Entrevista Horacio Malvicino

- Horacio Malvicino: Cuando dejó la orquesta del… la famosa orquesta de él, ​ después que dejó Troilo, formó la orquesta típica del 46 que se llama; del año 46, la orquesta que acompañaba a Fiorentino. Bueno, cuando terminó con esa orquesta, como él había vivido 18 años de su vida en Estados Unidos, en Nueva York, cuando su padre se fue de Mar del plata para Nueva York y había hecho toda su juventud en Nueva York hasta los 18 años, que volvió acá a la , entonces tenía la idea de formar… es decir, él conocía muy bien el espíritu del , lo había visto en Estados Unidos donde vivía, en un lugar que se llama, casualmente, Astor Place en New York, que es un lugar hermoso en lo que se llama Little Italy (la pequeña Italia) Y bueno, él vino acá, hizo toda su gestión con la orquesta de Troilo, hizo su orquesta, la del 46, con Fiorentino y, cuando dejó la orquesta y quiso formar el octeto, pensó en poner un instrumento que de cierta manera era totalmente revolucionario con respecto a todas las corrientes ortodoxas del tango que habían en la época, te estoy hablando del año 54. Yo tocaba en un club de jazz acá, siempre,todos los lunes teníamos reuniones, hacíamos jazz sessions. Yo tocaba jazz, tocaba con , con toda gente que en esa época tocábamos jazz acá, antes que Lalo se fuera a Estados Unidos. Y entonces él me conoció ahí, pero no me conoció personalmente, sino me conoció… él venía como público, porque le gustaba mucho el jazz y venía todos los lunes a escuchar. Así que cuando pensó en poner una guitarra electrificada, es decir, eléctrica, como se llama, en su grupo; pensó en mí. Entonces habló conmigo, tuvimos una reunión, me explicó cuál era su idea, me explicó… en fin, vino a mi casa; yo estaba estudiando medicina, yo estudiaba para ser médico y me sustentaba el estudio con el trabajo de la música ¿no? Y bueno, entonces pensó en ponerme a mí, formó el conjunto con Francini, Baralis, tú ya sabes ¿no? con Stampone, con Federico y él de bandoneón, Bragato de chelo y yo de guitarra eléctrica. Entonces comenzamos con el octeto en el 54 y fue toda una revolución. Fue algo tremendamente revolucionario, es decir, provocó una sensación impresionante dentro de los músicos. Se produjo así una polarización de opiniones; por un lado los que estaban a favor; por otro lado los que estaban en contra, es decir, las crónicas de los diarios se expresaban de manera… había gente que estaba decididamente a favor y gente que estaba decididamente en contra, que le parecía… porque los arreglos eran tremendamente difíciles, a tal punto que él nos entregaba la música y la estudiábamos un mes, un mes y medio, dos meses para poder… para después empezar a ensayar. Pero claro, los primeros dos o tres años que duró el octeto, el 54, 55 y parte del 56, realmente, nunca conseguimos poder combinar el hecho de tocar con el hecho de tener alguna ganancia como para poder vivir. De tal manera que resultaba muy difícil poder… es decir, tocábamos en muchos lados, inclusive íbamos al interior, inclusive incursionamos en ir al Uruguay, por ejemplo, acá cerca ¿lo conoces, el Uruguay?

- Entrevistadora: Sí. ​

- Horacio Malvicino: Y bueno, habíamos ido al Uruguay un par de veces y ​ teníamos muy buen éxito, pero económicamente no funcionaba. Y bueno, trabajábamos mucho y teníamos un gran grupo de gente que nos seguía y nos escuchaba en...

- Entrevistadora: ¿Jóvenes? ​

- Horacio Malvicino: Jóvenes, sí, jóvenes. Sobre todo, jóvenes. ​

- Entrevistadora: Sobre todo, jóvenes. ​

- Horacio Malvicino: Claro. Pero, de cualquier manera, él había tomado una serie ​ de recaudos de… por ejemplo, de llevarlo a uno de los ensayos a don Osvaldo Pugliese, que ya era todo una figura importantísima dentro de la música popular; hoy ya es una leyenda, para que escuchara al grupo y para que opinara si estábamos en una buena corriente, si era realmente tango, si lo consideraba tango a eso y Pugliese dijo que era muy lindo y que lo consideraba tango a eso y, Pugliese dijo, que lo consideraba muy lindo y que era tango. Es decir, era como llamar a un médico para que te dé otra opinión ¿no? como para llamar a otro médico y… indiscutiblemente habíamos tomado esos recaudos de invitar a los ensayos del octeto a algunos músicos muy renombrados para tener una opinión, una opinión certera. Y todos habían sido muy positivos, pero, indiscutiblemente hay gente que siempre consideró que no había que tocar, el tango es intocable, era una cosa… tenía que ser como era, no se podía cambiar. Así que no le perdonaban a él ni a los que formábamos parte del grupo el hecho de estar tocando, es decir que a mí me llegaban hasta a amenazar por teléfono, como si fuera un terrorista, para que dejara de tocar con el octeto ¿no?

- Entrevistadora: ¿Y usted tenía más libertad improvisando? ​

- Horacio Malvicino: Yo tenía mucha más libertad para improvisar. Sí, sin duda. ​

- Entrevistadora: Que los otros. ​

- Horacio Malvicino: Que los otros. Sí, total. Los otros, ninguno improvisaba. Yo ​ tenía una gran libertad de improvisación y, indiscutiblemente, si vos escuchás los discos vas a ver que en el final de todos los temas hay una improvisación de guitarra muy profusa, muy importante, porque ese era uno de los resabios jazzísticos que tenía. Es decir, los músicos de tango no sabían ni sabe todavía, algunos sí actualmente, pero en esa época menos que menos, a ninguno se le ocurría improvisar sobre lo que estaban tocando, como en el caso del jazz ¿no es cierto? el jazz, es normal que se toque, el primer coro de la música; el primer coro del arreglo, se toca el tema y después se empieza a improvisar ¿no cierto? e improvisan todos los instrumentos. En este caso, ninguno improvisaba, el único era yo, que tenía clara la costumbre que me había dado el jazz de improvisar, no me costaba nada, era muy fácil para mí. La idea era de que improvisara con un sentido urbano, con un sentido de la ciudad, es decir, tratando de eliminar lo que fueran frases jazzísticas y tratara de tocar frases dentro del estilo que él había creado ¿no cierto? ese 3 3 4 de… para que no pareciera una improvisación de jazz, sino que tuviera que ver con el contexto ¿no?

- Entrevistadora: Una milonga: 3 3 3 2. sí, mmm. ​

- Horacio Malvicino: Claro, claro. Por supuesto. No, que tuviera que ver con el ​ tango. Así que tuve esa suerte que después la perdí, porque con los años, después que dejamos el octeto y el formó varios quintetos, yo estuve en varios de los quintetos, hasta el último y ya en esa oportunidad no me dejaba improvisar, porque él sintió como que no… de que no convenía poner una improvisación de guitarra porque, en ese tiempo se produjo la explosión de la guitarra eléctrica, la guitarra. La guitarra eléctrica era una cosa muy cerrada, que directamente la tocaban ocho, diez guitarristas de jazz en los Estados Unidos y nadie más. Pero después vino la época del rock y la época del rock hizo que la guitarra se hiciera súper popular, la guitarra eléctrica; electrificada. Entonces, con semejante profusión de guitarristas tocando rock, a él le parecía que la guitarra improvisando iba a crear un mal clima dentro del grupo, entonces se inclinó por el piano, de tal manera que en el último quinteto, que yo empecé en año… tocamos desde el 80 hasta el 89 que terminamos con ese grupo y después él formó un sexteto, en el cual yo estaba, pero no estaba ni Suárez Paz ni Ziegler, estaba Gandini y estaba Bragato con el celo reemplazando al violín. Yo estaba también. Él ahí ya no quería saber nada, no aceptaba lo que fuera improvisación de la guitarra bajo ningún concepto. El único que tenía permiso para improvisar y él era muy estricto en esto, era el piano.

- Entrevistadora: ¿Y él también improvisó? ​

- Horacio Malvicino: No, no. Él tenía la capacidad de poder hacerlo, pero nunca se ​ quiso largar a hacerlo. A veces lo hacía en los ensayos o a veces lo hacía así en privado, pero él no se consideraba apto para hacerlo. Era muy cuidadoso lo que hacía, era tremendamente perfeccionista y nos exigía a todos de una manera realmente terrible, terrible. Era realmente… era un regimiento. Era como si estuviéramos en el colegio militar, una cosa así. Es decir, era imposible equivocarse, porque no admitía la equivocación.

- Entrevistadora: Ah, ah. ​

- Horacio Malvicino: No podía haber errores. No entendía que alguien se pudiera ​ equivocar tocando. Era muy duro. Era muy duro en ese sentido y bueno, todos nos acostumbramos a esa manera de ser y después, con el tiempo, él tenía un gran sentido del humor, un tremendo sentido del humor, era muy divertido, pero los últimos años se le agrió un poco el carácter, se le hizo un poco más serio su carácter, pero eso de debía a sus problemas de salud ¿no?

- Entrevistadora: Claro. ​

- Horacio Malvicino: Indiscutiblemente que lo… él, de chico había tenido ​ problemas, había tenido parálisis infantil, había tenido algunos problemas y, lógicamente, todas esas cosas le trajo una deformación en el cuerpo, dolores de espalda, dolores en la columna, es decir, no estaba… si tenía problemas. Sí. Y eso le agrió un poco el carácter en los últimos años y lamentablemente después tuvo esa tremenda desgracia que claro, fue algo realmente espantoso que le pasea una persona lo que le pasó a él ¿no? Porque estuvo cuatro años completamente… ni podía tragar siquier, era todo un problema y sufrió una enormidad. Porque se veía que conocía a la gente, pero no podía hablar. Y era terrible, porque cuando veía a alguien que conocía hacía unos tremendos esfuerzos por tratar de expresarse, pero era imposible. Era imposible. Era muy feo verlo.

- Entrevistadora: Sí, sí. ​

- Horacio Malvicino: Yo… y te digo “era muy feo verlo” porque me han contado mis ​ amigos, yo no me animé a irlo a ver, sinceramente. Ni cuando murió, porque era un tipo tan lleno de vida, con tanta vitalidad, con tanta energía, con tanta capacidad para hacer cosas, continuamente creando, haciendo, pensando en el futuro e intentando hacer cosas nuevas todos los días… y verlo así, en esa estado, durante tanto tiempo debe haber sido terrible. Dentro de ese cuerpo no vería la hora de morirse para poder liberarse de ese cuerpo tan enfermo que tenía ¿no? Así que… pero, he tenido… he tenido infinidad de anécdotas porque claro, en el tiempo que yo trabajé con él, que fue mucho, desde el 54 hasta el 89, hubo muchas veces que yo me fui y después volvía, porque indiscutiblemente, es decir, vivir de tocar con Piazzolla era imposible, era muy difícil, porque nunca acá en la Argentina se lo tomó en cuenta ni tampoco se le pagó lo que debían pagarle, de tal manera que yo… que en ese tiempo que me casé, que tuve hijos y un hogar y una serie de cosas, muchas veces dejé de trabajar con él para dedicarme a otra cosa, yo escribía música, escribo música y trabajaba con mi orquesta y trabajaba con grabaciones y todo ese tipo de trabajo ¿no? indiscutiblemente, pero lógicamente, yo siempre estuve enamorado totalmente de su música, de tal manera que cuando tenía algún problema con alguien yo me fui y lo dejé a Cacho Tirao y otra vez lo dejé a López Ruiz y, cuando tenía algún problema con algún guitarrista, siempre recurrían a mí, siempre me llamba. Inclusive, fijate que las obras, por ejemplo, que se han llevado a la orquesta sinfónica, pese a que hay arreglos como los que hizo Bragato, que son muy cuidadosos y están muy cuidados, como los hizo (00:14:37 inentendible), aveces se desaparece un poco Piazzolla del curso de la obra ¿no?

- Entrevistadora: Pero ¿es posible? Por ejemplo, ahí, pasando grupos jóvenes de ​ hoy que tocan cosas de Piazzolla.

- Horacio Malvicino: Y son todos los arreglos originales. ​

- Entrevistadora: Sí, pero ¿eso es posible o tiene mucho que ver con su ​ personalidad…?

- Horacio Malvicino: No, no, no, no, hay muchos chicos nuevos. Mira, hay una ​ cantidad de chicos bandoneonistas que han salido últimamente, alumnos de (00:15:18 inentendible), alumnos de Marconi, entre los que están Nisinman, Walter Castro, hay un montón de chicos que van a ser realmente muy buenos, ya son buenos y son muy buenos y van a ser mucho más buenos porque van a tener más edad y se van a hacer con más experiencia y que, inclusive, caso Nisinman que conoce la obra de Piazzolla al dedillo y sabe cómo tocaba y como hacía en cada compás y dónde paraba, pero hay que respetar los arreglos originales, porque si vos querés que… es decir, él toca como… él se aprendió las partes de Piazzolla de los discos y quiere repetir lo mismo, de tal manera que si vos hacés un arreglo de Piazzolla tenés que recurrir al original, al arreglo origina, porque no podés cambiarle los bajos, no podés cambiarle el desarrollo armónico, porque si no deja de sonar a Piazzolla para sonar a otra cosa ¿no cierto?

- Entrevistadora: Claro. ​

- Horacio Malvicino: Eso es lo importante que tiene. No, él era un bandoneonista ​ extraordinario y últimamente, en los últimos tres o cuatro años últimos él había sufrido un problema en la vaina que está encima del nervio radial y había tenido un problema que le tuvieron que abrir acá, la mano izquierda y sacarle toda la vaina del nervio radial, de tal manera que se le dormía la mano. Entonces, había momento que tocaba con la derecha solo y dejaba caer la mano así para que le circulara la sangre y volvía otra vez a tocar, pero como todo tipo que llega a tener la experiencia que tenía él, era un tipo que con dos notitas en la mano izquierda, con uno ya era suficiente para plantearte el concepto armónico de lo que iba a hacer, no hacían falta cinco notas o cuatro, tres, no. Con dos notitas ya te daba toda la pauta de lo que estaba pasando ¿no? tenía una capacidad tremenda para tocar. Sí, realmente, yo lo disfruté mucho y realmente tengo el mejor de los recuerdos de él.

- Entrevistadora: Y el Conjunto 9 ¿también integró el conjunto? ​

- Horacio Malvicino: El Conjunto 9, estuve un poco, pero no grabé. ​

- Entrevistadora: Ajá. ​

- Horacio Malvicino: Casi todo lo hizo López Ruíz, Oscar. Sí, eso fue un buen ​ intento también, hay cosas muy lindas hechas con el noneto.

- Entrevistadora: Porque era un poco otro concepto ¿verdad? ​

- Horacio Malvicino: Sí, era… bueno, tenía la ventaja de tener un cuarteto de ​ cuerdas, un semi cuarteto de cuerdas dentro del grupo lo cual le permitía ciertas libertades y encarar las cosas de una manera diferente, porque fijate que cuando hicimos el sexteto, que fue la última formación, también cambió completamente el color del grupo porque no era lo mismo reemplazar el violín con un violoncelo, se hizo mucho más oscuro, se hizo mucho más de otro color ¿no cierto?

- Entrevistadora: Claro. ​

- Horacio Malvicino: Porque era lógico. Es decir, no podía cubrir… a no ser que ​ tuvieras un violoncelista como Yo - Yo Ma, que puede llegar a ser , prácticamente, un violinista tocando. Y eso no es por desmerecer a los que estuvieron, que eran muy buenos. Los dos que estuvieron; Bragato y el muchacho que vino después de él realmente tocan muy bien el violoncelo. Claro, el caso de Yo - Yo Ma es una especie de mago, de Dios extraño que tiene una capacidad fuera de serie de tocar y sigue tocando arriba, arriba, arriba, arriba, arriba y está tocando por arriba del puente. Es una cosa impresionante ¿no? Y con una seguridad y una capacidad que te asombra. Pero claro, esas son gente tocada por una varita mágica, tocados por Dios y tienen una capacidad única ¿no?

- Entrevistadora: ¿Y disfrutó del trabajo con Yo - Yo - Ma? ​

- Horacio Malvicino: Sí, claro. No te imaginás cuánto. Sí que lamentablemente Yo - ​ Yo Ma es un tipo tan macanudo, jóven, con un sentido del humor, una sencillez, tan humilde, tan buena gente. Es un tipo fuera de serie, pero trabaja tanto, tanto, tanto, tanto que, es decir, estuvimos en el año 97, hicimos una gira de presentación del disco por los Estados Unidos, después nos tuvo más tiempo y desde esa época tenemos fecha para tocar en Japón en octubre del año que viene. Es decir, es un hombre que tiene todo previsto y cubierto por los próximos cinco años, porque todas las semanas está en un país distinto tocando. En uno toca música country, en otro toca música ¿viste? de los (00:20:02 inentendible), en el otro toca música de tango, en otro toca la música de… ¿cómo se llama? de “Siete días en el Tibet”, de películas, conciertos clásicos… es impresionante.

- Entrevistadora: Sí, sí. ​

- Horacio Malvicino: Es impresionante. Si tiene una capacidad. Y siempre está ​ contento, alegre, de buen humor… es un tipo bárbaro, bárbaro. Lo he disfrutado muchísimo, realmente. Realmente.

- Entrevistadora: Y hoy en día, la escena del tango, yo ví que hay muchos grupos ​ jóvenes ¿no?

- Horacio Malvicino: Sí, sí. ​

- Entrevistadora: De repente, eso se llama Jóven guardia nueva, han hecho un ​ festival acá en la biblioteca...

- Horacio Malvicino: Sí, han hecho en la biblioteca, pero te voy a decir una cosa; ​ yo escucho muy atentamente todo lo que sale. Nosotros tenemos, con cuatro amigos; con Pablo Ziegler, con Saúl Cosentino (que tiene un grupo de tango) y con Juan Carlos Cirigliano, que es un pianista que estuvo también con Piazzolla cuando hicimos el conjunto que era todo electrificado, todo estaba electrificado, hicimos un club que se llama Fundación Nuevo Tango...

- Entrevistadora: Sí. ​

- Horacio Malvicino: Y estamos promoviendo todo lo que sea el nuevo tango, es ​ decir, de Piazzolla para adelante, tratando de abrirle el camino a la gente que no solo toca a Piazzolla, sino que toca su propia música. ahora, he escuchado muchos grupos, pero que tocan un poco más de tango tradicional, más que tango de avanzada o nuevo, digamos y eso, sinceramente, no me entusiasma tanto. Es un poco lo que me pasa, me pasó siempre con el jazz, toda la vida fui músico de jazz, desde que tengo seis, siete años, es decir, hace 60 años… es decir, el jazz; siempre me gustó el último, el que están tocando últimamente, es decir las últimas corrientes. Escuchar las orquestas Dixieland o Chicago o de New Orleans no me… me gustan, pero no me enloqueces, quiero decirte. Y lo mismo me pasa con el tango. Hay muchos grupos de tango, de chicos jóvenes que tocan tango tradicional, inclusive hasta se visten como se vestían antes en Buenos Aires ¿no? Eso no me cautiva mucho, no me llama la atención, es un buen esfuerzo, pero yo me imagino que es parte de una carrera, es decir; primero empiezan gustando de eso y después, seguramente, van a ir ascendiendo en la escala para llegar a descubrir a Piazzolla, porque indiscutiblemente, Piazzolla no sólo tiene un gran atractivo como músico, sino que por otro lado tiene la gran contra de ser extremadamente difícil, con lo cual no es sencillo tocarlo. Imaginate que si para el bandoneón es difícil, es terrible para el violín y es terrible para otros instrumentos. Entonces no es simple tocar música de Piazzolla ¿no cierto?

- Entrevistadora: Pero compositores o alguien que desarrolle… después de ​ Piazzolla, su música es...

- Horacio Malvicino: Estamos tratando. Estamos tratando ¿Vos tenés el disco que ​ hicimos con Federico? Con Federico y con Leopoldo y con un bajista electrico.

- Entrevistadora: No. ​

- Horacio Malvicino: Te voy a regalar uno. ​

- Entrevistadora: Ah, gracias. ​

- Horacio Malvicino: Te voy a regalar uno para que lo tengas y lo escuches. ​ Concierto para bandoneón y orquesta ¿lo conoces?

- Entrevistadora: Sí, sí. ​

- Horacio Malvicino: Bueno, el concierto para bandoneón y orquesta lo grabamos ​ con un trío. Escuchamos un poco la canción… esperate, te voy a regalar un disco de… este, porque quiero que lo escuches y que lo tengas porque ahí hay música nueva que yo escribí.

- Entrevistadora: Ajá. ​

- Horacio Malvicino: Hay mucha música nueva.., vah, mucha no, es un compacto ​ ¿no?

- Entrevistadora: Sí. ​

- Horacio Malvicino: Y vas a tener oportunidad de escuchar algo nuevo también. ​ Hay algunas cosas nuevas de Federico y vas a escuchar también el concierto para bandoneón y orquesta, lo vas a escuchar por el trío. Yo hice un arreglo para el trío que costó mucho trabajo porque, como era una obra que originalmente está hecha para una sinfónica, es decir, para una orquesta grande, costó trabajo hacerlo, pero lo hicimos. Voy a aprovechar para darte uno.

- Entrevistadora: Pero entonces ¿son más ustedes que siguen luchando y ​ desarrollando que los jóvenes?

- Horacio Malvicino: Sí, en cierta manera sí, pero pensamos… te voy a decir una ​ cosa; con la poca difusión que tiene… es decir, estamos tratando… tenemos una emisión de radio ahora, actualmente, una vez por semana, en una radio que se llama radio clásica, que toca nada más que música clásica. Tenemos una audición, creo que va los domingos a las 10 de la noche, ahora vamos a tener otra audición los sábados a la 1 de la tarde. Es decir, estamos tratando y buscamos discos de compositores que estén haciendo… Mederos… toda le gente que esté haciendo cosas nuevas que... no sé si calificarlo de nuevo tango o qué, pero lo calificamos con este grupo, lo hemos hecho, lo estamos tratando de dar, los cuatro quee formamos parte; Ziegler tiene varios discos grabados con dos pianos, con un piano y una sinfónica en Nueva York, Juan Carlos Ciriliano tiene un hermoso conjunto que se llama los músicos de Buenos Aires, Saúl Cosentino tiene un hermoso también, un hermoso grupo, así que estamos tratando, y nosotros con este grupo estamos tratando de estimular a todo el mundo como para que haga cosas ¿no?

- Entrevistadora: Claro. ​

- Horacio Malvicino: Que no es fácil, porque lo que tratamos de llamarle “el nuevo ​ tango” es una cosa que viene después de Piazzolla y no puede ser sencilla, tiene que tener… para seguir los pasos de Piazzolla tiene que seguir dentro de ese mundo bastante complicado que tenía Astor ¿no?

- Entrevistadora: Sí, sí. ​

- Horacio Malvicino: Me parece. ​

- Entrevistadora: Claro. Sí, sí, sí. ​

- Horacio Malvicino: A lo mejor surge algún genio, algún tipo así como surgió él, ​ que una expresión más simple puede lograr hacer otro tipo de estilo, otro tipo de cosa ¿no?

- Entrevistadora: Claro. ​

- Horacio Malvicino: Pero no es fácil. ​

- Entrevistadora: Pero sí que, a veces se dice “el tango ha muerto”, pero eso se ​ dice...

- Horacio Malvicino: No, no, en absoluto, en absoluto. Mira, el suceso que tiene ​ Piazzola en el exterior en este momento es espectacular. Vos que venís de allá lo sabés. Ahora en enero estamos grabando el segundo volumen de Gary Barton; otro volumen todo dedicado a Piazzolla. Con Yo - Yo Ma estamos grabando en mayo, junio, estamos grabando acá el segundo volumen de Yo - Yo Ma, que ya vendió más de un millón de discos, de su disco. Y (00:2:03 inentendible) también grabó Maria de Buenos Aires. Hay muchos artistas que están… casi todos los artistas clásicos tocan obras de Piazzolla y en el exterior hemos tenido un éxito bárbaro. Hemos estado en Japón, estuvimos con Gary en Europa, hemos tenido un suceso, todos estos lugares que hemos ido hemos tenido un éxito impresionante ¿eh? Es decir, hemos tocado después de Chick Corea, por ejemplo, porque por lo general el tango nuevo lo ubican en el lugar de los festivales de jazz, y hemos tocado después de Chick Corea y hemos tenido un éxito espantoso, tremendo ¿no?

- Entrevistadora: Así que no es solamente el baile. ​

- Horacio Malvicino: El único lugar donde no logramos realmente un impacto ​ grande, aunque te parezca mentira, es la Argentina. Mejor dicho, Buenos Aires.

- Entrevistadora: Verdad. Ajá. ​

- Horacio Malvicino: Sí, es verdad. ​

- Entrevistadora: Son más como… tradicionales o... ​

- Horacio Malvicino: Sí, da como para tocar un día. Por ejemplo, puedes hacer un ​ día un concierto en un lugar que no sea muy grande y entonces, a lo mejor, lo podés llenar; 400 500 personas, pero arriesgarte a una sala de 1.300 localidades ya es demasiado, ya es mucho pedir.

- Entrevistadora: Así son más abiertos para cosas nuevas afuera de la Argentina. ​

- Horacio Malvicino: Exactamente. ​

- Entrevistadora: Que también era el problema de Piazzolla. ​

- Horacio Malvicino: Claro y mirá que Piazzolla ha tenido… la última película… una ​ de las películas últimas que hizo Bruce Willis “12 monkeys” tiene música de Piazzolla, tiene la “Suite Punta del Este”.

- Entrevistadora: Mmm. Sí. ​

- Horacio Malvicino: Sí, es un éxito. ​

- Entrevistadora: Sí. ​

- Horacio Malvicino: Y está produciendo En materia de derechos de autor está ​ produciendo dinero como no produjo nunca y lamentablemente no lo pudo vivir ese momento ¿no?

- Entrevistadora: Mmm. porque durante su vida eso no fue así ¿no? ​

- Horacio Malvicino: Eso no fue así. No, no, no. Sólo los últimos años del último ​ quinteto ese quinteto que está ahí

- Entrevistadora: Sí. ​

- Horacio Malvicino: Ese que está ahí, estamos... ​

- Entrevistadora: ¿Y eso fue después de Viena o cuando empezó…? ​

- Horacio Malvicino: Eso empezó… el éxito empezó en el 80. En 1980 y comenzó ​ a subir desde ahí y logró su pico máximo en el 85, 86, 87, 88. Después hicimos 89 con el sexteto, que no tuvo tanto éxito y después se enfermó.

- Entrevistadora: Sí. ​

- Horacio Malvicino: Empezó a trabajar con orquestas sinfónicas en europa él sólo ​ con el bandoneón y estaba haciendo eso cuando tuvo el problema de salud ¿no?