Rev IslasEspañol Dic 2007 1/8/07 9:20 PM Page 46 Ar te y Literatura Aguabella En torno a la trayectoria del importante percusionista cubano Francisco Aguabella
Enrique Collazo Historiador y Periodista
rancisco Aguabella se ha convertido muchos de sus amigos. Éstos regularmente lo en una auténtica leyenda viva del invitan a participar en ceremonias de sante- latin jazz gracias a su incesante y ría en Los Ángeles, ciudad en la que vive Fexcelente trabajo como percusionis- desde hace décadas. En 2003 grabó su álbum ta desde los años cincuenta. Emigró de Cuba Canto a los Orishas, donde despliega todo su en 1957, desde su Matanzas natal, y a partir talento como percusionista absoluto. de entonces ha continuado la fecunda tradi- Aguabella ha tenido el privilegio de tocar ción de otros brillantes percusionistas como con músicos de la talla de Dizzi Gillespie, Chano Pozo, Patato Valdés, Tata Güines y Tito Puente, Eddie Palmieri, Frank Sinatra, Mongo Santamaría. Weather Report, Lalo Schiffrin, Machito y El maestro Aguabella fusiona en su obra Carlos Santana, entre otros. los ritmos y “palos”tradicionales de la música En la primera mitad de los años setenta de origen africano con los diversos géneros de Aguabella formó parte del grupo Malo, mien- la música cubana, añadiéndole a esta mezcla tras militó en él el guitarrista Carlos Santana. un componente de “smooth jazz”-soul. Con Muchos recordarán un rotundo éxito de Malo todo ello, el sonido de su banda se distingue llamado Suavecito, el cual se difundió hasta el por una base rítmica francamente potente, cansancio por emisoras radiales como la pero cargada a la vez de sensuales matices melódicos. De esta suerte, los especialistas sue- len clasificar el jazz que elabora Aguabella dentro de la corriente del CUBOP –la firma discográfica para la que graba se llama CUBOP Records–, gracias a las influencias que recibió del gran músico Dizzi Gillespie durante su estancia inicial en Nueva York. A partir de su temprana vinculación con los instrumentos de percusión africana, Aguabella, además de tocar las tumbadoras con maestría, ejecuta brillantemente los tam- bores batá, de lo cual ofrecen testimonio
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WQAM y la WQBS, que lograban captarse en Lennon y McCartney, y el legendario Man- La Habana por aquellos años. teca que inmortalizaran Chano Pozo y Aguabella recibió el National Heritage Gillespie. Además, aparecen Salsa latina y el Award, es profesor visitante de la U.C.L.A. tema que da título al álbum, ambos firmados en su departamento de Etnomusicología por Aguabella. –donde imparte cursos sobre música afrocu- En Cubacán, de 2002, se aprecia tam- bana– y toca con su grupo, el Aguabella’s bién otro detalle que distingue la obra de Latin Jazz Ensemble. Aguabella, y es la variedad de géneros que La banda de Aguabella suena como un cultiva y que plasma en todos sus discos. solo hombre. Entre la sección rítmica y la Cubacán es una joyita por los cuatro costa- melódica, consigue articular una formidable dos, y los temas quizás más calientes son polifonía que arrebata tanto por la fuerza de Guajira pa’los pollos, del puertorriqueño la percusión como por el virtuosismo y la Papo Lucca, Felukin, que se mueve en la cuer- capacidad de improvisación de los metales da de la timba cubana, el afro Tin Tin Deó, que acompañan al músico cubano. Entre los de Chano Pozo, y Agua limpia tó, del propio temas más destacados del CD Agua de Cuba, Aguabella. En este álbum se aprecian intere- de 1999, apreciamos Watermelon man, de santísimos contrapuntos entre la sección rít- Herbie Hancock, Long, Long Summer, de mica y los instrumentos de viento, donde la Lalo Schiffrin, Here, there and everywhere, de síncopa es la verdadera llave de los truenos.
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Los metales, por su parte, ejecutan vertigino- do, más que a escuchar, a bailar hasta el cansan- sos fraseos que se suceden unos a otros en el cio. liderazgo de las improvisaciones. En resumen: “la moña”que nos “baja” En su último álbum, Ochimini, de 2004, Aguabella es de alto octanaje, latin jazz en el el maestro Aguabella continúa su línea creati- más puro y duro estilo en que puede conce- va, que combina las más autenticas raíces del birse este género, pero mimando siempre la latin jazz con temas y compositores clásicos, o melodía. Su música es altamente recomenda- sea, lo más raigal con lo más novedoso. Este ble, transmite plenitud y es un deleite para disco aborda diversos géneros, tales como el los sentidos, convirtiéndolo en uno de los guaguancó, el cha-cha-chá fusionado con el grandes creadores cubanos de la diáspora. funky, el bolero y un canto lucumí a los Orishas. También un tema de la firma de Cole Porter, todo ello ejecutado con el palpitante y pasional estilo de una banda –músicos de la costa oeste– que emula al Conguero Mayor, particularmente la sección de metales, incitan-
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