SOCIOLOGÍA, CIENCIA Y ARTE , 15 junio de 1Q30 AÑoVlII:2.-épo!a:NúM, 170 Número suelto : 0'50 pías. Adminlshadón ; Calle Oulnardó, 37 Suscripción : 3 pías. trim. SUMARIO

FERNANDO TARRIDA DEL MÁRMOL : Federico Urales. — VÍAS DE EVOLUCIÓN DE LA IDEA ANARQUISTA: M. Nettku. — RICARDO WAGNER O LA LEYENDA DEL GENIO : Federica Mpnt- seny. — MARTIROLOGIO MODERNO: Soledad Gustavo LA VIDA EN PARÍS : Ch. Malato. — FRAGMENTOS DE LETRAS INSTRUCTIVAS : Estado de la pintura en España durante la Edad media: Francisco Pi y Margall. — NUEVA MORALIDAD DEL AMOR: Alberto Insúa. — PRO' BLEMAS TRASCENDENTALES. — REVISTA DE LIBROS: F. M. — «Mi VIDA».

FERNANDO TARRIDA DEL MARMOL (1)

Jamás, en mi larga vida de emborronador Yo no he visto talento mayor, corazón de cuartillas, me he sentido tan obligado y mayor, humildad mayor, ni mayor desinterés. tan conmovido como en este momento que No tenía mis que un defecto: sus vicios, cojo la pluma para dedicar un recuerdo a que, sin duda, lo llevaran a la tumba pre* Femando Tarrida del Mármol, que tanto me maturamente. quiso, que me quiso más que yo misnio Al preguntarle, hace cuatro o cinco días, pensé y que tan buena fama me extendió a mi amigo, el doctor Pedro Vallina, de por el mundo con su palabra maravillosa y qué había muerto Tarrida, me contestó: «u pluma ágil. —No lo sé, pero conociendo su vida lo Cuantos hayan leído Mi vida, habrán visto supongo: de un derrame cerebraL la labor que, en Londres, hizo en mi bien, Vallina vivió pcho años en Londres, fre­ labor de hermano, y más abundante, repito, cuentando la amistad de Tarrida. "de lo que yo mismo creí, porque precisa' Ya en España, para curarse la bronquitis mente estos días hemos recibido una carta crónica que padecía, era necesario que tfejata de Francia en la que se escriben las siguien* de fumar y de beber, y no podía. Si su vo' tes palabras: «Desde que leí Los inquisidores luntad hubiese estado a la altura de su U' ^pañoles, de Femando Tarrida, tuve a Urales lento, hubiera podido. jPcro qué senábili' por un hombre notable.» dad, qué rapidez de juicio y que sabiduiía! Pues bien, este hombre notable no había ¡Repito que no he visto caso semejante en leído Los inquisidores españoles, porque Ta* mi vida I Y no me ciega, en este momento, íñda ni cuidaba siquiera de ponerme al ce el cariño fratemal que por él sentía. in«ite de cuanto eKribía alabándome. Por no repetirme, no diré, de Tarrida, lo -Y ^'. ?° íuera ya por el cariño fratemal que que en Mi vida expreso, pero ¿en qué fuente i^atridi me inspiraba, sería por esa fama que buscar datos para hacár un bosquejo de la I^.i^j*'^'* por el mundo, fama que no he existencia de mi amigo? Ningún diccionario español habla de éU w^utt I ^ ^'M»» andando el tiempo, que La Enciclopedia Espasa no hace más que Tih.^ , j P»?utar, como un acto de gra' nombrarlo al hablar del anarquismo en Es- paña. En la palabra Tarrida no hay uno, «i r^Í,L '¿**f'*• q"« Femando Tarrida sea opinión de los que escribieron aquella colosal obra, digno de mencionarae, y en *1 apdUida í 1 Lho!^. "^""^ pensamiento humano, no ya del anarquismo españoL Mármol se habU de unos cuant<» «tñom ue lo llevaron, pero de mi amigo, q«« "«^ uda vah'a más que todos, ni una |»»bia. (r) Del libro «Problema, trascendentales», pro- a Jumo a publicarse. He dft recurrir sólo a mis rtcueidoa, v como uno cuando es joven no cree que al 26 LA REVISTA BLANCA llegar a viejo le sean menester ciertos datos, nuestra campaña empezada en El Progreso no toma nota ni cuenta de ellos, y ahora y terminada en La Revista Blanca, y hoy en me encuentro sin el material necesario para Tampa, en donde ha reunido un capital ga­ hablar de Tarrida con la extensión a que nado como empresario de obras. Puestos en era acreedor. pugna los dos delegados españoles en el Con­ Femando Tarrida nació en La Habana, de greso, salió vencedor, naturalmente, Tarrida, padres españoles, en 1861. De pequeño Ta­ que asombró a los asambleístas con su fogo­ rrida, sus padres regresaron a España y esta- sidad y su oratoria a cuatrocientas palabras blecieron una fábrica de calzado en Sitges. por minuto, como me ha referido muchas Quizá la fábrica ya existía; quizá los padres veces mi estimado camarada Max Nettku, de Tarrida eran, en La Habana, una repre- presente en aquel acto. sentación de su importantísimo taller de Delegados Tarrida y Esteve, en el Con­ Sitges. greso Internacional de Bruselas en 1891, su Estudió el segundo y el tercer grado en representación fué combatida por Pablo Igle­ un Liceo francés. Entre sus condiscípulos en sias. Como el ya jefe del partido obrero es­ este Liceo y en la Escuela Politécnica, años pañol hablase en su idioma, y no hubiera, después, estaba Barthou, que ha sido, en en el Congreso, quien lo entendiera y menos Francia, tantas veces ministro. Del Liceo quien lo tradujera, Tarrida mismo se ofreció francés pasó a la Universidad de Barcelona, a traducir las palabras que en su contra, o formando parte de la juventud escolar avan- en contra de su delegación, había pronun­ zada de los años 80. ciado Iglesias. Y era de ver a Fernando com­ Las ideas radicales del hijo pronto llegaron batiéndose a sí mismo en la representación a oídos de los padres, y éstos amenazaron que llevaba y seguramente se combatió con a Femando con retirarle los recursos finan- mucha más elocuencia que lo había hecho cieros necesarios para continuar sus estudios Iglesias. Naturalmente, Tarrida y Esteve no y aun para comer, si el muchacho no dejaba fueron aceptados en el Congreso, en cuya de profesar las ideas que sustentaba. De la resolución debió contribuir, sin duda, el te­ Universidad de Barcelona salió con el grado mor que su propia elocuencia inspiraba. de ingeniero industrial, si mal no recuerdo; Tarrida era temible hablando, mucho más ero Tarrida, en Barcelona, vivió siempre temible que ningún otro orador, amigo o Eajo la presión de sus padres, que le amena­ adversario, porgue unía, a su gran elocuen­ zaban con retirarle el envío de dinero y que cia, la condición de hablar el inglés y el al fin se lo retiraron. francés tan correctamente como el español. Fué cuando Femando tuvo que ganarse la Por esto los adversarios nada querían con cL vida dando lecciones a sus propios condis­ En la tribuna era asombroso. Recuerdo que, cípulos y haciéndoles los ejercicios escritos. una vez, siendo aún soltero el que esto es­ Fué también cuando se vio obligado a comer, cribe, Tarrida dio una conferencia en más de una vez, en Can AfartcuPobres, fonda y yo me propuse tomar nota de lo que dijera muy popular entonces, situada en la Rambla para enviar cuartillas a nuestros periódicos. del Centro, y en la cual, por una peseta, se No tomé una línea, quedando embobado es­ hartaban los concurrentes de lo que había cuchándole. quedado en la cocina. Para los que le inviuban a tomar parte De Barcelona se trasladó otra vez a Fran­ en algún acto público, no tenía un no, a cia, matriculándose en la Escuela Politécnica, pesar de sus conveniencias y de su categoría de la que han salido todas las eminencias mental y científica. \ Calcúlese k cantidad de científicas de Francia, trabando amistad con actos en que debió intervenir, en un país algunas nuestro Tarrida. como el nuestro, tan amante del mitin y de En los primeros domingos de septiembre la conferencia! de 1889, seis semanas después del Congreso Tomó parte también en los Certámenes Socialista Internacional celebrado en París, Socialistas del 85 y el 89, obteniendo premio tuvieron lugar las Reuniones Anarquistas In­ en los dos. ternacionales, en la Sala del Comercio, Ruc Luego las temidas agitaciones del i." de Faubourg du Temple, en las que Tarrida mayo; la reacción afinando y refinando sus representó a El Productor y a los grupos procedimeintos de defensa; las persecuciones anarquistas de Barcelona. En aquel Congreso contra la hidra anarquista; Montjuich con empezó públicamente la rivalidad entre los sus espantos y sus tormentos; la traición anarquistas colectivistas, que iban decayendo, simulada y convenida con el teniente Por­ y los comunistas españoles, representados por tas, que, junto con la gran influencia de la el obrero albañil José Casanovas, después con­ familia de Tarrida, le valió la libertad; su denado en Montjuich, en méritos del proceso huida de España en seguida que se vio libre; de Cambios Nuevos, sacado del presMio por sus campañas en el extranjero contra los in' LA AVISTA BLANCA 27 quisidores de su país y a favor de los com' tan amigos. Como Luis Bonafoux era, desde pañeros que él había aejado aún en la tétrica mucho antes, el cronista que Heraldo tenía fortaleza catalana; sus expulsiones, con tal en París, a Luis Bonafoux el éxito de Ta- motivo, de Francia y de Bélgica; su ínter' rrida le exasperó un poco su avinagrado ca- vención en los atentados contra Cánovas y rácter. otros que no llegaron a feliz término; su re' Tarrida colaboró también en Fray Mocívo, fugio de Londres; sus casamientos, y por fin de Buenos Aires, y en Barcelona había cok' su muerte prematura ocurrida en la capital horado en Acracia y en Ciencia Social. de Inglaterra el año 1915, a la edad de cin' Fernando no deja estela tan luminosa cual cuenta y cuatro años. merecía, porque, como todos los grandes ora' Olvidaba decir que Femando Tarrida es­ dores, escribió poco y la palabra se la lleva cribía, para ganarse la vida expatriado, en el viento. Por esto yo quiero hacer, a la varios periódicos y revistas de Inglaterra, memoria de Tarrida, lo que con tanto cariño Francia y España; entre ellos La Dépéche, y sacrificio hace Pedro Sierra, de Gijón, con de Toulouse, y L'lntransigeant, de París, don' esotro brillante escritor del anarquismo que de publicaba crónicas científicas que remitía, .se llamó Ricardo Mella. Pienso ofrecer a los al mismo tiempo, a LA REVISTA BLANCA. Al hombres estudiosos de los tiempos que ven- Heraldo de enviaba crónicas telegrá^ gan, cuanto produjo, con su pluipa Femando ficas desde Londres. Recuerdo una que llamó Tarrida del Mármol, que, desgraciadamente, poderosamente la atención. Presentatsa al Po* como digo, no fué mucho. der como una cantidad infinitesimal; es de Vaya por delante este volumen, sacado cir, siempre menor y nunca acabada. El gran del ejemplar que Tarrida dedicó a otro amigo Pi y Mareall dedicó en El Nuevo Régimen, excelente y escritor, Anselmo Lorenzo, con un artículo a la teoría de Tarrida soore la la reproducción de la dedicatoria que Fer' autoridad, diciendo c^ue, concebida de aque' nando le puso. lia manera la anarquía, él también era anar' 1 Salud en la eternidad, amigos y compa' quista. Recuerdo, asimismo, que esta? eró' ñeros, Anselmo Lorenzo y Femando Tarriaa 1 nicas publicadas en El Heramo valieron a Tarrida la enemistad de Luis Bonafoux, antes FEDERICO URALES Vías de evolución de la ¡dea anarquista no ir más lejos, percartarse del papel de la autoridad, rechazarla plenamente y tener con' Si mis deseos, repetidamente expuestos fianza en la posibilidad de una convivencia aquí, de que los movimientos anarquistas en' humana sin opresores ni oprimidos, manteni' tren en contacto más estrecho con todas las da por la consciencia y la voluntad de todos aspiraciones liberales y humanitarias, incluso y no por algún tutelaje que se convertiría en incompletas, que actúan a nuestro alrededor fuente de nuevas autoridades. Muy pocos pan parecido a alguien ya utópicos, ya inúti' hombres han concebido esta posibilidad en el les, estimo oportuno recordar los orígenes mis' transcurso de la historia, lo que demuestra, roos de nuestros movimientos. ¿De dónde no que sea una concepción artificial, acciden' ríí'íT^j Siempre ha habido hombres libres tal, no práctica, sino solamente que es una Lar f iL P"° ^°^°^ han creído poder rea' concepción a la cual no han llegado al princi­ r« c« u "*"*5" individual; si algunas ve' pio más que espíritus favorecidos merced a fué ^^"e°'' ^ ^ibwtad en torno suyo, eUo tales o cuales circunstancias favorables. De to o^umA ^^ '» P'opia libertad. Otro tan' igual modo que tampoco podría decirse que Qut¿sl)T ^«Pas sociales y los pueblos las aplicaciones de la electricidad son artificia' ?on Si ílli^"^" frecuentemente. Se cTetuvie- les, accidentales y no prácticas por el hecho mía 1 mi^f'°T P""*»!"' limitadas, que de que, a pesar de conocer fenómenos eléc» ?onstant.^?r'*^*' ^"^ «igido «1 eiercTcio trieos muchos siglos antes, no se comenzaron asf Sríon ^"""^^y autorilad, fundándose a hacer aplicaciones más prácticas hasta el si» fenJf^ ' Pnvilegiadas erizadas de de glo xviii, en riempo de Volta. No, ciertas fuer- JalrhL^ D"° ^/'•'íaderas manifestaciones de zas sombrías impidieron el desarrollo general ia libertad. Para fundar la libertad era pecesa- hasta entonces, y las mismas fuerzas inteligcn' 28 LA WEVISTA BLANCA tes, despiertas al fin, que crearon las máqui' ción, defendió la enseííanza, la discusión, la ñas, la técnica y tantas otras aplicaciones nue' coordinación kiteligente y voluntaria de las vas y útilísimas de fuerzas y materiales que fuerzas progresivas para realizar la anarquía siempre existieron, estas mismas fuerzas des* social. Godwin aplicó el pensamiento libre, pertaron el espíritu humanitario, socialista, li' que había triunfado al fin de las trabas que bertario y revolucionario en esa misma época las antigüedades religiosas le impusieran, a los y no antes ni después. prejuicios polítiras y sociales, e hizo un llama­ De igual manera que durante todo un si' miento a la razón humana para que rompiera glo, por ejemplo de 1760 a 1860, los progre­ también estas cadenas. sos científicos, t&nicos, etc., no fueron más ]osian Warren (i'j^iByg) fué uno de los que restringidos y escasos comparados con lo últimos puritanos americanos a quien su con' que se ha hecho de 1860 a 1930, grandes so­ ciencia impulsó a oponer al comcrao y al an- bre todo en teorías e hipótesis, incompletos sia de riquezas que se manifestaban en los aún en realizaciones, lo mismo en la anarquía Estados Unidos de hace un siglo principios de no se halla en todo un siglo más que im nú' equidad y reciprocidad rígidos, el cambio mero pequeño todavía de pensadores verda­ igual, y también descartó rigurosamente todo deramente originales y una masa reducida de factor intermediario, costoso e inútil, como por adherentes, de discípulos, de hombres atraídos ejemplo el Estado, cuyas pocas funciones de por una propaganda relativamente muy limi' utilidad pública serían mejor ejecutadas por tada y poco organizada en tomo a ellos. La empleados pagados por tal trabajo y nada más. diversidad de origen de la doceiu de los más En aquella época el suelo y el subsuelo eran notables que quiero mencionar a continua' aparentemente inagotables y accesibles a to­ cien demostrara que no ha sido ni la clase, dos los que se tomaban el trabajo de roturar' ni la raza, ni tm impulso simultáneo lo que les los, por lo cual sugerían la ilusión de una ha llevado a manifestarse, sino un feliz con' igualdad económica relativa fácil de estable­ curso de circunstancias de tradición, medio, cer, y sobre esta base operó el anarquismo in­ cualidades personales y situaciones y tenden' dividualista de Warren, que fué un producto cias contemporáneas que han ejercido influen' xnuy local y de un tiempo ya pasado. da sobre ellos. Proudhon (1809-1865), que de obrero tipó• Así Sylvain Maréchd (1750'! 805), bibliotC' grafo había sabido crearse una pequeña inde­ cario, erudito clásico, poeta anacreóntico, pendencia trabajando áempre, y qUe se halló amante de la edad del idilio bucólico, de la rodeado de im mundo burgués y apacible, edad de oro de la fábula, soñó con reinstaurar preocupado de enriquecerse en tiempos de esta convivencia alegre e ingenua en los tiem­ Luis Felipe, y de socialistas que habrían que­ pos presentes y futuros cuando una revolu' rido imponer a todo este mundo la tutela de ción, que sentía bramara a su alrededcn*—la cualquier sistema autoritario, concibió, inspi­ de 1789—, desembarazase al mundo de las rado por un pensamiento de justicia como razas de gobernantes, cuando llegara el «jui' Warren, esa misma combinación de la vida ció final de los reyes», etc. Todo el período individual libre con la justicia social, la reci­ peparatorio de la revolución francesa, todas procidad de servicios (1840), y como Warren las pasiones despertadas por la gran Revolu- permanece también muy solidario, crítico a la ci&i no produjeron—aquí prescindo de algU' vez del burgueasmo y el socialismo de los ñas otras excepciones que me agrada recoger, sistemas forzosos. pero de las cuales no exagero el pequeño radio Jean-Joseph May (1841 j el grupo del H«- de acción que han tenido—^más que este úni­ manitOire), obrero, del medio de ios trabaja­ co hombre libre, que, en pleno socialismo au­ dores comunistas, siente la estrechez de los toritario naciente con el babouvismo, supo fundadores de si^emas y proclaina un comu' emitir estas palabras del Manifiesto de los nismo libre, connopoliú, ilimitado, despre­ Iguales: «¡Desapareced, distinciones subk' ocupado de las realidades inmediatas. yantes de gobernantes y gobernados!» Max Stinier (1806-1856),^ que se desenvol­ WiUiam Godvñn (1756-1836) opuso al es' vió en un cúouo de la más incisiva y sutil píritu de dictadura, cuyas garras se clavaban critica ttíiposa. y filosófica, pronto también en las aspiraciones de libertad nacidas en política y social avanzada — exacumente el vf^ m ínquiry amceming Poliücal Justice jnismo cuxub en que Marx y luego Engeb andits influence upon genem virtue and hap' hicieron su aprendizaje intelectual—> supo piness ^ncuem concerniente a la justicia pe aplicar el agua fuerte de esta crítica y la son­ lítica y a su JofluoKria sobre la virtud y el da penetrante al fcmdo de las mentalidades bienestar generales), en febrero de 1793, el autoriurias tradicionaUs. al Estado y al indi­ único gran trabajo contemporáneo que, des' viduo (1844), y sin desconocer ni descuidar caoñaxtáo de las vías c<»tas que las mctaduias el principio social—se le comprende mal no nacientes parecían querer abrir a la Revolu­ viendo su sentimiento social—^trató de esbo- LA REVISTA BLANCA 29 zar al individuo que sabe proteger de la me armónicamente desarrollada tanto para la so­ jor manera su autonomía contra todas las tute ciedad como para el individuo. las, sin incurrir por esto en un aislamiento es* Joseph Dé¡acque, obrero francés algunos tcril. años rnás viejo que Coeurderoy, a quien so» Bakunin (1814-1876), joven de la aristocra' brevivió, muriendo luego tan desgraciado co­ cia rural rusa, abandonó la carrera que su na» mo él, pasó también por las mismas desilusio­ cimiento le ofrecía para buscar en el^ pensa' nes y llegó independientemente a los mismos miento religioso, luego filosófico y más tarde remedios, la rebeldía universal y la anarquía en el pensamiento político y social más avan­ comunista más libre. zado de su tiempo vías para realizar su sueño Carlos Pisacane, basándose en la experien­ de libertad y solidaridad, ampliadas—por su cias de las guerras nacionales italianas de 1848- razonamiento cada vez más claro—a^ esferas 49 y de la tentativa insurreccional de Sapri cada vez más extensas; v al fin llegó a esta en 1857, donde murió combatiendo, se formó concepción de solidaridad universal que, des- concepciones sociales federalistas y asociacio- pues de la destrucción de los obstáculos sécula- nistas, resuniidas en «liberta ed associazione», res, autoridad y privilegio. Estado y pi-opie- mo si nunca hubiera tenido lugar la re­ propiedad que no querían tocar. Entre estos volución; hizo, pues, vigorosas campañas con­ hombres figuraron Edmundo Burice en su es­ tra los «gubemomanos», como él les llamaba crito de 1856, Diderot, Fourier, WiUkm vv. La Civilisation, Toulouse, 5 agosto 1849)» Thompson, John Gray, H. D. Thoreau, He* « cuestión social no le atrajo directamente. riberto Spencer, Ricardo Wagner, Pi y Mar­ »e «oocentró ka el anticstatismo como nadie gall, Ibsen, Walt Whitman. Estos fueron 1*» ™ta entonces. mejores, y el apoyo que estos hombres ha­ naS"iSl^i ^''«"deroy (1825-1862), desilusio- brían podido prestar a la anarquía hubi»a íSSoí ^ ^vol^iones y los socialismos au- sido inmenso, pero nos haUamos ante la duia k díZiL^ afio, 184& á ,851. soñó con realidad de que no han dado esta ayuda di' dio dS Sí^j*]*»*"*^" por clúqútr pie- recta, permanente e incondicional dé un Z.»^^!^ presenteVd advenimiento jCon estos antecedentes, de los cuales luu. bies Wn,i3™° ^"'"""«ta de. los más 1- die conocía literalmente el conjunto toítaixim Lri« V fnfí"^ j^i^^'^^'^do. conoció las mi- ni el detalle de los trabajos ya hedws, la anar­ ^n^íí f"^'™^de» del cuerpo social, y re- quía entraba en la Internacional de 1864» y S^k . "f^^'t^ad de curas a través de las como Proudhon murió pocos meses despUM cnsis hasta el saneamiento por una vida nueva y sus discípulos fueron lo menos anarquistas 30 LA REVISTA BLANCA posible, como Reclus se mantuvo alejado de la influencia de los Congresos de la Interna­ ella por esta causa, no hubo en ella apenas cional que elaboraron el colectivismo aturquis- anarquistas al principio, si se exceptúan algu­ ta, y del federalismo de la Commune de Pa­ nos jóvenes belgas que llamaron la atención rís, había propuesto un federalismo colecti­ sobre sus ideas a algunos jóvenes jurasianos. vista bastante lógicamente formulado, pero Bakunin, a quien se unieron en Italia en 1865 nunca inspirado por verdadera simpatía y vo­ José Fanelli y el doctor Saverio Friscia, amigo luntad anarquista. La ley contra toda propa­ de Proudhon, actúa en Suiza a partir de 1807 ganda sociahsta^ (octubre de 1878) hizo impo­ y en 1868 en la Internacional En el otoño de sible la discusión de estas ideas jurasianas y 1868 comienza a organizar a los anarquistas dühringianas algo propagadas hasta entonces. colectivistas en Ginebra y el Jura, en algunos Vemos, pues, que hasta 1880 el terreno de pequeños medios áz Francia e Italia, y el mo­ las ideas anarquistas queda limitado a terri­ vimiento en España, el cual, después de la torios que permanecen los mismos. Sobre esta primera mano dada por Fanelli, se desarrolla delimitación que saluba a la vista se ha que­ por sus propias fuerzas y en relaciones de so­ rido basar una teoría de razas inclinadas y re­ lidaridad completa con él, mientras que el mo­ fractarias a bs ideas libertarias, de las cuales vimiento belga anarquista no sostuvo nunca Estatismo y Anarquía {1873) de Bakunin— relaciones cordiales con Bakunin. Obras (Buenos Aires, IM Protesta), vol. V, Sabido es que los autoritarios se agruparon 1929, páginas 65-311—es la exposición más en torno a Marx y que, después de la escisión elaborada. En octubre de 1872 (Oeuvres, to­ de 1872, las federaciones antiautoritarias per­ mo IV, París, 1910, pág. 346) describe Baku­ manecieron solidariamente unidas hasta su úl­ nin los dos campos que asilan «las dos tenden­ timo Congreso, en 1877, y luego hasta el cias políticas principales de la Internacional» último suspiro de cada sección en fechas di- de la manera siguiente: «...De un lado no yersas de 187... y 188... Pero durante todos hay, propiamente hablando, más que Alema­ estos años hasta 1880 — recuérdese que en nia; del otro están, en grados diferentes, Ita­ Francia de 1871 a 1879 la propaganda pú­ lia, España, el Jura suizo, una gran parte de blica fué imposibilitada por la represión que Francia, Bélgica, Holanda, y en un porvenir siguió a la caída de la Commune de París—, muy próximo los pueblos eslavos.» Y luego la esfera en que había anarquistas continuó dice (pág. 348): «...Es seguro que ni los ita­ siendo la misma: el Jura suizo y unas pocas lianos, ni los españoles, ni los jurasianos, ni ciudades de las orillas del lago de Ginebra; los belgas, ni los holandeess, ni los franceses, algunas partes de Italia, donde, a partir de ni los pueblos eslavos, esos enemigos históri­ 1879, la Romagna, que juntamente con Tos- cos del pangermanismo, ni siquiera el proleta­ cana era b mejor región militante, fué que­ riado de Inglaterra y de América se somete­ brantada y en parte perdida por la defección rán jamás a las tendencias políticas que impo­ de Andrés Costa; España, donde el movi­ ne hoy al proletariado alemán la ambición de miento, grande sobre todo en Cataluña y sus jefes...» Estoy de acuerdo con todo eso Andalucía, se limitaba siempre a las mismas en el radio de su significación real, las filas o esferas principalmente en las provincias meri­ cuadros de la Internacional de entonces, los dionales litorales; y una parte, rápidamente cuales fueron muy poco nutridos para confun­ disminuyente en extensión y energía, en Bél- dirlos con los pueblos o las razas y hacer de rica, singularmente un núcleo en Bruselas y la insoportabilidad indiscutible y reconocida {a región de Verviers. En Francia había poco de Marx, de la grosería de procedimientos de verdaderamente: algunas relaciones de Lyon Engels, que yo condeno el primero y que he y las ciudades meridiorules con Ginebra y el demostrado documentalmente en sus formas Jura, y, a partir de 1877, una pequeña propa­ repugnantes, cuestiones de animosidad y de ganda clandestina en París, ahogada por las recriminaciones estériles entre los pueblos. Irri­ persecuciones de 1878 y reanudada en 1879. tado por el resultado de la guerra de 1870-71, En el año 1869 las relaciones con el sudeste, por las divisiones internas en 'el seno de la la región de Lyon y París se hacen más nu­ Internacional y por los procedimientos de Marx merosas por el Révolté (Ginebra). Durante es­ contra el mismo, procedimientos vergonzosos tos años, a partir de 1876, la propaganda ju­ y odiosos, B^Jiunin tenía derecho a enfadarse, rasiana en leñera francesa se extendió a obre­ pero las cuestiones de hecho no se resuelven ros suizos y alemanes de lengua germana en así. Elíseo Reclus, que también era un buen Berna (1876-77) y, por algunos de estos últi­ francés, escribió en i888 (2 de junio, Corres' mos, a los centros mismos de la socialdemo- pondance, 11, pág. 442): «...La raza no re­ cracia alemana en Leipzig, Berlín y Munich, presenta nada, la educación lo es todo.r» donde había una pequeña fronda que fué Y decía antes de esta conclusión: «...Los atraída por las ideas de Eugenio Dühfing, y^ países en que los anarquistas son más nume­ decaído entonces, pero el cual en 1872, bajo rosos son aquellos en que los espíritus han LA REVISTA BLANCA 3» sido libertados desde hace tiempo de los prc' sido eliminados ya y sus formas nuevas no juicios religiosos y monárquicos, donde los han sido aún desenmascaradas, existe la ten­ recedentes revolucionarios han quebrantado dencia a fiarse en este progreso aparentemen­ Ei fe en el orden establecido, donde las prác te espontáneo y pacífico, y el movimiento ticas de las franquicias comunales han acos' anarquista toma también este ritmo lento. tumbrado mejor a los hombres a prescindir Así por ejemplo en Holanda, en los países de amos, donde el estudio desinteresado des- escandinavos, en Suiza, en Inglaterra, en los arrolló pensadores al margen de toda camari' Estados Unidos y en todos los demás países lia. Donde estas condiciones diversas se en­ de lengua inglesa todo .ocurre en apanencia cuentran, allí nacen anarquistas.» Y agrega )or las vías bien engrasadas de la rutina par­ esta distribución de entonces, según su cono­ famentaría y todos Tos márgenes están guar­ cimiento: «Es en Francia primero, luego en dados, lo cual arrebata a la expansión anar­ Cataluña, en la Italia septentrional, en Lon­ quista su impulso y sus resortes y la hace de­ dres, entre los alemanes de los Estados Uni­ masiado lenta. dos, en las repúblicas hispanoamericanas y en De igual modo las receptividades son muy Australia donde la anarquía tiene el ma^ror diferentes según las condiciones locales que número de adeptos. A estos datos me permito el pasado y el presente crean para las colecti­ yo observar que lo que se dice sobre Francia vidades, y a esto se agrega una diversidad se refiere al período aproximadamente de aun más grande de las receptividades de los 1880-1888, no antes; que la Italia del Norte individuos, productos de su pasado y su me­ se destacaba entonces por periódicos durade­ dio. Anarquismo y sindicalismo tienen así ros en Genova y en Turín, por un movimien­ campos de expansión distintos, ya que el pri­ to ascendente en Milán, mientras que las otras mero se dirige a todos los hombres de buena regiones se destacaban menos por la defección voluntad y el segundo a un número de cate- de^ Costa en Romagna y por otras razones ¡rorías obreras que tienen siempre ante ellas más; que en los Estados Unidos había habi­ os problemas locales de cada hora que les do el movimiento socialista revolucionario de conciemen. Las dos causas pueden y deben 1881 a 1886, que condujo a la tragedia de auxiliarse mutuamente, pero con absoluto des­ Chicago en 1886-87, movimiento que había interés recíproco, «a fondo perdido» por así absorbido a los alemanes inmigrados, antes decirlo, o de lo contario resultará algo híbri­ spcialdemócratas; en Londres, una parte con­ do que no dé ni frío ni calor. siderable de la Socialist League, socialista re­ ^ De esto me parece inducirse también el ca­ volucionaria, simpatizaba o se hallaba adheri­ rácter fluctuante y móvil de la mayor parte da a las ideas anarquistas que Kropotkín y de las concepciones anarquistas, a excepción el grupo Freedom expandían entonces por de las grandes tendencias que son inaltera­ una serie de conferencias y discusiones; fi­ bles. Toda aplicación, afirmación, detalle y nalmente en Australia había aparecido en matiz particulares son producto de una situa­ abril de 1887 el mensual Honesty, en Mel- ción especial del pasado, y nosotros no tene­ burne, anarquista individualista, una voz ais­ mos el culto de las petrificaciones, como las lada continuada hasta 1889, mientras que el religiones, ni el de los precedentes, como las socialismo estatal, tan fuerte luego en Austra­ jurisdicciones. Nuestras ideas viven y se re­ lia, no se destacaba aún pero crecía en esos nuevan, y el pasado no debe pesar sobre ellas, mismos años. La descripción de Reclus fué, aunque sea el suyo propio, como pesa sobre pues, tomada de lo vivo en 1888, pero habría nosotros en la vida presente que se nos im­ podido ser cambiada de año en año. pone. Mas su base existe, y esta es el conjunto de Pues la esencia de las religiones es conser­ ^^^'^iciones progresivas favorables, hechos y var una muy antigua concepción cosmogóni­ tradiciones del pasado y estado presente de ca o preceptos morales primitivos en un esta­ « libwtad de movimiento intelectual, asocia­ do de inmovilidad reforzada por la fe, el de­ do, de bienestar relativo también (ausencia ber, el fanatismo sin consideración por el ^««'Í®'í'°^" agonizantes, la miseria, y fana- progreso de conocimientos y experiencia he­ edSl' yj"í« conjunto es el que hace la cho desde esos orígenes lejanos. Otro tanto cuka a L''* ^?» hab'iuntes de un país y fa- ocurre con las legislaciones, que, sea por su tenírn». i"^'"ÍM^i^Puestos para percibir las carácter anticuado, sea por sus generalizacio­ temn!^."^^' kberurias y, con^rme a su nes y términos medios artificiales, no hacen SS?. r;P"? 'Í^P"^ ^ cabeza en lu- justicia a ninguna de las múltii^es situaciones de la vida de cada día. Así'como nosotros tr?n.,i7' ^'"^ embargo, la experi^cia mues- pasamos por encima de estos obstáculos, nues­ A^^yV^^°''. 'V^ ^ dSnde la vida se tro propio pasado no debe convertirse en desenvuelve demasiado normalmente, por así obstáculo a nuestra marcha, y la anarquía decirlo, donde los obstáculos más saUentes han habrá de ser siempre nueva, independientCi 32 LA REVISTA BLANCA correspondiente a los factores reales de cada y Chouans, el Este era guerra y patriotismo, situación, o bien no será viable. y el Norte se hallaba deprimido por la gran No es inútil recordar estos hechos, que me vida industrial sin salida para el pobre mim- parecen fuera de duda, cuando consideramos do trabajador, lo que le hizo depositar sus es­ más de cerca las diferentes partes de nues­ peranzas en el Estado: de ahí la fuerza del tras ideas anarquistas. HasU 1867 estas ideas guesdismo (marxismo) en el Norte de Fran­ fueron formadas en el medio muy diverso de cia. esta docena de hombres notables, que de un Así, pues, el anarquismo hasta 1880 había lado se hallaron en contacto con la vida con­ tenido realmente un contacto bastante res­ temporánea por medio de experiencias, estu­ tringido con la gran vida del agio xix. Se dios, acciones de las más variadas, pero que desarrolló en lugares por así decir abrigados, de otro constituyeron una élite—en el senti­ soleados, y de ahí sacó su desarrollo rectilí­ do bueno y modesto de esta palabra—más o neo, sin díesviaciones, eliminando radicalmen­ menos retirada de la vida colectiva, un pe­ te por la escisión de 1872 todo contacto con queño mundo aparte, adelantado a su tiempo. los elementos autoritarios, como antes con los De igual modo no deben ser descritas su­ proudhonianos degenerados (matiz Tolain), y mariamente las regiones donde hasta 1880 después con los comunalistas (matiz Lefran- hubo trabajadores anarquistas, como España, íai^ y los neoestatistas (matiz De Paepe). Hu­ Italia, Francia, etc., pero en España éstas fue­ bo también en las relaciones muy estrechas, ron principalmente las regiones en que el fe­ seguidas de una ruptura completa, entre Ba- deralismo político, las asociaciones obreras y kunin y Netehaev en 1869-1870, im contacto las revueltas agrarias latentes se hallaban mas temporal y luego una eliminación completa de esparcidas; en Italia fueron las regiones de un hombre <^ue trataba de introducir una tác­ las conspiraciones e insurrecciones nacionales, tica sin escrúpulos y supremamente -autorita­ como la Romagna, y la región de una vida rio. A tales ambigüedades Bakunin prefirió la social algo mejor desarrollada, de una miseria separación más dará, y todos estuvieron de y una falta de educación popular menos gran­ acuerdo con éL de, como la Toscana, etc.; también fueron En suma, hasta 1880 este desarrollo se rea­ Kquenas partes de Francia, sobre todo en el lizó en condicicmes favorables y únicas en­ «liodía, donde la vida se deslizaba más tonces en Europa. ¿Cuál Será el resultado de despacio, los centros gubernamentales se ha- la expansión at las ideas en otros terrenos llabán más alejados, etc., mientras que en Pa­ después de tal época? Trataré de ello en un rís, por ejemplo, las luchas fueron más duras próximo artículo. y tomaron formas autoritarias, en tanto que el Oeste continuaba siendo un poco Vendée M. NETTLAU

..^—- ^ " ii ¡a Ricardo Wagner o la leyenda del genio A muerte de Cósima Wagner ha traído obliga a restablecer aquellas justicias que pu­ aparejado un acontecimiento artístico dieron no haber ado hechas, así en bien como L de alguna impcHtancia: la publicación en mal de los hombres? de la correspondencia de Wagner con su pri­ Para aquellos que, por conversadcmes par­ mera mujer, Minna Plaiier, que la viuda del ticulares comnigo, por ese ju^o de polémica músico impidió mientras tuvo vida y que, por dialogada en que a veces me en&asco y en la tm respeto y una consideración loables á la que encuentro sii^:ular gusto, sepan ya de an­ que fue llamada Papisa del Wagnerismo, no se temano mis opimones y mis pocas simpatías puso tampoco mucho empeño en editar. hacia Wagner, he de escribir una adaradón ¿Era necesaria, humanamente, la divul«- previa: voy a colocarme ante el hombre ción de estas cartas íntimas de Wagner? Es proyectado sobre la actualidad por una muer­ esta una pr^unta que parece insóuta. Pero te y una venlad cruel y dura, sm olvidar lo lo parece sólo. ¿Necesita la humanidad con­ que fué el artista, coinprendiendo cuanto tu­ servar la aureola tc^rehumana de ws semi- vo de enorme, de múltiple, de fuerza de la dioses; ne<%sita mantener esas grandes leyen­ Naturaleza, de genial, pw tanto, Ricardo das tejidas ab«(kdof de las figuras que la Wa^er. No me cegará la pasijte de una am- encaman en la h^xria, en el arte, en la filo- mMidad moral instintiva, aempre sentida toñi, en la ciencia? ¿O bien un respeto sa­ hacia Wagner; tan instintiva conu> fué, ha grado a la verdad, im sentimiento inflexible sido y será siempre la atracdón que sobre e implacable de la dignidad hunuuia, nos mí tuvo, tiene y tendrá Beethoven. LA REVISTA BLANCA 35

Ante mi alma, que razona a la par de mi «Tristán e Iseo», de «La Walkyria», de «Los pensamiento, Wagner no adquirió jamás la Maestros Cantores» y de todo lo discorde, seducción dolorosa, el contomo exaltado de áspero, antiestético e inarmonioso de su obra, hombre que realizaba en sí, sin saberlo, sin en la que relampaguea el genio y asoma el que jamás su vida ni su obra diesen fe de pedante, el Wagner hombre no será un con- una presencia consciente en sí mismo de lo traste con el Wagner artista; en su vida, co* que ante la historia y ante mí encama, el mo en su arte, hermanáronse las bajezas con tipo del Hombre; del Hombre solo y gran' las arrogancias, lo grande con lo peaueño, lo de, frente a la humanidad y siendo, un mo' delicado con lo min. l Vida y figura verdade* mentó, la etapa de una tragedia y de una ras de genio, por su enormidad por su carác jucha eternas, que ante mí tuvo Beethoven, ter colocado más allá del bien y del mal!— instintivamente. En Wagner, con una agude* dirán algunos. ¡Silueta grandiosa de hombre a y una perceptibilidad femeninas, vi un que escapa, por su dimensión, a la vulgar mi­ gran cómico que representaba su papel y se rada humana, al juicio banal de los que juz­ gan con unas reglas morales estrechas y con amañaba la genialidad a su gusto y manera. una visión uniformada de los seres y de las Wagner tuvo la grandeza del que sabe for­ cosas!—dirán también. jarse su destino, cruentamente, muchas ve' ees; miserablemente, algunas. Beethoven, Mas no es el hombre, con sus vicios, con sencillo, desgraciado, bueno, simple, rudo, sus contrastes, el artista, con su producción gjfande en su conciencia y en su inconscien' compleja, múltiple, trabajosa — porque en cia, recibió de los dioses el don de un desti' Wagner la originalidad no fué espontánea, no superior forjado por todas las fuerzas sino rebuscada; la música no fué instinto, sino ciencia, aunque aparentemente parezca lo con­ de la vida, que en el se adelantó y en él trario—no es todo lo bueno y lo malo, todo plasmó un episodio del Gran Drama. lo pasional del genio, lo natural del genio, Así he visto yo, desde muy pronto, a cv monstruo humano, fenómeno moral por so­ tos dos hombres, genios de la música, crea' brepasar las medidas corrientes, el Wagner dores formidables de armonías que expresa' que nos han descubierto estas cartas a Minna ron, expresan y expresarán ese algo impalpa' Planer. ¡El genio! El genio lo concibo yo hlc, indefinible, fugaz y penetrante que cons' como un estallido de fuerzas de la Naturaleza tituye el mundo sensorial y vibrante de los acumuladas en un hombre, forzosamente de­ sonidos. Los dos fueron dos revolucionarios forme, en cuerpo o en alma, porque en él hay en arte; Beethoven fué el primer construc' la desarmonía que constituye el desequilibrio tor enciclopédico, el primer genio universal genial, el agigantamiento, la monstruosidad de la música alemana. El sombrío y grave magnifica de lo desmesurado, lo extraordina­ Bach, su predecesor, encenó a su genio en la rio, de todo lo que en él se condensa, se rea­ música religiosa; espíritu profundo y mís­ liza y se manifiesta. El genio, ante mis ojos, tico, ignoraoa esa lujuria de los sonidos, esc lo encarna Dantón, en su esplendor humano, esplendor camal, como viviente, esas cxplo' en su tempestad, en su violencia originaria, en siones frenéticas, tumultuosas de voces, que cuanto tuvo de trágica y de fatalmente gran­ sacuden y electrizan en las grandes orques' diosa su figura. Dantón fué el genio, esto es, taciones beethovianas. Wagner apareció co' el hombre deforme por un exceso de savia y wio el revolucionario en arte, como el re de fuerzas naturales acumuladas, puesto en trovador en el mundo musical alemán y más medio de una revolución que a su vez era tarde europeo. Sus comienzos trabajosos, su una explosión social de estas mismas fuerzas. concepto demoledor del arte, agrandaron y El genio, hablando en él, en su silueta domi­ proyectaron su figura con ese contomo que nadora, monstruosa, arrebatada, sombría y dra­ adquieren los genios desconocidos de las mática, proyectada sobre la Eternidad por un multitudes pero que consiguen crean en ellos Destino que también forjó la vida de Beet­ *«"°<» grandes hombres. Wagner haUó a hoven, otro arquetipo de deformidad subli­ que h° * hombres que en él creyeron y me y que no forjó la vida de Wagner, de PranciTvLLf"* Í"?P°"'=^Í^= Pasdeíoup en ese creador dueño de sí mismo, señor de sus P»r« ^ "^ *** Alemania. destinos y de sus ambiciones, cuidadoso de su rero, para ani.»i .,..« -^„»..„..u 1, obra figura histórica, que se la compuso como se aniiP^mul3 r.,dTVaSl^ *^agneír si'^"n^ pasió'"^'"^tn alguna^ , par«ara componen los grandes tragediantes su rostro y ÍJvo df «f'^^'^*?" de%zgarle en cuanto su ademán antes de salir a escena: si Beet­ So y detd^'*^ y ^^ ¿^^^^^' de exqui- hoven fué el Héroe doloroso que vivió y su­ l,,?»^:,, l?'^^ P="^ aquel que sepa de toda frió la tragedia del Genio, Wagner fué el iSrfc deT^aTiutTxtraHa de Taima genial que supo representarla en el es­ zcIT,..- 1^"" j""*"" ^"y°». de aqueUos reta- cenario del mundo. He aquí, a mi entender. 20S musicales de armonía extraordinaria de 34 LA REVISTA BLANCA la diferencia esencial, concreta y exenta de artista ya triun&dor, después de las apoteo­ todo límite y consideración ética, entre el sis de Munich y de Bayreuth, en las que el uno y el otro. rey de Baviera se declaró vasallo suyo: es, esta vez también, el amigo que se introduce • • • en el hogar de un admirador hmático, candido Antes de hablar de esta correspondencia y otro arquetipo de alemán de balada, como de Wagncr a Minna Planer, correspondencia Matilde: Hans de Bülow le pone la casa a que no tendría tanta importancia si Wagner su disposición, la mujer, la bolsa y la vida, hubiese sido más sincero, que no sería más y Wagner, que no necesita ahora dinero, toma que un nuevo eslabón en la cadena de des­ tranquilamente la mujer y le deja b bolsa aprensiones y cinismos de su existencia, es ne­ y la vida. Hans de Bülow, como todo marido cesario que recuerde, brevemente, h obra más clásico, no se enteró de que en su casa pasa­ personal y más imaginativa de Wagner: ba algo hasta que una carta de Wagner a «Mein Leben»—«Mi vida»—-publicada, hace Cósima, llegada en ausencia de ésta, dema­ pocos años, por su Cósima, fiel y cuidadosa siado expresiva y abierta por él con la buena de la memoria del Encantador que supo apo­ intención de telefonear a su mujer lo que el derarse de su alma con singular plenitud amo­ amigo común le decía, le puso en autos de rosa. que en los meses de veraneo en Lucerna, Có­ Wagner escribió una «Vida» suya que era sima con sus hijos en casa de Wagner, habían un modelo de altivez, de cinismo franco y ocurrido cosas que rebasaban los límites de una simple afinidad electiva. El buen Bülow, areció de sinceridad seductora. En ella, con de excelente pasta, dejó a su mujer libre de Ei ligereza y el orgullo, con el endiosamiento elegir: eligió Cósima a Wagner y vivieron 3ue le eran peculiares—todo el mundo sabe unos años unidos, hasu que la muerte de e que manera no fueron los escrúpulos de Minna Planer libertó a Wagner y le permitió, ningún orden, las delicadezas más elementa­ a él, hombre ya decente, legalizar su situación les ni la modestia, el fuerte de Wagner—se conyugal a los ojos de Alemania. El telegrama mostraba a la posteridad, explicando su exis­ con que Wagner comunicó a Cósima la muerte tencia y mostrándose tal como debió ser ante de Minna es algo tan delicado como los amo­ Matilde y ante Cósima. Esto es: ante Matil­ res de Wagner con Matilde. Es de una ale- de un artista pobre, desamparado, consciente gria brutal y con unas expresiones groseras de su valía y con un orgullo grandísimo que que hacen daño. a veces se confundía con la petulancia, hacia el cual una mujer toda alma, sensible, can­ Llegamos, pues, a Minna, la primera, pero dida, imbuida de todas las adorables frases que ha ádo reducida a últinu. De Minna Pla­ hechas de la educación sentimental que los ner habla Wagner ligeramente en «Mi Vida». alemanes desde Goethe hasta la fecha, o sea La presenta como una mujer vulgar, ligera de desde «El Rey de Thule» a «La muerte en cascos, actriz que se enamoró locamente de él Venecia», daban a sus mujeres, se sintió y de la que él se dejó amar y a la que hizo arrastrada irresistiblemente, al que se lo dio su esposa por un exceso de bondad, encade­ todo: honor, vida y el dinero de su marido, nándole luego y siendo el terrible lastre de que esto tampoco Wagner lo rechazaba en que sólo se libertó con su muerte. En la rca- sus malos tiempos. Al escribir estas líneas, hdad de esta correspoiKlencia ahora publica­ sonrío pensando en Puig, de La Escala, que da, hallada en casa de ima lüeu de Minna, considera que los amores de Wagner y Matil­ obscura provmciana bávara de clase media y de Wessendonck fueron algo muy delicado. En que una wagnerísta inglesa encontró casual­ «Mein Leben» estos amores son descritos de mente, las cosas se tran^Kuentan de otra iot' la mejor manera, adornándose Wagner con to­ ma: Wagner se casó enamoradinmo de su dos los atributos de Tristán, aunque atíadién- mujer; Minna era una criatura de mediana dole algunos detalles obvios, es decir, que su inteligencia, pao de bastante belleza y Wag­ héroe no tuvo, por encontrarse en mejor si­ ner vivió c<»i día, durante unos horribles tuación económica: Wagner, por lo denús, años, en una ñtuac^ tremenda, que sonroja no busca atenuantes ni paliativos a sus accio­ y que sólo disculpa la miseria y el período de nes i como verdadero gran hombre conscien­ bestia acosada que wvió Wagner, desde el te de su grandeza—que e(|uivale a: no tan estreno desdichado de «Las hadas», hasta el grande como se cr^—estimó probablemente primer triunfo alcanzado con «Rienzi». que el hacía un honor a Otto de Wessendonck, tomándole el dinero y la mujer, como honra­ Si Wagner, en su obra, no hubiese cuidado ban los reyes de Francia a los padres y a los tanto la «mise en scene», ñ no hubiese man' esposos de las mujeres que dignábanse acep­ tenido sieinpre su actitud de hombre victO' tar por queridas. Ante Cdána, Wagiier es el rioso, su cinismo y su aplomo petulante no hubiesen sido tan grandes, el contraste entre LA REVISTA BLANCA 35 la realidad cruel de estas cartos de Wagner, bre, que muestran algunas bajezas, que dan hasta ahora ignoradas, bajas algunas, ruines fe de algunas omisiones en «Mein Leben», otras; dolorosas y desgarradoras unas terceras, destruyendo parte de esta leyenda, devol' mostrando, a través de los años, un hombre viendo a Minna algo de lo que, vulgar y ba' sucesivamente enamorado, despótico, celoso, nal como fué, no debía habérsele quitado, desesperado, desaprensivo y cínico, a medida mostrando, junto al semidiós, el hombre con que pasaba el tiempo, la situación se agravaba, sus defectos y con sus pecados, ¿era necesa­ el amor moría y Wagner se desidedizoha ante ria y es buena? su esposa de menos categoría, el efecto de Estas cartas desgarran una parte de la le- estas cartas no hubiera sido tan tremendo ante y

isla de «Más Afuera» atrae a todos los tira­ nos de aquellas repúblicas. • • • Ecuador, es otro de los países donde se co­ Otra vez nos vamos a ocupar de nuestros loca a los anarquistas fuera de la ley y se les compañeros de la República de Bolivia. tortura impunemente. Estos días la prensa burguesa nos ha traído El panorama que actualmente se extiende la noticia de la dimisión del dictador-presi' ante nuestra vista no puede ser más edifican­ dente de aquella República, verdugo Siles, te. Allá se tortura y mata; aquí se encarcela causante de todo lo ocurndo en La Faz, y deporta; más allá se persigue haciendo la capital de Solivia. . j in .,, vida imposible. Cuando en casi todos los países de Europa i Qué más da monarquías que repúblicas! y America la jornada de ocho horas, incluso Para el hombre que piensa libremente, éste está legalizada por los Gobiernos, en Bolivia, no es el mejor de los mundos posibles. aun se lucha por conquistarla y no tan solo * « * se lucha, sino que últimamente a consecuencia de ella se ha producido una violenta represión Ahí tenemos la República del Uruguay, te­ en la que se piden nueve sentencias de muer­ nida por todo el mundo como un verdadero te y un sin tin de condenados a vanos anos oasis, donde el viajero puede encontrar la paz de cárcel. , A ' • y la tranquilidad deseadas. Los periódicos que nos llegan de America Pues bien? en la República del Uruguay dicen en síntesis que, bajo formas vanadas también se cometen atropellos, también se co­ continúa existiendo aUí la servidumbre per­ meten injusticias, también se atormenta y per­ sonal representada por una sene de tnbutos sigue. que anualmente deben rendirse al Estado y Según un Manifiesto del Consejo Federal al capitalismo, bien sea en trabajo, en especies de la F. O. R. U. los compañeros Cisneros. o en dinero. El proletariado boliviano no ha Kerbis y Ayhenard, víctimas de una trama rescatado aún su persona de las obligaciones canallesca e infame urdida en el antro tene­ feudales. ,, , broso de la policía de investigaciones, con la La Unión de Trabajadores en Madera, ini; complicidad de la justicia ya llevan muchos ciadora de la huelga general que se declaro meses encarcelados, acusados como supuestos en solidaridad con Tos obreros carpinteros que autores del atentado a mano armada contra trabajan en la llamada Maestranza America­ los conductores del ómnibus «El Deseado», en conflicto con el Sindicato Único del Auto­ na, y que está afiliada a la Federación Obrera móvil, donde perdió la vida un militante de Local de La Paz, desde hace tiempo mantenía este último, Arturo Morales, y un comunista una campaña intensa en pro de las ocho ho­ del bando contrario. ras. La policía de investigaciones hostigada por Los poderes constituidos pusieron en juego toda la prensa burguesa, organizó una «razzia» todos sus recursos para malograr la huelga. Al en toda regla haciendo desfilar por sus tétri­ segundo día se encarceló a más de sesenta cos calabozos a más de cincuenta compañeros, compañeros poniéndolos rigurosamente inco­ sin que diera resultado alguno. Pero como era municados, amenazándoles con la deporta­ preciso encontrar a los autores, los fabñcó, ción. procediendo a la detención de los compañeros La tirantez fué extremándose cada vez mas, Cisneros, Kerbis y Ayhenard a quienes tor­ la represión debió ser feroz y la agitación de­ turó bárbara e inquisitorialmente hasta que be haber aumentado de tal forma al ver de los dos últimos se han declarado autores, sien­ la manera sangrienta como los poderes que­ do rían resolver el problema que por fin ha te­ nido que dimitir el dictador-presidente Siles. inocentes. El juez, para salvar del ridículo a la policía Veremos lo que habrá ocurrido. de investigaciones que, incapaz de dar con los • • • verdaderos autores del episodio sangriento, La prensa nuestra de la República del Ecua­ trató de fabricar autores por medio de la tor- dor nos trae la noticia de que a consecuencia . tura y .el martirio, impone su criterio torpe y fíTT "bitrariedades cometidas por la au­ reaccionario y quiere hacerlos pasar por delin­ toridad de Guayaquil, especialmente por el cuentes. Intendente, coronel Santoisc han desarroUa- Según las últimas noticias, parece que se do aUi senos acontecimientos. ha dispuesto una investigación parlamenuria iNuestro compañero Néstor Donoso ha caí­ para depurar la verdad de lo ocurrido. do en manos de la policía de Guayaquil, que Después de depurado ello, ¿qué ocumra? lo ha deportado a Chile juntamente con otros A la justicia prender... no puede ser. buenos camaradas del Ecuador. U mortífera SOLEDAD GUSTAVO 38 LA REVISTA BLANCA LA VIDA EN PARÍS NIETO DE GRAN HOMBRE Se habían conocido en las «boítes de nuit», donde el nieto del gran pintor explicó al can- Los grandes hombres tienen a veces una tador su combinación, deciéndole: «¿Quieres posterif&d fastidiosa. Tai sucedió con los des- ganar dinero y vivir bien? El mimdo es de «endientes de Garibaldi, el héroe estoico del los que saben explotar sin escrúpulos a sus se­ Bjsorgimento italiano, uno de cuyos hijos, mejantes. Serás perito en cuadros; nada im­ Ricciotti, no demostró el mismo desprecio que porta que no entiendas una papa de pintura, su padre hacia el dinero, y uno de cuyos nie' con tal de que no te falte aplomo; te vesti­ tos, llamado igualmente Ricciotti, como su rás elegantemente y te llamarás Monsieur de progenitor, se hundió en el lodo al servicio Montalbe (la elegancia y una partícula nobi­ secreto del abominable Mussolini, instrumento liaria son elementos preciosos para la perpe­ de opresión y fomentador de guerras. tración de una estafa sabia). * * * Y de este modo la asociación primitiva J. Ch. Millet-Cazeau se vio transformada de dú- Esta decadencia de un nombre glorioso, an' plice en tríplice por la incorporación del famo­ taño sinónimo de honor inmacufido, acaeci' so perito Pérez, alias «de Montalbe». da en el orden político con el nombre de Ga- Y estos tres falsarios, mercaderes del arte, ñbaldí, acaba de producirse en el dominio ar- ganaban mucho dinero, mientras que artistas tístico con el nombre de Millet. verdaderos pero ignorados continuaban mu- Bien conocida es la vida del gran pintor riéndose de hambre, como le pasara antaño Jean Franfois Millet, autor del Ángelus y las a Jean Fran^ois Millet. Espigadoras, vida de trabajo tenaz e intransi' gente sinceridad, debatiéndose en medio de UN EIEMPLO D(E FEROCIDAD PROPIE- a miseria y la injusticia que hacía rechazar TARISTA sus envíos al Salón de exposiciones y le obli­ gaba a pintar rótulos de t;iendas o barracas A veces en la lectura de bs sucesos diver­ de feria, en tanto que producía obras maes- sos—considerados como el pasto intelectual tras como el Ángelus, tasada después en un reservado a las porteras—es donde el indivi­ valor comercial de un millón de francos. Jcan- duo capaz de meditar, en vez de aceptar fa­ Charles Millet, nieto de este gran artista, bricadas las opiniones de su periódico, puede que, después de haber sido un campesino y hallar una lección de filosofía social. pastor pobre, fué proclamado tardíamente ce Hasta Qué extremo el sentimiento propieta- mo uno de los mas grandes maestros del arte rista puede hacer feroces a los animales de francés, había ideado y realizado la explota- forma humana que poseen la esutura verti­ ción fraudulenta del nombre de su abuelo. cal y el lenguaje articulado, es lo que dcmo»- G>n la complicidad de un pintor mediocre trara la histona siguiente, que, desgraciada­ flamado Cazeau, vendía telas sin vale»-, reto- mente, no es un cuento. cadas o fabricadas por éste e impúdicamente Un sujeto llamado Morel, cuyo nombre me­ firmadas con el nombre ^e Jean-Franfois Mi' recería pasar a la posteridad con una signifi­ llct, estafa equivalente a la &lsificación pura cación tan fastidiosa como la de Harpagon, y simple de documentos comerciales. si no fuera llevado profusamente por gente Y como sólo cuesta dar el primer paso, las muy honrada, ejercía la pn^esión agradable obras maestras apócrifas se multiplicaron. No y poco fatigosa de propietarío. Como tuviera solamente los Millet vieron la luz con tal necesidad de porten» para su imnuebte, se profusión que hubo necesidad de buscarles fué a buscar a los alrededores de París, a un sitio en todas las galerías y exposiciones de matrimonio, Lacube, que vivía con el viejo arte de Francia, sino también los Corot, los jadre Lacube. Con las prisas de la mudanza, Díaz, los Degas, los Daumier, los Sisley. Re fos esposos, «poleados por la impaciencia del tratos» paisajes, marinas, telas o dibujos eran propietario, partieron, dejando en casa al po­ igualmente vmdidos bajo la firma ae hom' bre viejo, el cual pereció al día siguiente víc­ bres célthns, que, por haber muerto hacía tima de un accidente banal, asfixiado por el tiempo, no pocmn protestar. gas, cuyo contador no habú podido cerrar. Para garantizar la autenticiad de estas obras El señor Morel fue lo bastante desnaturali­ de arte, J. Ch. Miflet había redutado entre zado para impedir a su nuevo portero que la bohemia a im músico ambulante, cantador asistiera a los funerales de su padres la sumi­ Y guitarrista, Rodolfo Pérez, que poseía una sión a la autoridad propietansta debía estar oefla voz, pero no entendía nada de pintura. por encima del sentimiento filiaL Lacube na LA REVISTA BLANCA 39 se sometió. Acompañó al muerto a su última a la cual ha sido agregada poco después una morada. Su tirano le despidió inmediatamen'_ oficina de radiodifusión establecida en Colo­ te... y el desgraciado portero, desesperado, se nia. La Internacional negra de los sacerdotes tiró al agua. quiere catequizar al mundo entero, en unto Este nuevo duelo no enterneció el corazón que finge indignarse contra la Internacional inflexible del propietario: la viuda recibió en roja de los revolucionarios sociales. seguida la intimación de abandonar la casa. Poco más tarde tenía lugar un Congreso E)os muertos y una pobre mujer en la calle. de la O. C. I. C. en Munich, la ciudad por ¡ Respeto al buen placer capitalista! excelencia de las intrigas monárquicas y cle­ El tribunal ha concedido una prórroga a la ricales. En esta capital de la Baviera católica desgraciada, expresando su sentimiento de no y realista, verdadero nido de víboras, donde, poder castigar al despiadado cuervo. a partir del asesinato del socisilista ancero Kurt Eisner, reservado por el destino a una EL CINE ARMA DE PROPAGANDA vida y una muerte semejantes a las de Jaurés, la colaboración de los reaccionarios franceses REACCIONARIA X alemanes se afirmó con entusiasmo bajo la ¡Qué esperanzas había hecho concebir el egida de la iglesia católica. Esto habna po­ cine 1 Era un maravilloso instrumento de edu' dido adoptar abiertamente esta consigna: cación: con él la historia y las ciencias natU' '(Por el trono y el altar» y agregar esta máxi­ rales iban a ser enseñadas desde la infancia, ma de la Compañía de Jesús: «¡ Eí fin justi­ no solamente sin cansancio cerebral, sino tam- fica los medios U> bien encantando a los jóvenes espíritus rebel' des en las abstracciones y atrayéndoles con LOS CENTENARIOS: LIBERTADORES Y las imágenes. Era el saber hecho accesible y CONQUISTADORES, JUANA DE ARCO atractivo bajo una forma material. O ABD-EL-KADER. Cierto aue se han dado algunos pasos en este sentido. ¡Pero cuánto queda por rcali' Mientras que, bajo el reino presidencial de zar! ¡Cuántas verdaderas monstruosidades Gastón Doumergue, las milicias patrioteras y han sido expuestas en películas impostoras clericales, dirigidas por su jefe en persona, el con pretensiones históricas! Belicistas y napo' general de Castelnau, célebre vencido de Mor- leonianos (pues esta especie nefasta continúa hange, menos arrojado ante las ametrallado­ existiendo) han proclamado en la pantalla la ras alenianas que ante los cañones de la igle­ gloria de las masacres y exaltado la gloria de sia, glorificaban la memoria de Juana de Arco, los supuestos superhombres que pisotean a la que la Iglesia, para las necesidades de su cau­ humanidad. sa, ha^ convertido en una santa cinco agios Declarar monstruo abominable a un Tropp' después de haberla quemado, la población de mann, que se conformó modestamente con Argelia era invitada a celebrar la conquisU matar a siete personas en un rincón de los al­ de este país árabe por un ejército francés y rededores de París, y glorificar a un Ñapo- todo lo que siguió a ésta durante un siglo. feón, que hizo perecer a cuatro millones sO' I Coincidencia irónica I La Iglesia catóuca, bre todos los campos de batalla, es ima abe- que, de 1914 a 1918, hizo todo lo que pudo ""ación que da una bien triste idea de la por contribuir al aplastamiento de las burgue­ mentalidad humana. sías democráticas de la Francia volteriana, de . La Iglesia, que juntamente con la plutocra' la Inglaterra herética, de Italia, donde sub­ oa americana, ha sido la gran benificiaria de sistía aún el espíritu liberal del RMorgtwewto, « guerra mundial y que quiere conservar la estrangulado después por el fascismo, la mis­ dominación de los espíritus, se ha guardado ma Iglesia que se apoderara de su propia víc­ muy bien de ignorar la importancia del cine. tima para hacer de ella una ssmta, celebraba í *j' ^* desdeñado como arte profano. Bajo pomposamente a la campesina de Domremy w dirección de un hombre joven y activo, que que se había levantado para «echar fuera de a«í>i« a desempeñar un gran papel, el canóni­ Francia» a los invasores ingleses. Y el Go­ go ««ymond. _,. e„l cual fue recibido por el Pa- bierno de nuestra tercera república, más bur­ ^rl * IfHiP* ejcpuso su proyecto, se fundó en guesa que laicaj aceptando esta hipócrita co­ tóSfn\ ^ ^' (Comité Católico de Cinema- media, glorificaba oficialmente la revuelta con- te wi* ?"í»n»mo qpe, católico intramsigen- tta una dominación extranjera. ¡Qué lección ganS! •*''*« "«^ terrible arma de propa- dada a los árabes por sus amos de ultramar! Y era en el mismo momento de esta glori- Esta arma se ha vuelto aun más potente ficaaón oficial dd patriotismo cuando los re* SficL S?*' ?» ^9=»8. y, de Charles Ma­ la molestia de instruirse, aprendiendo la su­ lato; «El Ultimo Quijote», de Federico Ura- perioridad asesina de la artillería perfecciona­ les; «El Caballero de la Barren, de Miguel da sobre el arma blanca y las fantasías teatra­ Zévaco, y ahora se está publicando la inmen- les. La casta militar, la de los mercaderes y sa obra de Georges Brandes «Las Grandes piratas de la especulación, abatidos sobre el Corrientes de la Literatura en el siglo XIX». país como nubes de langostas devastadoras, En la colección de «La Novela Ideal» hay 30 novelitas de y 40 de podrían lógicamente glorificar la conquista de Federico Urales. Argelia, que les ha enriquecido. ¡ En cuanto a los indígenas! Las novelas están encuadernadas en volú' Es posible que entre los descendientes de menes de 380 páginas y se venden a 2*20 pe- los guerreros musulmanes que, a la voz del setas tomo; pero tanto LA REVISTA BLANCA emir Abd-el-Kader, se insurreccionaron contra como «La Novela Ideal» se pueden adquirir los civilizadores franceses en el siglo último, por tomos sueltos y hasta por números atra­ haya algunos que, iniciados en la nistoria de sados, sean pocos o miuhos. Francia, puedan hacer sabrosas reflexiones. Pueden preguntarse por qué los franceses glorifican a la «Buena lorenesa», que se le­ vantó pata expulsar del suelo francés a los El texto del presente número extranjeros, y no rinden imparcialmente el mismo homenaje a los «buenos islamitas» que, ha sido sometido a la previa movidos por un sentimiento análogo, intenta­ ron obligar a volver pies atrás a sus conquis­ censura gubernativa tadores. La historia de Juana de Arco, cnsteñada a LA REV15TA BLANCA

FRAGMENTOS DE LETRAS INSTRUCTIVAS

Estado de la pintura en España durante la Edad media De los hechos consignados hasta aquí, se época. Lo hemos dicho ya; deseamos que desprende: ese arte vuelva a la vida; deseamos que ese 1." Que al arte no ha podido medrar elemento de civilización no sea, como ahora, nunca sino en pueblos libres. Entre las ciu­ infructuoso; deseamos que, cumpliendo con dades de Grecia escogió Atenas; en Roma su objeto, impresione los sentidos y hable al languideció y murió por haber sido entre- alma; deseamos que contribuya a acelerar gado a los esclavos. Revivió al sentir herida los destinos de la humanidad a cuya reali­ su frente por la luz del Evangelio. Cayó bajo zación se opongan la ignorancia de los que la mano tiránica del sacerdocio y retrocedió; sufren y el egoísmo de k» que jgozan; desea­ fué puesto en libertad por las cruzadas y mos que revele el mal para llegar al bien, adelantó a pasos de gigante. Falto de asilo, que afiente a los justos y confunda el crimen, se acogió a la sombra de las repúblicas de que despierte en todos los corazones el amor Italia. Salió de ellas, pero cuando estaba va y encienda la esperanza, que derrame sobre expirando el feudalismo, cuando empezata toda alma marchita el rocío del consuelo» que a respirar el mundo. Penetró en España, en conspire, por fin, a lo que conspiran de con­ suno la poesía y la filosofía, la prensa y la Francia, en Alemania; volvió la espalda a tribuna. Nuestros deseos serían del todo va­ Rusia, dividida aún hoy en siervos y señores. nos si no procurásemos manifestar que ésta 2." Que el arte es hijo del sentimiento; ha sido h misión natural del arte en todos que reproduce, por consiguiente, la vida- in' los tiempos, que en todos tiempos ha sido el tenor; que ha de ser y es, en último resul' arte el reflejo de su siglo, que está hoy des­ tado, el reflejo de las épocas y de los pueblos caminado, que ha de Uenar el cargo que le en que vive. Floreció en la antigüedad bajo ha sido confiado por la Providencia. Convie­ el calor del entusiasmo patrio y del amor a ne, pues, que no perdamos ocasión de pro­ la belleza; en la Europa cristiana, bajo el sol barlo; y por esto procuramos tanto ir sen­ de una religión que vino a establecer la fra' tando las consecuencias que derivan de los tcmidad universal y a rejuvenecer una so' hechos. ciedad ya próxima al sepulcro. Habló allí más a los sentidos que al corazón; aquí, más al La historia de la pintura en España, hasta corazón que a los sentidos. Pintó en una y el siglo XV, va a damos los mismos resulta­ otra parte la divinidad, pero no a impulso de dos. Tarde, muy tarde empezó a desarrollar­ las mismas causas; aquí h pintó movido por se el arte en nuestra patria; mas ¿cómo ex- una aspiración general puramente mística; trañarlo, cuando ha sido esta, por espacio de %llí> por una aspiración nacional puramente tantos siglos, el campo de bataÜa de todas las estética. Fué allí individual, aquí social; re' naciones? El industrioso habitante de la Siria trató aquí la humanidad, allí al hombre. No expiró aquí bajo las armas de Cartago; Ro­ encontró allí más que pueblos sensuales y ma vino a vengar aquí las derrotas de Tra- nié sensual; encontró aquí pueblos que fija­ simeno v Cannas. Terminada la lucha, fui­ ban constantemente sus miradas en el mundo mos esclavos del vencedor, levantamos con futuro, donde sólo gobernaría el amor, y lu- ira la frente y combatimos; pero sólo para u u P** «prodiKÍr el esj^tu, aun ^tes de hacer más dura, aunque más honrosa, nuo- haber donunado la materia. Llegaron para él. tra servidumbre. Salimos del poder de los en utio y otro período, momentos de deca- emperadores y caimos bajo la espada de los eÓ»*^' .¿pero cuándo?, cuando dejó de ser bárbaros. Invadidos por pueblos de disúntas rna j Sentimientos que le daoan vida, razas, dimos origen a sangrientos choques y cuando se lensualizó en la Europa cristiana fuimos el botín de sus victorias. Vivimos en «««4 *'*^""*®ci6 en los antiguos pueblos; paz con los godos; mas 1 qué paz I Una aris- tocracia orgullosa y fratricida lo dominaba to­ IP.t« j^ «ecaer, amo monr. do, gozaisa de cari todos nuestros campos» lado va °^ «««litados los habíamos formU' mandaba nuestros ejércitos, alzaba y dem* ahora coJ^ °* P^posiciones; helos aquí baba nuestros reyes, era arbitra de nuettroi 1 rnn.?^ 1 "««««encias. Nos apresuramos destinos... ¡y estaba constituida esU ari^ aue htry^ poique um precisamente las cracia sólo por los conq^xisudoresl Habu, Sa nT^-* P°»f.«» evideScU que el arte poco más o menc^, entre eUos y nosottos, la ha muerto, por dejar de ser expresión de la misma paz que entre el brahmán y el pana, 42 LA REVI5TA BLANCA entre el ciudadano de EsparU y el ilota. Te- los males de esclavitud, todas las calamida­ níamos un mediador en el sacerdote, que era des de la guerra. Podíamos evitar unos y casi siempre hijo del pueblo; mas ¿qué ha- otras abandonando nuestros hogares y po­ bía de poder la palabra de Dios en sus labios niéndonos a la sombra de los estandartes con hombres aun medio salvajes, que no obe­ cristianos enarbolados en Asturias; pero ¿nos decían más que a la fuerza de sus instintos y era poco lícito vivir en paz, dormir tran­ al furor de sus pasiones? Hemos vivido en quilos? Dejar para siempre el suelo en que esclavitud durante siglos, durante muchos si' se meció nuestra cuna es ya muy triste; an­ glos. La libertad es incompatible con la divi­ dar de breña en breña, de campo en cam­ sión de razas; donde éstas existen, lo que para po de batalla, de peligro en pelin-o; des­ la una es libertad, no puede significar para cansar de las fatigas del día con la cabeza b otra sino despotismo. sobre el escudo, la espada siempre en la ma­ A fuerza de tiempo, estas razas se hubie- no; despertar tal vez sintiendo a la espalda ran ido fundiendo; pero sobrevino, a los tres al enemigo; no poder abrazar al padre, al siglos, otra más poderosa que avasalló a los hijo, sino en medio de la zozobra y man­ vencedores y agravó la condición de los ven- chado de sangre, será glorioso quizá, pero cidos. No era el árabe tan feroz como el bár­ no menos horrible. No es vivir en sociedad baro del Norte, al invadir la Europa; no ma­ vivir en el seno de los campamentos; la li­ taba por matar, no destruía por destruir, no bertad que constituye la existencia moral de obraba por venganza ni por sed de sangre; los pueblos no puwle respirar donde existe era de sentimientos más generosos, de ins­ sólo el imperio de la fuerza. Creció, de día tintos más suaves, de arranques más heroi­ en día, el poder de los cristianos; tuvieron cos; era de más delicadas costumbres, de ciudades, provincias, reinos; derrotaron en más cultivado entendimiento, de más apti­ cien combates a los árabes y les obligaron tud para ir recogiendo todos los elementos a implorar el socorro de los que gobernaban civilizadores; pero tenía, en cambio, más fa­ las naciones de África; mas ¿qué adelanta­ natismo religioso, más apego a sus tradicio­ mos aún? Continuaba la guerra; y al acer­ nes y a sus hábitos, más inflexibilidad de carse el enemijgo corríamos a agrupamos, co­ carácter, menos facilidad en promover esa mo antes, bajo el pendón de nuestros re­ fusión tan necesaria para hacer sólidas las yes; los que eran nuestros caudillos en la conquistas y benéficas las leyes. El bárbaro, guerra, erari después, en la paz, nuestros ti­ no bien hubo salido de sus oosques, cuando ranos. Teníamos parlamentos destinados a adoptó las creencias y los usos europeos, de­ moderar el poder de los monarcas, pero com­ seoso de identificarse, en lo posible, con la puestos, en su mayor parte, de una aristo­ raza indígena; él, lejos de contemporizar con cracia militar y de un clero que sabía tam­ los que acababan de abrirles sus ciudades, les bién enfrenar un caballo y empufíar la lan­ habló al punto de sus leyes, de su Profeta, y za. No entramos en la senda que conduce al quiso imponerles su Corán con la punta de verdadero estado social ni aun al abrigo de la espada. Había ya vencido Asia y África nuestras cartas-fueros. Basadas estas conce­ cuando entró en España; había hecho ya siones sobre la ignorancia y el privilegio, no musulmana la mayor parte del mundo; vino hicieron más que entronizar la arbitrariedad, animado por sus victorias militares, enarde­ excitar rivalidades funestas entre pueblo y cido por sus triunfos religiosos, seguro de que pueblo; y si algo bueno tenían, £> fueron no había de resistir nadie a su formidable perdiendo ante las continuas invasiones de empuje, y fué, como en todas partes, orgu­ una nobleza que, no conteiita con dominar­ lloso, exclusivista, intolerante con el que no lo todo, luchaba consigo misma y no pocas acató su dogma fundamental de la unidad veces iba a ensangrentar hasta el suelo de las divina. Toleró el cristianismo, pero no con­ comunidades. Valían aun muy poco estas car­ sideró como su igual sino al que abandonó tas, ganaban poco con ellas las ciudades; por la doctrina del Profeta la ley del Evan­ ¿en qué mejoraban los pueblos aforados, gelio. No trabajó, no hizo el menor esfuerzo cuando a cada paso tenían que estipular de para amalgamar conquistados y conquistado­ los reyes el triste privilegio de no ser ven­ res, para nacer de todos una sola sociedad, cidos? un solo^ pueblo; perpetuó la división y nos Estábamos relegados de la ciudad no sólo condenó para siempre a la condición de es­ nosotros, sino^ hasta los mismos árabes. Nos clavos. aventajaban éstos en literatura, en muchas Mucho tuvimos que sufrir también bajo ciencias, pero no en política. Vivían bajo el los árabes. El espíritu de independencia, la poder de monarcas que eran a la vez pon­ ambición, los odios de tribu a tribu, provo­ tífices y reyes; pertenecían en cuerpo y alma caron a cada paso, entre ellos, espantosas lu­ a sus califas. No tenían intervención en nin­ chas; y pasaron sobre nosotros, adethás de guno de los negocios del Esudo, no eran LA REVÍ5TA BLANCA 43 consultados sino en momento de peligro, no cia o el estado de agitación del pueblo. ¿Nos eran llamados sino para ir a derramar su san' temían? Se nos amenazaba con los moros, se grc en los combates. Se sublevaron alguna hacía un llamamiento a nuestro espíritu de vez, mas no para adquirir derechos civiles, nacionalidad y a nuestros sentimientos reli' sino para satisfacer pasiones más o menos ;iosos y comamos al campo de batalla tras justas, para clavar su puñal en el pecho de fos mismos a quienes tal vez aborrecíamos de un rey y levantar otro sobre sus escudos; ]í' muerte. Ocupados en la reconquista de la más pensaron en sacudir de sus hombros ni Península, apenas habíamos asistido, por otra amenguar siquiera la dura tiranía que les parte, a las cruzadas; permanecíamos aisla­ abrumaba. Persuadidos de su organización dos, reducidos a nuestros propios instintos, y civil derivada de la religión, la consideraban no sentíamos de mucho m el entusiasmo po­ tan inmutable como el doema; veían entro­ lítico que creó las repúblicas de lulia ni la nizado el despotismo en la ciudad y en la necesidad de luchar antes que todo por la familia; pero, ciegos observadores de su ley, adquisición de nuestros derechos naturales, no solamente lo consentían, sino hasta lo res' por el triunfo de la inteligencia sobre la fuer­ tauraban después de caído, e hincaban ante za, por la supremacía del trabajo, por el en» su misma hechura la rodilla. (Estaban mucho cunibramiento de las artes sobre las ruinas más atrasados que nosotros. Nosotros, cuan' de la nobleza de sangre. Estuvimos guiados do menos, presentíamos la doctrina del prc sólo por nuestras propias inspiraciones y no greso indefinido, luchábamos por nuestros tuvimos principios rijos; anduvimos casi principios; no encontrábamos en la religión siempre vacilando; nos dejamos llevar fácil­ un obstáculo, sino «un apoyo para suavizar las mente de la gloria, hasta de la brillantez de duras formas de la organización que comba' nuestras instituciones, y, lejos de arrollarlo tíamos. todo y lejos de no levantar el brazo de lo Nuestras conquistas políticas fueron, sin que pretendíamos ver aniquilado, fuimos mu- embargo, lentas, sobre todo en Castilla. El cnas veces a sostenerlo arrastrados por men­ feudalismo había echado hondas raíces y no tidas ilusiones. Nos vendió el corazón y ayu­ era fácil derribarlo; el alto sacerdocio estaba damos a nuestros mismos enemigos. ] Así tar­ unido con los barones, y era difícil romper damos tanto en derribar lo que otros en mu­ esta alianza formidable. Contábamos con los cho menos tiempo derribaron! ¡Así retroce­ reyes; mas estos, al paso que nos ofrecían dimos, en vez de adelantar, cuando más pa­ una protección poco franca y decidida, o eran recía que teníamos cerca la victoria! casi ineptos para destruir el mal o no pensa' FRANCISCO PI Y MARGALL ban sino en mantener embargada la imagina' ción con el ruido de sus campanas y el es' (Fragmento de Historia de la Pintura en )lendor de sus victorias. Tenían la guerra a España, obra publicada por primera vez en {a puerta, y la abrían o la cerraban según lo Madrid el año 1851 y perseguido su autor exigía la imponente actitud de la aristocra' que no pudo continuarla^ Nueva moralidad del amor Acaba de publicarse, fielmente traducida no es el amor natural. Ha sido desnaturali­ por don Manuel Azaña, Vieja y nueva mo' zado por las religiones, las costumbres y la ral sexual, del filósofo y sociólogo inglés Bcr- economía. Ha debido adaptarse a diversas trand Russell. He aquí un libro profundo y morales; una de la familia matriarcal, otra valeroso. Pertenece al grupo de obras que en el patriarcado, otra en la poligamia, otra pudieran llamarse postfreudianas, porque par­ en el matrimonio monogámico. El hombre, ten de los descubrimientos del psicoanálisis. superando—o corrompiendo—el instinto, ha Desde Havelock Ellis y Freud, nadie que en­ condicionado la libertad amorosa: creó senti­ roque científicamente los asuntos del seM mientos—como el de los celos—que la coar­ puecie escribir como antes. Aunque fuera co­ tan; inventó la idea de la paternidad; so­ mo un Stendhal o un Gourmont. El psico- metió sus consecuencias—los hijos—a las^ po­ Miahsis ha cedido el puesto a la psicología. sibilidades económicas de la tierra; dictó le­ Ademas no se aceptan las realidades sexuales yes en contradicción flagrante con la Natura­ como intangibles. Se discuten, se revisan a leza; creó, en ruma, la moral sexual. Moral la juz de las ideas recientes. Y es un combate múltiple, dependiente de los imperativos re­ remdo entre k biología y la moral O más ligiosos y demográficos. bien las morales. La que a nosoyx»—occidentales—nos in­ ^ El anior, tal como se practica en la mayo­ teresa directamente es la moral cristiana. La ría de los pueblos—civilizados o salvajes- de Jesús y San Pablo. La del matrimonio de 44 LA REVISTA BLANCA dos—dúo in carne una—, con la supremacía nerse de intervenir en la libertad ajena, más del hombre sobre la mujer, que ya aparece que a restringir la libertad propia. A mi en­ en la legislación mosaica. Esa moral ha pa^ tender, puede esperarse que con una educa­ sado. El hombre no la respetó nunca rigu­ ción adecuada d^e el principio será compa­ rosamente. La mujer sigiie siendo su vícti' rativamente fácil el respeto a la personalidad ma. La familia constituida según esa moral y libertad ajenas.» Y más adelante: tiende a disgregarse. Cada vez va asumiendo, «Lo esencial en un buen matrimonio es el el Estado, nMyor número de funciones y ac' respeto de la personalidad de cada cónyuge, tividades paternas, aproximándose más cada combinado con la intimidad prc^unda, física, día a la idea de Platón: el Estado-padre. OLa mental y espiritual, merced a los cuales un paternidad—^no ya absoluta en sus derechos, amor serio entre hombre y mujer es la ex- como en la Roma antigua—^va siendo un pri­ ¡eriencia humana más fructuosa. Como todo vilegio de los ricos. El matrimonio monogá- {o grande y valioso, ese amor reclama su mo­ mico deja de serlo al admitir las sociedades ralidad propia, y con frecuencia impone sa­ cristianas el divorcio y tolerar las infidelida­ crificar lo de menos a lo de más importan­ des del marido. Una nueva moral sexual^—la cia. Pero esc sacrificio debe ser voluntario, que prevé o profetiza Bertrand Russcll—dis­ porque si no lo es destruirá las bases mismas cernirá dos fines en el matrimonio: el repro­ del amor en cuyo obsequió se hace.» ductor y el amoroso. Y dentro del segundo El libro de Russell no puede glosarse a será tan elástica, tan tolerante para la mujer jondo en un periódico. Pero su lectura es como para el hombre. fácil, asequible a todos. Pues carece, en ab­ soluto, de ese vocabulario técnico, medical, que entorpece, para los profuios, otros libros en que se estuciia postfreudianamente el pro­ ¿Escándalo? Léase ecuánimemente el libro blema amoroso. Vteja y nueva moral sexual de Russell. Es un libro científico, no antirre­ ha tenido en Esparta sus precursores. Algunos ligioso. «La religión—dice en una de sus me­ ilustres. No es übro que deba caer como xm jores páginas—^ha existido desde antes de al- bólido en el círculo de nuestros lectores—y oorear la Historia, en tanto que la ciencia lectoras—. Que se va ensanchando, afortuna­ existe desde hace cuatro siglos, todo lo mis. damente... Pero cuando la ciencia sea antigua y venera­ ble gobernará nuestras vidas Unto como las ALBERTO INSUA ha gobernado la religión. Preveo un tiempo (De U Voz.) en que todos los que procuran la libertad del espíritu humano tendrán que rebelarse con­ tra la tiranía científica. A pesar de eso, si ti­ ranía ha de haber, mejor sería que fuese cien­ Problemas trascendentales tífica.» Mucho mejor. Porque, antes de hacerse ti­ Dentro de breves días, entre la aparición rana, h. ciencia será manumisora, libertadora. del presente número de LA REVISTA BLAN­ Los que propugnan una nueva moral sexual CA y el próximo, pondremos a la venta este —como Ljndsey, el defensor del matrimonio hermoso libro, tiempo ya anunciado, del que a prueba', como WcUs, que ha glosado las fué nuestro entrañable amigo. Femando Tfl- ideas del aut

La interpretación más nueva, más profun­ LA ATLANTIDA, JACINTO VERDAGUER. — da, más hondamente sugestiva que ha tenido Versión castellana, en verso, por Juan Ots la doncella de Orleans. y Lleó.—^Prólogo de Joaquín Montaner.— Dos hombres hanse inclinado sobre la si' Editorial viuda de Tasso. Barcelona, 1930. «leta contradictoria, encamadora del espíritu de una época, de Juana de Arco: Bemard Un poeta catalán ha emprendido sobre sus Shaw y Han Ryncr. El uno exaltando su hombros la tarea titánica de traducir al cas­ «ntído místico; el otro sometiéndola al más tellano, en verso, k obra inmortal de Moscn ^Wgnífico e implacable análisis, con toda la Cinto. *ww''erencia y la ironía penetrante de $u cs' Luchando con las dificultades del idioma pmtu ic<»ioclasta. y de la lírica, rica en imágenes, de Verda­ Chere Pucelle de Francel es un nuevo jo- guer, Ots y Lleó ha üevado a fin una labor y** en la corcma moral del príncipe de los nada común y que requiere enorme ducti­ cuentuta» franceses. lidad poética y mucho dominio en el ma­ nejo ele ambos idicmias. El gran poema de B^COS DE PAPEL. ALVARO YUNQUE. — Verdaguer, UAtlantida, ha pasado a erm- Eartonal Clandad. BuMios Aires, 1930. quecerT en verso cadente y correcto, la Itóca castellana. , ^^ Una colecddn de cuentos, escritos con ese Para esta traducción, tjue marca una efe- estilo suyo, personal, amargo, impregnado de mérides en la gaya ciencia de Cataluña y de 46 LA REVISTA BLANCA

España, ha escrito Joaquín Montaner un pe­ Sender, excelente cronista, uno de los me­ netrante y acertado prologo. jores críticos de la revolución mejicana, se Lo único que nos sobra, en esta obra, es acredita con esta obra como novelista de la dedicatoria, servil, a Cambó, el supuesto estirpe y de nervio. Mecenas de un renacimiento clasicista ca- De Sender guarda la autora de estas Uneas talán que mutila a Cátulo, a Horacio y a el recuerdo de una mala pasada que tendría Virgilio, haciéndoles asequibles a las botú * derecho a pagarle en la misma moneda, ahora gueres. que los papeles están invertidos: fué él el crí­ tico literario que, acusando recibo en El Sol de ACCIÓN UNIViERSITARIA, ALFREDO L. El hijo de Clara, dijo que era una novela PALACIOS. — Imprenta de la Universidad. blanca, demostrando que no la había leído. Buenos Aires, 1929. Yo he leído su Imán, señor Sender, y en pago no le pido que lea El hijo de Clara, no­ Es esta nueva obra del catedrático de las vela de color subidamente escarlata, y no digo Universidades de Buenos Aires y La Plata el anarquista porque no me gusta encerrar dentro más interesante y documentado resumen his­ de nmgún credo a los libres hijos de la inte­ tórico del movimiento universitario en la Ar- ligencia. gen tina. Una crítica razonada, \m criterio certero y VOLUNTAD Y REDENCIÓN, luLiETA libre sobre la enseñanza superior y sobre PUENTE.—Imprenta Lines. San José, Costa todos los problemas docentes, inspira y pre- Rica, 1930. side estas páginas. Es ésta una novela en ciernes, un como LA ECONOMÍA MUNDIAL Y EL IMPE­ ensavo de novela, pero en el que se percibe RIALISMO, N. BujARiN.—£d»íoriíiI Cénit. mucho de personal y autobiográfico, por esa Madrid, 1930. fatalidad femenina que ha hecho que las mujeres proyecten siempre su vida sobre cuan­ Bujarin, el economista del Estado ruso, sin­ to escriben. tetiza en esta obra, editada por Cénit, su Obra no madura, inexperta muchas veces, pedición y la visión comunista ante los pro­ pero con un desorden, con una sinceridad y blemas económicos del presente. un brío imaginativo generoso y fuerte Bujarin fué el que, con Lenin, alumbró el parto laborioso de la nueva política económica. EL CASO NIETZSCHE, MOISÉS VINCENZI. Un prefacio del dictador muerto, presen­ —Imprenta Gutenberg. San José, Costa Ri­ tando y dando su vistobueno a la oora, la ca, 1930. precede. Apuntes para un estudio del método jilo* LEVÁNTATE, ALFREDO DÍAZ, — Cultural, sófico de Nietz^che, se subtitula esta obrita, S. A. Tampa Florida. en la que se nos revela uno de los más pro­ fundos interpretes, de los divulgadores más Obra filosófica de carácter reconstructivo inteligentes del pensamiento nietzscheano. se subtitula este libro. He leído con sorpresa y agrado este libro, Y el autor, en atenta carta, dice que nos que nos hace familiares muchas páginas de lo manda animado pror un pensamiento que Nietzsche, que realiza una labor singular, vio inserto en la cubierta de esta revista: extraordinaria de asimilación y de aclaración, «Las ideas que no valen para asegurar la vida y en el que se manifiesta una inteligencia y fomentar las ilusiones, son lastre muerto». personal y libre y un cerebro de gran tuerza Obra generosa, en la que se muestran un creadora y analítica. corazón bueno y una inteligencia rica, aun­ que no plenamente madurada, y que respon­ EL CANAL DE NICARAGUA. VICENTE de, en su ilusionamiento, al lema que le SÁENZ. — Talleres Gráficos uMichoacánn. atrajo y que le hizo ofrendamos este libro. México, D. F., 1930.

IMÁN, RAMÓN J. SENDER.—Editorial Cénit. Recoge este libro las conferencias y las Madrid, 1930. discusiones producidas, en la Universidad de México, alróJedor de la famosa cuestión ame­ Imán es una novela de la guerra, pero de ricana del Canal de Nicaragua. la guerra marroquí, por la que desfilan nom­ Todos los aspectos internacionales, polí­ bres y hechos familiares a la nienyaria de to­ ticos y económicos de aquel asunto son rese­ dos los españoles. ñados y debatidos en esta obra. LA REVISTA BLANCA 47

PAGINAS ESCOGIDAS, V. I. LENIN.—II MIS MEMORIAS. O PUERTO RICO COMO tomo. — Ediciones Europa^América. París, LO ENCONTRÉ Y COMO LO DEJO, ALEJANDRO TAPIA Y RIVERA.—De Laisne 1930. & Rossboro, Ins. Nueva York, 1930. Las Ediciones Europa-América, fundadoras de la «Biblioteca marxista», están publicando En esta la obra ingenua y calurosa de un unas Páginas escogidas de Lenin, de las que portorriqueño que glosa e historia la ciudad, amada como una novia, en donde transcurrió han aparecido ya dos tomos: La campaña su vida y cuyo recuerdo está vinculado a los por el programa, la táctica y la organización mejores años y a todas las ilusiones suce­ del Partido, y ahora el segundo tomo, que sivas de una vida. tengo a la vista: El partido bolchevique en En palabras que tienen a veces emoción y acción. delicadeza de caricias, describe y canta Ale­ Es todo el credo comunista, hablando en jandro Tapia y Rivera las bellezas, los he­ boca del Gran Lama de la Iglesia de Moscú, chos y los hombres más sobresalientes de la lo que contienen estos tomos, que, por lo vida y la historia de Puerto Rico. demás, ponen al alcance de todas las inte- ligencias una síntesis de la doctrina bolche- EL DELATOR, LIAM O'FLAHERTY. — Eáito- vique hecha por el primero y el más grande rial Cénit. Madrid, 1930. de sus caudillos y de sus teóricos. Con El delator. Cénit añade a la litera­ tura española el aporte intelectual de una de GLEBA, MAX JIMÉNEZ.—Le Livre Libre. Pa­ las mejores, más intensas y vigorosas obras rís, 1929. de la literatura inglesa contemporánea. O'Flaherty es un escritor irlandés de estilo Con bastante retraso, a causa de ese amon­ personal y ágil y de profunda originalidad. tonamiento de libros producido al no poder En El delator, novela que lleva al arte lite­ escribir cada número Lecturas, acusamos re­ rario todas las luchas nacionalistas irlandesas, cibo de este libro de poemas de Max Jiménez, consigue el esfuerzo de realización artística un joven poeta sudamericano que se abre de narrar toda la historia de una traición, rápidamente camino en la lírica moderna, de desenvuelta en una sola noche. Esto es: 230 la que posee la ciencia de la sintetización páginas describen toda la intensidad, la cmo- y de las imágenes barrocas. ción, los acontecimientos, el juego de ideas y de pasiones que pueden vivir en una noche un puñado de dramáticos personajes. HIGIENE BIOLÓGICA, DR. DEMETRIO F. SALAS. — Ediciones de «Helios». Valencia, 1930. FIGURE E FIGURI, LuiGi GALLEANI. — Bt- blioteca de aVAdunata dei Refrattari». Es este uno de los mejores, más docu­ Newark, 1930. mentados, claros y comprensibles libros de medicina naturista que hemos leído. En estilo Es este libro, una bella recopilación de claro y comprensivo, sin perderse en diva­ estudios de Luigi Galleani, nuestro inteli­ gaciones morales y sin esa fraseología mística gente y desgraciado compañero, desde el año que fatiga en muchas obras naturistas, el 1927 confinado en la isla de Lipari, una de doctor Salas pone al alcance de todas las las más ilustres y mayores víctimas del fas­ inteligencias un verdadero tratado de higie­ cismo. ne moderna. Los amigos de «L'Adunata dei Refrattari» han realizado una loable labor de divulgación al editar este libro, que contiene, seleccio­ MIS ANDANZAS POR EUROPA. CHARLIE nados discretamente, una serie de trabajos crí­ CHAPLIN.—Eíitton'ai Cénit. Madrid, 1930. ticos sobre innumerables figuras del mundo político y moral europeo, hechos con la pe­ En esta obra, el popular Charlot, el único netración, la claridad y la profundidad de 8«nio, con Emil jannings, con que cuenta el juicio peculiares en Galleani. arte cinematográfico, tan joven y ya tan ex­ tendido, nos hace confidentes, por el módico precio de 5 pesetas, de sus andanzas euro­ UN PATRIOTA 100 POR 100, UPTON SIN­ peas, sus conffictos, sus sorpresas y sus amores. CLAIR.—Editorial Cénit. Madrid, 1930. La vanidad inocente y un humorismo fino «e buen tono, se dan la mano en esU obra Es esta una de las obras más vigorosas, banal y ainena. más despiadadas de Upton Sinclair, el gran 48 LA REVISTA BLANCA

novelista norteamericano, que, con su solo LA RAZÓN ACUSA, José M.» BLANCO CAO. nombre, llena el panorama árido de la lite­ —Imprenta de Fojo. Vivero, 1929. ratura de un pueblo casi exento de vida moral. Es este un libro de versos, ingenuos y En Un patriota lOo por loo, la ironía defectuosos, con los que se expresa un co­ magnífica, el humorismo sangriento, la bo- razón hasta ahora no ayudado por la técnica nomía aguda, la sensibilidad y el profundo ni la inspiración poéticas. instinto crítico social de Upton Sinclair lie- Pero su misma candidez, el mismo fervor gan al más perfecto y elevado de los grados. bondadoso y la propia voluntad irreflexiva y Un patriota lOo por loo lleva a b litera- generosa que transfMrentan estas páginas, les tura la lucha y la persecución de que fue dan un valor moral ya que 00 artístico. víctima el proletariado norteamericano des­ pués de la guerra, continuando esa admirable trayectoria de aspectos norteamericanos que EL FUEGO, HENRI BARBUSSE. — Editorial han hecho de Upton Sinclair el Balzac de Cénit. Madrid, 1930. la sociedad yanqui. Un prólogo especial de Enrique Barbusse preside esta nueva y corrcctí«ma edición es­ FILOSOFÍA DEL SUPRANACIONALISMO, pañola de la primera novela pacifista de la VÍCTOR J. GUEVARA.—B»fc/toteca Ideólogos guerra, escrita aún en plena matanza, y cuyo Indolatinos. Cuzco (Perú), 1930. mérito, cuyo derecho de prioridad, de va­ lentía, de sinceridad desgarradora, no ha sido Víctor J. Guevara, ilustre literato peruano, ni será superado por ninguna otra. ha bborado en esta obra el dogma nlosóñco El fuego, de Barbusse, restará en la litera­ del supranacionalismo, cuyos enunciados so­ tura contempOTánea con todo el valor moral ciales y propósitos políticos describió en estas que tuvo en los momentos en que fué escrita mismas páginas Paul Bergeron. y que no han tenido Sin novedad en el frente, De una manera comprensiva y clara y ma­ de Remarque; Cruces de madera, de Dorge- nifestándose espíritu libre y amplio, enrique- dés; Guerra, de Ludwig Renn, y cuantas cedor de aquellos temas sobre los cuales su obras escribiéronse de^ues de la matanra, al visión se proyKta, Víctor J. Guevara ha es­ cabo de años de la guerra, no como reve­ crito una de las creaciones más interesantes lación tremenda, como protesu arrobante e y repletas de ideas del pensamiento moderno. impetuosa ante tanto horror y tanta infamia, sino explotando ya el recuerdo de la carni­ cería y comerciando con toda la sangre y LENIR—RECUERDOS, N. KRUPSKAIA. — todas las lágrimas derramadas. Ediciones EuropO'América. París, 1930. F. M. Nadedja Krupskaia, viuda de OLenin, nos cuenta en este tomo sus recuerdos sobre Vla- dimir Ilitch: los gustos, las lecturas, las ca- jacterísticas temperamentales, las emociones, «MI VIDA" los hechos más salientes de k vida de Lenin, desfilan por estas páginas, escritas de un Se está agotando la primera edición de este modo sencillo, sin rebuscamiento alguno y a interesante libro que narra la vida de Urala. través de las que se percibe la voluntad fé­ Seguramente que cuando se publique él se' rrea y la compenetración profunda que her­ gundo tomo de «Mi Vida» ya se habrá agO' manaron e identificaron a través de la vida 3L éstos dos seres. tado la primera edición del tomo primero. Nadedja Krupskaia actualmente constituye Es el libro de urut vida sencilla, fuerte y la oposición más formidable a las desviacio- trágica. Todo va contado en la obra, hasta fies dei Gobierno ruso, cada día más traidor lo más íntimo. Nada se le oculta y nada se le a la causa revolucionaria y al propio comu­ nismo. En esta mujer, depositaría de la me­ ocultará al lector, de esta existencia tan dis­ moria y de las ideas más personales de Lenin, cutida y tan siempre en lucha. han de ver los comunistas la encamación de En eí primer tomo va á retrato de la ma^ una pureza ctrinam que en Vladimir Ilitch, muerto a tiempo, no se pervirtió y que en dre de Urales que, aparte los atormentados su compañera $e manifiesta inflexible y con en Montjuich, es la primera figura del libro. esa magnífica tenacidad y exaltacifti eslavas. Se vende a 2*50 ejemplar. LA REVISTA BLANCA Suplemento del número 170 Administración : Guinardó, 37 - Barcelona

SUMARIO

POR LA LIBERTAD DE LOS PRESOS POLÍTICO-SOCIALES. — LA DESAPRENSIÓN DE UN CATE­ DRÁTICO. — COMENTARIOS : Baturrillo. — A LA OPINIÓN LIBERTARIA. — GRUPO DIFUNDI- DOR DE LA LITERATURA ANARQUISTA INTERNACIONAL. — MANIOBRAS COMUNISTAS. — POR SALVADOR SEGUÍ. — PALABRAS SENCILLAS Y VERACES; Trinidad Corral Pérez. — PAPEL RECIBIDO. — UN BUEN PROPÓSITO. — «EL SEMBRADOR.» — LA ORGANIZACIÓN OBRERA EN AMBAS CASTILLAS. — HOJEANDO NUESTRA PRENSA. — LA SITUACIÓN DEL OBRERO INTER­ NACIONAL (Servicio de la A. I. T.). — «LA NOVELA IDEAL». — SUSCRIPCIÓN INTERNACIO­ NAL A FAVOR DE LOS PRESOS POR CUESTIONES SOCIALES. — NOTAS ADMINISTRATIVAS.

Por la libertad de los presos político-sociales

Lo que no comprendemos, o lo que comprende­ España, y, además, es dejar al criterio, no ya de mos demasiado, es por qué habiéndose otorgado un las Salas de Justicia, no ya de los Consejos de indulto a favor de los delitos políticos, se haya Guerra, sino de los jefes de cárceles y presidios, el incluido en la gracia a unos condenados y a otros que los presos sean dignos o no del indulto. no, cuando varios de los indultados cometieron el Muchos de los condenados políticosociales tienen mismo delito cometido por otros que no han sido mala nota en los archivos penitenciarios, pero es comprendidos en el perdón o en la justicia. también por sus opiniones políticorreligiosas. En los lAdemás, aun dentro de una misma categoría de presidios y cárceles de España, según quienes son delito político, como son los de lesa majestad y los sus directores, se obliga al penado a oir misa y al de lesa patria, a unos se les ha indultado y a otros que no la quiere oir se le castiga, encerrándole en no, sin que el espíritu ni la letra del decreto haga celdas destinadas al efecto. Y por si ello fuera poco, excepciones. se pone su nombre en el libro negro. Por este Se conoce que antes de dictarse la amnistía le motivo, muchos de los condenados políticosociales fué presentada al Gobierno una lista de los reclu­ tienen mala nota en sus fichas penitenciarias, y sos que habían de ser indultados y otra de los que dejar al criterio de los mismos que los han casti­ podían no serlo. Lo que nos confirmaría, una vez gado, el que sean o no comprendidos en el indul­ más, en nuestra creencia de que el indulto no fué to, es poner la gracia, el perdón o la justicia a una gracia, ni un perdón, ni una justicia, fué una merced del fanatismo y de las preocupaciones re­ medida política condicionada. ligiosas. Cosa semejante jamás se había visto. Habíamos No hay ley que obligue al penado a oir misa. Visto comprender en el indulto a penados que, en Al contrario, hay un real decreto publicado ante realidad, no se quería indultar, pero como el in­ un caso que se presentó, no recordamos si en el dulto les comprendía, por la calificación del delito, Ejército o en la Armada. Un militar dijo que su hubieron de ser libertados. conciencia no le permitía oir la misa católica. Aquel Esta vez ha sido muy otro él resultado del in­ militar fué castigado por sus superiores jerárquicos, dulto. Esta vez dejó de aplicarse a delitos prcvis- pero su castigo motivó un real decreto merced al *°^ y señalados en el mismo decreto. cual, desde aquel día, todo militar quedaba libre de oir o no el sacrificio de la misa. Otra cosa es, repetimos, poner la vida del pe­ El sei^or Presidente del Consejo de Ministros dijo nado a disposición del Director del establecimiento, * la Comisión de señoras y de obreros y obreras el cual, por otra parte, se ve constantemente vigi­ lie últimamente le visitó, para pedirle que el in­ lado c intervenido por las monjas o por el cape­ dulto fuese aplicado a los presos políticosociales, que llán del presidio o cárcel. *odo» no podían ser indultados, pero que lo serían Por esta falta, que no es falta, tienen muchos mucho» según el delito y según la conducta que mala nota en los presidios, y, en particular, Elias Jiubiesen observado en los penales. García, que por* las malditas notas no ha sido com­ Es la vuelta al expedienteo, cosa muy larga en prendido en ningún indulto parcial. Si hubiese sido SUPLEMENTO DE «LA REVISTA BLANCA» comprendido en los indultos parciales que le afec­ gió infraganti a los condenados ni nadie les acusó taban, saldría en libertad dentro de dos años y aho­ con pruebas, están en el Penal de Santoña, Juan ra, por las dichas notas puestas a su ficha, tiene Bautista Acher «Shum», y Juan Elias Saturnino, que estar aún doce años encarcelado. en el de Higueras. Elias García está actualmente recluido en el Ma­ Por el atentado frustrado contra Primo de Ri­ nicomio del Penal del Puerto de Santa María, por­ vera sufre condena en Cartagena Domingo Massachs. que al fin su tenaz actitud de rebeldía contra la ¿Se quiere delito más político que éste? Fué una sumisión de su conciencia, le ha ganado el califi­ consecuencia de la Dictadura. Y Massachs no mató cativo de loco. al Presidente porque no quiso. Por otra parte, tampoco se puede basar la com­ Por la muerte de dos esquiroles en una huelga prensión del indulto en la calificación del delito ni habida en Zaragoza, fué condenado Ignacio Domin­ en la misma sentencia. Todos sabemos lo apasio­ go, preso hoy en San Miguel de los Reyes. nados que estaban los ánimos cuando las senten­ Por la muerte de un guardia de Seguridad en cias se dictaban y los escasos medios de defensa una refriega callejera fué condenado, sin prueba que al reo se otorgaban. Muchos fueron condena­ alguna, José Cárdenas, hoy recluido en San Miguel dos sin más razón que la de acabar rápidamente de los Reyes. con los crímenes sindicalistas, a pesar de que, en Al ya nombrado Elias García Segura le conde­ no pocos casos, tales crímenes no existían. Se con­ naron a dos perpetuas por el tiroteo habido en su denaba sin pruebas. Se condenaba porque, al pa­ domicilio cuando la policía quiso detenerle. Aquel recer, eran culpables o porque eran amigos de otros tiroteo SI entabló a obscuras, entre los que querían culpables o porque era preciso acabar con aquel detener a Elias García. No se pudo probar que el estado de cosas. ?utor de las dos muertes habidas fuese Elias Gar­ No indultar por la calificación del delito se ex­ cía quien, por otra parte, no tuvo más interés que pone a !o siguiente: en Madrid están presos y el de huir, luego de haberse apagado la luz. procesados, más de cuatro años ha. Urbano Ca- Enrique Guiot y Remigio Climent fueron conde­ ñardo, Aurelio Fernández, Ccferino Fernández, Sa­ nados por atraco, pero sin que se presentase prue­ turnino Aransáez, M. Peláez, Joaquín Aznar, M. ba de ninguna clase, como han dicho recientemente Hernández y M. Gómez. Se les acusa de preparar sus defensores en una instancia elevada al Gobierno. el secuestro del Rey, Primo de Rivera y Martínez A Marcelino Silva y José Francés se les condenó Anido. Como los secuestros no están comprendi­ también sin prueba alguna y aun con pruebas que dos en los indultos, los procesados en méritos de demostraban la inocencia de Silva, por los hechos aquel más que raro atestado, se están pudriendo, ocurridos en Pueblo Nuevo. unos en la cárcel de Madrid y otro en el Manico­ Por los sucesos del cuartel del Carmen, de Za­ mio Provincial de Oviedo. ragoza, hay aún algunos que extinguen condena... Cuatro años llevan encarcelados sin que hayan No acabaríamos de reseñar anomalías de trámite sido condenados ni, legalmente, podrán serlo nun­ ni de scnte.ncia. ca. El pretendido secuestro, como el complot de No sólo no se ha indultado a ningún delincuente Vera, fué preparado fuera de los medios obreros social, sino que ni a los políticos, cuando los po­ y revolucionarios. Se eligió bien a los presuntos se­ líticos han sido de caráaer obrero. cuestrados para redondear el ascenso y la recom- Era aquel un estado morboso que a todo el mun­ penas. Ocho infelices trabajadores habían de se­ do contagió y del que todo el mundo quería salir, cuestrar al Rey, a Primo de Rivera y a Martínez fuese como fuere. Anido, siempre rodeados de fuertes escoltas, de Y creemos necesario evitar que se recuerde aquel policía, cuando no de guardia civil y muchas ve­ estado, subsanando los privilegios y los olvidos ha­ ces de ambas fuerzas a la vez. Una burda patraña. bidos y cometidos en la aplicación del indulto. No hay acto más característicamente político que No se puede ni se podrá señalar nunca un cul­ el del atentado contra Dato. Sin embargo, Mateu y pable de la espantosa tragedia por que pasó Ca­ Nicolau no han sido comprendidos en el indulto taluña, y, principalmente, Barcelona; y si se pu­ político que acaba de otorgarse. ¿Qué diremos de diera precisar el origen de aquel período morboso, su atentado? Lo único que podemos decir es que quizá nos hallaríamos en presencia de un fenómeno fué una consecuencia de las atrocidades que cier­ de carácter políticosocial. tas autoridades cometían y dejaban cometer en Bar­ La guerra, materializándolo todo; la revolución celona. Por negligencia, por debilidad de carácter, rusa, exaltando los ideales; el atolondramiento del por aquella debilidad que no tuvo Sánchez Guerra, capital, que, en ninguna medida, por cruenta que fué víctima Dato. fuese, veía asegurados sus intereses; el carácter A Francisco Clascá, recluido hoy en el Penal de duro y tenaz de los catalanes... San Fernando, se le condenó por la explosión de Vale más no hurgar en la sangre aquella; vale una bomba en una trastienda de la calle Tallers. mis que sobre ella se extienda el perdón, la gracia Por la explosión de la calle de Toledo y bomba o la justicia. Lo estimamos una medida de pruden­ llamada de los somatenes, que no estalló ni se co­ cia y de justicia. SUPLEMENTO DE aLA REVISTA BLANCA» m

Campaña pro amnistía los demás, es que se sustenten digna y honrada­ mente. Continunando la campaña iniciada por el Ate­ neo de Divulgación Social, campaña que tiene por Ese catedrático de lógica, que la convirtió en nombre amnistía y revisión de todos los procesos sofisma para ponerla al servicio de la Dictadura, políticos y sociales, ha sido nombrada una Co­ no es de los que sustentan ideas honradamente. misión integrada por elementos de dicho Ateneo La prueba, entre mil, la cortamos de «El Socia­ y de los Sindicatos Únicos afectos a la Confedera­ lista» : ron Nacional del Trabajo. «Entre los sectores proletarios de otros países no Esta Comisión se dirige hoy por medio de la existen discrepancias de esa índole. Las hay aquí, tensa a todas las organizaciones políticas y so­ y por eso es España un país de excepción. Antes ciales, obreras y culturales, para que contribuyan eran dos los países en que los revolucionarios vio­ y aporten moral v materialmente su esfuerzo a lo lentos tenían puestas sus esperanzas: Rusia y Es- 1"e creemos noble y justa empresa. pana. Rusia no tenía política social y era, por eso No queremos ni podemos aceptar el arreglo que mismo, país abonado para la violencia. Y así, bas­ ^e pretende dar a esta tan gran injusticia con un taron cuatro cañonazos disparados contra el Krem­ borrón y cuenta nueva. lin para que Kerensky tuviera que huir con sus "' encargarnos de esta misión creemos interpre- fuerzas. Después de conquistado el Poder, ¿sabéis ^af el sentimiento nacional del pueblo español en que fué lo primero que hicieron los bolcheviques? 'os momentos presentes. Pues eliminar los restos de anarquismo que exis­ tían. Hoy, el anarquismo ha desaparecido de Ru­ Cuantos estén conformes con esta justa y hu­ sia. Únicamente se conserva en España, país de manitaria campaña pueden dirigirse al Ateneo de excepción. Meditad ahora si conviene o no ha­ divulgación Social, calle San Marcos, 3, o Apar­ cerle desaparecer.» tado de Correos, 367, Comisión Pro Amnistía.— ^ Comisión. ¿Como en Rusia, señor Truchimán? Madrid, 20 de mayo de 1930. Lástima que el infeliz Primo de Rivera no pu­ siera, su espada a las órdenes de ese bellaco con título universitario; él único malandrín de los Con el concurso de todos que se pusieron al servicio de la Dictadura, que no Compañeros de LA REVISTA BLANCA. ha recibido la debida recompensa pública. ¡Que La Comisión ..Pro Amnistían, nombrada en Ma- venga a Barcelona a dar conferencias y se la en­ "d con carácter nacional y compuesta por los or­ tregaremos 1 ganismos afectos a la C. N. T. a la F. A. I. y el 1 Que hombre de tan baja condición moral haya lAteneo de Divulgación Social se dirige a todos los pronunciado, para mal, la palabra anarquista I ¿Qué organismos c individuos para lo siguiente: sabe ese farsante de ideas puras y abnegadas? Con el fin de poder dar a esta Comisión la ma­ ¿Qué sabe de la evolución y de la grandeza espi­ yor facilidad posible, pedimos todos los datos re- ritual que representa el anarquismo? terentes a los presos políticosociales, tales como de- jArre allá, cangrejo falsario I itos que se les imputa, lugar y cómo ocurrieron 1 Que en Rusia han acabado con los anarquistas los hechos. Audiencia donde se incoan los proce­ y que se medite si conviene hacerlos desaparecer sos, en qué penales se hallan, amnistías o indultos aquí I I Imbécil I También Felipe II creía haber aca­ no aplicados y, tn general, todo dato por pequeño bado con la herejía y hoy la herejía aquella domina ^"e sea. el mundo. Con el fin de que ninguno escape a los benefi­ Y todo porque los anarquistas no votan y hacen cios que puedan lograrse por la campaña emprcn- °iaa, insistimos en ello. campaña contra esos vanidosos truchimanes que os­ tentan títulos universitarios. ¡Si será maligno un LA COMISIÓN político que todo lo espera del valor que pueden darle los demás porque él no tiene ninguno cuan­ do ve comprometido su porvenir político I *•« desaprensión de un I Que han acabado con los anarquistas! Antes catedrático hubieran acabado con esos socialistas de reforma que constantemente están metiendo la nariz en la Nosotros no leemos «El Socialista» y no lo lec- parte que huele peor de los burgueses. en el^"*^ "° **"^'' °^°* "' '^'«'"o P^ra meternos Y. en resumidas cuentas, si en Rusia se persi­ ben p*^°^°'* '"'^^ '^^ imbecilidades que se cscri- gue a los anarquistas tan cruelmente como hace un re ° *^'"'° ^'"'^° ^^ ^"° "°'' ha enviado suponer ese descastado catedrático, nuestra cons­ tracto "*" ^'^"^' °''8an¡llo. en el que va en ex- tante protesta, algunas veces airada, demostraría cia j' '"P°"«mos que en extracto, una conferen- que no lamemos la mano que nos azota; que hay que on % "° wbemos dónde, aunque barruntamos dignidad y cnergti y fiereza anarquista. Tod , "8oza, por el sabio Julián Besteiro. Es fácil que también haya una dignidad socia­ o cuaks A '"""'^*' '''"^ '**'"''° =• ^"='=ntar tales lista, pero esa dignidad socialista no se anida en laeas, pero lo menos que podemos exigir, el pecho de ese renacuajo con título académico. IV SUPLEMENTO DE «LA REVISTA BLANCA»

tenía a mi vera! ¡ Como que la señorita era Pe­ COMENTARIOS pita Puig con sus veintitrés años graciosísimos y la Una Interviú con mi tío otra su mamá! — ¡No lo entiendo! Baturrillo ha celebrado una conferencia con su —¿Qué has de entender? tío, el de las barbas, sobre lo que en el órgano —Cuando hablaba Pestaña, ¿podía verte? de unos militantes ha escrito un intelectual de la —Que se lo pregunten a Teresa Montaner, la clase obrera. Me dirigí a casa del de las barbas mamá de Pepita, que estuvo sufriendo mientras con algún temor. ¿Cómo se le habrá sentado el habló Pestaña. Oíamos su machaca, pero no veía­ escrito?—pensaba^. ¿Le dolerán las muelas? ¿Aca­ mos sus encantos físicos. so las tripas? ¿^e habrá dado un ataque de ner­ —Bueno, a otra cosa. ¿De LA REVISTA BLANCA vios? ¿Estará en cama con alta fiebre, viendo, ha salido alguna carta recomendando que no se le­ por todas partes, «Carne podrida» y oRejas aden­ yera determinado periódico ni determinada revista? tro»? •—Esta mentira es más fácil de comprobar que «¿Qué quiere Urales?», era para poner de punta la otra. No he hablado con mi retoño ni con mi la cabellera de un calvo. pariema, pero estoy seguro que ninguna de las Encontré a mi tío, el de las barbas, tocando la dos han cometido semejante indelicadeza. ¡Aquí guitarra. «No debe saber lo que ocurre»—pensé se juega limpio, Bdtumllo! yo—. Y después de tomar mil precauciones para —¿Puedo pedir que se publique la carta de Ma­ que la noticia que iba a darle no le pillara de sor­ rras? presa, le dije: —Puedes pedirlo y hasta asegurar que no se pu­ —¿Has leído el órgano de unos militantes? blicará. —No. — ¡Pero esto es una infamia! •—¡Ahora lo comprendo todo!—exclamé, como —De peores he sido víctima, Balurrillo! ¡Ah, si se dice al final de las comedias de enredo—. Y si supieras! no todo, comprendo por qué tú, tío, a horas ta­ —¿Qué Federico Montseny es ese que cobraba les, estás tocando la guitarra, 25 pesetas por cada artículo que de él insertaba —¿Qué quieres que toque, a mi edad, Botu- «Solidaridad Obrera», diario? mUo? —Aquí debe haber un error de nombres. Un —Te ponen rojo. día, hace ya ocho años, cuando Federica empezaba —Cuesta poco; siempre lo estoy. a darse a conocer como escritora. Pestaña le pro­ —Yo venía a que me dieras tu opinión sobre puso que escribiera un artículo semanal para «So­ ese escrito de la vuelta y media, para publicarla lidaridad Obrera», dándole, fwr cada artículo, 25 pe­ luego en los papeles. setas. ¿Qué mal hay en ello? Federica había re­ —Poco valdrá mi opinión, pero como me gusta cibido una educación literaria; las aficiones y las verme en letras de molde y como soy francote, condiciones temperamentales de Federica son de es­ no me haré de rogar, al revés de lo que hacen los critora. Ella había de ganarse la vida escribiendo. talentudos modestos. Todos los redactores de «Solidaridad Obrera» co­ —En primer lugar, ¿dónde estabas tú sentado el braban su sueldo. ¿Cómo no había de cobrar Fe­ día del mitin de aquella afirmación sindicalista que derica por su trabajo? En cambio mi hija ha es­ hizo el público? crito en otros periódicos siempre gratis. Cuando los —Unas veas al lado de una señorita, muy gua­ redactores no han cobrado por sus artículos, ella pa por cierto, y otras al de su madre, que aun con­ tampoco por los suyos. Cuando los demás cobran, serva algo de lo que fué. es justo que ella cobre también. No ha de ser — i Bromas no 1 más ni ha de ser menos que los que, como ella, — ¡La verdad. Baturrillo, la verdad! escribiendo, se ganan la vida. ¡Supongo que no —¿Y tú ibas de una a otra silla, como mozal­ se nos quería sobornar con aquella colaboración I bete mal educado, eh? Ahora mismo, Federica escribe algún artículo para —Verás: los tramoyistas sacaron dos sillas, una «Tierra y Libertad». Como en «Tierra y Libertad» para la señorita y otra para su mamá; pero como nadie gana sueldo, ella escribe también de balde la señorita iba de un lado para otro, yo aproveché para el periódico. No ha de ser más que los otros, el trasiego y me senté en la silla de aquella mo­ pero tampoco ha de ser menos. Es lo que hace nada. LA REVISTA BLANCA con las colaboraciones que so­ —¿Y desde esas sillas se veía a los que ha­ licita de escritores profesionales y algunas ve­ blaban? ces hasta paga las colaboraciones que no solicita, —No, porque estaban más allá de los bastido­ como hizo con Ramón Magre, una vez que estuvo res, pegadas casi a la pared del teatro. preso. —¿No estabas sentado cerca de «Carne podri­ —¿Con Ramón Magre has dicho, tío? da.? ¡Sí, hombre, con Ramón Magre...! ¿Qué te —iQuiá; fresca y muy .fresca era la carne que pasa. Baturrillo? SUPLEMENTO DE «LA REVISTA BLANCA»

—Es que... Nacional que declaró el boicot a LA REVISTA BLANC* —¡Nada tiene de particular! Magre nos había y a todas sus ediciones, medida que seguramente «nviado cuartillas que publicamos, porque lo me no se tomó para propagar los libros que editaba r«cian. Un día supimos que estaba enfermo y pre­ LA REVISTA BLANCA ni para meter en un saco los so y para ayudarle en su situación, desde aquel que editaba Plaja. Plaja, con Dionysios y DelaviUe momento Ic pagamos los artículos a razón de 25 era de aquel Comité que publicó unas circulares se­ pesetas uno. Y le publicamos varios y se los pa- cretas diciendo que «había de acabarse con la fa­ Eamos todos. Los cobraba de la (Administración su milia Urales, fuese como fuese». Plaja, con Delaviüt novia de entonces y un hermano que la acompa- y Dionysios, que no quiso entrar según dijo De- naba, mediante el correspondiente recibo del in­ laviüe al hacer la presentación de los presentes y teresado. de los ausentes, formó parte de aquella Comisión •~lQue no lo entiendo, tío I del Comité Nacional que vino a casa la noche del dEl qué no entiendes. Baturrillo? 16 de agosto. Plaja, con Dionysios y Delaviüe, in­ Que Ramón Magre diga ahora que Federica tegraban aquel Comité Nacional de la Confedera­ cobraba los artículos y lo ponga en el capítulo de ción que publicó circulares secretas en las que se las inmoralidades de LA REVISTA BLANCA. decía, entre otras lindezas, que Urales era confi­ lAh, pero es Ramón Magre el autor del artículo dente. Y, una de dos, o merecíamos tales ofensas, lúe ha de ponerme rojo? o no las merecíamos. Si las merecíamos, ninguno I Sí, tío, él ha sido... I ¡Repito que no lo en­ de aquellos individuos ha de querer tratos con nos­ tiendo 1 otros. Si no las merecíamos, nosotros no hemos Pues ahora lo vas a entender. En libertad de querer tratos con ninguno de aquellos indivi­ "C nuevo Ramón Magre, nos envió una novelita duos. ¿Hay o no hay dignidad? ¿Hay o no hay para que la publicáramos en la colección de «La seriedad? ¿Tenían o no razón contra LA REVISTA J^ovela Ideal». La novelita no fué de nuestro agra­ BLANCA? Repito: si la tenían, han de ser ellos los do y la rechazamos. Nosotros no publicamos las que rehusen nuestro trato. Si no la tenían, hemos novelas según de quien son, sino según como son. de ser nosotros los que rehusemos al suyo. En mi la novelita de Magre no nos gustó, porque sobre pecho. Baturrillo, no hay rencor, pero hay digni­ "La Novela Ideal» tenemos un criterio que por dad. ¿lA dónde iríamos sin dignidad? nada ni por nadie alteramos. Obedeciendo a este —Pues dice Magre que todo se hace por nego­ criterio, hemos publicado novelas de autores com­ cio en tu casa, tío. pletamente desconocidos y en cambio las hemos re­ —Si nuestra actitud contra aquella gente fuere chazado de escritores de fama. La novela de Ra­ la de un comerciante, ¿cuál sería la de aquel Co­ món Magre podía estar muy bien escrita, pero no mité que declaró el boicot a nuestras personas y a entraba en nuestros cálculos. ¿Vas entendiendo, nuestros libros, compuesto de editores y de aspi­ Batumüo? rantes a serlo? Si fuera el negocio el norte de mis —Voy entendiendo, tío. actos, el negocio estaría en llamar genios y catones a —Luego Magre debe estar enfadado también por­ los señoritos de Comité; en callar los abusos y las que nada dijo de su ..Rejas adentro» LA REVISTA inmoralidades que contra los obreros organizados se BLANCA. han cometido; en silenciar lo que ha ocurrido con —¿Y por qué no habló LA REVISTA BLANCA de el dinero de los presos—Magre mismo sabe lo que "Rejas adentro»? ocurrió, porque él nos daba alientos y datos para ~^ ciencia cierta, no lo sé, pero seguramente hacer la campaña moralizadora que hicimos cuando oebió ser o porque el libro se vendía caro, o por­ estuvo preso—; en cerrar la boca ante todas las gue no se nos envió el correspondiente ejemplar, desviaciones y confusiones; en declararnos edito­ o porque estaba editado por una persona que no res reales de la Confederación Nacional del Tra­ debería querer que LA REVISTA BLANCA se ocupara bajo y chupar del bote presentando facturas mal ae sus ediciones. contadas. Lejos de hacer esto, he dicho lo que he '^'ce que por competencia comercial LA RE- creído verdad a todo el mundo, sin tener en cuen­ ISTA BLANCA no habla según de qué libros ni se- ta las oscilaciones de la venta, porque he creído Bun de qué periódicos. que LA REVISTA BLANCA tenía que vivir así o así Por mercantilismo, no. Tenemos dicho que no tenia que morir. Yo no soy intelectual. Si hoy vivo "os ocuparemos de aquellos libros que, estando de mi pluma, ayer viví de la tierra y puedo volver estinados al público obrero, se les ponga precio a vivir si lo exigiera mi dignidad y mi indepen­ alto. dencia. ¿Dónde está el negocio, baturro de mis —En su escrito, Magre dice que LA REVISTA entretelas? Con decir que todos los libros que edi­ LANCA no habla de la aparición de «El Produc- taban las ediciones más o menos obreras eran es­ gjj^'^ r^rque lo va a editar Plaja, que tiene una tupendos y baratísimos; con escribir que todos los artículos parecían de lumbrera y con poner a las D~La^^^ "O es por lo de la Editorial. Plaja, con obras que editaba LA REVISTA BLANCA altos pre­ ewwlle y Dío»i>j(os, formaban parte del Comité cios, hubiéramos hecho el gran negocio y en cam» VI SUPLEMENTO DE «LA REVISTA BLANCA» bio no hubiéramos tenido la enemiga del señorito ritos de Comité, no serán reverenciados en la me­ de Comité ni de los sindicalistas de oficio. Nos­ dida que demanda su talento ni ocuparán los car­ otros, Baturrillo, competencia no podíamos tener, gos por los cuales ¡a suma divinidad los ha elegido, porque casi no editamos más que libros nues­ ni al morir podrán colocarse sobre los bellos pe­ tros, y gustan, gustan, ¡ vaya si gustan I y enci­ destales que ya se ha encargado, todo por culpa ma de editar libros que no pueden ser editados por de LA REVISTA BLANCA, hay que matar esta publi­ otros, les ponemos precios más bajos que nadie. cación. Y como a pesar de todos los boicots y de ¿Dónde está el comercio. Baturrillo'? todas las armas villanas, [sí, villanas y muchas!, —Que no lo entiendo, tío. que se han esgrimido contra LA REVISTA BLANCA, —¿Tampoco lo entiendes ahora? (Aquí no hay esta puerca Revista sigue su marcha, hay que exci­ más comercio que la envidia que engendra el éxito tar al atentado contra Urales para que, desaparecido de nuestros libros y de nuestras publicaciones en Urales, prospere el verdadero mérito. cerebros y sentimientos raquíticos que han querido —¿Te has enfadado, tío? ser editores y no han podido lograrlo. Si hubié­ —Dame la guitarra. ramos fracasado, el comercio no existiría por parte —Aún no. Cuatro palabras más. alguna, aunque los libros que salieran de LA RE­ —Vengan. VISTA BLANCA hubiesen sido más caros que los to­ —Dice que eres mis burgués que Henry Ford. mos de la Enciclopedia Espasa, y aunque hubiése­ —No tengo bar, ni relojería, ni imprenta, ni mos hecho la mar de combinaciones, a cual más obreros a mi servicio, ni exploto a nadie. En cam­ negociante, para atraer pesetas. I En el éxito está bio, trabajo más que dos pares de yuntas tirando todo nuestro mal! Gusta mucho lo que nosotros de arado giratorio. «ditamos. Lo otro no gusta tanto y como no gusta —Dice que tú, en eso de la organiración, vives tanto. LA REVISTA BLANCA tiene la culpa de que no un siglo retrasado. guste. ¿Que un libro no tiene salida? ¡A LA REVISTA —No hay retraso para el federalismo, para la BLANCA se debe! ¿Que un periódico no tiene vida? fraternidad, ni para la honradez. ¡LA REVISTA BLANCA lo ha matado, porque no pu­ —Dice que estos son tiempos de nuevas tácticas. blicó una gacetilla de las mil que se le habían en­ —^Hay una táctica que será eterna en los sindi­ viado! En cambio, si «Tierra y Libertad» hubiese catos obreros: )a lucha y la oposición de clases; salido en la fecha que primeramente se le señaló, la separación de toda política. Lo demás son pala­ hubiera aparecido sin que LA REVISTA BLANCA anun­ brerías y confusionismos. ciara su aparición. ¿Por malicia? ¿Por envidia? —Dice que has publicado tu vida como una es­ ¿Por negocio? Sencillamente, porque sus redacto­ trella de varietés de ínfima categoría. res se habían olvidado de participarnos con tiempo —Le hago el honor de pensar que no ha leído la grata nueva. Las Editoriales no tienen vida por­ «Mi vida». Si la hubiese leído, por poco hombre que LA REVISTA BLANCA, como siempre, las aban­ que fuese, me trataría con más respeto. dona. Los periódicos mueren, porque LA REVISTA —Y que esa cimpaña contra los señoritos de BLANCA no acude a darles un empujón. Los libros Comité la has emprendido en vista del éxito que no se venden, porque LA REVISTA BLANCA hace tuvo el mitin de afirmación sindicalista. mutis por el foro. Y todo se carga a la cuenta de —Que también es falsa esta premisa lo demues­ LA REVISTA BLANCA. En cambio, ninguna revista tra que, en el mismo mitin. Pestaña se defendiera ni periódico alguno habla de nuestras obras ni de de lo que yo había dicho sobre la labor del Co­ nuestras publicaciones y ellas tienen vida. ¿Por mité Nacional Electorero. ¿Estará loco Magre? ¿Có­ qué será? Los demás nunca fracasan o porque no mo se descubre tanto? Porque el toro es de cuidado se sabe hacer un periódico o porque no responde y no se puede presentar ante él con falsedades, vi­ a una necesidad ideal o al criterio de los que han llanías, palabras de relumbrón y de despecho. Hace de comprarlo, o porque se publican más que el íilta algo más. Ahora soy yo el que no lo entien­ obrero puede comprar. Jamás dejan de venderse do. ¿Cómo se mete Magre tan desarmado y con los libros o porque son malos, o porque son caros, tan poco talento polemista en un asunto en el que o porque el bolsillo del trabajador no llega a tanto. nadie le llama? Es el comercio de LA REVISTA BLANCA el que todo —Dice que lo hace por solidaridad. lo destro7.a y estropea. Y como LA REVISTA BLANCA —Si tan solidario es, que deje a Pestaña la tarea no puede editar cuanto se escribe y mucho de lo de contestar lo que a Pestaña toca y que emplee que se escribe ni aun pudiendo lo editaría, casi Magre la pluma defendiendo la libertad de los todos los sindicalistas intelectuales están contra LA obreros presos, cosa que no caería mal en el ór­ REVISTA BLANCA. Suerte que tales intelectuales no gano de quienes han estado también detenidos. compran libros, ni periódicos, ni novelas, porque ¡ Esta sí que fuera solidaridad de buena ley I Tam­ necesitan el dinero para botines y estilográficas, poco comprendo cómo Pestaña deja a los demás que si no, ¡ pobre de LA REVISTA BLANCA I Y como la tarea de contestar lo que se le replica. Con la de todo tiene la culpa esta revista, hay que matarla pretensión de defenderme, han venido algunos. No sea como sea. Y como los ttitelectiudes y los seño­ lo he permitido. Me basto solo. Lo estimaría una SUPLEMENTO DE ÍÍLA REVISTA BLANCA» VII

indignidad para ellos y para mí. ¿Es que está im­ Y al llegar aquí el tío de las barbas me echó de pedido Pestaña? Gjbardía mental nada más. Cobar­ su casa. día de unos y servilismo de otros. Y ten en cuenta. Reflejada queda, lo más fielmente posible, la Baturrillo, que yo, en aquel escrito que tanto ha es­ conferencia que Baturrillo tuvo con el barbudo. A cocido a Pestaña obligándole a andar por ahí pi­ ver si ahora sale el tío con que el sobrino no ha diendo quien le defienda, no hice más que replicar interpretado bien sus palabras, como hacen los per­ palabras dichas donde no podían ser contestadas. sonajes interviuvados, según sean los efectos de — ¡Si supieras, tío mío, lo que han sufrido los sus palabras. Me consuela, no obstante, pensar que mdividuos que componen el grupo de unos mili­ mi tío no es personaje, porque no hay personaje tantes al tener que publicar las cuartillas de Ma- auténtico, ni siquiera intelectual de medio pelo, que gre en su órgano I | Pobrecitos I Me dan lástima. eche de su casa a un periodista porque haya llega­ Dicen que lo hacen con mucha pena y por una do la hora de dar la comida a las gallinas. sola vez, — [Pero si el otro defensor de su amo ya se metía Petklonei revolucionarias conmigo en el número anterior I —Con el disgusto de verse obUgados a publicar Recientemente los Comités comunistas de por aquí esotro artículo, no deben acordarse del pasado. I Po­ han publicado sendos Manifiestos. No sabe, Batu- brecitos, me dan una lástima 1 Hasta creo que de­ rrillo, cuál es el auténtico, pero pueden estar saca­ famaron lágrimas... dos los dos de un mismo modelo, porque se pare­ —Serían de cocodrilo. cen como una gota de agua a otra gota. —No lo sé, porque yo no he visto lágrimas de Baturrillo los ha leído en Adelante, de Bruselas, cocodrilo, pero puede, puede. Un llanto amargo y del de Bruselas saca, corta y pega: por tener que publicar las cuartillas de Magre... por una sola vez, repito. Las polémicas no son de «Durante seis años se ha perseguido a sangre y su gusto. Ellos mejor quisieran que se les dejara fuego el movimiento obrero y campesino, principal­ politiquear, capitanear, viajar y caciquear, sin que mente a su vanguardia revolucionaria: al Partido nadie les dijera una palabra. Mas ¡controvertir con Comunista. Deportaciones, encarcelamientos, malos los anarquistas I ] Qué pena y qué pecado I Suerte tratos, asesinatos, disolución de partidos sindicales, que luego se confiesan con el prior y rezan juntos. suspensión de reuniones, de actos públicos, clausura —'Ahora charlas demasiado. Baturrillo. Anda, da­ de Centros obreros y Casas del Pueblo, supresión me la guitarra. de la prensa, etc.» —Espera, tiíto; falta meternos con el título. El título del artículo es «¿Qué quiere Urales?». Y Bd- Sí, señor; todo esto lo ha padecido el partido turrillo te pregunta: ¿qué quieres, tío? comunista en España. ¡ Es espantosa la persecu­ Yo no quiero nada, porque personalmente na­ ción que en España ha sufrido el partido comunis­ da represento. Espiritualmente sí represento algo. ta 1 Como que apenas ha quedado uno para contar­ Represento un movimiento, no contra la Confede­ lo por ser, de todos los partidos españoles, el más ración Nacional del Trabajo, como ellos quieren revolucionario. dar a entender, sino contra el sindicalismo caudillis- El Manifiesto esc acaba con unas peticiones que ta, imperialista e interesado, y no hago más que in­ meten miedo. He aquí algunas: terpretar el sentir de este movimiento. Por desgra­ "2." Lucha contra el peligro de guerra contra la cia mía, he de hacerme eco de aquel sentir, dado Unión Soviética. Por el reconocimiento por España mi temperamento y mi condición especial dentro de la U. R. S. S. Por la independencia de Marrue­ de la prensa llamada obrera. Y lo que nosotros que­ cos y por el derecho de Cataluña y Vizcaya a la in­ remos, no lo que yo quiero, lo que nosotros que­ dependencia. Por el desarme y disolución de los so­ remos, es: Que vuelva la hermandad obrera. Que matenes y la guardia civil. Por el armamento del Vuelva e! desinterés obrero. Que vuelva la morali­ proletariado. dad obrera. Que vuelva la abnegación obrera. Que »3-° Amnistía total e inmediata para todos los vuelva la igualdad de trato y de categoría en los or­ presos por delitos políticos y sociales. Por la exis­ ganismos obreros. Con lo cual se pretende: que tencia legal del Partido Comunista y de todas las huyan de los Sindicatos el caudillismo, la política, el organizaciones revolucionaria.» centralismo, el materialismo, las jefaturas, los Co­ mités de ordeno y mando, de jefes y soldados. En De manera que ha de ser desarmado al Somatén fin, que todo el mundo, en la organización obrera, y la guardia civil y hay que armar al proletariado. 'ea Igual y que no haya sindicalistas de oficio ni ¡Ahí Y hemos de pedir que se nos deje ser revo­ cargos vitalicios. lucionarios. Eso lo conseguiremos en seguida, por­ iRtciíe^, tío, que no sois nadie pidiendo vos­ que casi todos los españoles somos revolucionarios otros I ¿Por qué no piáis la luna? entre sorbo y sorbo. Se va logrando. Baturrillo. La cuestión es que, primero, vayamos a votar. —Amén. Después ya vendrá la revolución. VIII SUPLEMENTO DE «LA REVISTA BLANCA»

Baturrilo en un mar de confusiones A la opinión libertaria Este baturro se encuentra delante de dos recortes Con este título hemos recibido un escrito fir- que no sabe de dónde los ha sacado. Tienen que mado por el Comité de la Federación de Grupos ser de La Bataüa o de Adelante, pero como todos Anarquistas de Levante. los escritos comunistas contra los anarquistas se Como el escrito ha sido publicado ya por todos parecen, no recuerda de qué periódico lo cortó. los periódicos anarquistas y sindicalistas de Espa' Sospecho, sin embargo, que los tales recortes son ña, estimamos que no hay necesidad de que lo de La Batalla y que iban firmados por Hilario Ar» publiquemos nosotros, ahorrando espacio que pue­ landis. den ocupar escritos no conocidos de nuestros lec­ Va uno: tores. No obstante lo dicho, reproducimos de tal do­ "Esta postura política de ahora es la consecuencia cumento los siguientes párrafos: lógica, la continuación de la actitud antiproletaria, anticlasista del anarquismo. Precisamente el anarquis' "Finalmente, debemos desechar esta especie de mo se ha caracterizado siempre por su alejamiento anarquismo regional. Esta obsesión por querer en­ de las masas obreras.» focar la acción a una región determinada en per­ juicio de las demás. No hay un anarquismo cata­ lán, como no lo hay vasco ni gallego. El anarquis­ i Por su alejamiento de la clase obrera, ch I Esto mo es de raigambre internacionalista, y cuando se quisieras tú, para hacerla votar. trata de una federación nacional, debe enfocar su Más abajo escribe don Hilario, o quien sea: acción a la nación entera. Como complemento de lo que se acaba de ma­ »E1 apoliticismo anarquista no es más que una de nifestar hace falta, por parte de los individuos, gru­ las formas de la ideología pequeño-burguesa reac- pos y comités, tengan todos un amplio concepto cionaria. Pero si el oapoliticismo» es el suicidio de de responsabilidad moral. Que los compromisos la clase trabajadora y su encadenamiento a la buf' contraídos en la Federación sólo dejen de cumplir­ guesía, no menos grave para ella es una política que se cuando haya verdaderos motivos para ello. No se aparte de la defensa rigurosa y encarnizada de que decaigan las cosas por atom'a o negligencia, sus intereses históricos de clase.» romo hasta ahora ha ocurrido. Nosotros, fieles intérpretes del sentir manifes­ Sí, señor; también es un suicidio no tener un tado por los grupos de la Región de Levante en partido de clase. Es decir, no tener dos partidos el Pleno celebrado el día 26 de enero del año de clase, porque ya tenemos el socialista. Hace £al' que cursa, ponemos a la consideración de la opi­ ta otro, sí, señor. En el partido adormidera no cabe nión libertaria del país lo arriba expuesto. Cree­ tanta gente despierta. Y esc partido que pide ser mos por todos será comprendida la necesidad de revolucionario cargado de papeletas electorales, tie- estar organizados, y estimamos también que todos nc derecho a otro partido de clase para que haya procuraremos enmendar el pasado; poner en prác­ más jefes y más caudillos, que es lo único que nos tica una acción de amplio sentido anarquista sa­ hace falta. liendo a! paso de las desviaciones cometidas por ciertos sedicentes libertarios, líderes de la organi­ Dow Hilarlo enfadado zación sindical, que con inconfesables fines pre­ tenden enmarañar el valor libertario que al ser Por el enfado que acabo de leer, me entero que creada se dio a la C. N. T.» lo que comento más arriba no es de Arlandis, sino de «Adelante». ¿Uisr-ir^g sg-yT-T--r-!--«gTgTgagar~r Arlandis hubiera escrito con más coraje, porque está muy disgustado con lo que hacen los anar^ Grupo difundidor de la literatura quistas en los sindicatos. He aquí el resumen de anarquista internacional sus enfados: Solicitamos de tedas las publicaciones anarquis­ «Y esa libertad de tendencias la impondremos en tas que se publiquen en castellano, incluso folle­ tos y libros, el envío de dos ejemplares para el las asambleas denunciando a los anarquistas como archivo y estudio del movimineto libertario inter­ a saboteadores de la reorganización sindical, si es nacional. que continúan obstinados en aplicar esos procedí' Se encarga también este Grupo de la difusión mientos dictatoriales.» de todas aquellas publicaciones que por su labor en pr ode la Anarquía, merezcan ser apoyadas. Conste, pues, que los anarquistas son discípulos Toda la correspondencia diríjase a nombre de de Lenín. ¡ Si era el mismo demonio ese Lenín I Joaquín Penina, calle Salta, 1581, Rosario de San­ BATURRILLO ta Fe (República Argentina).—El Grut>o. SUPLEMENTO DE «LA REVISTA BLANCA» IX

MANIOBRAS COMUNISTAS

En el número pasado decíamos que los peligros Tales motes no han de existir en la Confederación. que amagaban a la Confederación Nacional del Tra­ Se puede nombrar delegado en el Comité Nacio­ bajo era que se dividiese en dos Confederaciones: nal o Regional de la Confederación a un obrero una, instrumento del Gobierno español, y otra, ins­ que resulte tener ideas comunistas, pero no como tal trumento del Gobierno ruso. La que había de po­ obrero de idcrs comunistas, sino sólo como obrero. nerse al servicio del Gobierno ruso se manifes­ Tampoco ha de haber, en los sindicatos, minorías taba a los pocos días de escribir nosotros aque­ de oposición. ¿De oposición a qué? Si todos son llas palabras, en forma de manifiesto publicado obreros y todos se unen contra la explotación ca­ por un dicho Sindicato del Transporte en Sevilla, pitalista, ¿qué oposición han de hacerse los tra­ y dirigido a los trabajadores españoles y especial­ bajadores en el sindicato? mente a los sindicatos que constituían la Confe­ Se quiere convertir a la Confederación en un par­ deración Nacional del Trabajo, nuevamente en for- tido político. Y a esto es a lo que han de oponerse •nacion gracias a los comunistas. Además, el ma­ los obreros auténticos, no de palabra. nifiesto en cuestión convocaba una conferencia pa- El partido comunista puede existir, ¿quién lo fa la cual no señalaba fecha, pero sí ciudad y orden duda? y ojalá fuese numeroso. El partido socia­ "el día. Estamos, pues, en vísperas de constituir lista puede también existir y ojalá fuese asimismo "na Confederación soviética. numeroso, con tal que no sirviera de instrumento, Los autores de «sa disidencia a favor del Go­ por la cuenta que tiene a sus jefes, a los Poderes bierno ruso, pretenden reconstituir el citado or­ burgueses y menos a los dictatoriales. Pero dentro ganismo de clase, destruido por los anarquistas. de las organizaciones de clase, no ha de haber par­ Entre la Dictadura y los anarquistas, los disiden­ tido alguno. tes, si es que alguna vez han pertenecido a la Y a esto es a lo que han de oponerse los tra­ Confederación Nacional del Trabajo, prefieren acu­ bajadores auténticos, no los que aspiran a ser jefes sar a los anarquistas, antes que a la Dictadura. del obrero. Mal, muy mal hizo aquel Comité Nacional que Porque, a fin de cuentas y a la vuelta de mil extendió la defunción, no se sabe con qué fin, palabras de relumbrón y más o menos revolucio­

Tienen que espabilarse mucho para evitar que ha­ Papel recibido ya una Confederación Nacional instrumento del Go' bierno ruso y otra instrumento del Gobierno es­ Editado por la Editorial Teosófica y formando pañol. parte de la Biblioteca Orientalista, recibimos «El Ahora más que nunca es cuando hace falta la único camino», interesante librito de cerca lOO pá­ unión de los trabajadores que entiendan que una ginas, original de A. Martínez Novellas. cosa son los partidos políticos y otra los sindicatos Su precio es 1*50 ptas. Pedidos: Editorial Teo­ obreros. sófica, Apartado 787, Barcelona.

Pocos folletos habrá tan notables como esta po­ Por Salvador Seguí lémica de Han Ryncr e Ivonne Estassy, sobre «El casamiento filosófico». Cortamos de «Solidaridad Obrera», de Valencia: En más de 60 páginas de substanciosa lectura, viértense profundas y contradictorias ideas sobre Teniendo intención unos amigos de este infor­ la mujer y el amor. tunado camarada de publicar un libro recogiendo Precio: 60 céntimos. Pedidos: Editorial Somo, lo más mteresante de sus propagandas e ideas, les Premia, 44, Barcelona. precisa poseer la colección de «Solidaridad Obre­ ra», de Valencia, donde se publicó mucho de lo dicho y escrito por el «Noy del Sucre». Considerando que de llevarse a cabo este plausi­ El iComité pour la Liberation de F. Ghezzi» ha ble propósito se realizaría una obra de gran inte­ publicado un lolleto de actualidad palpitante, titu­ rés para las ideas de redención social defendidas lado «Au Sécours de Francesco Ghezzi, un prison- por Seguí, a la par que se contribuiría a perpetuar nier du Guépéou». su memoria, esperamos que si algún camarada o Cuantos quieran conocer un testimonio directo amigo posee la colección de dicha «Soli», tenga sobre los horrores de la represión rusa contra los a bien dejárnosla para hacer la recopilación de los anarquistas, deben leer estas páginas terribles. trabajos del querido «Noy». Precio: i'jo francos. Pedidos: Ernest Tanrez, Para este objeto, dirigirse personalmente o por Boite Póstale, Place de la Chapcllc, Bruxellcs (Bél­ escrito a Santiago García, calle de Gibraltar, 21, gica). primero. Valencia.

Tres interesantes ensayos: «El Alcoholismo», «Militarismo», y "La Prostitución», componen «La­ Palabras sencillas y veraces cras sociales», folleto de José Bibberman que, edi­ tado por la Editorial Argos, llega a nuestra Re­ De un Manifiesto que se ha publicado en Isla dacción. Cristina contestando una conferencia dada por un No consta precio en el folleto. Para pedidos a: pastor socialista, reproducimos con mucho gusto calle Catamarca, 2198, Buenos Aires, República Ar­ las últimas palabras: gentina.

«De la Cultura nadie ha tenido que arrepentir­ se; de las riquezas sí. Por la Cultura se engran­ decen los pueblos, es cierto, pero ésta es un re­ Del mismo autor recibimos también «Miserias toño de la Libertad. humanas», drama social en dos actos breves, y Esta cultura que menciono, no es, ni puede «Acotaciones Educacionales», con prólogo de Va­ lentín Vergara, en donde se desarrollan aspectos ser, servida por un grupo, una Escuela, un par­ y problemas de la enseñanza. tido o clase. Como el oxígeno, la luz, y el aire, nadie puede, ni debe condicionarla. Tampoco constz el precio. Pedidos: a la misma dirección que el anterior. Dudad de esa Cultura que se os presente en forma de intransigencia, dogmática, de imposición o violencia. Es su antítesis. El palo no educa; «domestica y envilece». En un bien editado tomito de 32 páginas. Edito­ El cerebro que antepone la prosperidad econó­ rial So.Tio ha recopilado unos cuantos «Cuentos bre­ mica a la Cultura, corresponde al de un esclavo, ves», de Rosario de Acuña, la mujer de recia plu­ y nunca será liberto. Cuando su poder le haga ma y amplia inteligencia que ha pocos años Es­ dueño de su voluntad, será víctima de sus vicios paña tuvo la desgracia de perder. y depravidas pasiones. Precio: 50 céntimos. Pedidos: Editorial Somo, Luz. Luz. Luz. Premia, 44, Barcelona. TRirfíDAD CORRAL PÉREZ.. SUPLEMENTO DE c^LA REVISTA BLANCA» XI

Por la misma Editorial Somo nos es enviado otro tado por el Seminario de Cultura Peruana, de Are­ folleto, al módico precio de 15 céntimos: «Dege- quipa (Perú). neración de la especie humana», de Paul Robin. Tampoco consta precio. Pedidos: Biblioteca «Cul­ Tan interesante como éste y editado por la mis­ tura», Casilla núm. 239, Arequipa (Perú). ma susodicha editorial, recibimos también «Cómo * # * «ntendemos el naturismo los individualistas», de Manuel Díaz y Manuel Fernández, dos jóvenes E. lArmand, éste a 10 céntimos ejemplar. escritores de Écija (Sevilla), hanse reunido para es­ Pedidos: Premia. 44, Barcelona. cribir una obra teatral. Esta obra teatral, editada por la Librería Moderna, de Puente Genil (Córdo­ ba) es «Amor que triunfa», que han tenido la gen­ Continuando su loable tarea de divulgación, los tileza de enviarnos. amigos de Editorial Somo han editado igualmente Precio: una peseta. Pedidos: Librería Moderna, •en opúsculo, a 60 céntimos ejemplar, la famosa D. Gonzalo, 6, Puente Genil (Córdoba), y al domi­ polémica entre Han Ryner y el Abate Viollet sobre cilio de los autores. Caza, 5, Écija (Sevilla). «¿Existe Dios?», desarrollada en la Sala de las So­ letes Savantes de París y publicada en las colum­ nas de LA REVISTA BLANCA y ahora en folleto con «1 titulo «Los grandes problemas del alma humana». Un buen propósito Pedidos: a la ya tantas veces nombrada edito- Según leemos en nuestro caro colega «Tierra y •^'al y a la dirección que más arriba se indica. Libertad», en Beziers y con el nombre «La Idea», se ha fundado una cooperativa editorial con el propósito de publicar folletos de propaganda a pe­ Editado por C. L. Hirschfeld, Verlagsbuchhand- setas 0*50 ejemplar. ™ng (Leipzig) y escrito por Max Nettlau, llega a Es una empresa que nosotros pensábamos lan­ nuestra redacción un tomito que estimamos muy zar para ver si alguien la recogía. Nadie se de­ interesante: oZur Geschichte der spanischen Inter­ dica ahora a editar folletos y por medio de fo­ nationale und Landesfóderation, 1868-1889». lletos de Malatest.i, Gori, March, Sebastián Faure Es esta la segunda y última parte de una sín­ y otros se propagaban antes mucho nuestras ideas. tesis histórica sobre la Federación de Trabajadores Al corriente tendremos a nuestros lectores de la de la Región Española, que acaba de publicar en labor que realice «La Idea». alemán nuestro buen y querido amigo Nettlau. La dirección de la Cooperativa editorial es: Lou- Pedidos: C. L. Hirschfeld, Verlag, Leipzig (Ale- man Terrain Barral, Maison Mercachier, Beziers niania). (Herauh), Francia.

La Librería de «Cultura Proletaria» ha tenido el "El Sembrador" acierto de publicar el folleto «El fanatismo religio­ Anunciamos a los compañeros que el día 15 del so», de Carlos Brandt, una de las mejores y más mes en curso verá de nuevo la luz «El Sembra­ breves obritas de crítica religiosa que se han es­ dor», periódico quincenal de orientación liberta­ crito. ria. Aunque su radio de acción quede circunscrito «El fanatismo religioso», con «La peste religio­ a la comarca igualadina, no por eso dejaremos sa» y las famosas conferencias de Sebastián Faure, de agradecer la colaboración que del exterior se demostrando con doce pruebas la inexistencia de nos preste. Dios, son páginas que representan la mejor de las Para todo lo relacionado con esta publicación, armas con que combatir al fanatismo y la igno­ dirigirse a «El Sembrador», Delicias, 27. rancia. Igualada, junio de 1930. Pedidos: «Cultura Proletaria», 199, Seventh Ave., Nueva York (U. S. A.). • • • La organización obrera en Publicada por «El Socialista», de Bogotá (Colom- Ambas Castillas ^'a). recibimos «Pastoral laica», de Juan de Dios La Confederación Regional de Ambas Castillas, Romero, breve folleto de 16 páginas de substan- ruega a todos los sindicatos, comarcales, locales y «^'osa lectura. cuadros sindicales de la región, que se pongan en No consta precio. Pedidos: Administración de contacto con esta Regional con el fin de poder «El Socialista», Bogotá (Colombia). encauzar la reorganización de la región. Os saluda fraternalmente, ' EL COMITÉ Hemos recibido «La crisis del derecho actual», Diríjanse al Sindicato de la Madera. San Mar­ "MaWe folleto de M. Segundo Núñez Valdivia, cdi- cos, 3. Madrid. XII SUPLEMENTO DE «LA REVISTA BLANCA» Hojeando nuestra prensa De un artículo publicado en «Acción Social Obre- tacto para con el pueblo, nos sean dables aprove­ ra» y firmado por el amigo y camarada V. Már­ char, siempre a base de acción directa; que nues' quez Sicilia, reproducimos lo siguiente: tra política era la de conseguir la libertad y mejo­ «Refiriéndome a los problemas que exigen una ramiento moral y material para los de nuestra cla­ mayor atención dentro de lo que yo llamo «el alma se, hasta llegar a la total emancipación de los tra­ de nuestras cosas» he dicho en otras ocasiones que bajadores en todos los órdenes de la vida, etc., etc.» debemos, ante todo, moralizar la acción, o, dicho • • • sea con más claridad, purificar nuestros medios. Reproducimos de un artículo publicado en «Tie­ Haciendo examen de conciencia en este largo pa­ rra y Libertad»: réntesis de seis años hemos tenido ocasión de re­ conocer algunos errores, y fuerza es que procure­ "Rogamos a todos los camaradas como así a toda mos evitarlo en lo sucesivo. En reconocer el error la Prensa libertaria que nos puedan ayudar en la y saber rectificarlo a tiempo está el mérito; si, educación de la mujer, pongan su granito de are­ sobre reconocerlo, persistimos en él, la agravante na : no pedimos ayuda material, sólo nos conten­ será mucho mayor. Y nunca tan a tiempo para taríamos con que se nos mandase la Prensa liber­ esa rectificación como ahora cuando vamos a reanu­ taria, libros y folletos; no importa que sean usa­ dar nuevamente nuestra labor de propaganda. dos, pues con ello conseguiréis la obra por todos Al decir que debemos moralizar la acción quiero deseada. exponer sencillamente la necesidad que existe entre No olvidéis que la mujer necesita vuestra ayuda, nosotros de obrar siempre con la mayor pureza, y de permanecer en el oscurantismo siempre será inspirados sólo en sentimientos nobles, sin exclu­ un obstáculo para la marcha y divulgación de nues­ sivismos absurdos, ni caudillajes intolerantes. Sin tras ideas ácratas; pensemos, pues, que la mujer ánimo de molestar a nadie, ni, mucho menos, de hoy inculta, mañana puede ser novia, dsepués ma­ menoscabar determinadas tendencias ideológicas, he­ dre de vuestros hijos, y si la mentalidad de la mos de reconocer, necesaria y fatalmente, que en madre es deficiente, el hijo no puede esperar a estos últimos tiempos las fuerzas proletarias, o, me­ ser gran cosa. Esperamos que los que verdadera­ jor dicho, el núcleo que debiera cimentar la C. N. mente sientan y sean anarquistas, no» prestarán T. ha tomado diversas desviaciones, que, aunque el apoyo moral que tanto fortifica el espíritu. inspiradas todas en un mismo fondo, son comple­ Por la cultura de la mujer proletaria, por nuestra tamente antagónicas en sus formas, motivo suficien­ emancipación, por la anarquía; te para llevar la desmoralización a las masas, que, El grupo «Cultura y Acción» supeditadas a la concepción de las mejoras econó­ Nazaret, Valencia, a 7-5-30. micas que anhelan conquistar, no quieren saber de AURORA LÓPEZ.» esas cuestiones de carácter puramente ideológico, • « • m menos aún, de esta o aquella denominación— De un artículo que ha visto la luz en «Acción variedad de etiquetas—siempre csquilmadoras c in­ Social Obrera», firmado por nuestra amiga y com­ útiles para nuestros fines, toda vez que sobre no pañera Antonia Maymón, reproducimos los siguien­ conducimos a nada práctico tienen la malhadada tes párrafos: potestad de aumentar el confusionismo y la des­ «No he creído ni creo, que, el movimiento obre­ orientación en nuestro campo.» ro pueda ser anarquista, porque tengo del anar­ • • * quismo un concepto muy diferente del sindicalis­ De un artículo firmado por J. ViUamor y publi­ mo, y, anarquista ante» que nada, si e» cierto qué cado en «Despertad», de , sacamos lo que va me rebelo ante la explotación de que e» objeto a continuación: el obrero, también lo es, que hay otra infinidad • Y hemos de aclarar que nos vamos a limitar de problemas que me interesan sobremanera, y que tan sólo, y una vez más, a exponer de una ma­ estoy convencida de que es en el anarquismo don­ nera clara y sintética la posición actual de la C. de hay que buscar la solución. N. del T. Estoy tanto o más lejos de la política que todos Decíamos ayer... imitando al sabio de la feliz cuantos la combaten, y aun cuando no pienso ter­ frase, que la C. N. del T., era un organismo ciar en las discusiones de los que quieren y de lo» «ipoUtico y netamente revolucionario; que su es­ que no quieren pactos con políticos, no es por de­ tructura orgánica permitía que a él perteneciesen bilidad idealista, ni por desear corte» constituyen­ todos los trabajadores sin distinción de credo ni tes, ni gobiernos federalistas, sino por estar con­ clase; que sus métodos de lucha serían siempre vencida de que todos los que se inclinan a eso» a base de acción directa, sin intermediario» oficia­ c

U SITUACIÓN DEL OBRERO INTERNACIONAL Servicio de la A. I. T.

PARAGUAY cho que tienen que sufrir tanto los obreros indí­ En Paraguay, país de escasa población sin in­ genas como los inmigrantes bajo los efectos del dustria y con pocas ciudades, el proletariado indus­ capitalismo invasor. Tanto los campesinos y bra­ trial es muy limitado. La tendencia más fuerte ceros de las pampas argentinas, brisileñas y para­ dentro del movimiento obrero es la antiautoritaria. guayas, como los obreros de minas y plantaciones El Centro Obrero Regional de Paraguay, con sede en Brasil, Chile, Colombia y Guatemala: en todas *n Asunción, desenvolvió en 1929 una actividad partes la misma explotación inhumana, el mismo revolucionaria apreciable, dirigida principalmente ardiente deseo de liberación y de mejoramiento. contra las intenciones guerreras del gobierno fren­ Se adoptó una declaración de principios que con­ te a Bolivia. Nuestra organización trató de hacer cuerda esencialmente con la de la A. I. T., pero fracasar los proyectos dictatoriales del presidente, se adopta en algunos puntos a las circunstancias pero este último ganó la partida y un gran nú- locales y étnicas. El Congreso tomó resoluciones Mero de nuestros mejores camaradas fueron dete­ de simpatía en pro de los presos y perseguidos, nidos o tuvieron que pasar la frontera. El órgano y los delegados intervinieron en los diversos actos de nuestra organización, un semanario, fué sus­ celebrados por la liberación de Radowitzki. pendido. La variante de las circunstancias en América la­ tina se manifiesta principalmente en la actitud de URUGUAY las organizaciones revolucionarias de ese continente En el año 1929 se realizó en Uruguay la fusión ante el problema táctico del levantamiento insurrec­ <^e la Federación Obrera Regional Uruguaya y de cional. Mientras que en los países industriales más la Unión Sindical Uruguaya. Ambas organizacio­ desarrollados de Europa las organizaciones sindica­ nes se inspiraban en los principios de la A. 1. T. listas revolucionarias consideran el episodio inicial y representaban a las fuerzas obreras más impor­ revolucionario sólo como una parte del problema tantes del país. Después de la fusión de ambis de la revolución social—y no como la parte más en la Federación Sindical Obrera Uruguaya, verifi­ importante ni mucho menos—, las organizaciones cada a fines de 1929, nuestro movimiento urugua­ revolucionarias de los países poco desarrollados ;n- yo es más fuerte que antes. dustrialmente ven en el acto insurreccional su mi­ sión más importante. La población india de Para­ El Congreso panamericano del movimiento guay, Bolivia, Perú, Chile y, en cierto modo, tam­ obrero libertarlo bién la de Argentina y Brasil, vive hoy en condi­ El informe de la A. í. T. en el año 1929 sería ciones en que el radio de poder del Estado no incompleto, si no se hiciera especial mención del ejerce aún gran influencia. Después del derrum­ Congreso panamericano convocado por la F. O. R. bamiento del Estado no caerían más que las for­ A. y la C. G. T., aunque organizado casi únicamente mas de explotación y de violencia oficial; la po­ con el esfuerzo material de la primera, y que tuvo blación agraria podría continuar su existencia in­ lugar en Buenos Aires del 11 al 19 de mayo en dependiente en condiciones de mayor libertad. Por presencia de un delegado de la A. I. T. Al Congreso estos motivoo el Congreso discutió públicamente asistieron representantes obreros de casi todos los sobre los medios a emplear para la supresión .1«*I países americanos de habla española y portuguesa. poder estatal existente. Estuvieron representadas la F. O. R. A., las fede- También fué tratado el problema de los traba­ faaones obreras brasileñas de Río Grande do Sul, jadores del campo. Dada la diversidad del mismo "^Sé, Uruguayana, Pelotas, Río de Janeiro; la Fe­ en los diferentes países de la América del Sur y deración Obrera de Bolivia; el Comité de Acción Centra! se desistió de adoptar una resolución única Sindical de Guatemala; la C. G. T. mejicana; la al respecto. El Congreso se limitó a recomendar Federación Obrera R. Uruguaya y la Industrial Wor- a las organizaciones dediquen gran atención al pro­ kers of de Wordl de Chile. blema y elaboren memorias c informe sobre los as­ El Congreso acordó la constitución de la Aso­ pectos del mismo. ciación Continental Americana de los Trabajado- El Congreso señaló después las distintas formas ^ (A. C. A. T.), cuya misión será la de estre­ de la explotación. El asalariado es explotado en ÍU char los lazos de unión entre las organizaciones calidad de productor por la industria y en calidad obreras de los distintos países del continente ame­ de consumidor por el comercio y el capital fínin» ricano, aumentar las posibilidades de propaganda Clero. Los campesinos son víctima* de lo» grandes y realizar de un modo unido la lucha contra el terratenientes. El Congreso recomendó a los tra- capitalismo y la reacción. ba;adores la organización de acciones de defensa , Dicho Congreso fué un éxito completo. Por los contra todas estas formas de explotación. informe* de los delegados puede apreciarse lo mu­ Se eligió un Secretariado compuesto de tres per- XIV SUPLEMENTO DE «LA REVISTA BLANCA» sonas y una Comisión administrativa integrada por lleza y ei dramatismo de su argumento, esperamos representantes directos o indirectos de cada una de será también muy del agrado de nuestros lec­ las organizaciones adheridas. tores. El Secretariado de la A. C, lA. T. viene publi­ cando un órgano, que fué repartido gratis en sus primeros números, bajo el título «La Continental El día 19 se publicara «El Milagro», de Federico Obrera», formato de revista y 16 páginas de texto. Urales, y el 26 «Avelina», de Ponciano Alonso. También son enviados delegados de un país de Amé­ rica a otro, a fin de desarrollar la propaganda y el estrecho contacto entre las diversas organiza­ ciones. Suscripción internacional a favor El Congreso ha contribuido notablemente a ele­ de ios presos por cuestiones sodaies var el entusiasmo por las ideas y tácticas del mo­ Ptas. vimiento obrero libertario. El oprimido proletaria­ do americano prestó gran interés y atención a este Sunuí anterior. 45,46o'82 Congreso, que ha iniciado una nueva fase en el Repartidas . . 43,225*00 desarrollo del movimiento obrero latinoamericano. La fusión de las dos centrales sindicales en Uru­ 2,235'82 guay, el fortalecimiento del movimiento en Méjico y otras manifestaciones saludables se deben en par­ Procedemos al reparto quince y que co­ te a la saludable influencia ejercida por el éxito rresponde al mes de junio, enviando del Congreso panamericano del movimiento obrero 25 pesetas a cada uno de los presos so­ libertario. ciales existentes en España y que per­ Considerando en conjunto la actividad de la Aso­ ciben de esta suscripción en la forma ciación Internacional de los Trabajadores, aparece siguiente : Cárcel Modelo de Barcelona, entre nosotros un cuadro variadísimo: éxitos y des­ ocho presos, 200 ptas.; Cárcel Modelo calabros, persecuciones y represiones, acciones de de Madrid, seis presos, 150 ptas.; Pri­ solidaridad y socorro, defensas y ataques alternan siones Militares, un preso, 25 pesetas ,- en mezclada sucesión. Aunque nuestro movimiento Manicomio de Oviedo, un preso, 25 pe­ tiene contra sí a todas las fuerzas de la reacción, setas; Penal de Guadalajara, un preso, éstas no han logrado, a pesar de todos sus desafue­ 25 ptas.; Cárcel Provincial de Figue- ros, cortar el progreso lento pero constante que ras, un preso que sale en libertad, venimos realizando. Si el año 1929 fué para mu­ 25 ptas.; Reformatorio de Ocaña, tres chos de nuestros camaradas un retroceso y un des­ presos, 75 ptas.; Penal de Burgos, un engaño, en cambio resultó para otros muchos un preso, 25 ptas.; Prisión Central de progreso y una esperanza. San Miguel de los Reyes, seis presos, Y bajo el signo de esta esperanza y confianza 150 ptas.; Prisión Central de San Fer­ hemos entrado en el año 1930, dispuestos a reñir nando, dos presos, 50 ptas.; Prisión nuevas batallas. Centril de Cartagena, tres presos, 75 A. SOUCHY pesetas; Puerto de Santa María, cuatro preses. 100 ptas.; más una participa­ WW WW ^y ^^F rw ww ww m ción enviada del reparto anterior al que ' ** -^*- -^ --^ -* *••• •*- ha ingresado en el manicomio del Puer­ La Novela Ideal to procedente de San Miguel de los Reyes, 25 ptas.; Cárcel Modelo de Va- Como decíamos en el número anterior, el día 29 elncu, un preso, 25 ptas. ¡ Prisión se puso a la venta «El Abismo», hermosa noveliía Central de Figucras, catorce presos, de Angela Graupera. 350 ptas.; Colonia Penitenciaria del En ella se desenvuelve un doloroso drama en el Duero, diez presos, 250 pt.is.; total que su autora ha puesto la emoción y el interés repartido 66o'82 de que eati dotada su exquisita pluma. El día 5 se publicó «Trini, la Pura», bella narra­ Sobrante, . . . 1.57500 ción de A. Fernández Escobes. En esta pequeña obrita desarróllase en forma ame­ Bujalancc.—j. D. C, C'^o ptas.; J. Go- na, un intenso argumento en el que se vive un bilán, i; f. Pérez, i; J. Abril, i'^o; trozo de cruenta y trágica realidad. J. Torres, i; A. Man. o'25; J. Abril, No nos ocupamos en este número de

Cádiz.—Aguado 0*50; J. Ll., 0*30; S. F., 0*25; S. Almería.—Francisco Sánchez, 2 ptas.; G., 0*50; S. A.. 0*50; R. P., I; S. Manuel Ruiz, 2; Felipe lAlvarez, 2; S. 0*50; A. C, I; R. B., 0*50; J. S., total 6*00 0*40; M. B., 0*50; A. V., 0*50; R. Barcelona.—De un grupo de trabajado­ I.. 0*50; F. C. 0*25; C. F., 1; J. res de las obras del Puerto 9*00 P.. 0*25; J. C, 0*25; B. C, 0*50; Ídem.—Unos amigos ¡distas 11*00 J- J.. I; C. Ll., 0*25; V. S., 0*50; ídem.—Bustos, 2*50; J. Berger, 2; total. 4*50 A. C, 0*25; A. B., 0*50; M. A., Tarrosa.—Caballé 2*00 0*50; J. R., 0*50; S. M., 0*50; J. B., Mataró.—Comte, Comas y Pi . . . . 9*00 50; J. R., 0*50; J. C, 0*50¡ F. L. Paterna del Campo.—^. Rubio . . . 0*50 0*50; T. F., 0*30; J. F., 0*25; S. C. Acíamu^.—Diego Peña o'75 0*30; B. D., I; M. B., 0*35; R. C, nuelva.—Grupo anarquista 3'45 0*50; A. M., 0*50; M. V., I; C. F., Burgos.—Esteban Valencia 6*00 6i*-o Aíonsoteguí.—Mavilla 1*00 Drancy.—De tres explotados trescien­ 958*95 tos francos, mitad pro viejos . . . 48*00 ídem.—Chanticr Damai, 4 francos . . 1*30 Ídem.—A. Carrasco. De la venta revis­ Notas administrativas as y novela, ciento setenta franco.s, Calatayud, Sra. Vda. G. Recibidas 24*75 pese­ <:ien para ésta 32 00 tas.—Castro del Río, J. D. ídem 40 ptas.—Puebla Mon/oj.—Marios, 1 pta.; Olivella, i; Tomesa, J. Ll. ídem 18 ptas. Serví lo pedido.— Montanct, 2; Pérez de Moja, i; Emi­ Segorbe, J. G. Ídem 13*35 Ptas.—Puertoüano, S. G. lio. 1; Tudela, 2; Castillo, 2; total. 10*00 Ídem 10 ptas.—Mataró, J. Ll. ídem 13*35 ptas.^ Arenys de MUMÍ.—Martín Artigas . . . 7*00 DesiertO'Eraiidio, A. M. ídem 20 ptas.—San Feliu í^astida.—Diniel Quintana .... 2*00 de Llobregat, F. V. ídem 41*25 ptas.—Puerto de Rewj.—Ateneo Obrero 5*00 la Cruz, F. M. ídem 37 ptas.—Los Llanos, J. R. Aubervilliers.—F. Rodríguez. Envía 123 ídem 8 ptas.—Ponjerrada, S. E. ídem 10 ptas.— francos, economías de las revistas y AdamuZ, D. P. ídem 19*75 ptas.—Puerto de Sc^ las novelas y 5 francos de Ramón; gunto, D. R. ídem 100 ptas.—Tarragona, F. A. total 40 00 Ídem 16*65 ptas.—Almazora, L. G. ídem 13*50 pe­ Málaga.—Ferroviarios 10*00 setas.—Saint'Girons, E. J. ídem 38*43 ptas.^Saint- V'inaro^.—P. A., 2 ptas.; S. P., 2; F. Gilles, F. G. ídem 31*25 ptas.—Coursan, ]. P. Ídem B., 0*50; M. B., i¡ B. G., 0*25; 9 ptas.—Saint'Etienne, M. G. ídem 15 ptas.—Vigo, F. M., o'3oí S. M., 0*25; S. F., I; F. S. ídem 25 ptas.—Madná, M. R. ídem 53 pe­ M. F., I; E. G., 0*25; M. R., 1; setas.—Vinaroz, A. A. ídem 105*60 ptas.—A/ge- J. C 0*50; G. B., 0*25; M. G., 0*30; ciVas, A. P. ídem 20 ptas.—Navalmoral de la Mata, F. M., 0*50; S. B., 0*30; S. O., 0*25; A. G. ídem 50 ptas.—Elizabethport, E. C. ídem lA. P., 0*25; B. B., 0*50; A. B., 0*45; 46*15 ptas.—Lyón, G. Artístico Unión. ídem 50 pe­ A. M., 0*50; F. S., 0*50; D., C, setas. Van los Mi Vida y aumento de Revista.— 0*50; A. F., 0*20; A. G., 0*50; C. Toulouse, J. B. ídem 31 ptas. P- 0*50; S. T., 0*40; A. G., 0*50; Panamá, ]. A. ídem 80 ptas. Servido.—Deíro:t I- V., 0*50; J. S., 1; B. F., 0*50; Mich, E. V. ídem 150 ptas.—Santiago de Cuba, A. B., 0*30; A. Ch., 0*25; B. R., F. M. ídem 25 ptas.—Berga, R. R. ídem 43*50 pe­ o'3o; A. R., 0*50; J. R., 0*50; J. M.. setas. Servidos los dos tomos pedidos.—Almansa, °'3o; F. F., 0*50; E. F., I; B. C. B. V. ídem 8*70 ptas.—ValíadoKá, J. de la T. ídem °'5o; J. p., 0*50; S. A., 0*50; S. 154*75 ptas. de libros.—Vitoria, M. A. ídem 8'8o S.. 0*50; D. M., 0*50; D. C, 0*50; pesetas.—Arroyo Martin, S. C. Ídem i6'o6 pese­ ^- F-. 0*30; J. V., 1; C. R., I! tas.—Tocina, J. N. ídem 20 ptas.—Moníeílano, >• S., 0*30; J. S., 0*30; A. C, I! J. C. ídem 5*10 ptas.—San Juan las Fonts, J. C. J^- B., ,; c. R., 0*30; J. S., 0*30,- Ídem 50 ptas.—Fuente Palmera, F. R. ídem 25 pe­ h M., 0*30; E. C, 0*50; A. R., 0*25; setas,—£1 Valle, C. N. ídem 7 ptas.—Canet de M. M.. 0*40; A. R., 0*40; J. R., 0*50; Mar, J. M. ídem 45*75 ptas.—Rróe de Gkr, J. P. ^- F., 0*50; M. F., 0*25! S. V., 0*25; ídem 18*50 ptas.—C/eveiaixi, S. G. ídem 35 pe­ S- P- I; V. B., 0*50; V. O., 0*50! ídas. De ellas entrego 6 ptas. a «Estudios» y 8 a J- B., 0*50: J. G., 0*50; A. B., 0*20; cada uno de Redención y Tien-a y Libertad.—Bue' M- F- 0*40; J. A., 0*25 ¡ F. B., 0*25; ttos Aires, A. B. ídem 55 ptas.—Bndgcí>ort. J. F. 1^ Ch., 0*45¡ J. D., 0*10; F. A., 0*25; ídem 25*85 ptas.—Málaga, M. 1. ídem 50 ptas. ¿Te f- D., 0*30! F. F., I; R. M.. 0*50! envío aquel original para acortarlo?—Zarajo^fl, M. "• G., 0*25; M. Ll.. 0*25; M. S., F. ídem 12 ptas.—Bujalance, J. T. ídem 100 pe- XVI SUPLEMENTO DE «LA REVISTA BLANCA^ setas.—Mieres, B. E. ídem 40 ptas.—Huelva, J. D. tas.—MaJrúi, M. G. ídem 3*50 ptas.—]ersey City, ídem 50 ptas. que distribuyo.—Palma del Río, J. S. V. M. ídem 15*38 ptas. Siempre hemos enviado ídem 10 ptas.—Pamplona, E. M. ídem 15 ptas.— la novelita a su destino. Debe ser cuestión del MembnlU, ]. J. ídem i6'55 ptas.—Ma>a¡s, R. F. peatón del pueblo. Que se queje.—Matará, G. C. ídem 18 ptas.—Cádiz, A. P. ídem 15 ptas.—La A. F. y T. ídem 32*25 ptas. Liquidados.—Madrid, Rambla, L. R. ídem 25 ptas. L. R. ídem 10 ptas. en sellos. Tandil, T. F. ídem 80 ptas.—Masroig, f. C. ídem 5*40 ptas.—Puerto Real, L. P. ídem 11'25 ptas.— Notas.—Los libros que no se hayan servido en los Barbará, R. B. ídem 9*50 ptas.—Cangas de Onis, paquetes enviados porque no teníamos los que nos 'A. P. ídem 3 ptas.—Membrillo, M. G. ídem 10 pe­ p-edian, irán ahora. setas.—Ribarroja, J. B. J. ídem 8 ptas.—Robeílacía, Si hubiese quien hubiera enviado dinero para M. A. ídem 4 ptas.—Puente Vallecas, V. B. ídem poder obrar en nuestro poder el 7 del corriente, 8*50 ptas.—Ll Coruñü, S. de P. ídem 30 ptas.— haga el favor de avisar. Baena, P. M. ídem 18 ptas.—Filadeljia, R. D. ídem * * • 39 ptas.—Bilbao, J. M. ídem s'go p'.as.—Espluga Hemos recibido para el Comité Pro Viejos las de FrancoU, R. B. ídem 29'15 ptas.—BiarritZ, R. cantidades siguientes: GtroneUúi, Tres amigos, 15 T. ídem 19 ptas.—Bilbao, G. Superación. ídem pesetas; Drancy, A. Carrasco, 22*40 ptas.; De tres 200 ptas.—Zuera, M. S. ídem 56'15 ptas. que dis­ explotados. 48 pías.; Barcelorui, Bustos, 2*50 pe­ tribuyo como indica.—Puertoüano, S. G. ídem 10 setas; Bonafc, 0*40; Portugalete, E. Sacristán, 5 pe­ pesetas.—Bujalamre, Vda. de J. L. ídem 88*45 P^' setas ; E. Moran, 4 ptas.; total recibido, 97,30 pe­ setas.—Marchena, J. S. ídem 10 ptas. setas. Tarrasa, J. C. ídem 125 ptas.—Caleüa, R. C. ídem * » * 63 ptas.—Chichna, D. R. ídem 10 ptas.—Cabra, Hemos recibido para Francesco Ghezzi, preso en R. M. ídem 5 ptas.—Montemayor, F. M. ídem Rusia, de G. Cultura de Barcelona, 5 jjtas.; de R. 23*40 ptas.—Alcira, ]. M. ídem 5 pías.—Tudela, Maestre de Cabra, 2 ptas.; total, 7 ptas. J. A. ídem 5 ptas.—Bocairente, V. F. ídem 13*35 * * • pesetas.—El Ronquillo, E. R. ídem 18 ptas., 6 pe­ Hemos recibido de Mutua Cultural de Tarrasa setas para Florea!.—Burgos, E. V. ídem 8*50 pe­ 21*50 ptas. para Musco Kropot-Kine. setas.—Vezdemarbán, A. A. ídem 62*45 ptas.— * • • Azrudcoüar, A. S. ídem 41 ptas.—Víilímolí, P. S. Hemos recibido para Huelguistas de Sagunto las ídem 6 ptas.—San José de Costa Rica, V. R. ídem siguientes cantidades; Lyón, Del G. Artístico Unión 60 ptas.—Lavelanet, C. O. ídem 17 ptas. que al 102*50 ptas.; Almería: Francisco Sánchez, 2 pe­ final verá distribuidas.—RmWs-Sabatier, F. S. M. setas; Manuel Ruiz, 2; Felipe Alvarcz, 2; total, Ídem 103*12 ptas.—Portugolete, J. C. ídem 300 pe­ 6 ptas.; CádtZ, Aguado, 2; total, 110*50 ptas. setas.—Santander, U. M. ídem 69*15 ptas.—Alón' * • * sotegui, S. C. ídem 33 ptas.—Alcalá de Guadaira, M. M. ídem 45 ptas.—Palma del Río, J. S. Ide.m Hemos recibido como préstamo a favor de nueS' 10 ptas.—Puertoüano, S. G. ídem 10 ptas.—Co' tras Ediciones: Del G. Artístico Unión de Lyón centcúna, J. A. ídem 25 ptas.—La Cenia, N. C. 102*50 ptas.; de B. R. de Gerona, 25 ptas. 'dem 14*50 ptas. Escribí.—Gages, Prior. ídem 17*81 Damos las más expresivas gracias a estos com­ pesetas.—Auben/iüiers, R. ídem 119 ptas. que ve­ pañeros. rás distribuidas. * » • Hemos recibido del G. Kropotkine de Oran, to Ma«resa, M. C. ídem 80 ptas. Hice cambio.— pesetas para I Dej/>ería