudades vecinas que se instalan nura de tierra fértilísima: cuatro mil hectáreas, en la Colonia a pasar las vacaciones trabajando en de las cuales son arables tres cuartas partes, sien- el campo, | y cómo trabajan 1 —, de suerte que la do el resto bosques vírgenes donde se encuentran Colonia tiene unos trescientos habitantes. Hay en ricas maderas y corpulentos árboles. Esta propie- el pueblo de Alicia (que está totalmente constituí- dad, durante la guerra, valía más de un millón de do por la colonia) una oficina de Correos, una es­ dólares, pero los colonistas, aprovechándose de la cuela elemental y una escuela superior, a cargo gran crisis, la obtuvieron por una bagatela; ciento de cinco maestros colonistas, bien capacitados para treinta y cinco mil dólares, de los cuales pagaron el magisterio, pues todos ellos han pasado por las treinta y cinco mil al contado, quedando el resto aulas universitarias y algunos eran maestros en a pagar en quince años. Cuando los colonistas (tO' Nueva York. La escuela elemental tiene cincuenta dos ellos gente de ciudad que nunca empuñaron niños, y la superior tiene otros cincuenta. La me­ una azada) tomaron posesión de la Colonia, el jor casa de la Colonia — una mansión señorial día 26 de junio de 1933, ésta estaba dotada de donde vivían los antiguos dueños — ha sido de- L A V í T B L N C A 701

Compañeros de diferentes edades y de diferente sexo> que forman parte de la Colonia «Sunrise», de Alicia, Estado de Michigan. dicada a dorínitorio para los niños. Éstos, en cuan- minan la faena del día. Como se ve, las horas no to tienen cinco años, pasati al dormitorio que está .son muchas. Los domingos no trabajan, es decir, a cargo de dos jóvenes especialistas en el cuidado <" Asamblea general decidió no trabajar; pero, se­ de niños. gún me han dicho y he podido observar, pocos Todo el trabajo de la Colonia se hace en común. descansan en ese día, pues siempre hay bastante Por supuesto, los trabajos que no son estricta' que hacer en otros trabajos que no son propiamen­ mente de campo, tienen un individuo o dos cada te del campo. uno, siendo éstos responsables de su ejecución. Dos días y dos noches pasé en la Colonia, y el Así, uno tiene a su cargo el cuidado y manejo de entusiasmo que noté entre todos era realmente ins­ los caballos, otro cuida de las vacas, otro cuida pirado. Es que no se comprende cómo puede uno de la herrería, otro de la lavandería, y así sU' permanecer sin hacer nada, cuando ve a todos, jó­ cesivamente. Para las labores del campo propia- venes y viejos, hombres y mujeres, trabajando de mente dichas, hay grupos, y cada grupo tiene un buena gana. Era de ver a grupos de mozalbetes «director». Este «director» consulta al experto y de ambos sexos, muchos de ellos con grados uni­ éste le indica la labor a hacer y cómo hacerla. versitarios, a quienes conocí en la ciudad muy bien Todos trabajan con entusiasmo y constancia, que vestidos y. acicalados, vestidos ahora de mahón, es más de admirar si se tiene en cuenta que tO' o con el torso enteramente descubierto y tostado dos eran obreros de ciudad y pequeños comer­ por el sol, ordeñando vacas o arrancando yerba- ciantes, no acostumbrados a las rudas labores agrí­ Jos o amontonando estiércol junto a las caballerías. colas. He podido notar, sin embargo, que en cier- Un ejemplo de lo que podría hacer la nueva tros trabajos los • colonistas son muy poco eficien­ sociedad se puede ver en este pequeño pueblo, que tes. Yo recuerdo que siendo niño, en Asturias, en­ bien podría servir de modelo. Conocí en Chicago tre mis padres y yo, metíamos más heno en el a un joven italiano que casi nunca trabajaba. To­ pajar en «na hora que cinco hombres de la Co­ dos decían, que era un vago sempiterno que no lonia con la ayuda de una máquina. Pero hay que ie gustaba doblarse. Es cierto que salía pocas ve­ considerar que nadie nace experto, y lleva tiempo ces en busca de trabajo, aunque también es cierto, el aprender un oficio, aunque sea el oficio de la­ que de poco le hubiera servido buscarlo, pues no brador. había trabajo para nadie. Cuando se organizó la Los colonistas comen en común; se desayunan Colonia, desapareció de Chicago, y poco después a las seis y media de la mañana, y van en camio­ supe que había ido a trabajar a la Colonia por el nes a trabajar a los campos. A las doce vuelven simple gusto de trabajar, sin ganar ningún sueldo. a comer y descansan hasta la una. A las cinco ter­ Tan buen trabajador resultó, con tanta asiduidad 702 R VISTA B L N C y entusiasmo arremetía contra las más duras la­ mer aniversario de su fundación. Hubo excursio­ bores, que la Comisión decidió' admitirlo como nes de Detroit, Cleveland, New York, etc., de miembro, sin exigirle los quinientos dólares que modo que Alicia, que es probablemente la aldea había que pagar para ingresar. Otro ejemplo es el más libre del mundo, tuvo durante dos días cerca de un fabricante de Nueva York. Su negocio es- de quinientos habitantes. Hubo banquetes y bai­ taba como el de tantos otros en el apogeo de la les y discursos, y mucha animación... y muchas crisis de 1932-33. Tenía algún dinero, pero odia­ ampollas y vejigas en las manos de los visitantes ba esa lucha constante, esa eterna competencia del que quisieron ser labradores por un día o dos. negocio, el futuro incierto del pequeño burgués. Los colonistas no distinguen entre los habitantes No le arredraba el trabajo, y habiendo oído ha­ permanentes y ios visitantes. Parece que está de­ blar de la Colonia, y sabiendo por experiencia que cretado implícitamente que allí todo bicho viviente los anarquistas son malos para explotar, pero que tiene que trabajar. fuera del taller son personas tratables, se presen­ — Necesito dos hombres para que me ayuden a tó un día en la Colonia, observó el ambiente du­ descargar un carro de heno. rante varios días, y solicitó e! ingreso. El secreta­ Y acto seguido, un colonista a quien nunca ha­ rio, Jos. Cohén, ex director del periódico anarquis­ bía visto en mi vida, nos da sendos bieldos a mí' ta judío Ffie Arbeiter Stimniie, le dijo que no y a otro visitante y nos conduce al pajar, con la podía aceptarlo, pero que se viese con el Comité mayor naturalidad. Por supuesto, nadie pensó to' de Nueva York, ya que si después de ellos exa­ mar a mal esta imposición. minarle e investigarle decidían que podía ingresar, No todo es paz en la Colonia. Ha habido y hay sería admitido. En resumidas cuentas, el ex fabri­ su.s desavenencias. La Administración publica un cante es hoy un entusiasta colonista, donde vive periódico, y la oposición (sí. hay oposición) pu­ muy contento y satisfecho, dedicándose él y su blica otro. De los colonistas originales, diez y siete señora a trabajar en la cocina, siendo buenos tra­ se han ido, siéndoles devueltos los quinientos dó­ bajadores, tratables, queridos y respetados por to­ lares que pagaron de ingreso. Ha habido acusacio- dos. de «dictadura», contra algunos prominentes^ Estos dos ejemplos vienen a demostrar que el miembros. Pero dígase lo que se diga en arran­ problema de los «vagosu en la sociedad futura, ques de momemo, nadie puede dictar en Alicia y la adaptación de la burguesía, no será tan difí­ sin el consentimiento de los colonistas. Éstos admi­ cil de resolver como hay quien trata de pintarlo. ten la dictadura.» del perito agrónomo, porque Mi visita a la Colonia fué en una excursión des­ reconocen que él sabe y ellos no saben, pero no de Chicago, con motivo de la celebración del pri­ reconocen imposiciones de nadie, como lo demues-

ün hermoso grupo de la Colonia anarquista '^Sunrise", de Alicia, Michigan, mostrando toda la poesía de la juventud sana y Ubre. L V I T B L A N 703 tr,i el liecho de haber echado del Comité ejecU' segura de las ciudades, con su mañana incierto y tivo a uno de los organizadores, que si bien era pavoroso sujeto al capricho de un amo. Los colo­ conocedor de los problemas agrícolas (él fué el on- nistas están totalmente absortos en sus propios pro­ ginador de la idea), tenía un espíritu autoritario blemas materiales. Su mundo parece terminar en que los colonistas no creyeron necesario tolerar. Es los confines de Alicia, y tal parece que se han del caso explicar qiue no todos los colonistas son olvidado completamente de la lucha social, del anarquistas, y que la- Colonia no pretende ser u:xa proletariado, de las ciudades a las qtie es preciso «Colonia anarquista». Cuando se organizó la Co' despertar para que se rebelen y echen por tierra ¡onia, se necesitaban por lo menos setenta y cinco el presente andamiaje social. colonistas que pagasen quinientos dólares cada uno, Creo que esta Colonia será un éxito desde el y como no había suficiente número de anarquistas punto de vista material, pues la tierra es inmen­ interesados y que dispusiesen de tanto capital, se samente fértil y no están cultivando más que una admitieron algunos que no eran anarquistas. tercera parte. En el orden espiritual o moral, em­ Hubo muchos discursos, como era de esperar, pero, en lo que se refiere a las ideas anarquistas pero ni una sola vez oí la palabra anarquía. Ni que profesaban y aun profesan la mayoría de los una sola vez o! a los oradores hablar de la trans­ colonistas, temo que sea un fracaso, por las ra­ formación social, ni una sola vez les oí atacar al zones ya expuestas y otras que me abstengo de sistema capitalista, al Estado, a la explotación del enumerar por no hacer interminable este artículo^ hombre por el hombre. Sm embargo, no soy profeta. E! tiempo dirá. Todos los oradores ponían énfasis en la parte material de la Colonia, proclamaban muy alto las ONOFRE DALLAS ventajas de la Colonia sobre la vida azarosa e in- Chicago, julio de 1934.

LA PRUDENCIA La prudencia es aquella virtud por cuya ra¿ón minado la memoria y voluntad, para que sea hecha los hombres sabios etigen aquello que es bueno, la elección de aquella cosa que es buena para amar, y- evitan aquello que es malo, y aman más ío.v recordar y entender, o para aborrecer. Y en aquel mayores bienes que los menores, y temen más los tiempo la memoria ayuda a hacer la elección y mayores que los menores. La prudencia principa^ JUICIO, en cuanto recuerda las semejanzas de las lísimamente es de la parte del entendimiento; pof primeras naturalezas, y las desemejanzas de ellas. que como el olivo ingerido en el alcornoque atrae Por ¡o cual la memoria dispone a la voluntad el a su especie y naturaleza aquello que viene y prO' recordar la amabilidad de las semejanzas y la abo- cede del alcornoque, así el entendimiento habituado rrescihilidad de las desemejanzas, para que la t)o- y vestido de la prudencia atrae a si y a su natU' luntad se mueva a amar la semejanza de la bondad raleza aquello que viene debajo del hábito de la real y la semejanzft de la grandeza real, y así de prudencia, bondad, grandeza, duración, etc. Por lo las demás; y que se mueva a aborrecer sus déseme^ cual, de la manera que el fuego reina más fuerte' janZas. Por esto, cuando el entendimiento y la me' mente en la pimienta que los demás elementos, así mona tienen concordancia para representar las se- el entendimiento reina más fuertemente en el há' mejanzas a la voluntad contra las malas semejan- biio de la prudencia que en las demás raices del f^^t la inclinan a amar la prudencia y aborrecer sus árbol. Y por eso la prudencia crece más y se muí' contrarios; siendo así que el poder es mayor en el aplica en el hábito (que el entendimiento toma) que entendimiento y memoria que solamente en la VO' en los hábitos que toman la memoria y voluntad. luntad. No obstante, algunas veces sucede que la Y cuando se pierde el hábito y llega a la privación memoria y el entendimiento representan a ¡a vO' de él, tiene mayor culpa el entendimiento que te luntad buenas semejanzas y malas, y^ la voluntad memoria y la voluntad; porque la prudencia más chge las malas y repele las buenas. Y esto es por participa con el entendimiento que con la memoria cuanto el entendimiento y la memona usan del o voluntad. Ella ilumina í:ior la experiencia los oh' menor poder y ele la menor grandeza de la bondad, jetos buenos y grandes a la voluntad y memoria; duración, virtud y verdad, y que la memoria re­ y por eso los hombres amigos de prudencia inquic' cuerda menores fines, y se olvida de los fines ma­ ren las experiencias de las cosas que se pueden yores. ver, imaginar, recordar, amar, y también oir, gus- tar y tocar. Y en este incjuir i miento y pesquisa RAIMUNDO LULIO piensan mucho tiempo, hasta que la luz haya ilu­ Filosofía moral 704 REVISTA BLAN

GLOSAS : El perfecto anarquista Un día esa figura se sintetizó, se hizo carne viva y vida ejemplar, en la personalidad de Eliseo Reclus. Pero, aparte esa representación internacional y alta, cada anarquista Undía coa todo el esfuerzo vehemente de su voluntad a ser anarquista perfecto, un anarquista que repre- sentaba en sí mismo toda la noblezi^, la dignidad, la fuerZfl moral, el prestigio de la idea, si perseguida por los Gobiernos, amada por el pueblo, que la veía profesada y defendida por los mejores de sus hombres. Esto aun continúa siendo en los pueblos, en las capitales pequeñas; allí donde el morbo social ambiente, la corrupción propia de las grandes aglomeraciones humanas, no ha consumado su obra destructora en los individuos. Sin embargo, al extenderse, al ser cada día más los anarquistas, hemos ganado en cantidad, pero hemos perdido en calidad intrínseca. Somos más, mas no somos mejores; somos más, pero entre nosotros no existe esa selección rigurosa que nadie establecía; que realizaba automáticamente el peligro^ de las ideas, las persecuciones gu- bernamentales y la superioridad de alma que todo ello exipa de los hombres que las abrazaban. En diferentes ocasiones hemos intentado exaltar, hacer comprender a todos, amigos y ene- migos, la fuerza enorme, la potencialidad atractiva que da a los ideales lo que un día se llamó propaganda por la conducta. Cada anarquista se sentía encarnación viva de la idea y sentía un si mismo el deseo y la voluntad de aproximar su existencia a aquella idea vinculada a su credo. Ideal de perfección, exige de sus adeptos un esfuerzo constanU de perfeccionamiento. Nos obliga a hacer de nuestra vida una ascensión incansable. En la cima está el sueño, el ideal a que aspiramos. Nosotros somos el alpinista aguerrido y vohintaríoso que sube, sobre riscos y abismos espantables, desafiando todos los peligros, a escalarla. Y si no hay en nosotros este concepto depurado y alto, esta concepción superior del ideal, este sentimiento casi místico de la taea, jamás seremos capaces de hacer cosas grandes. Místicos humanos, hombres con la voluntad distendida en un supremo esfuerzo de per­ feccionamiento y de entrega de todas sus existencias al bien y a la justicia, han sido todos los idealistas teóricos y prácticos; todos los pensadores, los revolucionarios y los justicieros. La gran voluntad de un Bakunín, empleada íntegra en la causa de la revolución social, es her­ mana de la voluntad constructiva de un Kropotkín, del esfuerzo científico de un Reclus, y del gesto justiciero de un Angiolillo o de un "Wilckens. Y hermana suya menor, igualmente leal, generosa y útil, es la voluntad de ser del obrero analfabeto que concibe las ideas y por el amor de ellas y la dignidad de ellas se esfuerg/i en ensanchar sus conocimientos y en pulirse de todo vicio. Estudia como un niño y renuncia al tabaco, al vino, a todos sus hábitos vulgares, queriendo ser cada día mejor, más libre, más digno y más perfecto. Y es así cómo debemos concebir el ideal y cómo debemos concebirnos a nosotros mismoi como anarquistas. Si ser anarquista no es ser un hombre superior al nivel común; de ética más elevada, de costumbres más austeras, de vida más ejemplar, de. sentimientos más gensi rosos y de ideas más amplias, ¿qué es ser anarquista? Es preciso que combatamos en nosotros mismos esa concepción unilateral y banal del anarquista en serie; como multitud disciplinada y unida tan sólo por una finalidad común, por buena y revolucionaria que ella sea. Anta, todo, el anarquismo ha de ser superación individual, que del individua debe extenderse a la colecti­ vidad ácrata, pugnando luego por prolongarse en k humanidad entera. Este era el punto base de que partían nuestros padres y casi nuestros abuelos. Por des­ gracia, debemos retornar a esta buena concepción. Digo por desgracia, porque nunca debimof separamos de ella; porque esa ha sido siempre la línea de conducta de esos anónimos por mí tantas veces exaltados, que son la sangre, el corazón, la vida inUrna de la C. N. T. y de la F. A. í. y sin los cuales no hubieran existido como tales organizaciones ni se hubiera hecho nada grande y útil en España ni en el mundo. Debemos aspirar, todos, compañeros y amigos, cOn todas nuestras fuerZfls y el máximo de nuestra voluntad concentrado en el esfuerzo, e» ^" <^^ *<» "*^ dignos del ideal que a todos nos reúne en un haZ apretado, en una gran familia. Y podemos tener la seguridad absoluta de que con esta auto-obra no haremos más que aproximar el ideal a la realidad, al aproximar a él nuestras vidas. La misma revolución te aeen»r&, ir^^da por la voluntad y el sentimiento del pueblo, vinculados a nuestra causa. LA REVISTA BLANCA »%%%»»»%%%»%»%%»»%»»»»%»»»%»» Suplftinttnto 81 n> 295 k«M«««»Mi«i««M«ti»»%*«««%iM^

PROBLEMAS DE LA C. N. DEL T. Organización eficiente

En las luchas de nuestros días no triunfa el defecto de eficacia tiene el sindicalismo consiste en más animoso, sino el más animoso y el mejor pre­ su impotencia para poder reunir, por discrepan­ parado, el que reúne más condiciones para triun­ cias y discordancias que provocan los diferentes far y sabe buscarlas. El entusiasmo sin una prepa­ matices ideológicos que se observan en la clase ración adecuada, la mayoría de las veces conduce al obrera y a veces el antagonismo de intereses mal fracaso. Pero pretender un relegamiento absoluto comprendidos, aparte otras rivalidades de profesión del entusiasmo en aras de una preparación concien­ y de índole diversa, a todos los trabajadores en zuda, fiarlo todo a ésta y no cotifiar en ese impon­ una acción común y solidaria. Pero creer que el derable enciente que es el calor, el brío humano Sindicato sin trabajadores tiene un valor positivo, aplicado a una causa, a una empresa, siempre la es el mayor de los absurdos. Lo es igualmente, y más difícil y arriesgada, sería de resultados igual­ también carecería de dicho valor el Sindicato que mente negativos. sólo fíjase la eficacia de organización en reunir el Hablamos, pues, de preparación sin elevarla a mayor número de obreros y no cuidase de impreg­ la categoría de mito, de mágica deidad y sin des­ nar en ellos, de suscitarles, de despertarles y avi­ terrar de ella, de la preparación inteligente, ese varles elementos de sana y consciente rebeldía. elemento potencial que se llama locura, audacia, Por eso. cuando de un Sindicato se trata, debe amor al riesgo por impulso expansivo de vitalidad rechazarse por igualmente perniciosos el > fanatismo orgánica, de exuberancia ideológica, concreción de exclusivista que niega la solidaridad práctica del una necesidad social. obrero con el obrero frente al enemigo común en La preparación, si de ella se quiere obtener bue­ el terreno de las luchas econónúcas y la sugestión nos frutos, no ha de considerársela como cosa defi­ del número en aras de la cual queda sacrificado el nitiva. Punto de partida sobre la marcha, no ha de contenido tevolucionario y la agilidad combativa de interrumpir el ritmo de ésta, sino ir acorde con una colectividad proletaria. ella, respondiendo a las exigencias de la realidad El Sindicato no surge por generación espontánea. de cada momento. Necesita de un impulso inicial animador. Lo incuba Nosotros no podemos considerar el Sindicato, el régimen capitalista al constreñir a los obreros a medio de lucha hoy, célula de la sociedad del por­ defenderse; pero no surge, se mantiene y sostiene venir, órgano adecuado para todos los fines de la más que allí donde el obrero se siente hombre y vida. Como medio de lucha, entendemos que del a la luz de una moral nueva, intuida por instinto, Sindicato no ha de apartarse a los trabajadores que rompe la cascara de un Derecho anticuado y le no piensen como nosotros. Si estamos convencidos abre cauces nuevos, más acordes con las necesida­ de la bondad y de la excelencia de nuestras ideas, des experimentadas y con las apetencias de orden no hemos de temer el contraste, ni hemos de figu­ superior presentes y reveladas en el individuo. rarnos que las de los demás puedan ganar, sobre El Sindicato, sin embargo, ha de ir más allá del las nuestras, las simpatías de los trabajadores, a capitalismo y del Estado en su acción, forzosamente pesar de que entre ellos hay una predisposición men­ demoledora, si de verdad interpreta el verdadero tal y psicológica atávica más favorable a las co­ sentido de las necesidades humanas más que de rrientes ideológicas que están en oposición a la nues­ los trabajadores; si no quiere convertirse en apén­ tra. Hasta cierto punto no deja de ser verdad dice de aquéllos. Todo movimiento sindical que aquello de que «las ideas predominantes en una contemporanice con el capitalismo y el Estado, que época son las de la clase dominante» aun entre no entable con ellos una lucha irreductible hasta aquellos núcleos dominados y que en sus mismas su desaparición, contribuye a prolongar la esclavi­ exposiciones de rebeldía no han llegado a una con­ tud de los trabajadores, retarda su eraancipadón. cepción clara y consciente de las ideas de libertad Uno de los problemas de que con más urgencia de^ y de justicia social. bería ocuparse la C. N. del T. y que más neccsiu No rechazar a los trabajadores del Sindicato por de una solución rápida, es este de atraerse a ks razones de ideología es asegurarle una ancha base masas obreras, de suscitar una incondicional y per­ de extensión y de desarrollo. Precisamente si un manente adhesión dentro la confianza que ha de SuPLEHran'o DE «LA REVISTA BLANCA»

inspirar la convicción de que los destinos de la ra de rehacerse, desaparecería prontamente. Si hu­ C. N. del T. están en sus propias manos y han biera de acudir a la benignidad del adversario de ser en todo momento expresión de su auténti­ para demostrar su potencia, sería tan indigna como ca voluntad. Organismo colectivo, la C. N. del T. inútil. necesita de los obreros para responder a los fines La organización no la crean las soflamas mili- a que debe su origen. Cuenta, indudablemente, nescas ni Las llamadas sensibleras desde la prensa. como ninguna organización en España de tipo sin- No orgatuza umpoco el que únicamente teoriza. Se dical, con el contingente mayor de individuos y necesitan hombres y voluntad organizadora, tanto con la más entusiasta y sincera de las adhesiones. como capacidad y prestigio moral, para crear una Pero cuanto tiene es poco para lo que necesita. corriente favorable a la organización. Y la C. N. Una organización no se improvisa. Se crea, se del T., que no ha perdido las simpatías de las prepara, se jorja. Y precisa de un temple de resis' masas obreras, que constituye una esperanza para tencia adecuado para hacer frente a todos los em­ el proletariado español y que no carece de ele­ bates. mentos aptos para ello, ha de dedicar su atención La C. N. del T. no puede vivir únicamente a preferente a no perder ese contacto de codos con la sombra del esplendor de sus glorias pasadas. los núcleos obreros en la obra, en el taller, en La Es indispensable un renacer de la actividad, y no fábrica, en el campo, en la universidad, allí donde para amoldarse a arbitrarios e inicuos legalismos, haya un trabajador manual o intelectual, para ex­ sino para pasar por encima de ellos, demostrando tender su radio de acción y su influencia moral y, una voluntad indomable y que en el propio ímpe­ sobre todo, para dar un carácter de permanencia tu de lucha imponga respeto. efectiva al Sindicato, como cosa orgánica, en todos La C. N. del T. ha de tener un buen sentido ios momentos y circunstancias, verdadera garantía práctico para desenvolverse lo mismo en la leg.tli' de orgamzación eficiente, hasta conseguir el derro­ dad, cuando ésta no se haga incompatible en ab­ camiento del capitalismo y del Estado. soluto con una actuación digna y fiel a los princi­ pios de aquélla, que en la clandestinidad, desde GERMINAL ESGLAAS . luego impuesta por las razones de incompatibili­ dad antedichas. Para ello se necesita buscar el tacto de codos con el mayor número de traba­ jadores. El Sindicato no debe constituirlo el local en que está domiciliado. La obra, el taller, la fábri­ ca, el campo, la conciencia sindical, nacida al calor AVISOS de ideas y de sentimientos de libertad y emanci­ pación, deben ser el baluarte inexpugnable de los Comunica la Biblioteca Plus'Ultra a sus lectores trabajadores afectos a la C. N. del T. Cerrado el que ha editado otro drama de Fernando Claro, ti­ local del Sindicato, la vida de éste no debe inte­ tulado Un sujeto peligroso. La obra se compone de rrumpirse. Las comisiones de fábrica o de sección, cinco actos y cinco cuadros, de fácil escenificación los delegados y compañeros militantes han de dar y presentación, recomendable por ello a los grupos forma viviente a la organización, procurando gran­ artísticos. jearse la simpatía, la confianza y la adhesión de Un sujeto peUgroso se vende a una peseta ejem­ los trabajadores para la organización que represen­ plar, con descuento y a reembolso. tan. Ha de buscarse la manera de hacer la organi­ Pedidos: Biblioteca PluS'Ultra, Torrijos, 41, Ma­ zación eficiente en este sentido. drid. A espaldas de la masa, es decir, del mayor nú­ mero de trabajadores, no podrá hacerse ruda de provecho. No podemos independizarnos en absolu­ El Grupo «Los Intransigentes», integrante de la to, por mucha q«e sea la fiereza de nuestra volun­ Federación de G. A. de ha quedado encar­ tad, del mundo que nos rodea. Y si los homb.es gado del servicio de Librería de «El Libertario», son esclavos, si la masa es esclava, esta realidad, que empezará a funcionar nuevamente con el titulo independientemente de nuestra voluntad, ha de te­ de «Ediciones Libertarias». ner repercusión en nosotros. Aparte de que no pue­ Partidpa asimismo que el primero de los folletos de haber acción emancipadora eficaz sin el con­ que se proponen editar es uno del compañero «Ta­ curso, b cooperación y la voluntad de todos o al barro» sobre Fascismo, en el cual se estudian los menos del mayor número de los hombres. La li­ orígenes y las consecuencias de este fenómeno so- bertad no se impone. Se siente y se conquista. No ciaL es cosa refleja, sino principio dinámico y vital. Los pedidos sób los servirán a reembolso y con Una organización es eficiente cuando tiene capa­ pago adelantado. En todo pedido superior a 15 cidad de resistencia para hacer frente a la adversi­ ejemplares, 30 por ciento de descuento. dad, a cuantos cataclismos se desencadenen. Si en Pedidos: «Ediciones Libertarias» (Servicio de Li­ los embates de la lucha cotidiatu no hallara mane­ brería). Aparudo de Correos, 3074, Madrid. III SUPLBBIBNTO DE «LA RBVISTA BLANCA»

CONSULTORIO GENERAL O

\0 ¿Puede la Vasectomía dar resaltado para la Q A consecuencia de un catai'ro me be queda­ no-reprocreación en todas las personas ^ne no do sordo, ¿qué debo bacer para curarme? ({osé se bagan la tal operación? Después de unos Núñez Gautiez.) cuantos años de becna, ¿pueden las personas ^ue Si esto es reciente, lo mejor sería una ducha de lo deseen volver a su estado normal? ¿No puede aire nasal, que te destaparía las trompas o conduc­ perjudicar la salud la operación de la Vasecto­ tos que van de la nariz al oído, y que podrías re­ mía, ya que retiene las materias que eliminan petirla cada día; pero temo que no te lo sabrás las personas no operadas? (Observateur.) hacer. Se necesita una pera especial, con una cá­ nula, especial también. Total: ocho o diez pesetas La Vasectomía es muy fácil de hacer, pero muy al menos. Se pone la cánula en la nariz y se aprieta difícil de deshacer. No perjudica lo más mínimo la la pera en el momento de beber un trago de agua. salud. Como todo esto es fácil, prueba con esta pomada: vaselina, 50 gr.; gomenol, un gr. Absorber un poco de esta pomada por la nariz dos o tres veces al día. ^p ¿Qoé tratamiento aplicar a un niño de pocos meses que tiene paralizado un brazo? (R. 9 Hace unos cuantos años que sufro de in­ Iguarde.) somnios, ¿cuál puede ser su cansa y cómo evitar ¿Por qué se paralizó? No es posible contestar aquellos sueños? (R. C.) preguntas así. Vive lo mejor y más tranquilo que puedas. Toma A ¿Por qn¿ el sol me molesta, basta el punto algún reconstituyente y un poco de tila por las no­ ches. No tomes bebidas alcohólicas, ni café. Si te de dolerme la cabeza de una manera borrible, es posible, duchas templadas cada día. Hay un mé­ aun estando poco rato en él? (Juan Muñoz.) todo para dormirse sin medicamentos, que consiste en no moverse en la cama y fijar la atención en un Padeces una tendencia a las congestiones. No de- cuadro mental cualquiera. Es sorprendente el re­ bes abusar del baño de sol. sultado. ^ Sufriendo con bastante frecuencia dolor de 9 A consecuencia de un accidente de trabajo cabeza, la mayoría de las veces sobre la frente, fui sometido a una operación quirúrgica bacc dos ojos y cogote, canniándome ganas de provocar, años y medio, y después d* baber sido operado ¿cómo curarme esta dolencia? (S. M.) de un riñon, orino con gran dificultad y cada 15 Es una descripción muy incompleta. Supongo que o 30 días observo que mezdados en la orina bay ese dolor será intermitente, y además eres muy pequeños coágulos de sangre, y continúa salien­ nervioso. Si es así, toma esta fórmula: do una pequeña cantidad de ella sin producirme Tartrato bórico potásico purísimo. 30 ctg. dolor alguno. ¿Qué podría bacer para regular Luminal 3 ctg. las funciones del riñon? (Florencio Salamero). Para una oblea, dos al día. Evita en absoluto café y licores, y si te es po­ Es un asunto muy delicado el que me planteas. sible, régimen vegetariano en vez de mixto. ¿Tú crees que con tan pocos datos me es posible saber tu enfermedad? Yo creo que lo mejor es que f^ ¿Puede casarse una mujer que tuvo un ata- te dirijas al médico que te operó. Ünicamcnte te pregunto! ¿Cobraste indemnización? Porque las vc de apoplejía y tener bijos sanos? (María enfermedades de los ríñones son siempre muy se» ?erra.) rias y me disgustaría te hubiesen engañado. Es rato lo que me dice, pero creo que no les pasaría nada a los hijos. O ¿Q«¿ reconstituyente puede tomar una mu­ jer que a consecuencia de un aborto ba quedado ^ ¿Puede ser culpa del bombre no tener bijos? muy débil? (Roca.) Si el hombre ha tenido blenorragia, sf; pero si no. la culpa, casi seguro, será de la mujer, aunque Los mejores serán los que produzcan sangre, por esto de culpa no me parece justo, pues nadie es ejemplo Hemoglobina Deschicns, Hemostil del

9 Dudt IMCC tiempo padezco át grandes pica- veniencia. Son los envidiosos y algunos que se dicen compañeros, sin pensar más que en vivir a costa de loacs en ios tcstícnlos, teniendo una caspa en los otros, los que han hecho y hacen aún, según se dios, ^ne a medida qae se me va cayendo ana, ve, ciertas campañas. me sale otra. ¿Qué debo liaccr para evitarme tal safrtmicnto? (Un lector.) Q ¿Por que "La Revista Blanca" publica gra­ bados cnando la mayoría de sus lectores quisié­ Ponte esta pomada: vaselina, 30 gr.; granolina, 20 gr. i brea, lo gr.; óxido de cinc, 15 gr.; al­ ramos que el sitio que ocupan los grabados canfor, un gr., o también dermosa Cusí con tu- fuese ocupados por buenos textos? (Un amigo menol. de "La Revista Blanca."

Q ¿Es bneno tomar on vaso de agaa en ayunas? Porque creímos (pie los grabados darían amenidad a nuestra publicación. Pero cuando se cambie el (José Fernández.) papel para poder dar más texto, cosa que ocurrirá desde este mismo número, no podremos publicar No me parece malo. grabados de los llamados directos y habremos de darlos de los que se dicen a pluma, que no abun­ ^P ¿Existe algún remedio para quitar las espi­ dan mucho. nas camales de la cara? (José Fernández.) También podremos publicar grabados directos, como son las fotografías, pero cuando sean buenas Existe, pero resulta poco asequible al obrero. fotos, o dando de cuando en cuando dos páginas Hay unos polvos que se llaman Suldofermo, que de papel couché. suelen dar buenos resultados. Tú puedes, si no En fin, amigos lectores, nosotros estamos dis­ quieres comprarlos, probar esta fórmula: azufre puestos a hacer las reformas que entre todos esti­ predpiudo, 15 gr.; óxido de cinc, 50 gr. Empol­ memos más conveniente. Desde la próxima semana, varse un poco la cara por las noches. todos los números de LA REVISTA BLANCA se com­ pondrán de 14 páginas, como el presente. O La pregunta ¿Cnilu son las cansas de la cspcrmatorrca? ¿Cómo se combate y cómo se (^ Amo a «na mujer, ella también me quiere, c«ra?, debe rectílicarset su familia K opone a nuestro amor. ¿Qu¿ bacer? (A. L. L.) Los abusos sexuales. Tratamiento: duchas y tó­ nico Salve o esta fórmula más económica: Pues que habéis de continuar amándoos, pase lo que pase y sea como sea. Y, en último término, Glicerofosfato-de sosa ... 6 gr. nuestra receta es: que se os tenga que casar para Bromuro de sosa 12 gr. evitar mayores males. Sulfato de estricnina ... 4 ctg. Jarabe de azahar 300 gr. Dos cucharadas al día, tarde y noche; una cu­ (y ¿Por qu¿ se continúa vendiendo la novela charada mediana o una sola grande por la noche. "Fnerxa invisible" que forma parte de la colec- DOCTOR KLUG áón de "La Novela ideal" después de lo que se dijo al iUI (A. L. L.) ^P ¿Q*>¿ opinión tiene la Redacción de "La Porque muchos compradores de La Novela Ideal Revista Blanca" de los que dicen one sas edito­ quieren la colección entera, y si no la pueden ad­ res se baa enridnecido a costa de los trabajado- quirir entera, no la quieren. fes? (Antonio López.) Que son unos desgraciados que no saben lo que O ¿Dónde puedo encontrar el drama de E. Bo­ dicen, o que son unos malvados que, sabiendo que rras titulado "Sin novedad en el frente" o no dicen verdad, colaboran en la campaña de des­ "MaldiU sea la guerra"? (A. L. L.) moralización anarquista que realizan ¡os enemigos de nuestras ideas. En este momento no lo sabemos; pero para ad­ Cuantos individuos hemos sefUlado como falsos quirir dramas de carácter social, dirigirse a Tomás anarquistas, como explotadores de la buena fe anar- Herreros, Barraca de Venta de Libros Viejos de qm'sta o sindicalista, se unieron contra la labor pu- Atarazanas. rifícadora que hemos llevado a cabo, para ver si pueden inutilizamos. Considerándonos el principal vigía de la pureza de nuestras ideas, a nosotros es­ Q ¿OMUciden las ideas anarquistas y las nato- tán apuntando siempre los charlatanes y los falsos ristas desde el ponto de vúta de las jiras cam­ redentores. ]JQue se nos diga cuántos de los hom­ pestres? (Demetrio Moragues.) bres combatidos por nosotros lo han sido injusta­ mente I Se habla del Yo acuso de Federica y de En muchos puntos, coinciden. Naturistas son bas­ muchos artículos de nuestro amigo Urales. Los tantes anarquistas y hasta creemos que son los tu- hechos han demostrado después que nosotros tenía­ turistas de mejor buena fe. En muchos naturistas mos razón, y quien no los vea, será ciego por con­ que no son anarquistas entra el negocio. SUPLEMENTO M «LA REVISTA BLANCA»

nivel común. La literatura romántica, engrande- Q ¿Qv¿ hfty de verdad en las ideas tcosóficas ciendo los caracteres, engrandece la vida. El mismo due el doctor Roberto Bermndes defiende? (Un ideal anarquista es un ideal romántico, porque cree posible un hombre de grandes obras, de grandes aeseo de saber.) acciones, de grandes bondades. Si no existieran al­ Nada en nuestro sentir. En el mundo no hay mas románticas, o si no hubiesen existido, la vida fuerza sobrenatural: no hay más que fuerzas na­ continuaría desarrollándose a ras de tierra. Además, romántica o no, la soledad significa personalidad. turales. Lo sobrenatural se ha creado como «n con- Ahora que siempre sola, no, chiquilla. suelo de los espíritus débiles que no pueden resig- narse a la idea de la muerte. f¡^ ¿Dónde podría comprar los {olletos que es­ \0 ¿Qi>¿ josticia se aplicaría en los casos de cribió Federico Urales, titulados: "La ley de la adalterio viviendo en plena anarquía?(A. Rivera.) vida" y "El proceso de un gran crimen"? (Joa­ quín Ordoñez Castro.) No puede haber casos de adulterio en la sociedad anarquista, porque el adulterio sólo existe cuando el hombre se cree dueño absoluto de la mujer, y Están agotados. como en la sociedad anarquista la mujer no será propiedad del hombre ni el hombre de la mujer, no podrán producirse casos de adulterio del hombre 1^ Antes que no tenía novia me gustaban mu- contra la mujer ni de la mujer contra el hombre. cbo las novelas románticas como "Pablo y Vir­ ginia", "Los amantes de Teruel", "Átala o los Q ¿Vivicodo en ana sociedad anarqaista pue­ amores de dos salvajes" y ahora que vivo el de llegar a vulnerarse? (L. Gutiérrez.) amor prefiero obras científicas. ¿Qué fenómeno será éste? (Francisco Aguado.) No entendemos la pregunta. Queriendo decir si b sociedad anarquista podrá disolverse, contestaría­ No es ningún fenómeno: es la vida que cambia mos que el anarquismo, como el socialismo, como sus gustos. A veces también es el temperamento: la República, será objeto, al principio, de muchos también puede ser pose. vaivenes, de flujos y reflujos; pero no podrá vul­ De todas maneras no hay que dar mucha impor­ nerarse o perderse, porque la sociedad anarquista tancia a esas cuestiones. Cada edad tiene sus gus­ significa una sociedad libre siempre en estado cons­ tos, y el gusto que dura más en el alma del hom­ tituyente, esto es, continuamente reformándose, con­ bre es el agrado de la mujer. De manera que se tinuamente mejorándose, porque no habrá un Poder pueden leer obras científicas y amar a las mujeres, que imponga programas cerrados, es decir, que trace y hasta creemos que el que no ama a las mujeres una linea y diga: «De aquí no se pasa», como no encontrará gusto a las lecturas. ocurre en todas las situaciones sostenidas por me­ El otro día nos decía una mujer joven, pero con dio de la fuerza. tres hijos, verdaderamente consciente, que a ella le gustaban más las novelas que no resolvían proble­ mas filosóficos ni científicos, ni hacían de las ideas ^ ¿En dónde podr¿ adquirir el libro que es­ su motivo princip.il, que las que se proponían des­ cribió l'ernando Tarrida del Mármol, titulado: arrollar hondos problemas de carácter científico c "La España Inquisitorial"? (Joaquín Ordoñez idealista. Castro.) Y es natural, porque la novela tiene que ser de aventuras y de amores, y si no es de aventuras y No está traducido al español y en francés se de amores la novela, no es novela, o deja de ser agotó. novela para adquirir otro matiz literario. Pero cuan­ do uno quiere hacer de la novela amena lectura, Q ¿Dónde podría encontrar el libro que escri­ al mismo tiempo que propaganda de un ideal del porvenir, necesita que los personajes se porten con­ bió Giordano Bruno, titniadoi "Miércoles de forme se portarán los hombres de mañana. Y así. Ceniza"? (Joaquín Ordoñez Castro.) sin perder la novela su carácter de amenidad, de emoción y de sentimiento, hace la misma labor, Dirigimos la pregunta a nuestro compañero To­ o mejor labor, que pudiera hacer la literatura cien­ más Herreros, librero de viejo. tífica o de ideas. Ant»s cansa la lectura que se dirige seriamente al cerebro, que la que se dirige alegremente al corazón. f ¿Puede ser romántica una joven que guste la soledad? (Una joven de ao años.) ?, O ¿Uo<* q«* siente profundamente el ideal Puede serlo, pero no tiene necesidad de serlo. anarquista como puede ingresar en la Federaeión De manera que amante de la soledad no quiere decir que necesariamente haya de ser romántica. Anarquista Ibérica? (Anárcofilo.) No obstante, es fácil que lo sea; pero el romanti­ cismo antes es un bien que un mal. El teatro y la No lo sabemos, pero es de suponer qtie lo pri­ novela romántica engrandecen las almas: a todas mero que hace falta es ingresar en alguno de los las convierte en heroicas, porque las eleva sobre el grupos que formen parte de aquella federación. Vi SUPLEMENTO DE «LA REVISTA BLANCA»

TRIBUNA DE CRITERIOS OPUESTOS

ACLARACIÓN NECESARIA

Correo Libre. Mi puesto está en la vanguardia. tros actos han de ir encaminados a la destrucción — Con el título que encabeza estas líneas, y en el de ella, por ser causa primordial de los males que núm. i6o de Tierra y Libertad, perteneciente al padece y sufre la humanidad. Disciplitu y anar­ día 23 de junio del año en curso, hemos leído el quía no pueden ir de acuerdo, pues sus principios referido trabajo de Medina González, el que es se contradicen. preciso puntualizar. Y ahora una observación a la Redacción de Tie­ Después de haber examinado atentamente y de rra y Libertad: o hace varios meses no fué el haber hecho un resumen de los conceptos veni­ acuerdo ecuánime y sereno de los que han de res­ dos por Medina, hemos sacado como deducción ponder de sus actos y sí obra de personalismos, que o la Redacción de Tierra y Libertad ha perdi­ o a la hora actual la Redacción de Tierra y Líber- do la noción del tiempo y del espacio al publicar lad hace un viraje hacia las tácticas y procedi­ el referido trabajo, o que yo me encuentro en es- mientos de ese compañero que antes tan justa­ todo incomprensible. Es completamente absurdo y mente había combatido. fuera de toda lógica social, que se hagan juegos En cualquiera de estos casos, debo manifestar malabares con nuestros postulados anárquicos (y que nuestros comicios marcan una pauta a seguir en nuestra Prensa) por compañeros que abusan­ y una orientación para resolver con más probabi­ do de la benevolencia que en su día les prestó la lidades de éxito todas nuestras aspiraciones, y a organización (creyendo de buena fe en sus ideas) ellas nos atendremos. Lo demás, normas y tác­ y traten con interés premeditado de desviar mé­ ticas de los «sabihondos!), encaminadas a entorpe­ todos, tácticas y principios de! ideal anarquista, cer y desviar nuestras ideas libertarias, para mí con el beneplácito de unos cuantos «indispensables». no tiene valor alguno. Reproducir el artículo de No hace mucho tiempo, la Redacción de Tierra referencia, que está lleno de necedades absurdas, y Libertad declaró públicamente, por medio de sus sería pueril y ridículo. columnas y en un artículo firmado por njuancl». Para terminar, solamente dos palabras: ¿Quién que Medina González quedaba al margen de nues­ le ha dicho al «profeta» González que los G. G. es­ tros medios específicos por sus conceptos vertidos pecíficos caminan por vericuetos tenebrosos crea­ en su folleto El movimiento emancipador y el nue­ dos por la fantasía? Sepa de una vez y pafa siem­ vo tiempo. Hoy, según el artículo más arriba in­ pre que b fantasía sólo existe en su mente calen­ dicado, no solamente se reafirma en su posición, turienta de mando y tiranía. En nosotros existe sino que lo cree indispensable para nuestros fines convicción anárquica revolucionaria, amor por la revolucionarios. Alega como argumento a su te­ causa para seguir luchando, ecuanimidad y firme sis que otros elementos, bien caracterizados mili­ voluntad para coordinar todos nuestros actos. tantes, así lo reclaman a voz en grito en las co­ ¿Y por qué dice el "Mesías» que sus amigos «Faís- lumnas de Tierra y Libertad. tas» $e verán obligadoi a emplear sus tácticas y En lo que respecta a mi modo de pensar, y se­ procedimientos? Oebe reconocer Medina Gonzá- gún el concepto que tengo formado de la anar­ les que por encima de cuatro amigos suyos, por quía, he de decir lo mismo a unos que a otros: muy «Faístas» que se les quiera llamar, está la a las ideas se las sirve clara y limpiamente, sin organización, y ella ha de ser la que dirá la úl­ eufemismos ni tergiversaciones que puedan sem­ tima palabra. Por lo demás, habilidades y tergi­ brar el confusionismo en las masas trabajadoras versaciones de nuestros principios anárquicos, en incomprensibles. Apoyo mutuo, solidaridad en to­ nosotros no cuajan. dos nuestros actos, el libre acuerdo entre todos, ¡ Por la libertad integral, por la anarquía, todos producto ecuánime y sereno en un conjunto para a la lucha I Lo demás, | farsa! resolver todas nuestras actividades revoluciorurias. I Si I ¿Disciplina que huela a cuartel y a ordeno EDUARDO ANDRÉS PUERTAS y mando de ios demagogos de turno? ¡Jamás! lüsciplina es sinónimo de autoridad, y todos nues­ París, a 19 agosto de 19J4. SUPLEMENTO DE «LA REVISTA BLANCA» VII

Los vampiros de la prensa obrera Listas de paqueteros morosos

PRIMERA LISTA DE MOROSOS Francisco Javier.—Yecla . . I78'00 ptas. Miguel Ramírez. — El Sau- Librería Moderna. — Rivada- cijo : 290*90 » yja 92'00 ptas José Reina.—Árahal. . . • 434'55 » TERCERA LISTA DE MOROSOS Carlos Núflez. — Mesa Pinos. 490 00 » Alfonso Carrillo. — Beas de J. B. Reig—Petrel. . . . 322*20 ptas Segura 105'95 » S. González—Tharsis . . 56*00 » Emilio Yayos.—Badalona. . 31*50 » S. Ramos—Baracaldo . . 149*50 » Gabriel Soto. — Castuera. . 129'00 » A. Martínez—Lubrin . . . 25*40 » Felipe Boquet.—San Vicente A. Gómez—Malcocinado . . 40*00 » Torelló 28'00 » J. Martínez—Morón de la Ricardo Bartrá.—Matará. . 56'00 » Frontera 168*85 » Antonio F. Várela.—Lugo- J. Alvarado Méndez—Enci- nes 57'00 » nasola 54*70 » Lorenzo Ruiz.—La Rambla. 116'50 » Juan Ruiz Llobregat.—Monó- M. Oliva—Figuerola . . . 22*80 » vaf 480'00 » E. Portella—Graus . . . 19*70 » V. Mufliz—Galaroza . . . 122*75 » E. de Mora—Huelva . . . 470*00 » SEGUNDA LISTA DE MOROSOS J. Gómez—Irün .... 66*00 » F. Zugasti—Alora .... 57*00 » P. Guardiola.—Alcoy . . . 276'00 ptas. F. Salas—Córdoba . . . . 55*15 » Martín Sancha.—Aroche. . 226'00 » Esteban Olías Palma.—Aya- CUARTA LISTA DE MOROSOS monte 135'00 » Elíseo Diez.—CorneUana . . 97'85 » Ediciones Ramos. — Bena- M. Carrillo García.—Casa- rrabá 19*50 ptas. rabonela 75*00 » Eduardo Icart. — Tarragona V. López Martínez—Callosa 54*90 » Gabriel Checa. — Berja . 45*00 » de Segura 4470 » José Salmerón. — Berja . P. Fernández.—Chauchina . 10875 » 32*50 » Francisco Deltell. — Pinoso 64*85 » Ediciones Ramos. — Bena- Librería de F. Izquierdo.— rrabá . 56'00 » Telde María J. Cruz.-Illora . . 23'40 » 62*65 » Antonio Martos. — Fuente- Justo Corrales.—La Encina 81*00 » piedra 269'80 » Pascual Bertoliu,—Teruel. 304*75 » Martin Sancha.—Aroche . J. Fernández Carbouell. — 68*25 » Agustín Rodríguez.—Jaran­ Guadix 34'20 » dina de la Vera . . . 76*80 » José Carril.—Orense . . . 175*00 » Raimundo Alegría.—Valma- Eugenio Lahuerta.—Huesca. 457*15 » seda 302*00 » Simón Guzmán.—Jimena de F. Visitación.—Rentería . Libar 91*80 » 227*00 » A. Lorenzo.—Benavente . . 200*15 » J. Carmona.—La Carlota. 99*70 » Rafael Jorge Rosa.—La La Anacleto del Campo. — La 215*20 » Arboleda 109*00 » guna A. Carmona.—San Sebastián S. Lafuente.—Ponferrada. 57'90 » de la Gomera 145*00 » Sucs, Vda. Arrieta.-Cádiz . 51*50 » QUINTA LISTA DE MOROSOS G. Carmona.—Beas Segura. 109*45 » M. Alanis.—Santa Fe . . . 96*00 » José Barreiro — AlbareUos Pilar Calle.—Vitoria . . . 40*30 » de Monterrey ^®,H * Eduardo RipoIL—Valls . . ' 56*55 » Luis Olivera García—Alosno. 119 20 » Eulogio Gutiérrez.—Ribadeo. 86*00 » Martin Sancha — Aroche . 66 25 » •III SUPLEMENTO DE «LA REVISTA BLANCA»

A. Pacheco — Mollina. . . 185'15 ptas. E. Olías Palma—Ayamonte. 30*00 ptas. Üemófilo Castillo—Azuaga . 196'65 » Ángel Villar—Monterrubio de J. Vidal — Belimunt. . . 84'65 » la Serena 98*45 » A. Lorenzo — Benavente . 66'80 » Radigundo González—Olleros Joaquia Máiquez — Carlet. 97'95 » de Sabero 112*15 » A. Pérez — Fuenterrobles . 69'35 » L. Gisbert — Tarragona . . 172*50 » Bartolomé Albertí — Palma E. Martínez — Pozo Cañada. 44*90 » de Mallorca 114'75 » Alfredo Acero — Pradillo de Fidel Romero—Pueblo Nue­ Cameros 67*00 » vo del Terrible .... I89'95 » A. Ruiz — Triana, Sevilla. . 369*00 » A. Croisier Bernal — Puerto A. Croisier—Puerto de la Luz 19*50 > de la Luz 19'50 » B. Hernández — Puerto de la José Manuel Fernández—Ri­ Luz I9'50 » bas del Fresser .... 62'00 » F. Abrü — Puerto de Maza' José Roig, — Alcalde de To- rrón 138*00 » rroja del Priorato . . . UO'OO » M. Ujia — Puerto Serrano. 57*10 » A. Comino — Rute . . . 304'45 » R. Jaraba — Villavicíosa. . 149*35 » M. Perea Domínguez—Osu­ F. Bañón — Villena . . . 109*80 » na . 335'50 » Jaime Fonclara — San Juan Biblioteca Circulante—^Soria. 515'40 » las Fonts 355*20 » SEXTA LISTA DE MOROSOS J. Alegría—Arechavaleta . ISO'OO ptas. R. Alberola—Carcagente . 125*20 » Suscripción internacional pro-presos ái España Antonio Mena—Ceuta . . 38*65 con motivo de los dos movimientos comu­ S. López Estevez—Chauchina 102*00 J. U. Robles—F. Vaqueros 109*00 nistas libertarios. A. H. Bargas—Guardo . 65*25 E. Rojas—Herrera . . . 54*50 » Pus. A. Espinar—Huetor Tajar. 43*00 » Modesto Yute—Mira . . 135*45 Recaudadas. 14,621*16 A. Castro—Monforte . . 259*10 Repartidas. 13.775*— Lisardo Cid—Palacios de la Valduerna 142*20 846*16 J. Hernández Mora — Santa Cruz de Tenerife. . . 269*60 » Barcelona. — Berger, 2; María Biendi' J. García—Bilbao . . . 563*50 » chó, s; Angé, 2; Uno de las aguas. Félix Luis—Palencia . . 181*15 » 2j Un nadie, 0*65! Un lector, 0*70! J. León, 1*50; X. X., 10; Adelina SÉPTIMA LISTA DE MOROSOS Pons, 5J total 28*85 Cardedeu. — Valls }*— J. Seira — Albelda .... 120*25 ptas. Roda. — fosé Mercadé y Juan Compte. 4*— J. Ruiz —Alcolea .... 140*95 > San Fausto. — Pinardell 1*70 M. Seguí —Alcoy .... 145*10 » DetroiUMich. — Enviado por la cámara- E. Quintana—Azuaga . . . 34*85 » da Aurora Alvarez, recaudado entre C. Molina —Biar .... 24*90 » compañeros de aquel país 214*29 Víctor Domingo—El Ferrol , 41*85 » Neuw Yorfe.—Enviado por V. Martínez. 357*14 M. Hermida—El Ferrol . . 40*05 » SainUEtienne. — Producto de una fun­ J. Diaz—Bolullo del Condado. 88*95 » ción teatral representada por el grupo E. Capilla—Cabeza de Buey . 121*00 » «Adelante» de aquella localidad, 400 A. Redondo—Fernán Núñez . 145*10 » francos: envían 191*38 pesetas, de Ateneo Libertario—Huelva . 63*10 » ellas 10 a beneficio de Revista, son . iSi'sS J. Domínguez Recio—Huelva. 404*65 » Río de Janeiro. — Recogido en una jira Iznájar—N. Vázquez . . . 36*75 » y entregado por un compañero espa- A. Marzo—Luque de Córdoba 23*95 » fiol que vino de allí 287'— F, Vela—San Fernando . , 237*65 » Baldomcro García—Manises . 237*00 » Total. 1.923'ja E. González — Matarrosa del Sil 252*40 » Vamos a hacer otro reparto entre los presas • F. García — Mediiiasídou*a. 114*00 > quienes corresponda esta suscripción especial. Libros Y íoYeios que últimamente hemos recibido de América y Que ponemos a la venta con el 25 ^/o de descuento

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