ESCRIBIR SOBRE LA RUINA. OPERACIONES POLÍTICAS DE LA POESÍA MEXICANA CONTEMPORÁNEA 1985-2015 a Dissertation Presented To
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ESCRIBIR SOBRE LA RUINA. OPERACIONES POLÍTICAS DE LA POESÍA MEXICANA CONTEMPORÁNEA 1985-2015 A Dissertation Presented to The Faculty of the Department of Hispanic Studies University of Houston In Partial Fulfillment Of the Requirements for the Degree of Doctor of Philosophy In Spanish By Bruno Ríos Martínez de Castro May, 2019 i ii ESCRIBIR SOBRE LA RUINA. OPERACIONES POLÍTICAS DE LA POESÍA MEXICANA CONTEMPORÁNEA 1985-2015 _______________ An Abstract of a Dissertation Presented to The Faculty of the Department of Hispanic Studies University of Houston _______________ In Partial Fulfillment Of the Requirements for the Degree of Doctor of Philosophy _______________ By Bruno Ríos Martínez de Castro May, 2019 iii ABSTRACT OF THE DISSERTATION During the last thirty years, Mexico has experienced a profound transformation. With the beginning of the 1980’s, neoliberalism started to take shape in the country through economic, social and political policies that, in the view of those in power, would propel the Mexican economy into the twenty-first century. The promise of economic success and of modernization came with severe consequences: in these thirty years, neoliberalism has aggravated social inequalities and endangered the democratic will that is the foundation of society. How can literary discourse configure and respond to this threat? How can it become, in its most successful moments, a reconciliatory but critical political discourse? These are the main questions I attempt to answer in this dissertation. Considering the historical and political context that produce them, the primary purpose of this dissertation is to examine the different aesthetic and thematic strategies with which this corpus of works can configure a discourse of resistance against neoliberalism’s disarticulation of the political subject. I call these strategies “political operations”. Tracing a historical account of a series of moments of high political relevance, I examine how poetic discourses and a few fiction narratives escape the binding power of hegemonic neoliberal rationalities. Chapter 1 examines the emergence of a new kind of political organization, namely a commune, as a sign of an extraordinary sense of social solidarity after the earthquakes of 1985 in central Mexico. I analyze “Las ruinas de México” by José Emilio Pacheco as a poetic discourse that articulates that emergence. Chapter 2 focuses on the unspoken and contemporary disaster of the AIDS pandemic during the eighties by reading Poesida by Abigael Bohórquez as poetic testimony of the deaths of members of the gay community. Following a historical intermezzo explaining iv the political transition to democracy from the mid 90’s to the mid 2000’s in Mexico, Chapter 3 discusses the poetic reaction of Jorge Humberto Chavez’s work to the surge of violence during Felipe Calderón’s presidency. Chapter 4 explores the way narratives can elude the pull of the narconarrative by analizing the cinematic universe of Alex Rivera. Chapter 5 discusses the global implications of neoliberalism beyond national borders by reading comparatively two works of ecopoetics by Mexican poet Coral Bracho and the work in English by Juliana Spahr. v AGRADECIMIENTOS Este proyecto habría sido imposible sin la ayuda, el consejo y el acompañamiento de muchísimas personas. En primer lugar, tengo que agradecerles a mis colegas de la Universidad de Houston y en muchas otras universidades por su compañía y amistad en estos años de trabajo, disfrute y adversidades. Génesis Guerrero, Alejandro Basulto y su esposa Silvana Batllori, Henk Rossouw y Tavie, y demás colegas del departamento de inglés que estuvieron ahí siempre. Pero sobre todo gracias Paco Estrada por ser mi hermano, mi colega, mi consuelo y el mejor de los amigos. También es importante mencionar a mis colegas de otras universidades, en especial a Erin Gallo que se ha convertido en una amiga y colega indispensable; a Isabel Díaz Alanís, Gaëlle Le Calvez, Rafael Acosta, Iván Aguirre, Oswaldo Zavala, Sarah Pollack, Silvia Aguilar Zéleny, Oswaldo Estrada y muchos más que me enriquecieron con sus lecturas y comentarios todos estos años. Sería una falta imperdonable dejar de mencionar a mis profesores y colegas del Tecnológico de Monterrey, quienes me dieron las bases para poder llegar a donde estoy ahora, especialmente a Nora Guzmán y Blanca López de Mariscal que me enseñaron a trabajar con integridad y con amor a los libros. Tengo que agradecer también a mis estudiantes de todos estos años. Su enseñanza ha sido mucho mayor de lo que yo he podido enseñarles. Gracias por ser tan amables conmigo y por hacer que mis días sean siempre más ligeros, así como permitirme, incluso, plantearles algunas de las ideas de esta disertación en muchas de las tangentes que tomamos en clase. También quiero agradecer brevemente a la comunidad ciclista, a Doug Candler y a Kathy, Fabrizio Ordoñez, Cliff Jones, Justin Moss, Suzanne Hoy, Randy y Jessica Biddle. Sin ellos y sin las horas y horas sobre la bicicleta, los momentos más amargos hubieran sido insuperables. También gracias a mis amigos Melissa Schoonover, Joe Logan, Brittani Kaleh, y Erica Eliason que nos brindaron techo y su cariño durante el huracán Harvey, y a todos quienes nos apoyaron en esos momentos. Sin ellos este proyecto no hubiera llegado a terminarse. vi Por supuesto, estoy infinitamente agradecido con mi familia por haberme apoyado siempre. Mis padres, Inés y Renato, que han sido siempre mi más sólido apoyo con su amor incondicional, su congruencia y su ejemplo. Mi esposa y compañera de batalla, Linda Rodriguez, que ella sola me ha llevado de la mano en la luz y en la oscuridad, con amor y retándome a no rendirme. Y a mi hermano por elección, Oziel Farías, por su amistad y acompañamiento. La deuda con mi comité y mis profesores es tal vez la más grande de todas. Anadeli Bencomo, Mabel Cuesta, Christina Sisk, Guillermo de los Reyes, Alejandra Balestra, gracias por su paciencia y apoyo. Gracias a Cristina Rivera Garza, cuyo trabajo ha sido fundamental para pensar de otras maneras la poesía de nuestro tiempo. Roberto Tejada, que es un modelo a seguir como persona y como académico, y cuyas clases fueron un parteaguas en mi quehacer profesional y mi trabajo como poeta. Pedro Gutiérrez Revuelta, que muy pronto me devolvió y reiteró el amor por la poesía y el escepticismo contra el establishment. Y finalmente, miles de gracias a mi director, guía, colega y amigo, José Ramón Ruisánchez que, contra viento y marea, a punta de su incansable y luminoso trabajo, plumazos y cafés y comidas y risas y noches interminables me hizo no sólo un mejor escritor y académico, sino una mejor persona. Todas y todos ellos (y más de los que probablemente me estoy olvidando) fueron y son indispensables para mi trabajo y para que esta disertación pudiera realizarse. Les estoy eternamente agradecido. vii ÍNDICE Pág. ABSTRACT OF THE DISSERTATION iv AGRADECIMIENTOS vi INTRODUCCIÓN x El lugar de la poesía en el México neoliberal CAPÍTULO 1 1 La caída no toca fondo: José Emilio Pacheco y los sismos de 1985 CAPÍTULO 2 38 Haciéndonos poquitos: Abigael Bohórquez y la pandemia del SIDA INTERMEZZO HISTÓRICO 93 El fin del régimen unipartidista CAPÍTULO 3 107 Entre la patria y los muertos: poéticas de la violencia CAPÍTULO 4 156 “¿Por qué seguimos aquí?”: Alex Rivera y el otro lado de la frontera CAPÍTULO 5 180 Tierra de larguísimas sombras: poéticas del desastre ecológico BIBLIOGRAFÍA 219 viii DEDICATORIA Para Mis padres, Inés Martínez de Castro y Renato Ríos. Pero sobre todas las cosas, para mi más sólido cimiento, mi amor, Linda. ix Introducción El lugar de la poesía en el México neoliberal Yo no digo nada escucho correr El agua subterránea En su murmullo me disuelvo Soy la fuente Y el enigma -Inés Martínez de Castro, “Canto a las palabras” x La tarde del 26 de agosto de 2017 terminé de revisar una de las primeras versiones del capítulo primero de esta disertación. En aquella versión temprana, comenzaba a pensar en dos desastres contemporáneos durante la década de los ochenta en México, y dos libros de poemas que respondían a ellos de manera directa: los terremotos de 1985 que destruyeron gran parte de la ciudad de México junto con Miro la tierra (1986) de José Emilio Pacheco; y la pandemia del SIDA que provocó centenas de muertos hasta mediados de la década siguiente, así como el libro Poesida (1996) del poeta sonorense Abigael Bohórquez. Al mismo tiempo, casi de forma profética, leía el importante libro de Rebecca Solnit, A Paradise Built in Hell, (2009) en el que argumenta que, tras los desastres más terribles, o durante la devastación más profunda de una comunidad, surgen también deseos y posibilidades que brillan incluso desde las ruinas, desde los cadáveres, desde los escombros y las cenizas (Solnit 6). Los desastres no nos brindan estos regalos, dice Solnit, pero sí funcionan como vías para recibirlos; son, al final, mecanismos que generan la posibilidad de que surja un sentido extraordinario de solidaridad ante la crisis: traen a colación las tensiones, los conflictos y las tendencias existentes en una sociedad y su gobierno; las llevan a un punto de quiebre (Solnit 152). En ese momento, estas ideas me parecían sólo eso: hallazgos felices que me permitían pensar las respuestas comunitarias a estos dos desastres más allá de la destrucción material y la muerte, así como las formas en las que la poesía puede articular un discurso que interpela a estas formas extraordinarias de solidaridad social. Para la mañana del 27 de agosto, justo al día siguiente, todas mis notas sobre este y otros proyectos, gran parte de mis libros propios y ajenos, y la gran mayoría de nuestras xi modestas pertenencias flotaban en el agua turbia dentro de nuestro apartamento en Houston. Durante esa noche, el huracán Harvey causó las lluvias más intensas de las que se tiene registro y nos trajo las aguas del río cercano —donde íbamos a caminar los fines de semana— hasta todos los rincones de nuestra casa.