Caminos De Peregrinación a Candelaria [388-409]
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Del encuentro con el pueblo guanche al Santuario Mariano: Investigación histórica multidisciplinar Sumario Presentación [32-35] Capítulo III Margarita Rodríguez González El obispo Domingo Pérez Cáceres y la construcción del Santuario-Basílica de la Virgen de Candelaria [110-133] Capítulo I Octavio Rodríguez Delgado La Basílica de la Candelaria: una lectura a través de los Capítulo V elementos simbólicos e iconográficos [36-73] Los murales realizados por José Aguiar en la Basílica Gerardo Fuentes Pérez de Candelaria [170-195] Capítulo II Ángeles Abad González Los santuarios de la Patrona de Canarias y el Convento Real de Candelaria [74-109] Octavio Rodríguez Delgado Capítulo IV Capítulo VI La arquitectura regionalista. Desarrollo urbanístico de la Plaza de Marrero Regalado y la Basílica la Patrona de Canarias. Proyectos, de Candelaria [134-169] mejoras y ornamentación Álvaro Ruiz Rodríguez escultórica [196-233] Ana María Quesada Acosta Capítulo VII Capítulo IX La Basílica de Ntra. Sra. de El Santuario de la Virgen de Candelaria. Crónica de la Candelaria y la religiosidad consagración y de popular isleña [308-343] su Cincuentenario [234-277] Manuel Hernández González María José Ramos Rodríguez Capítulo XI Los caminos de peregrinación a Candelaria [388-409] Miguel Pérez Carballo Vicente Zapata Hernández Capítulo VIII Capítulo X Iconografía y breve historia La Ceremonia Guanche de plástica de la Virgen de Candelaria y las fiestas Candelaria [278-307] de la Patrona de Canarias [344-387] Carlos Rodríguez Morales María José Ramos Rodríguez Capítulo XII Los Dominicos y la Virgen de Candelaria. Los visitantes ilustres y las salidas de la Virgen del Santuario [410-453] Octavio Rodríguez Delgado Autores [456] Edita Ilustre Ayuntamiento de Candelaria Basílica Nuestra Señora de Candelaria Alcalde José Gumersindo García Trujillo Concejal de Cultura Alfredo Blas Arencibia Saavedra Prior del Convento Dominico de Ntra. Sra. de Candelaria Fray Alexis González de León, O.P. Subprior del Convento Dominico de Ntra. Sra. de Candelaria Fray Jesús Mendoza González Edición de textos y selección fotográfica Ilustre Ayuntamiento de Candelaria Concejalía de Cultura (Área de Patrimonio) María José Ramos Rodríguez Diseño y maquetación Ilustre Ayuntamiento de Candelaria Concejalía de Cultura Juan Ángel García Yanes Revisión de la edición Alejandro Krawietz Víctor Manuel González García Alicia Hernández Vicente Idea y coordinación de la edición Alfredo Blas Arencibia Saavedra Colaboran Cabildo de Tenerife Gobierno de Canarias (Dirección General del Libro, Archivos y Bibliotecas) Ilustre Ayuntamiento de Candelaria Concejalía de Cultura www.candelaria.es C/ Pasacola s/n. Edificio Zona Joven 38530, Punta Larga Candelaria-Tenerife Islas Canarias-ESPAÑA Tfno: 822 028 770 - Fax: 822 066 673 Imprime Litografía Drago Polígono Industrial El Molino Calle La Batata, nº 6 - nave 4 - El Chorrillo 38107 Santa Cruz de Tenerife Tfno: 922 61 19 59 - 922 61 11 59 - Fax: 922 62 41 33 [email protected] www.litografiadrago.com Iª Edición Diciembre 2012 ISBN - 13 978-84-616-1174-4 Depósito Legal TF 1037-2012 Queda prohibida la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio de difusión o información sin autorización expresa del editor. Capítulo XI Los caminos de peregrinación a Candelaria MIGUEL PÉREZ CARBALLO VICENTE ZAPATA HERNÁNDEZ Capítulo XI Los caminos de peregrinación a Candelaria MIGUEL PÉREZ CARBALLO Y VICENTE ZAPATA HERNÁNDEZ Pero sepan que estoy triste... muy triste. Siglos de historia atesoran nuestros cami- Ya no siento tantas pisadas como antes... nos tradicionales, factores indispensables ya no escucho voces y cantares de cam- en la ocupación y explotación del territorio pesinos, mercaderes, religiosos, escriba- insular en el pasado, vías que interrelacio- nos, soldados, representantes del go- naron todos los puntos con interés de la bierno de la isla... de peregrinos que van geografía tinerfeña. La pérdida en muchos a encontrarse con la Morenita.Ya no me casos de su función original, cuando no la regocijo con el calorcillo de las huellas desaparición física de algunos de ellos o de de caballerías, yuntas, rebaños de ca- tramos importantes de su recorrido, no han bras, canes. mermado la preocupación por su conser- vación, revalorizándose progresivamente ¿Qué ha pasado? La quietud y el silen- como elementos de relevancia patrimonial. cio ahora me embargan. ¿Hasta cuándo este olvido?1 Así, debe considerarse como un hito la En la página de entrada al capítulo: peregrinos recorriendo el Camino reciente declaración de varios tramos del Viejo a Candelaria. Camino de Candelaria, que enlaza los mu- Una oportunidad para reflexionar nicipios de San Cristóbal de La Laguna y En la página anterior: grupo de pere- grinos accediendo al Santuario tras sobre los caminos tradicionales y Candelaria, como Bien de Interés Cultural realizar el camino a Candelaria. 2 reivindicar su valor con categoría de Sitio Histórico . Según el documento de justificación de la propues- Camino tradicional en el Norte de la La peregrinación a Candelaria, que tiene ta, este camino es ya citado en los docu- isla de Tenerife. lugar a mediados de agosto, es el único mentos de repartimiento de tierras efec- movimiento masivo a pie en Tenerife. tuados por el Adelantado Alonso Fer- 1 Fragmento de la carta manuscrita del Miles de peregrinos se dirigen a la Ba- nández de Lugo tras la Conquista. En el Camino Viejo de Candelaria a los cami- nantes que van a iniciar el recorrido sílica siguiendo múltiples caminos y texto del fraile Alonso de Espinosa referido desde el antiguo callejón de Los carreteras. Desde el punto de vista del a los milagros de la Virgen de Candelaria, Cazadores, frente a la Plaza del Adelantado en el centro histórico de San impulso de las actividades senderistas, se alude a la apertura de esta vía en la Cristóbal de La Laguna. estas marchas presentan una oportuni- segunda década del siglo XVI, al mismo 2 La declaración hace referencia a cinco tramos del antiguo camino de Nuestra dad de ofrecer a los romeros, además de tiempo que se indica que hacia el primer Señora de Candelaria, que parte del cen- los ya probados efectos saludables de tercio de esa misma centuria estaba ya edi- tro histórico de San Cristóbal de La Laguna para recorrer la medianía de este una caminata, la posibilidad de saborear, ficada la ermita de Nuestra Señora del municipio y de los de Santa Cruz de Tenerife en la zona de Llano del Moro, El entender y respetar el entorno, así como Rosario, como lugar de descanso de los Rosario por el sector de Machado hasta de ser parte de una herencia cultural de romeros que iban en peregrinación hasta Barranco Hondo, y a partir de ahí des- cender hasta Candelaria por la localidad cientos de años. Candelaria. de Igueste. Capítulo XI 391 En este contexto, los caminos de pere- grinación han adquirido un renovado interés en Tenerife en los últimos años, siendo creciente la atención que presta la Administración a los que conducen a Candelaria, lo que subraya el atractivo que siempre han mantenido para las agrupaciones de caminantes existentes en la isla. De hecho, se asiste a un pro- ceso, lento pero constante, en el que se suceden distintas actividades que contri- buyen a poner de relieve el valor de los caminos tradicionales. La inserción de esta colaboración en la publicación que tienen en sus manos, reafirma esa as- cendente preocupación, que se mani- fiesta, afortunadamente, en el encuentro de nuevos caminantes en los recodos empedrados abandonados hacía mucho tiempo. Caminos versus carreteras: renova- dos usos para nuevos tiempos Cuando las carreteras se abrieron sepul- taron en parte los caminos que vertebra- ban un territorio repleto de huertas vivas, pastos rasurados y montes esclavos. Ahora, esas vías empichadas prohíben la movilidad a pie y ya no se encuentran las huellas de nuestra gente de antaño, cuando andar era parte del trabajo; y sólo en contadas ocasiones se “iban de gira”, el equivalente al senderismo o hacer camino sólo por placer. De estos trazos de pies descalzos aún restan algunos caminos supervivientes, ocultos bajo las tabaibas de la costa, las jaras de las me- dianías o los codesos de la cumbre. Las pocas rutas homologadas de Tenerife dibujan tramos cortos y dispersos; otras vías tradicionales no se tienen en cuenta y, por ignorancia o especulación, siguen sufriendo intervenciones que destruyen 392 Miguel Pérez Carballo Vicente Zapata Hernández su valor patrimonial. Pero de unos años a justo coinciden con las primeras calles esta parte las circunstancias han ido cam- que se insertan en caminos. Las casas se biando (lentamente, eso sí), debido al cre- fueron organizando en un estratégico ciente interés por aproximarse al medio, emplazamiento, a lo largo y ancho de un recorriendo a pie más y más lugares de paso llano. En los documentos más anti- nuestra geografía. El camino adquiere re- guos ya se mencionaban los principales novada importancia frente a la carretera, caminos: el de Taoro o de La Orotava que todo aproxima y homogeiniza, que (luego de la villa), el de Tacoronte, el de la no permite deleitarnos con el detalle, ni fuente del Adelantado (La Esperanza), el tampoco profundizar en las causas y en de Tegueste, el del Monte del Obispo los efectos de fenómenos y procesos que (Las Mercedes) y el camino a Candelaria, durante mucho tiempo han modelado “el camino que va a Nuestra Señora de nuestra realidad y nuestra identidad. Candelaria”. Muy poco se sabe de los caminos que La influencia del hecho religioso en usaban los primitivos pobladores, pero la conformación de los caminos tra- las referencias más cercanas a la fecha de En la página anterior. Arriba: peregrinos dispuestos a iniciar dicionales. La Laguna, km. 0 la Conquista dejan abierta la posibilidad el Camino Viejo en el municipio de que ya eran trochas aborígenes, al de El Rosario. Abajo: caminantes en el Camino Viejo En los inicios del asentamiento urbano menos en gran parte de su trazado.