Los Primitivos Habitantes De España
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LOS PRIMITIVOS HABITANTES DE ESPAÑA. LOS PRIMITIVOS HABITANTES DE ESPAÑA. INVESTIGACIONES CON EL AÜXÍLIO DE LA LENGUA VASCí, POB G. DE HUMBOLDT, TRADUCCION DE D. RAMON ORTEGA Y FRIAS. MADRID, LIBRERÍA DE D. JOSÉ ANLLO. TUDESCOS, 5 (PBÓXIMO Á SANTO DOMINGO). 1879. Es propiedad. MADRID, 1879.—Imprenta, estereotipia y galvanoplastia de Aribau y C-* (sucesores de Rivadeneyra). PREFACIO. Al ofrecer esta obra al publico, deseo sobre todo que sirva para provocar nuevas investigaciones sobre las razas, que en su origen lian poblado el Mediodía y el Occidente de Europa. Mi trabajo deja aún cuestiones oscuras é inciertas. El mejor medio de resolverlas es el empleo de los idiomas indíge nas que desde la más remota antigüedad subsisten en algunas regiones de la Europa occidental. Las más veces se han limitado las investigaciones de su género á los idiomas del país de Gáles, la Baja Bretaña, la Galia y la Irlanda; pero sus resulta dos no han sido más que los de una acertada elec ción. La lengua vasca no se habia estudiado con / este objeto hasta que de ella se ocuparon los sabios españoles más recientes, que no tuvieron ninguna mira de unión. El estudio del idioma vascongado puede enseñar á reconocer seguramente lo que ca VI PREFACIO, racteriza a los iberos , lo que los distingue de los celtas y de otros pueblos, y al darnos luz sobre esas razas antiguas, suministran una base sólida á las investigaciones sobre los pueblos primitivos de la Italia. Hasta hoy se ha seguido el método opuesto, sin obtener serios resultados. En lugar de establecer rigorosamente qué razas han pobla do en la antigüedad las comarcas ocupadas más tarde por naciones idénticas a las que se encuen tran en Italia, y llegar por el estudio de sus hue llas en el idioma, y sobre todo en los nombres de los lugares, á reunir los materiales necesarios para el análisis de los monumentos itálicos, se han li mitado á pedir la solucion del problema al estu dio de las lenguas griega y latina, sin pensar que las emigraciones helénicas no han sido las más antiguas, y que la lengua latina tiene necesidad de ser analizada en sus elementos. Me ha parecido de importancia más general lle gar al conocimiento completo de los iberos y de su lengua. Los que se interesan por trabajos de esta clase juzgarán hasta qué punto he conseguido este objeto. Todo en esta materia se relaciona con las pruebas etimológicas, y sobre todo me ha preocu pado la desconfianza que habitualmente excitan las etimologías : para prevenirlas he procurado PREFACIO. Vil apoyarlas sobre exactas analogías , prefiriendo así reunir una gran cantidad de nombres de lagares, aa vez de entregarme á ensayos aventurados de derivación. Otros, más familiares que yo con la lengua vasca, añadirán otros nombres á los que analizo. Muchos quedarán sin que pueda establecerse el origen, porque los nombres de lugares españoles encierran, no solamente radicales vascas, sino tam bién célticas y griegas, y áun púnicas y fenicias. Las opiniones se dividirán sin duda en cuanto á los nombres á que yo atribuyo un origen celta. Los partidarios exclusivos del predominio de la lengua vasca en España intentarán probablemente hacer derivar estos últimos nombres de radicales vascas. A propósito del nombre Arevaques, haré ver hasta qué punto esta opinion presenta dificultades. Por lo demás, en esto ha de decidir la experiencia. Lo Tínico que aseguro es que emprendí estas investi gaciones sin haber tomado ningún partido, y esta ba más bien dispuesto á encontrar donde quiera las huellas de la lengua vasca; pero he tenido que so meterme á la evidencia y admitir para muchos nombres otro origen. En el curso de esta obra me he servido frecuen temente de un escrito sobre el idiorqta vascongado, VIII PKEFACIO. ya inserto por mí en el Mitridates de Adelung, y aconsejo á los lectores que sean extraños á esta len gua, que lo vean ántes de ocuparse de mi libro, para familiarizarse asi con el acento y la formación de las palabras. No me proponía entonces mas que tratar algunos puntos aislados y rectificar algunos errores; pero hace mucho tiempo que hubiera in tentado dar al público un trabajo más completo sobre la lengua vasca, si no hubiese esperado ver á los sabios españoles enriquecer la ciencia con algu na obra importante sobre este asunto. Donde quiera que he adoptado las etimologías de Astarloa, Erro y otros, me he referido á sus es critos. No hago esta observación sino para que no parezca que quiero atribuir á esos autores opinio nes de que yo debo ser responsable. Sorprenderá tal vez que este libro no esté escri to en una lengua que le proporcione más lectores en el extranjero. Parece que el asunto lo exige así. Sin embargo, el estudio del aleman se propa ga tanto en las demás naciones, que la ventaja de leer á cada autor en su propio idioma no nos per tenecerá pronto exclusivamente. LOS PRIMITIVOS HABITANTES DE ESPAÑA. I. Empleo hecho hasta hoy de la lengua vasca para las investigaciones sobre los habitantes primiti vos de España. España es una de las pocas naciones que permiten determinar, con el auxilio de una lengua áun viva en su seno, qué pueblos las han habitado en su origen. Este poderoso medio de investigación, que en mu cho tiempo no se ha empleado, no se ha puesto en uso seriamente sino desde hace unos veinte años. Dos escritores españoles, D. Pablo Pedro de Astar- loa, en su Apología de la lengua vasca, y D. Juan Bautista de Erro y Azpiroz, en su Alfabeto de la len gua primitiva de España y en su Mundo primitivo, han continuado sobre este punto los trabajos de Larramendi en el prefacio de su Diccionario vasco7 y de Hervás en su Catálogo de las lenguas conocidas. 10 LOS PRIMITIVOS Estos autores encontraron en España misma nu merosos contradictores, según lo atestiguan muchas obras do polémica (1), y es cierto que sus afirmacio nes son muchas veces aventuradas, lo cual hace que se mire con desconfianza lo verdadero que han esta blecido. Un eximen imparcial y nuevo de sus inves tigaciones sobre los primeros habitantes de la anti gua Iberia, comprendiendo en este nombre toda la Península, ó sea España y Portugal, no sería inú til. La empresa ofrece dificultades. Se puede echar en cara á todos los escritores indígenas la tendencia marcada á que todo se derive de su propio idioma, así como á I03 extranjeros se lea puede acusar de no tener conocimientos suficientes. Los trabajos hechos hasta hoy, como no abrazan los diferentes dialec tos, no permiten emprender nada completo. También-debe lamentarse que las obras ya pu blicadas encierren tan pocas nociones sobre la len gua vasca. Sería de desear que hubieran hecho más sobre el conocimiento de dicha lengua que sobre los razonamientos filosóficos de sus autores. Los extranjeros deben ateñerse únicamente á lo que (1) La Apología de Astarloa está dirigida contra don Joaquín de Trafia, autor del artículo Navarra, en el Dic cionario Geográfico -histórico, publicado por la Real Acade mia de Madrid. Las Observaciones filosóficas en favor del alfabeto primitivo son una respuesta de Erro á su adversa rio, que tomando el nombre de un fraile de Montuenga, lo liabia atacado, lo mismo que Astarloa. HABITANTES DE ESPAÑA. 11 presenta el carácter de la evidencia, sin temor de probar demasiado, porque en semejante materia lo más importante es lo que es susceptible de demos trarse rigorosamente: este es el medio que, sobre todo, depende del método para llegar á nociones que no tendrían ninguna base sólida si partiesen de hipótesis ó de simples semejanzas. II. Aplicación de la lengua á los nombres de lugares. Los autores antiguos nos han dejado un gran número de nombres españoles de lugares, mayor áun que los de otras comarcas, á excepción de Gre cia y de Italia. Pretendo relacionar esos nombres con la lengua vasca. En esos monumentos, los más antiguos y los más durables de todos, una nación, que ha desaparecido hace mucho tiempo, nos cuen ta sil historia, y no se trata más que de compren derla. Me esforzaré para no salir de los términos indicados en el título de esta obra, y no trataré de los habitantes primitivos de España sino dentro de la medida de mi asunto. Creo necesario y prove choso circunscribir así esta cuestión, ya tratada por otros de una manera general y muchas veces satis factoria. 12 LOS PRIMITIVOS Los excelentes trabajos de Mannert han esclare cido muchos puntos; pero ya es tiempo de aplifcar á estas investigaciones un método descuidado y mal empleado por los escritores indígenas. Espero que este trabajo llenará el doble objeto de sentar sobre bases nuevas la historia de un país y de un pueblo, fijándonos sobre su origen, la pro pagación y las analogías de la lengua vasca , cues tiones tan controvertidas hasta hoy. III. Los nombres de los lugares lian llegado á nosotros alterados y desfigurados. Como los nombres propios se derivan habitual- mente de los apelativos , y tienen una significación original, la cuestión que nos ocupa se resolvería fá cilmente si los antiguos geógrafos y los historiado res nos hubieran trasmitido sin alteración lo que han sacado de España; desgraciadamente no han puesto cuidado en esto y no han retenido con exac titud las palabras bárbaras para ellos. Plinio (1) confiesa formalmente que en su enumeración de las ciudades ibéricas se há preocupado sobre si sus (1) ED. HARD., I, 136; XIV, 144; xi, 12. HABITANTES DE ESPAÑA. 13 nombres podrían fácilmente expresarse en latin (1). Pomponius Mela (2) dijo que muchos nombres- de ríos y de poblaciones cantábricas no pueden ser articulados por nosotros, y Strabon (3) teme citar nombres semejantes, y cuando lo hace, da algunos de estos: Pleutaures, Bardyetes, Allotriges, y otros todavía más insignificantes y más duros, pues es tos tres últimos ofrecen algunas sílabas griegas.