La Disonancia De El Eco
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Para los creativos, inquietos y disonantes que han sido parte de El Eco, Para Begoña, Guillermo y Enrique, Para Iraís La disonancia D.R. © 2017 Universidad Nacional Autónoma de México Ciudad Universitaria, delegación Coyoacán, de El Eco C.P. 04510, México, Distrito Federal Museo Experimental el Eco www.eleco.unam.mx Primera edición: septiembre de 2015 Segunda edición: agosto de 2017 Un ensayo D.R. © 2017 por los textos sus autores de David Miranda Se ha hecho todo lo posible por encontrar a los titulares de los derechos de los textos e imágenes aquí publicados. Queda prohibida la reproducción parcial o total por cualquier medio de la presente obra, sin contar previamente con la autorización escrita del titular de los derechos patrimoniales. Todos los derechos reservados. Ciudad de México Agosto de 2017 Impreso y hecho en México Agradecimientos: Issa Benítez, Patricia Brambila, Rodrigo Bazaldúa, Daniel Garza Usabiaga, Jennifer Josten, Lily S. de Kassner, Ana Xanic López, Jill Meissner y a la Frederick and Lillian Kiesler Foundation, Mariana Munguía, Ricardo Nikolayevsky, Juan José Ramírez Escarza. Agradecemos el apoyo para este proyecto a: Patrick Charpenel, Patronato de Arte Contemporáneo A.C., Fundación Jumex A.C. La disonancia de El Eco 7 Dentro de una arquitectura emocional 17 Patria y museo 25 La disonancia de El Eco 35 Una modernidad disociada 43 Escenarios contingentes o la arquitectura sin fin 57 La búsqueda de libertad de creación 65 EL ECO, un museo universitario 95 Una conclusión abierta Anexos 100 Contrato entre Mathias Goeritz y Daniel Mont, 1952 101 Manifiesto de la Arquitectura Emocional, 1953 104 Sobre la libertad de creación, 1954 115 Boletín –DGCS-697, 2005 120 Cronología del Museo Experimental el Eco 123 Bibliografía Dentro de una arquitectura emocional David Miranda Ya pasaron muchos días, semanas, meses y años, y las jacarandas siguen dando flores en primavera, a pesar de que las temporadas ya no son las mismas y que en todas las estaciones del año llueve por aquí. La imagen más reconocida de este lugar es el patio interior que nos separa de la ciudad por la disposición de sus muros, los cuales sólo permiten ver el asomo de las copas de los árboles que, sin duda, tienen poco más de 50 años. Existen las fotografías en las que se ven con claridad, frente a la fachada del edificio, las varas de los árboles recién sembrados. Son 1 El concepto de oración plástica, una muestra de las intenciones de quien acuñado por Mathias Goeritz en el texto Estoy harto, de 1960, los sembró, de depositar ahí los deseos de manifiesto leído y distribuido transformar la arquitectura en el futuro, en la exposición “El realismo de Mathias Goeritz”, en la al pensar en el lugar como un organismo Galería Antonio Souza en vivo, como un recinto que tiene sus propias noviembre del mismo año, refiere como colofón de la idea celebraciones, más allá de nuestra presencia. central lo siguiente: “Habrá Si vuelves a este patio entre marzo y abril que rectificar a fondo todos los podrás ver que el suelo se llena de flores valores establecidos: ¡Creer sin preguntar en qué! Hacer o, por moradas —como si fuera parte del luto de lo menos, intentar que la obra Semana Santa—, que evocan la imagen de las del hombre se convierta en una ORACIÓN PLÁSTICA”. esculturas de madera policromada dentro de Este texto fue publicado las parroquias católicas, cubiertas con un velo en Olivia Zúñiga, Mathias Goeritz, México, Ediciones Continental, del mismo color en señal de respeto y duelo, 1963, p. 45. en una suerte de oración plástica.1 7 Mathias Goeritz, Torre amarilla, Aquella torre en la esquina del patio es una 1953. Fotografía de David Miranda. columna amarilla que no sostiene nada; en todo caso, es una especie de obelisco trunco que conecta el piso con el cielo y nos recuerda, al entrar aquí, lo pequeños que somos. Lo mismo pasa en la arquitectura gótica, pero sin sus alegorías decorativas, porque en este caso todas las paredes tienen un carácter pétreo, rugoso, geométricamente burdo, con el mismo encanto de un vestigio prehispánico que evoca su esplendor desde el deterioro, generando la incógnita de su pasado. Quizá por ello a la sociedad contemporánea le interesan tanto los sitios arqueológicos, porque nos incitan a imaginar algo ajeno a nosotros, pero cercano en términos antropológicos; porque cada muro, 2 Talud-tablero es el binomio cada textura, cada techumbre o elemento que constructivo que genera vemos en ese tipo de lugares tuvo que ser obra distintas gradaciones de claroscuros con la luz del sol, de manos como las nuestras y, en ese sentido, a partir de la combinación el tiempo se vuelve corto, pues el hecho de dos planos horizontales que recubrían los basamentos ocurre en una dimensión similar al presente. de las pirámides, en donde Este patio podría ser una interpretación el plano inferior reconocido del sistema prehispánico conocido como como talud reposa con una 2 inclinación cercana a los talud-tablero usado en el altiplano central; 45 grados, y el superior, la diferencia es que se entrecruzan dichos llamado tablero, va recto sobre el anterior proyectando elementos: al sustituir el talud sólo con la los efectos del claroscuro. dirección diagonal del muro, que hace de la 3 En el texto “The sculpture arquitectura un sistema no ortogonal, es como ‘The Serpent of El Eco’: si viéramos el talud invertido en planta y no en A Primary Structure of 1953”, alzado. Todas las líneas, relaciones y ángulos de Mathias Goeritz manifestó su interés por la irregularidad de los muros de este edificio se proponen romper las formas arquitectónicas con los 90°, y ofrecen una irregularidad en sus de El Eco, subrayando lo siguiente: “Traté de evitar los perspectivas y vistas, aludiendo a la singularidad ángulos de 90° en la planta de un universo natural y orgánico, desde una del edificio para proyectar una 3 asimetría casi imperceptible, configuración abstracta. como la que se encuentra en la estructura de un rostro o de Este mundo cerrado y misterioso,4 custodiado cualquier ser viviente”. Este texto fue publicado en Leonardo, por una torre que articula el vestíbulo de vol. 3, Londres, Pergamon Press, uno de los accesos al lugar, quebranta 1970, pp. 63-65. su atmósfera gris y blanca con su propia 4 Ibid. luminosidad amarilla, como si un rayo de luz 9 cayera del cielo o una centella se elevara curiosidad que provoca como mampara desde el suelo. En cualquier caso, es un siempre entreabierta; una invitación espacio que cambia su apariencia con el escultórica al paso, a transgredir y a paso del día, como sucede en el templo cambiar de atmósfera. Lo que se puede ver de Kukulkán, en Yucatán, al descender la desde la calle es un pasillo que juega con sombra de una serpiente de la pirámide nuestra percepción visual y que provoca como efecto de la sombra de los equinoccios la sensación de profunda lejanía, debido a y solsticios del año. que sus muros blancos de paredes ásperas se van cerrando hasta llegar a un punto de En este lugar también habitó una serpiente, desahogo, el cual se percibe con un remate una estructura primaria compuesta por iluminado en el fondo del recorrido. Se varios volúmenes de placas de acero negras; experimentan contrastes de luz y sombra en su forma se asemejaba a las crestas de un mismo espacio, y aun en ese momento un electrocardiograma o a las formas no se sabe lo que se encontrará al final descendientes y ascendentes de una gráfica de del camino. Dicho acceso, que deviene temperatura, una estructura agresiva e inquieta,5 en monumentalidad desde un espacio que le daba al lugar un sentido místico, aun más limitado, ha sido desde hace muchos años amenazador que ahora, porque esa estructura una invitación a la sorpresa a partir de su expresaba, según su autor, la angustia del hombre ocupación y de su transgresión. en el universo en medio de la tranquilidad del patio. Hoy sólo queda la quietud del sitio, El Museo Experimental el Eco es una escultura en espera de que alguien lo contemple o lo penetrable y habitable en espera de ser transforme con los actos de su presencia. transitada y ocupada de maneras distintas a Para llegar al patio hay que pasar por las que acostumbran los modelos utilitarios otras experiencias arquitectónicas igual de urbanos de la actualidad, por ser un lugar de singulares, que anteceden a su luminosidad. encuentro y una plataforma de generación De manera que, para notar las posibilidades de conocimiento y expresión cultural que de la luz sobre la arquitectura, hay que en mucho ha colaborado al desahogo de las experimentar la oscuridad, y este lugar inquietudes de los actores y partícipes de la ofrece continuamente contrastes de dichos escena artístico-cultural que representa. fenómenos para quien recorre sus espacios. El presente ensayo se erige como una En el recorrido de la calle James Sullivan, en reflexión específica de lo que implica un la Ciudad de México, hay un silencio, museo de arte experimental en nuestros un muro negro que rompe con el muestrario días a partir del análisis crítico de su arquitectónico del lugar. Una barda contexto inmediato, señalando al Museo suprime la línea de edificaciones de la Experimental el Eco como espacio cultural calle y amplía la acera, enmarcando un diseñado ex profeso para la especulación acceso casi cuadrado que da espacio a del suceso artístico y social, asumiéndolo una puerta giratoria de lámina que altera como un dispositivo arquitectónico creado la experiencia del tránsito local por la 5 Ibid. para provocar “la emoción” en sus visitantes.