Francisco Mejía Mejía: Autobiografía De Un Campesino Costarricense, 1923-1981 Editado Por Mitchell A. Seligson, Ph. D. Susan
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Francisco Mejía Mejía: Autobiografía de Un campesino costarricense, 1923-1981 Editado por Mitchell A. Seligson, Ph. D. (Profesor Emérito de Ciencias Políticas, Vanderbilt University) Susan Berk-Seligson, Ph. D. (Profesora Emérita de Lingüística Hispánica, Vanderbilt University) Con la asistencia de: Juan Pablo Sáenz-Bonilla, MSc. (Profesor de la Escuela de Ciencias Políticas, Universidad de Costa Rica) 2019 Mitchell A. Seligson and Susan Berk-Seligson © 2019. Primera edición. Francisco Mejía Mejía: Autobiografía Contenido Mapas ............................................................................................................................................. 5 Reconocimientos ............................................................................................................................ 9 Prefacio ........................................................................................................................................ 11 CAPÍTULO I: Niñez ................................................................................................................... 17 CAPÍTULO II: Haciéndome hombre en el Atlántico .............................................................. 37 CAPÍTULO III: Primeros viajes al Pacífico ............................................................................ 73 CAPÍTULO IV: La Revolución de 1948 ................................................................................... 91 CAPÍTULO V: Regreso a la Bananera ................................................................................... 119 CAPÍTULO VI: Llegando a Coto Brus .................................................................................. 133 CAPÍTULO VII: Política Electoral en Coto Brus ................................................................. 149 CAPÍTULO VIII: Metido en el Desarrollo Comunal ............................................................ 161 CAPÍTULO IX: La Cooperativa de café ................................................................................ 179 CAPÍTULO X: Reflexión ......................................................................................................... 199 Fotos ........................................................................................................................................... 201 3 Francisco Mejía Mejía: Autobiografía Mapas Mapa 1.Mapa de Costa Rica, mostrando la Provincia de Alajuela donde Francisco nació, la Provincia de Limón, donde trabajó, la Provincia de Puntarenas, donde murió. 5 Francisco Mejía Mejía: Autobiografía Mapa 2. Grecia, donde Francisco nació, y su ruta aproximada a la Zona Atlántica para conseguir trabajo. Fuente: Google Maps 6 Francisco Mejía Mejía: Autobiografía Mapa 3. Cantón de Coto Brus, donde Francisco vivió y murió. Se muestra Ciudad Neily (Villa Neily en los tiempos de Francisco), Agua Buena (dónde vivió Mitch y Susan), San Vito, Cañas Gordas y la frontera con Panamá. 7 Francisco Mejía Mejía: Autobiografía Reconocimientos En el medio siglo que ha transcurrido desde que conocimos a Francisco, nuestras memorias se han nublado. Por esta razón, es inevitable que se nos pase agradecer a algunas de las muchas personas que nos ayudaron a lo largo del camino de este proyecto. De esta manera, de antemano les ofrecemos disculpas a aquellas personas que hayamos omitido sin querer. Las raíces de este proyecto se originan de nuestro trabajo como voluntarios del Cuerpo de Paz de los Estados Unidos, por lo que comenzamos la historia ahí. Nos acordamos con mucho cariño de nuestro supervisor regional, Jim Cucenza, quien nos ayudó a protegernos de los peligros que enfrentamos empezando el mismo día que partimos hacia el sitio asignado por el Cuerpo de Paz, la remota comunidad de Agua Buena de Coto Brus. Durante ese primer año, Jim nos visitaba recurrentemente y compartió con nosotros sus conocimientos de cómo ser voluntarios más eficaces. Al año Jim partió de Costa Rica y fue reemplazado por Steve Schmitts, quien siguió dándonos amplia orientación. Nuestros vecinos, Bruce y Judy Peet, quienes radicaban en San Vito y eran voluntarios desde antes de nuestra llegada, compartieron con nosotros mucha información útil y orientación para la vida en el cantón. Igual les agradecemos a nuestros compañeros voluntarios del Cuerpo de Paz, por su camaradería, y el personal de la administración del Cuerpo de Paz en San José. Varios médicos nos mantenían sanos. El médico del Cuerpo de Paz, Sidney Nirenberg, nos trató cuando nos enfermamos hasta que fue sustituido por un internista costarricense, Rogelio Pardo Evans. El doctor Pardo, quien décadas después fue nombrado Ministro de Salud de Costa Rica, nos salvó de varias amenazas a nuestra salud incluyendo rabia y una posible apendicitis, y decididamente fue el mejor médico que hayamos tenido en la vida. El Dr. Rodolfo Nuñez, dermatólogo, le curó a Mitch de una infección difícil de sanar, causada por un gusano tórsalo. Y el Dr. Ricardo Kriebel, nuestro dentista, le calmó a Susan de dolores en todos los dientes, cuando ella vino a San José quejándose y le preguntó a ella si había estado comiendo piña con frecuencia. En fin, no había ningún problema dental pero sí de exceso de piña. Aún más significativos en nuestras vidas que el personal del Cuerpo de Paz fueron los mismos pobladores. Entre estos, Jovita Cordero de Castillo fue la que más rápida y profundamente nos acogió. Nunca olvidaremos su incansable activismo comunitario y su dedicación desinteresada por el bien común del pueblo. El esposo de Jovita, Gabriel Castillo, le enseñó a Mitch lo más necesario referente a los problemas de la cooperativa cafetera del pueblo. León López nos introdujo a su órbita y le damos las gracias por enseñarnos tanto sobre el rol de la religión en la vida costarricense. Y el panadero de San Vito, Francesco Altamura, enviaba todas las semanas a nuestra puerta un delicioso pan italiano, por lo que también le agradecemos. Hubiese sido difícil sobrevivir sin su delicioso pan. Nuestro casero, Ernesto Araya, el mayor terrateniente de Agua Buena, nos demostró ser un hombre de gran inteligencia, encanto y amor profundo por su comunidad. Su filantropía sin pretensiones a beneficio de la educación, la salud y el bienestar comunitario contribuyó en gran 9 Francisco Mejía Mejía: Autobiografía medida a los éxitos obtenidos en Agua Buena. Su energía inagotable nos asombraba y nos entristeció grandemente saber de su fallecimiento unos años atrás. Mientras vivía, siguió educándonos y manteniéndonos al día con noticias de Agua Buena. Otros pobladores de Agua Buena a quienes queremos agradecerles son: Vidal Espinosa (vaquero, reparador del único tubo de agua del pueblo, operador del aserradero de Ernesto Araya, y operador del generador de electricidad que proveía luz eléctrica a unos pocos bombillos por tres horas al día y operador del proyector de cine del teatro de Agua Buena, otro negocio de Ernesto Araya); Félix Matarrita y su esposa Nena; Gregorio Blanco y su esposa; Ulises Blanco (quien participó en el grupo juvenil 4S, ayudando establecer la huerta escolar a la escuela elementaría de Agua Buena y años después como asistente a Mitch en la recolección de datos para su tesis doctoral); Omar Solano, agricultor que le enseñó a Mitch técnicas de cultivar hortalizas en un ambiente tropical; Gladys de Cedeño, quien le orientó a Susan de asuntos de salud en relación a las mujeres y niños del pueblo; Yeny de Rojas, quien se encargó de los correos del pueblo; y Ernesto Cordero, quien manejó El Alto, la principal tienda de abarrotes del pueblo. Darryl Cole, un norteamericano que de joven fue a vivir al bosque tropical lluvioso de Cañas Gordas, una comunidad adyacente a Agua Buena, nos inspiró con sus infatigables esfuerzos de desarrollo y promoción de la agricultura tropical sostenible. Darryl publicó uno de los pocos libros escritos en inglés sobre las luchas por establecer y sostener una finca en este tipo de entorno ecológico.1 Las hijas de Darryl y también la Oficina de Estudios Tropicales de Costa Rica han seguido realizando el trabajo que inició. Otro inmigrante angloparlante, Jack Ozanne, un ingeniero británico jubilado que se estableció en Coto Brus, compartió generosamente con nosotros muchísima información sobre el cantón. Elena Wachong Ho fue la primera persona que nos introdujo a Costa Rica cuando éramos estudiantes de posgrado. También nos abrió un sinnúmero de puertas de la burocracia costarricense. Siempre generosa con nosotros, hasta nos permitió usar su apartado de correos en San José durante un año entero. Agradecemos que haya seguido informándonos de sus percepciones de Coto Brus, en particular, y de Costa Rica en general, durante las últimas cuatro décadas. También le damos las gracias a su padre, Luis, por su gran amabilidad y generosidad hacia nosotros. Y le agradecemos mucho al Dr. Adrian Laufe, nuestro consejero técnico en todos los asuntos que tenían que ver con el uso de los computadores. Nos resolvió muchísimos problemas. A todos un caluroso agradecimiento. 1 Cole-Christensen, Darryl. 1997. A Place in the Rain Forest: Settling the Costa Rican Frontier. 1st ed. Austin: University of Texas Press. 10 Francisco Mejía Mejía: Autobiografía Prefacio Es nuestro deseo que esta autobiografía, titulada “Francisco Mejía Mejía: Autobiografía de un campesino costarricense, 1923-1981” se reciba como el retrato del hombre común (y a la vez, extraordinario) costarricense. A través de sus maravillosos cuentos y narrativas, se le acompaña al lector a lo largo de algunos episodios claves de la