NUMIEXPO AMERICAS Casa De La Moneda De Santo Domingo Ciudad Colonial, República Dominicana 20-23 De Junio De 2019
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NUMIEXPO AMERICAS Casa de la Moneda de Santo Domingo Ciudad Colonial, República Dominicana 20-23 de junio de 2019 LAS MONEDAS QUE CIRCULARON EN LA CAPITANIA GENERAL DE PUERTO RICO Ponencia de Jorge Ortiz Murias Esta charla comienza con el matrimonio de dos adolescentes: Isabel de Castilla de 18 años y su primo Fernando de Aragón de 16 años, casados en secreto un día de octubre de 1469. El matrimonio fue exitoso, con el comienza el proceso de unidad nacional mediante la integración geográfica y política de los diferentes reinos de España. La unión geográfica se logró con la conquista de Granada en 1492, una campaña Castellana donde Fernando asiste a su esposa Isabel y posteriormente, en 1513, después de fallecida Isabel con la anexión de Navarra por parte de Fernando de Aragón. No debemos pasar por alto que, entre la Conquista de Granada y la anexión de Navarra, las Islas Canarias se incorporan definitivamente a España en 1496. La unión no fue política, fue dinástica, se mantuvieron separadas las soberanías, instituciones y leyes propias de cada reino. Fernando era Rey de Aragón, pero no de Castilla y viceversa. La unión de las dos dinastías recae en su hija Juana, que probablemente por conveniencia fue diagnosticada como “loca”. Esto permitió que su padre Fernando a la muerte de su yerno Felipe el Hermoso en 1506 asumiera la regencia de Castilla. Más adelante, cuando fallece Fernando en 1516 y se consolidan en una sola persona todos los diferentes reinos que conforman a España, Juana es postergada por su hijo Carlos que asume el poder efectivo. Vemos una España con 2 Reyes: Juana, la reina en propiedad, con todo el derecho legal y Carlos con el poder de facto. Esta situación se refleja en las monedas; en Castilla las acuñaciones en plata se hacen exclusivamente a nombre de Fernando e Isabel, sin embargo, las de oro son a nombre de Carlos y Juana. En Aragón la situación es distinta y se acuñan monedas en ambos metales a nombre de Carlos y Juana. Debo mencionar que por excepción la ceca de Granada acuñó 1 realito a nombre de Fernando y Juana, que es sumamente raro. En Indias nunca se acuñó a nombre de los Reyes Católicos, todas las acuñaciones en Méjico y Santo Domingo se efectúan a nombre de Carlos y Juana y después a nombre de Felipe II. Las acuñaciones a nombre de los Reyes Católicos continúan en España hasta la época de Felipe II quien en 1566 dicta su famosa pragmática de la Nueva Estampa que termina con la presencia de sus bisabuelos Fernando e Isabel en las monedas, cambia la impronta de las piezas, que de ahí en adelante solamente se acuñarán a su nombre. Isabel de Castilla hereda una situación monetaria muy inestable que le obliga desde el primer momento a fijar su atención en este problema, ella dictó una serie pragmáticas aisladas, la primera promulgada en Segovia en 1475 que culmina con la reforma monetaria definitiva, la famosa pragmática de Medina del Campo del 13 de junio de 1497 que rigió la acuñación de la moneda en América hasta 1728. En esta ordenanza se establece la talla de las monedas de oro y plata, utilizando como ponderal el marco de Castilla de 230.0465 gramos. La talla, es el número de piezas de un mismo valor en que se divide el marco; para la plata fue 67 Reales y para el oro 65 y ⅓ Ducados. De esta manera podemos saber exactamente cuanto debía pesar cada moneda de oro y plata acuñada en Castilla y posteriormente en América. A manera de ejemplo un Real debía pesar 3.4335 gramos y un Ducado 3.5213 gramos. Las Monedas que circularon en la Capitanía de San Juan, Puerto Rico Jorge Ortiz Murias 2 / 24 Para expresar la fineza de la liga o contenido de metal fino se utilizó para la plata un sistema de dineros y granos, resultando la plata pura en 12 dineros, cada dinero a su vez se dividía en 24 granos; para el oro se utilizaron quilates y granos, resultando el oro fino en 24 quilates y los quilates se dividían en 4 granos cada uno. La ordenanza indica que la plata será de 11 dineros y 4 granos y el oro será de 23 quilates y 3 granos. De esta forma sabemos que las monedas de plata tenían una pureza de 930 milésimas de fino y las de oro de 989.58 milésimas, la tecnología de la época no permitía alcanzar este nivel de pureza, sobre todo en el oro que a lo sumo sería de 950 a 975 milésimas solamente. Utilizando esta fórmula se podía determinar el peso legal y el contenido de plata u oro de cada moneda acuñada en Castilla y por lo tanto su valor real. La pragmática de 1497 consta de 74 capítulos que reajustan y unifican el sistema monetario de Castilla, que incluía: León, Asturias, Galicia, Cantabria, Granada, Extremadura, Canarias, etc.; crea nuevas piezas monetarias, revoca todas las licencias de acuñación otorgadas a particulares y limita la fabricación de monedas a 7 cecas solamente: burgos, Cuenca, Granada, Coruña, Toledo, Segovia y Sevilla. También fija las responsabilidades del personal de las Casas de Monedas, las técnicas de ensaye y acuñación, las garantías exigidas en la compra de metales en pasta y la entrega de las piezas troqueladas. Con esta pragmática se confirma el real como la unidad monetaria para la plata, que ahora tendrá un valor de 34 maravedíes en vez de 31; con sus divisores: el medio, el cuarto y el octavo, este último tenía la peculiaridad de ser rectangular y es sumamente raro. En esta ley no se contemplan múltiplos del real. En el oro se crea como unidad el excelente de Granada que equivale a 2 Ducados, con una talla de 32 y ⅔ por marco y una fineza de 23 y ¾ de quilates o sea 7.04 gramos de peso con un fino teórico de 989 milésimas. El oro si tenía múltiplos de: 4, 10, 20 y 50 excelentes. En la plata no aparecen los múltiplos de real hasta bastante avanzado el reinado de Carlos; se citan a partir de 1530 los dos y cuatro reales y hacia 1550 o después los reales de 8 (Antonio y Pío Beltrán, Numismática de los Reyes Católicos). Conocemos que por una real Cédula del 18 de noviembre de 1537 se autoriza al Virrey Mendoza acuñar piezas de 8 reales en Méjico, lo cual se efectuó en algún momento a partir de 1538, por lo tanto, las primeras piezas de 8 reales o pesos no se acuñaron en España, se acuñaron en América. Todo el mundo conoce estas piezas, de las cuales tenemos conocimiento de la existencia de por lo menos 3 ejemplares, que han sido rematados en los últimos años por diferentes casas de subasta. Una de ellas descansó en una colección dominicana por varios años. Sobre la posible fecha de acuñación de esta moneda les recomiendo que lean los comentarios de Dan Sedwick, en la reseña del lote 404 de su Subasta 16, donde se remató una de las tres piezas conocidas. Las Monedas que circularon en la Capitanía de San Juan, Puerto Rico Jorge Ortiz Murias 3 / 24 Como sabemos, la Pragmática de Medina del Campo se mantuvo esencialmente inalterada en América hasta 1728. Hay que hacer la salvedad que Carlos, en 1537, reemplaza el Ducado por el Escudo, al que se le asignó una talla de 68 por marco o sea 3.38 gramos y la fineza la ajustó a 22 quilates, que equivalen a 916.6 milésimas y en cuanto al Real, Fernando hacia finales de 1505 lo devalúo para su circulación en América ajustándolo a 44 maravedíes, su nieto Carlos posteriormente lo restituyó a su valor de 34 maravedíes en 1535. Por lo tanto, en la primera remesa de 2 millones de maravedíes enviada a Santo Domingo entre 1505 y 1506, el valor del Real ya estaba inflado a 44 maravedíes, el oro permaneció al mismo valor. El oro mantuvo su fineza de 22 quilates hasta 1772 y la plata su liga de 11 dineros 4 granos hasta 1728, cuando se reduce a 11 dineros que equivalen a 916.6 milésimas. En cuanto a la talla la plata se mantuvo en 67 reales por marco y el oro en 68 Escudos. En la ordenanza de 1728 se aumenta la talla de la plata en 1 real, equiparando el peso del real con el Escudo. En 1686 la moneda de plata sufrió en España un cambio importantísimo, las autoridades determinaron que la moneda de Plata se fugaba por estar sobre valorada en el extranjero y por esta razón se alteró su valor, rectificando la talla, que se aumentó a 84 reales por marco o sea el Real se redujo de 3.433 gramos a 2.738 gramos, por lo tanto, la moneda de 8 reales solamente pesaba 21.91 gramos. El ajuste fue de aproximadamente un 25%. La fineza del metal permanece inalterada al igual que en el oro, que no sufrió cambio alguno. En América la talla no se alteró, lo cual creó un sistema doble, el peso americano valdría 10 reales en la Península y las nuevas acuñaciones de plata del tipo María se convertiría en una moneda provincial. Después de la pragmática de Medina del Campo, el próximo gran cambio fue la Ordenanza de 1728, que tuvo efecto inmediato tanto en España como en las Indias; crea un nuevo tipo de moneda totalmente distinto, con una nueva impronta; lo más importante de esta ordenanza se refiere específicamente a la moneda, cambia por completo su diseño, que ahora presentarán en su reverso las columnas de Hércules, de este detalle se deriva su nombre y serán conocidas como “columnarios”; llevarán el canto labrado, por lo cual tendrán una forma circular exacta, evitando el cercén o disminución de los cospeles.