Cartas De Amor Profano
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CARTAS DE AMOR PROFANO J. A. Gómez Giménez Para decirte a través de mis palabras escritas aquello que mí boca se negó o fue incapaz de decirte en nuestros pasados momentos de comunión en amor físico, químico, carnal, visceral y algo más. La Nada en tus Ojos. Quise ser la sombra de tus pasos, el camino ante tus pies, rosa sin espina para no pinchar tus finos dedos y tu suave piel victimas de nuestras furias, labios bravíos que escupieron la verdad y dejaron escapar la mentira de esta vida bella y cruel. No valieron mucho los consejos, a la nada se volvieron, fui a darle una puñalada por la espalda al único sol que me alumbraba. Debo enterrar en el olvido a la luna que delataba nuestros amores sagrados y profanos, arrojé sobre tus bellos ojos un pedazo de la nada, la nada en tus ojos. Soledad. Una sola palabra se alza sobre tu nombre, la soledad tan solo hace presencia sobre tu nombre. He visto la inmensidad del mar inmóvil sobre tu rostro, he visto al tiempo en tu silencio, perdido en su hermético laberinto Inyéctame una mirada en las venas, llena de sangre nueva, abre para mí la puerta de tu misterio y déjame perderte dentro de ti. Pronuncia mi nombre otra vez, con el último suspiro de amor de tus labios, último aliento de amor por mí, hálito final de este amor. Habla conmigo desde tu soledad, cuéntame tu vida, dime si corres en el parque de los sueños, si navego en ríos de muerte. Alguna vez te llamé: MADRE. jamás me dijiste: PADRE, memoria fiel que me trae nuestra falta de fraternidad. Nuestra ternura sin fronteras fue un leve murmullo, no fue en un grito violento la palabra más pura. Tan solo la soledad está sobre mi nombre, y mi rostro hundido y arrastrado por la tierra seca esperando. Que tus frágiles manos se dignen levantarlo, y que tu hermosa sonrisa le devuelva la felicidad. Una sola palabra se alza sobre nuestros nombres, la soledad tan solo hace presencia sobre nuestro amor. Ciegos de Amor. Tus ojos son puros como el agua, eres la aurora fresca en las mañanas, eres un rayo de sol al despertarme, eres suave perfume y dulce fragancia. Eres la pasión que brota cuando mueren en el viento las olas del mar, tengo tu nombre escrito en el firmamento, eres una caricia de amor. Eres el amor que riega mis ilusiones como una lluvia en mi alma, eres hermosa canción de amor, inspiración para poetas. Eres brisa que acaricia mi rostro y desvía mis lágrimas, te llevo siempre en mis pensamientos y en mi corazón porque estamos ciegos, ciegos, sin vista, ciegos de amor. Dulce. Adoro tu sencillez humana, la simplicidad de tu alma, lo recóndito de tu mente, la firmeza de tu corazón. Me gusta tu rostro cincelado, el delineado de tu cuerpo, la profundidad de tu mirada, lo revelador de tu silencio. Atesoro cada instante junto a ti, tu paciencia inagotable, tu terquedad habitual, tu preocupación cotidiana. Quisiera que tus delicadas manos solo me tocaran a mí, que acariciaran mi rostro y mis cabellos y solo se unieran con las mías. Sonrío con tu recuerdo, me enternece tu corazón, anhelo tu amor, quiero agrandar tu vida. Dulce mía, ojalá algún día no muy lejano pueda gritarle al mundo que eres: Mi dulce. Nuestra Amistad. La amistad es más que una seria de momentos, trasciende el tiempo y las distancias. La amistad se anticipa a las necesidades, comparte sin vaciar. La amistad siempre nos dice: “Te acepto tal como eres”, y comprende los defectos. La amistad apoya y alimenta sin pedir gratitud, sin pedir nada a cambio. La amistad anida en nosotros tanto en los días serenos como en los de tribulación. La amistad es amor para toda ocasión, para todo ser. Espero algún día podamos retomar nuestra amistad. Me Gustas Mucho. Me gustas en tu totalidad, me gustas entera y por partes, porque cada pieza tuya es tan hermosa como toda tú unida. Me gustas mucho, no porque me la pase junto a ti bebiéndome tu dulce aliento ni devorándome los pedazos de tu amor que me lanzas para que yo los recoja y te diga que: “Me gustas mucho”. Esa Noche lloré por Ti. Tu indecisión, tu inseguridad, tu juventud, me hizo llorar. La dureza de tu rostro, la frialdad de tu mirada, la crudeza de tus palabras, me hizo llorar. Esa poca comunicación, esa poca interacción, esa poca integración, me hizo llorar. Tu inexperiencia, tu falta de confianza, tu silencio, tu no querer hablar, me hizo llorar. Nuestra separación, nuestra despedida, nuestro adiós, me hizo llorar. Esa noche lloré por tener que irme, esa noche lloré por mi culpa, esa noche lloré por el dolor del adiós, esa noche lloré por ti. En Tus Labios. En tus labios encontré dulzura, en tus labios encontré esperanza, tus besos saben a café, en rico café de sabores variados preparado por ti. En tus labios encontré dulzura, para mis labios amargos, tengo el corazón remendado unido pedacito por pedacito. En tus labios encontré esperanza, en tus labios encontré ilusión, mi alma se supo salvada, redimes mi vida con tu amor. En tus labios encontré misericordia, en tus labios encontré la fe perdida, en tus labios encontré la vida, el amor y la pasión. En tus labios encontré la ternura, en tus labios encontré la luz que me condujo hasta tus labios. Oír Tu Voz. Quiero escuchar tu suave voz, rompiendo el silencio de mí ser, se muy bien que me harías resplandecer, me harías reír o llorar. Caigo rendido ante ti, con un te quiero que salga de tus labios, no puedo estar ante ti escuchándote sin llorar como un niño abandonado. Y los años pasarían y yo allí, encerrado sin desear otra cosa, que escucharte hablar, solo oír tu silencio. En cada voz que oigo, en cada palabra que escucho, en todo lo que me dicen, creo oír tu voz. Tu voz gloriosa, tu voz angelical, tu voz, creo oírla, creo Oír tu voz. Vida. Mi vida te pertenece, todo mi ser es tuyo, fuiste el refugio para mi soledad, por eso te di mi corazón. Dios te envió para perfeccionar mi alma, para hacerme ver la luz y llevarme a recorrer su camino. Te amo mucho, te amo a cada instante, cada vez que engrandeces la obra del señor te amo más. Fuiste mi refugio en la tempestad, fuiste mi aliento y mi alimento, mi cuerpo y mi alma reposaron junto a ti, dulce refugio para mí. Por eso y más eres mi vida, eres vida, vida. Gracias. Quiero darte gracias porque me diste todo, tu vida y tu tiempo, tus palabras y tu silencio. Tu amor y una canción, tu dolor y tu desamor, tu cuerpo y tu pasión, tus besos y caricias. Tus ideas y tus sueños, tus triunfos y fracasos, tus alegrías y tristezas, por darme todo eso y más… Gracias. Un Instante en el Tiempo. Hay momentos que no deberían terminar jamás, hay minutos que deberían durar una eternidad, cuando estamos juntos, cuando estas junto a mí. Y no hay nada alrededor, y el arco iris nos baña de colores, como el rocío de la lluvia con agua fresca nos empapa. ¿Qué sería yo si no te hubiese conocido?, si no me hubiese amado, ¿qué sería de mi si no me perdonas de corazón?, si no eres ya mi dirección. Soy como un pájaro herido queriendo volar, soy como un león en el desierto muriendo de sed. Quiero estar cerca de ti, escuchar tu voz y aprender de tu silencio, ser el reflejo de tu amor. Tú me conoces mejor que nadie, conoces mi senda, el ayer ya pasó, pero hoy necesito de ti. ¿Cómo Podré…? ¿Cómo podré vivir si no estás conmigo, compartiendo mi vida y mi felicidad? ¿Cómo podré seguir si tú no estás aquí, si tú me impulsabas a seguir, si eras principio y fin? Eres como el sol en la mañana que nos inunda con su luz, eres como el aire que respiro que huele a ti. Fuiste mi escudo y mi castillo, mi refugio hasta el final, fuiste mi consuelo y mi amor, la única luz que quiero ver brillar. ¿Cómo poder olvidarte?, ¿Cómo podré hacerlo?, ¿Cómo podré?... Meglis. Yo quiero más de ti, estar en tu presencia, menguar para que tú crezcas y cada día amarte más. Quebrantas mi vida, atribulas mi corazón, acongojas mi alma y aún te amo. No hay nadie como tú, tan linda y preciosa, tan bella y hermosa, solo eres tú. No Solo Dios. No solo Dios está más allá de la muerte, también lo está tu recuerdo, no solo Dios es amor, también lo eres tú. No solo Dios tiene un nombre hermosos, también lo tienes tú, no solo Dios tiene sabiduría, también en tu amor la hay. No solo Dios es mi anhelo y mi esperanza, no solo Dios es mi amor, también lo eres tú. Para Ti El día se pierde en el horizonte, los árboles dejan oír su voz, las palabras que lleva escrito el viento es tu nombre. Las flores duermen y su perfume se esconde entre las sombras, tu mirada se esconde en la penumbra, tu luz muere irremediablemente para mí. El rio se seca bajo mis pies, sus peces están muertos, el agua no tiene murmullos ni lecho de piedras que rompan su silencio. La noche duerme en una colina, acostada en sus suaves pendientes, sobre la hierba fresca como tu piel, en las sombras que bañan todo tu ser.