a infancia de Simon Ghraichy (Líbano 1985) transcurrió entre Líbano, México y Cánada. LDespués de intuir una precoz vocación para la música, a sus cuatro años empezaron las clases de piano. Entre las lecciones y el descubrimiento de compositores que marcaron su vida, le vienen a la mente exquisitos recuerdos, como él mismo dice; la sensualidad de la música latina y el misticimo de la música oriental, una mezcla de sensaciones que se po- tenciaban cuando de niño se sentaba frente al teclado. A los 16 años de edad Ghraichy descubre París, cuidad que lo recibió para estudiar sus primeros años de manera profesional, en el conservatorio regional de Boulogne-Billancourt, un proceso que le permitió no solo mejorar en el aspecto técnico de la interpretación, sino acercarse a composito-

res, maestros y compañeros de diferentes partes EFE Foto: del mundo, con quienes entabló un acostumbrado diálogo multicultural. Su ingreso al Conservatorio de París, en 2004, de la Fundación Cziffra. Reconocimientos que le aca- marcó el inicio de una sólida carrera como intérpre- rrearon de inmediato invitaciones como solista en or- te, la formalidad de la academia francesa, enrique- questas de Estados Unidos, Europa y Medio Oriente. cida con el legado de la mítica Academia Sibelius de , a donde Simon llegó en 2008, para COSMOPOLITA tener la oportunidad de tomar clase con maestros de la talla de Hablar de Simon Ghraichy Sobre su estilo como pianista, , Michel Beroff, Cy- es hablar de un pianista que Yannick Foratier dice: “Él yux- prien Katsaris y Daria Hovora, tapone sus raíces latinoamerica- dieron como resultado un joven si bien ha logrado recibir nas y orientales a la sensibilidad con un atractivo estilo ecléctico. grandes críticas después y la historia de la música europea de visitar los más exigentes que aprendió de sus maestros. Se esfuerza por tocar con orquestas UN ESTILO PROPIO escenarios en ciudades y en los lugares más diversos pa- como Nueva York, aún se ra encontrar en cada encuentro Hablar de Simon Ghraichy es ha- reconoce en formación un nuevo color musical”. blar de un pianista que si bien ha “Si sus infl uencias son diver- logrado recibir grandes críticas sas, su toque es muy singular. Al después de visitar los más exi- igual que cualquier músico pro- gentes escenarios en ciudades como Nueva York, fesional, es confrontado con los repertorios en boga, aún se reconoce en formación; a sus escasos 30 años, interpretaciones estandarizadas que algunos prefi e- dice disfrutar la música más allá de los conciertos ren llamar ‘interpretaciones de referencia’. ¿Su res- y las grabaciones, recuerda las clases magistrales puesta? Conciliar la búsqueda de la interpretación con pianistas internacionales como Jean-Philippe más compacta a las ganas de divertirse… y por lo Collard, Gergely Bogányi y , de tanto, divertir a su público. Un ejemplo de su tempe- quienes aprendió más que lecciones, formas de vida ramento fue el programa de salida del Conservato- y fi losofía musical. rio Nacional de París, que fue descrito por el jurado Su corta pero fructífera carrera, le ha llevado a como ‘estrambótico’”. recibir importantes premios internacionales, entre Su paso por la Orquesta Sinfónica Brasileña, ellos el primer lugar obtenido en el Concurso BN- la Orquesta Sinfónica del Estado de México, la DES (Banco de Brasil) en Río de Janeiro, el concurso Orquesta Sinfónica de El Cairo, la Orquesta Filar- Manuel M. Ponce en Toluca y también el gran premio mónica del Líbano, la Orquesta Sinfónica Nacional

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